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La presencia de nitrato y alumbre, y otras condiciones del subsuelo de Guanajuato,

ocasionaron que decenas de cuerpos se hayan momificado.

Sucedió que entre 1865 y 1989 fueron exhumados más de cien cuerpos, lo anterior pues las
familias no habían pagado para mantener los cuerpos en los suelos de los cementerios.
Cuando se hicieron los desentierros, sobre todo del Panteón de Santa Paula, aparecieron
decenas de cuerpos momificados por el motivo que anteriormente describimos.

Sin embargo, muchas de las momias parecen llevar un halo de dramatismo en el rostro, lo que
ha llevado a la creación de leyendas en torno a este macabro hecho, que se conserva en el
popular Museo de las Momias de Guanajuato.

Cuenta la leyenda más conocida que en 1830 en la ciudad se propagó una peste entre cuyos
efectos se encontraba la paralización del organismo; las personas desconociendo lo anterior
enterraban lo antes posible los cuerpos con el fin de que no contagiasen a más personas. Sin
embargo, los “difuntos” no estaban realmente muertos, sino en un estado parecido a un
parálisis generalizado.

De este modo muchas víctimas de la peste, ya enterradas, despertaban dentro de los ataúdes y
morían asfixiadas, no sin antes vivir una indecible desesperación. Por ello, se dice, es que
tantas momias de las exhibidas, en sus rostros parecieran expresar sufrimiento atroz. La
anterior es una teoría no muy descabellada luego de recorrer estos rostros, aunque hoy se
sabe que la retracción del tejido en el área de la boca hace que luzcan así sus expresiones.

Cuenta la Leyenda que la momia viviente aún ronda por las calles de Guanajuato capital

Leyendas Guanajuato

Este relato comenzó a tomar cada vez más fuerza luego de que las momias de Guanajuato
dieran un viaje de reconocimiento por todo Estados Unidos.
El actual museo donde se exhiben las momias es una de las mayores atracciones turísticas de
Guanajuato. (Foto: Leticia Sánchez Medel)

MILENIO DIGITAL

Guanajuato / 08.10.2021 16:34:18

Cuenta la leyenda que un hombre del cual nunca se supo su identidad, arribó a la ciudad de
Guanajuato Capital por cuestiones de trabajo, sin embargo al hombre le causaba mucha
curiosidad recorrer los rincones de la ciudad, así como conocer las místicas leyendas del
pueblo.

Un día el hombre inquieto tomo la decisión de ir al tan ya famoso “Museo de la Momias”, todo
le parecía muy emocionante, pero mientras recorría el lugar se percató que uno de los
ejemplares no se encontraba en su lugar, lo cual no le pareció nada extraño pues días atrás los
dueños del museo habían hecho una gira extensa por Estados Unidos, así que el hombre solo
pensó que el ejemplar se encontraba en restauración por parte de las personas de
mantenimiento.

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Después de un buen rato al hombre se le hacía tarde para regresar a su habitación por lo que
apresurado y un poco asustado porque la noche no tardaba en llegar, salió casi corriendo y en
el camino vio como un auto estaba a punto de atropellar a una mujer muy hermosa que lo
dejo con la boca abierta, el hombre decidió correr aún más para salvar a la dulce dama así que
la empujo a un costado evitando que el vehículo la golpeara.

Apenados los dos se levantaron del piso, y la hermosa mujer volteando para abajo le agradeció
al hombre quien estaba maravillado. La mujer agradecida le dio la mano al hombre quien
rápidamente y con mucha delicadeza tomo de su mano la cual se desprendió de la mujer.

El pobre hombre estaba impactado pues la extremidad de la mujer después de desprenderse


se convirtió en hueso.

Después de ese suceso el hombre no fue visto más y al día siguiente el ejemplar faltante se
encontraba en su lugar. Todos dicen que esa mujer bonita ronda todas las noches por los
callejones de Guanajuato y desaparece hombres; asumen que es la momia que siempre falta
en el museo.

Este relato comenzó a tomar cada vez más fuerza luego de que las momias de Guanajuato
dieran un viaje de reconocimiento por todo Estados Unidos.

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