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MONOGRAFÍAS DE LA GUERRA CIVIL EN EUZKADI Nº1

SAIBIGAIN, EL MONTE DE LA SANGRE


Julen Lezamiz
Guillermo Tabernilla

Asociación
Sancho de Beurko
Elkartea
Portada: Soldados de las Brigadas de Navarra bajan el Saibichiqui con acémilas y equipos. (URRUTIA, F. de. Estampas
de la guerra, de Irún a Bilbao. Bilbao, Editora Nacional, 1938).
Contraportada: Cruz erigida en el Saibigain a los gudaris allí caídos.

Edita:
ASOCIACIÓN SANCHO DE BEURKO
SANCHO DE BEURKO ELKARTEA
Apartado 30. 48510 Trapagaran
Documentación y textos:
JULEN LEZAMIZ
GUILLERMO TABERNILLA
Proyecto, maquetación, cubierta y fotocomposición:
ASOCIACIÓN SANCHO DE BEURKO
Mapas:
RAUL LOZANO
Impresión:
COPYSTERIA
Primera edición:
BILBAO, FEBRERO DE 2002

Copyright Asociación Sancho de Beurko. Sancho de Beurko Elkartea


I.S.B.N.
Depósito Legal:

Esta es la primera de una serie de monografías sobre la pasada Guerra Civil


Española en los frentes vascos que tiene por objetivo documentar hechos de armas
concretos, y cuyo fin último es recuperar para conocimiento de las generaciones venideras
retazos de la historia de este pueblo que, aunque dolorosos y cercanos en el tiempo,
merecen ser contados.
Agradecimientos

Primitivo Abad Francisco Quintero


Josu Mirena Aguirregabiria Carlos Rojo
José María Álvarez Koldo Ruiz de Aguirre
Víctor Arana Amós Ruiz Girón
Juan Arráez Ana María Ruiz
Koldo Azkue Filiberto Sauquillo
Francisco J. Bellido Carlos J. Sánchez López
Juan Bilbao Víctor Sierrasesúmaga
Juan Antonio de Blas Rakel Tabernilla
Juan Miguel Bombín Ricardo Tabernilla
Juan Carlos Campos Miren Torres Bilbao
Francisco Careaga Luis Urcullu Careaga
Juan Carlos Carreira José A. Urgoitia
Ramón Cayuelas Soldado anónimo del Flandes nº 5
Marisa Celaa Agrupación de Milicianos Socialistas (Bilbao)
Fulvio Chianese Archivo de la Diputación Foral de Bizkaia
Rafael Domecq Archivo de la Diputación Foral de Gipuzkoa
Sergio Echeverría Archivo General de Gipúzkoa
Juan José Eguiluz Archivo General de la Guerra Civil Española
Alberto Elósegui Archivo General e Histórico del Ejército del
Victoriano Fernández Aire
Melchor Fernández Díaz Archivo General Militar de Avila
Lorenzo Galaz Archivo Histórico Provincial de Vizcaya
Iñaki Gandariasbeitia Archivo Municipal de Gijón
Joseba Gandariasbeitia Archivo Municipal de Vitoria Gasteiz
David Gesalí Archivo del Nacionalismo. Fundación Sabino
Mikel Grau Arana
Aitor Iribecampos Archivo Provincial de Asturias
Alfredo Irusta Biblioteca Nacional
Federico Ituarte Biblioteca de la Universidad del País Vasco
Eduardo Jauregi Caja Laboral / Euskadiko Kutxa
Raúl Lozano Fundación Barreiro (FSA-PSOE)
Rosalía Martínez Instituto de Historia y Cultura Aeronaútica
Jaime de Miguel Irargi. Centro de Patrimonio Documental de
Aitor Miñambres Euskadi. Eusko Jaurlaritza
Artemio Mortera Periódico Deia
José Ramón Olazabal Periódico El Mundo del País Vasco
Juan Olmos Genovés Periódico La Nueva España
Alfredo Pérez Trimiño Tele 7 (Barakaldo)
Rafael A. Permuy López
INDICE

Introducción................................................................................................................................... 9
Adiós Otxandio, Adiós. Por José Ramón Olazabal........................................................... 13
Ofensiva sobre Vizcaya..................................................................................................... 23
6 de abril. La pérdida del Saibigain................................................................................... 33
7 de abril. Primer ataque asturiano al Saibigain y pérdida de Urquiola............................ 45
8 de abril. Se completa el despliegue en la nueva línea del frente................................... 53
9 de abril. Sin novedad en el sector.................................................................................. 59
10 de abril. Segundo ataque asturiano al Saibigain.......................................................... 65
11 de abril. La Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi................................... 73
12 de abril. Tercer ataque asturiano al Saibigain.............................................................. 83
13 de abril. Contraataque de la 1ª Brigada de Navarra y nueva pérdida del Saibigain.... 93
14 de abril. Cuarto ataque al Saibigain: el Arana Goiri y el Disciplinario.......................... 107
15 de abril. La pérdida definitiva....................................................................................... 133
Después de los combates................................................................................................. 141
Artillería del Cuerpo de Ejército de Euzkadi...................................................................... 151
Artillería de las Brigadas de Navarra................................................................................. 159
Carros de combate vascos en los primeros compases de la ofensiva sobre Vizcaya...... 167
Apéndices
1. Entrevista a Juan Olmos Genovés, piloto republicano derribado sobre el sector
de Urquiola-Mañaria el día 6 de abril de 1937. Por David Gesalí y Mikel Grau......... 179
2. Versos dedicados a Constantino Salinas por Amós Ruiz Girón sobre los hechos
acaecidos el 14 de abril de 1937 en Saibigain (Agosto de 1946)................................. 181
3. Versos dedicados a Amós Ruiz por Constantino Salinas en respuesta a los
anteriores (Julio de 1952)............................................................................................. 184
4. Carta dirigida a Amós Ruiz Girón por Angel Legasa en respuesta a su artículo
sobre los hechos acaecidos el 14 de abril de 1937 en Saibigain (1-6-1948)............... 186
5. En defensa del teniente coronel Juan de Ibarrola y Orueta. Carta de Sabino
Apraiz y Urotz al Director del periódico Deia............................................................. 189
6. Informe remitido al comisario delegado del Gobierno de Asturias en Euzkadi por
el comisario de la 1ª Brigada Expedicionaria Asturiana, Marcelino Fernández
Villanueva...................................................................................................................... 191
7. Los héroes del batallón Arana Goiri. Poema de Juan Briones Ortún....................... 194
Notas................................................................................................................................. 197
Indice Onomástico............................................................................................................ 243
Lista de abreviaturas........................................................................................................ 252
Fuentes y Bibliografía...................................................................................................... 253
Saibigain, el monte de la sangre 9

INTRODUCCION

Iniciada, con gran alarde de medios, la ofensiva de las tropas del general Mola sobre
Vizcaya el día 31 de marzo de 1937, los combates que hubo por la posesión del monte
Saibigain vinieron motivados por la retirada de las unidades del Cuerpo de Ejército de
Euzkadi, entre los días 3 y 4 de abril, a una nueva línea defensiva ante el imparable
avance de las Brigadas de Navarra. El desastre era mayúsculo, con elevadas pérdidas
humanas y materiales, y sin embargo se seguía combatiendo. La jefatura del sector
Ochandiano-Aramayona, uno de los tres que formaban el frente de Alava, tuvo que
establecer su puesto de mando en el santuario de Urquiola (Abadiano) tras la pérdida de
la localidad de Ochandiano.
En las alturas que rodean el puerto de Urquiola, en las estribaciones del Amboto, es
donde comenzó esta historia. El día 5 de abril, ante el cariz que tomaban los
acontecimientos, se evacuó el puesto de mando de Urquiola a Mañaria y, cuando poco
después se perdieron los montes Saibigain y Urquiolamendi, no hubo más remedio que
establecer una nueva línea defensiva por debajo de la anterior. Las Brigadas de Navarra,
habiendo conseguido sus objetivos iniciales, detuvieron su avance y comenzaron a enviar
tropas a Vergara, lo que coincidió con la reacción del Ejército vasco para intentar
recuperar las posiciones dominantes que había perdido. La lucha por el Saibigain –que
fue bautizado con el nombre de <<monte de la sangre>> por razones obvias– fue
durísima y enconada, preludio de lo que iba a suponer combatir en los montes de Vizcaya:
Bizcargui, Sollube, la cota 330 o Peña Lemona son solo algunos ejemplos.
Llegados a este punto los autores queremos hacer constar que el heroico ataque que
realizó el batallón Arana Goiri el día 14 de abril y que supuso, a costa de grandes
pérdidas, la recuperación para el C.E. de Euzkadi del monte Saibigain, se convirtió con los
años en un mito que ha enterrado en el más triste olvido a los otros protagonistas. Nadie,
que nosotros sepamos, ha escrito jamás una línea para documentar los ataques que la 2ª
Brigada Expedicionaria de Asturias realizó los días 7, 10 y 12 de abril sobre el Saibigain;
algo parecido ocurre con la intervención del Cuerpo Disciplinario en el del día 14. A
nosotros estas omisiones y las de las otras unidades que tomaron parte en las
operaciones nos parecen injustas, y nos viene a la cabeza una frase del épico filme de
John Ford <<El hombre que mató a Liberty Valance>>:
<<Así es el Oeste, señor. Cuando la leyenda se convierte en realidad, hay que
1
publicar la leyenda>> .
Y es que, pretendiendo ser fieles a la realidad, hemos realizado un gran esfuerzo en
la preparación de este trabajo. Para dar voz a los protagonistas se ha entrevistado a un
buen número de veteranos de aquellos combates, aunque en bastantes ocasiones no se
ha podido aprovechar el testimonio, pues nuestro comunicante –a pesar de su buena
voluntad– recordaba poco o nada sobre aquellos sucesos; hubo también ocasión en la
10 Saibigain, el monte de la sangre

que no se nos concedió la entrevista. Aún así, hemos tenido la suerte de dialogar con
protagonistas de primera fila que, principalmente, han arrojado luz sobre los
acontecimientos de los días 13 y 14 de abril. Del mismo modo se han incluido en el texto
aquellos documentos que se han considerado necesarios para la comprensión de los
hechos. Fieles al espíritu que anima la creación de esta serie de monografías que ahora
comienza se han documentado con afán de restaurar los movimientos de las unidades de
ambos bandos día a día. Por otra parte, se ha reunido un gran número de fotografías que,
en nuestra opinión, ilustran convenientemente cada capítulo y hacen mucho más atractiva
la sucesión de datos y cifras de algunos párrafos.
Para unir este trabajo del presente con los de aquellos que nos precedieron, nuestro
querido Ramón Olazabal, a quien tanto debemos, es el encargado de dar comienzo a la
obra, introduciendo al lector con un relato ameno y pleno de vivencias en aquellos
primeros días de abril, y presentando a dos protagonistas de gran relevancia en el devenir
de los acontecimientos: Juan Ibarrola y su jefe de Estado Mayor Valeriano Marquina.
Después de esta introducción empieza el libro propiamente dicho. Mención aparte
merecen los detallados mapas que para esta obra ha realizado –armándose de paciencia
en interminables horas de correcciones– nuestro querido amigo Raúl Lozano. Otros dos
amigos, David Gesalí y Mikel Grau, localizaron y entrevistaron a Juan Olmos Genovés,
piloto de Letov S-231 derribado cuando volaba sobre el sector el día 6 de abril de 1937.
Otro asunto importante es el de la ortografía. Dejando aparte el relato de Ramón, en
la redacción de este trabajo se ha usado en lo posible la grafía que aparece en los
documentos de la época y que, en no pocas ocasiones, está sujeta a variaciones debido
al lógico desconocimiento de la toponimia por parte de aquellos que redactaban los partes
de operaciones; esto último nos ha causado bastantes dificultades. En ocasiones se ha
optado por reflejar formas más acordes con los criterios que actualmente rigen el uso
escrito del euskera, pues otras no nos parecían convincentes al estar mal o escasamente
documentadas; es el caso de Eskubaratz o Untzillatx. Con el Saibigain, en cambio, se ha
adoptado esta entre otras muy razonables como Sabigain, Sabigan, Sebigain o Saibi,
pues de todas ellas se le conoce. La consulta de los mapas que acompañan a los textos
despejará las dudas de los lectores. En cuanto a los nombres de persona se ha respetado
la forma que cada cual elegía para escribirlo. Con el fin de evitar confusiones, a la hora de
referirnos a las fuerzas del bando sublevado el 18 de julio, hemos tomado la decisión de
llamarlas con el nombre que se dieron, Ejército nacional, a pesar de no ser este muy
apropiado pues nacionales, en todo caso, eran ambos bandos en conflicto. Esto no
supone ninguna connotación pues no hay nada más lejos de la intención de los autores.
No podían finalizar estas líneas sin un reconocimiento a aquellos que durante años,
con grandes dificultades, recopilaron documentos, memorias, testimonios y un sinfín de
materiales sobre esta época de la historia vasca. Nos referimos fundamentalmente a Luis
Ruiz de Aguirre y Urquijo, conocido con el seudónimo de Sancho de Beurko, a Pablo
Beldarrain Olalde y a Ramón Olazabal. Este trabajo ha sido posible gracias a ellos y a
quienes nos han ayudado, que no han sido pocos. Aunque no han sido muchas las
dificultades que hemos encontrado, alguna nos parece poco comprensible y no merece la
pena citarla. En el apartado de las lamentaciones destacan dos en particular: una, la
desaparición de la mayor parte de los documentos del Departamento de Defensa del
Gobierno de Euzkadi, a pesar del gran esfuerzo realizado por Joseba Rezola y sus
colaboradores que los llevaron primero a Santander, luego a Barcelona y de allí a Francia.
La segunda es que, de los entornos de los partidos políticos que formaban el Frente
Popular en el ámbito vasco, no haya surgido alguna personalidad entregada a preservar la
memoria histórica de sus milicias durante la guerra, pues ello constituye un vacío que
vemos muy difícil poder llenar, a pesar de nuestros esfuerzos. En cuanto al bando
insurrecto hemos constatado con sorpresa que hay cantidad de lagunas sobre la
organización de sus unidades y su actuación en los primeros compases de la ofensiva del
31 de marzo de 1937; esperamos haber arrojado también algo de luz sobre esta cuestión.
Saibigain, el monte de la sangre 13

“ADIOS OTXANDIO, ADIOS”. MI DESPEDIDA DE


OTXANDIANO

Por José Ramón Olazabal1, de sus Crónicas y Testimonios de la Guerra Civil


en Euzkadi.

Cinco largos años tardé en ver de nuevo Otxandio, de paso para Gasteiz; paré en la
llamada plaza de Vulcano y también en la plaza de Andikona, que virtualmente están
juntas, asimismo sin hablar con nadie, con una emoción contenida, llena de recuerdos que
después de 54 años aún perduran, pasé por el chalet en donde el comandante don Juan
de Ibarrola y Orueta2 tenía instalado el puesto de mando del sector de Otxandio. Allí me
presentaba todos los días, sobre las veintiún horas, a dar el parte de novedades de lo
acontecido en nuestros puestos de la línea del frente; la visita era lo que se dice de
médico.
Tenía siempre la costumbre de una vez entregado el parte, ir al pequeño edificio de
dos plantas que hay al fondo de la plaza, propiedad de la Diputación de Bizkaia, en cuyos
bajos estaba instalada la Caja de Ahorros Vizcaína y en la primera planta la central de
teléfonos, en donde, una vez de saludar a la telefonista de turno, le preguntaba si había
novedades; allí siempre sabían en donde había meneo o tranquilidad, unas veces me
decía que por el Berretín había tiroteos o bien por el Pinar o la Granja de Oriol. Las más
de las veces en pleno invierno la calma era buen síntoma. Como final la visita a la casa
propiedad de la familia Axuriaguerra, que estaba situada en la calle de acceso a Otxandio,
casa de fachada de sillería y de dos plantas, con una amplia huerta en la trasera, y que se
halla frente a la casa en donde está el batzoki de Otxandio de EAJ/PNV.
Luego de nuevo a la carretera y a seguir el viaje a Gasteiz, esto lo he hecho varias
veces siempre que viajaba solo; si llevaba compañía, no paraba. Muy poco ha cambiado
el pueblo, algunas casas nuevas que no modifican el entorno y la apertura de una calle
transversal de la plaza a la carretera de circunvalación y poco más.
Y en el <<Adiós a Otxandio>> no podían faltar los movimientos del último día de
estancia en el pueblo relativo a aquel día 3 de abril de 1937.
Teníamos las tres secciones de la 3ª compañía del MAI3 Irrintzi, con la falta de unas
doce personas, instalada una cocina en una tejabana abierta en la trasera de una casa,
ocupada como cuartel de la compañía desde noviembre del 36.
A las once de la mañana le indiqué al ranchero, de apellido Gorriti y natural de
Mendata, hombre serio, formal y de pocas palabras (apenas hablaba castellano, no sabía)
que preparara una comida caliente de un solo plato, el conocido <<batallón>>, y al
mismo tiempo le apremiaba para que no se demorase, ya que sería la última comida que
hacíamos en Otxandio, pues de seguido saldríamos para Urkiola.
14 Saibigain, el monte de la sangre

Gudaris de la 3ª Sección de la compañía M.A.I. Irrintzi con un mortero de 81 mm. en Pagochiqui (Villarreal) en el invierno de
1936/37 después de la batalla de Villarreal. Encima del mortero con ropa oscura el capitán Gabino Artolozaga; debajo de él,
agachado al lado de la pieza, el teniente José Ramón Olazabal. Poco después el Irrintzi se convirtió en batallón y la 3ª Sección
pasó a ser la 3ª Compañía ascendiendo Olazabal a capitán y Artolozaga a comandante.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco

Para entonces ya se había instalado en el santuario de San Antonio de Urkiola la


jefatura del sector.
Mientras preparaban la comida, cargamos en dos camiones los dos antitanques de
37 mm. y doce morteros de 81 mm. que teníamos; nosotros no habíamos perdido ninguna
máquina, pero sí las perdieron y en cantidad los del batallón Nº 72, compuesto por
soldados de reemplazo y al mando del comandante Salustiano Ortiz de Pinedo, que había
prestado sus servicios como suboficial en el Regimiento de Garellano Nº 43 y le dieron el
mando del batallón, cuyo nombre era Morteros de Euzkadi.
Yo me encontré con este comandante el miércoles día 31 de marzo por la tarde y,
todo nervioso, vino a mi encuentro al objeto de preguntarme si me había encontrado en el
frente con alguna compañía de su batallón del que me dijo, así de claro, que lo había
perdido; se encontraba desesperado, yo no sabía nada de la situación ni donde podía
estar su unidad, aunque supe después que se habían perdido, entregado o copado
muchos soldados de esa unidad y por supuesto, con gran cantidad de sus máquinas que
eran morteros de 81 mm. iguales a los nuestros, pues todos procedían de la fábrica La
Esperanza, de Marquina.
Si hago constar esto es porque el historiador Martínez Bande da la cifra de 1.500
granadas de mortero y diez morteros, estos serían posiblemente de Morteros de Euzkadi4.
Este comandante Ortiz de Pinedo, que como digo era militar de profesión, no tuvo mucha
suerte, ya que fue hecho prisionero, juzgado en consejo de guerra y fusilado.
Para las doce del mediodía ya estaba el rancho listo y se sirvió el plato único, patatas
y carne de equino, no había otra cosa; pero a los veinti y pocos años de la mayoría, con
un hambre feroz, se dio capote a la gran perola con unas galletas y una onza de chocolate
Saibigain, el monte de la sangre 15

que teníamos de reserva de las raciones en frío, además de café (y eso si era café, café) y
por supuesto todo ello regado con vino tinto y al final el conocido <<saltaparapetos>> o
<<salsa>>, que de las dos formas se le conocía5.
Terminada la carga de los dos camiones, envié
primero el camión que llevaba los dos antitanques, al
objeto de descargarlos en Urkiola y colocarlos enfilando
a ambos lados de la carretera; este camión salió para
su destino a las 16 horas. Posteriormente el segundo
camión, en el que cargamos los petates de tijera, las
cocinas con todos sus enseres y las cajas de munición
que teníamos, salió para las 18 horas con la orden de
esperar en la parte baja de la explanada del santuario
hasta que llegásemos nosotros, que seríamos los
últimos en abandonar el cuartel. No había sitio para
todos los hombres en los camiones e indiqué al
teniente Vicente Uriguen Kerexeta que salieran
andando para Urkiola y yo me quedé con el teniente
Simón García Hernández y cinco hombres más, al
objeto de hacer un registro en la casa y dejar todo bien El comandante Juan Ibarrola Orueta, jefe
cerrado, dejando la llave a unos familiares del carnicero del sector de Urquiola-Mañaria, en una
Toribio, que vivían enfrente y que habían decidido pésima fotografía probablemente tomada
después de la caída del Norte.
quedarse porque eran muy mayores. Foto: vía autor
Hecho un registro a fondo, comprobamos que
habían quedado unas cajas de granadas de mortero y un mortero desmontado, al parecer
averiado. Como mi preocupación fue siempre la de no perder material, decidí que había
que cargarlo en el coche. Le dije al chófer que dejara lo que llevaba en el cruce de la
carretera que divide la dirección de Dima y Durango y una vez descargado volviese de
nuevo, ya que fueron cinco los viajes que tuvo que hacer para recorrer el kilómetro poco
más.
El chófer se llamaba Germán Aguayo, de unos treinta y cinco años, domiciliado en
Donosti y de profesión camionero con un camión de su propiedad. Además tenía un coche
marca Austin, por lo que al llegar de Donosti se presentó en nuestro cuartel de Bilbao y se
ofreció para prestar servicio, así tendría comida y la soldada de las diez pesetas, con lo
que solucionaba el problema de su familia. Fue un hombre muy servicial y honrado a carta
cabal, vaya mi agradecimiento por los servicios que nos prestó.
De esta forma nos dieron las 20 horas y entonces ordené al chófer que, con cuatro
más, fuera hasta Urkiola y volviera de nuevo a recogernos; quedamos los últimos el
sargento José Lekanda Salazar, el cabo Angel Barrena Guezabal, mi enlace Mikel Artetxe
Elexpe y yo.
Nos fuimos andando por la calle principal, que era la carretera camino de acceso
para Gazteiz (actualmente todo sigue igual y estamos en 1991) y atrás dejamos el pueblo
de Otxandio. Junto al término de la calle bajando a mano izquierda, sigue la misma fuente
pública y poco más adelante en el cruce de la carretera, con su única dirección hacia
Bilbao, seguía y sigue el almacén de Intendencia militar. Se puede leer aún el rótulo,
aunque en la actualidad está un poco borroso.
Cuando llegamos al cruce que bifurca la carretera en dirección a Dima y la general a
Durango, aún no había llegado el coche que conducía Germán Aguayo. Allí estaban los
últimos restos que sacamos del cuartel de Otxandio. Dejamos bien apiladas las cajas de
granadas, el mortero y otros pequeños utensilios sobre un pequeño montículo, justamente
detrás del poste que indica la dirección Dima-Durango. Quedaba todo escondido entre
unas malezas y lo tapamos con una pequeña lona al objeto de que no se mojasen las
granadas ya que la idea era volver con un camión y recoger todo lo que allí dejamos.
16 Saibigain, el monte de la sangre

En cuanto llegó el coche, serían cerca de las nueve de la noche, nos acomodamos
los cuatro y el chófer Germán. Lo primero que hice al llegar a Urkiola fue dirigirme al
santuario, en donde estaba el puesto de mando para darle al comandante Ibarrola la
situación en que nos encontrábamos y al mismo tiempo recibir sus instrucciones. Había
bastante revuelo en el puesto de mando y tuve que esperar como una hora, observando
un nuevo personaje al que nunca vi, vestía de militar y llevaba la estrella de ocho puntas
de comandante.
Pasaban las nueve de la noche y tuve que esperar un buen rato para poder
entrevistarme con el comandante Ibarrola. Cuando me recibió y le di el parte de la retirada
de Otxandio y la situación de nuestra unidad en la parte baja de la explanada del
santuario, me indicó que estuviera atento y en las cercanías, que ya me daría
instrucciones. Le comenté que tenía algún material en el cruce de la carretera de Dima y
que me autorizase para ir a recogerlo, para lo cual le pedí que un carro blindado que allí
estaba aparcado diese escolta al camión que pensaba ir a recoger en la madrugada del
siguiente día. Me contestó que tendría que ser muy temprano, no fuera a ser que salieran
algunas unidades que estaban acantonadas en Otxandio y nos impidieran la recogida del
material.
En esto entró el comandante que yo no conocía y me lo presentó, se llamaba
Valeriano Marquina6 y era el nuevo jefe de Estado Mayor de la jefatura del sector.
Después de saludarnos, el comandante Ibarrola le indicó que ordenase a la dotación del
carro blindado que me diese escolta a las 5 horas de la mañana y cuya operación de
carga no nos llevaría más de diez minutos.
Con Valeriano Marquina tuve muchos enfrentamientos hasta el último día que le vi,
un sábado 21 de agosto de 1937 en la operación del intento de la toma del monte de la
Guerda en el pueblo santanderino de Barcena Mayor. Cuando le conocí me dio mala
impresión y luego posteriormente me enteré de que había sido destinado desde el frente
de Madrid, en el que había actuado como comisario político de guerra de la división
del Campesino, viniendo con aureola de héroe. Tenía una formación de semi-analfabeto,
algo así como un estudiante que está en el catón7.
El domingo 4 de abril de 1937 salimos, acompañados del carro blindado, ocho
gudaris en el camión que llevó los antitanques a Urkiola y que estaban de vigilancia a
ambos lados de la carretera, y mi enlace Mikel de Artetxe en el coche conducido por
Aguayo. Nos acercamos hasta el cruce de la carretera de Dima en donde dimos la vuelta
en posición de regreso.
Mientras los gudaris cargaban el material depositado la noche anterior, me adelanté
un poco en dirección a Otxandio y entonces vi que algunos soldados se encontraban junto
a la fuente de la entrada al pueblo, que está a la derecha de la calle y muy cercana al
almacén de Intendencia, que se halla enfrente, justamente a la derecha de la salida de la
carretera de circunvalación; recogían agua en cantimploras.
Muy poco tiempo se necesitó para cargar el material y de inmediato regresamos a
Urkiola. En toda la operación incluido el recorrido, empleamos algo así como media hora
poco más. Luego pensé que nos podrían haber copado.
Fui a darle conocimiento al comandante Ibarrola del feliz resultado y al mismo tiempo
que me diera las órdenes sobre el destino de la compañía. Había una gran concentración
de tropa y material en las cercanías del santuario y la explanada, por lo que corríamos un
gran riesgo si llegaba la aviación.
El puesto de mando era un pandemonio de entrada de comandantes con mando en
batallones, por lo que tardé bastante en contactar con el comandante Ibarrola. Este, al
verme, me preguntó si habíamos recuperado el material y si hubo alguna novedad; le
indiqué lo que vi a la entrada de Otxandio y por lo tanto el enemigo aún no había salido
del pueblo. La verdad es que ese día lo dedicaron al descanso, aunque algunos escritores
Saibigain, el monte de la sangre 17

Las Brigadas de Navarra entran en Ochandiano. Soldados y vehículos en la plaza de Vulcano. Foto: Biblioteca Nacional

dicen que hubo fuertes luchas.


El comandante Ibarrola me indicó que los dos antitanques siguieran de vigilancia en
los emplazamientos donde estaban, en las cercanías de la actual estación de servicio de
gasolina. Con referencia al resto de hombres y la dotación completa de los morteros, dijo
que saliéramos lo antes posible para nuestro acuartelamiento en Bilbao y que allí
recibiríamos instrucciones de la jefatura del lugar en donde operaríamos de nuevo.
Ibarrola quería descongestionar el alto de Urkiola, por lo que urgía la rápida salida del
material y del personal.
Dejé un sargento, un cabo y seis gudaris para cada pieza, 16 hombres, y el resto
salieron en dos tandas, sesenta en la primera salida con orden de regresar de inmediato
los dos camiones para llevarse el resto. La alegría de los gudaris de regresar a Bilbao era
grande ya que de entrada tenían 24 horas de permiso o tal vez 48 horas, según los
acontecimientos.
Me quedé con el resto del personal, no antes de ordenar a los chóferes de los
camiones el rápido regreso; así lo hicieron ya que en poco más de tres horas, regresaron
de nuevo a Urkiola. Eran sobre las dos de la tarde.
Poco antes había llegado el comandante del batallón M.A.I. Irrintzi Nº 65, Gabino de
Artolozaga Unanue; tenía diez años más que yo y andaba con dificultades para atender a
todas las unidades del batallón, ya que era el único batallón del Ejército de Euzkadi que
tenía siete compañías de morteros de 81 mm. y una compañía de antitanques de 37 mm.
Por eso es por lo que anteriormente denominaba a nuestro batallón Irrintzi como un
batallón atípico, ya que además sus compañías estaban diseminadas por toda la línea del
frente, desde Lekeitio hasta Orduña, y en cada punto del frente siempre dependíamos del
jefe del sector; en mi caso dependía del comandante Ibarrola, y por este motivo solía
suceder que no viéramos diariamente al comandante de nuestro batallón. No obstante
recibía diariamente el parte de actuaciones y situación.
18 Saibigain, el monte de la sangre

Me alegré mucho de su visita ya que, según lo dispuesto por el comandante jefe del
sector, eran decisiones importantes las que tenía que tomar. Así pues creo que llegó en
buen momento para concretar el futuro inmediato de la sección que con los dos
antitanques aún prestaban servicio en la vigilancia de la carretera. No obstante pensaba,
que en caso de avance enemigo, habría dificultades para retirar las piezas, de ahí que mi
preocupación fuera que el comandante Ibarrola nos diera la orden de retirarnos del lugar
en que se encontraban, teniendo en cuenta que solo cubríamos unos 350 metros de
carretera desde la salida de la última curva que viene de Otxandio y si nos dominaban, no
quedaba otro remedio que correr y perder las piezas. Así se lo hice saber al comandante
de mi batallón, Gabino de Artolozaga, el cual estaba de acuerdo con mi tesis y me dijo:
<<Vamos a hablar con el comandante Ibarrola y saber su opinión>>.
Seguidamente nos fuimos al puesto de mando en el Santuario y nada más llegar
topamos con un personaje que fue leyenda, le conocíamos únicamente como <<Capitán
Sandino>> y figuraba como capitán ayudante del comandante Ibarrola8; tendría unos 35
años, era bastante alto, llevaba prendas militares un tanto heterogéneas y cruzaba su
pecho una bandolera llena de balas de pistola de 9 mm. largo que pendía de un cinto de
cuero. Este extravagante personaje, así como el comandante Marquina, le perjudicaron la
mayoría de las veces al buen militar, magnífica persona, leal servidor de la República y de
Euzkadi (procedía de la Guardia Civil), y teniendo en cuenta que además era vasco, nos
quería y apreciaba a los gudaris. En mis duras luchas políticas que tuve con los jefes del
PCE en el desempeño de mi cargo de Comisario Político de Guerra en la Brigada Mixta Nº
XI y en la Brigada de Choque Vasca Nº 164 de la 50 División del XIV Cuerpo de Ejército,
al mando del ya teniente coronel Ibarrola, creo que gracias a sus intervenciones lo puedo
contar.
Una vez que fuimos recibidos por el comandante Ibarrola, que tenía amistad de
siempre con nuestro comandante Artolozaga, cambiamos impresiones estando presente
su jefe de Estado Mayor, comandante Marquina, quien fue presentado a nuestro
comandante, saludándose ambos.
El comandante Artolozaga le pidió al comandante Ibarrrola que le diese su opinión
sobre la situación en relación con nuestra tercera compañía, que en aquellos momentos
se encontraba con dos secciones en Bilbao y una parte de la 3ª sección con los
antitanques que estaban de servicio de vigilancia. El comandante Ibarrola nos indicó que
esperaba restablecer la línea del frente, ya que la retirada de Otxandio nos había dejado
en situación muy precaria y que si bien aquel domingo no hubo gran actividad del
enemigo, esperaba que a partir de la mañana del lunes día 5 de abril de 1937 se
reanudaría la lucha, con lo que nuestras fuerzas se hallaban sin apenas defensas y en un
ancho frente, llegando el enemigo por las alturas superiores al Sebigain, lo cual nos

Las Brigadas de Navarra entran en


Ochandiano. Columna de camiones
blindados.
Foto: URRUTIA, F. de. Estampas de la
guerra, de Irún a Bilbao. Bilbao, Editora
Nacional, 1938
Saibigain, el monte de la sangre 19

Frente de Madrid: al lado de tres mandos de las Brigadas Internacionales, en el centro del grupo, Valentín González “el
Campesino” y a su izquierda Valeriano Marquina con la cara ensombrecida. Una de las razones que motivaron el regreso de
Marquina a Vizcaya fue la enemistad que profesaba a Valentín González.
Foto: TALÓN, V. Memoria de la guerra de Euzkadi. Madrid, EDEFA

crearía grandes problemas de contención; sobre los antitanques dijo que aún siguiesen
hasta el mediodía del día siguiente en que podrían retirarse a su acuartelamiento en
Bilbao y unirse al resto de la compañía. No obstante le indicó al comandante Artolozaga
que tuviera la 3ª compañía en disposición de una salida rápida para el nuevo frente que
estaría en cuestión de pocos días. Terció el comandante Marquina para decirnos que él
creía que las piezas serían de utilidad donde estaban en caso de avance de carros
blindados enemigos, que ya estaban en Otxandio dispuestos a salir a operar. Intervino el
comandante Artolozaga diciéndole que en la situación en que se encontraban las piezas,
en caso de avance enemigo por carretera, tenían poco campo de maniobra, algo así como
300 metros y en el supuesto de ser desbordados no se podrían retirar las piezas y no
daría tiempo a cargarlas en el camión que estaba dispuesto para ese servicio. Intervino el
comandante Ibarrola diciendo que en principio seguía pensando en la retirada de las
piezas, pero que a primera hora del día siguiente resolvería la cuestión.
Nos despedimos de los comandantes Ibarrola y Marquina. Al salir, el comandante
Artolozaga me dijo que el comandante Marquina le había producido una mala impresión;
yo le amplié detalles sobre ese personaje, afiliado al PCE con carnet del partido y
perteneciente a la jefatura del buró de Euzkadi. A la vista de esto, el comandante
Artolozaga me indicó que dejara al teniente Vicente Uriguen al cargo de las dos piezas y
regresara al acuartelamiento, ya que el resto de gudaris que quedaban estaban montados
en el camión. Ordenamos al chofer del camión que saliera para Bilbao. Le dije al
comandante Artolozaga que el coche que yo tenía a mi servicio se quedara al servicio del
teniente Uriguen, por si surgía alguna emergencia, y que yo regresaría en su compañía al
acuartelamiento. Le pareció bien mi propuesta y ya serían las 17 horas cuando salimos de
Urkiola, no sin antes advertir a los componentes de las piezas que a primera hora de la
mañana yo estaría de regreso en la creencia de que nos retiraríamos hacia Bilbao.
Para las 18 horas ya estabamos en nuestro acuartelamiento de las escuelas de
Briñas, en la campa de Basarrate de Begoña. Después de resolver diversos problemas
con el capitán Cipriano Renuncio, jefe del cuartel, solicité un coche del batallón a Ricardo
Renuncio, jefe del parque, dándome las llaves de uno e indicándole al mismo tiempo que
tendría dispuesto para las seis de la mañana el camión que había llegado con el resto del
20 Saibigain, el monte de la sangre

personal desde Urkiola, al objeto de salir de nuevo para el frente y atender las
necesidades de la sección que aún se encontraba en Urkiola.
Le advertí que yo también estaría a esa hora para acompañar al camión y no tuviera
ningún impedimento en llegar a destino; yo llevaría el coche, ya que en caso de retirarnos,
como era lo más probable, entre los dos coches y con las piezas en el camión,
regresaríamos todos.
Seguidamente fui a pasar la noche a mi domicilio, en la calle General Eguia. Para las
nueve de la noche llegué a mi casa en donde el recibimiento de mi mujer y dos hijos que
tenía fue de lo más efusivo, ya que hacía bastante tiempo que no me veían.
El día 5 de abril de 1937 era malo de solemnidad, con lluvia y viento. Por un lado
contentos, así no volaría la aviación. Un café caliente y, para entonar y matar penas, una
copa de <<saltaparapetos>>.
Subimos Urkiola en caravana, por lo que la marcha fue muy lenta, pero para las
nueve de la mañana ya estuvimos arriba. Fui al encuentro del teniente Vicente Uriguen,
que estaba con varios gudaris de la sección, comunicándome que en el puesto de mando
había mucho movimiento y al parecer lo estaban desalojando, ya que se trasladaban a
Mañaria.
Rápidamente me personé en el puesto de mando, donde se encontraban todo el
Estado Mayor y varios comandantes de batallones. Le indiqué al <<Capitán Sandino>>,
tipo célebre con su indumentaria de guerrillero mejicano y con la bandolera cruzada de
balas de pistola del 9 largo (tenía tanto de persona importante y fanfarrona como de
miedo, siendo como era el capitán ayudante), que la noche anterior el comandante
Ibarrola me había ordenado presentarme a primera hora para recibir instrucciones.
Seguidamente habló con él y me llamó solamente para decirme que me retirase con
los antitanques al acuartelamiento de Bilbao y que pronto recibiríamos instrucciones de la
zona del frente que tendríamos que cubrir. En poco más de media hora ya habíamos
cargado las dos piezas, municiones y diversos utensilios y, con los dos coches y el
camión, regresamos a Bilbao llegando sobre las 13 horas. El comandante Artolozaga me
comunicó que diera a los gudaris un permiso de 48 horas. Como era la hora del rancho,
aprovechamos para comer y después los gudaris se marcharon. Pero no todos, ya que
algunos que habían llegado de Gipuzkoa no tenían casa en Bilbao, por lo que se
quedaron en el cuartel, pero fuera de servicio.

Cañón antitanque Maklen (Mac Lean) de 37 mm. del batallón Irrintzi en Santa Marina (Bilbao). La 3ª Compañía emplazó dos
piezas de este tipo en las inmediaciones de Urquiola, a la altura de donde hoy en día existe una gasolinera.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco
Saibigain, el monte de la sangre 21

Vehículos de la Legión Cóndor abandonan Ochandiano en dirección a Villarreal. Foto: Biblioteca Nacional

Ochandiano. Vehículo de transmisiones de la Legión Cóndor (Büssing NAG G.31) en la plaza de Vulcano.
Foto: Biblioteca Nacional
Saibigain, el monte de la sangre 23

OFENSIVA SOBRE VIZCAYA

El 31 de marzo de 1937 se empezó a gestar el final del Cuerpo de Ejército vasco. Por
la mañana, tras un intenso bombardeo conjunto de artillería y aviación, tres Brigadas de
Navarra (1ª, 3ª y 4ª) de la 1ª Agrupación de la 6ª División del Ejército del Norte nacional1
se prepararon desde la línea divisoria de Alava y Guipúzcoa para romper el frente que
defendía el C.E. de Euzkadi y atacar Vizcaya, última de las provincias vascas bajo la
autoridad del Gobierno de la República.
En el ámbito operativo cada brigada estaba constituida, además de por una reserva,
por dos medias brigadas. Las unidades que formaban parte de las Brigadas de Navarra
eran muy heterogéneas, pues las había del tipo batallón y también más pequeñas;
asimismo su adscripción a una u otra era coyuntural y, durante el curso de la ofensiva,
hubo variaciones incluso de un día para otro. A continuación se expone el despliegue de
las Brigadas de Navarra a fecha 31 de marzo de 1937:
1ª Brigada
Al mando del teniente coronel García Valiño, con cuartel general en Vergara; estaba
integrada por las siguientes unidades:
• Los batallones 1º, 2º, 3º y 4º del Regimiento América nº 23, el tercio de Navarra, el
tercio de Montejurra, la 2ª y 5ª banderas de Falange, todas ellas bajo el mando del
teniente coronel Tejero. Estas unidades constituyeron la 1ª Brigada junto con la 2ª
media Brigada de la 2ª.
• Manteniendo las posiciones que ocupaba en el frente sin tomar parte activa en la
ofensiva, se encontraba la media Brigada del teniente coronel Díez de Rivera, la cual
estaba organizada sobre la base del tercio de San Fermín, el tercio de Lácar, el tercio
de Roncesvalles y varias compañías del batallón de montaña Arapiles nº 7.
2ª Brigada
Al mando del coronel Cayuela, con cuartel general en Deva y formada por:
• La 1ª media Brigada con ocho compañías del batallón de montaña Arapiles nº 7, la 4ª
bandera de Falange y dos compañías del tercio Ntra. Sra. del Camino. Esta media
Brigada no tomó parte activa en la ofensiva; el día 2 de abril se ordenó a la Brigada
Mixta italiana Flechas Negras del general Piazzoni –que tenía dos regimientos de seis
batallones– que ocupara las posiciones dejadas por la 2ª media Brigada.
• La 2ª media Brigada del teniente coronel Tutor que, como ya se ha comentado antes,
pasó a formar parte de la 1ª Brigada, estaba integrada por el tercio de San Miguel, el
tercio de San Ignacio de Loyola (con una compañía del tercio Ntra. Sra. del Camino) y
la 1ª y 3ª banderas de Falange.
24 Saibigain, el monte de la sangre

3ª Brigada
Al mando del coronel Latorre, con cuartel general en Mondragón. Compuesta por:
• La 1ª media Brigada del comandante Díez de la Lastra, con el tercio de Oriamendi, el
tercio de Zumalacárregui (con una compañía del tercio Ntra. Sra. del Camino) y
grupos de la 6ª Bandera de Falange.
• La 2ª media Brigada del teniente coronel Gual, con el 2º Batallón del Regimiento San
Marcial nº 22, tres compañías del 6º Batallón del Regimiento América nº 23, el 8º
Batallón del Regimiento América nº 23 y dos compañías del tercio Ntra. Señora de
Begoña.

4ª Brigada
Al mando del coronel Alonso Vega, con el cuartel general en Vitoria. Integrada por:
• La media Brigada Africa del comandante Martínez Esparza con el 5º Tabor de
Regulares de Tetuán nº 1, el batallón “B” de Cazadores de Melilla nº 3 y el batallón “C”
de Cazadores de Las Navas nº 2.
• La media Brigada Flandes del teniente coronel Iglesias con el 1º Batallón de montaña
Flandes nº 5 y el 2º Batallón de montaña Flandes nº 5.
• El 6º Batallón del Regimiento San Marcial nº 22, el 4º Batallón del Regimiento Bailén
nº 24, el 5º Batallón del Regimiento La Victoria nº 28, el 3º Batallón de Montaña Sicilia
nº 8, el tercio de La Virgen Blanca, la 8ª Compañía del Requeté de Alava y la 2ª
Centuria de Falange de Alava. A medida que iba progresando la ofensiva se fueron
incorporando otros batallones de infantería.
Toda esta masa de maniobra contaba con el apoyo de unidades de Zapadores,
Transmisiones, Sanidad, Artillería Pesada, Ligera y de Montaña, blindados y Aviación. Por
primera vez desde el comienzo de la guerra se emplearon dos masas artilleras
propiamente dichas que, en el primer día de ofensiva, sumaban un total de 130 cañones y
obuses, además de la intervención de una potente fuerza aérea, bajo dirección alemana,
caracterizada por el apoyo contundente y directo a la infantería propia durante el ataque.
Este factor, que resultaría decisivo, constituía toda una novedad para la época. En los
aeródromos de Lasarte, Vitoria, Logroño, Burgos y Soria se concentraron para intervenir
en las operaciones un número cercano a los 150 aviones de combate.
Para detener el ataque de las móviles y potentes Brigadas de Navarra, el C.E. de
Euzkadi2 mantenía desplegados sus batallones en los cuatro sectores que formaban el
frente de Alava3:

Sector de Ubidea4
El batallón UHP defendía el Gorbea hasta los embalses, allí enlazaba con el batallón
CNT nº 5 Durruti que protegía el Oqueta. Entre este y Ventas de Ubidea se situaba el
batallón Rebelión de la Sal, finalmente el batallón UGT nº 5 Madrid cubría posiciones a
ambos lados de la carretera que lleva a Villarreal y en Ventas de Ubidea5. Además de
estas unidades, en el sector se encontraban el batallón UGT nº 1 Fulgencio Mateos –que
trasladó dos compañías al Jarindo y otra al Albertia– un destacamento del Cuerpo
Disciplinario en labores de construcción de una carretera que debía unir Ubidea y los
embalses6, la 1ª Compañía Amaya del batallón de ametralladoras Ariztimuño, la 1ª
Compañía del batallón MAI Irrintzi, el batallón de zapadores García Hernández, una
sección de caballería, una sección de la 4ª Compañía de Autos Blindados7, una sección
de enlaces y transmisiones, una batería de cañones Krupp de 77 mm. y una batería de
cañones rusos de 76,2 mm8. La segunda línea del sector iba desde las estribaciones del
Mochotegui hasta el monte Sisquino, estando sin fortificar entre en el Oqueta y Gonga.
Saibigain, el monte de la sangre 25

Sector de Ochandiano-Aramayona9
Los batallones de este sector defendían la zona comprendida entre los montes
Albertia, Jarindo, Maroto y Murugain, cubriendo el valle de Aramayona, el puerto de
Cruceta, San Adrián, Asensiomendi y Uncella.
Una compañía del batallón Dragones defendía el Murugain y otra Uncella; a su
derecha, desde Aizmendi hasta el caserío Aguirre-Goikoa, se desplegaba el batallón
Azaña de Vizcaya. Detrás de estos, en Aramayona, se encontraban el batallón Octubre,
26 Saibigain, el monte de la sangre

dos compañías del Dragones –entre Aramayona y Santa Agueda– y la 2º Compañía del
Rebelión de la Sal, que ocupaba la posición de San Adrián.
El batallón Abellaneda mantenía dos compañías y una sección de ametralladoras en
el Maroto, y una compañía y media más una sección de ametralladoras en el Jarindo. El
batallón Meabe nº 2 Stalin hacía lo mismo en el Albertia, siendo apoyado por la 2ª
Compañía Pizkundia del batallón de ametralladoras Ariztimuño y por el batallón Meabe nº
1 Largo caballero. El batallón MAOC nº 2 Guipúzcoa cubría la carretera que une la Granja
con Ochandiano. Además de estas unidades en el sector se encontraban la 3ª Compañía
del MAI Irrintzi, con antitanques y morteros, que se repartía entre Ubidea, Pagochiqui y la
carretera de Villarreal a Ochandiano, una sección de la 4ª Compañía de Autos Blindados,
una sección10 de obuses Schneider de 155 mm. en las inmediaciones del puerto de
Cruceta, una sección de cañones de 75 mm. en el km. 19 de la carretera de Villarreal a
Ochandiano, y una sección de cañones rusos de 76,2 mm. en el Albertia. La segunda
línea del sector comprendía una que iba desde el monte Jarindo hasta el Tantaibacar, otra
que iba desde el Jarindo hasta Talborralde pasando por San Adrián y una tercera, sin
fortificar, que teóricamente partía desde Talborralde, pasaba por Aramayona y terminaba
en Santa Cruz11.
Sector de Mecoleta12
Este sector se encontraba delante del barrio de Mecoleta y su primera línea se
apoyaba en el macizo de Mochotegui y de Mirugueigana al objeto de defender la localidad
de Ochandiano. Defendían el sector el batallón Loiola, con dos compañías en Pagochiqui
y otras dos en el Mendigain, y los batallones Larrazabal y Muñatones, que ocupaban la
línea comprendida entre la carretera de Villarreal a Ubidea y la carretera de Villarreal a
Aramayona, cubriendo las posiciones situadas a la derecha del Mendigain, Siolats y
Pagochiqui. Completaban este despliegue la 3ª Compañía del batallón Garellano nº 6,
como reserva del frente, la 3ª Compañía Jata Mendi del batallón de ametralladoras
Ariztimuño, una sección de cañones japoneses de montaña de 75 mm. en el Mochotegui13
y otra de cañones Vickers Armstrong de 127 mm. en Mecoleta.
Perdidas las posiciones que inicialmente ocupaban, estas unidades se retiraron a la
segunda línea de defensa, donde estuvieron hasta el día 4 de abril en que se perdió
Ochandiano.
El día 31 de marzo la 1ª Brigada de Navarra ocupó los pueblos de Zarimuz y
Mazmela. En la 3ª Brigada, la 1ª media Brigada del comandante Díez de la Lastra ocupó
Uncella mientras que la 2ª, bajo el mando del teniente coronel Gual, tomaba
Asensiomendi, defendida por el batallón Azaña y parte del Octubre.
En el ataque de la 4ª Brigada, la media Brigada Flandes conquistó el monte Albertia,
después de fuertes combates con el Meabe nº 2, y la media Brigada Africa tomó los
montes Maroto y Jarindo, defendidos con ardor por el Abellaneda. El Meabe nº 1 y el
Fulgencio Mateos realizaron un contraataque que hizo retroceder momentáneamente al
enemigo. En el sector de Eribe fuerzas de la 4ª brigada atacaron Echagüen en dirección al
monte Oqueta.
Conseguida la ruptura del frente el día 31, las tres Brigadas de Navarra continuaron su
avance el día 1 de abril. La media Brigada Tutor de la 1ª Brigada en cooperación con la 2ª
media Brigada de la 3ª ocuparon Cruceta, San Cristóbal, la cota 694 y San Adrián; esta
última posición fue defendida por el Azaña tras haber sido abandonada el día anterior por
orden del capitán de la 2ª Compañía del Rebelión de la Sal. La 1ª media Brigada de la 3ª
avanzó hacia el norte del pueblo de Uncella. Las dos medias Brigadas de la 4ª protegieron
el avance de la 1ª y 3ª Brigadas, además fuerzas de la misma ocuparon este día el
Berretín y el Gorbea, llegando hasta la cruz y entablando combate con el batallón UHP
que, después de haberse replegado, cercó al enemigo. La reacción del C.E. de Euzkadi
no se hizo esperar y el batallón Padura y el destacamento del Cuerpo Disciplinario fueron
Saibigain, el monte de la sangre 27

enviados a posiciones cercanas al


Gorbea, quedando este último
destacado en una posición a la
izquierda del citado monte. A las
11:00 fue alcanzado el puesto de
mando de la 3ª Brigada por los
demoledores proyectiles de los
obuses de 155 mm14. Por otra
parte, se produjo la pérdida del
primer aparato desde el inicio de la
ofensiva: un He-51 de la Legión
Cóndor –que pilotaba el teniente
Blankenagel– derribado por fuego
de fusilería.
El día 2 de abril la media
Brigada Tutor de la 1ª ocupó
después de un fuerte combate las
peñas de Aranguio, sufriendo un
fuerte contraataque desde Olaeta
por parte de dos compañías y una
sección de ametralladoras del
batallón Meabe nº 2 que le hizo
replegarse, siendo posteriormente
relevada por la 1ª y 2ª medias
Brigadas de la 3ª entre Aranguio y
Cruceta; las dos medias Brigadas
De izquierda a derecha: García Valiño, Mola y Solchaga. de la 4ª protegían estos avances.
Foto: vía autor Esta jornada las unidades que
ocupaban el monte Gorbea fueron
obligadas a replegarse al Berretín por el contraataque del batallón Padura y del Cuerpo
Disciplinario –este último enseguida comenzó la construcción de trincheras y refugios–
coincidiendo esta esperanzadora reacción con la llegada de unidades de refresco: en la
zona de Ochandiano y Olaeta se concentraron los batallones ANV nº 2 Euzko Indarra con
la 1ª Compañía del ANV nº 1, Rusia, Perezagua, UGT nº 2 Prieto, Itxarkundia, Amayur
(llegados de Asturias en marzo), UGT nº 7 Asturias, Salsamendi, Munguia, MAOC nº 1
Larrañaga y Fermín Galán.
El día 3 de abril las tres Brigadas de Navarra quedaron establecidas en las cotas
conquistadas el día anterior para descansar, preparándose para el avance del día
siguiente. En las inmediaciones de Cruceta fuerzas republicanas atacaron de noche a las
posiciones de la 3ª Brigada. El batallón Salsamendi se trasladó al Murugain, a donde llegó
sobre las 03:00, para relevar al batallón Dragones, pasando este a la posición de
Marculete. La posición del Gorbea y la de Arazar, situada a la izquierda de este monte,
fueron reforzadas con sendas secciones del batallón de Morteros de Euzkadi, a dos
piezas cada una.
El día 4 de abril tuvo lugar la gran debacle de las unidades del C.E. de Euzkadi. En
una acción conjunta de la media Brigada Tutor de la 1ª Brigada y de la 1ª media Brigada
de la 3ª se ocupó el pueblo de Olaeta, lo que permitió que fuerzas de la 1ª media Brigada
de la 1ª, partiendo de la cota 694, ocuparan Ochandiano y la ermita de San Bernabé.
Mientras tanto la 2ª media Brigada de la 3ª ocupó las peñas de Santa Marina y de Santa
Cruz. Las consecuencias de estos ataques fueron nefastas. El batallón Euzko Indarra con
la 1ª Compañía del ANV nº 1, el Amayur y el Itxarkundia fueron retirados de Olaeta hacia
posiciones de Urquiola, el Munguia fue dispersado y su comandante herido en Olaeta, los
batallones Rusia y UGT nº 2 Prieto sufrieron numerosas bajas al igual que los batallones
28 Saibigain, el monte de la sangre

Larrañaga, Guipúzcoa y Fulgencio Mateos. El Dragones y el Azaña se replegaron hacia


las posiciones de Carrascain. De madrugada el Abellaneda había abandonado el sector
por Urquiola en dirección a Guernica.
Respecto a la 4ª Brigada, su media Brigada Africa, esperando en Aramayona el
momento de actuar, asaltó de flanco y por la retaguardia la fortificada posición de
Murugain, destrozando al batallón Salsamendi15 e infringiendo una severa derrota a los
batallones Meabe nº 1, Rebelión de la Sal y Fermín Galán, dejando sobre el terreno un
número de bajas superior a los 150 muertos y 300 prisioneros. La media Brigada Flandes
atacó la segunda línea defensiva republicana en Mecoleta, defendida por los batallones
Loiola (en la posición de Larragorri), Larrazabal y Muñatones (ambos en el monte
Mochotegui) obligando a estos últimos a retirarse detrás de Ubidea.
El día 5 de abril las Brigadas de Navarra continuaron profundizando en su ataque del
día anterior. De esta forma, fuerzas de la 1ª media Brigada de la 1ª llegaron a las
estribaciones de Basaguren y Zumelza, ocupando la media Brigada Tutor el monte Urieta.
La 1ª media Brigada de la 3ª ocupó al anochecer el Ollargan mientras su 2ª media Brigada
avanzaba en dirección al puerto de Aranguio. En la 4ª Brigada, la media Brigada Africa
llegó hasta el cruce de Zubizabal en la carretera de Ubidea a Barazar y la media Brigada
Flandes ocupó Ayagua.
Las unidades del C.E. de Euzkadi ofrecieron gran resistencia e incluso realizaron un
contraataque desde Urquiola en dirección a Ochandiano con carros de combate16. Este
día cuatro alemanes que viajaban en un automóvil penetraron por error en las líneas
republicanas en Urquiola y, cuando fueron conscientes de su situación, rodeados de
milicianos del batallón UGT nº 3 González Peña con un carro blindado, uno de ellos trató
de escapar y fue muerto allí mismo resultando otro herido17. La jefatura del sector de
Ochandiano-Aramayona se trasladó de Urquiola a Mañaria convirtiéndose esta localidad
en puesto de mando del nuevo sector de Urquiola-Mañaria.
A los batallones republicanos vascos no les quedó más opción que retirarse
desordenadamente hacia Barazar por la carretera de Ubidea y hacia Urquiola por la
carretera de Ochandiano con el fin de no ser copados. A las posiciones de Barazar, que
tuvieron que defender en jornadas posteriores, retrocedieron los batallones Prieto,
Asturias, Perezagua, Rusia, Meabe nº 1, Ariztimuño y la 1ª Compañía del MAI Irrintzi. El
batallón Larrazabal fue retirado por Barazar en dirección a Bilbao.
Hacia el puerto de Urquiola retrocedieron los batallones Fulgencio Mateos, Meabe nº
2, Sacco y Vancetti, Itxarkundia, Amayur, Azaña y UGT nº 3 González Peña. Además de
estos también lo hicieron el Loiola, que fue retirado a Guernica, el Euzko Indarra y el
Munguia a Lequeitio, el Muñatones a Gueñes, el Guipúzcoa18, el Rebelión de la Sal y la 3ª
compañía del MAI Irrintzi a Bilbao.
En estos días el Cuerpo de Ejército de Euzkadi envió todos los refuerzos que pudo al
frente de Alava. De este modo entraron en combate en el teatro de operaciones unidades
de nueva creación –y todavía de escasa entidad– como el batallón de Carros de Asalto
(orugas) de Euzkadi o el 3º Regimiento de Artillería Ligera. Ocho aviones Polikarpov I-15
<<Chato>> de la escuadrilla de caza de la Aviación republicana, retirados de Vizcaya a
Santander ante el riesgo de ser destruidos en tierra por la Aviación insurgente, fueron
enviados de nuevo a los frentes vascos donde pronto fueron reforzados por una
escuadrilla de Letov S-23119.
Dejando aparte la tragedia que supuso la pérdida de tantas vidas humanas, en estas
primeras jornadas de ofensiva, las Brigadas de Navarra se hicieron con enormes
cantidades de material que el C.E. de Euzkadi difícilmente podía ya sustituir.
Saibigain, el monte de la sangre 29

Esta fotografía se obtuvo de una cámara ocupada a los alemanes que fueron hechos prisioneros en Urquiola; en ella se observa
a un grupo de pilotos del Grupo J/88 de la Legión Cóndor. Sentado en la parte de atrás del automóvil, con el pelo encanecido, se
encuentra el intérprete Paul Freese de 44 años que pasó 14 de ellos viviendo en Zarauz (Guipúzcoa) dedicándose -según
manifestó él mismo- a su profesión de comerciante e industrial. Paul Freese falleció en Bilbao a consecuencia de las heridas
sufridas en Urquiola. Foto: “Gudari” del 1-6-1937

Urquiola 5-4-1937. Paul Freese, poco después de ser capturado, es atendido por las tropas de Juan Ibarrola.
Foto: “Euzkadi Roja” del 7-4-1937. Hemeroteca de la Diputación Foral de Bizkaia
30 Saibigain, el monte de la sangre

Dos fotografías de los alemanes capturados en el puerto de Urquiola el 5-4-1937. En la primera se observa a Paul Freese tendido
en una camilla. En la segunda, presumiblemente, el cadáver del capitán Carsten Von Harling, muerto por los milicianos en el
incidente. Foto: “Gudari” del 11-6-1937

Fotografías ocupadas a Paul Freese en Urquiola. En la primera se le ve en compañía de un aviador; en la segunda, un grupo de
pilotos del Grupo J/88 de la Legión Cóndor en Vitoria. Foto: “Gudari” del 11-6-1937
Saibigain, el monte de la sangre 33

6 DE ABRIL. LA PERDIDA DEL SAIBIGAIN

Como se ha visto anteriormente, después de abandonar el día 5 de abril el santuario


de San Antonio de Urquiola, la jefatura del desaparecido sector de Ochandiano-
Aramayona, a cuyo frente estaba el comandante Ibarrola, se trasladó con todos sus
efectivos a Mañaria, localidad vizcaína situada a los pies del puerto de Urquiola en un
angosto valle dominado por los montes Saibigain (946 m), Untzillatx (934 m) y Eskubaratz
(1018 m). El día 6 la línea que defendía el C.E. de Euzkadi en este frente abarcaba desde
el Gorbea hasta las estribaciones del Amboto, con los puertos de Barazar, Zumelza y
Urquiola, y las alturas de Oqueta, Arralde, Abaro, Abarocorta, Altún, Saibigain, Basaguren,
Urquiolamendi y Pagocelay como defensas naturales.
El rápido avance de las Brigadas de Navarra hacia Urquiola obligó a los batallones
republicanos a replegarse apresuradamente hacia Mañaria como lugar de confluencia, lo
que lógicamente provocó una gran desorganización, común por otra parte al resto de los
sectores del frente de Alava. El mando intentó resolver este problema por medio de la
siguiente orden, la cual aparece firmada en nombre de Juan Ibarrola por su capitán
ayudante Félix Elías, más conocido por el apodo de <<Sandino>>. Este documento es un
fiel reflejo de la penosa situación en que se encontraban los batallones vascos después de
seis días de ofensiva:
<<Cuerpo de Ejército del Norte
Orden del día para todos los batallones que operan en el Sector de Urquiola:
1º.– Los batallones recogerán todas sus tropas y reorganizarán las unidades a
base de las que tengan (compañías, escuadras, etc.).
2º.– Se atenderá al alojamiento, descanso y comida de la tropa, por los propios
Jefes de los batallones.
3º.– Se castigará severamente a todos los que cometan actos de indisciplina,
provocación, desmoralización y pillaje.
4º.– Todos los batallones pasarán un parte a esta Jefatura en el que harán
constar: número de tropa que tiene, número de bajas, materiales que han perdido y
sus causas, hechos de armas en que intervino en las operaciones de ayer 5 de Abril
y estado moral de sus tropas.
5º.– Los batallones se hallarán todos municionados y mandarán dos enlaces a
esta Jefatura.
Mañaria, 6 de Abril de 1.937. El Jefe del Sector>>1.
34 Saibigain, el monte de la sangre

El santuario de Urquiola y el monte Saibigain fotografiados en 1937 después de la caida de Vizcaya.


Foto: Fondo Ojanguren. AGG-GAO, OA540

Con estas medidas se pretendía poner de nuevo en situación de combatir a estas


maltrechas fuerzas y, de este modo, afianzar la línea que, por falta de tiempo para la
construcción de fortificaciones y refugios, estaba en pésimas condiciones de defensa. En
ella se ha podido identificar a las siguientes unidades: en el Saibigain el Meabe nº 2 y la 4ª
Compañía del González Peña, en Urquiola-Urquiolamendi la 2ª Compañía del González
Peña2, el Itxarkundia (sustituido por el Larrazabal durante la jornada) y el Amayur; a estos
quizás habría que añadir el Fulgencio Mateos en el Basaguren y el Azaña de Vizcaya en
Ambotaste y Pagocelay. Además, en Urquiola había tres blindados3 y tres cañones de 75
mm. Por detrás de la 1ª línea, en Mañaria, se encontraban los batallones que se retiraban
y los que se quedaban en la reserva del sector4.
El desgaste sufrido por el C.E. de Euzkadi desde el comienzo de la ofensiva sobre
Vizcaya hacía necesario el traslado de fuerzas de refresco desde otros frentes y de
Asturias empezaron a llegar a Bilbao las primeras brigadas. El comandante Mateo
Antoñanzas era el responsable de la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias, la cual llegó a
Bilbao en este día: <<En virtud de orden comunicada por el Jefe del Estado Mayor
del Ejército del Norte de Asturias, salió de Santa Cruz de Llanera con dirección a
Bilbao el día 5, compuesta por los batallones nº 25, nº 43, nº 8, 2 piezas de
artillería del 10,5 y una batería del 7,7. Llega la brigada a Bilbao al día siguiente y
pernocta en el cuartel de Basurto>>5. Esta gran unidad hizo su aparición en el sector de
Urquiola-Mañaria el 7 de abril.
Volviendo a la jornada del 6, en el campo contrario se preparaba la culminación de la
primera fase de la ofensiva sobre Vizcaya y así, al amanecer de este día que iba a contar
con la presencia en el frente de los generales Franco, Mola y Kindelán, el tercio de
Montejurra asaltó el Basaguren por sorpresa y a la bayoneta, causando al batallón que lo
defendía, según consta en el diario de la 1ª Brigada de Navarra, <<más de 60 muertos
con armamento y municiones>>6. Desde esta cota los requetés del Montejurra tenían a
la vista las posiciones que ocupaban los milicianos del Meabe nº 2 y de la 4ª compañía del
González Peña en el Saibigain. Toda esta ladera del monte carecía de arbolado y abrigos
naturales por lo que, en el momento en que se iniciara el ataque, la fácil identificación de
Saibigain, el monte de la sangre 35

unas trincheras que eran poco más que sacos


terreros permitiría que la artillería –o la aviación–
concentrara sus fuegos sobre ellas convirtiendo la
situación en insostenible, y más si se tiene en
cuenta la ausencia de refugios para los
defensores7. Esto iba a ser una constante en los
días siguientes.
Como era norma si el tiempo lo permitía,
mientras se ganaba el Basaguren, con la luz del
día comenzó a operar la Aviación nacional a fin de
apoyar el avance de las fuerzas propias. La
escuadrilla 2-E-10, que operaba con los vetustos
aviones Breguet XIX, había recibido orden de
reconocer los puertos de montaña y bombardear
las posiciones donde se concentraban las fuerzas
republicanas:
<<En cumplimiento de la orden de
operaciones del Cuartel General a las 8,30
sale del Aeródromo de Lacua la 2-E-10 con la
misión de reconocer y vigilar las carreteras
Félix Gallarreta Gaviña, comandante del Meabe nº 2
que salen de Ochandiano especialmente en Fusilado en Gijón el 10-1-1938.
las vertientes Norte de los Puertos Urquiola, Foto: vía autor
Barazar y Zumelza que tratan de ocupar
nuestras columnas; regresando a las 9,30 después de efectuado dicho servicio
durante el cual localizó una batería enemiga al N.O. de la cumbre de Urquioleta y
una concentración de camiones al otro lado del Puerto de Urquiola>>8.
Después del ataque sobre el Basaguren, otra unidad de la 1ª Brigada de Navarra, el
1º Batallón de América, alcanzó el puerto de Zumelza. En el ala derecha de este
dispositivo, la 1ª media Brigada de la 3ª permanecía en Ollargan apoyando el ataque de la
2ª media Brigada a Pagocelay y estribaciones de Ambotaste. Poco a poco se iba cerrando
la tenaza que se cernía sobre el puerto de Urquiola; la línea republicana empezaba a
derrumbarse.
A pesar de que el día amaneció lluvioso, según iba transcurriendo la mañana nuevas
escuadrillas de bombarderos ligeros de la Aviación insurgente hicieron acto de presencia
en el teatro de operaciones, aunque no todas pudieron operar sobre Urquiola debido al
empeoramiento del tiempo. La concentración de camiones que había detectado en el
puerto la escuadrilla 2-E-10, hecho que demuestra que aún continuaba la retirada de las
unidades vascas hacia Mañaria, se convirtió en el objetivo preferente de los aviones que
operaban desde Vitoria y Lasarte:
<<En cumplimiento de la misma orden a las 9,30 sale de Lasarte la Escuadrilla
3-E-10 para efectuar la misma misión de vigilancia y bombardeo, haciéndolo a las
10,15 la 4-E-10. Ambas bombardean los atrincheramientos enemigos de Altun y
Urquiola tomando tierra en el Aeródromo de Lacua a las 10,45 y 11 horas
respectivamente9.
A las 10,30 sale el 20-5 con la misión de bombardear la concentración de
camiones que se ha observado en las proximidades del puerto de Urquiola no
pudiendo hacerlo por haber empeorado el tiempo e impedirlo la gran nubosidad,
bombardeando las obras y trincheras de Gorbea-Chiqui10.
A las 10,45 horas sale la 1-E-15 con la misma misión anterior, que por
continuar el mal tiempo no puede realizar efectuando así mismo el bombardeo de
las obras enemigas del Gorbea11.
36 Saibigain, el monte de la sangre

Grupo de milicianos del batallón Meabe nº 2 en los primeros meses de 1937, antes de la ofensiva sobre Vizcaya. En la primera
fila, segundo por la izquierda, Juan Miguel Bombín, miliciano de la sección de enlaces y transmisiones.
Foto: Juan Miguel Bombín

A las 12,30 horas y en virtud de nueva orden del Jefe de las Fuerzas Aéreas
las escuadrillas 2-E-10, 3-E-10 y 4-E-10 efectúan un nuevo servicio de vigilancia y
bombardeo del sector Altun-Sevigan-Urquioleta regresando sin novedad a las 13
horas 20 minutos>>12.
Encargados de la protección de los aviones que el Ejército nacional hacía operar
sobre las posiciones que defendían las fuerzas gubernamentales, se encontraban la
escuadrilla italiana de cazas Fiat CR-32 (Vitoria) y la 2ª Escuadrilla del grupo J/88 de la
Legión Cóndor13 (Vitoria), la cual estaba equipada con el mejor caza interceptor del
momento: el Messerschmit Bf-109. El día 6 de abril el frente de Alava fue testigo de, al
menos, dos combates aéreos, uno de los cuales se saldó con el derribo de un Letov S-231
republicano, asunto este sobre el que se volverá más adelante. Por su parte, los pilotos de
los aeroplanos de las franjas rojas reclamaron dos derribos que no han podido ser
confirmados14. También operaron sobre el frente los bombarderos italianos Savoia S-81,
con base en Soria, y Romeo Ro-37 bis, que operaban desde Vitoria; estos últimos, más
ligeros, se especializaron en el ataque a tierra de las posiciones republicanas, lo que se
conocía como la <<cadena>>15.
En las posiciones que ocupaba la 4ª Brigada no hubo ninguna variación pues sus
unidades se mantuvieron expectantes, aún así se solicitó el bombardeo de la cumbre del
monte Altún, lo que motivó de nuevo la salida del Fokker F-XII que operaba desde el
aeródromo alavés de Lacua:
<<A las 4 de la tarde se recibe orden verbal del Estado Mayor de que en las
cotas 724 y 783 (Altun) se atrinchera el enemigo; pero que no interesa su
bombardeo en la tarde de hoy, debiendo ponerse de acuerdo para realizar su
asalto en el día de mañana. No obstante se da orden de que el 20-5 efectúe un
nuevo servicio de bombardeo sobre la cumbre del Altun, que se realiza de 4.15
hasta las 5.10 sin observar enemigo en cantidad>>16.
Saibigain, el monte de la sangre 37

Grupo de milicianos del Meabe nº 2 en los primeros meses de 1937. Foto: Juan Miguel Bombín

Antes de pasar a describir el asalto del tercio de Navarra al monte Saibigain y la


desastrosa intervención de una escuadrilla de bombarderos de la Legión Cóndor sobre el
mismo, es conveniente explicar que el jefe del Estado Mayor de la fuerza expedicionaria
alemana, el teniente coronel Von Richthofen, no estaba satisfecho del rendimiento de las
Brigadas de Navarra durante estos días de ofensiva, y así se lo hizo saber a su superior,
el general Hugo Sperrle. Esto fue la causa del incidente que comenzó cuando, en
representación de este último, Von Richthofen acudió a entrevistarse con Mola en Vitoria:
<<Le pongo delante muy rudamente la lentitud de los últimos días y los fallos,
que siempre se vuelven a registrar, y las omisiones de los últimos días, de la forma
más enérgica. Pido un más enérgico actuar e imponerse. Le reprocho falta de
energía. Hago presente que la aviación, que hasta ahora lo ha hecho todo, no puede
colaborar con un mando tan desmayado. (Mola) Se pone, como yo había previsto,
muy enfadado>>17.
Y es que después de bombardear las posiciones del C.E. de Euzkadi, someterlas al
fuego de piezas de todos los calibres y volcar sobre ellas los He-51, He-45, Hs-123 y Ro-
37 bis haciendo la <<cadena>>, todavía hubo quienes pegándose al terreno tuvieron
arrestos para hacer frente a los asaltantes. Los alemanes, directores de la guerra desde el
aire, se quejaban de que las Brigadas de Navarra no aprovechaban con la suficiente
rapidez el efecto de las oleadas de aviones sobre la infantería republicana, permitiendo a
esta recuperarse del shock sufrido y combatir18. Sea como fuere, presenciando la
operación sobre el Saibigain, se encontraban los generales Franco, Mola y Kindelán –este
último era el jefe de la Aviación nacional– a quienes hay que suponer muy interesados en
verificar la coordinación entre las fuerzas de tierra y las del aire.
La preparación artillera corrió a cargo de dos baterías de obuses de 105 mm., tres de
cañones de 75 mm., y una de 70 mm.; total unas 23 piezas19. Repartidos entre sus
precarias trincheras y la contrapendiente –donde buscaban refugio entre las hayas– se
protegían del bombardeo los milicianos del Meabe nº 2 y del González Peña; los primeros
a media ladera y los segundos en la cumbre.
Saibigain, el monte de la sangre 39

Desde las posiciones del tercio de Montejurra en el Basaguren, los requetés del
tercio de Navarra se prepararon para ocupar aquel monte que iba a cambiar de manos
tantas veces en los días siguientes. Emilio Herrera Alonso en su obra <<Los mil días del
Tercio de Navarra>>20 relata lo acontecido en el Saibigain:
<<Martes, 6 de abril. El tercio, que lleva una semana avanzando, pero sin
tomar parte muy activa en la lucha, opera este día en vanguardia. La operación que
le es encomendada es la conquista del monte Sebigain (cota 932).
La mañana es empleada en la marcha de aproximación hacia el monte
Basaguren, conquistado el día anterior por el Tercio Montejurra, base de partida
para la operación prevista. La escalada es difícil, pero al mediodía se releva al
Montejurra y aún queda tiempo para comer antes de iniciar el avance, a las dos de
la tarde.
Estaba previsto que la aviación llevaría a cabo una acción previa de
preparación y ablandamiento de las posiciones rojas, antes de las doce, pero
pasada esta hora sin que los aviones hicieran acto de presencia, y dado que las
condiciones atmosféricas eran desfavorables para ello, el teniente coronel Tutor dio
la orden al comandante Villanova para que, prescindiendo del apoyo aéreo, se
iniciase el avance a las dos de la tarde sin más preparación que la de artillería.
El tercio se descuelga a un barranco intermedio, marchando en vanguardia las
compañías tercera y cuarta, la segunda en misión de apoyo y la primera en
reserva; la compañía de ametralladoras emplaza sus máquinas en una posición
apropiada para batir al enemigo, un poco a la izquierda del eje de marcha. La
subida al Sebigain se inicia por dos barrancadas paralelas, buscando desenfilarse
de los fuegos enemigos, y bajo la protección de las ametralladoras del tercio y las
del Montejurra emplazadas en el Basaguren21.
Dos son las posiciones enemigas que hay que conquistar: una situada a media
ladera del monte, y la otra en la cresta militar, próxima a la cúspide.
Llegada la vanguardia a distancia apropiada para iniciar el asalto a la primera
de estas posiciones, y cuando la tercera compañía armados los machetes se
disponía a lanzarse sobre ella a bomba de mano, se ve llegar una formación de
aviones que bombardea eficazmente la cúspide del monte y la posición próximo a
ella, objetivo final de la operación, momento que aprovechan los requetés para
lanzarse al asalto con gran ímpetu y que sirve no sólo para conquistar y ocupar el
primer objetivo, sino también para rebasar y dominar el segundo y principal,
lanzándose la compañía de vanguardia en persecución del enemigo para capturar
prisioneros.
Pero no ha sido fácil la conquista de estas posiciones enemigas; en la primera
de ellas los rojos se han defendido encarnizadamente, y los requetés han tenido
que hacer uso de la bayoneta para, en un brioso ataque, hacerles abandonar las
trincheras.
Las primeras bajas se han producido ya en el monte Basaguren, pues para
alcanzar el barranco intermedio ha habido necesidad de cruzar una zona muy
batida, no obstante lo cual, los requetés, con gran decisión, han salido y
desplegado bajo denso fuego de artillería, armas automáticas y fusilería, que no
logra, sin embargo, frenar el ímpetu de los requetés del Navarra. La compañía de
ametralladoras raya a gran altura durante la operación, no desmereciendo en
ningún momento de las demás del tercio. Desde el primer momento son batidas sus
máquinas por el enemigo, que las castiga con fuego de cañón, ocasionando un
muerto y cuatro heridos, sin por ello conseguir que cesen un solo momento de
proteger eficazmente el avance de los otros requetés, cubriéndolos con su fuego.
40 Saibigain, el monte de la sangre

Luis Villanova Ratazzi, comandante del tercio de Navarra; fallecido en octubre de 1937. Integrado en la 1ª Brigada de Navarra,
este tercio atacó el Saibigain el día 6 de abril arrebatándoselo al Meabe nº 2 y a la 4ª cía del González Peña.
Foto: HERRERA ALONSO, E. Los mil días del tercio de Navarra. Madrid, Editora Nacional, 1974

Acaba de ocuparse la cresta del Sebigain y los requetés inician la persecución


del enemigo, cuando aparece de nuevo la aviación nacional que, creyendo sin duda
la posición aún en poder de los rojos, la somete a un violento bombardeo que
destroza literalmente a la cuarta compañía. La posición se mantiene, pese al trágico
error de nuestra aviación, que los rojos pretenden aprovechar intentando
recuperarla; son duramente rechazados, pero la persecución que habían iniciado
los requetés queda frenada, impidiendo se capturen numerosos prisioneros y
abundante material. Las bajas del tercio en esta operación son: 14 requetés
muertos y 4 oficiales, 3 suboficiales y 39 requetés heridos22.
En la orden de la brigada del siguiente día se publica un artículo de felicitación
al tercio y a su comandante, “por la bizarra actuación de toda la unidad en la
conquista del monte Sebigain”.
Como consecuencia del gran número de bajas, principalmente de la cuarta
compañía, ésta ha de disolverse y sus restos se reparten entre las otras, llevando
el tercio a partir de este momento tres compañías de fusiles y la de
ametralladoras>>.
En cuanto a la fuerza que defendía la posición situada cerca de la cima del Saibigain,
se ha recogido el testimonio de Lorenzo Galaz, miliciano de la 4ª Compañía del batallón
González Peña:
<<Estábamos unos 60 milicianos de la 4ª compañía defendiendo la cumbre del
Saibigain. Durante todo el día desde por la mañana nos estuvieron cañoneando; no
podíamos ni comer ni nada. Las trincheras eran muy poco profundas; nos
Saibigain, el monte de la sangre 41

protegíamos con sacos terreros. Hubo un incidente entre el comandante intendente


del batallón, Anguiano, y el comandante (Críspulo San Miguel). Se veía que iba a
venir el ataque y tuvieron una discusión. Anguiano se lo dijo a la cara:
“Tú, cuando llegan estos momentos no quieres saber nada de la gente. Yo daré
la cara”.
Y dio la cara y la vida. Era de Erandio. También murió el capitán (Fermín Díaz
Domenech). Anguiano murió de disparos al final del combate cuando ya los
teníamos encima, lo que nos desmoralizó completamente y nos retiramos. De otro
modo hubiéramos resistido. Luego al capitán le asaron con bombas incendiarias,
pues más todavía; le quemaron todo alrededor aunque murió de disparos. No
recuerdo su nombre, procedía de la Guardia Civil y era de Trincherpe. Recuerdo a
Apaolaza, que era de Galdames y murió en el Saibigain. Creo que era camillero.
Bajamos a Mañaria con las ametralladoras aunque dejamos alguna en el Saibigain
pues no nos dio tiempo a nada ya que los teníamos encima. Según bajábamos por
el bosque aquel de árboles salimos a una de las curvas de la subida a Urquiola, y
según pasábamos por la carretera todavía nos lanzaron algún cañonazo. En ese
momento, les había empezado a bombardear la aviación allí a ellos (en Saibigain).
Hicimos la noche en Mañaria, luego nos llevaron a Durango e hicimos recuento
de lo que quedaba para pedir algo más de lo que haría falta, sobre todo armamento
pues todos no bajamos del Saibigain con ello. Después de esto, ya no volví más al
Saibigain por lo que desconozco que sección fue la que estuvo posteriormente en
Mañaria. Yo era de la 1ª sección de la 4ª compañía.
Recuerdo que en el Saibigain cogieron al comandante una lista con todos los
milicianos de la 4ª compañía y la leyeron por la radio informando falsamente de
que se nos había hecho prisioneros y que estábamos en Vitoria. Esto nos hizo
mucha gracia>>23.
Ante testigos de excepción cuya presencia no podía ser casual, una escuadrilla de
trimotores Junkers Ju-52 del grupo K/88 de la Legión Cóndor que procedía de Burgos,
llegó tarde a su cita con la infantería y al arrojar sus bombas sobre los requetés24 navarros
puso en evidencia a Sperrle y a Von Richthofen. Esto –que no era la primera vez que
sucedía ni tampoco sería la última– causó un verdadero caos en la posición recién
conquistada donde se mezclaban los heridos y los muertos de unos y de otros,
inaugurando la trágica lista del Saibigain. Al amparo de la confusión causada por el error
de los aviones de la Cóndor, los milicianos socialistas se retiraron en desbandada, unos
hacia Iturrioz y otros hacia Urquiola. En poder de las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra
quedaron <<numerosos muertos, entre ellos un comandante y un capitán y tres
milicianos prisioneros con armamento, siendo presenciada esta operación por el
Excmo. Sr. General Jefe del Ejército del Norte y S.E. el generalísimo que felicita
personalmente a las tropas actuantes>>25. En la operación se ocupó además la altura
conocida como Saibichiqui, situada entre el Saibigain y el puerto de Urquiola; después de
esto hicieron su aparición los cazas gubernamentales, que venían persiguiendo a una
formación de bombarderos desde Bilbao, produciéndose un incidente que se saldó con el
derribo del Letov S-231 que pilotaba el sargento Juan Olmos Genovés por el
Messerschmit Bf-109 del teniente Günther Lützow26. Al llegar la noche las fuerzas de la 1ª
Brigada vivaquearon en las posiciones alcanzadas.
Entre los muertos que tuvo el batallón González Peña en el Saibigain estaban,
además de su comandante intendente, Rafael Anguiano Araquistain, el capitán Fermín
Díaz Domenech y los milicianos Leonardo Apaolaza Egaña y Máximo Sanz Zorrilla. El
Meabe nº 2 sufrió, al menos, la pérdida de Francisco Martínez Martínez, Julián Ocáriz
Campos, Urbano Olagaray, Lucio Arga Larrinaga y Toribio Simón Arruti27. Este batallón de
las JSU perdió a la 1ª Compañía y a una cuarta parte de la 4ª en aquellos primeros días
42 Saibigain, el monte de la sangre

del mes de abril de 1937, sumando un total de 193 bajas28.


