EXPOSITOR BIBLICO Ene 2023

EXPOSITOR BÍBLICO CRISTIANO
Dirección Editorial
Hno. Octavio Zamorano Romo
Secretario de Educación Cristiana
Coordinador de Escritores
Hno. Eduardo Castro Morales
Diseño de Portada
Hna. Érica Orozco Díaz
Diseño Editorial
Hno. Jesús Eduardo Díaz Uribe
Derechos Reservados
Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús,
Secretaría de Educación Cristiana
Zapopan, Jalisco. Enero de 2023
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NUESTRAS RAÍCES, ORIGEN, VIVENCIAS E HISTORIA
PRESENTACIÓN
Paz de Cristo.
Agradecemos a Dios por la bendición de poder entregar a la Iglesia el presente

expositor, Nuestras raíces, origen, vivencias e historia, cuyo contenido pretende
inducir al alumno de la Escuela Bíblica en el conocimiento del origen bíblico e
histórico de la Iglesia, hasta los inicios de la Fe Apostólica (IAFCJ); de tal manera
que se pueda despertar en los creyentes el interés por nuestra identidad histórica,
desde una perspectiva bíblica, contextualizada en nuestras vivencias.
El material de estudio es teórico-práctico, integrado por doce lecciones agrupadas

en tres bloques, donde al final de cada bloque se incluye una práctica grupal que
permitirá consolidar lo aprendido durante las clases.
Agradecemos a los pastores Nathan Uriarte Olivas, Evenecer Arellano Solano, Elías
Gil Burgos, Juan Carlos Castillo Hernández, Evelio Rodríguez González, E. Abner
Niebla Portillo, Luis Vega Gaytán, Eduardo Castro Morales, Miguel A. Reyes
Barajas, José Carlos Velázquez Parra, Arnoldo Llanes Medina y Baldomero Noriz
Mundaca, quienes participaron en el contenido de las lecciones aquí expuestas.
Deseamos que este expositor contribuya en el proceso de crecimiento y maduración
de los nuevos creyentes, viviendo un discipulado a la manera de Jesús.
Hno. Octavio Zamorano Romo

Secretario de Educación Cristiana
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CONTENIDO
Bloque 1
Lección 1. LA IGLESIA 4
Lección 2. LA IGLESIA EL CUERPO DE CRISTO 7
Lección 3. SER PARTE DEL CUERPO DE CRISTO ES INICIATIVA DE DIOS 11
Lección 4. LA BENDICIÓN DE SER MIEMBRO DEL CUERPO DE CRISTO 15
PRÁCTICA GRUPAL DEL BLOQUE 1 19
Bloque 2
Lección 5. LOS VALORES ESPIRITUALES DE LA IGLESIA 20

Lección 6. LA COMUNIÓN DE LA IGLESIA, UN VALOR QUE TRASCIENDE 23
Lección 7. LA PUREZA DE LA IGLESIA, UNA DETERMINACIÓN PARA VIDA 28
Lección 8. LA IGLESIA Y SU MISIÓN 32
Bloque 3
Lección 9. LOS INICIOS DE LA FE APOSTÓLICA, VISIÓN Y DESAFÍOS 37

Lección 10. EL ESPÍRITU SANTO EN LA EXPANSIÓN DE LA FE APOSTÓLICA 41
Lección 11. LAS CRISIS PROPIAS DEL CRECIMIENTO 45
Lección 12. LA CONSOLIDACIÓN INSTITUCIONAL Y SU LLAMADO A DISCIPULAR 49
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Lección 1. LA IGLESIA
Texto Bíblico: Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré
mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Mateo 16:18 RV60
Propósito: Que al término de la lección el alumno pueda comprender el significado

de Iglesia, tanto desde la definición etimológica como eclesiológica, participando del
desafío de su pertenencia a ella.
INTRODUCCIÓN
Las Escrituras, al igual que la historia del desarrollo y la expansión del cristianismo,
nos ofrecen una gran riqueza de comprensión en cuanto a la naturaleza y razón de
ser de la Iglesia, porque hacer referencia al concepto con el que se designa a los
que deciden seguir a Jesús, es tener la oportunidad de descubrir sus principios, su
naturaleza y también su forma de vivir; de tal manera que cada persona que es
llamada a ser parte de este grupo de creyentes llamado iglesia, pueda identificarse
con ella.
En esta lección tendremos la oportunidad de reforzar la comprensión del origen y

raíz de la palabra Iglesia, dando el valor y peso que la sola palabra tiene en sí
misma, pero también comprendiendo la función y papel que la iglesia tiene como tal
al ser edificada como proyecto Divino (edificaré mí iglesia), esperando que cada
alumno pueda asumir su propio compromiso desde la experiencia del llamado que
ha recibido de parte de Dios.
1. IGLESIA, SU DEFINICIÓN ETIMOLÓGICA
La palabra “Iglesia” viene del griego ekklesía, de la preposición ek que significa

“fuera”, y del verbo Kaléo que significa “llamar”. Sin embargo, la mayoría de las
veces que el Nuevo Testamento usa ekklesía, tiene una aplicación más sagrada, ya
que se refieren a aquellos a quienes Dios ha llamado del pecado para que entren
en la comunión con él, y que se han convertido en “conciudadanos de los santos”
(Efesios 2:19).
La Septuaginta, versión del Antiguo Testamento al griego, utiliza también ekklesía

cerca de cien veces, generalmente como traducción del término hebreo qahal, que
significa “asamblea”, “convocación”, “congregación” (Números 16:6). Un término
hebreo que tiene un significado parecido a qahal es edá, que significa
“congregación”, “compañía”, “asamblea”, “reunión”. No obstante, es importante
observar que en la Septuaginta se usa con frecuencia ekklesía como traducción de
qahal, pero nunca como traducción de edá. En lugar de esto, este último término
suele ser traducido con el vocablo synagogué, “sinagoga”, descrito en Éxodo 12:3,
cuyo significado esencial es grupo de personas reunidas.
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Así como en los idiomas de origen latino usamos la palabra “Iglesia”, derivada del
griego ekklesía; el alemán utiliza el “kirche” y el escocés el “kirk”, derivadas del
griego Kyríakos, perteneciente al “Señor", el cual aparece dos veces en el Nuevo
Testamento (1 Corintios 11:20 y Apocalipsis 1:10). No obstante, es significativo que
en el cristianismo primitivo esta palabra se convirtió en una designación para el lugar
donde se reunía la Iglesia, o ekklesía. Este lugar de reunión era considerado “santo”,
o perteneciente al Señor, porque el pueblo de Dios se reunía allí para adorarle y
servirle.
2. IGLESIA, SU DEFINICIÓN ECLESIOLÓGICA
Es muy importante poder comprender a la iglesia desde su perspectiva

eclesiológica, porque esta nos permite conocer el papel que juega en la salvación
del hombre, además de la relación que guarda en el ejercicio de sus formas y estilos
de vida en la práctica de sus ministerios, y la referencia más perfecta que tenemos
en la manera de ser iglesia la presenta Lucas en el libro de Los Hechos, desde
donde tomamos las siguientes consideraciones.
Vivian juntos y en comunión (Hechos 2:44)
El resultado inmediato de ser parte de la iglesia produce el deseo de permanecer al

lado de otros que han tenido la misma experiencia, surge en cada creyente, de
manera inexplicable, el anhelo de relacionarse estrechamente con aquellos que han
sido llamados a vivir de manera diferente y con aspiraciones distintas. Existe algo
que los identifica y que los invita a depender unos de otros, la experiencia de la
salvación, la cual es la primer señal de sentirse parte de la iglesia.
Eran perseverantes en la misión (Hechos 5:42)
Transmitir la experiencia de la salvación que habían recibido se convirtió en una

necesidad para la naciente iglesia, no podían callar aquello que había trastocado su
vida de manera tan impactante y deseaban que el pueblo entero lo pudiera vivir; por
eso Lucas dice que Todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de
enseñar y predicar a Jesucristo, la iglesia había comprendido su razón de ser en el
mundo.
Organizaba su trabajo de forma eficiente (Hechos 6:1-7)
Una iglesia que crece necesita mejores formas de organización, no es posible

quedarse con la sola experiencia de ser muchos, se requiere de las estrategias
necesarias para sostener el crecimiento, cosa que entendió muy bien la naciente
congregación del siglo primero al sentir que podían ser rebasados por las
circunstancias, es por eso que designan a un grupo de hombres que ayuden a
cumplir la nueva tarea en la manera de ser iglesia.
Ya sea que nos refiramos a los términos hebreos comunes, qahal y edá, o a las
palabras griegas synagogué y ekklesía, el significado esencial sigue siendo el
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mismo: la Iglesia abarca a aquéllos que han sido llamados a salir del mundo, del
pecado y de su aislamiento con respecto a Dios, y por medio de la obra redentora
de Cristo han sido reunidos como una comunidad de fe que comparte las
bendiciones y responsabilidades que trae el servir al Señor.
CONCLUSIÓN
Hoy en día se usa la palabra “Iglesia” de diversas formas. Puede referirse a un

edificio donde se reúnen los creyentes, puede referirse a la congregación local, o a
la denominación, incluso en algunos lugares se puede referir a un grupo religioso
regional o nacional.
No obstante, lo anterior, la palabra se usa con frecuencia para referirse a todos los
creyentes nacidos de nuevo, sin interesar sus diferencias geográficas o culturales.
Entendemos, pues, que el significado bíblico de la palabra “Iglesia” se refiere,
primordialmente, no a instituciones o estructuras, sino al pueblo que ha sido
reconciliado con Dios a través de la obra salvadora de Cristo, y ahora le pertenece
a él.
Cada creyente debe tener presente que, en el sentido etimológico, es llamado a ser
parte de ese pueblo de Dios en Jesucristo; y de la misma manera, en el sentido
eclesiológico, se convierte en una comunidad que vive y refleja la koinonía que en
Jesucristo se ha obtenido.
EJERCICIO DE AFIRMACIÓN
1. ¿Qué significa “iglesia” desde su definición eclesiológica?
2. Defina “iglesia” en su sentido etimológico.
3. ¿Qué diferencia encuentra entre Iglesia y grupo de personas?
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Lección 2. LA IGLESIA EL CUERPO DE CRISTO
Texto Bíblico: Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero
todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también
Cristo. 1 Corintios 12:12 RV60
Propósito: Que los alumnos logren comprender la naturaleza de la iglesia como

cuerpo de Cristo, siendo desafiados a vivir la plenitud en Jesucristo y en su cuerpo
que es la iglesia.
INTRODUCCIÓN
Conocemos la riqueza de enseñanza sobre el tema que contiene el himno La Iglesia

el cuerpo de Cristo, que dice: “Somos un cuerpo en Cristo con diferente don,
diáconos y ministros y la congregación… En este cuerpo se halla esta repartición:
unos con sanidades, a otros exhortación, a otros dones de lenguas, otros
interpretación, a otros la profecía, a otros el doctrinar… Aunque este cuerpo tiene
miembros en distinción, empero todos juntos con diferente acción, uno se ayuda al
otro para poder obrar…”.
Si observamos bien, nos damos cuenta que la iglesia de Jesucristo es el conjunto

más simple y diversificado a la vez, donde todos estamos unidos por el vínculo del
espíritu que solo Jesucristo pudo unir. Esto no depende de la cantidad de dinero
que se tenga, o del nivel de estudios, sino que todos somos parte del mismo cuerpo,
el del Señor; su sangre ha sido para nosotros una adhesión tan fuerte, que hoy
somos parte de la Iglesia de Jesucristo.
La Iglesia es un organismo vivo, con una organización humana llamada y vivificada

por Dios para representar su cuerpo; por lo que a continuación se mencionan
algunas características que son propias de la iglesia como cuerpo de Cristo.
1. MIEMBROS CON DIFERENCIAS, PERO CON PRINCIPIOS QUE LOS UNEN
El punto doctrinal La iglesia, afirma que ésta está representada por hombres y
mujeres sin distinción de raza, idioma, color o costumbre, que hayan aceptado a
Jesucristo como su Señor y se hayan bautizado en su nombre.
El ideal de la iglesia es la unidad como cuerpo
La iglesia no pretende ceñir al mundo a formar una sola cultura con un idioma y
color, esto pasa a segundo término. Lo que importa es seguir los principios que rigen
a la iglesia, que son los principios de Jesucristo. La iglesia no rechaza a nadie por
su condición física, económica o social; somos un mosaico de personas con
distintas formas de pensar, pero que tenemos el ideal de llegar a ser uno en Cristo
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y vivir en unidad, aun con las diferencias, ya que lo más importante es reconciliar al
mundo con Cristo.
Principios que nos unen
Los principios bíblicos, doctrinales, espirituales y morales que nos unen convergen
en lo que describe Pablo en Efesios 4:5: un Señor, una fe y un bautismo.
1. Jesucristo es el Señor, y teniéndolo a él lo tenemos todo. Para la iglesia Jesucristo

es más que importante, es todo, es el centro de todo y sin él nuestra doctrina y
creencia están incompletas.
2. Vivimos nuestra fe de acuerdo a los lineamientos que la palabra de Dios

establece, los cuales están estatuidos en la constitución de nuestra iglesia. La biblia
es la palabra de Dios y es nuestra regla de fe. y también como iglesia nos regimos
por una constitución, una doctrina y una disciplina, la cual pretende traducir los
principios bíblicos a la actualidad que vivimos, buscando renovarnos cada vez por
medio del entendimiento que nos permita conocer la voluntad de Dios para nuestro
tiempo (Romanos 12:2).
3. El bautismo en su nombre es indispensable para la salvación, y la santidad lo es

para perseverar en Cristo (Hechos 2:38, Marcos 16:15-16).
2. TODOS TENEMOS DONES, FUNCIONES Y DEBERES
Como iglesia también estamos invitados a cumplir con nuestros deberes y

funciones, así como a desarrollar los dones que Dios nos ha dado.
Funciones. Las funciones son las actividades particulares que debemos realizar
como miembros del cuerpo. Por ejemplo, somos parte de las celebraciones,
servimos en los grupos celulares, participamos en las escuelas bíblicas,
desarrollamos liderazgos; todo ello comprometidos con la doctrina, empatía y amor
producto del fruto del Espíritu (Romanos 12:10).
Deberes. Por otro lado, están los deberes, que son obligaciones que contraemos
como parte del cuerpo de Cristo. En este sentido, aunque como seres humanos
nadie está obligado por su libre albedrío, sí lo estamos por ser parte del cuerpo. La
iglesia cobija a quien llega a ella, pero establece normas para permanecer bajo la
bendición del cuerpo de Cristo; entre ellas se encuentran las siguientes:
1. Cumplir con la tarea de predicar el evangelio de Jesucristo (Marcos 16:15-16).

