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Comisión Evaluadora:
Dr. CRISTIÁN HENRÍQUEZ RUÍZ
Dr. ENRIQUE ALISTE ALMUNA
Dra. SONIA REYES PAECKE
Dr. VICENTE UGALDE SALDAÑA
Se autoriza la reproducción total o parcial, con fines académicos, por cualquier medio o
procedimiento, incluyendo la cita bibliográfica que acredita al trabajo y a su autora.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
AGRADECIMIENTOS
Gracias a mi profesor guía Dr. Alejandro Salazar Burrows, por todo su apoyo durante este
proceso, por tantas conversaciones científicas que me adentraron en la reflexión
académica, por reforzar la confianza en mi conocimiento, pero sobre todo por sus palabras
de aliento y motivación en momentos donde todo parecía gris.
Gracias a mis constantes evaluadores Dr. Enrique Aliste y Dr. Cristián Henríquez que,
con sus análisis y críticas, encaminaron mi reflexión logrando el resultado que hoy
entrego.
Gracias a mi familia mi principal soporte, sin ellos este logro no hubiera sido posible.
Gracias a mi esposo por su presencia, amor y apoyo durante tantas noches que estuve
ausente; a mi madre por su amor y apoyo incondicional para iniciar este largo y exigente
viaje fuera de mi tierra natal, mi querida Colombia; a mi hermana querida por sus
infaltables palabras de aliento y a mi padre por sus constantes oraciones.
Gracias a mi maestro y adorado amigo Luis Carlos Agudelo Patiño, de quien aprendí el
amor y la pasión por investigar sobre sociedad y naturaleza. Fue él quien me motivó a
empezar esta aventura en Chile, a él le entrego todo mi cariño y admiración. Te extraño
siempre.
Gracias a mis amigos y compañeros de trasnoche de esta aventura llamada tesis doctoral
Pame y Rodri, por las incontables y valiosas horas de reflexión conjunta. A mis ayudantes
y ahora geógrafos Felipe Jorquera y Mario Valdivia por su buena disposición siempre; a
mi francesa favorita Chloé Girard que, durante su corta estadía en Chile, fue un gran apoyo
para la elaboración de este trabajo. A todos aquellos que en algún momento hicieron parte
de mi camino en construcción Voltaire Alvarado, Jorge Olea, Rodrigo Sotéres, Katherine
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Hermosilla, Estella Salazar, Sarella Robles, Mónica Meza, Dr Rafael Sánchez y Dr Jorge
Qüense.
Gracias a quienes durante tantos años estuvieron dispuestos a ayudarme e hicieron más
grata mi estadía en el Instituto de Geografía UC: Don Hugo, Yaneth, Margot, Alicia,
Matías.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
TABLA DE CONTENIDO
RESUMEN....................................................................................................................... 13
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 4. Localización de las áreas naturales protegidas en el área de estudio ............. 100
Figura 7. Cambios en las coberturas terrestres para la región urbana en 1989 y 2015
basados en imágenes satelitales Landsat ........................................................................ 122
Figura 11. Distribucion espacial de la oferta potencial por grupo de SE en la región urbana
para 1989 (A) y 2015 (B) ............................................................................................... 141
Figura 12. Oferta potencial total de servicios ecosistémicos en la region urbana para 1989
y 2015 ............................................................................................................................. 143
Figura 15. Unidades de análisis. Áreas naturales protegidas y su área de influencia con
procesos de periurbanización (ANPPE) en la región urbanade estudio ......................... 149
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 16. Matriz de evaluación para la oferta potencial de servicios ecosistémicos en las
ANPPE ........................................................................................................................... 151
Figura 18. Coberturas terrestres en ANPPE Lago Peñuelas, 2002 y 2015. a) Cambios de
matorrales espinosos a urbano; b) Cambios de cuerpos de agua continentales a praderas;
c) Cambios de plantaciones forestales jóvenes y adultas a urbano; d) Cambios de
plantaciones forestales adultas a vegetación escasa ....................................................... 154
Figura 19. Verificación en terreno de las coberturas en el ANPPE Lago Peñuelas....... 155
Figura 21. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Natural Lago Peñuelas para los años 2002 y 2015 ...... 158
Figura 24. Verificación en terreno de las coberturas en el ANPPE La Campana. ......... 164
Figura 26. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite del Parque Nacional La Campana para los años 2002 y 2015 ........... 167
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 31. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Natural Privada Altos de Cantillana para los años 2006 y
2015 ................................................................................................................................ 178
Figura 33. Coberturas terrestres presentes en ANPPE Río Clarillo para 2002 y 2015. . 182
Figura 34. Verificación en terreno de las coberturas en ANPPE 11 Río Clarillo. ......... 183
Figura 36. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE Río
Clarillo 2002- 2015 ........................................................................................................ 186
Figura 37. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Nacional Río Clarillo para los años 2002 y 2015 ........ 188
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 4. Descripción de las coberturas terrestres identificadas en cada una de las ANPPE
........................................................................................................................................ 112
Tabla 5. Matriz de confusión para los cambios en las coberturas del suelo entre 1989 y
2015 ................................................................................................................................ 125
Tabla 6. Equivalencias entre las clases propuestas en esta investigación y las propuestas
por la literatura ............................................................................................................... 133
Tabla 9. Correlaciones entre los resultados obtenidos para la valoración de los SE para
cada combinación (servicios ecosistémicos/coberturas terrestres) según expertos
consultados y literatura consultada ................................................................................ 137
Tabla 11. Unidades de análisis preliminares para la selección de las ANPPE .............. 148
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Tabla 17. Descripción del patrón espacial identificado en cada una de las ANPPE ..... 195
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
ÍNDICE DE ANEXOS
Anexo 7. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para ANPPE Lago Peñuelas. 238
Anexo 9. Oferta potencial total y por grupo de servicio ecosistémico en cada una de las
ANPPE (2002-2015) ...................................................................................................... 240
Anexo 10. Oferta potencial de cada servicio ecosistémico en cada una de las ANPPE
(2002-2015) .................................................................................................................... 241
Anexo 11. Métricas del paisaje para el ANPPE Lago Peñuelas .................................... 242
Anexo 12. Cambios ocurridos en las coberturas terrestres para el ANPPE La Campana
........................................................................................................................................ 243
Anexo 13. Matriz de confusión para ANPPE La Campana 2002 y 2015 ...................... 244
Anexo 14. Métricas del paisaje para el ANPPE La Campana ....................................... 245
Anexo 15. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para el ANPPE Río Clarillo
........................................................................................................................................ 246
Anexo 17. Métricas del paisaje para el ANPPE Río Clarillo ......................................... 248
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Anexo 18. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para el ANPPE Altos de
Cantillana ....................................................................................................................... 249
Anexo 20. Métricas del paisaje para el ANPPE Altos de Cantillana ............................. 251
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
RESUMEN
Esta investigación se desarrolló sobre la base del cambio en las coberturas terrestres, la
periurbanización y sus vínculos con la sustentabilidad del paisaje en una ventana temporal
de 26 años, tomando la región urbana Santiago-Valparaíso como el área de estudio; esta
región cuenta con más del 50% de la población chilena y constituye un complejo mosaico
espacial de valles y montañas, donde se insertan áreas urbanas, periurbanas, ecosistemas
agrícolas y naturales.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
con la actividad forestal y los usos urbanos como principales impulsores de las
transformaciones; a pesar de ello, las variaciones en la oferta potencial de los servicios
ecosistémicos fueron menores. En la escala local se identificaron diferentes patrones
espaciales de periurbanización que corroboran la importante dinámica de estos usos en las
proximidades de las áreas naturales protegidas. Por último, para asegurar el suministro de
servicios ecosistémicos a largo plazo en la región urbana, es necesario conservar
ecosistemas con alta capacidad de provisión a través de áreas naturales protegidas y definir
umbrales de cambio permitidos en ellas.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
Las discusiones teóricas y políticas que se han desarrollado durante los últimos años frente
a la dicotomía urbano-rural han incluido como contenido de interés el proceso actual de
expansión urbana, estimándolo como protagonista de las transformaciones del espacio y
considerándolo como uno de los fenómenos más característicos del siglo XX (García &
Gutiérrez, 2007; Ávila, 2009). Así mismo, el análisis del patrón de desarrollo urbano, la
forma urbana y su complejidad en contextos metropolitanos, se consideran relevantes para
el logro de una planificación territorial dirigida hacia la sustentabilidad regional de los
asentamientos poblados, pues permite obtener una perspectiva holística de largo plazo en
la búsqueda de mantener un equilibrio entre economía, medio ambiente y equidad social
(González, 2002; Barton, 2006; Allen, 2009). En este sentido, los espacios periurbanos
metropolitanos son un laboratorio abierto para el estudio de las tendencias actuales de la
urbanización, pues la difusión de estos procesos sucede de diferentes formas y tiene
impactos según la situación geográfica y contenido del territorio (Antrop, 2000; Johnson,
2001; Méndez, 2007).
En este contexto, el debate académico sobre el espacio rural, sus procesos socio-
territoriales y su evolución, ha evidenciado la renovación de las discusiones teóricas,
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
territoriales, pero en las últimas décadas y con el paradigma ambiental1, estos espacios
han cobrado importancia como contenedores de valores ambientales, los cuales están
siendo amenazados por la expansión urbana metropolitana, situación que ha ido
modificando el eje de los intereses investigativos, evidenciando la pertinencia de la
reflexión desde la perspectiva ambiental (Ávila, 1999; Tacoli, 1999; Monclús, 1998;
Gerritsen et al., 2005; Hersperger et al., 2012; Yaro, 2012).
