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Joan Manuel Girón F.

QUIÉREME UN POQUITO MÁS


Drama en formato corto

Lima
Octubre de 2021

Copyright © 2021 Teléfono: 975110176

Por Joan Manuel Girón Francia E-mail: joanmanuel.giron@gmail.com

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Personajes Andrea (33): amante de la pintura; una mujer que apuesta por su
libertad y que se esfuerza por mostrarse firme en sus decisiones.
Una manera de ser que suele entrar en conflicto con lo que a veces
consigue.

Ernesto (35): un joven nostálgico, aficionado a la música y que deja


fluir sus sentimientos, los cuales no siempre guardan relación con
sus decisiones y su manera de pensar.

Rafaela (35): escritora; una mujer sensible y que busca


continuamente ser honesta consigo misma. Su vida es un
verdadero poema escrito en el tiempo por ella misma.

Tiempo: Un otoño del siglo XXI.

Lugar: Una estación onírica anclada en una realidad tripartita.

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Joan Manuel Girón F.

QUIÉREME UN POQUITO MÁS

Drama en formato corto

Escena 1

Aparecen en escena Andrea y Rafaela. La primera pintando; la segunda escribiendo en


una libreta y con audífonos. En el fondo se les ve a los dos músicos tocando la canción
de Paté de Fuá con Lila Downs, “Llévame en un Beso”. Andrea empieza a cantar al compás
de la música. Sigue pintando, bebe cervezas y también fuma. Rafaela continúa
escribiendo. Lee lo que escribe. Algunos versos del poema “Rareza de medianoche”. Las
dos cada vez con mayor intensidad. Aparece Ernesto como si fuera un espectro. Recorre
los dos espacios, el de Rafaela y Andrea, respectivamente. Siente impotencia y frustración
por ello. Ninguna lo ve. También canta por momentos.

Escena 2

Luz tenue. Se escuchan murmullos. Los de Andrea y Ernesto en diferentes tonos. Hace
un poco de frío. Aparecen en escena los dos a la vez, sentados sobre una cama, cada uno
en un extremo y de espaldas, abrazando sus piernas. Hay botellas de licor rodeando a
ambos. Ambos conversan sin poder verse. Se empiezan a vestir.

ERNESTO

¿Por qué carajo nunca podemos hacer el …

ANDREA

el…?

ERNESTO

… el amor…

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ANDREA

… sobrios?

ERNESTO

(pausa) Sí.

ANDREA

(Con frío) ¿No lo sabes realmente o prefieres… engañarte?

ERNESTO

Lo primero… o lo segundo.

ANDREA

(Interrumpe) Yo, de ninguna otra manera te miraría.

ERNESTO

¿Segura?

ANDREA

Sí.

ERNESTO

En mi caso no dejaría de mirarte.

ANDREA

Porque eres idiota.

ERNESTO

¿Pero la que sigue aquí eres tú?

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ANDREA

Eso es porque yo quiero estar aquí.

Ernesto se levanta un poco tembloroso. Se coloca una camisa rota.

ERNESTO

Yo creo que sabes muy bien que terminarás quedándote siempre aquí.

ANDREA

¿Perdón? ¿Quedándome dónde, Ernesto? ¿Qué es aquí? ¿Esto qué es? ¿Eres tú y tu
mágico mundo? Tú eres el que se queda, no yo.

ERNESTO

No. No es así. Te equivocas, Andrea.

ANDREA

Vienes cuando yo te llamo. Cuando necesito que estés. Simplemente cuando quiero.

ERNESTO

Vengo solo por sexo, entonces.

ANDREA

Ernesto, por favor no...

ERNESTO

¿Te hace sentir tan… empoderada, decir todo esto? Muy segura de ti haciendo gala de
tu aparente feminismo.

ANDREA

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¿Aparente? Pues no. Te equivocas, Ernesto. Contigo no necesito demostrar nada.

ERNESTO

No parece.

ANDREA

(Silencio) También me escuchas... y me lees. Siempre lo haces. Las llamadas, las cartas -
y en esta época-, tus bromas idiotas…

Ernesto se acerca a Andrea. Le coge la cintura. Quiere volver a acostarse con ella.

ANDREA

¿Qué haces?

ERNESTO

Nada.