Para terminar con esta jornada, comentar que el batallón Gordexola recibió orden de
dirigirse al Saibigain cuando este ya se encontraba en poder del tercio de Navarra:
<<El día 6 de abril a las 5 de la tarde recibimos, por telegrama, orden de
trasladarnos a Mañaria, y tomar posiciones en Sebigain, esto último verbalmente a
URIARTE, por el Jefe de Estado Mayor MONTAUD.
Salimos al anochecer, sin armas, hacia Mañaria>>29.
Pero lo que aconteció después pertenece al día 7. Con la llegada de la noche quedó
el Saibigain en manos de las Brigadas de Navarra mientras en el puerto de Urquiola y en
el Urquiolamendi aún se sostenían las fuerzas del Ejército vasco.

El tercio de Navarra en marcha de aproximación hacia Vizcaya. Son las primeras jornadas de la ofensiva. Al fondo, a caballo, el
comandante Luis Villanova Ratazzi. Foto: HERRERA ALONSO, E. Los mil días del tercio de Navarra

Bombarderos Junkers Ju-52 de la Legión Cóndor en el aeródromo de Lacua (Vitoria). Foto: Juan Arráez Cerdá
Saibigain, el monte de la sangre 43

Caza interceptor Letov S-231 abandonado en el aeródromo de Carreño (Asturias) al final de la guerra en el Norte. Este avión
formaba parte de un lote de ocho, llegados a Santander, que fueron montados por el ingeniero aeronáutico Luis Cerro Palomo,
jefe de los Servicios de Aviación de Euzkadi. Con estos aviones los gubernamentales formaron una nueva escuadrilla de caza
bajo el mando del capitán Sánchez de las Matas, que no pudo estar disponible para el inicio de la ofensiva sobre Vizcaya debido
a problemas con la munición de las ametralladoras. Solventadas las dificultades merced al envío por parte del gobierno de
Valencia del material necesario, la escuadrilla de Letov fue enviada a Vizcaya, donde ya operaban los “Chatos” de Felipe del Río.
El bautismo de fuego de los Letov fue el 6 de abril, el mismo día en que fue derribado sobre el Saibigain el que pilotaba el
sargento Juan Olmos Genovés. Foto: Juan Arráez Cerdá

Pilotos de caza de las Fuerzas Aéreas de la República fotografiados junto a un Polikarpov I-15 “Chato” en el aeródromo de La
Albericia (Santander) entre finales de mayo y primeros de junio de 1937. Todos ellos, excepto Comas que llegó más tarde,
combatieron en Vizcaya en las duras jornadas del mes de abril de 1937. De izquierda a derecha: Pedro Lambás Bernal, Juan
Comas Borrás, Miguel Zambudio Martínez, Andrés Rodríguez Panadero, José González Feo y Leopoldo Morquillas Rubio.
Foto: IHCA, 1298 (20)
Saibigain, el monte de la sangre 45

7 DE ABRIL. PRIMER ATAQUE ASTURIANO AL SAIBIGAIN Y


PERDIDA DE URQUIOLA

El día 6 de abril terminó con el batallón Gordexola en Mañaria preparándose para


recuperar el Saibigain, en poder del tercio de Navarra desde primeras horas de la tarde.
Para documentar la actuación de este batallón, formado en origen con nacionalistas
vascos de la localidad vizcaína de Baracaldo, se han usado unas notas escritas después
de la guerra por el que fuera su comandante intendente, Víctor Uriarte:
<<Hacia las 4 de la mañana del día 7, después de recibir fusiles “LEVEL”
nuevos, munición y solamente 2 cargadores cada gudari1 (no aparecieron los
paquetes) más algunas bombas de mano, salió el batallón guiado por un nativo
facilitado por el Jefe de Sector Ibarrola.
Ya en camino se vio con sorpresa que en “SEBIGAIN” ondeaba una bandera
enemiga. Había sucedido que el Batallón “VICTOR” nº 135, asturiano, perdió el día
6 la posición y no dio parte de ello, desconociéndolo el Estado Mayor y el Jefe del
Sector.
Hablamos con varios componentes de dicho batallón y explicaban su silencio
porque pensaban reconquistarlo de madrugada, cosa que intentaron y fueron
rechazados con muchas bajas.
Tomamos posiciones en el monte “EZKUBARATZ” (1001m) y comunicamos lo
sucedido al Estado Mayor, que lo aprobó. La ascensión a esa posición fue
dificultosa con gran deterioro de calzado, ya muy usado>>2.
Antes de entrar a valorar los errores que comete Uriarte en la narración de los hechos
del día 7 de abril, es preciso señalar que el mando republicano planificó para esta jornada
una operación de contraataque cuyo objetivo era la recuperación del monte Saibigain.
Para ello, además del Gordexola, iba a contar con el concurso de los batallones
asturianos nº 8 y nº 25 de la brigada de Mateo Antoñanzas3, recién llegada al sector de
Urquiola-Mañaria. A continuación, se transcribe el resultado de este ataque tal y como
viene reflejado en el parte diario de novedades de la 2ª Brigada Expedicionaria de
Asturias:
<<A las 01:30 horas de la madrugada el bon. nº 8 recibe orden de salir en
dirección a Urquiola, llegando al amanecer y permaneciendo en las inmediaciones
de dicho punto hasta las 07:00 horas del mismo día, en que se ordena entrar en
combate, teniendo como objetivo la toma de tres lomas situadas al oeste de
Urquiola.
El objetivo se consigue en parte por el batallón, que apoyado por el bon. 25,
desalojan al enemigo de dos de las tres lomas, poniéndolo en precipitada fuga tras
un nutrido tiroteo que dura una hora; en la operación las bajas ascienden a 4
muertos, 25 heridos y 1 desaparecido, pertenecientes todos a este batallón.
46 Saibigain, el monte de la sangre

Un gudari monta guardia en las posiciones del C.E. de Euzkadi en Urquiolamendi, encima del santuario de Urquiola. Al fondo los
montes Basaguren y Saibigain. Foto: vía autor

Cuando se está a punto de tomar la última loma marcada en el objetivo, se


recibe orden de que se desista de ello, por haber abandonado los vascos, después
de ser ligeramente hostilizados por el enemigo, la loma que se encontraba a la
derecha de la que se pretendía tomar>>4.
Subiendo de noche por la carretera los batallones asturianos llegaron a las
inmediaciones del puerto de Urquiola; como la línea del frente no estaba en el mismo
puerto sino por delante de este y se apoyaba en el monte Urquiolamendi, los asturianos
pudieron esperar a que llegara la hora del ataque protegidos por los batallones
Larrazabal5 y Amayur6. Estas fuerzas disponían del apoyo de tres carros de combate y,
quizás, de la 2ª compañía del González Peña. Mirando al Saibigain la línea sería muy
endeble y, con toda probabilidad, se apoyaba en los hoteles de Urquiola, los cuales
ofrecían buena protección contra el fuego de fusil y ametralladora. A las 07:00 comenzó el
ataque de los dos batallones de la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias; en la arrancada
inicial fueron arrebatadas al tercio de Navarra dos pequeñas lomas en la misma falda del
Saibigain, la segunda de ellas era la conocida con el nombre de Saibichiqui. Sin embargo,
tal y como viene reflejado en el documento anterior, se recibió orden de desistir de tomar
la cumbre del Saibigain porque un batallón –que no puede ser otro que el Gordexola–
abandonó las posiciones que ocupaba, sin que pueda concretarse exactamente, en
Iturrioz o en Chupilitarra.
Para intentar averiguar el motivo por el que el batallón Gordexola, recién llegado de
refresco desde el sector de Lequeitio, no consumó el ataque sobre el Saibigain, hay que
recurrir necesariamente a las notas de Uriarte; de ellas destaca en primer lugar el exiguo
número de cartuchos con que fue municionado este batallón: solo <<dos cargadores
cada gudari>>. Estos cargadores para el fusil Berthier 07/15 cal. 8 mm. Lebel –pues de
esta arma se trataba– contienen tres cartuchos; ello significaría que el mando envió al
Saibigain, el monte de la sangre 47

Gordexola a combatir con seis por fusil, razón más que suficiente para no entrar en
acción7. Problemas de organización, achacables a la crítica situación del sector que
mandaba Juan Ibarrola, pudieron impedir que llegaran los paquetes con el resto de la
munición francesa, y en esta
tesitura debió iniciarse la marcha
de aproximación al Saibigain, lo
que se hizo partiendo desde la
calle Andra Mari de Mañaria y
bordeando el cordal de
Eskubaratz por la ruta que une
el collado Mugarrikolanda con
Leungane, peñas de Otxa y
peñas de Artzate. No puede ser
cierto que en el Gordexola
desconocieran que el Saibigain
era del enemigo desde la
jornada anterior, ni tampoco lo
es que su pérdida fuera
achacable al batallón <<VICTOR
nº 135>>, pues el Víctor,
nombre antiguo del Asturias nº Gudaris de la compañía Elguezabal del batallón Gordexola el 23-10-1936 en
8, además de no ostentar nunca Elgueta. El batallón Gordexola llegó al sector el día 7 de abril.
8 Foto: Luis Urcullu Careaga
esta numeración , llegó al sector
para el contraataque del día 7 y
era ajeno a la pérdida del Saibigain. De este modo, tampoco es posible que la jefatura del
sector desconociera estos hechos en virtud del supuesto <<silencio>> de los
componentes de la brigada de Mateo Antoñanzas. Uriarte, que escribió sus recuerdos
desde la lejanía en el tiempo, se equivoca en casi todo lo que hace referencia a los
asturianos.
Resumiendo, el batallón Gordexola, debido quizás a la falta de munición para sus
fusiles Berthier, no atacó el Saibigain cuando tenía órdenes para hacerlo y, por propia
iniciativa, ocupó posiciones en el cordal de Eskubaratz. La jefatura del sector no debió
censurar estos movimientos pues no consta que se exigieran responsabilidades al
comandante de este batallón; de hecho, bastante tenían Juan Ibarrola y los miembros de
su E.M. con lo que se les venía encima, pues la suerte del puerto de Urquiola estaba ya
echada. Prácticamente sin lucha, fuerzas de la 1ª media Brigada de la 3ª Brigada de
Navarra ocuparon todo el collado de Asuntze y seguidamente, aunque no en su totalidad,
el monte Urquiolamendi:
<<En las primeras horas de la mañana las fuerzas de la 1ª media brigada
ocupan la cota 1009 (oeste de Amboto), dominando Urquiola, sobre el que se
efectúa un reconocimiento no encontrando enemigo>>9.
La unidad de la 3ª Brigada de Navarra que ocupó el Urquiolamendi fue el tercio de
Oriamendi, originario de Guipúzcoa; en él combatía el que fuera dirigente del PNV, José
Arteche, que dejó escrito su paso por aquel monte que domina Urquiola:
<<En la cumbre del monte Urquiola, 7 abril.
Saliendo de Olaeta hemos tomado sin resistencia la cumbre a la derecha del
santuario de Urquiola. Pero no había nadie; sólo unos pozos de tirador
abandonados.
En un alto a medio camino estaban algunos gudaris muertos y un herido
abandonado sobre una camilla, a quien he visto que le asistían. La orden del día
primero de este mes en Uncella referente a los heridos enemigos ha debido de
perder virtualidad. El paisaje que desde aquí se divisa es fantástico>>10.
Saibigain, el monte de la sangre 49

Los muertos y el herido podrían ser del batallón Amayur; las posiciones que los
gubernamentales defendían en el Urquiolamendi se encontraban en <<una línea baja
por donde comienza la zona arbolada, coincidente más o menos con el camino que
va del Santuario de Urkiola al collado de Asuntze>>11. En estas trincheras se vieron
de repente en trance de ser copados merced a una maniobra envolvente realizada por el
enemigo desde Asuntze, lo que produjo el precipitado abandono de las mismas; esto
explicaría la situación que describe Arteche. Poco imaginaban quienes dejaron aquel
herido junto a sus camaradas muertos que pronto seguiría su misma suerte12.
Como se ha comentado antes, en un primer momento la pérdida del Urquiolamendi
no fue completa y, de este modo, es posible que las tropas vascas mantuvieran
posiciones por encima del santuario y de la ermita de Santa Apolonia o Santucho. A las
12:00 horas los asturianos, que se mantenían en la ladera del Saibigain y en el mismo
puerto, enviaron dos compañías al Urquiolamendi para frenar la progresión de los
requetés guipuzcoanos.
<<A las 12:00 horas el bon. sigue manteniéndose en las posiciones
conquistadas.
Por otro nuevo abandono de los vascos por la izquierda, hace que el bon. se
vea obligado a acudir para reforzar con dos cías. el boquete que los vascos habían
dejado abierto, impidiendo al enemigo avanzar por aquel lugar, como eran sus
deseos>>13.
En ese momento, con todo perdido, la preocupación de la jefatura del sector debía
ser la de retirar ordenadamente las tropas que se iban acumulando en Urquiola ante la
eventualidad de un ataque aéreo y, también, con la finalidad de ganar tiempo para
conformar la nueva línea del frente, siendo probable que todos estos movimientos que
describen los asturianos correspondan, en realidad, al relevo que estos hicieron a los
batallones que se retiraban de Urquiola y Urquiolamendi14. Hay que tener en cuenta que
estos partes de operaciones de la brigada de Antoñanzas eran los que este envió
directamente a Asturias, y que bien podían diferir de los que recibía Juan Ibarrola, aunque
de estos últimos nada se sabe. Lo cierto es que los asturianos, parapetados en el conjunto
de edificios de Urquiola, fueron los últimos en abandonar el barco cuando este hacía agua
por todas partes.
Mientras todo esto sucedía, en las posiciones de la 1ª Brigada de Navarra, el tercio
de San Ignacio reforzaba al 1º batallón del Rgto. América en Zumelza y a una bandera de
Falange (1ª o 3ª) de la 2ª media Brigada de la 2ª en Urieta. Más tarde, quizás al final del
día, se produjo el relevo de los tercios de Montejurra y Navarra por el batallón Sicilia en
las posiciones que estos ocupaban en Basaguren y Saibigain15. Siguiendo con el tercio de
Navarra, en el libro de Emilio Herrera16 no se hace referencia al ataque de los asturianos y
solamente se indica que <<después de soportar un duro castigo de la artillería
enemiga>> fue relevado por el Sicilia y retirado a los caseríos de Anteparaluceta, donde
los requetés pudieron descansar los días 7 y 8. Como colofón a la 1ª fase de la ofensiva
de las tropas del general Mola sobre Vizcaya, en el frente atacado por la 4ª Brigada de
Navarra se ocuparon Altún, el puerto de Barazar, Abaro, Abarocorta, Arralde y las cotas
729 y 78117.
Volviendo a la secuencia cronológica de los hechos acaecidos el día 7 de abril en el
sector objeto de este estudio, y aún disponiendo de otras fuentes18, nada mejor que
dejarse llevar por los asturianos para reflejar los últimos momentos de las fuerzas de
Ibarrola en Urquiola:
<<A las 15:00 horas vuela la aviación enemiga reconociendo las posiciones y
seguidamente abre nutridísimo fuego de ametralladora sobre ellas, que es
aguantado estoicamente por los soldados, los cuales permanecen en sus puestos; el
50 Saibigain, el monte de la sangre

resultado obtenido por el tiroteo de la aviación es nulo, no habiendo ninguna baja y


manteniéndose las posiciones conquistadas.
A las 17:00 horas el enemigo inicia un ataque a una posición vasca situada al
norte de Urquiola, de gran valor estratégico para el enemigo por dominar las
posiciones conquistadas por los bons. asturianos y el pueblo de Urquiola.
Tras un ligero y breve tiroteo, y con el concurso de la aviación, el enemigo toma
fácilmente a los vascos, que huyen a la desbandada, la posición que pudo
defenderse sin gran esfuerzo; esto hace que los bons. asturianos tengan que
retirarse de las posiciones, según orden verbal del comandante Ibarrola, Jefe del
Sector.
La retirada se hace ordenadamente hasta Mañaria, lugar donde permanece el
bon. Nº 25; el bon. Nº 8 emprende la marcha por jornadas diarias y por carretera
hasta Durango>>19.
Este documento no registra la breve aparición de los aviones gubernamentales en el
teatro de operaciones que, pasadas las 16:00, bombardearon las posiciones enemigas de
este sector y ametrallaron la carretera de Villarreal20. Perdido en su totalidad el monte
Urquiolamendi, la situación se convirtió en insostenible al quedar los asturianos en un
peligroso saliente sometidos al fuego enemigo desde todas partes; por ello, Ibarrola
ordenó la retirada hacia Mañaria, dejando Urquiola en tierra de nadie. Es de suponer que,
a estas alturas, ya se habría establecido una precaria línea de contención al otro lado del
puerto con las fuerzas disponibles en el sector21.
Pedro Gómez Aparicio, corresponsal de guerra de la Agencia Logos que cubría con
sus crónicas el avance de las Brigadas de Navarra en este sector, escribió una pequeña
nota sobre este último combate del día 7 de abril:
<<El monte Santuchu en nuestro poder
Los rojos se habían parapetado en el monte Santuchu y había que desalojarlos
de allí. Se organizó el asalto y allí fueron nuestros valerosos infantes, con tanta
intrepidez y tal ánimo que a los pocos instantes de acometer la empresa, el monte
era nuestro, ondeando en él la bandera española. Con este monte se consiguieron
los demás objetivos señalados por el mando para que la posición quedase lo
suficientemente consolidada>>22.

El teniente coronel Gabriel Aizpuru Maristany, jefe del frente de


Alava del Cuerpo de Ejército de Euzkadi, fotografiado antes de la
guerra cuando se hizo cargo del mando de las fuerzas de la
Guardia de Asalto en Vizcaya. El 31 de marzo de 1937 Aizpuru tenía
su puesto de mando en Mecoleta. Foto: vía autor
Saibigain, el monte de la sangre 51

Gudaris del Amayur en una chabola del frente. A la derecha del poste se encuentra su comandante, Rufino Rezola Arratibel. El
Amayur defendió posiciones en el monte Urquiolamendi del 5 al 7 de abril de 1937. Foto: vía autor

Gudaris del batallón Larrazabal posan para la fotografía en sus posiciones del sector de Mecoleta durante el Aberri Eguna del
28-3-1937. Este batallón, después de participar en las duras jornadas de la ruptura del frente, fue retirado a Bilbao el día 5 de
abril para volver, en apenas 24 horas, a relevar al Itxarkundia a Urquiola. Foto: Alberto Elósegui
Saibigain, el monte de la sangre 53

8 DE ABRIL. SE COMPLETA EL DESPLIEGUE EN LA LINEA

Durante todo este día ambos bandos contendientes se dedicaron a consolidar sus
posiciones, registrándose movimientos en el monte Oqueta, abandonado por el batallón
Durruti ante la pérdida de la línea Barazar, Altún, Arralde, Abaro y Abarocorta, pues esto
le colocaba en situación de ser copado en cualquier momento. Esta posición fue ocupada
por fuerzas de la 4ª Brigada de Navarra. La 1ª y 3ª brigadas continuaron en la situación
del día anterior.
El puerto de Urquiola, que al igual que el Oqueta también se encontraba
abandonado, fue ocupado por el tercio de San Ignacio a primera hora de la mañana1;
posteriormente fue relevado por una fuerza de la 3ª Brigada formada por el tercio de
Oriamendi y las compañías 2ª y 3ª del Zumalacárregui, que procedían del monte
Urquiolamendi. La 3ª Compañía de Transmisiones tendió una línea telefónica hasta el
puerto.
La crítica situación del frente que defendía el Ejército vasco exigía la continua
adopción de medidas urgentes, y así, en la Orden General del C. E. de Euzkadi del 8 de
abril de 1937, el mando del Ejército del Norte <<ordena la continuación de la defensa
activa de nuestro frente atacado, manteniendo a toda costa el Gorbea, estribación
de Amboto y Udala, con los puntos intermedios de Alluitz y peñas de Acharte, y
preparar la contraofensiva con directivas que señala. Por último dispone la
formación de Brigadas mixtas con miras a dicha contraofensiva general>>2.
Sin conocerse aún esta nueva orden en el sector que mandaba Juan Ibarrola, el
batallón Gordexola completó su despliegue en la línea que partiendo de la carretera de
Mañaria a Urquiola se extendía por las cotas 369 y 372 (Azco), bajaba a Urculeta pasando
por entre sus caseríos (Urkule-Barrengoa, Urkule-Erdikoa y Urkule-Goikoa) y, después de
cruzar el río Mañaria al que dejaba a su izquierda, subía por la ladera del cordal de
Eskubaratz hasta las peñas de Artzate. Esta unidad tenía el apoyo de dos ametralladoras
de la 4ª Compañía del González Peña.
A la izquierda del Gordexola estaba situado el batallón Larrazabal, desde la carretera
de Mañaria a Urquiola hasta el monte Elosu (cota 632) y alrededores, encargándose de la
defensa del monte Untzillatx, junto con el batallón Guipúzcoa3.
En cuanto a la brigada asturiana de Antoñanzas, el batallón nº 8, que había salido
<<a pie>> del sector el día 7 por la noche, <<llega sin novedad a Durango y
permanece aquí en expectación del envío de autocares para trasladarse a Elorrio,
donde queda de reserva>>4.
54 Saibigain, el monte de la sangre

Requetés del tercio de San Ignacio. Fueron requetés de las compañías 2ª y 3ª de este tercio, originario de Guipúzcoa, los
primeros en poner el pie en Urquiola. Foto: Archivo del Nacionalismo. Fundación Sabino Arana

Habiendo entre Mañaria y Durango una distancia de 4 km. hay que suponer que la
llegada de esta unidad se produjo de madrugada y que durante el día se trasladó a
Elorrio. Siguiendo con los asturianos, el nº 25, que había pernoctado en Mañaria,
<<ocupa las posiciones que se le designan en las inmediaciones de Mañaria, sin
encontrar enemigo; la aviación enemiga bombardea sus posiciones, causándole tres
heridos, uno de los cuales fallece. Por la tarde se extiende hacia la izquierda de
Mañaria donde continua>>5. Estas posiciones situadas en las inmediaciones de Mañaria
se encontraban en el cordal de Eskubaratz, desde donde pasó el batallón a las peñas de
Artzate por la tarde6. El último batallón de la 2ª Brigada Expedicionaria asturiana, el nº 43,
se encontraba <<de posición en Dima, y por efectos del bombardeo de la aviación
enemiga tiene 25 heridos>>7; en realidad se encontraba en las peñas de Eskubaratz a
donde seguramente llegó procedente del barrio de Oba en Dima.
A este despliegue no era ajena la jefatura de las Brigadas de Navarra y debido a ello
dispuso que la Aviación propia realizara una misión de bombardeo y reconocimiento del
cordal de Eskubaratz, lo que se cumplió con el resultado señalado anteriormente:
<<A las 16,30 y en virtud de orden del Jefe de las Fuerzas Aéreas salen todos
los aviones disponibles de los 1-G-10-15, 2-G-10, 20-5 y 40-1 acompañados de la
caza Fiat a realizar misión de reconocimiento y bombardeo de las cotas 1007 y
1022 del macizo de Escubara, al Norte del Sebigan, en los que la información
señalaba concentración de parte de las fuerzas enemigas y atrincheramientos de
reciente construcción, misión que fue realizada sin observar estos ni enemigo en
cantidad. El 20-5 arrojó además proclamas y prensa en el pueblo de Mañaria.
Todos los aviones regresaron a sus bases sin novedad>>8.
Saibigain, el monte de la sangre 55

Formación de Heinkel He-45 ”Pavo” de la Aviación nacional. Los He-45 del grupo mixto 1-G-10-15 tomaron parte en el
bombardeo de las posiciones que la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias ocupaba en el sector de Urquiola-Mañaria el día 8 de
abril. Las bajas fueron de 27 heridos y un muerto. Foto: Juan Arráez Cerdá

Aunque las tripulaciones no observaron <<enemigo en cantidad>> las bombas


hicieron mucho daño al batallón Asturias nº 43, causándole 25 heridos, y algo menos al nº
25, dos heridos y un muerto. Ello demuestra, además de la situación de los asturianos en
las cotas citadas, el efecto devastador de los bombardeos sobre la infantería republicana,
obligada a sostener, en su retirada, posiciones en las que no había abrigos por falta
material de tiempo para la construcción de los mismos. Ante este mal que venía del aire
sólo podía esperarse la ayuda de la climatología en forma de temporales y tormentas,
pues a la falta de armas antiaéreas había que añadir la ya consabida inferioridad de la
Aviación gubernamental, limitada a patrullar los tres frentes que defendía el Ejército vasco
con sus escasos medios, a pesar de la voluntad de los pilotos. Para colmo de desgracias,
este día se produjo hasta <<por tres veces>> el bombardeo del aeródromo de Lamiaco;
en uno de ellos, la Aviación legionaria italiana destruyó cuatro aviones y dejó otros tres
con averías:
<<Como continuación del parte de novedades del día de ayer 8 del cte.
manifiesto a V.E. que en el bombardeo realizado en el campo de Lamiaco por dos
Junkers fue derribado un barracón destruyendo dos cazas rusos y produciendo el
incendio de dos Letov.– Quedan, pues, en plan de vuelo cuatro cazas y tres Letov.–
Con averías tres cazas rusos.– Del tipo Letov hay tres en vuelo; dos quemados, dos
capotados reparables a largo plazo y uno derribado. He iniciado gestiones cerca del
Gobierno de Euzkadi para ver si es posible canjear a nuestro piloto por uno de los
alemanes aquí preso. También comunico a V.E. que he empezado a dar cifrados
simulados para desconcertar enemigo– Santander, 9 de abril de 1937. El Jefe de
las Fuerzas Aéreas del Norte>>9.
56 Saibigain, el monte de la sangre

Esto significaba que las posibilidades de la defensa aérea de Vizcaya quedaban


temporalmente reducidas a una escuadrilla mixta formada por cuatro Polikarpov I-15
<<Chato>> y tres Letov S-231, que eran todos los cazas de que disponía la República en
el Norte.

Las Brigadas de Navarra en Urquiola. Santuario de los Santos Antonios. Foto: Biblioteca Nacional
Saibigain, el monte de la sangre 59

9 DE ABRIL. SIN NOVEDAD

Si bien las tropas de la 1ª y 3ª Brigadas de Navarra mantuvieron sus posiciones del


día anterior soportando fuego de cañón en Urquiola y Urquiolamendi por parte de piezas
republicanas situadas en Mañaria, la novedad más destacable de este día fue la
reestructuración llevada a cabo en la 4ª Brigada de Navarra, cuyas unidades se
repartieron en dos frentes.
Desde este día hasta el 11 de abril varias unidades de la 4ª fueron enviadas al sector
de Vergara a fin de formar una columna bajo el mando del jefe de la Brigada, el coronel
Alonso Vega, y a la que se fueron uniendo batallones de otras brigadas. La intención no
era otra que romper el frente republicano de Guipúzcoa1. El resto de las unidades de la 4ª
Brigada junto con fuerzas de reserva permanecieron guarneciendo el sector comprendido
entre Urquiolamendi y Gorbea a cuyo mando quedó el jefe de la 3ª, el coronel Latorre.
Entre las tropas del C.E. de Euzkadi se produjo el relevo del batallón Larrazabal por
el Itxarkundia en las posiciones que este ocupaba en la zona de Elosu y Untzillatx. Ello
venía siendo necesario pues, desde el 31 de marzo en que comenzó la ofensiva, el
Larrazabal apenas había tenido un día de descanso: primero estuvo en el sector de
Mecoleta, luego se retiró hacia Ubidea y desde allí –el 5 de abril– fue enviado a Bilbao. El
día 6 de abril partió hacia Urquiola para relevar al Itxarkundia. El esfuerzo de los gudaris
del batallón Larrazabal sirvió para afianzar el sector en los momentos más críticos.
El Itxarkundia regresó de nuevo al sector de Urquiola-Mañaria desde su cuartel en
Bermeo por orden del jefe de Operaciones del C.E. de Euzkadi, Modesto Arambarri, y
firmada por su jefe de Estado Mayor, Alberto Montaud:
<<Orden nº 1931, del Jefe de Operaciones del Cuerpo de Ejército de Euzkadi al
Sr. Jefe del Batallón Larrazabal en Mañaria:
En la tarde de hoy las fuerzas de ese batallón serán relevadas de sus
posiciones por el bon. Itxarkundia, regresando la unidad de su mando
seguidamente a Bilbao, de descanso, en los mismos autobuses que han
transportado al Itxarkundia.
Cuartel General, 9 abril de 1937>>2.
Como podrá verse cuando llegue el capítulo correspondiente a la jornada del 11 de
abril, la 1ª Compañía del batallón Gordexola estaba situada entre los caseríos de Urculeta
y la carretera que sube al puerto de Urquiola, enlazando por la izquierda con el batallón
Itxarkundia que, como ya se ha comentado antes, había ocupado las posiciones dejadas
por el Larrazabal. Parece razonable pensar que después de la pérdida del puerto de
Urquiola el día 7, la jefatura del sector hubiera encargado a los batallones Larrazabal3,
Gordexola y Guipúzcoa la defensa de la carretera: el primero en medio, el segundo a su
derecha y el tercero a su izquierda.
60 Saibigain, el monte de la sangre

Las Brigadas de Navarra en Urquiola. En primer plano la piedra de San Antonio; al fondo los hoteles. Foto: Biblioteca Nacional

Del batallón Gordexola existe una interesante nota escrita a lápiz por el teniente de la
4ª Compañía, Eusebio Vicente, y dirigida al jefe del sector, para que este extendiera una
orden de evacuación del caserío Urkule-Erdikoa:
<<El teniente Eusebio Vicente del bon. Gordexola, compañía Mentxaka, hoy
provisionalmente capitán, al Sr. Jefe del Sector: le ruego tenga la amabilidad me
mande con el portador de esta orden de evacuación del caserío (Urquiolaerdikoa)
puesto que el Sr. que lo habita se niega a evacuarlo sin tener una orden firmada por
el Jefe del Sector. Espero urgente que esta orden por creerla muy conveniente.
El teniente E. Vicente>>4.
Los batallones de la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias ocupaban las mismas
posiciones que el día anterior, sin novedad aparente: el nº 25 en las peñas de Artzate, el
nº 43 en el cordal de Eskubaratz y el nº 8 en Elorrio5. Sin embargo, lo más destacado de
los asturianos respecto a este día fue la carta particular escrita a pluma por el jefe de la
Brigada, Mateo Antoñanzas, y dirigida al jefe del Cuerpo de Ejército de Asturias, teniente
coronel de Estado Mayor Javier Linares Aranzabe. En ella se plasmaba la opinión de
Antoñanzas sobre lo vivido desde su llegada a Euzkadi:
<<Carta del Jefe de la Brigada a la Jefatura de Estado Mayor en Gijón.
Particular, Bilbao 9-4-37.
Sr. D. Javier Linares, Gijón.
Mi respetado Teniente General: aunque un poco tarde por falta material de
tiempo, le daré alguna noticia de todo esto; como verá Ud. por el informe y parte que
oficialmente le remito, los Batallones de la Brigada están diseminados, si bien ayer
Saibigain, el monte de la sangre 61

Felipe Lizaso Eizmendi, comandante del Itxarkundia, entrevistado por V. de Basauri, corresponsal de Lan Deya. El Itxarkundia
regresó el día 9 de abril para relevar al batallón Larrazabal. Foto: Archivo Carlos Blasco. Irargi. Gobierno Vasco

el Jefe de E.M. me prometió que se reunirán los tres en un frente por ser de esta
forma más fácil y más eficaz la labor, no sé si Ud. tiene noticias de como está
Vizcaya en materia de organización, es algo asombroso, con decirle a Ud. que, a
pesar de los retumbantes nombres de Batallones, es lo más parecido a los “grupos”
del principio de la guerra, que todo esto como es natural redunda en beneficio de
“nuestro” ejército de Asturias que en todo momento da ejemplo de disciplina y
moral elevadísima; desde luego los vascos en parte tienen razón para estar
atemorizados, pues no hay día que no vuelen 30 ó 35 aparatos facciosos por
nuestras posiciones, ametrallando y bombardeándolas, pero también hay un gran
defecto por parte de este ejército, y es que no hay una sola posición fortificada, pero
ahora que los nuestros hacen todo lo posible y lo consiguen para que en todas las
posiciones haya algún abrigo, trincheras, etc.… y de esta forma no tenemos que
correr, que afortunadamente no lo hemos hecho, pues se están portando muy bien.
En materia de armamento tenemos lo que se trajo de casa, pues armas no nos han
dado, hay Bons. que no tienen ni fusil ametrallador; el asunto del calzado tampoco
se soluciona nada, pero será fácil que lo arreglen pronto.
La moral de los nuestros, como ya le he dicho antes, es de lo mejor con
grandes deseos de sacar algo de importancia que ya se va consiguiendo, pues
cuando hemos elevado el decaimiento de ánimo que imperaba aquí en todos.
Sin más por decir que ofrecerme incondicionalmente, y quedando a sus
ordenes se despide su Subordinado, Mateo Antoñanzas>>6.
De la lectura de este documento se extraen las siguientes conclusiones:
• La separación de los batallones de la Brigada no resultaba eficaz, y menos si se les
enviaba a distintos sectores.
62 Saibigain, el monte de la sangre

• Los batallones vascos seguían agrupados en sectores y frentes, pero no en brigadas


y divisiones como los asturianos y el resto del Ejército republicano, situación que
continuó hasta finales de abril7.
• Se constata los ataques aéreos diarios que sufrían las posiciones por parte de la
Aviación nacional.
• Posiciones sin fortificar. Aquí hay que puntualizar que, desde que comenzara la
ofensiva, el frente había sufrido tantas variaciones que no había habido tiempo para la
construcción de posiciones fortificadas de óptimo nivel (descontando por supuesto las
posiciones estáticas existentes en la primitiva línea del frente antes del inicio de la
ofensiva); después de la batalla de Saibigain el sector de Urquiola-Mañaria se
mantuvo sin variaciones hasta finales del mes de abril, por lo que hubo tiempo
suficiente para fortificar. Siguiendo órdenes del jefe de Estado Mayor el día 12 de abril
de 1937 se enviaron desde el Parque Central de Miravalles al sector de Mañaria para
constituir un depósito de fortificación 75 picos, 50 azadas, 150 palas, 1000 estacones,
100 rollos de espino, 1000 sacos terreros de 50x93 y 125 mangos en bruto8.
• La Brigada de Antoñanzas no había recibido armamento desde su llegada al frente, lo
que por otra parte es normal teniendo en cuenta que sus batallones llegaron a
Vizcaya armados; la percepción de que existían batallones vascos que no tenían ni
siquiera fusiles ametralladores es bien cierta, aunque había otros que estaban mejor
provistos de armas automáticas.

Las Brigadas de Navarra en Urquiola. Soldados ante el santuario de los Santos Antonios. Foto: “El Diario Vasco” abril 1937
Saibigain, el monte de la sangre 65

10 DE ABRIL. SEGUNDO ATAQUE ASTURIANO AL


SAIBIGAIN

Después de un día en el que no hubo novedades reseñables en las posiciones que


ocupaban las tropas nacionales, el 10 de abril el coronel Latorre comenzó la organización
de las fuerzas que debían defender el sector comprendido entre Urquiolamendi y Gorbea,
empezando por trasladar el puesto de mando de la 3ª Brigada a Ubidea.
En el sector que ocupaba la 4ª Brigada fueron atacadas las posiciones de Arralde y
Altún, guarnecidas respectivamente por parte del batallón Sicilia y por el 4º de Bailén. La
8ª Compañía del Requeté de Alava y la 2ª Centuria de Falange se trasladaron a Vergara.
El 3º Batallón de San Marcial y el 3º de Bailén relevaron en Urquiola a la otra parte del
bon. Sicilia y en Zumelza a fuerzas de otras brigadas.
A las 11,35 salieron de Lasarte dos aviones Breguet XIX para localizar la batería
republicana que, desde días atrás, hacía fuego desde Mañaria sobre las posiciones de
Urquiola y Urquiolamendi, lo que no pudo hacer <<por no haber hecho disparos dicha
batería durante el tiempo del reconocimiento>>1.
Este día los batallones republicanos del sector de Urquiola-Mañaria tuvieron
conocimiento a través del comandante Ibarrola de las directrices de combate emanadas
de la Orden General del pasado día 8 y que hacían hincapié en la conducta a observar en
caso de ataque del enemigo:
<<Cuerpo de Ejército del Norte
a).– Las posiciones, hasta la llegada de la Infantería contraria, reducirán en lo
prudente la guarnición de la 1ª línea, conservando a todo trance el enlace y
combatividad necesarios, para acudir a la línea de fuego todo el resto de la fuerza a
la 1ª señal acordada.
b).– Si por efecto del castigo de la aviación rebelde hubiera que abandonar
forzosamente una posición, se replegarán y reunirán nuevamente en posiciones
previas y claramente convenidas lo más próximas posibles a las que abandonen y
siempre que las haya dominantes.
c).– En estas posiciones procurarán ocultarse de la aviación aprovechando el
terreno, no haciendo fuego sobre la Infantería contraria si esta no avanza
nuevamente.
d).– Llegada la noche o un tiempo que impida o dificulte la presencia de la
aviación contraria, contraatacará las posiciones enemigas con toda energía con la
seguridad de recuperarlas.
e).– Esta maniobra se efectuará siempre que la aviación les obligue a
replegarse.
66 Saibigain, el monte de la sangre

En esta imagen de los años veinte tomada desde el Eskubaratz se aprecia la carretera de subida al puerto de Urquiola; a su
izquierda Elosu y el monte Untzillatx, las posiciones que defendían los batallones Itxarkundia y Guipúzcoa.
Foto: Pyrenaica, primer trimestre de 1928

f).– Queda terminantemente prohibido retirarse de las posiciones en dirección a


los valles o carreteras (la retirada se hará conforme al apartado a).
g).– Aparte de la construcción de trincheras, procurarán hacer o perfeccionar
los abrigos naturales.
h).– Todos los milicianos llevarán 400 disparos.
i).– Todos los fusiles se utilizarán como armas antiaéreas.
Mañaria, 10 de Abril de 1.937. El Jefe del Sector, Juan Ibarrola Orueta>>2.
Después de lo vivido en las jornadas precedentes, al mando republicano lo que más
le preocupaba no eran los ataques de la infantería enemiga, sino los efectos que los
bombardeos de la Aviación causaban entre sus tropas y en las posiciones a defender, por
lo que estas directrices estaban más orientadas para su empleo en la defensa contra
aviones.
También recibió Ibarrola la Orden nº 1937, directamente del jefe del Estado Mayor,
en la que este recomendaba la no-interferencia de los jefes de sector en las labores de
fortificación que llevaban a cabo los zapadores, ya que estos trabajaban con instrucciones
directas de la Comandancia de Ingenieros, con lo que se evitaba la intromisión de mandos
intermedios en la construcción de fortificaciones:
<<Orden nº 1937
Del Jefe del Estado Mayor al Sr. Comandante Ibarrola:
Saibigain, el monte de la sangre 67

Gudaris de la compañía de ametralladoras del batallón Gordexola en algún lugar desconocido del frente; primero por la derecha
el baracaldés José Uriarte. Una sección de esta compañía, que no tenía máquinas, ocupaba posiciones en las peñas de Artzate.
Foto: Aitor Miñambres

Las fuerzas de zapadores y unidades de trabajadores civiles que llevan a cabo


los trabajos de fortificación, tanto de la línea avanzada como de la retaguardia,
tienen sus jefes directos o sus directores responsables de los que reciben
instrucciones siguiendo directivas que emanan de la Comandancia de Ingenieros
del Cuerpo de Ejército. Indico la conveniencia de no alterar la labor que estas
fuerzas llevan a cabo con innovaciones o modificaciones que no sean previamente
conocidas y afectadas por dicha Comandancia. Con ello evitaremos fluctuaciones
en el trabajo y variaciones de órdenes que desmoralizan a los trabajadores, hacen
más penosos los esfuerzos y dan resultados no controlados por este Cuartel
General; bien entendido que las tropas de zapadores propiamente dichas afectas a
la Columna de su mando han de ejecutar inmediatamente las órdenes emanadas
de su autoridad cuando las circunstancias tácticas momentáneas no den tiempo a
la consulta que le recomiendo.
Cuartel General, 10 de Abril de 1.937. El Jefe de Estado Mayor, Montaud>>3.
Como puede verse, esto tampoco impedía a Ibarrola que los zapadores que
trabajaran en su sector obedecieran sus órdenes en momentos puntuales en los que se
les necesitara.
En lo que respecta a los batallones del sector, se mantuvo la línea de posiciones
dispuesta tras la caída de Urquiola: Untzillatx-Elosu-Urculeta-Artzate-Eskubaratz. En el
monte Untzillatx, a la izquierda del batallón Itxarkundia, continuaba el Guipúzcoa:
<<Sector de Urquiola:
Fuerza que dispone en el día de hoy, el batallón Guipúzcoa nº 60, 2º de las
MAOC.
Hombres disponibles: 365
68 Saibigain, el monte de la sangre

El monte Untzillatx fotografiado en abril de 1937 desde las posiciones de las Brigadas de Navarra.
Foto: Biblioteca Nacional

Hombres altas: 15
Total: 380
El Comandante, Gonzalo Laredo>>4.
Entre el Itxarkundia y las peñas de Artzate, pasando por el barrio de Urculeta, seguía
estando el batallón Gordexola:
<<Parte diario al Sr. Jefe del Sector de Araba-Bizcaya:
Durante el día de hoy no ha existido novedad destacable en las posiciones que
ocupa el batallón de mi mando, excepto las diez bajas ocasionadas por heridas y
enfermedad que por fortuna son leves todas ellas. Los hombres útiles que forman el
batallón son 505 con una moral excelente.
Armamento de que disponen: 450 fusiles de tres tiros marca LEVEL de 8 m/m.
Queda a sus órdenes. El Comandante Luis Urcullu.
Es de imperiosa necesidad que se provea de máquinas ametralladoras a este
batallón de mi mando>>5.
Haciendo línea con el Gordexola en las peñas de Artzarte continuaba el Asturias nº
25 y a continuación de este, en el cordal de Eskubaratz, el nº 43 <<en las posiciones
inmediatas a Dima (peñas de Eskuba) >>6. Todo parecía seguir igual que en la jornada
anterior y, sin embargo, se preparaba el segundo intento para recuperar el monte
Saibigain.
Saibigain, el monte de la sangre 69

Segundo ataque asturiano al Saibigain


Los batallones Asturias nº 8 y nº 25 realizaron durante la noche de este día y la
madrugada del siguiente el segundo ataque de reconquista del monte Saibigain, perdido
el día 6 de abril. Para ello, el nº 8 se trasladó desde Elorrio –donde se encontraba desde
el día 8 de abril– hasta Mañaria, permaneciendo en reserva, según la Orden del Estado
Mayor nº 19407.
De esta forma, el jefe de Estado Mayor del C.E. de Euzkadi cumplió lo prometido a
Antoñanzas, reuniendo a los tres batallones asturianos de su brigada en un mismo sector.
El batallón nº 25 continuaba por el momento en las peñas de Artzate.
El nº 43 no tomó parte en la operación; ello pudo deberse al número de bajas sufridas
por esta unidad durante el bombardeo del pasado día 8 o, simplemente, porque actuaba
como línea de contención en las peñas de Eskubaratz en el supuesto de que los
batallones nº 8 y nº 25 no consiguieran tomar el Saibigain, y se pudiera incluso perder la
posición de las peñas de Artzate en caso de contraataque enemigo. De cualquier modo,
se desconoce el motivo de la no-participación del nº 43 en este primer ataque aunque no
parece lógico el empleo de una fuerza mayor de dos batallones para esta acción. De
hecho, así lo debió entender el mando como se verá en las jornadas siguientes.
Especulaciones aparte, la realidad es que el comandante Ibarrola envió al batallón
Asturias nº 8 la siguiente orden:
<<En la noche de hoy la fuerza del bon. de su mando efectuará un ataque
sobre el monte Sebigán con objeto de apoderarse de la posición. Si logra el objetivo
quedará guarnecida por dos compañías, atacando las otras dos el puerto de
Urquiola.
Si logra este otro objetivo quedarán guarneciéndolo y si no lo lograsen,
quedarán de nuevo a retaguardia del Sebigán en actitud expectante por si fuese
contraatacada. Si tampoco consiguiese el primer objetivo se retirará el batallón a
esta localidad donde descansará, alojándose las compañías una en cada casa.
Mañaria, 10 de Abril de 1.937.
Del Jefe del Sector al Sr. Comandante del Bon. de Asturias Nº 8>>8.
Este documento indica que si el nº 8 consiguiera tomar el Saibigain, debería
guarnecerlo con dos compañías para después atacar con las otras dos el puerto de
Urquiola. Necesariamente la operación debía iniciarse en las peñas de Artzate (donde se
situaba el nº 25) o en las de Otxa (junto a las anteriores en dirección oeste), por lo que la
ruta a seguir sería la que partiendo de Mañaria, bordea el cordal de Eskubaratz dejando a
la derecha el valle de Oba para, después de pasar por las posiciones del nº 43, terminar
en las del nº 25 en Artzate. Para acceder desde estas posiciones al Saibigain, hay que
dirigirse al este por el collado de Iturrioz y desde allí iniciar la ascensión a dicho monte9.
Al fin, en la madrugada del 11 de abril se llevó a cabo la operación, lo que se refleja
en el diario de operaciones de la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias:
<<Según orden del Jefe del Sector, Comandante Ibarrola, el batallón nº 8 sale
de madrugada en dirección al Sabigain, con objeto de atacarlo; por desconocimiento
del terreno, se despistan 2 compañías, lo que obliga al resto del batallón a retirarse
cuando se encontraban en la inmediaciones de la posición contraria, teniendo 3
heridos y 2 muertos, estos sin poder retirarlos, quedando cerca de la posición con la
dotación de munición y sus correspondientes fusiles.
La fuerza del batallón regresa a Mañaria, quedando de reserva.
70 Saibigain, el monte de la sangre

El batallón nº 25 recibe orden de atacar de madrugada la posición de Sabigain,


y cuando se encuentra a 30 metros de ella aproximadamente, otra contraorden
dada por el Comandante Ibarrola, Jefe del Sector, le obliga a replegarse a la
posición que ocupaba en un principio, teniendo 10 heridos y 2 muertos; estos
últimos no se pueden retirar y quedan en las inmediaciones de la posición
enemiga>>10.
Como puede verse, este segundo ataque al Saibigain se saldó con resultado
negativo para los dos batallones; al nº 8, que desconocía el terreno, se le despistaron dos
compañías y tuvo que retirarse de nuevo a Mañaria con tres heridos y dos muertos. Este
número no excesivamente alto de bajas inclina a pensar que sólo llegó a posiciones de
avanzadilla enemiga en la ladera oeste del Saibigain.
Al nº 25 le ocurrió algo parecido, pero no por desconocimiento del terreno ya que
llevaban varios días en Artzate y conocían las inmediaciones, sino porque la contraorden
del jefe del sector les obligó a recular a sus posiciones iniciales; el número de bajas de
diez heridos y dos muertos sugiere que la distancia de 30 metros a posiciones enemigas
que refiere el documento indica que, efectivamente, se acercó bastante. Sin embargo, Lo
realmente sorprendente es esta contraorden de Ibarrola, la cual puede deberse a las
siguientes razones:
• Como jefe del sector, Ibarrola ya debía tener alguna constancia de que el día 12 de
abril se iba a producir una operación de rectificación11en Saibigain, Altún y Arralde, y
que a la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias le correspondería el ataque al Saibigain.
Quizás fue este el motivo por el que anuló la operación. En este sentido, es posible
que pensara que no podía adelantarse a la operación diseñada por el Estado Mayor
del C.E. de Euzkadi.
• Tal vez la contraorden viniera directamente del Cuartel General de Operaciones,
acatada por Ibarrola sin ningún problema.
• También pudo hacerlo porque estaba al corriente de que la mitad del batallón nº 8
andaba perdida y que el nº 25 tendría que actuar sin el apoyo de este; pero para darse
esta situación, la jefatura del sector tendría que estar en comunicación con ambos
batallones por medio de enlaces telefónicos de campaña.
En cualquier caso, se desconoce el motivo de esta contraorden al batallón nº 25.
Pero en toda esta operación existe un detalle que no puede pasarse por alto; es la
orden del comandante Ibarrola al comandante del batallón Itxarkundia:
<<Del Jefe del Sector de Urquiola al Sr. Comandante del bon. Itxarkundia:
Quince hombres del bon. de su mando a las …… iniciarán un ataque
demostrativo sobre las posiciones enemigas de Urquiola sosteniendo el fuego hasta
tanto que vean que la posición ha sido tomada, llamada Sebigain>>12.
Se trataba de una orden escueta, con pocos datos y en la que no se ponía hora de
inicio para este ataque <<demostrativo>> de sólo quince gudaris a las posiciones de
Urquiola. ¿Planeó la jefatura del sector una acción de diversión para distraer la atención
del enemigo del verdadero ataque de los asturianos? Sin duda así fue. Este hecho queda
corroborado por un artículo publicado el día el 11 de abril de 1937 en <<El Diario
Vasco>> de San Sebastián bajo el título de <<Un golpe de mano fracasado>>:
<<Tampoco hoy ha habido novedades muy destacables en nuestro frente.
Unicamente se han tenido noticias de que alrededor de las cuatro de la madrugada
los rojos reclutaron a sus gudaris con un núcleo de guardias de Asalto desplazados
de Bilbao, los cuales intentaron sorprender una de nuestras avanzadillas en las
estribaciones de la peña de Amboto, que estaba compuesta por cuatro soldados y
un cabo de Infantería.
Saibigain, el monte de la sangre 71

Luis Urcullu Echábarri, comandante del batallón Gordexola. Foto: Luis Urcullu Careaga

Nuestros valientes soldados se percataron de la maniobra y dejaron acercarse


al enemigo hasta una distancia prudencial, haciendo entonces funcionar la
ametralladora que tienen en su poder y los fusiles, causándoles grave quebranto.
Al amanecer pudo comprobarse que habían quedado barridos por el fuego
certero de nuestros combatientes veinte rojos, la mayor parte de ellos guardias de
Asalto, a juzgar por los documentos que se encontraron en su poder>>13.
No se tiene constancia de si se llevó a cabo esta acción de diversión con la ayuda de
guardias de asalto, aunque en un documento del 13 de abril, que se analizará dicho día,
se prueba la existencia de miembros de este instituto armado en Mañaria. Compartiendo
con estos las funciones de policía militar había en el sector fuerzas de la Ertzaña,
debiendo achacarse a la gravedad de la situación y a la falta de tropas el hecho de que
ambos cuerpos de seguridad cubrieran puntualmente posiciones en el frente. Para
finalizar con esta jornada, señalar que coincidiendo con el momento en que la brigada de
Antoñanzas iniciaba su frustrado ataque sobre el Saibigain, otra unidad asturiana, el
batallón Asturias nº 34 de la 1ª Brigada Expedicionaria, atacó los atrincheramientos del
enemigo en Arralde. Después de ocupar la posición y tras solicitar infructuosamente el
refuerzo del batallón Rebelión de la Sal, que debía relevarles, un contraataque forzó la
retirada de los milicianos asturianos, que tuvieron en aquella cota 27 muertos y 43
heridos14.
Saibigain, el monte de la sangre 73

11 DE ABRIL. LA ORDEN GENERAL DEL CUERPO DE


EJERCITO DE EUZKADI

Al hacerse cargo el jefe de la 3ª Brigada, coronel Latorre, del mando de todas las
fuerzas del subsector Barazar-Urquiola1, las Brigadas de Navarra se organizaron del
siguiente modo:
• La 1ª Brigada, con base de operaciones en Olaeta, quedó formada por unidades
propias aglutinadas en su 1ª media Brigada, la media Brigada Tutor de la 2ª y la
recién incorporada 1ª media Brigada de la 3ª. Varias unidades fueron enviadas al
frente de Vergara para formar el 2º Grupo de la 4ª. La media Brigada Díez de Rivera
no sufrió variaciones.
• La 2ª Brigada se mantuvo en las posiciones del inicio de la ofensiva apoyada por la
Brigada Mixta italiana Flechas Negras.
• La 3ª Brigada desapareció provisionalmente como tal; la 1ª media Brigada del coronel
Díez de la Lastra se integró en la 1ª Brigada de Navarra y relevó a la 2ª media Brigada
del teniente coronel Gual en las posiciones de Amboto cuando esta se incorporó a la
4ª para formar el 4º Grupo.
• Unidades de la 4ª Brigada pasaron a operar al frente de Vergara2, constituyendo su 1º
Grupo. El resto se integró en el subsector Barazar-Urquiola desapareciendo sus dos
medias Brigadas Africa y Flandes.

Unidades de las Brigadas de Navarra en el subsector Barazar-


Urquiola

• 1º Batallón de Montaña Flandes nº 5: junto con el 2º de Flandes había formado la


columna vertebral de la media Brigada Flandes de la 4ª Brigada. La unidad la
componían las 1ª, 2ª, 5ª y 6ª compañías de fusiles del batallón original, una compañía
de ametralladoras y una sección de morteros. Su jefe era el comandante Angel
Gutiérrez. Al comienzo de la ofensiva sobre Vizcaya, el 31 de marzo, su fuerza era de
685 soldados y tenía ocho ametralladoras, cinco fusiles ametralladores y dos morteros.
En la jornada del 11 de abril se encontraba en la cota 781, cerca del Oqueta.
• 3º Batallón de Bailén: procedente del sector de Eribe, donde formaba parte de la
reserva, el 9 de abril se encontraba en Zárate y el 10 de abril relevó a unidades de la 4ª
Brigada en las posiciones de Zumelza. El 31 de marzo, el batallón tenía cuatro
compañías de fusiles, una compañía de ametralladoras y una sección de morteros,
con un total de 730 soldados, ocho ametralladoras y cinco morteros. Su jefe era el
comandante Manuel Martínez.
74 Saibigain, el monte de la sangre

• 4º Batallón de Bailén: actuando en la 4ª Brigada, el día 5 de abril se trasladó a las


posiciones de Altún, donde continuaba a mediados de ese mes. El 31 de marzo, el
batallón disponía de cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras con 605
soldados y 6 ametralladoras. Su jefe era el comandante Juan Valdés.
• 9º Batallón de Bailen: se incorporó el día 2 de abril a las posiciones del Berretín en las
estribaciones del Gorbea, defendidas por el tercio de la Virgen Blanca desde el día
anterior. A mediados de abril continuaba en esta posición. A fecha de 31 de marzo,
contaba con cuatro compañías de fusiles y una sección de ametralladoras; un total de
633 soldados y dos ametralladoras. Su jefe era el comandante Celaya.
• 3º Batallón de San Marcial: procedente del sector de Eribe, formó parte de la reserva
y el día 10 de abril relevó al 3º batallón de Sicilia en las posiciones de Saibigain y cota
800, extendiéndose por el puerto de Urquiola hacia el Urquiolamendi. El 31 de marzo
se componía de cuatro compañías de fusiles, una compañía de ametralladoras y una
sección de morteros; un total de 727 soldados, ocho ametralladoras y cuatro morteros.
Su jefe era el comandante Eduardo Mandillo.
• 6º Batallón de San Marcial: combatiendo con la 4ª Brigada desde el comienzo de la
ofensiva, posteriormente quedó de reserva del sector. El 31 de marzo tenía cuatro
compañías de fusiles y una compañía de ametralladoras; un total de 715 soldados y
ocho ametralladoras. Su jefe era el comandante Emilio Torrente.
• Batallón de Cazadores “C” de Las Navas: batallón de la media Brigada África,
estuvo de reserva concentrado en Zubizabal. Durante los combates de los días 12 y 13
de abril reforzó al 4º batallón de Bailén en Altún. El 31 de marzo estaba formado por
tres compañías de fusiles, una de ametralladoras y una sección de morteros; un total
de 584 soldados, ocho ametralladoras, 18 fusiles ametralladores y seis morteros. Su
jefe era el comandante Antonio Muñoz Valcarcel.
• 4º Batallón de San Quintín: integrado en la reserva de la 4ª Brigada, desde el día 7
de abril tomó posiciones en Barazar, que continuaba defendiendo a mediados de abril.
Lo componían a 31 de marzo cuatro compañías de fusiles, una compañía de
ametralladoras y una sección de morteros; un total de 682 soldados, ocho
ametralladoras, 12 fusiles ametralladores y dos morteros. Su jefe era el comandante
Ausibio Ruiz.
• 5º Batallón de La Victoria: este batallón de la 4ª Brigada estuvo en la reserva del
sector en Ubidea. Formado por cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras
con un total de 734 soldados y ocho ametralladoras. Desde el día 10 de abril mantenía
una compañía en el puerto de Zumelza junto a dos cañones de 70 mm. Su jefe era el
comandante Severino Pacheco Diego.
• 3º Batallón de Montaña Sicilia: relevado en el Saibigain y cota 800 por el 3º batallón
de San Marcial, se concentró en Ochandiano, aunque mantuvo tropas en las
posiciones de Arralde. Estaba formado por cuatro compañías de fusiles y una sección
de ametralladoras con un total de 649 soldados y cuatro ametralladoras. Con los 200
soldados que se enviaron a Mondragón el día 7 de abril para cubrir bajas se formó otra
compañía integrada en el 2º Grupo de la 4ª Brigada. Debido a la baja del comandante
Celestino Muga, su jefe accidental era el capitán Valeriano Ollocruchaga.
• Tercio del Requeté de La Virgen Blanca: en las posiciones del Berretín junto con el
9º batallón de Bailen desde primeros de abril. Esta unidad estaba formada por las
antiguas 4ª, 5ª, 7ª y 9ª compañías del Requeté de Álava con 509 requetés y dos fusiles
ametralladores a fecha 31 de marzo. Su jefe era el comandante Pedro Echevarría.
• 1ª y 2ª Agrupaciones de escuadrones a pie del Regimiento de caballería
Numancia. Reserva del sector.
Saibigain, el monte de la sangre 75

Con boina, el coronel Latorre, jefe de la 3ª Brigada de Navarra y del subsector Barazar-Urquiola. Foto: Biblioteca Nacional

La Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi


Por lo que respecta a las tropas republicanas, los batallones que no tomaron parte en
el ataque de la madrugada al Saibigain se mantuvieron en las mismas posiciones. El
batallón Gordexola reflejó por fin en su parte diario el lugar concreto que ocupaban sus
distintas compañías:
<<Parte diario al Sr. Jefe del Sector de Araba-Bizcaya Urkiola:
Las fuerzas que componen este bon. de mi mando se distribuyen de la
siguiente manera:
– la 2ª cía. José Horn y una sección de ametralladoras (sin máquinas) en el alto
de Artzate enlazando por su derecha con el bon. asturiano Nº 25 y por su izquierda
con nuestra 3ª cía. Garaizabal, la cual tiende a bajar hacia la ladera;
– esta cía. a su vez, enlaza con la 4ª cía. Mentxaka, situada en el barranco en
el cual están emplazadas las dos máquinas del bon. UGT Nº 3;
– la 4ª cía. Mentxaka enlaza con la 1ª cía. Elguezabal que se preocupa de la
vigilancia y defensa hasta la carretera estando enlazada por su izquierda con el
bon. Itxarkundia.
La moral de la tropa es excelente pero el desgaste físico por falta de reposo se
está apoderando de nuestros gudaris aparte de la mala alimentación que por las
actuales circunstancias nos vemos obligados a soportar.
76 Saibigain, el monte de la sangre

El armamento de que dispone el bon. es de 450 fusiles de tres tiros marca


LEVEL de 8 m/m.
Repetimos la imperiosa necesidad de dotarnos de máquinas de repetición por
ser el arma indicada para batir al enemigo eficazmente desde nuestras posiciones.
El número de gudaris en activo de este bon. es de 495 siendo estas bajas
debidas a que por prescripción facultativa necesitan reposo o descanso por su gran
agotamiento físico.
Queda a sus órdenes. El comandante Luis Urcullu>>3.
El Gordexola se encontraba bien en líneas generales y, aunque su moral era alta,
parece que la falta de reposo y la mala alimentación habían comenzado a hacer mella en
los gudaris del batallón; como consecuencia de ello, en dos días su número se redujo de
505 a 495. Sin embargo, lo que más le preocupaba a su comandante era la falta de
ametralladoras para batir las posiciones enemigas, ya que con las dos máquinas del
batallón González Peña sólo se cubría a la Compañía Mentxaka (la 4ª) en las posiciones
de Urculeta, dejando sin apoyo a las demás.
El batallón Itxarkundia continuaba en sus posiciones entre el Gordexola y el
Guipúzcoa; de este último batallón se conserva el parte de novedades del día y un
documento en el que se hace referencia a la entrega de ganado vacuno capturado en el
frente:
<<Novedades del día:
Hombres disponibles: 380
Hombres altas: 23
Total: 403
Armamento: 305 fusiles, 87 pistolas, 8 fusiles ametralladoras y 4
ametralladoras.
La fuerza se halla cubriendo las posiciones de este sector de Urquiola.
El Segundo Jefe del Sector. Gonzalo Laredo>>4.

<<Parte:
He recibido de la Jefatura del Sector de Urquiola dos novillos retirados de la
línea de fuego y entregados en esa por milicianos del Bon. MAOC.
El Comandante de Intendencia Militar. P.O. Cándido Quintana>>5.
A partir de esta jornada, el comandante del Guipúzcoa, Gonzalo Laredo, empezó a
firmar algunos partes de novedades como segundo jefe del sector de Urquiola-Mañaria, lo
que constituye una novedad que, cuando menos, indica la influencia que este jefe de
batallón ejercía en la toma de decisiones que afectaban al sector.
Después de la fallida operación sobre el Saibigain, los batallones asturianos se
distribuyeron de la siguiente manera: el nº 25 en las peñas de Artzate, el nº 8 en Mañaria y
el nº 43 <<por orden de Estado Mayor, se traslada de Dima a Mañaria, donde
pernocta>>6.
Sin duda, el acontecimiento más importante de esta jornada fue la Orden General del
Cuerpo de Ejército de Euzkadi para realizar una operación de rectificación de la línea7 el
día 12 de abril sobre las posiciones enemigas de Saibigain, Altún y Arralde, y que, una vez
tomadas, debían servir como punto de apoyo para la recuperación del terreno perdido
desde el día 31 de marzo. Se trataba de la esperada contraofensiva que ya había sido
prevista en la Orden General del día 8. Este documento, firmado por Modesto Arambarri
Saibigain, el monte de la sangre 77

El batallón MAOC nº 2 Guipúzcoa desfila por Bilbao. Foto: vía autor

Gallastegui, jefe de operaciones del C.E. de Euzkadi, consta de nueve normas que
detallan minuciosamente como se debía realizar la operación, que tropas iban a ser las
encargadas de llevarla a cabo, los objetivos principales y los sucesivos de la misma, y el
apoyo artillero previsto, así como las observaciones, los destinatarios de la Orden y un
anejo para la Segunda Columna:
<<Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi
Mañana, día 12, procederá el Cuerpo de Ejército a una operación de
rectificación que comprenderá como objetivos principales: Sabigain, Macizo de Altún
y Peñas de Arralde.
Detenido el ataque faccioso en nuestras actuales posiciones, y siendo
necesario como operación inicial para recuperar el terreno perdido rectificar la línea,
este Cuerpo de Ejército atacará mañana, día 12, las posiciones enemigas de
Sebigain, Macizo de Altún y Peñas de Arralde, con arreglo a las normas siguientes:
Primera .– Se constituyen tres agrupaciones de combate integradas de la forma
siguiente:
1ª Columna: formada con fuerzas del Gorbea8.
2ª Columna: constituida por la 2ª Brigada de Asturias.
3ª Columna: id. id. id. por la 1ª Brigada de Asturias9.
Apoyadas por –2 piezas de artillería de 12,7.
–4 piezas de artillería de 15,5.
–5 piezas de artillería de 10,5.
–8 piezas de artillería de 7,5.
78 Saibigain, el monte de la sangre

Y completada por una Compañía de Zapadores y una Sección de


Transmisiones cada una.
Segunda .– Los objetivos principales para cada una de las citadas Columnas
serán:
Para la 1ª Columna, las Peñas de Arralde.
Para la 2ª Columna, Sabigain.
Para la 3ª Columna, el Macizo de Altún.
Siendo estos objetivos de carácter inmediato y únicos para el primer día, salvo
ocasión que se presente y pueda ser aprovechada por la iniciativa de los Jefes de
Columna.
Tercera .– La operación se llevará a cabo simultáneamente por las tres
Columnas, que se pondrán de acuerdo, siendo directora la 2ª Columna, que dará
noticias del momento oportuno a este Cuartel General.
Cuarta .– Una hora antes del ataque y por orden de este Cuartel General, la
aviación de bombardeo procurará hacer acto de presencia, que tendrá por objetivos
Ochandiano, Ubidea y las carreteras de la retaguardia enemiga.
Quinta .– Media hora antes del ataque romperán el fuego la artillería y los
morteros, concentrando sus fuegos sobre los objetivos, principalmente sobre
Sabigain y Altún, mientras nuestra infantería se aproxima a las posiciones a
atacar. Bases eventuales de ametralladoras batirán en la 2ª Columna el collado de
Urkiola. En ese momento cada Jefe de Columna transmitirá a su artillería de apoyo
la señal convenida de variar sus fuegos y lanzará sus tropas al asalto.
Para ese momento la artillería tendrá previstos los transportes de fuego de
modo que las posiciones atacadas queden aisladas de Ochandiano, Urkiola y
Ubidea, aumentando si cabe el ritmo de su fuego. Las ametralladoras de Mañaria
obran parecidamente sobre el puerto.
Sexta .– Conseguidos los objetivos, las Compañías de Zapadores afectas a
cada Columna procederán a fortificar activamente las posiciones mientras la
Infantería establece a distancia una cortina protectora de dichos trabajos.
Séptima .– Inmediatamente se municionarán y avituallarán las posiciones y se
replegará el servicio avanzado, salvo circunstancias inesperadas que deberán ser
explotadas a fondo por los Jefes de Columna.
Octava .– El horario establecido se desarrollará de modo que el ataque
definitivo se lleve a cabo con la última luz del día, para aplazar el contraataque y
facilitar nuestra fortificación. Se fija las 19:00 (hora de verano).
Novena .– Queda rigurosamente prohibida toda dilación en el asalto decisivo.
La artillería se distribuirá en los lugares que sigue, con las misiones que se
citan:
A: 2 piezas de 127
2 piezas de 155
2 piezas de 105
en la carretera de Dima o en Oba, con objetivo Altún.
B: 3 piezas de 105
8 piezas de 75
en las proximidades de Mañaria, con objetivo Sabigain.
Saibigain, el monte de la sangre 79

C: 4 piezas de 77
2 piezas de 155
en las proximidades de Mendiola, con objetivo
Sabigain y Urkiola.
Siendo los objetivos sucesivos, una vez
conseguidos las finalidades marcadas:
Para la agrupación A: la carretera de Ubidea
a Yurre y la de Ochandiano a Yurre, el terreno
entre ambas y el sur del Sabigain.
Para la agrupación B: hacia Urkiola y
carretera Durango-Ochandiano y posteriormente a
Urkiola-Mendi.
Para la agrupación C: la carretera de Urkiola
a Ochandiano. Gonzalo Laredo Puente, comandante del
batallón Guipúzcoa. Foto: vía autor
Observaciones:
Durante todo el curso de la operación estarán sobre las armas las guarniciones
de las actuales posiciones.
Las tropas irán previstas de 300 cartuchos por individuo y de una comida en
frío, y serán suministradas de otra durante la noche.
Señal para el transporte de fuego de artillería: un cohete.
Señal para pedir nuevo apoyo de artillería: dos cohetes.
Serán Parques de Municionamiento e Intendencia de las Columnas los
establecidos en las zonas de maniobra.
Sanidad Militar tendrá mañana a mediodía dispuestas cuantas medidas sean
precisas para su servicio durante el combate.
Cuartel General, a 11 de abril de 1.937. El Jefe de Operaciones del Cuerpo de
Ejército de Euzkadi.
Para cumplimiento:
Destinatarios, Jefes de los Frentes de Guipúzcoa, Alava y Burgos, jefes de
columna de Urquiola, Dima y Barazar, jefe de Gorbea, 1ª y 2ª Brigadas
Expedicionarias de Asturias, Artillería, Aviación, Transmisiones y Zapadores,
Sanidad, Parques e Intendencia.
Para conocimiento: Excmo. Sr. Consejero Defensa, Excmo. Sr. General Jefe y
Archivo.
Anejo a la Orden General del día 11 de Abril
Orden particular para la Segunda Columna:
Conviene que fuerzas de esa Columna preludien el ataque con un
reconocimiento ofensivo de flanco hacia Chupitatarra, donde el enemigo parece
tener un puesto de vigilancia o una posición avanzada.
En las proximidades de Mendiola habrá 4 piezas de 77 en vez de 75, y en
Mañaria 8 piezas de 75 en lugar de 4.
Cuartel General, a 11 de abril de 1.937. El Jefe de Operaciones del Cuerpo de
Ejército de Euzkadi>>10.
80 Saibigain, el monte de la sangre

Como puede verse en la Orden General, iba a ser de nuevo la 2ª Brigada


Expedicionaria de Asturias la encargada de atacar el monte Saibigain; para ello, además
de la artillería, de los zapadores y de la sección de transmisiones, iba a contar con el
apoyo de una compañía del Batallón de Morteros de Euzkadi nº 72, la cual se encontraba
en Mañaria para contribuir con sus tres secciones de morteros distribuidas de la forma
siguiente:
<<Orden para el Capitán de Morteros:
Se ordena al capitán de Morteros de Euzkadi que para las 08:00 horas del día
12 tenga dispuestos una Sección de cinco morteros con su personal y munición
correspondiente para seguir a la Brigada de Asturias, poniéndose a disposición de
dicha Brigada.
Otra Sección ocupará las posiciones que actualmente tiene el bon. Gordexola,
colocándose estratégicamente para batir las posiciones que han de ser ocupadas
por nuestras fuerzas atacantes.
Las órdenes de tiro las recibirá telefónicamente por el jefe de este sector o por
delegación del jefe de aquella posición.
La 3ª sección con los cinco morteros restantes quedarán en esta en espera de
las órdenes que recibirá oportunamente.
Mañaria, 11 de Abril de 1.937. El Jefe del Sector>>11.
De este modo, el batallón Gordexola se reforzó con una sección de cinco morteros,
que unido a las dos ametralladoras del batallón UGT nº 3 y a sus 450 fusiles, le otorgaban
cierta capacidad para apoyar el ataque asturiano desde las posiciones que ocupaba. Se
desconoce la ubicación exacta de la 3ª Sección de morteros.
Quedan por comentar algunas normas de la Orden General:
• En la segunda norma se dice que los objetivos eran <<de carácter inmediato y
únicos para el primer día, salvo ocasión que se presente>>, lo que viene a
significar que los ataques debían producir sorpresa en el enemigo para evitar que este
se reagrupara y pudiera contraatacar, lo que contribuiría a que la operación se diluyera
dando lugar a un combate de desgaste en el que el C.E. de Euzkadi no podría entrar
por falta de reservas. Se trataba de asegurar el éxito de la operación al primer intento.
• De la tercera norma hay que resaltar el hecho de que la 2ª Columna iba a ser la
directora de toda la operación, lo que demuestra la importancia que el mando
republicano daba a la conquista del Saibigain y el puerto de Urquiola, que recibiría el
fuego directo de la artillería, de los morteros, de las ametralladoras de los batallones
asturianos en su ataque y de los batallones que se mantenían en las distintas
posiciones, tal y como viene escrito en la quinta norma.
• En cuanto a la presencia de la <<aviación de bombardeo>> una hora antes del
ataque que especifica la cuarta norma, indicar que la República no contaba con más
bombarderos en el Norte que dos o tres Breguet XIX, aunque también se podía armar
a los cazas con unas pocas bombas de pequeño tamaño. A pesar de las dificultades
que entrañaba el envío de aviones, el gobierno de Valencia intentó hacer llegar el día
10 de abril a Vizcaya una patrulla de bombarderos ligeros Koolhoven Fk-51 pero solo
pudo llegar uno12. El apoyo que una fuerza de estas características podía dar era, en
palabras del propio general Llano de la Encomienda, el <<bombardeo furtivo, nunca
en la forma en que lo realiza la aviación contraria y hora mejor de actuación, por
la tarde para reducir el tiempo de exposición al bombardeo contrario sobre
aeródromo>>13. Sin duda, los jóvenes y decididos pilotos gubernamentales,
acostumbrados ya a las duras condiciones del Norte, harían volar sus aeronaves a
poco que el tiempo se lo permitiese.
Saibigain, el monte de la sangre 81

• En la sexta norma se especifica que las compañías de zapadores que debían


acompañar a las columnas serían las encargadas de fortificar las posiciones para
hacer posible su defensa cuando llegara el momento del contraataque de las Brigadas
de Navarra. Como se ha venido comentando hasta ahora, la falta de fortificaciones con
refugios (abrigos) seguros para la infantería dejaban a esta a merced de la artillería y la
aviación. Por ello, la presencia de las compañías de zapadores era del todo necesaria,
aunque poco podían hacer con tan escaso margen de tiempo: tender una línea de
alambrada, profundizar un poco alguna de las trincheras existentes y protegerla con
sacos terreros. Eso si se lo permitía el fuego del enemigo.
• La hora del inicio del ataque sería <<con la última luz del día, para aplazar el
contraataque y facilitar nuestra fortificación>>; con ello además se evitaría la
presencia de los aviones enemigos cuando, ya de noche, la posición fuera de nuevo
republicana.