2. Cumplir la tarea de discipular a otros (Mateo 28:19).
3. Estar siempre buscando la llenura del Espíritu y mostrar el fruto del Espíritu
(Efesios 5:18, Gálatas 5:22-23).
4. Ser generosos en los deberes económicos para con Dios y su obra (Malaquías
3:10, 2 Corintios 9:6).
5. Perseverar hasta el fin (Mateo 24:13).
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Dones. Todos los creyentes deben buscar conocer y desarrollar sus dones
espirituales, ya que tenemos el Espíritu Santo de Dios en nosotros y él anhela que
desarrollemos todo el potencial que nos ha dado.
Los dones son carismas producto de la gracia de Dios, pero que son exclusivamente
activados y desarrollados por el Espíritu de Dios (Santiago 1:17). El concepto
implica específicamente la capacidad o las capacidades sobrenaturales dadas por
el Espíritu para desarrollar trabajos para bendecir la obra de Dios.
Todos tenemos por lo menos un don, según la parábola de los talentos (Mateo
25:14-15) y otros hasta 5, y la mejor forma de desarrollar los dones que hemos
recibido es sirviendo a los demás, es ministrando conforme a la multiforme gracia
de Dios (1 Pedro 4:10).
1. Los dones se trabajan en interrelación con otros dones.

2. Los dones son para servir, no para servirse.
3. Ningún don o ministerio es mayor que otro, se complementan.
4.Todos los dones son en armonía con las autoridades de la iglesia, sean locales,
distritales o generales.
Es importante destacar que nadie debe desarrollar sus dones, deberes o funciones
fuera del cuerpo de Cristo y de su misión como cuerpo. Todo proyecto personal
queda en segundo término cuando se impone la voluntad de Dios para el colectivo.
Por ello existe dentro de la iglesia un proyecto o programa bien desarrollado según
la visión de Dios para este tiempo.
3. NUESTRO DESAFÍO: MOSTRAR EN LA PRÁCTICA QUE SOMOS EL

CUERPO DE CRISTO
Aunque no podemos quitarle cierto misticismo al cuerpo de Cristo, debemos

considerarlo tangible y visible en lo práctico
Cuando una iglesia se vuelve mística, despersonaliza su verdadero sentido y se

vuelve intocable e incapaz de tocar a alguien. La iglesia de Cristo tiene el deber de
representar a Cristo, debe moverse como Cristo lo haría y hacer lo que Cristo haría.
Para ello, somos desafiados a que así alumbre vuestra luz delante de los hombres
para que vean vuestras obras y puedan darle gloria a Dios (Mateo 5:16).
El cuerpo de Cristo no solo ama a su Señor con el corazón y la mente
El cuerpo de Cristo tiene manos para abrazar y para dar al que no tiene, tiene pies
para ir a ver al herido o encarcelado (Mateo 25:24-40), tiene ojos para ver las
necesidades de los demás, tiene oídos para escuchar cómo claman otros por el
evangelio de Cristo. En esto conocerá el mundo que somos discípulos de Jesucristo,
en que os améis los unos a los otros (Juan 13:35), impulsados por el Espíritu a la
ayuda y al bien común (1 Pedro 3:8-9).
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Someter nuestras diferencias para que brille Jesucristo
Si hacemos a un lado cualquier sentimiento de competencia, de obstinación o

soberbia para aprender a amar, estaremos ganando mucho terreno al enemigo, y
de esa forma el mundo conocerá que somos la iglesia de Jesucristo. Recordemos
la enseñanza de Juan El Bautista cuando dijo de él respecto a Jesús: Él debe tener
cada vez más importancia y yo, menos, Juan 3:30 NTV.
Cuidarnos unos a otros
Es necesario procurar el bien de los demás, ya que de esa manera nos bendecimos
a nosotros mismo, teniendo especial cuidado de aquellas partes del cuerpo de
Cristo que son débiles y necesitan especial atención (1 Cor. 12:23-27), ya que
ningún miembro debe ignorar al otro. Siempre considerando lo que el apóstol Pablo
nos dice en Efesios 4:3, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de
la paz.
CONCLUSIÓN
Debemos agradecer a Dios por el privilegio de ser parte de su cuerpo, donde él nos
ha insertado como ha querido, solo por su gran amor y misericordia (1 Cor. 12:18).
Como individuos debemos aprender a ser felices con lo que somos en el proyecto
de Dios y también a estar contentos con lo que no somos, ya que es Dios quien
elige quién y en qué parte del cuerpo estará insertado. A Él sea la honra y la gloria
por su sabiduría y su poder.
Si alguien no sabe aún cuál es su función dentro del cuerpo de Cristo, debe
preocuparse por hacerlo, ya que este será su destino en esta tierra, y de acuerdo a
su desarrollo será recompensado (1 Corintios 9:27). Somos el cuerpo de Cristo y
hay mucho trabajo que hacer por la obra del Señor. ¡Aleluya!
Reúnanse en equipos de 3 a 5 personas y contesten las siguientes preguntas, y al

final entre todos comenten las respuestas.
1. ¿Qué significa ser parte del Cuerpo de Cristo?
2. ¿Por qué cree que Pablo tomó la analogía del cuerpo humano para referirse al
Cuerpo de Cristo?
3. ¿En qué aspectos de los antes mencionados considera que hasta hoy hemos
acertado como iglesia de Jesucristo y en cuáles nos hemos equivocado?
4. ¿Cuáles son nuestros desafíos en este tiempo como parte del Cuerpo de Cristo?
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Lección 3. SER PARTE DEL CUERPO DE CRISTO ES

INICIATIVA DE DIOS
Texto Bíblico: Cristo también es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo. Él es

el principio, supremo sobre todos los que se levantan de los muertos. Así que él es
el primero en todo. Colosenses 1:18 NTV
Pero nuestro cuerpo tiene muchas partes, y Dios ha puesto cada parte justo donde
él quiere. 1 Corintios 12:18 NTV
Propósito: Que, al término de la lección, el alumno pueda entender que el ser parte
del cuerpo de Cristo es competencia de la soberanía de Dios y no del hombre,
identificando el propósito y las implicaciones que tiene tal asignación.
INTRODUCCIÓN
En 1 Corintios 12:12-30 el apóstol Pablo compara de una forma metafórica a la

Iglesia con el diseño que Dios estableció para el cuerpo físico del hombre. No
obstante, su funcionalidad, la voluntad de Dios no es manifestar una simple
comparación de la iglesia con el cuerpo humano, sino la de un cuerpo perfectamente
diseñado con propósitos claros y definidos.
Después de la resurrección, Jesús permanece un corto tiempo con sus discípulos,

y en este tiempo revela la intención darles vida por medio de su Espíritu Santo para
que logren vivir en un solo cuerpo y en unidad por el mismo Espíritu. Prometió ir a
preparar lugar para los suyos y volver por su iglesia, expresándolo así en Juan 14:3
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para
que donde yo estoy, vosotros también estéis. Nótese aquí que en la expresión os
tomaré a mí mismo Jesús está declarando su intención de hacer de la iglesia su
cuerpo.
Ahora bien, en la voluntad soberana de Dios por hacer de la iglesia su cuerpo cuya
cabeza es únicamente él, se manifiesta su propósito que hasta el día de hoy sigue
firme para quienes deseamos ser parte de la iglesia por la cual el Señor viene para
llevarla a morar con él. Por lo que en esta lección estudiaremos el tema apoyados
en la enseñanza del apóstol Pablo en 1 Corintios 12:12-27.
1. INICIATIVA DE DIOS PARA VIVIR EN UNIDAD
“Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los
miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también
Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu, 1 Cor. 12:12-13.
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La unidad fortalece la corporeidad
Dios en su soberanía no obra sin propósito, y mucho menos por ocurrencia o

capricho; su plan era y es que la iglesia sea su cuerpo en el que haya unidad entre
sus miembros, unidos en una misma mente y un mismo parecer, cumpliendo el
propósito de redimir al hombre del pecado y expandir el reino de los cielos. En esta
misma unidad, la iglesia recibe vida por el mismo Espíritu Santo y el sentido de
corporeidad se convierte en el organismo por el cual Dios la alimenta y la sustenta.
Sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la
cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí
por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de
cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor, Efesios 4:15-16.
Dios alimenta y sustenta a la iglesia para que esta crezca espiritualmente y se haga
fuerte en la unidad que es la única que le garantiza cumplir con los planes para los
que fuimos llamados. La unidad del cuerpo lo sensibiliza, lo fortalece y lo bendice.
Al respecto, Jesús dijo: para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en
ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,
para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado, S. Juan 17:21-23.
2. INICIATIVA DE DIOS PARA VIVIR EN AMOR
Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él, 1 Juan
4:16.
El amor embellece la pertenencia
La vivencia del amor es la más grande iniciativa de Dios para la iglesia y se vive a
plenitud mediante la figura del cuerpo de Cristo, permitiendo a cada miembro de la
misma experimentar la bendición de sentir amor por los demás, considerándose
parte del mismo cuerpo. Además de ello, el amor que surge a través de dicho cuerpo
trae como beneficio adicional y fundamental el ayudarnos mutuamente.
El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito». Tampoco la cabeza puede

decir a los pies: «No los necesito». Al contrario, todas las partes del cuerpo, hasta
las más sencillas, son muy importantes y necesarias. Y las partes del cuerpo que
menos apreciamos, son las que tratamos con más cuidado. Las partes que no
queremos mostrar son las que tratamos con más modestia. Las partes más
presentables no requieren que las cuidemos tanto, pero Dios ha unido todo el
cuerpo de manera que las partes menos apreciadas reciban más honor. Dios lo hizo
así para que nuestro cuerpo no esté dividido, para que cada parte del cuerpo se
preocupe por cuidar de las demás. Si una parte sufre, todas sufren. Igualmente, si
una parte recibe honor, todas las otras partes comparten su alegría. Todos ustedes
12
son el cuerpo de Cristo y cada uno es una parte de ese cuerpo, 1 Corintios 12:21-
27.
Ser el cuerpo de Cristo es mucho más que un asunto de pertenencia, más bien es
la manera perfecta para amar al hermano y tener la libertad de preocuparnos por él,
ayudándolo a vivir una vida digna y honrosa delante de Dios. La ayuda mutua y el
amor fraternal se entienden muchísimo mejor cuando conocemos y entendemos
nuestra función en el cuerpo, pudiendo ver cómo nos necesitamos unos a los otros.
También es entender que tenemos una función específica con la cual seremos
bendición a los demás miembros del cuerpo, estando atentos a las necesidades de
cada uno.
Podemos entender que, si como cuerpo de Cristo vivimos en amor y practicamos la

ayuda mutua, la iglesia producirá mejores y abundantes resultados en todo lo que
haga, ya sea en lo material o en lo espiritual, ya que está capacitada por Dios
eficazmente para ello.
3. INICIATIVA DE DIOS PARA VIVIR BAJO AUTORIDAD
El cuerpo en sus múltiples funciones no es capaz de actuar por sí solo si no fuera

por la cabeza, y esto es parte de la magnífica idea de Dios al declararnos su cuerpo,
con él como cabeza. ¿Quién podría tener mejor bendición que el pertenecer al
cuerpo de Cristo?, por lo que tenemos la responsabilidad de vivir bajo la dirección y
la guianza del todopoderoso, para hacer cosas grandes y maravillosas por medio
de él.
Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las
cosas para beneficio de la iglesia, Efesios 1:22.
Vivir bajo autoridad produce seguridad
Entender que Cristo es la cabeza requiere humildad, reconocimiento y obediencia,

pues si bien Cristo es la cabeza, la Biblia es la fuente de sus pensamientos que nos
dirigen a hacer la voluntad de Dios. Vivir bajo autoridad nos provee de seguridad,
paz y gozo a nuestro espíritu y corazón, dándonos los motivos más sublimes para
adorar y servir con libertad a nuestro Señor.
Tenemos la bendición de vivir bajo la autoridad de aquel que nos asegura cumplir
con el propósito para el cual fuimos creados, Porque somos hechura suya, creados
en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas, Efesios 2:10.
CONCLUSIÓN
Un cuerpo unido en amor y con una cabeza como la de Cristo, colocan a la iglesia
como el organismo espiritual más fuerte que pueda haber sobre la tierra,
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otorgándole facultades extraordinarias para que represente dignamente al Señor y

ponga su nombre muy en alto.
Podemos vivir confiadamente si actuamos como lo que somos, el cuerpo de Cristo,

pudiendo ejercer el poder y la autoridad que Dios nos ha dado, bendiciendo a
nuestros hermanos al amarlos con el amor que Jesús nos ha amado.
Sometamos nuestra vida en obediencia total a la autoridad de Dios y hagamos

nuestra parte viviendo en unidad, amando a nuestros hermanos como miembros del
cuerpo y dejándonos guiar por el Señor sin reservas ni limitaciones.
El maestro de la clase se encargará de llevar dos cuerdas o mecates largos.
Pasará al frente a dos grupos de 3 a 5 alumnos, a quienes les va a atar de pies y

manos con la misma cuerda en su respectivo grupo. Luego les pedirá que se suelten
ellos mismos en un minuto. Al grupo uno le indicará que se desaten cada uno
individualmente, y al grupo dos le indicará que ellos pueden soltarse apoyándose
unos a otros.
Al final del ejercicio, en una lluvia de ideas hagan todas las conclusiones sobre las
diferencias de resultados que se tuvieron en cada grupo, tratando de resaltar las
ventajas de hacer las cosas con ayuda mutua, respecto a hacerlas sin la ayuda
mutua.
Con los resultados de este ejercicio, habremos de valorar la sabia decisión de Dios
al facultar a la iglesia para ser un cuerpo, el cuerpo de Cristo.
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Lección 4. LA BENDICIÓN DE SER MIEMBRO DEL CUERPO DE

