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PRECIOÍ

1O Cts.

A Ñ O III
Buenos Aires, Mayo 15 de 19)5
Número 34

6/

Vago

FOTOGRAFÍA

ARTÍSTICA

de la señorita

K Á T H E

WEINZET1

Lea:

Linyeras

y Vagos

en la página 4
T T• 7 T? • Número suelto $ 0.10

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LA REVISTA // DE LA MUJER INTELIGENTE

Directora: MARÍA L. BERRONDO


Dirección y Administración: Rivadavia 2150

Unión Telef. 47, Cuyo 8386

Año III Buenos Aires, Mayo 15 1936 N. e 34

INTERROGANTES
Antes de celebrarse en Chascomús el mentado con­
greso de felices mortales a quienes indigna la pi-esencia
de ios linyeras en sus vastas propiedades, contábamos ya
con la colaboración del doctor Adolfo Dickmann para
nuestro número 34.
VIDA FEMENINA, que circula profusamente por
la campaña argentina, se une así muy oportunamente al
concierto de voces que pregonan remedios o dicen su opi­
nión sobre el problema que no puede resolverse por cier­
to, tratando de vagos o haraganes a los cientos y miles de
hombres que no encuentran trabajo en nuestra fértilísi­
ma tierra
Lamentamos no estar de acuerdo con los congresales.
para quienes la haraganería es la madre del problema,
¿No existen latifundios en los pagos de los señores?
¿Cuántas leguas hay con tres o cuatro habitantes?
,;, Cuántas veces se quiere hacer trabajar a los hom­
bres por un jornal que no alcanza a pagar un par de mak>
alpargatas?...
Fág. 4 VIDA F.BMBNINA

LINYERAS Y

"Las zorras tienen caverna, y las aves


P a r a V I D A
del cielo nidos; mas el Hijo del hombro
no tiene dónde recostar su cabeza."
la vida del campo en forma placentera. Virgilio
(San Mateo. — Cap. VII, v. 20)
en las "Bucólicas"; Eca de Queirós en la "Ciu­
Correr a través de la campiña por los cami­ da'd y la Sierra"; Tolstoi en innumerables obras
nos duros y lisos, en automóvil; surcar el es­ donde exalta la vida rural simple y sencilla-,
pacio a velocidades fantásticas en aviones que convirtiéndola en el ideal humano al que deben
parecen naves del aire; lo mismo que andar tender todos los hombres; Kropotkine en "Cam­
pausadamente a caballo o a pie, pero con los pos, Fábricas y Talleres" hasta Verhaeren en
ojos y el alma cerrados a la observación y a "Las Ciudades Tentaculares y los Campos Alu­
la simpatía humana, podrá ser un placer d> cinados", han forjado en el espíritu de los
ociosos y turistas, pero no tarea de los que hombres cultos y en el sentir de las multitudes
desean comprender y penetrar en los detalles crédulas ideas en cierto modo falsas e incom­
de la realidad de la vida y de las dificultades pletas de la realidad.
d"e los hombres y mujeres que nacen, viven y Ni en el campo todo es felicidad ni en las
mueren en el campo. ciudades todo es desgracia.
Los poetas y los literatos de verdad, como la Donde el hombre ha conseguido librarse de la
innumerable legión de sus imitadores, muchos ignorancia agobiadbra; donde ha alcanzado for-
de los cuales nunca han salido de los límites jar una existencia compatible con la dignidad
de su ciudad natal, han escrito tantas maravi­ humana, allí es relativamente feliz.
llas acerca de la vida idílica de los campos En las ciudades y en los campos los misera­
que los habitantes de las urbes creen que sólo bles, los desocupados, los tristes, los agobiados.
ellos sufren la miseria y el dolor de la exis­ los enfermos, los vencidos, los parias, esos no
tencia estrecha y mezquina. ¡Allí todo es be­ pueden ser felices ni admirar las bellezas que
lleza, amplitud, felicidad, abundancia. Acá to- en las unas y en los otros abundan por doquier
do fealdad, estrechez, privaciones y miseria! Nada es, sin embargo, más doloroso que la
¡ Felices mortales que pueden gozar cuando miseria en las campañas. Será tal vez por con­
quieren del espectáculo de la naturaleza en traste entre la amplitud del ambiente y la
todo su esplendor! Si desean contemplar una estrechez de la vida; entre la abundancia de la
salida de sol, pues no tienen más que aban­ producción y la escasez del consumo; entre las
donar el blando y suave lecho un poco menos bellezas de la naturaleza y las fealdades hu­
tarde que de costumbre y extasiarse ante 3 a manas. Sean por esas ix otras causas, el
maravilla del alumbramiento. Ningún obs­ hecho es que la miseria de las campañas impre
táculo material les priva de la visión amplia y siona aun más que la de las ciudades.
completa del horizonte. Nada resulta más trágico que contemplar r
¡ Qué admirable existencia! hombres jóvenes y viejos vagar por los caminos
Vivir en pleno aire y sol; rodeado de jardi­ "linyera' 'al hombro buscando ocupación si­
nes y flores; sentir a todos horas el canto de encontrarla. Es cierto que tienen por cama el
los pájaros; aspirar las frescas brisas de Jas duro suelo y por techo la bóveda celeste. Es
noches; dormir mecido por la serena calma del exacto que los tuestan los rayos solares y los
ambiente. mecen las brisas suaves de las noches estivales
La vida es fácil y alegre. Se come con abun­ ¡ Hermosas frases para poetas soñadores; tristes
dancia y de la propia provisión casera. Se tra­ realidades para los desgraciados caminantes
baja poco, porque no hay ni patrones ni capa­ que fatigados y hambrientos maldicen de la
taces que vigilan y extorsionan al obrero. vida; abominan de la naturaleza que tan dura
Los hombres del campo son libres; los de las se muestra con ellos y odian al género humano
ciudades encadenados. que los impulsa a tan triste situación!
En todos los tiempos y en todas las épocas Para el concepto de no pocas gentes los "lin­
los grandes poetas y literatos han presentado yeras" son atorrantes; viciosos, desocupados
MAYO DE 1936

VAGOS"

F E M E N I N A

voluntarios, haraganes profesionales, extranjeros


de malos hábitos que el excedente europeo arro­
ja sobre las playas de América, quien no debe­
rla aceptarlos para salvaguardar el orden y de­
fender las poblaciones autóctonas. ¡Qué error y
qué injusticia 1 Se trata, casi siempre, de hom­
bres vigorosos y enérgicos, precisamente porque

son inmigrantes atraídos


por la leyenda de estos
países de abundancia y dí
felicidad. Otras, de quie­
nes han tenido sus ocupa­
ciones, su hogar, su cha­
cra. Los azares propios de
la producción agropecua­
ria, la crisis agrícola que
azota al país hace tantos
años, el progreso técnico
de la maquinaria agrícola,
unido a la imprevisión de
las leyes y al egoísmo de
los felices acaparadores
del suelo argentino, aque­
P&g. 6 VIDA FEMENINA

líos se encuentran en la extrema situación de y angustioso de los rampos argentinos. Cada


miseria y de abandono que los convierte, po­ vez serán más numerosos los desocupados ya
co menos que en " e x hombres". que cada vez son reemplazados en número ma­
¡ Y qué decir de los criollos! Estos no son lin­ yor los hombres por las máquinas; el brazo hu­
yeras ; se denominan, en la jerga jurídica y po mano por la técnica.
licial "vagos". Los menos infortunados poseen Planes de colonización de vastos alcances se
aún un pobre matungo y algunas pilchas; los formulan en el papel abundantemente. Son por
más desgraciados —como sus hermanos, los lin­ su naturaleza de realización lenta y difícil.
yeras— son caminantes del triste destino en que El problema de los desocupados del campo
los ha sumido una organización social injusta y no admite dilación. Hay que procurarles una

despiadada. Los hemos'visto juntos y Hermana­ parcela de tierra lo más cerca posible de las
dos eji él dolor. Ellos no sabenni de diferencias poblaciones urbanas; darles los medios indis­
nacionales ni de antagonismos raciales; sólo pensables para la instalación de una modesta
conocen la solidaridad que los une en el común economía'rural; facilitarles los materiales nece­
infortunio. sarios para que construyan su vivienda.
De los desocupados de las ciudades, de vez en
cuando, se ocupan algunas damas caritativas a Eñ el peor de losf casos tendrán techo y comi­
falta de la acción solidaria de los gobiernos y do; en el mejor y tal vez en el más probable,
de las autoridades. De los linyeras y de los será el comienzo de la estabilización de uña
vagos no. se ocupa nadie. Ellos se arreglan como clase rural, que con el andar del tiempo, cons­
pueden; ¡ y pueden tan poco! tituya la base firme de la grandeza y de pros­
Urge dar una solución a este problema real peridad del país.

ADOLFO D I O K M A N

J
1}M
M A Y O I) K 1 9 3 l Vifí. 7

HERMOSURA

SIN NOMBRE

i<;.\ LOS tecos DEL O na ANO, O EN EL RUMOR DEL VIENTO,


EN EL FULGOR BE TIN ASTRO 0 EN LA GOTA VE LLUVIA,
TE ADIVINABA EN TODO, Y EN TODO TE BUSCABA,
SIN ENCONTRARTE NUNCA.

QUIZAS DESPUÉS TE HA HALLADO, TE HA HALLADO Y TE HA


[PERDIDO
OTRA TEZ, DE LA VIDA EN LA BATALLA RUDA,
YA QUE SIGUE BUSCÁNDOTE Y TE ADIVINA EN TODO,
SIN ENCONTRARTE NUNCA.

PERO SABE QUE EXISTES Y NO ERES VANO SUEÑO,


HERMOSURA SIN NOMBRE, PERO PERFECTA Y ÚNICA.
POR ESO VIVE TRISTE, PORQUE TE BUSCA SIEMPRE,
SIN ENCONTRARTE NTWCA.

R O S A L Í A D E C A S T R O
Pág. 8 VIDA FEMENINA

Manifestaciones
La manifestación del 1» de Mayo fue im­
ponente, imponente y ordenada.
Paso a paso, con entusiasmo pero en orden
perfectísimo, las columnas ciudadanas "fueron
a reafirmar su credo de Paz, Democracia y
Orden.
En la tierra de todas las posibilidades, la
Fiesta de los Trabajadores debe ser eso: reafirma­
ción serena y viril de un anhelo de vida mejor, sin prejuicios ni tiranías: con libertad.
Las manifestaciones hechas días después por algunos padres de la iglesia, evidencian su falta
absoluta de honestidad. Nada tienen que hacer con la doctrina de Cristo, esos gritos histéricos de:
¡ aplastemos .el comunismo!; ¡ unámonos para matar al enemigo invasor!
Manos implorantes; frentes humillados... farsa y nada más que farsa...

¡Qué papal
¿Quién no supo de las pilas enormes 4e papa que se podrían en
medio de los campos argentinos, porque su negociación no cubría ni los
primeros gastos del productor? ¿Quién no recuerda con cuánta indi­
ferencia se torcía el gesto ante su silueta plebeya? ¡La papa! ¡Valiente
cosa! El vocablo sólo adquiría prestigio cuando un niño exclamaba, po­
niendo los ojos en blanco, ¡¡qué papa!!, al pasar una linda piba.
Pero hoy, la papa vuelve por sus fueros. La papa será papa
genuinamente. Y ¡qué papa! A $ 2,40 ó $ 3 los 10 kilos. ¿Es o no esi
papa la papa? 1
Y otra eosa aún. El Senado de la Nación debe ocuparse de ella,
¡qué papa!, y debe votar unos $ 300.000 para comprar en el extranjero,
semilla sin virus (no estaría mal que viniera inmunizada contra los
acaparadores.
Cara y del extranjero. ¡ qué papa!, ¡ pero qué papa!

Se remueven los despojos reales...


Los aristocráticos manes de la reina Cristina se estarán mordiendo las uñas de rabia. Y no
es para menos.
Pero jen jjué mundo vivimos, Señor? Quiénes somos los locos, ¿nosotros o ellos?
Aquí, en esta tierra de la igualdad, la preocupación dilecta de
uchos felices mortales es la de averiguar cuantos pelos tenía en la me­
E na el león rampante del escudo de sus antepasados; también suelen
suelen trabarse en polémicas serias y campanudas a fin de esclarecer si
miraba a la derecha o a la izquierda el águila que ocupaba, la testera de
su nobilísimo escudo familiar.
Allí, en la España de la sangre azul y las corridas de toros¿ se
dejan decir, como quien no dice nada, que Azaña y su esposa ocuparán
en el Palacio Nacional las habitaciones que fueron de la reina Cristina,
donde se harán los refinamientos de que carecen.
¡Si es como para morirse de rabia! Que un mísero presidente se
permita agregarle refínamientso a las habitaciones de una reina, ¡qué
horror!
MAYO DE 1936 Pág. 9

En la buena

rer Ahora sí que están de parabienes, seño­


res chacareros. ¡ A sembrar maíz! ¡ Aticen la
llama!...
Si no podían vivir ustedes sembrando
maíz, cuándo el maíz sólo servía para ayu­
dar a vivir, aho­
ra ya es otro
cantar.
Un señor, no recuerdo cuántos, ha descubierto en el maíz
sustancias explosivas, —tremendas sustancias explosivas—, que ayu­
darán eficazmente a hacer volar el mundo.
¿Quieren mayor felicidad? Ni mandada a hacer de
medida.
Asembrar maíz, ¡y ligerito!

Longevidad
A diario nos hacen conocer casos de longevidad. Dudo que nin­
guno pueda pasajrle la raya al que descubrí días pasados.
Warnegh Martín, ministro etíope en Londres, asegura que todavía
en su país existe un legítimo gobierno abisinio, y lo asegura después de
la huida de Haile Selassie; después de la toma* de Addis Abeba; después
del incendio de Harrar; después del aniquilamiento de su pueblo. Lo
asegura no para tranquilizar su conciencia de patriota, sino para hacer
valer la existencia de su tierra natal como Estado digno de respeto.
Wrnegh Martín.- ¡ campeón invicto! Warnegh Martín: caso digno
de estudio. Warnegh Martín ¡ el hombre que supo eternizar la ilusión.

Clase de ejercicios metodizados


—Un paso a la derecha... ¡ march!

—¡ ¡ Firmes!!

—Media vuelta a la izquierda... ¡ march!

—'Contramarcha a derecha e izquierda... ¡ march!

Y el todo: mensaje presidencial del año 1936 de N. S. J.

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P&g. 10 VIDA FEMENINA

CARTAS A MUJERES

A Una Muchacha Joven

Para VIDA FEMENINA


'María : das las lardes, a eso de la oración, paseas por
Ayer, por casualidad, oí que te quejabas la vereda con tus amiguitas. Eso haces, Ma­
amargamente. íbamos en e] mismo tranvía; tú ría. . . y nada más. .
delante mío, sentada con una amiga. Habla­ ¿Cómo, pues, tienes valor para quejarte?
¿Cómo supones que tus hermanos tienen la
obligación de trabajar toda su vida para que
tú puedas ir al cine o pasear por la vereda
con un vestido nuevo ? ¿ Quién te ha dicho que
el trabajo de los hombres debe alimentar la
ociosidad de las mujeres?
¿Por qué no trabajas, María?
Ya sé lo que vas a contestarme: "¿En
qué?" Es verdad. ¿En qué trabajarías?
No sabes hacer nada.
Tu padre te mandó a la escuela hasta cuar­
to grado solamente, porque eras mujer y él
opinaba que a las mujeres les estorba el sa­
ber.
¡ Tal vez tu pobre papá no pensaba morir­
se tan pronto y dejarte sin un centavo!. .
Tu mamá te enseñó a que la ayudaras en
el arreglo de la casa y eso es lo único que ha-

O
bas un poco fuerte y sin querer, te lo aseguro,
escuché casi toda la conversación.
Me enteré de tus asuntos familiares. Supe
que no tenías padre y que de tus dos herma­
nos, uno se marchaba para la conscripción y
el otro era poco amigo del trabajo.
V le «lefias a tu amiga lo triste de tu si­
tuación. Le detallabas las privaciones que so­
portabas y sobre todo te anonadaba el con­
vencimiento de que no había esperanzas de
mejor suerte.- tu hermano, él haragán, no se
corregirá y el otro tiene novia. Tu amiga par­
ticipaba de tu pesar y asentía a tus afirmacio­
nes. "Sí. Eso es lo que sucede siempre, cuan­
do no hay hombre en la casa". ees desde entonces. Eres mejor que muchas,
Un hombre que trabaje, que gane mucho sin embargo, que ni siquiera saben hervir un
dinero, que colme algunas de tus pequeñas, puchero.
tan pequeñas aspiraciones... Pero esos conocimientos indispensables que
Sé que pasas el día entero en tu casa, ocu­ todas debemos tener, no son suficientes. Es
pada en algunos quehaceres domésticos; que •decir, te bastarían si en esas andanzas por
sólo de vez en cuando vas al cine y que to- las veredas del barrio te encontraras con lo
MAYO DE) 1 9 3 6 Pág. 11

único que esperas, aunque no lo hayas confe- la vida de los hombres". liso no es cierto. Son
sado : un novio que pronto se transforme en mentiras que so dicen para halagar la va­
marido. nidad de algunas mujeres bonitas y tontas.
Poro ese novio no aparece. Tal vez no apa- Piensa que ahora tú no adornas nada. Eres
rezca minea. una carga. Para satisfacer cualquiera de tus
¿No has pensado en eso, María? ¡Que tal 'deseos necesitas dinero y ese dinero tú lo tie­
vez nunca tengas novio! ¡ que tal vez no te nes que pedir; a veces, y no te da vergüenza,
cases nunca! ¿ Qué harás entonces de tu vida 'lo tienes que implorar.
si tu mamá se muere? ¿Si tus hermanos se ca- ¡Sé altiva! ¡Trabaja, María! ¡Búscate una
san ? ocupación! ¡ Gana dinero y ayuda a tu ma­
¡ Vivir con alguna de tus cuñadas, como dre ! Ayúdate a tí misma.
tantas! Entonces, pobre María, sabrás lo que Verás aumentar la consideración de los que
es la anulación de la personalidad y conoce- te rodean. Te dirigirán sonrisas y nunca más
rás el enorme peso del pan que se recibe de serán considerados estúpidos tus pequeños ca­
mano ajena... Todo tendrás que soportarlo prichos.
de la mano que te lo da! Serás una persona que sabe bastarse a sí
María, tú eres una persona que tiene con- misma y bastándote a tí misma podrás dedi­
ciencia y voluntad. ¿Por qué soportas resig- car tu fuerza espiritual al mejoramiento de
nada esa dependencia en que vives? Tuya es muchas cosas malas que andan por el mundo.
la culpa si algunos te consideran como un ser Conviértete en eso, María y cuando todas
inferior. Acaso te has preocupado de cultivar las muchachas como tú hayan procedido en
tu inteligencia? ¿De elevar tus sentimientos? esa forma, la humanidad habrá dado un gran
¿De merecer tu libertad? paso hacia ese porvenir luminoso que muchos
¿Has pensado alguna vez en el porvenir, se obstinan en no ver, porque nunca sus es-
con ansias de mejorar tu vida? píritus egoístas y mediocres se elevaron ha-
No creas lo que te han dicho alguna vez: cia el ideal.

