Está en la página 1de 16

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/342131439

Fitoquímica y Etnofarmacología: Definición de Conceptos y Aplicación a la


carrera de Química y Farmacia de la Universidad de La Frontera

Preprint · June 2020


DOI: 10.13140/RG.2.2.21214.05443

CITATIONS READS

0 2,272

1 author:

Flor De Liz Andreina Martínez Taveras


Universidad de La Frontera
32 PUBLICATIONS   0 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Premio de Novela Casa de Teatro 2015 View project

Pharmacy View project

All content following this page was uploaded by Flor De Liz Andreina Martínez Taveras on 12 June 2020.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Fitoquímica y Etnofarmacología:
Definición de Conceptos y Aplicación a la
carrera de Química y Farmacia de la
Universidad de La Frontera

Flor De Liz A. Martínez Taveras 1


Temuco, Región de La Araucanía, Chile Junio 2020
INTRODUCCIÓN
Las plantas han sido un acompañante constante en la
historia de la humanidad como alimento, medicina, ornato y
veneno. En efecto, desde muy antiguo es conocido que una misma
especie vegetal puede tener cualquiera de estas
características, dependiendo su actividad benéfica o
perjudicial de la forma de usarla, así como de la dosis o
cantidad en que es ingerida. A través de la observación
constante, con el paso del tiempo se pudo obtener un mayor
conocimiento sobre este tipo de cualidades, y con ello mejorar
la seguridad de su utilización (Ministerio de Salud, 2009).
Así, hasta comienzos del siglo XX, las plantas en estado
natural fueron parte de la materia médica en todos los países.
Sin embargo, el constante desarrollo de la Química permitió ir
mejorando el conocimiento de sus principios activos, al punto
de que poco a poco se fue diferenciando el uso médico docto o
académico de las plantas, del uso popular de ellas, siendo
ambos usos no siempre coincidentes. A mediados de este siglo
recién pasado, parecía incluso que la terapéutica moderna ya
podía prescindir de las especies vegetales y que sólo bastaba
contar con sus principios activos transformados en productos
farmacéuticos, todo ello sin tomar en cuenta el sinergismo
existente entre estos principios cuando se hallan en el
interior de una misma especie botánica. El nuevo escenario
terapéutico incluso llevó a pensar que ya no era necesario
continuar la investigación química, farmacológica y clínica de
la Botánica (Ibídem, 200).
Como era de esperarse en semejante escenario, el sistema
sanitario oficial chileno también mostró un particular
distanciamiento respecto de las plantas medicinales, hasta que
a partir de la década de los ochenta se empezó a retomar
lentamente a la herbolaria médica como alternativa o
complemento en el tratamiento de diversas enfermedades y
problemas de salud. Algunos de los factores que influyeron en
este cambio favorable fueron la revisión de los postulados
básicos de la Farmacia en cuanto al uso de medicamentos
obtenidos de especies vegetales totales y la posibilidad de
diversificar la terapéutica médica moderna, el desarrollo de
la Atención Primaria en Salud, el surgimiento de una actitud
más cuidadosa hacia el medioambiente y los equilibrios
ecológicos de los seres vivos, incluidas sus enfermedades, y
la revalorización del acervo cultural autóctono, en el cual la
2
medicina popular o tradicional chilena ocupa un respetable
lugar. Además, las experiencias sanitarias oficiales de otros
países, que consideran desde diferentes series de fitofármacos
en el arsenal terapéutico de los establecimientos del nivel
primario asistencial hasta farmacopeas herbolarias modernas
actualizadas, así como las sucesivas actividades y documentos
de la Estrategia de la Organización Mundial de la Salud sobre
Medicina Tradicional (OMS-MT), también han sido ejemplares para
la realidad chilena (Ibíd., 2009).

