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ALGUNOS TEMPLOS DE MEDELLIN

JAIME SERNA GÓMEZ

Julio y Septiembre de 1972 – Vol. XXVII

REPERTORIO HISTORICO

DE LA ACADEMIA ANTIOQUEÑA DE HISTORIA


FUNDADA EN 1903
La mayoría de los templos de la arquidiócesis han sido edificados en el presente siglo, especialmente
de 1925 en adelante. Los más antiguos, estricatamente hablando, por cuanto fueron reedificados, son del
siglo pasado, pues la Veracruz, joya colonial, se termino en 1803; y la Candelaria, aun cuando fue termina en
1786 sufrío reformas sustanciales en 1860 (cúpula) y en 1887 (torres).

Debido a las especificaciones, todos demoraron muchos años para terminarse y algunos una
generación. El último templo construído y terminado con especificaciones de majestad y grandiosidad, fue el
de San Joaquín. De hace diez años para acá, entró una era totalmente nueva en la arquitectura religiosa,
debido a la era económica en que nos encontramos y a la urgencia de atrender a muchos otros frentes
indispensables de la pastoral moderna. Hoy, de acuerdo con órdenes y orientaciones del Sr. Arzobispo, no
se aprueban planos costosos y que puedan determinar el esfuerzo de muchos años. Por eso las Iglesias
construídas o en construcción, de diez años para acá son todas de líneas sencillas, modernas, funcionales,
de muros estrechos, con estructura de hierro y sin columnas por regla general. Se busca ante todo la
disminución del costo y la rapidez en su terminación, junto a buena capacidad para el tipo de parroquia
moderna que es de pocos habitantes, para que el Párroco pueda conocer mejor a sus fieles.

BASILICA DE MEDELLIN. –Cuando el papa Pío IX ordenó la traslación de la silla episcopal a Medellín en
febtero 14 de 1868 nombró ejecutor del derecho a Mons. Vicente Arbeláez. Este expidió el 1 de agosto de
ese año el sigiente decreto: “La Iglesia principal de Medellín será promovida al honor y dignidad de Iglesia
Catedral, mientras se edifica un templo bastante cómo y decente el cual desde ahora elevamos a la dignidad
de Catedral. El que se ha de edificar lo dedicamos a la Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen
María y damos este título a la nueva Catedral”.

El primer obispo, Mons. Valerio A. Jiménez, reunió en marzo 29 de 1870 el Capítulo Metropolitano y con
él determinó: “consultando la conveniencia pública, lanueva Catedral se construirá en la Plaza de Villanueva.
Se nombró junta pro-Catedral en abril siguiente. El ciudadano Tyrrel Moore, inglés, donó para un templo
católico parte de los terrenos y vendió el resto a precio muy favorable. La plaza que se llamó hasta entonces
de Villanueva, cambió el nombre por el de Plaza de Bolívar, para acatar su voluntad.
El Señor Jiménez, decretó, entre otras cosas lo siguiente: Constrúyase en la Plaza de Bolívar el templo
que habrá de servir de Catedral Episcopal de nuestra diócesis de Medellín y Antioquia, desde ahora lo
dedicamos a la Inmaculada Concepción.

En 1874 vino a Medellín el italiano Felipe Crosti, elaboró planos de la Catedral y se comenzaron los
trabajos en mayo de 1875. Al año sigiente se turbó el orden público en toda la nación y fueron suspendidos.
En 1882 se reiniciaron, pero se suspendieron definitivamente en 1883, debido a que los planos de Crosti,
eran de tal magnitud, que era imposible pensar en seguir con esa base.

SEGUNDA ETAPA DE LA BASILICA. –Propiamente la Basílica actual se inició en 1890, cuando el Señor
Obispo Bernardo Herrera Restrepo, tras escuchar al arquitecto francés Carlos Carré, joven de 25 años, quien
ocupaba el puesto de inspector de trabajos de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús del Monte de los
Mártires de París, acordó aceptar los planos que presentó. De los estudios hechos por el profesor Douillard,
sobre los planos de crosti, se concluyó que “eran reveladores de la ignorancia más profunda”. Las
escrituras de los terrenos, pasaron a propiedad de la diócesis, pues figuraban a nombre del Pbro. José
Dolores jiménez y D. Guillermo Restrepo, “para poner a cubierto los intereses de la iglesia”, debido a las
épocas de persecución que sufrió la misma en el siglo pasado.

En 1891 fue nombrado Mons. Jesús Ma. Marulanda encargado de la construcción de la nueva catedral,
y estuvo al frente de los trabajo para su terminación. Su capacidad financiera, su actividad permanente y su
sentido práctico dieron rumbo definitivo a laobra gigantesca, orgullo de Antioquia y de Colombia.

Toda la arquidiócess contribuyó a la obra durante largos años.

EL ARZOBISPO CAYZEDO. –Fue el hombre para la gran construcción. Su esfuerzo, su lucha y su


infatigable actuación a favor de la Basílica hicieron posible, junto con mons. Maarulanda, la culminación de la
empresa, el 11 de agosto de 1931, cuando trasladó definitivamente a ella la Cátedra arzobispal y el Capítulo
Catedral, ya enteramente decorada con: baldoquino imponente central, altares, piso policromado del
presbiterio, vitrales, coro capitular, reloj, etc.

