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Miriam Goñi Ramos Ensayo Final Antropología Interfacultativa

No solo de sueños vive el hombre


Todos los seres humanos comparten la necesidad de escapar de su realidad, sobre todo cuando esta se
vuelve compleja e infeliz. Una de las estrategias que utilizan las personas es refugiarse en sus sueños y anhelos
como motor para avanzar. Sin embargo, cuando encerrados en nuestras fantasías no nos enfrentamos a nuestros
problemas, lo que se utiliza para evadirte puede dejarte encerrado en otra jaula.
En este ensayo se va a reflexionar acerca de qué situaciones llevan al hombre a escapar de su realidad y
cómo utiliza los sueños como modo de gestión de sus dificultades. Los libros sobre los que se va a realizar el
ensayo son: El gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald, Noches blancas de Fiódor Dostoyevski y El festín de
Babette de Karen Blixen (Isak Dinesen).

La huida de la realidad es una forma de evitación que nunca lleva a la solución del problema sino que
puede provocar que este se haga más complejo y al autoengaño. Pero ¿cuál es la razón por la que huimos de la
realidad? Las experiencias dolorosas exponen a nuestro sistema nervioso a fenómenos dañinos, el ser humano
nunca desea ser herido y por ello, siempre busca estrategias para protegerse. Por ejemplo, cuando apoyas la
mano en un objeto caliente, en seguida la apartas para evitar quemarte. Sin embargo ¿qué hacemos cuando el
dolor es psicológico? ¿Cómo huimos de él? Hay diversas maneras en las que esto se manifiesta como: la
disociación, la modificación de la realidad, el olvido de memorias, el bloqueo de recuerdos… y la ensoñación
problemática la cual, vamos a desarrollar en este ensayo.

El primer libro que vamos a analizar bajo esta perspectiva es El gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald
y, más concretamente, el problema de Jay Gatsby y cómo construye su personalidad apoyándose en sus sueños
y deseos. El análisis de Gatsby se va a dividir en cuatro etapas: Antes de conocer a Daisy, su encuentro, los años
que pasan separados, y el verano hasta el final de la obra.
Jay Gatsby es, desde el comienzo, un personaje misterioso debido a que todos desconocen quién es
realmente o de dónde vienen su fama y fortuna. Nick Carraway (narrador de la novela) consigue poco a poco ir
construyendo su imagen gracias a testimonios y a lo que el propio Gatsby le confiesa.

En el sexto capítulo de la novela nos relatan la primera etapa del sueño de Gatsby, el momento en el que
es construido y el porqué. Dice así:
“James Gatz: ese era su verdadero nombre o, por lo menos, su nombre legal. Se lo cambió a la edad de diecisiete años en el
momento exacto que fue testigo del comienzo de su carrera: cuando vio cómo el yate de Dan Cody echaba el ancla en el bajío más
insidioso del lago Superior. Era James Gatz, el muchacho que haraganeaba por la playa aquella tarde con un jersey verde roto y unos
pantalones de lona, pero ya era Jay Gatsby el que pidió prestado un bote de remos, se acercó al Tuolomee, e informó a Cody de que el
viento podía sorprenderlo y destrozarlo en media hora. Supongo que tenía preparado el nombre desde hacía mucho tiempo. Sus padres
eran gente de campo, sin ambiciones ni fortuna: su imaginación jamás los aceptó como padres. La verdad era que Jay Gatsby, de West
Egg, Long Island, surgió de la idea platónica de sí mismo.”1

En este sencillo párrafo se nos narra de donde viene el personaje y gran parte de la verdad que esconde.
De un origen humilde James Gatz tenía grandes planes para su persona, se veía como un gran hombre capaz de
cambiar la nación, como dice su propio padre más adelante en la novela: “Si hubiera vivido, habría llegado a ser un
gran hombre. Un hombre como James J. Hill. Habría contribuido a levantar el país.”2

1
FITZGERALD, SF (1925-2017): El gran Gatsby, Ed. Juan Ignacio Guijarro González, Madrid, Cátedra, Cap. 6, pág.: 271.
2
FITZGERALD, SF (1925-2017): El gran Gatsby, Ed. Juan Ignacio Guijarro González, Madrid, Cátedra, Cap 9, pág.: 343.
Miriam Goñi Ramos Ensayo Final Antropología Interfacultativa

