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ERES UN DON PARA LOS DEMÁS.

Ejercicio: Conocimiento personal: madurez

Como sabes, toda historia tiene unos personajes. El elenco se forma a partir de dos o tres
personajes importantes y existen muchos otros secundarios. Hay que describir con precisión al
protagonista de la película, que en este caso eres tú. Ahora es el momento de acercarnos a los
detalles de tu personalidad, para que sea auténticamente la "historia de tu vida".
Efectivamente, para responder a Dios hay que reconocer cuáles son los medios con que
contamos y cuáles las deficiencias. Al describirte a ti mismo, te invito a elaborar el inventario de
tu personalidad, para que sepas mejor qué valores y qué antivalores se ponen en juego en tu
respuesta a su llamada.
Para ello espero que te sirvan estas preguntas. Acuérdate de escribir en tu libreta, para que
luego lo puedas comunicar mejor con tu acompañante.
-Cuando me miro a mí mismo (~), ¿Qué siento? ¿Me gusta ser como soy? ¿Acepto mi
cuerpo tal como es? ¿Qué es lo que más me cuesta aceptar?
-¿Qué ocurre con mi origen social? ¿Acepto la condición económica de mi familia, con sus
riquezas y limitaciones? ¿Alguna vez me he avergonzado de ellos? ¿Cómo me relaciono con
personas de clase más alta o más baja que la mía?
-¿Me conozco a mi mismo? ¿Cuáles son mis principales cualidades? ¿Cuáles mis principales
defectos? ¿Temo darlos a conocer?
-¿Cómo reacciono ante las personas? ¿Soy tímido, espontáneo, abierto, impositivo,
comunicativo, reservado, manipulador. ..?
-¿Hay momentos en los cuales me percibo como egoísta o pecador? ¿En esos momentos
suelo recurrir a la ayuda de Dios por medio de la confesión?
-¿Existen situaciones en las que me siento especialmente solo?
-¿Qué imagen de mí doy ante los demás? ¿Ésta imagen de mi mismo, me preocupa? ¿Por
qué?
-¿Qué pienso que es lo más importante en mi vida?
-¿Valoro mi ser de hombre o mujer en toda su plenitud, o lo restrinjo a la imagen que
presenta la moda, la sociedad, la publicidad? ¿Tengo alguna preocupación en relación con mi vida
sexual?
-¿Cómo me relaciono con cada uno de los miembros de mi familia?
-¿Me importan lo demás, lo que les ocurre y lo que son? ¿O soy indiferente ante ellos?
¿Hago algo a favor de quienes pasan más necesidades?

-¿Comparto mis sentimientos con alguien? ¿O tiendo a esconder lo más profundo de mis
afectos?
-¿Soy dócil ante los consejos o llamadas de atención que me hacen las demás personas?
¿Alguna vez he pedido que me corrijan?
-¿Me dejo llevar por la presión de la moda o por el qué dirán? ¿Pienso que tengo una
personalidad definida o soy uno más en una multitud?
-¿Tengo la capacidad de aprender de los demás, sobre todo cuando responden a los grandes
problemas de la vida?
-¿Me tomo tiempo para pensar las cosas? ¿Cómo está mi capacidad de reflexión o de
introspección?
-¿Qué tengo pensado para mi futuro... le temo o me apasiona?
-¿Qué me gustaría llegar a ser? ¿Cómo me preparo desde ahora? -¿Qué otros proyectos o
inquietudes tengo en mi vida?

Pautas para la oración.


- Haz oración a partir de las actitudes humildes de María (Lc 1, 46-56), de Jeremías (Jer
20, 7-13), de Pablo (1Cor 15, 7-8) y de Pedro (Jn 21, 15-19)
- Dedica un tiempo de tu oración personal para pedir por los sacerdotes, religiosos y
religiosas, porque su vocación es sostenida por la gracia del Espíritu Santo
- Medita las palabras de san Ignacio: El que piensa que es para algo, es para poco; el que
piensa que es para mucho, no es para nada.

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