CRISTO
Texto Bíblico: Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro
de ese cuerpo. En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo
lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después
los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que
administran y los que hablan en diversas lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿Son
todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos
dones para sanar enfermos? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?
Ustedes, por su parte, ambicionen los mejores dones. 1 Corintios 12:27-30 NVI
Propósito: Que el alumno logre descubrir, a la luz de palabra de Dios, las

bendiciones que se adquieren cuando se acepta vivir como miembro del cuerpo de
Cristo, la Iglesia.
INTRODUCCIÓN
Dios nos convocó a su asamblea santa llamándonos a ser parte de él, ¡que privilegio
tenemos! Al ser parte de esta maravillosa asamblea, también hemos sido llamados
al señorío de Cristo en nuestras vidas; y para responder a ese señorío es necesario
poseer su Espíritu. El apóstol Pablo nos dice Ustedes saben que cuando eran
paganos se dejaban arrastrar hacia los ídolos mudos. Por eso les advierto que nadie
que esté hablando por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús; ni nadie puede
decir: «Jesús es el Señor» sino por el Espíritu Santo, 1 Corintios 12:2, 3 NVI. Por
tal razón reconocemos, confesamos y proclamamos que Jesús es nuestro Señor.
Teniendo esta revelación y siendo ahora parte del cuerpo de Cristo, declaramos que
somos bendecidos. Al decir que somos bendecidos, significa que la acción y el
efecto de la palabra y presencia de Dios es manifiesta en nuestra vida. Tenemos
dueño, fuimos llamados a servir y la presencia de Dios nos ha dotado con
capacidades extraordinarias que solo provienen de aquel que es Espíritu de vida,
Jesucristo.
Algunas de las bendiciones que recibimos al ser miembros de la iglesia, llamada

también el cuerpo de Cristo, son las siguientes.
1. LA BENDICIÓN DE LA PERTENENCIA
La pertenencia, es la cualidad y acción de ser propiedad de alguien. Tratándose de

la vida en la iglesia, el sentido de pertenencia es parte vital y de identidad que
proviene del mismo Señor y Dios Jesucristo. Esto no lo logramos suponiendo,
demandando o declarando nosotros mismos que somos parte de su cuerpo, la
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pertenencia proviene de Jesucristo y nos llega a través del llamado a nuestras vidas
para pertenecerle solo a él.
Pertenecemos a Jesucristo por la fe y mediante el bautismo en él
El apóstol declara que Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir
un solo cuerpo -ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres-, y a todos se nos dio
a beber de un mismo Espíritu, 1 Corintios 12:13 NVI. La pertenencia no se trata de
nuestra preferencia, se trata de la obra de Jesucristo a través de su Palabra y
Espíritu para hacernos parte de su cuerpo.
Por tal motivo, podemos decir que el pertenecer a la iglesia es una bendición. La
bendición de la pertenencia a Cristo nos hace aptos para ser parte de su cuerpo. El
apóstol Pablo dice: Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es
miembro de ese cuerpo, 1 Cor. 12:27 NVI. Lo anterior nos posibilita gozar de
bendiciones, pero también nos motiva a servirle de todo corazón.
Tenemos dueño, por lo tanto, honrémoslo. ¿Acaso no saben que su cuerpo es

templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de
Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por
tanto, honren con su cuerpo a Dios, 1 Corintios 6:19,20 NVI.
2. LA BENDICIÓN DE EJERCER UN MINISTERIO
El ministerio es una bendición y una responsabilidad
Ser miembros del cuerpo de Cristo nos hace partícipes en el ejercicio de un

ministerio. Hablar de ministerio es ejercer un servicio a Dios. Haber aceptado a
Jesucristo como nuestro Señor, nos coloca en este privilegio. También, al ser parte
del cuerpo de Cristo y al haber recibido su Espíritu, nos lleva a reconocer su señorío:
…nadie puede decir: «Jesús es el Señor» sino por el Espíritu Santo, 1 Corintios 12:3
NVI. De esta manera nos prepara para servirlo.
El ministerio es multiforme
Es de vital importancia saber que el ejercicio de un ministerio tiene diversas formas

y funciones. El apóstol Pablo lo explica así: Hay diversas maneras de servir, pero
un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas
las cosas en todos, 1 Corintios 12:5-6 NVI. Todos somos llamados por el mismo
Señor a ejercer un ministerio en la iglesia local, y él nos usa de acuerdo a la función
que nos da para servir en su cuerpo.
El ministerio se ejerce bajo un principio de orden
Habla bien de nosotros disponernos a ejercer un ministerio que honre a Dios y

edifique a la iglesia. Esta es la bendición que Dios nos otorga por su Espíritu y
también nos lleva a bendecir su nombre al realizar un servicio. Pablo menciona: En
16
la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en

tercer lugar, maestros… 1 Corintios 12:28 NVI; esto indica que en la diversidad de
ministerios, somos bendecidos y podemos servir bajo el orden establecido por Dios.
En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará

a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica la Palabra;
persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno... cumple con los deberes de tu
ministerio, 2 Timoteo 4:1,2,5b NVI.
3. LA BENDICIÓN DE TENER UNO O MÁS DONES
Los hijos de Dios tenemos su Espíritu y también alguna de sus capacidades para
servirlo. Ahora que somos parte del cuerpo de Cristo, es importante conocer los
dones espirituales que Dios nos ha dado, considerando que son las capacidades
extraordinarias con las cuales hemos sido dotados por medio de su Espíritu Santo.
Pablo declara: Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu… A cada
uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás, 1
Corintios 12:4,7 NVI.
Los dones son para servir
Todos nosotros hemos sido bendecidos con la presencia de Dios para glorificar su
nombre y tener lo necesario mientras estamos en este cuerpo; pero también fuimos
colocados en su cuerpo para ser bendición: En realidad, Dios colocó cada miembro
del cuerpo como mejor le pareció… Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el
cuerpo es uno solo, 1 Corintios 12:18,20 NVI. Ahora, como parte de ese cuerpo
debemos servir a Dios y a los demás.
¿Consideras una bendición el tener el Espíritu Santo en tu vida? Por supuesto que
sí. Depende de nosotros estar ocupados en agradarle, ser guiados y servirle hasta
el fin de nuestra vida. Pablo concluye diciendo: “¿Hablan todos en lenguas? ¿Acaso
interpretan todos? Ustedes, por su parte, ambicionen los mejores dones, 1 Corintios
12:30 NVI. Tengamos el anhelo de manifestar los dones del Espíritu en nuestra vida
y disfrutemos la bendición de ponerlos al servicio de los demás.
CONCLUSIÓN
La bendición de ser miembros del cuerpo de Cristo es una dicha que todos debemos
valorar. Estábamos destituidos de la gloria de Dios por el pecado, no éramos parte
de Cristo, ni teníamos la facultad de ser sus hijos, pero Dios demuestra su amor por
nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por
nosotros, Romanos 5:8 NVI. Por lo tanto, ahora estamos habilitados y posibilitados
como miembros de su cuerpo.
Ser parte del cuerpo de Cristo nos hace partícipes junto a otros hermanos de esta
bendición. Pablo declara: … Dios ha dispuesto los miembros de nuestro cuerpo,
dando mayor honra a los que menos tenían, a fin de que no haya división en el
17
cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros. Si uno de los
miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y, si uno de ellos recibe honor,
los demás se alegran con él, 1 Corintios 12:24-26 NVI.
En este tiempo, nos corresponde experimentar y habituarnos en ser bendecidos en

la iglesia, bendecir a otros en la iglesia y bendecir a nuestro Señor Jesucristo como
parte de su cuerpo. Finalizamos recordando que, De hecho, aunque el cuerpo es
uno solo, tiene muchos miembros, y todos los miembros, no obstante ser muchos,
forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo, 1 Corintios 12:12 NVI. ¡Gocemos la
bendición de ser miembros del cuerpo de Cristo! Participemos sirviendo de manera
continua y con mucha alegría al Señor Jesucristo y a los demás.
1. Con sus propias palabras escriba ¿Qué significa para usted pertenencia?
2. ¿Cómo comprueba que tiene la bendición de pertenecer al cuerpo de Cristo?
3. ¿Con cuáles ministerios cuenta su iglesia local y en cuál de ellos está usted
participando?
4. De no estar participando en algún ministerio ¿Qué pensamiento, situación o

circunstancia piensa que lo detienen de participar de la bendición de servir como
miembro del cuerpo de Cristo, sirviendo en la Red Celular o algún ministerio?
18
PRÁCTICA GRUPAL DEL BLOQUE 1
Después de haber estudiado las lecciones 1 a la 4, se planea la siguiente clase para

la realización de la presente práctica grupal.
Con base en la lectura del material y de las notas tomadas en clase, el maestro
conducirá a los alumnos en una lluvia de ideas, donde expresen lo que cada uno
siente al saberse parte de un cuerpo espiritual y no solo de una institución religiosa.
Al final, el maestro invitará al alumno a afirmar su sentido de pertenencia en el
cuerpo de Cristo.
La lluvia de ideas se hará a través de las respuestas a las siguientes preguntas:
1. ¿Qué diferencia encuentra entre la definición etimológica y la definición

eclesiológica de la iglesia y qué significa esto para usted?
2. ¿Qué implicaciones tiene para usted saberse parte de una iglesia que es un
cuerpo espiritual?
3. ¿Qué significa para usted que haya sido Dios quien tomó la iniciativa para hacerlo
parte de su cuerpo?
4. Comparta con el grupo en qué sentido el ser parte de la iglesia ha sido para usted
una bendición.
5. Mencione al menos tres razones fuertes por las que usted nunca dejaría la iglesia.
6. Hagan una oración donde se refrende la pertenencia al cuerpo de Cristo por

siempre.
19
Lección 5. LOS VALORES ESPIRITUALES DE LA IGLESIA
Texto bíblico: Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos

con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Hechos 2:42 RV60
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a
Jesucristo. Hechos 5:42 RV60
Propósito: Que cada alumno pueda comprender que más allá de una institución
religiosa, la iglesia es un cuerpo espiritual con valores profundamente definidos y
que son estos los que deben conducir sus acciones.
INTRODUCCIÓN
Los valores se definen como los fundamentos físicos, emocionales, espirituales y

culturales sobre los que se desarrollan y viven las personas o grupos sociales; se
consideran así dadas las cualidades y virtudes que estos posean para ellas o los
grupos referidos.
La iglesia como un grupo social, culturalmente definido y con un accionar real de

influencia directa en la comunidad, posee muchos valores de vida. No obstante, en
esta lección veremos solo cuatro de ellos.
1. EL VALOR DE LA SANA DOCTRINA
Y perseveraban en la doctrina... (vr. 42a)
En el verso 42a, encontramos dos elementos importantes: la doctrina y la

perseverancia en ella. El primero es la esencia espiritual de los fundamentos de vida
dejados por el Señor para su iglesia, misma que es custodiada por sus líderes; el
segundo tiene que ver con mantener la firmeza y la constancia en la practicar de la
doctrina. Ambos van unidos, pues de nada aprovecha el valor de la doctrina si no
se persevera en ella, y tampoco de nada vale la doctrina sola sin que ésta se viva,
custodie y transmita al mundo.
Nuestra iglesia ha permanecido desde su fundación, desde Jerusalén hasta nuestra

nación, custodiando y viviendo cotidianamente está sana doctrina, por esa razón
seguimos triunfantes haciendo en esta tierra la obra de Dios y cumpliendo sus
planes para la humanidad.
Podemos aprender la sana doctrina, tanto de la misma palabra de Dios como de

nuestra constitución, la cual nos presenta los 21 puntos doctrinales que creemos
como iglesia.
20
2. EL VALOR DEL RESPETO POR SUS AUTORIDADES
...de los apóstoles (vr. 42a)
La vivencia de la sana doctrina va unida de manera indisoluble a nuestra relación

con nuestros guías espirituales. Si usted nota, cuando Pedro y Juan fueron
perseguidos y encarcelados por enseñar está sana doctrina, el pueblo de Dios los
respaldó sin titubear (Hechos 5:17-42). Hechos 12:5 nos dice que cuando Jacobo
fue asesinado por Herodes, Pedro quedó encarcelado, pero ...la iglesia hacía sin
cesa oración a Dios, por él; hasta que el milagro de su liberación ocurrió. Cuando
se tienen líderes que enseñan la verdad y la viven, siempre serán respetados y
amados por sus hijos espirituales.
Hoy existen muchos líderes religiosos de presencia fugaz, ya que se sostienen en

las pantallas de nuestros aparatos inteligentes por medio de la promoción de sus
imágenes como personajes “espirituales” y “carismáticos”, pero una vez que los
mismos medios “los desnudan” y evidencian por sus actos ocultos, se desmoronan.
Eso no pasa con los liderazgos que, aún sin los recursos tecnológicos, viven cerca
de Dios y sus ovejas, enfrentando juntos los avatares de la vida y siendo ejemplos
de integridad para ellas.
3. EL VALOR DE LA COMUNIÓN
Y perseveraban...en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y

en las oraciones. (vr. 42b)
Un grandioso valor que distingue a la iglesia de Jesucristo del resto de los grupos
sociales, llámense clubes de beneficencia, culturales o políticos, es la comunión
basada en el amor genuino que nace del amor a su Dios y se extiende a las
relaciones interpersonales. El maestro dijo: En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros, Juan 13:35.
La vida de una iglesia que se ama es tan poderosa que no puede esconderse ni
estar pasiva. Hechos 2:46-47 da testimonio de esto: Y perseverando unánimes cada
día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y
sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el
Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
4. EL VALOR DE PREDICAR EL EVANGELIO
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y

predicar a Jesucristo. (Hechos5:42)
En los primeros capítulos del libro de Los Hechos existe evidencia clara de la
vivencia de la primera iglesia en Jerusalén, vivencia que abarca todos los aspectos
cotidianos de los cristianos primitivos: oración, predicación de la palabra, comunión,
experiencias sobrenaturales, e incluso actos disciplinarios (Ananías y Safira, por
21
ejemplo). En esta rica mezcla de aspectos encontramos dos que van unidos casi de
manera inseparable: comer y predicar juntos.
Prueba de esto lo vemos en Hechos 2:46, que en el punto anterior se mencionó: Y

perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Y en Hechos 5:42 ...no cesaban
de enseñar y predicar a Jesucristo. El binomio de comer y predicar juntos el
evangelio ha sido un distintivo de vida de la Iglesia.
Un reconocido teólogo dijo: “El mensaje del evangelio y su poder divino se fueron
esparciendo de casa en casa y de mesa en mesa, desde Jerusalén hasta los
confines de la tierra, hasta hoy”. Esto lo vemos en la vida de la iglesia después de
pentecostés:
Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa,
os saludan mucho en el Señor”, 1 Corintios 16:19; Pablo, prisionero de Jesucristo,
y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, y a la amada
hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en
tu casa…, Filemón 1:1-2.
CONCLUSIÓN
Estos cuatro valores de vida que nuestra iglesia posee (la sana doctrina, el respeto
por nuestros líderes, la comunión y la predicación del evangelio), nos han seguido
históricamente desde los comienzos de la vida de la iglesia, es decir nos conectan.
Tal es esta conexión, que los resultados que aquellos primeros hermanos
experimentaron, son parte de la vivencia de nuestras iglesias locales.
Es importante que nos involucremos en las reuniones celulares, escuelas bíblicas y

celebraciones de la Iglesia del Señor, ya que es ahí donde aprendemos y
practicamos estos preciosos valores de vida.
Lean juntos Hechos 20:1-12 y señalen los tres elementos que la iglesia
experimentaba en sus reuniones: comer juntos, enseñar la palabra y ser testigos de
las maravillas Divinas.
Anote aquí los versículos donde aparecen estos tres elementos:
22
Lección 6. LA COMUNIÓN DE LA IGLESIA, UN VALOR QUE

