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LA AUTORIDAD DE LA PALABRA CONFIRMADA

Lucas 7:1-17

Por Bryan Smith


INTRODUCCIÓN:
Imagínense que alguien llegara un día diciendo que el gobierno federal nos iba a dar muchos beneficios
incluyendo una propiedad para cada familia y suficiente dinero para que viviéramos el resto de nuestra vida sin
preocupaciones y sin tener que trabajar. *(Usa alguien de la congregación para dar este “aviso importante”).
¿Qué sería lo primero que haríamos? ¿Cómo reaccionaríamos ante esta persona? ¿Confiaríamos en su palabra?
En mucho del relato de la vida de Cristo en los evangelios vemos las acciones de Cristo y las reacciones de la
gente que lo veía y escuchaba. Cristo estaba llegando con un mensaje de parte de Dios y traía mucho cambio a
la vida de este mundo. Era especialmente difícil de comprender para los judíos que estaban metidos en sus
leyes y costumbres. Ellos esperaban un Mesías, pero no de la manera que Dios tenía en mente. La mayoría
esperaba un gran líder político que les daría la libertad de sus enemigos que tenían dominio sobre ellos, quienes
eran en el tiempo de Jesús los romanos. Pero Cristo vino con otro propósito y mensaje, y para confirmar su
autoridad y la autoridad de su mensaje, hizo muchos milagros y señales. Como dice en Juan:
30
Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este
libro. 31Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo,
tengáis vida en su nombre. Juan 20:30-31
En nuestro pasaje hoy vemos dos más de los milagros de Cristo. En los últimos tres mensajes hemos visto parte
de lo que se llama el sermón del monte, incluyendo acerca de los frutos de la vida cambiada y los dos cimientos
de la Palabra aplicada y la Palabra no aplicada. Dice el versículo 1: 1Después que hubo terminado todas sus
palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum. Ahora confirmará que él tiene la autoridad para hablar las
palabras que hablaba, y merecía que la gente pusiera su fe en él.