3
ANTECEDENTES
La carrera de Química y Farmacia, conducente al grado de
Licenciado/a en Ciencias Farmacéuticas y al título profesional
de Químico/a Farmacéutico/a, fue creada, y su plan de estudios
y reglamento fueron aprobados, por la Junta Directiva y el
Consejo Académico de la Universidad de la Frontera sede Temuco,
mediante la resolución exenta No. 4185 de fecha 2 de septiembre
del año 2015 (Secretaría General Universidad de La Frontera,
2015).
Este plan de estudios consta de un total de cincuentitrés
asignaturas de formación básica, general y especializada
distribuidas en once niveles consecutivos, de las cuales tres
asignaturas corresponden a electivos de especialidad. Cada
electivo es de clasificación teórico-práctica, y abarca un
total de cuatro horas semanales intra-aula, seis horas
semanales extra-aula, y seis créditos semestrales según el
Sistema de Créditos Transferibles (SCT-Chile). El electivo de
especialidad I corresponde al noveno nivel del plan de
estudios, mientras que los electivos II y III pertenecen al
décimo nivel; por lo tanto, aunque los electivos de
especialidad no tienen asignaturas prerrequisito, sí tienen
como requisito haber aprobado hasta el octavo nivel de la malla
curricular (Ibídem, 2015).
En cuanto al reglamento de la carrera de Química y
Farmacia, éste sólo establece las disposiciones particulares
que regulan el funcionamiento de la misma, debido a que sus
disposiciones generales ya vienen dadas por el Reglamento de
Régimen de Estudios de Pregrado. Incluso, la admisión a esta
carrera se halla delineada por el Reglamento de Admisión de
Estudiantes, y su internado clínico, sus actividades
extracurriculares y su práctica profesional controlada son
regidas por el Reglamento Interno de la Facultad de Medicina
(Ibíd., 2015).
Dentro de esas disposiciones particulares están la
descripción del perfil de egreso de la carrera, de los dominios
que sustentan dicho perfil, y de las competencias de titulación
y genéricas derivadas de tales dominios. También están los
lineamientos de las prácticas de estudios, de la licenciatura,
del título profesional y de la administración del plan de
estudios, y un artículo transitorio respecto a que durante los
primeros años de la carrera y hasta alcanzar el estado de

4
régimen permanente, no se aceptará el ingreso especial a la
misma por la vía de título profesional anterior (Ibíd., 2015).
Cabe mencionar que posteriormente, mediante la resolución
exenta No. 3110 de fecha 19 de noviembre del año 2019, se fijó
el texto refundido del plan de estudios y reglamento de la
carrera de Química y Farmacia, a solicitud del Secretario
General don Plinio Durán García (Secretaría General Universidad
de La Frontera, 2019). Todo lo anterior da cuenta de que ésta
es una carrera de creación muy reciente; incluso, a la fecha
sólo se imparte en el campus Temuco, y ni siquiera ha graduado
aún a su primera cohorte de egresados/as.

5
RECOPILACIÓN/TRANSCRIPCIÓN DE FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1) Heinrich, 2006:
“La Etnofarmacología tiene una breve historia de
aproximadamente cuarenta años. Nació más que nada de un interés
en sustancias psicoactivas. En estas cuatro décadas la
diversidad y la cantidad de investigación aumentó en una manera
que nadie había previsto. En 1979, Rivier y Bruhn definieron
la Etnofarmacología como «a multidisciplinary area of research
concerned with the observation, description and experimental
investigation of indigenous drugs and their biological
activity». […] Hoy en día necesitamos una discusión acerca de
las metas específicas y el marco de referencia de investigación
etnofarmacológicas. ¿Es simplemente el estudio fitoquímico o
farmacológico de plantas medicinales y tóxicas? ¿Y qué conexión
tiene que existir entre estos estudios de laboratorio y el uso
local o tradicional?”

2) Correia, 2005, traducción de la autora:


“La Etnofarmacología es comprendida como el estudio de las
plantas medicinales utilizadas por comunidades rurales y recién
urbanizadas. Por lo tanto, «los estudios etnofarmacológicos
son necesarios para promover la recuperación y la conservación
del conocimiento sobre las plantas medicinales nativas y
permitir su selección adecuada para estudios fitoquímicos,
toxicológicos y farmacológicos» (Di Stasi, 2005). Una ciencia
que agrega conocimientos científicos a los conocimientos
populares a través del estudio de las sociedades humanas,
pasadas y presentes, y sus interacciones ecológicas, genéticas,
evolutivas, simbólicas y culturales con las plantas (Fonseca-
Kruel y Peixoto, 2004) puede colaborar con el rescate de la
historia de usos de las plantas y la valoración del
conocimiento sobre la flora medicinal.”

