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Colegio

Alumno:
Trabajo Práctico evaluativo: Mi planta de Naranja lima Segunda parte

Zezé está sentado sobre la mesa, es otra mañana de café y pan duro; “ ¡Corre, Zezé, que vas a perder el
Colegio!”, exclama Gloria nerviosa y sofocada. Totoca y yo nos poníamos a la espalda nuestras mochilas con
los libros, los
cuadernos y el lápiz. Nada de comida; eso quedaba para los otros chicos.
Gloria apretó el fondo de su cartera, sintió el volumen de las bolsitas con bolitas y sonrió; en la mano ,tanto
Zezé como Totoca , llevaban las zapatillas de tenis para calzarlas cuando llegasen al Mercado, cerca de la
Escuela.
Las aventuras fascinaban a los niños tanto como la carretera Río-San Pablo.
"Murciélago", le decían ;una modalidad arriesgada pero de emociones fuertes para niños donde el dolor forma
su carácter: Treparse a la parte trasera de los automóviles para sentir el camino desapareciendo a tal velocidad
que el viento les castigara, corriendo y silbando. Poco a poco , él aprendía a perder el miedo, donde el sentido
de la
aventura (sumado al poco sentido común)lo llevaban a buscar los "murciélagos" más difíciles. El desafío lo
había llevado solamente a que le faltara el hermoso automóvil del portugués. Pero nadie se atrevería a trepar
sobre su
rueda trasera, la advertencia decía que el hombre podía pegar, matar y hasta amenazar capar al intruso antes
de matarlo.
Ningún chico de la escuela se atrevía, o se había atrevido hasta ahora.
La acción y las aventuras desmedidas animan al pequeño traviesa a desafiar cualquier riesgo. En una
conversación con Minguito, su estrategia ve la luz: “Yo salgo de casa a las siete, ¿no? ,el Portugués detiene el
coche en la esquina del cafetín del "Miseria y Hambre" y se compra un paquete de cigarrillos... Un día de
estos cobro coraje, espero hasta que él suba al coche, y ¡zas!”. Era solo cuestión de hacerlo.
Pero las cosas no salieron como se esperaban. De un salto se pegó a la rueda, con todas las fuerzas que me
había dado el miedo. Hasta la escuela la distancia era enorme y la estrategia omitió un detalle: había olvidado
de
escuchar el ruido del motor en funcionamiento. El Portugués enfurecido regaña duramente a Zezé delante de
todo el público, y como era de esperarse le da una palmada de castigo, el castigo no era tan grande como la
humillación tan hiriente y más desgarradora que el castigo físico. Cuando las cosas no funcionan, se asemejan
a un dominó que se derrumba. Luego de lo sucedido con el coche del portugués , Zezé sale a defender el
honor de Totoca, se enfreta contra Bié y, recibe otra golpiza, sino fuera por Don Rozemberg de la confitería ,
la paliza hubiera sido inmensa.

La conquista:
Para Zezé la vida es aventura y adrenalina, quizás para él un golpe más termina en penitencias o, peor aún, en
otra anécdota sangrienta. Otra vez Minguito es el confidente del nuevo desafío: las guayaberas de la casa de la
Negra Eugenia ya comienzan a amarillear, están en tiempo, sucede que si lo atrapan dueña de casa le brindará
otro coscorrón.
Según Zezé la culpa la tiene el diablo , supone que la mujer debe haber ido a la despensa dela japonesa.
Seguió la cerca hasta el zanjón y, a pusar de las altas pulsaciones de su corazoncito, se decidió: Ingresa desde
la ventana pero para su pesar , Simona lo vé , ahora todo se resume en escapar .Al saltar al zanjón un vidrio se
incrusta en su pie .Dolor, algo de pánico e incertidumbre se mezclaron, debía pedir ayuda y solo pudo confiar
en Gloria.Gimoteando le suplica que guarde silencio, eran demasiadas palizas y el dolor y el sangrado de su
pie era demasiado. La adolescente de, solo 15 años, logra curarlo como puede guardando silencio.
