Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Cripto Expedición:
una exploración en busca de fauna y flora ocultas en los ecosistemas urbanos de
Armenia y Calarcá.
índice:
1. Introducción.
3. Marco metodológico.
4. Justificación.
5. Marco Teórico.
6.1. Introducción
6.4. Conclusiones.
7.1. Introducción.
7.5. Conclusiones.
8.1. Introducción
9.1. Introducción
6.4. Conclusiones.
11. Bibliografía.
Introducción:
“La Cripto Expedición: una exploración en busca de fauna y flora ocultas en los ecosistemas
urbanos de Armenia y Calarcá.”, se trata de una investigación/creación que parte de una
pregunta esencial en torno a cómo, desde un proceso expedicionario, enfocado en un
interés narrativo ficcional, proponer una reflexión sobre la ciudad y sus dinámicas
cotidianas, específicamente aquellas que vulneran la relación ser humano-naturaleza
generando daños en el medio ambiente.
Así pues, teniendo en cuenta las ideas expresadas anteriormente sobre las tensiones que
se mantienen históricamente en torno a la relación entre la naturaleza y los seres humanos,
específicamente con la llegada de la conquista española, ahora entonces es fundamental
describir los intereses desde los cuales este proyecto de investigación/creación se plantea
tratar dicho temas. En ese sentido, las problemáticas ambientales se establecen como el
punto de convergencia que une el interés por la ciudad, la naturaleza y las dinámicas de
vida de las sociedades humanas, pues, municipios como Armenia y Calarcá, estructuras
urbanas surgidas a partir del ímpetu colonizador de personajes históricos como Segundo
Henao o Jesus María Ocampo, aunque conviven aún con los ecosistemas salvajes y
primigenios que habitan la periferia de sus territorios, siguen estableciéndose como
fronteras entre un “mundo humano” y un “mundo natural”.
En suma, para el presente proyecto, esta noción de “ciudad frontera” expuesta antes, es de
especial interés cuando se comprenden las problemáticas ambientales que aquejan al
planeta en la modernidad, ya que, los ecosistemas urbanos, siendo los principales espacios
para el desarrollo de la vida de la mayor parte de las comunidades humanas, se han
concebido desde unas lógicas intrusivas y expansionistas fundamentadas en ideales de
progreso que han desplazado a la fauna y la flora de los territorios ahora conquistados por
el ser humano, los cuales se consolidan entonces como terrenos de su propio mundo, uno
que difiere totalmente del mundo natural en la medida en que este último se transforma en
un bien-recurso, ignorando su importancia vital dentro las dinámicas ecosistémicas que
determinan la supervivencia de los grupos humanos y las demás especies en el planeta.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, unas vez se establecieron los aspectos fundamentales
que determinaron el proceso de investigación, ahora, en cuanto al apartado creativo del
proyecto, es importante comentar que, en esencia, se abordó desde un interés ficcional, y
se fundamentó en la construcción de una narración basada en la noción del “falso
descubrimiento”, la cual se relaciona con un proceso expedicionario ficcional en el territorio
precolonial que hoy ocupan Armenia y Calarcá , y en el que participó el desarrollo de una
fauna y una flora ficticias, concebidas a partir del diseño de personajes, y que se proponen
como metáforas visuales sobre los conflictos ambientales presentes en los contextos
urbanos; consecuentemente, como fin último, se concibió al diseño editorial, bajo el
concepto del libro álbum y la guía de campo, como la herramienta y principal medio
expresivo el cual permitió documentar, mediante la sinergia entre texto e imágen,
reflexiones sobre la experiencia expedicionaria en los ecosistemas urbanos de Armenia y
Calarcá durante el proceso investigativo, y que se ve encapsulada luego en todo el
contenido narrativo visual del proyecto, en su intención por proponer una reflexión sobre la
ciudad y sus dinámicas y procesos de interacción con la naturaleza.
● Objetivo general:
● Objetivos específicos:
4. Elaborar un libro álbum, concebido a partir del diseño editorial y un interés narrativo
ficcional, el cual presente, por medio de su contenido, unas metáforas visuales sobre las
relaciones entre el ser humano y la naturaleza en la ciudad.
Diseño metodológico:
Teniendo en cuenta la cita anterior, en ella se expresan dos aspectos de vital importancia
para el enfoque metodológico del presente proyecto; pues, por una parte, se presenta la
noción de la observación con carácter participante, la cual da paso al planteamiento de unas
estrategías metodológicas y técnicas de recolección de información, que se fundamentan en
la posibilidad de documentar unas vivencias o experiencias con la realidad; por otra parte, el
segundo aspecto importante que aporta Martinez en su definición, se trata de la búsqueda
de un significado a partir de la reconstrucción del sentido de todo lo que se ha observado y
se ha documentado y que, en esencia, sería el fin último de todo el proceso metodológico
hermenéutico. En relación a esta búsqueda de significado, teniendo en cuenta la existencia
de una información recolectada y dispuesta para su estudio, Arcay y Villalobos (2017)
apuntan que:
[...] supone una reconstrucción sistemática y fiel del fenómeno estudiado, donde los
prejuicios del investigador no sean factor determinante en la orientación final que se
le otorga a los significantes. Pero tampoco debe estar desprovisto de los significados
y significantes que el investigador adquirió al contactarse con esa realidad y
recrearla (p.11).
[...] el discurso especializado que desde el presente se hace del pasado, en otras palabras,
es el tratamiento reflexivo que se da a los vestigios o huellas que de forma discursiva
corresponden a la experiencia del tiempo, con la finalidad de realizar una reunificación de lo
que artificialmente fue separado (el pasado y el presente) (p.26)
Justificación:
Teniendo en cuenta lo anterior, para el autor, interactuar con la ciudad mediante el acto de
caminar, resulta siendo el mejor medio para intentar construir unas relaciones estrechas con
los espacios que brinda la urbe. Así pues, esta misma posibilidad de recorrer la ciudad sin
prisa y con disposición a ver y escuchar lo que ofrece el entorno, ha dado paso también al
surgimiento de algunas cuestiones sobre la relación del autor con la naturaleza, y por cómo
las dinámicas de vida de las sociedades humanas terminan por volverse una amenaza
constante para la existencia de otras formas de vida que cohabitan el territorio ocupado por
los espacios urbanos.