"que. las mujeres han nacido para adornar Marta E. SAMATAN.

Santa Fe

"EL HOGAR OBRERO"


COOPERATIVA DE CONSUMOS
EDIFICACIÓN ^ CRÉDITO
5 U N D A D A EN 19 O5

TODA MUJER

debe pertenecer a una


cooperativa de consumo
Porque administra mejor su hogar.
La cooperativa no engaña en el p"eso ni en la calidad. No gasta
en publicidad, en lujo excesivo, en premios, sorteos o concursos, ni
realiza liquidaciones, "todo a expensas del comprador".
Las prácticas de la cooperación introducen en el hogar costumbres
de orden y economía, bases de la educación moral que preocupa a toda
madre inteligente.
. 12 VIDA FEMENINA

LOS "HUASIPUNGO

Por LUIS FEL


Hay observadores, de apetitos satisfechos, Para VIDA
que no alcanzan a ver la miseria del campe­ pungos", parcelas de tierra que el terrate­
sino argentino y gustan pregonar nuestra niente les presta para que edifiquen en ella
¿sombrosa vitalidad económica; los ,hay, tam­ su choza a cambio del trabajo en sus estable­
bién, que perciben ese malestar creciente, pe­ cimientos, y cuando el terrateniente quiere,
ro son vencidos por la apatía o la negligencia los echa, castigando y masacrando a los re­
y no alcanzan a pronunciar la palabra conde­ beldes".
natoria. Nosotros gritamos lo que nos hace su­
frir y lo gritamos a pulmón lleno para que Algún crítico literario argentino, lee emo­
la voz no se pierda, para que llegue nítida cionado el libro y comenta: "Aquí, en la Ar­
hasta quienes deben oírla: nosotros escribi­ gentina, no tenemos el problema del indio.
mos para eooj^erar con quienes trabajan sin­ Nosotros, por medio de la generación que en
ceramente por una Argentina culta, con hijos 1853 volvió del destierro, destruímos lisa y
vigorosos y un pueblo feliz. Y precisamente, llanamente al indio y al gaucho".
por que estamos enrolados en las filas de ¡Ceguera! ¡Increíble ceguera de un crítico
quienes desean la felicidad de la familia ar­ literario! El problema del indio en nuestro
gentina, denunciamos con frecuencia el mal­ país, es un problema candente. Hay que tener
estar de los trabajadores rurales, cada día un poco de voluntad para verlo y compren­
más encastillados en una atmósfera de mise­ derlo. Hacer lo que hizo el avestruz del cuen­
rias que los agobian y degeneran. to, es fácil, pero no es un medio aceptable.
El problema del aborigen existe: basta con
El escritor ecuatoriano Jorge Icaza exhibió salir de las provincias del litoral, para encon­
a Indoamé'rica un cuadro de la vida del abo­ trarse frente a él. Está el coya arrastrándo­
rigen de su país. Arrancó un pedazo de tie­ se andrajoso por las provincias del norte, ex­
rra, un "huasipungo", lo acomodó en un li­ tendiendo la mano en pos de una limosna, an­
bro y al largarlo a la circulación, para que te el primer transeúnte que encuentra; está
llegue has!a el cerebro y corazón de quienes el mensú del Chaco, de Misiones, con quien
piensan y sienten, dijo: "En Ecuador el in­ se ensaña el sistema esclavista eniseñoreado
dio no tiene un pedazo de tierra para caer de los obrajes y yerbales; y está también el
muerto; en Ecuador, el indio vive en "huasi- aborigen patagónico a quien se desplaza de
su tierra sin miramientos de ninguna clase,
sin consideración.

Y es sobre el aborigen patagónico que de­


seamos detenernos unos segundos.
Las corrientes inmigratorias, que» después
de 1879 comenzaron a poblar los territorios
del Sur, respetaron la propiedad del indio,
pero nacieron los "palos blancos" y llegaron
los latifundistas, los acaparadores inescrupu­
losos, que sumaron hectáreas con hectáreas,
leguas con leguas, con las tierras que despoja­
ron inicuamente al pobre aborigen, siempre
desamparado.
Peones en una estancia del Sur. Su celibato,
muchas veces impuesto, hace que constituyan Pronto, las grandes reservas del Epulef, de
un valor negativo en el progreso demográfico ¡del Sahiueque, de Cusnamen, de Nahuelpán, del
país. alto Limay, pasaron subrepticiamente a po­
MAYII DE 1 9 3 (1 Pág. V,

S" DE LA PATAGONIA

DMAN JOSIN la mujer, no se simplificó el problema ¡no!,


se agravó mucho más. La f;ilta de mujeres
FEMENINA para constituir hogares, mantiene ¡i la mayo­
dcr de acaparadores, que, no obstante, no se ría de los indios varones y a un porcentaje
atrevieron a tomar posesión efectiva de IÍI elevado de inmigrantes célibes: hombres que
tierra hasta que se hizo de moda la palabra no se arraigan y que pierden hasta el amor
"intruso" al país que los cobija, o lo que es peor: a la
tierra, a la única tierra que conocieron, ellos
"Intrusos" son los aborígenes que nacie­ y diez o veinte generaciones de antepasados.
ron en eslas tierras, donde yacen los restos de ¿ Y qué decir del comercio infame que flo­
cinco o veinte generaciones de antepasados; rece a consecuencia de tantos hombres que
"intrusos" son también los "chilotes" a quie­ no pueden formar hogar?
nes viene mejor el calificativo, pero a des­
tiempo, porque esos chilotes ya tienen ocho, EL PROBLEMA DE LOS HOMBRES

doce o quince hijos argentinos... CÉLIBES

Últimamente, con motivo de las grandes


quemazones de bosques en la cordillera aus­ I I

tral, los intrusos fueron sindicados como los


autores, aunque cerca del rastro husmeado, Los que destruyeron o contribuyeron a des­
podían notarse las pisadas del pie blanco, en truir la familia indígena, sobre todo a la au­
tren de aprovechar la "mala fama" del abo­ tóctona (tehuelches, puelches, huiliches, onas,
rigen, para cumplir su misión "civilizadora": etc.) razas fuertes, sanas, bien desarrolladas,
esta vez con los cipreses y cohiues varias ve­ no pensaron que quitaban al edificio social,
ces centenarios. su piedra más sólida, como que constituía la
Alguien dio la orden de persecución y esta base de la familia argentina, del "gran pue­
es la hora en que los aborígenes son tratados blo" que soñaron y soñamos formar.
como verdaderos ilotas; no se tienen en cuen­ Después de 1879, echados los aborígenes al
ta su procedencia ni sus antecedentes y son sur del río Negro, los varones que pudieron
obligados, en muchos casos, a abandonar sus salvarse, se unieron a las familias que habita­
míseras casuchas para vagar sin rumbo, has­ ban las zonas más australes; pero, obligados
ta que algún terrateniente "misericordioso" a retirarse ante la fuerte presión del ejército
les facilita una parcela de tierra donde pue­ de línea, se concentraron por último en el va­
den construir el hogar, a cambio del trabajo lle del río Senguerr. Allí pegaron los últimos
•en sus establecimientos... j¡ El huasipungo alaridos y dispararon el resto de las flechas.
patagónico!
Pero no empiezan a existir los "huasipun­
gos". En las estepas y en los valles de los
750 mil kilómetros cuadrados que constitu­
yen la Patagonia, ya hay centenares, miles,
y no de ahora: desde que llegó el primer te­
rrateniente.

En algunas regiones ya perdieron hasta el


«arácter de "huasipungos". Desapareció la
familia y quedó el hombre solo, el peón cé­
libe que trabaja y enriquece a los felices es­
tancieros, dueños o concesionarios de 500 ó
€00 leguas de campo útil. Empero, con la des­
aparición de la familia aborigen, es decir, de Paisaje típico en la estepa patagónica.
14 VIDA FEMENINA

Una humanidad libre d e intoxicaciones y taras degenerativas po­


drá alcanzar la belleza, la fuerza y la salud cotmo condiciones
generales y no, como lo es hoy, a título de exce,p'6ión

LA SALUD Y LA HERENCIA

En la medida en que han LA SÍFILIS dividuos capaces de soportar


progresado las ciencias bioló­ fatigas, quebrantos, excesos
gicas se ha hecho más amplio de trabajo y de otras clases,
y a la vez más preciso y más sin que todo ello alterara —
claro el concepto de salud. No tro cuerpo, cuando aparecen el aparentemente— su estado de
es por supuesto el intervalo en­ dolor, el cansancio, la diminu­ salud. Otros, en cambio, viven
tre dos enfermedades, sino el ción de la capacidad de traba­ perpetuamente atormentados
estado en que el individuo se jo, es que alguna pieza está en por algún malestar, lo que a
encuentra en plena posesión vías de alteración —una pieza ve-ees no les impide alcanzar
de sus medios físicos y psíqui­ o un sistema de piezas. Sin la vejez.
cos. El funcionamiento orgáni­ que esto constituya desde el ¿Por qué ciertos organismos
co normal es silencioso. Nues­ primer momento una enferme­ parecen así llenos de vitalidad,
tro cuerpo debe andar como dad clara, definida, que pue­ desbordantes de energía, opti­
un motor-^ cuyas piezas, ente­ da ser catalogada, deberemos mistas, emprendedores, alegres
ras, bien ajus1ad;is y bien lu­ reconocer que la salud está al­ y otros recorren el sendero de
brificadas trabajan sin necesi­ terada e investigar la causa de su vida disminuidos, apáticos,
dad de la atención permanente esta alteración, lo que es hoy lánguidos, sin entusiasmo bio­
de] maquinista. Cuando algo se posible gracias al progreso de lógico, diríamos?
í:](era en este doliendo y com­ ia medicina. La respuesta es difícil, so­
plejísimo motor que es núes- Todos hemos observado in­ bro lodo si, saliendo de los
MAYO DE 1936 Pág. 15

para realizar decididamente


esta tarea, una nueva especie
equilibrada, fuerte, sana y se­
guramente buena, aparecerá
sobre la tierra.
*

En esta serie de artículos


que hoy emprendemos, nos
proponemos divulgar en forma
accesible a todos el conoci­
miento de las más importan­
tes acciones degenerativas que
conspiran contra la dignidad
y la armonía de la familia.
Una de las más generalizadas
es, por desgracia, la sífilis.
¿Quién no ha oído hablar
de ella? Han pasado los tiem­
pos en que el nombre de esa
enfermedad era casi una "ma­
la palabra". ÍLa enfermedad
era permitida, casi tolerada
como una prueba de hom­
El conocimiento completo di» la sífilis es un triunfo del laborato­ bría(?) pero, ¡cuidado con ha­
rio, en cuyo trabajo austero y fecundo los más esclarecidos blar de ella! Era, con otras,
cerebros humanos se eimlpeñan, lulohando contra el dolor y la una dolencia "secreta", ver­
enfermedad gonzosa. La sociedad cubría
con un manto de hipocresía
términos generales, nos referi- alimentación insuficiente se una de sus podredumbres y es-
mos a los casos individuales. traducen en una diminución to era de buen tono. La obra
Cada uno de ellos es un pro- del capital hereditario trans­ de los hombres de ciencia, obra
blema y un problema con va- mitido. Cuando los hechos se serena e inspirada por el de­
rias incógnitas. repiten durante varias genera- seo de llegar a la verdad, ha
Sin duda alguna cada ser ciones, llegamos a la degene­ arrancado el velo. Hoy sabe­
llega a la vida con un capital ración racial y con el tiempo mos lo que es la enfermedad,
orgánico determinado y de él a la desaparición de la especie. cómo se transmite, cómo se cu­
depende en gran parte su Es pues evidente que si quere­ ra y podemos hablar de todo
acierto y su felicidad. mos hijos fuertes y sanos con ello con tranquilidad, impul­
Este capital es su herencia grandes probabilidades de éxi­ sados no por el deseo de lo
biológica. Si sus primeros pa- to y por lo tanto de felicidad, escandaloso, sino por el limpio
sos por la vida son guiados hemos de buscar la desapari­ afán de evitar dolores.
con prudencia e inteligencia ción de todas las causas antes Mucho se ha investigado
ese capital irá en aumento y apuntadas. Hemos de empren­ acerca del origen de la sífilis.
el organismo se desarrollará der la lucha social amplia, to­ Mientras algunos señalan su
armónicamente haciéndose be- tal si pudiéramos, contra todas presencia en lesiones óseas
llo y fuerte. El punto de par- las fuentes de intoxicación ¡ existentes ya en momias egip­
tida es, pues, la herencia bio- alcohol ,tabaco, coca, cocaína y cias, otros la hacen aparecer
lógica. opio; contra las enfermedades como consecuencia de los via­
Todas las acciones tóxicas hereditarias; contra la mala jes de Colón. La enfermedad,
que disminuyan la resistencia alimentación —excesiva o defi­ vieja ya en los pueblos aborí­
y alteren el equilibrio de los ciente—, contra la fatiga y el genes de América, se habría
progenitores, las enfermeda- surmenage. Cuando la huma­ transmitido a los conquitado­
des, el trabajo excesivo y la nidad sea bastante inteligente (Contínúa en la pág. 23).
Pág. 16 VIDA FEMENINA

Por
AMERICO
GHIOLDI

M A Y O
I Se dicta la Constitución
Argentina (1853).
esta figura representativa de
la Revolución.
Alberto Thomas (1878-1932).
Muere el luchador socialista y
Día de los Trabajadores. primer director de la Oficina
Fecha internacional estableci­ C Napoleón I (1769-1821). Internacional del Trabajo.
da por un congreso obrero en -* Muere en Santa Elena, des­
1889. pués de haber conocido la de­
José E. Rodó (1872-1917). rrota de Waterloo, el triunfa­ Antonio Lavoisier (1743 ­
Muere el maestro uruguayo au- dor de cien combates. 1794). Es ejecutado en Pa­
tor de "Motivos de Proteo", Amando Alcorta (1842 rís el fundador de la química
"Ariel", "El mirador de Prós­ 1902). Deja de existir el autor moderna.
pero". de un libro sobre la enseñanza
secundaria. Gustavo Flaubert (1821
1880), Muere el autor de "Ma­
Leonardo da Vinci (1452­ dame Bovary" y condenado
1519). Muere esta genial / . Alejandro de Humboldt de la ig-lesia que incluyó su
figura del Renacimiento. ™ (1769-1859). Muere el gran nombre en el Index.
investigador y naturalista ale­
Himann Burmeisteir (1807 ­ mán.
1892). Muere el gran naturalis­
ta alemán que vivió en la Ar­ Q Juan C. Federico Schiller
•7 Juan Stuart Mili (1806­
gentina. ~ (1759-1805). Muere el poe­
" 1873). Muere este pensador
positivista y defensor denoda­ ta, autor dramático e historia­
A Mariano Moreno (1778 ­ do de la emancipación de la dor que defendió la libertad.
" 1811). En alta mar muere mujer.
M AYO ID B 1936 P á g . 17

1 A H. M. Stanley (1841 ­ do autor de "El barbero de Gnilleirmo Scheele (1742­


' ^ 1904). Muere el más cé­ Sevilla". 1786). Muere el descubridor del
lebre explorador de África José J. Lalande (1732-1807). cloro, el oxígeno y el manga­
Central. Muere el famoso matemático. neso.
•K
Roberto Koch (1843-1910).
1 | Otto de Guericke (1602­ Muere el inmortal descubridor Calderón d e la Barca
' I 1686). Muere el físico del bacilo de la tuberculosis. (1600-1681). Muere el
alemán inventor de la máquina fecundo autor dramático.
reumática. Revolución de Mayo (1810).
Q Instrumentos de tortu­
Himno Nacional (1813). Es
aprobado el himno nacional. 1' ra (1813). La Asamblea
Constituyente ordena su des­ Crutíe del Atlántico
Amado Bompland (1773­ trucción.
1853). Muere el naturalista (1819). Roberto Fulton
francés, residente en la Argen­ emprende viaje a Europa en
tina. Marqués de Lafayette buque de vapor.