Por otra parte, aunque las transformaciones sobre el entorno natural se han reconocido
desde hace mucho tiempo, es a finales del siglo XX cuando las preocupaciones por los
asuntos ambientales comienzan a manifestarse como resultado del incremento de la
población urbana y la expansión de las ciudades, desde entonces el interés por estos
asuntos ha estado en aumento (Naredo, 1996; Johnson, 2001; Hasse & Lathrop, 2003;
Güneralp & Seto, 2008). Así, el deterioro de los recursos naturales y los problemas
ambientales asociados a la expansión de la urbanización comienzan a hacer parte de la
preocupación de las organizaciones ecologistas, las investigaciones académicas y las
organizaciones no gubernamentales (FAO, 1979; Paniagua & Moyano, 1998; Iaquinta &
Drescher, 2000; Jonhson, 2001; Allen 2009).
1
Entendido como la nueva forma de comprender las relaciones sociedad – naturaleza, que considera dentro
del análisis como elementos principales la sustentabilidad del paisaje y el equilibrio natural, además del
establecimiento de límites a la expansión de la urbanización.
2
La reflexión frente al concepto de sustentabilidad es abordada más adelante, a partir de los principales
elementos teóricos que permiten soportar su inclusión como uno de los conceptos relevantes en esta
investigación.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Por otra parte, la sustentabilidad del paisaje y la forma urbana estarían ligadas en tal
medida que la nueva configuración espacial que se ha generado en las regiones urbanas
sería determinante para proporcionar SE, pues de ella depende el flujo, el tipo y la cantidad
de SE que tenga un paisaje regional para sus habitantes. Un ejemplo de ello se desprende
de las discusiones que se han generado desde hace varias décadas en los debates sobre
ciudad y crecimiento urbano. Respecto a esto, se plantea que el transporte privado y la
infraestructura del transporte público tienen vínculos directos con la forma urbana, pues
ésta determina el consumo de combustible, por lo tanto, la emisión de gases a la atmósfera,
requiriendo así de SE específicos como la regulación de la calidad del aire, por ejemplo.
Por otro lado, esta nueva configuración espacial puede influir en las tasas de conversión
de uso del suelo rural a uso del suelo urbano, relacionadas principalmente con la aparición
de nuevas viviendas o espacios residenciales (proceso inmobiliario), implicando la
desaparición de áreas agrícolas, la disminución o fragmentación de áreas naturales y la
migración de sus habitantes (Breheny & Rookwood, 1993; Salazar et al., 2014),
transformaciones que la vez influyen sobre los SE disponibles (De Groot et al., 2010).
Para esta investigación se consideraron diferentes elementos reflexivos, entre ellos, las
transformaciones de las relaciones urbano-rurales, la nueva configuración de la forma
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
urbana en el área de estudio, sus principales motores de cambio y los efectos sobre los
sistemas naturales que soportan el espacio periurbano: las áreas naturales protegidas y la
oferta potencial de los SE. Estos elementos permiten observar las interacciones socio-
espaciales y ambientales enmarcadas en un contexto altamente dinámico como el
periurbano metropolitano que busca alcanzar una región urbana sustentable, pero además
confirman la pertinencia de una planificación territorial diferenciada para los espacios
periurbanos.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
sustentabilidad del paisaje y sus vínculos, analizando los principales hallazgos respecto a
las transformaciones del paisaje regional y local, SE, patrones espaciales y tendencias. Por
último, se incorporan en este capítulo las conclusiones obtenidas en esta investigación.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Por otro lado, considerando la importancia que tienen para el bienestar de la sociedad
humana los ecosistemas naturales y las funciones ecológicas asociadas a ellos, se
reconocen los diferentes desafíos que conllevan las transformaciones socio-espaciales
para la planificación territorial y el desarrollo sustentable en regiones urbanas. Es aquí
cuando el creciente interés por comprender, abordar y aplicar el concepto de los SE en los
espacios periurbanos, se convierte en uno de los insumos más importantes para dar apoyo
a los tomadores de decisiones.
En este sentido, se identifican algunos esfuerzos por estudiar en la práctica, los diferentes
efectos que tienen las transformaciones en las coberturas terrestres en relación con el
suministro de los SE, y aparece como un elemento estratégico para el análisis la
sustentabilidad del paisaje, un concepto multiescalar que se centra en los SE esenciales y
considera como protagonista el patrón espacial. Sin embargo, son incipientes los avances
alcanzados en esta temática principalmente respecto a espacios tan heterogéneos,
multifuncionales y dinámicos, como los periurbanos metropolitanos.
Se espera entonces hacer aportes al estudio y planificación del espacio periurbano, a través
de esta investigación que ha sido motivada por diferentes interrogantes sobre los vínculos
entre el proceso de expansión física de la urbanización y la sustentabilidad del paisaje en
regiones urbanas. Al respecto, se elabora el estado de la cuestión, identificando los
principales debates y avances investigativos sobre los procesos de periurbanización
durante las últimas décadas, haciendo hincapié en los vínculos urbano-rurales y los SE,
que son los elementos centrales de la propuesta.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Los contextos metropolitanos han sido transformados con las acciones antrópicas
producidas esencialmente por el acelerado crecimiento de la sociedad industrial pro-
desarrollista y la modernización capitalista que se inició durante las últimas décadas del
siglo XX (Ravetz et al., 2013; De Mattos et al., 2014). Esta nueva forma urbana3
producida por los procesos de globalización de la economía y la implantación de políticas
neoliberales, que estimulan la oferta inmobiliaria y tiene efectos importantes sobre la
organización espacial de los sistemas urbanos, transforma y complejiza el espacio
periurbano4 e incluso sus efectos tienen alcance regional (Utría, 1998; Ávila, 2009). Sin
embargo, las políticas neoliberales no son la única interpretación de la expansión de la
urbanización, pues esta puede explicarse también desde paradigmas sociales que están
demostrando una tendencia de retorno a las condiciones naturales, donde las personas
prefieren vivir rodeadas de naturaleza, fuera del espacio urbano, pero los suficientemente
cerca de la ciudad, un proceso que fue denominado como contraurbanización (Berry,
1976).
Se reconocen en este sentido intereses investigativos no sólo desde la geografía sino desde
otras disciplinas como en los estudios urbanos y en la sociología, las cuales se interesan
3
“Una nueva forma, ya que incluye en la misma unidad espacial urbanizada, áreas urbanizadas y tierra
agrícola, espacios abiertos y zonas residenciales de alta densidad: hay varias ciudades en un paisaje
discontinuo. Es una metrópoli multi-centrada que no corresponde a la separación tradicional entre las
ciudades centrales y sus suburbios. Contiene núcleos de diferentes tamaños e importancia funcional
distribuidos a lo largo de una amplia extensión territorial siguiendo las líneas de transporte” (Castells, 2010:
2739).
4
Concepto que en esta investigación se entiende como la “Extensión continua de la ciudad y a la absorción
paulatina de los espacios rurales que le rodean; se trata del ámbito de difusión urbano-rural e incluso rural,
donde se desarrollan prácticas económicas y sociales ligadas a la dinámica de las ciudades. El elemento
central en cuanto a la existencia del fenómeno lo constituyen las relaciones que se establecen por la cercanía
y proximidad con el entorno urbano” (Ávila, 2009: 98). Los principales conceptos abordados en esta
investigación y de los cuales el periurbano hace parte fundamental, son desarrollados más adelante.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En este sentido Gerritsen et al., (2005) reconoce que para los países de la región, el
acelerado proceso de urbanización es un asunto de relevancia, puesto que ha tenido efectos
importantes de carácter social y ambiental, lo que reafirma la necesidad de profundizar en
la comprensión de las relaciones funcionales entre la expansión de la urbanización y las
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Otros investigadores como Webber (2004)5, plantean que la concepción que se tenía a
mediados del siglo XIX y principios del XX sobre la localización 6 única entre el área
urbana y el área rural, ahora no es tan clara y ha perdido su validez, pues los asentamientos
urbanos se han dispersado, las fronteras espaciales se han disuelto y las diferencias de lo
urbano y lo rural ya no son tan claras.
Ávila (2005) por su parte, se refiere al tema urbano-rural a partir del caso mexicano, como
una rígida dicotomía que fue rebasada para concentrar la atención en las diferentes
interacciones presentes entre ambos espacios y los vínculos existentes entre ellos;
planteamiento que coincide con el presentado por Chomitz et al. (2005) quienes
consideran la dicotomía urbano-rural como una “simplificación excesiva” que desestima
la multiplicidad de cambios y elementos espaciales que se observan a lo largo de un paisaje
y territorio. A esta discusión contribuye Agudelo (2012) cuando afirma que a finales del
siglo pasado (S. XX) la dicotomía entre lo urbano y lo rural se rompió, ya no está presente,
especialmente en aquellos espacios rurales más próximos a las regiones urbanas que están
en continua expansión física más allá de los límites urbanos establecidos.
5
El 2004 corresponde al año de traducción al español, pero el artículo original escrito por Melvin Webber
fue elaborado en 1968. Un artículo que más de cuatro décadas atrás ya revelaba la importancia que tendrían
los asuntos relacionados con la combinación de usos urbanos y rurales, un planteamiento que fue generado
a partir de la inexistencia de exclusividad en la localización de usos residenciales para los urbanitas y los
habitantes rurales, de ese entonces. Hoy sin duda las borrosas fronteras entre lo urbano y lo rural siguen
siendo un tema de interés en las investigaciones geográficas.
6
El autor se refiere al hecho que mientras en la ciudad solamente vivían los urbanitas, por fuera de los
límites de ella sólo se establecían las personas predominantemente rurales (Webber, 2004).
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
multifuncionalidad de los mismos (Adelle, 1999; 2003; Chomitz et al., 2005; Ravetz et
al., 2013).
Estas discusiones se han fortalecido desde diferentes disciplinas durante las últimas
décadas y de ellas se evidencia, que a pesar de la importancia que han adquirido en los
estudios geográficos la sustentabilidad y los elementos de carácter ambiental, estos
componentes apenas comienzan a ser protagonistas en las investigaciones científicas
(Antrop, 2006; Aguilar, 2008; Ahern, 2013; García-Nieto et al., 2018).