ANDREA

Ernesto, ni se te ocurra…

ERNESTO

¿Ni se me ocurra qué?

ANDREA

¡Puta madre, Ernesto, ya es muy tarde! ¡Ya vete a tu casa, carajo!

ERNESTO

¡No te entiendo, Andrea!

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ANDREA

Sabes que no podemos seguir. Ya está amaneciendo. ¿Por qué insistes?

ERNESTO

Porque quiero estar contigo antes de irme. Tan simple como eso.

ANDREA

¿No entiendes nada, no, Ernesto? ¡Es que nunca entendiste nada de todo esto!

ERNESTO

¿Tú lo entiendes?, dime.

ANDREA

¡Sí! ¡Sí! Yo sí lo entiendo.

ERNESTO

¿Qué entiendes, Andrea? ¿Mi vida? ¿Cómo debo organizarla? ¿Cuántos hijos debo
tener? ¿Qué debo decirle a Rafaela?

ANDREA

No, querido Ernesto. No. Lo que entiendo y debe quedar muy claro para ti también es
que yo puedo estar con quien quiero, las veces que quiero y en el momento que
quiero. Pero tú…

Ernesto se le acerca de manera muy impulsiva.

ERNESTO

¡Yo…

ANDREA

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Caramba, tranquilo.

ERNESTO

¿Yo qué, Andrea? Y no me vengas con ese discurso...

ANDREA

Tú, Ernesto, nunca has sabido lo que has querido.

ERNESTO

(De manera muy intempestiva, cogiendo su rostro) Te quiero a ti. Y eso lo tengo muy
claro.

ANDREA

¿En serio te crees eso?

ERNESTO

Lo creo. Y lo creo porque lo siento.

ANDREA

(Riéndose) A Rafaela le debes decir lo mismo.

ERNESTO

No tienes ni la mínima idea de lo que siento, Andrea.

Andrea destapa una botella de cerveza y empieza a beberla.

ANDREA

Y tú mucho menos, Ernesto. Pero tranquilo, no te estoy juzgando. Puedes querer a


quien te dé la gana. O hacerte creer eso. (Pausa. Mira la botella que tiene en la mano)
Ahora sí que bajó la temperatura.

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ERNESTO

Así parece.

Ernesto apaga la vela. Se apagan las luces.

Escena 3

Una discoteca. Se escucha la canción “Locura” del grupo peruano Dolores Delirio. Se le
ve a Andrea bailando sola. Aparece Rafaela con Ernesto; coquetean, beben algo. Rafaela
sale de escena. Ernesto y Andrea se encuentran. Empiezan a bailar al ritmo de la música.
Se van acercando el uno del otro. Hablan un poco fuerte para escucharse. Vuelve a
aparecer Rafaela.

ANDREA

¿Te molesta tanto que sea feliz?

ERNESTO

Lo soy también.

ANDREA

¿Y conmigo…?

ERNESTO

Lo soy.

ANDREA

Eres doblemente feliz, entonces.

ERNESTO

Dichoso.

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ANDREA

Pendejo no más.

Ambos se ríen. Pero Ernesto se mantiene ensimismado.

ANDREA

Con esa canción nos conocimos. ¿Recuerdas?

ERNESTO

(Ensimismado) Sí.

ANDREA

¿Ernesto?

ERNESTO

¿Sí?

ANDREA

¿Puedes ser un poquito más expresivo a ti que te gusta tanto reflexionar sobre la vida y
esas cosas?

ERNESTO

Pero te jode que lo haga.

ANDREA

¡Pero no ahora, Ernesto, no jodas!

Andrea coge una botella grande de cerveza y empieza a beber mientras baila.

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ERNESTO

¿Tú eres feliz conmigo?

ANDREA

No.

ERNESTO

¿Me estás respondiendo así porque te jode que no hable tanto?

ANDREA

No lo creo.

ERNESTO

Entonces, ¿lo eres o no?

ANDREA

No. Ya te dije que no.

ERNESTO

¿Y por qué estamos juntos?

ANDREA

No lo estamos.

ERNESTO

Me refiero a… por qué salimos, por qué nos vemos.

Andrea se va sin responderle. Aparece Rafaela.

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RAFAELA

Es que la paso de puta madre contigo. Supongo que tú también. (pausa) ¿Ernesto?