Refugiándose en el “sueño américo” que surgía como una fantasía de la época, Jay Gatsby tenía el gran
deseo de ser un dandi millonario que tuviese poder y sobre todo, renombre. Este deseo le lleva a huir de su
hogar y a conocer a la personificación de su sueño: Dan Cody, quien le enseñó todo lo que necesitaba saber.
Desde ese momento, se irá poco a poco gestando una fantasía basada en el poder económico, en la pasión
descontrolada, en la pillería contraria a la ley… creando alrededor de su persona un aura de misterio que será el
perfecto campo de cultivo para los rumores.
Sin embargo, la fantasía se hará mucho más fuerte con la segunda etapa de su ensoñación: el encuentro
con Daisy.

En su juventud con el ejército, Jay Gatsby se encuentra por primera vez con Daisy. Desde el primer
momento le pareció “arrebatadoramente deseable”3. Al poco de conocerse van a la gran mansión en la que la
joven reside y Gatsby (de origen humilde) debe seguir aparentando su posición, buscando ser aceptado por la
rica mujer y su familia. Sin embargo, en su primer beso Jay tiene un momento de clarividencia y, por un único
instante en la novela, deja de lado su fantasía para ser plenamente consciente de la realidad, lo narra así: “Bueno,
allí estaba yo, muy lejos de mis ambiciones, cada vez más enamorado, y de pronto todo eso dejó de importarme. ¿Para qué
hacer grandes cosas si podía divertirme más contándole lo que iba a hacer?”4

Sin embargo, la llamada al frente y la boda de Daisy con Tom Buchanan nos llevan a la penúltima etapa
de esta fantasía.

Desde que conoce el compromiso entre los amantes Gatsby cree que Daisy no ama realmente a Tom sino
que necesitaba su estatus y estabilidad. Comienza entonces la etapa más fantasiosa del protagonista donde
genera toda una cadena de sueños con el único objetivo de volver con su amada. Así, compra una casa al otro
lado de la bahía que le permite ver la luz verde del faro que señala el hogar de los Buchanan, prepara grandes
fiestas con la esperanza de que ella acuda, consigue que todos hablen de él… hasta que finalmente con la ayuda
del nuevo vecino, Nick (quien es el primo de Daisy) tiene el puente perfecto para volver a encontrarse y
reenamorarse.
Este es el periodo en el que más podemos hablar de Gatsby como un creador de ficciones puesto que todo
lo que hace durante su día está únicamente dirigido a crear esta fantasía misteriosa de quién es Jay Gatsby. Es
la etapa en la que conocemos su mansión, sus trabajos como contrabandista de alcohol, los rumores que de él
se comentan…. Pero, también es la etapa en la que intenta que Daisy forme parte de su sueño, enseñándole su
mansión y planteando con ella un futuro fantasioso y sin ninguna falla aparente (muy al estilo de Jay Gatsby).

Sin embargo, llega entonces la última de las etapas de este sueño. El final del amor que llega con la
decisión de Daisy de vivir una vida acomodada junto a Tom en lugar del sueño de Gatsby, que poco a pocos se
derrumba. Comenzando por la huida acelerada de Nueva York, el asesinato a una mujer, la espera de Gatsby
bajo a la ventana de Daisy, la llamada que nunca recibiría… Todo nos guía a una de las frases más importantes
del libro “¡usted vale más que todos ellos juntos!”5 dicha por Nick en el octavo capítulo.