La Bruyére (1645 1696). (17894834). Murió el


Muere el autor de " Caracte­ insigne luchador por la inde­
res" pendencia de Norte América. O 7 G. Babeuf ( -1797).
-K Eduardo Bellamy (1850 ­ ^* Es ejecutado el inmor­
1898). Muere el autor de la tal rebelde francés.
1 ¿*O Luis José Gay Lussac
(1778-1850). Muere el
utopía "El año 2000". Nicolás Paganini (1782-1840)
Muere el célebre violinista a
químico fundador de la volu­ quien la iglesia negó sepultura.
inetría.
Emilia Pardo Bazán (1852 ­ 1 Cristóbal Colón (1451 ­
1921). Muere la ilustre escri­ ' 1506). En Valladolid
muere el gran navegante. J u a n B. Ambrosetti
tora española.
(1865-1917). Muere el et­
Tomás Campanella (1568 ­
nógrafo y arqueólogo argen­
1639). Muere el autor de "La
ciudad del Sol". tino.
1 O Jorge Cuvier (1769
' -* 1832). Muere el creador
de la anatomía comparada y O Q H . Davy (1778-1829).
de la paleontología. O O Saint Simón (1760-1825) Muere el químico inglés
^ Muere este precursor del inventor de la lámpara de se­
socialismo. guridad para mineros.
H Enrique IV de Francia Víctor Hugo (1802-1865).
(1553-1610). Muere ase­ Muere el genio del movimiento
sinado por un jesuíta el rey romántico francés.
que otorgó la libertad de cul­ OC\ Voltaire (1694 1778).
tos. Muere el gran agitador
-K J o s é de Espronceda de ideas y emancipador de es­
(1810-1843). Muere este píritus.
1 C Pablo del Pozzo Tosca­
- ' nelli (1397-1482). Astró­ poeta representante del roman­ Jorge Plejanov (1857-1917).
Muere este técnico del socia­
nomo famoso. Muere en Flo­ ticismo español.
lisano.
rencia. Isaac Peral (1851-1895).
•K
Esteban Jiménez. En 1930 Muere el inventor del subma­
fallece uno de los fundadores rino. ^ | José Haydn (1732-1809).
del Partido Socialista Argen­ Muere el creador de la
tino. Copérnico (1473-1543). sinfonía y de la sonata.
Muere el autor de la Fenia Chertkoff (1870-1928).
j O P. Beaumarchais (1732 ­ más grande revolución intelec­ Muere la inteligente luchado­
' ® 1799). Muere el celebra­ tual del Renacimiento. ra del socialismo.
Pág. 18 VIDA FEMENINA

Alrededor de un líbr

He saboreado una golosina deliciosa y extraña


Un cuarto propio, de Virginia Woolf, ha pe­ bulosas y en descubierto al porvenir, como ru­
netrado en mi espíritu haciendo cascabelear bricar una modesta, pero efectiva labor termi­
la risa y despertando ecos insospechados de nada, que acredita por sí.
profundo dolor. Estoy en todo de acuerdo con Virginia
Virginia Woolf, escritora inglesa que se ha Woolf; sus ideas claras y ajustadas despier­
impuesto a la crítica europea (se la conside­ tan mi admiración, pero no me preocupa tan­
ra uno de los grandes valores intelectuales to dejar sentado que la mujer hará tales o
¡del momento) escribe sobre un tema siempre cuales maravillas, como verla luchar con bi­
seductor y peligroso siempre, con la soltura zarría por sus fueros de ser humano.
y atrevimiento que se deben tener cuando -s_ La forma en que Virginia Woolf desarrolla
está fir­ s u ale­
m e en gato, sí
una cum­
•" queme
bre.
e n a mora.
Una simpá­
Y me en­
tica sonrisa
amora c o n
la acompaña
un enamora­
a través de ca­
miento que no
si todas las pá­
es por cierto el
ginas, mientras
más recomenda­
recorre l i b r o s ,
ble, porque es in­
compulsa citas y
teresado.
agrupa ejemplos, pa­
E s t o y convencida
ra llegar a la conclu­
que hoy no debiera­
sión de que la mujer
hablarse sino en tono
para escribir novelas,
un poquito zumbón, de
debe tener dinero y ser
estos temas que despier­
dueña de un cuarto pro­
tan siempre la suspicacia
pio —de las horas y del
de los más fuertes.
silencio.
Es atrevida Virginia Woolf;
Es delicioso y extraño este pero yo no creo que nadie
trabajo. Tiene una rara vir­ pueda enojarse con ella; tiene
tud. Simulando llevarnos por " una travesura tan genuina, tan
un camino alisado y florido, al WM natural, que el hombre inteli­
recinto de la alegría, nos enfren­ gente que llegara a disgustarse»;
ta con el dolor; nos distiende los ^ procedería tan ilógicamente como
labios; creemos apresar un eco bur­ ' el presumido que se enfurece con­
lón, y un gemido nos rompe la son- " ' tra la ráfaga de viento que en plena
risa. Es que Virginia Woolf maneja, ' ' arboleda le deshace la prolija cons­
con maestría envidiable, un instrumen- " trucción capilar con que pretendió di­
to eficacísimo: la ironía. Es la ironía la simular la calvicie.
que da encanto y frescura al pleito tan V ' Seguramente que todo lector masculino,'
zarandeado ¿Te la incapacidad intelectual " ' al llegar a la altura de esa sabrosa página
de la mujer. El mayor valor de esta obra sobre los espejos y su utilidad, se habrá
no está, a mi ver, en el concepto, sino en la f sentido malamente aludido. Yo sufro mucho
forma. Y me apresuro a decir que no es con­ al no poderla desmentir a Virginia Woolf;
ceptual su mérito más grande porque en cierto quisiera gritarle que no es cierto, que ningún
modo no me seduce tanto girar por cifras fa­ hombre al mirar a las mujeres tiene • pensa­
MAYO DE 1936 Pág. 19

O de Viirgima Voolf
Para VIDA FEMENINA
mientos tan presuntuosos y poco galantes, pe­ Con mil temores voy a decirles a ustedes
r o . . me falla la voz. que Virginia Woolf asegura que las mujeres
Al liberarse, gracias -a una 'herencia, de la tenemos la anonimia en la sangre.
amargura de tener que ganar el pan de cad;i Traza un cuadro vivido por donde desfilan
día en trabajos tontos y enervantes, cambia las precursoras, de la literatura inglesa, ocul­
su disposición de espíritu. Se dulcifica su al- tándose muchas de ellas en nombres masculi­
ma. Puede mirar con tranquilidad la vida y nos para publicar sus trabajos. ¿Qué le di­
sus problemas, y ya no cabe el rencor—que rán a esta valiente escritora los mil monica­
rencor anidó su alma hacia el hombre egoísta cos que con afán desmesurado se la pasan
—quedan la tolerancia y la lástima. Examina asegurando que la mujer es el bicho más fa­
más profundamente la civilización hecha por tuo, el más ávido de notoriedad de cuantos
él y de su examen después de un año pueblan la tierra? El asunto es peliagudo;
o dos, la lástima y la tolerancia se fueron, y pero los hombres, tampoco aquí, podrán re­
llegó el alivio más grande, que es la libertad futarle nada en tono airado. ¿Es posible eno­
de pensar en las cosas en sí. jarse para replicar a este pensamiento: "Una
de las grandes ventajas de ser mujer es que
¡Feliz y envidiable disposición de espíri­ uno puede cruzarse con una hermosa negra,
tu! Esa libertad de pensar en las cosas en sí, sin desear convertirla en una inglesa?" ¿Pue­
sin padecer del afán de cargarle el mochuelo de criticarse con frase más graciosa, el irre­
a nadie, podría llevarnos a las mujeres a la sistible deseo de posesión del hombre?
tarea de capacitarnos para vivir decorosa­ La escritora que desea un suplemento de
mente, una vida de seres responsables, y a la historia, un libro más modesto para que en
los hombres quizá los llevara a pensar y a él puedan figurar las mujeres sin impropie­
proceder de acuerdo a una realidad que aca­ dad, y sin temor de escandalizar al hombre,
tan alborozados en ciertas ocasiones, mientras es maestra de ironías, vuelvo a decirlo. Pero
en otras hablan cual si la realidad fuera so­ también aseguré que es capaz de enfrentar­
lo construcción mental de solteronas desocu­ nos con el dolor.
padas, histéricas, envidiosas y etc., etc. La Una pena honda y persistente se apodera
cosa en sí: El amor es inconstante, mensura­ de nosotras, mientras caminamos a su lado,
ble y a veces de corta longitud... luego las allí, perdidas en los siglos, buceando en el
mujeres, que aún sueñan con el amor eterno, alma de las aristócratas rebeldes, que gritan
deben sacudirse el polvo de los ojos, alisarse su indignación, mientras se esteriliza el talen­
la mente y disponerse al trabajo, para no te­ to. Las mujeres viven como murciélagos o le­
ner que lamentar dos tragedias: la sentimen­ chuzas, trabajan como bestias, y mueren co-
tal y la económica, cuando su dueño y señor Jmo gusanos, apunta Margarita de New-Cas­
les confiese patéticamente que ellas ya no lo tle, mientras una carcajada burlona le rom­
comprenden y que en vista de la incompati­ pe la pluma. Angustian la cobardía muy ex­
bilidad de caracteres, él se ha visto en la ne­ plicable de Dorotea Osborne, y la visión de
cesidad de buscar otro refugio espiritual. Y las hermanas Bronte, escondiendo su talento
los hombres, en gracia a la indiscutida caba­ cual un pecado. ¡Dichoso pecado! De cuantas
llerosidad, de la que son depositarios desde imbecilidades eres cómplice! La ironía per­
los milenios de los milenios, pensando sólo fuma un espeso légamo de injusticias y mi­
en las cosas en sí, —debieran facilitarles a serias.
las mujeres los medios de emancipación total. Es muy hermoso escribir así, como Virgi­
Debieran pensar que el amor ta) vez ganara nia Woolf. Penetrar como ella en las negru­
una vez separado de la necesidad; siempre ras de la historia, ir documentando una te­
lucirá mejor un Don Juan a quien no ayuda rrible y persistente injusticia, con los labios
el oro; será más romántico. (Sigue en la pág. 21).
Pág. 20 VIDA F3MENINA

S EA lo que fuere, no. pude dejar de pen­ sificador de lana. Dijo a gritos que odiaba el
sar, mirando las obras de Shakespeare en matrimonio, y su padre la azotó severamente.
el estante, que el obispo tenía razón: hubiera Entonces dejó de reñirla. Le rogó que no lo
sido imposible, completa y enteramente impo­ disgustara y no lo avergonzara en aquel asun­
sible, que una mujer compusiera las piezas de to del casamiento. Le daría un collar de cuen­
Shakespeare en el tiempo de Shakespeare. Ima« tas y una linda enagua, le dijo; y tenía lágri­
guiemos, ya que los hechos son tan difíciles de mas en los ojos. ¿Cómo desobedecerla? ¿Cómo
atrapar, qué hubiera sucedido si Shakespeare, partirle el corazón? La fuerza de su vocación
hubiera tenido una hermana, maravillosamen­ la impulsó. Hizo un atadito • de sus cosas, se
te dotada, llamada Judith, supongamos. Sha­ deslizó una noche de verano por una cuerda
kespeare iba, es muy pro­ y tomó el camino de Lon­
bable —su madre era una dres. No había cumplido

SUR
heredera— a un liceo, aún diecisiete años. Los
donde aprendería latín pájaros que cantaban en
—Ovidio, Virgilio y Ho- los cercos no eran más
racio— y los elementos musicales. Tenía la más
de la gramática y de la pronta imaginación, vux
lógica. Era, quién no lo ha publicado en sus números 15, 16, don como su hermano pa"
w
sabe, un muchacho travie- 17 y 18 la traducción del libro UiN
CUARTO PROPIO" de Virginia Wolf. ra la música de las pala­
so que robaba conejos, De esta obra, joya de humorismo y ex bras. Como él, tenía in­
tal vez mató un ciervo y ponente de pensamiento p.rotfurcdo, re­
producemos una de sus más exquisitas clinación por el teatro. Se
tuvo, antes de lo debido, divagaciones: SI SHAKESPEARE HU- paró en la puerta del
que casarse con una mu- BIERA TEMIDO UNA HERMANA.
teatro; dijo que quería
jer de la Vecindad, que
representar. L o s hom­
le dio un hijo, también antes de lo debido. bres se le rieron en la cara. El empresario —un
Esa aventura lo llevó a Londres a buscar fortu­ hombre gordo de labio caído— soltó la car­
na. Tenía, parece, inclinación por el teatro; cajada. Rezongó algo sobre perros bailando y
empezó cuidando caballos en la puerta. mujeres representando -—no hay mujer, /dijo,
Pronto consiguió trabajo en el teatro, tuvo que pueda ser una actriz. —Insinuó— lo que
éxito como actor, y vivió en el centro del uni­ ustedes imaginan. Ella no tenía dónde apren­
verso, frecuentando a todo el mundo, conocien­ der. ¿ Podía acaso buscar su comida en una ta­
do a todo el mundo, ejerciendo su arte en las berna o rondar las calles a, medianoche ?
tablas, ejercitando su agudeza en las1 calles, y iSin embargo, su inclinación era novelís­
haciéndose admitir hasta en el palacio real. tica y requería alimentarse infinitamente de
Mientras tanto, su bien dotada hermana, su­ vidas de hombres y de mujeres y del estudio de
pongamos, se quedaba en casa. Era tan audaz,
sus modos de ser. Al fin —porque era muy
tan imaginativa, tan impaciente de ver el mun­
joven, muy parecida de rostro a Shakespeare
do como él. Pero no la mandaron a la escue­
el poeta, con los mismos ojos grises y las cejas
la. No tuvo oportunidad de aprender grama
arqueadas —al fin Nick Greene el empresario
tica y lógica, menos aún de leer a Virgilio y
se apiadó de ella; un buen día, se encontró
Horacio. Hojeaba de vez en cuando un libro,
encinta y entonces— ¿quién medirá el calor
uno de su hermano, quizá, y leía unas cuantas
páginas. Pero entonces, venían los padres y y la violencia de un corazón de poeta, arrai­
le decían que fuera a zurcir las medias o aten­ gado y envuelto en el cuerpo de una mujer?—
diera el guiso y no malgastara su tiempo con, se mató una noche de invierno y yace • ente­
libros y papeles. Le hablarían claro pero bon­ rrada en alguna encrucijada donde ahora se
dadosamente, porque eran personas de peso que detienen los ómnibus frente al Elefante y el
sabían las condiciones de vida propias de una Castillo.
mujer y querían a ,su hija. En verdad, lo más Así, más o menos, hubiera sido la historia,
verosímil es que la adorara su padre. me parece, si una mujer en tiempo de Shakes­
Quizá garabateó algunas páginas a escondi­ peare, hubiera tenido el genio de Shakespeare.
das, en el desván de las manzanas, pero tuvo Pero ,,por mi parte, estoy de acuerdo con el
buen cuidado de esconderlas o prenderles fue­ finado obispo, si obispo era, —es inconcebible
go. Sin embargo, antes de los veinte años, de­ que una mujer en tiempo de Shakespeare hu­
cidieron comprometerla con el hijo de un cía­ biera tenido el genio de Shakespeare. Porque
MAY O D E 1936 Pág. 21

el genio de Shakespeare no nace de gente de ciones populares canturreándolas a sus hi­


trabajo, ineducada y servil. jos, distrayendo su labor o las largas noche»
No nació en Inglaterra entre los sajones y de invierno.
los britanos. —No nace hoy entre la clase Esto puede ser falso o ser verdadero —
obrera. ¿OSmio, entonces, pudo haber nacido ¿quién lo resolverá?— pero lo que tiene «le
entre mujeres cuyo trabajo empezaba, según verdadero, me pareció, revisando la historia
el profesor Trevelyan, casi antes de abán,donar
de la hermana de Shakespeare como yo la
la nursery y al que estaban forzadas por sus'
hice, es que una mujer nacida con un gran
padres y por todo el poder de la ley y del há­
talento en el siglo XVI se hubiera enloque­
bito ? Sin embargo, alguna especie de genio de-
cido, se hubiera tirado un balazo, o hubiera
be haber existido entre las mujeres y debe ha­
acabado sus días en una choza solitaria, fue­
ber existido entre las clases trabajadoras. De
ra de la aldea, medio bruja, medio hechicera,
vez en cuando luce una Emilia Bronté o un
Roberto Burns y prueban su presencia. Pero burlada y temida. Porque no se precisa mu­
sin duda nunca llegó a la estampa. cha habilidad psicológica para saber que una
muchacha de altos' dones que hubiera inten­
Cada vez que uno lee de una bruja tirada tado aplicarlos a la poesía, hubiera sido tan
al agua, de una mujer poseída por ios demo­
frustrada e impedida por el prójimo, tan tor­
nios, de una curandera vendiendo hierbas y
turada y desgarrada por sus propios instin­
aun de la madre de un hombre célebre pien­
tos contradictorios, que debía perder su sa­
so que estamos en la pista de un novelista, un
lud y su cordura. Ninguna muchacha pudo
poeta abortado, o una Jane Austen muda y sin
haber caminado hasta Londres y esperar en
gloria, una Emily Bronte rompiéndose los se­
sos en el páramo o recorriendo con desola­ las puertas de los teatros y abrirse camino
ción los caminos, trastornada por la tortura hasta el empresario sin hacerse violencia y
de su genio. Me atrevo a adivinar que Aló­ sufrir una angustia quizás irracional —por­
nimo, que escribió tantos poemas sin firmar­ que ía castidad puede muy bien ser un fetiche
los, era a menudo una mujer. Fue una mu­ inventado por ciertas sociedades por razones
jer, me parece que Edward Pitz Gerald lo desconocidas —pero no por - eso menos in­
sugirió, la que compuso las baladas y las can­ evitable.