Parapeto de las Brigadas de Navarra en el puerto de Urquiola. Al fondo el monte Untzillatx.


Foto: Biblioteca Nacional
Saibigain, el monte de la sangre 83

12 DE ABRIL. TERCER ATAQUE ASTURIANO AL SAIBIGAIN

Si bien, en la mañana de este día y por causa del mal tiempo reinante, la jefatura de
las Brigadas de Navarra suspendió la operación prevista en el collado de Ambotaste
(Udala) a cargo de la recién constituida 1ª Brigada, entre los planes del E. M. del Ejército
del Norte republicano no figuraba la suspensión de la tan esperada contraofensiva del
C.E. de Euzkadi en el frente de Alava. Para ello, puso a su disposición las dos Brigadas
asturianas, una compañía de carros de combate, la Aviación y ocho baterías de cañones
de 75 mm1.
Esta operación, que tenía como objetivos Arralde, Saibigain y Altún, debía llevarse a
cabo por tres columnas: 1ª, 2ª y 3ª. La 2ª Columna estaba formada por la 2ª Brigada
Expedicionaria de Asturias, lo que suponía el tercer ataque al Saibigain de las fuerzas de
Mateo Antoñanzas. Lógicamente, primero fue necesario reunir a toda la brigada y dotarla
de munición y suministros.
El batallón Asturias nº 43 del comandante Críspulo Gutiérrez se encontraba en
Mañaria y se le suministró, además de 2.144 raciones de rancho, la siguiente munición:
• Las compañías 1ª, 2ª y 4ª del batallón recibieron como dotación 32 cajas de munición,
con un total de 51.600 cartuchos de 8 mm. para sus fusiles Berthier.
• La 3ª Compañía recibió siete cajas de munición de fusil de 7 mm. para completar la
dotación de 300 cartuchos por individuo y 213 bombas de piña.
• La compañía de ametralladoras, que no recibió munición, completaba el batallón.
El batallón Asturias nº 8 del comandante José Montero Riego, que también estaba
en Mañaria, recibió como dotación de munición 300 cartuchos de 8 mm por individuo para
sus fusiles Berthier, 1.152 bombas de piña y 1.932 raciones de rancho.
En sus posiciones del día anterior en Artzate, donde recibió 2.700 raciones de
rancho, se encontraba el batallón Asturias nº 25 del comandante José López Taboada;
formaban esta unidad cuatro compañías armadas con fusiles Berthier y una compañía de
ametralladoras2.
También le suministraron a la brigada asturiana cohetes para señales, tal y como
consta en las observaciones de la Orden General del C.E. de Euzkadi:
<<Con el enlace Artiel Ania Fernández, le remito DIEZ cohetes para señales
luminosas, según órdenes emanadas de Estado Mayor. El uso de los mismos ha de
ser por Ud. ordenado, dando las órdenes a tal efecto por escrito.
Mañaria, 12 de Abril 1.937. El Jefe del Sector. P.O. El Segundo Jefe.
De los cohetes se ha hecho cargo el Capitán Ayudante de la 2ª Brigada>>3.
84 Saibigain, el monte de la sangre

Cañón antitanque de las Brigadas de Navarra -probablemente un Schneider de 70 mm.- situado en el puerto de Urquiola. Al
fondo se recorta la imponente silueta del monte Untzillatx.
Foto: MARTINEZ BANDE, J.M. Vizcaya. Monografías de la Guerra de España. Madrid, San Martín, 1971

Además, para realizar los trabajos de fortificación del Saibigain una vez fuera
conseguido el objetivo, le fueron asignadas dos compañías y una sección del Batallón de
Zapadores nº 2 del comandante Felipe Sarasketa, las cuales ya se encontraban
concentradas en Mañaria:
<<Orden para el Comandante de Zapadores:
Se ordena al comandante de zapadores que dos compañías y una sección de
su mando se desplacen a la posición de Artzate poniéndose a disposición del jefe
de la Brigada Asturiana de quién recibirán las órdenes para poder realizar los
trabajos de fortificación del Subirán.
Bajo ningún pretexto ni excusa dejarán de presentarse en el punto designado y
en donde deberán estar a las cuatro de la tarde.
El 2º Jefe del Sector, Gonzalo Laredo>>4.
Esta fuerza del Batallón de Zapadores nº 2 recibió 810 raciones de rancho5, sin que
se haya podido averiguar que compañías de trabajadores de las ocho que llegó a tener el
<<Sarasketa>> fueron asignadas a la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias. Como
puede verse en esta orden, Gonzalo Laredo, comandante del Guipúzcoa, seguía actuando
como segundo jefe del sector; resulta curioso que Laredo, cuyo batallón llevaba varios
días en las inmediaciones del Untzillatx, utilizara la forma <<Subirán>> para referirse al
Saibigain, aunque bien puede tratarse de un error de transcripción. Del Guipúzcoa se
conserva el parte de novedades de esta jornada:
<<Novedades del día:
Saibigain, el monte de la sangre 85

Las Brigadas de Navarra en el puerto de Urquiola. Grupo de requetés tras un parapeto de troncos que corta la carretera. Al
fondo se aprecia el cañón antitanque de la fotografía anterior. Foto: Biblioteca Nacional

Hombres disponibles en el día de ayer: 403


Hombres altas: 5
Total: 408
Armamento: 314 fusiles, 74 pistolas, 7 fusiles ametralladoras y 4
ametralladoras.
La fuerza se halla cubriendo las posiciones de este sector de Urquiola.
El comandante: Gonzalo Laredo>>6.
El Itxarkundia y el Gordexola seguían ocupando las mismas posiciones que en
jornadas precedentes. Del primero de ellos se tiene constancia del suministro de 85
raciones de rancho para su 2ª Compañía7; del Gordexola existe el parte de novedades de
la jornada, aprovechado por el comandante Urcullu para volver a pedir a Ibarrola las
ametralladoras que tanta falta le hacían:
<<Parte diario al Sr. Jefe del Sector de Araba-Bizkaya:
En las posiciones ocupadas por las fuerzas del bon. de mi mando no ha
ocurrido novedad destacable en el día de hoy. La moral de mis hombres es
excelente habiendo tenido en el día de hoy ocho bajas, quedando el bon. con 487
hombres útiles.
El armamento de que dispone el bon. es el siguiente: 450 fusiles de tres tiros,
marca LEVEL de 8 m/m.
Estimo de necesidad de que se provea al bon. de mi mando de máquinas de
repetición ya que como se aprecia por la relación de armamento, carecemos de
ellas.
Queda a sus órdenes. El Comandante Luis Urcullu>>8.
Saibigain, el monte de la sangre 87

Para dirigir personalmente las tres baterías (dos de 75 y una de 105 mm.) que el C.E.
de Euzkadi tenía emplazadas en Mañaria, el mando envió al recién nombrado
comandante principal de artillería del Ejército vasco, Casiano Guerricaechevarría; un
militar profesional de artillería que fue responsable de la eficaz preparación que allanó el
camino para que los asturianos conquistaran el Saibigain9.

Los asturianos conquistan el Saibigain


En el diario de operaciones de la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias, su comisario
político, Marcelino Fernández Villanueva, relata el ataque en el que los asturianos
recuperaron para el C.E. de Euzkadi el monte Saibigain. Lo más lógico era iniciarlo desde
las peñas de Artzate, ocupadas por el Asturias nº 25, y hacia allí se dirigieron el nº 8 y el
nº 43:
<<Por orden de Estado Mayor se trasladan los Batallones 8 y 43 desde
Mañaria a la posición de las Peñas de Arrate, que está ocupada por el Bon. 25;
permanecen allí hasta las 17:45, en que reciben orden de atacar la posición de
Sebigán. Salen con dirección a dicha posición los Batallones 8 y 43 y dos
compañías del 25; el resto de este Bon. queda ocupando la posición primeramente
dicha.
El Bon. 43 apoya al 8 y a las dos compañías del 25, que son los que atacan a
las 21 horas aproximadamente, manteniendo tiroteo constante durante hora y
media con el enemigo, al cabo de la cual, y después de haber sido batida
constantemente por nuestra artillería, cae en nuestro poder la posición; la operación
ha sido llevada a feliz término por nuestras fuerzas, tanto por la táctica desplegada
como por la briosa acometividad y empuje demostrado por nuestros soldados>>10.
En los momentos previos al combate del Saibigain, tal y como estaba previsto en la
Orden General, los asturianos llegaron al cuerpo a cuerpo con las avanzadillas del 3º de
Bailén en Chupilitarra, ocupando aquella posición11.
Este ataque de las tropas gubernamentales puso en peligro el proyectado ataque de
flanco tras las posiciones vascas de Udala12 que había sido suspendido por el mal tiempo
y, por ello, la reacción del mando de las tropas del subsector Barazar-Urquiola no se hizo
esperar: el coronel Latorre ordenó a la 1ª Brigada de Navarra, acantonada en Olaeta, que
restableciese la situación. De este modo, el tercio de Navarra fue enviado en camiones al
puerto de Urquiola <<para ocuparlo si allí hubiera llegado el enemigo o, en caso
contrario, reforzar a su guarnición>>13. Una compañía, que fue enviada por delante con
la misión de reconocer el Santuario, verificó <<que no ha sido atacado, quedando, por
consiguiente, el tercio en él, y una sección de la primera compañía marcha a
reforzar una posición situada en un monte al oeste del Santuario>>. Todo ello bajo
<<un verdadero diluvio que dura hasta la una de la madrugada>>14. Entre Urquiola
y el Saibigain, la cota 800 (Saibichiqui) quedó en tierra de nadie pues, al producirse la
retirada de la fuerza que la defendía, no fue ocupado por los asturianos –al menos, no de
modo permanente– y así continuó durante toda la noche. Mientras tanto, el tercio de
Montejurra salió a reforzar Basaguren y la 3ª Bandera de Falange, Urieta. Con estos
movimientos, se pretendía establecer una línea de contención que evitara la progresión
del ataque republicano y que, a su vez, sirviera de base de partida para realizar el
contraataque que pusiera de nuevo al Saibigain en poder de las Brigadas de Navarra. A
restablecer la situación, que era terriblemente confusa, contribuyó en gran manera el 5º
Batallón de La Victoria:
<<En virtud de orden verbal del Jefe del Sector Coronel Latorre salieron de
Ubidea la 3ª compañía, 2 secciones de la 1ª, una de ametralladoras y la Plana
Mayor al mando del Jefe que suscribe en dirección a Urquiola con la misión de
88 Saibigain, el monte de la sangre

cooperar a la toma del Sevigán. Este Jefe dejando las fuerzas en los caseríos de la
carretera de Urquiola se adelantó hasta este Santuario y conocida la situación y
moral de las fuerzas que perdieron Sevigán regresó para dar cuenta al mando,
recibiendo la orden de pernoctar en dichos caseríos y trasladarse de madrugada a
Basaguren y cooperar a la toma de Savigán en unión de las fuerzas del Tercio de
Requetés, tomando el mando de todas las fuerzas el Teniente Coronel Tutor>>15.
Siguiendo con la interesante información del comandante del 5º Batallón de La
Victoria, Severino Pacheco Diego, en ella se destaca especialmente a dos oficiales: el
capitán Marcelino Velasco Grande que <<condujo su compañía con gran pericia y
supo impedir que su tropa en la noche del 12 al 13 se contagiara de la escasa
moral de algunos núcleos que huían en dirección a Ochandiano>> y el capitán
Evaristo Falcó Corbacho que <<impidió con su pericia y valor que decayera la moral
de su tropa ante la huída de algunos núcleos en dirección a Ochandiano>>. La
desbandada del batallón que defendía el Saibigain, el 3º de San Marcial, puso en
situación muy comprometida a las fuerzas que se encontraban en las inmediaciones de
Urquiola y, por primera vez desde que comenzara la ofensiva el 31 de marzo, la jefatura
de las Brigadas de Navarra reconoció que una fuerza propia había sufrido un importante
castigo:
<<El enemigo desencadena un fuerte ataque a las posiciones de Altun, siendo
rechazado y simultáneamente ataca la posición de Sebigan, con tres batallones,
aproximándose al amparo de la niebla a nuestras líneas, apoderándose de la
posición después de enconada lucha, en la que nuestras fuerzas tuvieron un
considerable número de bajas>>16.
A medianoche fueron conducidos a la jefatura del sector que mandaba Juan Ibarrola
los prisioneros capturados en el Saibigain por los milicianos del batallón Asturias nº 8:
<<A las 24 horas de hoy y conducidos por fuerzas de este Batallón, fueron
hechos prisioneros y entregados en estas oficinas tres soldados llamados Jesús
Mijalva, Gallo Mallagray y José Toriñón.
Dichos soldados manifiestan varias cosas que pueden ser útiles al mando,
tales como personal de que dispone el enemigo y armamentos, por lo que lo pongo
en su conocimiento para que por quién corresponda sean interrogados y dispongan
su traslado a donde crean por conveniente.
Según manifiestan nuestras fuerzas todavía queda algún prisionero más que
no ha podido bajar de las posiciones conquistadas.
Por fuerzas de este batallón fue hecho prisionero en la operación verificada hoy
el alférez del Regimiento San Marcial Francisco Murga, el cual me honra en poner a
su disposición para los efectos que en Justicia procedan.
Salud y República.
Mañaria, 12 de abril de 1937.
El Comandante. P.O. Paternino Cantero.
Al Jefe del Estado Mayor del Sector de Mañaria>>17.
Posteriormente, la jefatura del sector de Urquiola-Mañaria realizó un informe con las
declaraciones de los prisioneros de guerra; en estas se ofrecía una descripción de las
posiciones que las Brigadas de Navarra defendían en el sector, siendo especialmente
detallada la que hacía referencia al dispositivo de Urquiola. La presencia de hasta dos
antitanques en la carretera debía servir para conjurar el peligro que suponía la presencia
de blindados republicanos. El resto de las informaciones, dejando aparte el anuncio de la
inminente ofensiva sobre el frente de Guipúzcoa, no aportaba demasiadas novedades:
Saibigain, el monte de la sangre 89

Milicianos del batallón Perezagua en Asturias a la hora de la comida. El Perezagua, recién llegado de Asturias, fue enviado al
frente de Alava junto a otros batallones para detener la ofensiva de las Brigadas de Navarra. El día 13 de abril, según el
testimonio de Primi Abad, se encontraba de reserva en Mañaria. En ese momento tenía cerca del 50% de bajas.
Foto: AGM de Avila / C.145, Cp.3, D.2, F-18

<<Manifestaciones declaradas por los prisioneros en el día 12 de abril de


1937.
Declaran llamarse Francisco Murga18, Jesús Mijalva, Galo Mallagray y José
Toriñon. El primero es alferez de Infantería recién ascendido a este empleo. Todos
ellos prestaban sus servicios en el Bon. San Marcial.
Dicen que la posición conquistada por nosotros hoy, estaba guarnecida por una
compañía de fusileros y una sección de ametralladoras del Bon. San Marcial.
Mirando a Urquiola creen que habrá dos compañías y media más. Junto al
santuario existe emplazada una batería del 7,5. En la misma carretera, junto al
hotel Buenos Aires, tienen emplazado un antitanque, y en citado hotel tienen en las
ventanas dos ametralladoras emplazadas hacia Mañaria. Durante la noche retiran
un antitanque que está emplazado durante el día en el mismo santuario. El
Urquiola-mendi está guarnecido por el Tercer Batallón de San Marcial y dos
compañías más del Regimiento Nº 24 de Logroño19.
Según sus informes hoy o mañana atacarán nuestro frente por el sector de
Mondragon, por lo que en Vergara y Anguiozar tienen concentrados fuertes núcleos
de soldados, incluso una Bandera del Tercio y un Tabor mixto de Regulares.
Se dice entre ellos que la aviación la tienen repartida: los de bombardeo en
Burgos y los cazas en Vitoria.
También parece ser que los servidores de las piezas de artillería son al igual
que ellas, de nacionalidad italiana.
90 Saibigain, el monte de la sangre

Cuando atacaron Albertia lo hicieron con 24 baterías con un total de 1750


disparos por hora. Dicen tener 8 piezas del 26 movidas por rieles. También
aseguran que según sus informes en este frente del norte tienen 250 aparatos de
aviación.
Mañaria, 12 de abril de 1937.
Jefatura del Sector de Urquiola>>20.
En cuanto al desarrollo de la operación en los otros sectores del frente de Alava,
señalar que en lo que concierne al ataque de la 1ª Brigada de Asturias sobre Altún, el
batallón Asturias nº 28 avanzó a las 18:00 hasta un pinar situado a 400 m. del enemigo
entre Altún y Barazar. El Asturias nº 23 atacó y conquistó Altugana pero tuvo que
replegarse ante un contraataque del enemigo, contabilizando quince bajas. Finalmente, la
2ª Compañía del nº 28 se retiró a las 08:00 del día siguiente21. No hay constancia de que
se efectuara ningún ataque sobre las posiciones de Arralde, a excepción del realizado por
el batallón Asturias nº 34 en la madrugada del 11 de abril. ¿Qué pasó con las fuerzas del
Gorbea?

A pesar de la nula calidad de esta


imagen, su interés está justificado
por ser la única que se ha
encontrado de Mateo Antoñanzas.
Fue publicada en el periódico “La
Unión” en junio de 1937 con el
siguiente pie de foto: “Un grupo
de luchadores del Ejército
Popular, en el que aparecen el jefe
de la primera Brigada Asturiana,
Mateo Antoñanzas y el teniente
ayudante, Ignacio Marín Muñoz”.
Foto: Hemeroteca de la Diputación
Foral de Bizkaia
Saibigain, el monte de la sangre 91

Grupo de milicianos del batallón Asturias nº 28, antiguo Mateotti, el día 10 de marzo de 1937, poco antes de partir hacia Vizcaya.
Foto: Autor: C. Suárez. AYUNTAMIENTO DE GIJÓN. ARCHIVO MUNICIPAL.- Archivo de Imágenes - Colección C. Suárez - nº 7011

Grupo de milicianos del batallón Asturias nº 28 el día 10 de marzo de 1937.


Foto: autor: C. Suárez. AYUNTAMIENTO DE GIJÓN. ARCHIVO MUNICIPAL.- Archivo de Imágenes - Colección C. Suárez - nº7012
Saibigain, el monte de la sangre 93

13 DE ABRIL. CONTRAATAQUE DE LA 1ª BRIGADA DE


NAVARRA Y NUEVA PÉRDIDA DEL SAIBIGAIN

En medio de un fuerte temporal, la jornada del 12 de abril terminó con los asturianos
en los montes Saibigain y Chupilitarra, y con las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra en
estado de máxima alerta ante el abandono de posiciones del 3º de San Marcial. Después
de una difícil subida combatiendo, hundidos en el barro y empapados, los milicianos del
batallón Asturias nº 8 y de las dos compañías del nº 25 se prepararon para defender las
cotas conquistadas. Aunque son pocas las referencias que se han encontrado sobre lo
sucedido durante la noche, es razonable especular con la posibilidad de que, cumpliendo
con las órdenes recibidas, las compañías que guarnecían el Saibigain se adelantaran para
crear una cortina que protegiera el trabajo de los zapadores, sosteniendo el fuego con las
fuerzas que el enemigo tenía en el Basaguren. Esto supondría un aumento del consumo
de municiones que pudo estar en el origen de la petición que Mateo Antoñanzas cursó a la
jefatura del sector. Debido a ello, a las 01:15 Félix Elías, capitán ayudante de Juan
Ibarrola, dispuso la salida de un <<convoy compuesto de mulos y catorce acemileros al
frente de un sargento y un cabo para transportar a la posición conquistada
cuarenta cajas de bombas de piña, cuatro cajas de munición de fusil mauser
español pedidas por el jefe de la Brigada de Asturias y cuatro cajas de munición
Level para el Bon. nº 25>>1. De la lectura de este documento, sorprende la petición de
cuatro cajas de munición de 7 mm. para <<fusil mauser español>>, ya que ni en el
Asturias nº 25 ni en el nº 8 se disponía de estas armas sino de fusiles Berthier. Esto solo
puede significar que bastantes milicianos asturianos cambiaron sus fusiles franceses por
otros cogidos al 3º Batallón de San Marcial2.
El envío llegó al Saibigain a las 06:00; para esa hora ya se encontraba la 3ª
Compañía del Tercio de Navarra en el Saibichiqui3. Al amanecer la fuerza del 5º Batallón
de la Victoria, que fue enviada la víspera para calibrar la gravedad de la situación y
realizar la primera defensa, se dirigió al Basaguren, donde se concentraba la 1ª Brigada
de Navarra, salida de Ochandiano <<con el fin de recuperar la cota 932 de Sebigan,
comenzando a las 7 horas la preparación artillera que con gran precisión y eficacia
bate durante una hora las fortificaciones enemigas. Terminada la preparación se
ordena el asalto a Sebigan que se efectúa de frente, tomando como base de partida
Basaguren, por los Tercios de San Ignacio Loyola y Montejurra y por el flanco
derecho, como base de partida en la cota 800, el Bon. de Montaña Sicilia4 que en
brioso asalto pone en fuga al enemigo persiguiéndolo y causándole numerosas
bajas entre ellas unos 60 muertos con armamento. En la cota 932 fueron recogidos
más de 200 cadáveres enemigos con armamento. A las 9 horas es recuperada la
posición de Sebigan y restablecida la situación en todo el frente>>5.
Terminada la operación, la 1ª Brigada regresó a Olaeta; después el jefe de las
Brigadas de Navarra cursó un telegrama al general Mola para poner en su conocimiento
los hechos:
94 Saibigain, el monte de la sangre

Cañón antiaéreo alemán de 88 mm. haciendo fuego sobre objetivos terrestres en algún lugar de Santander. Estas modernas
piezas apoyaron a la 1ª Brigada de Navarra en el contraataque del día 13 de abril, causando gran cantidad de bajas a la brigada
de Antoñanzas y dejando expédito el camino para la infantería. Foto: Artemio Mortera Pérez

<<En las primeras horas de la mañana de hoy parte de las fuerzas de la 1ª


Brigada al mando Coronel García Valiño, han asaltado aquella posición (Saibigain)
previa preparación artillera, ocupándola de nuevo y persiguiendo al enemigo al que
se le han cogido cien muertos y más de doscientos fusiles abandonados en su
huida, capturándose 12 prisioneros. Nuestras bajas han sido 8 muertos y 35
heridos. Por los evadidos presentados en nuestras líneas, que hoy han sido seis, se
ha comprobado una vez más que estos ataques han sido realizados por batallones
asturianos de los que han traído ocho a este frente>>6.
Ocupando el Saibigain, sin haber tomado parte activa en su conquista, quedó la
fuerza del 5º Batallón de la Victoria al mando de su comandante, Severino Pacheco
Diego, quien relata lo sucedido durante aquellas horas:
<<La citada posición fue reconquistada a las 10 horas de la mañana y en ella
permanecieron las fuerzas de este batallón hasta las 16 horas que fueron
relevadas por el Batallón de Flandes.
Bajas de Jefes, Oficiales, Suboficiales y Contratados: ninguna.
Bajas de tropa: tres muertos y un herido>>7.
¿Y qué fue de los milicianos asturianos? Refugiados en improvisadas trincheras sin
abrigos, donde hubieron de soportar una demoledora preparación artillera –en la que
fueron protagonistas los antiaéreos alemanes de 88mm.8– y el bombardeo de <<22
Junkers 52>>9, no pudieron resistir, tal y como se recoge en el diario de operaciones de
la brigada:
<<Por una acción conjunta de la artillería emplazada en Ochandiano, que
empieza de madrugada y dura tres horas, y con gran alarde de fuerzas y refuerzos
recibidos de Vitoria, el enemigo obliga a desalojar la posición del Sebigán, que tan
brillantemente se había tomado el día anterior; en la retirada el batallón nº 25
pierde 25 fusiles franceses>>10.
Saibigain, el monte de la sangre 95

Estado Mayor del Cuerpo de Ejército de Euzkadi el 19-4-1937 en Yurre. De izquierda a derecha, abajo: teniente de intendencia
Shanti Salazar, ayudante teniente Bartolomé. Primera fila: capitán de E. M. Sabino de Apraiz, jefe de operaciones comandante
Modesto Arambarri, jefe de E. M. teniente coronel Alberto Montaud, comandante de E. M. Ernesto de La Fuente, comandante jefe
de Sanidad del Ejército José Luis Arenillas. Segunda fila: comandante de Transmisiones Salvador Gómez Boullón, jefe de
Intendencia comandante Ramón Urrutia, jefe de Transportes comandante Rotaetxe. Al fondo, en la puerta, Servicios Varios
capitán Babé. Listado extraído de una carta enviada por Sabino de Apraiz a José Ramón Olazabal. Foto: José Ramón Olazabal

Pero, además de los fusiles, el batallón Asturias nº 25 tuvo que contabilizar entre su
tropa nueve muertos, ocho desaparecidos y 40 heridos. Un alto número de bajas, si se
tiene en cuenta que solo actuaron dos compañías. Durante el combate sus milicianos
consumieron nada menos que 120.000 cartuchos franceses de 8 mm. y 1.096 granadas
de mano. Por otra parte, le cogieron al enemigo 50 fusiles, 13.000 cartuchos para los
mismos y 70 granadas de mortero, además de hacerle 50 muertos11.
El batallón Asturias nº 8, que actuó al completo, también sufrió un duro castigo: 24
muertos, 10 desaparecidos y 33 heridos. El consumo de munición ascendió a 15.600
cartuchos de 8 mm., 3.000 cartuchos de ametralladora Lewis y 200 granadas de mano; en
la retirada perdió 25 fusiles Berthier y un fusil ametrallador, pero le cogió al enemigo dos
ametralladoras alemanas, un trípode para las mismas, tres cañones de repuesto, tres
cierres de repuesto, 42 fusiles polacos, una careta de gases, un mortero de 50 mm. con
ocho proyectiles y cuatro proyectiles de mortero de 81 mm.12
Respecto al batallón Asturias nº 43, al apoyar el ataque de los otros dos batallones,
no tuvo casi bajas, sólo cuatro heridos. Su consumo de munición se redujo a 1.000
cartuchos, cogiendo al enemigo un fusil13.
La precisión de estas cifras pone en evidencia, en primer lugar, por desmesuradas y
propagandísticas, el número de bajas hechas al enemigo que aparecen en los
documentos oficiales de las Brigadas de Navarra. Algo, por otra parte, común en los dos
ejércitos contendientes. En segundo lugar, llama la atención la exagerada desproporción
entre las municiones consumidas por las dos compañías del Asturias nº 25 y las que gastó
96 Saibigain, el monte de la sangre

el batallón nº 8 actuando al completo. Aunque ya se hizo referencia a esta circunstancia al


comienzo de este capítulo, las cifras globales de la operación –que incluyen el ataque del
día 12 y la posterior defensa del 13– sugieren un mayor protagonismo de los milicianos
del nº 25 en el conjunto de la misma.
Los batallones asturianos hicieron su retirada por el mismo trayecto que la víspera,
cuando ascendieron para atacar el Saibigain y el Chupilitarra, pero a la inversa. Así pues,
se dirigieron a sus posiciones de salida en las peñas de Atzarte para, desde allí, bordear
el Eskubaratz dejando a su izquierda el valle de Oba y, finalmente, bajar a Mañaria. Los
heridos fueron trasladados al hospital de sangre situado en la vecina localidad de Izurza,
cuyo responsable era el comandante médico Ricardo Valle14. Desde sus posiciones, los
gudaris del Gordexola fueron testigos de la penosa retirada de los milicianos asturianos y,
no pudiendo permanecer impasibles, pusieron todo su empeño en ayudarles. Es muy
significativo el parte de novedades que envió el comandante Luis Urcullu a la jefatura del
sector:
<<En las posiciones ocupadas por el batallón de mi mando no ha ocurrido
novedad alguna en el día de hoy, salvo las bajas ocasionadas por heridas y
enfermedad que en el día de ayer fueron 12, algunos de ellos con sarna. Quedan
por lo tanto en el batallón 475 hombres útiles.
Durante el día de ayer las fuerzas de este batallón a mis órdenes se ocuparon
con gran interés de la recogida en el monte Saibigain de los heridos y algún muerto
que el enemigo les había ocasionado a los batallones asturianos que operaron en
este sector. Al mismo tiempo se distribuyó entre algunos hombres de estos
batallones parte de la comida que estaba destinada para los hombres de mi
batallón.
El agradecimiento de las tropas asturianas fue inusitado haciendo elogios de
las tropas vascas en el nombre de este batallón de mi mando.
La moral de la tropa es excelente aunque se deja notar en ellos el agotamiento
físico producido por los numerosos días que permanecen sin descansar.
Queda a sus órdenes. El Comandante Luis Urcullu>>15.
Mientras esto sucedía, la situación era muy confusa en Mañaria; grupos de soldados
y vehículos abarrotaban la carretera en un inacabable ir y venir de unidades que,
necesariamente, tuvo que causar honda preocupación en el ánimo del comandante
Ibarrola, consciente del daño que podían hacer los proyectiles que la Artillería insurgente
estaba empezando a situar en la pequeña localidad vizcaína, o la Aviación, presente a
pesar del mal tiempo16. Además, en Mañaria se encontraban la artillería, los ingenieros, la
intendencia, la propia jefatura del sector y sus servicios... En esta clave debe interpretarse
la orden que Ibarrola cursó para cumplimiento del destacamento de la Guardia de Asalto
que se encontraba a sus órdenes:
<<Orden del Jefe de Sector al Cabo de las Fuerzas de Asalto destacadas en
esta plaza:
A partir del recibo de la presente orden, se servirá disponer que las fuerzas a
sus órdenes impidan la formación de grupos en las calles y no permitan tampoco el
estacionamiento de vehículos.
Igualmente montará el servicio de vigilancia necesario para impedir la salida
de esta plaza a persona alguna que no vaya provista de su correspondiente
salvoconducto.
Encarezco a Ud. el exacto cumplimiento de la presente orden.
Mañaria, 13 de Abril de 1.937. El Jefe de Sector, P.O. El Segundo Jefe.
Saibigain, el monte de la sangre 97

Compañía de protección y vigilancia del Cuerpo Disciplinario formada junto a sus oficiales en algún lugar de Asturias.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco

Recibido el original. El Cabo de Asalto>>17.


Entre los batallones que abandonaron Mañaria este día, se encontraban los tres de la
2ª Brigada Expedicionaria de Asturias, lo que resultaba lógico teniendo en cuenta el
desgaste sufrido desde el 7 de abril: 43 muertos, 19 desaparecidos y 134 heridos. Ello fue
posible en virtud de la orden nº 2016 del Jefe de Operaciones del C.E. de Euzkadi al
comandante Ibarrola:
<<Disponga que los tres Batallones de la Primera Brigada de Asturias se
trasladen por sus propios medios a Durango, en cuyo punto y a partir de las tres de
la tarde se encontrarán dispuestos los trenes correspondientes para llevar dos
batallones a Bilbao y uno a Llodio.
Dígoselo para su conocimiento y el del Jefe de la Brigada, quien deberá
presentarse en este Cuartel general para recibir instrucciones. Cuartel General, 13
abril de 1.937>>18.
En el campo contrario se produjo el relevo del 5º Batallón de la Victoria y del 3º del
San Marcial19 por el 1º Batallón de Montaña Flandes nº 5 en las posiciones que estos
ocupaban en Saibigain y Urquiola. Este batallón, veterano de los combates en Alava y
Guipúzcoa, se encontraba el día 11 de abril en la cota 781, en las inmediaciones del
Oqueta. Desde este monte pasó a Ubidea, siendo esta localidad vizcaína el lugar del que
partió <<en autobuses el día 13 en dirección al Santuario de Urquiola donde releva
al batallón de San Marcial de las posiciones que ocupa encargándose la 3ª y 4ª
compañías del Sector de Sabigain>>20. Muy desgastado por el terrible combate del
primer día de ofensiva en el Albertia, había tenido que ser reforzado por una compañía de
requetés y otra del San Quintín. Gracias al testimonio de un soldado de la 5ª Compañía y
a su diario21, se sabe que el batallón disponía de dos morteros Valero de 81 mm., cuyo
responsable era el alférez Agustín Varona Pereda, y que partieron de Ubidea a las 10 de
la mañana. Desde muy temprano la Artillería republicana bombardeaba intensamente la
zona, por lo que se sospechaba que pudiera producirse un nuevo ataque. Los dos
morteros, que habían sido emplazados en el mismo santuario nada más llegar, hicieron
98 Saibigain, el monte de la sangre

fuego sobre una batería enemiga de 75 mm. Del alud de metralla que hubieron de
soportar los soldados del 1º Batallón de Flandes en sus precarias posiciones da fe el
número total de bajas sufridas en este día: cuatro muertos y diecinueve heridos22.

Llegan los batallones Guillermo Torrijos, Arana Goiri y Disciplinario


Aunque la operación del día 12 de abril no tuvo el éxito esperado, el Cuartel General
del C.E. de Euzkadi no se desanimó: el Saibigain debía ser conquistado. Para ello, solo
necesitaba batallones de refresco que llevaran el peso del ataque principal, ya que toda la
infraestructura de apoyo continuaba intacta: la artillería, los morteros y los batallones en
posiciones estáticas.
La retirada del sector de los asturianos suponía la pérdida efectiva de una fuerza de
tres batallones, por lo que el Cuartel General dispuso lo siguiente:
• El batallón Asturias nº 25 fue relevado el día 13 de abril por la mañana en sus
posiciones de las peñas de Artzate (lugar del que partían los ataques al Saibigain) por
el batallón UGT nº 14 Guillermo Torrijos, bajo el mando del comandante Luis Iglesias23.
• Para realizar el cuarto ataque al Saibigain se recurrió a dos unidades de refresco: el
batallón Arana Goiri, que ocupaba posiciones en el sector de Lequeitio, y el Cuerpo
Disciplinario de Euzkadi, acuartelado en Portugalete.
Pablo Beldarrain hace referencia a esta circunstancia en su <<Historia crítica de la
guerra en Euskadi (1936-37)>>24:
<<Ahora le tocaba al bon. Arana Goiri, secundado por el Disciplinario. Al
primero, que venía de Lekeitio, donde había sido relevado por el Amaiur, lo
mandaba Felipe Bediaga25, y al segundo el también comandante de milicias Amós
Ruiz26. En la reserva de Mañaria se hallaba el bon. Perezagua>>.
Desconociendo su misión, se trasladaron desde el sector de Lequeitio los gudaris del
batallón Arana Goiri. En sus memorias, Primi Abad, capitán de la compañía Gorbeia,
escribe que <<el 13 de Abril y al filo de las ocho de la mañana, recibimos la orden
de relevo a fin de atacar en un lugar no señalado. Este ataque lo iba a efectuar el
batallón completo. Todos los gudaris del batallón estaban pendientes de la marcha
de las operaciones en otros frentes durante los 14 días que hacía que el enemigo
había desencadenado la ofensiva con vistas a la toma de Bilbao. Sabíamos a las
duras pruebas que habían sido sometidos los batallones que habían participado en
el sostenimiento de esta ofensiva y nuestros ánimos eran solidarios de todo el
Ejercito Vasco. Por esto, en vez de preocuparnos nuestra entrada en fuego, nuestros
deseos eran de ser útiles a la defensa de nuestras líneas y el relevo fue recibido
con júbilo>>27.
Fede Ituarte, teniente ayudante del comandante Bediaga, dice que <<el batallón
mantenía posiciones situadas entre el alto de Milloi y las posiciones enemigas al
otro lado de Berriatua, y que desde Lequeitio se trasladó en camiones y en
autobuses por Guernica y Amorebieta para finalizar en Mañaria>>28.
El comandante del Cuerpo Disciplinario, Amós Ruiz, recibió en su acuartelamiento de
Portugalete una llamada telefónica del jefe de operaciones del C.E. de Euzkadi, Modesto
Arambarri; en ella se le ordenaba trasladarse inmediatamente a Mañaria con toda la
fuerza disponible:
<<Sebigain, Chapitarra, Oquina. Muchas veces he oído hablar de estas
posiciones clave en el Cinturón Defensivo de Bilbao. También he leído algo en los
aniversarios, pero casi todo irreal. Muchos me han insistido para que escribiera lo
que pasó allí. Por varias razones no lo hice. Es muy doloroso y crispante hacerlo.
Saibigain, el monte de la sangre 99

El comandante del batallón Arana Goiri, Felipe Bediaga, y su oficial ayudante, Federico Ituarte, fotografiados en la localidad de
Lequeitio pocos días antes de partir hacia el sector de Urquiola-Mañaria. Foto: vía autor

Alguien muy importante escribió algo indiscretamente de un relato que yo hice.


Hoy, por la fecha, por deber y por justicia al héroe del 14 de Abril de 1.937, lo hago.
–… sí, sí, ahora mismo salgo hacia allá, con toda la fuerza disponible>>29.
El Cuartel General envió camiones a Portugalete para el traslado de la unidad a
Mañaria; de camino, Amós Ruiz se desvió hacia Yurre para entrevistarse con el
comandante Arambarri y recibir las órdenes oportunas:
<<De paso para la legendaria villa de los aquelarres (Mañaria), entré en el
Puesto de Mando del Estado Mayor30 a recibir órdenes. El célebre militar Arambarri
(el único que, según él, podía blasfemar delante del Presidente de Euzkadi) me dijo
atropelladamente:
–Ruiz Girón, tienes que sacrificar en la operación quinientos disciplinarios; el
jefe de sector de Amboto31 te dará órdenes más concretas. Hemos depositado en ti
toda la confianza para salvar esta grave situación.
–¡Si hay que sacrificarnos todos por patriotismo, lo haremos sin titubeos, pero
es sabido hasta por el cabo más bisoño que el ahorro de vidas es lo más importante
en cualquier movimiento militar!
Nos miramos fija y mutuamente y me ordenó: ¡Vaya al sector rápidamente y
vea al jefe, no se puede perder ni un segundo! >>.
En uno de aquellos camiones que iban hacia Mañaria, viajaba el corneta de la unidad
100 Saibigain, el monte de la sangre

y enlace de una de las compañías de


zapadores: un donostiarra de 15 años llamado
Rafael Domeq:
<<El Cuerpo Disciplinario volvió a
Portugalete después de los combates de
Barazar. Allí se reorganiza debido a las
bajas. Una vez reorganizado y a la espera
de saber lo que pasaba, llegó el día en que
nos llevaron al Sabigain. Era la segunda
actuación que yo tendría en el frente.
Salimos al atardecer de Portugalete y
llegamos a Mañaria de noche. En el pueblo
no teníamos todavía sitios para pasar la
noche y me acuerdo que me metí con unos
cuantos más de mi sección en un portal y
bajó uno de la Ertzaña diciéndonos:
“El comandante os pide que no habléis
fuerte, que no puede dormir”. Le contesté
que yo tampoco estaba durmiendo. A
El comandante Amós Ruiz Girón, jefe del Cuerpo medianoche nos llevaron a la iglesia y allí
Disciplinario de Euzkadi. Foto: Ana María Ruiz
estuvimos hasta las cinco de la mañana>>32.
La llegada del batallón Arana Goiri a Mañaria se produjo al atardecer; siguiendo con
el relato de Primi Abad, <<llegamos al pueblo de Mañaria, donde, entre nubes,
evolucionaban algunos aviones enemigos33. Con gritos entre los que iba mezclada
alguna blasfemia, nos recibió el capitán ayudante del Jefe de aquel Sector,
Teniente Coronel Ibarrola34. Este capitán ayudante, apodado Sandino, que más
parecía de la cuadrilla de Pancho Villa, tal vez hubiera sido un mediano actor de
teatro en un pueblo apartado de la Mancha. Nuestro comandante Bediaga le llamó
la atención por las blasfemias; blasfemias proferidas más por cobardía y por el
miedo que le producían el ronroneo de los aviones y con las que nos quería
intimidar para que rápidamente desalojásemos los autobuses a fin de no darle
ninguna referencia al enemigo>>.
Para entender mejor todo el desarrollo de la operación prevista para la jornada
siguiente, es conveniente detenerse por un momento en el análisis de las distintas
reuniones que tuvieron lugar entre los mandos de los dos batallones y la jefatura del
sector. Cuando llegó la oficialidad del Arana Goiri ante Ibarrola, este ya se encontraba
reunido con Amós Ruiz y le había puesto al tanto de la misión a realizar. En eso coinciden
los testimonios de Primi Abad, Fede Ituarte y del propio Ruiz Girón; además, los dos
primeros afirman que el comandante del Disciplinario se marchó después y, por ello, no
sabía nada de las discusiones habidas en la reunión, lo que reconoce el mismo Amós
Ruiz.

1ª reunión con el jefe del sector. Día 13 por la tarde


Del relato de Primi Abad, <<una vez de acomodar como se podía a los gudaris,
los capitanes con el comandante Bediaga fuimos a saludar al Jefe del Sector y
ponernos a su disposición. Este nos dio cuenta de la operación que proyectaba para
el día siguiente y de como debía desarrollarse. Hablaba en tonos bastante fuertes,
cosa que causó bastante extrañeza entre nosotros. Alguien me dijo luego que en
alguna otra ocasión (Ibarrola) ya había tenido algún pequeño altercado con
Bediaga35. Se encontraban presentes en aquella reunión, además de los oficiales
Saibigain, el monte de la sangre 101

del Arana-Goiri36, el capitán ayudante de


Ibarrola, Sandino, del que ya he comentado
anteriormente, el comandante del batallón
Disciplinario y el comandante Markina, de
quién después de haber hecho Ibarrola un
elogio por su actuación en los frentes de
Madrid, nos dijo que sería él quien dirigiera la
operación37>>.
Por parte de la jefatura del sector, se
encontraban Ibarrola, Marquina y Elías; este
último, a quien todos conocían por <<Sandino>>,
era un personaje pintoresco que captaba la
atención de los asistentes a la reunión y, no en
vano, se encuentra presente en los testimonios
recogidos. Por ejemplo, Fede Ituarte relata como
<<al llegar el batallón a Mañaria, Bediaga y
yo, como su teniente ayudante, nos
trasladamos al edificio de la comandancia del
sector a ponernos a las órdenes del jefe del
sector, el militar profesional y guardia civil
Ibarrola, que nos recibió inmediatamente y a
quien acompañaba un individuo malencarado
cargando en su cinturón media docena de Felipe Bediaga Aramburu, comandante del Arana Goiri
fallecido el 14-4-1937 en el monte Saibigain.
bombas de mano, una bandolera repleta de Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco
balas y dos revólveres>>.
Primi Abad recuerda una anécdota ocurrida entre Ibarrola y Elías durante la reunión:
<<Teníamos una luz tenue que proporcionaba una bombilla; esta bombilla no debía
proporcionar suficiente luz y el tal Sandino empezó a cambiar la bombilla, pero la
que puso no valía e Ibarrola comenzó a echarle la bronca, porque Ibarrola tenía
carácter>>.
Como ya se ha comentado anteriormente, también se encontraba presente Amós
Ruiz Girón, llegado antes que los oficiales del Arana Goiri:
<<A gran velocidad llegué ante el comandante del sector, Sr. Ibarrola, capitán
de la Guardia Civil al principio de la traición franquista y hombre muy discutido
todavía. Nos saludamos y hablamos de la grave misión a desempeñar, por lo difícil
y costoso que resultaría desalojar por tercera vez al fanático enemigo, bien
fortificado y con abundante armamento de todas clases.
Mientras llegaba el comandante Bediaga, que tenía a su cargo al batallón
nacionalista Sabino de Arana, discutimos el dispositivo militar sobre el plano y muy
rápidamente.
Entró Bediaga y quedamos que sobre la marcha y para no perder tiempo, le
explicaría lo acordado. Ante él y con gran insistencia, por la responsabilidad
extrema que suponía el no tener bien municionado al contingente, ni servicio para
hacerlo de inmediato, igualmente que los demás servicios auxiliares y de la Cruz
Roja, exigí al jefe de sector ordenara de inmediato el auxilio imprescindible
requerido para tan arriesgada operación.
Con la seria promesa de que antes de entrar en combate estaría todo a mi
disposición, emprendimos la marcha confiados, aunque algo escépticos>>.
Fue en ese momento cuando Amós Ruiz abandonó la reunión. Después Ibarrola
expuso el desarrollo de la operación a la oficialidad del batallón Arana Goiri, situación que
102 Saibigain, el monte de la sangre

describe Primi Abad en sus memorias: <<A la tres de la tarde empezaría la artillería a
batir las posiciones enemigas y, una hora más tarde, el Arana-Goiri y el batallón
Disciplinario, una vez haberse acercado a estas posiciones, iniciarían el ataque,
primero al Saibigain continuando después al Saibi. El Disciplinario no atacaría sino
que su misión sería solamente la de cubrir el flanco derecho, a fin de evitar una
acción envolvente del enemigo. Nos dijo que por la parte opuesta atacarían en
dirección del Santuario de Urkiola el batallón Gipuzkoa38y una compañía del
Garellano. A estos dos no les vimos por ningún sitio>>.
Terminado el planteamiento de la operación empezaron a aflorar las discrepancias
entre el comandante del Arana Goiri y el jefe del sector: <<El día era de temporal y de
un frío muy intenso, motivo por el cual Bediaga le propuso (a Ibarrola) aplazar la
operación un día más. Esta propuesta, muy racional, le sacó de sus casillas a
Ibarrola quien lanzándonos improperios nos llegó a tratar de cobardes. Nos dijo:
– Ayer ha atacado un batallón asturiano y tomaron el Seibigain con una sola
baja. Después… eran muchos los cadáveres de asturianos que yo encontré en las
faldas del Seibigain cuando subía>>.
Sorprende este comentario de Juan Ibarrola sobre las bajas que los asturianos
tuvieron en su ataque y, automáticamente, surgen las preguntas: ¿Cómo es posible que el
jefe del sector no supiera la cantidad real de bajas que tuvieron los batallones de
Antoñanzas? ¿Pretendía defenderse con afirmaciones como esta –además de con
improperios según Primi Abad– de la proposición que le hacía Bediaga para aplazar el
ataque un día más? Se podría responder afirmativamente a esta última pregunta sino
fuera porque Ibarrola sostiene este dato en sus memorias:
<<Efectivamente con un muerto y dos heridos el batallón Arana Goiri tras una
preparación artillería de una batería del 7, que ha llegado de Asturias, toma
Sebigan para abandonarlo al siguiente (día) por contraataque de las tanquetas-
aviación e infantería volviendo a las peñas. Nuevo ataque al día siguiente, mas la
resistencia es grande y por falta de decisión en el asalto final ocasionan al citado
batallón numerosas bajas, que no impiden otra vez la toma del monte y les hace
pasar una noche infernal, granizando toda, así que, al siguiente (día), al ser
atacados, apenas resisten perdiéndola definitivamente>>39.
Aunque Ibarrola se equivoca al afirmar que el Arana Goiri realizó dos ataques al
Saibigain, su afirmación de que hubo un muerto y dos heridos en el primero de estos
ataques –el que hicieron los asturianos el día 12– refuerza el testimonio de Primi Abad,
pues este miliciano muerto pudo ser la baja que Ibarrola mencionó para intentar
desmontar los argumentos que esgrimía Bediaga. Siguiendo con esta aventurada
hipótesis, si los batallones de Mateo Antoñanzas tuvieron en el ataque al Saibigain solo un
muerto y dos heridos, ¿Cómo se produjeron las numerosas bajas que aparecen en sus
documentos? La respuesta podría ser que fueron causadas, principalmente, durante la
preparación artillera y el posterior ataque que las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra
realizaron en la jornada del 13 de abril. De todos modos, no parece verosímil que se
pueda conquistar una posición como la del Saibigain con tan solo un muerto y dos
heridos.
Volviendo a lo sucedido en la reunión, el otro testigo de la misma, Fede Ituarte,
recuerda como Bediaga le insinuó a Ibarrola la desconfianza que sentían los batallones
organizados por los partidos políticos hacia el Cuerpo Disciplinario:
<<Escuchamos atentamente la orden de atacar en la madrugada siguiente,
indicándonos sobre el plano el lugar donde tendríamos que desplegar las
compañías destinadas al ataque, en principio tres o cuatro y una de reserva, a
donde nos guiarían dos guías; que tendríamos el apoyo de artillería a una hora que
no recuerdo y, tal vez, alguna orden más, insistiéndonos que era vital conquistar y
Saibigain, el monte de la sangre 103

Gudaris de la compañía Carmelo Leitzaola del batallón Arana Goiri confraternizan con los artilleros de una sección de cañones
Saint Chamond de 75 mm. en el sector de Lequeitio. Destacando por encima del grupo, a la derecha, Kepa Yurrebaso.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco

mantener la posición a toda costa. Terminada su disertación, Bediaga le solicitó (a


Ibarrola) más detalles sobre el horario exacto del apoyo logístico del Disciplinario
que había señalado sin concretar exactamente su posición e insinuando lo que
todos los batallones de partidos sospechábamos: su posible falta de lealtad,
naturalmente dejando a salvo la lealtad de sus jefes y oficiales. Se molestó Ibarrola
quién, dirigiéndose a Bediaga, le ordenó que el batallón se aprovisionase para,
seguidamente (al amanecer), dirigirnos hacia las inmediaciones de la cima>>.
Otra cuestión que le planteó el comandante del Arana Goiri al jefe del sector fue la de
las ametralladoras; dice Primi Abad que el Perezagua descansaba en Mañaria y que
Bediaga le pidió a Ibarrola su apoyo para disponer de alguna de las máquinas del batallón
que mandaba Manuel Eguidazu: <<Teníamos en el Arana-Goiri 2 fusiles
ametralladoras y uno se encasquilló al comienzo de la batalla; atacamos sin
ametralladoras. Bediaga pidió a Ibarrola que intercediese ante el batallón
Perezagua a fin de que nos prestase sus ametralladoras para la operación, que
serían devueltas a su termino, ya que el batallón se encontraba en sus
acantonamientos, contestándole Ibarrola que eso era cosa de él, y que él mismo se
las podía pedir. Bien sabía Ibarrola que si no había alguien que se lo ordenase, el
Perezagua no nos dejaría las ametralladoras>>40.
Con esto se dio por terminada la accidentada reunión y los oficiales del batallón
Arana Goiri abandonaron la estancia con la peor de las sensaciones. Había mucho trabajo
por hacer y el capitán Abad fue a <<inspeccionar a todos los gudaris que en algunas
cuadras y caseríos habrían de pernoctar. Fue distribuida a cada uno una comida
en seco, bombas de mano y cartuchos para la fusilería. Los capellanes empezaron
a confesar y preparar a todos cuantos lo deseaban, y que íbamos a tomar parte. En
la Gorbeia se subió con fusiles y con bombas de mano, con una única ración en frío
para comer; yo repartí la munición en la iglesia de Mañaria. No teníamos el mauser
104 Saibigain, el monte de la sangre

español pero sí el fusil francés. No me acuerdo donde dormí, quizás ni dormí


aquella noche>>.

2ª Reunión con el jefe del sector. Día 13 por la noche


Llegada la noche tuvo lugar una segunda reunión entre Bediaga e Ibarrola. Al primero
le acompañaba Fede Ituarte y a Ibarrola Félix Elías. Bediaga pretendía convencer al jefe
del sector de la conveniencia de retrasar la operación, aunque no mostraba mucha
confianza e insistía en que esta no tenía visos de realizarse; además, pensaba que era
una encerrona.
Fede Ituarte fue testigo de lo ocurrido: <<Bediaga insistió pero Ibarrola insinuó la
posibilidad de actitud cobarde a lo que Felipe le espetó la frase que no olvidaré
jamás: mañana le demostraremos que no lo somos. Yo, así como el resto de
oficiales, avanzaremos los primeros como lo hacen todos los batallones vascos y le
doy mi palabra de honor que tomaremos la posición o nos dejaremos la vida en el
empeño. En ese momento, el bravucón (Elías) que acompañaba a Ibarrola,
desenfundando un revólver, dijo o gritó algo que no recuerdo. Ibarrola le indicó que
se callara y Felipe con su característica serenidad le espetó: ¡Guarde el arma y
cuádrese ante mí!. Guardó, se cuadró y creo sinceramente que se manchó los
pantalones>>.
Después, Felipe Bediaga fue a ver a Primi Abad para comunicarle lo ocurrido: <<Por
segunda vez volvimos a entrevistarnos con el Sr. Ibarrola, quien nos recibe con el
mismo humor que momentos antes. Fue entonces cuando le dijo a Bediaga que le
destituía de jefe del batallón y que le dijese el nombre del segundo jefe. Yo no
estaba presente en este momento, pero Bediaga vino a decirme lo ocurrido,
comunicándome que tendré que ser yo quien mande el batallón41.
Mi contestación fue rotunda:
– Yo me solidarizo contigo y si atacamos será bajo tu mando, o sino, no
atacamos.
Bediaga, que era un hombre de toda una pieza, como si no diera importancia al
castigo que se le quería imponer, me dijo:
– Pues sí, Abad, vamos a atacar y, a la vez, demostraremos que mis
proposiciones no son por miedo. Así, sencillamente, fue tomada la decisión que
habría de cubrir de gloria al batallón Arana-Goiri>>.
Saibigain, el monte de la sangre 107

14 DE ABRIL. CUARTO ATAQUE AL SAIBIGAIN. EL ARANA


GOIRI Y EL DISCIPLINARIO

Las primeras horas del día 14 de abril fueron testigos de la frenética actividad de
varias compañías del batallón de Ingenieros nº 2 del comandante Sarasketa. Fortificando
las posiciones del Guipúzcoa y del Itxarkundia en el monte Untzillatx se encontraba la 7ª
Compañía del capitán Enrique Umaran Canales:
<<Sr. Juan Ibarrola, Comandante Jefe del sector de Urkiola.
En relación a su orden del 13 de los corrientes, referente a los trabajos a
realizar por mi compañía, en la misma fecha, debo indicarle lo siguiente:
Hora de salida de Mañaria a las 20:00 horas de la noche, llegada a las 22:30
horas (posición cota 621 de Untzillatx); hora de salida, a las 05:00 horas de la
mañana.
La compañía, a las órdenes del teniente ayudante del bon. Itxarkundia, realizó
los trabajos por él indicados, como fueron cuatro nidos de ametralladoras en el
lugar y forma indicadas, aparte de los encomendados por el capitán Conde del bon.
Guipúzcoa en posición.
Los nidos se profundizaron 1,10 metros por 2 metros ancho.
La primera y quinta secciones trabajaron en un camino cubierto de 40 metros
lineales y una longitud de trinchera de 35 metros lineales que quedó profundizado
a 1,10 metros.
Mande como desee. El capitán de la 7º Compañía del 2º Bon. De Ingenieros>>1.
En las mismas posiciones se encontraba la 8ª Compañía del capitán Kerman Ortiz de
Zárate Múgica:
<<Se ha trabajado en las posiciones del bon. Itxarkundia dos fosas de
5,50X2,50 metros, que debido al gran temporal reinante sólo se pudo ahondar 1
metro al máximo.
Se ayudó a la 7ª cía. a abrir pasos en zigzag.
Parte de la 8º compañía del 2º batallón de Ingenieros>>2.
Mientras los gudaris del Arana Goiri intentaban a duras penas conciliar el sueño, la
jefatura del sector de Urquiola-Mañaria proporcionó al batallón todo lo necesario para el
ataque; se ha podido documentar la entrega de 660 granadas de mano3 y de <<tres
paineles para señales con la aviación>>4. En cambio, de lo suministrado al Cuerpo
Disciplinario solo queda constancia de <<tres faroles>>, imprescindibles para alumbrarse
de noche en medio de la tormenta5. Con todo preparado para realizar el cuarto ataque de
las fuerzas republicanas sobre el Saibigain, el Cuartel General del C.E. de Euzkadi dejó
108 Saibigain, el monte de la sangre

sin efecto la orden nº 2050 que disponía que <<la sección de artillería del 15,5 situada
en Mendiola sea trasladada a otro frente>>6. Con esto se evitaba debilitar el
dispositivo artillero que hizo posible el éxito de la operación del día 12. Los obuses
Schneider de 155 mm. eran las piezas más eficaces de que disponía el Ejército vasco y su
concurso venía siendo muy necesario en el sector de Elgueta, próxima a iniciarse la
ruptura del frente republicano de Guipúzcoa. Una nueva batería de 75 mm. fue emplazada
en Axpe Marzana7.
Los batallones gubernamentales que ocupaban línea en el sector de Urquiola-
Mañaria no sufrieron variaciones respecto a la jornada anterior. El teniente ayudante del
UGT nº 14 redactó desde las peñas de Artzate el parte de novedades del batallón:
<<Hombres útiles de que dispone: 587 hombres (en este número se incluyen
sanitarios y 15 auxiliares)
Alojamiento de que disponen: ninguno
Cómo han sido avituallados: mal (dos comidas en frío que llegan a la posición
en mal estado por el mal tiempo). Sin desayuno
Estado moral de la tropa: bueno
Operaciones en que ha intervenido durante el día: ninguna
Observaciones: Los convoyes se hacen deficientemente por la gran distancia de
la carretera a la posición (tres horas de marcha). Además, en este sector escasean
las mulas.
Número y clase de las armas: 392 fusiles de 7,92, 2 fusiles ametralladoras
BROWING, 2 ametralladoras HOTCHKISS, morteros de 81 m/m, 140 pistolas
calibre 9 m/m y 7 revólveres del 32.
Cómo se encuentran las fortificaciones: no hay fortificaciones
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: Peñas de Artzate
Enlaces que tiene el bon. entre sus compañeros o secciones y con las fuerzas
vecinas: en contacto a la izquierda con el bon. Gordexola y a la derecha con uno del
PNV.
Mañaria, a las 12 h. del 14 de Abril de 1.937. El Teniente-Ayudante>>8.
En el momento de redactar esta información, el Guillermo Torrijos enlazaba con dos
batallones del PNV: situado a su derecha (peñas de Otxa) debía estar el Muñatones9,
mientras que a su izquierda continuaba el Gordexola, que cumplía una semana situado en
las mismas posiciones del sector. Este último, que no intervino en la operación, no tuvo
ninguna baja por heridas en este día lo que no fue impedimento para que su comandante,
Luis Urcullu, volviera a hacer referencia al <<cansancio y la fatiga>> que empezaba a
apoderarse de sus hombres, además de recordar al jefe del sector que su unidad no
disponía de ametralladoras10.
El Guipúzcoa y el Itxarkundia, después de ver mejoradas sus posiciones por las dos
compañías del Segundo Batallón de Ingenieros, tampoco tomaron parte en la operación, a
pesar de que el testimonio de Primi Abad involucra al primero en el contraataque. Esto
constituye una incógnita no aclarada pues si Ibarrola dispuso que el batallón de Gonzalo
Laredo atacase Urquiola, la realidad fue que no se movió del Untzillatx11. Podría pensarse
en una acción de diversión, con un pequeño número de milicianos, similar a la que con
anterioridad le fue encomendada al Itxarkundia el día 10 de abril con motivo del segundo
ataque sobre el Saibigain. Dice Primi Abad que con el Guipúzcoa debía atacar una
compañía del batallón de montaña Garellano, la cual ya debía encontrarse a disposición
del comandante Ibarrola en la reserva del frente, concretamente en Amorebieta12.
Saibigain, el monte de la sangre 109

Compañía disciplinaria del Cuerpo Diciplinario de Euzkadi formada por prisioneros de guerra. Obsérvese que todos ellos
conservan los uniformes con los que fueron capturados en el frente. Foto: vía autor

Volviendo al problema planteado con el Guipúzcoa, es claro que la jefatura del sector
no podía mover a este batallón de las posiciones que ocupaba en el frente sin antes
proceder a su relevo por otra fuerza de similares carácterísticas, lo que debía haberse
hecho durante la tarde del 13 de abril. Esto no sucedió y, por ello, solamente cabe pensar
en la posibilidad, antes apuntada, de que recibiese orden de distraer la atención del
enemigo simulando un ataque sobre Urquiola. Esto permitiría al Guipúzcoa mantener sus
posiciones en el Untzillatx y dedicar unos pocos hombres a esta hipotética acción de
diversión.
Ahora bien, si el Guipúzcoa debía efectuar este ataque sobre Urquiola, ¿por qué no
lo hizo? Se podría intentar responder a esta pregunta formulando una hipótesis basada en
los siguientes puntos:
• La operación estaba dirigida por Valeriano Marquina, jefe de E.M de Juan Ibarrola,
comunista e instructor jefe de las MAOC en los años previos a la guerra. Ya se ha visto
anteriormente como Gonzalo Laredo, responsable del MAOC nº 2 Guipúzcoa, ejercía
de segundo jefe del sector de Urquiola-Mañaria. Casualmente debía encontrarse en la
reserva de Mañaria el batallón Perezagua cuyo comandante, Manuel Eguidazu, era un
relevante comunista vizcaíno y viejo conocido de Marquina. En torno a Juan Ibarrola
había tres destacados líderes del PCE de los cuales dos, Marquina y Laredo,
ocupaban puestos de la máxima responsabilidad en la jefatura del sector.
• Los batallones comunistas q ue pasaron por el sector de Urquiola-Mañaria habían sido
sometidos a un terrible desgaste en las jornadas previas. El Perezagua, traído
apresuradamente de Asturias, había combatido en las duras jornadas de la ruptura del
frente y debía encontrarse, según el testimonio de Primi Abad, en la reserva del sector
en Mañaria totalmente destrozado después de haber sufrido 482 bajas13. El Guipúzcoa
mantenía posiciones en el frente casi ininterrumpidamente desde el inicio de la
ofensiva, pues fue retirado del sector el día 5 de abril para regresar el día 6. Sin
110 Saibigain, el monte de la sangre

La compañía Arbola-Gaña del batallón Arana Goiri en el batzoki de Deusto (Bilbao) el día de la bendición de su ikurriña.
Foto: Fundación Sabino Arana. Archivo del Nacionalismo

embargo, más sangrante es el caso del Salsamendi, desaparecido totalmente como


fuerza de combate el día 4 de abril en la defensa del Murugain donde fue masacrado,
sufriendo unos 110 muertos y un número enorme de desaparecidos, heridos y
prisioneros de guerra14. Reconstituido con 152 nuevas incorporaciones –con toda
seguridad, sin instrucción ninguna– fue enviado a defender el Saibigain en la mañana
del 15 de abril. Puede ser posible que Laredo y Marquina decidieran que el Guipúzcoa
no tomara parte en la operación y que, prevaleciéndose de su influencia, justificaran
con cualquier pretexto este hecho ante Ibarrola. El Ejército vasco era un ejército de
milicianos y este tipo de cosas, sin estar a la orden del día, no eran extrañas para los
jefes de sector.
Situando de nuevo los hechos en la jornada del 14 de abril, otra de las novedades con
respecto al ataque del 12 fue la presencia en el sector de los morteros de la 1ª Compañía
del Irrintzi, cuya llegada se produjo <<al atardecer del día 13 de abril>>. Al mando iban
su capitán, Andrés de Basagoiti, y el comandante de la unidad, Gabino Artolozaga. Las
piezas fueron emplazadas en un lugar no concretado en <<las faldas del
Eskubaratz>>, probablemente cerca de Urculeta, y el puesto de mando en el monte
Untzillatx, pues no había cable suficiente para establecer el enlace telefónico desde la
cima del Eskubaratz15. Con la presencia de esta fuerza del Irrintzi aumentaba el número
de morteros del sector, a sumar a los que ya tenía desplegados el Batallón de Morteros de
Euzkadi, que este día registró movimientos de 4 y 2 acémilas16. También necesitaba
mulas el jefe del Segundo Batallón de Ingenieros, Felipe Sarasketa, pues una de sus
compañías debía fortificar el Saibigain después del ataque del Arana Goiri. Tras una
conversación telefónica entre Ibarrola y Sarasketa, este último escribió al jefe del sector
para confirmar el lugar y la hora en que los zapadores debían recoger el material de
fortificación:
Saibigain, el monte de la sangre 111

Otra fotografía de la bendición de la ikurriña de la compañía Arbola-Gaña. A la izquierda de la bandera, madrina Elisa Leonarda
de Landalutze, padrino Heliodoro de la Torre, comandante intendente Asensio Uría, teniente Fermín Bilbao (muerto en el
Saibigain). A la derecha, capitán Valentín Olano (muerto en el Saibigain), teniente Francisco Omar (muerto en el Saibigain).
Foto: Fundación Sabino Arana. Archivo del Nacionalismo

<<Le confirmo la conferencia telefónica de este momento (12 horas y 20 minutos)


y de acuerdo con sus manifestaciones espero que los acemileros de Intendencia
situarán para las 16,00 horas de la tarde en la posición de Artzate 6 mulos
cargados con 24 rollos de alambre de espino y 4 mulos con estacones de hierro
para tendido de alambrada.
Durango, 14 de abril de 1937>>17.
Los auténticos protagonistas del cuarto ataque al Saibigain, el batallón Arana Goiri y el
Cuerpo Disciplinario de Euzkadi, abandonaron Mañaria al amanecer, iniciando el ascenso
por la ruta habitual que bordeaba el Eskubaratz, dejando el valle de Oba a su derecha,
para llegar al mediodía a las peñas de Otxa. Mientras la tropa descansaba, Bediaga y
Ruiz Girón se dirigieron al puesto de mando del Guillermo Torrijos en las peñas de
Artzate, donde les esperaban Luis Iglesias, comandante del Torrijos, Marquina y el Dr.
Constantino Salinas18. Parece ser que Felipe Bediaga, visiblemente contrariado por los
incidentes de la víspera, invitó allí a <<Marquina para acompañarle en el desarrollo de
la operación y le contesta que seguirá la operación desde el puesto de mando que
establecerá en las peñas, siguiendo la operación por línea telefónica con el servicio
de transmisiones que dirige José Estrella>>19. En medio de un temporal de agua y
nieve, escasamente protegidos por las ramas y los helechos de la chabola de Iglesias,
Marquina señaló el objetivo, apenas perceptible por la densa niebla. El ambiente era de
gran emoción y de nuevo se reprodujo la tensión entre el comandante del Arana Goiri y el
jefe del Estado Mayor de Ibarrola cuando, después de dictar las órdenes, Marquina se
dirigió a Bediaga con alguna blasfemia seguida de una frase cargada de reproches, <<¡Se
112 Saibigain, el monte de la sangre

Mandos de la compañía Gorbeia del batallón Arana Goiri en Ubidea. De izquierda a derecha: teniente Ander Retolaza (muerto en
el Saibigain), brigada Víctor Alonso Arsuaga, teniente Leandro Garaigordobil (herido en el Saibigain) y el capitán Primitivo Abad
Gorostiza (herido en el Saibigain). Foto: Archivo Carlos Blasco. Irargi. Gobierno Vasco

vence o se muere!>>. Después de fundirse en un abrazo con Amós Ruiz y despedirse,


Bediaga acudió a reunirse con sus oficiales. Luego se produjo un sorteo entre las
compañías del Arana Goiri resultando que la Kortabarria atacaría el Saibigain por el
centro, la Gorbeia por la derecha y la Leitzaola por la izquierda, mientras que la Arbola-
Gaña quedaría en reserva para, después de conseguido el éxito en el ataque, proseguir
hasta el Saibichiqui. El Cuerpo Disciplinario tenía la misión de proteger el flanco derecho
del ataque del Arana Goiri.
A partir de aquí, el interés de los testimonios recogidos determina que se haya optado
por transcribirlos fielmente en las páginas siguientes. Inéditos en su mayor parte, cada
uno describe la acción desde distintas posiciones ofreciendo, en conjunto, una completa y
apasionante visión de lo sucedido en el combate del 14 de abril de 1937.