ERNESTO

Sí… sí… debe ser eso (Pausa) ¿La tejiste tú?

RAFAELA

¿Ah?

ERNESTO

La chalina.

RAFAELA

Ah, sí.

ERNESTO

La que tienes en la mano.

RAFAELA

Sí, sí, ya entendí. Tu tía me enseñó a tejerla, ¿no te acuerdas?

ERNESTO

Sí… claro.

RAFAELA

Qué buena canción, carajo. Éramos unos chibolazos lindos.

ERNESTO

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Sí… claro.

RAFAELA

¿Pasa algo, Ernesto?

ERNESTO

No, no… todo bien

RAFAELA

Mejor nos sentamos si quieres.

ERNESTO

No, tranquila, no pasa nada. Creo que mucha chela.

RAFAELA

Qué dices, si recién van cuatro.

ERNESTO

Sí, es cierto. Nada, no pasa nada.

RAFAELA

Con esa canción no nos importaba si había alguien a nuestro lado. Nos lanzábamos a
bailar como si no existiera nada más en la vida… Me encantaba que tengas la misma
energía que yo. Creo que por eso me enamoré de ti.

Vuelve a aparecer Andrea en lugar de Rafaela. Ella sale de escena.

ERNESTO

¿Andrea?

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ANDREA

Dime.

ERNESTO

No, nada, solo que…

ANDREA

Solo que…

ERNESTO

Es que hace un momento…

ANDREA

¿La canción?

ERNESTO

Sí… la canción.

ANDREA

Nuestra canción.

ERNESTO

… nuestra canción.

ANDREA

Temón de toda la vida.

ERNESTO

Sí… de toda la vida.

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ANDREA

(Riendo) ¿Qué te pasa?

ERNESTO

No, solo quería asegurarme de que… preguntarte sobre…

ANDREA

Ya, habla.

ERNESTO

Nada olvídalo, vamos a bailar.

ANDREA

¡Pregunta de una vez!

ERNESTO

(Cambiando de tema) Ya, ya, sobre tu psicoanalista. Sí, sobre él.

ANDREA

Ya…

ERNESTO

¿Qué te dice sobre toda esta huevada de la culpa?

ANDREA

¿Ah?

ERNESTO

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Sobre esas reacciones que tenemos... esos estados de la culpa que me cuentas que a
veces se manifiestan en las personas.

ANDREA

¿A qué viene todo esto, Ernesto?

ERNESTO

Querías que sea más expresivo.

ANDREA

Sí, claro, expresivo, pero no huevón.

ERNESTO

Ah, ahora soy...

ANDREA

Quién te entiende.

ERNESTO

… huevón

ANDREA

Sabes qué, voy por una cerveza más y otra para el camino. ¿Duermes conmigo hoy?

ERNESTO

Pues… tengo, eh, a ver… más o menos una hora y media aún. Yo creo que… mejor…

ANDREA

Ernesto, ve a tu casa, ¿sí? Ve a descansar. Mejor nos vemos otro día. Todavía tomaré un
par de cervezas más por acá.

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Escena 4

Rafaela y Ernesto conversan en la habitación de su casa. Ernesto bebe una cerveza


mientras revisa su celular. Tiene un ukelele al lado. Rafaela escribe en un cuaderno sobre
la cama. Es otoño, de noche. Hace frío y la Luna llena se ve desde la ventana.

RAFAELA

Me pinté el cabello…

ERNESTO

Sí, claro, lo vi. Te lo dije…

RAFAELA

Claro... claro. (Pausa) Me pinté las uñas.

ERNESTO

(Sin verla) Está lindo el color.

RAFAELA

Y combinan con mis zapatos.

ERNESTO

Sí, creo que sí. (voltea sutilmente) Aunque podrían combinar mejor con los otros. Las
botas verdes, tal vez.

RAFAELA

… No tengo botas verdes.

ERNESTO

Sí, sí, cierto… los… azules quise decir.

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RAFAELA

Sí, los azules… los azules. (Pausa) Me pondré los negros con mi pantalón blanco.

ERNESTO

Combinan con la noche.

Rafaela lo mira sin saber qué decir.

RAFAELA

Te diste cuenta.

ERNESTO

¿De qué?

RAFAELA

… de la noche… y de la ropa.

