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En Chile, los terremotos de este tipo han sido estudiados. Trabajos científicos de Barrientos (1990), Campos y
otros (2002) y Ruegg y otros (2009) se refieren al sector afectado por el terremoto de Cobquecura del 27 de
febrero de 2010. Ruegg y otros (2010) indican que existe un sector, entre Concepción y Constitución, donde la
energía no se ha liberado, que tendría acumulada suficiente energía para generar un terremoto de magnitud
superior a 8 (Figura 4).
Por otra parte, existen otros terremotos, fuera de los contactos de placas, denominados intraplaca. En la placa
Sudamericana estos se asocian a estructuras geológicas denominadas Fallas. El terremoto de Las Melozas del
año 1958, en el Cajón del Maipo, es un ejemplo de terremotos de este tipo. La Figura 5 muestra los diferentes
tipos de terremotos en Chile.
Hay también terremotos corticales, asociados a estructuras geológicas denominadas Fallas, sismos debido a
actividad volcánica o sismos debido a cambios bruscos de los esfuerzos en la corteza terrestre.
¿Qué es un terremoto?
Un terremoto es una manifestación de la súbita liberación de energía durante un proceso de ruptura. En Chile,
los terremotos más conocidos son los de subducción, relacionados con la convergencia de la placa de Nazca
bajo la placa Sudamericana. La placa de Nazca Durante varios años, la placa de Nazca “empuja” la placa
Sudamericana hasta que cuando suficiente energía es acumulada, esta es capaz de moverse, generando la
ruptura y el terremoto. El suelo se mueve debido a la energía que es radiada desde la ruptura. Hay también
terremotos corticales, asociados a estructuras geológicas denominadas Fallas, sismos debido a actividad
volcánica o sismos debido a cambios bruscos de los esfuerzos en la corteza terrestre.
Este gran terremoto (Mw=8,8) ha permitido liberar la mayor parte de la energía acumulada entre Concepción y
Constitución y por lo tanto, la ocurrencia de un terremoto de subducción como el del 27 de febrero de 2010, en
esa misma zona, es altamente improbable durante las próximas décadas. Los estudios señalan que la recurrencia
de este tipo de terremotos es de 90 6 años
(Barrientos, 19NN).
Como se ve en la Figura de Engdahl et al. (Bull.Seism.Soc.Am., 1998), existen lugares de baja o nula
sismicidad ubicados dentro de las placas tectónicas.
En Chile, la sismicidad al sur del punto triple, donde se encuentran las placas de Nazca, Sudamericana y
Antártica, la sismicidad es menor. No existe en Chile lugares donde no haya sismicidad, debido a la
configuración tectónica del país.
¿Se han producido terremotos al sur de Valdivia? Si no los hay, ¿por qué?
Si. En Magallanes, dos importantes (ML = 7.5) terremotos históricos ocurrieron en 1879 y 1949 (Cisternas y
Vera, 2008).
Si, según la NASA el terremoto habría movido el eje en 8 cm. El terremoto de Sumatra en 2004, de magnitud
9,1, lo habría desplazado en cerca de 7 cm.
¿Qué tipo de medidas se deben tomar para que la masiva destrucción que ocurrió no se repita?
En Chile no ocurrió una destrucción masiva debido al terremoto. De hecho, para la magnitud del evento, las
obras civiles se comportaron bien. El mayor daño se debió al tsunami y fue principalmente por falta de la alerta
adecuada y la falta de educación respecto a los fenómenos naturales que tenemos los ciudadanos.
Este terremoto era esperado por la comunidad científica nacional. Si bien no es posible predecir con precisión
cuándo ocurrirá un sismo, habían estudios que reconocían que esta zona tenía una alta probabilidad de sufrir un
sismo mayor (magnitud superior a 8) en los próximos años o décadas. Además, todos los terremotos históricos
de la misma zona (1570, 1657, 1751 y 1835) produjeron tsunamis, el último de ellos descrito por el mismo
Darwin con escalofriantes similitudes al actual.
En la actualidad, las diversas dimensiones de la prevención y atención de desastres están dispersas en varias
instituciones públicas. El uso de la gestión territorial como un instrumento preventivo no está normado
claramente, lo que genera notorios vacíos, como por ejemplo la gran escasez de mapas de riesgos naturales que
apoyen una adecuada toma de decisiones. Es necesario hacer una revisión profunda de la institucionalidad y
marco legal relativo a los desastres naturales, no solo respecto a la atención de la emergencia, sino también
tendiente a reforzar los aspectos preventivos.
Es indispensable que se incorpore a la comunidad científica tanto en la discusión como en las nuevas
instituciones que eventualmente se generen. Es deseable la creación de un Centro o Agencia Nacional de
Prevención de Desastres Naturales, encabezado por científicos y profesionales de las áreas de ciencias de la
tierra e ingeniería especializados en el tema. Los miembros de este organismo serían capaces de comprender e
incorporar el conocimiento científico y técnico que se genera a nivel nacional e internacional en la formulación
de políticas públicas de prevención, como la educación de la población, la generación de sistemas de alerta y la
definición de procedimientos de emergencia, entre otros. Esta agencia debiera manejar distintos escenarios de
mayor probabilidad de acuerdo al conocimiento existente. La efectividad de las medidas dependerá de que las
voluntades políticas de las autoridades de turno y recursos aportados se mantengan en el tiempo y no se
esfumen si es que no ocurre un nuevo evento en unos pocos años.
Estos cambios llevarán al país a un nuevo nivel de preparación, que permitirá reducir los efectos perjudiciales
de la naturaleza, que no podemos evitar, pero sí mitigar.
Figura 5. Taxonomía de terremotos en Chile. Cortesía Darwin se encontraba en Chile para el terremoto del 20
J. Campos, modificado por R. Sabaj (2008) de febrero de 1835 y llegó a Concepción el 4 de marzo,
donde se quedó estudiando los efectos del terremoto por varias semanas. Gracias a su aporte se puede saber que
el terremoto de 1835 destruyó la mayor parte de Concepción y que generó tres tsunamis, cada uno mayor que el
anterior, comenzando quince minutos después del terremoto. A este terremoto se le ha asignado una magnitud
de 8,5.
Todos los terremotos históricos de la misma zona 1570, 1657, 1751 y 1835, produjeron tsunamis.
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