ALREDEDOR DE UN LIBRO DE VIRGINIA WOOLY

{Viene de la pág. 19)

florecidos en sonrisas. Es muy hermoso; pa­ las largas horas de trabajo oscuro que rea­
ra hacerlo se necesita pensar en las cosas en lizan las hermanas campesinas, y las herma­
sí, — enterrar muy hondo la amargura, es­ nas de la ciudad, con los músculos cargados
piritualizar al máximum el sentimiento ma­ de cansancio y las mentes cercadas de pre­
ternal... y tener mucho talento: en resumen, juicios, prejuicios que alimentan cuidadosa-­
(muy poco se necesita. mente no sólo los reaccionarios. Así debiera
En las primeras páginas de su magnífico escribirse, para grabar en el alma de todos, y
libro, nos dice que Ja, belleza del mundo que en especial de los jóvenes que sueñan con un
está a punto de perecer, tiene dos filos, uno mundo mejor, que las conquistas espirituales
de risa, otro de angustia, partiendo en dos el que a ellos los ennoblece, nunca van a envi­
corazón. lecer a las mujeres. Así debiera escribirse pa­
Así es un cuarto propio, y porque es así, ra alejar a los inexpertos de un horrible pe­
será más eficaz. ligro, del peligro tremendo e inminente de
Así debiera escribirse haciendo resaltar el imitar a los curas en aquello tan resabido de
dolor de todas las mujeres que en el mundo confesar sin palabras: haz lo que yo te digo,
arrastran sus cuerpos llagados en un merca­ pero no lo que yo hago.
tío infamante; de todas las malas mujeres, Así debiera escribirse, y así debiera tra­
malas porque quedaron con un hijo ilegíti­ bajarse : sonriendo siempre, Tiasta cuando nos
mo en los brazos, hijo de un padre no siem­ roza el insulto.
pre capitalista, ni necesariamente reacciona­
rio. Así debiera escribirse, contando a todo? María L. P->r"vndo.
Pág. 22 VIDA FEMENINA

Los "HuasípiingOs" (Viene de la pág. 13)


•haciendo alarde de una bravura sin igual, Cuando José Fucks y Humberto Beghin
hasta que su sangre alimentó el caudal del descubrieron el yacimiento petrolífero el 13 de
río, mudo espectador de la masacre. diciembre de 1907 el pueblo fundado por
Los galeses que realizaron la conquista pa­ ¡Francisco Ejietroblelílj., del más oscuro anoni­
cífica del C'lrabut en 1865, a causa de sus mato, pasó a la fama mundial. Y cuando la
¡principios religiosos que observaban riguro­ Standard Oil, la Astra, Y. P. F., la Cía. Fe­
samente, no mezclaron su sangre con las del rrocarrilera de Petróleo, Cía. Diadema Ar­
indígena, pero los españoles, rusos, turcos, gentina, Itaca, etc., se posesionaron de la ri­
italianos, etc., que llegaron después, buscaron queza fabulosa que encierra esa tierra árida
ansiosos las pocas mujeres y formaron el ho- y desnuda, el mundo oficial y altas persona-

Una vivienda aborigen, considerada confortable, en la zona cordillerana.

gar que obliga al enraizamiento. Los indíge­ lidades, nacionales y extranjeras, tuvieron la
nas varones, se vieron privados de su elemen­ curiosidad de visitar y observar el mecanis­
to y no fueron a buscar otro. Así, el problema mo de la explotación del mineral, pero se ma­
del celibato se iba ^gravando, hasta que ad­ rearon con la altura de las torres y con los
quirió carta de ciudadanía en la Patagonia. ríos de "oro negro" y al volver, sólo se acor­
El elemento extranjero afluía cada vez más: daron del millón de metros cúbicos de petró­
Comodoro Eivadavia fue el gran imán. Y leo que producen anualmente los pozos en ac­
cuando la antigua rada de Tilly, se transfor­ tividad y de los ciento cincuenta millones de
mó en el gran puerto comercial que enviaba pesos que producen esos productos. Es un mo­
a todo el país el "oro negro", los tratantes tivo de justo orgullo, lo reconozco, pero hay
de blancas vinieron a "solucionar" el proble~ otras cosas que oscurecen ese brillo, ese res­
ma del celibato, en esa región, y se extendie­ plandor. Comodoro Rivadavia tiene una po­
ron hasta conquistar la mayoría de las plazas blación "flotante", inestable, que puede
en los pueblos de la costa. calcularse en un tercio del total. Esa pobla­
ción, más la juventud y el elemento aborigen
Veamos el caso de Comodoro Eivadavia. que llegan desde largas distancias para cum­
MAYO DE '198 6 Pág. 23

plir con sus necesidades fisiológicas, han he­ las grandes distancias que deben salvar loa
cho posible el comercio fructífero de los enfermos, hacen que un noventa por ciento
prostíbulos. NO SE CUBE, i Hace falta agregar que los
Los gangsters criollos, los caftens, o dicho casados, contagiados, enferman también a la
sencillamente, los tratantes de blancas, se fro- mujer? Y los hijos de esos matrimonios ipue-
tan las manos de contento: en Comodoro Ri­ Iden constituir la levadura que necesitamos
vadavia pueden comerciar 300 prostitutas. para formar el gran pueblo de mañana?
Quien sabe mirar, quien quiere ver, compren­ Los extranjeros, en su gran mayoría, recu­
de lo que significan\300 prostitutas para un rren al médico, pero los indígenas no. Los
pueblo pequeño. Significa que muchos hom­ indígenas ni tienen fuerza de voluntad ni di­
bres son célibes, qua no pueden constituir nero para afrontar la voracidad de los gale-
un hogar porque ganan salarios miserables; nos patagónicos, que viven aquí todavía en
significa que las enfermedades venéreas dege­ la edad de oro.
neran un preciado valor humano. Y ese mal El problema de los hombres célibes, es un
se agrava aun más con la falta de asistencia problema serio y tiempo es ya que nuestros
médica. El territorio del Chubut, con sus 225 estadistas lo aborden con alto espíritu para
mil kilómetros cuadrados y 50 mil habitantes, darle una solución conveniente. Nosotros so­
sólo tiene consultorios médicos en ocho loca­ mos un pueblo joven, en plena formación y
lidades o siete de los quince departamentos debemos cuidar la base. ¡Que las generacio­
•en que se divide políticamente, algunos de nes futuras no nos echen, en cara taras ra­
ellos más extensos que la provincia de Tucu­ ciales !
mán. La falta de médicos, por una parte, y Chubut, abril de 1936.

LA SALUD Y LA HERENCIA

(Viene, de la página 15)


res españoles —funesta conse­ mann permitieron el diagnós­ duce, su tratamiento. No esta­
cuencia de su sed de oro— y tido de la enfermedad, aun mos desarmados como ante
por ellos al resto de la pobla­ cuando sus lesiones aparentes otras enfermedades terribles,
ción europea con una virulen­ hayan desaparecido. el cáncer, por ejemplo, cuyo
cia extraordinaria, como toda avance ño podemos detener. Si
enfermedad nueva que encuen­ la sífilis no desaparece rápida­
tra hombres sin inmunización. mente sólo podemos culpar de
ello a la ignorancia general de
El conocimiento real de la
los pueblos y a la incapacidad
enfermedad es una victoria del
de sus dirigentes. Si estos re­
laboratorio. Fue un eminente
solvieran gastar en la lucha
bacteriólogo, Schaudinn, quien
contra la sífilis lo que se pierde
descubrió, en 1905, su agente
en un año, en un solo país,
productor. Se trata de un or­
para la preparación de la gue­
ganismo de los más simples,
rra, la enfermedad desapare­
formado por un cuerpo celu­ El treponema pallí'dum o espiro­ cería, prácticamente, de los
lar alargado y quebrado que queta de la sífilis, tal como pue­
le ha hecho dar su descu­ países civilizados.
de verse en una preparación mi­
bridor el nombre de "espiro­ croscópica, aumentado 1000 veces En nuestro próximo artícu­
queta". Su inoculación a los lo hablaremos de las vías de
monos, debida a Metchnikoff Poseemos, pues, un conoci­ penetración del espiroqueta
y Roux demostraron el meca­ miento casi completo del mal: pálido, las lesiones que produ­
nismo de la inoculación y más su agente, sus vías de pene­ ce y las fases de la enferme­
tarde los trabajos de Wasser- tración, las lesiones que pro- dad.

L M R I R
l'ág. 24 VIDA FEMENINA

E.L, SUENO DEL CAPITALISMO

EL MUÍS
Desde entonces, cada 1? de Mayo es
una afirmación de propósitos pacifis­
tas y democráticos. La evolución del
capitalismo ha creado la enfermedad
mundial de la desocupación; el des­
equilibrio económico y la neurosis de
la guerra han enquistado en el gran
cuerpo social de las naciones euro-
peas el cáncer de las dictaduras. Y
las masas conscientes, amenazadas
por los tres flagelos hermanos de ori­
gen: el hambre por taita de trabajo,
el látigo del déspota o la muerte en
un nuevo incendio bélico, unen cada
año sus anhelos con motivo de lo que,
sin intención irónica, seguimos lla­
mando la Fiesta del Trabajo.
También este año, en el mundo en­
tero, sin exceptuar nuestra Argentina
donde los males denunciados toman
la ¡nrma más acentuada de amenaza
contra la democracia, los obreros han
alzado su voz por la paz y la segu­
ridad de un libre desarrollo institucio­
nal y económico.

EL CAPITALISMO EN GUERRA
El artífice de la sociedad moderna,
el arquitecto del mundo de la produc­
ción y el intercambio por el IUCTO sin
limites, el capitalismo de las conquis­
tas coloniales, de la sed de mercados
y de las luchas titánicas por la pose­
sión del poder bajo forma de petróleo,
de cobre o de algodón, está gravemen­
te enfermo. Sus médicos de cabecera
Do dan con el remedio. El capitalismo
1v DE MAYO está en iquiebra. Y a medida que vencen los
plazos que le son otorgados para poner sus co­
D&sde el año 18-90, en que el mundo obrero in­ sas en orden, ¡puadte advertirse que su situación
ternacional paralizó el trabajo el día 1? de Mayo empeora.
para reclamar de los poderes públicos la jornada El sistema de producción y reparto que "ha im­
de- 8 horas y otras mejoras, la clase trabajadora plantado la burguesía tenía por misión imponer el
celebra esa fecha, dándole de un año a otro un sig­ reino de la abundancia sobre la tierra. La máquina
nificado distinto. Siendo la meta final siempre la creada y desarrollada por el hombre de la oficina
misma, la liberación del proletariado de Jas garras o del taller debía ser la bendición de los hogares.
del capital, los acontecimientos imponen de uno a El invento que centuplica la productividad de la
otro año acentuar la acción en determinado sentido fuerza humana de trabajo debía redimir la raza
y estimular el esfuerzo proletario contra un baluar­ del homo sapiens de todas las servidumbres y ne­
te dado, de los muchos que la economía y las ideo­ cesidades de épocas remotas. Pero fue lo contra­
logías burguesas tienen todavía en pie. rio. Con graneros en que se pudre el trigo y depó­
Poco antes de la gran guerra, en Basilea se efec­ sitos en que se estancan una infinidad de mercan­
tuó un congreso de la Internacional Obrera Socia­ cías por falta de compradores, la miseria y todas
lista con miras a poner diques al peligro que ame­ sus taras son mayores que nunca. El hambre como
nazaba. Fueron denunciadas las maniobras de las efecto de la plétora es la contradicción que está
cancillerías europeas y los trabajos subterráneos matando al mundo económico actual.
de los magnates del mundo económico. La resolu­ Doctores tiene la santa Iglesia para explicar to-
ción aprobada era un llamamiento a los proletarios dos los milagros. En el templo del capital buscan
y socialistas de todos los países "para "oponer al en vano los sabios de la economía ortodoxa la ex­
mundo capitalista de la explotación y del crimen plicación y el remedio de esa enfermedad. Pero la
las masas del mundo proletario d& la paz y de la bancarrota es irremediable, puesto que los acree­
unión de los pueblos". dores aumentan de continuo. En la inmensa fábri­
El conflicto de 1914 envolvió en un remolino de ca social, que abarca el taller, el campo, la tienda,
odios todas las decisiones pacifistas. Y después de y hasta la escuela y el aula de la universidad, re­
la tragedia, viendo naufragar todas las esperanzaos suena la múltiple voz de las victimas y los des­
de un mundo mejor fundado en la promesas de los contentos. El capitalismo no puede satisfacer la
gobernantes, los pueblos volvieron a sus bregas monstruosa suma de la deuda exigible de bienes­
ideales por salir del infierno de su existencia de tar humano, por cuyo pago claman millones de se-
explotados y de eternos candidatos a instrumentos res que han aprendido su derecho a vivir con ple­
me:.inico£ í 3 futuros conflictos. nitud y dignidad.
M A Y O D E 19 3 6 Fág. 25

IDO ESTA ENFERMO


sión de simples elementos del cuerpo orquestal.
¿Hay medios de curación? Tü«m como les mandan; es decir, qu<; aumentan
.sus presupuestos de guerra para ponerse a tono
con los dictadores.
Los reyes del mundo son los fabricantes de ar­
Para VIDA FEMENINA mas. Tienen constantemente repletas sus carpetas
ele pedido. Aumentan sus dividendos. V, cosa tris­
te: la población amenazada quiere participar en
las ganancias. En Inglaterra se han hecho reve-
LA MEJOR INDUSTRIA, LOS ARMAMENTOS laciones sensacionales. El que es dueño de 20 li­
bras esterlinas adquiere, si puede, una acción de
Pero no es la penuria en plena abundancia la vábrica de armas. Es la mejor inversión. Y los
mayor contradicción de este mundo. En rigor, den- sacerdotes de las diversas iglesias del Reino Uni­
tro del mecanismo de la producción capitalista, do son los más afanosos en esa pesca.
donde sobra la mercancía útil el mendigo recibe ¡Y los pueblos siguen clamando que no quieran
unas migajas. Pero las naciones -del

mundo, y especialmente las de Euro-

pa, se encaminan a pasos gigantescos SIEMPRE ACTUAL

hacia un estado de preponderancia de

la producción inútil. Es la era de la

fabricación de armamentos y municio­

nes. Todavía hay llanuras en que ma­

duran ei trigo y el maíz, campos en

que se prepara el ganado para los di­

videndos de los grandes frigoríficos.

•Pero esto ya va. resultando lo acceso­

rio. En el mundo capitalista de hoy

las naciones viven y trabajan para la

guerra. Y esto es el triunfo de la pro­

ducción improductiva.

¡La preocupación esencial de los go­

biernos es aportar dinero para cons­

truir cañones, aeroplanos militares y

preparar la defensa contra la guerra

química de mañana. El campesino que

produce el cereal y el obrero que ela­

bora el alimento y .confecciona el ves­

tido son un apéndice. Sudan impues­

tos para el cuartel y el fabricante de

armas. Poco a poco los presupuestos

de guerra van invadiendo todos los

demás renglones de la ley de gastos

en cada país. Y en esta danza maca­

bra de millones de millones para ar­

mas, explosivos, aparatos contra los

gases y obras de defensa militar y de

amparo a la población, se van sumer­

giendo la razón, el bienestar y la sa­

lud de los pueblos.