ERNESTO

Es que… hay Luna llena.

RAFAELA

Sí, Luna llena.

ERNESTO

Y cuando hay Luna llena... recuerdo cosas.

RAFAELA

Sí…

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ERNESTO

Y canto.

RAFAELA

… y yo escribo.

ERNESTO

… y el ukelele me abraza.

RAFAELA

Así es, Ernesto. Así eres tú.

ERNESTO

Y te recuerdo.

RAFAELA

Pero estoy aquí.

ERNESTO

Lo sé.

RAFAELA

¿Para ti ya no, cierto?

ERNESTO

No lo sé.

Ernesto toca el inicio de la canción “Luna”, de Estación Resonancia”. Rafaela escribe.

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Escena 5

Ernesto y Andrea están echados en la cama de ella. Han fumado marihuana. Están muy
relajados. Inician la escena riéndose.

ERNESTO

¿Te has puesto a pensar que en todo este tiempo nunca nos hemos tomado una
fotografía juntos? Es como que… no sé, solo anduvimos pensando en lo…

ANDREA

En lo efímero. En lo atemporal de cada salida, de cada encuentro, de cada recuerdo de


la noche anterior siempre medio borrosa.

ERNESTO

Sí, claro. A eso me refiero.

ANDREA

¿Sabes, algo, Ernesto? La primera vez que pasamos por esto fue muy complicado para
mí, porque sabía que tenía que dejar de hablarte y eso me costaba mucho. Por eso las
idas y venidas con “golpes de pecho”. Ese querer y no querer al mismo tiempo. El
buscar alejarme, alejarte, volver a tenerte cerca, imaginarte y … Y nada, vamos, mejor
déjalo ahí. No haré un drama otra vez, así que tú tranquilo.

ERNESTO

A ver si entiendo bien. ¿Esto que has dicho quiere decir que ya no podremos encontrar
tiempo para “estar juntos”?

(Pausa) Andrea solo lo mira y lo deja continuar.

ERNESTO

De acuerdo. Supongo que el silencio aquí es necesario, ¿no? Claro, le da un tono muy
solemne… o épico, dramático… romántico (pausa). Olvida lo que digo, Andrea. Yo no…
eh, yo no… la verdad no sé qué decirte.

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ANDREA

Está bien. Está bien así. Mejor no saber qué decir. Puedo vivir con esto.

ERNESTO

¿Debo entender que… "vivir con esto"… significa no solo no vernos, sino también no
hablarnos?

ANDREA

¿Qué sería mejor para ti?

ERNESTO

No sé, Andrea. ¿Tendría que saberlo?

ANDREA

¿Tendrías?

ERNESTO

(Mirando para un lado, desconcertado) Que no los sé. Quizás pensaría la respuesta de
dos maneras.

ANDREA

Ya…

ERNESTO

Hacer como que no pasa nada y continuar mi rumbo. Siendo “feliz”. Es decir, hacerme
creer que todo está bien y que de pronto desapareciste… o que nunca exististe... O
atreverme a comprender mucho más esas huevadas de las que hablan en el
psicoanálisis -Freud y tanto imbécil más-… sobre nuestras… emociones, pulsiones…
eros-thánatos, esas cosas…, para, para… dejar de juzgar y aceptar... y aprendiendo a
distanciar culpas solo por… sentir… (Mira hacia diferentes lados y se toma el rostro). De
acuerdo, olvídalo otra vez… no sé qué huevadas estoy diciendo.

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ANDREA

Sí, sí, sin dudas son puras huevadas.

ERNESTO

Sí, claro, seguro lo son. Pero no me dejarás mentir de que las dos alternativas son
válidas.

ANDREA

Eso es algo que solo tú puedes responderte, Ernesto.

ERNESTO

Tal vez, tal vez así sea.

ANDREA

Y escoger cuál es más cómoda para ti.

ERNESTO

¿Cómoda?

ANDREA

… y para mí.

ERNESTO

“Cómoda” no creo que sea la palabra más adecuada…

ANDREA

Yo creo que sí.

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ERNESTO

Andrea, no estoy buscando comodidad.