Primitivo Abad Gorostiza, capitan de la compañía Gorbeia del batallón


Arana Goiri

De sus memorias, <<al día siguiente, 14 de Abril, bien de mañana, empezaron


los preparativos de ascensión rodeando el Escubaratz, ascensión que emprendimos
a las ocho de la mañana bajo una lluvia pertinaz y viento huracanado. Empapados
de agua y tiritando llegamos a una hondonada enfrente de las peñas de Otza
alrededor del medio día. Aquí permanecimos hasta las cuatro de la tarde, unos
descansando, otros secándose la ropa y comiendo lo que cada uno llevaba. Horas
interminables aguantadas a la intemperie entre chaparrones, granizo y nieve. El
Seibigain, que se encontraba a un kilómetro de donde estábamos, permanecía
cubierto de una espesa niebla que hacía que no viésemos las posiciones enemigas.
En este tiempo de espera yo aproveché para confesarme y lo hice con el padre
Benito de Apoita del Corazón de María20.
Saibigain, el monte de la sangre 113

Gudaris de la compañía Gorbeia del batallón Arana Goiri en el sector de Lequeitio. Tumbado en el suelo, segundo por la
izquierda, el teniente José María Artetxe, herido en el Saibigain. Foto: Archivo Carlos Blasco. Irargi. Gobierno Vasco

El comandante Bediaga nos llamó a los oficiales para los últimos preparativos.
Nos dio cuenta de como llevaríamos la marcha de la operación. Esta se
desarrollaría de la forma siguiente: una compañía atacaría por el flanco derecho,
teniendo más a la derecha, en el barranco, al Disciplinario; otra de frente y la otra a
la izquierda, dando vistas al pueblo de Mañaria. La otra compañía de fusiles
quedaría de reserva con la condición de entrar en fuego, una vez tomado el
Seibigain para, en unión de una de las compañías que había atacado
anteriormente, proseguir el ataque para la toma del Seibi. La compañía de
ametralladoras emplazaría los dos únicos fusiles ametralladoras que tenía en unas
peñas que se encontraban en la misma falda del monte.
Volvamos a los preparativos inmediatos de la operación. Las cuatro compañías
de fusiles entraríamos en suertes para determinar el lugar de ataque de cada una y
cual debía la que se quedaría de reserva. En una boina se metieron las papeletas y
yo le encomendé al teniente Retolaza (G.b.) que se encargase de sacar las que le
correspondiesen a nuestra compañía, la Gorbeia. Mi impresión es que aquel día el
pobre Andrés no estaba de vena. Momentos después habría de encontrar muerte
gloriosa en el asalto a una ametralladora. En este sorteo correspondió a la
compañía Gorbeia por la derecha, la Kortabarría por el centro y la Carmelo
Leitzaola por la izquierda. A la Arbolagaña le correspondió quedarse de reserva. A
continuación volvimos a sortear a que compañía correspondería continuar el ataque
con la Arbolagaña para la toma del Saibi, papeleta que sacó de nuevo Retolaza,
recayendo sobre nosotros, la compañía Gorbeia, dicha misión. Una vez
aproximados a los parapetos enemigos y previa señal del comandante por medio de
unas bombas de mano que él lanzaría, una sección de cada compañía saltaría los
114 Saibigain, el monte de la sangre

parapetos atacando con bombas de mano y al frente de estas secciones, irían los
capitanes. Este fue el programa.
En cuanto al mando, era lamentable la falta de seriedad en la organización de tal
empresa. Llegaron las tres y no se oía ni un cañonazo, las tres y media y tampoco;
el comandante Markina, que según Ibarrola sería quien dirigiera la operación, brilló
por su ausencia hasta los últimos momentos y apareció, para no hacer ni decir
nada y más tarde desaparecer; los servicios de evacuación de heridos se negaban
a evacuarnos, porque estaba una noche de perros. ¿Cuántos quedaron allí por no
haber sido evacuados con diligencia?.
Al fin llegaron las cuatro sin haberse oído un solo cañonazo, lo que nos hacía
suponer que habría sido aplazada la operación. Como esta contraorden no llegaba,
Bediaga dio orden de aproximación a la compañía Gorbeia, seguida de la
Kortabarría y la Leitzaola.
¡Con qué emoción nos arrodillamos para recibir la bendición de un capellán y
qué ritmo más acelerado el de nuestro corazón cuando el comandante nos dirigió la
palabra!.
Iniciamos la aproximación en medio de un silencio absoluto hasta encontrarnos
con el cierre de alambre y estaca de un pinar. Aquí desplegamos a todo lo largo de
la alambrada y cuando estábamos poniéndonos de acuerdo el capitán de la
Kortabarría, Juan Cruz Nieves Zubiri y yo con nuestros respectivos enlaces, oigo la
voz de un teniente de mi compañía, Artetxe, que me dice: ¡Abad, agáchate!. En este
preciso momento, como si hubiese sido retirada con la mano, desaparecía la niebla
que nos dejaba a la vista de una avanzadilla donde tenían emplazada una
ametralladora que no distaba de nosotros 20 metros. El enemigo nos había visto y
rompía el fuego dando la señal de comienzo. Arengué a todos y en un abrir y cerrar
de ojos desaparecía la alambrada, arrancada por los gudaris.
Los servicios de la ametralladora de la avanzadilla, dejándose el trípode allí
mismo, se retiraron hacia atrás para colocarla, sin trípode, encima del parapeto
desde donde continuaron haciendo fuego. En ese momento, al oír el fragor del
combate, inició el fuego nuestra artillería que lo hacía a la perfección. En ningún
fuego de artillería se puede pedir una precisión absoluta, y como nuestra compañía
se encontraba en sentido opuesto de donde se encontraba ésta y de la dirección de
tiro, algunos obuses que pasaban la cresta, explotaron entre nosotros. A esto había
que añadir que el enemigo tenía emplazada su artillería en el terreno que fue
preparado para campo de aviación en las proximidades de Otxandiano, a tiro
directo de la falda por donde atacaba la Gorbeia, y fue nuestra compañía la que
sufrió el bombardeo enemigo. Perfectamente veíamos el fogonazo de los cañones.
¡ Qué temple el de aquellos gudaris!.
En el pinar, se acercó a mí el gudari José María de Arantzabal (G.b.), muerto
trágicamente el año de 1.952 en Gorbea, quien me dijo:
– ¡ Abad, mira, estoy herido!, y me ensañaba al muslo atravesado por una
bala. Le dije que bajase al botiquín, que estaba emplazado en una txabola, poco
más abajo, y me contestó:
– no importa, ya puedo caminar. Y continuó atacando hasta la toma del monte.
Hubo otro, Andrés de Rexil Salbidegoitia, Atxa, a quien le vi cuando a mí me
habían herido y bajaba por mi pie al botiquín, que se escondía y denotaba en sus
ojos un miedo cerval. No bastó más que le dijese que no tenía vergüenza para estar
escondido cuando estaban cayendo los gudaris más arriba, para ser de los
primeros en asaltar el parapeto enemigo. Otro, el teniente Garaigordobil que,
Saibigain, el monte de la sangre 115

Gudaris de la compañía Kortabarria del batallón Arana Goiri con su comandante Felipe Bediaga. En la fila de abajo, primero por
la izquierda, Emeterio Soto Campesino “Tiragomas”, que después se convertiría en héroe de las FFI, derrochando valor a
raudales en la Liberación de París. En medio, tenientes Garrastazu y Coronel. Encima de ellos, Ornes. Foto: Juan Bilbao Yarto

momentos después de herirme le vi que con paso titubeante se acercaba a mí y a


quien le dije que entrase con su sección hacia una ametralladora que estaba
situada en un camino carretil y quien me respondía que no podía ser. Le increpé
porque denotaba derrotismo y me contestó - estoy herido -. Efectivamente, tenía un
pedazo de metralla incrustada en la espalda. El teniente Artetxe, quien gritando se
me acercaba y me decía que aquella ametralladora que estaba emplazada a la
derecha nos estaba haciendo muchas bajas, quien no podía ser reconocido ya que
tenía la cara llena de barro y sangre causado por una herida en la cabeza hecho
por un pedazo de metralla; también vi al teniente Retolaza cuando en una camilla
era conducido al botiquín y con el cual hablé las últimas palabras y que debido a la
excelente organización de evacuación allí quedó su cadáver; en fin, todos, pero
aquel teniente de transmisiones de Olabeaga, Etxabe, que unos días antes solicitó
que se le admitiese en la compañía, con grado de gudari, ya que su afán era el de
aprender euzkera y yo tenía una sección integrada por gudaris euzkaldunes. Este
teniente actuó de gudari y con bravura ejemplar allí dejo la vida.
Era muy cerrado el fuego que nos hacía el enemigo, sobre todo a los que nos
retiraban del frente en camillas. El servicio de camilleros de la compañía quedó allí
casi completo. Yo, unas veces a pie y otras arrastrándome, conseguí llegar al
botiquín, donde me efectuó la primera cura nuestro capitán, medico, Bengoa de
Durango. Con una manta puesta de medio cuerpo para arriba, me sacaron en una
camilla del botiquín y este fue el momento que, confieso, tuve miedo. Hasta
entonces, que habían explotado obuses en mi derredor y debieron de silbar cientos
de miles de balas, sin jactancia, puedo decir que ni las oí, pero cuando me llevaban
en la camilla, aquel silbido continuo de la fusilería me puso nervioso.
Saibigain, el monte de la sangre 117

Les propuse a los camilleros el efectuar la salida a


pie y así lo hicimos hasta llegar a una txabola donde
estaban los sanitarios de la UGT. En este lugar ya había
bastantes heridos cuando yo llegué y allí, tumbados en
el suelo, esperábamos a que alguien nos evacuase. El
tiempo iba transcurriendo entre gemidos y ayes de dolor
sin que nadie se ocupase de nuestra evacuación y
exasperado ante la negativa de quien parecía tener la
responsabilidad de aquel grupo de sanitarios, y más
ante sus alegatos, por la noche de perros que estaba, le
dije que, si no nos evacuaba enseguida, le iba a levantar
la tapa de los sesos u que tomaría medidas drásticas.
Fue entonces cuando determinaron hacerlo y a mí, El padre Benito Apoita, capellán de la Cía
con otro gudari apellidado Aramburu, más conocido en Kortabarria. Foto: Juan Bilbao Yarto
Basauri por Koipetxu, que tenía un tiro en la mandíbula,
nos acomodaron en un macho. Así emprendimos el viaje de regreso a Mañaria y no
habríamos recorrido 500 metros, cuando el macho que nos transportaba caía al
suelo, aprisionándonos, de manera que su cabeza se introdujo en un arroyo y allí
se ahogó. No tuvimos más remedio que bajar a pie hasta Mañaria, donde lo hicimos
a las dos de la mañana, de aquí a Izurtza para continuar, después de haberme
puesto una camisa de etiqueta para cubrirme, al hospital de Amorebieta>>.
En una de las entrevistas mantenidas con Primi Abad, este confirmó que salieron de
Mañaria rodeando el Eskubaratz por detrás, desde donde se veía todo el valle de Oba,
<<nos pusimos en la parte sudoeste, en las peñas de Otza, no subíamos con el
Cuerpo Disciplinario, ellos se metieron por otra parte, nosotros no les vimos en la
subida>>.
Primi no sabe nada de la reunión habida entre Bediaga, Ruiz Girón, Iglesias, Salinas
y Marquina en las peñas de Artzate. Después de esta Bediaga se reunió con sus oficiales,
<<en el sorteo hubo momentos en los que no llovía>> recuerda Primi. Respecto al
Cuerpo Disciplinario, sabía que lo tenían a la derecha, pero no les vieron en ningún
momento, ni siquiera en el ataque por lo que piensa que no atacó nunca; tampoco sabe la
posición que tenía que tomar el Cuerpo Disciplinario21. Sobre el desarrollo de la operación
indica que <<se toman el Saibigain y el Saibi Txiki, la acción se hizo completa. La
Arbola Gaña entró a coger el Saibi; Bediaga seguramente envió enlaces a la Arbola
Gaña para que esta atacase y así, cuando tomamos el Saibigain, la Arbola Gaña
continuó el ataque hacia el Saibi Txiki con apoyo de la Gorbeia. La Leizaola y la
Kortabarría se quedaron en el Saibigain.
Los enlaces estaban en línea conmigo, yo estaba en contacto con Nieves Zubiri
por medio de los enlaces. Cada compañía tenía sus enlaces, que eran soldados con
fusiles y equipo; mi enlace era el gudari Paulino Olabarría Arana, fue el que le pegó
con la culata a un soldado enemigo con una ametralladora. No había equipo de
enlaces en el batallón, cada capitán tenía sus enlaces; Casimiro era cabo de la
Kortabarría, Martín también. Cañizares (Cañizal) era de la Plana Mayor, no me
acuerdo si subió; el teniente Retolaza cayó antes que yo, Víctor Alonso no subió al
Saibigain y Asensio Uria tampoco, se quedaron en Mañaria.
León Salaberría no estuvo en el Saibigain, estaba en la Escuela de Oficiales;
Salaberría no tenía que haber sido comandante, lo único es porque no quedó nadie
en pie en el Saibigain. Después en Santander me vino Uria a hablar, entre Uria,
Elejaga y otros querían a Luis (León) Salaberría; en el batallón hubo algunos
gallitos y había roces. Hubo un tal Prado, de 2º apellido, de Deusto, era de
Intendencia y no estuvo en la batalla>>.
118 Saibigain, el monte de la sangre

Gudaris de la compañía Kortabarria del batallón Arana Goiri el día de la bendición de su ikurriña en la basílica de Begoña.
Foto: Juan Bilbao Yarto

Federico Ituarte Txopitea, teniente ayudante del comandante del


batallón Arana Goiri

<<Salimos y reuniéndonos seguidamente con los capitanes, después de


habernos aprovisionado con bocadillos para el viaje, guiados por pastores y
aldeanos que hacían de guías, comenzamos, dando un rodeo y separados en
grupos pequeños, no en compañías (la orden dada por Bediaga era la de no ir
juntos), la subida hacia el Seibigain bajo la lluvia y, a veces, nieve.
Al acercarnos al objetivo comenzamos a encontrar cadáveres de asturianos
teniendo que dejarlos sin enterrar y, ante la proximidad del objetivo, creo que sin
habernos avistado el enemigo, nos paramos para distribuir las compañías que, en
principio debían avanzar y dando las últimas órdenes de distribución de las
mismas se inició a subir la última escarpada; tengo idea que era muy pendiente,
abierta totalmente, lo que permitió al enemigo, al vernos, comenzar a dispararnos y
cien metros más arriba comenzaron a caer los primeros heridos. Tengo dudas de
que compañías flanqueaban a la Kortabarría, situada en el centro, con Bediaga,
Nieves Zubiri, capitán de dicha compañía a la izquierda de Felipe y yo a la derecha
como nos había ordenado el comandante. Las distintas secciones al frente de las
cuales se situaron sus tenientes. Avanzamos cincuenta o más metros y,
encontrándonos en unos cráteres de cañonazos que supongo correspondían a la
batalla del día anterior, Bediaga nos ordenó avisásemos a los tenientes que se
cobijasen y atendiesen a la orden de asalto final. Ejecutamos la orden volviendo al
cráter donde se había metido el comandante, quién a los pocos minutos dio la orden
Saibigain, el monte de la sangre 119

de ataque a la cima situada a unos treinta o cuarenta metros. Salimos corriendo


con una bomba en cada mano y la pistola en posición de disparo. Nieves Zubiri
situado a la izquierda del comandante y yo a la derecha.
Estabamos muy cerca de las primeras trincheras, tanto, que a Nieves y a mí
nos dio tiempo de lanzar las bombas que dieron en el blanco. Fue mi salvación,
puesto que a continuación sentí un impacto en el lado izquierdo del vientre que me
derribó lanzándome al aire. En el hospital diagnosticaron que fue una bala
explosiva puesto que encontraron pequeños trozos junto al riñón. Anécdota:
después de seis años de cárcel y algunos más en el destierro, que aún dura (Fede
vive actualmente en Barcelona) tuve que ir a un médico porque me dolía junto a una
de las barrabillas. Me hicieron una radiografía y resultó, después de extraérmela,
que era un trozo de bala. En unos doce años recorrió palmo y medio alojándose en
el forro de los cojones. Lo conservo como amuleto. Del bravo teniente Azpiri, del que
guardo grato recuerdo no tengo ni idea que subiese con un fusil ametrallador pero
me inclino a creer que sí, teniendo en cuenta que Juantxu Bilbao así lo asegura y,
además, conociendo a Azpiri, tan vehemente luchador no me extraña.
(El Cuerpo Disciplinario) no nos relevó sino que chaqueteó puesto que a los pocos
minutos de tomar el relevo salieron corriendo. Lo confirma que, en mi corta estancia
en la borda de pastores a donde me habían llevado el capellán don Benito y un
gudari, al caer herido, nos dimos cuenta que los disciplinarios se estaban
introduciendo entre los heridos a los que, entre el capellán y algunos sanitarios, los
echamos, digamos por lo finolis.
Disponíamos de algunos fusiles ametralladores, no recuerdo cuantos, pero sí
de como los habíamos agenciado, como es el caso de uno de ellos. En la Kortabarría
había un gudari valiente, indisciplinado y chavalero (Prada), quién trasladándose
sigilosamente de noche, sin permiso y sabiéndolo un par de amigotes solamente, se
trasladaba a un caserío que estaba tras las líneas de los franquistas a reunirse con
una neskatilla volviendo tan sigilosamente como a la ida. Una de esas noches se
tropezó con uno de los tiradores que el enemigo situaba de noche, entre los dos
frentes para paquearnos, haciéndonos de vez en cuando alguna baja. Esto ocurrió
en el frente de Lekeitio, en las posiciones situadas entre el alto de Milloi y las
posiciones enemigas al otro lado de Berriatua. Jamás, que yo sepa, contó la
historia y, mucho menos que pasó con el que portaba el fusil ametrallador, lo
encontró entre la hierba.
Bediaga, Nieves Zubiri y yo solamente llevábamos bombas de mano y pistola
cuando normalmente, en operaciones, llevábamos el fusil en bandolera.
Os saluda en el amor a la libertad y a Euzkadi, Txopi (como fui conocido en la
guerra)>>22.

Juan Bilbao Yarto, gudari de la compañía Kortabarria del batallón


Arana Goiri

<<Desde nuestras posiciones de Milloi, caserío Abaun-Mendexa (frente de


Lekeitio), nos trasladaron a Mañaria, donde en distintos caseríos pernoctamos.
Dormí al lado de Evaristo y Sabin (Satur) Acha. Tuvieron los oficiales reunión
con el Sr. Ibarrola hasta tal vez más de las 12 de la noche. Saturnino Atxa, al volver
de la reunión, creyéndome dormido, me susurró estas palabras: “¡ acuérdate de la
Chori, que esta es la última noche!”. Nos levantamos a las 6 de la mañana. Acha
me comunicó: “hay misa, vete a confesar”. Después iniciamos la subida, hasta
colocarnos enfrente del Sebigain.
120 Saibigain, el monte de la sangre

Antes nos habló el sacerdote D. Benito Apoita (era


de la orden de los P.P. Pasionistas), nos habla un
momento sobre la acción que se va a realizar en la
toma del Sebigain y que tal vez hoy, muchos no
veremos su toma; nos ruega que nos pongamos a bien
con el Señor y se reza el Señor mío Jesucristo.
Bajamos poco a poco por la ladera y nos colocamos
abajo, para iniciar la subida de la ilegible o del Sebi.
Esta operación se realizaba bien por la niebla, que
cubre la mitad del monte. Seguimos avanzando ladera
arriba y los vigías que están delante de la alambrada,
nos descubren y se comienza un fuerte tiroteo de parte
de ellos, pues nosotros sólo llevábamos bombas de
mano y un fusil ametralladora que se encasquilló al
El teniente de la Kortabarria Saturnino Atxa tercer disparo. Ellos tiraban con balas explosivas y en
era el verdadero líder de la compañía.
Foto: Hemeroteca Diputación de Bizkaia ese instante estaba yo entre Totorica y Saracho, el de
Galdames; Totorica me dio el casco mientras duraba
este tiroteo; poco a poco fuimos subiendo hacia la cima y, mientras estábamos
agazapados Prada y yo, Bilbal (Bisbal) nos avisó que subiéramos más arriba,
porque así no tendría efecto los cañones que nos tiraban desde Otxandiano. Una
vez más arriba, vi como Solaegui hacía señas con la Ikurriña para que los nuestros
no tiraran más cañonazos. En la ascensión vi a Acha y a Bediaga, que iban de pie,
mandando agacharse. Vi como se arrastraba a los heridos, luego Prada me dijo que
habían herido a Villa y al teniente Satur Atxa (por desgracia, este murió
inmediatamente al recibir un tiro al ponerse de pie para ver al contrario) y al Padre
Benito Apoita, puesto en pie haciendo la señal de la cruz y sobre los heridos.
Se asalta por varios sitios, a mí me toca detrás de Bediaga. El enemigo se
encuentra en una trinchera de zigzag. Uno que disponía de un fusil ametralladora
se volvió rápidamente contra nosotros, pero la serenidad de Bediaga evitó que nos
ametrallara (iba vestido con traje de cuero). Asaltamos a pocos metros otra
trinchera y nuevamente Bediaga disparó oportuno contra otro que portaba otro fusil
ametralladora; parecían italianos.
Se sigue adelante y veo que Satur Arias (hermano de Canales), juntamente con
Bediaga, llegan a la cima y cambian de bandera, colocando la ikurriña.
El comandante Bediaga me dice que vaya al otro lado y que no tiren más
bombas de mano. Al volver a decirle que ya lo habían hecho, me encontré que lo
habían matado y a Satur Arias le habían herido.
Luego de hablar con otros grupos de gudaris, sonó una ametralladora que nos
hizo cantidad de bajas, luego le dije al teniente Garrastazu que era el oficial que
quedaba, aunque también estaba por allí el teniente de ametralladoras Azpiri.
Rápidamente se hizo de noche, granizaba intensamente y muchos heridos
murieron de frío al no ser asistidos. Evaristo no cesaba de murmurar para sí: - yo
no me marcho de aquí (no le cabía en la cabeza que Satur Atxa estuviese muerto,
eran muy amigos). A las 12,30 de la madrugada iniciamos la bajada, cogidos del
poncho en hilera. Al divisar una luz en un caserío, Barrenechea se deslizó por un
desmonte pegándose contra un árbol, de resultas se había fracturado una pierna.
Al llegar abajo, donde estaban Garita, Chomin, etc. no hacíamos más que llorar por
la muerte de Satur y demás gudaris.
Al llegar a La Arboleda ya sabían lo que había pasado; vaya trago cuando vino
Marcos Atxa y en la precipitación se habían quedado los cadáveres en la chabola
Saibigain, el monte de la sangre 121

(abajo del Sebigain). Fueron Chomin, Evaristo y Marcos


y lo trajeron el mismo día y se puso la capilla ardiente
en el batzoki.
Aún me acuerdo que Garita y yo tuvimos que salir
al frontón porque se nos saltaban las lágrimas al ver
con que atención y cuidados limpiaban la cara del
difunto Satur, emocionante, sin un grito, sin un dolor
exterior, iban dando vueltas alrededor del túmulo y
limpiando de barro su cadáver, que serenidad… ¡Digno
padre a tal hijo! Descansen en paz. Firmado, Juan
Bilbao>>23.

Amós Ruiz Girón, comandante del Cuerpo


Disciplinario de Euzkadi
De su citado artículo conmemorando la doblemente
memorable fecha del 14 de abril24, <<alcanzamos y
rebasamos a nuestras respectivas unidades, que
penosamente escalaban por detrás del escabroso monte
Ezcubaratz, dotadas de doble municionamiento y de
una sola ración en frío, que a esas horas ya habían
consumido. Amós Ruiz convaleciente de sus heridas
en Portugalete. Foto: Ana María Ruiz
Hacía muchas horas que estábamos en marcha y
no cesaba de nevar y granizar, por la que presentábamos un estado lamentable. El
abundante barro y el fuerte viento reinante, hacían dificilísima la ascensión. Fue
uno de los peores días conocidos en el Norte de España, pero para la guerra no
cuenta eso.
Llegamos al Puesto de Mando del Batallón Torrijos, que ocupaba la primera
línea defensiva. Consistía este un gran hoyo hecho en el suelo, cubierto de unos
pedazos de lona camuflada y leñas, que no evitaban cayera la nieve dentro.
Entramos Bediaga y yo como pudimos en aquel fangoso hoyo, logrando a
duras penas poder abrazar al querido amigo Luis Iglesias, Jefe del Bon. (fusilado
por Franco) y al entrañable Dr. Constantino Salinas, hombre magnífico, que desde
Navarra venía ocupando voluntariamente puestos de peligro.
Acomodados como pudimos en aquel barrizal comencé a escribir la orden de
operaciones que me dictaba el Comandante Marquina, de Estado Mayor, recién
llegado de Madrid.
A fin de ganar tiempo hice dos copias, una de las cuales entregué a Bediaga.
Eran las cinco de la tarde y teníamos que aprovechar los valiosos minutos.
Me hice cargo de la agotada fuerza operante por rigurosa antigüedad, y
agregándome con firmeza. Marquina: “SE VENCE O SE MUERE”, salimos a ejecutar
las órdenes.
Los abrazos fuertes de estos compañeros y el consabido “buena suerte” nos
separaron.
No podíamos dar descanso a la fuerza por estar completamente aterida y
mojada. Carecíamos de impermeables y tiendas para protegernos de la pertinaz
nieve que caía. Tampoco disponíamos de comida ni habían llegado los servicios
auxiliares prometidos por Ibarrola.
122 Saibigain, el monte de la sangre

El interés compensa la mala calidad de esta fotografía. Gudaris de La Arboleda de la compañía Kortabarria del batallón Arana
Goiri el 4-10-1936 en Elgueta. De izquierda a derecha: Domingo López Gomara “Txomin”, capitán Juan Cruz Nieves Zubiri
(herido en el Saibigain), teniente Saturnino Atxa (muerto en el Saibigain), cabo Bernardino Urquijo. Agachado Marcos Atxa,
ertzaña, en una visita que este cursó al frente. Foto: vía autor

En tales condiciones ordené el avance.


Rebasamos nuestra primera línea sigilosamente, a la vez que discutíamos con
varios capitanes la maniobra a ejecutar. Estábamos aprovechando los momentos
favorables en que una densa nube cubría las posiciones enemigas.
Di órdenes y rápidamente bajamos sin ser oídos ni vistos a la vaguada base
de las posiciones que debíamos tomar a toda costa.
Distabamos del enemigo unos trescientos metros.
Desde el único teléfono de campaña que se me concedió, el cual seguía mis
pasos a todas partes, portado por mi enlace de confianza, volví a pedir munición al
Sector urgentemente. A la vez ordené se hiciera fuerte concentración de fuego
artillero para favorecer el avance y aprovechar los hoyos de las explosiones en
aquella llanura completamente batida.
Al amparo de la artillería iniciamos el avance rápido, pero en aquel instante
comenzó a disparar desesperadamente el enemigo con toda clase de armas,
dándonos cuenta de la situación, contestamos en igual forma, entablándose el
furioso combate.
No pudimos aprovechar más ni mejor la sorpresa.
Ordené callar a la artillería, pues debido al rápido avance nuestro y a unos
proyectiles cortos suyos, nos estaban haciendo bajas.
Se generalizó totalmente el fuego, haciéndose intensísimo. Los cañones y
morteros enemigos establecieron infernales cortinas de fuego ante los tres objetivos
Saibigain, el monte de la sangre 123

a tomar. Sus bien establecidas y abundantes armas automáticas, segaban muchas


vidas.
Nos habíamos separado Bediaga y yo, dándonos un fuerte abrazo y jurando
tomar las posiciones a toda costa.
Establecí enlaces dobles y se cruzaban constantemente en intervalos de tres
minutos y sustituyendo las bajas.
El fuego no decrecía y era temerario ordenar el asalto. No había modo de
dominarlos en intensidad, porque ellos disponían de muchas armas automáticas
ligeras y la gran ventaja de su fortificación dominante.
Teníamos muchas bajas. Habían muerto cuatro capitanes y bastantes
tenientes. Abundaban los heridos en la oficialidad.
Ante tal situación, sin esperanza de municionamiento, casi agotado, y sin
convencimiento de que llegara el auxilio prometido, había que decidirse y obrar con
la mayor rapidez
Avisé a Bediaga que redoblara el fuego por un instante, mientras yo con una
compañía selecta de mi Cuerpo Disciplinario, avanzaba por entre las dos posiciones
enemigas, para batirlas de flanco y revés.
Ordené a mi capitán ayudante Pancorbo25, uno de los mejores oficiales del
Ejercito Republicano, (ahorcado por Franco) se uniera al capitán Echeverría y
tomara por asalto el Chapitarra, para flanquear las otras dos posiciones enemigas.
Con la mayor decisión y rapidez llevamos a cabo la audaz maniobra, entrando
violentamente en la posición y batiendo a los traidores fascistas falangistas que
huían dejando muertos, heridos, prisioneros, material y armamento.
Para aprovechar esta ventaja y dar idea de copo al enemigo, mandé a mi
querido y valiente subayudante Moratinos26, que asaltara rápidamente el Oquina27,
con la compañía que le asigné, por muerte de su capitán, mientras batíamos desde
la posición tomada.
Este bravo oficial lo hizo todo tan matemáticamente y valerosamente, que
rebasó en mucho el objetivo y se internó demasiado en la persecución, exponiendo
sus fuerzas a ser confundidas y recibir nuestro fuego. ¡Pobre Moratillos, tú también
fuiste víctima del caudillo!
No necesitaban los aguerridos gudaris del Bon. Arana contagiarse con los
triunfos obtenidos, pues desde el primer instante y en el sitio más peligroso,
estaban luchando con un coraje admirable.
El ardor que les imprimía la decisión y desafío del peligro, por parte de su
magnífico Comandante, que durante aquellas interminables medias horas, se
multiplicaba y actuaba como un héroe, hacía verdaderos milagros en las
destrozadas filas de gudaris, tan dignos de tal jefe.
Decidí dar fin a la desesperada situación, y puesto de acuerdo con Bediaga,
coordinamos el asalto definitivo.
El intento de dominio de fuego sobre el enemigo, hecho de flanco y revés, con
fuerzas bien situadas y dispuestas a impedir contraataques y auxilios, hizo
comprender a los fascistas nuestra ventaja y decisión.
¡Al asalto!, se gritó por todas partes y todos se lanzaron decididos a realizarlo.
Enérgicamente y pistola en mano avanzó “el héroe” gritando: !Mueran los traidores¡
¡Viva el Batallón Sabino Arana! ¡Gora Euzkadi!
124 Saibigain, el monte de la sangre

Los volcanes de las granadas de mano ocultaban a veces la magnitud guerrera


de Bediaga. Él seguía avanzando y arengando a su fuerza. Muchos caían pero
nadie daba un paso atrás.
Las máquinas enemigas dejaron de disparar. Se luchaba con bombas, pistolas
y cuerpo a cuerpo. Gritos inconfundibles de victoria salían de todas las gargantas.
Muchos “Gora Euzkadi” y “Viva la República”.
Ya no gritaba el enemigo ni aullaba el alemán frenético sobre su ametralladora.
Pero tampoco se oían las arengas de Bediaga.
El enemigo huía y lo batíamos en su fuga. El empuje arrollador de las fuerzas
leales lo habían desalojado de sus magníficas posiciones, abandonando un buen
botín de guerra.
El Cuerpo Disciplinario de Euzkadi y el Batallón Sabino Arana asaltaron con
coraje las tres posiciones clave del Cinturón de Hierro de Bilbao.
¡Pero solo quedó un Comandante!
¡El gran Jefe del Arana había muerto gloriosamente!.
Murió al realizar la proeza, pero su muerte magnificó una de las más grandes
hazañas de nuestra guerra.
Hasta la fecha influye para que sea más memorable le rinda honores.
¡El 14 de abril, Euzkadi y la República se mezclan con el héroe Bediaga!
¡Su cuerpo exánime y las banderas republicanas tomaron posesión del
Sabigain, representando una imborrable escena en aquel tétrico anochecer!.
¡El homenaje de sentimiento y lágrimas que te hicimos, querido Bediaga, fue
espontáneo, sincero, grandioso!.
¡En silencio y con rabia prometimos vengarnos!.
¡Adiós Héroe! ¡Adiós Amigo! ¡AGUR BEDIAGA!>>.

Rafael Domeq Pascual, corneta del Cuerpo Disciplinario de


Euzkadi

<<A las cinco de la mañana me ordenaron tocar diana y formaron todas las
compañías. Cuando iba al frente lo hacía con mucho equipaje porque tenía miedo al
frío y al agua; me dijeron que dejara la mochila y un capote de goma. Yo pensaba
que íbamos a estar instalados en Mañaria quince o veinte días, pero fue
completamente distinto, y desde Mañaria me dirigí con mi compañía hasta las
peñas de Atzarte llevando conmigo una pequeña mochila, mi corneta, la pistola y el
fusil. No nos cruzamos con nadie pero subíamos muchos.
Cuando llegamos a las peñas, en una explanada enfrente del Sabigain, nos
dieron para comer garbanzos con bacalao, plato típico de aquella época. En el
depósito franco de Santurce había un almacén con miles de kilos de bacalao y
garbanzos mexicanos y ese fue el alimento que tuvimos durante mucho tiempo en
Vizcaya.
Repartieron las latas con la comida. Abrí la mía con un cuchillo y la puse
encima de unas brasas, cuando estuvo caliente me comí los garbanzos con una
cuchara, porque yo siempre llevaba encima una cuchara, un tenedor y una
cantimplora. Entonces vi cómo hacía la misa el batallón nacionalista (el Arana Goiri).
Saibigain, el monte de la sangre 125

Gudaris de Trapagaran de la 1ª Compañía del Batallón MAI Irrintzi en la iglesia de Orozco. De izquierda a derecha, agachados:
José Ignacio Arruabarrena, Perise. Primera fila: Eusimio Llona, sargento Manuel Herrero, David Del Horno, Victoriano Pedrosa,
Víctor Arana Goitia, cabo Balbino Sarralde, Enrique Inza, Heraclio Otaola. Segunda fila: David Hierro, Patxo Ibarretxe, José
Solaegi, gudari desconocido, gudari desconocido, Demetrio Egiluz, Antidio Fernández. El día 14 de abril los morteros de la 1ª
Compañía del Irrintzi apoyaron el ataque del Arana Goiri sobre el Saibigain. Foto: Juan José Eguiluz

Más tarde se celebró una reunión en una chabola de ramas; a su lado había
otra chabola donde estaban los sanitarios. Estaban reunidos nuestro comandante,
el teniente Centeno, los capitanes Pancorbo y Romero, el comandante del batallón
nacionalista y algunos otros oficiales. Yo estaba fuera porque era el cornetín de
ordenes y escuché la conversación.
Entonces un oficial, no sé quién, empezó a jurar y maldecir, y el comandante
del batallón nacionalista le llamó la atención y dijo que no podía seguir ni un
minuto más en la chabola oyendo las blasfemias de aquel oficial. Nuestro
comandante llamó la atención al oficial y después explicó el plan de ataque
diciendo a las compañías por donde tenían que atacar. Al capitán Romero le dijo
que atacara por la derecha del Sabigain y tomara la primera colina. A mí me dijo:
“Corneta, tú te quedas aquí y no subes. No es para ti”.
“A sus órdenes mi comandante” contesté, pero a la media vuelta alcancé al
capitán Romero y, junto con el teniente Vaquero y un sargento que yo había
conocido en San Sebastián apodado sargento “Runrún”, avanzamos.
Tenía un casco del ejército francés donde me entraban hasta las orejas y me
tapaba los ojos; el tambor de mi compañía, un chico de diecisiete años muy alto,
tenía un casco del ejército inglés que era como una palangana y el capitán Romero
nos ordenó cambiar de cascos porque decía que hacíamos el ridículo.
En la subida el capitán Romero iba con su pistola en la mano detrás de la
126 Saibigain, el monte de la sangre

compañía para que nadie se quedase retrasado, pero un miliciano se retrasó y el


capitán Romero me pidió la baqueta, lo que entra dentro del fusil cuando se
encasquilla, que estaba enroscada al lado del cañón de mi fusil y desatascó el fusil
del miliciano, pero no me la devolvió, y yo seguí subiendo sin la baqueta en el fusil.
El tambor tenía mucho miedo y se emocionó al oír unos cañonazos. Era nuestra
artillería que tiraba contra el Sabigain.
Al cabo de un rato llegamos a una loma y el capitán Romero dijo:
“Me parece que hemos subido demasiado deprisa”.
“Vamos a echarnos un poco para atrás” dijo uno de los milicianos.
“No, hay que seguir adelante” contestó el capitán Romero.
Llegó un momento en el que enlazamos con todo el batallón y con parte del
batallón nacionalista y nuestra artillería seguía tirando sin parar y nos hacía una
barrera muy buena que nosotros no comprendíamos. Entonces el capitán Romero
dijo:
“Nos están tirando encima”.
No nos tiraban encima, nos hacían una barrera de fuego para poder seguir
subiendo. Había enlace telefónico y nuestro comandante llamó y dio la orden de
que no tirarán y entonces atacamos completamente.
Fue una carnicería. Ellos estaban muy bien allí y tanto nosotros como el
batallón nacionalista íbamos con muchas ganas de derrotar al fascismo.
Llegó un momento en el cual el capitán Romero tenía mucho miedo y se metió
debajo de una peña y me dijo:
“Corneta, quédate aquí”. Y nos quedamos detrás de la peña a unos doscientos
metros de las trincheras enemigas. Llegó un miliciano que yo conocía mucho y me
dijo:
“Sube corneta, tenemos pan blanco arriba”. Y llegó otro miliciano, no recuerdo
de que compañía, y vio al capitán Romero escondido tras de la peña y le dijo:
“Los oficiales tienen que estar arriba con nosotros”. El capitán Romero le
contestó “Ya está el teniente Vaquero” y no se dijo más.
Cuando subí al Sabigain no era todavía de noche. Lo tomamos sobre las seis
de la tarde y a partir de ese momento empezó a caer la noche. Arriba del todo vi a
unos camilleros del batallón que habían cargado a un herido que estaba al servicio
de una ametralladora, un herido que vestía un uniforme que no era el nuestro. Lo
tiraron por un barranco y volvieron para coger a nuestros heridos. Estos camilleros
fueron arrestados en el batallón por tirar un herido enemigo por el barranco, se les
abrió un expediente y se les iba a hacer un juicio sumarísimo que no llegó a
realizarse por la retirada de Vizcaya.
En cuanto nos colocamos en el Sabigain comenzó aquel tiempo tan horroroso y
empezó a caer aguanieve, aquello era inaguantable. Después subió un batallón de
trabajadores para intentar abrir unas trincheras, pero era tan malo el tiempo que
hasta los mulos cargados con sacos de tierra vacíos, alambradas, picos y palas se
caían porque no podían soportar el viento tan enorme y huracanado. El que estaba
al mando de estos trabajadores dijo que había que bajar, que no se podía ni pegar
una palada y un oficial de ese batallón de trabajadores formado por gente mayor
dijo:
“Haced algo, que no se vea que el batallón no ha podido hacer nada”.
Saibigain, el monte de la sangre 127

Aquella noche se marchó todo el mundo, allí no quedaba nadie. Fue una
tormenta tan grande como yo no he conocido. El capitán Romero dijo:
“Voy a bajar para ver si mando refuerzos y municiones”. Teníamos municiones.
Yo me metí en un agujero con agua hasta las rodillas y estuve aguantando allí
hasta que el sargento “Runrún” dijo:
“Señores, vamos a enumerarnos porque aquí no sé lo que pasa”. Nos
enumeramos, y entre todos los que habíamos subido a atacar el Sabigain
quedábamos unos quince nada más. Entonces el sargento “Runrún” dijo:
“Vamos a buscar el hilo del teléfono y vamos a bajar”.
Estábamos completamente desorientados. Hubo uno que encontró el cable del
teléfono, lo seguimos y fuimos a parar donde los fascistas que nos dieron el alto
“¡Quién vive!”, y nosotros dijimos “¡República española!”, y entonces ellos
contestaron “¡España!”, y empezaron a disparar28. Yo dejé todo y eché a correr
monte arriba, sabiendo que en esa dirección iba hacia mis líneas. Caía en muchos
sitios y llegó un momento que caí en un agujero del cual no podía salir porque había
agua, barro y un tronco ardiendo. Oí voces alrededor del tronco y grité:
“¡Sacadme, sacadme de aquí que no puedo salir!”
Hubo alguien que se arrimó al agujero, era un agujero de obús, y me sacó de
allí. Le dije que hacía: “Aquí estamos al calor del tronco”. Y yo seguí mi marcha
Al amanecer llegué a nuestras líneas. No puedo asegurar dónde me encontraba
porque estaba asustado y sin dormir toda la noche. Cuando llegué a las peñas de
Atzarte había abandonado la corneta, la mochila, la pistola y el fusil, mi arma, lo
que no tenía que haber abandonado nunca.
Cuando salte por encima de las peñas, los fascistas habían emplazado una
ametralladora y me tiraron una ráfaga, entonces me escondí detrás y uno de los
milicianos que estaba allí me dijo:
“Chaval, escondete que te van a dar”. Le pregunté de qué batallón eran: “De la
UGT”.
Después, poquito a poco, bajé hasta Mañaria. En el camino me crucé con dos
acemileros que subían con la comida para el batallón de la UGT y les dije que me
dieran algo de comer.
“Si te damos de comer nos faltará una ración para los de arriba. Tú sigue
andando por este camino y llegarás al pueblo”.
En Mañaria encontré a un capitán del batallón que me dio una lata de
garbanzos con bacalao para comer. Después volví al cuartel de Portugalete en un
camión>>29.

Sergio Echeverría Garicano, cabo de la sección de enlaces y


transmisiones del Cuerpo Disciplinario de Euzkadi
<<Salimos del cuartel del Cuerpo Disciplinario en autobuses hasta el pueblo de
Durango, muy cerca de Mañaria. Llegamos con mal tiempo y oscurecía. Eran
aproximadamente las ocho de la tarde. Llovía sirimiri y nos refugiamos en la iglesia
de Mañaria. Allí, de momento, dejamos nuestras mochilas.
Salimos al pueblo a reunirnos con los mandos y estos nos ordenaron a los
gudaris que pertenecíamos a la sección de enlaces y transmisiones que nos
128 Saibigain, el monte de la sangre

apoyaramos de espaldas en las casas de una calle del pueblo, y allí estuvimos en
posición de firmes, todos en fila dando el rostro al frente para que nos conocieran al
pasar revista por el borde de la acera.
Pasaba un capitán, nos miraba nuestra estatura y la cara. El capitán Pancorbo
eligió a dos gudaris y les dijo lo que tenían que hacer y se marcharon. Luego otros
capitanes, de uno en uno, seleccionaban uno o dos gudaris y se los llevaban.
Después, otros capitanes repetían la selección de soldados que acompañarían a los
capitanes en la ofensiva.
Había llegado el momento de actuar. Andabamos con gran sigilo y precaución.
Seguía lloviendo y al subir al monte Sebigain, con suelo embarrado, los resbalones
abundaban y alguno al caer trataba de contener sus ganas de blasfemar.
Recuerdo los nombres de algunos de los que tomaron parte en aquella batalla:
capitanes y tenientes, Pancorbo, Idigoras, Solana, Llorente y Vivar, sargentos y
gudaris, Andrés, Rojo, Extremo, Sansinenea, hermanos Izquierdo, Fernández,
Grijalba, Navalón y Matute.
Así, subiendo al monte Sabigain en silencio, unos por la derecha, otros por la
izquierda, unos más adelantados se iban acercando a las posiciones del enemigo.
Entre dos luces de algún lugar nos dispararon a bulto. Algunas bombas de mano
explotaban cerca.
Asaltamos una posición ya abandonada recientemente. En una mirada rápida
vemos dos mochilas colgadas de una rama. En su interior encontramos pan blanco
y unos chorizos. En otro asalto a una nueva posición que encontramos vacía,
abandonada recientemente, también había víveres.
A mi parecer no hubo un choque de frente con el enemigo. Luchamos sin vernos
claramente. Amanecía y paró de llover. La gente fue bajando y fueron llegando al
interior de la iglesia, con la ropa mojada y víveres en buen estado para hincarles el
diente.
Nosotros, la sección de enlaces y transmisiones tratamos de acomodarles y
darles un poco de café caliente. Estaban extenuados. Unas horas después nos
trasladaron en autobuses al cuartel de Portugalete>>30.

Las últimas horas del día 14 de abril


Al hacerse de noche el monte Saibigain ofrecía un aspecto dantesco; por todas
partes había cadáveres y moribundos. De vez en cuando sonaban los estampidos de los
pocos fusiles que sostenían el fuego con las fuerzas del enemigo replegadas sobre
Saibichiqui. Los gudaris del Arana Goiri abandonaban la posición recién conquistada en
pequeños grupos, exhaustos. Los heridos que podían andar eran afortunados pues no
pocos quedaron arriba sin poder ser evacuados, ateridos de frío en medio del temporal
que no amainaba. Entre los muertos el comandante Felipe Bediaga, el capitán Valentín
Olano, y los tenientes Fermín Bilbao, Francisco Omar, Satur Atxa y Ander Retolaza. Casi
todos los oficiales fueron heridos31.
Se desconoce si la sección de transmisiones del Arana Goiri que, una vez tomado el
objetivo, debía montar servicios de comunicaciones ópticas y de banderas, además de
establecer conexión telefónica32, pudo cumplir su misión. A las 22:00 horas la jefatura del
sector envió un convoy con municiones para el batallón Arana Goiri:
<<Convoy compuesto… mulos con trece cajas de munición para fusil Lewel de
8 m/m y 11 cajas de bombas con destino al bon. de Arana Goiri a la posición hoy
conquistada (Sabigain), al frente del cual va el sargento Felix Arizmendi
Saibigain, el monte de la sangre 129

acompañado del guía Fermín Goiti y de dos enlaces del batallón>>33.


Al final del documento aparece una nota a lápiz, <<falta una caja>> y debajo de
esta, también a lápiz, firma como jefe de la posición el comandante del Cuerpo
Disciplinario <<A. Ruiz Giron>>; esto puede explicarse teniendo en cuenta el descalabro
sufrido entre la oficialidad del Arana Goiri. Se desconoce el tiempo que pudo permanecer
la unidad de Amós Ruiz allí aunque no debió de ser mucho pues, como se verá
posteriormente, horas después no quedaba nadie en la posición34.

Gudaris de la compañía Kortabarria del Arana Goiri naturales de Encartaciones.


Foto: Fundación Sabino Arana. Archivo del Nacionalismo

En cuanto a las fuerzas de las Brigadas de Navarra, a diferencia del 3º de San


Marcial, los soldados del 1º Batallón de Flandes nº 5 no se vinieron abajo y aguantaron el
asalto hasta el final, llegando al cuerpo a cuerpo con los gudaris del Arana Goiri; muchos
dejaron allí la vida35. Después, cuando la situación se hizo insostenible, se replegaron
sobre la cota 800. En el santuario de Urquiola, ajenos a la devacle de las dos compañías
que defendían el Saibigain, y porfiando en su intento por alcanzar alguna de las baterías
gubernamentales situadas en Mañaria, continuaba la sección de morteros del batallón. El
soldado de la misma, cuyo diario se citó en el capítulo anterior, anotó en este día que el
Saibigain había sido atacado cuatro veces siendo rechazado otras tantas, lo que da fe de
130 Saibigain, el monte de la sangre

la confusión del momento36. En el diario de operaciones del 1º Batallón de Flandes nº 5 se


refleja la siguiente información en relación con la jornada del 14 de abril:
<<Al día siguiente recibe un ataque del enemigo a todas las posiciones
especialmente al Sabigain donde, después de una gran preparación artillera con
varias baterías del 7,50 y 15,50, se lanzan al asalto los batallones rojos siendo
rechazados hasta tres veces con bombas de mano; inútiles las ametralladoras
nuestras por el intenso fuego de artillería enemiga y muerto el Alferez de la 4ª
compañía D. Fidel del Corral y otros con gran número de bajas, sin reserva de
ninguna clase y ni refuerzos de los solicitados, la posición hubo de replegarse a la
cota 800 antes de ser envueltos por el enemigo y evitando así que cortasen la
carretera.
El batallón ocupa las posiciones de la cota 800 y las del Santuario. [...] 14 de
abril: muertos en Sabigain, 12 soldados, 7 cabos, 3 sargentos (Domingo Marquinez,
Andres Rituarco y Martin Rodriguez) y 3 alféreces (Fidel del Corral, Enrique
Astigarraga y Pablo Gralla)>> 37.
Lógicamente, el general Solchaga, jefe de las Brigadas de Navarra, informó a Mola
del ataque en cuanto tuvo conocimiento de ello; nótese que ni siquiera conocía aún el
desenlace del mismo:
<<Telegrama oficial del general jefe Brigadas Navarra en Vitoria al general
jefe Ejército Norte en plaza.
Ha transcurrido el día bajo un intenso temporal de lluvias. Stop. Al atardecer el
enemigo ha iniciado un violento ataque contra las posiciones comprendidas entre
los puertos de Urquiola y Sumeltza ambos inclusive continuando a la hora de
transmitir este parte. Stop. En el resto del frente cañoneo intenso especialmente por
Unzá y Uzquiano. Stop. Se han pasado a nuestras líneas veinte milicianos la mayor
parte con armamento>>38.
Como en un calco de lo sucedido el día 12, la reacción no se hizo esperar y la
jefatura de las Brigadas de Navarra adoptó inmediatamente medidas tendentes a reforzar
la línea en torno a Basaguren, Urieta y Saibichiqui como base del inminente contraataque:
<<El enemigo tras de una violenta preparación artillera que dura desde las 15
horas a las 18, ataca de nuevo la posición de Sabigan, reconquistándola y
extendiéndose hasta el puerto de Urquiola, que ataca también sin conseguir ocupar
este.
Recibida orden del mando para restablecer la situación con la Brigada (1ª
Brigada de Navarra), se ordena que el 1º Bon. de América ocupe Basaguren y Uvieta
cerrando el paso de la carretera de Urquiola, que el Tercio de Navarra apoye este
movimiento quedando en reserva y que la 1ª ½ Brigada de la 3ª Brigada
concentrando sus fuerzas en Ambotaste efectúe una difícil marcha de noche para
ocupar la cota 1009, y descolgarse al amanecer al collado de Urquiola para,
apoyada en la cota 800, cooperar a la ocupación de la cota 932 en combinación con
las fuerzas que han de atacarla de frente>>39.
Saibigain, el monte de la sangre 133

15 DE ABRIL. LA PERDIDA DEFINITIVA

Serían cerca de las 02:00 cuando Amós Ruiz se responsabilizó del envío de
municiones con destino al Arana Goiri en Saibigain, envío que ya fue referenciado en el
capítulo anterior. El batallón del malogrado Felipe Bediaga, destrozado y prácticamente
sin oficiales en medio de un terrible temporal, difícilmente podía hacerse cargo de la
defensa de la posición, aunque solo fuera por unas pocas horas. El movimiento de gente
que escapaba en todas direcciones de aquel infierno derivó en un goteo contínuo durante
toda la noche; aún así, alguna pequeña fuerza formada con los restos del Arana Goiri
debió mantenerse allí hasta cerca de las 03:001. No podía inspirarle a Ibarrola mucha
confianza la presencia en el monte del Cuerpo Disciplinario, formado en gran parte por
presos que tenían que ser obligados a combatir por sus oficiales <<pistola en mano>>2;
el riesgo de que no pocos de estos se pasasen al enemigo en medio de aquella confusión
era muy alto.
Quedaba claro que el Saibigain se encontraba en precaria situación de defensa y, por
ello, el jefe del sector ordenó al comandante del UGT nº 14 Guillermo Torrijos, Luis
Iglesias, el envío de una compañía de refuerzo desde las posiciones que el batallón
socialista ocupaba en las peñas de Artzate. El interesante informe que Iglesias remitió a
Ibarrola dando cuenta de lo sucedido durante aquellas horas en Saibigain contribuye
enormemente a clarificar los hechos; dice así:
<<Atendiendo a la orden de Usted, la 1ª cía. de este bon. salió de esta base a
las 04:00 horas del día 15 de los corrientes para reforzar la posición del Saibigain.
Llegada mi fuerza a la posición mencionada, se encontró con el hecho anómalo de
que la posición se hallaba completamente abandonada, sin enlaces, sin fortificar y
sin señales de haber actuado los zapadores. Habiéndose observado la presencia
de fuerza desconocida a la izquierda, se enviaron tres enlaces para identificarlos.
El enemigo cañoneó intensamente a mi fuerza y en esta situación llegó el bon.
Salsamendi; retirándose mi compañía, según había ordenado Usted, y confirmado
por un capitán del Regimiento Garellano que se encontraba en las faldas de la
citada posición, llegando a las 12:00 horas del día a su base.
Uno de los cañonazos del enemigo alcanzó al miliciano Manuel Fernández
Tejena, quedando su cuerpo completamente destrozado. No fue recogido su
cadáver.
Hecho un minucioso recuento de la compañía en esta posición, se registró la
falta de los tres enlaces Andrés Zabalo Anzuola, José Herreros Ibañez y Elías
Blanco Lerma y el miliciano Juan Sádaba Peinado>>3.
De este documento se extraen las siguientes conclusiones:
134 Saibigain, el monte de la sangre

Soldados del Garellano. El batallón de montaña Garellano nº 6 era una pequeña fuerza que solo tenía dos compañías de
fusileros: 1ª y 3ª. La 1ª Compañía, formada por soldados forzosos, quedó constituida en la reserva del frente en Amorebieta y
fue enviada a defender el Saibigain en la mañana del 15 de abril. Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco

• Los milicianos de la 1ª Compañía del Guillermo Torrijos salieron a las 04:00 de las
peñas de Artzate y llegaron a la cima del Saibigain pasadas las 05:00; allí se
encontraron con que la posición estaba abandonada y sin fortificar. A esa hora ya no
quedaba nadie en el monte.
• Más tarde detectaron una fuerza desconocida a su izquierda que no podía ser otra que
el 1º Batallón de Flandes replegado sobre la cota 800 (Saibichiqui). Como esta
información era del todo desconocida por los milicianos socialistas, que se vieron solos
en aquel monte, se hizo necesario el envío de enlaces. Prisioneros o muertos por el
enemigo estos no regresaron nunca.
• Después de que comenzara la preparación artillera previa al contraataque de la 1º
Brigada de Navarra –pasadas las 07:00– la 1ª Compañía del Guillermo Torrijos fue
relevada por el batallón Salsamendi. Esto prueba que la llegada del Salsamendi se
produjo en este momento y no antes.
• Cumpliendo las órdenes recibidas de Juan Ibarrola, los milicianos socialistas
abandonaron la posición. De regreso a las peñas de Artzate se encontraron en las
faldas del Saibigain con la 1ª Compañía del Garellano que, al igual que el Salsamendi,
acudía a defender el monte4.
Por lo tanto, cuando las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra atacaron Saibigain, allí
se encontraban el malogrado batallón Salsamendi5 y la 1ª Compañía del Garellano. Esta
última formada con soldados forzosos de los que al menos ocho se pasaron al enemigo
durante el combate6. Tal y como les sucediera a los asturianos dos días antes, durante la
preparación artillera previa al ataque los extraordinarios cañones antiaéreos alemanes de
88 mm. barrieron la posición manteniendo el fuego hasta el mismo instante en que se
echaron encima los requetés del tercio de Navarra:
Saibigain, el monte de la sangre 135

Entrega de la bandera del batallón Salsamendi en presencia de dirigentes del PCE. A la izquierda de la bandera, Jesús Larrañaga
Churruca. A la derecha, con abrigo oscuro, el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Euzkadi J. Domingo Astigarrabía.
También está presente Antonio Fernández Olivares, el primer comandante que tuvo el Salsamendi.
Foto: Archivo general de Avila / C.145, Cp.12, D.1, F-10

<<Debíamos atacar al batallón “Revolución de octubre” reforzado por una


compañía. Ruido infernal: ametralladoras, 8,8 tirando desde varios kilómetros. Era
un pequeño valle. El grupo más numeroso era el de Ciganda, con el que íbamos
unos 14. “El Feo”, de Monreal, se volvió a Ciganda: “Ya ha caído uno”. Y
empezaron a discutir otro y él sobre quien lo había matado. Ciganda les dijo: “Lo
habéis matado los dos”. Clavaron una bandera del tercio en la trinchera estando
aún los rojos en ella. Todavía disparaba sobre la posición el 8,8 nacional cuando
los requetés se lanzaron dentro de las trincheras enemigas. Tuvieron que esperar a
que rectificaran el tiro. El capitán Guillén entró por la espalda y todo se acabó. Los
rojos resistían horrores de frente; atacados por la espalda huían enseguida. Aquí
murió Mateo Arbeloa que tenía ya la licencia en el bolsillo. Lo alcanzó una ráfaga de
ametralladora y murió en la camilla. ¡Era el mejor del tercio Navarra!
El capitán Guillén decía siempre: “el que resiste detiene siempre a los que
atacan”; sin embargo, aquel día 200 requetés tomaron la posición a 700 rojos. No
había bombas de mano ni casi se empleó la bayoneta. A culatazos.
Valiño dijo: “¡Colosal!”>>7.
En la mañana del día 13 la 1ª Brigada de Navarra atacó Saibigain de frente y de
flanco; esta vez, en cambio, solo lo hizo de frente. Con la experiencia acumulada
anteriormente el mando debió pensar que eso sería suficiente, y no se equivocaba pues
no parece que la operación fuese muy costosa. Todo el peso del contraataque recayó
sobre el Salsamendi, que probablemente defendía las posiciones situadas a media ladera,
mientras la 1ª Compañía del Garellano lo hacía en la misma cumbre; de hecho, entre los
muertos que tuvo el Ejército vasco en esta jornada no consta ninguno del Garellano y en
cambio aparecen cuatro del Salsamendi8, que además contabilizó 51 milicianos heridos9.
136 Saibigain, el monte de la sangre

El jefe de operaciones del Cuerpo de Ejército de Euzkadi, Modesto Arambarri, y el jefe del frente de Burgos, Daniel Irezabal,
pasan revista a una sección de acemileros del Garellano. Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco

Ya se ha comentado en este trabajo que el monte se hallaba en 1937 completamente


desprovisto de arbolado en la parte que da al Basaguren y, como quiera que no había sido
fortificado, no podía ofrecer abrigo alguno a sus defensores10. A estos últimos no resulta
difícil imaginarles pegados al suelo rodeados de explosiones. Cuando llegó el momento
del asalto la desbandada debió ser generalizada y arriba sólo quedó un puñado de
valientes11. El diario de la 1ª Brigada refleja que la preparación artillera dio comienzo a las
07:00 y que después de batir durante una hora las posiciones enemigas se ordenó <<el
asalto a Sebigan que se efectúa de frente, como base de partida Basaguren, por el
Tercio de San Miguel, el de Navarra y 1º Bon. de América que en brioso asalto pone
en fuga al enemigo causándole numerosas bajas, entre ellas 50 muertos con
armamento>>12. Guarneciendo la cota 800, sin intervenir en el combate, se encontraba el
5º Batallón de la Victoria13; en esta posición fue emplazado uno de los dos morteros del
Flandes bajo el mando del sargento Ugastondo14.
Después del último combate por la posesión del Saibigain, el frente quedó
restablecido definitivamente en la zona de Urquiola; la 1ª Brigada regresó a Olaeta tras
ser relevada por la 1ª media Brigada de la 3ª. En el monte que tanta sangre había costado
a los dos bandos contendientes, se situaron dos compañías del tercio de Oriamendi.
Mientras, la línea que defendía el C.E. de Euzkadi seguía ocupada por los batallones
Muñatones15, Guillermo Torrijos, Gordexola, Itxarkundia y Guipúzcoa. La jornada fue de
relativa tranquilidad para todos ellos exceptuando –claro está– a la 1ª Compañía del
Torrijos. En el Guipúzcoa no se registró novedad alguna16 y en el Gordexola se produjeron
dos heridos de escasa gravedad por <<un ligero tiroteo de fusil>>17. Antes de
abandonar Mañaria con su maltrecho batallón, el comandante intendente del Arana Goiri,
Asensio Uría, puso a disposición de Ibarrola a Julián Aldanondo Ureta, soldado del 1º
Batallón de Flandes hecho prisionero en el Saibigain18; además de este, consta la captura
de otro llamado Benedicto Sáez Cortaja. Ambos fueron interrogados en la jefatura del
sector:
Saibigain, el monte de la sangre 137

Requetés del tercio de Navarra. Los ataques del C.E. de Euzkadi sobre el Saibigain pusieron en serio peligro la operación que la
1ª Brigada de Navarra debía hacer por Ambotaste (Udala) y que fue tantas veces suspendida. El día 15 de abril el tercio de
Navarra regresó al Saibigain para ocuparlo definitivamente. Foto: HERRERA ALONSO, E. Los mil días del Tercio de Navarra

<<Manifestaciones hechas por Benedicto Saez Cortaja de Otaza (Vitoria) y


Julián Aldanondo Ureta de Idiazabal (Guipuzcoa) pertenecientes al Bon. de Flandes
de Vitoria de los reemplazos 34 y 36 respectivamente hechos prisioneros por
nuestras fuerzas en la posición ocupada al enemigo en la tarde de ayer.
Manifiestan que dicha posición estaba defendida por la 4ª cía. de Flandes con
dos máquinas, habiendo quedado destrozadas dichas fuerzas puesto que
solamente en la trinchera que ellos defendían se contó 12 muertos y numerosos
heridos creyendo que en esa proporción habrán tenido los demás pelotones.
Que el día anterior oyó decir a otros soldados que relevaron del bon. de Bailen
que tuvieron suerte porque ellos habían tenido muchas bajas.
Que el Bon. de Flandes conjuntamente con otros Batallones y fuerza
motorizada alemana e italiana piensan atacarnos por Vergara, Anguiozar,
Campazar y Peñas de Amboto con una Bandera del Tercio y dos Tabores de moros;
que se sabe por un alférez que murió que tienen unos 60 cañones de todos los
calibres. Que el martes al pasar hacia Ochandiano en una curva de la carretera
(Caserío el Gordo) vio como estaban emplazadas una Batería del 26,5 y otra del
21,5 enganchada a unos tractores, que le dijeron que otras del 15,5 había en
Ochandiano. Que toda la Artillería está mandada por oficialidad y tropa alemana.
Que por este frente (de Urkiola) no piensan atacar sino conservar las posiciones
conquistadas pero al ser atacados por nosotros piensan atacarnos para echarnos
de las posiciones que ocupamos.
Que se supone que por el monte hay muchos soldados desperdigados.
Mañaria, 15 de abril de 1937.
El Jefe del Sector de Urquiola. P.O. El Capitán Ayudante>>19.
138 Saibigain, el monte de la sangre

Convencido el mando del Ejército vasco de la inutilidad de sus esfuerzos,


prácticamente sin reservas y teniendo que atender a las necesidades de otros frentes,
debió proceder a descongestionar el sector, sobre todo en lo referente a la artillería y a los
morteros. En este contexto se produjo la marcha de la 1ª Compañía del Irrintzi hacia su
acuartelamiento de Bilbao20. La Aviación insurgente, muy activa a pesar del mal tiempo,
bombardeó las posiciones vascas del sector de Urquiola-Mañaria21. Durante una misión
por el frente de Alava la única escuadrilla de caza que tenía la Aviación de la República en
el Norte sufrió la pérdida del sargento José Rodríguez de la Cueva, derribado sobre el
monte Albertia22.
Al final del día, cuando ya era de noche, Juan Ibarrola ordenó a Luis Iglesias el envío
de otra compañía del Torrijos al Saibigain, esta vez en misión de exploración. Al amparo
de la oscuridad llegaron, por última vez, hasta las faldas del monte:
<<A las 22:00 horas del día 15, la 3ª cía. de este batallón, en cumplimiento de
lo ordenado por Usted, salió de esta base en viaje de exploración, llegando hasta
las faldas del Saibigain. No encontró más que algunos objetos de sanidad, mantas
y ponchos que recogió. No halló heridos.
Hallándose en estas inmediaciones el cadáver de un miliciano del batallón
Disciplinario, que fue herido aquí en la madrugada de ayer, se va a proceder a su
inhumación. No tenemos elementos de identificación. Todo cuanto tenía lo recogió el
médico del citado batallón.
Sin más novedad. Peñas de Artzate a las 10:00 horas del día 16 de Abril de
1.937. El Comandante-Jefe Luis Iglesias al Sr. Jefe del Sector de Mañaria>>23.

El máximo As italiano de la Guerra Civil Española, Brunetto di Montegnaccio, pilotando un Fial Cr-32 “Chirri” durante una misión
por el subsector Barazar-Urquiola derribó el “Chato” del sargento José Rodríguez de la Cueva: “Protección sobre el frente de
Ochandiano con el capitán Viola, Ricci, Ascarini, Pressel y yo mismo. Derribo un Curtiss que huía de un ataque del comandante,
cae cerca de Villarreal. (El comandante no había insistido en el ataque al creer que el avión podía ser nuestro)”.
Fotografía y diario de Montegnaccio: Fulvio Chianese. http://users.iol.it/chianesef/
Saibigain, el monte de la sangre 141

DESPUES DE LOS COMBATES

16 de abril
El día 16 de abril amaneció inmerso en el temporal de lluvias de las jornadas
anteriores. La 1ª Brigada de Navarra, después de avanzar hasta Ambotaste, tuvo que
suspender por segunda vez la operación prevista para progresar por detrás de las líneas
vascas hacia Elorrio y forzar la retirada de las fuerzas del C.E. de Euzkadi que defendían
el frente de Guipúzcoa1. Este día asumió el mando del subsector Barazar-Urquiola el
coronel Cayuela en sustitución del coronel Latorre2. La Artillería gubernamental
bombardeó objetivos en la zona de Urquiola3. La 6ª Compañía de Zapadores Minadores
acudió al Saibigain para fortificar las posiciones que defendían los requetés del tercio de
Oriamendi4; uno de estos últimos, José Arteche, dejó escrito un impresionante testimonio
de lo vivido por él a su llegada al monte:
<<En el monte Saibigain, 16 de abril
Esta mañana he salido a buscar la gente, primero hacia Urquiola, y luego
hacia este famoso monte que ha sido preciso tomar tres veces. Densa niebla lo
cubría todo, destilando pegajoso sirimiri que calaba hasta los huesos. Este es un
monte pelado en absoluto, donde hasta la argoma crece raquítica.
A partir de Urquiola comienza la áspera pendiente donde a cada momento hay
que cerciorarse del camino, espeso lodazal entrecruzado por toda clase de huellas.
A media ladera comienzan a verse las huellas de los combates. Hileras de chabolas
deshechas. Montones de ceneques, fusiles rotos, bayonetas, todo semihundido en
el barro. A la orilla izquierda del sendero, una larga fila cuidadosamente alineada
de soldados muertos. El barro y la lluvia les dan aspecto de imágenes yacentes.
Sobre todo los que tienen heridas en la cara y uno de ellos especialmente, con el
cuello casi seccionado, mostrando por la enorme brecha la anatomía interna, tienen
la agonía petrificada en los semblantes.
Algo más arriba, un revuelto montón de cadáveres de gudaris, casi todos boca
abajo. La lluvia diluye el rojo de sus camisas tintas en sangre. Algunos ostentan
detentes al pecho; del bolsillo de otro asoma un librito piadoso.
Por todas partes, cadáveres y más cadáveres; sus bocas desmesuradamente
abiertas parecen aspirar con ansia la lluvia que cae implacable. Desperdigados
aquí y allá, mulos y caballos muertos de vientres hinchados. Hay también piernas,
brazos y miembros humanos sueltos. Y según se sube, muchos más cadáveres
todavía, gudaris y soldados en montones confusos y con los brazos en cruz. Los
cadáveres no se acometen, se abrazan. Los hombres no se reconcilian sino en la
muerte.
142 Saibigain, el monte de la sangre

Soldados de las Brigadas de Navarra bajan el monte Saibichiqui con acémilas y equipos. Los cadáveres tapados con mantas
que aparecen en primer plano permiten situar esta fotografía en las jornadas inmediatamente posteriores a los combates.
Foto: URRUTIA, F. de. Estampas de la guerra, de Irún a Bilbao

Soldados de pala y pico, enterradores de ocasión, trabajan indiferentes.


Llueve, no cesa un momento de llover. Otros se defienden del agua pegados los
unos a los otros, acurrucados debajo de las mantas empapadas. Al preguntarles
por mi Tercio, me responden secamente, con marcada hostilidad.
Por fin llego a la cumbre, arada a cañonazos, donde hay cinco caballos
muertos que amenazan estallar de puro hinchados. Un poco más abajo, en un
recuesto, encuentro a mi compañía. Todos tienen un color terroso, sucio.
–¿Sabes adónde has venido? –me dicen de sopetón a modo de saludo–. Mira:
por donde estamos ahora se colaron la segunda vez.
Ya no llueve, pero la niebla persiste impenetrable. Apenas se ve nada a diez
pasos. Me refugio en una chabola elemental, formada de cuatro piquetes de hierro
que sostienen unas mantas. Estoy deshecho de cansancio, todo mojado de lluvia
por fuera y de sudor por dentro. Me tumbo en el suelo embarrado. Veo en una de
las mantas un enorme manchón de sangre.
–¿Y esto? –pregunto señalándolo.
–Son las de ésos –me contestan, mostrándome unos muertos tendidos cerca–.
Nos han venido muy bien.
Se afanan por atenderme. Me traen de comer. Devoro un montón de cosas.
Bebo. Y por fin me río, consigo reírme, olvidar las tremendas impresiones del
camino y unirme al buen humor general. Satisfecho ya, ahito, me tumbo de nuevo.
Una ráfaga de aire junta mi cara con la manta ensangrentada. Es como si alguien
me despertase. De lo más hondo me sube una congoja que anega los impulsos de la
satisfacción bestial. Y sólo me siento redimido cuando imploro a Dios en silencio,
que nunca permita que mi alma se endurezca y se insensibilice ante la presencia
del dolor>>5.
Saibigain, el monte de la sangre 143

En la línea que defendía el Ejército


vasco debió producirse el relevo de los
batallones Guipúzcoa y Muñatones por la
2ª Brigada Expedicionaria de Asturias, que
regresaba de nuevo al sector de Urquiola-
Mañaria. En las peñas de Otxa se situó el
Asturias nº 25, mientras que en el Untzillatx
tomaron posiciones los batallones nº 8 y nº
436. De una forma o de otra, se tienen
referencias del resto de las unidades,
aunque sea indirectamente. El Itxarkundia,
además de insistir ante la jefatura del
sector en la necesidad de fortificar las
posiciones que ocupaba en el frente, Alberto Montaud y Modesto Arambarri, jefes respectivos de
registró en este día la baja de tres gudaris E.M y de operaciones del C.E. de Euzkadi. Foto: vía autor
por heridas y uno por enfermedad7. Un
evadido del batallón Gordexola se presentó en el puerto de Urquiola8. En el parte de
novedades del González Peña se documenta el apoyo que sus ametralladoras seguían
dando a los batallones Gordexola y Guillermo Torrijos:
<<Operaciones en que ha intervenido durante el día: Dos escuadras (18
hombres) de protección para el batallón Gordexola en la posición de Urquioleta. Una
sección (40 hombres) con sus enlaces y acemileros con cuatro máquinas y una de
repuesto (esta sin trípode) en servicio de protección para el bon. UGT Nº 14. El resto
de la fuerza (329 hombres) permanece en el cuartel>>9.
El documento más importante de esta jornada, que transcurrió sin más novedad en el
frente, fue la carta que el jefe de operaciones del C.E. de Euzkadi, Modesto Arambarri,
remitió al Presidente Aguirre en vísperas del trascendental ataque de las Brigadas de
Navarra a las posiciones de Elgueta (Guipúzcoa):
<<Excmo. Sr.
No ignora V. E. ninguno de los hechos (algunos de consecuencias decisivas)
que han tenido lugar en el desarrollo de la reciente ofensiva enemiga, extraña y
providencialmente detenida por causas militarmente inexplicables para este
Mando, que abriga la seguridad de que si la presión adversaria sigue, la flexión de
nuestras fuerzas hubiese degenerado en desastrosa retirada.
También esta V.E. en posesión de cuantas informaciones sobre el número,
elementos y plan del enemigo llegan por confidencias o por observación directa.
Todas ellas anuncian un inminente ataque de gran estilo que habrá de
desarrollarse con toda probabilidad contra la parte de nuestro frente comprendida
entre Kalamua y Amboto.
Este Mando que, como V.E. sabe, ha considerado siempre los collados de
Elgueta punto singular del país, tiene tomadas cuantas medidas cree necesarias,
dentro de los elementos don que cuenta, y previstas y estudiadas las soluciones
hacederas en cada caso posible según las hipótesis probables sobre el desarrollo
de los acontecimientos ulteriores al ataque que espera.
Dada la situación táctica inmejorable de nuestras posiciones en el sector
amenazado, la consistencia de su fuerza natural aumentada por el arte, la calidad
indudable de sus defensores que conocen desde tiempo el terreno y no han
experimentado desgaste alguno y teniendo en cuenta las medidas tomadas para
acudir a la amenaza prevista, podría este Mando afirmar su casi seguridad de un
rotundo fracaso del ataque si los hechos se desarrollaran sin intervención de la
aviación facciosa. Pero las enseñanzas deducidas de los hechos recientes que al
144 Saibigain, el monte de la sangre

principio aludo, me impulsan a dirigirme a V. E. con miras de llevar a su ánimo, y si


V. E. lo juzga oportuno al del Gobierno que tan dignamente preside, la impresión
fundada de que ante un ataque preludiado con la masa de aviación que es
presumible, no se debe de esperar resultado distinto del que, por desgracia, hemos
sufrido recientemente.
Y estimando sensato aliviar su responsabilidad en los acontecimientos que se
avecinan, hace presente una vez mas a V. E. y al Gobierno de Euzkadi que
mientras dure la presente impotencia frente a un elemento contra el que estemos
indefensos, nada cabe esperar de propicio en el resultado final de la lucha que
sostienen, con un valor que merecía más fortuna, estas tropas cuya moral
explicablemente quebrantada habrá de derrumbarse fatalmente ante una prueba
humanamente irresistible.
Cuartel General 16 de Abril de 1937.
Firmado: Modesto Arambarri>>10.

17 de abril

En el subsector Barazar-Urquiola <<ligero fuego de cañón sobre Urquiola se


pasan a nuestras filas tres milicianos. [...] Ha continuado en el día de hoy el tiempo
lluvioso y con niebla. Actividad en el frente, fuego de cañón con cierta intensidad en
el sector de Ochandiano>>. Sin poder maniobrar debido a la climatología adversa, la 1ª
Brigada de Navarra permanecía acantonada en Olaeta11. Los dos morteros del Flandes
recibieron orden de hacer fuego cada cinco o seis minutos12.
En las posiciones que ocupaban los batallones del sector de Urquiola-Mañaria
apenas hubo novedades reseñables: la Aviación insurgente ametralló las trincheras que
ocupaban los asturianos en el Untzillatx, causando dos heridos13, sin que, al parecer, esto
afectara al Itxarkundia14; de la situación de los batallones Gordexola y Guillermo Torrijos
seguía dando cuenta la jefatura del González Peña en su parte diario15.
El hospital de sangre de Izurza, saturado de heridos por los combates de las pasadas
jornadas, recuperó por fin una situación de normalidad:
<<Relación de bajas registradas en el Hospital de Izurza en el día de hoy:
- enfermos, 8; heridos, 2; muertos, 1. Totales, 11.
El Comandante Médico, Villegas>>16.
Por el puerto de Urquiola se pasaron al enemigo dos artilleros del 3º Regimiento de
Artillería Ligera de Euzkadi que procedían de la zona de Axpe Marzana17. En el Saibigain
continuaban los trabajos de fortificación mientras se enterraba a los muertos. Los requetés
del tercio de Oriamendi no podían bajar la guardia pues aún era demasiado pronto para
descartar la posibilidad de ser atacados de nuevo por las fuerzas de Juan Ibarrola.

18 de abril
De nuevo la 1ª Brigada de Navarra fracasó en su intento de emprender la operación
prevista varias jornadas atrás a causa del mal tiempo, regresando a Olaeta la 2ª media
Brigada de la 2ª Brigada, y quedando vivaqueando en Ambotaste los batallones Sicilia y
1º de América y los tercios de Montejurra y de Navarra. En el subsector Barazar-Urquiola
se registró <<fuego de cañón sobre Urquiola, respondiendo nuestras baterías>>18.
En el sector de Urquiola-Mañaria hubo relevos en las posiciones; por un lado, las
ametralladoras del González Peña19 por las de la 2ª Compañía del batallón Ariztimuño20.
Saibigain, el monte de la sangre 145

Por otro, el batallón Loiola recibió


orden del jefe de operaciones del Cuerpo de
Ejército, Modesto Arambarri, de partir desde
Guernica hacia Mañaria para relevar al
Gordexola en sus posiciones. El relevo se
hizo efectivo durante la mañana del día 19:
<<Orden Nª 2.158 del Jefe de
Operaciones de Cuerpo de Ejército de
Euzkadi al Sr. Comandante Ibarrola,
Jefe del Sector de Mañaria:
Con esta fecha ordeno al bon. Loiola
que salga en el día de hoy a las 20:00
horas en autobuses de Guernica a
Mañaria, donde quedará afecto a esa
columna, relevando según instrucciones
que le dará usted, al bon. Gordexola de
sus posiciones. Ordene al citado bon.
Gordexola que una vez relevado, se
traslade en autobuses que me solicitará
con la suficiente anticipación, a
Guernica, donde quedará en reserva a
disposición de este mando y
acuartelado.
Gudaris del Ariztimuño en las estribaciones del monte Saibigain
Cuartel General, a 18 de Abril de Foto: vía autor
1937>>21.
Los asturianos se dedicaron a trabajos de fortificación22; del Guillermo Torrijos, aparte
del hecho de continuar en sus posiciones, nada se sabe. El Itxarkundia no registró
novedad alguna pero informó al mando de los intensos trabajos que las Brigadas de
Navarra realizaban para fortificar el Saibigain:
<<En noches anteriores se ha podido comprobar desde nuestro punto de
observación, la subida del material de fortificación, por parte del enemigo, al alto de
Saibigain, notándose desde el mismo observatorio, que el enemigo ha fortificado
cuanto mejor ha podido dicho monte. Ha colocado líneas de alambradas y ha hecho
grandes parapetos>>23.
En Bilbao se esperaba este día la llegada de los tres primeros aviones Gourdou
Lesseurre, matriculados FAPPX, FAPPY y FAJHV24, de un lote adquirido por el Gobierno
de Euzkadi en Francia. Estos aviones vinieron sin ametralladoras y sin lanzabombas25.
Como colofón a lo sucedido durante las terribles jornadas en que ambos bandos se
disputaron con saña el monte Saibigain, más allá de la realidad que trasciende de la
exposición de los hechos, el relato de José Arteche situa al lector ante la verdadera
dimensión de la tragedia: la de un monte lleno de cadáveres, moldeado por las
explosiones, en el que apenas dos centenares de hombres se aferraban a la vida:
<<En el monte Saibigain, 18 de abril
Los enterradores sólo han cubierto el expediente. Muchos muertos están
simplemente cubiertos de una ligera capa de tierra. En algunos sitios asoman las
manos y los pies de los cadáveres. Algunas trincheras han sido habilitadas para
tumbas colectivas. Un piquete ha salido hoy a enterrar los muertos que estaban
fuera de la alambrada. Por el barranco quedan muchos todavía. Buitres y cuervos
vienen en bandadas, planeando lentamente, con el pescuezo proyectado hacia el
suelo>>26.
146 Saibigain, el monte de la sangre

Trincheras del Saibichiqui fotografiadas por el fotógrafo eibarrés Indalecio Ojanguren en 1937 después de la caída de Vizcaya, al
fondo el monte Saibigain. Después de los combates por la posesión del “monte de la sangre”, la jefatura de las Brigadas de
Navarra se tomó gran interés en fortificar estas posiciones, lo que se refleja en estas instantáneas, todas ellas pertenecientes al
mismo autor. Estas fortificaciones fueron levantadas a partir del día 15 de abril. Foto: AGG-GAO, OA 575

Trincheras del Saibichiqui. Foto: AGG-GAO, OA 577


Saibigain, el monte de la sangre 147

Trincheras del Saibigain. Foto: AGG-GAO. OA 580

Trincheras del Saibigain. Foto: AGG-GAO, OA 578


148 Saibigain, el monte de la sangre

Trincheras del Saibigain. Foto: AGG-GAO, OA 579

Trincheras del Saibigain. Foto: AGG-GAO, OA 576


Saibigain, el monte de la sangre 151

ARTILLERIA DEL CUERPO DE EJERCITO DE EUZKADI

El día 31 de marzo de 1937 los soldados del 1º Batallón de Flandes nº 5 cogieron al


C.E. de Euzkadi en el monte Albertia dos de sus seis cañones rusos de 76,2 mm.1 Ante el
avance de las Brigadas de Navarra, que amenazaba con cortar la carretera que une
Villarreal con Aramayona, hubo que retirar hacia Ochandiano la sección (dos piezas) de
obuses Schneider de 155 mm. Mod. 1917, hasta ese momento situada en diferentes
emplazamientos del recorrido de la citada carretera, con especial querencia por el puerto
de Cruceta2. El día 1 de abril, a pesar de las dificultades derivadas de los continuos
cambios de emplazamiento y del acoso combinado de artillería y aviación, se hizo notar la
actividad de estos obuses y de los dos cañones Armstrong Vickers de 127 mm.3, siendo
ambas secciones, pertenecientes al Regimiento de Artillería Pesada nº 3, las únicas del
frente de Alava que podían emplearse en la contrabatería. Ya no dejarían de retroceder
hasta el 6 o el 7 de abril.
La situación era extremadamente crítica en todos los sectores y se hacía necesario
contrarrestar el abrumador potencial artillero del enemigo. En los parques de artillería se
disponía de 32 cañones Krupp Ansaldo de 75 mm. Mod. 06 llegados en el vapor Tinge el
día 26 de marzo; con estas piezas, que vinieron en su mayor parte sin elementos de tiro y
todas ellas sin tablas4, se armaron apresuradamente seis baterías del recién creado 3º
Regimiento de Artillería Ligera de Euzkadi. El día 3 de abril tres de estas baterías
partieron desde San Miguel de Basauri hacia Ochandiano; una de ellas la mandaba el
teniente Ponciano Fernández y otra el teniente Eizaguirre, desconociéndose quien
mandaba la tercera. Al amanecer del día 4 de abril, cuando las avanzadillas de las
Brigadas de Navarra se encontraban casi a las puertas de Ochandiano, las tres baterías
fueron emplazadas en las inmediaciones de la citada localidad vizcaína. A las 12:00 horas
tuvieron que ser retiradas apresuradamente dejando en manos del enemigo dos piezas5,
de las cuales una era responsabilidad del teniente Eizaguirre6 cuya batería se quedó en
Urquiola a disposición de Juan Ibarrola mientras las otras dos regresaban a su
acuartelamiento de Basauri.
Cuenta Pablo Beldarrain que al amanecer del día 5 de abril el jefe del sector de
Urquiola <<acercándose a la Batería que se estaba montando junto al Santuario,
advirtió al capitán Eizaguirre que debía mantenerse sin vacilaciones>>7. Por
aquellas fechas Eizaguirre aún no era capitán, aunque hacía sus funciones, sino uno de
los noveles oficiales de artillería de la Escuela Militar de Euzkadi, salido de la misma antes
de tiempo para asumir el mando de una batería. Esta circunstancia excepcional puede
explicarse atendiendo a la adversa situación del frente que forzó a entrar en combate a
una unidad en periodo de formación, el 3º Regimiento de Artillería Ligera, nacida sin
oficiales y que ni siquiera dispuso de tiempo para familiarizarse con el manejo del cañón
Krupp Ansaldo8.
152 Saibigain, el monte de la sangre

Sección de cañones Armstrong Vickers de 127 mm. del Regimiento de Artillería Pesada nº3 del C.E. de Euzkadi en el invierno de
1936-37. Es muy posible que se trate de las mismas piezas que estuvieron emplazadas en Dima durante los contraataques sobre
el Saibigain. Estos cañones británicos de largo alcance procedían de la U.R.S.S. y habían sido capturados por los soviéticos a
los rusos blancos durante la guerra civil en aquel país. Aquí se le conocía como “Leona”.
Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco

Volviendo a la jornada del 5 de abril, en ella se debió registrar bastante actividad de


la sección de cañones de 127 mm. pues la jefatura de la Aviación nacional en el Norte
dispuso para las 08:00 del día siguiente la <<localización de una batería de 120
enemiga que debe encontrarse aproximadamente en la vertiente S., S.O. de
Urquioleta>>9. Sorprende la estimación que se hace de la situación de los cañones ya
que la vertiente S.S.O. del Urquiolamendi –conocido por Urquioleta en el bando
insurrecto– se encontraba el día 6 por delante de la línea de fuego, en la tierra de nadie.
Los cañones Armstrong Vickers de 127 mm. eran piezas de largo alcance que podían batir
sus objetivos desde mucha distancia para arriesgarlos tan estúpidamente en el apoyo
directo a las tropas que combatían en el frente. Más bien parece que el mando de las
Brigadas de Navarra no acertaba a discernir de donde le venía el fuego de estas piezas
que bien podían estar, junto a los obuses de 155 mm., en la zona de Dima, mucho más al
Oeste de donde se las suponía. A las 08:30 salieron del aeródromo de Lacua (Vitoria) los
Breguet XIX de la escuadrilla 2-E-10:
<<Sale la 2-E-10 a las 8,30 efectuando un reconocimiento sobre los puertos al
N. de Ochandiano, principalmente en el puerto de Urquiola. Se observa en este y en
la vertiente N. una concentración de camiones en núm. de unos 20. Se localiza una
batería roja al N.E. de Urrieta (Urieta), y se ametralla>>10.
Buscando a los cañones de 127 mm. los Breguets dieron con la batería de Eizaguirre,
a la que ametrallaron. Perdido el Basaguren a primera hora de la mañana, debió pensar
Ibarrola en la conveniencia de retirar las piezas hacia Mañaria ante el riesgo de perderlas,
pero la realidad es que se mantuvieron firmes durante el transcurso de esta dura jornada,
incluso cuando comenzó el ataque del tercio de Navarra sobre el Saibigain. Prueba de ello
es que la batería fue contrabatida por los obuses del Grupo de Montaña afecto a la 1ª
Brigada de Navarra11. Después de esto debió ser retirada a Mañaria.
Saibigain, el monte de la sangre 153

Los protagonistas de la fotografía anterior posan encima de uno de los dos cañones Armstrong Vickers de 127 mm.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco

El día 7 de abril se desconoce el apoyo artillero que tuvieron los asturianos en su


contraataque sobre el Saibigain; probablemente sí lo tuvieron de la batería de Eizaguirre
aunque parece más dudoso el de las secciones de 155 y 127 mm., pues se combatía
duramente en la línea Barazar-Altún. El caso es que los requetés del tercio de Navarra
que lo defendían hubieron de soportar <<un duro castigo de la artillería enemiga>>12.
Después de consumarse su pérdida, el puerto de Urquiola y el monte Urquiolamendi se
convirtieron en objetivos de los cañones emplazados en Mañaria:
<<Empieza a oscurecer. Desde un pinar debajo de Urquiola, una batería
enemiga comienza a cañonearnos. Vemos perfectamente los cuatro fogonazos de
salida. Las granadas llegan aquí, a la cumbre, con lúgubre jadeo. Las luces de
Vitoria se divisan en la lejanía. Me invade abrumadora tristeza. Hemos hecho unos
hoyos como sepulturas para dormir resguardados del frío>>13.
Llegados aquí, al cumplirse los objetivos marcados para esta fase de la ofensiva
sobre Vizcaya, las Brigadas de Navarra se hicieron con un enorme botín de guerra en el
que –según sus propias fuentes– había <<hasta 14 piezas de artillería>>14. Estas
cifras, claramente exageradas, contrastan con las nueve piezas (dos de 76,2 y siete de
75) que atinadamente se referencian en el informe que José Antonio Urgoitia y otros
oficiales de artillería del Ejército vasco realizaron mientras estuvieron en prisión15. Según
este documento, de los siete cañones de 75 mm. perdidos cuatro eran Krupp Ansaldo, lo
que probaría la llegada al frente de Alava de más baterías del 3º Regimiento de Artillería
Ligera.
La actividad de la batería del teniente Eizaguirre, desde su emplazamiento en
Mañaria, fue muy intensa en los días siguientes: durante la jornada del 9 batió de nuevo
objetivos en Urquiola y Urquiolamendi, siendo esta la causa de que, a las 22:00 de ese
mismo día, la Aviación nacional recibiera instrucciones de salir a localizar los cañones:
154 Saibigain, el monte de la sangre

Artilleros vascos transportando una pieza de 75 mm. A destacar el camuflaje de ramas y hojas que cubre el tubo del cañón.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco

<<Del Estado Mayor al jefe de las Fuerzas Aéreas del Norte


Para el día 10 de abril de 1937
Información: Una batería enemiga hostiliza nuestras posiciones de Urquileta,
suponiéndose se haya situada al N.N.O. de dichas posiciones y
a la altura de Mañaria.

