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PAÍSES ESCANDINAVOS
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El pequeño abeto
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muchos barcos con
sé. Vi
sé. y
Creo
que yo espléndidos
.ndo regresaban Egipto. /Me imagino que
mástilesc u a r
de
Éstos s o n
Las árboles a que te refieres! Despedían un
perfecto. transportaron
-Este
es librea y
lacayosd
ieron dos
Acudieron d o s
Salón. De las paredes
colgaban
hermoso
abeto a un
un
chimenea
c himenea
había dos gran-
gran-
cerca de la
cuadros, y
la tapa;
había butaco-
M
chos
U C h
ll
e eo
onne
es en
s e n
con
chinos
mesas repletas de
stibores enormes
de seda,
Sofás tapizados valian
muchísimo
nes juguetes que
y
alhumes de fotografias Colocaron el
decian los ninos.
eso
menos,
al
dinero: o, pero nadie
barril lleno de
arena,
de un gran
abeto dentro estaba
era un tonel, porque
cuenta de que
p0dia darse una
habian puesto sobre
cubierto de hojas
verdes y lo
aifombra de alegres colores
suceder?
más iba a
Como temblaba el árbol! Qué
adornarlo.
empezaron a
afas jóvenes y algunos criados
de dulces.
Colgaron cestitas de papel brillante, llenas
nueces doradas, que se
Spues pusieron manzanas y
allí, y más de
cien velitas
aUia dicho habían crecido
fojas, 8Zules unas muñecas que pa-
es, azulees y blancas. Colgaron
Tecian niños de verdad (el abeto nunca había visto mu-
feca
eSyyen la colocaron una estrella
rama más alta
da Estaba más que hermoso, jestaba hermosisimo!
-Esta noche-decían-prenderemos el árbol!
Ay pensaba éste. Si ya hubiera llegado la noche!
Si ya
uiIeran encendidas las velas! Qué sucedera
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El pcqueo abeto
princesa?
-jEl Gatocon Botas!-exclamaron algunos.
-iHumpty Dumpty!-exclamaron los otros. Yse pro-
dujo un desorden tremendo. Sólo el abeto guardaba
silencioy pensaba: "No estaré en el cuento? No tendra
nada que ver
conmigo?"
Pero ya nada tenía
que ver con él, ya habia repre
sentadO Su papel. Y el
hombre les contó cómo Humpty
Dumpty, a pesar de haber caído de cabeza se caso col
una princesa. Los pequeños batieron palmas y gritaron
"iOtro, otro!" Querían también el cuento del Gato col
Botas, pero tuvieron que conformarse con Humply
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Dumpty cayó de cabeza y, no obstante, se
Humpty
Con
una Drincesa! iSI, asi es como debe ser el
u
narQue lo
(erto. porque lo había dicho un hombre muy amable
DaenO guién sabe. QU1za yo caeré de cabeza y me
afriba hasta el
escaleras
desván. Allí lo abandonaron en un rincon
a no llegaba ni un
Que
de rayito sol
Que
significa esto?-dijo el
acet
aqu? Qué voy a oír? abeto- Qué voy a
Se
tecostócontra la pared y se quedó
enía piensa piensa y
mpo de sobra
para ello. pues pasaron dias y
oches
eron enel nadie entró Cuando finalmente apare
y
han dejado
seguramente por
esta razon me
quí
a f
ahora, y iPiensan
la primavera. en
hasta que llegue
bajo techo, este lugar no fuera tan
desearla que
todo! Sólo que bosaue
desolado! ¡Era tan agradable estar en el
oscuro y
la liebre pasaba corrien-
cuando la nieve cubría el suelo y
cuando saltaba por encima de mí.
do a mi lado! Sí, hasta
acuerdo que entonces nO
me gustaba. Ya no
pero me
eramente lelices.
Entonces ecordó a un
ebosauey l e pareció quepequeño abedul que crecía en
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El pequeno abeto
despensas?
-No-respondió el árbol.
ratas, y re-
gracias-dieron las
-Entonces, muchas
sus amigasS.
gresaron con
desaparecieon también yel
Finalmente, los ratoncitos
árbol dijo suspirando:
vivara-
resultaba que vinieran los
-;Qué agradable
chos ratoncitos y se sentaran a
mi alrededor para escu-
Pero ahora tambien
char los cuentos que yo les contaba.
en
esto ha terminado. Quiz debería ponerme a pensar
que llegará el día en que me sacarán de aqui.
sucedió una
Pero cuándo sucedería eso? Pues bien,
mañana cuando los sirvientes entraron a limpiar el des
ván. Retiraron las cajas, sacaron el árbol y lo arrojaron
bruscamente al suelo. Luego uno de los criados lo arras
tró hasta la planta baja, donde volvió a ver la luz del dia.
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que habia por ver, que el árbol hasta se
tas las
l a n t a s
cosas
se referían
al abeto.
-Ahora voy a vivir de veras-dijo el árbol alegremen-
temientras estiraba sus ramas. Pero jay! jcuánto trabajo
lecostaba moverlas!; estaban secas imorchitas y amari-
las. y él estaba tirado en un rinco entre hierbajos y
ortigas. La estrella dorada lucía aún en Su rama más alta,
yel sol le arrancaba brillantes destellos. Algunos de los
legres niños que habían bailado alborozados en torno
alarbolla noche de Navidad, estaban jugando en el patio.
Uno de los más pequeños corrió hacia él y le arrancó la
estrella de oro.
MIren lo que quedó en
este
dlemó. y saltó sobre las ramas viejo y abeto!-ex-
feo
hasta que éstas crujieron
baio sus pies.
N el
árbol contempló todo el
las
flores del jardín esplendor y la belleza de
Que lo hubieran y luego se miró a sí mismo, y deseo
ecordó su lozanadejado en el oscuro
rincón del desváán.
y verde juventud en los
alegre noche de Navidad y bosques, la
los ratoncitos que escucharon
IeSados el cuento de
Yaes Humpty
Dumpty.
demasiado
atbol abandor tarde! ¡Demasiado tarde!".
ndonado. "Si pensó el
ubiera sabido disfrutarlos mien-
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El pequeno abeto
tiene remedio."
árbol en trozos e hizo
Luego llegó un sirviente y cortó el
Con ellos un gran haz. Encendieron una hoguera y los
leños ardieron brillantes. El árbol suspiró profundamen
te. y cada suspiro era como un disparo de pistola. Los
niños que jugaban cerca corrieron y se sentaron frente al
fuego gritando "; Piff! iPuff! ;Bang! Pero, por cada dispa
ro, que era en realidad, un suspiro, el árbol pensaba en
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