3) Elisabetsky, s/f, traducción de la autora:


“La Etnofarmacología no trata de supersticiones, sino de
conocimiento popular relacionado a sistemas tradicionales de
medicina. […] Se define la Etnofarmacología como «la
exploración científica interdisciplinar de los agentes
biológicamente activos, tradicionalmente empleados u
6
observados por el hombre» (Bruhn y Holmstedt, 1982). Como
estrategia de investigación de plantas medicinales, el abordaje
etnofarmacológico consiste en combinar informaciones
adquiridas junto a usuarios de la flora medicinal (comunidades
y especialistas tradicionales), con estudios químicos y
farmacológicos. El método etnofarmacológico permite la
formulación de hipótesis en cuanto a la(s) actividad(es)
farmacológica(s) y a la(s) sustancia(s) activa(s) responsables
de las acciones terapéuticas relatadas (Elisabetsky y Setzer,
1985). […] Esas hipótesis pueden ser probadas con todos los
controles y rigores que cualquier ciencia seria exige, tomando
en consideración toda la información (incluyendo el modo de
preparación y posología) que trae el conocimiento tradicional.
[…] Lo que torna al conocimiento tradicional de interés para
la ciencia es que se trata de relatos verbales de la observación
sistemática de fenómenos biológicos. […] La selección
etnofarmacológica de plantas para investigación y desarrollo
(I+D), basada en el testimonio hecho por seres humanos de un
dado efecto terapéutico en seres humanos, puede ser un valioso
atajo para el descubrimiento de fármacos. En este contexto, el
uso tradicional puede ser encarado como una pre-clasificación
en cuanto a propiedad terapéutica (eso no implica admitir que
las plantas medicinales o remedios caseros estén exentos de
toxicidad). […] Ya que los sistemas médicos son producto de
culturas específicas con enorme variación en términos de
creencias y prácticas médicas, una detallada base
etnofarmacológica es necesaria para seleccionar especies como
fuente de drogas transculturalmente efectivas.”

4) Adzet, 1998:
“Podemos definir la investigación etnofarmacológica como una
integración de diferentes especialidades (botánica taxonómica,
etnobotánica, química extractiva y estructural y farmacología
experimental y clínica, principalmente) que estudia de un modo
científico las propiedades terapéuticas atribuidas por el saber
tradicional a todo tipo de productos naturales que han estado
en uso o se aplican actualmente. […] Comparar la tradición
etnológica y la experimentación en el laboratorio es el
objetivo de la Etnofarmacología. Esta especialidad se
desarrolla en dos etapas fundamentales: A) Un estudio de campo,
que consiste en recoger los usos terapéuticos de las plantas
tradicionalmente prescritas por los sanadores o utilizadas por
7
las propias poblaciones. B) Un estudio farmacológico en
laboratorio que evalúa la eficacia de las medicinas
tradicionales. Esta vía de investigación puede llegar a
seleccionar unos tratamientos eficaces mediante la evaluación
de las indicaciones terapéuticas tradicionales, y a la vez,
contribuir a enriquecer nuestro mundo terapéutico al permitir
el descubrimiento de nuevos medicamentos a base de extractos
vegetales.”

5) Mora, 1994:
“Tradicionalmente, la Fitoquímica se ha dedicado al estudio
de los componentes químicos de las plantas mediante la
extracción de material que ha sido recolectado, secado y molido
de acuerdo con procedimientos preestablecidos. […] La mayor
parte de las veces, todos estos estudios se han hecho con el
propósito de conocer la naturaleza química de los principales
componentes de las plantas, sin importar la posible aplicación
de los resultados de esos estudios al enriquecimiento de los
servicios de salud pública, ni al beneficio del sector
productivo de la sociedad. […] Otro aspecto que es importante
considerar, en cuanto a la contribución que puede hacer la
Fitoquímica, tiene que ver con el tipo de extracción que se
debe utilizar para que los principios activos se puedan obtener
con la mayor eficiencia. No necesariamente el proceso utilizado
popular o tradicionalmente es el mejor, aunque algunas veces
la sabiduría del pueblo es simplemente asombrosa.”