Misión: De reconocimiento-. De dicho sector a fin de localizar si es


posible la batería citada.

Hora: Durante la mañana>>16.


Sin embargo, la buena ocultación de las piezas, cuyos sirvientes se cuidaban mucho
de abrir fuego mientras hubiera aviones, impidió su localización. No puede por menos que
elogiarse el buen hacer del teniente Eizaguirre al hacerse cargo de una batería en tan
excepcionales condiciones y ponerla en orden de combate con eficacia. Por otra parte, ya
debían andar por este frente las seis piezas –dos obuses Schneider de 105 mm. y cuatro
cañones Krupp de 77 mm. C96 nA.– que había traido a Vizcaya la 2ª Brigada
Expedicionaria asturiana17. De Asturias llegarían también tres obuses Krupp de 105 mm.
Mod. 16 que formaban parte, entre otros materiales, del cargamento que dejó en
Ribadesella el vapor Scotia el día 6 de abril18. Con gran rapidez se ultimaban los
preparativos para el inminente contraataque.
En la Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi para rectificar esta línea el 12
de abril19, fechada un día antes, se especificaba el número y calibre de las piezas, la
situación y los objetivos de cada uno de los tres grupos que iban a tomar parte en la
operación (A, B y C). En el plan de fuegos de artillería se determinaba el comienzo del
Saibigain, el monte de la sangre 155

fuego de cañones, obuses y morteros para media hora antes del ataque, y cuando diera
comienzo este <<la artillería tendrá previsto los transportes de fuego de modo que
las posiciones atacadas queden aisladas de Ochandiano, Urquiola y Ubidea>>. Se
trataba de batir las carreteras cercanas a la 1ª línea para impedir la llegada de refuerzos
del enemigo. Para hacerse
cargo de la dirección del
dispositivo acudió a Mañaria el
comandante principal de la
Artillería del Ejército vasco,
Casiano Guerricaechevarría.
En el grupo A había dos
obuses Schneider de 155 mm.,
dos cañones Armstrong Vickers
de 127 mm. y los dos obuses
Schneider de montaña de 105
mm. que trajo la 2ª Brigada
Expedicionaria de Asturias. Las
secciones de 155 y 127 mm. Cañón Krupp “Ansaldo” de 75 mm. Mod. 1906. Foto: Artemio Mortera Pérez
eran las mismas que venían
sosteniendo el fuego con el enemigo desde el inicio de la ofensiva sobre Vizcaya. Este
grupo debía batir el monte Altún desde la zona de Dima o desde Oba y luego alargar el
tiro para batir las carreteras de Ubidea a Yurre, de Ochandiano a Yurre y el terreno
existente entre ambas y el sur del Saibigain. En cuanto a su emplazamiento, sería más
fácil subir al barrio de Oba los obuses asturianos de 105 mm. que el resto de las piezas,
pues estas eran más pesadas y no existía carretera sino un mal camino. Es por ello que
las dos secciones del Regimiento de Artillería Pesada nº 3 debían estar en las
inmediaciones de Dima, aunque en esta localidad no se ha recogido ningún testimonio en
ese sentido.
En el grupo B estaban los tres obuses Krupp de 105 mm. llegados de Asturias y ocho
cañones de 75 mm. Los primeros formaban una batería del Regimiento de Artillería
Pesada nº 3, mientras que los segundos se agrupaban en dos baterías de cañones Krupp
Ansaldo del 3ª Regimiento de Artillería Ligera: la ya citada del teniente Eizaguirre y otra
llegada para las operaciones de la que no se ha podido averiguar nada. El mando sólo
podía recurrir al material Ansaldo pues el resto de piezas de 75 mm. que tenía en ese
momento el Ejército vasco, además de pocas, eran de escaso o nulo valor y se
encontraban emplazadas en los frentes20. Los objetivos a batir por este grupo eran el
Saibigain en primera instancia y después Urquiola, la carretera de Ochandiano y el monte
Urquiolamendi. El pequeño sector vertical de tiro de los Ansaldo, que obligaría a emplazar
las piezas en planos inclinados para poder alcanzar el Saibigain, sería la causa probable
de que, al menos, una de las dos baterías estuviera emplazada en el primer tramo de la
subida a Urquiola, muy cerca de las posiciones que defendía el batallón Itxarkundia en
Elosu21. Por otra parte, en el caserío Urkule-Erdikoa de Mañaria se recogió un testimonio
que situaba cañones en el paraje conocido como Artzubi o Artzubixe, cerca del barrio de
Urculeta, emplazamiento que confirman los testimonios de los evadidos del sector de
Urquiola-Mañaria22.
El grupo C estaba formado por dos obuses Schneider de 155 mm. del Rgto. de
Artillería Pesada nº 3 y cuatro cañones Krupp de 77 mm. de la 2ª Brigada Expedicionaria
de Asturias. El emplazamiento era Mendiola y los objetivos Saibigain y Urquiola. Después
debían batir la carretera de Urquiola a Ochandiano.
Posteriormente estos tres grupos, reforzados por la batería de 75 mm. del teniente
Ponciano Fernández que fue situada en Axpe Marzana23, apoyaron el ataque del día 14
de abril. Las Brigadas de Navarra estimaron que la preparación artillera fue de tres horas,
algo que no se ajusta a la realidad si se tienen en cuenta los relatos de los testigos. En
156 Saibigain, el monte de la sangre

palabras de Primi Abad, capitán de la compañía Gorbeia del Arana Goiri, <<llegaron las
tres y no se oía ni un cañonazo, las tres y media y tampoco, [...] Al fin llegaron las
cuatro sin haberse oído ni un cañonazo, lo que nos hizo suponer que había sido
aplazada la operación>>. Sigue relatando Abad que al no llegar la contraorden Bediaga
ordenó comenzar el avance y fue en el momento del ataque cuando comenzó el fuego de
la artillería, con la consecuencia de que algunos proyectiles explotaron sobre las fuerzas
propias24.
Que no hubo la debida coordinación entre las diferentes armas y servicios parece
evidente aunque no se ha podido averiguar el motivo. Los acontecimientos se precipitaron
y lo que ocurrió después ya ha sido descrito en este trabajo: el Saibigain que tanto
esfuerzo costó se perdió definitivamente al día siguiente. La batería que mandaba
Eizaguirre en Mañaria sufrió 15 bajas y daños en una de las piezas por el fuego de
contrabatería enemigo25. Una sección de obuses de 155 mm., probablemente la que,
estando situada en Mendiola vio anulada su orden de partir hacia otro frente el mismo día
en que el Arana Goiri atacó el Saibigain26, apareció en el sector de Elgueta en la jornada
del 18 de abril27.
Por estas fechas el teniente coronel Manuel Arredondo, inspector general de artillería
del Ejército del Norte, proponía en el ámbito de su responsabilidad la creación de dos
grupos móviles con los que, según escribió el mismo, se tendía <<a suplir la menor
cantidad de material ya que por su movilidad puede ser emplazado donde el
mando considere necesario>>28. Este uso de la artillería hubiera sido el idóneo pero
hubiera requerido un Estado Mayor del Ejército del Norte con fortaleza y capacidad para
tomar decisiones e imponerse más allá de limitarse a repartir las piezas que iban llegando
en barco, de modo más o menos equitativo, a Euzkadi, Santander y Asturias. En contra
tenía un enemigo que operaba en grandes masas allí donde quería romper el frente, con
una cadena de mando perfectamente estructurada y formada por oficiales de artillería, o
sea profesionales con formación y experiencia. Todo esto con el auxilio de una fuerza
aérea que casi no tenía oposición y que actuaba a placer sobre las posiciones
republicanas en coordinación con las fuerzas de tierra, obligando a los artilleros a pegarse
al terreno y camuflarse, amén de cambiar continuamente de emplazamiento; y tantas
otras cosas como la inapreciable ayuda de los alemanes –también en tierra– con sus
modernos y experimentales medios de combate o los grupos de artillería italianos.
Esto, que a estas alturas no deja de ser una perogrullada, era una novedad que
había acabado de conocer en sus propias carnes el Cuerpo de Ejército de Euzkadi
cuando sucedieron las operaciones objeto de este estudio. Aún así, los antiguos
suboficiales ascendidos a oficiales, los oficiales de complemento, o cualesquiera que, a
pesar de su lógica falta de formación para determinados supuestos, mandaran las piezas
que había emplazadas en el frente de Alava cuando dio comienzo la ofensiva sobre
Vizcaya, dieron buenas muestras de su eficacia, batiéndose bajo presión y en continua
retirada. Ya se ha explicado en este trabajo como hubo necesidad de recurrir al material
Krupp Ansaldo y el modo en que se produjo la entrada en combate del 3º Regimiento de
Artillería Ligera. También vinieron como anillo al dedo los seis cañones que trajeron los
asturianos. Todo esto se debe valorar en su justa medida, más allá de sumar las cifras
exactas de cañones y obuses que había en uno y otro bando, para comprender las
circunstancias que rodeaban a los tres grupos artilleros que preparó el Ejército vasco para
las operaciones sobre el monte Saibigain.
Saibigain, el monte de la sangre 157

Obús Schneider de 155 mm. Mod. 1917 del Regimiento de Artillería Pesada nº3 de San Sebastián capturado por los militares
sublevados en Irún. Cuatro de estas piezas, sin duda las más eficaces que tuvo el Cuerpo de Ejército de Euzkadi, operaron en
secciones desde sus emplazamientos en Dima y Mendiola. Foto: Artemio Mortera Pérez

Cañón Krupp de 77 mm. C96 nA, también conocido como 7,7 “corto”, que se conserva en el Museo Militar de Montjuich. Una
batería asturiana de 77 mm. participó en las operaciones desde Mendiola. Foto: Artemio Mortera Pérez
Saibigain, el monte de la sangre 159

ARTILLERIA DE LAS BRIGADAS DE NAVARRA

El día 31 de marzo de 1937, fecha del inicio de la ofensiva del Ejército del general
Mola sobre Vizcaya, 130 piezas de artillería, encuadradas en las masas M y V, apoyaban
los movimientos de la 3ª y de la 4ª Brigadas de Navarra, mientras que la 1ª Brigada, que
operaba entre ambas a modo de bisagra, recibía el apoyo de grupos de las dos masas
citadas.
Cada brigada tenía asignado un grupo de artillería de montaña, compuesto por dos
baterías de obuses Schneider de 105 mm., cuya misión era el apoyo directo. Una batería
de cañones Schneider de 70 mm., usados principalmente como antitanques, marchaba en
vanguardia con la infantería (acompañamiento inmediato); con idénticas funciones había
algún que otro viejo cañón Krupp de 75 mm. Todas estas piezas eran las únicas que
dependían directamente de los jefes de brigada:
<<Los jefes de brigada se abstendrán de ordenar cambio alguno de posición a
excepción de las baterías de montaña que forman parte integrante de las suyas
respectivas. Tan solo quedan autorizados para solicitar la acción directa (desde sus
asentamientos primitivos) de las baterías designadas para apoyar sus respectivos
avances>>1.
Conseguidos los objetivos que motivaron el apoyo a las Brigadas de Navarra hacia el
final del 7 de abril, el mando se centró en la ofensiva que iba a iniciar sobre el sector
Campazar-Elgueta. Para estas nuevas operaciones se preparó una masa artillera
compuesta por tres agrupaciones que sumaban un total de 111 piezas lo que,
lógicamente, significó la desaparición de M y V al ser enviada a la zona de Vergara
(Guipúzcoa) la práctica totalidad de su potencial. Este trabajo pretende identificar las
baterías que operaron sobre las posiciones del C.E. de Euzkadi en el sector objeto de este
estudio a partir del día 6 de abril de 1937.

6 de abril de 1937
El jefe del Grupo de Montaña afecto a la 1ª Brigada de Navarra, comandante de
artillería Jorge Vigón, dejó escrito en su libro <<Cuadernos de guerra y paz>> el relato
de lo sucedido el día 6 de abril:
<<Vamos hacia Sebigán. Escalonadas las baterías. Iñiguez, para tirar contra
una batería enemiga. Sanz, un poco retrasado. Ocupa Basaguren el tercio de
Montejurra casi sin apoyo. Para ocupar Sebigán, preparación que realizamos al
alimón, Falconi y mis baterías. Se espera la aviación que no llega. Un avión
enemigo ametralla nuestro puesto de mando>>2.
160 Saibigain, el monte de la sangre

Sección de obuses Schneider de 105 mm. Mod. 1919 del Regimiento de Artillería de Montaña nº 2 de Vitoria haciendo fuego
desde su emplazamiento en la localidad de Villarreal. La foto, al parecer, está tomada en los primeros meses de 1937, antes de la
ofensiva sobre Vizcaya. Cada Brigada de Navarra disponía de dos baterías de estos obuses para el apoyo directo a la infantería.
Foto: C. Yanguas. YAN-6´4X8´9-44.16. Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

Queda, pues, aclarado que el tercio de Navarra en su ataque sobre el Saibigain


recibió el apoyo de los grupos de artillería del comandante Vigón y del teniente coronel
Enzo falconi, cuya composición era la siguiente:
Grupo de Montaña afecto a la 1ª Brigada de Navarra. Jefe: comandante Jorge Vigón
Batería obús 105 mm. (2ª del 2º de Montaña). Jefe: capitán O. Alfonso Sanz.
Batería obús 105 mm. (3ª del 2º de Montaña). Jefe: capitán Javier Iñiguez H. de Tejada.
Grupo de Cañones (XI Grupo del CTV). Jefe: teniente coronel Enzo Falconi
Batería cañón 75 mm. (7ª batería). Jefe: capitán Masaglia.
Batería cañón 75 mm. (8ª batería). Jefe: teniente Measi.
Batería cañón 75 mm. (9ª batería). Jefe: teniente Marino.
La batería de acompañamiento inmediato (cañones Schneider de 70 mm.) era la 11ª
del 3º Pesado, cuyo Jefe era el teniente Francisco J. Escudero y Arévalo3.

7 de abril
A las 08:00 del día 7 de abril la 3ª Brigada de Navarra atacó y tomó posiciones en el
monte Urquiolamendi, aunque no ocupó el mismo en su totalidad hasta el final del día. A
pesar de que no se ha podido averiguar nada sobre el uso de la artillería en esta
operación, es lógico suponer que esta brigada dispuso, al menos, del apoyo de su grupo
de montaña:
Grupo de Montaña afecto a la 3ª Brigada de Navarra. Jefe: capitán Páramo
Batería obús 105 mm. (9ª del 2º de Montaña). Jefe: teniente Manuel Moliní.
Batería obús 105 mm: (11ª del 2º de Montaña). Jefe: teniente Jesús Mendizabal
Saibigain, el monte de la sangre 161

Otra vista de la misma sección de obuses de 105 mm. Foto: C. Yanguas. YAN-6´4x8´9-44.15. Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

Una de las baterías de 105 mm. del Grupo de Montaña de la 1ª Brigada, que estaba
emplazada en el Basaguren, recibió a las 10:55 orden de cooperar con la 4ª Brigada
bombardeando las cotas 765, 762 y 764 en la zona del Altún4.
Aún no se ha comentado en este trabajo el papel del Grupo Antiaéreo alemán de
cañones de 88 mm., que no estaba sujeto al control de la Comandancia Principal de
Artillería de las Brigadas de Navarra, sino al mando alemán, y cuya misión principal en la
ruptura del frente era la de <<rellenar espacios pobres en fuego y contribuir a la
creación del centro de gravedad>>5. Estas modernas piezas, manejadas por
competentes dotaciones, iban a ser protagonistas de las operaciones en el Saibigain de
los días 13 y 15 de abril. El día 7 apoyaban a la 4ª Brigada en su ataque sobre el Altún6.

Del 8 al 12 de abril
El día 8 de abril se produjo la marcha de las baterías 9ª y 11ª del 2º de Montaña,
afectas a la 3ª Brigada, hacia la zona de Vergara7. También lo harían las del Grupo de
Montaña de la 1ª Brigada8. En primera línea en el sector quedaron cañones Schneider de
70 mm.; uno de ellos fue emplazado en el mismo puerto de Urquiola para prevenir las
incursiones de los blindados gubernamentales9. Otros dos fueron enviados el día 10 al
puerto de Zumelza con una compañía del batallón de La Victoria10. El dispositivo artillero
del subsector Barazar-Urquiola después del fin de las masas M y V era el siguiente:
Grupo de Contrabatería. Jefe: comandante Fernando Esquifino
Batería cañón 105 mm. (12ª del 3º Pesado). Jefe: capitán Joaquín Purón Escalada.
Batería cañón 105 mm. (13ª del 3º Pesado). Jefe: capitán José Juliani Calleja.
Grupo de Montaña. Jefe: comandante Miguel Zumárraga
Batería Obús 105 mm. (8ª del 2º de Montaña). Jefe: capitán José Mª Acedo Castañeda.
Batería Obús 105 mm. (7ª del 12º Ligero). Jefe: capitán Jesús Sánchez de Toca.
162 Saibigain, el monte de la sangre

Batería de acompañamiento inmediato. Jefe: capitán Mariano Tortosa


Batería Cañón 65 mm. Mod. 1913.
Grupo Antiaéreo de la Legión Cóndor. Jefe: comandante Kathmann
Batería cañón AA 88 mm. Flak 18.
Batería cañón AA 88 mm. Flak 18.
Batería cañón AA 20 mm.
Además estaban los tres cañones citados de 70 mm. y otros dos de 75 mm11.
Las dos baterías de cañones Ansaldo de 105 mm. del grupo del comandante
Esquifino, cuya primera misión en la ruptura del frente había sido el fuego de
contrabatería, fueron emplazadas en el Km. 45 de la carretera de Ochandiano a Urquiola:
la 12ª Batería el día 9 y la 13ª dos días más tarde. Ambas hicieron fuego sobre el
Saibigain cuando este fue conquistado por la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias, al
final del día 12 de abril12.

Los informes de los prisioneros del día 12


Los prisioneros que los asturianos hicieron el día 12 en el Saibigain ofrecieron en sus
manifestaciones datos sobre artillería. La información, que ya ha sido citada en esta
obra13, aludía a la existencia de una batería de 75 mm. en el santuario, un antitanque en el
mismo puerto junto al hotel y otro antitanque en el mismo santuario, que era retirado al
hacerse de noche. Aunque las declaraciones de los prisioneros de guerra están sujetas a
cierto margen de error, la fiabilidad parece muy alta con mínimas variaciones como, por
ejemplo, que lo que ellos identificaron como cañones de 75 mm. fuesen en realidad las
piezas de 65 mm. de la batería del capitán Tortosa. En cuanto a los antitanques, ya se ha
comentado la presencia de un cañón Schneider de 70 mm. en el mismo puerto, al lado del
hotel, del que hay varias fotografías. El otro antitanque situado más atrás, cerca del
santuario, podía ser alguna de las dos piezas Krupp de 75 mm. que había en el subsector
Barazar-Urquiola.
Con toda seguridad, el éxito de la brigada de Mateo Antoñanzas en el ataque sobre
el Saibigain forzó la retirada de todos estos cañones ante el riesgo de perderlos.

El contraataque del 13 de abril


Del diario de Von Richthofen; <<a las ocho en el puesto de mando de los
antiaéreos al iniciarse el fuego de artillería. Lluvia con niebla y muy mala visión.
Ataque de la aviación, imposible.
Cuando comienza el fuego de la artillería contra la pendiente, el monte empieza
a moverse todo entero . Cientos de rojos, que habían estado, aparentemente,
colocados en la primera ladera por su total desorientación, buscan cobijo. Los
antiaéreos han encontrado carne fácil. Cada disparo de fusil se divisa entre los
rojos por las nubecitas blancas de vapor (que salen de la tierra húmeda).
Disparando, la DCA (Defensa Contra Aviones) deja limpia la pendiente en una hora.
La infantería, que no tiene que combatir, la ocupa, halla más de doscientos muertos
y hace 40 prisioneros. Después, los batallones de la primera brigada, que tomaron
el monte, lo abandonan y se retiran, traspasándolo a dos compañías de posición de
la tercera, con el éxito tan grande de que el monte, a las ocho, es rojo de nuevo.
Mañana, repetición de hoy.
Quedó establecido temprano que la DCA estuviera compacta detrás de la
infantería de primera línea y lejos de la artillería de campaña. Ordenada la retirada
de la decisión, si no, la noche podría desde luego resultarme no muy tranquila>>14.
Saibigain, el monte de la sangre 163

Sección de cañones Schneider de 70 mm. en el frente de Ochandiano durante la ofensiva sobre Vizcaya, al fondo el capitán
Boliú. Estas piezas iban con la infantería en vanguardia y, a falta de otro material, eran usadas principalmente como antitanques.
¿Serían estos dos de la fotografía los cañones de 70 mm. que fueron enviados al puerto de Zumelza el día 10 de abril?
Foto: Biblioteca Nacional

Exceptuando algun pequeño error en las fechas –Von Richthofen apuntó en su diario
el día 14, cuando en realidad estaba relatando lo sucedido el 13 mezclando ambos días–
el relato que hace el jefe del E.M. de la Legión Cóndor del apoyo de los cañones de 88
mm. en el contraataque de la 1ª Brigada de Navarra es suficientemente descriptivo y no
precisa de más comentarios. Los batallones de Antoñanzas, al parecer, sufrieron
trágicamente el error de concentrar demasiadas fuerzas en aquel monte pelado, sin abrigo
alguno, como atestigua el elevado número de bajas15. Todo el potencial artillero del
subsector Barazar-Urquiola se concentró en la operación; la 1ª Brigada de Navarra,
despojada de su grupo de montaña, debió salir de Ochandiano con las baterías de obuses
de 105 mm. del comandante Zumárraga, pues no había otras. También hicieron fuego
sobre el Saibigain los cañones del comandante Esquifino que, además, empezaron a batir
este día las posiciones del C.E.de Euzkadi en Mañaria. Después, cuando el Arana Goiri
reconquistó el Saibigain, volvieron a batir la cima del porfiado monte16, convertido ya para
entonces en un erial por el efecto de los múltiples impactos de la artillería.

Los informes de los prisioneros del día 14


Los prisioneros de guerra capturados el día 14 en el Saibigain también ofrecieron
algunos datos sobre artillería; Benedicto Sáez y Julián Aldanondo, pertenecientes al 1º
Batallón de Flandes, describieron en las inmediaciones de Ochandiano una <<batería de
26,5 y otra de 21,5 enganchada a unos tractores>>17. Parece lógico que el día 13,
cuando se dirigían a tomar posiciones en Urquiola, no les pasara desapercibida la visión
de piezas tan grandes como los morteros italianos de 260 mm. al lado de la carretera. En
cuanto a la existencia de una batería de 210 mm., debe tratarse de un error puesto que la
única de estas características que había en la masa V fue enviada a Vergara el día 2 de
164 Saibigain, el monte de la sangre

abril. Mover los morteros de 260 mm. era una costosa tarea de dos días18 por lo que no
resulta extraño que mientras la realizaban se vieran sorprendidos por los contraataques
del Ejército de Euzkadi. Esta sensación de movimiento, de traslado, se refuerza con la
alusión a las piezas que vieron enganchadas a los tractores.

El contraataque del 15 de abril


Del diario de Von Richthofen; <<a las ocho, con mal tiempo, en el puesto de
mando. El rojo ha aprendido, y después de tomar el monte, lo ha ocupado nada
más que débilmente. Los antiaéreos no encuentran blanco alguno. La artillería tira
un poco. Avanzando vacilante, la infantería se apodera sin lucha del monte. Vigón y
yo tememos que el rojo repita estos ataques. Hacia las 10, cuando el tiempo mejora,
se ordena a las A y K/88 que ataquen los barrancos y lugares delante de Mannara
(Mañaria). Allí se han anunciado también columnas de camiones. El ataque logra
también un completo éxito. El rojo se mantiene desde ahora tranquilo. Por
desgracia, una escuadrilla lanza otra vez proyectiles contra la infantería nuestra.
Hiere a 20 soldados. Cuando paso por delante caigo en las manos del excitado
comandante del batallón. Penoso. Pero como siempre no habían extendido ninguna
señal de identificación. –Hasta el paso de Mañaria Vigón se preocupa por fin de las
propias fortificaciones allí y en el Sebigan. La artillería roja comienza a disparar
desagradablemente sobre el puerto, por lo que me despido. –Al nuevo puesto de
mando de la DCA. La situación está, al parecer, en calma>>19. El uso de la artillería
fue un calco de lo sucedido el día 13 de abril.

Situación de la artillería el día 16


El día 16 de abril el grupo del comandante Zumárraga (incluida la batería de 65 mm.)
cubría posiciones en el Km. 41 de la carretera de Ochandiano a Zubizabal y en el Km. 40
de la carretera de Ochandiano a Zumelza. El grupo del comandante Esquifino hizo fuego
de contrabatería sobre Mañaria. En una posición no determinada al Norte de Ochandiano,
que bien puede ser Urquiola, se encontraban los tres cañones de 70 mm. Una de las dos
piezas de 75 mm., anticarro de circunstancias, se encontraba emplazada en el puerto de
Barazar y la otra en el de Zumelza20. Se desconoce la situación del Grupo Antiaéreo de la
Legión Cóndor.
Concluyendo, la jefatura de las Brigadas de Navarra se vio sorprendida por la
reacción del Ejército vasco, que estuvo a punto de dar al traste con sus planes, pues no
esperaba que este pasase a la contraofensiva, tal y como se refleja en el siguiente
documento fechado el día 10 de abril:
<<Alcanzada por nuestras tropas en la fase ofensiva ya desarrollada los
puertos de BARAZAR-SUMELTZA y URQUIOLA, el enemigo parece esperar un
ataque partiendo de estos puertos. Informaciones recibidas indican que está
resuelto a retirarse a su segunda línea, pero no es de creer que abandone sin
combate las posiciones que estima fuertes, como el frente de CAMPAZAR-ELGUETA,
cuya guarnición actual, que puede ser reforzada es de cuatro batallones.
La moral de estas tropas está bastante deprimida>>21.
Desplazando tantas baterías hacia Vergara se corrió el riesgo de debilitar en exceso
este frente por lo que se hizo necesario recurrir a los extraordinarios cañones alemanes
de 88 mm. para desequilibrar definitivamente la balanza a favor de los ofensores de
Vizcaya.
Saibigain, el monte de la sangre 165

Cañón antiaéreo de 88 mm. FLAK 18. Fotografía


tomada en el Museo del Ejército de Madrid; hoy esta
pieza está desaparecida. El uso de estos cañones
sobre objetivos en tierra debió producirse por primera
vez en la ofensiva sobre Vizcaya. Su precisión y
velocidad, merced a unas bien entrenadas dotaciones,
causaron estragos sobre las tropas del Cuerpo de
Ejército de Euzkadi.
Foto: Artemio Mortera Pérez
Saibigain, el monte de la sangre 167

LOS CARROS DE COMBATE VASCOS EN EL FRENTE DE


ALAVA EN LOS PRIMEROS COMPASES DE LA OFENSIVA
SOBRE VIZCAYA

El día 31 de marzo de 1937 el Batallón Mixto de Autos Blindados y Carros de Asalto


de Euzkadi mantenía desplegadas cuatro compañías de autos blindados en los sectores
de Eibar, Elorrio, Marquina, Ochandiano y Ubidea. La 4ª Compañía tenía distribuidos
cinco blindados, cuatro de ellos numerados del 17 al 20, entre Ochandiano y Ubidea1 bajo
la responsabilidad de sus respectivos jefes de sector. Su misión debía ser la de apoyar a
las fuerzas de vanguardia en el control de las carreteras próximas a la primera línea, pues
la peculiar orografía del país no parece la más propicia para otros usos de los medios
acorazados. Estos blindados eran mayormente del tipo auto ametrallador cañón BA-62.
En el primer día de ofensiva fue alcanzado un <<tanque e incendiado>> por los
aviones de la Legión Cóndor3, presumiblemente en la carretera de Villarreal a
Ochandiano, cuya pérdida dejó a Juan Ibarrola con uno solamente. El día 3 de abril
Ramón Olazabal solicitó el apoyo de este último para cubrir la retirada del material que la
3ª Compañía del Irrintzi tenía en la localidad de Ochandiano, realizándose la operación a
primera hora del día 4 tal y como se reflejó en el primer capítulo de este trabajo4.
Ese mismo día en el cuartel del Batallón de Carros de Asalto (Orugas) de Euzkadi se
ordenó la salida de cinco carros de combate para el frente de Alava, los cuales debían
relevar a los BA-6:
<<En el día de hoy y por orden del E. M. del cuerpo de Ejército de Euzkadi,
salen al frente la sección de orugas (1ª de la 1ª Compañía) distribuidos en la
siguiente manera:
1 oruga a Barazar
1 oruga al alto de Dima
3 orugas al alto de Urquiola
Orden
En el camión federal del batallón se cargará el oruga nº 12 que irá a Dima. Su
tripulación es la siguiente:
Jefe de carro: Wladimiro Salazar Guinea.
Conductor: Jaime Ocariz
Ametrallador: Manuel Marquez Vilches.
Suplente: Pedro Berecibar.
Cuando regrese este camión volverá a hacer otro viaje con el oruga nº 8 que lo
trasladará a Barazar. (la palabra “Barazar” aparece tachada y en su lugar “Dima”)
Dotación de este oruga:
168 Saibigain, el monte de la sangre

Vista del, probablemente, primer ejemplar del carro de combate Trubia Naval salido de la Constructora Naval de Sestao. En la
fotografía se observa que originalmente estaba armado con dos ametralladoras Lewis, una de las cuales fue sustituida por una
Degtyarev DT en las unidades de serie. Foto: Astilleros Españoles S.A.

Jefe de carro: Luis Abad.


Conductor: Jesús Santiago
Ametrallador: Luis Salazar.
Suplente: Juan José Ikobalceta
Con dos camiones que vendrán al cuartel se trasladarán 2 orugas al alto de
Urquiola. De estos camiones uno volverá otra vez al cuartel para trasladar un tercer
oruga al mismo sitio.
Oruga número 5
Jefe de carro: Rufino Zarandona.
Conductor: Ricardo Durán
Ametrallador: Joaquín Herranz
Suplente: Martín Arregui
Oruga número 6
Jefe de carro: Jesús Pérez Grueso
Conductor: Luis Docampo
Ametrallador: Narciso Pérez
Suplente: Santiago Fresno (Aparece anotado “no se presenta” y a su lado otro
nombre: “Berecibar”).
Oruga número 9
Jefe de carro: Epifanio Donado.
Conductor: Juan Arenazar.
Ametrallador: Félix Martínez.
Suplente: José Luis Lores (Al lado de este carro aparece una nota: “No sale por
tener el embrague en malas condiciones”).
Saibigain, el monte de la sangre 169

Otra vista del carro Trubia Naval. En la puerta se observa el escudo de la Constructora Naval. Foto: Astilleros Españoles S.A.

Nota: cada oruga llevará lo siguiente:


1 par de guantes condución
1 par de guantes de ametralladora.
80 platillos de ametralladora Lewis.
1 platillo de las rusas. El resto de la munición de esta máquina se llevará en
un saco.
3 cascos.
1 gancho recoger platillos.
1 rampa.
Los juegos de banderas solo los llevarán los que van a Urquiola.
1 toldo
Las piezas
(La Orden finaliza con una última anotación, interesante aunque imprecisa)
El carro nº..., con el mando de E. Donado, sale al frente de Urquiola el día..., y
por la noche hay orden de (aparece la palabra “relevar” tachada) retirar todos los
carros en los frentes que nos fueron señalados al cuartel>>5.
De la lectura de este documento se extraen las siguientes conclusiones:
• A este frente se enviaron vehículos blindados sobre cadenas. Este material sirvió
para cubrir el hueco dejado por la 4ª Cía. de Autos Blindados.
• Las notas al margen indican modificaciones de última hora en el servicio.
• Todos los carros de combate tienen tres tripulantes y un suplente6.
• No se especifica cuales de estos carros son Trubia Naval7 o T-26B8. El otro tipo
de tanque oruga que tuvo el Ejército vasco, el Renault FT-17, hay que
descartarlo porque la orden especifica que cada blindado debía llevar munición
170 Saibigain, el monte de la sangre

para dos ametralladoras (<<Lewis y “rusa”>>) y este vetusto carro de combate


francés solo llevaba un arma. Por otra parte su tripulación era de dos hombres
no de tres.
• Tres carros iban a Urquiola mientras que uno iba a Barazar y otro a Dima.
El Batallón de Carros de Asalto (Orugas) era una pequeña unidad que empezó a
operar en el mes de abril de 1937; su escasa fuerza la conformaban los servicios de
cuartel y la 1ª Compañía, que sumaban un total de 68 hombres9. Con un escaso número
de 40 milicianos para las dotaciones, este batallón no podía poner en orden de combate
más de dos secciones de cinco carros, aunque sólo se han encontrado documentos
referentes a la organización y servicios de la 1ª Sección. El capitán de la 1ª Cía. era Luis
Basterretxea Arandia y los mandos de la 1ª Sección –que era la que partió hacia el frente
de Alava el 4 de abril de 1937– eran el teniente Jesús Pérez Grueso10, el sargento Luis
Abad (1ª media Sección) y el cabo Epifanio Donado (2ª media Sección); total, cinco carros
de combate distribuidos en uno de mando y dos para cada una de las medias secciones.
El resto de los milicianos que no ocupaban dotación en carro quedaban como suplentes
clasificados en tres grupos: conductores, ametralladores y jefes de carro11.
El relevo con la 4ª Cía. de Autos Blindados se hizo efectivo el día 5 de abril; todavía
en esta jornada las dotaciones de los BA-6 registraron cuatro muertos entre sus
tripulantes: dos en Ubidea y dos en Barazar12. La presencia de tres blindados de la 1ª
Sección en el sector de Ibarrola, dos Trubia Naval y un T-26B, supuso una desagradable
sorpresa para las fuerzas enemigas que progresaban por la carretera hacia Urquiola; un
camión blindado que iba en vanguardia fue alcanzado y puesto en fuga hacia Ochandiano.
El comandante de artillería Jorge Vigón fue testigo de los hechos: <<En un cruce de
carreteras aparece, volviendo de la primera línea, uno de nuestros blindados; le
han alcanzado; algo se ha incendiado de él, y viene Rafael Herreros de Tejada –que
lo manda– herido y tremendamente quemado, con una tranquilidad y un dominio
de si mismo impresionantes. Siguiéndole, al parecer, viene un carro enemigo que
por milagro no nos coge vivitos; justo en ese momento el fuego que le hace nuestra
gente le obliga a maniobrar y a volverse en franca huída>>13. Milicianos de la 2ª Cía.
del González Peña, que efectuaban un control de carretera en Urquiola apoyados por un
blindado, detuvieron un coche en el que viajaban tres pilotos alemanes y un intérprete14.
El día 6 de abril ocho carros Pz.Kmpfw-I de la 1ª Compañía de Carros de Combate,
partiendo al mediodía desde la base del monte Urieta, apoyaron con el fuego de sus
ametralladoras el ataque del tercio de Navarra sobre el Saibigain15. A pesar de la
presencia de los tres blindados gubernamentales en Urquiola, no existió el choque entre
carros de combate que describe Pablo Beldarrain16. Nuevamente el terreno montañoso
aparece como el principal factor limitante del uso de los medios acorazados.
A las 13:00 horas del día 7 los vascos perdieron en el puerto de Barazar el carro
Trubia Naval que llevaba el número 12. Gobernado por un solo tripulante –había sufrido
las bajas del conductor y del jefe de carro, además de la ausencia del peatón de enlace–
se encontraba imposibilitado de entrar en acción cuando fuerzas propias impidieron su
retirada a fin de proteger el repliegue de una unidad de infantería. Más tarde fue copado
por el enemigo y al final tuvo que ser volado por milicianos del batallón Meabe nº 1,
quedando abandonado en la carretera. De este carro se salvaron las dos
ametralladoras17. En las inmediaciones del puerto de Zumelza otro Trubia hostigó
intensamente a las fuerzas de la 4ª Brigada de Navarra que atacaban el monte Altún; para
neutralizarlo, el coronel Alonso vega solicitó el apoyo de una batería de obuses de la 1ª
Brigada de Navarra18.
El 8 de abril se intensificó la actividad de los carros gubernamentales sobre las
precarias posiciones que las Brigadas de Navarra defendían en el santuario de Urquiola;
posiblemente fueran acompañados por los gudaris del batallón Larrazabal, que cubrían la
línea republicana por debajo del puerto19; después los carros fueron retirados del frente.
Saibigain, el monte de la sangre 171

Carro de combate T-26B. La presencia de uno de estos carros en el sector de Ibarrola supuso una desagradable sorpresa para
las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra que avanzaban desde Ochandiano hacia Urquiola. Foto: Artemio Mortera Pérez

En las primeras horas del día 9 de abril todos los carros de la 1ª Sección llegaron al
cuartel de Vallejo (Neguri):
<<SALIDA DE LOS CARROS DE COMBATE PARA EL FRENTE: 4-4-37
LLEGADA DEL FRENTE A ESTE CUARTEL: MADRUGADA DEL 9-4-37
CARRO NUM.5
Llegó al cuartel con 80 tambores de munición llenos.
5 tambores de “rusa” llenos.
2 cajas de balas antitanques.
Todo el armamento, munición y herramienta ha pasado al carro nº 8, el cual
carecía de dichos pertrechos.
CARRO NUM. 10
Llegó al cuartel con 80 tambores de “Lewis” llenos.
15 tambores de la “rusa”llenos.
2 cajas balas antitanques. “Rusa”
2 “ “ corrientes. “Rusa”
15 bombas de piña.
2 cajas de balas de cañón antitanque.
Han pasado al carro nº 14 todo este material, a excepción de 10 tambores de
la “Rusa” y las dos cajas de balas de cañón.
CARRO NUM. 11
Llegó al cuartel con 80 platos de “Llewis” y uno de “Rusa” cargados.
150 cartuchos de “Rusa”.
172 Saibigain, el monte de la sangre

Carro de combate alemán Pz. Kmpfw-I del Batallón de Carros de Combate nacional atravesando una localidad vizcaína. El día 6
de abril ocho de estos carros avanzaron por la carretera para apoyar el ataque del tercio de Navarra sobre el monte Saibigain.
Foto: URRUTIA, F. de. Estampas de la guerra, de Irún a Bilbao

Continua todo en el mismo carro, más 4 platos de “Rusa”.


CARRO NUM. 6
Llegó al cuartel 70 platos de “Lewis” llenos, 10 vacíos, 3 de “Rusa” llenos.
3 cajas de munición “Rusa” corriente. Todo ha pasado al carro nº 13 más 3
tambores de la “Rusa”.
CARRO NUM. 7
Se le ha dotado de 2 ametralladoras, 80 tambores “lewis” y 5 “Rusa”>>20.
Este documento proporciona datos más concretos que permiten llegar a una serie de
conclusiones:
• Los carros de combate Trubia Naval estaban armados con dos ametralladoras:
una Lewis cal. 303 British y una Degtyarev DT cal. 7,62 Russian. Es probable
que las Degtyarev procedieran del desarme de las auto ametralladoras FA-121.
El T-26B tenía el mismo armamento que el Trubia más un cañón de 45 mm.
• El nº 10 parece ser el único T-26B de los cinco. Su presencia, inicialmente no
prevista en la orden del día 4, debió estar motivada por la avería del nº 9.
• Observando la cantidad de munición que trajo cada blindado se deduce que a
los Trubia les dotaron, cajas aparte, de 80 tambores para la ametralladora Lewis
y cinco para la Degtyarev, incluso a los que regresaron con menos se les
completó hasta llegar a esta cifra o similar. Esto hace pensar en que los carros
8, 14 y 13, a los que se trasladó este material en el cuartel, podían ser del mismo
tipo. El carro nº 8 ni siquiera tenía armas, lo que prueba que no había
ametralladoras para todos los <<orugas>>.
Saibigain, el monte de la sangre 173

Tres carros de combate Trubia Naval durante el período de pruebas en la Constructora Naval de Sestao. Obsérvese que ninguno
de los carros lleva aún el armamento. Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco

• Los carros nº 11 y nº 7, que no aparecen en la orden del 4 de abril, cubrieron las


bajas del nº 8 y del nº 12.
• La prontitud con que se aprovisionaron y amunicionaron en el cuartel cinco
blindados, alguno de los cuales repite, sugiere su inmediato regreso al frente.
A la luz de estos datos se puede hacer una estimación del material que tuvo el
Batallón de Carros de Asalto (Orugas) de Euzkadi al inicio de la ofensiva del 31 de marzo:

Trubia Naval............................................. 8 carros (5,6,7,8,11,12,13 y 14).


T-26B........................................................ 2 carros (9 y 10).
Total carros de combate........................... 10
Tractor Landesa Naval22........................... 1
En cuanto al material Renault FT-17, del que había cantidad suficiente en Vizcaya
para formar al menos otra compañía de carros de combate, solo se ha encontrado una
referencia en el libro de Ramón Cayuelas Robles23, quien cita la presencia en Archanda
(Bilbao) de una compañía de Renault, procedente del <<frente de Vergara>>,
reorganizándose para volver al frente en enero de 1937. Con estos blindados y los BA-6
que había en Vizcaya, Santander y Asturias, se formó en el mes de abril un Regimiento de
Carros de Asalto que dependía directamente del Cuartel General del Ejército del Norte24 y
a cuyo mando estuvo el mayor Alfredo Samaniego Terrazas. El día 12 de abril una
compañía de esta unidad quedó a disposición del C.E. de Euzkadi para las operaciones
en el frente de Alava, lo que suponía el regreso de los autos blindados BA-6 al sector de
Juan Ibarrola, aunque esto no ha podido confirmarse.
Para terminar con este trabajo sobre blindados, a continuación se transcribe un
informe enviado al jefe de la 1ª Sección del E.M. del C.E. de Euzkadi por el comandante
del Batallón de Carros de Asalto (Orugas), Carlos Tenorio Cabanillas. Se trata de un
interesante documento que pone en evidencia las carencias que los militares vascos
observaron en las primeras unidades producidas del carro de combate Trubia Naval:
174 Saibigain, el monte de la sangre

<<De las prácticas realizadas durante estos días con los carros ligeros
(orugas), se han desprendido algunas enseñanzas, de las cuales me permito
indicarles las más salientes y que se refieren al material:
Se observa que el motor es de pequeña potencia, con lo que tropieza con
grandes dificultades en cuanto el terreno ofrece alguna pendiente, siendo
conveniente por consiguiente aumentarla dotándole de un motor de 120 o 130 H.P.
o bien variar la diferencial.
Otro de los inconvenientes es que la cadena no se adhiere al terreno lo
suficiente. Habiéndose observado que resbalan mucho los carros, por pequeña que
sea la pendiente que traten de subir, si el terreno está húmedo a causa de la lluvia,
escarcha, etc. Esto se podría evitar colocando un nervio en las zapatas de las
cadenas, con lo cual se aumentaría la adherencia al terreno.
Los embragues que han sido calculados para su empleo a chassis de tracción
sobre ruedas, en el caso concreto de que se trata, por tener que efectuar el arranque
en la mayoría de las veces en primera velocidad y BASTANTE ACELERADO por
motivo de la resistencia que ofrecen las cadenas y el transporte de un peso que no
cuenta con tren de rodaje agil, se produce un recalentamiento brusco y excesivo con
destrucción de las balatas. Estos inconvenientes aumentan al girar el carro.
Las defensas de las cadenas son muy bajas, ocurriendo que al empotrarse el
carro en una depresión del terreno o trinchera, no puede librarse él por sus propios
medios, por impedir las citadas defensas la adherencia al terreno.
La capacidad del carro es tan exigua, que a duras penas cabe su tripulación,
principalmente el ametrallador de la “LEWIS” ha de adoptar una posición tan
molesta, que no solo no puede soportarla durante mucho tiempo, sino que dificulta
su observación para el tiro.
Precisamente ahora que se trata de construir DIEZ ORUGAS más, sería la
ocasión oportuna para remediar los inconvenientes que quedan señalados,
pudiendo hacerse otro nuevo tipo, dentro de las características generales de ella,
copiando algunos de los mejores modelos existentes.
Neguri, 5 de abril de 1937.

El Comandante>>25.
APENDICES
Saibigain, el monte de la sangre 179

APENDICE 1

ENTREVISTA A JUAN OLMOS GENOVES


Por David Gesalí y Mikel Grau

Hice el curso de piloto en España y en Febrero de 1937 me destinaron al


aeródromo de Reus para misiones de defensa de costas. Allí tripulábamos viejos
biplanos de caza Nieuport 52. Recuerdo que sustituí a la anterior patrulla de caza
que integraban Morquillas, Zambudio y Rodríguez Panadero.
A mediados de Marzo, sobre el 15 ó 16 fuí destinado al norte y llegué en un
Douglas DC 2 al aeródromo de La Albericia, en Santander.
En este aeródromo vi por primera vez a los Letov, que según mis recuerdos
eran 7 y no 8. En algunos libros he leído que fueron montados en Carreño, pero no
es cierto: se montaron en La Albericia por mecánicos muy cualificados que lo
hicieron perfectamente, pese a que llegaron sin ningún tipo de instrucciones de
montaje. Los aviones quedaron sin vicios en las características de vuelo y el único
problema que recuerdo es del armamento: vinieron con unas ametralladoras
francesas Hotchkiss para las que no había munición adecuada, por lo que se
atascaban tras un par de ráfagas.
Era un avión que despegaba en muy poco terreno, trepaba muy bien y tenía
unas características de vuelo muy buenas. Le faltaba algo de potencia (creo
recordar que tenía 530 cv) y como he dicho tuvo problemas con el armamento.
Iban pintados en un verde un poco más pálido que los “chatos” y se
numeraban del 1 al 7, el mío era el nº1.
En La Albericia nos dedicamos a familiarizarnos con el aparato y quizá sobre
la última semana de Marzo volamos a Lamiaco.
A Lamiaco creo recordar que fuimos sólo una patrulla formada por Zambudio,
Panadero y yo mismo, tres aparatos habían quedado irreparables en la Albericia
como consecuencia de un bombardeo y el cuarto se quedó allí como aparato de
enlace.
Unas fotografías que se han publicado de una patrulla Letov en vuelo, fueron
obtenidas aquel día en La Albericia, cuando hicimos una pasada rasante sobre el
campo antes de marchar a Vizcaya.
180 Saibigain, el monte de la sangre

Los pocos días que estuve en Lamiaco nos dedicamos a entrenar, era un campo
difícil, en el que había que sortear unas chimeneas para las maniobras de
aterrizaje.
Los “chatos” estaban mandados por el ruso “Boris” y el segundo de su
escuadrilla era el capitán Felipe del Río, de todos modos para finales de Marzo
desaparecieron los rusos.
No habíamos hecho todavía nuestra primera misión de combate cuando el
aeródromo fue bombardeado por los “Junkers” enemigos. A los de la patrulla nos
cogieron en medio de una partida de cartas. Salimos todos en su persecución:
“Chatos” y Letov. Era mi primera misión y pronto me despisté y me vi solo
persiguiendo al enemigo.
Un grupo de cazas enemigos me sorprendió y en el combate me hirió en la
cabeza. Pude saltar en paracaídas y caí cerca de Ochandiano, en un riachuelo lleno
de boñigas de la caballería mora.
Me detuvo un capitán de farmacia, que me condujo hasta la farmacia a lomos
de caballo y luego en un coche descapotable de la Legión Cóndor me llevaron al
Estado Mayor. Yo iba herido en la pantorrilla y con una rozadura de bala en la
cabeza.
En un momento dado alguien gritó que era un ruso, y los moros que había por
allí me querían matar. Al final fuí escoltado por tres soldados por cada lado.
Me condujeron ante el general Mola quien me dijo textualmente: ¿Ahora
mandan a los niños a la guerra? Fue amable, y me hicieron un interrogatorio no
muy duro. Yo me mareé y el general ordenó que me enviaran al hospital, y dijo a
los médicos que respondían de mi salud.
Estuve encarcelado unos días en Vitoria, dónde me hicieron algún
interrogatorio bastante correcto y después me enviaron al campo de concentración
de San Pedro de Cardeña, en Burgos, donde estuve en torno a un mes. Me
canjearon en Hendaya el domingo 31 de Mayo, a las 11 de la noche, mediante una
comisión de la Cruz Roja.

Miguel Zambudio, Andrés Rodríguez Panadero y Juan Olmos Genovés volando con sus Letov S-231 sobre el santanderino
aeródromo de La Albericia. Foto: Juan Olmos Genovés
Saibigain, el monte de la sangre 181

APENDICE 2

VERSOS DEDICADOS A CONSTANTINO SALINAS POR


AMOS RUIZ GIRON SOBRE LOS HECHOS ACAECIDOS EL
14 DE ABRIL DE 1937
Archivo de Amós Ruiz Girón. Cortesía de Ana María Ruiz

A MI BUEN AMIGO CONSTANTINO SALINAS Y FAMILIA.


Con motivo de la publicación
de su bello libro en verso,
“las MONTAÑAS DE NAVARRA”,
le contesto también en verso
al doctor y combatiente amigo.
Amós Ruiz Girón
(refugiado vasco-manchego)

Inolvidables amigos,
Salinas padre e hijas:
Esta, cual las anteriores,
Cariñosas y prolijas,
Reclaman contestación
Aunque no sea (¿con?) fecha fija.

Esperando confiado
que el tiempo, la obligación,
la amistad y lo pasado,
sean títulos sobrados
que merezcan atención,
espero tan confiado,
que me hago la ilusión,
de que estoy ensimismado
ante la constestación.

Teniendo como fondo en esta mía,


demostrarle que su libro me ha gustado,
que sus páginas también me han recordado
la epopeya pasada día a día,
quiero agregarle amigo “exiliado”,
182 Saibigain, el monte de la sangre

que los cuadros que usted pinta, los vivía.


Que puedo atestiguar holgadamente
que desde aquellas primeras entrevistas,
al comienzo de la guerra del País Vasco,
hasta el final de la lucha fraticida,
ha ocupado muchos puestos de peligro,
que me hicieron admirarle, gran Salinas.

Jamás se borrará de mi recuerdo,


porque fecha y acción fueron sangría,
el “CATORCE DE ABRIL DEL TREINTA Y SIETE”
que cubiertos de la nieve que caía,
y junto al llorado Luis Iglesias,
la orden de combate, yo escribía.

Salí del puesto de mando con la orden recibida


y abrazados nos dijimos “¡Suerte amigo!” “¡Hasta la vista!”
pensando en que aquel abrazo, era eterna despedida.

La fuerza estaba dispuesta, rebasamos nuestra línea


pedí ordenes telefonicas al comandante Marquina
¡Avanzar a toda costa, es la única consigna!
¡Asaltar el Chapitarra, el Sebigain y el Oquina!
Tres veces recuperadas, por otras tantas perdidas.

Antes de que anocheciera y ocultos por la neblina,


ordené el avance rápido contra la fuerza enemiga.
Arengas y maldiciones por todas partes se oían,
los gudaris del Arana derrochaban valentía,
el Cuerpo Disciplinario como un león se batía.
Se luchaba intensamente y el fuego no decrecía,
el enemigo fanático con locura defendía,
las tres posiciones clave que hasta Bilbao conducían.
Al asalto las tomamos costándonos muchas vidas,
era el “14 de Abril”, la nieve nos atería,
ella servía de lecho a los bravos que caían,
varios de éstos, malheridos, bajo su manto morían.

Comandante Bediaga, ya no se escucha tu voz,


tus arengas no se oyen, ¡Enlace, vete a ver lo que pasó!
¡Al comandante lo han muerto al tomar la posición!.
¡Maldito el fascio mil veces y el ejército traidor,
quitásteis la vida a un héroe, a un hombre trabajador!.
El abrazo que nos dimos antes de entrar en acción,
prometimos repetirlo dentro de la posición...
¡Yo pude abrazarte, amigo...pero tu a mi,...ya no!.

¡Fue en un memorable día y más memorable acción,


“14 de abril” la fecha, al año de la traición!.
Caro pagó el enemigo su defensa y su tesón,
pues todas sus posiciones en nuestro asalto perdió,
en las tres dejó sus bajas, su armamento y munición,
y hasta un alemán fanático, estrujando a lo “teutón”
su arma automática, estaba muerto, junto a un “civilón”.
Saibigain, el monte de la sangre 183

Al terminarse la noche, fría, negra, cruel, ingrata,


la sucedió un triste día que presagiaba desgracias
y cuando fuí relevado, la impresión no se marchaba.
Una sección del Torrijos me mandó Iglesias al alba,
hasta que el Bon. Garellano a relevarme llegara.
Entregué las posiciones y las armas que tomara,
bajándome a reunir con mis fuerzas a Mañaria,
y al llegar al pueblecito la artillería tiraba
al enemigo traidor que otra vez contraatacaba.
Otra vez en mi el recuerdo del Bon. Sabino De Arana,
del Torrijos, de Marquina, del cuerpo que yo mandaba,
de Salinas y de Iglesias y de la triste jornada,
¡Jornada triste, muy triste, la fecha republicana!.
Por eso, amigo Salinas, por que lo asocio a mi alma
el recuerdo de aquel día, en su tienda de campaña,
cayendo la nieve fría y luchando por España,
le envío esta poesía que sale de mis entrañas.

El contagio de sus versos,


su galanura exquisita, el contenido excelente
y el acierto de la cita, me obligan a pergeñar
estas desastrosas líneas que carecen de gramática,
de metro y de poesía, pero llevan realidad
que es lo que me proponía.

(firmado) Amós Ruiz Girón.


México D.F. Agosto 1946.
184 Saibigain, el monte de la sangre

APENDICE 3

VERSOS DEDICADOS A AMOS RUIZ GIRON POR


CONSTANTINO SALINAS JACA EN RESPUESTA A LOS
ANTERIORES
Archivo de Amós Ruiz Girón. Cortesía de Ana María Ruiz

ACUSE DE RECIBO.

AL COMANDANTE DEL CUERPO DISCIPLINARIO DE EUZKADI, AMOS RUIZ


GIRON, MI BUEN AMIGO Y COMPAÑERO DE ARMAS...............

Al buen amigo Amós Ruiz, Comandante Luis Iglesias


hombre de fibra, hombre recio, que nos legó gran recuerdo.
nunca jamás olvidé, Bediaga estaba de pie
pese a mi largo silencio. y Amós sentado en el suelo,
En la Cordillera Andina al dictado de Marquina
–mi prolongado destierro– escribía el orden bélico,
¡Cuantas veces de este amigo el despliegue combativo
me detuve en el recuerdo: por Ibarrola dispuesto,
Al llegar a Buenos Aires para rescatar el monte
leo “EUZKO DEYA” de México, en poder del insurrecto.
donde el amigo Amós Ruiz
me ha dedicado unos versos Al dictado de Marquina
que leo con emoción, sucedió luego un silencio
pues despiertan el recuerdo que interrumpió una blasfemia.
de aquellos tiempos heróicos Bediaga miró severo
que parecen ahora un sueño. al maldiciente y sin más,
¡La toma del Sebigain! saludó y fuese ligero
¡Catorce de abril señero! a preparar a los suyos
de aquel año treinta y siete; para cumplir como bueno.
día de celaje fiero, Ya le acechaba la muerte,
en que la nieve caía que salió pronto a su encuentro;
cual si tuviera el empeño, ¡Paz al heróico Bediaga,
de apagar allá, en el valle al cristiano caballero.!
aquel fratricida fuego. Derrotado el enemigo
por el valeroso esfuerzo,
No se me olvidan detalles la noche tendió sus alas
y una escena ahora contemplo. a los disparos postreros.
La tienda del Comandante, No me olvido, no, Amós Ruiz,
hecha de ramas y helechos, de aquel campamento tétrico
Saibigain, el monte de la sangre 185

de Acharte, de aquella noche,


–noche cruel, noche de infierno–
con barro, niebla cerrada,
ayes de heridos, lamentos.

Siendo el teatro de la guerra


euzkadiano, tan pequeño,
no es extraño que en Carranza
nos encontráramos luego,
para sufrir nuevamente
el constante bombardeo,
de la aviación fascista
que dominaba los cielos.
Y así un día y otro día
juntos corrimos los riesgos
de aquella guerra maldita
que ahora parécenos sueño.
Terminada la contienda,
en Narbona y luego en México,
en esta tierra caliente
de democrático aliento,
recibí también de Amós
nuevas muestras de su afecto.
¿Cómo olvidarme podría
de este mi amigo dilecto?
Por eso a sus versos de ahora
con otros versos contesto,
a los que hago portadores Dr. Constantino Salinas Jaca.
de mi abrazo fuerte, estrecho. Buenos Aires, julio de 1952.
186 Saibigain, el monte de la sangre

APENDICE 4

CARTA DIRIGIDA A AMOS RUIZ GIRON POR ANGEL


LEGASA EN RESPUESTA A SU ARTICULO SOBRE LOS
HECHOS ACAECIDOS EL 14 DE ABRIL DE 1937
Archivo de Amós Ruiz Girón. Cortesía de Ana María Ruiz

Saint-Gratien 1º de Junio de 1948.

Sr. Don Amós RUIZ Girón


MEXICO

Muy Sr. Mío: Después de saludarle atentamente, paso a ocuparme del asunto
que motiva esta carta.

En “Euzko-Deya” de México, de abril del año actual, he tenido ocasión de leer


un artículo de Vd., titulado “14 de abril de 1937”, en el que habla Vd. de la heroica
muerte del Comandante BEDIAGA así como del heroísmo de todos los gudaris que
intervinieron en aquella histórica jornada. Ahora bien, en dicho artículo hace Vd.
varias alusiones al Teniente Coronel IBARROLA (entonces Comandante), alusiones
según las cuales un profano en la materia podría deducir que la actuación de
IBARROLA fué, por decirlo así, algo turbia, durante nuestra guerra. Conozco a
IBARROLA desde mucho antes de la guerra y me ha extrañado mucho esa
afirmación de Vd. de que es “hombre muy discutido todavía”; y como él no se puede
defender (aunque no le hace ninguna falta) por hallarse en la España franquista,
yo, antiguo subordinado suyo, me dirijo a Vd. para hacerle saber, por si los
ignorara, algunos detalles sobre dicho señor.

Empiezo por el año 1934. Entonces Ibarrola era Teniente de la Guardia Civil en
Baracaldo. Fué nombrado Juez Instructor en varios expedientes contra algunas
personas encartadas en los sucesos de Octubre de 1934. De su actuación como
Juez Instructor, no le diré más sino que jamás ninguno fue metido en la cárcel por él
mientras se tramitaba el expediente. Su teoría era que todos los encartados eran
obreros y necesitaban trabajar para dar de comer a sus familias. Esto lo sé no
solamente por ser subordinado suyo en aquella época, sino también por
manifestaciones de algunos interesados, no solamente de entonces, sino aún
todavía hace muy pocos días.
Saibigain, el monte de la sangre 187

En Julio de 1936 IBARROLA se hallaba de Capitán de la Guardia Civil en


Bilbao, en el Cuartel de La Salve. Allí también me encontraba yo, como simple
guardia civil. Del ambiente pro-faccioso que se respiraba en ese Cuartel no merece
la pena hablar, pues es cosa que todo el mundo sabe. IBARROLA, al encontrarse
solo, pues los demás Oficiales se hallaban en franca rebelión (al menos en teoría)
se presentó en el Gobierno Civil de Vizcaya, ofreciendo sus servicios incondicionales
al Gobierno legítimo. Es de notar que IBARROLA ha sido siempre católico
practicante, lo que se decía vulgarmente entonces en algunos medios “un
reaccionario”. Y siempre un perfecto caballero. IBARROLA fué el único Oficial de la
Comandancia de la Guardia Civil de Vizcaya que tuvo ese gesto. Salió al frente con
la primera columna que se formó en Vizcaya, hacia Ochandiano y Ubidea. (En ella
fué yo también). Dos meses o poco más estuvimos juntos y no hay ninguno de los
supervivientes de aquella columna que no guarde verdadera adoración por él. El
malogrado Fulgencio MATEOS, si viviese, podría certificar lo mismo. Después nos
separamos, cada uno a diversos frentes. No le ví después más que
esporádicamente. Pero siempre que he hablado con alguien que le ha conocido en el
frente, han coincidido todos en que era una verdadera lástima el no tener muchos
jefes como él.

Sobre su actuación en los frentes de Santander y Asturias, seguramente estará


Vd. más al corriente que yo, que para entonces ya estaba mutilado y evacuado a
Francia. Pero todos aquellos que conocieron aquellos amargos días coinciden
también en lo que he dicho antes. No ignorará Vd. tampoco su actuación en Teruel,
donde el Coronel faccioso REY d´Harcourt se rindió precisamente a él. Según mis
noticias, Ibarrola pasó después al frente de Valencia y luego al de Extremadura,
donde le sorprendió el final de la guerra mandando un Cuerpo de Ejército. No quiso
evacuar al extranjero, aun teniendo facilidades para ello. Detenido, pasó meses en
malísimas condiciones (como los demás combatientes de la República presos, por
supuesto). Juzgado en Consejo de Guerra por “adhesión a la rebelión”, fue
condenado a treinta años de prisión, habiéndole salvado de ser condenado a
muerte el estar en aquel entonces algo deficiente mental, debido a sufrimientos. Su
principal preocupación estando en la cárcel fué el que su esposa ayudase a los
escasos guardias civiles leales también presos, entre ellos mi pobre padre, que más
tarde murió en la cárcel. Salió en libertad vigilada hace ya algún tiempo. Por
informaciones que poseo de compatriotas que han venido pasando aquí, sigue en el
mismo plan antifranquista de siempre. Una prueba de ello, entre otras, es la
siguiente: Varios Jefes de la Guardia Civil, antiguos compañeros suyos, no
ignorando el inmenso prestigio de IBARROLA en todos los órdenes, le propusieron
hace poco el reingreso en la Guardia Civil, ocupando en el Escalafón el puesto que
le correspondería si hubiese hecho la guerra con ellos. Es de notar que IBARROLA
se gana la vida humildemente como simple empleado de oficina. Pues bien, se negó
rotundamente a ello diciendo que él tenía razón y que si mil veces habría que
empezar, volvería a hacer lo mismo.

Todo esto es lo que sé del Teniente Coronel IBARROLA. Más algunos otros
detalles de menor importancia que confirman su antifranquismo, tan bien
demostrado por él.

Por ello me ha extrañado sobremanera lo que dice Vd. en su artículo. Le


agradecería me aclarase ello, pues no le oculto que no solamente a mí sino a otros
compatriotas emigrados aquí, que conocen mucho a IBARROLA, les ha causado
muy mala impresión lo que Vd. dice. Bien entendido, no se trata de una polémica ni
mucho menos, sino solamente de salir en defensa de una persona que por sus
188 Saibigain, el monte de la sangre

muchos méritos, conocidos de todos los que le han tratado, merece el respeto y el
afecto de todos,

Tampoco se trata de hacer polémica en periódicos, de la cual el único que


saldría perdiendo sería el propio IBARROLA, por la situación en que se halla. Pero
le agradecería me expusiese los motivos por los cuales dá Vd. a entender que la
actuación de IBARROLA en nuestros frentes no fué la que verdaderamente tuvo.

Le saluda atentamente

(firmado) Angel LEGASA


Capitán del Ejército de Euzkadi
Mutilado de Guerra

Señas: Monsieur Angel LEGASA


10, rue d´Epinay
SAINT-GRATIEN (S. et O.)
(Francia)
Saibigain, el monte de la sangre 189

APENDICE 5

EN DEFENSA DEL TENIENTE CORONEL JUAN DE


IBARROLA Y ORUETA
Carta de Sabino Apraiz y Urotz al director del periódico Deia

Me dirijo a usted en representación de un grupo de jefes y oficiales del Cuerpo


de Ejército de Euzkadi, que bajo el Gobierno vasco luchó en la pasada guerra, y en
relación con el artículo publicado en ese diario el pasado 14 de abril, bajo el título
“El Saibigain, a precio de sangre joven”.
En él se menciona al teniente coronel don Juan Ibarrola y Orueta, héroe de
nuestra guerra, así reconocido por los dos bandos en pugna, en términos que
falsean su relevante personalidad, respetada y estimada por todos. Términos que
consideramos ofensivos para los que entonces ostentamos mandos y
responsabilidad en el Cuerpo de Ejército de Euzkadi.
Ni el teniente coronel don Juan de Ibarrola usó jamás, como afirman en dicho
artículo, de amenazas para hacerse obedecer, ni sus subordinados, ni el
disciplinado comandante Bediaga, necesitó de semejantes acicates para cumplir
con su deber.
Asimismo, consideramos insultante para los capitanes del batallón “Arana
Goiri” Aguirre, Olano y el teniente Retolaza, caídos junto a su comandante en aquel
combate, lo que afirman en dicho artículo “...que era poco corriente que los oficiales
se lanzasen por delante de sus gudaris...”, pues lo hicieron siempre que fue
menester adoptar tal medida para realzar la moral combativa de sus hombres,
como en el ataque a Saibigain, punto clave entonces, cuya posesión era necesidad
ineludible que no admitía demora, y así lo interpretó el comandante Bediaga,
cumplimentando disciplinadamente la orden recibida.
Efectivamente, el teniente coronel Ibarrola pertencía a la Guardia Civil, en cuyo
cuerpo siempre fue estimado y valorado por sus jefes y subordinados como lo que
fue: un militar digno, eficiente, disciplinado, valeroso y un perfecto caballero, rígido
cumplidor de la palabra dada y, por supuesto, del reglamento de su cuerpo,
fundado el año 1844 por el teniente general don Xabier Girón Ezpeleta, navarro y,
por lo tanto, vasco por los cuatros costados, en cuyo tercer artículo dice:
“...Siempre fiel a su deber, sereno en el peligro y desempeñando sus funciones
con dignidad, prudencia y firmeza será más respetado que el que con amenazas
sólo consigue malquistarse con todos”.
190 Saibigain, el monte de la sangre

Y al mencionar a la Guardia Civil en aquellas circunstancias, tengan ustedes


presente que, con muy limitadas excepciones, fueron fieles cumplidores de su
compromiso de defender al Gobierno legalmente constituido.
Le transcribo parte de lo que el comunista Líster, que luchó a sus órdenes, dice
del teniente coronel Ibarrola:
“...Por su sencillez y su cordialidad se conquistó el afecto de todos nosotros.
Este aprecio debía ir en aumento...al observar su valor frente al enemigo y su
compañerismo y lealtad hacia sus subordinados”.
En cuanto al general e historiador Salas Larrazabal, escribe de él: “...Ibarrola
es el más descollante de los jefes surgidos en el Norte... Destacó como eficaz
conductor de hombres... Donde él estuvo fue difícil arrancar la victoria”.
Nos hacemos cargo de que la dirección de ese diario no es responsable de lo
que en dicho artículo se dice. No obstante, consideraríamos un gesto cordial y de
caballerosidad por su parte el que, así como se dio acogida al mencionado artículo,
publiquen íntegramente la presente carta como reparación y homenaje a un
valeroso vasco que lo dio todo en el cumplimiento de su deber, sin esperar nada a
cambio. Respetemos, al menos, lo que es su legítima y bien ganada propiedad: Su
honra.

SABINO DE APRAIZ UROTZ


Ayudante de campo del jefe de Operaciones del Cuerpo de Ejército de Euzkadi
Saibigain, el monte de la sangre 191

APENDICE 6

INFORME DIRIGIDO AL COMISARIO DELEGADO DEL


GOBIERNO DE ASTURIAS EN EUZKADI POR EL COMISARIO
DE LA 1ª BRIGADA EXPEDICIONARIA ASTURIANA
MARCELINO FERNANDEZ VILLANUEVA
AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 5

TERCER CUERPO DE EJERCITO


1ª BRIGADA EXPEDICIONARIA
COMISARIO
------------------------------------------------

Parte informe que al Comisario de Guerra de Brigada delegado del Gobierno dá


el Comisario que suscribe, correspondiente al dia 15 de Mayo de 1937

Durante la noche del dia 14 hice gestiones con los Oficiales de los Batallones
de esta Brigada, para que mi relación constante con ellos, evitara en lo posible,
dificultades que en situaciones como la presente, siempre surgen.
Me llamó el Jefe de la Brigada (Mateo Antoñanzas), que se halla en prisión
preventiva para rogarme rectificara mi declaración. Por mi parte como ningún
interés malsano me guió al prestar la primera declaración, –le dije– que en ella está
reflejada la verdadde los hechos. Su estado es un tanto de (¿Aplanamiento?)
desesperado. Ayer noche salió un muchacho para Gijón con algunas carta de
recomendación unade ellas para Abad, suprotector. Tiene la impresión (que no
puedo compartir) de que volverá a mandar la Brigada.
El dia de hoy lo dediqué a estudiar con el Comandante que interinamente
desempeña la Jefatura de esta Brigada, todos los asuntos, visitando los Oficiales y
Clases de los mismos. A estos los dirigimos dos alocuciones haciendo su
presentación como Jefe. Tengo la impresión de que en adelante las cosas
marcharán con Rumbo diferente. con positivos y eficientes resultados para la
Brigada y el Ejército en general.
Para quien tenga facultades juzgue y haga justicia, me permito enjuiciar de
nuevo al Jefe de Brigada saliente en toda su actuación, esperando que ese
Comisario haga todo lo posible para que sea desplazado del cargo que hasta ahora
venia desempeñando.
192 Saibigain, el monte de la sangre

En los primeros momentos de mi incorporación a la Brigada, me pareció un


hombre frívolo; pero no tenia elementos de juicio suficientes para creerlo incapaz de
desempeñar el cargo. En tiempos de bonanza, de paz, en donde solo se atiende a
las cosas mecánicas de oficina, dejando lo demás al amplio criterio de los inferiores
jerarcas, cualquiera es Jefe.
El hombre al que me refiero, supo por amistades influyentes, explotar su
prestigio y su nombre. Cuando vinimos a Euzkadi, esperaba cubrirse de gloria,
como si esto fuera cosa facil. Creia, como han creido muchos, que solo el nombre de
ASTURIAS serviria para ganar las batallas. Llegó esta creencia al extremo de
proferir en un Cabaret de Bilbao frases que hirieron los sentimientos de los
compañeros Vascos, que de no haberse interpuesto uno de sus Ayudantes, y la
sensatez de los Vascos, hubiera terminado mal. Esto lo han guardado en secreto
hasta hace unos dias.
En nuestro primer combate en Urquiola, acusó su incapacidad de siempre como
ya señalé en mis primeros partes. Luego dia tras dia he venido observando cada
vez mas su ineptitud. La prueba mas fehaciente está registrada en el archivo de la
Brigada. Todas las iniciativas eran sugeridas por los Jefes de los Batallones, y
para que negarlo; las mias también, pero cuando las cosas empezaron a marchar
mal, cuando el mostraba su indiferencia hacia la responsabilidad contraida, yo me
desligué de él y trabajaba independientemente. Sin andar a la greña, le instigaba
para que rindiera mas su trabajo en beneficio de la Brigada. Pasaban semanas y
no visitaba las posiciones, dándole yo cuenta del estado de ella. A pesar de llevar
once dias los Batallones en las actuales posiciones, no las ha visitado un solo dia,
infornándole yo diariamente y el Oficial Informador. Como tenia tres Ayudantes,
(dos Capitanes y un Teniente) y a estos los utilizara a otros menesteres impropios y
secundarios, le indiqué que no procedia bien por que estos Oficiales tenian otra
misión que cumplir, y entonces él les dio orden para que visitaran las posiciones.

