Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
https://doi.org/10.1080/14427591.2019.1613709
Las primeras tres secciones del documento acerca de la forma en que la ocupación humana
introducen la teorización como una práctica “se moldea, se integra y se negocia en sí misma,
intelectual distinta, definen la génesis de la con- así como la manera en que contribuye a dar
ciencia ocupacional como constructo y proveen forma a sistemas y estructuras sociales” (Laliberte
las bases tanto teóricas como filosóficas de Rudman, 2010, pág. 55) es un ejercicio impor-
dicho constructo. A esto le sigue un análisis de tante para los científicos ocupacionales. ¿De qué
sinergias entre la conciencia ocupacional y otra manera podríamos favorecer la ciencia ocu-
otros constructos relacionados. La conciencia pacional como un organismo reconocible de con-
ocupacional luego se propone como una noción ocimientos o elaborar, profundizar y ampliar el
crítica que enmarca los quehaceres cotidianos entendimiento de la ocupación humana con el
como una respuesta potencialmente liberadora fin de comunicarnos eficazmente entre nosotros
frente a estructuras sociales opresivas. El artículo y elaborar o criticar evidencia empírica?
finaliza proponiendo posibles vías para conti- Un aspecto central de la teoría son los con-
nuar con la teorización y la investigación. structos o los conceptos. Si bien estas abstrac-
ciones a menudo se usan de manera
intercambiable, algunos autores hacen una distin-
La Teorización como Práctica Científica
ción clara y sugieren que los conceptos son fenó-
e Interrogación de la Mirada
menos con definiciones específicas ampliamente
Epistemológica
acordadas mientras que los constructos son fenó-
La ciencia ocupacional, una disciplina interesada menos más complejos, con múltiples dimen-
en la ocupación humana y su carácter situacional siones y por lo tanto, posiblemente
en contexto (Whiteford, Townsend y Hocking, controvertidos. Sin embargo, otros no hacen
2000), y su rol y función en la sociedad (Clark esta diferencia. Por ejemplo, Neuman (2011)
et al., 1991; Yerxa, 1990), no puede minimizar indicó que los conceptos difieren en términos de
su función central respecto de teorizar sobre la su nivel de abstracción y en cuanto a si operan o
ocupación (Ramugondo y Kronenberg, 2015). no de manera singular o agrupados, son simples
El término ocupación tiene significados distintos o complejos o de alcance estrecho o amplio. Por
en los discursos profesionales y del público en lo tanto, la definición de conceptos abstractos
general, donde diversas configuraciones de la provista por Neuman coincide con la definición
ocupación iluminan la compleja naturaleza del de un constructo en tanto se refiere a aspectos
constructo y ponen énfasis en los distintos del mundo que no son observables directamente
aspectos a los que este se refiere. Además, una pero que pueden ayudar a las personas a organizar
serie de constructos o conceptos que surgen de sus pensamientos y expandir su comprensión. En
la ciencia ocupacional tienen significados dife- este artículo, constructos y conceptos son tratados
rentes en el español de uso cotidiano. La labor como sinónimos y se usarán indistintamente.
de exponer, desentrañar y criticar estos cons- Los conceptos surgen de distintas formas en
tructos ofrece enormes posibilidades para una las ciencias sociales. Algunos se originan en la
erudición o teorización generativa, todo lo cual teoría clásica, mientras que otros emergen a par-
es necesario para construir y mantener la ciencia tir de contemplaciones y reflexiones profundas,
ocupacional como disciplina. o luego de examinar y sintetizar los resultados
Solo hace poco se considera a la teorización de las investigaciones (Neuman, 2011; Swedberg,
como una práctica científica apreciable y un 2012). En la ciencia ocupacional, los constructos
aspecto crucial del desarrollo y la profundización han tendido a surgir de esta última manera. Sin
de la erudición en las ciencias sociales (Swedberg, embargo, el poder del que dispone el teórico
2012). La teorización se refiere al proceso de para dar forma al conocimiento proponiendo
desarrollar un sistema de ideas interconectadas nuevos constructos requiere análisis e interroga-
que condensan y organizan el conocimiento ción atentas. Tal como en muchas otras discipli-
sobre el mundo social, “explicando de qué mane- nas de las ciencias sociales o humanidades, la
ra funcionan algunos aspectos del mundo social y teorización implica reconstruir las historias de
porqué” (Neuman, 2011, pág. 57). El proceso de las personas y lenguajear su experiencia vivida.
elaborar un sistema de ideas interconectadas Muchos autores han apuntado a la sesgada
JOURNAL OF OCCUPATIONAL SCIENCE 3
posición ontológica de los teóricos de la terapia tuvo contacto con la terapia ocupacional. Mi pre-
ocupacional y la ciencia ocupacional en términos sencia en la comunidad –como investigadora de
de género y factores socioculturales y socioeco- los juegos– despertó gran interés y una familia
nómicos, conforme a la cual se privilegian con- incluso pidió ser incluida en el estudio. Las
strucciones de ocupaciones significativas de otras dos familias que participaron fueron abor-
carácter occidental, caucásicas, femeninas, de dadas conforme a criterios de inclusión del mues-
clase media, heterosexuales y discriminadoras treo intencional. El reclutamiento siguió procesos
contra las personas con discapacidades (Ham- éticos aprobados por el Comité de Ética de Inves-
mell, 2009; Hocking, 2012; Iwama, 2003; Kan- tigaciones con Humanos de la Universidad de
tartzis y Molineux, 2011; Kronenberg, Algado y Ciudad del Cabo. Se recopilaron datos de las
Pollard, 2005). Por este motivo, Hammell tres familias aunque mi tesis doctoral se basó en
(2011) advirtió sobre el potencial peligro del uni- el análisis y la síntesis de la gran cantidad de
versalismo y del imperialismo teórico, argumen- datos recopilados de la familia Gudani; ellos reci-
tando que las teorías provenientes de distintas bieron una copia de la tesis y grabaciones de audio
perspectivas culturales posiblemente propicien de relatos de la abuela donde se capturaron
la inclusividad y una comprensión más profunda detalles sobre su infancia antes desconocidos.