Las transformaciones espaciales a las que se ha hecho referencia son evidencia empírica
del creciente y frecuente intercambio entre las concepciones de lo urbano y lo rural, así
los límites entre las regiones urbanas y sus periferias son cada vez más difusos, al menos
en espacios con influencia de los procesos metropolitanos, donde la expansión de la
urbanización ha sido incentivada por diferentes razones. Entre ellas, la inconformidad en
la vida urbana o por el interés por la vida rural y sus amenidades, lo que podría
considerarse como una manifestación de la reconsideración de los valores del espacio rural
y de lo natural principalmente por parte de quienes habitan en la ciudad (Berry, 1976;
Nates & Raymond 2007; Indovina, 2004; Cruz, 2002; Ávila, 2009), o como una decisión
económica para acceder al suelo a precios más accesibles que en la ciudad, a pesar de los
costos de transporte que esto podría implicar (Alonso, 1964).
Otros factores importantes han estado acompañando esta nueva estructura territorial,
específicamente la evolución constante de las relaciones urbano-rurales o campo-ciudad
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
a las que hacen referencia diferentes autores (p.e Gómez, 1984; Moltó & Hernández 2004;
Ruiz & Delgado, 2008), quienes reconocen que éstas también se han diversificado y
complejizado con la expansión de la urbanización y la integración funcional de ciudades
metropolitanas, generando un nuevo sistema de relaciones y que por lo tanto requieren de
nuevos enfoques investigativos que permitan conocer mejor estas nuevas configuraciones
espaciales y sus efectos socioambientales.
7
Referidas en esta investigación como las áreas naturales protegidas (ANP)
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
beneficios que ofrece para la vida urbana. En esta relación de dominio de las áreas urbanas
sobre las rurales, es importante el incremento en la demanda de suelos urbanizables, de
infraestructura y consecuentemente de SE, pues paradójicamente reitera la importancia de
la conservación de las áreas naturales y la biodiversidad, por el rol que ésta desempeña
como nexo entre los ecosistemas y el bienestar de la sociedad (Johnson, 2001; Díaz et al.,
2011).
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
entonces no descartar del análisis otros escenarios actuales al estudiar la realidad espacial
de estos espacios geográficos, el cambio climático por ejemplo es relevante por sus
posibles efectos sobre los recursos naturales, los SE y por lo tanto, sobre la vida humana;
estos son elementos que han adquirido relevancia en cuestiones de planificación y
sustentabilidad para cualquier espacio geográfico, pero en especial para aquellos
predominantemente urbanos (Barton, 2006).
Se identifican avances importantes en este campo, pues varios estudios se han concentrado
en analizar la complejidad de las transformaciones del espacio periurbano metropolitano,
desde diferentes perspectivas y disciplinas científicas (Echeverri & Ribero, 2002; García
& Quintero, 2009; Llambí & Pérez, 2011); sin embargo, se reconoce la tendencia de estas
investigaciones hacia el estudio de la forma y las estructuras urbanas metropolitanas,
desestimando otros elementos como aquellos de carácter ambiental, que ya se han
mencionado en este documento.
En este sentido, los SE y las coberturas del suelo han obtenido mayor atención en las
investigaciones científicas y han adquirido valor como elementos conjuntos de análisis,
pues facilitan la identificación y diferenciación de los principales impulsores de cambio
del paisaje; elementos que son determinantes para asegurar la conservación del sistema
natural que actúa como sostén para las actividades socioeconómicas que se llevan a cabo
en estos espacios geográficos.
Autores como Grêt-Regamey et al. (2013), reconocen que bajo la paulatina presión de
desarrollo en las regiones urbanas, la consideración de los ecosistemas naturales de la
periferia como contribuyentes principales a la calidad de vida de la sociedad urbana es
cada vez más compleja; la exclusión o la inclusión superficial de cuestiones ambientales
en la generación de políticas públicas, sumada a una planificación territorial ineficaz no
conducente al desarrollo sustentable, secunda los inconvenientes asociados a la
degradación ambiental. Es precisamente por esta razón que los SE (amenidades,
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
alimentos, agua, energía, entre otros) se han convertido en una contribución significativa
para la planificación y gestión territorial.
Así pues, se está frente a un problema del conocimiento que tiene una dimensión empírica
en cada lugar: el proceso de expansión de la urbanización en áreas críticas (ecosistemas
estratégicos). Parece oportuno entonces conocer y monitorear con mayor profundidad
aquellas transformaciones socio-espaciales y de carácter ambiental que se originan una
región urbana. Comprender los procesos periurbanos, la forma de ocupación de estos en
áreas clave y sus nexos con la sustentabilidad del paisaje es importante no sólo para
mantener el equilibrio ambiental de espacios altamente dinámicos sino para proyectar
futuros cambios en el paisaje regional y tomar medidas preventivas que conduzcan al
desarrollo sustentable de las regiones urbanas. Esta investigación se interesa por las
problemáticas expresadas en espacio periurbano en regiones urbanas bajo la perspectiva
de sustentabilidad del paisaje, a partir del estudio de los procesos de periurbanización, las
dinámicas espaciotemporales de los servicios ecosistémicos y de las áreas naturales de
valor ambiental.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Bajo este panorama de alta demanda de espacios urbanizables y de SE, que al mismo
tiempo degrada los ecosistemas naturales y va más allá de limites político administrativos
de las ciudades metropolitanas, es necesario reorientar estas transformaciones socio-
ambientales de los espacios periurbanos metropolitanos no sólo por sus implicaciones
socioeconómicas sino para aminorar la degradación del sistema natural y su biodiversidad
(Utría, 1998; Johnson, 2001; Forman 2008; Aguilar, 2009; Ravetz et al., 2013).
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Frente a las principales cuestiones que esta reflexión aborda se reconoce que, pese a que
en los procesos de planificación territorial el espacio periurbano metropolitano ha sido
descrito, no se ha hecho una reflexión de manera diferenciada por lo que aún se desconoce
con exactitud su funcionamiento y estructura, por lo tanto, la heterogeneidad de sus
procesos sigue siendo un reto para los tomadores de decisión.
8
Muchos de los SE asociados a las áreas naturales protegidas, soportan el desarrollo de las regiones urbanas
y tienen origen en las periferias urbano-rurales de la metrópolis, por lo tanto, su degradación puede tener
consecuencias directas sobre el futuro funcionamiento urbano de las mismas.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
¿Cómo han sido los procesos de periurbanización metropolitana y cuáles han sido los
principales cambios en las coberturas del suelo que han ocurrido durante las últimas
décadas en la región urbana analizada?
Por otra parte, la sustentabilidad del paisaje en aquellos espacios con predominancia de
procesos urbanos se soporta en el suministro de los SE, propios de las áreas naturales. Las
respuestas frente a las presiones que ejercen los procesos de periurbanización
metropolitana sobre las áreas naturales de valor ambiental y sus consecuencias sobre las
coberturas terrestres, son elementos necesarios para comprender el tránsito hacia la
sustentabilidad del paisaje en regiones urbanas.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Luego de esbozar las preguntas que encaminan esta investigación, se formulan los
objetivos y las hipótesis que establecen el alcance de la investigación.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Referido al crecimiento de la trama urbana, es decir, principalmente áreas conurbadas en grandes zonas
urbanas.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Por último, las discusiones en torno a la estructura y forma urbana de los espacios
periurbanos metropolitanos se han venido renovando como consecuencia del paradigma
ambiental y como parte de los análisis ofrecidos por los estudiosos del territorio que
buscan comprender las diferentes interacciones que se han venido generando con la
intensificación de la expansión urbana metropolitana, la reconfiguración espacial y su
consecuente disipación de la frontera urbano rural. En la Figura 2 se presentan los
elementos centrales que estructuran esta investigación.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
A comienzos de los años 60, William Pattison propuso cuatro tradiciones que han sido
consideradas de gran relevancia para el estudio de la disciplina geográfica: 1) Tradición
Espacial, 2) Tradición de Estudios de Área, 3) Tradición del Hombre-Medio y 4)
Tradición de Ciencias de la Tierra (Pattison, 1964). Autores posteriores (p.e Frazier &
Epstein, 1979; Donaldson, 2001; Baerwald, 2010) han considerado estas tradiciones como
el núcleo primordial para la investigación geográfica y desarrollaron investigaciones en
torno a ellas, es por esto que a continuación se presenta una breve reflexión que expone
los nexos de esta investigación en el marco analítico de la geografía.
A través de los años las investigaciones geográficas han evolucionado dando paso a
conceptualizaciones renovadas, por lo cual las tradiciones de la geografía inicialmente
definidas por Pattison pueden no solo ser nombradas de manera distinta en la actualidad,
sino que posiblemente su contenido se ha modificado, complementado y complejizado.
Por ejemplo, las tradiciones pueden tener un alcance mayor al señalado inicialmente por
su precursor (p.e la tradición espacial, en relación con la geometría y el movimiento),
mientras que otras han adquirido mayor trascendencia en el campo de las investigaciones
geográficas, como los análisis sociedad - naturaleza (anteriormente concebidos como la
tradición hombre-medio), lo que ha permitido profundizar en su contenido pues son cada
vez más los investigadores interesados en estudiar en esta relación (Murphy, 2014).
