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VIII JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS

DE ESTUDIOS AGRARIOS Y AGROINDUSTRIALES


Buenos Aires,  29, 30, 31 de octubre y 1 de noviembre de 2013

Titulo: La dinámica de la relación de Federación Agraria y las filiales del sur de


Córdoba en el marco de los cambios productivos (1966-1973)
Autora: Laura Travaglia
Universidad Nacional de Río Cuarto. CIHUNRC.
ltravaglia@arnet.com.ar
ltravaglia@hum.unrc.edu.ar

Eje Temático: 14

Introducción

El propósito de analizar la relación de una sección de Federación Agraria, el


Distrito IV, (Sur de Córdoba) con la central bajo las conducciones de Humberto
Volando, René Bonetto y Antonio Bussi, constituye el eje de una investigación en
curso. Se intenta interpelar aquellos aspectos de la vida de la institución que se
relacionan con el accionar de la entidad hacia la arena política nacional y hacia adentro,
o el modo como se construyen los consensos y fundamentalmente los disensos y, la
posibilidad de los asociados de influir o no en la línea de acción a adoptar por la
conducción.
Algunas interpretaciones teóricas ponen el acento en las características de los
líderes, o los estilos de conducción, basado en los supuestos teóricos de Max Weber
(1984), sosteniendo, por ejemplo, que se pasa del liderazgo carismático de Volando al
liderazgo burocrático de Bonetto. (Lattuada, 2006).
Sin embargo, dada la historia de la Federación Agraria en el tiempo, desde sus
orígenes hasta el presente, creemos necesario incorporar algunas nociones de Sidney
Tarrow (1997) en lo atinente a las “restricciones políticas” aludiendo a aquellos factores
que desincentivan la acción y a la "estructura de oportunidades políticas" entendiendo
por ello a una serie de claves para prever cuándo surgirá la acción colectiva. Esto sería,
cuando los chacareros asociados a la entidad, a veces animados por líderes, responden a
cambios en las oportunidades que reducen los costes de la acción colectiva, descubren
aliados potenciales y muestran en qué son vulnerables las élites y las autoridades.
Desde esta perspectiva, el Estado constituye una variable explicativa del acontecer
social, político, económico; es decir, el Estado contribuye a marcar las pautas de las
relaciones sociales y políticas al influir en el modo de acción de los actores de la
sociedad civil.
No obstante ello, existe una racionalidad en los asociados que marca el sentido
de la acción, mediante la identificación de aquellas situaciones materiales que ponen en
peligro su reproducción en tanto clase chacarera.
En este sentido y, a modo de avance proponemos, en esta oportunidad, un
análisis acotado a la Filial Río Cuarto (Parte del distrito IV) en la etapa en que Volando
es vicepresidente y luego presidente de la entidad, que se corresponde históricamente
con los gobiernos de la “Revolución Argentina” dando sustento especial al Estado y a
las políticas agropecuarias.

La época y las políticas públicas

La etapa comprendida en el presente análisis, abarca los años comprendidos


entre 1966 y 1973, cuando confluyen procesos que resultan altamente conflictivos,
violentos, excluyentes y con consecuencias profundas para el futuro del país en general
y del agro en particular. En primer lugar y como sustento de los cambios, se encuentra
el golpe de estado que derroca al presidente constitucional Arturo Humberto Illia. A
partir de ese momento, se sucederán, en el marco de la llamada “Revolución
Argentina”, tres cúpulas militares intercaladas por dos golpes internos, la primera del
1966 a 1968, con Onganía como presidente de la Nación, la segunda de 1968 a 1971,
con Levingston en el más alto cargo y la tercera de 1971 a 1973 con Lanusse como
primer mandatario, regidos por el Estatuto de la Revolución Argentina, al que le dieron
el mismo rango jurídico de la Constitución Nacional.

En tal sentido, para Guillermo O’Donnell (1984 y 2009) se inicia lo que da en


llamar el Estado burocrático autoritario, en el que institucionalmente cobran peso la
coacción y los programas de normalización de la economía, tiende a la exclusión
política, suprime la ciudadanía y la democracia política, excluye económicamente al
sector popular, cierra de los canales de acceso al gobierno, excepto para las FFAA y las
grandes empresas privadas y públicas. No obstante ello, Sartelli (1996) sostiene que por
su carácter y sus funciones como garante de la dominación social, todo Estado es
autoritario. A su vez, en tanto su función es la de legislar y encauzar la forma que toma
la dinámica social de modo que permita la reproducción del sistema, se sirve de todo un
“aparato” administrativo, denominado burocracia. En todo caso, en períodos de crisis se
instauran regímenes de tipo dictatoriales, en los que no cambia la esencia del Estado
sino la forma política en la que se implementa la represión o el “autoritarismo” (de
modo más abierto y violento que en los períodos democráticos) (Sartelli 1996). La
exclusión política, la supresión de la ciudadanía y la democracia política, la relegación
económica del sector popular y el cierre de canales de acceso al gobierno no constituyen
características de un tipo de Estado particular, sino el contenido de un régimen político
(la dictadura) específico en determinado momento histórico (Marx 1998:60-61).