Treinta millones de liras por día


cuesta a Mussolini la guerra de Áfri­
ca. Para ganar esas sumas, el pobre
labriego italiano que mata un .cerdo
paga un impuesto de quince liras por
kilo. Y todo anda por el estilo bajo
el cielo de la hermosa península. (La
Alemania de Hitler va a tener tres
mil aeroplanos modernos para la pró­
xima empresa de muerte; pero es un
sacrificio que suprime la manteca y
la leche de los hogares. El tercer
Reich ha vuelto a conocer en plena
paz los horrores de las privaciones
originadas por el bloqueo de la gran TRATADO DE iLETRAN
guerra. A eso llama Hitler trabajar
por el "honor" del pueblo alemán. EL PAPA. — Coloco sobtfe tu cabeza eil ha'o de santidad.
Y en la desentonada orquesta de las M U S Í S O I L I N I . — Y yo te corono como el sagrado defensor 'del fas­
naciones europeas, esos dos energú- cismo, amante de la paz.
menos son los que tienen la batuta.
(De "Nutonknik.n-" de Ánvsterdam. 1!>2;))
Las demás luiciones dan I • ir.in >
Pag. 26 VIDA FEMENINA

guerra! ¿Pero acaso esto no es ya la guerra, o algo rra. Expresado en otra forma: la paz garantizada
peor que la guerra, puesto que no tiene fin? por los cañones y por la terrible potencia aniqui­
ladora de los gases.
¿Y LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES?
No es ironía sostener que hasta hoy, la Socie­
dad de las Naciones no ha hecho más que enca­
Este sueño del gran niño ingenuo que fue Woo­ minarse hacia este ideal, y que loa fabricantes de
drow Wilson se está desgarrando. La Sociedad de armas deben estarle profundamente agradecidos.
las Naciones se ha levantado un nuevo palacio en Los fracasos de la conferencia del desarme han
Ginebra. Los empleados de esa institución son los sido triunfos para los accionistas de las Vickers
únicos que no hacen huelgas. Un funcionario de y las Grandes Forges del mundo.
tercera categoría de esa gran institución gana más
que un ministro de cualquiera pequeña nación del
norte de Europa. Esta monumental burocracia fun­ ¿CUÁNDO SERÁ EL DESQUITE?
ciona normalmente. ¡Pero no pacifica el mundo!
Si el Japón pudo realizar sin tropiezos sus pla­ El error más grave en estos momentos consiste
nes de conquista en el extremo Oriente, si la gue­ en fomentar la ilusión de que esta situación tiene
rra del Chaco pudo durar dos años y medio; si Ita­ arreglo. La única táctica inteligente consistiría en
lia pudo llevar la guerra a Etiopía; si Alemania demostrar que la nave se hunde sin remedio; que
pudo romper el pacto de Locarno, garantizado por no valen remiendos a tablas podridas; que lo único
la Liga; si Austria, imitando a Alemania, puede conducente es el hundimiento y la renovación.
volver al servicio militar obligatorio y si Turquía Si pudiese caber la esperanza de que las nuevas
puede fortificar nuevamente los Dardanelos, salta generaciones de estadistas serán capaces de enca­
a la vista que la Sociedad de las Naciones no es minar mejor a las naciones, podríamos aconsejar
más que un nombre. paciencia a las masas dolientes. Pero la experien­
Las grandes tenidas de Ginebra tienen extraor­ cia está hecha. Sin recurrir a citas de grandes
dinaria resonancia. Algunas de ellas son muy dra­ maestros podemos decir que en el régimen capi­
máticas y ofrecen oportunidad de lucimiento a los talista, la política general obedece a móviles ca­
grandes actores de la política internacional. pitalistas. Producción con fines de lucro, compe­
Briand pronunció allí algunos de sus mejores dis­ tencia en la conquista de mercados, imperialismos
cursos. Los historiadores que se encarguen de la económicos, guerras coloniales, guerras de arance­
biografía de Paul Boncour, de Laval, de Samuel les, nacionalismos intransigentes, educación chau­
Hoare y de Edén tendrán que buscar los elemen­ vinista y, a la postre, cañones, aeroplanos, alma­
tos de su trabajo en los archivos de Ginebra. ¡Pa­ cenaje de explosivos, presupuestos bélicos que ter­
labras y buenas intenciones! La paz colectiva y minan por absorber las mejores actividades, y más
la política de seguridad defendida en Ginebra, has­ allá, cuando la atmósfera se hace irrespirable, la
ta ahora aumentó las bayonetas. ansiosa espera y, cosa realmente monstruosa, el
deseo de que la guerra estalle de una vez para
El mayor peligro que amenaza a los pueblos es acabar con la intolerable pesadilla, o tal vez para
que, efectivamente, se llegue al statu quo, a la llegar, finalmente, a un final decisivo.
"seguridad" de cada nación en sus fronteras, pero
de acuerdo al credo de los que proclaman la gue­ Tal cual están las cosas, todo jndica que éste
rra de esencia divina, o sea, la paz considerada co­ lia de ser — por lo menos en Europa — el desquite
mo" un estado de preparación perpetua para la gue- de los pueblos.

A R T U R O H A V A UX

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MAYO DE 19 36 l'&K. 27

Las Encantadas
Por CONCEPCIÓN DE VILLARREAL

Con un cálido mensaje de simpatía, sas únicas del aparente desnivel biológico de la
lia llegado a VIDA FEMENINA el li­
bro "Las encantadas", de Concepción mujer están en la renunciación ,obligada y en
de Villarreal. la abstracción de la mujer a la pasividad.
Cada capitulo plantea problemas,
aclara conceptos o establece verdades. A la mujer, desde pequeña se le cuida y
Glosa la vida de esclavitud más o
menos dorada que ha debido llevar la, trata como muñeca y se la rodea también de
mujer, y ridiculiza muy bien la fra­ muñecas (semblanzas de los hijos futuíros);
seología estúpida que suena para mu­
chos como verdad intocable. después se la trata como niña, y al último co­
¡Es otra voz amiga que nos honra mo sierva. La mujer pasa así de un señorío
uniéndose a la nuestra. Es la voz de para entrar en otro: el del padre, el del ma­
una mujer joven, que dice con calor
aquello que supo meditar con hondura,. rido, el del dictador.
Reproducimos hoy un fragmente de!
capítulo "Magias para ellas". El dictador político es quien la esclaviza do­
blemente. No sólo le niega los derechos cívi­
cos, sino que se impone en el matrimonio y
El matrimonio no es lo que debía de ser: hasta en la natalidad. A gusto del dictador,
armonía humana, superación de la especie. las mujeres se casan y tienen más o menos
La mujer tanto en el matrimonio como en la
vida ha estado aplastada por una dictadura ne­
fasta, más que para la misma mujer, pana la
Humanidad. La Humanidad, hasta hoy, no ha
recibido grandes aportes en su evolución y pro­
ceso, por parte de la mujer. Son muy pocas las
que han sumado su contingente social a las
conquistas humanas; cosa que no ha sido por
falta de ecuanimidad con el hombre, sino por
falta d'e libertad.
Físicamente, hombre y mujer tienen iguales
capacidades. El cerebro, las energías y el es­
píritu, son los mismos. Sólo, que la mujer se
encuentra atrofiada por el medio enclenque en
que se ha desarrollado, por el separatismo a
que se la ha condenado, por la usurpación del
dominio en la actividad funcional. Si fuera
biológicamente inferior al hombre no podría
dar hombres fuertes y capaces, y el genio del
hombre naufragaría en su maternidad. La co­
rriente de sangre, la longevidad y fuerza, son
ecuables en los dos. La mujer débil no da hi­
jos y si los da son raquíticos y degenerados.
Además, la inferioridad1 biológica nada más en
la mujer tiene apariencias de existir, cosa que
debe tener sus causas, pues en las especies ani-
males no existe diferencia ni en fuerza ni en
resistencia ni en bravura, entre machos y hem-
bras. Las mismas jornadas que hace un came­
llo macho, las hace una hembra; el mismo tiro
de un caballo, es el de una yegua; tan bravo
es c.\ tigre como la tigresa; etc., etc. Las cau­ CONCEPCIÓN DE VILLARREAL
28 VIDA FEMENINA

hijos. Mussolini so lia. interesado vivamente nes la mujer se esfuerza y se sacrifica "heroi­
por que la mujer italiana dé el mayor número camente" ciando d« manera ineludible su tran­
de hijos a la patria, por que mientras más sol­ quilidad, su salud y su vida. Y después ya de
dados tenga -Mu.ssolini a su disposición, más exprimida, de tiranizada y crucificada por el
seguridad tienen el fascismo y la dictadura. inhumano exceso de maternidad, d'e servidum­
bre y esclavitud, el mito humano levanta un
Y así, la mujer es utilizada como máquina templete para glorificar el espectro que queda
de guerra, como incubadora de guerreros faná­ de la pobre madre.
ticos, condenada por ello a desmedrar su salud
El hombre exige ocho horas de trabajo por­
y a agostar todas sus energías amamantando
que necesita descanso para rehabilitar sus ener­
docenas de hijos y trabajando sobrehumana y
gías naturales, y si él necesita limitar a jus­
esclavizadamente para la manutención y cui-
ticia y por ley biológica sus jornadas, también
dado de ellos.
lo necesita la mujer. Y para la madre que tie-
¡ Ah! Si la maternidad en ella es soberana, ne muchos hijos, no hay horario, ni protestas,
su naturaleza es sagrada. La mujer podrá ser ni descanso. Termina el día y sigue con la no­
madre cuando pueda, siempre que la suficien­ che, parte a veces por el trabajo y parte por
cia de su vitalidad y de sus aptitudes indivi­ los cuidados a los hijos. ¿Es humano?, ¿justo?
duales y económicas se lo permitan. De lo con­ Nunca desde el punto de vista que atenta con­
trario atentará contra su naturaleza y con­ tra la naturaleza de la mujer y después contra
tra la naturaleza de sus hijos, contra su vida su libertad.
y contra la vida y destino de sus hijos. La ignorancia, el varón, la sociedad, los fa­
La religión, como la dictadura, ha sido una natismos, la dictadura... ¡todos!, tiranizan así
ley imperiosa que exige el libre curso de la na­ a la mujer teniéndola en un estadio represivo
talidad. Ha encaminado a la esposa para que del que no sale jamás.
tenga los hijos "que Dios le quiera dar", por­ La Humanidad necesita una mujer fuerte, li­
que "el matrimonio se instituyó para tener hi­ bre y consciente de su maternidad.
jos", Y por eso viven por allí, por todos los La riqueza de los pueblos no está en la abun­
pueblos, millones de mujeres pobrísimas carga­ dancia de la población, sino en la categoría
das de numerosa progenie (que a mayor pobre­ humana de ella; y el ascenso de categoría en la
za, mayor número de hijos), para quienes el ma­ población sólo se consigue con una maternidad
rido es insuficiente para bastar los apremios de menor más consciente y eficaz por menos gra­
tantas bocas y de tantos cuerpos; y para quie­ vosa y más humana.

¡OTRA GUERRA!

Es inminente el estallido de otra guerra, más ¿ Cuál es la pasión bastardé que lo subyuga
horrenda, más monstruosa si cabe que la del y domina?... que impelidos por esa fuerza mis­
año 1914, dados los adelantos de la técnica de teriosa rueda al más negro de los abismos,
los elementos de destrucción y de matanza; a arrastrando en la pendiente fatal a los pueblos
cuya sola id'ea, aterradas, las madres estrechan obtusos y enceguecidos que se entregan sumi­
a los hijos contra su corazón como para librar­ sos, como se entregaban las víctimas inocentes
los de las garras de los desalmados, que ven­ en tiempo de los bárbaros, para ser inmoladas
drán a arrebatárselos del hogar, apenas ado­ en los altares paganos en holocaiisto a los fal­
lescentes, para mandarlos a los mataderos en sos dioses.
los frentes de batalla. Antorcha soberana del socialismo, inunda
¡Inhumanos! ¿Qué malón infernal trabaja en con tu luz los cerebros ilusos, penetre tu fue­
la sombra, para trastornar hasta tal punto el go sagrado en lo más hondo de los corazones
cerebro de los hombres que rigen el destino para salvar a la humanidad de la hecatombe.
de las naciones? i Ojalá que no sea tarde!

C A R M E N C A S T R O

M A Y O I) K 1 9 3 tí Pág. '¿'.i

VOCES

Los de arriba: Mas armamentos—


nuevos conflictos armados — ¡¡Buen
año!!
Los de ahajo: ¡ Abajo la guerra!
¡ Abajo la guerra!
i'áK. 30 VIDA FEMENINA

Protección
a la
Maternidad
Por

JOSEFINA

MARPONS

A medida que el Partido Socialista avanza Cuando la mujer pase a ser otra cosa que un
en su campaña de ilustrar al pueblo y agita ser socialmente indefenso que los patrones con­
el ambiente tratando de llevar a las concien­ vierten en competidor de los trabajadores, ya
cias la afirmación de un posible equilibrio so­ que realizan idénticas labores por menor sala­
cial, aparece todo el absurdo de que las mu­ rio ; cuando existan leyes que contemplen las ne­
jeres se encuentren desposeídas de derechos po­ cesidades especiales de la obrera, aun quedará
líticos. Problemas económicos, problemas edi­ una importante parte de la población eterna­
licios, problemas gremiales, nada desinteresa a mente privada de la atención de los políticos
la mujer. Pero la mujer no puede intervenir criollos, porque nunca constituirá material elec­
en eso por acuerdo tácito de los partidos que se toral : me refiero a los niños.
han sucedido en el gobierno. Y la falta de prác­
tica de los deberes de la ciudadanía mantiene Es una verdad indiscutible que el porvenir
a la mujer alejada del terreno político. Jamás de los niños es el de las generaciones venide­
habrían llegado a adquirir conciencia cívica los ras; por eso, al cuidarlos, se cuida el porvenir
hombres sin el ejercicio del sufragio obligatorio. del país. De ello se deduce que correspondería
La mujer debe votar. a los gobiernos ocuparse de la infancia de una
Sólo cuando cada mujer represente un voto manera eficaz. No puede tratarse este tema sin
podrá tratarse seriamente de obtener iguales empezar afirmando que la- mejor forma de de­
condiciones de trabajo que para el hombre, por­ fender a los niños es conservar el binomio ma­
que entonces los partirlos tradicionales lucharán dre-hijo ya que la alimentación a pecho es la
por atraerla a su causa mediante pequeñas con­ seguridad máxima sobre la vida y la salud de
cesiones, como hacen hoy con los (-'lectores mas­ los niño.s: cuando falta, la. mortalidad infantil
culinos. aumenta hasta cifras pavorosas. En este senti­
MA.YO DE 193 6 •p&e.