de la ocupación. En parte, este estudio fue motivado por la
inquietud por la aparente disminución de los
juegos infantiles en relación con lo que los adul-
Génesis y Definición de Constructo
tos recordaban de su propia infancia, situación
A la hora de escribir sobre un constructo que advertida en la era post-apartheid. Esta inquie-
emerge de la investigación sobre personas que tud me fue planteada por diversos líderes comu-
podrían ser consideradas como vulnerables, en nitarios durante mis visitas a seis provincias de
virtud de su distancia relativa del ejercicio inte- Sudáfrica (Limpopo, Cabo Oriental, Kwazulu-
lectual de teorizar que no los involucra directa- Natal, Cabo del Norte, Free State y Gauteng).
mente pero que pertenece a su vida cotidiana, Dicha preocupación coincidía con las observa-
es imperativo dar a conocer algunos aspectos ciones que hice durante mi vida personal y pro-
de mi posición sociocultural en relación con fesional como terapeuta ocupacional, y también
ellos. La conciencia ocupacional es un cons- se expresa en cierta bibliografía sobre los juegos
tructo que surgió de mi tesis doctoral y que infantiles británicos de comienzos del siglo XX
ofrece buena perspectivas y es relevante para la (Barnes y Kehily, 2003; Bishop y Curtis, 2001).
ciencia ocupacional. El estudio indagó en los El estudio buscaba determinar si dichas inquie-
cambios y la continuidad intergeneracional de tudes en la Sudáfrica post-apartheid podían
los juegos infantiles en el seno de las familias e aquietarse de manera similar a lo acontecido
investigó los factores asociados (Ramugondo, en Gran Bretaña, donde los investigadores con-
2012). Investigué a una familia sudafricana cluyeron que más que una disminución total,
negra que representa a un grupo estadística- los juegos infantiles británicos contemporáneos
mente dominante del país en términos de raza estaban en muchos aspectos integrados en prác-
y afiliación política a la elite gobernante, pero ticas históricas (Barnes y Kehily, 2003; Boyes,
en gran medida marginado en términos de par- 1995). Considerando el pasado colonial y de
ticipación y crecimiento económica (Van der apartheid de Sudáfrica, así como el proceso per-
Westhuizen, 2007). Comparto la identidad racial manente de rápidos cambios macroeconómicos
y étnica con esta familia, a quién mencionaré y político-ideológicos de gran envergadura, y el
como la familia Gudani. ritmo acelerado de la modernización (Boehnke
Crecí en Sudáfrica durante la época del apart- y Bergs-Winkels, 2002; Haste, 2001), un estudio
heid y soy la primera generación con estudios sobre los cambios acaecidos en los juegos infan-
universitarios de mi familia; me enteré de la exis- tiles en el seno de las familias desde comienzos
tencia de la terapia ocupacional como profesión del siglo XX hasta el siglo XXI prometía arrojar
solo durante mis estudios de pregrado. Aunque lecciones muy interesantes acerca de cómo evo-
tanto el padre como la madre de la familia Gudani lucionan los juegos en tanto ocupación y cómo
tienen estudios post secundarios, la familia nunca los individuos de distintas generaciones de una
4 E. L. RAMUGONDO
efectivamente, oprimido, porque es desde el de los ‘otros’ privilegiados sino que también,
‘otro” y su exterioridad que las nuevas preten- reducidos. Para quienes se benefician de los sis-
siones de verdad brotan y demandan explica- temas opresivos, el otro oprimido tendría que
ciones” (Dussel, 2011, pág. 21). cambiar sustancialmente su forma de ser y de
Freire (1998) también hizo hincapié en la actuar si ha de disfrutar de los mismos derechos.
necesidad de que los oprimidos reconocieran Por lo tanto, para Biko la conciencia
esta realidad como un primer paso fundamental comienza con el reconocimiento de que inde-
para la auto-liberación. Esta postura comenzó a pendientemente de nuestra posición en la escala
abordar algo que los científicos sociales habían social, todos somos oprimidos y el hecho de que
evadido por mucho tiempo –un análisis teórico las personas estén sometidas a distintos niveles
de los patrones de las relaciones sociales entre de opresión responde a un diseño premeditado
grupos desiguales– aunque de la posición de del sistema. Esta premeditación deja a indivi-
quienes admiten sufrir las consecuencias de duos y grupos dentro de un sistema desigual y
dicha estratificación social. Mientras los análisis aptos para participar en su propia opresión y la
de Biko y Fanon provienen del pensamiento de de los demás. Fue por ese motivo que Biko
la liberación respecto del colonialismo y la domi- observó una poderosa interrelación entre una
nación negra, existe un paralelo interesante entre conciencia sobre sí mismo y el proyecto emanci-
lo que se puede comprender de dicho análisis pador. Este descubrimiento explica una de las
y los patrones relacionales entre grupos con famosas citas por las que se conoce a Biko: “El
acceso desigual a ocupaciones significativas y arma más potente en las manos del opresor es
dignas, y la manera en la cual se mantienen los la mente del oprimido” (Biko, 1978, págs. 101-
sistemas y las estructuras que sostienen dicha 102). Aunque comienza con el individuo, la con-
estratificación. ciencia no puede terminar ahí. Entre otras cosas,
Biko y Fanon argumentaron sistemática- sirve para romper el círculo mediante el cual se
mente que el modo instrumental de división es mantienen las subjetividades desarrolladas a
un factor fundamental del proyecto colonial y través de sistemas opresivos y de alteridad.