TRASCIENDE
Texto Bíblico: Qué bueno y que agradable es cuando el pueblo de Dios se reúne
en armonía. Salmos 133:1 PDT
Propósito: Que los alumnos puedan descubrir cómo la vida en comunión de la

iglesia es una forma de bendecir el entorno donde se desarrolla, y que la comunión
es el valor por el que es conocida como seguidora de Jesús.
INTRODUCCIÓN
La comunión es una necesidad innata al ser humano, Dios nos creó con la
capacidad de intimar con él, de unirnos con nuestro prójimo y así crecer.
Según el Diccionario Bíblico Nevo podemos definir “Comunión” de la siguiente

manera:
“Término que aparece dos veces en el Antiguo Testamento (RV: Sal. 25:14; Prov.
3:32), traducción del vocablo hebreo Sod (amistad o conocimiento íntimo). En el
primer texto se refiere a la relación con Dios y en el segundo con "los justos". En el
Nuevo Testamento, RV, aparece doce veces y es siempre traducción de la voz
griega koinonéa (tener en común, participación, compañerismo) … Por tanto, es
llamado a participar en los sufrimientos de Cristo (Fil. 3:10), en los de sus hermanos
perseguidos (Heb. 10:33) y en la necesidad de los creyentes pobres (Rom. 12:13;
Heb. 13:16). Pero se le prohíbe tener comunión con las "tinieblas" (2 Cor. 6:14; 1
Juan 1:6).”
Más allá de la definición compartida, ubicamos la comunión como un elemento de

unidad en amor en el contexto social que como iglesia estamos inmersos. Una de
las demandas sociales más externadas hacia la iglesia es precisamente la
comunión, las personas no solo quieren, sino también necesitan vernos viviendo en
comunión; el mismo Jesús expresó: Todo el mundo se va a dar cuenta de que
ustedes son mis seguidores si se aman los unos a los otros, Juan 13:35 PDT.
La comunión entre los hombres no es un logro alcanzable humanamente, pues no

es solo “llevarse bien o respetarse”, es amar, ser partícipe de la alegría o dolor del
prójimo, es servicio, es motivación, respaldo, interés genuino por el bienestar y
desarrollo del otro. Llegar a este entendimiento, compromiso y convicción de vida
requiere la intervención del Espíritu Santo, quien transforma nuestra vida a imagen
de Jesucristo.
23
1. LA COMUNIÓN, EVIDENCIA DE LA PRESENCIA DE DIOS EN SU PUEBLO
La comunión en el principio
Desde el origen de la humanidad, Dios ha deseado plasmar su esencia en nosotros,

por ello nos creó a su imagen y semejanza, estableciendo con nosotros una
estrecha y necesaria relación. Los seres humanos somos capaces de recibir y
emanar el Espíritu de Dios, no solo como un acto místico o de éxtasis espiritual,
sino en un carácter moldeado según la voluntad y propósito de Dios en nuestro
diario vivir.
La comunión como un principio
Para vivir en comunión con el hombre y propiciar la comunión entre los hombres,
Dios creó el Edén, hizo pactos con los patriarcas, dio su ley al pueblo por medio de
Moisés, levantó caudillos y jueces, ungió profetas que mostraran la verdad al
pueblo, una y otra vez tuvo misericordia …y los hombres amaron más las tinieblas
que la luz, porque sus obras eran malas, Juan 3:19.
Aunque en general la historia de Israel, la primera iglesia, no es favorable en su

comunión con Dios ni entre el pueblo, hay suficiente herencia escritural para
rescatar la idea de comunión como un principio de bendición al pueblo.
¿Recuerdas algún pasaje bíblico del Antiguo Testamento que muestra la bendición
de la práctica de la comunión entre el pueblo de Dios? Anótalo en este espacio.
2. LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA PRIMITIVA
Uno de los elementos más destacados en la experiencia vivencial de la iglesia

primitiva es la comunión, a tal grado que fue una efectiva forma de impacto y alcance
a la comunidad.
Impulsa a superar las dificultades
Una añoranza constante que externamos en las iglesias es “la vida de la iglesia
primitiva”, visualizando una iglesia en comunión, donde resaltamos el amor, la
edificación, la sana doctrina, las diversas experiencias con el Espíritu Santo, el
discipulado, todo bajo un ambiente de armonía y compañerismo cristiano.
La realidad es que, como en nuestros tiempos, también había divisiones, conflictos,

malentendidos y demás situaciones penosas, pero al leer el libro de Los Hechos de
una forma romántica, solo resaltamos los aspectos positivos de la vida de la iglesia.
No obstante, en las cartas paulinas encontramos cómo se confronta, se amonesta
y se sube de tono por la falta de comunión en algunos casos, demandándose la
cercanía a Dios y entre los miembros del cuerpo de Cristo.
24
Sin embargo, es innegable que la comunión de la Iglesia era genuina y que provocó
un impacto favorable en la maduración de ésta y en el alcance de los pueblos.
Da sentido de identidad por el poder del Nombre
Es bien sabido que en los albores de la iglesia cristiana el imperio Romano

gobernaba todo Europa, el norte de África y una parte importante de Asia; por lo
tanto, el imperio comprendía una enorme cantidad de culturas y lenguas, había
diferentes maneras de creer y vivir, por lo tanto, el cristianismo era una gota más
del mar de culturas de la época, pero tenía algo único: su comunión.
El apóstol Pablo expresa una convicción revolucionaria para su entorno, contexto y

tiempo (e incluso aún es demasiado revolucionaria para algunos hoy en día): porque
todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no
hay judío mi griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús, Gálatas 3:27-29.
La convicción de Pablo era: “Somos uno con Cristo, somos uno como iglesia”, el
amor es la esencia de nuestro Dios, nos une en sinceridad, somos la expresión de
brazos abiertos del Padre Celestial para quien vive en orfandad por el pecado.
Trastoca la cultura dominante
Regresando al contexto socio religioso de la época, había una filosofía impuesta por
el imperio Romano, se refiere popularmente como la “pax romana”, cuya idea era
‘respetar’ o no meterse en los asuntos de otro, convivir con ciertas distancias y
restricciones. Cada cultura y religión actuaba periféricamente a las otras, pero en el
cristianismo esto no aplicó durante mucho tiempo, sino al contrario, rompió con
todos los esquemas y proclamó el nombre de Jesucristo por sobre todo nombre.
Ahora bien, al interior de cada grupo religioso había también subdivisiones, teniendo
escalas de liderazgo, algunas personas favorecidas por su posición económica y
social y personas sin privilegios, pero en la iglesia cristiana no era así, ya que, desde
el más joven hasta el más anciano, desde judíos conocedores hasta gentiles
ignorantes, esclavos y libres, mujeres y varones, todos por igual tenían una misma
tarea y la practicaban en comunión: hacer discípulos para Jesucristo.
3. LA COMUNIÓN EN EL NACIMIENTO Y DESARROLLO DE LA IAFCJ
La cuna de nuestra iglesia se da en un contexto de postguerra, donde había

inestabilidad, luto, fragmentación, dispersión, elementos negativos que piden a
gritos un refugio, ante lo cual surge nuestra Iglesia Apostólica y el pentecostalismo
en México como una respuesta de Dios.
La inclusión racial, una evidencia del Espíritu
25
A principios del siglo XX nace en Los Ángeles, California (en la Calle Azusa),
Estados Unidos, el mover pentecostal histórico (aunque en algunos otros países se
viven también experiencias pentecostales independientes) el cual logra impactar a
nivel mundial con el mensaje del evangelio.
El mover espiritual trajo consigo el acontecimiento de hablar en diversas lenguas

(angélicas y humanas) las maravillas de Dios, la proclamación del evangelio y el
nombre de Jesucristo, acompañado de milagros y sanidades, logrando la
transformación de quienes se acercaban tocados por el poder del Espíritu Santo.
Es importante resaltar el milagro social que se experimenta en este ambiente, pues

un líder de raza negra, con evidentes limitaciones y problemas físicos (William
Seymour) dirige un grupo de inmigrantes latinos, asiáticos, africanos y europeos,
que abarca hombres y mujeres por igual”, una vida en comunión en medio de un
país en marcada separación racial.
La acción de un Espíritu dinámico
La hermana Romanita Carvajal de Valenzuela es quien, al tener contacto en las

reuniones de la calle Azusa, decide regresar a Villa Aldama, Chihuahua, México, y
compartir con sus familiares la predicación pentecostal, la cual, al estar
compartiendo la palabra, el Espíritu Santo tocó a los reunidos, teniendo un pequeño
pentecostés que inaugura la era de la Iglesia Apostólica en México.
La predicación toma fuerza por la palabra proclamada, el Espíritu Santo que

respaldaba y la comunión de la iglesia, fue refugio perfecto para la sociedad de ese
entonces.
Con el pasar de los años, la iglesia logró mantener una calidez humana (comunión)
deseable, haciendo a cada miembro sentirse amado, útil, valorado e importante
dentro de la nueva familia de fe.
Como Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús creemos que somos parte del
cuerpo de Cristo y miembros cada uno en lo particular, por ello es natural a la iglesia
la aceptación, valoración y ministración mutua. No se trata de nombramientos o
jerarquías, no es un requisito a llenar, la comunión es esencia natural de nuestra
iglesia, da bienvenida, pertenencia y propósito a cada uno de sus miembros.
CONCLUSIÓN
Dios ha llamado al hombre en muchas ocasiones y de muchas formas a través de

la historia; desde el Edén su deseo ha sido tener y ver la comunión entre nosotros.
La comunión ha sido y es una evidencia del amor de Dios en su pueblo.
Hoy en día enfrentamos gran cantidad de problemas de salud y psicológicos,

derivados del estrés y la ansiedad, personas ausentes de paz, de valoración, de
amor, de un entorno en comunión, y es a ellos a quienes somos enviados a dar de
26
gracia, ya que de esa misma condición nos rescató el Señor Jesucristo, no

olvidando que la vivencia en comunión siempre será necesaria.
1. ¿Consideras que para el cristiano es necesaria la vida en comunión para

permanecer firme en la iglesia? ¿Cómo puede afectar a la persona la falta de
comunión en la iglesia?
2. A principios del siglo XX, en un EUA lleno de prejuicios y racismo ¿Cómo

consideras que impactó socialmente la comunión de los grupos pentecostales?
4. ¿Crees que fue coincidencia, o propósito de Dios el dar a luz a la IAFCJ en el

momento en que nace? ¿Por qué?
27
Lección 7. LA PUREZA DE LA IGLESIA, UNA DETERMINACIÓN