6) Muñoz, Montes y Wilkomirsky, 2004:


“Respecto del conocimiento de las plantas chilenas ─y casi sin
excepción─ lo estudios químicos no han sido abordados con
ensayos de bioactividad. En el pasado, muchos de los compuestos
aislados siguieron los criterios de la Fitoquímica clásica, la
que tuvo como consecuencia la obtención de unos pocos
compuestos bioactivos aislados de la flora medicinal autóctona.
Esta situación se refleja especialmente en la naturaleza de
los metabolitos secundarios: alcaloides, terpenos,
flavonoides, cumarinas y otros. Adicionalmente, y por mucho
tiempo, el objetivo de los estudios fitoquímicos estuvo
centrado en la búsqueda de los compuestos apolares
mayoritarios, dejando de lado principios activos tan
8
importantes como taninos, lignanos, polifenoles, glicósidos,
sapogeninas y otros. Sin embargo, el aislamiento y
caracterización química de algunos terpenos, o de uno o más
alcaloides desde una planta, no garantiza que los efectos
biológicos atribuidos a ese vegetal sean necesariamente los
responsables de la actividad, sino que podrían ser el resultado
de una serie de otros compuestos no detectados, o por efecto
sinérgico de los mismos. Se agregan a esta problemática las
dudosas identificaciones botánicas y las dificultades de
extracción e identificación de artefactos que caracterizaron
la Fitoquímica de la década de 1970.”

7) Ringuelet y Viña, 2013:


“La disciplina que tiene como principal objetivo el estudio de
los constituyentes químicos de las plantas es la Fitoquímica.
El estudio de tales compuestos abarca: sus estructuras
químicas, metabolismo (biosíntesis y degradación),
distribución natural, función biológica, extracción y
evaluación cuali-cuantitativa. […] En cuanto a su aplicación,
la Fitoquímica […] presenta aplicaciones importantes en
relación a las ciencias farmacéuticas y a la biotecnología
vegetal. […] La Fitoquímica se aboca, entre otros aspectos de
las plantas, a las interacciones a nivel molecular. […] Como
resultado de estos conocimientos basados en las interacciones
químicas entre las plantas con otros organismos y el medio, se
pueden lograr nuevas y útiles aplicaciones para el hombre en
diversas áreas como farmacología, manejo y conservación del
ambiente, cambio climático y prácticas agrícolas
sustentables.”

8) Braz-Filho, 2010, traducción de la autora:


“El desarrollo sostenible de un país depende esencialmente de
una política consistente en educación, ciencia, tecnología e
innovación, sustentada en la preservación de la naturaleza, la
biodiversidad y la explotación racional de las fuentes
naturales necesarias para la alimentación y el avance social y
económico, en un escenario que asegure el mantenimiento de la
salud y la atención a las enfermedades. La Fitoquímica puede
contribuir significativamente a concretizar tal programa a
través de la investigación de la flora y su química, la
9
generación y divulgación de nuevos conocimientos, y la
formación de recursos humanos calificados. La Química de
Productos Naturales (QPN) vegetales o Fitoquímica, como es
concebida actualmente, se dedica principalmente a la
caracterización estructural, evaluación de propiedades e
investigaciones biosintéticas de sustancias naturales
producidas por el metabolismo secundario de los organismos
vivos (Torssell, 1997). […] Este creciente interés
interdisciplinar envuelve también la participación efectiva de
la QPN, contribuyendo al desarrollo de otras áreas del
conocimiento: Biología Molecular, Botánica Ecológica,
Sistemática y Evolutiva, Farmacología, Biotecnología, Química
Orgánica (nuevos modelos para síntesis, nuevas reacciones,
nuevos reactivos, pruebas de reactivos), Medicina
(descubrimiento de nuevos medicamentos), Agricultura
(protectores agrícolas) y Veterinaria (medicamentos para otros
animales).”
“[…] Las plantas superiores constituyen una de las fuentes más
importantes de nuevas sustancias utilizadas directamente como
agentes medicinales. Más recientemente, además de esto, ellas
proporcionan modelos para modificaciones estructurales y
optimización de las propiedades farmacológicas y bioquímicas,
sirviendo, inclusive, como fuente de inspiración para los
químicos orgánicos, estimulándolos a enfrentar desafíos en la
construcción sintética de nuevas arquitecturas moleculares
naturales. Durante algún tiempo, las inversiones elevadas en
la preparación de productos sintéticos contribuyeron
significativamente a estimular acciones que intentaban reducir
la relevancia de los organismos vivos como fuentes de nuevos
bioproductos con actividad biológica. En los últimos años, sin
embargo, la importancia de los organismos vegetales como
fuentes productivas de sustancias anticancerígenas o con otras
actividades biológicas, reactivaron intereses sociales y
económicos, superando obstáculos en la construcción de este
escenario creciente, y estimulando, inclusive, la percepción
de líderes industriales empeñados en la fabricación de
productos sintéticos.”
“Durante el período de 1960 a 1986, en el programa de
investigación de sustancias antitumorales de origen vegetal
del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos fueron
investigados 108,330 extractos obtenidos de 35,000 especies
vegetales: 4,149 (3.83%) correspondientes a 1,410 géneros