3
FITZGERALD, SF (1925-2017): El gran Gatsby, Ed. Juan Ignacio Guijarro González, Madrid, Cátedra, Cap 8, pág.: 323.

4
FITZGERALD, SF (1925-2017): El gran Gatsby, Ed. Juan Ignacio Guijarro González, Madrid, Cátedra, Cap 8, pág.: 325.

5
FITZGERALD, SF (1925-2017): El gran Gatsby, Ed. Juan Ignacio Guijarro González, Madrid, Cátedra, Cap 8, pág.: 329.
Miriam Goñi Ramos Ensayo Final Antropología Interfacultativa

Con esta frase Nick introduce su valoración final acerca de Gatsby. El narrador le reconoce como un gran
visionario, un hombre con una impresionante capacidad para generar sueños y pasiones. Sugiere en su análisis
que el mayor error del protagonista ha sido: enamorarse de Daisy. Esto ha sido un error porque con la gran
proyección que tenía Jay Gatsby eligió un “objetivo inferior” al que dirigirse, lo expresa de este modo: “había
pagado un alto precio por vivir demasiado tiempo con un solo sueño”6

Hasta el momento mismo de su muerte, Gatsby no puede aceptar el fin de su sueño y sigue esperando
que Daisy acuda a él, aunque todos tienen claro que está totalmente atada a Tom. Es importante destacar la
metáfora de la piscina. El último baño de Gatsby sucede el primer día del otoño, esto refleja su incapacidad para
aceptar el paso del tiempo. El verano es el símbolo del amor que florece pero en el otoño, aquí la vida acaba
para dar paso al invierno y lo mismo sucede con el amor de Jay y Daisy.
Parece así que la muerte de Gatsby tiene sentido puesto que un soñador sin sueños es como un animal sin
oxígeno, no puede vivir. Parece, que con la llegada del otoño se acaba el guión y se baja el telón de la vida de
Gatsby.
En conclusión, el análisis de Gatsby respecto a la cuestión de los sueños nos muestra la construcción
compleja y arraigada de una fantasía. Fantasía, que aleja al hombre de su pesada y triste realidad. Su incapacidad
de aceptación (de sus orígenes, de que Daisy no le ama, del vacío de su vida…) le lleva a no enfrentarse a la
realidad sino a vivir en un sueño y siempre en las pasiones más profundas (abandonando, por completo el uso
de la razón como guía de la vida, debido a que solo se le ve razonar en cuestión de negocios), lo que le produce
una terrible tristeza que acaba, en su muerte. Aunque ni en los previos instantes a esta Gatsby abandona la
esperanza.

Otro ejemplo de los sueños como modo de escapar de la realidad lo encontramos en el protagonista de
Noches Blancas de Fiódor Dostoyevski, libro en el que se describe a la perfección el arquetipo del soñador muy
utilizado en la literatura rusa.
La historia se desarrolla en la temporada festiva veraniega en San Petersburgo, época en la que muchos
de los habitantes de la ciudad se retiran a otros lugares para sus vacaciones. Esto dota a la ciudad de un ambiente
más nostálgico y solitario, momento perfecto para presentarnos a su protagonista del cual, no conocemos el
nombre. Este es un joven con pocas relaciones sociales, muy inseguro y temeroso, pero con una gran
imaginación. Expresa esta soledad del alma y de la ciudad del siguiente modo:
“Me dio miedo quedarme solo, y tres días enteros anduve vagando apesadumbrado por la ciudad sin lograr entender
qué me ocurría. Ya fuera a Nevski, ya fuera a un jardín, o incluso si paseaba por la orilla, no había ni una sola persona de
las que acostumbraba a ver el resto del año en esos mismos lugares a una hora determinada. Por supuesto, ellos a mí no me
conocen, pero yo a ellos sí.” 7

Dedica sus días y noches a vagar sin rumbo por la ciudad. Caminando imagina la vida de las personas e
incluso, personifica a los edificios de la ciudad. Dice así sobre la gente: “casi me he aprendido su fisonomía, me
deleito cuando están alegres y me aflijo cuando su ánimo se nubla. Casi he trabado amistad con un viejecito al que me
encuentro en Fontanka todos los días a la misma hora. Su fisonomía es tan majestuosa, tan soñadora”8 y continúa diciendo
sobre los edificios: “También las casas me son conocidas. Cuando camino, todas parecen correr por la calle delante de