FECHAS HISTORICAS. –En octubre de 1897 se destinó a capilla de culto una de las sacristías. En 1919
diseñó altares, púlpito, coro y obras ornamentales, el salesiano juan Buscagliones. La primera Misa de
Pontifical la celebró allí el Sr. Cayzedo el 24 de mayo de 1917 con motivo de sus Bodas de Plata episcopales.
Los altares fueron inaugurados el 12 de marzo de 1924, en las bodas de oro sacerdotales de Monseñor
Marulanda. El 7 de septiembre de 1928 un rayo provocó un incendio en la parte central del crucero. En
1945 el Señor García logró que el municipio desviara la quebrada La Loca, que pasaba por debajo de la
Catedral. Durante su arzobispado se construyó una cripta para tumba de los Arzobispos y Obispos de
Medellín y el millonario Pablo Tobón Uribe regaló a la Basílica, lo siguiente: lámparas de alumbrado, de estilo
moderno; 12 confesionarios de mármol; 12 mesas de mármol, para celebraciones del Santo Sacrificio por
numerosos sacerdotes al mismo tiempo; pilas de agua bendita; custodia preciosa y campanas de fabricación
alemana.

El 12 de junio de 1948 se expidió en Roma el Breve por el cual se eleva a la categoría de Basílica la
llamada hasta ese entonces popularmente “Catedral Metropolitana” y “Catedral de Villanueva”.

En los días 7, 8 y 9 de agosto de 1950 se efectuaron en el prebiterio las sesiones del segundo Sínodo.
El 11 de agosto de 1950 fue consagrada solemnemente por el Exemo. Sr. Luis Andrade y el 13 del mismo
mes fue la proclamación del título de Basílica.

ESTILO. –El estilo se acomoda a los cánones del románico, que tuvo su esplendor en los siglos XI y XII,
con planta de cruz latina, tres naves y la central rematada en un ábside semicircular y otra nave transversal.

Está construída de ladrillo cocido cuyo número está calculado en 1.120.000, pegados con argamasa.
Los cimientos se levantaron sobre la roca y la piedra de los mismos alcanza la altura de los ventanales. La
nota principal de belleza ornamental de la Basílica se encuentra en las columnas (18) con casi dos metros de
base; los trifolios de la nave central; la bóveda del ábside, verdadera filigrana; los capiteles y arcadas, los
vitrales y la riqueza, variedad en mármoles, los mosaicos de las estaciones y la majestad e imponenecia del
baldaquino central, rodeado por la obra más rica en talla de cedro; la sillería de los canónigos.

FRONTIS. –Está formado por dos torreones con una altura de 66 metros hasta la cruz unidos por un
cuerpo que acusa la nave central.

ESCANDALOS PERIODISTICOS SOBRE LA CATEDRAL DE VILLANUEVA. –En 1924, debido a algunos


agrietamientos presentados en unos muros de la Catedral, hubo inspecciones oculares y técnicas para
estudiar la causa. Con ese motivo, hubo escándalos en la prensa y en la ciudad, con bastante
sensacionalismo. Titulares como los siguientes fueron publicados en los diarios: “LA MOLE ENFERMA”:
“Higuita Ramírez Jhons cree con razones amplísimas que está en peligro la Catedral de Villanueva”, “Grave
peligro en el grandioso edificio de la Catedral Nueva”, etc. Monseñor Cayzedo, tras haber ordenado un
escrupuloso estudio por parte de ingenieros y arquitectos, pudo alentar al pueblo de Antioquia haciendo
publicar los conceptos técnicos al respecto que dejaban completamente tranquilos a todos. El informe del
ingeniero-arquitecto Goovaerts terminaba con estas palabras: “Que los vecinos de la Catedral duerman bien
tranquilos de noche y de día admiren más y más la obra magna de Medellín”.

VITRALES DE LA BASILICA. – Agustín Goovaerts, ingeniero-arquitecto, muy famoso en Medellín por


haber sido el que ejecutó los planos de la Gobernación de Antioquia, hizo la siguiente consideración sobre los
vitrales de la Basílica: “¿En qué época principió la pintura en vidrio o sea la fabricación de vidrieras? Parece
que las primeras de que tengamos noticia fueron alocadas en Reims, en 980. en 999 en la Abadía de
Tengerse, sur de Alemanía y en Cantorbery en el siglo XII. La generalización de la pintura en vidrio para
vitrales de los templos, constituyó un factor benéfico para el desarrollo intelectual de la humanidad. En
efecto las representaciones en vidrio remediaban la deficiencia de los instrucción primaria y por eso abundan
tanto las imágenes en los edificios antiguos.

Las esculturas abundantísimas de las fachadas, los bajo relieves en los contornos del presbiterio,
capiteles, etc., y las pinturas murales, eran verdaderos libros que ponían de manifiesto no sólo los
conocimientos históricos sino el sentimiento de lo bello, el significado del simbolismo y las aspiraciones
eternas del alma.

Las vidrieras cumplen con este fin admirablemente porque su transparencia hace visibles a mucha
distancia los objetos representados. La luz ilumina esas superficies multicolores sin permitir a la mirada
atravesarlas, para percibir el mundo externo, debido al contraste entre el espesor y las estrias de vidrio.

