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Cynthia Shimaira sarmientoHuamani

PRIMARIA V SEMESTRE

ELECTIVOS III

LECTURA DADA EN LA CLASE


Era una tarde de primavera, el sol bañaba con su manto de luz el paisaje,
mientras se oía la música del arroyo que corría entre las piedras. Un león
dormía plácidamente bajo la sombra de un árbol. De repente, un ratón tan
pequeño que más que un ratón parecía una pulga, se subió a su lomo y
empezó a moverse de un lado para otro. -Grrrrr- rugió furioso el león, al ver
su sueño interrumpido por semejante animalejo. Tomó con sus garras al
ratón y se lo llevó a la boca, pero el ratón desesperado le dijo: “¡Por favor,
suéltame¡ Si me dejas ir, algún día me lo agradecerás. El león divertido con la
ocurrencia, lo dejó ir. Poco tiempo después el león paseaba por la selva,
cuando cayó en una trampa que unos cazadores habían colocado. Estos
aprovecharon que el león se había desmayado y lo subieron y ataron a un
árbol. -Buahh ... .sniff… !Ayúdenme!- gemía el León. Casualmente, el ratón
pasaba por allí y oyó al León. Ni Lerdo, ni perezoso, se acercó al árbol y con
sus dientes royo las sogas que lo mantenían atado. - !Un millón de gracias,
pequeño amigo¡ De ahora en más mi corazón es tuyo - dijo el león.

HIPÉRBOLE

● un ratón tan pequeño que más que un ratón parecía una pulga
● semejante animalejo
● pequeño amigo
● Un millón de gracias
● De ahora en más mi corazón es tuyo

EPÍTETO: empleo de palabras innecesarias Y ADJETIVOS

Ni Lerdo, ni perezoso

tarde de primavera

dormía plácidamente

ONOMATOPEYA

Grrrrr- rugió furioso el león

-Buahh ... .sniff… !Ayúdenme!- gemía el León

ASÍNDETON

Ni Lerdo, ni perezoso

ANÁFORA

Ni Lerdo, ni perezoso

SINESTESIA

la música del arroyo que corría entre las piedras

SINÉCDOQUE
sus dientes royo las sogas que lo mantenían atado

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