que las regiones al interior de las colonias son Mientras Biko escribió sobre la opresión cen-
objetos de distintas marcas de privilegio a lo trándose en la raza, lo negro y lo blanco, Fanon
largo de la historia (Fanon, 1961/1963). Biko señaló muy claramente que un aspecto central de
(1978) observó de qué manera en la Sudáfrica la filosofía de la liberación no es tanto el color de
del apartheid se usó la diferencia racial para la piel sino la forma de usar el poder por parte de
estratificar a las personas en relación con los pri- quienes tienen los medios en una sociedad desi-
vilegios y los recursos. Las personas negras de gual, y los motivos que están detrás de su forma
piel más clara podían subir en la escala social y de retener permanente dicho poder. Sin
conseguir más privilegios probando ante las embargo, el análisis de Fanon sobre estas mate-
autoridades que eran de una raza distinta. Biko rias se vincula muy estrechamente con los argu-
(1978) vio esto como un diseño deliberado de mentos fundamentales de Biko respecto de lo
parte del sistema no solo de estratificar social- que mantiene los sistemas opresivos; la legitima-
mente a las personas sino que también en térmi- ción del acceso permanente a los privilegios de
nos de sus aspiraciones. Con este tipo de parte de aquellos con poder relativo y la reduc-
estratificación, no solo resulta lógico sino hasta ción de los otros a la condición de seres infe-
legítimo que las personas de distintos estratos riores que solo pueden graduarse y conseguir a
sociales consideren que merecen esa posición. una posición de importancia a través de la nega-
Aquellos que gozan de privilegios constantes y ción de sí mismos y el correspondiente elogio de
acumulación de recursos libran una ardua la élite.
lucha por mantener ese acceso, mientras que Refiriéndose a los escollos que enfrentaba la
aquellos con menos se pueden resignar a los lími- conciencia nacional entre la elite política de
tes que se les han impuesto. Las consecuencias clase media a fines de los regímenes coloniales
de la división en un proyecto colonial –para de los Estados africanos y latinoamericanos,
aquellos que gozan de menos privilegios– es Fanon (1961/1963) reveló que era frecuente que
que estos no solo terminan sintiéndose aparte la recientemente surgida “burguesía nativa”
JOURNAL OF OCCUPATIONAL SCIENCE 7
gobernara sin prestar atención a las nuevas rela- periferia o bien la voz o bien la capacidad de
ciones sociales que debían ser comprendidas y articular relatos que sean significativos para
desarrolladas en beneficio de toda la nación. En ellos. Es un reconocimiento de que acceder a
su apuro por reemplazar a “los extranjeros” y de estos mecanismos implica negarle a la humani-
adaptarse al molde cosmopolita, se fijaron muy dad la oportunidad de una auto-comprensión
poco en los problemas que enfrentaban los habi- colectiva.
tantes de la nueva nación desde la perspectiva de Los puntos donde se cruzan la conciencia y la
todos quienes componen dicha nación. A esto ocupación suponen una buena perspectiva para
Fanon le llama flojera intelectual, que sirve para teorizar acerca de la ocupación humana dentro
inculcar relaciones sociales entre grupos desi- de la ciencia ocupacional como disciplina, tal
guales siguiendo la misma línea trazada por el vez incluso aplicando la filosofía de la liberación
colonialismo. La nacionalización en este sentido (Dussel, 1995, 2000, 2011; Fanon, 1961/1963).
estrecho “no tiene nada que ver con transformar La filosofía de la liberación ha sido articulada
la nación; consiste, de manera prosaica, en ser la por Dussel –reconocido como su cofundador
línea de transmisión entre la nación y un capita- entre un grupo de filósofos argentinos de los
lismo –desenfrenado aunque camuflado– que hoy años sesenta durante la dictadura militar (Bur-
se pone la máscara del neocolonialismo” (Fanon, ton y Osorio, 2011; Dussel, 2011; Mahvish,
1961/1963, pág. 122). Esto, para quienes han 2013)– para referirse a una explicación de la
sugerido que África postcolonial es un mito opresión y a una crítica de las verdades domi-
(Aidoo, 1991; Grosfoguel, 2011), se denomina nantes aceptadas acerca del status quo, desde el
colonialidad y es definido de la siguiente manera punto de vista de la alteridad; la perspectiva de
por Maldonado-Torres (2007): otro oprimido (Dussel, 2011). Es altamente
probable que la ocupación humana sea un
un patrón de poder que emergió como aspecto central de la opresión y la colonialidad
resultado del colonialismo moderno, pero en cuanto a que hacer es la representación más
que más bien se refiere a la forma como el visible de las relaciones intersubjetivas desi-
trabajo, el conocimiento, la autoridad y las guales. Coherente con una perspectiva transac-
relaciones intersubjetivas se articulan entre cional sobre la ocupación (Dickie, Cutchin y
sí, a través del mercado capitalista mundial. Humphry, 2006), el quehacer cotidiano de la
Así, pues, aunque el colonialismo precede a gente reafirma discursos que producen y mantie-
la colonialidad, la colonialidad sobrevive al nen “verdades” acerca de sí mismo(s) y de otros.
colonialismo. La misma se mantiene viva Del mismo modo, Ramugondo y Kronenberg
en manuales de aprendizaje, en el criterio (2015) han argumentado que los humanos, de
para el buen trabajo académico, en la cul- hecho, son ocupados no solo en términos de
tura, el sentido común, en la auto-imagen que usan su tiempo, energía y recursos perso-
de los pueblos, en las aspiraciones de los nales sino también en que son culpables, en con-
sujetos, y en tantos otros aspectos de nuestra junto, de lo que suceda con ellos mismos y con
experiencia moderna. En un sentido, respi- los demás mediante sus acciones en el mundo.