“Las vidrieras o vitrales son imagen de las Sagradas Escrituras; detienen el viento y la lluvia, es decir,
toda acción exterior dañosa y dejan penetrar la luz del verdadero Sol, es decir, N. Señor en el corazón de los
fieles, para iluminarlos. Significan que los sentidos deben estar cerrados por fuera para no dejarse llevar de
las vanidades; y abiertos por dentro, para recibir libremente los dones espirituales”.
VITRALES ALTOS. – Las vidrieras, que cierran las ventanas altas de la Basílica, son del género
“incoloro” o mejor dicho, tienen un tinte uniforme. La geometría informa contornos y colores y comunica
firmeza y solidez a las diversas partes de la decoración: tallos, hojas, frutos y flores. Son genuinamente
románicas como la misma Basílica. Los vitrales del ábside representan al Sagado Corazón de Jesús, el Buen
Pastor, el Hijo Pródigo, Sta. Rosa de Lima y Sta. Bárbara. Tanto éstas como las del crucero y las de las
naves son verdaderos vitrales, en cuanto encierran los dos elementos que constituyen su finalidad. El
primero es el arquitectónico cuyo fin es embellecer el edificio con el adorno policromo de los vitrales por
donde penetra la luz tamizada. El segundo, es el educativo. Combinar las líneas y los colores en figuras que
enseñan o recuerdan al que mira, ejemplos y escenas religiosos. Las figuras son un tanto rígidas, pero eso
constituye una cualidad. No son copiados del natural; pero la naturaleza vista de muy cerca, daña al arte
cuando no la ilumina el espíritu.

¿Qué se hubiera dicho si en esta catedral, de puro estilo romanico se hubieran puesto vitrales
modernos? Los vitrales de la Basílica son perfectos en toda la extensión de la palabra: el dibujo es sobrio y
revela grandeza, fuerza, elevación de sentimiento y rico en pormenores. Los vitrales son también históricos
en cuanto ostentan armas y escudos de todos los obispos y arzobispos que han gobernado en Medellín,
hasta Monseñor Cayzedo, inclusive. Por el lado del Evangelio, del fondo hacia las puertas, los escudos de los
Obispos Valerio A. Jiménez, José J. Isaza y José Ignacio Montoya; por el opuesto en el mismo sentido, los del
Obispo Bernardo Herrera y los Arzobispos Joaquín Pardo Vergara y Manuel José Cayzedo, y en el resto de los
ventanales, vitrales de los doce apóstoles. En las naves del crucero están: San Juan Evangelista, San Pedro,
San Marcos y San Pablo. De los más bellos son San José y el Santo Cura de Ars.

Texto del Breve que elevó a Basílica la Catedral.

PIO PAPA XII para perpetua memoria.


Entre los más insignes momentos de la fe católica que adornan a la república de Colombia hay que
poner sin duda alguna la Iglesia Catedral de Medellín dedicada a Dios en honor de la Inmaculada Concepción
de la Bienaventurada Virgen María. Ella, en efecto, no sólo aventaja en honor y dignidad a los otros templos
de dicha ciudad y de la Arquidiócesis, sino que excede a los demás templos de toda la nación por la amplitud
de su fábrica, como por su estilo egregio, plenamente conforme con las leyes de la arquitectura romana y
semejante al de las antiguas Basílicas como también por la belleza maravillosa de cada una de sus partes y
de todo el edificio. La cual se acrecienta y se hace más digna de admiración por la gran piedad de los fieles,
que con toda diligencia se propusieron levantar desde los fundamentos y adornar adecuadamente este
templo venerable y que a él acuden multitudinariamente y no cesan de venerarlo con devoción. Ahí mismo
desempeña con toda asiduidad y decoro el oficio que se le ha encomendado de cantar las divinas alabanzas
y de ejercer las funciones sagradas en nombre de la Iglesia un ilustre Cabildo de Canónigos dotado de una
artística sillería, de tal manera que Dios perennemente recibe el culto devoto y solemne que les es debido de
parte de los sacerdotes y de los fieles. Todo esto nos lo ha referido el Venerable Hermano Joaquín García
Benítez, Arzobispo de Medellín; y deseoso de aumentar el honor de su Iglesia Metropolitana y de llevar una
íntima y gran alegría al ánimo de sus fieles. Nos ha dirigido preces humildes y solícitas para que Nos
dignáramos decorar con el título de basílica menor el ilustre templo mencionado. Queriendonos acceder
benignamente a estos votos, para hacer gracia al Arzobispo peticionario y a los fieles, no solo de la
Arquidiócesis de Medellín, sino de toda la nación colombiana; y para demostrar nuestra venevolencia,
habiendo comunicado nuestro designio con el Venerable Hermano Clemente de la Santa Igleisa Romana
Cardenal mícara, obispo de Velletri, Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos, con nuestro conocimiento
cierto y madura deliberación y por nuestra autoridad apostólica; en virtud de las presentes Letras y de
manera perpetua decoramos y distinguimos la iglesia Catedral Metropolitana de Medellín, consagrada a Dios
bajo el título de la Inmaculada Concepción de la bienaventurada virgen María, con los honores y privilegios de
Basílica Menor. Nada valen cualesqiera disposiciones contrarias. Esto mandamos y establecemos,
dectetando que las presentes Letras serán y permanecerán siempre firmes, válidas y eficaces y que
producirán y obtendrán sus efectos plenos e íntegros; y que a todos aquellos a quienes conciernen o puedan
concernir, favorecerán ahora y en el futuro plenísimamente; y que así habrá de juzgarse y sentenciarse
legítimamente; y que desde ahora será írrita y vana cualqier cosa que se atentare en contrario, a sabiendas o
ignordamente, por quienquiera y por cualquiera autoridad.

Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador, el día 12 del mes de junio, año de 1948,
décimo de nuestro pontificado.

Por especial mandato del Santísimo.


Por el Señor Cardenal Secretario de Estado,
DOMINGO SPADA De los Breves Apostólicos

LA CANDELARIA. – Es la más antigua de Medellín. Edificada en 1649, fue demolida en 1767. el plano
de la actual fue proyectado por el gobernador José Varón de Chaves y elaborado por los albañiles José y Juan
Ma. Holguin (1786). Sufrió sucesivas reformas pues la cúpula se terminó en 1860 y las torres en 1887. lo
más intersante del exterior corresponde a la fachada lateral izquierda, cuos muros aparecen desnudos,
denunciando por sucesivos resaltes, los altares de la nave. La portada lateral acusa las soluciones de un
barroco local tardío. En la sacristía se guarda una pintura de La Inmaculada que parece ser de Vásquez y
Ceballos. El lienzo de N. S. De la Candelaria data de los primeros años del siglo XVIII, pues en 1630 se
celebraba ya su fiesta. La estatua de mayor veneración en Medellín, se encuentra en este templo y es la del
“Señor Caído”. El artesonado de las naves y el coro, lo mismo que la obra de plata que reviste la mesa de la
celebración, el Bautisferio, la iluminación y decorados de bronce, fueron realizados durante la rectoría
parroquial del P. Germán Montoya, con motivo de la coronación de N. S. De La Candelaria.

Este templo fue Catedral de Medellín desde el 8 de diciembre de 1868 hasta el 11 de agosto de 1931.
fue drecretada Basílica Menor el 6 de junio de 1968 y elevada a ese grado eminente por el Papa Pablo VI el
1 de julio de 1970. “Lugar sagrado, preclaro por el arte, por la historia y por el esplendor de los ritos” fue
llamado entonces por el Papa. El Papa PíoXII decretó la coronación solemnísima de la Imagen de N. S. De la
Candelaria en marzo de 1943 y el acto selemne se efectuó el 15 de agosto de 1950 por Mons. Antonio
Samoré en el atrio de la actual Basílica Metropolitana, en el Parque de Bolívar. “Parece ingénito en los
corazones Medellinenses el culto de esta imagen cuya antiguédad se mide por la historia de medellín pues el
escudo de la ciudad lleva la excelsa imagen de la celestial señora como baluarte y patrona perpetua de sus
habitantes”, dice textualmente el documento del Papa.

ALTAR GRIEGO. – Es digno de mención especial el Altar mayor de la Basílica de La Candelaria, de estilo
griego con 6 grandes captiles corintios de madera dorado finamente, en el primer cuerpo bajo y con 8
columnas menores corintias, también dorada, en el camarín de la célebra Imagen. Los altares laterales y de
las dos naves laterales, son también de semicolumnas corintias, menos uno, al de la Sagrada Familia, de
capiteles dóricos. Sobre el estilo de este Altar de La Candelaria cabe anotar que fue imitado en numerosos
templos de antioquia. Por ejemplo; el de la Concatedral de Rionegro, el de El Santuario, el de marinilla, el de
Concepción y lo fueron el de El Carmen, el de Cocorná y varios otros. Hay en la Sacristía de la Basílica un
pequeño Museo Religioso de mérito artístico e histórico.

SAN FRANCISQUITO. – Es bueno recordar aquí, que en el sitio en que se enecuentra actualmente el
Banco Popular, en el Parque de Berrió, existió una capilla de las Carmelitas llamada de San Francisquito. El
19 de mayo de 1803 ocuparon la casa contigua, donde se inició el Real Colegio de San Francisco, los PP.
Franciscanos, “dándole mando y gobierno por dentro por el coro, para que dichos religiosos puedan cumplir
con sus obligaciones y funciones en dicha iglesia, sin incomodarse en buscar otra”.

Entre los discípulos que tuvo el Pbro. Fray Rafael La Serna deben recordarse: el Pbro. José ma. Uribe
Mondragón, Rector después; el Pbro. José Tomás Henao Cura de Sonsón y el Pbro. Francisco de Paula
Benítez, cura de Medellín por más de 50 años. El P. La Serna fue enemigo del movimiento de la
Independencia y por ello tuvo que salir de medellín en Septiembre de 1812.

LA VERACRUZ. – La primitiva, construída con el nombre de “Ermita de la Veracruz de los Forasteros”


estaba en despoblado y era muy pequeña, (1684-1712). En marzo de 1791 amenazó ruina y fue demolida
totalmente y construída la actual, que se terminó e inauguró de 30 de noviembre de 1803. un señor
Peinado fue quien tomó mayor interés por la edificación. Cuentan las crónicas que el día de la inauguración
ese señor, ante la muchedumbres, regó el pavimento de la Iglesia con agua de colonia y repletó su interior
de claveles, rosas y lirios. Los albañiles fueron José Ortiz e hijo. La fachada es muy interesante, dice
Santiago Sebastián, ya que se solucióno el remate con la formaca característica del barroco colombino: la
espadaña acentuada con grandes pirámides de sabor arcaizante; grandes cartones establecen la transición
entre los cuerpos inferiores y la espadaña. Las semicolumnas de la portada nos traen evocaciones del
plateresco, pero de gusto netamente criollo.

El alcalde de Medellín, Dr. Jaime Tobón V., restauró en 1968 la plazoleta, de acuerdo con la época
antigua y colocó la primera pila de bronce llegada a Medellín.