* Leer Lucas 7:1-17


* Orar
* Bosquejo:
I. Introducción (1:1-4)
II. Historias de nacimiento y niñez (1:5-2:52)
III. Preparación para el ministerio de Jesús (3:1-4:13)
IV. El ministerio galileo de Jesús (4:14-9:50)
A. La primera fase (4:14-6:16)
B. El gran sermón de Jesús (6:17-49)
C. Su ministerio hacia varias necesidades humanas (7:1-9:17)
D. El punto culminante del ministerio galileo (9:18-50)
I. LA AUTORIDAD DE CRISTO MERECE NUESTRA FE Y CONFIANZA (Vv. 1-10)
A. La situación (vv. 2-5)
1. El siervo de un centurión romano estaba enfermo (v. 2)
a. Un centurión era un soldado con autoridad sobre 100 soldados
b. El pasaje paralelo de Mateo 8:5-13 nos dice que el siervo estaba paralizado y
“gravemente atormentado”. Aquí nos dice que estaba “a punto de morir”.
c. También Lucas nos da el detalle que el centurión lo “quería mucho”
2. El centurión mandó a buscar la ayuda de Jesús (vv. 3-5)
a. El centurión había oído hablar de Jesús - ya había estado en Capernaúm y hecho
milagros y enseñado allí. (Lucas 4:31y adelante)
b. El centurión mandó a algunos ancianos judíos del pueblo, por respeto a Jesús, él siendo
un gentil y no un judío. Quizás no se creía digno ni de hablar con Jesús.
c. Los ancianos rogaron con Jesús
d. Le dijeron a Jesús que el centurión era digno - algo no muy común entre los soldados y
gobernadores romanos. Él amaba a la nación judía y hasta les construyó una sinagoga.
3. El centurión era un hombre bueno que trataba con amor a la gente, incluyendo su siervo y los
judíos, sobre quienes tenía dominio y autoridad. ¿Qué tal nosotros? ¿Cómo tratamos a la gente?
B. La acción de Jesús (v. 6)
1. Jesús decidió ir con ellos
2. Jesús mostró compasión hacia este centurión romano, no judío.
3. Lucas quería poner énfasis en este punto porque su audiencia principal era gentiles griegos.
También nosotros tenemos esa gran oportunidad en Cristo. Somos dignos por la gracia de Dios:
11
Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados
incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 12En aquel tiempo estabais sin Cristo,
alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
13
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la
sangre de Cristo. Efesios 2:11-13
29
¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los
gentiles. 30Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la
incircuncisión. Romanos 3:29-30
C. La reacción de la gente (vv. 6-8)
1. El centurión mandó a decir a Jesús que mejor no entrara a su casa. (v. 6)
a. Podría haber sido por respeto a Jesús, un judío que de acuerdo a la ley judía, y su
interpretación en ese tiempo, no podía tener contacto con un gentil.
b. Mateo implica que él fue personalmente para hablar con Jesús, pero podría ser que
mandó a gente con su autoridad para representarle ante Jesús.
2. El centurión le pide que lo sane desde lejos con su autoridad (vv. 7-8)
a. No se sintió digno ni de ir ante Jesús personalmente
b. Le pide que sane a su siervo desde lejos
c. Le da el ejemplo de la autoridad en el ejército
1) Él mismo se sometía a una autoridad superior a él
2) Él también tenía hombres bajo su autoridad, soldados y siervos
d. Estaba reconociendo que Jesús estaba bajo la autoridad de su Padre, y que él tenía
autoridad sobre todo porque se le fue dada por su Padre. Realmente estaba reconociendo
que él era hijo de Dios, y Dios mismo.
e. Tenía la fe que Jesús podía curar a su siervo, aun desde lejos.
3. ¿Nosotros tenemos este tipo de fe? ¿Creemos aún cuando no podemos ver? Jesús le dio a
Tomás después de su resurrección:
29
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y
creyeron. Juan 20:29
D. La respuesta de Jesús (vv. 9-10)
1. Jesús se maravilló al ver la fe de este hombre (v. 9)
a. Jesús quedó asombrado
b. Les dijo a los que le acompañaban que ni había visto este tipo de fe en Israel
2. Jesús sanó al siervo del centurión - los enviados lo encontraron sano al regresar
3. ¿Cómo está nuestra fe en Cristo? ¿Creemos que él es todo lo que él ha dicho? ¿Creemos que
él dio su vida por nosotros? Podemos confiar en él porque él se ha mostrado confiable.
II. LA AUTORIDAD DE CRISTO MERECE NUESTRO TEMOR Y ALABANZA (Vv. 11-17)
A. La situación (vv. 11-12)
1. Jesús y sus seguidores entraban a una ciudad cercana llamada Naín (v. 11)
2. Se encontraron con otra multitud de personas que salían de la ciudad (v. 12)
a. Una viuda había perdido su único hijo y lo iban a enterrar
b. Esto era una situación muy difícil porque la viuda ahora no tenía a nadie para cuidarla
en su vejez, ni a su esposo o a su hijo.
3. Entre los dos grupos había una gran multitud de gente. El escenario estaba preparado.
B. La acción de Cristo (vv. 13-14)
1. Vio a la viuda, tuvo compasión de ella, y la confortó (v. 13)
2. Paró la procesión fúnebre y le dijo al joven que se levantara (v. 14)
3. ¿Hemos sentido la compasión de Cristo en situaciones que parecen imposibles? ¿Hemos dado
la compasión de Cristo a otras personas que están pasando por situaciones que parecen
imposibles?
3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
4
el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que
están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
2 Corintios 1:3-4
C. La reacción de la gente (vv. 15-17)
1. El joven se incorporó, se levantó, y habló (v. 15)
a. No nos dice qué dijo el joven, pero el hecho de que se levantó y habló son pruebas de
vida.
b. Quizás habló dando alabanza y gloria a Dios
2. Toda la gente tuvo miedo y glorificaron a Dios (v. 16)
a. La gente tenía temor de haber sido testigos de una obra tan grande en público
b. Dieron la gloria a Dios diciendo que él les había visitado con un gran profeta. Sin
duda estaban pensando en el profeta Elías que Dios había usado para resucitar al único
hijo de la viuda de Sarepta (1 Reyes 17:17-24) o en el profeta Eliseo que había resucitado
al único hijo de la mujer sunamita (2 Reyes 4:32-37).
c. Reconocieron la obra de Dios entre ellos.
3. Extendieron la fama de Jesús (v. 17)
4. ¿Qué tal nosotros? ¿Cómo reaccionamos ante la obra de Dios entre nosotros? ¿Lo
reconocemos? ¿Alabamos a Dios y le damos la gloria? ¿Hacemos extender su fama?
CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
¿Cuál es nuestra reacción ante Cristo? Él nos ha ofrecido la vida cuando estábamos muertos en nuestros delitos
y pecados. Él nos ha mostrado compasión en medio de situaciones difíciles. Él nos ha dado su palabra que ha
sido confirmada con la autoridad de su poder. Debemos creer y confiar en él con todo nuestro corazón porque
él merece nuestra confianza. Que no nos tenga que decir como dijo a sus discípulos en diferentes ocasiones:
¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mateo 14:31
40
Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Marcos 4:40
5
Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. 6Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de
mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería. Lucas 17:5-6
*Terminar con el canto “Un grano de mostaza”

Usado con permiso

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