Por otra parte, el autor considera que la relevancia social del presente proyecto se
fundamenta en el mismo interés de abordar las problemáticas ambientales que se dan en la
ciudad. En ese sentido, la preocupación por la conservación de los ecosistemas y el
desarrollo de unas relaciones sostenibles que lleven a habitar responsablemente el planeta,
se establece como un fin vital para el ser humano. En esa medida, considera que es aún
más importante el abordar estas problemáticas en el contexto urbano, debido a que este
resulta siendo el escenario fundamental para el desarrollo de la vida de las sociedades
humanas, y, por tal razón, son el punto de partida para comprender cómo la convivencia
entre hombre y naturaleza determina las posibilidades de vida de las sociedades.
La problemática ambiental.
Gonzáles (2006) define que “La problemática ambiental [...] se entiende como el sistema o
estructura, resultante de las interacciones entre una población humana organizada en
sociedad y los procesos ecosistémicos” (p. 7). Teniendo en cuenta lo anterior, se comprende
que dicha problemática aparece a partir de una interacción entre el ser humano y la
naturaleza, mediada por unas necesidades generadas a partir de procesos de
sedentarización, los cuales intensifican un consumo obligado de los recursos naturales de
los ecosistemas. En esa media, se desarrollan situaciones conflictivas fruto de un
pensamiento consumista y expansionista que caracteriza a las sociedades con modelos
económicos capitalistas.
Por otra parte, aparece el calentamiento global, que implica un aumento en la temperatura
media de la Tierra, lo que se ve influenciado por la generación de gases de efecto
invernadero, los cuales retienen en la atmósfera parte de la radiación emanada por el sol
que llega hasta la Tierra, impidiendo que ésta se libere al espacio y así termina por
aumentar la temperatura del planeta (Porrúa, 2001). De otro modo, aparece también la
deforestación, la cual implica un proceso de eliminación de la capa vegetal como arbustos,
árboles o hierbas.
Por último, aparece la expansión urbana descontrolada, pues, según la Agencia Europea de
Medio Ambiente:
Por otra parte, en relación al concepto “Ser humano”, Carlos Linneo, citado en Carrasco y
Rodríguez (2009), define que “Los seres humanos fueron denominados en su taxonomía
homo sapiens, «humán» que sabe” (p. 2). Partiendo de dicha definición, se comprende que,
para tratar el concepto ser humano, es necesario definir unas ideas específicas que se
relacionan, a su vez, con el concepto de naturaleza aportado por Ferrero (2015) y Quintana
(1995). En ese sentido, Carrasco y Rodríguez (2009) proponen que, en la tradición cultural
occidental, el mundo del ser humano y el mundo natural se han planteado como mundos
contrapuestos, en la medida en que el desarrollo de la cultura y la educación han implicado
una separación que conlleva la construcción de un mundo desligado de la naturaleza; el
cual lleva entonces a establecer el concepto del ser humano como creador y principal
habitante de este nuevo escenario (Carrasco & Rodríguez, 2009). Por otra parte, en el
mismo sentido en el que se trató en el concepto de la “naturaleza”, el “mundo” aquí se
considera desde las mismas concepciones del mundo sensible que presenta Aguilar (2020)
a partir de revisar la teoría de las formas de Platón.
La expedición.
Según las ideas de Baraya, el viaje, comprendido desde un interés expedicionario, presenta
un esquema desde el cual se establece un punto de partida en el que se inicia el recorrido;
un viaje de ida que se ve impulsado por la formulación de unas preguntas; un destino o
punto de llegada, al cual define como un oráculo que le brinda unas nuevas perspectivas al
viajero expedicionario; finalmente, el viaje de regreso, durante el cual se propone la
formulación de unas respuestas con base en el encuentro con este “oráculo” (Baraya,
2019). Por otra parte, Baraya propone que “un archivo es una estructura. Dicha estructura
es el escenario base para la actuación del pensamiento. Lo que me permita pensar vale
como estructura. El archivo, por lo tanto, me permite pensar (2019, p.22).
A partir de lo visto antes, este autor establece al archivo como una manera de documentar
las experiencias vividas durante el encuentro con aquello que habita en el punto de llegada
al que aspira el viajero expedicionario; de esta manera, dicho registro, una vez se abandona
aquél escenario encontrado, brinda la posibilidad de generar unas respuestas con base en
la realidad fragmentada que se ha encapsulado en fotografías, escritos, dibujos,
grabaciones o cualquier otro medio que permita consignar unas experiencias.
Consecuentemente, Baraya considera que la hipótesis sobre la expedición como una de las
bellas artes, contempla la estructura del viaje y el archivo como aspectos metodológicos
aplicables a la práctica artística.
En la misma medida, Gadamer, a partir de una revisión de Mancilla (2013), propone la idea
de la experiencia hermenéutica a partir de establecer que el comprender el mundo no se
fundamenta en unos métodos, sino, en la posibilidad que existir situado en él brinda la
oportunidad de generar experiencias significativas que permitan elaborar unas
comprensiones sobre la realidad (Mancilla, 2013). Partiendo de todo lo propuesto
anteriormente, el concepto “expedición”, en el presente proyecto, se fundamenta en la idea
del viaje como estructura para generar una experiencia hermenéutica que luego puede
documentarse a través del uso del archivo, lo cual, en esencia, se inscribe en la hipótesis de
Baraya (2019) sobre la expedición como una de las bellas artes.
Por otra parte, fundamentado el aspecto teórico de este apartado, se plantea que los
procesos expedicionarios se conciben desde los distintos objetivos que buscan cumplir o
desde la clase de recursos que se pretenden adquirir (Baraya, 2019). En esa medida, cada
expedición se diferencia según el fin último desde el cual ha sido concebida, y es a partir de
estas mismas limitaciones que genera un conocimiento o beneficio específico.