ANDREA

Bueno, para mí esto tiene mucho que ver con no complicarme. Ernesto, yo me siento
sola. Y así estoy bien. Estoy sola más allá de con quién me acueste o con quien salga.
He aprendido a estar así y me gusta. Puedo gozar de esta tranquilidad después de
mucho tiempo. Pero tú…

ERNESTO

Siempre pareces tener todo claro, Andrea.

ANDREA

¿Te parece?

ERNESTO

¡No! ¡No siempre tuviste todo claro, Andrea!

ANDREA

Uy, empezamos con los recuerdos.

ERNESTO

¿Sabes que no en todo momento funciona el sarcasmo? (Silencio)

ANDREA

¿Sí?

ERNESTO

Ta mare, contigo no se puede.

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Ernesto arma un cigarrillo de marihuana. Andrea se lo pide con un gesto con la mano.

ERNESTO

Toma.

ANDREA

Gracias.

Ernesto le quita el cigarrillo.

ERNESTO

Acompañaré tu decisión, Andrea.

ANDREA

¡Caramba! Pero “qué amable” de tu parte. “Muchísimas gracias, Ernesto”.

ERNESTO

(Con una mirada incómoda) … y te ayudaré a que continúes con esa tranquilidad.

ANDREA

Bueno, tienes razón en eso de que no siempre se puede ser sarcástica. No hablas tantas
babosadas como a veces parece. Total, hay emociones que es mejor dejarlas allí,
descansando, y que pasen. ¿No dicen que el tiempo cura y hace olvidar?

ERNESTO

Así dicen. Y sí, de seguro eso es "lo mejor".

Andrea bebe un sorbo grande de cerveza.

ANDREA

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Sí, claro. De seguro. ¿Un salud por eso?

ERNESTO

Un salud por eso.

Escena 6

Ernesto lee la carta de Andrea. Se escucha la voz de ella mientras él hace su maleta. Se
ve a Andrea escribiendo, pintando, bebiendo y llorando. Una luz tenue la acompaña.

ANDREA

Creo que todo esto me está costando más de lo que pensaba. Eres un gran hijo de
puta, Ernesto, y ambos lo sabemos bastante bien. O, al menos, yo siempre lo supe y lo
asumí así. Tú en cambio querías seguir creyendo que lo que hacías estaba bien. Y de
seguro sí. Pensando siempre en lo que te convenía, en tu comodidad. Pero tranquilo,
no hay de qué preocuparse. Ya he dejado de juzgarte hace un buen tiempo. Lo siento,
pero, estos moralismos a veces no dejan de acompañarme. Además, Ernesto, tú
siempre has estado allí para escucharme. Has dejado tu música para responderme o
venir a verme. Casi nunca encontrabas lo que querías, o lo que esperabas, tener sexo
conmigo, pero igual siempre andabas muy pendiente de mí. Y te lo agradezco mucho,
Ernesto.

¿Sabes? Es muy complicado cortar cosas, dejar de hablar a personas que significan
mucho para uno y, justamente es por ese sentimiento de cariño y agradecimiento, que
quería terminar bien esto y decirte… eso, gracias por todo, gracias por tantas risas,
tantos abrazos, tanta paciencia, tanta espera, tanta consideración y sobre todo tanto
cariño. Solo te voy a reclamar una cosa. Ojalá… ojalá, Ernesto, me hubieras querido un
poquito más.

Buenas vibras siempre, Ernesto. Deseo todo lo mejor para ti. Aunque viva extrañándote,
estoy segura que es lo mejor que se puede hacer. Total, esto tiene que pasar en algún
momento, ¿no? Si no lo soporto, ya encontraré nuevas formas creativas para…
deshacerme del problema. Sí, sí, lo sé. Dije que no volvería a hacer un drama. Lo siento.
Pero es que ya la semana se acaba. Mañana es lunes y hay que empezar a recordar que
ya no estarás. Cuídate mucho... Voy a apelar al tiempo y pedirle volvernos a encontrar
de otra forma, con otras miradas, con otros sentimientos...

Ernesto termina de hacer su maleta. Ingresa Rafaela.

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RAFAELA

Entonces, te vas.

ERNESTO

Eh…

RAFAELA

Coloqué tu ukelele en el estuche que te regalé cuando cumplimos un año.

ERNESTO

Gracias, Rafaela. Yo…

RAFAELA

Toma (le entrega un taper en bolsa). Allí hay tallarines verdes que seguro te podrán
durar un par de días si los pones en la refri, en la congeladora, claro.