10
envolviendo 2,935 especies, revelaron actividad biológica. De
las 2,000 sustancias cristalinas aisladas y examinadas, 95
(4.75%) fueron seleccionadas para investigaciones especiales y
11 aprobadas para pruebas contra diversos tumores. […] Cerca
del 25% de todas las prescripciones médicas en los Estados
Unidos incluyen sustancias naturales como principio activo,
obtenidas de plantas de regiones templadas y tropicales, y que
corresponden al valor estimado de 900 millones de dólares en
circulación comercial. La utilización de diversas plantas en
la medicina popular representa una investigación preclínica
que no puede ser ignorada o despreciada. Cerca del 74% de los
principales productos medicinales obtenidos de vegetales
fueron descubiertos a través de orientaciones basadas en
resultados revelados por la medicina popular (Centry, s/f).”
“Disponemos, por tanto, de un espléndido acervo cultural de
vegetales en los ambientes acuáticos y terrestres, un potencial
químico adormecido, de pujanza enteramente desproporcional al
esfuerzo relativamente pequeño de las investigaciones
desarrolladas para su conocimiento y utilización. […] El
análisis del número y fuentes de agentes para combatir el
cáncer y las dolencias infecciosas, registrados principalmente
en el Annual Reports of Medicinal Chemistry durante el período
de 1984 a 1995, indica que más del 60% de las drogas aprobadas
y precandiddatas en la Food and Drugs Administration de los
Estados Unidos (período 1989 a 1995) son de origen natural […]
(Cragg, Newman y Snades, 1997). Seis años después de la
publicación antes mencionada, los autores constataron que las
fuentes de nuevas drogas de origen natural para el tratamiento
de dolencias humanas cancerígenas e infecciosas se destacan,
respectivamente, con el 60% y 75% (Newman, Cragg y Snades,
2003).”
“[…] Se estima la existencia de 250,000 especies de plantas
superiores. Cerca del 80% de la población de los países
subdesarrollados o en desarrollo continúan completamente
dependientes de la medicina casera, utilizando vegetales para
sus necesidades primarias de salud. También se estima que
solamente del 5% al 15% de estas especies fueron investigadas,
restando una fuente natural de innumerables organismos vivos
que contienen un significativo número de sustancias inéditas y
un fuerte potencial de productos naturales bioactivos,
incluyéndose fuentes de materias primas para el desarrollo de
nuevos fármacos. Las actividades desarrolladas por la QPN

11
promueven el proceso de formación de recursos calificados, de
importancia fundamental, para los países en desarrollo.”