El caminar.
Aunque el caminar ubica al hombre en el paisaje, es algo más que un medio para
atravesar el espacio, es también un acto cultural, un gesto estético, una forma de
protesta y una fuente de conocimientos, y por lo tanto de poder o dominio (p.11)
Por otra parte, con el fin de complementar el aspecto teórico que trata este apartado, se
considera fundamental abordar otros aspectos tratados por Careri (2002) en torno al acto de
caminar, los cuales proponen que éste establece unas relaciones con el espacio que,
orientadas desde unos intereses específicos, plantean diversas posibilidades al momento
de recorrer el territorio, lo cual desemboca en una nueva construcción de conocimiento en
torno a éste, una resignificación de sus espacios o la posibilidad de concebir nuevas formas
de recorrerlo. Así pues, algunas de las teorías más importantes que envuelven el acto de
caminar, y su posibilidad estética, en función de una interacción sensible con el territorio,
son la visita dadaísta, el deambular surrealista y la deriva situacionista. En ese sentido,
según Careri (2002):
Por otra parte, en cuanto al Deambular Surrealista, Careri (2002) comenta que:
En esa medida, dicha definición plantea la realidad como el insumo necesario para la
construcción de unas nuevas realidades, fundamentadas en la reinterpretación imaginaria y
ficcional de los sucesos factuales (Schaeffer, 2014). Partiendo de esto, se puede considerar
que las experiencias que se dan en el mundo real brindan la posibilidad de ser
resignificadas para dotar de nuevos sentidos dichas experiencias.
En relación a lo anterior, Valentini y Ristorto (2015), a partir de analizar la visión del mundo
medieval, tomando como base el concepto del bestiario, dan cuenta de unos procesos de
ficcionalización que envuelven las relaciones ser humano-naturaleza en dicha época y que
se ven mediados por un interés alegórico fundamentado en la posibilidad de dichas
alegorías al momento de educar a las personas sobre la cosmovisión cristiana; de este
modo, mientras que unos animales representaban a Cristo, otros terminaban por
representar el mal, los vicios y defectos de los seres humanos, que luego se consumaban
en criaturas fantásticas como el Dragón, el Grifo, el Basilisco o la Cocatriz (Valentini &
Ristorto, 2015).
En ese sentido, la Feericología según Dubois, es una ciencia oculta que se enfoca en el
estudio de seres fantásticos como hadas, gigantes, trolls, duendes, elfos u otros seres
ficcionales que, generalmente, forman parte de las culturas y el folclore en muchas partes
del planeta (“Elficología”, 2020). Por otra parte, la Criptozoología de Heuvelmans, según
Morrone y Fortino (1996), “describe y clasifica los animales ocultos o “críptidos”, es decir
aquellas especies o subespecies todavía no descritas por la zoología clásica, las que son
conocidas sólo por evidencia circunstancial o cuyas pruebas materiales son insuficientes”
(p.76). Según esta definición, la Criptozoología fundamenta sus intereses en demostrar y
darle veracidad a unas experiencias que se dan a partir del encuentro del ser humano con
la naturaleza. En esta medida, los “críptidos” aparecen como posibilidades que se
fundamentan en el desconocimiento de los seres humanos sobre la inmensidad del entorno
natural y se plantean así como ficciones envueltas en unas experiencias que se presentan
en dichos entornos.
Partiendo de todo lo anterior, dentro del enfoque conceptual que se le da a la ficción en este
apartado, es fundamental especificar que el aspecto narrativo ficcional es de vital
importancia dentro de dicho marco, pues la razón se fundamenta en la siguiente definición
ofrecida por Schaeffer (2014):
Según lo expuesto por Schaeffer, a través del paralelo que plantea entre lo narrativo
ficcional y lo narrativo factual, se puede comprender que la narrativa ficcional brinda la
posibilidad de concebir unas realidades alternativas, a las cuales no se les exige una
veracidad, sino, más bien, estas resultan siendo enteramente ficcionales en la medida en
que no se asemejan a los aspectos determinantes de la realidad factual.
En esa medida, lo ficcional puede adaptarse a la realidad factual para generar unas
perspectivas distintas sobre el mundo y las cosas que lo componen; así mismo, para el
presente proyecto, se consideran las múltiples oportunidades, tanto narrativas como
reflexivas, que lo narrativo ficcional puede brindar al momento de pensar en las relaciones
entre ser humano y naturaleza que se dan en la ciudad.
Por otra parte, para fundamentar teóricamente algunos aspectos esenciales de la narrativa
ficcional, se debe tener en cuenta que al ésta brindar la posibilidad de construir realidades
alternativas, fundamentadas en concepciones no factuales, presenta entonces también
distintas posibilidades al momento de construir hechos, personajes, mundos o realidades
las cuales pueden ser concebidas desde unos géneros narrativos ficcionales que varían
según lo que se busca expresar. Partiendo de lo anterior, aparecen entonces la fantasía y la
ciencia ficción como dos de los géneros más relevantes dentro de la narrativa ficcional. En
ese sentido, sobre la fantasía, De Rivarola (1979) comenta que:
Intentar definir la ciencia ficción, labor emprendida por más de un comentarista del
género, ha resultado más un estorbo que verdadera ayuda. En lo que se refiere al
término «ficción», nos encontramos en un terreno relativamente sólido; el término
«ciencia», por el contrario, nos plantea algunas dificultades. Una de ellas estriba en
que la ciencia ficción no se refiere necesariamente a ficciones relacionadas con la
ciencia o los científicos y en que la ciencia no tiene por qué desempeñar en ella un
papel decisivo. Sin embargo, tras no pocos esfuerzos, se ha llegado a la siguiente
conclusión: ciencia ficción es aquella forma de narrativa que versa sobre situaciones
que no podrían darse en el mundo que conocemos, pero cuya existencia se funda
en cualquier innovación, de origen humano o extraterrestre, planteada en el terreno
de la
ciencia o de la técnica, o incluso en el de la pseudo-ciencia o la pseudo-técnica (p.