PARA VIDA
Texto Bíblico: Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: Santos
seréis porque santo soy yo, Jehová vuestro Dios. Levítico 19:2 RV60
Propósito: Que los alumnos logren valorar la propuesta bíblica de una iglesia pura,
producto de la relación personal y directa con el Espíritu Santo, llevándolos a
comprometerse a una vida de santidad en todas las áreas de su vida.
INTRODUCCIÓN
El significado hebreo de «santo» o “puro”, kadósh, Indica de alguien que

es apartado o separado. En este caso, se refiere a la invitación de Dios al
pueblo de Israel, a separase de las prácticas y comportamientos inmorales e
idolatras de las naciones paganas y mantenerse alejado de ellas. …Yo soy el
Señor su Dios. No se vuelvan a los ídolos ni hagan para ustedes dioses de fundición:
Yo soy el Señor su Dios, Levítico 19:3-4.
De seguir las reglas divinas, Israel sería recompensado con múltiples

promesas por su obediencia; y con el mismo Dios como un protector paternal.
1. LA SANTIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Además, no andéis en las costumbres de la nación que yo echaré de delante de

vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, yo los aborrecí. Por eso os he
dicho: `Vosotros poseeréis su tierra, y yo mismo os la daré para que la poseáis, una
tierra que mana leche y miel.' Yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os he apartado
de los pueblos… Levítico 20:23-24 LBLA.
La santidad produce comunión
En tanto Israel se mantuvo en santidad, fiel al mandamiento de Dios y separado de

las prácticas paganas, sin en un intercambio moral de conveniencia, en un proceso
relacional de fe, donde la santidad le permitió estrechar el vínculo espiritual entre
Dios y ellos como su pueblo, fue prosperado y temido por las naciones
conquistadas. Entonces Dios fue conocido por muchas naciones a través del
cumplimiento de su pacto con Israel.
La santidad produce compromiso
Aunque lo anterior resultaba conveniente para la nación recién liberada, esto no le

estaba resultando fácil, pues era seducida por las prácticas paganas, el politeísmo,
28
y los comportamientos amorales de las otras naciones; y esto estaba afectando el

cumplimiento del compromiso de mantenerse en santidad. De tal forma que, a lo
largo de la historia, Israel entró a un círculo vicioso, en el que por algún tiempo todo
estaba bien pero después se apartaba de Dios, y era entregado al enemigo por su
rebeldía, humillado y zaqueado, hasta que volvía arrepentido al camino de la
santidad y volvía a ser restaurado.
Habrá allí una calzada que será llamada Camino de santidad. No viajarán por ella
los impuros, ni transitarán por ella los necios; será solo para los que siguen el
camino.
No habrá allí ningún león, ni bestia feroz que por él pase; ¡Allí no se les encontrará!
¡Por allí pasarán solamente los redimidos! Isaías 35:8-9 NVI.
2. LA SANTIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios, 2 corintios 7:1.
La recomendación del apóstol Pablo a la iglesia de los Corintios, es que haya una
limpieza de la carne y del espíritu. Corinto, un puerto griego cosmopolita, donde
fácilmente podía permear tanto el culto al cuerpo humano o los deslices morales
(como el mencionado en 1 Corintios 5:5), así como el pensamiento
filosófico/religioso tan común de los maestros griegos, lo cual estaba afectando la
conducta de pureza del pueblo de Israel, quien en su debilidad implementó prácticas
sincréticas en su caminar santo, trayendo consigo duras recomendaciones y
exhortos de parte del apóstol Pablo.
A menudo pensamos sobre la pureza o santidad delante del Señor solamente en

los términos de limpiarnos de toda contaminación de la carne, pero también hay
una contaminación de espíritu. De ambas debemos limpiarnos nosotros mismos de
manera consciente y voluntaria con la ayuda del Espíritu Santo, procurando siempre
mantenernos en santidad.
Cabe mencionar que mantenerse en santidad no es algo que se pueda hacer de la

noche a la mañana con nuestras fuerzas, ni con nuestra capacidad; sino que es un
proceso paulatino, que con la guianza y ayuda del Espíritu Santo podemos lograr.
Sin tal ayuda resultará frustrante mantener una santidad real.
La contaminación de la carne
En ocasiones es más fácil tratar con la contaminación de carne que con

la contaminación de espíritu. Durante el ministerio de Jesús, aquellos que estaban
contaminados en la carne (como prostitutas, ladrones, etc.) venían a Jesús con
mayor facilidad. Pero a aquellos manchados por la contaminación de espíritu (como
los escribas y fariseos) les era difícil venir a Jesús.
29
La contaminación del espíritu
Es difícil tratar con nuestro orgullo, nuestro propio enfoque, nuestra propia justicia,
nuestra amargura, y nuestro rencor, más que con los pecados propios de la carne.
El problema fundamental está en que le damos mayor importancia a los pecados de
la carne, más que a la contaminación del espíritu que igualmente nos aleja de la
santidad de Dios.
3. LA SANTIDAD EN NUESTROS DIAS
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,

conducta, amor, espíritu, fe y pureza, 1 Timoteo 4:12 RV1960.
La santidad es un distintivo
Podemos decir que la santidad es el “vestido” de la iglesia, la parte visible para la

sociedad que nos rodea; y no cualquier vestido, sino uno especial, único,
conformado por un lenguaje de fe, comportamiento digno, armonía entre sus
integrantes, apoyo de los unos por los otros para que nuestro Dios sea glorificado.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos, Mateo 5:16 RV60.
La santidad y su propósito
Tanto en nuestros días, como en el Antiguo y Nuevo Testamento, el llamado a la

santidad sigue siendo el mismo. Por supuesto que la modernidad y posmodernidad
cambiaron los parámetros de los valores morales; pero nuestra responsabilidad
como iglesia sigue siendo la misma; ser luz y sal a las naciones, y una manera de
hacerlo es a través de la santidad. No solo se trata de saber biblia, cantar o llevar
una puntual serie de ritos; sino de ser testimonio a las naciones fuera de las cuatro
paredes del templo, a través de la santidad.
En muchos de los púlpitos es frecuente oír sermones encaminados a obtener el

éxito, la salud, las riquezas, la felicidad, alcanzar metas etc., pero es poco frecuente
escuchar sermones de confrontación que hagan un llamado a la santidad. No nos
equivoquemos, la santidad no es una opción, es un mandato: Seguid la paz con
todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor, Hebreos 12:14.
La santidad es el vestido para nuestra redención, es el proceso por el cual llegamos

a la semejanza de Cristo.
CONCLUSIÓN
Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras,
sino por su propia determinación y gracia, 2 Timoteo 1:9.
30
Vivir en santidad no es una opción en la vida cristiana, tampoco es algo que

podamos lograr por nuestras propias fuerzas. Hemos sido llamados por misericordia
a vivir una vida santa para hacer notoria la gracia de Dios.
El mundo está cansado de palabras y promesas, necesita ver en nuestro diario vivir
lo que predicamos, y no es que lo hagamos para que el mundo nos vea, sino porque
la santidad es el camino que nos lleva a la vida eterna y nos permite dar testimonio
con nuestros hechos a quien nos rodea. La mejor prédica que podemos hacer al
mundo es vivir en santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Vivir en santidad es una lucha constante contra nuestros propios deseos y aquello
que no glorifica a Dios. La santidad no viene de procurar ser buenos para venir a
Dios, sino de acudir al llamado de Dios para que él nos dé la fuerza para
despojarnos de toda maldad y vivir para agradarlo.
1. Reúnanse en grupos de máximo 4 personas y hagan una lista de aquello que

debe ser considerado para fomentar la santidad en su iglesia.
2. Anoten tres o cuatro beneficios de practicar la santidad en la congregación.
3. Anoten tres o cuatro consecuencias de omitir la santidad en la congregación.
31
Lección 8. LA IGLESIA Y SU MISIÓN
Texto Bíblico: Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.

Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de
gracia recibisteis, dad de gracia. Mateo 10:7-8 RV60
Propósito: Que los alumnos alcancen dimensionar la misión de la Iglesia, valorando

el que ésta es originada en el corazón de Dios, haciendo un compromiso de
inclusión en ella.
INTRODUCCIÓN
Comprender a cabalidad la razón de ser de la iglesia es asumir con mayor

responsabilidad su pertenencia a ella, porque no es solo el gozo de la salvación
recibida, sino también el compromiso de llevar el mensaje de esperanza a quien
sufre por la consecuencia del pecado que pesa sobre su vida.
El fundamento del amor sobre el cual está cimentada la iglesia, le permite poder
asumir con mayor facilidad la responsabilidad de buscar las mejores alternativas,
para que la persona que vive sin Dios y sin esperanza tenga un espacio desde
donde pueda reconciliar su vida con el creador.
La iglesia y su misión es parte de lo que cada creyente debe vivir en su corazón a

partir de la propuesta de la palabra, porque no se puede ser iglesia sin misión, ni
querer vivir la misión sin iglesia; es decir, cada una es parte de la otra, hay una
Interdependencia entre ellas, por eso es de suma importancia rescatar desde la
palabra los principios en los que está sostenida ésta misión.
1. LA MISIÓN NACE EN EL CORAZÓN DE DIOS
Es una nueva oportunidad
San Juan 3:16 es el mensaje por excelencia que muestra la iniciativa de Dios para
darle al hombre una nueva oportunidad; no es solo la necesidad humana, no es
tampoco evitar el sufrimiento del hombre lo que movió a Dios, es el impulso de un
amor sacrificial el que trazó una misión muy clara, donde la finalidad es ofrecerle al
ser humano un medio único para que pueda librarse de la condenación eterna, el
mensaje del Jesús crucificado, de aquel que con su muerte trajo vida y que con su
resurrección estableció la más sublime esperanza, para que por su convicción en
este acontecimiento glorioso el hombre no se condene, sino que tenga vida eterna.
Es un encargo a la iglesia
32
La misión de la iglesia no es una propiedad privada, es un encargo de Dios, fue

Jesús quien con mucho énfasis les dice a los discípulos que, por el poder de su
autoridad, ellos deben cumplir una tarea que sea capaz de trascender cualquier
frontera y cultura, de tal manera que todos los hombres reciban la enseñanza de un
evangelio transformador y propositivo, dejando como garantía la promesa de su
presencia de manera permanente, Mateo 28:18-20.
Es en el poder del Espíritu Santo
Muy próximo a su partida, según lo relata Lucas en Hechos 1, el Señor deja a sus
discípulos una tarea por demás importante, los desafía a ser llenos de su Espíritu
Santo, no solo como una experiencia personal, sino como el principio de aprender
a ser testigos de su poder en Jerusalén, toda Judea, Samaria y hasta lo último de
la tierra; rompiendo con un sentido de religiosidad nacionalista y llevándolos a
comprender que es Dios quien toma la iniciativa de salvar a todo aquel que sea
capaz de confesar que Jesucristo es el Señor.
La misión de salvar a los perdidos es el proyecto central de Dios, por este proyecto
es que la iglesia tiene un motivo, tiene una razón de ser en la tierra, y es esa la
razón por la que la iglesia debe ser una predicadora incansable de las verdades
eternas, es la iglesia la que representa a Dios en este tiempo y la portadora de tan
sublime mensaje de perdón y vida eterna.
2. LA MISIÓN SE VIVE POR MEDIO DE LOS DONES RECIBIDOS, Y SE

RESPALDA CON LAS SEÑALES DEL ESPÍRITU
No se puede concebir la idea de un don de parte de Dios que no sea encaminado a

rescatar a los perdidos, porque cada capacidad recibida tiene la intención de ser el
conducto para que el hombre conozca al Señor y su gracia. Dicho de otra manera,
cada capacidad especial o ejercicio de un ministerio debe tener la sola intención de
llevar al hombre a los pies de Jesucristo.
Las señales, una evidencia clara
Marcos 16:15-18 es una clara evidencia de la necesidad que se tiene del uso de los
dones en la tarea de la misión, porque las señales son el resultado de esas virtudes
especiales que son puestas en cada creyente para facilitar la predicación del
mensaje de perdón y esperanza, no como un acto de espectacularidad masiva, sino
como una prueba de la presencia de un Dios que acompaña a sus hijos en la tarea
más noble que éste ha recibido, rescatar al pecador de su condición perdida y
ofrecerle una nueva oportunidad en su relación con el Dios que lo hizo.
El principio del llamamiento de Dios está basado en una predicación con evidencias
claras de su poder y presencia, no es la repetición de un credo religioso, ni es
tampoco la transmisión oral de una forma de creer, es la acción poderosa de
hombres y mujeres que han tenido una experiencias personal con Jesucristo y su
llamado, cosa que con mucha precisión rescata Mateo 10:5-8, cuando precisa que
33
las señales evidentes de la predicación son el resultado de la sola gracia que Dios
ha puesto en cada uno, y que eso que se ha recibido se debe dar a los demás como
un principio único para poder vivir la plenitud del reino de Dios.
El gozo de las señales
El cumplimiento de la misión a través del ejercicio de los dones o capacidades

especiales recibidas de parte de Dios, siempre producirán un estado de regocijo
que le dará un sentido especial a la predicación; esa fue la experiencia que los
setenta enviados tuvieron cuando dan razón de lo que había pasado en la tarea que
habían recibido, los enfermos sanaban y los demonios se sujetaban, cosa que sin
duda era muy necesaria como una prueba de la presencia de Dios en la tarea de la
misión, pero que Jesús, sin restarle importancia a esto les dice que hay una razón
más poderosa para estar felices, y ésta es que sus nombres estén escritos en el
cielo, según lo relata Lucas 10:17-20.
La predicación y las señales
La iglesia hoy debe rescatar su sentido de misión desde las señales del Espíritu,
porque si algo convence al mundo del poder del evangelio es la evidencia de una
palabra predicada, pero sostenida en los milagros y en hechos extraordinarios,
capaces de romper con lo común de una religiosidad tradicional; lo cual sucedió
cuando el cojo de nacimiento sanado en la puerta La Hermosa abrió la puerta para
que miles creyeran al mensaje de salvación (Hechos 3). Hoy es el tiempo de hacer
de la predicación una verdadera experiencia de señales y milagros en el poder del
Espíritu Santo.
3. LA MISIÓN TIENE COMO FINALIDAD LA RESTAURACIÓN TOTAL DEL