En todo caso, este régimen político, tenía como hipótesis iniciales, dice Silvia
Lazzaro (2004): en primer lugar, considerar que la única restricción al proyecto de
desarrollo y modernización del país, residía en el alto nivel de conflictividad social de la
época, y la lentitud e ineficacia asociada a la política demo-liberal; en segundo lugar, la
necesidad de acabar con una guerra interna permanente de carácter ideológico,
articulada al conflicto entre el capitalismo y el comunismo. En éste régimen las
posiciones superiores del gobierno eran ocupadas por personas que accedían de
organizaciones complejas y altamente burocratizadas (fuerzas armadas, grandes
empresas); un sistema de exclusión político-económica y despolitizante que se
correspondía con la etapa de profundización del capitalismo periférico y dependiente,
pero también dotado de una extensa industrialización. (García Delgado, D; 1994).

Desde el punto de vista económico, el gobierno de Onganía, parece haber


tenido el propósito de resolver la crisis de acumulación generalizada del capitalismo
argentino. El lugar en la estructura de poder y las políticas económicas que se otorgó a
las diferentes fracciones de la burguesía indica que el régimen en cuestión oscilaba entre
sectores en pugna. Se dividieron los ministerios y cargos políticos de modo tal que cada
fracción de la burguesía, y cada facción política del Ejército, controlan una porción de la
administración. La búsqueda de resolver las contradicciones inter-burguesas que
impedían el cierre de la crisis hegemónica y el alza de la lucha de la clase obrera no fue
posible, como demuestra la profundización de las contradicciones, luego de la rebelión
popular de 1969 denominada Cordobazo. (Balvé 2003).

En ese marco, el gobierno, encabezado por Onganía, expresa en sus tres


ministros de economía -Salimei, Krieger Vasena y Dagnino Pastore- las disputas de los
diferentes sectores. “Salimei, representante del capitalismo nacional, no se inclinó por
la supresión abrupta del control de cambios y se mostró gradualista en materia del
proceso inflacionario... A fin de 1966 una reorganización ministerial termina con el
protagonismo de Salimei en el Ministerio de Economía, reemplazado por A. Krieger
Vasena. Este nombramiento fue considerado como una victoria de las ideas y
propósitos político-económicos de Alsogaray” (Lazzaro 2004)

Esas ideas, representadas en el plan de Krieger Vasena anticipaba algunos


lineamientos que se constituirían en el núcleo central de los programas económicos del
liberalismo a partir de mediados de la década del ´70…y se repetiría de manera mucho
más radical en el plan de Martínez de Hoz de 1976, y en el Plan de Convertibilidad a
partir de 1991….” (Mario Rapoport, 2010: 532-535)

En especial, interesa remarcar las medidas adoptadas con respecto al sector


agropecuario. Se trata del nuevo régimen de arrendamiento y aparcerías rurales, Ley
17253 de 1967, denominado Ley Raggio, por el nombre del ministro de Agricultura
Lorenzo Raggio, que daba por finalizada la prorroga de los contratos de arrendamiento.
Ley cuyo espíritu respondía, por un lado, a los requerimientos de los grandes
propietarios, agrupados en la Unión de Propietarios de Campos Arrendados, por
considerar que los arrendamientos “...han conspirado contra la mayor productividad
del campo y empeorado las condiciones ecológicas de las tierras por el tratamiento
irracional a que han sido sometidos por los tenedores de las tierras. El respeto a la
propiedad privada –objeto fundamental de la Revolución- debe ser una realidad, y la
libre empresa agropecuaria podrá ser en estas condiciones el basamento estructural
más importante para que el país salga de la postración que lo agobia” (Lazzaro,
2004:13).

Pero por otra parte, respondía a los lineamientos que imponía una visión
diferente del “quehacer agropecuario” considerado de acuerdo a las pautas de
funcionamiento de una empresa agropecuaria capitalista, para servir a los propósitos de
aumentar la productividad. El secretario de Agricultura, comenta Silvia Lazzaro (2004)
reconocía la necesidad del agro de encarar resueltamente su modernización, lo que no
quedaba limitado a cambios físicos o de adaptación de normas jurídicas a las nuevas
situaciones, sino que apuntaba esencialmente a modificaciones de actitudes mentales;
organización de las explotaciones con criterio empresario moderno.
En este marco, el sector primario comienza a recibir los lineamientos que se
generan en los países centrales a fines de la segunda guerra mundial y, tienen que ver
con un proceso de tecnificación acelerada, tratando de equiparar el funcionamiento de
las empresas agroalimentarias con la estructura fabril, esto es, siguiendo a Sara Flores
(1998) con la adopción de métodos taylorizados y fordistas, en la producción, como
bandas y transportadores de los empaques y la organización del trabajo de tipo
industrial, la implementación de paquetes tecnológicos difundidos por las corporaciones
transnacionales, pero también por requerimiento de las empresas procesadoras de
alimentos, agroalimentarias.