IGLESIA DE SAN JOSE. – Antes se llamó de San Lorenzo, construída en 1646 por el Pbro. Juan Gómez
de ureña. En 1789 fue reedificada por Carlos de Molina y nuevamente reedificada en 1847 por los Jesuítas.
Ha sufrido varias reconstrucciones hasta haberla terminado el Pbro. Ricardo P. Corral.

En el año de 1729 se dio a los Jesuítas el Colegio de San Fernando de Sta. Fe de Antioqia. Pero a los
38 años, el 1o. De agosto de 1767, el gobernador de la Provincia Antonio Barón de Chaves, notificó a los
jesuítas Padres del Colegio y de la Iglesia de Sta. Bárbara, que debían abandonar inmediatamente la ciudad,
pues el rey Carlos III, “por razones que se ocultaban en su real pecho”, había firmadoe el 2 de abril anterior
la Pragmática por la cual se les expulsaba de España y de todos sus dominios.
Cuando era Ministro de Relaciones de la Nueva Granada Mariano Ospina Rodríguez, se logró el regreso
de la Compañía de jesús a Colombia por decreto del Poder Ejecutivo de 2 de mayo de 1842. era Arzobispo
de Bogotá Monseñor Manuel J. Mosquera y obispo de Antioquia Juan de la Cruz Gómez Plata. El 31 de julio
de 1844, después de 77 años de ausencia, regresaron a Bogotá los jesuítas. A Medellín, los PP. Joaquín
Freire, José Segundo Lainez y Luis Amorós, llegaron pocos meses después. El general Juan Ma. Gómez,
Gobernador de Antioquia, les entregó el Colegio Provincial; pero una gran oposición, encabezada por José
Ma. Facio Lince, los obligó a retirarse rapidamente. La señora Rita Lince de Vélez organizó la anera de que
pudieran comprar terrenos para un Colegio llamado San José de los Padres jesuítas en la esquina de las
calles Pichincha y San Félix, donde queda actualmente el Colegio de la Presentación. El Obispo Gómez Plata
les entregó el Templo de San José y ellos lo reedificaron. El frontis y la Torre del Templo de San josé fueron
dirigidos por arquitecto jesuíta Félix pereira. Pero el 18 de mayo de 1850 el General José Hilario López
decretó la expulsión de los Jesuítas de toda la nación. A los de Medellín les concedieron 48 horas para salir
desterrados. Diez Padres Jesuítas salieron por Rionegro, Marinilla, El Peñol y Nare. Regresaron a Medellín
dos Jesuítas el 9 de julio de 1884: Los PP. Vicente Ramírez y Zoilo Arjona, quienes vinieron del Ecuador.

En este templo se conservan: el cuadro del primer Patrono que tuvo Medellín, San Lorenzo, cedido por
el fundador de San Lorenzo de El Poblado, herrera y Campuzano. Es el más antiguo cuadro que se conserva
en todo Medellín; el cuadro famoso de Francisco A. Cano, “Bautismo de Jesús” y el gran retablo de San José
patrono de la parroquia.

IGLESIA DE SAN BENITO. – Levantada por doña maría Paladines en 1802, pero totalmente demolida la
capillita original. El templo actual fue iniciado en 1919 por los Padres Franciscanos e inaugurado en 1928.
Posee bellos altares de mármol y una estatua de n. S. De Las Mercedes, muy antigua y venerada.
Ultimamente fue reformada en el interior.

IGLESIA DE SAN IGNACIO. – Se inició su construcción en agosto de 1803. tras haber servido de cuartel
en guerra civil fue bendicido de nuevo en 1886 y confiados los PP. Jesuítas. Esta comunidad lo reformó
totalmente y lo embellecio con numerosos altares de mármol. Posee un Vía Crucis original de G. Montoya, de
notable arte y cuadros antigüos en la Sacristía.

Primero fue Convento de los Padres Franciscanos. Por Cédula Real del 9 de febrero de 1801 se
autorizó la fundación del Convento y Colegio de san francisco, origen o génesis de la universidad de
Antioquia. El 21 de marzo de 1803 llegaron a medellín los Pp. Franciscanos Fray Rafael de la Serna y Fray
Juan Cancio Botero. Como consta en los archivos, “el día jueves a diez y nueve de mayo del año de mil
ochocientos y tres en que la Iglesia Romano celebra la festivida de la Ascensión del Señor, el R. P. Fray
Rafael de La Serna y sus compañeros religioso se pasaron a la Casa de las Reverendas Monjas Carmelitas
que se les destinó para Hospedería provisional. Interín se funda el Convento y el día 20 de junio del dicho
año, en un salón de las piezas del balcón abrío aula pública de Latinidad en la que el mismo Rvdo. P. se
presenta de preceptor de los muchos jóvenes pobres y ricos que han entrado a su curso; y en una sala de
las piezas bajas abrió escuela de primeras letras poniendo un religioso lego de maestro”. Hay otro
documento del archivo que comienza asï: Elección del terreno para la fundación del Convento de n. Padre
San Francisco por el Rvdo. P. Fundador Fr. Rafael de La Serna en las heredades de Manuel de yepes y Juan
ma. Hernández en el Barrio nuevo de San Lorenzo de esta Villa de medellín en el año de 1803”. Hay un
diseño cuidadosamente dibujado, del estado que presentaban el Convento, el Templo de San Francisco y el
Colegio Real de San Francisco, en los terrenos exactos que hoy ocupa el Paraninfo de la Universidad de
Antioquia, con esta leyenda: “Estado actual que manifiesta la obra del Convento, Iglesia y Colegio de Nuestro
Seráfico Padre San Francisco de medellín. Se dio principio a esta obra el día 2 de agosto de 1803”. En la
manzana de la Plazuela José Félix de Restrepo, hoy llamada de San Ignacio o de La Universidad, existieron
primero, Convento, iglesia, exactamente en el sitio actual del Templo de San ignacio, que fue primero Iglesia
de San Francisco y Colegio Real de San Francisco. En la fachada del actual templo se conserva de la puerta
central en piedra labrada, el escudo famoso de los Franciscanos. El Templo era de piedra, tres naves y bella
portada. Pero durante las persecuciones que sufrió la Iglesia, por parte del partido liberal de ese entonces,
el templo fue convertido en cuartel de tropas y sitio donde se cometieron crímenes. Quedó desmantelado,
sucio y en estado deplorable que más parecía cárcel.