4)
El libro álbum.
Partiendo de esta noción básica que ofrece Chiuminatto, se puede comprender que el libro
álbum aparece como una manera de abordar el diseño editorial desde la posibilidad de
enlazar la imagen y el texto para ponerlos al servicio de un interés expresivo. En ese
sentido, se reconoce también en esta sinergia entre imagen y texto, una posibilidad de
implicar procesos narrativos, lo cual es un interés fundamental para el presente proyecto.
En esa medida, el enfoque conceptual desde el cual se aborda este apartado, se expresa a
partir de concebir al libro álbum como un objeto literario y artístico que puede presentar una
oportunidad para analizar las relaciones entre la comunicación escrita y la comunicación
visual (Chiuminatto, 2011).
Así pues, fundamentando este marco conceptual, se considera fundamental comprender las
posibilidades que esta noción del libro álbum adquiere al momento de concebirlo desde la
idea de la guía de campo, la cual tiene la intención de ayudar al lector a identificar plantas,
animales u otros elementos propios de la naturaleza a partir de ser llevado al entorno en el
cual existen tales elementos, y que pueden distinguirse al tener en cuenta la información
consignada en la guía (Schmidt, 2014).
Por otra parte, con el objetivo de fundamentar teóricamente la noción de libro álbum,
teniendo en cuenta las consideraciones que plantea Chiuminatto sobre éste, el cual
comprende que los aspectos fundamentales que componen su esencia expresiva y
comunicativa son la imagen y el texto; sin embargo, determina que estos se ven envueltos
en unas ciertas consideraciones necesarias para dar paso a lograr el fin último del libro
álbum y que, así mismo, permiten darle a un diseño editorial dicho carácter. En
consecuencia con lo anterior, López (2009) propone una ciertas cualidades que poseen la
imagen y el texto cuando son concebidas dentro del concepto del libro álbum. Así pues, en
relación a la imagen, propone que:
La imagen debe ser considerada como un texto, y por tanto como un conjunto de signos
que interactúan entre sí. ¿Cómo produce significado una imagen? ¿Cómo llegamos a
comprender una imagen? Cuando vemos una imagen, sucede algo similar a lo que sucede
cuando nos enfrentamos a una palabra. Si leemos la palabra “árbol”, y alguien nos
pregunta: ¿qué es eso?, nadie dirá que “eso” es un árbol, sino que dirá que es una palabra
escrita. Sin embargo, el poder de la imagen puede llegar a hacer que alguien olvide que se
encuentra frente a una “imagen de un árbol” y no ante un árbol real.
... Quisiéramos recordar que las imágenes, al igual que las palabras, dicen más de lo que
aparentan decir. Toda imagen es polisémica, y sus distintos sentidos se encuentran de
manera subyacente entre sus significantes a partir de asociaciones subjetivas, sociales y
culturales que se pueden hacer de acuerdo con el contexto en el que se encuentran.
La lectura de imágenes en los libros álbum conlleva un nivel de tensión: por un lado el texto
obliga a seguir adelante en la lectura lineal. Por el otro, las imágenes invitan a hacer
pausas, a observar detalles, a descubrir signos y significados, una pugna entre lo lineal y lo
ubicuo (López, 2009, p. 8).
En el libro álbum la imagen no está supeditada al texto ni el texto lo está a la imagen. Así
como se lee el texto, también debemos leer las imágenes, y para aprehender la
particularidad del libro álbum es necesario leer el texto y la imagen como un conjunto. El
libro álbum nos sitúa en un concepto amplio de lectura no restringida al texto verbal, donde
imagen y texto toman elementos del cine, la historieta, la publicidad, la plástica, los dibujos
animados, los videojuegos y otros lenguajes que bombardean al niño desde su nacimiento y
lo acompañan en la escuela, en el patio de recreo y en el parque. (López, 2009, p. 5).
El Dibujo.
En consecuencia con lo expuesto hasta este punto sobre el libro álbum, se introduce
entonces al dibujo como un elemento fundamental, el cual se plantea como el principal
mediador entre el apartado visual y el apartado textual, dentro del abordaje creativo que se
le da a este tipo de diseño editorial dentro esta investigación/creación. Como punto de
partida para fundamentar la razón de ser del dibujo dentro del proyecto, aparece entonces
la siguiente idea de Molina (1995):
Siguiendo estas ideas expuestas por el autor, se considera entonces que el dibujo, en el
contexto de este proyecto, implica una posibilidad más allá de simplemente establecerse
como representación. Éste, más bien, desde una perspectiva personal, termina siendo
fundamental en la medida en que aparece como una oportunidad para concretar los
encuentros con unos mundos o realidades posibles, gestadas en la imaginación, y que se
materializan a partir del uso del trazo y el claroscuro, viéndose estos dos permeados por
comprensiones esenciales sobre la realidad factual (el estudio de la luz, la sombra, la
perspectiva, entre otros). Respecto a esto último, Lambert (1966) comenta que “. . .trazos
diagonales, verticales y horizontales y el sombreado tonal son capaces de sugerir, forma,
espacio, luz y movimiento sin tener auténtica similitud con el tema que describen” (p.6).