En este proceso, los productores directos pequeños y medianos quedaron


integrados verticalmente, con créditos, insumos y asesoramiento como contrapartida de
un esquema de producción propio de las empresas transnacionales fabricantes de
semillas, maquinarias, fertilizantes, básicamente en los cultivos como el algodón, los
cereales y las oleaginosas. Ello dio lugar, a lo que se conoce como Revolución Verde
que en nuestro país se produjo, siguiendo a Rapoport (2010), con el fin de las políticas
que se venían sosteniendo desde el peronismo, cuando desaparecían los últimos
contratos amparados en las prorrogas de 1949 y 1968.

Para Federación Agraria, dicha ley fue considerada como una Ley de Expulsión,
por sus efectos. “...regresiva y violatoria de básicas garantías constitucionales que
afectan al derecho de propiedad, al de defensa en juicio y al principio de igualdad ante
la ley...siendo intrínsecamente injusta...” (Lazzaro, 2004:8) Hubo reclamos que no
fueron escuchados, y la entidad ofreció asesoramiento jurídico y el consejo de llegar a
buenos acuerdos o de lo contrario se sucederían los desalojos -Palabras del entonces
presidente de la entidad Antonio Di Rocco, con motivo de su visita a la filial Río Cuarto
(Libro de sesiones de la Asamblea General Ordinaria del Julio de 1968).

En 1969 se establece el impuesto de emergencia a las tierras aptas para


explotación agropecuaria, para intensificar la producción de las explotaciones de los
terratenientes pampeanos. La ley nº 18.033 sancionada a fin de diciembre de 1968, creó
el Impuesto a las Tierras Aptas para la Explotación Agropecuaria (ITAEA) Se
estableció a partir de enero de 1969 y por tres años, un gravamen sobre la tierra,
consistente en un porcentual fijo de su valuación fiscal y no venal, con carácter de
anticipo del impuesto a los réditos, lo que amerita a presumir más razones de índole
fiscal que social.

Esta nueva imposición a la tierra castigaba la baja productividad, pero no


estimulaba su mejoramiento, pues cuando ello ocurría se pagaban tasas crecientes. La
Federación Agraria Argentina “sostuvo un reclamo respecto al ordenamiento
impositivo: en primer lugar, y en una línea de apoyo al incremento de la exportación,
cuestionó las retenciones, en tanto barreras que inadmisiblemente nos autoimponemos;
en segundo lugar, reivindicó el impuesto aplicado en función de la productividad
normal potencial de la tierra, en tanto estrategia susceptible de dinamizar la
producción, sin mengua de su propósito estrictamente fiscal. La F.A.A. bregó
continuamente a favor “...de evitar las actuales superposiciones, la evasión y el
desaliento al que llevan a quien más produce, en injusto beneficio de quienes especulan
con el progreso que promueven los demás y hacen del ocio y de la irracionalidad un
modus vivendi...” (Lazzaro, 2004: 21-22).
El resultado de la aplicación en las provincias, según un estudio citado por la
autora mencionada, sostiene que lo abonado por hectárea por los tributos nacional y
provincial resultaba mayor que antes para los predios pequeños y medianos, pero menor
para las grandes explotaciones. La nueva ley sentaba dos precedentes importantes:
gravaba la tierra por parte del gobierno nacional y utilizaba explícitamente el impuesto
como herramienta para estimular la productividad.
El incremento de la superficie y los rendimientos, se relaciona, también, con la
utilización de herbicidas, implementos agrícolas, la aparición de la soja y la posibilidad
de combinarla con nuevas variedades de trigo de ciclo corto, permitiendo una segunda
cosecha por año. Además de ello, la incorporación de la mecanización, a partir de la
utilización de tractores, 120.000 a mediados de 1960 que, Siguiendo a Rapoport (2010)
maquinas cada vez más potentes, que permiten una roturación mas profunda, elevando
la productividad y liberando superficies destinadas a forrajeras. Se comenzaban a
utilizar semillas mejoradas, fertilizantes y métodos de cultivos más eficaces, herbicidas,
inseminación artificial, técnicas sanitarias de cría, pastoreo rotativo. Su introducción fue
manera lenta y progresiva con la participación del inta Instituto nacional de tecnología
agropecuaria creado en 1956, y de los grupos Crea (Consorcios regionales de
experimentación agrícola creados por los propios productores).
Nuevos sujetos y modalidades pasaron a definir las prácticas agrícolas, los
contratistas (los pequeños propietarios, poseedores de maquinaria agrícola adquirida
recientemente, vendían sus servicios a explotaciones mayores) y los contratos
accidentales, que consistía en tomar tierras en arrendamientos, pero por periodos
cortos, de un año o menos. Esto marca una modernización de la explotación agraria sin
modificar, esencialmente, los sistemas de propiedad.
El Cordobazo, como mencionáramos, marca el fin del gobierno de Onganía. El
general Levingston, quien sucede a Onganía, expresaba a un sector nacionalista-
desarrollista de las Fuerzas Armadas apoyado por los radicales intransigentes, que
designó al economista radical Aldo Ferrer como Ministro de Economía que permaneció
en el cargo desde 1970 a marzo de 1971, con Lanusse después que derrocara a
Levingston. Ferrer sostenía que “ Aunque no existía una contradicción entre el sector
agrario y el industrial, el liderazgo del crecimiento económico del país debía basarse
en la industria ya que la expansión del agro había llegado a su fin y dependía del
adelanto tecnológico que a su vez dependía de la consolidación del sector industrial.
Para lograr esto consideraba que era necesario compatibilizar el comportamiento del
empresariado rural con el cambio tecnológico y la capitalización del sector primario y
regular la estructura de precios agro-industria para asegurar una rentabilidad elevada
para ambos sectores” (Federico Vaccarezza, 2001)
Lo que importa destacar es que en el plan económico proyectado para el
quinquenio 1971-1975, las reformas agrarias, de las que había sido partidario en su
gestión provincial con Allende, quedaron al margen de las medidas concretas que se
tomaron, la única medida más sobresaliente que se tomó en cuanto al sector primario
estuvo en relación al sector ganadero y se trató de una veda impuesta al consumo
interno de carne vacuna en un intento desesperado por detener el aumento frenético del
precio de la carne que entre enero de 1970 y enero de 1971 había alcanzado el 300%
de inflación. De las demás reformas iniciadas por Ferrer la mayoría terminaron en una
aplicación rápida y de corta duración o fueron dejadas a un lado por el gobierno de
Lanusse.  (Zeitler, 2010)
Lo cierto es que hacia fines de la década del sesenta, “se registra, según lo
marcaron las propias entidades más representativas del agro nacional, una crisis
temporal marcada por precios insuficientes de los productos de las cosechas, aumento
permanente en el precio de los insumos e incremento exagerado de las cargas
impositivas y sociales que llevaron a deprimir “el ingreso agropecuario hasta límites
insostenibles que imposibilitaron las mínimas inversiones necesarias para el acceso a
la tecnología”. (Galafassi, 2006)
Esta crisis tuvo como consecuencia una pauperización del productor
agropecuario, según el análisis de Galafassi (2006), que se manifestó en una
imposibilidad de acceder a un proceso de capitalización en aquellos casos de
productores históricamente mejor acomodados, o a una proletarización en una gran
parte de los casos. De esta manera, la emigración, al principio de familiares y
finalmente de todo el grupo, con la venta o abandono de la explotación (o su entrega en
pago de deudas), o la transformación de miembros de la familia en obreros temporarios
para permitir completar el sustento (sin que esto significara eliminar el proceso
creciente de endeudamiento progresivo), comenzaron a ser situaciones habituales en la
región sur de Córdoba.