En “Cosas viejas de la Villa de La Candelaria”, Don Lisandro Ochoa dice: “En el año de 1875 hacía el
templo de San Francisco parte del Colegio del Estado de Antioquia (creo que desde 1860 quedó en poder
del gobierno por el despojo de la ley de manos muertas). En las guerras civiles del 79 y del 85 fue ocupada
la Iglesia por tropas y en ella instalaron cuartel; un lamentable aspecto presentaba, cuando mujeres
colocaban fogones en el suelo y allí confeccionaban los alimentos para la soldadesca”.

El 4 de febrero de 1886 se inauguró solemnemente el Colegio de San Ignacio, antes llamado


Acádemico, por contrato celebrado el 11 de diciembre del año anterior con el gobernador Gral. Marceliano
Vélez. Esa inauguración se efectuó en el templo de San José que había sido de los Jesuítas antes de su
expulsión por José Hilario López. El obispo Bernardo Herrera Restrepo puso en manos de lo Jesuítas el
templo. Fue arreglado, decorado con sencillez y pucritud y luego bendecido e inaugurado como Templo de
San Ignacio el 29 de julio de 886. De 1925 a 1930 se reformó admirablemente, tal como se encuentran en
la actualidad el director de esa restauración fue el p. Salvador Restrepo, S. J. El altar del Centro es de
madera dorada y los laterales y algunos otros de las naves, de mármol. Las Estaciones son obras de Gabriel
Montoya, copias de un pintor alemán. Hicieron época porque hasta entonces las estaciones eran oleografías
traídas de Europa. En este templo comenzó el culto extraordinario al Sagrado corazón de Jesús y la devoción
de los Primeros Viernes. El Padre Arjona organizó desde entonces la tradicional y extraordinaria Procesión
del Corazón de Jesús, que ha sido a través de casi un siglo el más admirable culto público al Sagrado
Corazón y desborde multitudinario de religiosidad en Medellín.

En la fachada y como pórtico central del Templo de San Ignacio, hoy sede la Parroquia del mismo
nombre decretada por Mons. Tulio Botero Salazar el 18 de abril de 1967, se encuentra el mismo que tuvo la
Iglesia de San Francisco, hoy de estilo renacimiento español. En un documento antiguo se lee: “En este mes
de abril de 1805 se ha comenzado a labrar la piedra azul para el ornato del forntispicio de la fachaa de la
Iglesia; dichas piedras se condujeron desde el paraje del volador, más allá de una pebrada, todas en
hombros de hombres hasta la fábrica y para esto ha habido convites los domingos y días de fiesta”.

IGLESIA DE N. S. DEL PERPETUO SOCORRO. – Es una de las más bellas iglesias de estilo gótico de la
ciudad, hermosa y bien construída. Se inició por el P. Eduardo Díez, en 1948 y la concluyó el P. José
Galeano. Posee bellos mosaicos venecianos.

IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE PAULA. – Construída por el P. Eduardo Díez, 8famoso sacerdote
arquidiocesano constructor de otros cuatro templos) de 1930 a 1938. allí se venera la imagen más popular
de Antioquia, San Nicolás de Tolentino, en cuyo altar hay una hermosa estatua, yacente en mármol negro, del
mismo santo.

IGLESIA DE SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS. – (Laureles). De estilo modernista y decorada con gusto
especial. La comenzó el P. Guillermo Valencia, en 1950 y la terminó Mons. Víctor Widemann en 1966. los
vitrales fueron diseñados por el padre Martín, Benedictino de Medellín.
IGLESIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS. – De estilo gótico, iniciada en 1923 y terminada en 1960.
Posee obras de mármol veneciano famosas, como las estaciones, los cuadros de N. S. Del perpetuo Socorro
y Muerte de San José y la Ultima Cena, bajo el baldaquino central, el más hermoso de la arquidiócesis
después del de la Basílica.

IGLESIA DE MANRIQUE. – Joya delicada y fina, de estilo gótico florido, construida por los PP. Carmelitas.
Posee un precioso altar de madera dorada; una estatua de n. S. Del Carmen de tamaño heróico y la estatua y
altar del Señor de Las Misericordias, obra del artista antioqueño Alonso Montoya. Es una de las devociones
más populares de Medellín.