6
FITZGERALD, SF (1925-2017): El gran Gatsby, Ed. Juan Ignacio Guijarro González, Madrid, Cátedra, Cap 8.

7
DOSTOYEVSKI, F (1848-2015): Noches Blancas, Ed. Troshinki N, Fernández SM, Madrid, Nórdica Libros, Cap 1.
8
DOSTOYEVSKI, F (1848-2015): Noches Blancas, Ed. Troshinki N, Fernández SM, Madrid, Nórdica Libros, Cap 1.
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mí, todas sus ventanas me miran y casi me hablan: Muy buenas, ¿qué tal está? Yo bien, gracias a Dios, pero en el mes de
mayo me añadirán un piso”9

En un principio, este es un ejercicio común y no dañino. Sin embargo, con el paso de las noches blancas vamos
viendo el secreto que esconde el protagonista: se refugia en sus sueños por no enfrentarse a su profunda soledad.
Toda la novela continúa con ese tono nostálgico y afligido tan característico del soñador Dostoyevski. Pero,
como pasa en el Gran Gatsby, hay un momento en el que todo esto cambia, en el que se pasa de la imaginación
y lo sueños a la realidad más pura. Este momento de “bajada a la tierra” sucede cuando se encuentra con
Nástenka y el amor aparece en su vida.

Antes de analizar los encuentros entre ambos, es importante hablar de Nástenka también como una soñadora.
Al ser abandonada por su amante comienza a soñar con la vida juntos, con escapar de doliente realidad. Su soñar
no es, sin embargo, tan problemático porque nace de la esperanza de un amor futuro. La joven anhela también
por su edad adolescente, época en la que como nos indica la definición de ensoñación realizada por la Clínica
Universitaria de Navarra: “Es un fenómeno habitual en la pubertad, donde tiene el sentido de anticipación de la realidad
futura.”10

Ambos soñadores se encuentran y es aquí donde conocemos cómo usa el protagonista los sueños para protegerse
del dolor. Dice así:
“Vuelve en sí y, sorprendido, recuerda que ha comido y no se ha dado cuenta. La habitación está a oscuras; su alma está
vacía y triste, todo un reino de sueños se ha desmoronado a su alrededor, se ha desmoronado sin dejar rastro, sin ruido ni
crujidos, fulguró como una visión y no logra recordar qué es eso que ha soñado.”11
“Y es que es tan fácil, tan natural crear este mundo de cuento, de fantasía! Como si en realidad no fueran visiones. Verdad
es que está dispuesto a creer a cada rato que toda esa vida no son sus sentimientos alterados, no es un espejismo ni un
engaño de su imaginación, sino que todo es real, auténtico, ¡existe! Pero explíqueme, Nástenka, ¿por qué el ánimo se
avergüenza en momentos así?”12

Él mismo reconoce en ese precioso monólogo todo el dolor que le produce su ensoñación constante y el vacío
que siente en su hogar y en su ciudad. Pero, al encontrarse con su amada reconoce que no quiere volver a la
vida soñada diciendo:
“¡Y ahora más que nunca sé que he perdido en vano mis mejores años! Ahora lo sé y siento que enfermo al saberlo, porque
el cielo la ha enviado, mi buen ángel, para decírmelo y demostrármelo. Sentado aquí a su lado y mientras hablamos, me da
hasta miedo pensar en el futuro porque en el futuro hay de nuevo soledad, de nuevo esa vida rancia e innecesaria. ¡Y con
qué voy a soñar cuando en la vida real he sido tan feliz a su lado!”13

Al igual que Gatsby cuando llega el otoño que cae su amor y su vida, el protagonista de Noches Blancas adelanta
en ese corto párrafo el final de la novela. Cuando Nástenka se aleja con su amante el protagonista vuelve a su
pequeño hogar junto a matrona y se recoge una vez más en sus ensoñaciones.