ramos la colonialidad en la modernidad A la hora de establecer vínculos entre la ocupa-
cotidianamente. (pág. 243) ción humana y la conciencia tal como se en-
tiende según Fanon y Biko, y con arraigo en la
La conciencia, según la entienden Biko (1978) y filosofía de la liberación, destaco la necesidad
Fanon (1961/1963), puede considerarse de un despertar o estado de alerta en relación
entonces como una actitud mental y un compro- con cómo el quehacer cotidiano de los humanos
miso a resistirse a la colonialidad; patrones de se entrelaza con la desigualdad y la opresión.
poder que definen y mantienen las prácticas y
los patrones culturales dominantes y en ese pro-
ceso, reproducen relaciones intersubjetivas desi- Sinergias con Otros Constructos
guales. Se requiere prestar especial atención a los Relacionados
mecanismos que sirven para dividir a las perso- Muchos han celebrado la generación de cons-
nas, negándoles a quienes se encuentran en la tructos dentro de la ciencia ocupacional en los
8 E. L. RAMUGONDO
últimos años, considerándolos fundamentales Rudman (2010) propuso además que una
para impulsar una teoría relacionada con la ocu- forma generativa de promover la comprensión
pación y su situacionalidad. Algunos de estos de la interacción entre estructura y agencia en
constructos pueden formar grupos interconecta- la negociación y representación de la ocupación
dos, los cuales he denominado aquí grupos de no solo implica comprender de qué manera
constructos, basándome en la descripción sobrevienen las posibilidades ocupacionales en
hecha por Neuman (2011) de grupos de concep- contexto, sino que también el modo en que
tos; una colección de “conceptos asociados son asumidas y, a veces, resistidas por los indi-
coherentes y que se refuerzan mutuamente” viduos y el colectivo. La conciencia ocupacional
(pág. 65). La conciencia ocupacional, como con- se vincula muy estrechamente con la última
structo, disfruta de sinergias con una serie de parte de esta propuesta, destacando que es a
constructos introducidos en la ciencia ocupacio- través del quehacer cotidiano a nivel individual
nal durante los últimos 10 años, así como en el y colectivo que se mantienen los sistemas y las
discurso de la terapia ocupacional. Este artículo estructuras que respaldan y promueven ciertas
apunta a destacar algunos de los vínculos con- ocupaciones en desmedro de otras. Este punto
ceptuales entre la conciencia ocupacional y también fue presentado por Angell (2014) al
estos constructos a modo de introducción de lo argumentar que la ocupación humana podría
que espero sea un “diálogo interactivo sobre la “ser un sitio a la vez de resistencia y de repro-
terminología ocupacional vigente” (Laliberte ducción del orden social” (pág. 104).
Rudman, 2010, pág. 55). La conciencia ocupacional, como constructo
Es posible que también existan otros con- de la ciencia ocupacional, hace hincapié en esta
structos o conceptos que aún no he identifi- resistencia y apunta a la necesidad de contar
cado y que cabrían dentro del mismo grupo con cierto nivel de agudeza mental respecto de
de constructos para los fines de la teorización. cómo el quehacer cotidiano se cruza con la opre-
Al perfilar algunos de los vínculos conceptuales sión a nivel individual y colectivo con el fin de
entre la conciencia ocupacional y los cuatro interrumpir el círculo mediante el cual se man-
constructos que identifico aquí, espero ilumi- tienen las subjetividades desarrolladas a través
nar parte de las posibilidades que tiene la ter- de la gubernamentalidad. Ahí donde las posibili-
minología de la ciencia ocupacional de dades ocupacionales enmarcan a la ocupación
interactuar en formas que impulsen la teoriza- “como un objeto y un objetivo esencial de las
ción sobre la ocupación humana. Los cuatro tecnologías contemporáneas de gobierno” (Lali-
constructos que comienzo a extraer en este berte Rudman, 2010, pág. 58), la conciencia ocu-
diálogo interactivo sobre terminología ocupa- pacional entiende la ocupación humana como
cional son: posibilidades ocupacionales, elec- una posible respuesta. Esta respuesta es funda-
ción ocupacional, apartheid ocupacional y mental para llevar una vida digna, particular-
ocupación colectiva. mente entre aquellos que están oprimidos por
Habiendo analizado discursos relativos al los discursos dominantes en circulación. Tal
envejecimiento y a ocupaciones que llegan a como sostiene Laliberte Rudman (2010), la cir-
ser construidas como ideales o no ideales, Lali- culación de discursos parece “estar basada en
berte Rudman (2010) introdujo las posibili- una comprensión ‘verdadera’ de lo que se tiene
dades ocupacionales como un constructo en que gobernar … donde ciertas autoridades y
la ciencia ocupacional. A partir del concepto agentes tienen más poder para influir en cómo
acuñado por Foucault, la gubernamentalidad, se articulan los discursos y en cuáles entre ellos
esta investigadora fue capaz de demostrar de llegan a ser los más dominantes” (pág. 56). La
qué manera las transacciones entre la estruc- conciencia ocupacional tiene que ver con la
tura y la agencia socialmente contextualizadas forma en que la ocupación humana mantiene
dan forma a la ocupación a nivel individual y los discursos que producen y defienden esas ver-
colectivo, argumentando que este es el meca- dades en relación con uno mismo como con el
nismo por el cual se moldean distintas posibili- otro oprimido.
dades ocupacionales para categorías diferentes Defendiendo la idea de que los discursos
de personas o grupos sociales. Laliberte dominantes pueden ser respaldados por la
JOURNAL OF OCCUPATIONAL SCIENCE 9
acción individual y colectiva en el mundo, Gal- política y social a nivel local” (pág. 66). Los auto-
vaan (2012, 2015) presentó el constructo de la res recurren deliberadamente a un término
elección ocupacional. Argumentó que más que polémico, “apartheid”, con el fin de indagar en
solo un acto consciente de reivindicar la agencia la “segregación sistemática de la oportunidad
individual en el mundo, elegir qué hacer y qué ocupacional” (Kronenberg y Pollard, 2005, pág.
no hacer era un acto transaccional entre persona 59) que propicia el acceso al poder de algunos
y contexto; un mecanismo mediante el cual pero no de todos.