Si quería una gran aventura, esa comenzaría aquella mañana. Tenía que ir caminando hacia la escuela, el
camino por la carretera era largo, más aún si se prueba caminar sin zapatillas creyendo que se podría esquivar
al dolor de apoyar la superficie herida. Más allá del enojo y el odio por la vergüenza del golpe del portugués ,
este aparece para socorrerlo: Le ofrece transportarlo hasta la escuela, más allá del orgullo del niño, este accede
a ser ayudado, en cierta forma la necesidad de sobrevivir puede ganarle a todo rencor. Conversan, liman
asperezas pero la realidad era que la herida merecía ser vista por un doctor.Zezé es llevado a la farmacia
donde es atendido por el doctor Adaucto Luz, médico del personal de la Fábrica profesional que conocía muy
bien a su papá. Lo reconoce y hablan sobre su papa y de la falta de posibilidades para conseguir empleo. Nace
un amigo, se llama portugués.
Zezé conversa con su nuevo amigo ,no solo encuentra a alguien en quien confiar, sino a un confidente. La
vida, su injusticia, la falta de comprensión de las personas, la angustia y las alegrías son más fáciles de
sobrellevar con un confidente que guarda tus mayores seretos y anhelos. Para el niño, el portuga representa la
puerta de escape de la tristeza: “Nunca quiero estar lejos de tí , eres la mejor persona del mundo,nadie me
maltrata cuando estoy cerca de ti, siento un sol de felicidad dentro de mi corazón", exclamó repleto de
felicidad.
Zezé está sentado al lado de Totoca, este le enseña a hacer un globo.Como le gustó tanto la idea, el pequeño
travieso consigue dinero para comprar el material necesario. Cuando estaba haciendo el globo, su hermana
Jandira, lo llama a comer pero Zezé se niega a ir hasta que no acabe con su globo. Jandira se enoja mucho, se
volvió hacia el cuarto hecha una fiera, su ira no fue directamente hacia él sino que atacó su deseado proyecto:
En vez de avanzar , caminó en dirección a la mesa convirtiendo en lo que intentaba ser un globo,
transformándolo en tiras rotas. Su furia no había bastado, tomando por las piernas y por los brazos, tirándolo
por medio del comedor. Zezé insulta a su hermana y ésta lo golpea, luego Totoca también lo golpea hasta
dejarlo sangrando. Para su salvación, Gloria escucha los gritos, ingresando a la casa defendiendo a Zezé.
Luego de echar a los autores de tan violento ataque, recuesta al pequeño y éste se mejora. Poco después, Zezé
encuentra a su padre muy triste y le canta una canción para animarlo. El padre se cree que le está faltando el
respeto y lo golpea muchas veces. Otra vez entra Gloria a defenderlo y el papá de Zezé se arrepiente y hecha a
llorar. Zezé le dice a su madre: “Mamá, yo no debía de haber nacido”.
Luego de reponerse de la golpiza va a ver a su mejor amigo, tanta tristeza no puede ser guardada, necesita
contarle lo ocurrido. Zezé estaba muy triste, a tal punto que le realiza una confesión al Portuga: que se va a
tirar debajo del tren “Mangaratiba”, pero el hombre lo convence de que no lo haga. Al otro día los dos se van
a pescar, Zezé le había contado todas las desgracias que afrontaba su familia y le pide que lo adopte como a
un hijo. El niño no tiene lugar para tanto caos y dolor, como a corazón abierto le pide que lo adopte como hijo.
Entre sorprendido y lleno de ternura por la confesión del joven, el fiel amigo y confidente le explica que no
puede hacer eso y le dice que de ahora en más, lo tratará como a un hijo.
