El saco vacío

Un caminante avanzaba lenta y cansinamente por un polvoriento camino. Se

quejaba sin parar en voz alta de su miseria. El saco que llevaba al hombro era su única
posesión.

Al doblar una curva del camino se topó con un peregrino que le preguntó por el
motivo de sus lamentos.

-Ya ve. Este saco vacío es todo lo que poseo en el mundo.

Sin mediar palabra, el peregrino se lo arrebató y echó a correr por donde había
venido. Al dar la curva, dejó el saco en la cuneta, en un lugar bien visible junto a una
piedra y despareció.

Cuando el pobre vio su talego se abalanzó sobre él gritando “¡Mi saco, mi saco!
Creía que te había perdido”.

Escondido tras unos matorrales, el peregrino, cuyo plan había funcionado como
esperaba, se alegraba por haberle devuelto la felicidad al hombre.

EJERCICIOS

1. ¿Qué enseñanza podemos recibir del cuento?

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2. Une los sinónimos mediante flechas

a. Posesión 1. Pertenencia
b. Lamento 2. Dicha
c. Abalanzarse 3. Quitar
d. Arrebatar 4. Queja
e. Felicidad 5. Arrojarse

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