Esta definición de Molina, en el contexto del proyecto, se propone desde dos perspectivas
diferentes; una, la de presentar un argumento general sobre cómo el dibujo tiene la
posibilidad de permear cualquier proceso de creación a partir de establecerse como un
medio de proyección de un “algo” que puede concretarse luego como obra de arte por
medio de diversos soportes; y otra, en la cual se considera específicamente esta
“posibilidad de fijación de un gesto que concreta una estructura”, que comenta el autor, lo
cual, para la presente investigación/creación, resulta siendo de sumo interés cuando el
apartado creativo de ésta se piensa específicamente desde la posibilidad de fijar unos
gestos que permitan concretar, tanto una estructura visual, como narrativa, para dar paso al
desarrollo de metáforas visuales que reflexionen sobre la problemáticas ambientales en la
ciudad. Para desarrollar estas ideas expresadas antes, específicamente aportando a la
solución sobre esta cuestión en torno a la razón de ser del dibujo para el presente proyecto,
Molina (1995) propone, sobre la estructura de los gestos, que:
Los trazos que reconocemos son los rastros fijos de esos gestos que nos ayudan a
comprender el proceso con el que las personas representan los conceptos de las
cosas. Los fenómenos visuales permiten establecer el orden jerárquico de aquello
que se valora. La enseñanza ha desarrollado a través de estos componentes: gestos
y estructuras, los instrumentos para la interpretación de las ideas que en ellos se
concretan. A través de esto, el dibujo, al mismo tiempo que configura una idea,
comunica e informa de la estructura con la que cada persona capta el fenómeno,
reflejando al mismo tiempo el valor simbólico que asume. (p. 18)
Esta idea propuesta por el autor es de vital importancia para el proyecto cuando se
comprende que el interés fundamental del apartado creativo de esta investigación/creación,
se apoya en la posibilidad de comunicar unas percepciones personales sobre las
problemáticas ambientales en ciudades como Armenia y Calarcá. En ese sentido, el gesto
de creación abordado en el proyecto, el cual se vale de la creación de una fauna y flora
ficticias, concibe a estas entonces como imágenes que pretenden encapsular ciertos
fenómenos problemáticos de la realidad, con la intención de dar cuenta de unos valores
simbólico que quizás pueden llegar a consolidarse como reflexiones sobre las relaciones
que se tejen entre el ser humano y la naturaleza en los entornos urbanos. En suma, todo
este interés expresivo se fundamenta en las posibilidades que brinda la representación en
los dibujo, pues, según Molina, “El valor que adquieren como forma de aprehensión sensible
de las ideas y de los objetos, es el que les confiere la multiplicidad de sentidos, y su papel
clave en el conocimiento de las cosas” (1995, p. 23).
Teniendo en cuenta lo expresado hasta este punto sobre el dibujo, se comprende entonces
que este soporte, con el cual se pretende dar forma a unos gestos de creación, está
permeado totalmente por un interés ficcional, con el cual entonces se concibe al dibujo
como medio de materialización de otras realidades posibles o imposibles. Para desarrollar
este punto, Carlos Montes, en Molina (1995), propone lo siguiente:
Esta noción que ofrece Montes sobre el arte en la cual los gestos de creación se establecen
como mundos o realidades de ficción, se fundamenta también a partir de lo que el mismo
autor denomina como la voluntaria suspensión de la incredulidad (ibídem, 1995). Esta idea
se centra específicamente en comprender el rol del espectador al momento de relacionarse
con una obra de arte fundada en la ficción, y cómo el logro de una óptima interacción
obra-espectador se determina a partir de la disposición de éste último de dejar a un lado un
pensamiento crítico para apostar entonces por una inmersión voluntaria en el mundo de
ficción que ofrece la obra (ibídem, 1995)
Estas ideas expuestas por Montero son fundamentales dentro del apartado creativo y dentro
de todo el interés reflexivo que tiene el presente proyecto, sobre todo teniendo en cuenta
que, a pesar de que se acude al dibujo y la ilustración científica en él para intentar dotar de
verdad a la ficción, más allá de intentar convencer al espectador de que los gestos producto
de esta investigación/creación son un realidad, lo que intenta es brindar un espacio de
inmersión fundamentado en una narración ficcional, la cual intenta abrir las puertas a una
realidad alterna fundada en la imaginación y la fantasía, y de la cual se valen los procesos
de representación que dan forma a la fauna y flora ficticias. En este sentido, es importante
reconocer también cómo la representación se propone desde este interés ficcional. Sobre
esto, Montes expone que:
El artista no pinta lo que ve, sino lo que conoce. Más aún, el artista no pinta lo que
imagina, sino lo que conoce de lo que imagina. Y lo que se conoce se interpreta
según los conocimientos técnicos de cada uno. (Ibídem, 1995)
En este punto aparece otro elemento fundamental del dibujo, especialmente de interés para
el proyecto a partir de comprender las implicaciones de éste al momento de comprender la
relación del arte con las disciplinas científicas,y el cual se trata de la representación
concebida desde el concepto de la Mímesis. En ese sentido, sobre esto, Williem Goeree,
citado por Lambert (1996), propone en su libro “An Introduction to the general art of
drawing”, publicado en el año 1674, que al dibujo “Se le puede considerar una segunda
Naturaleza porque a través de los dibujos enseña a imitar y dar a conocer todas las obras
de la Creación” (p.5). En consecuencia, según esta idea, la facultad de ser el dibujo una
“Segunda naturaleza”, puede relacionarse profundamente con el concepto estético de la
Mímesis, propuesto por Aristóteles. En ese sentido, teniendo en cuenta la teoría de las
formas de Platón, en la que se comprende la existencia de un mundo inteligible (el de las
ideas) y uno tangible (el de las cosas materiales) (Aguilar, 2020), podría decirse que Goeree
considera entonces al dibujo como un medio de documentación de todo aquello que puebla
el mundo material. De este modo, esta cualidad de “dar a conocer todas las obras de la
creación”, se fundamenta propiamente en la capacidad mimética de la imagen, en la que,
por medio de una conciencia sobre el trazo y el uso del claroscuro, se puede aspirar a la
representación fáctica de un elemento del mundo tangible.
Teniendo en cuenta la cita propuesta antes, los autores hacen un énfasis en la importancia
del dibujo dentro de la ilustración como medio creativo, a partir de establecer que:
En suma, con todo lo anterior se establece una relación entre ambos conceptos a partir de
comprender que un dibujo puede devenir en ilustración en la medida en que su función sea
la de comunicar o representar lo expresado en un texto. Es a partir de esto que, en esta
investigación/creación, el concepto del libro álbum, el cual fundamenta su forma en la
interacción constante entre texto e imágen (Chiuminatto, 2011), determina la necesidad de
sacar a flote las cualidades comunicativas y narrativas del dibujo por medio de la ilustración.