9) Ministerio de Agricultura, 2018:


“En Chile y el resto del mundo hay una gran preocupación por
retomar prácticas milenarias y rescatar todo aquello que ayude
a tener una vida más sana, y los Ministerios de Salud y de
Agricultura se han hecho parte de esta tendencia. Nuestro país
posee una gran cantidad de hierbas medicinales, muchas
desconocidas, que crecen en forma natural en nuestros campos,
y que desde siempre han sido utilizadas para el tratamiento de
algunos síntomas de enfermedades, sobre todos por nuestros
pueblos originarios. Lamentablemente, muchas ya se han
extinguido; por ignorancia fueron arrancadas, pensando que eran
malezas, sin imaginar el potencial sanador que contenían.
Queremos salvar las que quedan. El Ministerio de Salud ha dado
un gran paso en este sentido al certificar 103 plantas
medicinales en el Reglamento del Sistema Nacional de Control
de Productos Farmacéuticos de Uso Humano (DS No. 3/10), que se
enmarca en la Política Nacional de Medicamentos.”
“Importante es señalar que las hierbas medicinales no
reemplazan los tratamientos médicos para las enfermedades. Sin
embargo, éstas pueden ser un complemento auxiliar para algunas
dolencias y malestares, tal como lo han demostrado nuestros
pueblos originarios y habitantes rurales durante siglos. El
Ministerio de Agricultura, a través del Instituto de Desarrollo
Agropecuario (INDAP) y de la Fundación de Comunicaciones,
Capacitación y Cultura del Agro (FUCOA), ha considerado
importante reeditar este libro que contiene una atractiva
descripción y clara instrucción de uso de estas 103 hierbas.
Con ello, MINAGRI pone a disposición de la ciudadanía
conocimientos que contribuirán a incorporar nuevas prácticas
orientadas a desarrollar una vida más sana.”
“El listado de medicamentos herbarios tradicionales del
Ministerio de Salud considera 103 especies, con sus respectivas
propiedades y usos más habituales. Estos productos tienen el
carácter de auxiliares sintomáticos y no reemplazan lo indicado
por el médico en el tratamiento de una enfermedad. Al consultar
al médico, infórmele que está usando una hierba medicinal.
Evite su preparación en utensilios de aluminio.”

12
10) Ministerio de Salud, s/f:
“Desde antes de la llegada de los europeos al cono sur de
América los Mapuche poseían un sistema de salud propio con el
cual hacían frente a las lesiones, malestares físicos,
desequilibrios psíquicos, espirituales y sociales. La medicina
Mapuche posee una forma de diagnóstico y tratamiento que
incluye; intervenciones con ceremonias, tratamientos con
hierbas naturales como base de KIZU FEIENTUN; la espiritualidad
como la religiosidad Mapuche como elementos de comprensión del
fenómeno de la enfermedad. […] La medicina Mapuche está
íntimamente ligada al MAPU (tierra), al KO (agua) de una u otra
forma. Ya sea en el sentido de proveer a PU MACHI (los/las
Machi) y a otros agentes de la salud de distintos componentes
medicinales como son las plantas medicinales, cortezas de
árboles, raíces y minerales, es decir LAWEN (remedios o
medicamentos de hierbas u otros componentes).”
“[…] KACHU LAWEN: Al hablar de hierbas medicinales
inmediatamente nos referimos a la esencia a la raíz de la
Biomedicina. […] Todo uso de plantas y hierbas medicinales debe
ser previo a un diagnóstico, por lo tanto no es tomar hierbas
sólo por tomar, depende del previo diagnóstico. […] Toda hierba
se debe preparar con agua hirviendo y luego dejar reposar unos
cinco minutos tapado y luego beber, después de una semana
descansar. LAWEN: todo lo que está a ras del suelo y es
medicinal.”
“[…] El uso de plantas medicinales (PM) data de más de 4,000
años. Existen aproximadamente 500,000 especies vegetales, un
bajo porcentaje ha sido investigado por sus propiedades
medicinales. Muchas especies se han extinguido debido al uso
indiscriminado o destrucción de su hábitat. Se estima que más
del 60% de la población mundial depende de las plantas
medicinales, un 25% de los medicamentos comunes derivan de las
plantas y el 75% de éstos se prescriben de la forma
tradicional.”
“MAPU LAWEN: referido a las hierbas, arbustos, árboles nativos,
flores, cursos de agua, cerros, bosques, llanuras y todo lo
que la naturaleza es capaz de mostrar ha sido utilizado como
fuente de información, conocimiento y prácticas de la medicina
mapuche. […] KAKE MAPU LAWEN: medicina de otra tierra.”