Impacto de la políticas públicas en el marco espacial del Distrito IV: Río


Cuarto

La Filial Río Cuarto, forma parte hoy, del Distrito IV, uno de los dieciséis que
componen la estructura interna de Federación Agraria. Dicho distrito se completa con
otras filiales de los Departamentos Roque Sáenz Peña, General Roca y Provincia de San
Luis. El total de filiales que componen el distrito, en el Departamento Río Cuarto son:
Alcira Gigena, Elena, Berrotarán, General Cabrera, Coronel Moldes, San Basilio,
Adelia María y Río Cuarto.

Departamentos del Sur de Córdoba en que se localizan las filiales

Río Cuarto Gral. Roca Roque S.Peña


18.394 km² 12.659 km 8.228,00 km2

La implementación de las políticas públicas mencionadas y en especial el


impacto de las mismas en el espacio que comprenden los departamentos involucrados
en el distrito IV, como se puede observar a partir del análisis comparativo de los
Censos Nacional Agropecuarios de 1960, 1969 y 1988, no aparecen sino hasta el Censo
de 1988. El primer indicador tomado a tal efecto es la cantidad de establecimientos
productivos que fueron censados en cada oportunidad. En tal sentido, el cuadro a
continuación nos permite observar la variación que se produce en las tres instancias,
arrojando datos contundentes respecto de la disminución global de los establecimientos,
en el último censo considerado.

Variación de EAP en los Censos de 1960-1969-1988


RIO CUARTO CENSO EAP
1960 4639
1969 6040
1088 4580
GENERAL ROCA CENSO EAP
1960 1603
1969 1797
1988 1556
ROQUE S. PEÑA CENSO EAP
1960 1479
1969 1653
1988 1350
Fuente: elaboración en base a los CNA de 1960-1969-1988