II hoja
------------
Con frecuencia abandonaba el puesto y com yo me negaba a acompañarle
pretestando trabajar, para probar lo que pudiera servirle mi ejemplo, me encargaba
de la Jefatura. Como un dia le advirtiera yo del mal que estos actos pudieran
acarrearle, se reprimió un tanto y entonces para salir alegaba tener que ir a
informar al E.M. de cosas. Es-te estado de cosas dio lugar a que el E.M. de Euzkadi
le llamara al orden; entonces empezó a “informar” al E.M. del Ejército del Norte,
hasta que Ciutat me dirigió una carta para que yo lo evitase diciéndome en dicha
carta “para informar hay papel y enlaces”...yo le dí a leer la carta que le sirvió de
freno. También le llamó la atención entérminos más enérgicos el Coronel Jefe de la
División por este mismo motivo, pero sin que todo esto le sirviera de acicate para el
trabajo.
Sus Ayudantes (los dos Capitanes) no pueden en modo alguno prestarle la
colaboración necesaria. Son ascendidos por amistad y simpatia a capitanes de la
graduación de Sargento uno, y otro de Brigada. Al primero, y hace dos dias, le quitó
una estrella dejándole en Teniente. Tanto el nombramiento de uno como el del otro
no tienen forma legal; resolver esto, es misión de los interventores del Ejército por
haber exceso de plantilla.
Estos Capitanes no tienen autoridad sobre los soldados, por que de quitársela
ya se encargó el propio Jefe, siempre en disgustos agrios, dirigiéndoles palabras
soeces, viéndome yo en la necesidad de mediar en las disputas y reclamar
autoridad para ellos.
COMANDANTE DEL BATALLON Nº 43 (Críspulo Gutiérrez): A este hombre le
falta carácter para imponerse a la oficialidad de su Batallón. Es muy diligente y
cumplidor, pero le fallan casi la totalidad de los mandos.
Saibigain, el monte de la sangre 193

COMANDANTE DEL BATALLON Nº 25 (José López Taboada): Está enfremo y


sus fuerzas físicas no responden a las necesidades del momento. Deposita su
confianza en el Capitán Ayudante que es joven y diligente, y lleva el peso del cargo;
pero no obstante el estado de este Comandante, su gente sigue siendo la mas
disciplinada aunque del conjunto haya que hacer alguna excepción entre Oficiales y
Clases.
Después del arresto de estos dos Comandantes, el Batallón 243 se halla en
baja forma. No hay entre los Oficiales uno a quien en confianza le pueda entregar el
mando. El que a mi juicio se le (digo) pudiera valer, choca con la apatia de los
demás.
Asume el mando del Batallón nº 225. el que era Capitán Ayudante que cubre
bien la baja del Comadante.
RESUMEN La moral de los soldados, buena, y con el actual Jefe de Brigada,
haremos que estos Oficiales reacios a todo superior se corrijan, de lo contrario el
tribunal se encargará de ellos.
Esta fué y es la situación de la Brigada, en el tiempo que estoy agregado a
ella.

Salud y República.
El Comisario. Amorabieta a 15 de Mayo de 1.937.
(firmado Marcelino Fernández)
194 Saibigain, el monte de la sangre

APENDICE 7

LOS HEROES DEL BATALLON ARANA GOIRI. 14 DE ABRIL


DE 1937. LA TOMA DEL SEBIGAN
Poema de Juan Briones Ortún

Por el Sebigán arriba <<¡Adelante, euzkeldunes;


bravos gudaris avanzan. adelante, por la Patria!
Van a pecho descubierto, Su libertad nos lo exige.
con desafío a las balas Su limpio honor nos lo manda.
que el ejército traidor El invasor llegar quiere
desde la cumbre les lanza. al corazón de Vizcaya
<<¡Arriba, arriba, euzkadianos, ¡Adelante, compatriotas!
los de vigorosa raza, ¡La victoria nos aguarda!>>
los que jamás consintieron Esto dijo nuevamente
que, en esta tierra, sus plantas el comandante Bediaga.
pusiera invasor alguno; Y como un león embiste
arriba, por nuestra Patria!>> a las huestes que profanan
De este modo les arenga la noble tierra euzkeldún,
el comandante Bediaga madre de una fuerte raza.
a sus valientes gudaris, El enemigo, asustado
mientras él, sereno marcha, al ver en él tal pujanza,
al frente del batallón, le abre paso, y, decidido,
trepando por la escarpada va al pico de la montaña,
vertiente del alto monte del que el pabellón monárquico
sin que les detenga nada. instantáneamente arranca,
Duramente les azota y coloca el euzkeldún,
el frío, el viento y el agua. victoreando a la Patria.
Con el corazón muy alto, Los gudaris, cuando ven
sobre la tierra se arrastran, tanto heroísmo, se lanzan
hurtando, del enemigo, rápidos sobre el contrario,
la mortífera metralla. que en confusa fuga escapa,
Y así llegan a la cumbre; monte abajo, monte abajo,
y entonces, firmes, avanzan, entre una nube de balas.
haciendo frente al contrario, El cuerpo del comandante
pecho a pecho y cara a cara. junto a la bandera se halla.
Se lucha a la bayoneta. El cuerpo yace en la tierra.
Bombas de mano se lanzan. Pero la bandera está alta.
Saibigain, el monte de la sangre 195

¡Noble bandera euzkeldún, Askatasunari eutsi


verde, blanca y encarnada: Agiz ohore garbian.
flamea al viento, flamea Zapaltzalleak Bizkaiko
sobre las altas montañas Biotza nai luke ora.”
de esta tierra noble y fuerte, Aurrera aberkideok!
la de hierro en sus entrañas! Garaitza gurea bai da!
Que la mortífera ola Orla mintzo zan berriro
del fascio nunca te abata. Komandante Bediaga.
¡Noble bandera euzkeldún Leoia lez saltatu zen
de libertad sacrosanta: Arerioen gainera
flamea al viento, flamea Euskal sendi noblearen
sobre la Cruz y la espada! Amalurra aldazkatzera.
Faszistak au ikustean
Zabal ta libre bidea
ARANA GOIRI BATALLOIKO EROEAK Utzi zioten, zuzenki
Gudariek Sabigain artu Doa mendi gallurrera.
Jorraillaren 14 - 1937 Emen, español ikurra
Cortesía de Alberto Elósegui Ken zuen, bere lekuan
Ikurriña zun ezarri.
Sabigainetikan gora “Gora Euskadi Askatuta”
Trinko doaz gudariak, Esanaz, bere mutillak
Balei arro eskeñiaz Or doaz au ikusi ta
Bular leial ta garbiak. Tximista bezela arin
Armada traidore batek Etsai makurren gainera
Arturik bai dauzka gainak. Faszistak kurri ta kurri,
“Goruntz, goruntz, Euskotarrak Ura bala kazkabarra!
Erri onen semeak. Ikurriñaren oñetan
Ez bitez gure lurretan Datza Bediaga illa.
Zapaltzalleen urratsak Gorpua illotzik bainan
Sekula santa loretu. Ikurriña zutiñik da.
Goruntz dio aberriak.” Euskaldunen ikur leial,
Horrela itz egin zien Txuri, orlegi, gorria,
Komandante Bediagak Josta ta josta aizetan
Gudari adoretsuei, Zutiñik Euskal-Herrien
Gidari zijoan bera, Errai burnizkoak ditun
Batalloiaren aurrean, Bizkai santuko lurrean.
Trebeki aldapa gora Etzaitu ez bortxatuko
Mendiaren egaletik, Faszismoaren indarrak
Oztopoa ez da muga. Askatasun donearen
Aizeak ura zigorra! Eusko ikurrin leiala,
Otz, bustia ta euria Jolas aizetan ta gorde
Bainan biotza airoski. Gurutzea ta Ezpata
Narraska doaz lurrean
Igestu nairik etsaien
Bala, metralla ilkorrak. Zazpiak-Bat
Orlan jo dute gallurra (leno “Gudari” Erresistentzia)
Leialki doaz aurrera,
Etsaiekin aurrez aurre.
Arpegiz arpegi guda!
Baionetaz azkenean,
Esku bonbak kruzatuaz
“Aurrera bai euskotarrak,
Arrisku da Aberría.
Saibigain, el monte de la sangre 197

NOTAS

Introducción
1. Man who shot Liberty Valance (El hombre que mató a Liberty Valance) dirigida por Jonh Ford
e interpretada por Jonh Wayne y James Stewart. Paramount Pictures, 1962.

Agur Otxandio agur


1. José Ramón Olazabal Aguinagalde (Legorreta 24-3-1911) fue sargento, teniente, capitán y
comisario del batallón Irrintzi; después comisario de la XI Brigada Mixta y de la 164ª Brigada
de Choque de la 50ª División. Prisionero en Santoña, formó parte del embrión de la resistencia
vasca. Presidente de Honor de la Asociación Sancho de Beurko y autor de una enorme obra
historiográfica inédita titulada Crónicas y testimonios de la Guerra Civil en Euzkadi de la que
se ha extraído este capítulo.
2. Juan Ibarrola Orueta, nacido el 10-6-1900 en Llodio (Alava), era capitán de la Guardia Civil
con mando en la 2ª Compañía destacada en el cuartel de La Salve (Bilbao) el 18 de julio de
1936. Católico y legalista, siempre fue leal a la República aún cuando estuvo muy cuestionado
por elementos de izquierda. Jefe de la columna de Ubidea, luego del sector de Elorrio y de la
columna de Ochandiano; allí estaba cuando empezó la ofensiva sobre Vizcaya. Forzado a
replegarse de Ochandiano a Urquiola y de ahí a Mañaria donde fue responsable de las unidades
que operaron en el Saibigain. Jefe de la 3ª División del Cuerpo de Ejército de Euzkadi,
combatió brillantemente en Santander y Asturias al frente de la 50ª División. En octubre de
1937 se hizo cargo de la Agrupación de los Puertos. Evacuado de Asturias le dieron el mando
del XXII Cuerpo de Ejército que obstentó hasta prácticamente el final de la guerra; artífice de la
toma de Teruel. Teniente coronel pensionado con la Medalla del Valor en septiembre de 1938.
Prisionero en Alicante, fugado y vuelto a apresar. Condenado a muerte luego le fue conmutada
la pena. Falleció en Bilbao el 21-8-1976. En los apéndices se ha incluido una carta dirigida a
Amós Ruiz Girón el 1-6-1948 por Angel Legasa, antiguo subordinado de Juan Ibarrola en la
Guardia Civil, en la que este defiende la figura del que fuera su capitán en el cuartel de La
Salve.
3. Máquinas de Acompañamiento de Infantería. Equipado con antitanques, lanzaminas y morteros.
4. MARTÍNEZ BANDE, José Manuel. Vizcaya. Monografías de la Guerra en España. San
Martín, Madrid, 1971, p. 83.
5. El saltaparapetos era una bebida alcohólica de alta graduación que se repartía a la tropa y cuya
calidad, como puede imaginarse, no era mucha.
6. Valeriano Marquina Merino nació en 1911 en Galdames (Vizcaya). Antes de la guerra fue
Instructor Jefe de las MAOC (Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas) organización
paramilitar del PCE. El 18 de julio le sorprendió en Madrid, combatió en Somosierra con la
columna del capitán Galán donde resultó herido. Aunque fue trasladado a Vizcaya en los
primeros días de abril de 1937 para mandar una brigada, se hizo cargo del E.M. de Juan
Ibarrola bajo cuyo mando estuvo la mayor parte de la guerra. Comandante Jefe del batallón de
Reserva del Ejército del Norte. Jefe de E.M. del XXII Cuerpo de Ejército que mandaba
Ibarrola. Posteriormente, se hizo cargo de la 6ª División del XX Cuerpo de Ejército. Sobrevivió
a la guerra y se exilió en Argentina. José María Muguerza, ayudante del general Llano de la
Encomienda, cuenta como este <<odiaba a los mandos de milicias, en especial a los
comisarios, sobre todo a uno que aterrizó por aquí y que se apellidaba Marquina y se
comportaba como un hombre primario y cromañonesco. Iba armado por todos los frentes como
un bosquimano, con un garrote, y creo que las costillas de alguno que chaqueteaba fueron
puestas a prueba, ya que daba la “callada” por respuesta. En cierta ocasión recompuso una
198 Saibigain, el monte de la sangre

partida de milicianos desmoralizados en la plaza de Ezkurdi de Durango, dirigiéndoles una


filípica sobre su falta de combatividad y amenazándoles con medirles las costillas con su
tranca. Pronunció el discurso desde el kiosko de música y, al decirles que no les permitía ni un
paso atrás, un chusco le replicó:
–¡Ni uno! ¡Desde aquí hay tranvías para Bilbao!>> (MUGUERZA, José María. De Euskadi al
campo de exterminio. L. Haramburu editor, Zamudio, 1978, p. 45).
7. Ramón Olazabal se refiere a un documento publicado en AGUIRRE LEKUBE, José Antonio.
El informe del Presidente Aguirre al Gobierno de la República. Editorial La Gran enciclopedia
Vasca, Bilbao, 1978, p. 524, y cuya transcripción resulta reveladora:
<<Parte de guerra.–Inmoné: Si astomado cotadto con el enemigo, si as enlazado con el Azaña,
si as restablecido ya la linea. Que se oserba del enemigo etc. etc. Por escrito, a pesar de la
conversación telefónica que tengamos.
El jefe auxiliar de la coluna Marquina>>.
8. Sin duda se trataba de Félix Elías Martínez, capitán ayudante de Ibarrola con quien continuó al
asumir este el mando de la 3ª División.

Ofensiva sobre Vizcaya


1. La 1ª Agrupación al mando del general Solchaga, con cuartel general en Vitoria, pertenecía a la
6ª División al mando del general López Pinto, con cuartel general en Burgos. La Agrupación
estaba compuesta inicialmente por cuatro Brigadas de Navarra: 1ª Brigada al mando del
teniente coronel García Valiño, 2ª Brigada del coronel Cayuela, 3ª Brigada del coronel Latorre
y 4ª Brigada del coronel Alonso Vega. El 2 de abril se le agregó la Brigada Mixta italiana
Flechas negras del general Piazzoni. Avanzada la ofensiva se formaron la 5ª y 6ª Brigadas. El
general Mola era el Jefe del Ejército del Norte. La ofensiva tenía en el coronel Vigón, jefe de
E.M. de las Brigadas de Navarra, a uno de sus cerebros. En este capítulo los autores han
condensado parte de los resultados de una investigación aún en curso sobre la ruptura del Frente
de Vizcaya; siendo imposible referenciar en estas pocas líneas todas las fuentes consultadas se
ha optado por primar aquellas notas necesarias para la comprensión del texto o que hagan
relación al sector Urquiola-Mañaria.
2. El Ejército del Norte aglutinaba a tres Cuerpos de Ejército: I de Euzkadi, II de Santander y III
de Asturias. Más tarde XIV C.E., XV C.E. y XVI C.E.
3. En marzo de 1937 el Cuerpo de Ejército de Euzkadi defendía Vizcaya en tres frentes estáticos:
a) el frente de Burgos se encargaba de la defensa del territorio comprendido entre la provincia
de Santander, Orduña y Barambio, b) el frente de Alava defendía el territorio entre el Gorbea,
Ochandiano y Murugain, y c) el frente de Guipúzcoa, desde Udala hasta Lequeitio. Hasta
finales de abril no desaparecieron los frentes y los sectores. En el Diario Oficial del País Vasco.
– Núm. 202.–del 28 de abril de 1937 se publicó el decreto constituyendo el Ejército Regular de
Euzkadi, dado en Bilbao el 26 de abril por el Presidente del Gobierno de Euzkadi y Consejero
de Defensa, José Antonio de Aguirre, en el cual, en su primer apartado, se disponía lo siguiente:
<<1.º Se constituye el Ejército Regular de Euzkadi, con la base de los batallones constituidos,
que se agruparán en brigadas y divisiones, con los mandos que oportunamente, y según se
vayan constituyendo, sean asignados. El decreto se hará efectivo el día 29 de abril>>.
4. Contaba el sector con intendencia, parque de ingenieros, parque de amunicionamiento, una
sección móvil y de amunicionamiento a lomo, un hospital de sangre, un hospital de enfermos,
una delegación de transportes, un veterinario con residencia en Ochandiano y un herrador en
Ubidea.
5. FSA, AN, GE 179/1. Informe de la situación de las fortificaciones en el frente de Alava.
Aunque este informe, fechado el 13 de marzo, situaba al batallón UGT nº 7 Asturias en el
Gorbea, poco después fue relevado por el UHP.
6. Esta carretera no llegó a terminarse. El destacamento estaba formado por una compañía
disciplinaria integrada por prisioneros de guerra y milicianos arrestados, una compañía de
protección y vigilancia y una compañía de ametralladoras sin máquinas (testimonio de Rafael
Domeq a los autores).
Saibigain, el monte de la sangre 199

7. FSA, AN, GE 42/3. Nómina del Batallón Mixto de Autos Blindados y Carros de Asalto de
Euzkadi. Periodo del 16 al 31 de marzo de 1937. Para saber más sobre las unidades blindadas
republicanas se remite al lector al capítulo dedicado a las mismas.
8. Los datos sobre artillería se han extraído de varios documentos. Uno de los más significativos,
ocupado a un oficial republicano fallecido el día 31-3-1937, aparece en un artículo de Pedro
Gómez Aparicio, corresponsal de la agencia Logos, publicado en el Diario Vasco de San
Sebastián del 11-4-1937.
9. Contaba con intendencia militar, sanidad militar, un veterinario, transmisiones y zapadores.
10. Una sección equivale a dos piezas mientras que la batería normalmente equivale a cuatro,
aunque pueden ser tres.
11. FSA, AN, GE. 179/1. Documento citado.
12. En este sector se encontraba la plana mayor del frente de Alava, además de la comandancia de
intendencia, la intendencia mixta, un parque de artillería, un hospital de sangre, carabineros,
miñones, guardias de asalto, enlaces y transmisiones, una sección veterinaria y los servicios
auxiliares de plaza y de transporte de material. El jefe del frente de Alava era el teniente
coronel Gabriel Aizpuru, jefe de la Guardia de Asalto de Vizcaya el 18 de julio de 1936.
13. El monte Mochotegui era también conocido por las tropas vascas como monte Central.
14. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.19. Diarios de operaciones de las Brigadas de
Navarra.
15. El batallón Salsamendi fue copado en esta posición. En un exhaustivo análisis de la
documentación sobre las bajas de las Brigadas de Navarra (Jefatura de Sanidad Militar de
Vitoria) y las del C.E. de Euzkadi (ver nota 27 en el capítulo siguiente), se documenta la muerte
de 110 milicianos del Salsamendi y el ingreso de 33 de ellos en los hospitales de Vitoria,
heridos en las operaciones y capturados por las tropas de la 4ª Brigada de Navarra. Por otra
parte, Pedro Gómez Aparicio recogió la noticia de un batallón comunista copado en una
posición de Ochandiano en un artículo publicado en el Diario Vasco del 5-4-1937.
16. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.25.
17. Fondo Beyris M 1665 / 4-6. Irargi. Gobierno Vasco. Se trataba de tres pilotos: Walther Kienzle,
Schultze-Blanck y Carsten Von Harling (muerto), y un intérprete: Paul Freese (herido y,
posteriormente, fallecido en Bilbao). Estos prisioneros declararon, entre otras informaciones,
que iban a ver el campo de aviación situado en la carretera de Ochandiano a Dima. Según el
testimonio de Lorenzo Galaz Zorrilla, miliciano de la 4ª Compañía del batallón UGT nº 3
(entrevista personal en 2001), el control donde fueron hechos prisioneros los alemanes estaba
formado por milicianos del González Peña y por un carro de combate.
18. Con relación a este batallón y al Sacco y Vancetti, el 13 de abril de 1937 Segundo de
Berrizbeitia y Velar, vecino de Mañaria y gudari del batallón Rebelión de la Sal, expuso la
siguiente queja ante el Consejero de Agricultura del Gobierno de Euzkadi:
<<Que habiendo sido ordenado por la Junta de defensa de la anteiglesia de Mañaria la
evacuación del caserío llamado Garai-Torre núm 108, sito en el término de Mañaria, el día 5
del actual mes a las 10 horas del día sin que durante el día pudiera cumplimentarse la citada
orden muy a pesar nuestro puesto que se hallaba encima de la aviación facciosa en continuo
bombardeo. En vista de ello desistimos de hacerlo hasta la misma noche. Aproximadamente a
las 7 horas del citado día 5 hicieron acto de presencia en el caserío unos 5 milicianos del
batallón Guipúzcoa llevándose sin ninguna autorización y con frases amenazantes a los
propietarios del mismo, cuatro vacas, dos de ellas en período próximo de parto, una ternera,
un burro, 11 gallinas, cuatro fanegas de maíz, 20 kg de tocino y algunas cosas más cuya
enumeración es muy prolija.
En la misma noche, aproximadamente a las diez de la noche, volvieron a presentarse varios
milicianos, esta vez del batallón CNT nº 4, terminando de desvalijar por completo el caserío,
amenazando a sus propietarios pistola en mano, llevándose todo el mobiliario del caserío,
ropas de todas clases y valores, no dejando más que las paredes del caserío.
El valor aproximado de las cosas sustraidas es de unas 16.000 pesetas haciendo constar que si
algún día tenemos la suerte de volver a vivir en el mismo caserío no podremos repararlo como
se hallaba ni con 20.000 pesetas.
200 Saibigain, el monte de la sangre

Por todo lo expuesto ruego a usted obre en consecuencia y justicia que merece esta
desgraciada familia cuya lealtad al régimen certificará cualquier organismo del citado
municipio de Mañaria>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 9).
19. Cuando comenzó la ofensiva sobre Vizcaya, la Aviación gubernamental en el Norte solamente
tenía una escuadrilla de caza operativa, equipada con Polikarpov I-15 Chato, bajo el mando del
capitán Felipe del Río Crespo que fue pronto enviada al teatro de operaciones. La escuadrilla de
cazas Letov S-231, recién formada con estos aviones checos y que mandaba el capitán Antonio
Sánchez de las Matas, no pudo ir a Vizcaya hasta que se resolvieron los problemas que
impedían el normal funcionamiento de sus ametralladoras. Estos consistían en que no se
disponía en el Norte de los eslabones o grapas que unían los cartuchos en la cinta metálica
desintegrable y hubo que esperar a la llegada de un avión que traía este material. En un
telegrama enviado por el jefe del E.M. del Ejército del Norte a la Presidencia del Gobierno de
Euzkadi se da cuenta de esta contingencia:
<<Recibo su aviso sobre concentracion aviacion enemiga que comunico inmediatamente a
ministerios guerra y aire para confirmacion.
caza disponible total ocho aviones que seran enviados a esa a primera indicacion de ese estado
mayor. continua montaje de aviones caza y entrenamiento pilotos pero aviones recibidos no
estan en combate por carecer municion de ametralladora que ha sido pedida Valencia.
31.3.37 11.30>> (Fondo Beyris M 1663 / 4-6. Irargi. Gobierno Vasco).

6 de abril. La pérdida del Saibigain


1. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1. Durante estos días de retirada los nombres de los
sectores cambiaban según su situación.
2. La presencia de la 2ª Compañía del González Peña en el sector queda probada al aparecer uno
de sus milicianos, Antonio Romano Jiménez, entre los muertos que hubo en Urquiola el día 5
de abril (Registro Central de Fallecidos en Campaña. Archivo Histórico Provincial de Vizcaya.
Bilbao). Pablo Beldarrain Olalde en su obra Historia Crítica de la guerra en Euskadi (1936-
37). Edición del autor, Bilbao, 1991, p. 122, indica la posibilidad de que una compañía de la
Ertzaña al mando del teniente Carmelo Abando –que estaba en la 3ª– se encontrara entre las
fuerzas que defendieron el Saibigain en esta jornada. En un documento del Archivo del
Nacionalismo se documenta la salida en la madrugada del día 5 de una compañía y dos
secciones de la Ertzaña para el frente de Urquiola. Las dos secciones regresaron el día 8 de
abril, mientras que la compañía lo hizo el 27 de ese mismo mes.
3. Se remite al lector al capítulo dedicado a los carros de combate vascos.
4. Entre estos habría que situar al MAOC nº 2 Guipúzcoa que regresó al sector durante la jornada,
tal y como se deduce de la entrevista realizada el día 6 de abril en Bilbao a su comandante,
Gonzalo Laredo, cuando el batallón se disponía a partir de nuevo hacia el frente (Euzkadi Roja
del 7-4-1937).
5. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5. Partes diarios de novedades de la 2ª Brigada
Expedicionaria de Asturias en Euzkadi. Realmente la 2ª Brigada Expedicionaria fue la primera
que llegó a Vizcaya, por lo que posteriormente pasó a denominarse 1ª Expedicionaria; sin
embargo, los autores mantienen el nombre de esta unidad tal y como aparece en los documentos
del mes de abril. En la Orden General del día 6 de abril de 1937 el Estado Mayor del Ejército
del Norte dispuso concentrar la acción principal en Euzkadi y enviar tres brigadas mixtas
asturianas como apoyo eventual (AGM de Avila / A.63, L.853, Cp.23, D.2, S.3).
6. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.1. Diario de operaciones de la 1ª Brigada de
Navarra. Sin duda estas cifras son muy exageradas. Las bajas del tercio de Montejurra
ascendieron a 11 muertos y 47 heridos, entre estos últimos estaban el capitán Domingo
Domínguez Santamaría, el teniente Rufino Urniza Guelbenzu y los alféreces Julio Guelbenzu
Romanos y Mariano –ilegible– Lacunza (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.44, D.1, S.16). En un
artículo de Gómez Aparicio publicado en El Diario Vasco del 7-4-1937, este comenta que
<<las fuerzas del tercio de Montejurra nos han confirmado la dureza de la operación del día
de ayer para la conquista de Basaguren en la que se cubrieron una vez más de gloria. La cima
Saibigain, el monte de la sangre 201

de dicha montaña estaba erizada de nidos de ametralladora y defendida por un gran número
de combatientes rojos>>.
Un requeté cogió allí la cartera a un miliciano muerto que llevaba una foto de Enrique
Larrínaga Esnal, jugador del Racing de Santander (periódicos Pensamiento Navarro y Norte del
8-4-1937); como sea que también se le ocuparon documentos acreditativos, se corrió la voz de
que se trataba de aquel. Sin embargo, Enrique Larrínaga no murió en la guerra sino que
sobrevivió a esta, jugó en el equipo Euzkadi y se exilió en México. Muy posiblemente se
trataba de su hermano Ramón, miliciano del Fulgencio Mateos que murió en combate en fecha
indeterminada. El Fulgencio Mateos se encontraba por la zona de Dima el 8 de abril por lo que
bien pudo estar defendiendo el Basaguren el día 6.
7. Los zapadores prepararon dos líneas de trincheras en el Saibigain: la primera, situada en la
cresta militar, permitía batir perfectamente el Basaguren y el barranco intermedio. La segunda
se encontraba casi en la cumbre y no era más que un atrincheramiento de emergencia.
8. AGHA, 9114, 298. En una información proporcionada a los autores por Juan Arráez Cerdá,
autor de numerosos trabajos sobre temas aeronáuticos, explica que el número de identificación
de los Breguets XIX en la Aviación nacional era el 10 y que el 1-G-10-15, grupo al que
pertenecía la escuadrilla 2-E-10, era un grupo mixto que operaba desde Vitoria y que estaba
formado por Breguets XIX y los primeros Heinkel He-45 llegados a España. El código de los
He-45 era el 15.
9. AGHA, 9114, 298 y 308. Se arrojaron 24 bombas A-5.
10. AGHA, 9114, 298 y 303. El 20-5 era un Fokker F-XII.
11. AGHA, 9114, 298. La 1-E-15 era la escuadrilla de Heinkel He-45 del 1-G-10-15 ya citada
anteriormente.
12. AGHA, 9114, 298 y 304. Esta misión se realizó en cumplimiento de la Orden nº 3, comunicada
a las 12 horas, con la misión de vigilar las carreteras, precisar la cantidad de enemigos y
bombardear sus atrincheramientos y concentraciones de camiones.
13. La Legión Cóndor era la fuerza expedicionaria alemana que envió Hitler en ayuda de Franco.
Su jefe era el general Hugo Sperrle. En Logroño había otra escuadrilla italiana de cazas Fiat
CR-32 cuya misión principal debía ser la protección de los bombarderos Savoia Marchetti S-81
que operaban desde Soria.
14. Parte del E.M. del Ejército del Norte de la República (El liberal del 6-4-1937).
15. La cadena consistía en emplear, justo en el momento del asalto de la infantería propia, cazas o
aviones ligeros de ataque a tierra que, con pequeñas bombas, granadas de mano y
ametralladoras, uno detrás de otro y en sucesivas pasadas tenían por misión acabar con la
resistencia del enemigo. Para este tipo de misiones además de los Romeo, se usaron los Heinkel
He-51, los Heinkel He-45 y los Henschel Hs-123.
16. AGHA, 9114, 298. Durante todas las operaciones realizadas el día 6 por la Aviación nacional
(escuadrillas españolas) se consumieron 24 bombas A-5 (12 kg.), 28 bombas A-6 (50 kg.) y 60
negrillas de 10 kilogramos, sin incluir las bombas consumidas por el grupo de Lasarte. Un
avión de la escuadrilla 2-E-10 quedó inutilizado por un impacto enemigo, otro del grupo 2-G-
10 por accidente al aterrizar y uno de la 1-E-15 tuvo que ser reparado.
17. MAIER, Klaus A. Guernica 26-4-1937. La intervención alemana y el “caso Guernica”.
Sedmay ediciones, Madrid, 1976, p. 101.
18. Von Richthofen pensaba que las tropas españolas eran <<lentas en la persecución, permitiendo
al enemigo reagruparse constantemente y superar su pánico>>. El oficial alemán confiaba en
destruir la moral de los soldados republicanos por medio del miedo que producía el uso masivo
de aviones –incluso entre la población civil, como se encargaron de demostrar en Durango o
Guernica– introduciendo una nueva forma de hacer la guerra desconocida hasta el momento: la
Blitzkrieg, en la que los estrategas nazis probaban sus modernos medios de combate tomando
buena nota de los resultados:
<<El miedo, que no puede ser simulado en una pacífica instrucción de las tropas, es muy
importante, pues afecta a la moral. La moral es más importante que las armas para ganar
batallas. Constantemente repetidos, los ataques aéreos concentrados producen los mayores
202 Saibigain, el monte de la sangre

efectos en la moral del enemigo>> (THOMAS, Gordon y MORGAN-WITTS, Max. El día en


que murió Guernica. Plaza & Janés, Esplugas de Llobregat, 1976, p. 122).
19. Se remite al lector al capítulo dedicado a la Artillería de las Brigadas de Navarra.
20. HERRERA ALONSO, Emilio. Los mil días del Tercio de Navarra. Editora Nacional, Madrid,
1974, p. 75.
21. En la página 77 de este libro, Emilio Herrera cita otro interesante testimonio: <<Operamos las
compañías segunda, tercera y cuarta del Tercio Navarra, protegidas por ocho tanques y
ametralladoras. Iniciamos el avance; la pendiente es pronunciada; subimos lentamente. El
tiroteo es cada vez más fuerte y vamos llegando a la cúspide>>. Estos tanques eran los Panzer I
(Pz. Kmpfw-I) de la 1ª Compañía del Batallón de Carros de Combate. En el parte de
operaciones de la compañía (AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.15, D.1, S.3) su teniente al mando,
José Luis Contreras, relata la operación:
<<En cumplimiento de órdenes superiores recibidas, en el día de hoy quedo afecta la compañía
a la columna del coronel García Valiño y concentrada en la posición de partida a las once
horas. Iniciado el avance, la compañía desalojó al enemigo de las fortificaciones que ocupaba
en el monte Sevigan, dando por resultado su ocupación [...] No hubo bajas en el personal ni en
el material. Se dispararon 2.000 cartuchos de ametralladora.
Todo lo cual pongo en conocimiento de Ud. a los fines pertinentes.
Ochandiano, 6 de abril de 1937.
El teniente José Luis Contreras>>.
La intervención de los tanques, a pesar de lo que se deduce de la lectura de este documento,
debió limitarse a avanzar por la carretera para batir, casi sin ángulo de tiro y a gran distancia,
las posiciones vascas. Al parecer, el tercio de San Miguel también tomó parte en la operación.
Julio Aróstegui Sánchez en su libro Los combatientes carlistas en la guerra civil española.
Aportes XIX, Madrid, 1991, Tomo I, p. 209, citando el Diario de la columna Tutor escrito por
Juan Martiñena, escribe que <<el Sebigain se ocupa el día 6, pero un bombardeo de la aviación
propia cuesta cuarenta muertos de los Tercios de Navarra y San Miguel>>.
22. Según un documento consultado por los autores (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68, D.1, S.16)
el tercio de Navarra tuvo en esta operación 14 muertos y 39 heridos; sin embargo entre el 6 y el
7 de abril se ha contabilizado un total de 22 muertos. Para ver la relación nominal de las bajas
del tercio de Navarra registradas en los hospitales de Vitoria en estos dos días se remite al lector
a la nota 15 del capítulo siguiente. Entre los distinguidos en el ataque del día 6 de abril
figuraron el teniente Ciganda, el sargento Arbeloa y los requetés Patrocinio Cía, Justo
Flamarique y Cristino Lago.
23. Entrevista personal realizada en 2001.
U.G.T. Nº 3 GONZALEZ PEÑA
• Filiación política: P.S.O.E. / U.G.T.
• Arma: infantería, nº 23. Ametralladoras.
• Cuartel: cuartel de Gran Vía 7, Bilbao.
• Armamento: el día 16 de abril tenía 12 ametralladoras Colt cal. 7,62 Russian, 197 fusiles
Berthier cal. 8 mm. Lebel, 29 fusiles Mauser, 255 pistolas cal. 9 mm. largo y 33 revólveres.
• Situación: normalmente el González Peña operaba dividido en escuadras o secciones dando
apoyo con sus máquinas en diferentes frentes y/o sectores; en estas fechas la 1ª Compañía
se encontraba en Asturias. La 2ª y la 4ª se encontraban en Urquiola desconociéndose si
también lo estaba la 3ª.
• Situación real de la fuerza: se desconoce.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril:
Total: 616
Heridos y enfermos: 2 sargentos, 5 cabos y 25 milicianos.
Plana Mayor (6)
Comandante: Críspulo San Miguel Cubero
Comandante Intendente: Rafael Anguiano Araquistain
Capitán Ayudante: Daniel Selaya Novoa
Saibigain, el monte de la sangre 203

1 teniente y 2 brigadas.
Sección de Enlaces y Transmisiones (29)
Teniente o Suboficial: Andrés Peña Romeo
1 sargento chófer, 2 cabos chóferes, 1 cabo, 6 milicianos chóferes y 18 milicianos.
1ª Compañía (140)
Capitán: Emilio Bustamante Concha
3 tenientes, 1 brigada, 1 brigada telemetrista, 3 sargentos, 15 cabos, 105 soldados, 4
choferes, 3 armeros, 1 cabo de cocina y acemileros.
2ª Compañía (131)
Capitán: Orencio Narro Sancho
3 tenientes, 1 brigada, 3 sargentos, 15 cabos, 108 soldados.
3ª Compañía (117)
Capitán: Justiniano Parra García
3 tenientes, 1 brigada, 3 sargentos, 16 cabos, 93 soldados.
4ª Compañía (118)
Capitán: Fermín Díaz Domenech
3 tenientes, 1 brigada, 4 sargentos, 16 cabos, 93 soldados.
Compañía de Reserva (8)
2 sargentos y 6 soldados.
Servicios Auxiliares (24)
1 sargento, 1 cabo y 22 milicianos.
Armeros (11)
Acemileros (4)
24. El Requeté era la organización de milicias de la Comunión Tradicionalista. Los carlistas, que
constituían la base de las Brigadas de Navarra representados por tercios procedentes de Navarra
y de las provincias vascas, combatieron en todos los frentes y su aportación a la victoria de las
tropas de Franco en el Norte fue decisiva. Por Requeté se conocía al combatiente carlista.
Durante la guerra se crearon tercios de requetés con voluntarios procedentes de toda la
geografía española.
25. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.1.
26. Se remite al lector a la entrevista realizada a Juan Olmos (Apéndice 1). En El Pensamiento
Alavés del 7-4-1937 se publicó que el incidente se produjo al atacar dos aviones rojos a los
cazas que ametrallaban Saibigain y que uno de ellos fue derribado, huyendo el otro hacia
Bilbao. El sargento Juan Olmos, valenciano de 18 años, se lanzó en paracaídas, cayendo sobre
las 18:25 en las inmediaciones del campo de aviación que los gubernamentales habían estado
construyendo en la carretera de Ochandiano a Dima (AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.5, D.1,
S.12); después fue hecho prisionero y enviado a Vitoria.
27. Los fallecidos del C.E. de Euzkadi que se referencian en esta obra están extraidos de diferentes
fuentes siendo la principal de ellas el Registro Central de Fallecidos en Campaña (Archivo
Histórico Provincial de Vizcaya. Bilbao). Toribio Simón Arruti era el capitán muerto al que se
hace referencia en El Pensamiento Navarro del 9-4-1937:
<<En la Acción de Sevigán, que ocupó el Tercio de Navarra, el cabo de carabineros afecto a
ese Tercio, Manuel Rivera, mató a un capitán de asalto que mandaba milicias y que debía
llamarse Andrés de Simón, porque se le encontró una carta de su mujer de fecha 29 de
marzo>>.
En relación con este hecho, en Euzkadi Roja del 16 de abril aparece publicada la esquela del
capitán Toribio Simón Arruti; además en el órgano de las JSU Joven Guardia del 10-4-1937, se
referencia la muerte del <<capitán Arruti>>, que coincide con su segundo apellido. Sirva este
caso, tan habitual por otra parte, en el que una persona era conocida de un modo por los suyos y
de otro por sus camaradas, para ilustrar las dificultades a las que se enfrentan los
investigadores. Otra buena fuente para probar la presencia del Meabe nº 2 en el Saibigain es la
que proporciona Pablo Beldarrain, basándose en testimonios personales (BELDARRAIN
OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 122). Por lo tanto, demostrada la situación de este batallón en el
Saibigain y sabiendo que la 4ª Compañía del González Peña se encontraba en la posición
204 Saibigain, el monte de la sangre

situada en la cima del monte, no cabe dudar de que los milicianos del Meabe nº 2 defendían la
posición situada a media ladera, que constituía la principal defensa del Saibigain.
28. MEABE Nº 2 STALIN
• Arma: infantería, nº 2.
• Filiación política: Juventud Socialista Unificada (JSU).
• Cuartel: Normal de Maestras en Indauchu, Bilbao.
• Armamento: se desconoce. El 27-1-37 tenía 375 fusiles, 9 fusiles ametralladores y 1
mortero cal. 50.
• Situación: el 2º de Meabe se retiró del Albertia el 31 de marzo de 1937 después de causar
un gran número de bajas al 1º Batallón de Flandes nº 5. El día 2 de abril realizó un
contraataque desde Olaeta hasta Aranguio forzando el repliegue de la media Brigada Tutor
y derrotando al tercio de San Ignacio. Replegado sobre Urquiola, pasó a defender el
Saibigain el día 6 de abril.
• Situación real de la fuerza: esta unidad tuvo 193 bajas en la 1ª semana de ofensiva.
• Organización del batallón según la nómina del 15 al 31 de marzo de 1937:
Total: 640
Plana Mayor (5)
Comandante: Felix Gallarreta Gaviña
Comandante Intendente: Máximo Soto Fernández
Teniente Ayudante: Angel Salvador Sánchez
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones I.L.U.(29)
Teniente o Suboficial: Herminio Escalona Benito
1 sargento, 4 cabos y 24 milicianos.
1ª Compañía (104)
Capitán: Castor Merodio Ayuso
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 87 milicianos.
2ª Compañía (105)
Capitán: Federico Arias Gil
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 88 milicianos.
3ª Compañía (104)
Capitán: Santiago Hurtado Zabala
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 87 milicianos.
4ª Compañía (117)
Capitán: Santos Ontoria Ranero (Sustituido por Toribio Simón Arruti)
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 100 milicianos.
Compañía de Ametralladoras (58)
Capitán: José Urrea Serrano
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 7 cabos y 44 milicianos.
Sección Mixta (28)
Oficial: Angel García Marina
1 sargento, 4 cabos y 22 milicianos.
Servicios Auxiliares (31)
1 sargento, 1 cabo y 29 milicianos.
Servicio de Cuartel (43)
Comandante: Evaristo Expósito Urruchua
1 capitán, 1 suboficial, 2 sargentos, 4 cabos, 1 chófer y 33 milicianos.
Chóferes y Armeros (16)
10 chóferes y 6 armeros.
• Número de milicianos según la nómina del 1al 15 de abril de 1937:
Total: 447
Plana Mayor (5), Sección de Enlaces y Transmisiones (22) –desaparece la 1ª Compañía– 2ª
Compañía (102), 3ª Compañía (88), 4ª Compañía (74), Compañía de Ametralladoras (45),
Saibigain, el monte de la sangre 205

Sección Mixta (27), Servicios Auxiliares y Servicio de Cuartel (68), Choferes y Armeros
(16).
29. Documento sobre la historia del batallón Gordexola cuyo autor es su comandante intendente,
Víctor Uriarte (Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV).

7 de abril. Primer ataque asturiano al Saibigain y pérdida de Urquiolamendi.


1. Gudari significa soldado en euskera y se trata de una voz muy común para denominar a los
milicianos de las organizaciones políticas y sindicales nacionalistas vascas.
2. Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV. Documento citado.
GORDEXOLA
• Arma: infantería, nº 16.
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV).
• Cuartel: cuarteles de Salaberri en Baracaldo y Kepa de Ereño en Sestao.
• Armamento: 450 fusiles Berthier 07/15 cal. 8 mm. Lebel. No tenía ametralladoras.
• Situación: Llegó al sector de Urquiola-Mañaria el día 7 de abril procedente de Lequeitio.
• Situación real de la fuerza: prácticamente al completo, desplegó en el frente 505 gudaris.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 646
Enfermos y heridos: 5 cabos y 16 gudaris
Plana Mayor (5)
Comandante: Luis de Urcullu Echábarri
Comandante Intendente: Víctor de Uriarte G. de Langarica
Teniente Ayudante: Severin Kepa de Barrenechea Uribarri
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (23)
Teniente o Suboficial: Marcial de Urrestarazu San Martin
1 sargento, 4 cabos y 17 soldados.
1ª Compañía “Elguezabal” (118)
Capitán: José Eulogio San Cristobal
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 soldados.
2ª Compañía “José Horn” (118)
Capitán: Jesús de Abásolo Aranaga
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 soldados.
3ª Compañía “Garaizabal” (118)
Capitán: Eloy de Sagastagoitia Calleja
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 soldados.
4ª Compañía “Mentxaka” (108)
Capitán: Juan Francisco Franco L. de Asúa
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 91 soldados.
Compañía de Ametralladoras (58)
Capitán: Mariano Torróntegui Torre
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 44 soldados.
Sección Mixta (28)
Oficial: Anastasio González Corres
1 sargento, 4 cabos y 22 soldados.
Servicios Auxiliares (14)
7 cocineros, 1 zapatero, 3 oficinistas, 1 gudari y 2 capellanes.
Servicio de Cuartel (23)
1 jefe de cuartel, 1 aprovisionador, 1 sargento, 2 cabos y 18 gudaris.
Chóferes y Armeros (11)
9 chóferes y 2 armeros.
Jefe Antigases (1)
206 Saibigain, el monte de la sangre

3. Mateo Antoñanzas Gutiérrez, natural de Logroño de 28 años de edad, había sido sargento con
siete años de antigüedad en el Regimiento Simancas nº 40 (Gijón). Comandante del batallón
Asturias nº 5, luego de la 1ª Brigada del Cuerpo de Ejército de Asturias y, posteriormente, de la
2º Brigada Expedicionaria, que en realidad fue la primera en llegar a Bilbao (6-4-1937); su
bautismo de fuego en Vizcaya fue en el sector de Urquiola-Mañaria. Implicado en un consejo
de guerra por las operaciones de los días 2 y 3 de mayo en la cota 330 (Euba), de resultas de las
cuales ingresó en prisión preventiva y fue retirado provisionalmente del mando; luego resultó
absuelto y se reintegró a su puesto. Después de participar en toda la campaña de Vizcaya
regresó a Asturias a finales de junio. Evacuado del Norte, siguió mandando grandes unidades
en el Ejército y, al parecer, se exilió a México después de la guerra. Para conocer la opinión que
de Antoñanzas y de sus jefes de batallón tenía el comisario de la brigada, se remite al lector a
los apéndices.
4. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5. El batallón Asturias nº 8 tuvo en esta operación 4
muertos, 25 heridos y un desaparecido.
5. LARRAZABAL
• Arma: infantería, nº 49.
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV)
• Cuartel: cuartel de Abando, Bilbao.
• Armamento: se desconoce.
• Situación: desde el sector de Mecoleta se replegó por detrás de Ubidea, desde allí a Bilbao
el día 5 de abril para volver al frente al día siguiente y relevar al Itxarkundia en sus
posiciones de Urquiola-Urquiolamendi.
• Situación real de la fuerza: antes del 7 de abril no se han encontrado muertos de esta
unidad, aunque se le supone bastante castigado por los combates de la ruptura del frente. El
Larrazabal volvió al frente en cuestión de horas el día 6 de abril, lo que mereció los elogios
de los responsables del Departamento de Defensa del Gobierno de Euzkadi.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:.
Total: 578
Plana Mayor (5)
Comandante: Eduardo de Landarte Larrakoetxea
Comandante Intendente: Ignacio de Oyarzabal y Bastida
Teniente Ayudante: Jose María Eguskiza Mota
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (18)
Teniente o Suboficial: Juan Bilbao Bilbao
1 sargento, 3 cabos y 13 soldados.
1ª Compañía (113)
Capitán: Pablo Ugarte Txarterina
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 96 soldados.
2ª Compañía (111)
Capitán: Domingo Aresti Barcena
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos. 9 cabos y 94 soldados.
3ª Compañía (112)
Capitán: Arturo Oregi Luengas
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 95 soldados.
4ª Compañía (110)
Capitán: Gaspar Bilbao Bilbao
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 93 soldados.
Compañía de Ametralladoras (55)
Capitán: Jesus María Pereiro Etxebarria
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 41 soldados.
Sección Mixta (30)
Oficial: Eusebio Larrea Asua
Saibigain, el monte de la sangre 207

1 sargento, 4 cabos y 24 soldados.


Servicios Auxiliares (13)
1 sargento, 2 cabos y 10 gudaris.
Servicio de Cuartel (11)
Chóferes y Armeros (11)
6. AMAYUR
• Arma: infantería, nº 19
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV).
• Cuartel: cuartel de Mundaka.
• Armamento: se desconoce.
• Situación: traído apresuradamente de Asturias, el Amayur venía retirándose desde Olaeta
pasando a ocupar línea el 5 de abril en Urquiola-Urquiolamendi enlazando con el
Itxarkundia y, al parecer, con el Azaña de Vizcaya.
• Situación real de la fuerza: después de participar en combates en Asturias, tuvo algunas
bajas en Olaeta. El Amayur estaba bastante completo.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 635
Heridos y enfermos: 7 hospitalizados
Plana Mayor (5)
Comandante: Rufino Rezola Arratibel
Comandante Intendente: Victorio Leunda Otegui
Teniente Ayudante: Pedro Zeberio Zuberdia
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (28)
Teniente o Suboficial: Telesforo Goyenechea Alzúa
1 sargento, 4 cabos y 22 soldados.
1ª Compañía (117)
Capitán: José Gorroñogoitia Sein
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 100 soldados.
2ª Compañía (116)
Capitán: Bonifacio Apalategui Zurutuza
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 99 soldados.
3ª Compañía (118)
Capitán: Juan Aldabe Ugalde
3 tenientes, 1 suboficial, 1 sargentos, 7 cabos y 105 soldados.
4ª Compañía (110)
Capitán: Anacleto Arana Garayalde
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 6 cabos y 96 soldados.
Compañía de Ametralladoras (58)
Capitán: Agapito Urate Susaeta
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 52 cabos y soldados.
Sección Mixta (28)
Oficial: Benito Blanco Jokano
1 sargento, 4 cabos y 22 soldados.
Servicios Auxiliares (15)
1 cabo y 14 gudaris.
Servicio de Cuartel (16)
1 sargento, 1 cocinero, 2 ayudantes de cocinero, 8 pinches de cocinero y 4 barberos.
Chóferes y Armeros (17)
11 chóferes y 6 armeros.
7. Además de no tener munición para sus fusiles, el Gordexola tampoco tenía ametralladoras que
pudieran apoyarle en su ataque.
208 Saibigain, el monte de la sangre

8. Este batallón, conocido también como Octubre, se creó con militantes de la CNT gijonesa,
siendo el nº 2 de esa organización política; su primer jefe fue el anarquista Víctor Álvarez. El
26-10-36 los batallones de milicias asturianos fueron militarizados y perdieron –sólo sobre el
papel– sus antiguos nombres para pasar a denominarse Asturias nº 1, Asturias nº 2... etc. El
Víctor pasó a llamarse Asturias nº 8. El 20-11-36 hubo otro cambio y los batallones del Ejército
del Norte quedaron del siguiente modo: a partir del 1º se numeraron los del C.E. de Euzkadi, a
partir del 100º los de Santander y a partir del 200º los de Asturias; como consecuencia de esto
el Asturias nº 8 pasó a ser el batallón nº 208. En la práctica este último cambio no se había
producido todavía en el mes de abril y por ello en esta obra no se va a aplicar este criterio. El
Asturias nº 8 vino a Vizcaya bajo el mando del mayor de milicias José Montero Riego. Los
autores han recibido información de la 2ª Brigada Expedicionaria del investigador asturiano
Juan Antonio de Blas, cuyos trabajos sobre este tema aparecen referenciados en la bibliografía
consultada.
9. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.26. La cumbre del Urquiolamendi fue ocupada a
las 08,00 horas.
10. ARTECHE, José. El abrazo de los muertos. Icharopena, Zarauz, 1970, p. 92. Arteche identifica
erróneamente entre los gudaris muertos en Urquiolamendi a Lizaso, afamado txistulari de
Rentería (Guipúzcoa); se trataba de Alejandro Lizaso Eizmendi, capitán de la Compañía de
Ametralladoras del Itxarkundia, fallecido en realidad –según el testimonio de Ramón Olazábal–
dos días antes cuando el batallón se retiraba hacia Urquiola, más o menos a la altura de donde
hoy en día existe una gasolinera. El Itxarkundia abandonó el sector el día 6 de abril para
regresar el 9 de abril a relevar al Larrazabal en sus posiciones. Con el tercio de Oriamendi iban
las compañías 2ª y 3ª del tercio de Zumalacárregui. El Oriamendi debió permanecer en
Urquiolamendi hasta el día 11 o 12 de abril siendo relevado por dos compañías del 3º de
Bailén.
11. BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 123.
12. La cruel orden a la que hace referencia Arteche obligaba a fusilar a todos los prisioneros
heridos y este gudari también fue fusilado. No se ha hallado ninguna referencia a esta orden que
sin duda era de carácter verbal y, con toda probabilidad, partió del coronel Latorre, jefe de la 3ª
Brigada de Navarra. Por otra parte, hay que reseñar que otras unidades si se hacían cargo de los
prisioneros que estaban heridos pues en los hospitales de Vitoria figuraban bastantes milicianos
de los capturados el día 4 de abril en el Murugain.
13. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5.
14. En una entrevista realizada por Carlos Blasco Olaetxea al capitán del Amayur, Bonifacio
Apalategui (Fondo Blasco Olaetxea. Irargi. Gobierno Vasco), este afirma que después de llegar
a Urquiola y pasar una noche allí, fue avisado a la mañana del día siguiente por el jefe del
sector de que venían los asturianos para relevarles y, por ello, prepararon tres autobuses.
15. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.2. Después de ocupar el Saibigain una parte del
tercio de Navarra quedó allí defendiéndolo y otra parte fue retirada a Ochandiano. Los autores
suponen que el relevo del Montejurra y del Navarra por el Sicilia se produjo al final del día 7 de
abril, pues el Sicilia aparece cooperando en la toma de Altugana los días 6 y 7. Relación
nominal de bajas del tercio de Navarra registradas en los hospitales de Vitoria los días 6 y 7 de
abril:
Muertos: Joaquín López, José Erive, Fortunato Martínez Vigo, Aurelio del Río, Jesús
Fernández, Manuel Romero, Prudencio Cabodevilla, Angel Egea Lorarte, Ricardo Raguna
Zubeldia, Sergio Herrero García, Eleuterio Otamendi, Rogelio Eguilaz, Pedro Chávarri Chasco,
Fermín Morente Rodrigo, Gregorio Orreta Candelas, Jaime Navarro, Manuel -ilegible-, Angel
Otazu y Eusebio -ilegible- (AGM de Ávila / A.44, L.1, Cp.68). A estos habría que añadir los
requetés referenciados en el libro citado de Emilio Herrera: Allo –el abanderado que murió al
clavar la bandera en la cumbre– Mateo Cruz y Arizaleta. Total: 22 muertos.
Heridos: el capitán Domingo Muruzabal, el teniente Juan Michaus, los alféreces Bernabé Velaz
y Luis Ocaña, los sargentos Emilio San Martín y Aurelio Anso, y los requetés Sandalio Miguel,
David Carballo, Nemesio Zunzarren, Victor Aos Abaurrea, José Martínez Ruiz, Eloy Marquina,
José Epelde, Pablo Villanueva, Marcelino Garado, Serapio Urdániz, Román Maquedano,
Saibigain, el monte de la sangre 209

Eduardo Zabala, Sinforiano Vidaurre, Francisco Labiano (AGM de Ávila / A.44, L.1, Cp.68).
A estos habría que añadir los requetés referenciados en el libro de Emilio Herrera: Apesteguía,
Pitillas, Cabanillas, Ciriza, Tanis, y Jesús González. Total: 27 heridos. En los listados de la
Jefatura de Sanidad Militar de Vitoria hay muchas ocasiones en que no se especifica la unidad a
la que pertenecían los requetés ingresados en los hospitales y, por ello, los heridos que faltan en
esta relación deben de ser bastantes.
16. HERRERA ALONSO, Emilio. Opus cit. P. 81.
17. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.26. Con la línea de los puertos se culminaba la
primera fase de la ofensiva sobre Vizcaya.
18. <<Ya estamos en Urquiola y en el alto de Barazar; ya estábamos ayer y tuvimos serenidad
para no alterar nuestra discrección, después de irrumpir nuestros soldados por la gran
montaña, invadida de helechos que se cimbrean impulsados por el viento, semejando una ola
que trepaba por las barrancadas rompiéndose en la planicie donde se asienta el Santuario [...]
La artillería nacional desarrolla una labor verdaderamente eficaz. Paso que dan hacia atrás
los separatistas, paso que avanzan los mortíferos proyectiles. Y las explosiones lanzan a lo alto
todo lo que abarca en su área explosiva [...] El flanco derecho de la columna desciende por las
campas en busca de la carretera bordeada de dos o tres hoteles. La resistencia es aquí bastante
fuerte. Los edificios sirven de fortaleza y las descargas separatistas impiden evolucionar
rápidamente. Va avanzando la mañana. El flanco izquierdo cubre el montículo a retaguardia
del grupito de hoteles y caseríos. Por este flanco el fuego se aleja y apenas si el eco de los
fusiles llega a nosotros.
Se les avisa de lo que sucede por los enlaces. Los del flanco derecho se estiran hasta cortar la
carretera. Los de las casas no han podido darse cuenta de la maniobra y por la retaguardia
llega hasta la fachada zaguera un tropel de bombas que llena de pánico a los defensores. El
flanco derecho aprovecha el desconcierto y avanza en curva para buscar contacto con los del
flanco izquierdo y cerrar el cerco. Todo está listo. Se estrecha la circunferencia ofensiva. Los
fusiles callan para que las bombas intervengan con su ensordecedor concierto. Busco,
arrastrándome por el suelo, el amparo de un crucero que se alza en la ruta de peregrinaje del
Santuario [...] los estampidos de las bombas ruedan por la cinta blanquecina de la carretera,
buscando el llano del Duranguesado. Intento avanzar hasta un aljibe que tantas veces apagó
la sed del peregrino que llegaba hasta aquí en busca de paz y sosiego. Una descarga se arroja
sobre mí como manada de mastines. Es la última audacia de los defensores. Le sigue un
silencio, interrumpido a veces por el tronar de un cañón>> (Norte del 8-4-1937).
19. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5. Juan Ibarrola en sus memorias afirma que
milicianos asturianos se llevaron los candelabros de plata del santuario y que luego estos fueron
recuperados. Las memorias inéditas de Ibarrola, de muy difícil lectura, fueron escritas en
albaranes comerciales bastante tiempo después de acabada la guerra y no aportan mucha
información sobre las operaciones en Urquiola y Saibigain. Una copia, donada por José Ramón
Olazabal, se encuentra en poder de la Asociación Sancho de Beurko.
20. Parte de la jefatura de las Fuerzas Aéreas de la República en el Norte (publicado en El Liberal
de Bilbao el 8-4-1937); según este documento los aviones gubernamentales arrojaron 50
bombas en las trincheras enemigas. Este hecho viene confirmado por una información
aparecida en El Pensamiento Navarro del 8-4-1937.
21. Entre las bajas que tuvieron los gubernamentales en Urquiola en este día había un muerto del
Batallón de Carros de Asalto, Ildefonso Ayestaran Galparsoro, y otro del batallón de Enlaces y
Transmisiones, Manuel López del Campo.
22. Publicado en El Diario Vasco de San Sebastián el 8-4-1937. En este mismo medio aparecía
también publicada otra nota sobre la situación geográfica de Urquiola y su importancia en el
dispositivo que defendía el C.E. de Euzkadi. Dice así:
<<El camino de Ochandiano a Durango
Con el fin de que nuestros lectores se formen una idea del terreno por el que avanzan nuestras
fuerzas en el frente de Vizcaya, vamos a hacer una somera descripción de la carretera que
conduce de Ochandiano a Durango.
210 Saibigain, el monte de la sangre

Están estos dos pueblos (por carretera) a una distancia de unos 16 kms. encontrándose entre
ellos los célebres altos de Urquiola. La subida a estos altos es más asequible yendo en
dirección a Durango que en sentido inverso de Durango a Ochandiano; el alto se encuentra a
6 kms. de este último pueblo siendo la cuesta en realidad de cuatro, el último de ellos durísimo.
En el alto se encuentra el poblado de Urquiola consistente en dos hoteles, una fonda y una
basílica que desde hace años está en construcción, dedicada a San Antonio.
Desde este punto a Durango hay 10 kms. de caminos, siendo siete de bajada fortísima.
La importancia de esta posición no es necesaria alabarla, con ella se ha conquistado el último
alto que defendía el camino de Bilbao, y quedan entre dos frentes y en situación difícil los rojos
y separatistas que defienden las posiciones de Elgueta, Eibar, frentes de Arechavaleta,
Mondragón, etc., pues en cualquier momento pueden nuestras fuerzas efectuar un movimiento
convergente y coparlos. Es muy probable que en fecha muy próxima abandonen estas
posiciones>>.

8 de abril. Se completa el despliegue en la línea


1. El tercio de San Ignacio partió desde el monte Urieta para ocupar Urquiola; sobre este hecho
existe una crónica de Gómez Aparicio publicada en El Diario Vasco del 9-4-1937:
<<Un par de hombres de las compañías segunda y tercera del tercio de San Ignacio
(censurado) había clavado la enseña de la Patria en lo más alto de Urquiola. En la tarde de
ayer este puerto quedó virtualmente tomado porque tomadas estaban la totalidad de las alturas
que lo dominan, pero faltaba el hecho efectivo de la toma de posesión. Y apenas clareó el sol
en esta calurosa mañana casi veraniega las compañías citadas se lanzaron monte atraviesa
para salvar el kilómetro escaso que de la cima de Urquiola le separaba. Nadie había allí: tan
sólo en el interior un matrimonio anciano que por su mucha edad pudo lograr escaparse de la
evacuación obligatoria. Los demás habían marchado: las personas civiles forzadas ante las
amenazas de muerte; los milicianos rojos separatistas bajo la pesadumbre de su derrota.
El primero en llegar a la Ermita junto con algunos soldados fue el Capellán del Regimiento de
América, quién arrancó de lo alto de la torre unos trapos rojos para reemplazarlo con la
gloriosa bandera nacional. Llegan después 15 milicianos armados y se entregan con niños y
mujeres.
Esta misma tarde hemos estado en Urquiola.
La altura está coronada por media docena de edificios, hoteles veraniegos todos ellos, uno de
los cuales, el "Vizcarra", fue hospital de sangre de las milicias rojas hasta ayer mismo. En el
interior reina el desorden y la suciedad más completos. No hay apenas muebles porque los
milicianos rojos arramplaron con todo.
Desde una loma de la izquierda al fondo canta de tarde en tarde el tableteo de una
ametralladora. Nos dicen que por la mañana vinieron de Durango un tanque ruso y dos
camiones blindados que resguardados en el valle hostilizaron nuestras avanzadas. Nuestros
cañones les han ahuyentado.
Sin embargo a poco de nuestra llegada el tanque ruso parapetado en los hondos vuelve a dar
señales de vida. Su cañoncito nos hace 40 o 50 disparos. Muchos de ellos quedan cortos y sin
estallar; otros van a estrellarse contra los árboles. Alguno dispersa su metralla en los muros
de piedra del santuario. Un grupo de requetés, falangistas y soldados bromean a costa de los
"pepinazos" que silban sobre nuestras cabezas. Pero nadie se toma el cuidado de replicar. Nos
guarecemos tras las edificaciones de la cima. Después de la sesión no hemos tenido ni una sola
baja y los únicos daños son los sufridos por los dos o tres árboles que alcanzó la metralla. Tan
poca importancia conceden nuestras gentes al episodio que una sección de zapadores que
levantaba unos parapetos, continuaban imperturbables su trabajo>>.
En otra crónica publicada el 9-4-1937 en El Pensamiento Alavés se hace referencia al Marqués
de Camarasa como Comandante militar de Urquiola.
2. AGGCE, PS Bilbao, Leg. 238, Expte. 15. Esta orden trata de la situación general del C.E. de
Euzkadi y se complementa con dos anejos de principios generales sobre la táctica a seguir y de
instrucciones generales para la organización del terreno. Estos principios e instrucciones son de
Saibigain, el monte de la sangre 211

gran interés pues marcaron las pautas de los batallones vascos, los cuales no tuvieron
conocimiento de los mismos hasta el día 10 de abril cuando fueron informados por sus jefes de
sector; es por ello que se remite al lector al capítulo correspondiente. Sin embargo es obvio
constatar que toda la preocupación del mando se centraba en la aviación y en los efectos que
esta causaba sobre las tropas republicanas. Resulta muy acertado el análisis que se hizo sobre
las condiciones en que se realizaban los ataques de las Brigadas de Navarra:
<<La modalidad ofensiva del adversario se caracteriza por su empleo sin precedente de la
aviación, basado en superioridad momentánea de esta nueva arma.
El ataque se preludia con la presencia de la aviación y con fuego de artillería sobre la posición
atacada. La acción de los aeroplanos se intensifica a medida que la infantería atacante,
generalmente poco numerosa, se aproxima y llega a su máximo con frecuencia y resistencia.
En este momento la aviación contraria observa la retaguardia, obstaculiza las comunicaciones
con el frente, bate las carreteras y procura romper las transmisiones y desarticular todos los
servicios.
Conseguido el abandono de la posición atacada, se intensifica la actividad expuesta en el
párrafo anterior y va anulando la que se manifiesta en la línea de fuego, en donde la infantería
enemiga ocupa con escasa resistencia su objetivo>>.
3. MAOC Nº 2 GUIPUZCOA
• Arma: infantería, nº 60.
• Filiación política: Partido Comunista de España (PCE).
• Cuartel: cuartel de Santiago Apostol, Bilbao.
• Armamento: cuatro ametralladoras, ocho fusiles ametralladores, 305 fusiles, 87 pistolas.
• Situación: retirado de Ochandiano por Uqruiola el día 5 de abril, fue enviado a Bilbao para
reorganizarse, regresando al sector de Urquiola-Mañaria el día 6 de abril.
• Situación real de la fuerza: con menos de 400 hombres en el frente, el Guipúzcoa estaba
bastante castigado por los combates.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 649
Heridos y enfermos: 74
Plana Mayor (5)
Comandante: Gonzalo Laredo Puente
Comandante Intendente: Angel Maria Inchausti
Teniente Ayudante: Miguel Arriaga Vergara
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (27)
Teniente o Suboficial: Andres Laredo Puente
1 sargento, 3 cabos y 22 soldados.
1ª Compañía (104)
Capitán: Miguel Linazasoro Quiroga
2 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 5 cabos y 92 soldados.
2ª Compañía (100)
Capitán: Jose Isaga Olaizola
1 teniente, 1 suboficial, 3 sargentos, 8 cabos y 86 soldados.
3ª Compañía (106)
Capitán: Fidel Loizaga Zamarripa
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 8 cabos y 90 soldados.
4ª Compañía (105)
Capitán: Leonardo Conde Pascua
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 8 cabos y 89 soldados.
Compañía de Ametralladoras (55)
Capitán: César Nieva Ramirez
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 41 soldados.
Sección Mixta (26)
212 Saibigain, el monte de la sangre

Oficial: Manuel Jaén Albaitero


1 sargento, 3 cabos y 21 soldados.
Servicios Auxiliares (15)
1 sargento, 2 cabos, 4 cocineros, 1 carpintero, 1 abastos, 2 oficina, 1 zapatero, 1
intendencia, 1 mecánico y 1 limpieza.
Servicio de Cuartel (20)
Capitán: Carlos Urreisti Buenechea
1 sargento, 18 cabos y soldados.
Chóferes y Armeros (12).
4. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5.
5. Ibídem. El Asturias nº 25 era el antiguo Lenin o Taboada, cuyo jefe era José López Taboada.
Pertenecía al PCE.
6. Aunque los asturianos no reflejaron hasta el día 12 de abril el nombre de esta posición a la que
llamaron peñas de Arrate, en el parte del batallón Gordexola del día 11 se informa de que su
Segunda Compañía se encuentra situada en el alto de Artzate donde enlaza con el nº 25; por lo
tanto queda clara la posición de esta unidad asturiana.
7. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5. El nº 43 era conocido como Críspulo o Sotrondio.
Su jefe era Críspulo Gutiérrez, socialista.
8. AGHA, 9114, 284. Según información de Juan Arráez, el 40-1 era el primer avión De
Havilland DH-89 Dragon Rapide que vino de Inglaterra el 1-8-1936; su número de
identificación era el 40. Por otro lado, en el parte de la escuadrilla 4-E-10 (AGHA, 9114, 277)
se informa de <<una gran explosión en las proximidades de una ermita al N. de Eskubara>>.
La cantidad total de bombas arrojadas sobre el cordal de Eskubaratz fue de 35 A-6 (50 kg.), 36
A-5 (12 kg.) y 87 negrillas (10 kg.); asimismo se gastaron 3 tambores de ametralladora.
9. AGUIRRE LEKUBE. Opus cit. P. 91. Aunque se achaca a los Junkers la responsabilidad del
ataque, al parecer fueron dos Savoia S-79 italianos.

9 de abril. Sin novedad


1. Ya estaba en avanzada fase de preparación la ofensiva sobre el frente republicano de Guipúzcoa
que, en contra del criterio de Mola, se retrasó hasta el día 12 merced a las presiones del jefe de
la Legión Cóndor, Sperrle, ante Franco (SALAS LARRAZABAL, Jesús. Guernica. Rialp,
Madrid, 1987, p. 90). Al llegar el lunes día 12 esta ofensiva tuvo que posponerse debido a
condiciones meteorológicas adversas y después a la contraofensiva del C.E. de Euzkadi en el
frente de Alava. El día 9 de abril se trasladaron a Vergara las primeras unidades: el 5º Tabor de
Regulares de Tetuán, el batallón “B” de Melilla y el 2º Batallón de Montaña Flandes nº 5.
2. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 2.
ITXARKUNDIA
• Arma: infantería, nº 17
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV)
• Cuartel: cuartel de Bermeo.
• Armamento: se desconoce. El 27-1-37 tenía 432 fusiles, dos fusiles ametralladores y cinco
ametralladoras. Durante las operaciones pidió prestado al Guipúzcoa un fusil ametrallador
Maxim refrigerado por agua.
• Situación: Después de combatir en Olaeta -donde sufrió bajas- el Itxarkundia se retiró
hacia Urquiola para tomar posiciones en Urquiola-Urquiolamendi. El día 6 de abril fue
relevado por el Larrazabal, regresando a Bermeo para reorganizarse. El día 9 de abril fue
enviado de nuevo al sector para relevar al Larrazabal en sus posiciones.
• Situación real de la fuerza: se desconoce, aunque se le supone bastante castigado por los
combates de Olaeta.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 660
Heridos: 21
Enfermos: 4
Saibigain, el monte de la sangre 213

Plana Mayor (5)


Comandante: Felipe Lizaso Eizmendi
Comandante Intendente: José Olarra Barandiaran
Teniente Ayudante: Gracian Iturrioz Lasa
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (30)
Teniente o Suboficial: Pedro Garaizábal Aguirre
1 sargento, 4 cabos y 24 soldados.
1ª Compañía (116)
Capitán: Luis Sansinenea Almandoz
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 99 soldados.
2ª Compañía (111)
Capitán: Juan Echeverría Peluaga
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 94 soldados.
3ª Compañía (118)
Capitán: Eugenio Errazquin Basurto
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 Soldados
4ª Compañía (117)
Capitán: Ladislao Eceiza Eceiza
3 tenientes, 1 suboficial. 3 sargentos, 9 cabos y 100 soldados.
Compañía de Ametralladoras (57)
Capitán: Alejandro Lizaso Eizmendi
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 43 soldados.
Sección Mixta (30)
Oficial: Cipriano Iriondo Rementería
1 sargento, 3 cabos y 25 Soldados
Servicios Auxiliares (15)
1 brigada, 2 sargentos, 1 cabo y 11 gudaris.
Servicio de Cuartel (22)
Capitán: Enrique Lamfus Retegui
1 brigada, 1 sargento, 2 cabos y 17 soldados.
Chóferes y Armeros (14)
9 chóferes y 5 armeros.
3. En una conversación telefónica mantenida por uno de los autores con el que fuera capitán de la
Compañía de Ametralladoras del Larrazabal, Jesús María Pereiro Etxebarria, este comentó que
<<subíamos encima de los tanques hacia el puerto de Urquiola por la carretera>>.
4. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 11. Esta nota no lleva fecha, y por lo tanto puede
tratarse de cualquier día de los que el Gordexola estuvo en estas posiciones, aunque dicha nota
encaja más en estos primeros días en que las posiciones no estaban todavía del todo
organizadas. De esta forma, la 4ª Compañía del Gordexola se situaba en la zona de Urculeta.
5. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1.
6. Ibídem. La carta es original, por lo que, si alguna frase no suena correctamente, es debido a
errores en la transcripción.
7. Ver nota 3 en el capítulo Ofensiva sobre Vizcaya.
8. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 2.

10 de abril. Segundo ataque asturiano al Saibigain


1. AGHA, 9114, 256.
2. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1. Dotando a cada miliciano con 400 cartuchos se
pretendía evitar que tuviera que ser municionado en medio del combate, pues la Aviación
aislaba las posiciones e impedía todos los movimientos por caminos y pistas.
3. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 2.
4. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 4.
214 Saibigain, el monte de la sangre

5. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 6. El día 10 de abril aparece documentada la muerte
de Pedro Rodríguez Martínez del batallón nº 72 Morteros de Euzkadi en el Saibigain, lo que
viene a significar que el Gordexola o los asturianos (o ambos) disponían para esta fecha del
apoyo de morteros.
6. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1.
7. Ibídem.
8. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
9. No existía otra alternativa que esta ruta para atacar el Saibigain, pues quedaba <<descartado el
camino corto del barranco, peligroso en razón de la penosa subida desde el barrio de
Urkuleta, exenta de ángulos muertos hasta arriba, como del flanqueo que sería objeto desde el
estronque del espolón de Txakurzulo cerca de Urkiola lo mismo al tiempo de atacar que en
retirada>> (BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 133).
10. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte.1.
11. Rectificar la línea indica que se iba a realizar un contraataque para recuperar las posiciones
citadas. La posesión de estas alturas, que dominaban el terreno perdido por el C.E. de Euzkadi
desde el inicio de la ofensiva, constituiría un buen punto de partida para recuperar la iniciativa.
12. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1.
13. Artículo de Pedro Gómez Aparicio.
14. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 2.

11 de abril. La Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi


1. Este día la jefatura de las Brigadas de Navarra puso nombre al sector que abarcaba desde las
estribaciones del monte Gorbea hasta el monte Urquiolamendi y le llamó subsector Barazar-
Urquiola.
2. La 4ª Brigada la formaron cuatro grupos compuestos por las siguientes unidades:
• 1º Grupo (comandante Martínez Esparza): 5º Tabor de Regulares, batallón “B” de Melilla
y 2º Batallón de Flandes (con la 8ª Compañía del Requeté de Alava y la 2ª Centuria de
Falange de Alava). Procedentes de la 4ª Brigada.
• 2º Grupo (comandante Ubiña): 2º Batallón de América, 3º Batallón de América, 2ª Bandera
de Falange de Navarra y 5ª Compañía de Sicilia. Procedentes de la 1ª Brigada.
• 3º Grupo (comandante González): 8º Batallón de Valladolid, 3º Batallón de Argel y 5º
Batallón de San Quintín. Procedentes del frente de Navalcarnero en Madrid.
• 4º Grupo (teniente coronel Gual): 2º Batallón de San Marcial, 6º Batallón de América,
tercio de Nª Sra. de Begoña, 2 compañías de ametralladoras y la 1ª Compañía de Carros.
Procedentes de la 3ª Brigada.
• Artillería, sanidad e intendencia.
Los grupos 2º y 3º estaban bajo las órdenes directas del teniente coronel Iglesias. Extraído de la
Orden General de operaciones del día 11 de abril de 1937. (AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.7,
D.1).
3. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 4.
4. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 4.
5. Referencia
6. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1.
7. Ver nota 11 del capítulo anterior.
8. Batallones Lenago il, Zergatik ez y Padura.
9. Su comandante, comunista, era el capitán de ingenieros Ramón Garsaball López, antiguo
suboficial de dicha arma natural de Cataluña. Su brigada estaba compuesta por los batallones
Asturias nº 23, nº 28 y nº 34. El batallón Asturias nº 23, antiguo Juanelo de Laviana, estaba al
mando del socialista Fermín López Naves. El nº 28 era el antiguo Mateotti que mandaba el
socialista José Torre Antuña. El nº 34 había sido el batallón de milicias Somoza, y seguía al
mando de su primer jefe, José Rodríguez Somoza (BLAS, Juan A. de. Batallones asturianos en
Euskadi, en VV. AA. Historia de Asturias. Editorial Silverio Cañada, Gijón, Tomo IX, p. 269).
10. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 2.
Saibigain, el monte de la sangre 215

11. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1.


12. El Gobierno de la República envió el día 10 de abril tres aviones Koolhoven Fk-51 pero, al
atravesar Francia, uno de ellos se destruyó en accidente y otro tuvo que aterrizar por averías,
llegando solamente uno a Vizcaya. Anteriormente, había sucedido otro tanto de lo mismo con
una expedición de Breguet XIX (AGUIRRE LEKUBE, José Antonio. Opus cit. P. 94).
13. Fondo Beyris M. Irargi. Gobierno Vasco. Carta dirigida al Presidente del Gobierno de Euzkadi,
José A. Aguirre, por el general Llano de la Encomienda fechada el 9 de mayo de 1937.