“agentes y estructuras se definen y reproducen A diferencia de la elección ocupacional y la
entre sí” (2012, pág. 160). A partir de la crítica conciencia ocupacional, que son constructos
de Bourdieu a la teoría de la elección racional y que iluminan la culpabilidad individual y colec-
a perspectivas acerca de la relación entre estruc- tiva para perpetuar prácticas y discursos domi-
tura y agencia a la hora de moldear la acción nantes de parte del oprimido, el apartheid
social, Galvaan (2012) advirtió que las elecciones ocupacional expone la culpabilidad individual y
ocupacionales de los adolescentes de una comu- colectiva y la complacencia de parte de quienes
nidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica “estaban se benefician de sistemas opresivos. Aunque
supeditadas y eran coherentes con patrones his- tanto el apartheid ocupacional como la concien-
tóricos, socioeconómicos y políticos impuestos cia ocupacional se centran en el hecho de que
de participación ocupacional que se han desarro- algunos agentes tienen más poder que otros
llado y se perpetúan en Lavender Hill desde el para influir en cuáles discursos se generalizan
apartheid” (pág. 154). en la ocupación humana, ambos constructos
Este patrón volvía a reproducirse aun cuando también arrojan luz sobre los mecanismos rela-
tanto los adolescentes como los adultos a veces cionales y las dinámicas entre agentes desiguales.
objetaban de manera explícita algunas de estas El apartheid ocupacional expone la ilusión que
ocupaciones históricamente arraigadas que mantienen los privilegiados por las estructuras
eran una forma de injusticia ocupacional, por dominantes de que el otro oprimido no tiene la
ejemplo, abandonar la escuela o beber alcohol capacidad de materializar el poder, mientras
de manera excesiva (Galvaan, 2012). Este que la conciencia ocupacional apunta a la
modo de pensar limitado en relación con la elec- respuesta que siempre está disponible para el
ción ocupacional se cruza de manera clara con la oprimido de trastocar el apartheid ocupacional
idea de conciencia ocupacional. Ambos cons- mediante el quehacer cotidiano.
tructos apuntan a una forma de culpabilidad La culpabilidad y la complacencia individual
individual y colectiva sobre la circulación de y colectiva de los humanos respecto de las ocu-
los discursos dominantes, transmitidos por paciones que perpetúan sistemas opresivos o
aquellos que están oprimidos, pero cultivados y trastocan las prácticas dominantes que marginan
mantenidos por sistemas opresivos que privile- quedaron articuladas en la definición de ocupa-
gian ciertas subjetividades por sobre otras. ciones colectivas de Ramugondo y Kronenberg
Sin embargo, la culpabilidad por la opresión y (2015), un constructo introducido en la ciencia
la dominación persistentes no solo está reser- ocupacional por Fogelberg y Frauwirth (2010).
vada a quienes se ven forzados a soportarla En su definición, Ramugondo y Kronenberg
debido a su escaso acceso al poder estructural. propusieron que las ocupaciones colectivas son
A partir de perspectivas aristotélicas y orwelli- aquellas “en las que se involucran individuos,
anas, Kronenberg y Pollard (2005) introdujeron grupos, comunidades y/o sociedades en contex-
la noción de apartheid ocupacional, argumen- tos cotidianos” que “podrían reflejar la intención
tando que las relaciones de poder desiguales y hacia la cohesión o la disfunción social y/o la
el consiguiente acceso a resultados ocupacio- promoción o el rechazo del bien común” (pág.
nales significativos o dignos o la falta de ellos 10). Los autores, además, afirmaron que “estas
se debe a la reticencia de parte los sectores privi- ocupaciones colectivas podrían tener consecuen-
legiados de la sociedad de hacer frente a las cias que benefician a algunos habitantes y no a
injusticas en razón de que “las economías mun- otros” (pág. 10). Los investigadores fundamen-
diales han obtenido beneficios materiales a partir tan este enfoque teleológico o explicativo de la
de ello [énfasis agregado] y también estabilidad ocupación colectiva en la idea del ubuntu, una
10 E. L. RAMUGONDO
ética interactiva africana definida por Cornell y ocupación humana (Frank, 1996; Kronenberg y
Van Marle (2005) que se refiere a la interconex- Pollard, 2005; Laliberte Rudman, 2013).
ión humana o la manera en que la humanidad de
las personas se está moldeando constantemente
Conciencia Ocupacional: Una Noción
en la interacción de unos con otros, asignándole
Crítica Acerca del Quehacer y la Vida
responsabilidad tanto al individuo como a la
Cotidiana
comunidad por la existencia del otro.