La diferencia que se encuentra entre los dos primeros censos, corresponden a la


vigencia de los impactos de las políticas tendientes a facilitar el acceso a la tierra, como
resultado de los últimos impulsos de las políticas peronistas, mientras que la diferencia
con el último, nos indica la penetración más tardía del impacto de las medidas
adoptadas por Onganía, en el sur de Córdoba tendiente a la desaparición de unidades y
el comienzo de la concentración de la tierra.
Con el objeto de realizar un análisis más detallado, se pasó a considerar los
establecimientos según categoría y extensión, comparando los Censos Nacional
Agropecuarios de 1960, 1969 y 1988, para obtener un panorama más acabado de los
establecimientos y la superficie que detentaban en los departamentos Río Cuarto,
General Roca y Roque Sáenz Peña, en lo que hace a las más afectadas, tanto en la
disminución como en los incrementos, como es posible apreciar en los cuadros a
continuación.
Observamos, nuevamente que se reproduce la situación anteriormente señalada,
para 1969 se registran importantes incrementos en todas las categorías, mientras que las
tendencias a recibir los impactos recién se pueden advertir en el censo de 1988.
Cantidad de EAP y Superficie por Departamento, Censo Nacional Agropecuario 1960
Departamento CNA Río Cuarto Roque Sáenz Peña General Roca
1960
Hasta EAP 126,0 13,0 42,0
5 Sup. 378,0 30,0 138,0
De 5 EAP 386,0 77,0 139,0
A 25 Sup. 6.217,0 1.130,0 1.722,0
De 25 EAP 1013,0 195,0 180,0
A 100 Sup. 68.220,0 1.574,0 11.702,0
De 100 EAP 1343,0 426,0 349,0
A 200 Sup. 226.593,0 67.281,0 55.091,0
De 200 EAP 1346,0 465,0 408,0
A 500 Sup 319.735,0 133.910,0 119.774,0
De 500 EAP 379,0 174,0 293,0
A 1000 Sup. 223.184,0 106.776,0 181.443,0
De 1000 EAP 104,0 75,0 123,0
A 2500 Sup. 149.518,0 105.054,0 795.783,0
De 2500 EAP 32,0 31,0 45,0
A 5000 Sup. 130.532,0 103.842,0 171.152,0
De 5000 EAP 19,0 19 37
A 10000 Sup. 203.331,0 195.368,0 320.678,0
Fuente: elaboración en base al CNA de 1960

Cantidad de EAP y Superficie por Departamento, Censo Nacional Agropecuario 1969


Departamento CNA Río Cuarto Roque Sáenz Peña General Roca
1969
Hasta EAP 292,0 42,0 90,0
5 Sup. 910,2 130,1 281,6
De 5 EAP 610,0 77,0 133,0
A 25 Sup. 8296,2 1033,6 1.751,4
De 25 EAP 1338,0 270,0 216,0
A 100 Sup. 90.060,0 18.996,6 14.005,3
De 100 EAP 1624,0 422,0 337,0
A 200 Sup. 251.694,9 65.022,8 52.776,2
De 200 EAP 1296,0 437,0 431,0
A 400 Sup. 363.609,7 128.119,3 127.294,8
De 400 EAP 601,0 261,0 335,0
A 1000 Sup. 362.161,8 157.465,0 210.685,8
De 1000 EAP 192,0 88,0 162,0
A 2500 Sup. 283.102,0 135.541,8 264.969,3
De 2500 EAP 62,0 36,0 52,0
A 5000 Sup. 209.978,5 120.577,0 191.446,0
De 5000 EAP 25,0 20,0 41,0
A mas 10000 Sup. 249.358,5 181.596,0 348.596,0

Fuente: elaboración propia en base al CNA de 1969


Cantidad de EAP y Superficie por Departamento, Censo Nacional Agropecuario 1988
Departamento CNA Río Cuarto Roque Sáenz Peña General Roca
1988
Hasta EAP 61,0 5,0 38,0
5 Sup. 197,9 17,0 144,6
De 5 EAP 273,0 31,0 68,0
A 25 Sup. 3.867,0 443,0 964,5
De 25 EAP 918,0 155,0 174,0
A 100 Sup. 60.651,7 10.992,2 11.039,0
De 100 EAP 1.131,0 328,0 285,0
A 200 Sup. 172.004,5 50.437,4 43.500,3
De 200 EAP 1415,0 460,0 462,0
A 500 Sup 444.929,9 146.384,5 148.452,3
De 500 EAP 487,0 200,0 251,0
A 1000 Sup. 333.572,2 138.252 175.953,9
De 1000 EAP 213,0 121,0 174,0
A 2500 Sup. 320.054,6 184.545 272.876,8
De 2500 EAP 60,0 31,0 68,0
A 5000 Sup. 201.022,4 101.915,5 242.759,6
De 5000 EAP 22,0 ----- 36,0
A 10000 Sup. 167.077,8 ----- 293.199,5

Fuente: Elaboración propia en base al CNA de 1988

Tomando el Departamento Río Cuarto, vemos que la situación es semejante, las


disminuciones en las categorías de 5 hectáreas a 200 hectáreas para el censo de 1988.
Las razones de tomar esta segmentación se corresponden con la cantidad de hectáreas
que detentan la mayoría de los asociados. En el siguiente cuadro se puede advertir lo
expresado:
Variación EAP y Superficie Departamento Río Cuarto
Categoría 1960 CNA 1969 CNA 1988
Hasta 5 Eap 126,0 292 61
Superficie 378,0 910,2 197,9
De 5 a 25 Eap 386,0 610 273
Superficie 6.217,0 8.296,2 3.867,0
De 25 a 100 Eap 1013,0 1338 918
Superficie 68.220,0 90.060,0 60.651,7
De 100 a 200 Eap 1343,0 1624 1131
Superficie 226.593,0 251.694,9 172.004,5

Fuente: elaboración en base a los CNA 1969-1988


Como también y como contrapartida, para el censo de 1988 se advierte un
incremento hasta las 500 hectáreas, un descenso en las de 500 a 1000 hectáreas, un
ascenso en las de 1000 a 2500 hectáreas. Indicando la tendencia a la concentración en la
segmentación media y grande.