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Estas “tradiciones” tienen sus orígenes en las geografías de los antiguos griegos y su
principal atributo fue la búsqueda una mirada general sobre la geografía como disciplina
(Bennetts, 2005; Murphy, 2014), pero también sobresalía el interés por evidenciar la
interconexión entre la geografía física y la geografía humana (Sluyter et al., 2006). Esta
visión condujo a diferentes autores a retomar la propuesta de Pattison (1964) como parte
del análisis en sus investigaciones bajo diferentes perspectivas y niveles de complejidad;
algunas de las cuales retomaron las “tradiciones” como eje central de análisis para discutir
sus esfuerzos por comunicar la esencia de la geografía, mientras que otras las analizaron
de manera tangencial, complementaria o comparativa (p.e Cooke, 1971; Cracknell, 1976;
Frazier & Epstein, 1979; Bouwer, 1985; Kates, 1987; Abbott, 1990; Doolittle, 1990;
Sanguin, 1994; Butzer, et al., 2002; Sui, 2004; Rhoads, 2004; Cortez, 2006; Bennetts,
2008; Baerwald, 2010). Existen además otras propuestas análogas que se generaron luego
de lo expuesto por Pattison, para contribuir y mejorar la visión general de la disciplina
(Haggett, 1975; Taaffe, 1974; Smith, 1977; Matthews & Herbert, 2004). Todo esto
contribuyó a clarificar la consistencia de esta propuesta y la división convencional de la
disciplina geográfica.
Por ejemplo, Goodchild & Janelle (1988) se refieren a las concepciones tradicionalmente
dualistas de la geografía (p.e humana - física; regional vs sistémica) y con base en ello
mencionan la existencia de múltiples núcleos en la disciplina. Como ejemplo de ello, citan
las cuatro tradiciones de la geografía como un intento integrador de la disciplina por
fortalecer su concepción y reconocer la importancia de esta ciencia.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Los estudios ambientales también recogen análisis en torno a las tradiciones expuestas por
Pattison. Por ejemplo, Bouwer (1985) construye una reflexión en torno al estudio de
problemas ambientales y se concentra en dos de las cuatro tradiciones para debatir en
torno a ello: la tradición espacial y la tradición hombre-medio. El autor reconoce el interés
constante de la geografía por estudiar la relación sociedad-naturaleza, pero respecto a la
propuesta de Pattison critica la utilización del término “tradiciones” para referirse a las
ideas que surgen de los geógrafos sobre el medio ambiente. Adicionalmente Bouwer
reconoce que para el estudio de los problemas ambientales la tradición hombre-medio es
la más importante, pero también resalta que a pesar de ello este campo de la investigación
habría recibido poca atención por parte de los geógrafos, ya que no consideraban el
incremento de los problemas ambientales y su gravedad, pues el interés giraba en torno al
análisis espacial (Bouwer, 1985).
Por su parte, Giordano (2003) reflexiona sobre el inconveniente común de los geógrafos
en este tipo de enfoque, generado por distraer la atención de la comprensión sistemática
de los problemas que se estudian, especialmente cuando se trata de un planteamiento
45
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
46
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Ahora bien, la tradición hombre-medio por sí sola sería insuficiente para llevar a cabo esta
reflexión, por lo cual también se reconoce también la participación de la Tradición de
Estudios de Área como herramienta de análisis. En este sentido, se identifica que las
investigaciones desarrolladas en torno al espacio periurbano y sus procesos han tenido una
importante trayectoria en el pensamiento geográfico (p.e Aguilar, 2002; Hidalgo et al.,
2005; Castells, 2010; Salazar, 2010). No obstante, se observa una tendencia hacia los
análisis morfológicos y socio-espaciales principalmente, dejando relegados los estudios
de carácter ambiental, a pesar del creciente interés que ha venido adquiriendo esta línea
de investigación durante las últimas décadas (p.e Adelle, 1999; Allen, 2003; Dávila, 2003;
Garu & Aide, 2008; Aguilar, 2009).
Adicionalmente, los espacios periurbanos han ido cobrando importancia como soportes
de la base natural necesaria para alcanzar la sustentabilidad del paisaje regional; sin
embargo, el suministro de los SE alojados allí estaría siendo amenazados por la rápida y
dispersa expansión urbana; la evidencia empírica de ello podría estar redireccionando los
intereses de los investigadores geográficos, que han ido reconociendo la pertinencia de la
elaboración de estas reflexiones desde una perspectiva ambiental y ecológica (Johnson,
2001; Güneralp & Seton 2008; Lahoz, 2010; Ravetz et al., 2013) .
Por otro lado, se reconocen limitados adelantos teóricos y conceptuales respecto a los
estudios de estos espacios metropolitanos incluyendo los de enfoque socio-ecológico,
estudios generados a partir del análisis de las nuevas relaciones urbano-rurales en estos
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Si este recorrido teórico se sitúa desde la perspectiva sistémica que considera la ciudad
como un sistema abierto, el espacio entonces depende para su sostenimiento de la
complejidad y ésta a su vez de aspectos como el intercambio de información, de material
y de energía externa (Rueda, 1997; Gonzáles, 2002). En este sentido, la actual
construcción de ciudad tiene como prioridad un mejor posicionamiento frente a la
explotación de los sistemas locales y globales; ante esto los sistemas urbanos han
mostrado una tendencia hacia el aumento de la complejidad de su conjunto, lo que tiene
implicaciones importantes como el desbordamiento del proceso de expansión de la
urbanización incluso más allá de sus límites político-administrativos, el incremento de la
presión inmobiliaria sobre las áreas naturales de importancia ambiental y la explotación
48
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Pero, ¿qué se considera como sistema natural?, al respecto es importante precisar que
cuando en esta investigación se acude a este concepto, frecuentemente referido al
“funcionamiento, estructura y cambio de la naturaleza” (Forman, 2008: 8), se está
abordando desde una perspectiva funcional e integrativa de los sistemas social y natural,
un enfoque que parte desde la Ecología Humana como un planteamiento de las
interrelaciones existentes entre ambos sistemas (Bates & Tucker, 2010), pero que, durante
las últimas décadas ha sido analizado desde diferentes aproximaciones por otras
disciplinas (p.e desde la ecología del paisaje, la historia ambiental, la geografía ambiental)
(Pretty, 2011; Challenger et al., 2014).
En este contexto, surge una serie de nuevas definiciones que buscaban precisar los
aspectos de los sistemas natural y social, así como las interacciones entre ambas
dimensiones. Unas de ellas son las denominadas áreas naturales protegidas, un elemento
central en esta investigación y que son producto de la mirada antropocéntrica que las
considera como una medida paliativa a las diferentes transformaciones e impactos que
generan las actividades antrópicas sobre el sistema natural.
La decisión de fijar una zona específica como un área natural protegida está determinada
tanto por la condición “natural” del área, en cuanto logra su reproducción y mantención
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
sin la intervención humana y, a su vez por la relación social, que la determina como tal,
pues la naturaleza ha adquirido un valor social, definido principalmente por los beneficios
que la sociedad recibe de ella. En este sentido los SE, establecen los vínculos entre el
bienestar humano y los ecosistemas, y son el ejemplo preciso para poner en valor las
funciones y procesos ecosistémicos que deben ser resguardados bajo las diferentes figuras
de protección y conservación de la biodiversidad (Díaz et al., 2011).
Las áreas naturales protegidas, por lo tanto, son aquellas zonas que presentan condiciones
y características propias de un sistema que representa a los espacios en su condición de
poca o nula intervención, y que, al mismo tiempo, son sancionadas por una decisión social,
ya sea formal -a través de algún decreto o regulación del Estado- o informal -por
costumbre local o tradición-.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
urbanización planetaria expuesto por Brenner (2013), el cual considera que en las
condiciones contemporáneas de una nueva era urbana, las nuevas morfologías son
resultado de que “…las geografías de la urbanización trasciendan la ciudad, la metrópolis
y la región…” (Brenner, 2013: 59).
51
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Este proceso de periurbanización cuenta con una dinámica propia, donde adicional a los
procesos de construcción formales requeridos por la población, se dan también procesos
de construcción informales. El desarrollo de asentamientos informales sobre terrenos
agrícolas se debe principalmente a la incapacidad económica que poseen un porcentaje de
la población para mantener el costo de vida que implican las regiones urbanas, siendo este
tipo de asentamiento uno de los principales causantes de la dispersión urbana y su
consecuente fraccionamiento el territorio (Delgado, 2003).
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
La ciudad tiene como principales atributos tres ejes centrales a partir de los cuales se
generan otros aspectos secundarios que la caracterizan y contribuyen al proceso de
construir ciudad: el contacto, la regulación y la comunicación y es a través de estos ejes y
de la interacción entre individuos, grupos e instituciones que habitan allí como se
conforma un sistema urbano (Rueda, 2002). Así, sobre la base de las infraestructuras y el
sistema de transporte, la expansión de la urbanización es considerada en la planeación
territorial y urbanística como la principal causante de las proyecciones de entropía al
ambiente, ya que de ella depende la movilidad horizontal y por ende el consumo
energético, el consumo del suelo y la simplificación de los recursos naturales.
Navarro & Ortuño (2011) hacen también un análisis frente a la ciudad compacta a partir
del caso de Alicante en el continente europeo, y se refieren a ella como la noción de ciudad
mediterránea densa y multifuncional, una ciudad deseable que ha sido utilizada en
escenarios políticos como una figura verbal (que hace parte del discurso ambiental
urbanístico), como un paradigma disciplinar relacionado con los sustentabilidad de las
áreas urbanas (es decir, una tendencia de carácter ideológico para legitimar propuestas) o
simplemente para representar su antagonismo frente a la ciudad difusa, noción que se
53
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
aborda más adelante en este texto. Sin embargo, los autores antes referenciados, hacen la
salvedad frente a este modelo de ciudad y a su frecuente generalización, por lo que
mencionan que este es un modelo que corresponde más bien a una imagen interpretativa
de una realidad espacial.