Aportando a lo anterior, una vez se comprende esta noción que es de interés para el
proyecto, es importante tener en cuenta que, dentro de la ilustración, siendo ésta un
proceso de comunicación, existen diversos géneros que responden a distintas necesidades
comunicativas; sin embargo, se presentan dos que son de especial interés: La Ilustración
Científica y La Ilustración Fantástica.
En consecuencia con lo anterior, una vez se ha comprendido al libro álbum como el medio
de inscripción en el que converge todo el contenido y el cual brinda un espacio particular de
interacción al texto y la imágen, al dibujo como un concepto general que permea todo el
interés creativo del proyecto, a la ilustración como el vehículo por el cual se propone la
comunicación de ideas en una interrelación con el texto y, específicamente, a la ilustración
científica como una herramienta que permitiría dotar de realidad a la ficción; ahora bien, es
fundamental comprender cómo el interés ficcional permea todo este proceso de creación, y
esto se traduce entonces en la adopción del género de fantasía como el principal insumo
para el abordaje de la ilustración y el apartado narrativo del libro álbum. Aportando a lo
anterior, Ferreres (2017) expone que:
En suma, el autor sugiere que las construcciones imaginarias deben presentar de manera
inherente unos procesos de interacción entre lo factual y lo ficcional para consolidarse de
manera óptima por medio de la imágen gráfica. Por lo anterior, es importante reconocer que
la ilustración fantástica, en igual medida, consuma la construcción de imágenes a partir de
un proceso de representación mimético/imaginario que da paso al desarrollo de unas
ficciones fundadas en la realidad.
6.1. Introducción:
A partir de lo expuesto anteriormente, una vez se comprenden las perspectivas desde las
cuales se han establecido las interacciones con la urbe dentro del contexto del proyecto, es
necesario introducir los temas y objetos de estudio que fueron de especial interés para la
presente investigación/creación y los cuales sirvieron como hoja de ruta para dar paso al
proceso de construcción del archivo.
Con lo anterior, para finalizar, es importante aclarar que, a pesar de la importancia que
tienen dentro de los referentes metodológicos y creativos del proyecto algunos procesos
expedicionarios históricos como La Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada o la
Comisión Corográfica, los cuales se han planteado desde intereses científicos y políticos
territoriales; en contraposición, toda la información recolectada a partir de fotografías, las
cuales definen el contenido principal del archivo del presente proyecto, se concibieron
desde unos intereses distintos, orientados, principalmente, al desarrollo de comprensiones y
reflexiones personales sobre las relaciones entre el ser humano, la ciudad y la naturaleza,
concibiendo exclusivamente al arte como herramienta mediadora.
La recolección de datos, orientada ésta a los entornos urbanos de los municipios Armenia y
Calarcá, se planteó específicamente en estos contextos debido; en primer lugar, a que son
los principales espacios de vida para el investigador/creador de este proyecto, en los cuales
se desenvuelven sus rutinas cotidianas de vida, las que han dado paso a la construcción de
unas percepciones y comprensiones personales sobre lo urbano, llevándolo así también a
cimentar uno intereses creativos y reflexivos en torno a la misma condición de la urbe frente
al ecosistema natural que hace parte de ella; ideas que sirven como la estructura esencial
de esta investigación/creación y que se han formado a partir de la misma interacción con
ambos municipios; en segundo lugar, dichos espacios se presentan también como
exponentes de la embestida colonizadora que se instaló en el territorio quindiano y gestó
sus ciudades a partir de un impetuoso ideal de progreso, el cual consolidó al hacha como el
símbolo del dominio del hombre sobre la naturaleza, lo que luego se expresaría en otros
símbolos locales como el “Monumento a los Fundadores”, estandarte del proceso de
colonización antioqueño, que conmemora los cincuenta años de la fundación del municipio
de Armenia y consiste en la representación de un hacha clavada sobre el tocón de un árbol
que fue talado.
Siendo así, una vez expresados estos apuntes iniciales, en adelante se exponen entonces
las descripciones de los procesos y los resultados obtenidos durante el ejercicio de
recolección de información, el cual se estableció a partir de la definición de unos puntos de
salida y llegada para cada una de las veinte expediciones, lo que al final dio paso a la
interacción con diversos espacios dentro del tejido urbano de Armenia y Calarcá desde un
enfoque experiencial hermenéutico .
En este sentido, para brindar un contexto más amplio sobre el desarrollo de las
exploraciones urbanas, es importante anotar que, como se expresó anteriormente, se
definieron unos puntos específicos que determinaban el inicio y el fin de los recorridos
dentro del entorno de las dos ciudades; sin embargo, en ocasiones, tanto los lugares en los
que iniciaban las expediciones, como aquellos en los que terminaban, se definían
circunstancialmente; es decir, aunque en un inicio se trazaban con anterioridad los trayectos
determinando la orientación (Norte a Sur, Este a Oeste, etc) y las posibles rutas para llegar
de un punto “A” a un punto “B” analizando los mapas de los dos municipios utilizando
herramientas como “Google Maps”, previo a incursionar en el espacio urbano; al contrario,
durante algunos de estos, la interacción directa con la urbe implicó el encuentro con
lugares, los cuales, según lo que se hallaba allí, se concretaban como puntos de inicio que
motivaron la exploración de lo que se presentaba a su alrededor. Por otra parte, en relación
a la definición de los puntos en los que terminaban los recorridos, es importante decir que
estos se establecieron a partir de diversas circunstancias: en ocasiones debido al
agotamiento provocado por la duración de algunas expediciones, en otras a partir de no
encontrar más elementos de interés en las zonas o, incluso, se debía a la imposibilidad de
continuar con la recolección de información, a razón de que los lugares podrían ser
inseguros, peligrosos o inaccesibles.