Zezé solo tiene dos aliados y confidentes, es por eso que sigue viendo al Portuga y contándole todo a
“Minguito” (su planta de naranja-lima). Mientras Zezé está hablando con su planta Totoca se le acerca para
pedirle plata prestada ,su le cuenta una buena noticia, pareciera que la buena racha golpea las puertas de la
familia, un nuevo camino que puede acabar con la pobreza; su papá encontró un empleo de gerente en la
fábrica de Santo Aleixo. Con una ironía del destino la segunda de las noticias que le cuenta otra noticia que
trae consecuencias nefastas para la vida del pequeño: La municipalidad ensancharía las calles,rellenando todos
los zanjones y avanzar hacia el interior de todas las quintas.
En principio Zezé no parece comprender, pero Totoca le vuelve a explicar que al agrandar las calles
derribarán todo lo que está allí incluyendo a su gran confidente, su planta de naranja lima. El dolor y el llanto
se apodera de él.
Zezé está en la escuela , intenta estudiar mucho con anhelo de ser sabio pero alguien irrumpe ingresando al
aula.Es Jerónima, compañero de Zezé que aparece con novedades. y se entera por uno de sus compañeros que
el tren mangaratiba (así se llamaba) había atropellado al coche de su vecino, Don Manuel Valadares con el
adentro. Sí, la desgracia parece una constante en la vida del niño, su amigo había muerto. Zezé se asustó tanto
que salió de la escuela corriendo para ver si era verdad. Cuando estaba por llegar, don Ladislao (el dueño de
un negocio), lo frena y le dice que no vaya a ver lo sucedido. Zezé se queda deambulando por las calles ;el
odio y el dolor es natural , piensa en la maldad del Niño Jesús. Se pregunta porqué no lo quiere como a los
otros niños., había mejorado su comportamiento, ya no peleaba más, había estudiado sus lecciones, dejó de
decir palabrotas.
“¿Por qué hiciste eso conmigo, Niño Jesús? Van a cortar mi planta de naranja-lima y ni
siquiera por eso me enojé. Solamente lloré un poquitito”, exclamá Zezé lleno de lágrimas. Totoca lo
encuentra y se lo lleva a la casa. La familia de Zezé trata de consolarlo creyendo que estaba triste porque iban
a cortar su planta de naranja-lima. Zezé durante mucho tiempo permanece en cama, recibiendo visitas de los
vecinos y sus conocidos para darle fuerza para que viva. Zezé quería morir, para encontrarse en el cielo con el
Portuga, pero de apoco se va recuperando. Zezé recibe una flor blanca que había dado su planta, y se da
cuenta que es el adiós de Minguito (su planta de naranja-lima), ya que iba a crecer y no podría volver a hablar
jamás.
El padre de Zezé consuela a éste que seguía triste, y le cuenta que consiguió trabajo y que ya nunca le iban a
faltar Le regalos en navidad. Le dice que van a tener una casa grande con muchos árboles sólo para él y que
cuando corten a minguito van a estar muy lejos, pero Zezé le responde: “Ya la cortaron, papá, hace más de
una semana que cortaron mi planta de naranja-lima”.
El tiempo pasa y las experiencias del pasado se pueden contemplar de otra forma. Zezé recuerda con amor y
agradecimiento a su amigo Portuga. Con cuarenta y ocho años las imágenes del pasado la impresión de que
continúa siendo una criatura , quizás recreando la fantasía que su amigo regresaría de algún lugar para traerlo
de nuevo fotos de artistas de cine o más bolitas.
El tiempo pasó y, como una forma de devolver al círculo de la vida la generosidad y cariño de aquel
hombre que junto a la pureza de la vida natural de aquella planta naranja lima regaló algo de piedad a su
infancia cruel, es momento que sea él que distribuya las bolitas y las figuritas, porque la vida sin ternura no
vale gran cosa. Las mejores enseñanzas se basan en los hechos, Zezé lo sabe, por eso siguió abrazando en su
mente el regalo de compartir la vida con un verdadero amigo.

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