ERNESTO

Rafaela, tú odias cocinar.

RAFAELA

Sí, claro. Pero a veces los odios se vuelven una buena compañía.

ERNESTO

Desde el primer domingo que nos mudamos juntos no has vuelto a preparar tallarines
verdes.

RAFAELA

¿Seguro?

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ERNESTO

Sí, muy seguro.

RAFAELA

Mira tú. Has estado mucho más atento de lo que parecía. Cuidado te quemas.

ERNESTO

¡Au!... Rafaela, ¿hay necesidad de todo esto?

RAFAELA

Lo siento, no pensé que sacarías el taper de la bolsa.

ERNESTO

De que si hay necesidad de hacer todo este ritual.

RAFAELA

Ernesto, ¿crees que esto es un típico ritual de despedida para que… duela menos?

ERNESTO

¿Entonces sí es un ritual?

RAFAELA

Sí.

ERNESTO

De acuerdo. Entonces…

RAFAELA

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Toma (Coge del suelo la carta de Andrea y la lee. Voz de Andrea. “Creo que todo esto
me está costando más de lo que pensaba. Eres un gran hijo de puta, Ernesto, y ambos
lo sabemos bastante bien. O, al menos, yo siempre lo supe y lo asumí así”). Se te cayó
tu hoja.

ERNESTO

(Desconcertado) Gracias.

Ernesto deja la bolsa con el taper en la cama. Coge la carta con las dos manos y la mira
fijamente.

RAFAELA

Siempre creí en los rituales, Ernesto. Los rituales siempre sanan.

ERNESTO

Debe ser.

RAFAELA

¿Recuerdas cuando prendíamos velas e inciensos y leíamos juntos a Pessoa, a Emily, a


Rilke, a Whitman, y tú con tus melodías acompañando la oscuridad de la noche hasta
que la cera se consumiera?

ERNESTO

Leíamos también algunos de los poemas que en algún momento escribiste para mí. Y
para tus viejos. Y los del autogolpe.

RAFAELA

(Sonríe) Hace mucho que no escribo algo para ti.

La Luna está presente por la ventana. Ernesto se acerca a su maleta. Entre la ropa saca
un libro. Se sienta sobre la cama y lee un fragmento del poema “Rareza de medianoche”.
Se escucha música instrumental mientras Ernesto lee.

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ERNESTO

“(…) Y las hojas siguen ahí conmigo por alguna razón

De pie como soldados convencidos

De que han perdido la guerra

Muriendo las noches necesarias

Para ayudarme a despertar

Y morir conmigo la siguiente noche”

RAFAELA

“Rareza de medianoche”. El día que le dijiste a Luciana que estabas enamorado de mí;
de su mejor amiga.

ERNESTO

Lo estaba.

RAFAELA

Lo estabas.

Silencio prolongado.

ERNESTO

Rafaela, ¿qué pasa si me quedo?

RAFAELA

Que, ¿qué pasa?

Ernesto

¿Qué pasa si me quedo?

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Rafaela

Nada. No pasa nada si te quedas, Ernesto. Nada va a cambiar. Te irás en dos semanas,
o en tres meses, o en un año. No lo sé. O me iré yo antes. Pero nada más que eso
pasará.

ERNESTO

Rafaela…

RAFAELA

Ve tranquilo, por favor. Deja de pensar tanto.

ERNESTO

No, Rafaela.

RAFAELA

Dale serenidad a tu moral. Dile que no es de ayuda en este momento.

ERNESTO

¿Mi moral?

RAFAELA

Ernesto, mi amor, ve, ¿sí? Acuéstate con quien quieras, las veces que quieras y sé feliz.

Ernesto coloca el libro en su maleta y la cierra. Sale muy desconsolado de la habitación.


Rafaela lo ve partir. Se lanza a la cama y grita llena de frustración.

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Escena 7

Andrea lee la carta de Ernesto. Se escucha la voz de él mientras ella pinta. Ernesto aparece
en el centro del escenario.