12 de abril. Tercer ataque asturiano al Saibigain


1. AGM de Avila / A.63, L.853, Cp.23. D.2. S.5 y 6. Orden General del Ejército del Norte de la
República del día 12 de abril de 1937. Las brigadas de Asturias eran las de Antoñanzas (2ª) y la
de Garsaball (1ª). La compañía de carros pertencía al Batallón de Carros de Combate del
Ejército del Norte. Las ocho baterías de 75 eran las que habían llegado en el vapor panameño
Tinge pocos días antes de iniciarse la ofensiva sobre Vizcaya y, por ello, ya estaban a
disposición del Ejército vasco. En esta Orden se ordenaba la reanudación de la ofensiva sobre
Oviedo, continuar con el ataque iniciado en Santander y comenzar la contraofensiva en
Euzkadi; esta última en varias fases: la primera tenía como objetivo la <<línea de los puertos>>
y el modo en que debía hacerse ya se reflejó en la Orden General del C.E. de Euzkadi del día 11
de abril.
2. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
3. Ibídem. El empleo de los cohetes consta en la orden nº 1989 (AGGCE, PS Santander, Leg. 210,
Expte. 2):
<<Adición a la orden general. Empleo de los cohetes:
Provisionalmente y mientras se confeccionan cohetes más manejables, habrán ustedes de
emplear los que se les ha enviado, siguiendo las normas siguientes:
El cohete no debe clavarse en tierra porque no tiene fuerza para arrancar. Se colocará en una
posición sensiblemente vertical, ayudándose para ello con ramas, en las matas del terreno o
incluso con piedras, siempre que no se le presione el rabo demasiado.
Es muy conveniente que el jefe de fuego de la artillería tenga conocimiento, lo más exacto
posible, del lugar de partida del cohete, con objeto de no ser engañado o de facilitar la
observación y de no distraer la atención buscando la aparición del cohete por varios lugares.
El cohete no es el que habrá más adelante para señales, consiste en una luz clara que
desciende en paracaídas.
Deme cuenta de haber recibido estas instrucciones y de haberlas transmitido al personal
interesado.
Cuartel General, 12 de abril de 1.937.
Orden del Jefe de Operaciones, Jefe de Estado Mayor, al Sr. Comandante Ibarrola, Jefe de la
Columna de Urquiola>>.
4. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1.
5. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
6. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 4.
7. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
8. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 6. Urcullu confunde frente con sector al llamar
<<sector de Araba-Bizkaya>> al frente de Alava que incluía el sector de Urquiola-Mañaria.
9. Se remite al lector al capítulo dedicado a la Artillería del Cuerpo de Ejército de Euzkadi.
10. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1.
11. Relación nominal de las bajas del 3º Batallón de Bailén registradas en los hospitales de Vitoria
los días 12 y 13 de abril:
Muertos: los soldados Bonifacio Olleta Martínez, Gregorio González Gaite, Domingo Barrio
Rodríguez y Antonio Areca Urtasun.
Heridos: el capitán Remigio Díaz del Corral. el sargento Pésimo Moreno Moligosa, los cabos
Mariano del Pozo Sáez y Juan Crespo Álvarez, y los soldados Lino San Millán, Bonifacio Vega
Román, Manuel Calvo, Simón Fernández Fernando, Leandro Sagasti Bretón, Restituto Ocio
216 Saibigain, el monte de la sangre

Matuto, Martín del Pozo Martín, Gumersindo Ramírez Peciña, Claudio Zugarola Barraga.
Total: 4 muertos y 13 heridos. (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp. 68). Un número significativo de
estos heridos lo fueron por arma de fuego, e incluso hay uno por arma blanca, lo que probaría
que fueron, principalmente, bajas del combate del día 12 en Chupilitarra. Lógicamente aquí
solo figuran aquellos que fueron ingresados en los hospitales de la capital alavesa pues los
cadáveres de los que sucumbieron en el monte quedaron allí arriba. El lector debe tener en
cuenta este dato a la hora de valorar el número total de muertos que tuvieron las Brigadas de
Navarra en los combates, pues este es mucho mayor que el reflejan los registros de la Jefatura
de Sanidad Militar de Vitoria .
12. MAIER, Klaus A. Opus cit. P. 60. Al inicio de este capítulo ya se hizo referencia a esta
operación que debía llevar a cabo la 1ª Brigada de Navarra y que tuvo que ser suspendida por el
mal tiempo. El objetivo era irrumpir detrás de las líneas y forzar el abandono de las posiciones
que defendía el C.E. de Euzkadi en el frente de Guipúzcoa.
13. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.11, S.30. El motivo era que se había perdido el enlace
con la fuerza que guarnecía Urquiola.
14. HERRERA ALONSO, Emilio. Opus cit. P. 82. Es muy posible que Urquiola estuviera
abandonado cuando llegó el tercio de Navarra.
15. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.14, D.1, S.
16. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.30. En un telegrama enviado el día 13 de abril por
el jefe de las Brigadas de Navarra, general Solchaga, al general Mola (AGM de Avila / A.44,
L.8, Cp.10, D.1, S. 24), se dice <<que el ataque iniciado por el enemigo al atardecer de ayer
contra la posición del Sebigan, adquirió mayor intensidad al anochecer en cuyo momento y al
amparo de la niebla se aproximó a la posición envolviéndola y ocupándola después de una
lucha cuerpo a cuerpo en la que cayeron dos oficiales heridos y un tercero ha desaparecido>>.
El 3º de San Marcial fue relevado al día siguiente y quedó acantonado en Ochandiano, en la
reserva del sector. Para ver la relación de bajas de este batallón se remite al lector a la nota 19
del capítulo siguiente.
17. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
18. Este alférez podía ser el que apareció en Bilbao cuando cayó la villa en manos de las Brigadas
de Navarra:
<<Un alférez nuestro, hecho prisionero por los rojos en Urquiola, y que había sido dado por
muerto, ha aparecido en Bilbao y he conversado con él, encargándome de llevar a Vitoria la
noticia a su “viuda”de que vive y está a salvo, esperando el momento de regresar>> (Norte del
26-6-1937).
19. Estas dos compañías del Regimiento nº 24 de Logroño formaban parte del 3º Batallón de Bailén.
Como el 3º de Bailén mantenía posiciones en Zumelza junto con una compañía del 5º de La
Victoria, bien pudo destinar dos compañías al Urquiolamendi para reforzar el flanco del 3º de
San Marcial. Cuando los prisioneros declararon que <<mirando a Urquiola habrá dos
compañías y media más>>, se estaban refiriendo a la cota 800 (Saibichiqui).
20. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 8. En otro documento (AGGCE, PS Santander, Leg.
210, Expte. 3) aparece la relación completa de los prisioneros capturados por los asturianos en
las operaciones: se trataba de <<Francisco Murga, alférez del Regimiento San Marcial, Juan
Castaño, sargento del mismo, Delfín Campo García, Ricardo Hidalgo y José Toriñon, soldados
del mismo, Alejandro Muñoz Asensio, soldado del Regimiento Bailén, Jesús Ijalba y Gallo
Mallagray, voluntarios falangistas y Juan Miguel Aransay, del tercio de la Falange de la
Cuarta Brigada de Navarra>>. El soldado del batallón de Bailén pudo ser hecho prisionero en
la posición avanzada de Chupilitarra, con toda probabilidad defendida por tropas del 3º Batallón
de Bailén enviadas desde Zumelza. En cuanto a los voluntarios falangistas: además de formar
sus propias unidades, las centurias de falange también estaban encuadradas en batallones de
infantería regular. Referente al falangista de la 4ª Brigada, podía tratarse de un componente de
un grupo falangista que tomara parte en algún momento de la operación del Saibigain. Todos
ellos constan en la nómina de la 3ª Compañía del Cuerpo Disciplinario correspondiente al
periodo del 16 al 30 de abril de 1937 como prisioneros de guerra recibiendo, al igual que los
milicianos republicanos arrestados, un sueldo diario de 0,50 ptas.
Saibigain, el monte de la sangre 217

21. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 2.

13 de abril. Contraataque de la 1ª Brigada de Navarra y nueva pérdida del


Saibigain
1. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 8. En el transcurso de aquellas horas sucedió algo con
los zapadores que motivó la queja de Antoñanzas al jefe del sector:
<<Al Comandante Jefe del Sector de Mañaria:
Adjunto remito a V. parte por escrito, relativo a dos Capitanes de las Compañías de Zapadores
los cuales tenían que efectuar la fortificación del monte Sebigan el día 12 del corriente.
Sírvase V. acusarme recibo del presente oficio, por escrito.
Bilbao, 14 de Abril de 1937. El Comandante Jefe de la 2ª Brigada. Mateo Antoñanzas>>
(AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3).
Ibarrola le contestó al día siguiente:
<<En mi poder su atento oficio 14 de los corrientes, como asimismo el parte en que informaba
sobre la actuación de las compañías de zapadores designadas para que fortificasen el monte
Sebigan.
Cúmpleme manifestarle, haber tomado la debida nota del mismo.
Mañaria 15 de abril de 1937
El Jefe del Sector.
Sr. Comandante Jefe de la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias>> (AGGCE, PS Santander,
Leg. 210, Expte. 3).
¿Se fortificó realmente el Saibigain? Todo apunta a que no, quizás porque los zapadores
pudieron estar muy expuestos al fuego enemigo. El caso es que no se ha podido aclarar este
incidente.
2. En manifestaciones realizadas a la Comandancia Militar de Ochandiano por José González
Valdés, miliciano del batallón Asturias nº 8 evadido del Untzillatx el 20 de abril, este afirmó
que su fusil <<era frances de cinco tiros pero que era de mala calida ya que no podia disparar
mas que poniendole un tiro ya en la recamara>> (AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.11, D.1,
S.22). No resulta, pues, extraño que los asturianos cambiasen sus armas a poco que tuvieran
ocasión de hacerlo.
3. El tercio de Navarra tuvo tres bajas por heridas el día 13 de abril: los requetés Faustino Ruiz,
Gerardo eseverri y Francisco Endorain (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68, D.1).
4. Relación nominal de las bajas del 3º Batallón de Sicilia registradas en los hospitales de Vitoria
el día 13 de abril:
Muertos: los soldados José Zabalegui y Florentino Raimúndez.
Heridos: los cabos Elías Arroyo Jiménez, Eduardo López Armesto y José Jiménez Arpa, y los
soldados Miguel Torres, Abraham Díez Rodríguez, Dionisio Perrucal, Hermógenes Ramos
Behilla, Julián Vergara Medrano y Honorato Díaz Marcel. Total: 2 muertos y 9 heridos (AGM
de Avila A.44, L.1, Cp.68).
5. AGM de Ávila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.30 y 31. En el diario de operaciones del tercio de
San Ignacio (AGM de Avila / A.10, L.483, Cp.41, D.1, S.1) se hace referencia a esta operación:
<<Al día siguiente vuelve a salir del pueblo donde se encontraba este glorioso Tercio, para
volver a tomar al asalto por segunda vez el citado monte de Sebigain, en esta operación como
en las anteriores se cubrió de gloria y de heroísmo>>.
6. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.10, D.1, S.24. Este día, Gómez Aparicio escribió para El Diario
Vasco:
<<Los separatistas iniciaron anoche un inútil contraataque en el Urquiola: las noticias de
última indican que los rojos separatistas han iniciado esta noche un contraataque en las
proximidades de Urquiola. La inutilidad de sus esfuerzos puede garantizarse desde ahora. El
enemigo lucha en esta zona en inferioridad de condiciones y puede pronosticarse sin
pretensiones de videncia, que de este contrataque los rojos habrán salido al revés que el negro
del sermón. Es decir, con los pies calientes y la cabeza fría. Los pies calientes de tanto correr y
la cabeza fría por las angustias del miedo>>.
218 Saibigain, el monte de la sangre

7. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.14, D.1.


8. Se remite al lector al capítulo dedicado a la Artillería de las Brigadas de Navarra.
9. SALAS LARRAZABAL, Jesús. Guerra Aérea 1936/39. Tomo II. IHCA, Madrid, 1998, p. 106.
10. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1. Algunos milicianos del Asturias nº 25 fueron hechos
prisioneros en el Saibigain y las conversaciones que mantuvieron con corresponsales de guerra
fueron publicadas en el Pensamiento Navarro del 14-4-1937.
11. Relación nominal de las bajas del batallón Asturias nº 25:
Muertos: Santos Solar Blanco, Eloy Espinosa Vicente, Francisco Cifuentes García, Luis Meana
Canal, Benigno Meana Mori, José Rodrigo Martínez, José Antonio Cantero Prieto, Emeterio
Sánchez Mones y Hermógenes Díaz Fernández.
Desaparecidos: José Suárez Fernández, Abelardo Espina García, Avelino Fernández González,
José Ramón Blanco Arenas, Valentín Fernández Llana, Luis Rodríguez Frera, Eulogio Blanco
Menéndez y Manuel Torre Vaquero.
Heridos: Secundino Valviadres González, Graciano Iglesias Andurra, José Álvarez González,
Delfín Álvarez Rodríguez, José Rodríguez Fonseca, Constantino González López, José
González Torre, Manuel Amadi Rivero, Arsenio García Fernández, Felipe Cuyar Sánchez, José
Díaz González, Adolfo Menéndez Díaz, Secundino Fernández Fernández, Rogelio Martínez
Álvarez, Fernando Vega García, Emilio Fernández Fernández, Eloy Rubiera Rionda, José Sirgo
García, Julio Gutiérrez González, Francisco González Monteserín, José Miranda Miranda,
Mariano García Fernández, Ceferino Campa González, Amador Álvarez Morán, Luis
Hernández Rodríguez, Manuel Paterson Menéndez, Servando Tamargo Fernández, Erminio
Alonso Huerga, Amador Con Fuente, Jesús Cuartas Fernández, Eloy García Bárcena, José
Fernández Méndez, Santos Pedro Rodríguez Amo, Gerardo Álvarez Álvarez, José Menéndez
Bustaque, Ciro Rodríguez Alfonso, Francisco García Sánchez, Faustino Fornos Escurrido, Luis
Ordieres Dacosta y el teniente Antonio Martín Barrio.
Relación de oficiales y tropa que se han distinguido: Emiliano García Martínez, capitán de la 2ª
compañía (AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1).
12. Relación nominal de las bajas del batallón Asturias nº 8:
Muertos: Maximino Díaz Villa, Rafael Solares Solares, Higino Herrero Leonardo, Ramón
González Arguelles, José Gallegos González, Armando Gracia Canal, Fulgencio Infiesta
Gracia, Luis Peláez, Angel Neira Meillán, José Meana Costales, Modesto Piñera Cifuentes,
Valerio Gutiérrez Abeso, Ramiro Gracia Blanco, Herminio González Menéndez, Ovio Vega
Blanco, Vicente Marinas Hevia, Claudio Criado Arroyo, Joaquín Rivero Suárez, Benigno Corte
Tuero, Francisco Rimada Rimada, Marcelino Ordiales Villa, Miguel Álvarez Porceruelo,
Antonio Miranda Sánchez y José Hevia González.
Desaparecidos: Severino Díaz González, José Solís Díaz, José Medio Martínez, José Corte
Tuero, Manuel Suárez Menéndez, Isidro Iglesias Posada, Gerardo García Blanco, Braulio
García Viña, Manuel Sánchez Fernández y Juan José Prieto.
Heridos: Manuel Vía Barena, Avelino Álvarez Menéndez, Manuel Vázquez López, Florentino
Suárez Gracia, Eladio Suárez González, Epifanio Gracia González, José Antonio Vigil
Rodríguez, Angel Montes Rodríguez, Benigno González Macía, Félix Posa Andrés, Javier
Álvarez Fernández, Alfredo Rendueles López, Celedonio Palacios Suárez, Florentino Costales
Álvarez, Cándido Laredo Calleja, Eugenio Calvo Sierra, Francisco Montes González, Francisco
Peña Vigil, José González Busto, José Blanco Busto, Marino Fernández Arboleya, Joaquín
González Cabeza, Pedro Fierre Pedralles, Demetrio Rodríguez Díaz, Alejandro Peláez Frade,
Ricardo Suárez Lafuente, Eduardo Trabanco Suárez, José Prendes González, José Vázquez
Sánchez, Julio Mortera Llaneza, Jesús Corteguera Blanco, Antonio Martínez Cueto y Eusebio
del Valle (AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1).
13. Relación nominal de las bajas del batallón Asturias nº 43:
Heridos: José González García, Manuel Rodríguez González, Nemesio López Robles y
Secundino Pablos.
Relación de oficiales y tropa que se han distinguido: José Ordiz, capitán de ametralladoras.
(AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1).
Saibigain, el monte de la sangre 219

14. El hospital de Izurza era un hospital de sangre situado en las cercanías del frente para dar una
primera asistencia a los heridos; el día 13 de abril su registro era el siguiente: batallón Asturias
nº 8, 2 enfermos y 25 heridos; Asturias nº 25, 4 enfermos, 10 heridos y 1 muerto; Asturias nº
43, 2 enfermos y 4 heridos; UGT nº 3, 1 herido; Morteros, 1 enfermo y 1 herido; Gordexola, 2
heridos; Artillería, 1 enfermo y 1 herido. Totales, 10 enfermos, 44 heridos y 1 muerto
(AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 10).
15. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 6.
16. Parte de operaciones de la Aviación nacional correspondiente a los días 13 y 14 de abril de
1937 (AGHA, 9114, 254):
<<No se han efectuado servicios de guerra por las unidades de estas Fuerzas Aéreas por
impedirlo el tiempo reinante.
Vitoria, 14 de Abril de 1937.
El Jefe de las Fuerzas Aéreas del Norte. Julián Rubio>>.
Sin embargo, en este día aviones de la Legión Cóndor operaron en el frente y en la retaguardia
(Bilbao y Durango). Ver nota 33.
17. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1.
18. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 2. Los batallones asturianos regresaron al sector de
Urquiola- Mañaria el día 16 de abril.
19. Relación nominal de bajas del 3º de San Marcial registradas en los hospitales de Vitoria los días
12 y 13 de abril:
Muertos: el teniente Angel Ibáñez Frías y los soldados Ramón Otero Chanza, Severino Leorza,
Antonio Gutiérrez, Anselmo Duque, Félix Fernández de las Heras y Merino Iraño. Total: 7
muertos.
Heridos: el alférez Víctor Martínez de Murguía, los sargentos Ceferino Abril Besonero,
Antonio Balboa Boiga, Prodécimo Villahoz López, Amancio Pascual Saldaña y Antonio
Esteban Sopuerta, los cabos Emeterio Villar Villar, Cayo Fuentes Guzmán, Arturo Gallo Graña,
Mariano Villarugia Arroyo, Julio Priove Manuell y Dámaso Vaquero Castaño, y los soldados
Daniel Calvo Mediavilla, Generoso Coas Casas del Rey, Miguel Gutiérrez López, Felipe
Fernández, Tomás Estrada Barona, Elías Plágaro Castresana, Cirilo Ochoano Robledo, José
Añón Valera, Jesús Antolínez Pedrosa, Teodoro Hierro Martín, José Pena Vidal, José Beiro
Díez, Antonio Rama Ferreiro, Antonio Carnero Álvarez, Ricardo Gutiérrez Ruiz, Cristóbal
Senar Garciandía, Antonio de Diego Gutiérrez, Esteban Martín Arroyo, Manuel Real López,
Angel Sánchez Rodríguez, Pablo Cuesta Buergos, Antonio Miranda Castelo, Pedro Rejón
Rivas, Saturnino Herrero Fernández, Manuel Sánchez, Victoriano Hoyos Rituerto, Marcelino
Vicario González, Dionisio González Pérez, Manuel Domínguez Pérez, Félix Vergara Andrés,
Francisco Cerradas Álvarez, Jesús del Val Saldaño, Laureano Alonso García, Víctor Ortega y
Marcelino Martín García. Total: 47 heridos (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68).
20. AGM de Avila / A.10, L.461, Cp.10, D.1, S.15.
21. Diario de guerra de un soldado del Flandes nº 5. Este diario es personal y está cedido
exclusivamente para este y otros trabajos que la Asociación Sancho de Beurko realice en el
futuro. Su autor, que fue entrevistado en varias ocasiones por Josu Aguirregabiria, desea
permanecer en el anonimato. La sección estaba dividida en dos escuadras –con un mortero cada
una– cuyos jefes eran los sargentos Francisco Lucio y Julio Ugastondo Aguirre.
22. Muertos: un sargento y tres soldados, que no han podido ser identificados por los autores.
Total: 4 muertos (AGM de Avila / A.10, L.461, Cp.10, D.1, S.23).
Heridos: el sargento José María Bachiller, los cabos Juan Eorrión Arriola, Luis Duarte
Duznego, Belaraino Martínez, Francisco Ruiz de Gauna y los soldados Pedro Goya Sáez, José
María López Méndez, Gregorio Díez García, Evaristo Díez de Garayo, Zacarías Ortíz, Federico
–ilegible– Rey, José Otaegui Plazaola, Emiliano Virgala, Tomás Giménez Verástegui,
Francisco Alcorta Arcais, Gonzalo Valdecia García, Juan Mendivil, Julián Gonzalez Salazar,
Eleuterio Ocio. Total: 19 heridos (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68). Además de estos
sufrieron heridas dos soldados de zapadores minadores nº 6: Mariano Sánchez Triunfo y
Joaquín López.
220 Saibigain, el monte de la sangre

23. Aunque no se han encontrado referencias de la situación del Guillermo Torrijos en el sector
hasta el día 14 de abril, existen documentos fechados el día 12 que prueban el inminente
movimiento del batallón: se trata de unas solicitudes para repostar un buen número de vehículos
de esta unidad firmadas por su comandante intendente, José Cosgaya (AGGCE, PS Bilbao,
Leg. 127, Expte. 7). Por otra parte, no parece posible que después de la marcha del Asturias nº
25, el mando dejara –ni siquiera unas horas– en precario una posición tan importante como la
de las peñas de Artzate, con la única defensa que pudieran aportar la 2ª Compañía de fusiles y
la Compañía de Ametralladoras (sin máquinas) del Gordexola.
U.G.T. Nº 14 GUILLERMO TORRIJOS
• Arma: infantería, nº 67.
• Filiación política: PSOE / UGT.
• Cuartel: Durango.
• Armamento: 392 fusiles cal. 7,92 mm., dos ametralladoras Hotchkiss cal. 7 mm., dos
fusiles ametralladores Browning (¿BAR polaco cal. 7,92?), morteros de 81 mm., 140
pistolas de 9 mm., siete revólveres cal. 32.
• Situación: llegó al sector de Urquiola-Mañaria procedente de su acuartelamiento en
Durango.
• Situación real de la fuerza: 567 hombres en el frente.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 687
Enfermos y heridos: 1 sargento, 1 cabo y 11 soldados.
Banda cornetas y tambores: 5 soldados.
Bajas en la quincena: 1 sargento, 1 cabo y 11 soldados.
Plana Mayor (5)
Comandante: Luis Iglesias Ansaño
Comandante Intendente: José Cosgaya Urrestarazu
Teniente Ayudante: Martin Soler Zanguitu
2 suboficiales (Manuel Rosas Guirao es el intendente ayudante)
Sección de Enlaces y Transmisiones
Teniente o Suboficial: Francisco Herrero Legarra
1 sargento, 4 cabos y 24 soldados.
1ª Compañía
Capitán: Antonio Castillejos Pinillos
Tenientes, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
2ª Compañía
Capitán: Manuel Ronco García
Tenientes, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
3ª Compañía
Capitán: Antonio Ruiz Altuna
Tenientes, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
4ª Compañía
Capitán: Juan Velasco Villegas
Tenientes, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
Compañía de Ametralladoras
Capitán: Clemente García Arana
Oficiales, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
Sección Mixta
Oficial:
Sargento, cabos y soldados.
Servicios Auxiliares (15)
15 soldados.
Servicio de Cuartel (22)
Capitán: Francisco García de la Vega
Saibigain, el monte de la sangre 221

1 brigada, 1 sargento, 2 cabos y 17 soldados.


Choferes y Armeros (17)
11 choferes (1 sargento, 1 cabo y 9 soldados) y 6 armeros.
24. BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 136.
25. En Euzkadi del 15-4-1937 se incluyó la siguiente nota sobre Felipe Bediaga:
<<Felipe de Bediaga y Aranburu, afiliado al Partido Nacionalista, fue de los primeros en
nutrir las filas del voluntariado en las milicias vascas, en defensa de la patria.
Comenzó actuando de instructor en el cuartel situado en el Patronato, en la calle Iturribide de
Bilbao. Más tarde, y como premio a sus relevantes méritos, fue nombrado capitán de la
compañía Kortabarria. Y después ascendió a comandante en el batallón Arana Goiri. Su
primera acción ocurrió en el mes de septiembre de 1936, en el alto de San Miguel (Elgoibar),
en la que Bediaga y sus gudaris sostuvieron un enérgico ataque contra los facciosos a los que
infligieron un durísimo castigo.
También tomó parte en el combate efectuado el 4 de octubre en el sector de Elgeta (en el
Intxorta). Fue una acción durísima que se prolongó varias horas, y en la que Bediaga resultó
herido de gravedad. Al caer con un pulmón atravesado por un balazo invitó a sus tropas a que
siguiesen luchando con el mayor coraje y dio un Gora Euzkadi azkatuta. Su curación y
restablecimiento duraron dos meses, faltándole tiempo para hacerse cargo nuevamente del
batallón y volver al frente de Elgeta.
Algún tiempo después fue destinado al sector de Lekeitio, distinguiéndose por la actividad que
imprimió a la labor de fortificación>>.
José María Muguerza, encargado en aquel momento de la Intendencia en Garellano, cuenta lo
que le sucedió con Felipe Bediaga el mismo día que el batallón Arana Goiri se dirigía a
Mañaria:
<<Y llegó a mí Felipe Bediaga, íntimo amigo mío desde los tiempos en que, de niños,
jugábamos en la Plaza Nueva, ring de nuestros juegos infantiles. Felipe tenía un gran
temperamento y había regresado aún más agrio de un viaje a Méjico por cuestiones
burocráticas.
Nos saludamos cuando bajó de uno de los camiones en que su batallón se dirigía al frente.
Creo recordar que se trataba del batallón “Arana-Goiri”.
Le vi perfectamente arropado de Mendigoizale y con su estrella de comandante de milicias. Me
pidió un buen par de botas para él, y yo se las negué, argumentando que se las daría a otro de
su batallón que estuviera más necesitado de ellas.
Se cabreó y me dijo:
–Estas botas que llevo me las he comprado yo y pienso enviarlas a mi casa. Esta Intendencia
debe proporcionarme otras.
Me seguí negando terminantemente a su exigencia.
–Si no me las facilitas, no iré al frente y este batallón partirá sin su comandante. Me quería
hacer responsable de esta “bautade”, y ante reacción tan ilógica e infantil, le dije:
–¡En que poco tasas tu vida, Felipe! ¡En un par de botas!
Me mandó a tomar por el culo y embarcó con su batallón, dando la orden de marcha. Creo que
fue al día siguiente cuando me notificaron su gloriosa muerte en el Saibigain en combate
cuerpo a cuerpo con el enemigo. ¡Pobre pequeño gran héroe!>> (MUGUERZA, José María.
De Euskadi al campo de exterminio. Opus cit. P. 39)
26. Amós Ruiz Girón nació el 31-3-1902 en Osa de la Vega (Cuenca). Hizo la campaña de África
cuando el desastre de 1921; ingresó en la Escuela de Policía Española. Instalado en San
Sebastián, fue funcionario de la capital donostiarra y después ganó la plaza de Jefe de la Policía
Municipal de Eibar (1-6-1933). Afiliado a la UGT y al PSOE, al inicio de la sublevación militar
se puso al frente de los republicanos eibarreses, combatiendo en la localidad de Beasain.
Delegado de Guerra de Guipúzcoa, capitán de milicias, jefe del Cuerpo Disciplinario de
Euzkadi (1-11-36), jefe de la Prisión Militar del Norte, combatió en Vizcaya, Santander y
Asturias. Evacuado a Francia y de ahí a Gerona, fue destinado al Ejército de Extremadura y
después al del Este. Al final de la guerra era mayor, comandante del 851º Batallón de la 213ª
222 Saibigain, el monte de la sangre

Brigada. Amós Ruiz se exilió a Méjico donde vivió muchos años. Regresó a Tolosa, donde
falleció el 31-5-2000. Se casó con la periodista y novelista Cecilia García de Guilarte.
27. ABAD GOROSTIZA, Primitivo. Memorias de una vida. Apuntes de una época. Bidarte, 23 de
marzo de 1956. Las memorias de Primi Abad son particulares y cedidas exclusivamente para la
realización de esta obra. A partir de este momento, todo lo relatado por Primi Abad se refiere a
sus Memorias y a entrevistas personales. En una de estas entrevistas realizada en 1998, Primi
Abad dice que <<teníamos ganas de que nos llamasen; para nosotros, Lekeitio era un sitio de
veraneo; quizás nos llamaron porque estabamos más descansados>>.
28. Entrevista realizada a Federico Ituarte Txopitea en 1999. Las compañías del Arana Goiri,
mientras estuvieron en el sector de Lequeitio, ocuparon distintas posiciones; la principal línea
de defensa abarcó Mendeja, el alto de Milloi, Eizmendi, Lacabecoa, Lacagoicoa y Urberuaga.
La compañía Arbola Gaña reforzó el día 3 de abril la posición de Echano y el día 5 de abril la
de Asterrica, dejada por el batallón Gordexola en su marcha hacia Urquiola; la Gorbeia
mantenía posiciones en Eizmendi el día 1 de abril. En Lequeitio ocupaban el cuartel de las
Milicias Vascas.
ARANA GOIRI
• Arma: infantería, nº 39.
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV)
• Cuartel: Lekeitio.
• Armamento: fusiles Berthier 07/15 cal. 8 mm. Lebel. Dos fusiles ametralladores (uno
estropeado).
• Situación: llegó al sector de Urquiola-Mañaria procedente de Lequeitio el día 13 de abril.
• Situación real de la fuerza: al completo y con la moral muy alta.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Hombres útiles: 609
Enfermos y heridos: 8
Plana Mayor (5)
Comandante: Felipe Bediaga Arámburu
Comandante Intendente: Asensio Uria Ibarrondo
Teniente Ayudante: Federico Ituarte Txopitea
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (27)
Teniente o Suboficial: Francisco Urquijo
1 sargento, 4 cabos y 21 Soldados.
1ª Compañía, Arbola Gaña (116)
Capitán: Valentín Olano Elorriaga
Tenientes: Basilio Olascoaga Axuria, Francisco Omar Martínez y Fermín Bilbao Bilbao
1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 99 gudaris.
2ª Compañía, Kortabarría (102)
Capitán: Juan Cruz Nieves Zubiri
Tenientes: Dionisio Garrastazu Zabala, Saturnino Atxa Berástegui y Jesús Tirado
Agirrebeitia.
1 suboficial, 3 sargentos (uno de estos era Tomás Aguirre, hermano del Lendakari), 9 cabos
y 85 gudaris.
3ª Compañía, Gorbeia (118)
Capitán: Primitivo Abad Gorostiza
Tenientes: Leandro Garaigordobil Aldekoa, Andrés Retolaza Irusta y José María Artetxe
Beobide
1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
4ª Compañía, Karmelo Leitzaola (118)
Capitán: León Salaberría Suinaga
Tenientes: Juan Agirre Igartza, Cesáreo Olabarrieta Uriarte y Doroteo Sagardui Urkixo
1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
Saibigain, el monte de la sangre 223

Compañía de Ametralladoras, Zarate (58)


Capitán: Manuel Aurtenetxe Barandikoetxea
Oficiales: Andrés Urtiaga Biriga y Francisco Solana Artomaña
1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 44 gudaris.
Sección Mixta (29)
Oficial: Julio Azkargorta López
1 sargento, 4 cabos y 23 gudaris.
Servicios Auxiliares (15)
Choferes y Armeros (13)
Servicios de Cuartel de Lekeitio (17)
Jefe de Cuartel: Miguel Arregui
1 brigada, 1 sargento, 2 cabos y 12 gudaris.
29. RUIZ GIRÓN, Amós. 14 de abril de 1937. Artículo publicado el 14-4-1948 en Euzko Deya de
Méjico. A partir de este momento todo lo relatado por Amós Ruiz se refiere a este artículo y a
distintas entrevistas personales realizadas en 1999. El Cuerpo Disciplinario de Euzkadi se
encontraba acuartelado en el chalet de San Antonio y en el convento de Santa Clara, ambos de
Portugalete. Para ver la carta que Angel Legasa, antiguo subordinado de Juan Ibarrola en la
Guardia Civil, escribió a Amós Ruiz con motivo de este artículo se remite al lector a los
apéndices.
30. En abril de 1937 el Cuartel General del Ejército Vasco (ver pág. 95) se encontraba en Yurre.
31. Es sector de Urquiola-Mañaria, no de Amboto.
32. Entrevista personal realizada a Rafael Domeq en 2000.
33. Este día, a pesar del mal tiempo, operaron cazas republicanos y aviones alemanes; quizás
volaron también las escuadrillas de bombarderos italianas. Es muy interesante el parte de la
Jefatura de las Fuerzas Aéreas de la República en el Norte (publicado el 14-4-1937 en El
Liberal):
<<A las 13-30 varios aparatos de caza nuestros efectuaron un reconocimiento sobre el frente,
no habiendo podido hacer observaciones por el estado del tiempo.
A las 15-30, escuadrillas de “cazas” despegaron de nuestros aeródromos, por tener noticias de
la presencia de aviones por Bilbao. Se encontraron en el aire con varios aparatos de caza y
bombardeo enemigos, los cuales no se prestaron al combate; pero nuestros cazas consiguieron
alcanzarlos y obligarles a combatir en algunos momentos teniendo la impresión de que uno de
(se corta)
A las 17-27, una patrulla de “cazas” nuestros, al hacer un vuelo sobre Durango, vio a unos
aparatos enemigos, consiguiendo atacar a un bimotor faccioso de bombardeo, disparándole
uno de nuestros aparatos unos mil quinientos tiros, consiguiendo incendiarle. Minutos después
nos comunican desde Eibar que un aparato enemigo había sido incendiado en las
proximidades de Mallavia, tirándose cinco tripulantes en paracaidas.
A las 18 horas otra patrulla de aparatos nuestros efectuó un reconocimiento por el frente de
Guipúzcoa sin observar nada de particular>>.
34. En esta fecha Ibarrola era todavía comandante.
35. Referente al altercado entre Ibarrola y Bediaga, Primi Abad lo aclara diciendo que <<Ibarrola
debía estar picado con Bediaga desde Elgueta, lugar en el cual no estuve, ya que andaba con
el batallón Padura en aquel período>>. Juan Ibarrola y Felipe Bediaga coincidieron en el
sector de Elgueta en octubre de 1936; el primero como comandante en jefe del frente de Elorrio
(FSA, AN, G.E. 26/14) y el segundo como comandante del batallón Arana Goiri.
36. A la reunión asistieron, además del comandante Bediaga y su ayudante Ituarte, los capitanes
Olano, Abad y Nieves. El comandante intendente Uria no asistió, el capitán Aurtenetxe parece
ser que tampoco y el capitán Salaberría no tomó parte en los combates del Saibigain por
encontrarse en la Escuela de Oficiales.
37. En una entrevista realizada por Vicente Talón a Valeriano Marquina (TALÓN, Vicente. De las
Milicias Vascas Antifascistas a la Brigada vasco-pirenaica. Memoria de la Guerra de Euzkadi
nº 3. Edefa, Madrid, 1993, p. 174.), este relata como conoció a Juan Ibarrola y el modo en que
ambos se complementaron para hacerse cargo del sector:
224 Saibigain, el monte de la sangre

<<Nada más llegar me llevaron a Ochandiano colocándome al lado del coronel Juan Ibarrola
quien, de entrada, me miró con muy malos ojos por ser él muy observante de la legalidad
republicana pero también muy católico e intuir en mí a un metomentodo comunista más.
Nuestra primera reunión, por otra parte, acabó fatal pues justo en ese momento se desató la
ofensiva general contra Vizcaya del 31 de marzo de 1937 y durante la semana siguiente
tuvimos que movernos continuamente bajo las bombas de los aviones y resolviendo a todas
horas cuestiones extremas. A los seis días Ibarrola, por haberse negado a descansar en lo que
fue un error que nunca más habría de repetir, cayó derrumbado y yo me hice cargo del mando.
A partir de ahí, habiéndome ganado la confianza de Ibarrola, nos complementamos
estupéndamente bien sobre todo porque él era noctámbulo y yo me levantaba muy temprano.
Montábamos un servicio permanente de veinticuatro horas>>.
38. Se trataba del Guipúzcoa, que el día 13 de abril seguía ocupando las mismas posiciones que en
anteriores jornadas: los alrededores del monte Untzillatx, haciendo línea con el batallón
Itxarkundia. Del Guipúzcoa se conserva el parte de novedades de esta jornada (AGGCE, PS
Santander, Leg. 210, Expte. 5.):
<<Novedades del día:
Hombres disponibles en el día de ayer: 408
Hombres bajas por enfremedad: 9
Quedan: 399
Armamento: 314 fusiles, 74 pistolas, 7 fusiles ametralladoras y 4 ametralladoras.
La fuerza se halla sin novedad cubriendo las posiciones de este sector de Urquiola
El comandante: Gonzalo Laredo>>.
Efectivamente, ni el Guipúzcoa ni la compañía del Garellano intervinieron en el ataque, como
se verá posteriormente.
39. IBARROLA ORUETA, Juan. Opus cit. 2ª parte, p. 8.
40. Los demás batallones que se encontraban en la línea defensiva no hubieran podido apoyar al
Arana Goiri en este sentido:
• El Guillermo Torrijos para la defensa de la vital posición de las peñas de Artzate contaba
con dos ametralladoras Hotchkiss, dos fusiles ametralladores Browning y morteros de 81
mm., de los que se desconoce el número.
• Ya se ha mencionado la falta de ametralladoras en el Gordexola; las únicas máquinas de
apoyo que tenía eran dos Colt manejadas por dos escuadras de protección del González
Peña en el barranco de Urculeta.
• El batallón Itxarkundia no debía andar muy bien, pues pidió prestado un fusil ametrallador
al MAOC nº 2 (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1); este último, que estaba muy
bien equipado con siete fusiles ametralladores y cuatro ametralladoras, si hubiera podido
ceder alguna pero esto lo desconocían los oficiales del Arana Goiri y, por la falta de
voluntad del jefe del sector en este asunto, hubiera sido en vano.
Sirvan estas cifras para destacar el escaso número de ametralladoras que tenían los batallones
nacionalistas vascos en comparación con el de los batallones comunistas y socialistas.
41. Primi Abad lo aclara diciendo que <<Bediaga vino a mí porque tenía bastante confianza
conmigo, pero no sé a ciencia cierta si Ibarrola sabía que Bediaga había dejado el mando del
batallón en manos del supuesto segundo jefe del batallón; Ibarrola sabría probablemente que
iba a ser yo el que sustituyera a Bediaga>>.

14 de abril. Cuarto ataque al Saibigain: el Arana Goiri y el Disciplinario


1. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 12. El teniente ayudante del Itxarkundia era Gracian
Iturrioz Lasa y el capitán Conde mandaba la 4ª Cía. del MAOC nº 2.
2. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 11.
3. AGGCE, PS Santander, Leg. 210.
4. AGGCE, PS Santander, Leg. 210. En nombre del comandante del Arana Goiri se hizo cargo un
oficial que firma con las iniciales <<A. Gorostiza>>. Primi Abad Gorostiza era el único que
Saibigain, el monte de la sangre 225

tenía esas iniciales y, además, era el segundo jefe del batallón; sin embargo en entrevista
personal sostiene que él no firmó nada.
5. AGGCE, PS Santander, Leg. 210.
6. Orden nº 2050 del Cuartel General, 14 de abril de 1937 (AGGCE, PS Santander, Leg. 210,
Expte. 2).
7. Se remite al lector al capítulo dedicado a la Artillería del C.E. de Euzkadi.
8. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 4. El Guillermo Torrijos fue aprovisionado y
amunicionado a pesar de dificultades como la falta de acémilas o la gran distancia a recorrer
desde Mañaria hasta las posiciones de las peñas de Artzate, lo que demuestra el gran esfuerzo
que se hacía desde la jefatura del sector de Urquiola-Mañaria:
<<1374 comidas y cenas en frío, café, cognac, vino, leche condensada y el pan
correspondiente.
El Intendente-Ayudante, Manuel Rosa>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 7).
<<Convoy para el bon. UGT Nº 14 compuesto de 10 mulos con sus acemileros transportando
20 cajas de munición de 7,92 (para fusil) al frente del cual va el cabo Raúl garcía.
Hora de salida: 06:45 horas. Raúl García Suarez.
Hora de llegada a la posición: 09:30 horas. Firma del Jefe del batallón, Luis Iglesias.
Acuse recibo de los paineles que se envían para señales. Luis Iglesias>> (AGGCE, PS
Santander, Leg. 210, Expte. 8)
<<Con servicio a transportar víveres para las fuerzas de este batallón, ruego a Usted se sirva
disponer que a las 05:00 horas de la mañana se hallen en esta Comandancia 6 acémilas con
sus correspondientes acemileros.
El Intendente-ayudante, Manuel Rosa>>. Además de estas 6 acémilas, el batallón tuvo otro
movimiento de 14 acémilas (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 11).
9. Aunque no se tienen referencias de esta unidad hasta el 15 de abril, debió llegar a las peñas de
Otxa el día 13 o el 14.
MUÑATONES
• Arma: infantería, nº 57.
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV).
• Cuartel: Balmaseda.
• Armamento: 403 fusiles cal. 7,92 y 5 ametralladoras Lewis cal. 303 British.
• Situación: llegó al sector de Urquiola-Mañaria el 13 o el 14 de abril.
• Situación real de la fuerza: 500 hombres en el frente.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 678
Heridos: 29
Plana Mayor (5)
Comandante: Tomás Garay Hermosilla
Comandante Intendente: Manuel Peralta Rodríguez
Teniente Ayudante: Martín Hurtado Murúa
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (30)
Teniente o Suboficial: José María Miranda Sánchez
1 sargento, 4 cabos y 24 gudaris.
1ª Compañía (118)
Capitán: Cosme Vivanco Etxebarria
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
2ª Compañía (118)
Capitán: Julian Pérez Boricón
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
3ª Compañía (118)
Capitán: Celestino Sagarduy Olaso
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
226 Saibigain, el monte de la sangre

4ª Compañía (118)
Capitán: Vicente Erasti Albizu
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
Compañía de Ametralladoras (58)
Capitán: Ricardo Otxoa Landaburu
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 44 gudaris.
Sección Mixta (30)
Oficial: Antonio Goiria Gabiola
1 sargento, 4 cabos y 24 gudaris.
Servicios Auxiliares, Chóferes y Armeros (30)
Servicio de Cuartel (24)
Capitán: Jose Luis Ajuria Báez
1 suboficial, 1 sargento, 2 cabos y 19 gudaris.
10. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 11.
11. Parte de novedades del MAOC nº 2 Guipúzcoa del día 14 de abril de 1937:
<<Hombres disponibles: 399
Armamento: 314 fusiles, 74 pistolas, 7 fusiles ametralladoras y 4 ametralladoras.
La fuerza se halla sin novedad cubriendo las posiciones de este sector de Urquiola.
El comandante: Gonzalo Laredo>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 5)
Si se compara este parte con el correspondiente al día 13 de abril (ver nota 38) queda claro que
el batallón no intervino en operación alguna pues no se registraron novedades: ni cambiaron sus
posiciones ni sufrieron bajas.
12. La unidad, en la que más del 50% de sus componentes estaban obligados al haber sido llamados
sus respectivos reemplazos, estaba compuesta por dos compañías de fusileros: la primera y la
tercera; esta última había estado destinada en el frente de Ochandiano desde el 21 de julio de
1936. La 1ª Compañía, que no tenía siquiera ametralladoras y cuyos soldados habían estado
prestando servicios auxiliares hasta el 30 de marzo, se encontraba acuartelada en el convento de
Larrea (Amorebieta); allí recibió armas para constituirse en reserva del frente:
<<Artículo 2º de la Orden del Cuerpo del 20 de marzo de 1937.
Siendo las dos compañías organizadas del batallón, una reserva del frente, estarán siempre en
todo momento dispuestas a salir cuando se ordene, no olvidando que la guerra que se está
desenvolviendo no es solamente para los que están en primera línea>> (AHN, SGC, Sección
PS Bilbao, Leg. 185, Expte. 19).
Los mandos de la 1ª Compañía eran el capitán Martínez y los tenientes Figueroa y Barcáiztegui.
13. FACUNDO PEREZAGUA
• Arma: infantería, nº 10.
• Filiación política: Partido Comunista de España (PCE)
• Cuartel: cuartel de Tívoli en Bilbao.
• Armamento: se desconoce. El 27-1-1937 tenía 337 fusiles, 4 fusiles ametralladores, 3
ametralladoras y 12 morteros cal. 50.
• Situación: traído apresuradamente de Asturias con motivo de la ofensiva sobre Vizcaya,
participó en duros combates y el día 13 de abril, según el testimonio de Primi Abad, se
encontraba en la reserva de Mañaria.
• Situación real de la fuerza: estaba terriblemente castigado por los combates; en la nómina
del 1 al 15 de abril presentaba 482 bajas lo que suponía su desaparición efectiva como
unidad de combate hasta la llegada de nuevos milicianos procedentes de las movilizaciones
decretadas por el Gobierno de Euzkadi.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 528
Plana Mayor (5)
Comandante: Manuel Eguidazu Garay
Comandante Intendente: Jesús Ugalde Baztán
Teniente Ayudante: Ignacio González González
Saibigain, el monte de la sangre 227

2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (24)
Teniente o Suboficial: Federico Regaña Gañán
1 sargento, 4 cabos y 18 milicianos.
1ª Compañía (89)
Capitán: José Núñez Montero
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 6 cabos y 75 milicianos.
2ª Compañía (108)
Capitán: Gregorio Calabozo Urcelay
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 8 cabos y 92 milicianos.
3ª Compañía (85)
Capitán: Victor Arco Gandasegui
3 tenientes, 1 suboficial, 1 sargento, 7 cabos y 72 milicianos.
4ª Compañía (96)
Capitán: Manuel Calante Mollinedo
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 79 milicianos.
Compañía de Ametralladoras (48)
Capitán: Luis Alangua Álvarez
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 5 cabos y 37 milicianos.
Sección Mixta (29)
Oficial: Francisco Martín Tudanca
1 sargento, 3 cabos y 24 milcianos.
Servicios Auxiliares (15)
1 sargento, 2 cabos y 12 milicianos.
Servicio de Cuartel (16)
Comandante: Lorenzo González Gallego
1 brigada, 2 cabos y 12 milicianos.
Chóferes y Armeros (13)
9 chóferes y ayudantes y 4 armeros.
Bajas en la unidad (482)
Muertos: 3 tenientes, 2 sargentos, 6 cabos y 27 milicianos.
Baja definitiva: 13 milicianos.
Desaparecidos: 1 teniente, 1 cabo y 25 milicianos.
Heridos y enfermos: 3 capitanes, 8 tenientes, 4 sargentos, 27 cabos, 361 milicianos y el
comandante Julián Texeira Vento.
14. Ver en el capítulo Ofensiva sobre Vizcaya lo sucedido en la jornada del 4 de abril.
ESTEBAN SALSAMENDI
• Arma: infantería, nº 44.
• Filiación política: Partido Comunista de España (PCE)
• Cuartel: escuelas Mendía en Valmaseda.
• Armamento: se desconoce
• Situación: después de ser destrozado en el Murugain el 4 de abril fue enviado a defender el
Saibigain en la mañana del 15 de abril.
• Situación real de la fuerza: el día 4 de abril sufrió 110 muertos, muchos prisioneros –de
ellos 33 heridos ingresados en los hospitales de Vitoria– y un número enorme de heridos.
Desaparecido como unidad de combate, tuvo que ser reconstituido con la incorporación de
tres tenientes, cuatro sargentos, diez cabos y 135 milicianos. Resulta incomprensible que el
Salsamendi fuera enviado a defender el Saibigain cuando en el sector había batallones
mucho más enteros.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 647
Plana Mayor (5)
Comandante: Antonio Fernández Olivares
228 Saibigain, el monte de la sangre

Comandante Intendente: Alfredo Pérez Cuesta


Teniente Ayudante: Leandro Garayón Anguiano
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (30)
Teniente o Suboficial: Francisco Alonso López
1 sargento, 4 cabos y 24 soldados.
1ª Compañía (118)
Capitán: Enrique Gárate Giménez
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 soldados.
2ª Compañía (118)
Capitán: José Huertas Díaz
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 soldados.
3ª Compañía (118)
Capitán: Antonio Acosta Escobar
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 soldados.
4ª Compañía (118)
Capitán: Pedro Ramón Gil
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 soldados.
Compañía de Ametralladoras (58)
Capitán: Sebastián Arias Oñatibia
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 44 soldados.
Sección Mixta (30)
Oficial: José Ordiz Fernández
1 sargento, 4 cabos, 24 soldados.
Servicios Auxiliares y Servicio de Cuartel (37)
1 sargento, 2 cabos y milicianos.
1 teniente, 1 brigada, 1 sargento, 2 cabos y milicianos.
Chóferes y Armeros (15)
9 chóferes y 6 armeros.
Bilbao, a 15 de abril. Nuevos ingresos en el batallón, con el objetivo de cubrir bajas: 135
milicianos, 10 cabos, 3 sargentos y 3 tenientes.
Personal del batallón del 15 al 30 de abril de 1937.
Plana Mayor (Comandante: Antonio Acosta Escobar, Teniente Ayudante: José Acosta
Escobar).
Sección de Enlaces y Transmisiones (Teniente o Suboficial: Antonio Cruzado Basáñez), 1ª
Compañía (Capitán: Jesús Mansilla), 2ª Compañía, 3ª Compañía (Capitán: Emilio
Izquierdo Bárcena), 4ª Compañía, Compañía de Ametralladoras, Sección Mixta y Personal
de Cuartel (Comandante: Antonio Fernández Olivares, 1 brigada, 1 sargento, 2 cabos y
milicianos).
15. Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV. Memorias del comandante del Irrintzi,
Gabino Artolozaga. En medio del ataque, los morteros del Irrintzi se quedaron sin proyectiles;
también se hace referencia a una compañía de la Ertzaña situada en <<las peñas del Aluitz>>.
16. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 11. Este movimiento de acémilas podría significar el
desplazamiento de una sección de morteros hacia Atzarte, siguiendo el ataque del Arana Goiri.
17. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 12.
18. Constantino Salinas Jaca, destacado líder socialista natural de la localidad navarra de Alsasua,
era Médico y responsable de Sanidad Militar del sector de Urquiola-Mañaria. Exiliado a
Argentina, falleció en Buenos Aires en 1966. El doctor Salinas plasmó sus recuerdos de esta
reunión en un poema que envió a Amós Ruiz y que ha sido incluido en los apéndices.
19. Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV. Memorias de un gudari desconocido del
batallón Arana Goiri.
20. <<Padre Benito Apoita Ibaibarriaga, pasionista. Capellán de gudaris. Prisión: Dueso. Libre
en juicio. Capellán de Concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos). Sin misa, año y
medio>> (EUZKO APAIZ TALDE. En la persecución. Bilbao, 1978).
Saibigain, el monte de la sangre 229

<<De Bolibar (Vizcaya). De 25 años. Ordenado el 15-IX-35. Capellán de gudaris, batallón


Arana Goiri, compañía Kortabarria. Prisión: Dueso, 28-8-37. Juicio: 9-9-37. Petición fiscal:
acusación retirada. Sentencia: libertad. Libre: 3-10-37. Destino: Cuartel de Santander, cuartel
de Logroño y en enero de 1938 cuartel de Malaga (Regimiento nº 8, batallón 312, de Orden
Público) en los frentes de Toledo, Madrid y Teruel (aquí 18 meses) y Requena. Asistió a más de
400 fusilamientos, administrando a todos los últimos sacramentos y ayudándoles a morir.
Muchos de ello murieron sin juicio contra las mismas trincheras que habían defendido. Otros
capellanes del batallón: Luciano Urruzuno Espilla e Isaac Uribesalgo Unzueta>> (EUZKO
APAIZ TALDE. El clero vasco en la guerra civil. Volumen V de la Historia General de la
Guerra Civil en Euskadi, Luis Haranburu Editor, Bilbao, 1981, p. 134).
21. Se dice que el Cuerpo Disciplinario pudo haber disparado contra la Gorbeia, pero quizás los
que dispararon eran los nacionales desde sus posiciones en Chupilitarra y zonas próximas,
desde donde se podía batir de flanco a la Gorbeia en primer término.
22. Carta dirigida por Federico Ituarte Txopitea a los autores el 15-2-1999.
23. OLAZABAL AGUINAGALDE, José Ramón. Opus cit. P. 141.
24. Ver nota 29 del capítulo anterior.
25. El capitán Elíseo Pancorbo mandaba la 1ª Compañía Disciplinaria. A Mañaria fue enviado todo
el Cuerpo Disciplinario.
CUERPO DISCIPLINARIO DE EUZKADI
• Arma: infantería, nº 64.
• Filiación política: Ejército Regular.
• Cuartel: chalet de San Antonio y convento de Santa Clara de Portugalete.
• Armamento: se desconoce.
• Situación: el Cuerpo Disciplinario fue enviado al sector Urquiola-Mañaria desde su
acuartelamiento en Portugalete.
• Situación real de la fuerza: tres compañías disciplinarias formadas con prisioneros de
guerra y milicianos condenados, dos compañías de protección y vigilancia encargadas de
su custodia, ametralladoras y zapadores. El Disciplinario era una unidad encargada de
realizar trabajos en el frente y solo las circunstancias adversas del frente forzaron a armar a
los que allí cumplían castigo:
• Organización del Cuerpo Disciplinario según la nómina del 1 al 16 de abril de 1937:
Total: 999
Plana Mayor (7)
Comandante: Amós Ruiz Girón
Comandante Intendente: Diego Sánchez de la Vega
Teniente Ayudante: Manuel Centeno Ruiz
Teniente Intendente: Martin Celayeta Escalante
Teniente: Jesús Labuena Moliner
Suboficial Intendente: Pablo González Yanguas
Suboficial Ayudante: Antonio Rosas Guirao
Primera Compañía de Protección y Vigilancia (108)
Plana mayor: capitán, José del Valle Augusto, 1 suboficial y 1 enlace.
Primera sección: 1 teniente, 1 sargento, 3 cabos y 33 milicianos.
Segunda sección: 1 teniente, 1 sargento, 3 cabos, 1 armero y 36 milicianos.
Tercera sección: 1 sargento, 3 cabos y 21 milicianos.
Segunda Compañía de Protección y Vigilancia (65)
Plana mayor: capitán, Valentín Lascurain Iribarren, 1 suboficial y 1 corneta.
Primera sección: 1 teniente, 1 sargento, 2 cabos y 15 milicianos.
Segunda sección: 1 teniente, 1 sargento, 1 cabo, 18 milicianos (4 educando).
Tercera sección: 1 teniente, 1 sargento, 2 cabos, 1 armero y 17 milicianos.
Primera Compañía de Zapadores Minadores (56)
Plana mayor: capitán, Andrés Romero Pérez, 1 suboficial, 2 enlaces y 1 corneta.
Primera sección: 1 teniente, 1 sargento, 4 cabos y 9 milicianos.
230 Saibigain, el monte de la sangre

Segunda sección: 1 teniente, 2 sargentos, 4 cabos y 8 milicianos.


Tercera sección: 1 teniente, 2 sargentos, 3 cabos y 15 milicianos.
Compañía de Ametralladoras (40)
Plana mayor: capitán, Vicente Bengoechea Larrayos, 1 suboficial y 1 enlace.
Primera sección: 1 teniente, 1 sargento, 1 cabo y 6 milicianos.
Segunda sección: 1 teniente, 1 sargento, 4 cabos y 22 milicianos.
Sección de Enlaces y Transmisiones (37)
1 teniente, 1 sargento, 4 cabos y 31 milicianos.
Segunda Compañía de Zapadores Minadores (22)
Plana mayor: capitán, Adrián Unibaso Zalbidea y 1 suboficial.
Primera sección: 1 teniente, 2 sargentos y 3 cabos.
Segunda sección: 1 teniente, 2 sargentos y 1 cabo.
Tercera sección: 1 teniente, 3 sargentos, 2 cabos, 1 armero y 3 milicianos.
Sección Dinamiteros (4)
1 teniente, 1 sargento y 2 cabos.
Sección de Morteros (23)
Plana mayor: capitán, Manuel Idígoras Bastarrica, 1 suboficial y 1 enlace.
Primera sección: 1 teniente, 1 sargento, 3 cabos y 15 milicianos.
Primera Compañía Disciplinaria (150)
Plana mayor: capitán, Elíseo Pancorbo Aréchaga, 1 suboficial, 1 cabo y 1 enlace.
Primera sección: 1 teniente, 1 sargento, 5 cabos y 30 milicianos.
Segunda sección: 1 teniente, 1 sargento, 1 enlace, 5 cabos y 28 milicianos.
Tercera sección: 1 teniente, 1 corneta, 5 cabos y 26 milicianos.
Cuarta sección: 1 teniente, 1 sargento, 1 corneta y 37 milicianos.
Segunda Compañía Disciplinaria (116)
Plana mayor: capitán, Pedro Gómez Nombela y 1 suboficial.
Primera sección: 1 sargento, 1 cabo, 17 milicianos y 19 arrestados.
Segunda sección: 1 sargento, 9 milicianos y 6 arrestados.
Tercera sección: 1 sargento, 2 cabos, 25 milicianos y 5 arrestados.
Cuarta sección: 15 milicianos y 12 arrestados.
Tercera Compañía Disciplinaria (238)
Plana mayor: capitán, Jesús Gracia Ortiz de Elguea, 1 suboficial y 1 enlace.
Primera sección: 1 suboficial, 1 sargento, 1 cabo, 42 milicianos y 3 arrestados.
Segunda sección: 2 sargentos, 2 cabos y 71 milicianos.
Tercera sección: 1 sargento, 1 cabo, 56 milicianos y 11 arrestados.
Cuarta sección: 3 sargentos, 1 cabo y 39 arrestados.
Banda de Música (32)
Capitán Director: Dionisio Borea Arias.
1 teniente subdirector, 1 suboficial, 6 músicos 1ª, 2 músicos 2ª y 21 músicos.
Guardia Permanente de Cuartel (43)
1 sargento, 3 cabos, 1 cabo cartero, 38 milicianos (1 educando).
Servicios Auxiliares (31)
3 suboficiales oficina, 4 oficina, 2 milicianos, 1 ordenanza oficina, 1 sargento intendencia,
1 miliciano intendencia, 1 sargento cocina, 2 cocina, 1 cabo, 1 miliciano peluquero, 1
sargento almacén y 13 choferes.
26. Moratinos era teniente de la 1ª Compañía de Protección y Vigilancia. Parece ser que se hizo
cargo del mando de la compañía en la operación del Saibigain.
27. Se desconoce a que monte o cota se refiere Amós Ruiz.
28. Ibarrola se refiere a este incidente en sus memorias:
<<Aunque había sido algo fortificado por una compañía de ingenieros que en la oscuridad
toman por guía el hilo del teléfono y se presentan ante el Regimiento de Zamora en San
Antonio de Urquiola alojado en barracones haciéndoles precipitarse monte abajo a nuestras
líneas>>.
29. Entrevista personal en 2001.
Saibigain, el monte de la sangre 231

30. Entrevista personal en 2001. Relación nominal de las bajas del Cuerpo Disciplinario de Euzkadi
el 14 de abril:
Muertos: Domingo Avila, Agripino Cazorro, Domingo Estala Caballero, Gerardo García, Félix
Hidalgo Santidrián, Adrián Juaristi, Pedro Páramo García y José Rial Duro. Total: 9 muertos.
Heridos: Ingresados en el Hospital de Izurza un total de 15 heridos (AGGCE, PS Santander,
Leg. 210, Expte. 10).
En el parte diario del Disciplinario del 18 de abril (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44) se
reflejan 65 heridos, 12 muertos y 28 desaparecidos. La mayor parte de estas bajas fueron
causadas por el ataque sobre el Saibigain.
31. Relación nominal de las bajas del batallón Arana Goiri el 14 de abril en Saibigain:
Muertos: Satur Atxa, Eduardo Astondo, Lorenzo Barinaga, Felipe Bediaga, Luis Bertol, Fermín
Bilbao Bilbao, Julián Bilbao Loroño, Luis Chacartegui, Vicente Damen, Manuel Domingo,
Francisco Echave Landaburu, Bonifacio Echebarría Jáuregui, Luis Echevarría Orueta, Ignacio
Fernández Arroyabe, Francisco Gabiña Rueda, Jesús Gallastegui Tellería, Rafael Gastañaga,
Martín Gurtubay, Pedro Ibarzábal, Casimiro Largoitia, Vicente Lasuen, Ramón Lecumberri,
Pedro Lizarralde Larrañaga, Julián Mendiola, Manuel Ochoa Labaitx, Valentín Olano,
Francisco Omar, Nicomedes Pomposo, Andrés Retolaza, José Tellechea, Manuel Torre Eurre,
Donato Ugarte, Vicente Unibaso Larizgoitia, Luis Undalu Unda, Jose Luis Uresandi, Luciano
Uriarte e Iñaki Urkiaga Belda. Total: 37 muertos. Sin duda faltan nombres en esta lista; León
Salaberría dio la cifra de 58 muertos (BELDARRAIN OLALDE. Opus cit. P. 138). Primi Abad
cita a un gudari de Basauri apellidado Arámburu. La mayor parte de los caídos en el combate
quedaron en el monte.
Heridos: ingresados en el Hospital de Izurza un total de 61 heridos (AGGCE, PS Santander,
Leg. 210, Expte. 10). A estos habría que sumar los evacuados a otros hospitales; nuevamente
Primi Abad hace referencia a este hecho en sus memorias:
<<A la mañana siguiente (16 de abril), en un camión grande habilitado para las evacuaciones
de heridos por Sanidad Militar, nos trasladaron al hospital de Sondika (desde Amorebieta). Al
tiempo de meternos en las respectivas camillas a la ambulancia, oí cómo un empleado del
hospital daba instrucciones en baja voz de la forma de colocarnos, diciendo que los más graves
colocasen en las camillas de abajo. Cual no sería mi sorpresa cuando a los dos que pusieron
en la parte de abajo, uno era yo y el otro, con el que no se equivocaron en cuanto a la
gravedad, era el teniente Omar, de Deusto (Francisco Omar). Este, al sacarnos de la
ambulancia en Sondika, oí que decían que estaba muerto, creo sinceramente que yo no lo
estuve en ningún momento>>.
En el Hospital de Izurza había ingresados más heridos procedentes del resto de las unidades del
sector: Garellano, 2 enfermos y 1 herido, UGT Nº 14, 2 enfermos, Guipúzcoa, 1 enfermo y 3
heridos, Zapadores, 2 heridos, Sanidad, 4 enfermos, Morteros, 1 enfermo, Gordexola, 2
enfermos, Asturias Nº 8, 4 enfermos y 2 heridos (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 10).
32. La sección estaba al mando del teniente Francisco de Urquijo.
33. Además de este, se registra otro movimiento de dos acémilas para el Arana Goiri (AGGCE, PS
Santander, Leg. 210, Expte. 11).
34. Preguntado Amós Ruiz sobre el particular, afirmó no recordar nada.
35. Relación nominal de bajas del 1º Batallón de Flandes n º 5:
Muertos: alférez Fidel del Corral, alférez Enrique Astigarraga, alférez Pablo Gralla, sargento
Domingo Marquínez, sargento Andrés Rituarco, sargento Martín Rodríguez, soldado Silvino
López. De un total de 25 muertos, la mayor parte quedaron para siempre en el Saibigain y no
han podido ser identificados por los autores.
Heridos: el alférez Jesús Dorronsoro Escarcia, los sargentos Gregorio Martínez Urarte y Santos
Argote Montoya, los cabos Saturnino González, Manuel Sáez de Navarrete, Marcos Ortiz de
Zárate y Juan Heredia Orroyave, y los soldados Francisco García Elejalde, Antonio Izquierdo
Aguado, Angel Pérez Fernández, Angel Díez García, Eugenio Barrutiabengoa, Saturnino
González, Luciano Ortiz Lejarazu, Isidro Ruiz Escudero, Gil Osuna Mateo, José Cuadrado
Fernández, Manuel López Fernández, Manuel Marinda, Domingo Imaz Urcelay, Eugenio
Martínez, Manuel Rodel López, Jesús López Pérez, Elíseo Orive, Gil Ramírez Gauna,
232 Saibigain, el monte de la sangre

Constancio Villanueva Fernández, Alfonso Díaz Fernández. Total: 27 heridos ingresados en los
hospitales de Vitoria (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68).
36. Diario de guerra de un soldado del Flandes nº 5. Fuente citada.
37. AGM de Avila / A.10, L.461, Cp.10, D.1, S.15.
38. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.10, D.1, S.25
39. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.3. Diario de operaciones de la 1ª Brigada de
Navarra. Se puede deducir que unidades fueron enviadas a reforzar el sector por los ingresos
que se produjeron en los hospitales de Vitoria el día 14 de abril:
3º Batallón de San Marcial nº 22: el sargento Jaime Iglesias Alvariño y los soldados Adolfo
Carrete Rodríguez, Luis Uceda Sanz, Andrés Ares Segueiro, Eusebio Morán Esteban, Manuel
Balbón López, Julio Gil Delaorra, José Castro Freire, Antonio Rodríguez Constante.
Requetés: los sargentos Domingo Presa y Benigno Echarri Azcárate y los requetés Narciso
Ugarte Mugueta, Sebastián Olateaga Libai, Jesús Aizcorde Mutilba, Esteban Luziriaga Pérez,
Juan Santesteban Etulain, Juan Zabaleta Testán, Juan Juan López, Manuel Pérez Asensio, Pedro
Echevarría Esparto, José Miguel Labayen Urquiola y Francisco Bariain Zapata.
Ingenieros: los soldados Francisco San Juan Castillo y Felipe Izquierdo García.
América 23: el cabo Aniceto Blanco Elizalde y los soldados Juan Sarasate Arraiza y Jesús
Lamas Dorneño. Total: 26 heridos (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68)

15 de abril. La pérdida definitiva


1. De las memorias citadas de un gudari del Arana Goiri (Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca
de la UPV):
<<A las 3 de la madrugada, los restos del bon. son relevados por los bons. Garellano y
Salsamendi; antes del amanecer, se consigue que los hombres útiles que quedan del bon. se
alojen en los caseríos de Mañaria de donde partieron; momentos después de su llegada a estos
caseríos, el jefe del Sector de Urkiola indica que el bon. esté dispuesto para subir nuevamente
al Saibigain al anochecer, pero al fín se consigue que desista de ello y se da la orden de
trasladar al bon. a Durango al alojamiento que ocupaba el Salsamendi. Al fin esta orden es
también rectificada y el bon. es trasladado al cuartel de Lerchundi de Bilbao>>.
No es posible que el Salsamendi y el Garellano relevaran al Arana Goiri a las 03:00 porque aún
no habían llegado al Saibigain. La reacción de Ibarrola, sin duda motivada por su enfado, es
muy significativa.
2. En manifestaciones realizadas a la Sección de Información de la 3ª Brigada de Navarra por
Ignacio Epelde Larrañaga, miliciano del batallón Rebelión de la Sal arrestado en el Cuerpo
Disciplinario y evadido del Saibigain el 15 de abril, este afirmó que en el ataque al Sabigain
<<los jefes les obligaban pistola en mano a continuar adelante>> (AGM de Ávila / A.44, L.5,
Cp.11, D.1, S.25).
3. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 12.
4. En manifestaciones realizadas a la Sección de Información de la 3ª Brigada por Aniceto Rojo
Arnaiz, soldado del batallón Garellano evadido del Saibigain el 15 de abril, este afirmó que
<<enseguida de llegar a la posición y aprovechando un momento de desconcierto (en el
momento de comenzar el contraataque nacional) se fugó>> (AGM de Ávila / A.44, L.5, Cp.11,
D.1, S.16). Queda, por lo tanto, claro que cuando los milicianos del Torrijos se cruzaron con lo
soldados del Garellano estos estaban llegando a la posición.
5. Ver nota 15 en el capítulo Ofensiva sobre Vizcaya y 14 del capítulo anterior.
6. Los autores han hallado los interrogatorios realizados a nueve soldados del Garellano evadidos
del Saibigain el día 15 de abril: Victorio Valverde Larrabeitia, José Vicuña Palacio, Moisés
Velles González, José Luis Villanueva Pellado, Alejandro Pelletier Román, Aniceto Rojo
Arnaiz, Julián Izaguirre Izaguirre, José María García Onandía y Martín Fernández de Villarán
Iturralde (AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.11); probablemente fueron bastantes más. Sobre este
particular, Pedro Gómez Aparicio escribió en el Diario Vasco del 17-4-1937:
<<Los soldados de Garellano se pasan en grupo a nuestras filas. Llegan más huidos del campo
rojo. Ha continuado hoy el paso de evadidos del campo rojo. Llama la atención entre estas
Saibigain, el monte de la sangre 233

deserciones la de un grupo de soldados de Garellano, de guarnición en Bilbao, que no podían


disimular su inmenso júbilo al verse libres y compartiendo con nuestros bravos defensores las
delicias que ofrece en el campo un día de pleno descanso.
Ha llamado su atención de un modo preferente el pan que nuestros soldados comen. Al verlo se
quedaron impresionados, comiéndose varios ceneques como si fueran el mejor manjar. Todo lo
demás no les importaba. Acostumbrados a lo que les daban en el otro bando, les parecía el
descubrimiento de algo exquisito>>.
En este sentido se expresaba a la Sección de Información de la 3ª Brigada uno de los evadidos
del Garellano:
<<En el cuartel de Basurto se comía: desayuno Café negro sin azucar; comida garbanzos con
arroz y a veces un segundo plato de pescado; cena arroz. Era tan deficiente la comida allí que
hubo grandes protestas de los soldados, lo que dio motivo al coronel Vidal para trasladarlos a
Amorebieta donde comíamos algo mejor dándoles además una ración de vino. Como
consecuencia de la mala comida dada, el coronel Vidal hizo gestiones cerca del Gobierno de
Euzkadi para que se les mejorase el rancho, llegando a contestarsele que para soldados
emboscados era bastante>>.
7. HERRERA ALONSO, Emilio. Opus cit. P. 83. En el Saibigain quedó la 3ª Compañía hasta las
13:00 en que fue relevada. Las bajas del tercio fueron un sargento y dos requetés muertos y 14
heridos. Relación nominal de las bajas del Requeté registradas en los hospitales de Vitoria el
día 15 de abril:
Heridos: además de los referenciados en la nota 39 del capítulo anterior, el teniente Valentín
Arburu Echagüe y los requetés Alfonso Dufur y Lorenzo Echalecu. Solo estos dos últimos
aparecen registrados como pertenecientes al tercio de Navarra.
Muerto: Antonio Eraso Urra (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68).
8. El capitán Sebastián Arias Oñatibia y los milicianos Martín Ugalde Caña, Juan Lazarguren
Urquidi y Gervasio Ortega Pérez.
9. Relación de heridos del batallón Esteban Salsamendi pertenecientes al PCE. Todos ellos lo
fueron en el Saibigain aunque vayan apareciendo en los días siguientes:
16 de abril de 1937. 2 heridos.
José María Martínez Unanue, cabo de la sección de enlaces y Rafael Fernández Agapito,
miliciano (no pone compañía, es de los nuevos incorporados).
17 de abril de 1937. 17 heridos.
2ª Compañía:
Fernando López Gutiérrez, Gabriel Blanco Arenas (sargento), Nicolás Gil Bilbao, Julio
Apezteguía Pisón, José Méndez Basurto, Santiago Rodríguez Conesa, Aureliano Peciña Ortiz
(sargento), Eusebio Riobello López, Basilio Rojo Zuazo, Bonifacio Alonso Colodón, Paulino
Garnica González, Jesús San María Fernández, Juan Ruiz Antón y Antonio Piñeiro Rodríguez.
Enlaces:
Julio Basante Guridi y Francisco Álvarez Díaz.
1ª Compañía:
Miguel Sánchez Escudero, cabo.
3ª Compañía:
Máximo García de la Torre, sargento.
18 de abril de 1937. 32 heridos.
1ª Compañía:
Saturnino Triguero Sobrevilla, Leonardo San Martín Longuena, Manuel Anta Espino, Eduardo
Gómez Modrego (cabo), Víctor Romanco Tabuenca, Tomás González Chico, José Gascón
Ramos, José Casamayor Forcen, José Fernández Rodríguez, Valentín López Pérez, Juan Varela
Costas, Demetrio López del Toro, Pedro Ibáñez Beltrán, Pablo Vergara Ochoa, Raimundo
Erquicia Lecube, Julio Ortega Huarte y Félix Hernández Sainz.
2ª Compañía:
Antonio Fernández Fernández, Alejandro Echalecu Uriarte, Arturo Triguero Sobrevilla, Julián
Echevarría Garay, Francisco Pérez García, Honorato Morras Alonso (cabo), Antonio Laucirica
234 Saibigain, el monte de la sangre

Bilbao, José Gutiérrez Bastida, Ricardo Molinedo Gómez, Ramón Laliñas Pereda y José
Echarri Casado (teniente).
3ª Compañía:
Pascual Sainz Sainz, Luis Ortiz Lañosa y Félix Mella Lenalde.
Enlaces:
Francisco Álvarez Cid (AGGCE, PS Santander “A”).
10. El único abrigo lo constituían las insignificantes trincheras que fueron cavadas apresuradamente
para la defensa del Saibigain del día 6 y los abundantes hoyos de las explosiones.
11. <<Telegrama oficial del general jefe Brigadas Navarra en Vitoria a general jefe Ejército Norte
en plaza.
Intenso ataque iniciado tarde ayer por enemigo contra posiciones entre Urquiola y Barazar, se
acentuó al anochecer contra posición Sebigan que ante superioridad numérica y certero fuego
artillería fue evacuada. Stop. Anochecer hoy Brigada Coronel García Valiño previa intensa y
eficaz preparación artillera, la ocupó de nuevo, infligiendo duro castigo al enemigo cogiéndole
setenta muertos entre ellos el jefe de uno de los batallones rojos, un capitán y un oficial, ocho
prisioneros, habiéndose pasado a nuestras filas quince milicianos la mayor parte con
armamento. Stop. Se tiene noticias que el batallón Arana Goiri que intervino en el ataque al
Sebigan ha tenido que ser retirado a Bilbao con 250 bajas. Stop. Intenso cañoneo enemigo en
sectores Vergara-Mondragón causando 5 muertos y 39 heridos de población civil y 2 muertos y
10 heridos de tropa. Stop. Hoy ha sido derribado en Villarreal un aparato de caza enemigo>>
(AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.10, D.1, S.26).
Los milicianos evadidos son principalmente del Garellano, además de algunos sueltos del
Disciplinario y Zapadores; quizás haya alguno del Salsamendi. El hecho de capturar ocho
prisioneros demuestra que una pequeña parte de los defensores aguantaron el asalto y fueron
allí cogidos. Entre estos estaba José Mª Aspiazu, secretario del Gob. de Euzkadi en el exilio.
12. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.3
13. AGM de Ávila / A.44, L.8, Cp.14
14. El objetivo de este mortero era una batería enemiga de 75 mm. (Diario de guerra de un soldado
del Flandes nº 5. Fuente citada).
15. <<Novedades del día:
Hombres útiles de que disponen: 500
Bajas por enfermedad: 1
Bajas por heridas: 1
Cómo han sido avituallados: normalmente
Estado moral de la tropa: bueno
Operaciones en que han intervenido durante el día: ninguna
Número y clase de las armas: 403 fusiles calibre 7,92 y 5 ametralladoras LEWIS
Cómo se encuentran las fortificaciones: en preparación
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: Peñas de Otxa
Enlaces que tiene el batallón entre sus compañeros o secciones y con las fuerzas vecinas:
normales
De qué clase son estos enlaces: los propios del batallón>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174,
Expte. 44)
16. <<Novedades del día:
Hombres disponibles: 399
Armamento: 314 fusiles, 74 pistolas, 7 fusiles ametralladoras y 4 ametralladoras.
La fuerza se halla sin novedad cubriendo las posiciones indicadas por la Jefatura de este
sector de Urquiola.
El Comandante: Gonzalo Laredo>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 5).
17. <<Parte diario al Sr. Jefe del Sector de Urkiola:
Sin novedad en las posiciones que ocupa el bon. de mi mando en el sector de Urkiola; ligero
tiroteo de fusil del que resultaron heridos dos gudaris, sin revestir gravedad.
Los hombres útiles de que dispone el bon. es de 467 con los dos heridos del día de hoy y tres
enfermos. La moral es excelente.
Saibigain, el monte de la sangre 235

El armamento de que disponemos es el siguiente: 450 fusiles marca LEVEL de 8 m/m.