13
BIBLIOGRAFÍA
1. Adzet, T. (1998). Etnofarmacología. Natura Medicatrix,
(49), 13. Extraído el 23 de mayo del 2020 desde
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4989
326

2. Braz-Filho, R. (2010). Contribuição da Fitoquímica para


o desenvolvimento de um país emergente. Química Nova, 33
(1), 229-231. Extraído el 23 de mayo del 2020 desde
https://www.scielo.br/pdf/qn/v33n1/40.pdf

3. Correia, P. (2005). Etnofarmacologia como ferramenta


para a educação ambiental. Tesis de doctorado no
publicada. Instituto de Biologia, Universidade Estadual
de Campinas. Extraída el 23 mayo del 2020 desde
http://repositorio.unicamp.br/bitstream/REPOSIP/318123/1
/Fernandes_PriscilaCorreia_D.pdf

4. Elisabetsky, E. (s/f). Etnofarmacologia.


Biodiversidade/Artigos, 55 (3), 35-36. Extraído el 23 de
mayo del 2020 desde
http://cienciaecultura.bvs.br/pdf/cic/v55n3/a21v55n3.pdf

5. Heinrich, M. (2006). La Etnofarmacología - 'quo vadis?


Boletín Latinoamericano y del Caribe de Plantas
Medicinales y Aromáticas BLACPMA, 5 (1), 7. Extraído el
23 de mayo del 2020 desde
https://www.redalyc.org/pdf/856/85650104.pdf

6. Ministerio de Agricultura. (2018). 103 hierbas


medicinales. Versión digital editada por la Fundación de
Comunicaciones, Capacitación y Cultura del Agro (FUCOA).
Extraída el 23 de mayo del 2020 desde
http://www.fucoa.cl/publicaciones/hierbas_medicinales/

7. Ministerio de Salud. (s/f). Diccionario mapuche.


Documento institucional. Extraído el 23 de mayo del 2020
desde http://www.bibliotecaminsal.cl/wp/wp-
content/uploads/2018/01/006.Diccionario-Mapuche.pdf

8. Ministerio de Salud. (2009). MHT – Medicamentos


Herbarios Tradicionales: 103 especies vegetales.
Publicación gubernamental. Extraída el 23 de mayo del
14
2020 desde https://www.minsal.cl/wp-
content/uploads/2018/02/Libro-MHT-2010.pdf

9. Mora, G. (1994). La Fitoquímica y su relación con la


domesticación de plantas medicinales. En Domesticación
de plantas medicinales en Centroamérica, R. Ocampo
(Ed.), p. 108-109. Costa Rica: Centro Agronómico
Tropical de Investigación y Enseñanza. Extraído el 23 de
mayo del 2020 desde
https://books.google.com.mx/books?id=47sHMS59LS8C

10. Muñoz, O., Montes, M. y Wilkomirsky, T. (2004). Plantas


medicinales de uso en Chile: química y farmacología.
Santiago: Editorial Universitaria. Extraído el 23 de
mayo del 2020 desde
https://books.google.com.mx/books?id=cuviT1SKao8C

11. Ringuelet, J. y Viña, S. (2013). Introducción a los


productos naturales vegetales. En Productos naturales
vegetales, J. Ringuelet y S. Viña (Coords.), p. 8-9.
Buenos Aires: Editorial de la Universidad de La Plata.
Extraído el 23 de mayo del 2020 desde
http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/27885

12. Secretaría General Universidad de La Frontera. (2015).


Resolución Exenta 4185 crea Carrera de Química y
Farmacia y aprueba Plan de Estudios y Reglamento del
mismo. Documento institucional. Extraído el 23 de mayo
del 2020 desde
https://drive.google.com/file/d/1tuGTrdpxIpdSKSXvPn3IBnQ
9wO5Cq62z

13. Secretaría General Universidad de La Frontera. (2019).


Resolución Exenta 3110 fija texto refundido del Plan de
Estudios y Reglamento de la Carrera de Química y
Farmacia. Documento institucional. Extraído el 23 de
mayo del 2020 desde
https://www2.ufro.cl/transparencia/ver_doc.php?id=277029
&m=15&i=1&c=1

15

View publication stats

También podría gustarte