HOMBRE
El hombre como objetivo
La misión de la iglesia es muy clara desde la palabra, porque, aunque no tiene al

hombre como el centro del mensaje, si lo tiene como la finalidad principal; es decir,
toda acción de misión gira alrededor de la restauración completa del ser humano en
su relación con Dios. Y para comprender esto nos basta descubrir quiénes fueron
el principal objetivo de Jesús, porque desde el principio de su ministerio dejó muy
claro para qué había sido ungido o enviado al mundo, y muy bien lo describe Lucas
4, cuando después de la tentación en el desierto, va al templo, toma el libro y lee al
profeta Isaías donde dice El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha
ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A
poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.
La tarea más noble, la restauración
Los pobres, los quebrantados, los cautivos, los ciegos, los oprimidos, todos ellos
necesitan una verdadera restauración, estos son la finalidad de Jesús en su labor
34
de buscar y salvar lo que se había perdido, y es esa misión la que la iglesia tiene
ahora en sus manos, no se puede perder el verdadero sentido y razón de ser del
mensaje del evangelio, porque aunque existan muchas tareas nobles que cumplir,
la más excelsa y sublime, para la que la iglesia fue ungida, es ofrecerle al ser
humano una nueva oportunidad, un nuevo camino, una nueva esperanza, un
espacio donde pueda recuperar todo lo que el Diablo le robó y que sea capaz,
entonces, desde su propia experiencia, ser un ejemplo para que otros también sean
restaurados.
El mayor impacto de la predicación del evangelio no son las señales, es la
transformación de vidas que han sido rescatadas de las tinieblas y traídas a la luz
admirable de Dios, vidas que dan testimonio del poder restaurador del Espíritu
Santo, y es esto lo que inspira a otros a buscar esa misma experiencia, porque se
deja claro que el evangelio es poder de Dios para todo aquel que cree.
CONCLUSIÓN
La misión de la iglesia es una tarea que no nace como un principio religioso, no es

parte de una iniciativa eclesial, es el proyecto eterno de Dios, es él quien ha
equipado a la iglesia para esta responsabilidad, porque su intención final es que el
hombre tenga la oportunidad de una nueva vida, por eso es que la iglesia existe, es
la razón por que aún está sobre la tierra. La pregunta es, ¿Hasta dónde la iglesia
está cumpliendo esta encomienda?
1. Dialoguen por parejas, diciendo lo que sienten al comprender que la misión de

alcanzar a los perdidos es una iniciativa de Dios.
2. En una lluvia de ideas, digan por qué son importantes la vivencia de los dones
respaldados por las señales del espíritu.
3. Que el grupo conteste ¿qué significa para ellos restauración?
4. Cumpla con el desafío de buscar una oportunidad para presentar el evangelio,

cuando menos a una persona durante la semana.
35
Después de haber estudiado las lecciones 5 a la 8, se planea la siguiente clase para

la realización de la presente práctica grupal.
invita a los alumnos a compartir sus experiencias más trascendentales en su
caminar en la iglesia, dando al final alguna recomendación o consejo a los
compañeros de clase.
La dinámica se realizará a través de contestar las siguientes preguntas:
1. Comparta con el grupo cuáles han sido las experiencias más importantes en su
vida como parte de la iglesia.
2. Diga qué tan difícil o fácil ha sido mantener la santidad como parte de su caminar
diario en la iglesia.
3. Comente con el grupo si la comunión de la iglesia ha bendecido su vida y cómo

lo ha hecho.
4. ¿Hasta dónde la misión de alcanzar a los perdidos ha sido su principal

preocupación como iglesia del Señor?
5. Dé un consejo que anime a sus hermanos a seguir caminando como la iglesia del
Señor que somos.
5. Oren para que la vivencia y función en el cuerpo de Cristo sea afirmada en la vida
de cada creyente.
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Lección 9. LOS INICIOS DE LA FE APOSTÓLICA, VISIÓN Y

DESAFÍOS
Texto Bíblico: Hijo de hombre, ¿qué refrán es este que tenéis vosotros en la tierra
de Israel, que dice: Se van prolongando los días, y desaparecerá toda visión? Diles,
por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: Haré cesar este refrán, y no repetirán más
este refrán en Israel. Diles, pues: Se han acercado aquellos días, y el cumplimiento
de toda visión. Ezequiel 12:22-23 RV60
Propósito: Que cada alumno logre conocer lo más transcendental de los inicios de
la Fe Apostólica, y de cómo es capaz de mantenerse enfocada en la visión a pesar
de las dificultades propias del tiempo.
INTRODUCCIÓN
Dios permitió que la Iglesia Apostólica se formara en medio de circunstancias

adversas, y en medio de esas duras circunstancias Dios mostró su gloria, como nos
dice el profeta Ezequiel: En medio de las circunstancias difíciles, dile a mi pueblo se
han acercado los días y el cumplimiento de toda visión, Ezequiel 12:23.
Vivimos tiempos similares en los planes de Dios, este es el tiempo del cumplimiento
de sus promesas. En esta mirada al pasado veremos también cómo Dios levantó
en medio de tiempos conflictivos una llama de avivamiento, tal como el profeta
levanta su oración a Dios: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
Habacuc 3:2, pues la iglesia siempre tendrá presente la llama de su presencia.
Para la Institución que hoy conocemos como la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo

Jesús, que nace en medio del fuego del Avivamiento de inicios del siglo XX,
avivamiento pentecostal que inundó con fuego del Espíritu Santo al mundo, y que
perdura hasta nuestros días, la visión continua en su quehacer.
1. LOS PRINCIPIOS DE LA IGLESIA APOSTÓLICA EN MÉXICO
La Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en México, surge en el mover del

Espíritu Santo en 1914, en la pequeña villa de Aldama ubicada en el norteño estado
de Chihuahua, la cual nace con un visión clara y definida: alcanzar al perdido.
Recordemos que Romana Carbajal de Valenzuela emigra a los Estados Unidos y
allá recibe el bautismo del Espíritu Santo, luego regresa de Los Ángeles California,
para compartir el evangelio con su familia, surgiendo aquí la visión que el Espíritu
Santo inspira, y aunque todo estaba en contra dada la condición de guerra de la
Revolución en México, su condición de mujer a principios del siglo XX, la firme fe
católica de su familia, nada de esto detuvo la visión que Dios puso en esta valiente
mujer.
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La historia nos habla que no fue una tarea fácil para la hermana Romanita Carvajal,
ya que ni siquiera querían escucharla, pero la visión de Dios se abre paso en medio
de las dificultades, y el primer día del mes de noviembre de 1914, después de
exponerles el evangelio de Jesucristo, en medio de una oración fervorosa, pidiendo
el bautismo del Espíritu Santo, doce personas hablaron en lenguas como lo
sucedido en el relato bíblico de Hechos 2: Cuando llegó el día de Pentecostés,
estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de
un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y
se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno
de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras
lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen, Hechos 2:1-4. La visión
comenzaba a tomar forma, un inicio discreto pero poderoso.
2. UNA VISIÓN QUE SURGE EN EL CORAZÓN DE DIOS
Es innegable que al recordar los orígenes de la Iglesia reconozcamos que esta nace
en el corazón de Dios, ya que Jesús nos deja claro en su palabra cuál es la visión
de la iglesia: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén, Mateo 28:19-20. En su nacimiento y para este tiempo,
la visión de Dios para la Iglesia no ha cambiado, sigue siendo la misma: alcanzar al
perdido.
Al considerar la historia, podemos ver cómo la visión no se ha detenido a pesar de

lo difícil de las circunstancias, ni al inicio de la historia de la Iglesia, ni durante las
guerras y revueltas que enmarcaron su nacimiento, porque nace en el corazón de
Dios.
3. UNA VISIÓN DESAFIANTE
Al igual que la naciente iglesia, hoy enfrentamos dificultades que nos desafían a
cumplir la misión que Jesús nos ha encomendado; la humanidad vive perdida en
sus filosofías y placeres, cada vez está más alejada de Dios; pero ante todo desafío
la iglesia se levanta victoriosa, la visión sigue avanzando, y día a día la Iglesia sigue
alcanzando al perdido, no importa lo difícil o complicado que parezca, avanzamos
en nuestra labor, las circunstancias no nos detienen, siendo inspirados por el
testimonio bíblico que dice: Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el
día siguiente, porque era ya tarde. Pero muchos de los que habían oído la palabra,
creyeron; y el número de los varones era como cinco mil, Hechos 4:3-4.
Cumplirle a Dios es el desafío, y lo asumimos con el firme propósito de cumplir la

labor asignada y no descansaremos hasta ver que la humanidad se encuentre con
Dios, empezando por nuestra familia, la cual necesita reconocer a Jesucristo como
el Salvador y Señor de sus vidas.
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4. LA VISIÓN ES NUESTRA RESPONSABILIDAD
Movidos por algo mayor que las fuerzas personales
Entendemos que la visión nace en el corazón de Dios, también que el trabajo es

mucho, pero ahora veamos que esta visión es nuestra responsabilidad, Así les
ordena Jesús a sus discípulos, Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura (Marcos 16:15), no se trata de una tarea opcional o
voluntaria.
En la historia de los inicios de la iglesia encontramos que los personajes históricos,

como Romana Carbajal de Valenzuela, Rubén Ortega, Miguel García, y otros más,
fueron movidos por algo mayor que sus fuerzas o sus capacidades, había en ellos
el deseo de realizar la visión, aunque esto implicara renunciar a su comodidad y
hasta su seguridad.
El escritor a los hebreos habla de estos hombre y mujeres al decir ¿Y qué más digo?
Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté,
de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos,
hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos
impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron
fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron
sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando
el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y
azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados,
puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos
de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el
mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por
las cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio
mediante la fe, no recibieron lo prometido, Hebreos 11:32-39.
La renuncia personal bendice a otros
La renuncia personal de los iniciadores de la Fe Apostólica en México trajo como

resultado que el evangelio llegara a sus familias, pudiendo ver un cambio en sus
seres queridos. Esa misma responsabilidad está hoy sobre nosotros, asumámosla,
la salvación de nuestra casa está en nuestra decisión, pues podemos decidir callar
y asumir una actitud cómoda, o podemos decidir cumplir el propósito de Dios para
nosotros y declarar con nuestra boca que en Jesucristo hay salvación.
Ternemos la oportunidad de que por nuestro medio llegue la salvación a nuestra

familia y a nuestras comunidades. Dios quiere usarnos, seamos instrumentos de
salvación en manos de Dios, Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros
hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare,
Hechos 2:39.
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CONCLUSIÓN
El conocer la historia de la iglesia, como cualquier historia, trae consigo una serie
de saberes que nos desafían. Conocer la historia nos permite valorar lo que al día
de hoy disfrutamos, también nos permite saber que no siempre las circunstancias
han sido las mejores, pero quienes nos antecedieron lograron sobreponerse a las
circunstancias, y aunque con carencias y deficiencias, respondieron a Dios en el
llamado a cumplir con la visión.
Hoy la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús mira de frente al futuro,

entendiendo que ante los desafíos de la vida actual, la presencia de Dios ha de estar
con nosotros, Dios nos ha preparado para enfrentar los desafíos, hemos crecido, y
aunque los desafíos son mayores, los enfrentamos no con nuestras fuerzas o
capacidades, los enfrentamos seguros de que la presencia de Dios va con nosotros
y nos dará la victoria, alcanzaremos nuestras familias para Cristo, nuestras
comunidades para Cristo, nuestras ciudades para Cristo, el país para Cristo y
llegaremos hasta lo último de la tierra.
Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios;
y haga Jehová lo que bien le parezca, 1 Crónicas 19:13; siempre con el firme y fiel
propósito de cumplirle a Dios y que la visión que nació en su corazón se vea
cumplida gracias al trabajo de hombres y mujeres dispuestos a renunciar a su
comodidad y a cumplir el sueño de Dios, que no se pierda ni uno. Y esta es la
voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo
nada, sino que lo resucite en el día postrero, Juan 6:39.
1. Comenta en el grupo de estudio qué áreas de oportunidad alcanzas a ver en la

visión que tu iglesia local desarrolla.
2. Propongan un plan de acción sencillo para que la iglesia local dé una respuesta
pertinente a estas oportunidades de hacer iglesia, cumpliendo así la visión de Dios
para nuestra iglesia.
40
Lección 10. EL ESPÍRITU SANTO EN LA EXPANSIÓN DE LA FE

APOSTÓLICA
Texto Bíblico: Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo. Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria Y hasta lo
último de la tierra. Hechos 1:8 RV60
Propósito: Que el alumno pueda conocer y valorar la importancia que tuvo y tiene
el Espíritu Santo en la labor de expansión de la Iglesia Apostólica desde sus inicios
en México.
INTRODUCCIÓN
Sin duda alguna, el mover del Espíritu Santo es una línea que debemos seguir para
acompañarlo en su recorrido misionero, considerando que para cuando el Espíritu
Santo llega a México ya traía un largo kilometraje (desde Jerusalén) recorrido en su
labor misionológica, alcanzando hombres y mujeres a las cuales catapultaba hacia
ciertas regiones para acompañarlas en su caminar geográfico hasta lo último de la
tierra.
Es un hecho que el mover del Espíritu Santo en la calle Azuza de Los Ángeles,
California, fue uno de los lugares que el Espíritu Santo escogió para moverse y
enviar personas a diferentes países del mundo, entre ellos México, y ahora a
muchos países más.
Fue en ese lugar, en Los Ángeles California, que el Espíritu Santo llegó a la vida de
varios mexicanos y personas de otras nacionalidades, por lo menos de 30 países,
según se escribe en La Serpiente y la paloma, pág.116, así como llegó a los
primeros cristianos en Jerusalén y también a otros hombres y mujeres en Inglaterra
en 1792-1834, Topeka Kansas EEUU en 1901, Los Ángeles California en 1906,
México en Villa Aldama Chihuahua en 1914, y otros lugares más.
En el año de 1912 la señora Romana Carvajal de Valenzuela había tenido contacto

en Los Ángeles California con un grupo de mexicanos que habían aceptado la fe
pentecostal. Hacían sus reuniones en una casa particular en la citada ciudad y hasta
allí llegaron los esposos Valenzuela. Al poco tiempo Romana recibió el Espíritu
Santo y habló en otras lenguas, igual como se describe en hechos 2, y pronto ella y
su esposo fueron bautizados, obviamente en el nombre de Jesucristo. Desde ese
día el más ferviente deseo de Romana fue regresar a México, averiguar si todavía
vivía su familia y contarles lo que había experimentado (pág.14 de La serpiente y la
paloma).
41
En el año de 1914 Romana llegó a Villa Aldama, Chihuahua, y después de un tiempo

presentó el mensaje de la palabra de Dios a sus familiares, y después de haberla
escuchado éstos comenzaron a orar con fervor y a pedir el bautismo del Espíritu
Santo, y el primero de noviembre de 1914 doce de aquellas personas, siendo Miguel
García Carbajal el primero, hablaron en nuevas lenguas, como en el día del
pentecostés. (pág.145 de La serpiente y la paloma).
En otro lado del país, el Espíritu Santo estaba moviendo a muchas personas
convertidas en Estados Unidos y que habían tenido la misma experiencia del
bautismo del Espíritu Santo, las cuales regresaban a sus familiares en las diferentes
partes de México para presentarles el mensaje de salvación, estableciendo grupos
de creyentes por todo el País.
Podemos observar que el Espíritu Santo es el que mueve a las personas que
alcanzó con su poder, enviándolos a los lugares donde se lograron establecer los
diferentes grupos de creyentes, que posteriormente fueron unificados durante el
periodo del hermano Felipe Rivas Hernández como Obispo Presidente, dando lugar
a la formación de lo que hoy conocemos como la Iglesia Apostólica de la Fe en
Cristo Jesús en México.
Después de este resumido relato describimos la importancia del Espíritu Santo en