do sólo pueden ser útiles las medidas que tien­ saria toda simulación, puesto que jamás se ocu­
den a contemplar la faz económica del asunto. paron de controlar el cumplimiento de la Ley
Cajas de seguro maternal, mutualidades, des­ 11317, y salvo un par de fábricas, ningún me­
canso retribuido de la madre obrera, antes y pleador, ni el mismo Estado que ocupa miles de
después del parto; salas-cunas en fábricas y mujeres en las oficinas de Correos y en el Re­
grandes almacenes, son todas medidas ten­ gistro Civil, instaló salas-cunas para los hijos
dientes a asegurar al hijo de las trabajadoras de las trabajadoras. Del generoso proyecto sólo
la alimentación a pecho en las mejores condi­ quedó en pie la obligación de conservar el puesto
ciones. a la mujer que debe abandonarlo momentánea­
mente para dar a luz.
En la República Argentina, tan orgullosa de
sus adelantos en otros aspectos de la legislación, En cuanto a las mujeres, se limitaron a igno­
nada se había hecho por defender al niño pe­ rar la existencia de la Ley 11317. Durante los
queño, a pesar de haber desfilado por los cuer­ años en que estuvo en vigencia, las interesadas
pos! legislativos cientos de políticos bien infor­ se dejaron burlar en sus derechos por no saber
mados. La única labor efectiva corresponde al que los tenían, consecuencia esto del absoluto
Partido Socialista; es evidente que para la com­ alejamiento en que permanecen la mayoría de
presión de ciertos problemas hace falta algo más las mujeres de todo lo que signifique mejora­
que erudición y cultura: se necesita además miento social.
emoción humana y claro sentido de la justicia. Ahora acaba de reglamentarse un tercer pro­
Consciente de la amplitud del problema, en yecto de protección a la madre obrera, que esta
1907 el entonces diputado Alfredo L. Palacios vez presentó el Dr. Palacios en el Senado y que
presentó en nombre del Partido Socialista su pudo convertirse en Ley debido al compromiso
primer proyecto de Ley de protección a la ma­ contraído por la Argentina al firmar los acuer­
dre-obrera. A pesar de que nuestro compañero dos internacionales de Washington. Esta nueva
el Dr. Palacios se inspiraba en elevados concep­ ley impone el descanso pago, de la madre obrera
tos sociales, ese único proyecto de ley que ten­ antes y después del parto, así como la obligación
día a proteger a la trabajadora en su sagrado de concederle el tiempo libre necesario durante
derecho a la maternidad, encontró la más enco­ las horas de trabajo para el amamantamiento
nada resistencia de los representantes de los de­ del niño y, por lo tanto, la implantación de salas­
más partidos, a pesar de haber entre ellos mé­ cunas en todo establecimiento que ocupe a
dicos eminentes a quienes eu especialidad ponía mujeres.
a diario en contacto con recién nacidos que su­ Es necesario que las mujeres sepan y recuer­
frían las consecuencias de la falta de reposo de den que eé sólo el espíritu socialista el que a
la parturienta. Hoy quisiera preguntar a la través de una espesa resistencia defiende la sa­
conciencia de todos esos "patriotas" que enton­ lud de sus hijos y el derecho de las trabajadoras
ces combatieron el proyecto hasta convertirlo en de dar al país hijos disponiendo de un tiempo
una ley ineficaz, ¿cuántos argentinos han falle­ de reposo que el más elemental derecho huma­
cido o viven en malas condiciones de salud como no consagra como indispensable. Pero también
consecuencia de aquel viejo error? es preciso que las mujeres piensen que de nada
En 1925 se dicta la Ley 11317, que da a la servirá un esfuerzo sostenido durante 29 años
madre obrera 4 semanas antes y cuatro sema­ por legisladores socialistas en procura de la que
nas después del parto descanso impago. La mala sigue siendo única ley de protección a la traba­
reglamentación del Poder Ejecutivo destruyó jadora, si ellas no aprenden a hacer respetar
el espíritu de ese nuevo proyecto del Dr. Alfre­ la ley Palacios por medio de una acción cons­
do L. Palacios, ya que al establecer que el des­ ciente y decidida. Así como también que cual­
canso sea impago las mujeres más pobres no quier proyecto de ley que contemple las nece­
pueden utilizar su derecho al reposo en momen­ sidades de la mujer o el niño sufrirá el mismo
tos en que la presencia de un nuevo ser deter­ larguísimo proceso hasta tanto las mujeres no
mina mayores gastos en su casa. Otra cláusula obtengan el reconocimiento de sus derechos po­
que establece la obligación de instalar salas­ líticos, ' que igualando su situación a la del hom­
cunas en todo comercio que ocupe a más de 50 bre, le permita utilizar los recursos que da la
mujeres era fácil de eludir empleando 49. Por democracia en defensa de sí mismas y de sus
otra parte, la indiferencia del Estado y del De­ hijos.
partamento Nacional del Trabajo hizo innece­ Mayo de 1936.
VIDA FIEM UN I N A

La acción del maestr

POR do ácrata o del amoral, perturbadores lodos


BLANCA ellos de la sociedad organizada;
A. 3'-' — Que el magisterio nacional, que es el
más indicado para actuar con eficacia, mejo­
CASSEGNE rando esta situación, dado que la mayoría de
SERRES los niños abandonados moral o materialmente,
se hallan aún en edad escolar, no se encuentra
en condiciones de poder evitar este fenómeno
por carecer de preparación técnica y práctica
P A R A
para ello;
V I D A
FEMENINA 4") Con el fin de coordinar esfuerzos para
lograr que, en forma inteligente, el magiste­
rio argentino sea eficaz instrumento de mejo­
ración social, llevo a su digna consideración lo
Inclusión en los planes de enseñanza de las siguiente:
escuelas normales, de conocimientos teórico­ A.—"Sólo el maestro de escuela, entre los
prácticos que capaciten al maestro, para pre­ funcionarios que obran sobre la sociedad, está
venir la delincuencia en todas sus manifes­ puesto en lugar adecuado para curar radical-
taciones. mente los males sociales"
Proyecto presentado por Blanca A. Cassagne La verdad de lo afirmado por el gran maes­
Serres, al Ministerio de Justicia e Instrucción tro y estadista argentino se comprueba día a
Pública, resolviéndose su consideración al es­ día, al considerar los resultados que obtienen
tablecer las reformas al plan de estudios para en beneficio general quienes hacen de su
las escuelas normales. (Expediente N« 1224). misión de educadores, un sincero apostolado
de bien.
Artífice de voluntades y orientadores de es­
Sr. Ministro de Justicia e Instrucción Pública. píritus, a ellos les incumbe en buena parte la
•— Respetuosamente: prevención del del,ito en todos sus múltiples
aspectos y gradaciones.
Considerando: La forma de lograrlo con éxito rotundo es
1') Que actualmente se procura modificar conocer debidamente la psíquis infantil a tra­
los planes de la enseñanza secundaria de las vés de sus numerosas modalidades y encauzar­
•escuelas normales mejorándolos, siendo por la convenientemente según el caso.
consiguiente momento propicio para involu­ De ahí la necesidad imprescindible de estu­
crar en ellos el conjunto de nuevos conocimien­ diar a fondo psicología y psicopatología espe­
tos que las necesidades de la época, exigen, cialmente aplicadas a la infancia y adoles­
en pío de un mayor bienestar social colectivo, cencia, pues la dessviacióai-ianormalidad-espiri­
despojándolos, en cambio, de toda enseñanza tual del niño o joven, corregida a tiempo, de­
doctrinaria, arcaica o libresca; teniendo la gestación, evita que se forme un
2") Que el vicio y las manifestaciones va­ desequilibrado, un amoral, un delincuente.
rias del delito, en niños y adolescentes, ha Debe ser esencial propósito de todo maestro
aumentan) en estos últimos años, en forma "conocer al niño para saber qué puede hacerse
considerable y d.olorosa, hallándose cada día de él". El estudio comparativo de casos inci­
en mayor proporción los menores vagos- men­ pientes de delincuencia juvenil, le servirá para
digos, rateros y contraventores a las leyes de sacar conclusiones de utilidad a fin de ajus­
orden y seguridad general; situación que es tar su procedimiento educativo a normas ade­
de urgencia hallarle una acertada solución, cuadas, evitando así que, entre los educandos
pues son los niños delincuentes y abandona­ a su cargo, o entre los niños que conoce, sur­
dos, gérmenes del futuro criminal: del exalta­ jan —u; un próximo futuro— sujetos que se
MAYO DE 1936 Pág. 33

o, en la prevención del delito

coloquen al margen de la ley y contra la so­ el contacto diario con sus alumnos, le será po­
ciedad. sible fijarles rutas para su perfeccionamiento,
corrigiendo los caracteres raciales, desfavora­
bles en cada ser, será de grande conveniencia
Atento a lo anterior, propongo: Enseñanza iniciarlo en los conocimientos eugenésicos cu­
de la asignatura Psicopatología infantil en 5° ya importancia se ha evidenciado en las inte­
año de las escuelas normales (nuevo plan), e resantes investigaciones de;l Profesor "Lund­
intensificación del estudio de la asignatura borg de la Universidad de Upsala, director del
PsicoCogía, realizándose en 4' y 5' años (en Instituto Nacional de biología racial en Sueeia,
lugar de 4° año solamente) aplicando práctica­ de la Bugínies Research Association de los
mente los conocimientos recibidos; haciendo Estados Unidos, etc.
diagnósticos y adoptando procedimientos so­
bre menores anormales y retardados, en refor­ Propongo, de acuerdo a lo anterior:
matorios, colonias-hogares,, asilos, en el am Estudio en 6 año de las escuelas normales
biente hogareño, callejero, etc., debiendo pre­ de Biotipplogía, Eugenesia y Medicina Social
sentar un resultado concreto en un trabajo (nociones generales)
personal realizado sobre un menor inestable,
retardados, etc., sobre el que actuará durante G) Debiendo ser el maestro un eficaz cola­
dos años (59 y 69) observando sus variaciones borador de los padres en la educación e ins­
a través de su carácter, sentimientos, racioci­ trucción de los hijos, debe conocer todo lo
nio, etc. concerniente a la acción de las instituciones
públicas y privadas que se dedican a la pre­
B) Siendo preciso que el maestro comple­ vención y la defensa de la infancia desvalida
mente nociones adquiridas con el estudio de la y delincuente; legislación en materia de pro­
herencia como fenómeno biológico en relación
con la genética humana, dado que sólo así, en (Continúa en la pág. 35)
PAg. 34 VIDA F E M E N I N A

ALGO
SOBRE LA
JUVENTUD Para VIDA FEMENINA

No hay duda que los acontecimientos de los



últimos cien años han cambiado la faz de la
vida; la tranquilidad y el aspecto familiar o
patriarcal de las costumbres del siglo anterior
José B. Rodó, el gran escritor y pensador se ha tornado, con la aparición de la máquina,
uruguayo, inicia su libro "Motivos de Proteo" en vértigo, en dinamismo, en cosmopolitismo;
con una frase que es, en definitiva, la esencia las nuevas concepciones históricas y filosóficas
toda de la obra: "renovarse es vivir" En de Marx y Engels; las sucesivas revoluciones
efecto, la renovación activa y permanente en obreras en el centro de Europa; el impulso
todos los órdenes de la vida humana es la me­ impreso por la técnica a la máquina a fines
jor valorización de sí mismo y de mejoramiento del siglo; la guerra europea del 14; la revo­
colectivo. lución rusa; etc., son eslabones interminables
que el contenido lógico de la Historia va de­
El período de la juventud de un individuo, jando tras sí comjo evidencia incontrastable
período intermedio de la vida, es el más suscep­ de que el mundo marcha hacia su liberación.
tible a sucesivas renovaciones que, según sus
orientaciones, pueden ser de beneficio o de Problemas que el hombre no puede contener.
perjuicio para el mismo; período de iniciación La masa juvenil por el entusiasmo que es su
en la vida que, por factores de diversa índole, característica más notable toma parte en ellos;
psicológicos, biológicos, sociales, etc., nace en es su vitalidad y las más de las veces, el lastre
"el individuo el comienzo de un estado de con­ de los hechos; falta de preparación, o!e con­
ciencia. Es pues el de mayor cuidado su edu­ ciencia. Alguno que otro acontecimiento aisla­
cación, su preparación y su orientación. do nos da un chispazo de que existe juventud
de verdad en pleno goce de su concepción de
El período juvenil de la vida humana está juventud, de verbo de la vida.
perfectamente ubicado; representa lo que el
verbo en la oración, acción, movimiento, la vi­ Pero he aquí que todos los acontecimientos
da misma; fase que transforma al infantil en últimos que han contribuido a la ordenación
un ente con "forma y fondo'' para la lucha jurídica y social de la sociedad; que han redu­
por la vida; modela su conciencia a fin de im­ cido a dos la existencia de clases; que han
poner a un individuo un estado definido y de abierto un camino que acerca más a la liber­
finitivo de orientación consciente. tad económica y mental del hombre, ahora, en
estos años que vivimos, años de intensa agi­
Los infinitos problemas humanos, sean ellos tación espiritual, de elaboraciones en todos los
sociales, económicos, políticos, sexuales, en­ aspectos, es precisamente, cuando los elemen­
cuentran al joven para que éste los solucione tos constitutivos de la juventud deben ser en­
y sin que éste haya tenido tiempo de prepa­ tes actuantes y pensantes; actuar, sí, pero no
rarse para afrontarlos; es así cómo podemos actuar por efervescencia cerebral, por entusias­
ver, en el orden general, tal estado de confu­ mo libresco, sin firialidad política concreta, sin
sión en las masas juveniles que deseosas de orientación filosófica y social definida. Los
conocer todos los problemas, se aplacan de ex­ movimientos, productos del entusiasmo, condu­
cesiva literatura —que muchas veces no en­ cirían a un caos, a un retroceso del camino de
tienden—, no ordenando su cerebro, no orien­ la Historia.
tando su paso por la vida, no trata de educar
su carácter, ni se dedica con exclusividad a La, juventud, en masa, lia sido durante si­
determinados problemas. glos un movimiento alternativo entre Esparta­
MAYO DE 1936 PÁg, 35

co y César; entre Robespierre y Napoleón; en­ Se cree vivir en una nueva vida distinta de
tre Goethe y Bismarck; entre la paz y la gue­ la de siglos pasados; grave error: la vida, o
rra; entre la cultura y la barbarie. más gráficamente expresado, la existencia ¿Te
la vida es la misma que cuando apareció la
No se preocupó de su posición corno parte primer familia o el primer clan; lo distinto
actuante y directa en los acontecimientos hu­ son los medios de vida.
manos; después de la última guerra del 14,
la revolución rusa produjo en el mundo miedo Juventud es sinónimo de entusiasmo; bien,
y estupor a la burguesía, ánimo, entusiasmo y pero no entusiasmo desbordante, sin límite, sin
valor a la clase obrera; y la juventud, desde pensar. Juventud es sinónimo de aetivictad, de
entonces, bebe en sus fuentes como único mi­ acción, de libertad; bien, no encerrarse pues
pulso para sus actividades; como única guía dentro de recuadros dogmáticos con medidas
para su camino, sin pensar ni analizar que el matemáticamente precisas; negación del con­
estado socialista de Rusia constituye un labo­ cepto de libertad propio de la juventud.
ratorio de ensayo social y especial, no habien­
do llegado aún a su proceso definitivo. Más La vida, es para los pesimistas y los márti­
aun, por las diversidades propias en que se res, sufrimiento; para los comprensibles, lu­
diferencian los habitantes de los distintos lu­ chas incesantes hacia la liberación humana;
gares de la Tierra, no sería posible aplicar el lucha es renovación continua. Si la juventud
laboratorio ruso en todas partes. El pensa­ es la esencia propia de la vida, la renovación
miento hacia una sola cosa por la juventud, debe ser el estímulo, la savia que alimente a las
hace que ésta olvide todo el contenido cultu­ masas juveniles; y no se renuevan las mentes
ral de la historia universal a través de todas con criterio y enseñanza dogmáticos sino con
las edades; peor aun: no lo utiliza para su una educación y orientación que determine un
perfeccionamiento. estado propio de conciencia.

A R M A N D O A. S A L I C E

La acción del maestro, en la prevención del delito


(Viene de la pág. 33)

tección a la misma, delitos de que puede ser Legislación de menores nacional.


víctima un menor, tribunales para menores, Legislación de menores comparada.
su organización y procedimiento, etc.
Estudio sobre organización y funcionamien­
Sólo así, estará en condiciones de aconsejar to de establecimientos privados y públicos de
al padre de un niño irrípúdico, ratero, pederas­ protección al menor abandonado y delincuen­
ta, etc., que frecuenta las aulas escolares en te. Informes.
forma irregular, a quiénes debe dirigirse pi­ Trabajos individuales sobre los asilados,
diendo corrección o internación del pequeño y pruebas, tets, confección de fidhaa psico­
la forma precisa para ello. Sólo así, podrá médico-pedagógicas, etc.
cumplir con su misión completa de educador
consciente, dando a cada niño la debida y ne­
cesaria protección y recordando a los padres
los deberes que la ley estatuye anexas a la No debiendo tender la anterior preparación
patria potestad. a formar técnicos especialistas, sino maestros
de cultura integral en materia de educación
e instrucción de menores, recordando que, en
Atento a lo anterior, propongo: Enseñanza ellos reposan los fundamentos de la Patria y
en 6° año de las Escuelas Normales de: que de sus caracteres psicológicos depende el
Parte teórica: porvenir.
Pág. 36 VIDA FEMENINA

EL GORRIÓN Detúvose "Tesoro"; retrocedió. Di­


jérase que él mismo había reconocido
Volvía yo de caza y caminaba por aquella fuerza.
una alameda de mi jardín. Mi perro Todo confuso, me apresuré a llamar
corría delante de mí. De pronto acor­ a mi perro, y me alejé, lleno de una
tó el paso y empezó a andar con cau­ especie de santo respeto.
tela, cual si husmeara un ave. Sí, no os riáis: era respeto lo que
Miré a lo largo de la alameda y vi sentí a la vista de aquel heroico paja­
un gorrión que aún tenía los lados del rillo, ante su impulso de amor.
pico amarillos y plumón en la cabeza. Y pensé: el amor tiene más fuerza
Se había caído del nido (el viento ba­ que la muerte y que el temor a la muer­
lanceaba con fuerza los álamos blan­ te. Sólo por el amor se mueve y sus­
cos del paseo) y estaba quieteeito, tenta la vida.
abriendo lastimosamente las alitas ca­ Iván Tourguenef.
si sin plumas.
Con todos los músculos en tensión
acercábase a él "Tesoro", cuando de PARA PENSAR

pronto, saltando de un árbol vecino, un


Dos filas de hombrecitos blancos en
un barco rojo. ¿Qué es?

Si como pasto mis dientes se me­
llan; si masco hierro se afilan "otra vez.
¿Qué soy?