9
DOSTOYEVSKI, F (1848-2015): Noches Blancas, Ed. Troshinki N, Fernández SM, Madrid, Nórdica Libros, Cap 1.

10
CLINICA UNIVERSITARIA, diccionario médico, ensoñación, https://www.cun.es/diccionario-
medico/terminos/ensonacion#:~:text=f.,m%C3%A1s%20que%20del%20pensamiento%20l%C3%B3gico [Consulta:
02/05/22]
11
DOSTOYEVSKI, F (1848-2015): Noches Blancas, Ed. Troshinki N, Fernández SM, Madrid, Nórdica Libros, Cap 2.
12
DOSTOYEVSKI, F (1848-2015): Noches Blancas, Ed. Troshinki N, Fernández SM, Madrid, Nórdica Libros, Cap 2.
13
DOSTOYEVSKI, F (1848-2015): Noches Blancas, Ed. Troshinki N, Fernández SM, Madrid, Nórdica Libros, Cap 5.
Miriam Goñi Ramos Ensayo Final Antropología Interfacultativa

Bajo la frase “Puede que el rayo de sol que, de pronto, había asomado tras un nubarrón se hubiera ocultado bajo una nube
de lluvia y, con él, mi mirada volviera a apagarse”14 podemos ver cómo durante sus noches enamorado había sentido
una felicidad plena que nunca había experimentado. Sin embargo, con la marcha de Nástenka cae rápido su
felicidad y se queda en un nubarrón constante. Un nubarrón que es, en realidad, su vida porque cuando se aparta
el sol de su amada logra ver su realidad tal cual es: las telarañas del techo, las paredes sucias, la vejez de la
matrona… y al no corresponder con lo imaginado, todo pesa ahora para nuestro protagonista que se refugia en
sus sueños y parece, va a vivir el resto de su vida rumiando constantemente esas cuatro noches en las que pudo
ser feliz.

El último libro que analizar bajo esta perspectiva va a ser El festín de Babette. Sin embargo, el enfoque va a
tratar como la sociedad influye en la construcción de los sueños. Concretamente, vamos a centrarnos en la
historia de las dos protagonistas y de la propia Babette.
La historia se sitúa en un pequeño pueblo danés donde residen nuestras protagonistas: dos hermanas que dedican
su vida a continuar la labor de su padre, el pastor del pueblo. Bajo el “lema” de la austeridad más estricta han
incluso abandonado sus sueños de juventud (el amor y una carrera como cantante) e intentan que el pueblo
mantenga el modo de vida luterano que su padre impulsó. Junto a ellas reside una joven francesa que tiene que
huir de su París natal y que decide llevar a cabo un banquete para todo el pueblo en el aniversario del pastor.
Reunidos alrededor de la mesa se habla del paraíso, del amor, de los sueños… y por un momento, se olvida el
pueblo de su rectitud y consigue disfrutar.

En este caso la reflexión va a preguntarse ¿cómo influye la sociedad y la educación en nuestros sueños? Y es
que mientras leía la breve novela me preguntaba ¿qué habría pasado si la educación de las hermanas hubiera
sido distinta? ¿hubieran cumplido sus sueños? ¿Son felices?
Cuando la menor de la hermanas (Philippa) se separa de su fugaz amante que decide seguir la carrera militar
antes que conseguir una relación amorosa, todo lo que recorre un capítulo emocionante acaba de esta manera:
“En la casa amarilla de Berlevaag, Philippa sacaba a relucir el tema del joven apuesto y callado que tan súbitamente había hecho su
aparición y tan súbitamente había vuelto a desaparecer. La hermana mayor le contestaba entonces dulcemente, con semblante sosegado
y sereno, y encontraba otras cosas de qué hablar.”

Esta escena nos muestra cómo ni siquiera se puede hablar de sueños o ambiciones puesto que van en contra de
la estricta moral impuesta en el hogar, por ello, cuando el sueño de la joven se cae a pedazos simplemente se
sumerge en la rutina y sigue como si nada hubiera pasado.

El mismo tupido velo se coloca sobre la imposibilidad de cantar de la mayor de las hermanas y su historia y
sueños se evaporan tan rápido como llegan con esta frase: “Las dos hermanas hablaron poco de este visitante del
gran mundo; carecían de palabras con las que hablar de él”.