ERNESTO

Quisiera saber qué escribir. Siempre encuentro las palabras y las formas adecuadas
para hablarte, para responder a tus preguntas existenciales, tus dudas repentinas, tus
sueños de madrugada… Y creo que fue eso, además, lo que más te gustó de mí. Pero,
mientras escribo, borro y desecho papeles, me encantaría tener claridad de lo que debo
hacer. Mañana… salgo de la casa. Rafaela no me ha preguntado nada. Ni por qué me
voy ni a dónde me voy (pausa). Tampoco sabría qué decirle. No tengo idea dónde ir.
Aunque, tal vez, sí por qué me voy. Por lo menos sé que he podido escribirte una carta
más. Qué raro, ¿no? Seguir escribiéndonos cartas en tiempos como estos. Claro. Quién
dudaría de un pedazo de papel. Ojalá me esperes, Andrea. Te abrazo fuerte.

Escena 8

Ernesto llega a la casa de Andrea. Esta se sorprende de que esté ahí.

ANDREA

¿Ernesto?

ERNESTO

Hola.

ANDREA

¿Qué se supone que haces aquí?

ERNESTO

Te dije que me iba.

ANDREA

Sí, eso lo sé.

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ERNESTO

Y quería saludarte.

ANDREA

Y sobre todo despedirte.

ERNESTO

No, no. Eso no.

ANDREA

Ernesto, ya, deja de romantizar tu vida. Tus llegadas, tus partidas.

ERNESTO

Lo lamento, Andrea.

ANDREA

No, no. Lo último que quisiera es que lo lamentes. Porque tampoco quiero hacerlo yo.
Tal vez no debí decirte todo eso en la carta. Debí guardarlo para mí como siempre.
¿Sabes algo, Ernesto?, en serio esta vez no quiero disculparme por ello. No me interesa
hacerlo, porque… quiero saber qué se siente patearle el culo a la culpa. No estar
juzgando a nadie ni que me estén juzgando por lo que hago o dejo de hacer. Al menos
hoy no, Ernesto. Hoy no.

ERNESTO

También quiero dejar de sentir culpa, Andrea...

ANDREA

No, te equivocas. ¡Tú no sientes culpa, Ernesto! ¿De qué hablas? Tú la pasas bien con
quien estés.

32
ERNESTO

¿Tú crees que no sufro? Que no me duele estar…

ANDREA

¡No! No lo haces.

ERNESTO

Andrea…

ANDREA

La verdad creo que aún no he sido del todo sincera contigo, y mucho menos conmigo
misma.

ERNESTO

Sí, tal vez, supongo.

ANDREA

No, no, es que ni siquiera lo supones. No lo sabes.

ERNESTO

¡Bueno… no lo sé, entonces!

ANDREA

Creo que después de ese día…

ERNESTO

¿Cuál?

ANDREA

33
(Decepcionada) Creo que después de ese día me di cuenta de algo que no quise
aceptar muchas veces. En esta última semana he pensado mucho en eso. Amaru está
con su papá desde hace un mes y la carga fue mayor.

ERNESTO

Sí, imagino.

ANDREA

¡Tampoco lo imaginas, Ernesto!

ERNESTO

(Incómodo) Puta madre, entonces sigue. Te escucho.

ANDREA

… ahora acepto cosas que no quería ver conmigo misma. Tratando de entender mis
acciones de ese día y qué sentimientos me llevaron a eso. Cómo empezó todo. La
comodidad que sentí, no sé... Son muchas cosas. Es una mezcla de todo a la vez, como
una explosión que te mueve hacia varios lados. Como una montaña rusa. Lo correcto a
lo incorrecto, y viceversa, lo que se siente y no se quiere sentir… Lo que está bien y no
está bien para la puta sociedad…

ERNESTO

Tal vez…

ANDREA

… y luego volver a lo mismo de siempre, al círculo que me niego a cerrar, a la


comodidad y todo lo que creas en mí... A cagarla y no cagarla más....

Andrea ya ni lo escucha.

ERNESTO

Parece que las cosas están muy claras.

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ANDREA

La idea es no joder al otro con lo que uno haga. Pero cada cosa que hacemos termina
jodiendo a todos los que nos rodean. No quiero seguir sintiendo esa responsabilidad
de que me estén juzgando por lo que hago, por lo que siento, por lo que pienso... Esto
es una reverenda mierda y tú vienes y me escuchas, y me siento de puta madre
contigo, pero luego te largas y cuando quieres tirar me buscas y yo caigo en el juego y
seguimos dándole y dándole a la huevada.

