1.

Escoge una planta adecuada para ser un bonsái, como el arce, el ficus, el pino o el
ciprés. Asegúrese de que sea una planta de hoja perenne, ya que son las que mejor se
adaptan a la forma de bonsái.

2. Compra o consigue una maceta pequeña para tu bonsai, que será la base de tu
creación. Asegúrese de que tenga agujeros de drenaje en la parte inferior.

3. Llena la maceta con una mezcla de suelo especifica para bonsai. Esta mezcla debe ser
ligera y bien drenada para que la raíz de tu planta tenga suficiente aire y agua.

4. Transplanta tu planta a la maceta, asegurándote de que quedes a la misma

profundidad que antes.

5. Usa alambre especial para bonsai para moldear y formar las ramas de tu planta.
Asegúrese de no dañar las ramas al enrollar el alambre.

6. Podar periódicamente las hojas y ramas para mantener el tamaño y la forma deseada.

7. Riega tu bonsai periódicamente, pero evita encharcamientos. Es importante aprender

a conocer cuando necesita agua, ya que cada especie y clima tiene unas necesidades
diferentes.

8. Finalmente, trasplanta tu bonsái cada 2 o 3 años para mantenerlo sano.

Es importante recordar que el cuidado y creación de un bonsái requiere paciencia, una técnica
adecuada y una formación constante, es una técnica milenaria y requiere de dedicación y una
buena dosis de atención y cuidado.