Variación Eap y Superficie Río Cuarto


Categoría CNA 1960 CNA 1969 CNA 1988
Hasta 500 1346,0 1296 1415
319.735.0 363.609,7 444.929,9
De 500 a 1000 379,0 610 487
223.184,0 362.161,8 333.572,2
De 1000 a 2500 104,0 192 213
149.518,0 283.102,0 320.054,6
De 2500 a 5000 32,0 62 60
203.331,0 209.978,5 201.022,4

Fuente: elaboración en base a los CNA 1960-1969-1988


Otro indicador para el análisis, en los tres departamentos, tiene que ver con la
tenencia de la tierra. Al respecto se realizaron comparaciones entre los CNA de 1960,
1969 encontrando un incremento notable en las categorías propietario y arrendatario.
En este sentido, el dato que refleja las políticas públicas y la nueva dinámica agrícola la
aparición de la categoría contrato accidental para el censo de 1988 además de la
disminución de los arrendatarios y el incremento en la categoría propietario. Esta
situación confirma la suposición de que los cambios se producen pero más tarde en el
tiempo que la región de Buenos Aires por ejemplo.
En los cuadros que siguen se pueden advertir las tendencias mencionadas, para
los tres departamentos del Distrito IV de Federación Agraria.

Régimen de Tenencia, Departamento Río Cuarto, según CNA de 1960, 1969 y 1988
Departamento Censo Propietario Contrato Acc. Arrendatario
Río Cuarto
1960 911.553 288.046
1969 1.395.696 334.354
1988 1.100.172,4 78.418 267.646,7
Fuente: Elaboración propia en base a los CNA de 1960, 1969 y 1988
Régimen de Tenencia, Departamento General Roca, según CNA de 1960, 1969 y 1988
Departamento Censo Propietario Contrato Acc. Arrendatario
General Roca
1960 784.459 199.337
1969 973.526 201.522
1988 891.604,1 7.219 163.904,4
Fuente: Elaboración propia en base a los CNA de 1960, 1969 y 1988

Régimen de Tenencia, Departamento Presidente Roque Sáenz Peña Cuarto, según CNA
de 1960, 1969 y 1988
Departamento Censo Propietario Contrato Acc. Arrendatario
Pres. Roque
Sáez Peña 1960 544.061 127.912
1969 636.114 132.117
1988 588.372,8 2.629 124.520,4
Fuente: Elaboración propia en base a los CNA de 1960, 1969 y 1988

En el departamento Río Cuarto, que constituye el espacio donde se encuentra la


filial de Río Cuarto y su zona de influencia, es bastante más significativo el incremento
de la categoría propietarios y los arrendamientos, si bien en el censo de 1969 hay un
incremento en la propiedad y el arrendamiento, la merma hacia 1988 arroja totales
menores que en 1960.