A través de esta perspectiva, Ramugondo y Poner atención a la política de la ocupación
Kronenberg (2015) argumentaron que la huma- humana no puede ir separado de la filosofía de
nidad compartida de las personas se “está for- la liberación ni ignorar la forma en que la colo-
mando permanentemente según lo que somos nialidad (Aidoo, 1991; Grosfoguel, 2011; Maldo-
o no capaces de hacer en el seno de un grupo, nado-Torres, 2007; Ndlovu-Gatsheni, 2013)
una comunidad y la sociedad” (pág. 12). De afecta a quienes se encuentran en los márgenes
igual manera, Laliberte Rudman (2010) sugirió del mundo globalizado. Como argumentó Dus-
que las posibilidades ocupacionales podrían sel (2013), es sobre la base de una filosofía de
ofrecer una mirada para valorar críticamente la liberación que se asume como lógica, política,
las formas y los fines conforme a los cuales se ética y un cuestionamiento del status quo, que
está promoviendo la ocupación. Por su parte, aquellos que se ubican en la periferia del
Ramugondo y Kronenberg propusieron que al mundo dominante pueden entablar un diálogo
poner atención en la “actitud intencional” de la con la modernidad y comenzar a replantearse
ocupación individual y colectiva, los humanos sus problemas. Más que grandes ideales de una
como agentes dentro de la sociedad “podrían revolución mundial, en esta tarea es fundamen-
sentirse inclinados a preguntarse a sí mismos: tal un simple intento de parte de aquellos que se
¿A quiénes sirve mi o nuestra ocupación?” ubican en la periferia por llevar una vida digna;
(pág. 6). la posibilidad de crear la producción, la repro-
Es la intencionalidad en la ocupación colec- ducción y el desarrollo de la vida en un sentido
tiva (Ramugondo y Kronenberg, 2015) que se material, social y cultural (Burton y Osorio,
cruza con la conciencia ocupacional. Al tomar 2011; Dussel, 2011). En términos de la ciencia
conciencia respecto de las ocupaciones colecti- ocupacional, esto se refiere a quienes están mar-
vas, los individuos, las familias, los grupos y las ginados de dirigir las posibilidades ocupacio-
comunidades comienzan a llevar el trabajo nece- nales globales (Laliberte Rudman, 2010),
sario para construir sociedades justas desde la siendo capaces, en ocasiones, de resistir los dis-
mera retórica hasta prestar atención a las formas cursos dominantes con el fin de organizar sus
a través de las cuales la ocupación humana con- propias narrativas ocupacionales (Goldstein,
tribuye o perjudica la construcción de dichas Kielhofner y Paul-Ward, 2004) en conformidad
sociedades. Sin embargo, la conciencia ocupacio- con lo que orienta una existencia significativa y
nal se centra en quienes existen al margen de las digna. Esta resistencia requiere cierto estado de
sociedades injustas y llama la atención sobre alerta respecto de la manera en que la ocupación
cómo, en sus espacios respectivos de influencia humana interactúa con el dominio y perpetúa la
ocupacional, los individuos pueden alterar las inequidad y la opresión, algo que yo denomino
dinámicas sociales que perpetúan un mundo conciencia ocupacional. En este sentido, la con-
injusto. ciencia ocupacional arroja luz sobre la perspec-
Prestando atención a solo cuatro constructos tiva crítica del otro oprimido.
que comparten sinergias conceptuales con la Por lo tanto, la conciencia ocupacional se
conciencia ocupacional mi intención no es trata de adoptar actos trasgresores para inte-
excluir otros conceptos o constructos que tam- rrumpir el círculo de la opresión a través de la
bién pueden compartir aspectos ya sea indivi- ocupación humana. Con la presentación de
dualmente o como otro grupo por separado. este constructo en la ciencia ocupacional como
Los cuatro constructos, junto con la conciencia parte de una filosofía de la liberación, sostengo
ocupacional, se esbozaron aquí puesto que que el quehacer cotidiano –si bien lo más difícil
comienzan a arrojar luz sobre la política de la de cambiar a nivel individual o colectivo– es
JOURNAL OF OCCUPATIONAL SCIENCE 11
por una familia que asume un rol marginal en la institucionales dentro de las empresas y el
organización de su propia narrativa del juego. Estado? Estas preguntas, particularmente cuando
Tales mecanismos, que se basan en relaciones involucran a quienes viven en los márgenes como
intersubjetivas permanentemente desiguales y co-investigadores, aclararán aún más el quehacer
que por lo tanto perpetúan la colonialidad, cotidiano como un poderoso acto trasgresor y libe-
podrían estar en juego en diferentes formas de rador para resistir los discursos y prácticas dom-
ocupación humana. Espero que este artículo inantes que niegan una vida digna para todos.
sirva de invitación a los investigadores para Particularmente, la última pregunta subraya el
que adopten la teoría postcolonial, la coloniali- hecho de que despertar conciencia en los oprimi-
dad y la filosofía de la liberación a la hora de dos no es suficiente por sí solo y de hecho, puede
estudiar en más profundidad de qué manera acarrear el riesgo neoliberal de “responsabilizar”
está implicada la ocupación humana. Esto a los oprimidos de la superación de su opresión.
podría ampliar el trabajo inter o transdiscipli- Más bien, la pregunta destaca las intersecciones
nario en la ciencia ocupacional para llevar ade- que existen entre la conciencia ocupacional y el
lante una conceptualización crítica de la poder institucional como un aspecto que vale la
ocupación humana. pena seguir analizando.
Comenzando a trazar vínculos conceptuales
entre la conciencia ocupacional y otros construc-
Disclosure statement
tos relacionados que también se enfocan en la
política de la ocupación humana, este artículo No potential conflict of interest was reported by the
promueve un diálogo interactivo en curso author.
sobre terminología ocupacional y promueve la
teorización como una práctica intelectual dentro ORCID
de la ciencia ocupacional. Se espera que la labor
Elelwani L. Ramugondo
futura esboce la naturaleza compleja de las rela-
http://orcid.org/0000-0002-1987-4651
ciones entre la agrupación de conceptos identifi-
cados en este trabajo y otros que puedan ser
relevantes, con el fin de ofrecer explicaciones Bibliografía
más acabadas de porqué la gente se involucra Aidoo, A. A. (1991). That capacious topic: Gender
en ocupaciones que promueven la opresión y politics. In P. Mariani (Ed.), Critical fictions: The
la desigualdad en distintos contextos. politics of imaginative writing (Discussions in con-
Además, una reflexión más profunda sobre la temporary culture) (pp. 151–154). Seattle, WA: Bay
conciencia ocupacional puede promoverse abor- Press.