ERNESTO

Tú también me buscas para eso, Andrea.

ANDREA

¡Ernesto, no me jodas!

ERNESTO

Andrea…

ANDREA

Nos jodimos la vida… ¡Me jodiste la vida, me jodí la vida! ¡Ernesto, lárgate de una vez!

ERNESTO

¡No puedo!

ANDREA

¡Vete!

ERNESTO

¡Mírame!

ANDREA

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(Llorando) ¿Por qué viniste?

Ernesto la lleva hacia la cama. Andrea llora mientras lo sigue.

Escena 9

Ernesto y Andrea amanecen juntos en un sofá.

ERNESTO

Quería que no acabara esta noche.

ANDREA

Ya no hay noche, Ernesto. Y ahora sí, se fue. Se fue completita. Y por eso es mejor que
esta vez sí te vayas.

ERNESTO

Pero puedo quedarme.

ANDREA

No. No puedes. Ya no puedes.

ERNESTO

¿Por… qué?

ANDREA

Ernesto, no quiero empezar a exigirte… ya sabes… tu presencia.

ERNESTO

Hubiera sido muy feliz tocando para ti.

36
ANDREA

Pero tú siempre eres feliz donde vas. Y por eso la gente te quiere. Por eso yo te quiero.

ERNESTO

Cantemos. Vamos, cantemos juntos, Andrea. Hazlo por favor una vez más; yo cerraré
los ojos.

ANDREA

Ve, Ernesto. Ve a casa. Yo seguiré cantando para mí. Y para ti también, claro. Pero a
solas. Como sé hacerlo.

ERNESTO

Fue la mejor noche. Y la Luna llena no dejó de mirarnos.

ANDREA

(Ríe) No sé si para ti lo fue. Pero para mí lo fue realmente. Quería darme el gusto de
estar contigo. Me lo merezco también, ¿no? Quería olvidarme de tu historia, de tus
historias. De la mía misma. Sentirme libre, sin prejuicios cojudos. Ernesto, yo sabía muy
bien que al despertar esta vez sí acabaría todo. Tú, de seguro, ni idea. Pero ni siquiera
quise imaginarlo durante la noche. Solo quería sentirte muy cerca, que me acariciaras.
Que respires en mí. Que tiremos las veces que sean necesarias. Y ya. Tenía que
amanecer en algún momento. No existen las noches eternas ni en los poemas que te
escribe Rafaela. Ya me saqué el clavo, como dicen. Me jode como mierda razonar sobre
algo que sabía cómo iba a acabar. Me jode porque me duele, porque no va a ser fácil
borrarte de todos lados. No escuchar tu voz, no sentir tu olor… Dejar de saber de ti.
Pero, ya está, a veces hay que saber dejar entre paréntesis la vida. Luego volver y
continuar. No debería ser tan complicado. En serio no debería serlo.

Ingresa Rafaela. Camina hacia adelante lentamente. Luego aparece Andrea y finalmente
Ernesto. Comparten el poema “Rareza de medianoche”

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Rareza de medianoche

(Rafaela)

“Fue un regreso un traje deshilachado

Hito al azar

Nostalgia acelerada un riachuelo de insípidos gemidos

Osadas orquídeas sobre una incompleta función

Un vendaval de gritos

Un verdadero retorno en otra época

De aquellos que acostumbrábamos diseñar

Antes de lanzarnos al frío demente

A las vidas flotantes

(Andrea y Ernesto)

La vida puede ser una menuda sospecha

De lo que intentas ser

Una grieta creada para vaciar

El maquillaje de tus sueños

O un vistazo fugaz al cristal añorado

A una historia calcinada

Destino breve contigo

(Rafaela)

Fue un regreso un tiempo que desvanece tiempo

Ilusión que sobrevive ondas metabólicas

Sonrisa circense giro tenue para evadir tu sombra

Fue un ritual diferente atemporal

Malas artes

(Rafaela y Andrea)

Y las hojas siguen ahí conmigo por alguna razón

De pie como soldados convencidos

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De que han perdido la guerra

Muriendo las noches necesarias

Para ayudarme a despertar

Y morir conmigo la siguiente noche”

Ambas se miran. Ernesto se queda atrás. Música que acompaña el final.

FIN

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