tres áreas.
1. EN EL ÁREA PERSONAL
El Espíritu Santo provoca la vivencia de una experiencia única e impactante en la

vida de las personas, de tal forma que todos los que fueron bautizados por el Espíritu
Santo fueron transformados y llevados a una decisión de bautizarse en el nombre
de Jesucristo.
El Espíritu Santo despierta en las personas el deseo de compartir su testimonio de

conversión con sus familiares y/o conocidos, sin importarle la distancia por recorrer
y los obstáculos que se tienen que vencer.
El Espíritu Santo es quien respalda y acompaña a las personas que se lanzan a

compartir su experiencia con señales y repetición de la experiencia en los que
reciben el testimonio.
2. EN EL ÁREA GEOGRÁFICA
Es el Espíritu Santo quien lleva a las personas a un determinado lugar con un claro
objetivo, y en ocasiones a lugares no imaginados.
Las personas son impulsadas por el mismo Espíritu Santo a ir con un pensamiento
y lugar definidos, de tal modo que piensan en su pueblo, familiares y amistades que
quieren que sepan de lo que a ellas les ha sucedido, con el deseo de que ellos
también vivan esta experiencia.
42
El Espíritu Santo ya tiene su recorrido geográfico en la historia y ha venido

recorriendo países, alcanzando a las personas de región en región, y esta operación
es la misma que menciona la biblia cuando el Espíritu y la palabra van haciendo su
recorrido geográfico.
Los nuevos conversos en la calle Azusa y en otros lugares que tuvieron la

experiencia del bautismo del Espíritu Santo, dice MJG en La serpiente y la paloma,
pág.116” No solo lo recibieron, sino que también muchos se fueron de misioneros
cuando menos a treinta y cinco países”.
3. EN EL ÁREA ESPIRITUAL
Las personas son investidas, son llenas, son empoderadas para enfrentar fuerzas
espirituales malignas con las que se va a enfrentar cuando llegue a la zona de
conflicto, y es el poder del Espíritu Santo el que les va a ayudar en el trabajo de
testificar con poder, con señales y con liberación de las personas de las garras del
enemigo.
Recibiréis poder es la promesa para el que recibe el Don del Espíritu Santo
(Hechos1:8). En el área espiritual la persona recibe poder de Dios para testificar.
La persona es regenerada, es transformada, es impactada y capacitada para

cumplir la misión de llevar el evangelio a toda criatura por todo el mundo haciendo
discípulos; por lo que su vida espiritual es otra y el impacto recibido en su vida
espiritual lo deja convencido de que lo que él está viviendo es real y lo tienen que
saber y recibir otros más, donde algunos son familiares, amigos y conocidos a los
que hay que ir a buscar para compartir esta impactante experiencia sin importar la
distancia ni los obstáculos.
El Espíritu Santo es el poder que permitió la propagación del evangelio desde

Topeka, Kansas, hasta Los Ángeles, California, para después llegar a nuestro país,
derramándose el primero de noviembre de 1914 en Villa Aldama, Chihuahua, con
la señal de las nuevas lenguas; dando inicio a un movimiento dentro de nuestro país
por el área de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, y el área de La Laguna. También
por la región de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, y otros Estados de la
República Mexicana, por donde llegaban otros hombres y mujeres movidos por el
mismo Espíritu para compartir las nuevas de salvación, al igual que Romana de
Valenzuela lo había hecho con sus familiares y conocidos.
CONCLUSIÓN
Es un hecho y estamos convencidos que, sin el Espíritu Santo como el impulsor del
evangelio, el avance realizado no se hubiera logrado en el tiempo en que se alcanzó
a llegar con el evangelio por toda la República Mexicana, Centro y Sudamérica, y
otros países a donde como organización se ha podido llegar en la búsqueda del
cumplimiento de llevar el evangelio por todo el mundo.
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Es, ha sido y seguirá siendo el Espíritu Santo en la vida de las personas el elemento
clave para que las personas sean alcanzadas para Cristo, para ser enviados a
cumplir la gran comisión y así alcanzar una transformación en la vida de las
personas que viven sin Dios y sin salvación.
Es por eso que como Institución hemos logrado los avances de crecimiento,
unificación y organización que hasta ahora se han obtenido, y todo gracias a la
iniciativa, fuerza y acompañamiento del Espíritu Santo en la vida de las personas.
Te invitamos a que también te dejes llevar en esta dinámica del proyecto misiono
lógico del Espíritu Santo y seas parte del avance histórico de nuestra Iglesia.
1. Comente con el grupo cómo le impulsa a seguir caminando el hecho de que sea
el Espíritu Santo el que ha movido y seguirá moviendo a su iglesia.
2. ¿Hasta dónde la iglesia hoy busca el Espíritu Santo como una necesidad para su
expansión? Comente detalladamente.
44
Lección 11. LAS CRISIS PROPIAS DEL CRECIMIENTO
Texto Bíblico: Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el
mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido
al mundo. Juan 16:33 NTV
Propósito: Que los alumnos logren conocer que todo crecimiento institucional viene
acompañado de crisis que son propias al desarrollo de la misma, pero que éstas
siempre deberán ser tomadas como oportunidades para cambiar, mejorar y
consolidar lo que Dios hace a través de su Iglesia.
INTRODUCCIÓN
Toda contingencia pone a prueba los sistemas existentes, la pandemia ocasionada

por el Covid 19 no fue la excepción, ya que no solo exhibió las deficiencias de los
sistemas de salud, económico y educativo de los países, también manifestó las
debilidades de los sistemas eclesiales, entre ellos el nuestro.
La Pandemia mostró las áreas de oportunidad de la Iglesia Apostólica como

organización humana que es, la cual, durante su desarrollo como la institución
pentecostal más antigua en el País, ha experimentado varias circunstancias críticas,
que si bien es cierto han mostrado el lado humano, también se ha podido
experimentar la gracia divina que le ha permitido mantenerse como el proyecto de
Dios para una sociedad como la nuestra.
En esta lección se presenta, en forma general, cómo cada crisis trae consigo
también una serie de oportunidades y desafíos que se deben tomar con un espíritu
de Fe y Esperanza, en tanto que la Iglesia es de Dios y es él quien tiene el control
de la misma. Para ello retomaremos la experiencia de la Iglesia Primitiva y
posteriormente se analizará un periodo de la IAFCJ, donde de igual forma se
presentaron determinados conflictos que, lejos de desanimar a la Iglesia, han
servido para reinventarse siempre tomados de la mano del Señor y dueño de la
mies.
La premisa para esta lección se expresa en que las crisis son inevitables y éstas
muestran aspectos a los cuales hay que prestar atención, partiendo de ellos para
retomar la tarea de cumplir a Dios los propósitos que ha encomendado a su Pueblo.
También se toma en cuenta que el crecimiento de toda organización trae consigo
determinada crisis, que por su propia naturaleza hay que atender sin descuidar lo
que se ha logrado, siendo la crisis la que permitirá retomar acciones que contribuyan
a superar dichas contradicciones. Nuestro ejemplo de manera natural es la Iglesia
Primitiva que se relata en el Libro de Lucas.
45
1. CRECIMIENTO Y CRISIS DE LA IGLESIA EN LOS HECHOS
En el capítulo 1 de Hechos, Lucas pone de manifiesto la población con la que

contaba la incipiente organización de Jesús. Eran 120 creyentes que aferrándose a
la promesa de su maestro se mantenían en oración, esperando la promesa de
enviar el Poder que habría de autorizarles y capacitarles para el cumplimento
expresado en Mateo 28:19.
Una vez recibido el Poder del Espíritu, se advierte en el relato de Lucas, cómo de
forma vertiginosa la membresía de este nuevo movimiento religioso amenazaba la
religión oficial (judaísmo), y de 120 que iniciaron pasaron a más de 3,000 nuevos
creyentes, producto de la predicación de un Pedro lleno del poder del Espíritu Santo,
y posteriormente se convirtieron al evangelio 5,000 más.
En términos numéricos es toda una hazaña el cómo un grupo de creyentes logra

multiplicarse de esa forma. ¿A qué factores se le puede atribuir el éxito de un
puñado de hombres y mujeres con tan escasa preparación? (Hechos 4:13). Todo
iba viento en popa, la Iglesia crecía, tenían favor del pueblo, a través de las señales
y prodigios realizados por conducto del liderazgo de la Iglesia. Dejarlo hasta aquí,
puntualizando solo las victorias nos darían una idea distorsionada y equívoca de la
experiencia misionológica de la nueva comunidad. El éxito rotundo manifestado por
el pronto crecimiento trae consigo una serie de conflictos que ponen en crisis la
organización, mismos que se describen a continuación.
Oposición y cárcel
Como era obvio, las autoridades religiosas no tardaron en lanzar la contraofensiva,

según lo narra el capítulo 4: 1Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los
sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, 2 resentidos de que
enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los
muertos. 3 Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente,
porque era ya tarde.
Amenazas, azotes y persecución
No era para menos, el nuevo movimiento liderado por Pedro y los demás seguidores
de Jesús ganaban adeptos cada día, y se añadían los que se iban salvando (Hechos
2:48). Los líderes religiosos a través de la influencia política, y seguramente
económica, apresan a los seguidores de Jesús. Los capítulos 4 y 5 detallan las
amenazas, los azotes y la percusión de la cual eran objetos los apóstoles por su
determinación de predicar a Jesús todos los días por el templo y por las casas.
Problemas Internos
La narrativa bíblica deja en claro en el capítulo 6 del libro de Los Hechos, cómo el
crecimiento trae consigo aspectos que salen del control y provocan situaciones
críticas. Lucas lo narra así: 1En aquellos días, como creciera el número de los
46
discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas
de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los doce
convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros
dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
Al crecer, las necesidades se presentan, éstas traen consigo determinados periodos

de crisis, pero como se ha dicho, estas crisis generadas por el crecimiento también
traen consigo oportunidades; por lo que la Iglesia determinó la creación de
alternativas que dieran solución a dichas situaciones, seleccionando a hombres
fieles y llenos del Espíritu para atender las mesas (Hechos 6).
2. CRECIMIENTO Y CRISIS EN LA IAFCJ
Dado que el propósito de esta lección no intenta hacer una descripción histórica de
su nacimiento y de cómo ésta fue creciendo y las recurrentes crisis que ha
enfrentado en su devenir histórico, basta decir que no han sido pocos los momentos
en que la IAFCJ ha experimentado situaciones críticas. Algunas de gran
complejidad y otras no tantas. Por ello, se seleccionó de manera intencional un
periodo que va desde los años de 1933 a 1944. Es durante este lapso de tiempo en
que la Iglesia va a presentar una serie de crisis directamente relacionadas con su
crecimiento. De manera simultánea, crecimiento y crisis caminan tomadas de la
mano en la institución pentecostal. Durante el periodo seleccionado, el Dr. Manuel
J Gaxiola documenta que en el proceso de crecimiento de la Iglesia en distintas
regiones del país fue posible advertir las siguientes dificultades.
Pérdida de la homogeneidad
La iglesia al ir desarrollando y creciendo, como toda organización inicia con

personas que tienen en común una misma forma de pensar y sentir muy propio de
la época en que viven, lo que de alguna forma contribuyó a que los estilos de vida
de los miembros de esta generación compartieran una misma visión del quehacer y
del ser miembro de la Iglesia. No obstante, en la medida en que la iglesia alcanzaba
otros estratos sociales y miembros de distintas posiciones económicas y distintos
niveles educativos, fue enfrentando diferentes dificultades derivadas de las
diferencias en las formas de pensamiento reflejados en la obra en consolidación.
Falta de preparación ministerial adecuada
En la medida de su crecimiento, la iglesia enfrentó la necesidad de proporcionar

atención a las obras que se abrían como resultado de la obra evangelizadora. Se
vio la necesidad de implementar un programa de preparación ministerial para la
mejor atención de la obra; no obstante, se presentaron una serie de inconvenientes
en dicha preparación, ya que el nivel educativo de la membresía se elevaba, pero
no así el de los ministros.
Una actitud estática
47
La actitud estática de la Iglesia se manifestó en dos niveles. Por un lado, la

incapacidad manifestada por el liderazgo de la época en su adaptación a las nuevas
circunstancias, lo que se reflejó en la ausencia de infraestructura necesaria para
atender y celebrar los servicios, así como la falta de un programa educativo para la
Escuela Bíblica Dominical. Por el otro lado, se presenta una resistencia por parte
de los pastores para construir los espacios necesarios para atender la obra. Se
requirió un periodo de casi 40 años para que en cierta región del País se
construyeran templos adecuados para las celebraciones de los cultos y otros
programas necesarios.
CONCLUSIÓN
La lista de problemas y dificultades es extensa. No obstante, comprendemos que

estas dificultades, y otras más que no se mencionan, dejaron lecciones muy
importantes en el desarrollo histórico de nuestra Iglesia. Fueron esas dificultades
que de forma inesperada o no prevista representaron un punto de cambio en el
quehacer de la obra. Cambios que permitieron definir un proceso de
institucionalización; es decir, llegar a consensos sobre algunas prácticas que debían
prohibirse o regularse.
Nada más oportuno para retomar la expresión de Jesús a sus discípulos de que se
habrán de experimentar pruebas y muchas tristezas, pero nos anima la promesa de
victoria que se tiene al confiar en el Señor y dueño de su obra: pero anímense,
porque yo he vencido al mundo (Juan 16: 33). Se puede estar tranquilo, porque la
Iglesia Apostólica aprendió a escuchar y hacer las palabras de Jesús. Así que aun
cuando la Iglesia ha experimentado lluvias y vientos (crisis, dificultades, etc.), ésta
permanece y se mantiene fundada en la Roca que es Cristo (Mateo 27:24-27).
1. Haga memoria sobre alguna circunstancia difícil que experimentó y comente en

clase de qué forma Dios le permitió salir victorioso (qué emociones se hicieron
presentes durante el proceso difícil y después de solucionado el problema).
2. Durante esta semana. Busque un amigo(a) para compartirle cómo Dios le ha

permitido obtener victoria a pesar de la adversidad.
48
Lección 12. LA CONSOLIDACIÓN INSTITUCIONAL Y SU