Angell, A. M. (2014). Occupation-centered analysis of
dando interrogantes como las siguientes: (a) social difference: Contributions to a socially respon-
¿existen indicadores específicos o expresiones sive occupational science. Journal of Occupational
de la conciencia ocupacional en individuos y Science, 21(2), 104–116. doi:10.1080/14427591.2012.
colectivos? (b) ¿de qué manera articulan los indi- 711230
viduos y las comunidades actos de resistencia en Barnes, P., & Kehily, M. J. (2003). Play and the cultures of
children. In M. J. Kehily, & J. Swann (Eds.), Children’s
las ocupaciones cotidianas según su expresión en cultural worlds (pp. 1–46). Milton Keynes: The Open
distintos idiomas y experiencias en contextos University.
locales? (c) ¿la conciencia ocupacional es una Bhabha, H. K. (1994). The location of culture. New York,
disposición transferible entre ocupaciones y con- NY: Routledge.
textos y de qué manera se relaciona con subjetivi- Bishop, J. C., & Curtis, M. (Ed.). (2001). Play today in the
primary school playground: Life, learning and creativ-
dades diferentes? (d) ¿de qué manera se cruza la ity. Buckingham, UK: Open University Press.
conciencia ocupacional con el enfoque de la jus- Biko, S. (1978). I write what I like: A selection of his writ-
ticia ocupacional? (e) ¿qué mecanismos y prácti- ings. London, UK: The Bowerdean Press.
cas están disponibles y son eficaces para despertar Boehnke, K., & Bergs-Winkels, D. (2002). Juvenile delin-
la conciencia ocupacional? (f) ¿cuáles intersec- quency under conditions of rapid social change.
Sociological Forum, 17(1), 57–79. doi:10.1023/
ciones se encuentran entre la justicia social y la A:1014541506828
conciencia individual en los individuos en el Boyes, G. (1995). Legacy of the work of Iona and Peter
seno de las comunidades y entre niveles Opie: The lore and language of today’s children. In
JOURNAL OF OCCUPATIONAL SCIENCE 13
R. Beard (Ed.), Rhyme, reason and writing (pp. 131– experiences in South Africa. Journal of Occupational
146). London, UK: Hodder and Stoughton. Science, 22(1), 39–53. doi:10.1080/14427591.2014.
Burton, M., & Osorio, M. F. (2011). Introducing Dussel: 912124
The philosophy of liberation and a really social psy- Garfinkel, H. (1967). Studies in ethnomethodology.
chology. Psychology in Society, 41, 20–39. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
Clark, F. A., Parham, D., Carlson, M. E., Frank, G., Goldstein, K., Kielhofner, G., & Paul-Ward, A. (2004).
Jackson, J., Pierce, D., … Zemke, R. (1991). Occupational narratives and the therapeutic process.
Occupational science: Academic innovation in the ser- Australian Occupational Therapy Journal, 51(3),
vice of occupational therapy’s future. American 119–124. doi:10.1111/j.1440-1630.2004.00443.x
Journal of Occupational Therapy, 45(4), 300–310. Grosfoguel, R. (2011). Decolonizing post-colonial studies and
doi:10.5014/ajot.45.4.300 paradigms of political economy: Transmodernity, decolo-
Cornell, D. H., & Van Marle, K. (2005). Exploring nial thinking, and global coloniality. Transmodernity:
ubuntu: Tentative reflections. African Human Rights Journal of Peripheral Cultural Production of the Luso-
Law Journal, 5(2), 195–220. Retrieved from http:// Hispanic World, 1(1), 1–34. Retrieved from https://
www.ahrlj.up.ac.za/cornell-d-van-marle-k escholarship.org/uc/item/21k6t3fq
Dickie, V., Cutchin, M. P., & Humphry, R. (2006). Habermas, J. (1984). The theory of communicative action:
Occupation as transactional experience: A critique of Reason and the rationalization of society (Vol. 1.; T.
individualism in occupational science. Journal of McCarthy Trans.). Boston, MA: Beacon Press.
Occupational Science, 13(1), 83–93. doi:10.1080/ (Original work published 1981)
14427591.2006.9686573 Hammell, K. W. (2009). Sacred texts: A sceptical explora-
Dussel, E. (1995). The invention of the Americas: Eclipse tion of the assumptions underpinning theories of occu-
of “the other” and the myth of modernity. New York, pation. Canadian Journal of Occupational Therapy, 76
NY: Continuum. (1), 6–13. doi:10.1177/000841740907600105
Dussel, E. (2000). Epilogue. In L. M. Alcoff & E. Mendieta Haste, H. (2001). The new citizenship of youth in rapidly
(Eds.), Thinking from the underside of history: Enrique changing nations. Human Development, 44(6), 375–
Dussel’s philosophy of liberation (pp. 269–290). 381. doi:10.1159/000046158
Lanham, MD: Rowman and Littlefield. Hocking, C. (2012). Occupations through the looking
Dussel, E. (2011). From critical theory to the philosophy glass: Reflecting on occupational scientists’ ontological
of liberation: Some themes for dialogue. assumptions. In G. E. Whiteford & C. Hocking (Eds.),
Transmodernity: Journal of Peripheral Cultural Occupational science: Society, inclusion, participation
Production of the Luso-Hispanic World, 1(2) 16–43. (pp. 54–66). Oxford: Blackwell Publishing. doi:10.
