Había un nene que compró unos palos largos de madera
que eran gigantes. Con un martillo y clavos terminó de hacer una escalera, que le quedó muyyyyyyyyyyyyyyyyyy largaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Después cuando terminó de hacerla se subió , hasta no parar escalón por escalón. Ese nene nunca se cansó de subir pero miraba para abajo para ver bien los escalones por donde pisaba. Se dio cuenta que se hacía de noche pero no se bajó porque quería ver lo que había al final de la escalera. Cuando se terminaron los escalones miró para arriba ¡Todo era celeste y con nubes! El quería conocer el espacio pero no llegó hasta ahí porque la escalera no eran tan larga para alcanzarlo. Igual lo saludó un señor que pasaba en un cohete, le dio un sándwich que tenía por si tenía hambre, el niño le dijo gracias. Después se bajó y la mamá estaba muy enojada y lo retó porque ya era de noche. Al tiempo se compró una escalera más larga para alcanzar a ver el espacio, se subió pero se cansó a la mitad pero pudó llegar al espacio ; vio la luna y otra luna de queso y al sol pero no se acercó porque se podía quemar y morirse. Pero cuando se bajó su mamá lo volvió a retar,como castigo no lo dejó salir a jugar y le hizo regalar escalar esa escalera a los que van al espacio.