IGLESIA DEL CARMELO, (La Mansión). Comenzada en 1943 y terminada en 1945, con planos del Dr.
Gonzalo Restrepo. Tiene un área de 615 m2. adorno principal: la madera de los artesonados y los columnas
enchapadas en piedra bogotana. Es precioso el 4etablo central, lo mismo que el sagrario de plata.

TEMPLO DE ENVIGADO. – es uno de los templos más hermosos de la arquidiócesis, por la originidalidad
y esbeltez de sus dos torres, que fulgen siempre blanquísimas, la preciosidad del altar mayor, obra tallada en
madera y los vitrales diseñados por el P. Julio Jaramillo.

JESUS NAZARENO. – Arquitectura de estilo románico bizantino, muy destacada en el cielo de medellín,
con una estatua del Corazón de María, de tamaño heroico, en el frontis y tallas en madera en el interior, obra
de los PP. Claretianos. Su arquitecto Luis Llach. Iniciada por el P. Bahillo.

N. S DEL ROSARIO DE BELLO. – Es el templo de más costosa decoración, de la arquidiócesis: profusión


de mármoles, bellos vitrales; piso, confesonarios, altares, columnas etc., de mármol. En la fachada hay varios
frescos del pintor español Claros (copias), y una estatua en aluminio, de 5 metros, obra de Alfonso Montoya.
La primera que se fundió en Colombia en este metal. Merece destacarse la obra admirable de la puerta
principal, en bronce, con altorrelieves de gran gusto.

TEMPLO DE LOS HERMANOS CRISTIANOS. – En el Colegio de San José, esta obra es digna de elogios,
dentro de la arquitectura moderna, atrevida y muy funcional y de gran capacidad.

La vida de San Juan B. de la Salle está representada en vitrales gigantescos.


UN SACERDOTE QUE CONSTRUYO CINCO TEMPLOS. – Entre todos los sacerdotes de la arquidiócesis,
constructores de templos, sobresale el P. Enrique Díez Estrada, muerto trágicamente en 1965 al ser
arrollado por un camión. El acostumbró ir semanalmente, el día de pago de obreros, a Coltejer, con el fin de
recibir una limosna para los templos que siempre estaba dirigiendo. Fue constructor de los siguientes: San
Francisco de Paula, El Calvario, El Perpetuo Socorro, el Corazón de Jesús y San Juan de Dios.

Cuando construía el de El Calvario, en un bazar, al pedirle una ofrenda a don Carlos Peláez, éste
inmediatamente sacó su chequele y le dio al padre la ofrenda. Al otro día, sorprendido el P. Díez, porque
leyó que había girado $50.000.00, creyó era equivocacion y fue a casa del señor Peláez. Este le contestó:
“si Padre, son cincuenta mil pesos que regalo con gusto para el templo del Señor Crucificado. Y en esa
época, una ofrenda de esa naturaleza, equivalía a tener casi con qué terminar la obra.

TEMPLOS DE LA BOLIVARIANA Y DEL SEMINARIO. – Monseñor Eugenio Restrepo Uribe, fue el


constructor de estos dos templos. El primero, de estilo parabólico moderno, planos del doctor Antonio Mesa
Jaramillo, muy funcional y económico, pues el proyectado primitivamente y comenzado a construír, contiguo al
actual, fue un error técnico y se vio que era preferible suspenderlo. El del Seminario, con planos del doctor
Nel Rodríguez es de estilo circular o mejor, cupular, con corredor de procesiones y tribunas para el púbico,
con el fin de que allí puedan estar los familiares, el día de Ordenaciones.

TEMPLO DE BELEN. – Según los historiadores, Jerónimo Luis Tejelo, acompañado de 25 hombres hizo
el descubrimiento del Valle del Aburrá el 24 de agosto de 1541 y le dio el nombre de San Bartolomé de los
Alcázares. Entró por los Altos de los Cruces, Quebrada Larga, El Barcino y Altavista y bajó la cordillera por el
territoro que hoy pertenece a la fracción de Belén en Medellín.

La Parroquia fue erigida el 7 de marzo de 1814. en 1870 estaba de Párroco el Pbro. Lorenzo Escobar
y comenzó el ensanche dela capilla que servía de templa Parroquial. Cuando el P. Aparicio Gutiérrez estuvo
de Cura por 25 años, le hizo ensanches y reparaciones. Finalmente el Canónigo Iglancio Duque reedifició el
templo, con frontis, torres y cúpula. Allí se venera un cuadro de ntra. S de belén, muy antiguo y de gran
veneración, que fue traído o de España o de Quito en los principios del sigo XVII. A esa misma época
pertenecen N. S. de la Candelaria de Medellín y N. S. De Chiquinquirá de la Estrella. Sobre este cuadro corre
una leyenda según la cual en 1757 una creciente arrasó la capillita donde se veneraba el cuadro y lo arrastro
en sus corrientes, hasta que una niña lo rescató de las aguas. Como era costumbre, las gentes de esa éoca
regalaban, como muestra de agradecimiento por beneficios recibidos, joyas para los cuadros. A este retablo
de Belén también le regalaron muchas. En 1792, en la visita del obispo de popayán Angel Velarde dispuso:
“Siendo esta capilla de Belén tan reducida que escasamente se acomodarán cuarenta personas y pasando
del ciento las que suelen concurrir a ella, mandamos que se le dé extensión necesaria y para este gasto
destinamos: el incensario de plata y las alhajas siguientes de N. Señora: un par de zarcillos de oro con
esmeraldas; otros dos pares de oro con perlas; otro par de oro con dos piedras, una sortija de esmeraldas,
una gargantilla de tres hilos de perlas con ocho cuentas bordadas en oro”. El Retablo fue escondido durante
la guerra de 1879 con rengifo, debido a muchas atrocidades que se estaban cometiendo en algunos
templos. En 1880 fue rematado en $20.00, por la familia Mesa. Luego, cuando era Párroco de Belén el P.
Rogelio Arango, al celebrar una Misa en Casa particular esa familia adornó el altar con el retablo famosos. El
Párroco pidió fuera entregado nuevamente al Templo, para veneración y lo consiguió. En mayo de 1962 fue
trasladado de un altar de una de las naves al camarín central. El Papa Pablo VI decretó su coronación
canónica en diciembre de 1963 y el 15 de agosto del siguiente año se realizó la ceremonia por el Sr.
Arzobispo Tulio Botero Salazar.