Relaciones entre la filial y la central de Federación Agraria

Desde filial Río Cuarto, más precisamente lo obrante en su libro de actas de


reuniones ordinarias, es posible advertir las vivencias de los asociados respecto de las
políticas públicas, como así también las relaciones que tienen con la conducción y el
posicionamiento que adoptan frente a las políticas del gobierno.
En particular, esta última situación se ve reflejada en el llamado de atención que
realizan los asociados por la falta de conexión con la central, donde por ejemplo, en el
acta del 25 de mayo de 1966, entre otros aspectos se refieren a que “se ha cortado la
llegada del periódico La Tierra “.
Esta referencia a la falta de conexión, se explica por la honda preocupación
existente en los participantes a la sesión del 25 de Mayo de 1966 sobre el tema de los
arrendamientos “piden enviar telegramas a los poderes públicos por el tema de la
prórroga de los contratos de arrendamiento”.
También se realizan consultas por “la reforma Agraria”, a instancias de una
inquietud presentada por Coninagro, situación contenida y expresada en los discursos de
Lorenzo Raggio, que fue presidente de Federación Agraria. “la reforma agraria que la
Argentina mostrará al mundo será una reforma sin resonancias emocionales ni
políticas, “...es necesario...que los propietarios de tierra tengan conciencia que ese
patrimonio genera obligaciones y no sólo derechos. La tierra deberá dejar de constituir
un resguardo contra la inflación, o fuente de especulación, o el medio idóneo para
adquirir un status social. La utilización plena en términos económicos de la tierra, es
deber inexcusable para todos los productores agropecuarios”.
Las actas de 1967, presentan una posición crítica respecto de las políticas
adoptadas, como por ejemplo “Solicitud de enviar nota al presidente de la Nación para
pedir la reconsideración de la ley 17253” y la urgente “necesidad de convocar a una
concentración en la zona o Buenos Aires”.
En 1968, la filial recibe la visita del Presidente de la entidad Antonio Di Rocco,
en dicha sesión se da lectura a un informe de las consecuencias de la aplicación de la ley
17253, y es duramente interpelado por los asociados “la entidad no reacciona con la
energía necesaria y da la impresión de que se aceptara pasivamente de los desalojos”,
“Que hacer ante la propuesta de los dueños de los campos”, Di Rocco contesta que
necesario hacer buenos arreglos y que ha consultado sobre la posibilidad de hacer una
concentración en Buenos Aires y que la mayoría le respondió negativamente.
Esta preocupación denota, por otra parte la condición de arrendatarios de gran
parte de los asociados que comienzan a sentir los impactos de las políticas públicas.
Hacia 1970, desde el diario local, se reproducen los resultados del congreso de
Federación Agraria, que expresan otro tono al expresado por el presidente el año
anterior reflejando las demandas de los asociados:
“Memorial de FAA” del 6 de Enero de 1970 (Pag. 4, Diario La Calle, Río Cuarto)
Los resultados del congreso anual, encuentran al sector agropecuario desorientado y
desanimado, por las siguientes causas
1-La situación coyuntural y las estructuras vigentes son incompatibles con el propósito
de promover su expansión
2-La política de precios agropecuarios se encuentra deprimida
3-La presión tributaria ha superado la capacidad contributiva del productor
4-Los derechos de exportación siguen vigentes desde 1967, frente al deterioro de los
precios internacionales y descolocan nuestros excedentes en el comercio mundial,
donde quienes nos compran ponen barreras al ingreso y quienes nos vendes subsidian
a los productores
5-Créditos con alta tasa de interés, no cumplen la función promotora sino que actúan
como factor de endeudamiento
6-Los precios de los insumos son superiores a los de los competidores
7-La actividad colonizadora poco ha hecho, el ex Consejo Agrario Nacional ha
entregado títulos a adjudicatarios con 20 o más años de antigüedad
8-Solo se participa en comisiones asesoras
9-Se evidencia la carencia de una política de desarrollo agrario integral
10- La demora en la implementación del Plan de Políticas y Estrategias de Desarrollo
elaboradas por el CONAE
Propone soluciones:
1-Fijación de precios remunerativos y previos a la planificación de la siembra
2-Eliminación de los Derechos de Exportación
3-Derogación del impuesto a la tierra a partir del 1 de enero de 1970
4-Inmediata apertura de créditos y rehabilitaciones de empresas agropecuarias
5-Integración del Directorio de la Junta Nacional de Carnes, Junta Nacional de
Granos y del Instituto Nacional de Colonización y Régimen de la tierra
6-Afirmar los consejos asesores creados por la Secretaría y Agricultura y Ganadería
de la Nación, dándoles activa y oportuna participación
7-Elevar la Secretaría al rango de Ministerio
El Día 19 de abril, el mismo diario La calle, en su pag 11 reproduce los dichos
de Volando con motivo de una conferencia de prensa realizada en Río Cuarto, en el
marco de una gira de esclarecimiento que realiza por el país, de la siguiente manera “La
actual política agropecuaria frena el desarrollo económico de la nación. Expreso el
vicepresidente de Federación Agraria, H. Volando”. En esta conferencia de prensa
repudia concretamente el plan económico de Krieger Vasena, en particular hace
mención a la implementación de la veda al consumo de carne en momentos en que los
precios son alentadores y de ninguna manera hay menor producción como lo demuestra
el censo ganadero. En su conferencia de prensa, carga contra la nueva presión
impositiva y denuncia la táctica monopolística de los capitales extranjeros “es irrisorio
que nuestro país eminentemente agrícola-ganadero deba recurrir a la importación de
ganado en pie para abastecer el mercado interno”.
Particularmente, Volando destaca la renuncia de Lorenzo Raggio a la secretaría
y la corriente de adhesiones que ha recibido, por haber estado en contra de tales
medidas y añade finalmente que “Federación Agraria adoptará la postura de retirarse
del Consejo Asesor en política agropecuaria, como ya lo han hecho otras entidades del
rubro “
Di Rocco va a visitar Río Cuarto en 1970, como queda reflejado en las noticias
del diario La Calle del el 17 de mayo de 1970, y se expresa en una conferencia de
prensa convocada desde la filial, criticando las políticas del ahora Ministro de Economía
Dagnino Pastore y la renuncia de Lorenzo Raggio, tratando de despegarse del gobierno
y denunciando “maniobras de los frigoríficos, (intromisión de los monopolios en la
comercialización de la carne), Atrasos de pagos de la Junta Nacional de Granos,
presión tributaria (que afecta la rentabilidad de la empresa agropecuaria junto a los
actuales precios).
A los pocos días, Di Rocco asume como subsecretario de agricultura, como lo
refleja el diario la calle del 22 de mayo de 1970 y al mes siguiente ( La Calle, 9-6-1970)
se da a conocer la noticia de que Onganía ha sido depuesto y le sucederá Levingston.
En ese contexto, asume como ministro de economía Aldo Ferrer y con Di Rocco se
eliminan las retenciones y la secretaría pasa al rango de ministerio.
Los nuevos aires, referidos a la caída de Onganía y a la asunción de Volando
como presidente de Federación Agraria, se reflejan en la filial con una dinámica
diferente, organización de “mesas redondas de especialistas en materia agraria”,
destacan el accionar el la filial desde la central y critican el funcionamiento de la de
Córdoba, “no cumple con la misión de realizar reuniones zonales”…”no poseen un
plan de trabajo y proponen hacer un cronograma de actividades para coordinar con
Córdoba” (Julio de 1971) . Como también merece especial atención la visita de
Volando con motivo de la inauguración de la nueva sede de la filial, con la presencia del
Ministro de Agricultura y el Intendente Local (Agosto de 1971).
Desde allí, la actividad será intensa, se debate la modalidad de participación de
la concentración en Venado Tuerto para el 27 de noviembre de 1971, decidiendo
“realizar una caravana de autos para asistir”. (17 de noviembre de 1971).
Se trata una circular del consejo directivo central convocando a un paro de
actividades, a la que se suman” (19 de abril de 1972), Carta de la central sugiriendo la
realización de una concentración en la ciudad para el 23 de setiembre de 1972 (28 de
Agosto de 1972).
Merece especial atención en estos años, la vinculación con el medio local, en
especial con la creación de la Universidad del Centro, “cumpliendo con el pedido de
ayuda con bolsas de portland” y también la decisión de “formar parte del Consejo de
Gestión de la misma” (28 de Agosto de 1972)
La dinámica de los asociados se refleja en los debates que se generan a partir de
las distintas políticas públicas y a la conexión que existe entre los distritos, también se
refleja la constante renovación de los integrantes de la comisión directiva, la elección de
representantes a las asambleas comarcales y a los Congresos anuales ordinarios. Como
tema excluyente se trata la baja de socios por morosos y la aceptación de nuevos socios.
Este último punto aparece ligado a las constantes campañas de captación de socios e
incentivos para los que estén al día con las cuotas.
No obstante ello, los temas referidos a las cuotas tienen que ver con la captación
de recursos, a los que se suma la definición de los servicios que prestan a los asociados
y los aranceles que deben cobrar por ello: el Servicio económico social que se refiere a
atender beneficios para los asociados tales como: liquidación del impuesto a los
réditos, jubilaciones, impuesto al patrimonio, jubilación de empleados”.