Fanon, F. (1963). The wretched of the earth (R. Philcox 1002/9781118281581
Trans.). New York, NY: Grove Press. (Original work Iwama, M. (2003). Toward culturally relevant epistem-
published 1961) ologies in occupational therapy. American Journal of
Fanon, F. (1967). Black skin, white masks (R. Philcox Occupational Therapy, 57(5), 582–588. doi:10.5014/
Trans.). New York, NY: Grove Press. (Original work ajot.57.5.582
published 1952) Kantartzis, S., & Molineux, M. (2011). The influence of
Flyvbjerg, B. (2006). Five misunderstandings about case- Western society’s construction of a healthy daily life
study research. Qualitative Inquiry, 12(2), 219–245. on the conceptualisation of occupation. Journal of
doi:10.1177/1077800405284363 Occupational Science, 18(1), 62–80. doi:10.1080/
Fogelberg, D., & Frauwirth, S. (2010). A complexity 14427591.2011.566917
science approach to occupation: Moving beyond the Kronenberg, F., & Pollard, N. (2005). Overcoming occu-
individual. Journal of Occupational Science, 17(3), pational apartheid: A preliminary exploration of the
131–139. doi:10.1080/14427591.2010.9686687 political nature of occupational therapy. In F.
Frank, G. (1996). Crafts production and resistance to Kronenberg, S. S. Algado & N. Pollard (Eds.),
domination in the late 20th century. Journal of Occupational therapy without borders: Learning from
Occupational Science, 3(2), 56–64. doi:10.1080/ the spirit of survivors (Vol. 1, pp. 58–86). London,
14427591.1996.9686408 UK: Churchill Livingstone Elsevier.
Freire, P. (1998). Cultural action and conscientization. Kronenberg, F., Algado, S. S., & Pollard N. (2005).
Harvard Educational Review, 68(4), 499–521. Preface. In F. Kronenberg, S. S. Algado & N. Pollard
Frisby, D. (1972). The Popper-Adorno controversy: The (Eds.), Occupational therapy without borders:
methodological dispute in German sociology. Learning from the spirit of survivors (Vol. 1, pp. xv–
Philosophy of the Social Sciences, 2(1), 105–119. xvii). London, UK: Churchill Livingstone Elsevier.
doi:10.1177/004839317200200108 Laumann, E. O., & Senter, R. (1976). Subjective social dis-
Galvaan, R. (2012). Occupational choice: The significance tance, occupational stratification, and forms of status
of socio-economic and political factors. In G. E. and class consciousness: A cross-national replication
Whiteford & C. Hocking (Eds.), Occupational science: and extension. American Journal of Sociology, 81(6),
Society, inclusion, participation (pp. 152–162). Oxford, 1304–1338. Retrieved from http://www.jstor.org/
UK: Blackwell Publishing. doi:10.1002/9781118281581 stable/2777006
Galvaan, R. (2015). The contextually situated nature of Laliberte Rudman, D. (2010). Occupational terminology:
occupational choice: Marginalised young adolescents’ Occupational possibilities. Journal of Occupational
14 E. L. RAMUGONDO
Science, 17(1), 55–59. doi:10.1080/14427591.2010. Ramugondo, E. L., & Kronenberg, F. (2015). Explaining
9686673 collective occupations from a human relations per-
Laliberte Rudman, D. (2013). Enacting the critical poten- spective: Bridging the individual-collective dichotomy.
tial of occupational science: Problematizing the ‘indi- Journal of Occupational Science, 22(1), 3–16. doi:10.
vidualizing of occupation’. Journal of Occupational 1080/14427591.2013.781920
Science, 20(4), 298–313. doi:10.1080/14427591.2013. Reay, D. (2005). Beyond consciousness? The psychic
803434 landscape of social class. Sociology, 39(5), 911–928.
Mahvish, A. (2013). The philosophy of liberation: An doi:10.1177/0038038505058372
interview with Enrique Dussel (Part I). Naked Punch Stake, R. E. (2008). Qualitative case studies. In N. K.
Review, 186. Retrieved from http://nakedpunch.com/ Denzin & Y. S. Lincoln (Eds.), Strategies of qualitative
articles/186 inquiry (3rd ed., pp. 119–149). Thousand Oaks, CA:
Maldonado-Torres, N. (2007). On the coloniality of Sage.
being: Contributions to the development of a concept. Sutton-Smith, B. (1997). The ambiguity of play.
Cultural Studies, 21(2), 240–270. doi:10.1080/ Cambridge, MA: Harvard University Press.
09502380601162548 Swedberg, R. (2012). Theorizing in sociology and
Marcuse, H. (1968). Negations: Essays in critical theory. social science: Turning to the context of discovery.
London: Heinemann. Theory & Society, 41(1), 1–40. doi:10.1007/s11186-
Marshall, G. (1997). Repositioning class: Social inequality 011-9161-5
in industrial societies. Thorofare, NJ: Sage. Van der Westhuizen, C. (2007). White power and the rise
Nash, J. C. (2008). Re-thinking intersectionality. Feminist and fall of the National party. Cape Town, South
Review, 89, 1–15. doi:10.1057/fr.2008.4 Africa: Zebra Press.
Ndlovu-Gatsheni, S. J. (2013). Coloniality of power in Whiteford, G., Townsend, E., & Hocking, C. (2000).
post-colonial Africa: Myths of decolonization. Dakar: Reflections on a renaissance of occupation.
Codesria. Canadian Journal of Occupational Therapy, 67(1),
Neuman, W. L. (2011). Social research methods: 61–69. doi:10.1177/000841740006700109
Qualitative and quantitative approaches (7th ed.). Wright, E. O. (1979). Class, crisis and the state. London:
Boston, MA: Pearson. Verso.
Ramugondo, E. L. (2012). Intergenerational play within Yerxa, E. J. (1990). An introduction to occupational
family: The case for occupational consciousness. science: A foundation for occupational therapy in
Journal of Occupational Science, 19(4), 326–340. the 21st century. Occupational Therapy in Health
doi:10.1080/14427591.2012.710166 Care, 6(4), 1–17. doi:10.1080/J003v06n04_04