¿Qué es lo que fue mañana y será


ayer?
*
¿Qué vuela sin alas?
gorrión viejo de negra pechuga cayó
«orno una piedra delante mismo de la ¿Qué tiene ojos y sjn embargo no
boca del perro; y, todo erizado, enlo­ ve nada?
quecido, jadeante, con un piar que­
jumbroso, desesperado, saltó por dos ¿Cuándo se parece un pozo a un pe­
veces en dirección a las fauces aque­ dazo de pan?
llas armadas de dientes agudos.
Habíase arrojado para salvar a su *
hijo; quería servirle de muralla. Pero ¿Qué libro es el que hace lagrimear?
todo su cuerpo se estremecía de te­
rror; su grito era ronco y salvaje; mo­ ¿Por qué es la E la más desafortu­
ría, sacrificaba su existencia. nada de las letras?
¡Qué monstruo tan enorme debía pa­
recer a sus ojos el perro! Y, sin em­
bargo, no pudo permanecer en su ra­ (Porque no está nunca en caja, está
ma, tan alta y segura. Una fuerza más siempre en deuda y nunca fuera de pe­
poderosa que su voluntad le había he­ ligro?
•cho precipitarse desde ella. (continúa en la pág 38)
MAYO DE 19:! 6 Pí-.g. .'J7

Concepto de Servicio

Social
Los que trabajan en la
fábrica y en el campo, son
los que pagan a mi maestro,
compran las bancas, mesas
y todo lo que hay en mi
escuela. Me ayudan a for­
marme y ser un hombre útil
como ellos. Lo que trabaje
en beneficio de los demás,
no lo pierdo, todo redun­
dará en mi beneficio, por­
que los demás me ayudan
a mí.
Si todos trabajamos en
beneficio de los demás, yo
trabajaré para todos, y to-
dos trabajarán para mí.
(De No. 11 de EL MAESTRO
RURAL México y

Biblioteca rodante
VIDA FEMENINA
Pág. 38

CANCIONES DE PÁJAROS

CHURRI7VCHE
Por entre la retama

Del cerco del jardín

Pintado de carmín

Salta de rama en rama.

Del hogar vespertino


Ascua perdida es
Que se apaga en la mies
Del sembrado vecino.

Y en la hora matinal

Si un lampo horizontal

De luz le condecora,

Es roja brasa intensa


Por donde a arder comienza
El hogar de la aurora.
MARIO BRAVO

OPTICAYFOTOGRAFIA

CENTRAL N¡W^ SUCURSAL


AV.DE MAYO 667 I PIVADAVIA 5354
EXAMEN ot LA V I S T * OOO DtSCuf NTot»

ANTEOJOS. LENTES 2O%

TERMÓMETROS GEMELOS FJC. APT DE

CÁMARAS FOTOGRÁFICAS
REVELACIONES .COOiAS ETC
E8TO8 DESCUENTOS SON PARA LOS SECTORES DE OÍDA FEMEIWNA 1
M A YO DE l i»:: i;

No es mal sastre el que conoce el

—Posib'emente me juzgará usted un vanidoso, pero quiero que


a gente contemple las flores que he cultivado.
(De "The Humorist" de Londres)

En Roma ícese la inscripción siguiente en la tumba de dos


esposos:
"Detente, pasajero, y mira esta maravilla: ¡un hombre y
su mujer que no pelean!"
El epitafio Que Pirón compuso para la suya tiene poco
más o menos el mismo sentido:
"Yace aquí mi mujer. ¡Ah. que bien que está, pa>-a su
descanso y para el mió!"
* * *
"¿fie quiere Que yo tome mujer? Deseo hallar jittitas ju­
ventud y belleza, bwen ingenio, alma hermosa, cteVna<h\;n con
sencillez, corazón sensible sin celos, vivacidad sin capricho,
cordura, gracia, y salud. En fin, para hacerla perfecta, unid
a todas las virtudes, todos los atractivos; ved la que yo de­
seo Sin embargo, soy harto feliz al no encontrarla,
ARIOSTO.
l'ág. 40 VIDA FEMENINA.

El Cuanto dd 15

ELVIRA NICOLASA

Por JACINTO OCTAUO PICÓN

Acabábamos de cenar Elvira y


yo en un gabinetito de una fon­
da donde le gustaba que la lleva­
se a tomar mariscos y vino blan­
co. Disputando por celos, en el
calor de las recriminaciones dejé
escapar una frase ofensiva: debí
de decirle algo muy duro, sin
duda una verdad muy grande,
porque entonces, avivada su lo­
cuacidad con la injuria y suelta
su lengua con el estímulo de la
bebida, se recostó en el diván
con provocativa indolencia y, po­
niéndose muy seria, repuso:
—iSí, ¿en? ¿Tan mala crees que
soy? Pues aquí donde me ves,
tan coqueta, tan amiga de hace­
ros rabiar, porque todos sois igua­
les, y no merece más ni menos uno
qu« otro, tan orgullosa de haber
arruinado a unos y puesto en
ridículo a otros, yo, aunque no
lo crea«f tengo en mi vida un ras­
go bueno, y tendría muchos si no
hubiese sido en mi niñez tan des­
graciada.
Me creí amenazado de la eter­
na historia de una seducción vut­
gar; pero, prefiriendo oírla a ver­
la emborracharse, me dispuse a
escuchar, y ella siguió de este
modo:
—IVoy a contártelo. En primer
lugar, yo no me llamo Elvira: mi
verdadero nombre es Nicolasa.
Soy de un pueblo de cerca d'e Ma­
drid. A los diez y ocho años me
escapé de mi casa, imaginando
que peor de lo que allí estaba no
haWa de pasarlo en ninguna par­ vida se me hizo insoportable, las travesuras desplegó tanta per­
te, segura de que, por mala suer­ porque además de hija sin cariño, versidad para conmigo, que co­
te 'que tuviese, con nada sufriría a lo cual ya estaba acostumbrada, mencé a pensar en el porvenir
tanto como aguantando las im­ comencé a ser criada sin salario, que me esperaba.
pertinencias de mi hermanastra, lo cual me parecía el colmo de Yo me levantaba en la casa
a quien servía de niñera, siendo la maldad. El tío "Pelusa", así antes que nadie, me recogía la
víctima de la grosería de mi pa­ llamaban a mi padrastro, era tan última, interrumpía el mejor sue­
drastro y del mal genio de mi irascible y avariento como la que ño para dar de beber a las caba­
madre. Mientras ésta permaneció le había tomado por esposo. llerías, pasaba todo el día jabo­
viuda de mi pa-dre, su primer ma­ Sin embargo, aun pasé algunos nando ropas, midiendo semillas y
rido, llevé con paciencia su des­ años resignada siendo medio bes­ trasladando fardos; en fin, me
igualdad de carácter y las con­ tia de carga, medio puerca-ceni­ rendía a fuerza de trabajar, y to-
secuencias de su codicia; pero, cienta, hasta que al llegar Inesi­ do sin una queja. Para lo que
a partir de la segunda boda, lalla ;, mi hermanastra, a la edad de me faltó resignación fue para so­
MAYO DE 19 36 Pág. 41

portar las burlas de mal género, he hecho en. mi vida... y las que —¿Y qué pasó?
los Impulsos de soberbia, y has­ me quedan. Hice un lío con la po­ —(Figúrate. Ya «abes que soy
ta los rasgos de perfidia que ca ropa que tenía; saqué hasta aficionada a leer, que devoro no­
aquella mocosa discurría sólo con treinta reales, que eran todos velas, que he leído hasta "Don
propósito de mortificarme. ¡Qué mis ahorros, del escondrijo don- Quijote de la Mancha": mira, allí
mala era! Sus picardías no eran de los ocultaba, antes del ama­ hay una a quien le sucedió lo que
trastadas de chica, sino vena­ necer tomé a campo traviesa el a mí. ¿Te acuerdas cuando, ha­
deras crueldades: el pan que yo camino de Madrid, y aquí entré blando de sus amores con don
guardaba por si tenía hambre en­ por la carretera de Extremadu­ Fernando, dice Dorotea, poco más
tre horas, me lo quitaba y se lo ra y la calle de Segovia. Han o menos: "con volverse a salir
echaba a los cerdos; a hurtadi­ pasado siete años, y me acuerdo del aposento mi doncella, yo de­
llas, cargaba el puchero de sal como si hubiese sido esta ma­ jé de serlo y él acabó de ser
para que luego me regañasen; lo ñana. traidor y fementido?" ¿Te acuer­
menos que hacía era decirme pa­ —¿Y dónde fute tes? das de esto? Pues igualito: Ma-
labras feas, todo el repertorio que nolo, con un pretexto, alejó de
oía a los carreteros, y escupirme­ —iA casa de mi tío Manuel. Es
decir, no era tío ni casi parien­ casa a la vieja...
a la cara, sin que los PelusOs, ni
la mujer ni el marido, pusieran te. Era sobrino segundo de mi —Sí; él fue traidor y fementi­
correctivo a sus infamias. padrastro, y yo le miraba con do, y tú dejaste de ser lo otro.
cierta simpatía porque las pocas
Por fin, me harté. Un día me veces que fue al pueblo me de­ —Claro está que aquello fue
mandaron a la fuente con la chi­ mostró cierta inclinación. Un día una picardía, pero luego se enca­
ca, que ya tenía nueve años. La evitó que me diesen una paliza; riñó mucho conmigo. Yo entonces
condenada fingió ir de buena ga­ otro día, comiendo, porque mi pa­ no era tan perra como ahora. Ten-
na, y a mitad de camino, esca­ drastro no me quería dar carne, go la seguridad de que si aquel
bullándose en los portales de la él me dio la que le habían ser­ hombre no se muere, se casa con­
plaza, se metió a jugar en el Co­ vido; y, además, otra vez que migo.
rral de unas amiguitas. Allí se estuvo allí pocas horas, sin que
estuvo tres horas largas, mientras —¿Se murió?
lo supieran en m¡ casa, fue a la
me volvía loca buscándola. Ex­ fuente y me regaló dos pañuelos —A» los dos afios.
cuso decirte lo que pasaría luego de colores y un alfiletero de
cuando, al caer la tarde, volvi­ ¡Elvira suspendió un instante su
alambre plateado. relato, hizo un esfuerzo para no
mos a casa cada una por su la-
do. Creí que me mataban. Mi pa­ —Vamos, que le gustabas. llorar, como avergonzada de mos­
drastro me ató a un pie derecho trar ternura, y continuó:
de los que sostenían el emparra­ —Ahora lo verás.
do del patio, y estuvo hasta que —.Vivía en la calle de los Man­ —Suprimo detalles: morir Ma­
se cansó dándome de varazos. cebos, en un caserón antiguo, y nuel y echarme sus hermanos de
Cuando me soltá me fui al cama­ solo con una criada vieja: allá la casa, todo fue uno. Entonces
ranchón que me servía de cuarto, me fui, le conté lo que había pa­ comenzó esta vida arrastrada que
no quise cenar, y me tumbé en sado y le rogué que me ayudase llevo, y eso que soy de las que
la cama sin desnudarme. De re­ a buscar donde servir, a lo cual tienen más suerte.
pente oigo ruido, miro hacia arri­ repuso que haría lo que pudiese, Ponerme a oficio, y presentár­
ba, y veo a mesilla asomada por y que -pues no tenía yo dineros seme la ocasión de dejarlo, fue
el montante de la puerta, mirán­ para ir a la posada, me quedara
dome burlonamente, riéndose y obra de seis meses. Por supues­
allí unos días hasta encontrar to;, que para encontrar trabajo
restregándose los puños en ade­ colocación.
mán de hacerme rabiar. pasé las de Caín; y en cuanto
—¿De qué edad era ese hom­ quise echarme a rodar, sobró
—¿Por qué has hecho eso? — bre? ¿Cuántos años tenías tú en­ gente que me empujara. De esto
le pregunté. tonces? ya estás enterado, y además co­
—Manuel, cuarenta; y yo, an­ noces a casi todos los que han
Y con la cara muy alegre re­ tenido algo que ver conmigo.
puso : tes te lo he dicho, diez y ocho
cumplidos. Lo que no sabes tú, ni nadie,
—'Porque me da mucho gusto es que a los tres o cuatro años
—Pues no me digas mas. de perderme, cuando ya tenía ca­
cuando te pegan. —No te has equivocado. A los sa puesta, muebles míos, trajes
Desde aquel instante no pensé dos días de estar allí, comprendí lujosos, alhajas buenas, coche al­
más que en marcharme de la que me había metido en la boca gunos meses y dos criadas que
casa. del lobo. Pero, ¿quieres decirme me sirvieran (todavía lo que más
qué defensa tenía? ¿Qué hacer me sorprende es verme servida),
(Al referir esto, Elvira tenía los
ni dónde ir? Yo, como chica de precisamente entonces, teniendo
ojos nublados por lágrimas de
pueblo... y las de todas partes, todo ésto, con lo cual no sofié
ira. Yo no me atreví a interrum­ sabía cuanto hay que saber: des-
pir su relato, y ella siguió: jamás, chico, aunque te parezca
de los primeros momentos conocí mentira...
—Sí, chico, de aquella noche el peligro: lo que no veía era el
datan todas las barbaridades que modo de evitarlo. —-Acaba, mujer.
Pág. 42 VIDA FEMENINA

—Pues me entró una tristezn san mucho tiempo fuera de su ,—Pues nada, que saqué los rega­
espantosa. ¿Y qué dirás oue se tierra; pero mezclada, aunque yo los: dos cortes de vestido para
me metió en la cabeza? no deba decirlo, con cierta bon- ella, dos piezas" de lienzo blanco
—'¿Casarte? dad de alma que me impulsaba para mi madre, unos pendientes
a disculpar y perdonar todo el de coral para la chica, una petaca
—No, hombre: para eso tengo mal recibido. En fin, que me y una cadena plata para él,
aún poco dinero. Se me metió en planté en el pueblo. todo lo que llevaba... Me dieron
la cabeza la idea de volver al el mejor cuarto de la casa, no me
pueblo. —(¿Pero no sabían allí cómo
preguntaron palabra de cómo ni
vives y de qué vives? ¿No pen­
—'¿Arrepentida? de qué vivía y me trataron lo me­
saste que podían avergonzarte y...
jor que pudieron.
—Mira, no lo sé: unas veces
creía que no; otras me parecía —(Claro que lo sabían todo: ¡si
—¿Y íué gente del pueblo a
que sí. En realidad lo que yo ex­ rara vez viene alguno del pueblo
v e r t e ? ¿ Y qué les decían?
perimentaba es dificilísimo de que no se presente en mi casa a
explicar. Era una melancolía sin pedirme algo! Donde me ves, he — ¡Ya lo creo! Mi padrastro les
hecho a mi lugar más favores dijo que estaba de aya de una
nombre, un deseo impregnado de
que un diputado; casi me dan ga­ señorita en casa de un título. To­
tristeza...
nas de llamarle mi distrito. En tal, que pasé allí tres días mag­
—Sería que se te pegó el sen­ cuanto a que me recibiesen mal, níficos, completamente feliz, sin
timentalismo cursi de alguna no- no había miedo. Yendo a mendi­ tener que aguantar a los que aquí
v e l a . . . iSi añora müsmoi estás gar, tal vez; con las manos llenas no me dejáis en paz, con una al­
hablando como una dama de fo­ de paquetes, chucherías y rega­ coba ¡para mí sola!, y al volver­
lletín. l o s . . . ¡quia! me les di a los papas seis mil
—No te burles de aquéllo: pue­ reales para un par de muías.
—¡¿Y tuvieron lá poca...?
de que sea el mejor impulso que
—iPuí sencillamente vestida, con —Pues, chica, hasta ahora no
he sentido en mi vida; y déjame veo el rasgo hermoso de que ha­
acabar. Como si se me hubiese un traje de lanilla gris sin ador­
nos; pero como soy tan aturdida, blabas.
olvidado todo lo que había sufri­
do hasta los diez y ocho añ#s, co­ se me olvidó quitarme de las ore­ —(Eso fue en el momento mis­
mo si en mi casa me hubieran jas estos solitarios; llevé un sa­ mo de separarme de ellos. No
mimado, prescindiendo de tanto quillo de mano con guarniciones quise que me acompañasen a la
recuerdo amargo y de algunas ci­ de plata, paraguas con puño de estaeióin, Elstábamos en ni za­
catrices que tengo repartidas por oro; en fin, no había más que guán: mi padrastro mirando por
el cuerpo, quise volver al pueblo, verme para comprender que no centésima vez la petaca de plata,
les iba a pedir nada. En la esta­ mi madre llorando, Inesilla atán­
ver los lugares donde había cre­
ción del ferrocarril no me cono­ dome un manojo de flores cam­
cido, los rincones donde me es­
ció nadie: al atravesar la plaza, pestres, yo con los ojos preñados
condía para llorar, la cueva don-
oí tres o cuatro voces que dijeron de lágrimas, cuando de pronto mi
de me encerraban, el camaran­
con asombro: "¡Nicolasa! ¡Nico­ padrastro me cogió por la mano
chón que llamaban mi cuarto, la
lasa!" y luego observé que a lar- y, guiándome hasta el fondo del
cuadra, las muías, la fuente, todo
S' distancia me fueron siguiendo comedor, cerró tras sí la puerta,
aquello, en una palabra, que de­ dos muchachas de mi tiempo, una
bía serme odioso: en fin, com­ dejando entrar a madre; Inesilla
con un chico en brazos... y, mi­ se quedó fuera. Pensó para mis
prendo que era una chifladura ri­ ra, aquélla me dio envidia.
dicula^ pero hasta quise ver a adentros que querían otro par de
mi madre, y a mi padrastro, y a —!Sí, te daría. muías.
la bribona de la niña. ¿Qué paso —.¿Y qué era?
—(Llegué a mi c'asa. Imagina la
por mí? como dicen en las come­
sorpresa. Pasado el primer ins­
dias, no lo sé: pero cuando pen­ —'iLo increíble! No ignorando,
tante de estupor, mi madre me
saba en ello decía mentalmente como no ignoraba ninguno- de
cubrió de besos, mi padrastro llo­
mi familia. El mal genio de ma­ ellos, cuál es mi vida, mi padras­
ró de ternura, Inesilla me cogió
dre me parecía disculpable por tro, en presencia de mi madre,
el saco de mano y comenzó a dar­
los trabajos y penalidades que con su aprobación y moviendo la
le vueltas.
ocasiona una casa de labor, la cabeza hacia donde estaba Inesi­
brutalidad de mi padrastro se hi­ —¡lAve María Purísima! lla, me dijo: "Anda, Nicolasa, ya
zo menos aborrecible a mis ojos que tú has hecho suerte, ¿por qué
,—La chica era guapa, una real no te llevas a la chica?"
recordando que no era mi verda
moza, fresca, garbosa, con cada
¡dero padre, y en cuanto a laa
ojazo, y ¡un pelo más hermoso! —¡Qué atrocidad!
crueldades de mi hermanastra...
Lo que se llama una gran mujer.
como si no hubiesen existido. Es —¡(Figúrate! ¡Yo que había ido
La fisonomía dura, el gesto serio,
decir, las recordaba, pero sin al pueblo a tomar un baño de
la sonrisa desdeñosa; pero en
guardar rencor. Repito que nun­ conjunto un prodigio de lozanía y honradez! Mira, hubo un momen­
ca me he dado cuenta exacta de d e . . . en fin, lo que es una flor to en que dudé. Aquella falta de
aquella situación de espíritu: fue antes de que nadie la manosee. sentido moral, aquel rebajamien­
algo parecido a esa tristeza que to, me trajeron de un solo golpe
les da a los gallegos cuando j?a­ —¿Y qué pasó? a la memoria toda la amargura
MAYO DE 1986 Pág. 43