Consideraciones finales

Al estudiar la entidad, nos propusimos adoptar una perspectiva que de cuentas


de un tipo de organización cuya conformación se produce al interior de las sociedades
que articulan, formalizan y viabilizan intereses y necesidades de una parte determinada
de esa sociedad nacional que accionan hacia el sistema político, en tanto representantes,
cuya estructura está determinada por un sistema de representaciones que implican la
participación de las bases asociadas. De alguna manera, las bases presentan una
dinámica que muchas veces cuestionan el accionar de sus representantes a nivel
nacional y hacen valer sus posiciones en las instancias de participación. O cuando la
masa de asociados se queja de la falta de contactos y conducción comienza a visitar las
filiales.
Es verdad también, que el impacto de las políticas públicas mencionados será
más tardío en la zona, no obstante ello, los asociados muestran su preocupación por un
lado y, por otro, se encuentran en una situación de restricción de oportunidades ya que
el Secretario de Agricultura, autor de la Ley de expulsión, fue presidente de Federación
Agraria y cosecha la mayor cantidad de adhesiones cuando renuncia a su cargo. Si bien
la situación de que sus presidentes se transformen en secretarios o ministros de
agricultura no consta como argumento de debate en las asambleas de asociados, pero se
hace evidente, cuando en las asambleas manifiestan críticas, como en la oportunidad de
la primera visita mencionada, de Di Rocco, inmediatamente miembros de la comitiva de
la conducción diluyen el tema.
Es particularmente notable la modificación de la dinámica tras la asunción de
Volando. El cambio en la conducción de la central, en el marco del inicio de una
estructura de oportunidades políticas, que al renovar los lazos con las filiales, la masa
de asociados se sintió interpretada más cabalmente en sus necesidades y acompañó sin
dudar todas las acciones que se comenzaron a desplegar en el país, reclamando mejoras
para el hombre de campo. Volando recupera el contacto perdido –aunque nunca dejaron
de participar en los congresos y todas las instancias institucionales- con su presencia y
con su accionar. Desde la filial se ve claramente como define el accionar de los socios
exigiendo a la central posiciones mas claras y contundentes frente a las políticas
públicas que amenazan su existencia, o como se renueva la gestión tratando de aportar
elementos que sirvan a sus asociados para mejorar su desempeño, como por ejemplo,
solicitar la presencia de especialistas en el tema agropecuario, o incorporar servicios en
materia impositiva. Ello prestigió la entidad y a sus filiales, pasando a ser una actor
social y políticamente reconocido en su desempeño en el ámbito local, prueba de ello es
la invitación a participar del Consejo de Gestión de la naciente Universidad del Centro.

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Fuentes:

CNA 1960-1969-1988

Libro De Actas De Las Sesiones Ordinarias De La Filial Río Cuarto


Diario La Calle
Periodico La Tierra

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