De otro lado, sabiendo que el origen de esta noción es netamente europeo (Rueda, 1997;
Navarro & Ortuño, 2011) inquieta saber si ¿es esta una propuesta realmente generalizada
y aplicable en ciudades de características complejas y completamente distintas, como las
latinoamericanas? Aunque se reconoce que en esta propuesta no se hace la exigencia que
las ciudades sigan rigurosamente el modelo y pese a que la realidad y la tendencia espacial
corresponda más a la ciudad difusa, ciudades latinoamericanas como las que conforman
el área metropolitana de Medellín en Colombia han recurrido a la utilización de la noción
de ciudad compacta desde los planteamientos de sus instrumentos de planificación
territorial y con base también en el imaginario de ciudad, específicamente cuando
recomienda para la regulación del uso del suelo un crecimiento hacia adentro y con mayor
densidad en el centro (Acuerdo 46 de 2006; Alcaldía de Medellín, 2006); esta es una
propuesta pensada como posible solución a la escasez de suelo urbanizable y para
reorientar el desarrollo urbano de los últimos años -caso específico de la ciudad centro del
área metropolitana mencionada, Medellín-, pero se reconoce también que el hecho de que
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
estas ciudades acudan a esta noción responde en cierta medida a las limitaciones que
generan las características geográficas del valle cerrado e inclinado en el que éstas se
localizan.
10
“…Los transportes están determinados por ejes radiales que se focalizan al centro de la ciudad y por
anillos concéntricos cuyo radio aumenta a medida que se alejan del centro de la ciudad” (Echenique, 2006:
76).
55
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
densidad con uso del suelo mixto que reduce el desplazamiento, maximizando las
posibilidades del suministro del transporte, mejorando las condiciones de calidad de vida
y aproximándose a la eficiencia energética; sin embargo, evidencian dificultades en esta
propuesta de ciudad mediterránea cuando se revisan el consumo energético y la reducción
en la duración de los viajes, respecto a la congestión vehicular que se presenta en las áreas
urbanas y que en realidad contrarresta las ventajas que se puedan tener por los viajes más
cortos; ahora bien, podría decirse que el problema más complejo de este modelo tiene que
ver con una condición que debe cumplirse inevitablemente en el funcionamiento de la
ciudad compacta que significa ir en contra de la tendencia de descentralización, una
establecida en el mundo por lo menos durante las últimas cinco décadas.
Otra crítica a la ciudad compacta tiene que ver con el precio del suelo y la segregación
social que ésta puede producir, pues hay quienes afirman (p.e Indovina, 2004; Abramo,
2012) que en esta noción querer mantener su actividades concentradas evitando el
consumo del recurso suelo, implica incrementar el precio de este recurso y por lo tanto el
acceso a la ciudad central se limita a personas con capacidad de pago, dejando relegadas
a aquellas personas de recursos económicos escasos que no cuentan con disponibilidad
económica y quienes finalmente irían en contra de la concentración propuesta y
terminarían acudiendo a los asentamientos que pueden financiar, aquellos localizados en
las periferias de la ciudad.
La ciudad difusa, por el contrario, es una noción de origen anglosajón nacida en los
Estados Unidos de América (EUA) que fue creada en la segunda mitad del siglo XX para
referirse a las nuevas estructuras espaciales que se estaban generando en los territorios de
carácter metropolitano. Francesco Indovina (2004) quien se ha dedicado al estudio de los
problemas de la ciudad difusa, presenta una concepción de ella como una estructura de
organización que tiende hacia la recurrencia para el caso italiano, pero basa esta
concepción en lo sucedido en el continente americano, definiéndola así: “…la ciudad
difusa puede ser considerada como la respuesta italiana (¿europea?) a los problemas que
en el continente americano han dado lugar a aquella forma muy particular de organización
56
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
del espacio” (Indovina, 2004: 50). Entonces, para recoger brevemente lo ocurrido con esta
noción se retoman a continuación algunas de las perspectivas más relevantes que hacen
referencia a este resultado del proceso de urbanización.
Nello & Monclús (1998) también hacen parte de los investigadores que se interesan por
la noción de ciudad difusa y se refieren a la actual configuración del territorio a partir de
redes espaciotemporales como parte del proceso de urbanización y su expresión física,
donde se identifican como determinante la inoperatividad actual de la dualidad campo-
ciudad y reconocen esta noción como una herramienta útil para definir el momento
57
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Tal y como lo señala Echenique (2006) en su análisis para situar a Santiago de Chile en el
contexto del crecimiento urbano, cuando las ciudades crecen en tamaño es porque son
económicamente eficientes, y con los mayores ingresos llegan mayores requerimientos de
espacio y movilidad, idea que puede ser reforzada a partir de las afirmaciones que
sostienen Galetovic & Jordán (2006), también en el contexto metropolitano de Santiago,
respecto al incremento de los precios del suelo en el centro de la ciudad que por ser más
altos, incentivan la expansión de la urbanización hacia las periferias - afirmación que hace
parte de las críticas al modelo de ciudad mediterránea vistas anteriormente - donde quienes
no cuentan con buenos ingresos económicos tienen mayores facilidades de acceso a la
vivienda.
11
Cuando lo autores hablan de la integración del espacio a través de redes de relación hacen referencia a las
redes de producción, de intercambio, de consumo (Nello & Monclús, 1998).
58
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Para Abramo (2012: 36) “en los países latinoamericanos, la producción de las ciudades
modernas resulta del funcionamiento de dos lógicas de coordinación social: la del mercado
y la del Estado; pero también de una tercera: la lógica de la necesidad”, una afirmación
que reconoce que en este continente, donde la falta de recursos económicos para la
población es una constante, la tercera lógica tiene una influencia considerable en la
producción de ciudad a través del establecimiento de los asentamientos populares no
planificados y por lo tanto refuerza la tendencia a la dispersión de la ciudad. Para este
autor, las ciudades latinoamericanas no siguen ninguna de las dos nociones tradicionales
de ciudad que se han abordado a lo largo de este texto, sino que se observa como resultado
del funcionamiento del mercado formal e informal y a partir de la estructura conformada
por los usos del suelo, la presencia simultánea de ambas (ciudad compacta- ciudad difusa):
ciudad com-fusa12.
Por último, ante los argumentos expuestos en este apartado podría sugerirse que para la
planificación de un territorio una opción conveniente se basa en el mantenimiento de una
12
“la producción de la estructura urbana en América Latina concilia las formas compacta y difusa de uso
del suelo y, de esta forma, promueve una forma particular: la ciudad “com-fusa”” (Abramo 2012: 37).
59
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
60
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Así pues, para comprender la complejidad del espacio rural contemporáneo, aquel que
cuenta con influencia de los procesos de expansión de la urbanización metropolitana, se
deben considerar las visiones tanto desde la perspectiva urbana, incluyendo sus procesos
y dinámicas urbanas expansivas, como aquellos asuntos más rurales o netamente
61
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
ambientales (p.e funciones ecosistémicas, SE) que tienen presencia con estos espacios
geográficos; es pertinente mencionar que estos últimos enfoques serán desarrollados con
mayor profundidad en otros subcapítulos.
Se inicia este abordaje a partir del reconocimiento de la definición del concepto “rural”
como una labor para nada fácil, pues no es un concepto estándar, es heterogéneo, e incluso
ha sido considerado como ambiguo, complejo, confuso y resbaladizo (Woods, 2005), ya
que su acepción depende de factores como la localización geográfica, de las personas que
intervengan en la descripción, de la disciplina que lo estudie (geografía, sociología,
antropología, etc.), de la tipología (rural inserto en áreas metropolitanas, rural profundo,
rural cercano a redes de ciudades medias) de las personas y sus experiencias profesionales
que intervengan en un determinado análisis o del tamaño del territorio al que se hace
referencia (García et al, 1995; Moltó & Henández, 2004; Woods, 2005).
62
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
surgen dificultades entre las que se pueden mencionar que estos conceptos, que
inicialmente han sido concebidos en países desarrollados, se aplican de igual manera en
países en desarrollo sin hacer alguna modificación o ajuste, por lo tanto sin considerar que
son realidades diferentes. Esta afirmación que hace el autor es una práctica común en
América Latina, no solo en la utilización de conceptos sino en otros casos como la réplica
de normativas territoriales, por ejemplo, en el caso colombiano donde se tomaron
elementos de las leyes de ordenamiento territorial español para la elaboración de la
normatividad del país que, por sus diferencias socioculturales, fisiográficas, económicas,
etc., evidentemente trae dificultades al momento de su aplicación.
Las primeras acepciones establecen lo rural como aquellas áreas con asentamientos
humanos dispersos o de baja concentración poblacional, aunque también se reconoce
alguna descripción a partir de su oposición con lo urbano, es decir, la definición de lo rural
depende de lo que no es urbano. El enfoque productivo, en cambio, consideraba al espacio
rural como aquel que “depende de las actividades primarias y sus encadenamientos
subsectoriales directos” (Echeverri & Ribero, 2002: 17). Todas estas definiciones de la
misma noción restan operatividad a la generalización de su concepción en el ámbito de la
investigación, cada vez se requiere mayor aclaración en su utilización, incluso en la
actualidad se podría considerar que lo rural se puede definirse respecto a la complejidad
que le conceda o no la influencia de la globalización de la economía sobre sus
características principales.
Así, durante varios años el concepto “rural” fue considerado como sinónimo de agrícola,
agrario, pero como resultado de las dinámicas actuales de los espacios urbanos que
incentiva transformaciones socioespaciales en lo rural y la evidente tercerización de este
espacio, con su consecuente disminución de los sectores primarios y secundarios, son una
muestra de que hoy no es posible asumir esta concepción frente a lo “rural” (García et al.,
1995; Pérez, 2001). Sin embargo, se debe recordar que también existen espacios que están
realmente alejados de la influencia de los procesos urbanos, lugares prístinos que podrían
acercarse más a las primeras concepciones de lo rural, es decir, definiciones del rural
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Retomando la discusión frente a las diferentes acepciones del rural, se recurre a Pillet
(2004), que hace referencia al espacio rural de hoy enmarcado en un análisis de la nueva
realidad, donde la dimensión territorial considera asuntos relacionados con el desarrollo
rural y el proceso de globalización, por lo tanto, requiere la redefinición de conceptos
centrales como el de espacio y una mirada integral desde el enfoque de la geografía física
y desde la geografía humana. Woods (2011) por el contrario, presenta una concepción aún
más generalizada y afirma simplemente que el término “rural” puede ser utilizado para
referirse a aquellas áreas que están por fuera de la ciudad.