de mi niñez, todos mis sufrimien- cor y con el rencor el deseo de besé a Inesilla y me íolví a Ma­
tos. No creas que es exageración: venganza. ¡ y qué venganza la drid sin rencor./.. y sin ilusiones.
se me renovaron de repente ©1 (Tile se me venía a las manc-s! — ¡Lo creo!
dolor y la vergüenza de todos los Traerme a Madrid la chica... —Eso hizo esta Elvira que tie­
golpes que habla recibido en ¡Figúrate! nes delante, eso me pasó, y, sin
aquella casa; me acordé del últi- —¿Y qué hiciste? embargo, te lo juro por la salud
mo día que pasó allí; creí verme —iSin duda me inspiró Dios. Les de mi alma, seré una imbécil, pe­
tumbada en el jergón, mientras miré de un modo que no debie- ro algunos días cuando tengo
Inesilla se gozaba en mi daño; ron de comprender, y saliendo al más dinero, cuando creo que es­
su voz cruel y burlona pareció re- zaguán les dije: "Quiero creer toy más alegre, de repente se me
sonar en mis oídos, y claro está, que no saben ustedes lo que pi- olvida que estoy haciendo de El-
con los recuerdos volvió el ren- den.y En seguida, limpia de odio, vira... y me pongo Nicolasa.

Este hijo mío que me ha nacido..

(Canción de alegría y angustia de una madre)

Para VIDA FEMENINA


ESTE HIJO MÍO QUE M(E HA NACIDO
ES m u r o DE ¿VEIS SUEÑOIS REALIZADOS.
'CONTENTA CANTO AUNQUE M,E ANUDA E¡L PECHO
UNA TREMENDA ANGUSTIA POR Mí SUERTE...
PICHÓN QUE INICIA EL. VUELO. GAFULDIO QUE ABRE
SU COROLA HACIA EL SOL. ¿NÉCTAR PARA LA ABEJA?
¿POLVO PARA EL CAMINO? ¡QiUIEN LO SUPIERA...!

MIENTRAS VAN DESARROLLÁNDOSE EN MI MENTE


LAS FUTURAS ESTAMPÁIS DE SU VIDA,
SUEÑO... SUEÑO. .. Y ES AHORA
UN SONRIENTE AiMOROITO DE DOS AÑO». . .
Y UN TRAVIESO PIDLIN AIL OUIMFLTR CUATRO.
A LOS SEIS, ALEGRE 'OOLBGTAiL. ¡ESTUDIA!
CON LARGO PANTALÓN A LOIS QUINCE.
MIENTRAS FLECHA INQUIETUDES A LAS NIÑAS.
Y UN CABALLERO, UN HOMBRE DE PROVECHO.
AL CUMPLIR SUS AÑOS DIEZ Y OCHO.
¡'COMO M I INUNDA LA ALEGRÍA EL FECHO!

DESPUÉS... EL TRAJE DE SOLDADO... ¡LA HORRENDA GUERRA!


¡MI HIJO ARREBATADO EN EIL MALDITO
TURIBION DE O.LVIDO Y EXTERMINIO!
¡LA ANGUSTIA DE ADIVINARLO MUERTO... O ASESINO...!
¡.SU TORVA MIRADA SOBRE LA MANO QUE AFERRA
LA AOERA/DA CUREÑA DE LOS GRANDES CAÑONES!
INQUIETANTE ANGUSTIA EN MI ALEGRÍA

AMENAZADORA QUE VIA CUBRIIENDO AL MUxNDO!

Y COMO FIN DE MI DÓMENTE SUEÑO,

¡DOS FALOS CRUZADOS SOBRE E X T H A Ñ A TIERRA

BAJÍO UN OIEILO FRIÓ, LEJANO... LEJANO...

¡CONTENTA CANTO AUNQUE ME ANUDA EL PECHO


¡SU DURA FIGURA QUE SE AGIGANTA EN LA SOMBRA
POR ESTE HIJO MIÓ QUE ME HA NACIDO. . . !

J U A N J O S É D A L T O E

Apuntes del Año Que Pasó

Sobre la Escuela, los Niños y los Grandes


Por E, BARRANDÉGUI Para VIDA FEMENINA
Un verdulerito viene a casa, ca­ católica, la señorita Presidoata Estos son los "deberes" que ,es
si todas las mañanas. de las Hijas de María del Centro dá a sus alumnos hoy, martas 2:
Mamá le compra de vez en "San José" Un problema razonado en el
cuando alguna cosa. Es un rabio Es verla Mina y exclamar: de Deberes.
simpático de unos doce ufíos. —>Me voy! Y se aleja. 12 reducciones líe metros, múl­
Hoy, ella le ha dicho que no ne­ tiplos y submúltiplos, divididas
Unos pasos más allá vuelve la
cesitaba nada; entonces el ver­ en grupos de cuatro y sumar 'os
dulerito le ha pedido: cabeza y me dice, más o menos resultados.
—Cómpreme algo hoy, señora, despacito: Un mapa de historia sobre !a
que mañana no reparto. —La perra de la maestra do la expedición al Perú.
—Y por qué no repartís?, dice Iglesia! , Respuestas a un cuestionario
mamá. 'Mina se ha alejado por que tie- d<- 5 preguntas sobre la expedi­
—Porque mañana me toca ir a ne miedo que la "maestra", o &fa ción de Belgrano al Paraguay.
la escuela. Voy día por medio. Ya la catequista de la parroquia, que Un eijercicio de lenguaje dando
hemos arreglado así. la conoce, cuente que ella L^tá definición de cuerpos duros, blan­
entieteniéndose. Mina tiene ocho dos y semiblandos y 3 ejemplos
'Estoy conversando en la puer­ años, va al catecismo y tione ÚK cada clase. Además tres lec­
ta de casa con iMina, una piba unas manitas terriblemente de­ ciones para estudiar.
sirvienta de ocho años. formadas.
Mina tiene las manitas defor­ 9 de Julio. Estamos oyendo en
mes, gruesas y agrietadas, ds sa Yo: —Sí, voy a hacer un ii'ro la plaza, un ampuloso discurso
bañones. do versos, de versos: No t¿ pa­ con muchas citas históricas.
—Cómo tenes las manos, Mi­ rece? Mi prima, de 11 años, dice*
na!, digo. B impensadamente Nina (.11 añoB): Ali, s?, co­ descuidadamente:
agrego: —¿Cómo yo no tengo eso? piando de todos lados. Cuando —'Ese señor debe haberse traí­
—!Sí, —dice la criatura— pero sea grande yo también voy a ha­ do un "machete" de Historia.
a que vos no lavas pisos como cer un libro.
yo! Venimos del arroyo al atarde­
Me quedo sin responder. 4v Grado "B". Escuela Nomal cer. Guzmán en la petisa, y.i a
De pronto, por la esquina apa­ d«- mi pueblo. La maestra ti?ne pie. Hace calor y nos sigue una
rece, bien vestida, una conocida cuatro chicos. nube de mosquitos.
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(Joman: — Dígame, dó?ide tar en orden. Pero en el patio ta en innumera/bles pedacltos la


duermen los mosquitos? hay un bullicioso grupo de chi- banana que le ha tocado.
Yo: -nEn «1 barro... cos que "desentona". El padre pregunta a Guzmftn:
Cuzman: —iY no tienen íifo? Una maestra del segundo tur- —ISi Tito hubiera cortado la
Y en invierno, dónde se van? no, que va llegando a la escuela, banana «n 24 pedacltos, ¿cuántos
Yo; —Se han de Ir a donde Pa- pregunta qué hacen allí los r.:ños. le tocarían a 6 personas?
ce calor, che. Yo no aé... ¡La directora responde: Guarnan piensa un momento y
Entonces él se queda un rato Es la maestra del ler. curso. responde:
en silencio. Después mira el cie- Yo ya estoy cansada de decirle —. .Y uno.
lo y se encuentra con la luna. E •que no salga a dar "labor" en el —iCómo uno?... dice el padre.
Inicia otra vez las preguntas. patio. Comiefnzo a inquietarme, por-
Guzmán: —De qué está hecha Labor! Ni para dar labor quie que de acuerdo al criterio fami­
la luna? De electricidad? re la directora que salgan • al pa- liar, "Guzmán ya debería saber
Yo: (Otra vez en apuros, se- tio! dividir". Para eso le pagan a la
ñalando el suelo): De ésto. Y la maestra qué me cuenta, maestra, que scfy yo, cuarenta
Guzmán: —¿cómo brilla?... agrega: pesos.
—ÍPero la directora, no te Pero Guzmán me tranquiliza,
Me cuentan de una escuela ru- creas, ya está anotando "las co- al explicar de inmediato:
ral. En la estación H. sas" de esta maestra. —Y es claro... Ud. se cree que
Ese día llega un personaje a é: les dará más de uno?
visitar la escuela. Todo debe es- Estamos en la mesa. Tito cor- Gualeguay Entre Ríos.

En la Tierra y en el Cielo

Sobre el modo como lian de castigarse en el gozaba el alma... Por eso cambió el sistema
otro mundo los pecados1 de la ¡sensualidad me y ahora dá placer a los cuerpos para que su­
contaron esta fábula. "Una vez era un pobre fran las almas.
hombre sin atractivo físico alguno. Un hom- —¿Y cómo es el cielo?
bre especialmente dotado para ser virtuoso. . —Debieras1 comprender que ha de ser lo con-
Comprendiéndolo así, renunció a los placeres trario del infierno que acabas de ver.
del mundo. La rigidez moral que se impuso
lo hizo intolerante; el ver gozar a otros hería -—Pero, ¿es que allí no hay placeres?
lo más hondo de su conciencia, es decir, su sub- —¡Desgraciado! ¿Cómo piensas que puede
coñciencia. Cuando se murió, el ángel de la ser el cielo una bacanal?
guarda lo llevó derecho al cielo. Caminando —Entonces. ..
pasaron junto a un paraje donde había extra- —Allí nunca nos hemos equivocado sobre el_
ordinaria animación de fiesta; festines fantás- modo de dar gozo a las almas.
ticos, coloquios íntimos de amor, bailes... El —¿Atormentando los cuerpos?
infeliz, al ver aquello, dijo, como respirando
—No es precisamente eso. Allí harás exac­
trae de un ahogo contenido largo tiempo:
tamente la misma vida que hiciste en el mun­
—¡Al fin! do; porque si fuiste bueno, si te sacrificaste a
—¿Eh? la virtud, fue por haber encontrado tu mayor
—¿Hemos llegado, no? placer en el bien, que es el supremo goce así
—¡Cómo! Eso es el infierno. en la tierra como en el cielo.
—i El infierno? Pues hay que ver cómo lo
pasan. —¡Caray! Yo que he ayunado, que me he
azotado...
—No lo creas. Lucifer tuvo que recurrir a
este nuevo procedimiento de castigo porque el •—¿De verdad? Pues acaso seas una de esas
fuego no dio resultado. Como después de muer- almas privilegiadas, a las que Dios hace el más
tos todos, aun los más perversos, se arrepien- alto honor celeste, que es igualarlas a la de su
ten de sus maldades y se hacen buenos, resul- hijo Jesucristo.
taba que, al atormentarlos, encontraban todos —¡ Qué felicidad! Entonces a m í . . .
merecido el castigo y hasta pedían más; sufrían —Entonces a tí, en cuanto lleguemos al cie­
pero como mártires; lo que sufría el cuerpo lo lo, te crucifican.

VALENTÍN ANDRÉS A LV A R E Z
VIDA F.WM ¡i y, I X -\

VIDA
NUESTRA
El error de los padres ha sido, en verdad,
fundamental.
No supieron preveer viviendo en su singular
aislamiento, que el resto de las personas con
quienes el niño debería tratar en lo sucesivo,
IV no tendrían para él tantas consideraciones y
mimos.
Una madre me ha confiado recientemente, El pequeño sufre entre los extraños que lo
con tristeza extrema, los desvelos que sufre por rodean en la escuela y anhela con ardor regre­
causa de su lujo mayor. sar lo antes posible al amado hogar.
Tiene el niño seis años. Es indudable que su atención está ausente
Como la madre sale muy poco y carece de del aula, que sus pensamientos no se inspiran
amistades, se le ha acostumbrado a jugar siem­ en lo que le rodea y la maestra debe repren­
pre en su domicilio, generalmente solo, pues su derle.
hermanito tiene apenas dos años. Por lo demás, nunca mantuvo relaciones con
El padre, muy cariñoso y entregado entera­ otros niños y su timidez es extraordinaria; no
mente al cuidado de su hogar, tenía siempre sabe hacerse amigo de sus compañeritos.
junto a sí al pequeño, ya cuando ejecutaba al­ Por la noche, mientras la madre le ayuda a
gún trabajo para aumentar la comodidad de la acostarse, se abraza a su cuello y le implora
casa o bien cuando reparaba cualquier desper­ llorando que no lo obligue a asistir al colegio.
fecto de la misma. Si los padres se hubieran rodeado de la amis­
De manera que este niñito, podría asegurarse tad o procuradlo tan sólo una sencilla camara­
que ninguna relación había tenido con el mun­ dería con otras familias, por si solo, quizás hu­
do exterior, puesto que raras visitas recibían biera desaparecido o no se habría formado el
sus padres y pocas veces se ausentaron ellos <> temperamento huraño del pequeño.
hicieron pasear a los niños. Pero no sólo eso debieron hacer, sino que era
Por otra parte, a fin de educarlo con la co­ primordial deber procurar al niño, desde peque ­
rrección que ellos consideraron conveniente, ñín, amiguitos, distracciones con compañeritos
nunca se le ha permitido jugar ni aun en la de su edad, y no guardarlo celosamente para
misma acera de su casa, con niños de la vecin­ sí, como si ello pudiera resistir toda una vida.
dad. Y es menor el mal, cuando una madre com­
Hasta que debió asistir a la escuela, vivía fe­ prensiva, como la que conozco, se dispone con
liz, puesto que las caricias y ternura de sus fervor a reparar su falta, porque es verdad que
padres en ningún momento se agotaron. ama de todo corazón la felicidad y el bienestar
Pero. .. llegó, ineludible, el tener que enfren­ d'e su niñito.
tarse con los de afuera. Lamentable y desgarradora es la existencia
Comenzó a asistir a la escuela. de aquellos a quienes se les impone el aislamien­
El primer día de clase fue una tragedia. Sus to, la soledad, despojándoles por largo tiempo.
llantos no tuvieron fin y los días sucesivos fue­ y a veces definitivamente, de su natural gusto
ron pródigos en disgustos, lágrimas, rebeldías por la expansión, y cercenando, muchas veces,
y en ;i<juel —liasia entonces— sereno hogar, se reloños espirituales cuya florescencia quizás
oyeron voces airadas. hubiera sido magnífica!

V I C T O R I A
F É N I X
P R O F E S I O N A L E S

Prof. Dr. ENRIQUE MOUCHET

ANDRÉS JU8TO
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