Queda a sus órdenes. El Comandante Luis Urcullu>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210,
Expte. 6).
18. <<Como consecuencia de la operación efectuada por este bon. en el día de ayer, hoy ha sido
recogido por fuerzas del mismo, el prisionero Julián Aldanondo Ureta de Idiazabal
(Gipuzkoa), de 22 años de edad, el cual pertenece a la 3ª cía. del Bon. Flandes y que lo
ponemos a su disposición.
Milicias Vascas. Batallón Arana Goiri. Del Comandante Intendente al Sr. Jefe del Sector de
Mañaria.
El Comandante Intendente, Asensio de Uria>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 12).
19. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 8.
20. Memorias de Gabino Artolozaga. Documento citado (Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de
la UPV).
21. MAIER, Klaus A. Opus cit. P. 112.
22. Pensamiento Navarro del 16-4-1937. El Chato del infortunado José Rodriguez de la Cueva fue
derribado sobre Villarreal y cayó en las cercanías del antiguo depósito de aguas, en las faldas
del monte Albertia (testimonio de José Sáez de Viteri a Josu Mirena Aguirregabiria). Es
probable que los cazas, que llavaban bombas según el diario navarro, cumplieran alguna misión
de bombardeo de las posiciones de las Brigadas de Navarra en el sector cuando fueron atacados
por los cazas insurgentes. Esto debió suceder entre las 10:00 y las 10:30 horas de la mañana.
23. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 12.

Después de los combates


1. <<La Brigada hace una marcha a Ambotaste, regresando a Olaeta sin poder operar a causa
del temporal de niebla y lluvia>> (AGM de Avila / A.10, L..457, Cp.20, D.1, S.3).
2. El día 16 de abril el Estado de fuerza y situación del subsector era el siguiente:
Cuartel General en Ochandiano (coronel Cayuela).
Zona Barazar (Comandante Muñoz Valcárcel).
Abaroa, Abarocorta y Barazar (3 cías y 1de f.a. del bon. San Quintín).
Altún (4º Bon. de Bailén).
Zubizabal –reserva– (bon. de las Navas y 1 cía bon. San Quintín).
Zona Zumelza (Comandante Martínez).
Zumelza (3º Bon. de Bailén).
Basaguren (2 cías bon. de La Victoria).
Zona Urquiola (teniente coronel Díez de la Lastra).
Saibigain (1 cías y 1 de f.a. del tercio de Oriamendi).
Saibichiqui (2 cías y 1 de f.a. bon. La Victoria).
Urquiola (1º Bon. de Flandes).
Urquiolamendi (3 cías y 1 de f.a. del 5º Bon. América)
Ochandiano (Reservas).
3º Bon. de San Marcial (AGM de Avila / A:47, L.8, Cp.3, D.1, S.18).
3. <<Telegrama oficial del general jefe de las Brigadas de Navarra en Vitoria al general jefe del
Ejército del Norte en plaza:
Ha continuado día de hoy temporal de lluvia y nieblas que imposibilita movimiento tropas.
Stop. Actividad en los frentes se ha reducido a ligero fuego de cañón con alguna mayor
intensidad en zonas de Vergara y Urquiola>> (AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.10, D.1, S.27).
Diario Vasco de San Sebastián del 16-4-1937:
<<Al intentar los rojos reconquistar Sabigain, sufren un terrible correctivo. La reconquista
sería para ellos un éxito, no cabe duda, porque desde allí lograrían batir la carretera, que hoy
se halla expedita, y evitar de esa forma una maniobra fácil para el día en que nuestros mandos
decidan lanzarse sobre el poblado de Durango>>.
4. <<Nuestras fuerzas se han dedicado a la labor de fortificación en algunos puntos del alto de
Urquiola, donde el enemigo quiso en dos intentonas apoderarse de una posición estratégica sin
236 Saibigain, el monte de la sangre

lograrlo. La aviación apenas funcionó; había nubes que envolvían las crestas de los montes;
ningún servicio de interés pudieron prestar. Día de absoluta calma>> (Diario Vasco del 17-4-
1937).
5. ARTECHE, José. Opus cit. P. 95.
6. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 3.
7. <<Novedades del día:
Alojamiento de que disponen: Anterior
Cómo han sido avituallados: Bien
Operaciones en que han intervenido durante el día: Sin novedad. Insistimos en la necesidad de
fortificar las posiciones
Número y clase de las armas: Relación anterior
Cómo se encuentran las fortificaciones: Deficientes
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: las mismas anteriores
Enlaces que tiene el bon. entre sus compañías o secciones y con las fuerzas vecinas:
Telefónicos
De que clase son estos enlaces: idem
Hombres: 514 Enfermos: 1 Heridos: 3 Fallecidos: 0>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte.
44)
8. AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.11, D.1, S.45. Se trataba de Luis Belategui Bengoa, natural de
Aramayona de 23 años, que prestaba servicios auxiliares en el batallón.
9. AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44.
10. Se desconoce.
11. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.34.
12. Diario de guerra de un soldado del Flandes nº 5. Fuente citada.
13. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 3. Uno de los heridos, perteneciente al batallón Asturias nº
8, estaba grave.
14. <<Novedades del día:
Alojamiento de que disponen: caseríos y txabolas construidas por nuestros zapadores
Cómo han sido avituallados: bien
Operaciones en que han intervenido durante el día: han estado vigilantes en sus posiciones,
dedicando los ratos libres a trabajos de fortificación
Número y clase de las armas: relación anterior
Cómo se encuentran las fortificaciones: continúan mejorándose notablemente
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: las mismas de ayer
Enlaces que tiene el bon. entre sus compañeros o secciones y con las fuerzas vecinas:
telefónicos
De que clase son estos enlaces: ídem
Hombres: 514>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44).
15. <<Novedades del día:
Hombres útiles de que disponen: 386
Bajas por heridas: 83
Alojamiento de que disponen: Cuartel denominado Azaña
Cómo han sido avituallados: Normalmente
Estado moral de la tropa: Bueno
Operaciones en que ha intervenido durante el día: Dos escuadras (18 hombres) de protección
para el batallón Gordexola en la posición de Urquioleta. Una sección (40 hombres) con sus
enlaces y acemileros en servicio de protección para el bon. UGT Nº 14. El resto de la fuerza
(329 hombres) permanece en el cuartel.
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: dos escuadras en la posición de
Urquioleta. Una sección con sus correspondientes enlaces y acemileros en la posición Peñas
de Artzate.
Número y clase de las armas: 29 fusiles MAUSER, 197 fusiles LEVEL, 255 pistolas calibre 9
m/m largo, 33 revólveres, 12 ametralladoras COLT, 558 bombas de manos, 30000 cartuchos
Saibigain, el monte de la sangre 237

de 7,62 m/m, 16000 cartuchos calibre 8 m/m, 5000 cartuchos calibre 7 m/m y 300 cartuchos
calibre 9 m/m.
Observaciones: De las 12 ametralladoras que poseo, 4 se encuentran a falta de trípode. Ha
regresado nuevamente a este cuartel la expedición de 71 camaradas salida en el día de ayer a
Bilbao, con 24 horas de permiso>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44).
16. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 10.
17. AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.10. D.1, S.62. Se trataba de Vicente Bilbao Olea y Juan
Mardaras Torre.
18. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.35.
19. <<Novedades del día:
Hombres útiles de que dispone: 379
Bajas por heridas: 89
Alojamiento de que disponen: cuartel denominado Azaña
Cómo han sido avituallados: Normalmente
Estado moral de la tropa: Bueno
Operaciones en que han intervenido durante el día: Se efectúa el relevo de las máquinas ques e
encontraban en el frente de Mañaria, e inmediatamente se trasladan éstas al frente Dima-
Barazar con un total de 80 hombres, incluidos los enlaces y acemileros.
Posición que ocupan las distintas uniades del batallón: 80 hombres de la 4ª Compañía,
incluidos los correspondientes enlaces y acemileros, al mando del capitán de la misma, se
trasladan en el día de hoy al frente Dima-Barazar, complementando órdenes recibidas de esa
jefatura>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44). La 2ª Compañía del González Peña
estaba en Mañaria a disposición de la jefatura del sector.
20. <<Novedades del día:
Hombres útiles: 548
Enfermos: 20
Heridos: 21
Fallecidos: 11
Alojamiento de que disponen: Tres casetas de madera y cinco tiendas de campaña.
Cómo han sido avituallados: A falta de pantalones las compañías 2ª, 3ª y 4ª.
Estado moral de la tropa: Excelente
Enlaces que tiene el bon. entre sus compañías o secciones y con las fuerzas vecinas:
Telefónicos.
Observaciones: A las 20,30 horas del día de ayer salió la 2ª Cía. Con seis máquinas a relevar
al Batallón de Ametralladoras Nº 3 de la UGT. La 3ª Cía salió a la misma hora quedando en
Durango a disposición del Estado Mayor>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44).
21. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
22. <<Hay un herido casual del Batallón nº 25, transcurrió el día sin actividad bélica, las fuerzas
se dedican en las posiciones que ocupan a trabajos de fortificación>> (AGGCE, PS Gijón,
Leg. 83, Expte. 3).
23. AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44.
24. Fondo Beyris M, 1676 / 4-6. Irargi. Gobierno Vasco.
25. Rafael A. Permuy, profundo conocedor de las vicisitudes de la Aviación gubernamental, contó
a los autores como, a falta de lanzabombas, hubo que improvisar un sistema con unas anillas.
26. ARTECHE, José. Opus cit. P. 97.

Artillería del Cuerpo de Ejército de Euzkadi


1. AGM de Avila / A.44, L.7, Cp.98, D.1, S.3.
2. AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.11, D.1, S.9.
3. El puesto de mando de la 3ª Brigada de Navarra recibió fuego de los obuses de 155 mm. (AGM
de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.19). En cuanto a los cañones de 127 mm., Von
Richthofen anotó el día 1 de abril en su diario:
238 Saibigain, el monte de la sangre

<<De repente viene un muy desagradable fuego del 12,9. ¡La batería se deja ver en
Ochandiano y es acallada con la DCA y A/88!>> (MAIER, Klaus A. Opus cit. P. 100).
4. AGUIRRE LEKUBE, Jose Antonio. Opus cit. P. 343. Informe del teniente coronel Manuel
Arredondo Santamaría, inspector general de artillería del Ejército del Norte, a fecha 8-4-1937.
5. AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.10, D.1, S.62. Manifestaciones a la Sección de Información del
subsector Barazar-Urquiola de Vicente Bilbao Olea, artillero del 3º Regimiento de Artillería
Ligera de Euzkadi, evadido el 17-4-1937 de Axpe-Marzana.
6. Los datos de la batería de Eizaguirre los aporta Pablo Beldarrain (BELDARRAIN OLALDE,
Pablo. Opus cit. P. 116) y han servido a los autores para completar la información del evadido
de la nota anterior.
7. BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 119.
8. El 3º Regimiento de Artillería Ligera no tenía, o al menos no consta en su nómina, ningún
oficial si exceptuamos al médico y al capitán de guerra química, por lo que necesitaba
imperiosamente la incorporación de los nuevos oficiales de artillería (AGGCE, PS Santander,
L. Nómina de la primera quincena de abril de 1937). No se ha podido averiguar cual de los dos
hermanos Eizaguirre, que cursaban estudios en la sección de artillería de la Escuela Militar de
Euzkadi, es el que cita Beldarrain; sus nombres eran José J. y José Antonio Eizaguirre Arregui
(Diario Oficial del País Vasco del 4-2-1937).
9. AGHA, 9114, 301.
10. AGHA, 9114, 307.
11. VIGON SUERODIAZ, Jorge. Cuadernos de guerra y notas de paz. Instituto de Estudios
Asturianos, Oviedo, 1970, p. 121.
12. HERRERA ALONSO, Emilio. Opus cit. P. 81.
13. ARTECHE, José. Opus cit. P. 93.
14. La campaña de Guipúzcoa y Vizcaya según los Archivos de la Guerra de Liberación, p. 29
(Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV).
15. Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV. En un documento del servicio de
recuperacion de las Brigadas de Navarra fechado el 25-4-1937 donde se da cuenta del material
capturado en Alava (AGM de Avila / A.44, L.10, Cp.30, D.1, S.4) aparecen tres cañones de 75
mm. Krupp Ansaldo, dos cañones con marcajes <<Krupp 7,44 Fried>> (75 mm.) y un cañón
ruso modelo 1916 cuyo calibre, que no especifica, era de 76,2 mm. En otro documento fechado
el 29-4-1937 en el que se referencia todo el material capturado al C.E. de Euzkadi desde el
inicio de la ofensiva (AGM de Avila / A.44, L.10, Cp.30, D.1, S.19) se documentan, además de
todas estas piezas, otro cañón Krupp de 75 mm y otro cañón Krupp Ansaldo. La suma da un
total de cuatro cañones Krupp Ansaldo de 75 mm., tres cañones Krupp de 75 mm., y un cañón
ruso de 76,2 mm.. Sabiendo que los cañones de este último calibre capturados por el 1º Batallón
de Flandes nº 5 en el Albertia fueron dos, las cifras totales coinciden con las aportadas en el
informe de Urgoitia.
16. AGHA, 9114, 260. El resultado de esta misión se puede leer en el parte de operaciones del día
10 de abril:
<<A las 11,35 y regresando a las 12,15 salieron dos aviones del 2-G-10 para hacer un
reconocimiento en el sector Urquioleta-Mañaria con el fin de localizar una batería enemiga
que hostiliza nuestras posiciones de dicho sector, no pudiendo conseguirlo por no haber hecho
disparos dicha batería durante el tiempo de reconocimiento>> (AGHA, 9114, 256).
La artillería vasca encontró durante esos días un aliado en el mal tiempo, que limitó e incluso
impidió los vuelos, y así el día 15 todavía no habían localizado los cañones que había en
Mañaria, como refleja el parte de operaciones de esa jornada:
<<En cumplimiento de Orden del Estado Mayor salió a las 10,15 la escuadrilla 1-E-15 al
sector norte del Sebigan a fin de localizar una batería enemiga y observar la actividad del
mismo en las proximidades de Mañaria, la escuadrilla regresó a las 10,50 sin haber podido
hacer un reconocimiento detenido por impedirlo el mal tiempo y bombardeando el monte
Escubara, en donde la información señalaba la batería citada y la carretera a Mañaria>>
(AGHA, 9114, 253).
Saibigain, el monte de la sangre 239

17. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1. La 2º Brigada asturiana trajo 2 piezas del 10,5 y 4 del 77;
estas últimas eran del tipo C96 nA o corto pues en la Orden general del Cuerpo de Ejército I
(Euzkadi) del 14-6-1937 aparecen <<4 piezas de 7,7 corto expedicionarias de Asturias>>
(BEURKO, Sancho de. El Ejército Vasco en la guerra civil. Luis Haramburu editor, Bilbao,
1981, p. 162).
18. La presencia de obuses de este tipo en Vizcaya está recogida, entre otros documentos, en las
memorias de Casiano Guerricaechevarría y en el informe de Urgoitia. Que este material fue
descargado en Asturias aparece reflejado en un documento del teniente coronel Manuel
Arredondo, inspector general de artillería del Ejército del Norte:
<<Piezas de artillería que prestan servicio eventualmente en los distintos cuerpos de Ejército:
Hay en Asturias de lo llegado últimamente en el v/SCOTIA, 3 piezas Krupp de 105
C. G., 14 abril 1937>> (AGUIRRE LEKUBE, Jose Antonio. Opus cit. P. 345).
A pesar de lo que afirma Arredondo, estas piezas del Scotia tienen que ser las tres del grupo B
que aparecen en la Orden General del 11 de abril, pues antes de la llegada de este material y de
las Schneider de Antoñanzas el Ejército vasco solo tenía dos piezas de 105 mm. (las dos
Vickers del 11 Ligero capturadas en Elosu en diciembre). Por otra parte, ya no llegarían más
obuses Krupp de 105 mm. Mod. 16 al Norte hasta el día 30 de abril (vapor Reyna), demasiado
tarde para intervenir en las operaciones.
19. Ver el capítulo 11 de abril. La Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi.
20. Dos Saint Chamond en Lequeitio, dos Saint Chamond en Elgueta, dos Krupp en Elgueta y unos
ocho cañones japoneses de montaña distribuidos por los diferentes frentes. Estos últimos,
conocidos por los vascos como cabras (saltaban literalmente al hacer fuego), eran de nula
eficacia ya que, debido a su montaje rígido, no tenían ninguna estabilidad de tiro y no podían
hacer más de dos disparos por minuto (AGUIRRE LEKUBE, Jose Antonio. Opus cit. P. 341).
Las dos Krupp de Elgueta, que los artilleros llamaban mataperros, procedían, al igual que las
Saint Chamond, del material que tenía destacado en los fuertes guipuzcoanos el Regimiento de
Artillería Pesada nº 3 al inicio de la sublevación militar y eran piezas muy antiguas e ineficaces.
21. La prueba de que había cañones muy cerca de la 1ª línea está en que los morteros del Flandes
concentraron sus esfuerzos en batirlos, cosa que no podían hacer con las piezas emplazadas más
abajo, a la entrada de Mañaria. Ver nota 14 en el capítulo dedicado al día 15 de abril.
22. Diferentes manifestaciones de evadidos del sector de Urquiola-Mañaria entre los días 15 y 20
de abril de 1937 (AGM de Avila / A. 44, L.5, Cp. 11) situan los cañones en una posición al sur
de la iglesia de Mañaria y a unos 20-30 m. al Este de la carretera de subida al puerto, lo que
parece coincidir con el lugar conocido como Artzubi o Artzubixe, cerca del puente que,
cruzando el río Mañaria, lleva al barrio de Urculeta.
23. Manifestaciones del evadido Vicente Bilbao Olea, documento citado. Según estas, el teniente
Ponciano Fernández había sido cabo antes de la guerra.
24. Ver el testimonio de Primitivo Abad en el capítulo dedicado al día 14 de abril.
25. BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 138. Beldarrain cita 1 muerto y 14 heridos. Los
cañones de 105/28 de la artillería de las Brigadas de Navarra hicieron fuego de contrabatería
sobre las piezas de Mañaria los días 16 y 17 de abril. Para saber más se remite al lector al
capítulo dedicado a la Artillería de las Brigadas de Navarra.
26. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 2.
27. BEURKO, Sancho de. Opus cit. P. 145.
28. AGUIRRE LEKUBE, Jose Antonio. Opus cit. P. 338.

Artillería de las Brigadas de Navarra


1. AGM de Avila / A.7, L.368, Cp.11, D.1, S.3.
2. VIGON SUERODIAZ, Jorge. Opus cit. P. 121.
3. Para la identificación de las baterías de los grupos del comandante Vigón y del comandante
Falconi se ha utilizado un documento sobre la situación de fuerza de la Comandancia Principal
de Artillería de las Brigadas de Navarra fechado el día 30 de abril (AGM de Avila / A.44, L.8,
240 Saibigain, el monte de la sangre

Cp.17, D.1, S.1 y 3). La consulta de este documento ha sido determinante en la identificación
del resto de las baterías y de sus mandos.
4. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.5, D.1, S.13.
5. MAIER, Klaus. Opus cit. P. 53. El cañón antiaéreo de 88 mm. era una pieza moderna dotada de
una dirección de tiro tal que le convertía en un arma muy precisa y temible. Algunos autores
han coincidido en señalar que el uso de estas piezas en combate contra posiciones terrestres se
produjo por primera vez aquí, lo que acentúa aún más –si cabe– el carácter experimental de los
modernos medios de combate alemanes en la Guerra Civil Española.
6. Ibídem. P. 107.
7. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.27.
8. AGM de Avila / A.7, L.368, Cp.48, D.1, S.16 y 21.
9. En el capítulo dedicado al día 12 de abril hay una fotografía en la que aparece una de estas
piezas emplazada en el mismo puerto de Urquiola.
10. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.28.
11. Para documentar el potencial artillero del subsector Barazar-Urquiola se han usado dos
documentos fechados el 16 y el 17-4-1937 (AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.3, D.1, S.11 y 18).
12. Reorganización del Regimiento de Artillería Pesada nº 3. San Sebastián, 1939, p. 132 y 141.
13. Se remite al lector al capítulo dedicado al día 12 de abril de 1937.
14. MAIER, Klaus. Opus cit. P. 111.
15. Se refieren los autores a los muertos reales que tuvieron los asturianos (notas 11 y 12 del
capítulo dedicado al día 13 de abril) y no los que exageradamente reflejó Von Richthofen en su
diario.
16. Reorganización del Regimiento de Artillería Pesada nº 3. Opus cit. P. 132 y 142. La 13ª Batería
tenía sólo tres piezas útiles pues se le averió una.
17. Se remite al lector al capítulo dedicado al día 15 de abril.
18. Información de Artemio Mortera Pérez, profundo conocedor de las vicisitudes del material
artillero usado por ambos bandos durante la Guerra Civil Española.
19. MAIER, Klaus. Opus cit. P. 111.
20. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.3, D.1, S.18.
21. AGM de Avila / A.7, L.368, Cp.48, D.4, S.25. Orden General de Operaciones nº2 del 10-4-
1937 de las brigadas de Navarra.

Carros de combate vascos en el frente de Alava en los primeros compases de la


ofensiva sobre Vizcaya
1. Nómina del Batallón Mixto de Autos Blindados y Carros de Asalto de Euzkadi correspondiente
a la segunda quincena del mes de marzo de 1937 (FSA. AN. GE 42/3).
2. Peso: 7 toneladas. Motor de 50 CV., cuatro tripulantes. Armamento: un cañón de 37 o 45
mm.,dos ametralladoras cal. 7,62 Russian.
3. STEER, George L. El árbol de Guernica. Ediciones Gudari, 1963, p. 74.
4. Ver página 16.
5. Orden del día 4-4-1937 para la 1ª Sección de la 1ª Cía. de Carros de Combate. Documento del
Batallón de Carros de Asalto (Orugas) de Euzkadi (Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la
UPV).
6. <<1ª COMPAÑÍA REFERENCIA: ORGANIZACIÓN [...] El personal suplente, entretanto no se
le asigne plaza en dotación indicada, ayudará indistintamente al personal efectivo en todas
aquellas labores necesarias a realizar tanto en reparaciones mecánicas, como de limpieza y
operaciones propias e inmediatas del transporte de los carros, siendo su misión en campaña,
mientras no sea preciso cubrir baja alguna, la de peatones para enlace>> (Archivo Sancho de
Beurko. Biblioteca de la UPV).
7. MORTERA PEREZ, Artemio: El carro de combate Trubia 1925-1939. Ediciones Quirón.
Valladolid, 1995. En esta interesante obra se explican con todo detalle las características de los
carros construidos en la Constructora Naval de Sestao (Vizcaya) y el contencioso generado por
bautizar al oruga que, gracias a un compromiso entre las partes, pasó a denominarse Trubia
Saibigain, el monte de la sangre 241

construido en la Constructora Naval o Trubia Naval. Se trataba del carro proyectado en Trubia
(Asturias) modelo L.A. nº 1 que allí no pudo realizarse. Las características aproximadas de los
Trubia vascos eran: longitud 3,55 ms. Anchura 1,70 ms. Altura 1,85 ms. Peso 5,5 tm. Motor
MAN de 6 cilindros de aceite pesado. Armamento: 2 ametralladoras.
8. El T-26B era un carro de combate soviético basado en el británico Vickers 6 Tons modelo B.
Fruto de una evolución en la que el modelo inicial había sufrido sustanciales modificaciones, el
T-26B tenía una torreta cilíndrica de pequeño tamaño (si lo comparamos con su predecesor el
T-26B-1) y un cañón de 45 mm. Su blindaje iba de 7 a 16 mm. (de 6 a 15 según otros autores) y
su motor de 90 CV le permitía subir pendientes de hasta el 40% y desarrollar en carretera una
velocidad máx. de 30 km/h. a pesar de sus 9.400 kgs. Tenía una tripulación de 3 hombres. Su
armamento se completaba con 1 o 2 ametralladoras. Este carro y el BT-5 fueron los mejores de
los usados durante la Guerra Civil Española.
9. Nómina del Batallón de Carros de Asalto (orugas) correspondiente a la primera quincena del
mes de abril de 1937 (FSA. AN. GE 42/3).
10. Tiempo después, el teniente Jesús Pérez Grueso se hizo cargo de la unidad al pasarse al
enemigo el comandante Carlos Tenorio Cabanillas y otros oficiales de la unidad. Carlos
Tenorio procedía de la Guardia Civil (OLAZABAL AGUINAGALDE, José Ramón. Opus cit.
P. 198).
11. <<1ª Compañía de carros de Combate. 1ª Sección>> (Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de
la UPV).
12. Registro Central de Fallecidos en Campaña (Archivo Histórico Provincial de Vizcaya). Además
de estos, el día 7 de abril se registró la muerte en Urquiola de Ildefonso Ayestarán Galparsoro
de <<carros de asalto>>.
13. VIGON SUERODIAZ, Jorge. Opus cit. P. 121. Sobre este particular Beldarrain escribió que
<<al atardecer, un par de tanques propios destacados en Urkiola dieron un golpe de mano
sobre una concentración enemiga en la carretera a la altura del monte Urieta, llegando a
disparar sus armas el que iba por delante, con un cañón de 4,5 y dos ametralladoras>>
(BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 121).
14. Ver nota 17 en Ofensiva sobre Vizcaya.
15. Ver nota 21 en el capítulo dedicado al día 6 de abril.
16. <<Ya sobre las 8 de la mañana se ponían en movimiento tres carros oruga italianos, salidos de
la base de Urieta, en tanteo hacia Urkiola por carretera. Nuestros tanques, mejor armados,
fuerona ellos en terreno comprometido, para dejarlos fuera de combate y los servidores
ametrallados según abandonaban los carros>> (BELDARRAIN OLALDE, Pablo: Opus cit. P.
122). Se equivoca Beldarrain pues la 1ª Compañía de Carros de Combate –dotada con carros
alemanes y no italianos– no sufrió baja alguna en esta jornada (ver nota 21 en el capítulo
dedicado al día 6 de abril).
17. Informe del capitán de la 1ª Cía. de Carros de Combate al comandante Carlos Tenorio (Archivo
Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV).
18. <<A las 11 h. – Coronel Alonso a Coronel valiño. – Sobre carretera Zumelzu aparece un carro
y algunos blindados que hacen fuego sobre flanco y retaguardia tropas que envuelven cota
762. Suplico que si su batería puede batir dichos objetivos lo haga>> (AGM de Avila / A.44,
L.8, Cp.5, D.1, S.14). Este carro era sin duda el Trubia que fue enviado a Dima el día 4 de abril.
19. Ver nota 1 en el capítulo dedicado al día 8 de abril y nota 3 en el capítulo dedicado al día 9 de
abril.
20. Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV.
21. <<Cuando terminó la descarga de los tanques, como una docena de pequeños vehículos
desfilaron a lo largo del muelle, cual crías de Austín con coraza, también de fabricación rusa.
Eran sumamente pequeños y llevaban una ametralladora montada en una torreta de modelo
antiguo. Eran tan inútiles como de valor inestimable sus hermanos mayores y tras una prueba
fueron desarmados>> (STEER, George L. Opus cit. P. 45).
22. Nota del teniente Jesús Pérez Grueso a la Constructora Naval de Sestao fechada el 12-4-1937:
<<Averias para su reparación del tractor 4 cilindros de este batallón. Cambio y reparación del
embrague revisión de las cremalleras. Blindaje y reforma de la caja según verbalmente se
242 Saibigain, el monte de la sangre

indicara revisión de la instalacion eletrica de los faros y sus lamparas>> (Archivo Sancho de
Beurko. Biblioteca de la UPV).
23. CAYUELAS ROBLES, Ramón. Relatos inéditos de los submarinos republicanos C-5 y C-2 en
la Guerra Civil Española. Editorial Club Universitario, San Vicente (Alicante), 1999, p. 133.
Ramón Cayuelas tenía amistad con un sargento de esa unidad apellidado Maqueda, en cuyo FT-
17 estuvo muy poco tiempo de conductor. En una conversación telefónica con uno de los
autores recordó haber visto una docena de carros de combate Renault en Archanda (Bilbao).
24. Revista Gudari nº 1 (Reedición). Se desconoce el número de batallones que tuvo este
Regimiento; en Euzkadi al menos tuvo uno que aparece denominado como Batallón de
<<Carros de Combate>> en un documento del sector de Valmaseda fechado el 14-4-1937,
donde se identifican, por el armamento, nueve del tipo auto ametrallador cañón BA-6 y otros
tres llamados <<ligeros>> de los que solo se sabe que iban equipados con una ametralladora.
Estos 12 blindados pertenecían a las secciones 1ª y 2ª del batallón (FSA, AN, GE 16/8).
25. Informe del comandante del Batallón de Carros de Asalto (orugas), Carlos Tenorio, al jefe de la
1ª Sección del E.M. del Ejército de Euzkadi, fecha: 5-4-1937 (Archivo Sancho de Beurko.
Biblioteca de la UPV).
Saibigain, el monte de la sangre 243

INDICE ONOMASTICO

A Apoita Ibaibarriaga, Benito: 112, 117, 119, 120, 208,


Abad: 191. 228.
Abad Gorostiza, Primitivo: 89, 98, 100, 101, 102, 103, Apraiz Urotz, Sabino: 95, 189, 190.
104, 108, 112, 117, 156, 222, 223, 224, 226, 231, 239. Arambarri Gallastegui, Modesto (jefe operaciones
Abad Ruiz, Luis: 168, 170. C.E. Euzkadi): 59, 76, 77, 79, 95, 97, 98, 99, 143, 145,
Abando Zubizarreta, Carmelo: 200. 215.
Abásolo Aranaga, Jesús: 205. Arámburu [Koipetxu]: 117, 231.
Abril Besonero, Ceferino: 219. Arana Garayalde, Anacleto: 207.
Acedo Castañeda, José Mª: 161. Arana Goitia, Víctor: 125.
Acosta Escobar, Antonio: 228. Aransay, Juan Miguel: 216.
Acosta Escobar, José: 228. Arantzabal Azkazibar, José María: 114.
Aguayo, Germán: 15, 16. Arbeloa, Mateo: 135, 202.
Aguirre Igartza, Juan: 222. Arburu Echagüe, Valentín: 233.
Aguirre Lekube, José Antonio: 143, 144, 198, 212, Arco Gandasegui, Víctor: 227.
215, 238, 239. Areca Urtasun, Antonio: 215.
Aguirre Lekube, Tomás: 222. Arenaza Jáuregui, Juan: 168.
Aguirregabiria Parras, Josu Mirena: 219, 235. Arenillas, José Luis: 95.
Aizcorde Mutilba, Jesús: 232. Ares Segueiro, Andrés: 232.
Aizpuru Marestany, Gabriel: 48, 199. Aresti Bárcena, Domingo: 206.
Ajuria Báez, José Luis: 226. Arga Larrínaga, Lucio: 41.
Alangua Álvarez, Luis: 227. Argote Montoya, Santos: 231.
Alcorta Arcais, Francisco: 219. Arias Gil, Federico: 204.
Aldabe Ugalde, Juan: 207. Arias González, Saturnino: 120.
Aldanondo Ureta, Julián: 136, 137, 163, 235. Arias Oñatibia, Sebastián: 228, 233.
Allo: 208. Arizaleta, Abilio: 208.
Alonso Arsuaga, Víctor: 112, 117. Arizmendi, Félix: 128.
Alonso Colodón, Bonifacio: 233. Aróstegui Sánchez, Julio: 202.
Alonso García, Laureano: 219. Arráez Cerdá, Juan: 42, 43, 55, 201, 212.
Alonso Huerga, Emilio: 218. Arredondo Santamaría, Manuel: 156, 238, 239.
Alonso López, Francisco: 228. Arregui, Miguel: 223.
Alonso Vega, Camilo: 24, 59, 170, 198, 241. Arregui Jáuregui, Juan Martín: 168.
Álvarez, Víctor: 208. Arriaga Vergara, Miguel: 211.
Álvarez Álvarez, Gerardo: 218. Arroyo Jiménez, Elías: 217.
Álvarez Cid, Francisco: 234. Arruabarrena, José Ignacio: 125.
Álvarez Díaz, Francisco: 233. Arteche, José: 47, 49, 141, 145, 208, 236, 237, 238.
Álvarez Fernández, Javier: 218. Arteche Beobide, José María: 113, 114, 115, 222.
Álvarez González, José: 218. Artetxe Elexpe, Mikel: 15, 16.
Álvarez Menéndez, Avelino: 218. Artolozaga Unanue, Gabino: 14, 17, 18, 19, 20, 110,
Álvarez Morán, Amador: 218. 228, 235.
Álvarez Porceruelo, Miguel: 218. Ascarini: 138.
Álvarez Rodríguez, Delfín: 218. Aspiazu Iturricastillo, José María: 234.
Amadi Rivero, Manuel: 218. Astigarrabía Andonegui, Juan Domingo: 135.
Anguiano Araquistain, Rafael: 41, 202. Astigarraga, Enrique: 130, 231.
Ania Fernández, Artiel: 83. Astondo, Eduardo: 231.
Anso, Aurelio: 208. Atxa Berástegui, Marcos: 120, 121, 122.
Anta Espino, Manuel: 233. Atxa Berástegui, Saturnino: 119, 120, 121, 122, 128,
Antolínez Pedrosa, Jesús: 219. 222, 231.
Antoñanzas Gutiérrez, Mateo: 34, 45, 47, 49, 53, 60, Aurtenetxe Barandikoetxea, Manuel: 223.
61, 62, 69, 71, 83, 90, 93, 94, 102, 162, 163, 191, 206, Avila, Domingo: 231.
215, 217, 239. Ayestarán Galparsoro, Ildefonso: 209, 241.
Añón Valera, José: 219. Azkargorta López, Julio: 223.
Aos Abaurrea, Víctor: 208. Azpiri: 119, 120.
Apalategui Zurutuza, Bonifacio: 207, 208.
Apaolaza Egaña, Leonardo: 41 B
Apesteguía: 209 Babé: 95.
Apezteguía Pisón, Julio: 233 Bachiller, José María: 219.
244 Saibigain, el monte de la sangre

Balboa Boiga, Antonio: 219. Calvo Sierra, Eugenio: 218.


Balbón López, Manuel: 232. Camarasa, Marqués de: 210.
Barcáiztegui: 226. Campa González, Ceferino: 218.
Bariain Zapata, Francisco: 232. Campesino, el: v. González, Valentín.
Barinaga, Lorenzo: 231. Campo García, Delfín: 216.
Barrena Guezabal, Angel: 15. Cantero, Paternino: 88.
Barrenechea Uríbarri, Severin Kepa de: 205. Cantero Prieto, José Antonio: 218.
Barrenetxea Zamudio, Emilio: 120, 121. Cañizal del Arco, Isaías: 117.
Barrio Rodríguez, Domingo: 215. Carballo, David: 208.
Barrios Larrínaga, Evaristo: 119, 120, 121. Carnero Álvarez, Antonio: 219.
Barrutiabengoa, Eugenio: 231. Carrete Rodríguez, Adolfo: 232.
Basagoiti, Andrés: 110. Casamayor Forcén, José: 233.
Basante Guridi, Julio: 233. Castaño, Juan: 216.
Basauri, V. de: 61. Castillejos Pinillos, Antonio: 220.
Basterretxea Arandia, Luis: 170. Castro Freire, José: 232.
Bediaga Arámburu, Felipe [Gorrión]: 98, 99, 100, Cayuela, Pablo: 23, 141, 235.
101, 102, 103, 104, 111, 112, 113, 114, 115, 117, 118, Cayuelas Robles, Ramón: 173, 198, 242.
119, 121, 123, 124, 128, 133, 156, 182, 184, 186, 189, Cazorro, Agripino: 231.
194, 195, 221, 222, 223, 224, 231. Celaya, G.: 74.
Beiro Díez, José: 219. Celayeta Escalante, Martín: 229.
Belategui Bengoa, Luis: 236. Centeno Ruiz, Manuel: 229.
Beldarrain Olalde, Pablo: 10, 98, 151, 170, 200, 203, Cerradas Álvarez, Francisco: 219.
214, 221, 238, 239, 241. Cerro Palomo, Luis: 43.
Bengoa: 115. Chacartegui, Luis: 231.
Bengoechea Larrayos, Vicente: 230. Chávarri Chasco, Pedro: 208.
Berecibar Arabaolaza, Pedro: 167. Cía, Patrocinio: 202.
Berrizbeitia Velar, Segundo: 199. Cifuentes García, Francisco: 218.
Bertol Garrastazu, Luis: 231. Ciutat, Francisco: 192.
Bilbao Bilbao, Fermín: 111, 128, 222, 231. Ciganda, Carlos: 135, 202.
Bilbao Bilbao, Gaspar: 206. Chianese, Fulvio: 138.
Bilbao Bilbao, Juan: 206. Ciriza: 209.
Bilbao Loroño, Julián: 231. Coas Casas del Rey, Generoso: 219.
Bilbao Olea, Vicente: 237, 238, 239. Comas Borrás, Juan: 43.
Bilbao Yarto, Juan: 115, 118, 119, 121. Con Fuente, Amador: 218.
Bisbal Escribá, Eduardo: 120. Conde Pascua, Leonardo: 107, 211, 224, 231.
Blanco Arenas, Gabriel: 233. Contreras, José Luis: 202.
Blanco Arenas, José Ramón: 218. Coronel: 115.
Blanco Busto, José: 218. Corral, Fidel del: 130.
Blanco Elizalde, Aniceto: 232. Corte Tuero, Benigno: 218.
Blanco Jokano, Benito: 207. Corte Tuero, José: 218.
Blanco Lerma, Elías: 133. Corteguera Blanco, Jesús: 218.
Blanco Menéndez, Eulogio: 218. Cosgaya Urrestarazu, José: 220.
Blankenagel, August Wilhelm: 27. Costales Álvarez, Florentino: 218.
Blas, Juan Antonio de: 208, 214. Crespo Álvarez, Juan: 215.
Blasco Olaetxea, Carlos: 59, 112, 113, 208. Criado Arroyo, Claudio: 218.
Boliú: 163. Cruz, Mateo: 208.
Bombín, Juan Miguel: 36, 37. Cruzado Basáñez, Antonio: 228.
Borea Arias, Dionisio: 230. Cuadrado Fernández, José: 231.
Boris: 180. Cuartas Fernández, Jesús: 218.
Briones Ortún, Juan: 194. Cuesta Buergos, Pablo: 219.
Bustamante Concha, Emilio: 203. Cuyar Sánchez, Felipe: 218.

C D
Cabanillas: 209. Damen, Vicente: 231.
Cabodevilla, Prudencio: 208. Díaz del Corral, Remigio: 215.
Calabozo Urcelay, Gregorio: 227. Díaz Domenech, Fermín: 41, 203.
Calante Mollinedo, Manuel: 227. Díaz Fernández, Alfonso: 232.
Calvo, Manuel: 215. Díaz Fernández, Hermógenes: 218.
Calvo Mediavilla, Daniel: 219. Díaz González, José: 218.
Saibigain, el monte de la sangre 245

Díaz González, Severino: 218. Espina García, Abelardo: 218.


Díaz Marcel, Honorato: 217. Espinosa Vicente, Eloy: 218.
Díaz Villa, Maximino: 218. Esquifino, Fernando: 161, 162, 163, 164.
Diego Gutiérrez, Antonio de: 219. Estala Caballero, Domingo: 231.
Díez de Garayo, Evaristo: 219. Esteban Sopuerta, Antonio: 219.
Díez García, Angel: 231. Estrada Barona, Tomás: 219.
Díez García, Gregorio: 219. Estrella, José: 111.
Díez de la Lastra: 24, 26, 73, 235. Eulogio San Cristóbal, José: 205.
Díez de Rivera: 23, 73. Expósito Urruchua, Evaristo: 204.
Díez Rodríguez, Abraham: 217. Extremo: 128.
Docampo Serna, Luis: 168.
Domeq Pascual, Rafael: 100, 124, 198, 223.
Domingo, Manuel: 231.
F
Falcó Corbacho, Evaristo: 88.
Domínguez Pérez, Manuel: 219.
Falconi, Enzo: 159, 160, 239.
Domínguez Santamaría, Domingo: 200.
Fernández: 128.
Donado Fernández, Epifanio: 168, 170.
Fernández, Antidio: 125.
Dorronsoro Escarcia, Jesús: 231.
Fernández, Felipe: 219.
Duarte Duznego, Luis: 219.
Fernández, Jesús: 208.
Dufur, Alfonso: 233.
Fernández, Ponciano: 151, 155, 239.
Duque, Anselmo: 219.
Fernández Agapito, Rafael: 233.
Fernández Arboleya, Marino: 218.
E Fernández Arroyabe, Ignacio: 231.
Eceiza Eceiza, Ladislao: 213. Fernández Fernández, Antonio: 233.
Echalecu, Lorenzo: 233. Fernández Fernández, Emilio: 218.
Echalecu Uriarte, Alejandro: 233. Fernández Fernández, Secundino: 218.
Echave Landáburu, Francisco: 115, 231. Fernández Fernando, Simón: 215.
Echarri Azkárate, Benigno: 232. Fernández González, Avelino: 218.
Echarri Casado, José: 234. . Fernández de las Heras, Félix: 219.
Echebarria Jáuregui, Bonifacio: 231. Fernández Llana, Valentín: 218.
Echevarría, Pedro: 74. Fernández Méndez, José: 218.
Echevarría Esparto, Pedro: 232. Fernández Olivares, Antonio: 135, 227.
Echevarría Garay, Julián: 233. Fernández Rodríguez, José: 233.
Echevarría Orueta, Luis: 231. Fernández Tejena, Manuel: 133.
Echeverría: 123. Fernández Villanueva, Marcelino: 87, 191, 193.
Echeverría Garicano, Sergio: 127. Fernández de Villarán Iturralde, Martín: 232.
Echeverría Peluaga, Juan: 213. Feo, el: 135.
Egea Lorarte, Angel: 208. Fierre Pedralles, Pedro: 218.
Eguidazu Garay, Manuel: 103, 109, 226. Figueroa: 226.
Eguilaz, Rogelio: 208. Flamarique, Justo: 202.
Eguiluz, Demetrio: 125. Ford, Jonh: 9,197.
Eguiluz, Juan José: 125. Fornos Escurrido, Francisco: 218.
Eguskiza Mota, José María: 206. Franco Bahamonde, Francisco: 34, 37.
Eizaguirre Arregui: 151, 152, 153, 155, 156, 238. Franco L. de Asua, Juan Francisco: 205.
Elexaga Urresti, Jesús: 117. Freese, Paul: 29, 30, 199.
Elías Martínez, Félix [Sandino]: 18, 20, 33, 93, 100, Fresno Fernández, Santiago: 168.
101, 104, 198. Fuente, Ernesto de la: 95.
Elósegui Amondarain, Alberto: 49, 195. Fuentes Guzmán, Cayo: 219.
Endorain, Francisco: 217.
Eorrión Arriola, Juan: 219. G
Epelde, José: 208. Gabiña Rueda, Francisco: 231.
Epelde Larrañaga, Ignacio: 232. Galán, Francisco: 197.
Eraso Urra, Antonio: 233. Galaz Zorrilla, Lorenzo: 40, 199.
Erasti Albizu, Vicente: 226. Gallarreta Gaviña, Félix: 35, 204.
Erive, José: 208. Gallastegui Tellería, Jesús: 231.
Erquicia Lecube, Raimundo: 233. Gallegos González, José: 218.
Errazquin Basurto, Eugenio: 213. Gallo Graña, Arturo: 219.
Escalona Benito, Herminio: 204. Garado, Marcelino: 208.
Escudero Arévalo, Francisco J.: 160. Garaigordobil Aldekoa, Leandro: 112, 114, 222.
Eseverri, Gerardo: 217. Garaizábal Aguirre, Pedro: 213.
246 Saibigain, el monte de la sangre

Gárate Giménez, Enrique: 228. González Valdés, José: 217.


Garay Hermosilla, Tomás: 225. González Yanguas, Pablo: 229.
Garayón Anguiano, Leandro: 228. Gorriti: 13.
García, Gerardo: 231. Gorroñogoitia Sein, José: 207.
García Arana, Clemente: 220. Goya Sáez, Pedro: 219.
García Bárcena, Eloy: 218. Goyenechea Alzúa, Telesforo: 207.
García Blanco, Gerardo: 218. Gracia Blanco, Ramiro: 218.
García Elejalde, Francisco: 231. Gracia Canal, Amando: 218.
García Fernández, Arsenio: 218. Gracia González, Epifanio: 218.
García de Guilarte, Cecilia: 222. Gracia Ortiz de Elguea, Jesús: 230.
García Fernández, Mariano: 218. Gralla, Pablo: 130, 231.
García Hernández, Simón: 15. Grau, Mikel: 10, 179.
García Marina, Angel: 204. Gual: 24, 26, 73, 214.
García Martínez, Emiliano: 218. Guelbenzu Romanos, Julio: 200.
García Onandía, José María: 232. Guerricaechevarría Usabel, Casiano: 87, 155, 239.
García Sánchez, Francisco: 218. Guillén, César: 135.
García Suárez, Raúl: 225. Gurtubay, Martín: 231.
García de la Torre, Máximo: 233. Gutiérrez, Angel: 73.
García Valiño, Rafael: 23, 27, 94, 135, 198, 202, 241. Gutiérrez, Antonio: 219.
García de la Vega, Francisco: 220. Gutiérrez, Críspulo: 83, 192, 212.
García Viña, Braulio: 218. Gutiérrez Abeso, Valerio: 218.
Garitaonaindía Golonetxea, Emilio: 120, 121. Gutiérrez Bastida, José: 234.
Garnica González, Paulino: 233. Gutiérrez González, Julio: 218.
Garrastazu Zabala, Dionisio: 115, 222. Gutiérrez López, Miguel: 219.
Garsaball López, Ramón: 214, 215. Gutiérrez Ruiz, Ricardo: 219.
Gascón Ramos, José: 233.
Gastañaga, Rafael: 231.
Gesalí Barrera, David: 10, 179.
H
Harámburu, Luis: 239.
Gil Bilbao, Nicolás: 233.
Heredia Arroyabe, Juan: 231.
Gil Delaorra, Julio: 232.
Hernández Rodríguez, Luis: 218.
Giménez Verástegui, Tomás: 219.
Hernández Sainz, Félix: 233.
Girón Ezpeleta, Xabier: 189.
Herranz Santamaría, Joaquín: 168.
Goiria Gabiola, Antonio: 226.
Herrera Alonso, Emilio: 39, 42, 49, 137, 202, 209,
Goiti, Fermín: 129.
216, 233, 238.
Gómez Aparicio, Pedro: 50, 199, 210, 214, 217, 232.
Herrero, Manuel: 125.
Gómez Boullón, Salvador: 95.
Herrero Fernández, Saturnino: 219.
Gómez Modrego, Eduardo: 233.
Herrero García, Sergio: 208.
Gómez Nombela, Pedro: 230.
Herrero Legarra, Francisco: 220.
González: 214.
Herrero Leonardo, Higino: 218.
González, Jesús: 209.
Herreros Ibáñez, José: 133.
González, Saturnino: 231.
Hevia González, José: 218.
González, Valentín [el Campesino]: 16, 19.
Hidalgo, Ricardo: 216.
González Argüelles, Ramón: 218.
Hidalgo Santidrián, Félix: 231.
González Busto, José: 218.
Hierro, David: 125.
González Cabeza, Joaquín: 218.
Hierro Martín, Teodoro: 219.
González Chico, Tomás: 233.
Horno, David del: 125.
González Corres, Anastasio: 205.
Hoyos Rituerto, Victoriano: 219.
González Durán, Ricardo: 168.
Huertas Díaz, José: 228.
González Feo, José: 43.
Hurtado Murúa, Martín: 225.
González Gaite, Gregorio: 215.
Hurtado Zabala, Santiago: 204.
González Gallego, Lorenzo: 227.
González García, José: 218.
González González, Ignacio: 226. I
González López, Constantino: 218. Ibáñez Beltrán, Pedro: 233.
González Macía, Benigno: 218. Ibáñez Frías, Angel: 219.
González Menéndez, Herminio: 218. Ibarretxe, Patxo: 125.
González Monteserín, Francisco: 218. Ibarzábal, Pedro: 231.
González Pérez, Dionisio: 219. Ibarrola Orueta, Juan (jefe del sector Urquiola-
González Salazar: 219. Mañaria): 10, 13, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 33, 45,
González Torre, José: 218. 47, 49, 50, 53, 65, 66, 69, 70, 80, 85, 88, 96, 97,
Saibigain, el monte de la sangre 247

99, 100, 101, 102, 103, 104, 108, 109, 114, 121, 133, Larrea Asua, Eusebio: 206.
134, 136, 137, 144, 145, 151, 167, 173, 184, 186, 187, Larrínaga Esnal, Enrique: 201.
188, 189, 197, 209, 215, 217, 223, 224, 230, 232. Larrínaga Esnal, Pedro: 201.
Idígoras: 128. Lascurain Iribarren, Valentín: 229.
Idígoras Bastarrica, Manuel: 230. Lasúen, Vicente: 231.
Iglesias Alvariño, Jaime: 232. Latorre, Rafael: 24, 59, 65, 73, 75, 87, 141, 198, 208.
Iglesias Andurra, Graciano: 218. Laucirica Bilbao, Antonio: 233.
Iglesias Ansaño, Luis: 98, 111, 117, 121, 133, 138, Lazarguren Urquidi, Juan: 233.
182, 183, 184, 220, 225. Lecumberri, Ramón: 231.
Iglesias Navarro, Ricardo: 24, 214. Legasa, Angel: 197, 186, 188, 223.
Iglesias Posada, Isidro: 218. Lekanda Salazar, José: 15.
Ijalba, Jesús: 216. Leorza, Severino: 219.
Ikobalceta Huerta, Juan José: 168. Leunda Otegui, Victorio: 207.
Imaz Urcelay, Domingo: 231. Linares Aranzabe, Javier: 60.
Inchausti, Angel María: 211. Linazasoro Quiroga, Miguel: 211.
Infiesta Gracia, Fulgencio: 218. Líster: 190.
Inza Trojaola, Enrique: 125. Lizarralde: 231.
Iñiguez H. de Tejada, Javier: 159, 160. Lizaso Eizmendi, Alejandro: 208, 213.
Iraño, Merino: 219. Lizaso Eizmendi, Felipe: 61, 70, 213.
Iriondo Rementería, Cipriano: 213. Llano de la Encomienda, Francisco: 80, 197, 215.
Isaga Olaizola, José: 211. Llona, Eusimio: 125.
Ituarte Txopitea, Federico [Txopi]: 98, 99, 100, 101, Llorente: 128.
102, 104, 118, 222, 223, 229. Loizaga Zamarripa, José: 211.
Iturrioz Lasa, Gracian: 213, 224. López, Joaquín: 208.
Izaguirre Izaguirre, Julián: 232. López, Joaquín: 219.
Izquierdo: 128. López, Silvino: 231.
Izquierdo Aguado, Antonio: 231. López Armesto, Eduardo: 217.
Izquierdo Bárcena, Emilio: 228. López del Campo, Manuel: 209.
Izquierdo García, Felipe: 232. López Fernández, Manuel: 231.
López Gomara, Domingo [Txomin]: 120, 121, 122.
López Gutiérrez, Fernando: 233.
J López Méndez, José María: 219.
Jaén Albaitero, Manuel: 212.
López Naves, Fermín: 214.
Jiménez Arpa, José: 217.
López Pérez, Jesús: 231.
Juan López, Juan: 232.
López Pérez, Valentín: 233.
Juliani Calleja, José: 161.
López Pinto: 198.
López Robles, Nemesio: 218.
K López Taboada, José: 83, 193, 212.
Kathmann: 162. López del Toro, Demetrio: 233.
Kienzle, Walther: 199. Lores Gabaldón, José Luis: 168.
Kindelán, Alfredo: 34, 37. Lozano Otero, Raúl: 10.
Lucio, Francisco: 219.
L Lützow, Günther: 41.
Labayen Urquiola, José Miguel: 232. Luziriaga Pérez, Esteban: 232.
Labiano, Francisco: 209.
Labuena Moliner, Jesús: 229.
Lago, Cristino: 202. M
Laliñas Pereda, Ramón: 234. Maier, Klaus: 201, 216, 235, 238, 240.
Lamas Dorneño, Jesús: 232. Mallagray, Gallo: 74, 216.
Lambás Bernal, Pedro: 43. Mandillo, Eduardo: 74.
Lamfus Retegui, Enrique: 213. Mansilla, Jesús: 228.
Landalutze, Elisa Leonarda: 111. Maqueda: 242.
Landarte Larrakoetxea, Eduardo: 206. Maquedano, Román: 208.
Laredo Calleja, Cándido: 218. Mardaras Torre, Juan: 237.
Laredo Puente, Andrés: 211. Marín Muñoz, Ignacio: 90.
Laredo Puente, Gonzalo: 68, 76, 79, 84, 85, 108, 109, Marinas Hevia, Vicente: 218.
110, 200, 211, 224, 234. Marinda, Manuel: 231.
Largoitia Berchiti, Casimiro: 117, 231. Marino: 160.
Larrañaga, Pedro: 231. Márquez Vilches, Manuel: 167.
Larrañaga Churruca, Jesús: 135. Marquina, Eloy: 208.
248 Saibigain, el monte de la sangre

Marquina Merino, Valeriano: 10, 16, 18, 19, 109, 110, Moratinos: 123, 230.
111, 114, 117, 121, 182, 184, 197, 198, 223. Morente Rodrigo, Fermín: 208.
Marquínez, Domingo: 130, 231. Moreno Moliglosa, Pésimo: 215.
Martín: 117. Morgan-Witts, Max: 202.
Martín Arroyo, Esteban: 219. Morquillas Rubio, Leopoldo: 43.
Martín Barrio, Antonio: 218. Morras Alonso, Honorato: 233.
Martín García, Marcelino: 219. Mortera Llaneza, Julio 218.
Martín Tudanca, Francisco: 227. Mortera Pérez, Artemio: 94, 157, 165, 171, 240.
Martínez: 226. Muga Díez, Celestino: 74.
Martínez: 235. Muguerza, José María: 197, 198, 221.
Martínez, Belaraino: 219. Muñoz Asensio, Alejandro: 216.
Martínez, Eugenio: 231. Muñoz Valcarcel, Antonio: 74, 235.
Martínez Álvarez, Rogelio: 218. Murga, Francisco: 88, 89, 216.
Martínez Arechabala, Félix: 168. Muruzábal, Domingo: 208.
Martínez Bande, José Manuel: 14, 84, 197.
Martínez Cueto, Antonio: 218.
Martínez Esparza, José: 24, 214. N
Martínez López de Castro, Manuel: 73. Narro Sancho, Orencio: 203.
Martínez Martínez, Francisco: 41. Navalón: 128.
Martínez de Murguía, Víctor: 219. Navarro, Jaime: 208.
Martín del Pozo, Martín: 216. Neira Meillán, Angel: 218.
Martínez Ruiz, José: 208. Nieva Ramírez, César: 211.
Martínez Unanue, José María: 233. Nieves Zubiri, Juan Cruz: 114, 117, 118, 119, 122,
Martínez Urarte, Gregorio: 231. 222, 223.
Martínez Vigo, Fortunato: 208. Núñez Montero, José: 227.
Martiñena, Juan: 202.
Masaglia: 160. O
Mateos, Fulgencio: 187. Ocaña, Luis: 208.
Matute: 128. Ocáriz Campos, Julián: 41.
Meana Canal, Luis: 218. Ocáriz Gorría, Jaime: 167.
Meana Costales, José: 218. Ochoano Robledo, Cirilo: 219.
Meana Mori, Benigno: 218. Ocio, Eleuterio: 219.
Measi: 160. Ocio Matuto, Restituto: 215.
Medio Martínez, José: 218. Ojanguren, Indalecio: 34, 146.
Méndez Basurto, José: 233. Olabarría Arana, Paulino: 117.
Mendíbil, Juan: 219. Olabarrieta Uriarte, Cesáreo: 222.
Mendiola, Julián: 231. Olagaray, Urbano: 41.
Mella Lenalde, Félix: 234. Olano Elorriaga, Valentín: 111, 128, 189, 222, 223,
Mendizábal, Jesús: 160. 231.
Menéndez Bustaque, José: 218. Olarra Barandiarán , José: 213.
Menéndez Díaz, Adolfo: 218. Olascoaga Axuria, Basilio: 222.
Merodio Ayuso, Castor: 204. Olateaga Libai, Sebastián: 232.
Michaus, Juan: 208. Olazábal Aguinagalde, José Ramón: 10, 13, 14, 95,
Miguel, Sandalio: 208. 167, 197, 198, 208, 209, 229, 241.
Mijalva, Jesús: 88, 89. Olleta Martínez, Bonifacio: 215.
Miñambres, Aitor: 67. Ollocruchaga, Valeriano: 74.
Miranda Castelo, Antonio: 219. Olmos Genovés, Juan: 10, 41, 179, 180, 203.
Miranda Miranda, José: 218. Omar Martínez, Francisco: 111, 128, 222, 231.
Miranda Sánchez, Antonio: 218. Ontoria Ranero, Santos: 204.
Miranda Sánchez, José María: 225. Ordiales Villa, Marcelino: 218.
Mola Vidal, Emilio: 9, 27, 34, 37, 49, 93, 130, 180, Ordieres Dacosta, Luis: 218.
198, 212, 216. Ordiz, José: 218.
Molinedo Gómez, Ricardo: 234. Ordiz Fernández, José: 228.
Moliní, Manuel: 160. Oregui Luengas, Arturo: 206.
Montaud Noguerol, Alberto: 42, 59, 66, 95, 143. Orive, Elíseo: 231.
Montegnaccio, Brunetto di: 138. Ornes Orrantia, Saturnino: 115.
Montero Riego, José: 83, 208. Orreta Candelas, Gregorio: 208.
Montes González, Francisco: 218. Ortega, Víctor: 219.
Montes Rodríguez, Angel: 218. Ortega Huarte, julio: 233.
Morán Esteban, Eusebio: 232. Ortega Pérez, Gervasio: 233.
Saibigain, el monte de la sangre 249

Ortiz, Zacarías: 219. Prieto, Juan José: 218.


Ortiz Lañosa, Luis: 234. Priove Manuell, Julio: 219.
Ortiz Lejarazu, Luciano: 231. Purón Escalada, Joaquín: 161.
Ortiz de Pinedo, Salustiano: 14.
Ortiz de Zárate, Marcos: 231.
Ortiz de Zárate Múgica, Kerman: 107.
Q
Quintana, Cándido: 76.
Osuna Mateo, Gil: 231.
Otaegui Plazaola, José: 219.
Otamendi, Eleuterio: 208. R
Otaola, Heraclio: 125. Raguna Zubeldia, Ricardo: 208.
Otazu, Angel: 208. Raimúndez, Florentino: 217.
Otero Chanza, Ramón: 219. Rama Ferreiro, Antonio: 219.
Otxoa Labaitx, Manuel: 231. Ramírez Gauna, Gil: 231.
Otxoa Landaburu, Ricardo: 226. Ramírez Peciña, Gumersindo: 216.
Oyarzabal Bastida, Ignacio: 206. Ramón Gil, Pedro: 228.
Ramos Behilla, Hermógenes: 217.
Real López, Manuel: 219.
P Regaña Gañán, Federico: 227.
Pablos, Secundino: 218. Rejón Rivas, Pedro: 219.
Pacheco Diego, Severino: 88, 94. Rendueles López, Alfredo: 218.
Palacios Suárez, Celedonio: 218. Renuncio, Cipriano: 19.
Pancorbo Aréchaga, Elíseo: 123, 128, 229, 230. Renuncio, Ricardo: 19.
Páramo, José: 160. Retolaza Irusta, Ander: 112, 113, 115, 128, 189, 222,
Páramo García, Pedro: 231. 231.
Parra García, Justiniano: 203. Rexil Salvidegoitia, Andrés [Acha]: 114.
Pascual Pérez, Narciso: 168. Rey d´Harcourt: 187.
Pascual Saldaña: 219. Rezola Arratibel, Joseba: 10.
Paterson Menéndez, Manuel: 218. Rezola Arratibel, Rufino: 51, 207.
Peciña Ortiz, Aureliano: 233. Rial Duro, José: 231.
Pedrosa, Victoriano: 125. Ricci: 138.
Peláez, Luis: 218. Rimada Rimada, Francisco: 218.
Peláez Frade, Alejandro: 218. Río, Aurelio del: 208.
Pelletier Román, Alejandro: 232. Río Crespo, Felipe del: 43, 180, 200.
Pena Vidal, José: 219. Riobello López, Eusebio: 233.
Peña Romeo, Andrés: 203. Rituarco, Andrés: 130, 231.
Peña Vigil, Francisco: 218. Rivera, Manuel: 203.
Peralta Rodríguez, Manuel: 225. Rivero Suárez, Joaquín: 218.
Pereiro Etxebarria, Jesús María: 206, 213. Rodel López, Manuel: 231.
Pérez Asensio, Manuel: 232. Rodrigo Martínez, José: 218.
Pérez Boricón, Julián: 225. Rodríguez, Martín: 130, 231.
Pérez Cuesta, Alfredo: 228. Rodríguez Alfonso, Ciro: 218.
Pérez Fernández, Angel: 231. Rodríguez Amo, Santos Pedro: 218.
Pérez García, Francisco: 233. Rodríguez Conesa, Santiago: 233.
Pérez Grueso, Jesús: 168, 170, 241. Rodríguez Constante, Antonio: 232.
Perise: 125. Rodríguez de la Cueva, José: 138, 235.
Permuy López, Rafael A.: 237. Rodríguez Díaz, Demetrio: 218.
Perrucal, Dionisio: 217. Rodríguez Fonseca, José: 218.
Piazzoni: 23, 198. Rodríguez Frera, Luis: 218.
Piñeiro Rodríguez, Antonio: 233. Rodríguez González, Manuel: 218.
Piñera Cifuentes, Modesto: 218. Rodríguez Martínez, Pedro: 214.
Pitillas: 209. Rodríguez Panadero, Andrés: 43, 179, 180.
Plágaro Castresana, Elías: 219. Rodríguez Somoza, José: 214.
Pomposo, Nicomedes: 231. Rojo: 128.
Posa Andrés, Félix: 218. Rojo Arnaiz, Aniceto: 232.
Pozo Martín, Martín del: 216. Rojo Zuazo, Basilio: 233.
Pozo Sáez, Mariano del: 215. Romanco Tabuenca, Víctor: 233.
Prada Abascal, Moisés: 119, 120. Romano Jiménez, Antonio: 200.
Prendes González, José: 218. Romero, Manuel: 208.
Presa, Domingo: 232. Romero Pérez, Andrés: 125, 126, 127, 229.
Pressel, Guido: 138. Ronco García, Manuel: 220.
250 Saibigain, el monte de la sangre

Rosas Guirao, Antonio: 229. Sanz Zorrilla, Máximo: 41.


Rosas Guirao, Manuel: 220, 225. Sarasate Arraiza, Juan: 232.
Rotaetxe: 95. Sarasketa, Felipe: 84, 107, 110.
Rubiera Rionda, Eloy: 218. Saratxo Allende, Manuel: 120.
Rubio, Julián: 219. Sarralde, Balbino: 125.
Ruiz, Ausibio: 74. Schultze-Blanck: 199.
Ruiz, Faustino: 217. Selaya Novoa, Daniel: 202.
Ruiz de Aguirre Urquijo, Luis [Sancho de Beurko]: Senar Garciandía, Cristóbal: 219.
10, 14, 20, 97, 101, 134, 152, 153, 154, 173, 205, 209, Simón Arruti, Toribio: 41, 203, 204.
239, 240, 241, 242. Sirgo García, José: 218.
Ruiz Altuna, Antonio: 220. Solaegui, José: 125.
Ruiz Antón, Juan: 233. Solaegui Gutiérrez, Santiago: 120.
Ruiz Escudero, Isidro: 231. Solana: 128.
Ruiz de Gauna, Francisco: 219. Solana Artomaña, Francisco: 223.
Ruiz Girón, Amós: 98, 99, 100, 101, 111, 112, 117, Solar Blanco, Santos: 218.
121, 129, 133, 181, 183, 184, 185, 186, 197, 221, 222, Solares Solares, Rafael: 218.
223, 228, 229, 230, 231. Solchaga Zala, José: 27, 130, 198, 216.
Soldado anónimo del Flandes nº 5: 129, 219, 232,
S 234, 236.
Sádaba Peinado, Juan: 133. Soler Zanguitu, Martín: 220.
Sáez Cortaja, Benedicto: 136, 137, 163. Solís Díaz, José: 218.
Sáez de Navarrete, Manuel: 231. Soto Campesino, Emeterio [Tiragomas]: 115.
Sagardui Urkixo, Doroteo: 222. Soto Fernández, Máximo: 204.
Sagarduy Olaso, Celestino: 225. Sperrle, Hugo: 37, 41, 201.
Sagastagoitia Calleja, Eloy: 205. Steer, George Lowel: 240, 241.
Sagasti Bretón, Leandro: 215. Stewart, James: 197.
Sainz Sainz, Pascual: 234. Suárez, Constantino: 91.
Salaberría Suinaga, León: 117, 222, 223. Suárez Fernández, José: 218.
Salas Larrazábal, Jesús: 212, 218. Suárez González, Eladio: 218.
Salas Larrazábal, Ramón: 190. Suárez Gracia, Florentino: 218.
Salazar Guinea José Luis: 168. Suárez Lafuente, Ricardo: 218.
Salazar Guinea, Wladimiro: 167. Suárez Menéndez, Manuel: 218.
Salinas Jaca, Constantino: 111, 121, 181, 182, 183,
184, 185, 228.
Salvador Sánchez, Angel: 204. T
Samaniego Terrazas, Alfredo: 173. Talón, Vicente: 19, 223.
San Cristóbal, José Eulogio: 205. Tamargo Fernández, Servando: 218.
San Juan Castillo, Francisco: 232. Tanis: 209.
San María Fernández, Jesús: 233. Tejero, Rafael: 23, 35.
San Martín, Emilio: 208. Tellechea, José: 231.
San Martín Longuena, Leonardo: 233. Tenorio Cabanillas, Carlos: 173, 241, 242.
San Miguel Cubero, Críspulo: 39. Texeira Vento, Julián: 227.
San Millán, Lino: 215. Thomas, Gordon: 202.
Sandino: v. Elías, Félix. Tirado Aguirrebeitia, Jesús: 222.
Sánchez, Manuel: 219. Toribio: 15.
Sánchez Escudero, Miguel: 233. Toriñón, José: 88, 89, 216.
Sánchez Fernández, Manuel: 218. Torre, Heliodoro de la: 111.
Sánchez de las Matas, Antonio: 41, 200. Torre Antuña, José: 214.
Sánchez Mones, Emeterio: 218. Torre Aurre, Manuel: 231.
Sánchez Rodríguez, Angel: 219. Torre Vaquero, Manuel: 218.
Sánchez de Toca, Jesús: 161. Torrente, Emilio: 74.
Sánchez Triunfo, Mariano: 219. Torres, Miguel: 217.
Sánchez de la Vega, Diego: 229. Torróntegui Torre, Mariano: 205.
Sancho de Beurko: v. Ruiz de Aguirre, Luis. Tortosa, Mariano: 162.
Sansinenea: 128. Totorika Zugazte, Ignacio: 120.
Sansinenea Almandoz, Luis: 213. Trabanco Suárez, Eduardo: 218.
Santesteban Etulain, Juan: 232. Triguero Sobrevilla, Arturo: 233.
Santiago Pérez, Jesús: 168. Triguero Sobrevilla, Saturnino: 233.
Sanz, O. Alfonso: 159, 160. Tutor: 23, 26, 27, 28, 35, 73, 88, 202, 204.
Saibigain, el monte de la sangre 251

U Vergara Medrano, Julián: 217.


Ubiña: 214. Vergara Ochoa, Pablo: 233.
Uceda Sanz, Luis: 232. Velasco Grande: 88.
Ugalde Baztán, Jesús: 226. Velasco Villegas, Juan: 220.
Ugalde Caña, Martín: 233. Vía Barena, Manuel: 218.
Ugarte, Donato: 231. Vicario González, Marcelino: 219.
Ugarte Mugueta, Narciso: 232. Vicente, Eusebio: 60.
Ugarte Txarterina, Pablo: 206. Vicuña Palacio, José: 232.
Ugastondo Aguirre, Julio: 136, 219. Vidaurre, Sinforiano: 209.
Umaran Canales, Enrique: 107. Vigil Rodríguez, José Antonio: 218.
Undalu Unda, Luis: 231. Vigón Suerodíaz, Jorge: 159, 160, 170, 238, 239, 241.
Unibaso Larizgoitia: 231. Vigón Suerodíaz, Juan: 198.
Unibaso Zalbidea, Andrés: 230. Villa Arregui, Jesús: 120.
Urate Susaeta, Agapito: 207. Villahoz López, Prodécimo: 219.
Urcullu Careaga, Luis: 47, 71. Villanova Ratazzi, Luis: 40, 42.
Urcullu Echábarri, Luis: 68, 71, 76, 85, 96, 108, 205, Villanueva, Pablo: 208.
215, 235. Villanueva Fernández, Constancio: 232.
Urdániz, Serapio: 208. Villanueva Pellado, José Luis: 232.
Uresandi, José Luis: 231. Villar Villar, Emeterio: 219.
Urgoitia Badiola, José Antonio: 153, 239. Villarugia Arroyo, Mariano: 219.
Uría Ibarrondo, Asensio: 117, 136, 222, 223, 235. Villegas: 144.
Uriarte, José: 67. Viola: 138.
Uriarte, Luciano: 231. Virgala, Emiliano: 219..
Uriarte G. de Langarika, Víctor: 42, 45, 46, 47, 205. Vivanco Etxebarria, Cosme: 225.
Uribesalgo Unzueta, Isaac: 229. Vivar: 128.
Uriguen Kerexeta, Vicente: 15, 19, 20. Von Harling, Carsten: 30, 199.
Urkiaga Belda, Iñaki: 231. Von Richthofen, Wolfram: 37, 41, 162, 163, 164, 201,
Urniza Guelbenzu, Rufino: 200. 237, 240.
Urquijo, Francisco: 222.
Urquijo Sobrino, Bernardino: 122, 231. W
Urrea Serrano, José: 204. Wayne, Jonh: 197.
Urreisti Buenechea, Carlos: 212.
Urrestarazu San Martín, Marcial de: 205.
Urrutia, F. de: 19, 142, 172. Y
Urrutia, Ramón: 95. Yanguas, C.: 160, 161.
Urruzuno Espilla, Luciano: 229. Yurrebaso, Kepa: 103.
Urtiaga Biriga, Andrés: 223.
Z
V Zabala, Eduardo: 209.
Val Sandaño, Jesús del: 219. Zabalegui, José: 217.
Valdecia García, Gonzalo: 219. Zabaleta Testán, Juan: 232.
Valdés, Juan: 74. Zabalo Anzuola, Andrés: 133.
Valle, Augusto José del: 229. Zambudio Martínez, Miguel: 43, 179, 180.
Valle, Eusebio del: 218. Zarandona Garay, Rufino: 168.
Valle, Ricardo: 96. Zeberio Zuberdia, Pedro: 207.
Valverde Larrabeitia, Victorio: 232. Zugarola Barraga, Claudio: 216.
Valviadres González, Secundino: 218. Zumárraga, Miguel: 161, 163.
Vaquero: 125. Zunzarren, Nemesio: 208.
Vaquero Castaño, Dámaso: 219.
Varela Costas, Juan: 233.
Varona Pereda, Agustín: 97.
Vázquez López, Manuel: 218.
Vázquez Sánchez, José: 218.
Vega Blanco, Ovio: 218.
Vega García, Fernando: 218.
Vega Román, Bonifacio: 215.
Velaz Urabayen, Bernabé: 208.
Velles González, Moisés: 232.
Vergara Andrés, Félix: 219.
252 Saibigain, el monte de la sangre

LISTADO DE ABREVIATURAS, SIGLAS Y ACRONIMOS

AGGCE Archivo General de la Guerra Civil Española.


AGM Archivo General Militar.
AGG Archivo General de Gipuzkoa.
AGHA Archivo General e Histórico del Ejército del Aire.
C.E. Cuerpo de Ejército.
CNT Confederación Nacional del Trabajo.
E.M. Estado Mayor.
F.F.I. Fuerzas Francesas del Interior.
FSA, AN Fundación Sabino Arana, Archivo del Nacionalismo.
IHCA Instituto de Historia y Cultura Aeronáuticas.
JSU Juventud Socialista Unificada.
MAI Máquinas de Acompañamiento de Infantería.
MAOC Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas.
PCE Partido Comunista de España.
PNV Partido Nacionalista Vasco.
PSOE Partido Socialista Obrero Español.
UGT Unión General de Trabajadores.
UHP Uníos Hermanos Proletarios.
UPV Universidad del País Vasco.
Saibigain, el monte de la sangre 253

FUENTES Y BIBLIOGRAFIA

Orales
Entrevistas y conversaciones con: Primitivo Abad Gorostiza, Amós Ruiz Girón, Federico
Ituarte Txopitea, Ramón Olazábal Aguinagalde, Juan Bilbao Yarto, Rafael Domeq Pascual, Lorenzo
Galaz Zorrilla, Sergio Echevarría Garicano, Juan Miguel Bombín, José Gárate, Victoriano
Fernández, Patxi Careaga Marquínez, Ramón Cayuelas Robles, Juan Olmos Genovés, Soldado
anónimo del Flandes nº 5, Jesús María Pereiro Etxebarria, José Antonio Urgoitia Badiola y José
Sáez de Viteri.
Carlos Javier Sánchez, David Gesalí, Mikel Grau, Juan Arráez y Rafael A. Permuy
proporcionaron a los autores información sobre las operaciones en el aire.
Artemio Mortera proporcionó información sobre piezas de artillería, carros de combate y
armamento ligero.
Josu Mirena Aguirregabiria aportó información sobre entrevistas personales.

Archivos
Archivo de la Diputación Foral de Bizkaia, Archivo General de la Guerra Civil Española,
Archivo General de Gipuzkoa, Archivo General e Histórico del Ejército del Aire, Archivo General
Militar de Avila, Archivo Histórico Provincial de Vizcaya, Archivo Municipal de Gijón, Archivo
Municipal de Vitoria-Gasteiz, Archivo del Nacionalismo, Archivo Provincial de Asturias,
Biblioteca Koldo Mitxelena, Biblioteca Nacional, Biblioteca de la Universidad del País Vasco,
Centro de Patrimonio Documental de Euskadi (Irargi), Fundación Sancho el Sabio, Fundación
Barreiro, Instituto de Historia y Cultura Aeronáuticas.

Prensa de la época
El Diario Vasco, El Pensamiento Alavés, El Pensamiento Navarro, Norte, La voz de España,
Joven Guardia, Euzkadi Roja, Landeya, Euzkadi, Euzkadi (Barcelona), Eguna, Gudari, El Liberal,
La Unión, Euzko Deya (México).

Memorias, diarios y testimonios inéditos


Abad Gorostiza, Primitivo. Memorias de una vida. Apuntes de una época. Bidarte 23 de marzo de
1956.
Anónimo. Diario de un soldado de Flandes nº 5.
Anónimo (gudari del Arana Goiri).
Artolozaga Unanue, Gabino. Historial del batallón Irrintzi.
Ibarrola Orueta, Juan. Memorias.
254 Saibigain, el monte de la sangre

Guerricaechevarría Usabel, Casiano. Memorias.


Olazábal Aguinagalde, José Ramón. Crónicas y testimonios de la Guerra Civil en Euzkadi.
Uriarte G. de Langarika, Víctor. Breve historia del batallón Gordexola.

Fuentes impresas
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Editorial La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1978.
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Madrid, 1991.
Arteche, José. El abrazo de los muertos. Icharopena, Zarauz, 1970.
Beldarrain Olalde, Pablo. Los asaltos al monte Intxorta. Instituto de Historia Contemporánea
Bidasoa, Editorial Geu, Bilbao, 1980.
Beldarrain Olalde, Pablo. Historia Crítica de la guerra en Euskadi (1936-37). Edición del autor,
Bilbao, 1991.
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Silverio Cañada, Gijón.
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Civil Española. Editorial Club Universitario, San Vicente (Alicante), 1999.
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Calpe, Madrid, 1941.
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