Por su parte, Echeverri & Ribero (2002: 24), plantean que “lo rural incorpora una visión
de base económica: oferta de recursos naturales y una definición del proceso histórico:
construcción de la sociedad”. Dicho de otra manera, lo rural en la actualidad tiene
innumerables variables que lo definen como un espacio dinámico, multifuncional,
heterogéneo, distinto al espacio urbano, pero influenciado por él y sus dinámicas
territoriales (socioeconómicas, ambientales, espaciales, culturales, históricas,
demográficas, etc.).
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Es pertinente mencionar que en la literatura temática aún se observan como parte del
análisis, declaraciones sobre la identificación de algunas dificultades para distinguir entre
geografía agraria, geografía agrícola y geografía rural, puesto que en varios de los
documentos se hace referencia a ellas de manera indiferenciada, aspecto con el cual
concuerda el texto de García et al (1995), donde se expresa que es en este tipo de análisis
donde sería apropiado hacer referencia al espacio rural como espacio de análisis, para
evitar confusiones y reconocer que éste espacio abarca también los aspectos agrarios y
agrícolas.
En la década de los años setenta, el espacio rural empieza a ser concebido de una manera
distinta y no sólo como un espacio asociado únicamente a la producción agraria. Lo rural
es considerado no solamente desde una óptica descriptiva, sino también bajo enfoque
teórico-cuantitativo, neopositivista y por tanto enmarcado dentro de la geografía teorética.
Se genera entonces un cambio de paradigma del produccionista al postproduccionista, con
una perspectiva claramente espacialista (García et al, 1995).
En la misma década Hugh Clout, elabora análisis del espacio rural desde otra perspectiva,
con un enfoque desde la geografía hacia los asuntos socioeconómicos y en torno a las
65
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Para la década de los años noventa (S. XX) toman mayor fuerza las dinámicas urbanas y
los procesos de expansión de la urbanización sobre el espacio rural. La geografía comienza
entonces a considerar dentro de los elementos de estudio, aspectos como la creciente y
desmesurada presión de la expansión de la urbanización, la mayor intervención de los
poderes públicos en el ordenamiento territorial rural y la modernización de la agricultura,
siendo este también el comienzo de la participación de los tópicos ambientales, de
recreación y ocio asociados a estos espacios rurales como protagonistas de las
investigaciones geográficas (García et al, 1995; Posada, 1999).
Por otra parte, los estudios actuales que se generan desde la geografía incluyen
acontecimientos determinantes que son indispensables para la comprensión de los
fenómenos socioespaciales contemporáneos, como por ejemplo el incremento de la
población urbana que supera la población rural. Estas características son variables
determinantes en las dinámicas espaciales y son la evidencia de la vigencia de la influencia
que ejercen las dinámicas globales sobre las áreas rurales y las áreas urbanas.
66
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Asimismo, con la diversificación de las funciones del espacio rural - que en la actualidad
no solo incluye actividades relacionadas con el cultivo de la tierra y la producción pecuaria
- en estos espacios se considera cada vez más la producción de alta intensidad en un rango
relativamente pequeño, concentrado básicamente en los productos básicos. Según el texto
de McCarthy (2007), todo esto ocurre porque los intereses actuales son distintos a los que
se tenían más de tres décadas atrás, pues existen otras exigencias sobre el espacio rural
como las amenidades (p.e silencio, tranquilidad), la prestación de SE (p.e la estética, la
calidad del aire), y la preservación de los paisajes culturales.
Finalmente, luego de este breve recorrido por las diferentes acepciones que le han sido
asignadas a través de la historia a lo rural, se reconocen los innumerables enfoques
investigativos que se pueden tener respecto a los espacios rurales, sus procesos y sus
transformaciones socioespaciales; al respecto, es pertinente mencionar que las
investigaciones geográficas se han venido interesando por el análisis de las
transformaciones ocurridas durante los últimas décadas en los espacios rurales, como
consecuencia de la diversificación de las funciones tradicionales especialmente en
aquellos territorios de carácter metropolitano, complejizando a su vez los espacios
periféricos próximos a las áreas urbanas y transformando las relaciones urbano-rurales.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
La región urbana, es un concepto que ha tomado fuerza a nivel internacional en los análisis
urbano-regionales, pero como consecuencia de la complejidad de su estructura y a pesar
de la importancia de una definición apropiada, cuenta con diversidad de interpretaciones
y no se ha logrado aún establecer una tipología clara, mucho menos una definición
estándar (Kloosterman & Musterd, 2001; Parr, 2004; Haisch & Müller, 2015). Esta
entidad territorial que ha sido de gran utilidad para los estudios espaciales, no tiene
establecida una delimitación político-administrativa precisa, pero es considerada como
una entidad que se delimita a partir de criterios netamente funcionales, principalmente de
carácter económico, social y ambiental, los cuales usualmente sobrepasan los límites
físicos de las ciudades contenidas en esta estructura para conformar distintas redes y que
se reflejan en movimientos migratorios pendulares, habitualmente dentro de la misma
región (Aguilar, 2002; Méndez, 2007; Ávila, 2009; Salvati & Carlucci, 2014).
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Una región urbana contiene una alta densidad poblacional, se localiza en espacios con alto
grado de urbanización y obedece principalmente a la desconcentración funcional urbana
y poblacional; este tipo de región se genera como resultado de las interrelaciones socio-
espaciales entre una ciudad centro, otros núcleos urbanos cercanos y el área rural
adyacente, es decir, es producto de una expansión policéntrica donde se crean fuertes
relaciones de interdependencia con su entorno sin implicar una unión física visible
(Aguilar 2002; Delgado, 2003; Parr, 2004; Forman, 2008).
Así, en este proceso se van anexando a la vida urbana nuevos territorios anteriormente
asociados al espacio rural, ahora parte del periurbano metropolitano, al mismo tiempo que
se van disipando los antiguos y demarcados límites urbano-rurales y articulándose
funcionalmente a otros centros poblados cercanos, extendiendo aún más los procesos de
crecimiento urbano hacia las periferias de la región urbana (De Mattos, 1999).
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Cada vez más se reafirman la necesidad de conocer y estudiar a profundidad los cambios
que se han venido generando en la forma urbana en las ciudades metropolitanas y por lo
tanto en sus periferias como consecuencia de los ya mencionados avances tecnológicos,
las telecomunicaciones, los sistemas productivos y su organización espacial, etc., es decir,
es ineludible reflexionar sobre las consecuencias que han generado las fuerzas de la
globalización de la economía, diferentes estudios así lo confirman (Sassen, 2007; Méndez,
2007; Perez & Salinas, 2007).
Durante las últimas décadas las discusiones en torno a lo rural y sus problemáticas se han
ido fortaleciendo, lo cual se puede confirmar a través de las diferentes publicaciones que
se han dedicado a analizarlas (p.e Ávila, 1999; Pérez 2001; Araújo, 2002; Camarena et
al., 2003; Pérez, 2004; Trpin, 2005; Saud, 2008; García & Quintero, 2009; Kay, 2009).
Estas discusiones han dejado abierto el debate para profundizar en el estudio del espacio
rural contemporáneo, principalmente con relación a la complejidad adquirida a partir de
las transformaciones socioespaciales, producto del rápido y desmesurado crecimiento
poblacional y de la consecuente expansión urbana.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Desde la perspectiva de Salazar (2010), son tres los enfoques principales desde los que se
procura definir y caracterizar el espacio periurbano: el enfoque clásico (morfológico y
funcional), en enfoque social (formas residenciales y clases sociales) y el enfoque de las
interacciones funcionales urbano-rurales. Estos enfoques se identifican en diferentes
autores han desarrollado propuestas para definir el periurbano.
Al respecto y bajo el contexto de las grandes ciudades mexicanas, Aguilar & Escamilla
(2009) mencionan que los espacios periurbanos metropolitanos son considerados como
áreas de importantes cambios socio-ambientales y económicos, así como espacios
fuertemente presionados y con constantes transformaciones en el uso del suelo; a pesar de
ello, se reconoce la falta de atención para ocuparse de los resultados provenientes de las
interacciones entre lo urbano y lo rural, donde se observa un patrón de dispersión que no
restringe bajo ningún criterio la expansión urbana sobre las periferias metropolitanas, que
a su vez incentiva la fragmentación predial de la tierra y que podría ser considerado poco
sustentable, por su alto consumo del suelo y la transformación o desaparición de áreas
naturales.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Por otra parte, el espacio rural asociado a las áreas metropolitanas ha sido concebido,
considerado y valorado en función del espacio urbano, es decir, apreciado de acuerdo con
los diferentes servicios, actuales o potenciales que le brinda a la población, cumpliendo
funciones de suelo de expansión para la urbanización, de recreación o incluso de
mitigación ante los efectos adversos que se han generado por cambio climático durante
los últimos años (Moltó & Hernández, 2004). En este sentido, el incremento paulatino en
el desarrollo de actividades distintas a la producción agrícola en el espacio rural
metropolitano conduce a una valorización diferente a la tradicional de estas áreas rurales,
más aún de las áreas naturales y por lo tanto requiere de un análisis profundo que considere
esta nueva concepción.
73
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Buxon & Choy (2007), por ejemplo, estudian las implicaciones de los cambios en el
periurbano para las políticas de uso de la tierra en Australia, a partir de un análisis espacial
que refleja un patrón de subdivisión desordenado, reflejando la aprobación histórica de
esta tendencia a fragmentar la propiedad de la tierra y reconociendo que la falta de
planificación integrada pone en riesgo el futuro de las zonas peri-urbanas. Sereno &
Santarelli (2012), por su parte, presentan un análisis sobre lo que ellas definen como el
borde externo del periurbano (Rururbano) en Bahía Blanca, en Argentina, como un
espacio sometido al crecimiento urbano y por lo tanto expuesto a transformaciones que
vulnerabilidad y ponen en riesgo la población que allí habita.