TEMPLO DE SAN ROQUE. – Es uno de los templos hermosos de la arquidiócesis, en cuya construcción
trabajarton los Pbros. Juan de DiosGómez y Abraham Jaramillo. El P. Joaquín Giraldo, lo terminó,
especialmente en su decoración interior.

TEMPLOS DE EL POBLADO Y SAN MIGUEL. – Estos dos templos los construyo el p. José Miguel Agudelo,
quien tomó como costumbre pedir semanalmente limosna para este fin, en la plaza de mercado. Es digno de
mención el altar de madera de madera de la nave central.

TEMPLO DE SAN JUDAS TADEO. – Lo construyó el Padre Arbeláez, quien había permanecido 25 años de
Párroco en Alejandría. Es famoso el vitral de la Gloria de San judas que ocupa el frontis.

TEMPLO DE SAN CAYETANO. – Lo construyó el P. Hernando Barrientos y allí se venera una imagen de
San Cayetano, que atrae devotos. Su techo de paraboloides hiperbólicos y el gran Cristo de la fachada
merecen elogio.
En los últimos 10 años se han construído más de 78 templos, de arquitectura sencilla y elegante, obra
de arquitectos de las 2 facultades de arquitectura que hay en Medellín. Realmente son admirables y de
acuerdo con el momento en que vivimos.

IGLESIA DE LA CONSOLATA. (Consoladora). Los PP. De N. S. La Consolata llegaron a Medellín en


1962; habían llegado a Colombia, con el fin de encargarse de Parroquias difíciles del río Magdalena con
1947. el templo se comenzó en septiembre de 1967 y fue inaugurado solemenemente el 9 de septiembre
de 1972. construyó este templo el P. Atilio Barettini. Es uno de los más ultramodernos templos de medellín,
obra del arquitecto Apolinar Restrepo y con la dirección del arquitecto Luis Jorge Aristizábal quien ya había
hecho o mismo con el templo del Seminario Mayor. Semeja una carpa y simboliza el pueblo de dios que
levanta en la noche de la vida terrestre, su tienda para dormir y la recogerá en la mañana de su muerte para
entrar en el cielo, tras la peregrinación.

IGLESIAS DE EL PILAR Y MARIA REINA DE LOS ANGELES. – Estos dos templos son obra del Pbro. Luis
Eduardo Upegui Echavarría. El primero, edificado en la cumbre del Barrio España en honor de N. S. Del Pilar
fue iniciado en 1954 e inaugurado solemnemente en agosto de 1966. La Parroquia había sido inaugurada
en septiembre de 1951. es de bello estilo románico y obra del arquitecto Féliz Mejía A: Allí se venera una
hermosa estatua de N. S. Del Pilar y posee un rico manto, regalado a la Parroquia por el Exemo. Sr. Juan
Manuel González, y que llevó por media hora mientras ante el altar de la Basílica de Zaragoza en España,
celebraba Misa el citado Prelado, la milagrosa imagen de esa ciudad.

El de MARIA REINA DE LOS ANGELES es sede de la Parroquia del mismo nombre erigida por el sr. Tulio
Botero Salazar el 13 de mayo de 1969. fue inaugurado y consagrado con el novísimo rito el 29 de mayo de
1971. Es una Iglesia sencilla, de estilo moderno, funcional, sobria y elegante con decoración de gusto
especial. Su arquitecto fue Guillermo León Velásquez.

TEMPLO DE STO. TOMAS DE AQUINO. Lo construyó el sacerdote autor de este artículo, quien soñó de
seminarista, con la alegría de ser el constructor de un Templo a la Divinidad, comenzando desde cero, con
las dificultades interesantes de regar el campo, estéril al principio con el sudor de su frente, desbrozando a
fin de que los simientos se enterraran. Fue comenzado en marzo 7 de 1962. (La Parroquia había sido
decretada el 2 de febrero de 1961). Es de estilo moderno, techo de madera estructrual, en paraboloides
agudos, decoración de piedra multicolor sacada de La iguaná. Alí se veneran: el Cristo del altar de la
celebración, antigua imagen venerada en Barbosa y un cuadro de Sto. Tomás de Aquino, arte sencillo del
siglo pasado. Son dignos de mención los 18 Vitrales, todos obra de los artistas antioqueños Caver Ramírez y
Alonso Pineda, y copia de autores colombianos, con excepción de uno. Es famoso el Vitral grande del
feontis, obra del artista Francisco Claver Ramírez, titulado “María Inmaculada, madre de la Iglesia
Antioqueña” y que reproduce más de 18 rostros de personajes históricos del departamento.

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