Por consiguiente, una vez se tienen en cuenta estas consideraciones sobre las maneras en
que se establecieron los puntos de inicio y final de las expediciones, es fundamental
abordar ahora entonces las dinámicas que se desarrollaron durante el espacio entre uno y
otro: el encuentro con la ciudad y las respuestas obtenidas de ella. Así pues, inicialmente,
para describir los protocolos que dieron forma al proceso expedicionario en las urbes de
Armenia y Calarcá, es esencial apuntar que, como se ha aclarado antes en otros apartados,
la interacción con dichos espacios se planteó a partir del caminar; sin embargo, la obtención
de información, más allá de quedarse en la experiencia hermenéutica que propiciaban los
recorridos, implicaba también la documentación de dicho proceso para la construcción de
un archivo que pudiera encapsular de la mejor manera las experiencias del explorador -
investigador del presente proyecto, por lo cual, se estableció entonces a la fotografía como
la mejor herramienta para la recolección de la información. En función de lo anterior, es
importante aclarar que, la elección de este medio se dio, no por las posibilidades que brinda
éste desde su enfoque artístico, sino, más bien, por sus facultades representacionales que
permitían encapsular en imágenes fijas los encuentros con el espacio urbano.
Así entonces, en consecuencia con lo anterior, apareció en un inicio la noción del vestigio
como un concepto clave que guió los recorridos y le otorgó una dirección y un sentido
especial a la convergencia entre el caminar, el proceso expedicionario y la experiencia
hermenéutica durante el desarrollo del ejercicio de recolección de información. Teniendo en
cuenta lo expuesto anteriormente, esta idea del vestigio está comprendida en el proyecto a
partir de concebir a la naturaleza existente en la ciudad como materia viva restante de lo
que, en la época anterior a la fundación de los municipios, podría considerarse como un
ecosistema primigenio y salvaje que no había sido afectado por las ideologías provenientes
del viejo mundo. Por lo anterior, desde un inicio, la búsqueda de estos vestigios determinó
entonces la manera en la que se abordó el entorno de Armenia y Calarcá, dando paso
también a descubrir otras configuraciones de la naturaleza dentro de dichos espacios, tales
como las plantas ruderales o malezas que sobreviven gracias a sus dinámicas
colonizadoras, e incluso la constante presencia de fauna silvestre en el ecosistema urbano.
En suma, el interés por recorrer los espacios de las dos ciudades, se volcó entonces a una
necesidad por motivar el encuentro con aquella vegetación salvaje que quizás aún
perduraba en el ecosistema urbano; adaptándose ésta a las dinámicas de vida de las
ciudades y estableciendo así mismo interacciones con la arquitectura y con las mismas
comunidades humanas para, de una manera resiliente, intentar dar paso a la vida en un
entorno inerte como la urbe. Siendo así, permeado por las ideas anteriores, se presenta
entonces a continuación de manera estructurada todo el proceso que dió paso a la
recolección de información para la construcción del archivo:
6.2.1. Expedición #1.
Esta expedición se establece entonces como la primera interacción con la urbe desde las
lógicas específicas que determinan el sentido investigativo y creativo del proyecto. Siendo
así, es importante anotar que, en un primer momento, se determinaron los modos en que se
abordaría el espacio de las dos ciudades y se definieron posibles puntos de interés, temas u
otros elementos que debían ser tomados en cuenta en cada uno de los veinte procesos
expedicionarios; sin embargo, este primer proceso de recolección de información significó, a
su vez, la consolidación de los intereses que, en la primera etapa de construcción del
proyecto, se plantearon desde la razón, la cual se valía más bien de unas experiencias más
generales sobre el entorno urbano por parte del investigador, mientras que esta primera
incursión en el ecosistema urbano del municipio de Armenia, bajo las premisas esenciales
que determinaban la razón de ser de todo el proceso investigativo – creativo, permitió
matizar dichos intereses una vez se participó activamente de la realidad que se pretendía
estudiar, y así entonces surgieron nuevas ideas en torno a diversos aspectos: como nuevos
tipos de lugares a tener en cuenta, el prestar mayor atención a lo que se oculta a plena
vista, entre otros.
Con lo anterior, pasando ya específicamente a la descripción de todo el proceso que
acompañó esta primera expedición, es fundamental anotar entonces que éste se dio en el
municipio de Armenia, en la zona norte, concretamente en un sector en el cual la mayoría
del espacio urbano se ve intervenido por zonas residenciales y limitaba casi con las afueras
de la ciudad. El punto de inicio de la expedición se estableció en la afueras del centro
comercial “El Portal del Quindío” y el recorrido, en un primer momento, se planificó en
dirección hacia el norte de la ciudad, para luego, en un segundo momento, dirigirse hacia al
sur, hasta la Universidad del Quindío, la cual fue el punto final. Es necesario apuntar
también que, al ver el mapa de la zona, se notó la posibilidad de que el recorrido pudiera
tomar un sentido de “Este” a “Oeste” que permitiera explorar el espacio alrededor del punto
de inicio del trayecto y todo el entorno recorrido hacia el punto final. De esta manera se dio
entonces paso a este primer proceso de interacción con la ciudad de Armenia, el cual duró
una hora, iniciando a las 7:35 a.m y terminando a las 8:39 a.m, el día 4 de marzo del año
2022.
Teniendo en cuenta lo anterior, una vez establecidas la dirección del recorrido y los puntos
de inicio y fin, es ahora necesario describir todo aquello de interés que fue encontrado en
esta primera interacción con la urbe, y que sería entonces el producto más relevante de
todo el proceso que implicó recorrer el espacio urbano mediante el caminar. Así entonces,
aunque la expedición se dirigió hacia el norte en un primer momento, como se expresó
antes, la interacción con dicha zona no necesariamente se dio de manera lineal, y esto fue
de vital importancia pues dio paso al encuentro con diversos elementos dentro del
ecosistema urbano que fueron muy importantes. En este sentido, de este primer proceso
expedicionario se obtuvieron 43 fotografías, de las cuales se mostrarán a continuación las
más relevantes, pues se podrá acceder a todo el archivo completo a través de la bitácora
del presente proyecto.