74
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
genera un cambio en las investigaciones temáticas, pues los análisis se abordan desde una
perspectiva centro-periferia y no desde la argumentación tradicional de lo urbano-rural.
Por otro lado, Montoya (2004), hace un análisis de los sistemas urbanos en América
Latina, donde estudia las ciudades de este continente bajo el contexto de la globalización
y considerando el carácter cambiante de los sistemas urbanos, las jerarquías, funciones
diversas y nuevas relaciones sociales que ha ido adquiriendo con la complejidad los
procesos de globalización y reestructuración económica regional. El autor retoma las
ciudades latinoamericanas como ciudades donde el sistema urbano predomina, gracias a
que durante el siglo XX las tasas de industrialización y urbanización fueron incentivadas
por la transformación agraria y urbana, donde las actividades agroproductivas fueron
incapaces de competir con la tecnificación agraria y con la importación de alimentos.
Los diferentes conceptos que se derivan a partir de las discusiones académicas sobre las
transformaciones espaciales que han ocurrido en estos entornos durante las últimas
décadas, surgen principalmente en los años 70. Frente a estas derivaciones conceptuales
y a partir del estudio de las dinámicas urbano-rurales de espacios periurbanos para Ciudad
de México, Galindo & Delgado (2006) platean que los conceptos tradicionales originados
desde diferentes disciplinas interesadas por analizar estos fenómenos, son insuficientes
para estudiar la complejidad de estos nuevos espacios complejos que se han conformado,
aunque se reconoce que aún hoy éstos se consideran válidos y siguen siendo incluidos en
las investigaciones y publicaciones científicas actuales.
Los procesos socio-territoriales que ocurren en las áreas metropolitanas ya no son los
mismos de antes, y por lo tanto las formas y estructuras espaciales resultantes tampoco lo
son. Las ciudades en sus tendencias de crecimiento y expansión física ocupan áreas
deshabitadas, de muy bajo o incluso ningún valor productivo, pero también incorporan
terrenos localizados en zonas de producción agrícola o algunas veces incluyen áreas
naturales en cercanías o incluso dentro de zonas destinadas para la conservación. Este
proceso transformador entraña una serie de cambios profundos e importantes en el espacio
75
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Es importante incorporar en esta reflexión, las diferentes maneras en que se conciben los
procesos socio-territoriales y los cambios presentes en el espacio rural, especialmente en
los entornos de las regiones urbanas, los cuales han sido reconocidos como determinantes
para catalogar las transformaciones del espacio rural en contextos metropolitanos. En
cuanto a esto, Aguilar & Escamilla (2009) reconocen al periurbano como parte integral de
la estructura urbana y en torno a ello discuten sobre la importancia que ha adquirido las
problemáticas asociadas a la expansión física de la urbanización13 para las investigaciones
científicas interesadas en analizar las grandes ciudades mexicanas, señalando la necesidad
de atender estas problemáticas y sus tendencias, de tal manera que se puedan predecir las
implicaciones futuras de estas trasformaciones y su rol para alcanzar el desarrollo
sustentable de las ciudades.
13
Dentro de las problemáticas que abordan estos autores están los requerimientos de vivienda y la escasez
de suelo disponible para urbanización planificada, la provisión de servicios públicos domiciliarios, la
escasez del agua, el detrimento del entorno natural u su gobernabilidad, el incremento de la pobreza pues en
algunos casos las áreas periféricas están asociadas a la ocupación de personas con escasos recursos
económicos (Aguilar & Escamilla, 2009).
76
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Otros autores como Buxton & Choy (2007) afirman que el periurbano es un espacio
heterogéneo, con diferentes rasgos y dinámicas, y que ésta puede ser definido a partir
de tres zonas la zona metropolitana en su frontera interior, una zona rural en su límite
exterior, o como la tierra en el medio. En general los autores coinciden que es un
espacio difícil de definir, por su dinamismo y complejidad que dependerá de las
características particulares de cada espacio geográfico donde se localice.
Dutta (2012) por ejemplo, realiza una evaluación espaciotemporal sobre los patrones
de la dinámica usos de la tierra y las características del crecimiento de urbano y peri
urbano en Lucknow, India, donde resalta la carencia de una definición clara para el
periurbano aunque reconoce las dificultades al respecto, ya que el crecimiento urbano
es situacional y específico; el autor se refiere a este espacio como la “zona de transición
entre la periferia de una ciudad expandida y su entorno rural inmediatamente
adyacente. Situada entre la ciudad y las áreas inmediatamente adyacentes a la zona
urbana” (Dutta, 2012: 279).
Para Ravetz et al. (2013), el periurbano es “la zona de transición de la estructura urbana
en el paisaje rural, de esta forma puede ser un territorio importante en términos de área,
que puede ser visto en un contexto mucho más amplio de transición entre áreas
densamente urbanas y su entorno rural, todo esto en el contexto de una gran ciudad o
de una región urbano-rural” (Ravetz et al., 2013: 14).
77
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Finalmente, los argumentos que han sido expuestos en esta reflexión dejan ver la
conveniencia y urgencia de profundizar en el análisis de los espacios periurbanos
metropolitanos contemporáneos a través del estudio de sus dinámicas, tendencias,
conflictos y procesos más relevantes, partiendo de la base de la concepción de lo rural y
su evolución en la geografía, además considerando las particularidades geográficas de
cada región urbana.
78
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
El paisaje en la geografía ha sido estudiado desde hace varias décadas (Troll, 2003).
Existen diferentes enfoques, escuelas, métodos y concepciones sobre el significado del
paisaje, y no todos coinciden entre sí; sin embargo, no será menester de esta investigación
profundizar en ellos, pues desborda el alcance propuesto. No obstante, es importante
mencionar que este análisis se centra en la concepción del paisaje desde las interacciones
entre los ecosistemas y las actividades humanas, es decir, retoma los planteamientos de la
ecología del paisaje para justificar la importancia y aplicabilidad de uno de los conceptos
abordado con más adelante: la sustentabilidad del paisaje.
Un buen inicio para esta reflexión es abordar el paisaje desde la concepción de Carl Troll,
uno de los estudiosos más importantes de este concepto, quien hizo aportes considerables
al estudio del paisaje desde la geografía. Troll introdujo el concepto de paisaje por primera
vez en 1937, relacionándolo con las aerofotografías y su interpretación científica. Troll
(2003) aseguró que la ecología y el paisaje estaban siempre relacionados con el ser
humano y su entorno, pues era este precisamente este quien lo transformaba de lo natural
a lo cultural como resultado principalmente de sus necesidades económicas y culturales.
Por otro lado, Burel & Baudry (2002), quienes plantean el paisaje como un sistema
dinámico que requiere de una ubicación espacial, necesario para comprender su
funcionamiento y el papel de los procesos, funciones y SE a esta escala. Estos autores
plantean el concepto del paisaje como “un nivel de organización de los sistemas
ecológicos superior al ecosistema, que se caracteriza esencialmente por su heterogeneidad
y por su dinámica, controlada en gran parte por las actividades humanas” (Burel y Baudry,
2002: 43). Esta concepción deja ver la relevancia que han adquirido las diferentes
expresiones de diálogo entre la sociedad humana y su entorno natural, que han aprendido
79
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
A continuación, se abordan las principales discusiones que se han generado en torno a dos
de los conceptos centrales de este trabajo. Reconocer las diferentes visiones y enfoques
bajo los cuales se ha desarrollado el concepto de sustentabilidad del paisaje y la relevancia
que ha adquirido durante los últimos años los SE, contribuye a la reflexión que contiene
esta investigación.
80
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Pero, ¿de dónde viene este concepto? Es a finales de la década de los 70 cuando aparece
el concepto de desarrollo sostenible definido por la Comisión de las Naciones Unidas
sobre Medio Ambiente y Desarrollo como “el desarrollo que satisface las necesidades del
presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las
propias” (WCED, 1987). Este concepto ha sido concebido como uno de los más ambiguos
y debatidos en la literatura, y por lo tanto cuenta con numerosos enfoques y definiciones
que coinciden principalmente en la necesidad de integrar los intereses desarrollo
económico con los intereses ecológicos (Riechmann, 1995; Ravetz, 2000; Gallopín, 2003;
Torres-Carral, 2011; Wu, 2014).
Al respecto hay diferentes posturas. Autores como Paniagua & Moyano (1998) evitan
abordar a profundidad esta discusión y hacen la aclaración desde el inicio de su
planteamiento aludiendo a la común utilización de estos conceptos de manera indistinta
como resultado de su traducción del inglés al español, incluso se refieren a que la
utilización más común del concepto depende de si se utiliza en América Latina (desarrollo
sustentable) o en España (desarrollo sostenible); estos autores solucionan esta posible
81
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Otros autores como Henríquez (2014), han acudido al diccionario RAE para justificar la
utilización de uno u otro concepto, aludiendo que frente a las definiciones de sustentable
o sostenible (sostener o sustentar), no se hace ninguna diferenciación en su utilización y
por el contrario, los trata a modo de sinónimos. Cortés & Peña (2015) retoman los
argumentos descritos anteriormente, pero además entran con mayor detalle en la discusión
sobre desarrollo sustentable con el objetivo de promover un modelo para los tomadores
de decisión y el diseño de políticas de gestión.
Por otra parte, la sustentabilidad se ha venido utilizando con mayor frecuencia en las
investigaciones, como consecuencia de los cambios observados en las áreas naturales que
han sido transformadas por las actividades antrópicas y que de alguna manera son el
reflejo de las necesidades socioeconómicas de sus habitantes (Van den Bergh &
Verbruggen, 1999; Antrop, 2006; Mancinelli et al., 2018). Bajo este contexto, toma valor
la afirmación de Wu (2013) sobre lo imprescindible que es la consideración de este
concepto en condiciones como las actuales, dónde los problemas ambientales apremian y
son tan relevantes como la pérdida de la biodiversidad o la degradación de ecosistemas,
entonces “la sustentabilidad o el desarrollo sustentable es necesario, no es una opción”
(2013: 1000).