Sin embargo, encuentro que el personaje más importante en esta cuestión lo encontramos en la propia Babette
que deseaba ser una cocinera exitosa en parís, pero, por la situación política tiene que huir al triste pueblo de
Berlevaag. Todo lo que ella conocía (las luces, los sabores, las charlas, la música…) se cambia por un
ambiente de nostalgia gris y pesada. Se expresa del siguiente modo en la novela:

14
DOSTOYEVSKI, F (1848-2015): Noches Blancas, Ed. Troshinki N, Fernández SM, Madrid, Nórdica Libros, Cap 5.
Miriam Goñi Ramos Ensayo Final Antropología Interfacultativa

“La idea del lujo y el derroche franceses casi había alarmado a las hijas del deán. El primer día de entrar Babette en
servicio, la llamaron y le explicaron que eran pobres y que para ellas la vida lujosa era pecado.”

Incluso su propuesta del banquete es tomada casi como un acto un pecaminoso y los habitantes, acuden no
para disfrutar sino para controlar sus pasiones. Pero, conforme la cena avanza se olvidan de su promesa y
gracias, en parte, a los comentarios del capitán que sabe apreciar lo preparado, se torna la casa en un lugar
alegre lleno de charla, recuerdos, olores y sabores exquisitos.

Lo más importante de la obra sucede durante los breves capítulos que ocupan al banquete y es que conocemos
que sucedió con el joven general que había enamorado a Philippa y había huido. Este, que ya ha cumplido sus
órdenes militares, se sentía vacío y decide haber un viaje al pueblo donde encontró el amor y se confirma que
nunca había dejado de amar a la pura hermana.

Uniendo las anécdotas de las hermanas, del general y la propia historia de Babette nos damos cuenta como
una vida excesivamente recta no les aporta una felicidad real. Sin embargo, hay personas que encontramos en
nuestra sociedad que viviendo en la austeridad (las monjas de clausura, por ejemplo) sí que encuentran la
estabilidad y alegría en lo que hacen.

Considero, que el problema con el que se encuentran nuestros protagonistas es más que han tenido que borrar
sus anhelos íntimos (y no dañinos como los de Gatsby o los del protagonista de Noches Blancas) por seguir
con aquello que les era mandado. Cuando simplemente te dejas llevar por los impulsos y normas externas sin
plantearte en ningún momento si esa vida es para ti, con lo que puedes encontrarte es que has vivido toda tu
vida en un camino marcado sin mirar a los campos que tenías alrededor y que quizá te habrían hecho más
feliz.

La novela acaba con este diálogo: “—¡Sin embargo, esto no es el fin! Tengo la impresión, Babette, de que esto no es
el fin. En el Paraíso usted será la gran artista que Dios quería que fuese. ¡Ah! —añadió, con las lágrimas corriéndole por
las mejillas—. ¡Ah, cómo deleitará a los ángeles!” podemos comprobar como incluso Babette que abandonó su sueño por
circunstancias externas mantiene en parte la esperanza de, aunque sea, cumplir su misión en el cielo para los ángeles.

Con esta última frase la autora nos regala una reflexión acerca de cómo quizá hay que plantearse el camino
que recorres y si este te hace feliz y cómo, el paraíso que promete la Biblia podría no ser tan lejano a lo que
viviríamos si supiéramos interponer lo que deseamos a lo que se nos manda.

La conclusión de este trabajo es compleja puesto que en cada novela se han podido ver diferentes maneras en
las que el hombre utiliza los sueños como modo para sobrellevar su realidad.
Si bien es cierto que creo que las circunstancias de cada hombre le hacen actuar de una manera distinta podría
asegurar como es necesario que este lleve una vida plena en ambos planos: el mental y el físico.
El hombre que solo vive de sueños, de ideas y planes a futuro es tremendamente infeliz (como sucede con
Gatsby) pero también hemos visto como vivir únicamente de manera terrenal según te lo pide el resto puede
llevar a que no encuentres ningún placer en tu día a día (como los personajes del festín de Babette).
No tengo aún una respuesta clara para mi tesis, pero vuelvo a recalcar una idea que cada vez tengo más clara y
es que debemos encontrar momentos para pararnos y pensar en la manera en la que estamos viviendo y en qué
guía nuestros pasos para evitar un día despertarnos y darnos cuenta de que ha llegado el otoño, se ha acabado el
banquete y hemos vuelto a nuestra sucia buhardilla sin haber vivido de verdad más que unos breves instantes.

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