LLAMADO A DISCIPULAR
Texto Bíblico: Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de
enseñar y predicar a Jesucristo. Hechos 5:42 RV60
Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con
propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. Hechos 11:23 RV60
Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito
determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo
sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación. Hechos 21:25
RV60
Propósito: Que el alumno pueda conocer cómo la iglesia ha evolucionado en su

proceso de consolidación institucional y la de sus integrantes, llevándola a
comprometerse con su llamado a discipular.
INTRODUCCIÓN
Desde sus principios, la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús ha tenido como

prioridad dos cosas muy importantes, por un lado, la expansión del reino de Dios, y
por otro la consolidación de sus miembros a través de procesos de discipulado. Esto
le ha permitido evolucionar y mantenerse como propuesta de fe, en medio de un
mundo tan cambiante y acelerado en sus procesos evolutivos.
Sirva esta lección para conocer y valorar los principios que han llevado a la Iglesia
a ser reconocida como el movimiento pentecostal del nombre de Jesucristo mejor
organizado de México, y con presencia en algunos países del mundo; consciente
de que todo ha sido posible gracias a Dios, a la visión de los hombres que la han
presidido y al involucramiento en fe de cada uno de sus miembros.
No obstante, lo anterior, aún existen desafíos que nos presenta el cumplimiento de

la misión, los cuales creemos que podemos enfrentar con la ayuda de Dios; por lo
que enseguida mencionaremos algunos principios que, aunque no son todos, han
sido y serán determinantes en nuestro proceso de consolidación.
1. DEPENDENCIA DEL ESPÍRITU SANTO
Como bien se ha estudiado en lecciones anteriores, el inicio de la IAFCJ estuvo

enmarcado en un acontecimiento sobrenatural, el bautismo del Espíritu Santo de
los primeros 12 creyentes, hecho que marcó para siempre la historia y vida de una
iglesia que ha buscado, busca y seguirá buscando la dirección de Dios en todos los
asuntos que competan a su desarrollo e institucionalidad.
49
Las palabras de Jesús a sus discípulos en Lucas 24:49, cuando les dice que se
queden en Jerusalén, hasta que sean investidos del poder desde lo alto, han sido
consideradas como un principio importante en la vida de la Iglesia y en sus aspectos
institucionales, privilegiándose la llenura y dirección del Espíritu Santo para la
realización de los diversos programas y procesos de elección de las directivas de
la Iglesia en todos los niveles, desde lo local hasta lo general; sin dejar de mencionar
que todo asunto, por más legalista que parezca, se arregla siempre en un espíritu
de oración y búsqueda de la dirección de Dios, trayendo como resultado la unidad
que hasta el día de hoy vive la iglesia, no solo como cuerpo de Cristo, sino también
institución religiosa seria y comprometida con el bien social.
La vida del Espíritu Santo es dinámica, es contextualizada, y mientras la iglesia sea

capaz de vivir bajo este principio, ningún arma forjada que se levante en su contra
prevalecerá (Isaías 54:17), y como bien lo dijo Jesús: ni las puertas del hades
podrán mantenerse en pie frente a ella (Mateo16:18).
2. APERTURA A NUEVAS DINÁMICAS DE ACCIÓN
Cada institución que somos, cada cuatro años se renueva el liderazgo distrital y
general de nuestra iglesia, trayendo consigo cambios que benefician en gran
manera el desarrollo y consolidación de la misma, ya que cada cuerpo
administrativo, en la frescura de su función, tiene una perspectiva de hacer misión
y de fortalecer los procesos discipulares, involucrando a la Iglesia en una dinámica
renovada para el bien de la misma.
La historia institucional que tenemos nos da la oportunidad de conocer el cómo de

la evolución de nuestra iglesia, a través de los proyectos que a continuación
presentaremos y que nos hablan de los esfuerzos de consolidación y discipulado de
nuestra iglesia a través de la historia.
Las cuatro E (Evangelización, Espiritualidad, Educación y Economía), bajo el lema

de “crezcamos en todo”, promovido en la administración general del hermano
Manuel J. Gaxiola.
Paz y Santidad, lema de la administración del hermano Isidro Pérez Ramírez, que
buscaba el equilibrio de las manifestaciones sobrenaturales en la Iglesia, las cuales
en su momento desafiaron la pastoral de la iglesia.
MEDUCA, un acróstico que maneja en su propuesta a Misiones, Evangelismo,

Disciplina, Unidad, Compañerismo y Administración; lo cual se promovió durante el
liderazgo general del hermano Manuel Rodríguez Castorena, quien a través de las
células proyectó un trabajo discipular muy comprometido.
Misión Apostólica 2000, con sus tres vertientes de servicio: Hacia Dios, Hacia el
mundo y Hacia la iglesia misma; la cual se promueve en la administración general
de nuestro hermano Domingo Torres Alvarado, buscando un mayor involucramiento
en el discipulado de la iglesia.
50
Excelencia, un programa para vivirse durante 20 años, que inicia en la

administración general del hermano Raúl Murillo Guerra, y concluye en la
administración del hermano Samuel Sánchez Armenta, el cual procuraba la
excelencia en el área misionológica, personal, administrativa y de espacios de
reunión.
Proyecto de Misión reciente, enfocado en los aspectos de ADORAR, IR, HACER,

SERVIR, elaborado en la administración del hermano Samuel Sánchez Armenta
para que forme parte de la vida institucional, buscando mejorar los procesos de
crecimiento y discipulado en nuestra iglesia.
Todos los anteriores esfuerzos han pretendido la expansión de la iglesia como reino
de Dios, a través de la consolidación de la fe de cada creyente y de la iglesia en
general.
3. OBEDIENCIA AL LLAMADO DE HACER DISCÍPULOS
Este principio se recuerda en los procesos de consolidación de la iglesia, lo cual ha

permitido no olvidar que el fin último del mensaje es llevar al creyente a un
crecimiento tal, que su vida pretenda tener como referente máximo al mismo Señor
Jesucristo, principio muy bien definido por Pablo en su carta a los Efesios, cuando
les escribe Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del
hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo,
Efesios 4:13.
Para lograr lo anterior, la iglesia ha establecido diversas estrategias en todos los

niveles educativos, desde las Redes celulares, las escuelas bíblicas de formación y
consolidación de niños, jóvenes y adultos, las escuelas de ministerios, centros
regionales de capacitación pastoral, hasta la universidad teológica, que tiene como
oferta educativa la licenciatura y maestría. Todo ello ha permitido el involucramiento
de cada vez un mayor número de creyentes que buscan consolidarse en su fe y
llamado al discipulado.
Obedecer al mandato de Id y haced Discípulos… es lo que ha permitido a la iglesia

mantener el enfoque de su misión, de tal manera que en la medida que la iglesia
evoluciona, también evolucionan sus procesos discipulares, recordando siempre
que habrá algo que permanecerá inamovible y que esto será el mensaje central de
una palabra que aunque pasen el cielo y la tierra, esta seguirá siendo la palabra de
Dios, la cual aunque se adecuen estrategias y procesos para el cumplimiento de la
misión, ésta seguirá llamándonos a un discipulado al estilo de Jesús.
CONCLUSIÓN
La Iglesia Apostólica ha logrado bautizar a cientos de miles de nuevos conversos,

ante lo cual enfrenta el desafío de la consolidación de estos nuevos creyentes,
entendiendo que el trabajo de la consolidación va más allá de una lección de un
51
expositor, se inicia con una concientización personal que nos lleve a una vida
cristiana enfocada a mejorar nuestros procesos de hacer discípulos.
Los retos de la iglesia en la actualidad son enormes, pero más grande es Dios, quien
nos dirige en medio de un mundo cada vez más alejado de su creador, pero que en
medio de él está un pueblo que está despertando a la proclama de las buenas
nuevas de salvación, entendiendo la necesidad de comprometerse a vivir el
discipulado como un principio de su vida cristiana.
1. ¿Considera que ha vivido en dependencia del Espíritu Santo? ¿Por qué?
2. Considera que los programas que la iglesia ha tenido como parte de su proceso
discipular han sido de bendición? ¿Por qué?
3. ¿Qué significa para usted la orden de Id y haced discípulos?
52
Después de haber estudiado las lecciones 9 a la 12, se planea la siguiente clase

para la realización de la presente práctica grupal.
dirige a los alumnos para que compartan lo que más les impresionó de lo aprendido
respecto a los inicios de la Fe Apostólica. Este día se aprovecha para concientizar
el valor histórico que tiene en México nuestra iglesia, presente desde 1914. La
dinámica se realizará a través de las siguientes preguntas.
1. ¿Hasta dónde se remontan los principios contemporáneos de la Iglesia Apostólica

de la Fe en Cristo Jesús?
2. Mencione algunos nombres de los fundadores de la Fe Apostólica en México.
3. Comparta con el grupo los lugares donde se inició la Fe Apostólica en México.
4. Enumere alguna crisis que la iglesia enfrentó como parte de su crecimiento.
5. ¿Qué papel jugó el Espíritu Santo en la expansión de la IAFCJ en México?
6. Oren por las autoridades y programas de la IAFCJ para que sigan siendo
alternativa en este tiempo presente.
53
Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús
Secretaría de Educación Cristiana

EXPOSITOR BIBLICO Ene 2023

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EXPOSITOR BÍBLICO CRISTIANO

Zapopan, Jalisco. Enero de 2023

Agradecemos a Dios por la bendición de poder entregar a la Iglesia el presente

El material de estudio es teórico-práctico, integrado por doce lecciones agrupadas

Hno. Octavio Zamorano Romo

Lección 5. LOS VALORES ESPIRITUALES DE LA IGLESIA 20

Lección 9. LOS INICIOS DE LA FE APOSTÓLICA, VISIÓN Y DESAFÍOS 37

Propósito: Que al término de la lección el alumno pueda comprender el significado

En esta lección tendremos la oportunidad de reforzar la comprensión del origen y

1. IGLESIA, SU DEFINICIÓN ETIMOLÓGICA

La palabra “Iglesia” viene del griego ekklesía, de la preposición ek que significa

La Septuaginta, versión del Antiguo Testamento al griego, utiliza también ekklesía

2. IGLESIA, SU DEFINICIÓN ECLESIOLÓGICA

Es muy importante poder comprender a la iglesia desde su perspectiva

Vivian juntos y en comunión (Hechos 2:44)

El resultado inmediato de ser parte de la iglesia produce el deseo de permanecer al

Eran perseverantes en la misión (Hechos 5:42)

Transmitir la experiencia de la salvación que habían recibido se convirtió en una

Organizaba su trabajo de forma eficiente (Hechos 6:1-7)

Una iglesia que crece necesita mejores formas de organización, no es posible

Hoy en día se usa la palabra “Iglesia” de diversas formas. Puede referirse a un

1. ¿Qué significa “iglesia” desde su definición eclesiológica?

2. Defina “iglesia” en su sentido etimológico.

3. ¿Qué diferencia encuentra entre Iglesia y grupo de personas?

Lección 2. LA IGLESIA EL CUERPO DE CRISTO

Propósito: Que los alumnos logren comprender la naturaleza de la iglesia como

Conocemos la riqueza de enseñanza sobre el tema que contiene el himno La Iglesia

Si observamos bien, nos damos cuenta que la iglesia de Jesucristo es el conjunto

La Iglesia es un organismo vivo, con una organización humana llamada y vivificada

1. MIEMBROS CON DIFERENCIAS, PERO CON PRINCIPIOS QUE LOS UNEN

El ideal de la iglesia es la unidad como cuerpo

Principios que nos unen

1. Jesucristo es el Señor, y teniéndolo a él lo tenemos todo. Para la iglesia Jesucristo

2. Vivimos nuestra fe de acuerdo a los lineamientos que la palabra de Dios

3. El bautismo en su nombre es indispensable para la salvación, y la santidad lo es

2. TODOS TENEMOS DONES, FUNCIONES Y DEBERES

Como iglesia también estamos invitados a cumplir con nuestros deberes y

1. Cumplir con la tarea de predicar el evangelio de Jesucristo (Marcos 16:15-16).

1. Los dones se trabajan en interrelación con otros dones.

3. NUESTRO DESAFÍO: MOSTRAR EN LA PRÁCTICA QUE SOMOS EL

Aunque no podemos quitarle cierto misticismo al cuerpo de Cristo, debemos

Cuando una iglesia se vuelve mística, despersonaliza su verdadero sentido y se

El cuerpo de Cristo no solo ama a su Señor con el corazón y la mente

Someter nuestras diferencias para que brille Jesucristo

Si hacemos a un lado cualquier sentimiento de competencia, de obstinación o

Cuidarnos unos a otros

Reúnanse en equipos de 3 a 5 personas y contesten las siguientes preguntas, y al

1. ¿Qué significa ser parte del Cuerpo de Cristo?

Lección 3. SER PARTE DEL CUERPO DE CRISTO ES

Texto Bíblico: Cristo también es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo. Él es

En 1 Corintios 12:12-30 el apóstol Pablo compara de una forma metafórica a la

Después de la resurrección, Jesús permanece un corto tiempo con sus discípulos,

1. INICIATIVA DE DIOS PARA VIVIR EN UNIDAD

La unidad fortalece la corporeidad

Dios en su soberanía no obra sin propósito, y mucho menos por ocurrencia o

2. INICIATIVA DE DIOS PARA VIVIR EN AMOR

El amor embellece la pertenencia

El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito». Tampoco la cabeza puede

Podemos entender que, si como cuerpo de Cristo vivimos en amor y practicamos la

3. INICIATIVA DE DIOS PARA VIVIR BAJO AUTORIDAD

El cuerpo en sus múltiples funciones no es capaz de actuar por sí solo si no fuera

Vivir bajo autoridad produce seguridad

Entender que Cristo es la cabeza requiere humildad, reconocimiento y obediencia,