Durante este recorrido, apenas iniciando, uno de los elementos más interesantes que surgió
fue el encuentro con un tipo de vegetación que, en el contexto de los ecosistemas urbanos,
termina siendo constante debido a las convenciones estéticas que tiene el ser humano
sobre la naturaleza, en las cuales, en ocasiones, más allá de tener en cuenta su
condiciones como seres orgánicos, diversos tipos de vegetación adquieren relevancia en el
entorno más bien a partir de unos intereses decorativos desde los que pretenden adornar la
urbe y los elementos arquitectónicos que la componen. Por otro lado, otro de los aspectos
que se consideraron relevantes fruto del encuentro con este tipo de vegetación, fue su
condición como bien privado, la cual es posible solo dentro de las lógicas del sistema social
y económico capitalista que envuelve a municipios como Armenia y Calarcá y a sus
dinámicas de vida.
Otro de los elementos con los que se tuvo un encuentro durante el desarrollo de la
expedición, fue el contacto con fauna silvestre dentro del espacio urbano. En este caso, por
una parte, se documentó el avistamiento de un grupo de aves llamadas Tórtolas, las cuales
se encontraban posadas sobre las ramas de un árbol marchito; por otra parte, se registró
también la presencia de una especie de roedor conocido como Guatín, el cual, durante el
recorrido, fue encontrado llevando consigo restos de comida dejadas por los habitantes del
sector y dirigiéndose a una zona boscosa contigua. Todo lo anterior se consideró de mucho
interés en la medida en que estas criaturas dan cuenta de las interacciones constantes que
se dan entre el ser humano y la fauna dentro del contexto de la ciudad y, así mismo,
permiten observar cómo otras especies intervienen en las dinámicas de vida de las
sociedades humanas, adaptándose a ellas y, del mismo modo, exponiéndose a los peligros
que esto conlleva.
En este mismo lugar en el que se registró la presencia de esta fauna silvestre, el cual se
trató de un pequeño parque que conectaba directamente con una pequeña extensión de
bosque que perdura entre los espacios de la ciudad, dio paso a encontrar en sus
alrededores algunos elementos de interés que permitieron comprender las implicaciones de
la interacción constante entre lo que podría considerarse el mundo del hombre, todo aquello
que compone las formas y las dinámicas de vida de la ciudad, y el ecosistema natural. Lo
anterior se refiere específicamente al hecho de haber encontrado en estos espacios
vegetales la presencia de elementos propios del mundo del ser humano que podrían
considerarse como basuras, interviniendo en sus espacios naturales volviéndose elementos
contaminantes. Siendo así, se presentan entonces las siguientes fotografía que terminaron
por documentar los elementos que dieron paso a estas reflexiones:
Finalmente, un aspecto que se consideró también importante hallado durante la expedición,
se trató del encuentro con vegetación que presentaba unas dinámicas de vida que le
permitían desarrollarse libremente en el espacio urbano, interviniendo específicamente
lugares que escapaban a la vista u otros que, debido a su estado de abandono, se valían de
dicha condición para dar vía libre a la expansión y apropiación de estos lugares, en
ocasiones de una manera muy sutil, y en otras de un modo más basto. Es importante decir
que, retomando aquél aspecto que se nombraba al inicio sobre la noción de una naturaleza
privatizada, el encuentro con parcelas vacías dentro de la ciudad de Armenia permitió
observar cómo la vegetación aprovecha también esta misma concepción del espacio
privado para dar rienda suelta a sus dinámicas de vida, dando como resultado grandes
áreas pobladas por materia vegetal que resultan siendo inaccesibles para los habitantes de
la ciudad, pues en muchos casos estos lugares están cercados, hecho el cual, en sí mismo,
es el que posibilita esos procesos de desarrollo de la vida vegetal.
Esta, siendo la segunda expedición, resultó siendo también el segundo encuentro con el
espacio urbano del municipio de Armenia. En esta ocasión, el recorrido por la urbe se dio en
dirección norte a sur,
6.4. Conclusiones.
____________________________________________
Introducción:
Una vez se generó un archivo a partir de los recorridos planificados, se pasó al análisis de
estos para dar paso a la construcción, mediante el diseño de personajes, de la fauna y flora
ficticias, las cuales se presentan como metáforas visuales alrededor de las experiencias y
percepciones que surgieron durante el proceso expedicionario.
Introducción:
Una vez concretado todo lo anterior, en lo que sería una tercera etapa; en un primer
momento, se propone un análisis historiográfico alrededor del territorio que ocupan los
municipios Armenia y Calarcá, con el objetivo de fundamentar argumentalmente una
narración ficcional, ubicada en un tiempo pasado, que se genera en torno a la figura de un
explorador ficticio que llega al territorio antes que los primeros colonizadores antioqueños, y
da paso a una serie de descubrimientos científicos alrededor de la fauna y la flora presente
allí; por otra parte, en un segundo momento, y fundamentándose en la narración planteada
anteriormente, se propone una segunda narración ficcional, la cual se ubica en un tiempo
presente, y que se centra en mostrar un archivo de los descubrimientos ficticios realizados
por el personaje que se planteó anteriormente.
En consecuencia con esto último, parte de los procesos expedicionarios que involucran la
ciudad en la primera etapa, en conjunto con la creación de la fauna y flora ficcionales en la
etapa dos, se expresan en la noción del falso descubrimiento que integra la narración
presentada en esta etapa; sin embargo, todo esto se plantea como un primer momento en
el proceso creativo, por lo cual se establece un segundo momento en el que, en un tiempo
presente, se emprende la búsqueda de la fauna y la flora “descubierta” por el explorador,
con la intención de reconocer cómo la presencia del ser humano en el territorio ha
determinado casi su total desaparición.
Capítulo 4. Elaborar un libro álbum, concebido a partir del diseño editorial y un interés
narrativo ficcional, el cual presente, por medio de su contenido, unas metáforas visuales
sobre las relaciones entre el ser humano y la naturaleza en la ciudad.
Introducción:
Bibliografía.
- Molina, J. J. G., & Barbero, M. (1995). Las lecciones del dibujo. Anaya-Spain.
- Schurian, Walter. (2005). Arte Fantástico. Colonia, Alemania. Taschen.