82
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
conceptos más específicos que buscan hacer operativo el de sustentabilidad , por ejemplo
el capital social y el capital natural, tal y como lo menciona Antrop (2006), en su análisis
sobre las variaciones conceptuales del paisaje y sus trasformaciones tendenciales para
evaluar su sustentabilidad futura.
Al respecto, Henríquez (2014), plantea de manera sintética los elementos comunes que
pueden ser identificados en algunas de las definiciones que han sido elaboradas para el
desarrollo sustentable y que facilitan su aplicación teórico-práctica: “horizonte temporal,
preferencias de las generaciones futuras, necesidades básicas por satisfacer y equidad intra
e intergeneracional y entre naciones” (Henríquez, 2014: 49).
Por otra parte, la preocupación por la sustentabilidad de grandes áreas urbanas ha tomado
mayor fuerza en las discusiones académicas que se desarrollan sobre el crecimiento de las
ciudades y la urbanización sustentable, desde sus inicios en la última década del siglo XX
y la primera del siglo XXI (Wheeler, 2000; Arias & Ávila, 2013; Cavender-Bares et al.,
2015). Se ha dicho que, en los países en desarrollo, el alcance de la sustentabilidad en el
proceso de expansión de la urbanización presenta mayores dificultades 14, y se expresa
principalmente en los cambios en los usos del suelo, que a la vez genera transformaciones
en su cobertura terrestre y consecuentemente en la prestación de los SE, transformaciones
que tienen mayor significado bajo el contexto del cambio climático, sobre todo para las
regiones urbanas (Aguilar & Escamilla, 2009).
14
Haciendo referencia a las limitaciones socio-económicas de la población y las políticas públicas ineficaces
que no ejercen control sobre el tipo de espacio urbano que se desarrolla y que incluso podrían considerarse
como motivadoras del crecimiento disperso y desmedido en los espacios periurbanos, que en ocasiones
significa la ocupación de áreas de valor ambiental con asentamientos informales en las grandes ciudades
metropolitanas (Cohen, 2006; Aguilar & Escamilla, 2009).
83
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En este sentido, desde la perspectiva del paisaje15 el concepto de sustentabilidad puede ser
interpretado de dos maneras, aquella referida a la conservación de determinadas tipologías
de paisajes (p.e cultural, rural, tradicional, natural, contemporáneo) o a sus valores
ecológicos implícitos (cualidades de restos de paisaje natural, por ejemplo) (Antrop,
2006). La otra forma de interpretar este concepto es aquella que se refiere a la
sustentabilidad como principio fundamental del futuro de los paisajes, es decir para la
planificación y gestión del paisaje rural, sobre todo en el contexto de la globalización y la
expansión del proceso de urbanización, donde la conservación de la naturaleza se ha
convertido en elemento central (Antrop, 2006). Esta es una de las definiciones cercanas al
concepto de sustentabilidad del paisaje que es abordado en esta reflexión y que se presenta
a continuación.
Otros autores (p.e Haines-Young, 2000; Turner et al., 2013; Wu, 2013; Supriatna et al.,
2016), se han acercado más a la perspectiva ecológica de la sustentabilidad, interesándose
por investigar y conceptualizar la sustentabilidad del paisaje. Esta investigación se basa
en la propuesta de Wu (2013), quien reconoce el incremento de la popularidad del
concepto de sustentabilidad durante las últimas décadas y la concibe como el balance entre
las necesidades de la sociedad humana y la integridad ambiental.
Wu (2013) define entonces la sustentabilidad del paisaje como un “la capacidad del
paisaje para proveer de forma sistemática servicios ecosistémicos a largo plazo,
específicos del paisaje, esenciales para mantener y mejorar el bienestar humano en un
contexto regional y a pesar de los cambios ambientales y socioculturales” (Wu, 2013:
1013). Es este un concepto multiescalar, que tiene como objetivo final la satisfacción de
15
Aquí se anota que esta visión pensada para unidades del paisaje es relevante, para esta investigación por
la escala de ejecución que se plantea llevar a cabo el desarrollo metodológico, pues los análisis planificados
son desarrollados desde una perspectiva multiescalar (regional y local).
84
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
las necesidades básicas del ser humano, pero además considera necesario el mejoramiento
de la capacidad de recuperación del paisaje (resiliencia) y la reducción de la vulnerabilidad
de este; en todo esto el patrón espacial es determinante. Es esta la conceptualización bajo
la cual se generan los análisis de esta investigación, pues se adecúa y da herramientas para
abordar los objetivos que guían el desarrollo de esta reflexión.
85
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
(p.e), como recurso, para considerarlo parte del capital natural, capaz de suministrar un
flujo variado de servicios más allá del recurso (Martín-López et al., 2009).
Millennium Ecosystem Assessment (MEA, 2005) define los servicios ecosistémicos (SE)
de manera híbrida, es decir, uniendo criterios ecológicos y económicos, como aquellos
beneficios que el ser humano obtiene de los ecosistemas. De acuerdo con esta concepción,
si el ser humano no recibiera beneficio alguno de ellos, éstos dejarían de ser considerados
“servicios”; esto soporta la idea expresada por actores de la comunidad científica o fuera
de ella, quienes señalan como argumento para la conservación de áreas naturales la
existencia de funciones ecosistémicas y SE.
Durante los últimos años se han incrementado progresivamente las publicaciones que
analizan los beneficios de los ecosistemas sobre las sociedades aludiendo al concepto de
SE (Martín-López et al., 2009; Carpenter et al., 2009; Vejre et al., 2010; Chan et al., 2012;
Reyers et al., 2013). En este desarrollo teórico no existe una sola manera de definir y
analizar los SE, pero es posible reconocer autores más cercanos a la ecología y otros que
se inclinan hacia la economía (p.e Costanza et al., 1997; Balvanera et al., 2006; Gómez-
Baggethun et al., 2010; Chan et al., 2012).
86
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
asociadas a la evaluación y cartografía de los mismos (p.e Crossman et al., 2013; Frank
et al., 2014; Wolf et al., 2015). Esto posiciona a los SE como el marco conceptual con
mayor potencial para promover el diálogo y los acuerdos entre ciencia, política y sociedad
en la búsqueda de soluciones a los problemas socioambientales contemporáneos,
considerándolos como parte importante de las herramientas que se deben incluir en los
procesos de planificación territorial y gestión ambiental (Balvanera & Cotler, 2007; Daily,
2009; Nelson et al., 2009; Barral & Maceira, 2012; Logsdon & Chaubey, 2013;
Langemeyer et al., 2016; Rusch et al., 2017). Estas contribuciones científicas han
avanzado en demostrar la relevancia de esta incorporación, sin embargo, es importante
considerar aspectos como los que plantea Jacobs et al., (2015) que plantean que para que
esta herramienta “sea incorporada de manera efectiva en la toma de decisiones debe ser
aplicada de manera creíble, replicable, escalable y sostenible” (Jacobs et al., 2015: 22).
Para complementar este análisis sobre SE es indispensable traer a esta reflexión las
transformaciones socio-territoriales que se mencionaron a lo largo del documento, pues
estas son fundamentales y tienen relación directa con el funcionamiento y conservación
de los ecosistemas naturales y por lo tanto los SE asociados a ellos, relación que cobra
valor en espacios altamente dinámicos como los metropolitanos.
Las dinámicas que se dan en las áreas urbanas acentúan los procesos territoriales de
regiones urbanas y conducen a una expansión urbana desenfrenada, dispersa, de baja
densidad y poco o nada regulada sobre áreas críticas, que además implica el incremento
de la presión inmobiliaria sobre los recursos naturales – que incluye la visión del sector
inmobiliario sobre la naturaleza como un bien de consumo- (Hidalgo et al., 2016a), la
explotación de minerales y combustibles fósiles, entre otras actividades que pone en una
evidente situación de vulnerabilidad y desventaja a aquellas áreas que constituyen el
soporte natural de las regiones urbanas, es decir, aquellos ecosistemas naturales que son
principales proveedores de SE para la sociedad (Aguilar, 2008).
87
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Una mayor dispersión urbana sobre los espacios rurales regionales aunada a la alta
demanda de suelos para la urbanización y a la generación de nueva infraestructura,
convierten a la expansión de la urbanización en uno de los principales impulsores de las
transformaciones del paisaje rural y ratifican una vez más la relación de dominio campo-
ciudad manifestada en las regiones urbanas (Metzger et al., 2006; Eigenbrod et al., 2011;).
Lo anterior, forzosamente intensifica los requerimientos de SE para la sociedad humana
que habita en estos espacios, una condición que enfatiza la importancia de estos elementos
si se considera la presión adicional generada por actual contexto del cambio climático
global, donde las interacciones sociedad-naturaleza son definitivas (Mooney et al., 2009;
Huang et al., 2011).
Al respeto, en el texto de Lara et al. (2013) los autores manifiestan que las consecuencias
ambientales generadas por la pérdida progresiva de los ecosistemas naturales y sus SE,
son resultado de las dinámicas y del desarrollo económico de los territorios, y por ende
son costos ambientales que pueden ser compensados. A partir de esta afirmación, se
reconoce desafíos en torno a los ecosistemas naturales y la evaluación de los SE,
especialmente de aquellos SE que se localizan en áreas críticas como el periurbano
metropolitano (Vejre et al., 2010; Huang et al., 2011).
Retomando la visión antropocéntrica planteada por Quétier et al. (2007), los SE señalan
la calidad o capacidad que tienen los ecosistemas para proveer un beneficio determinado
88
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En los textos de Nelson et al. (2009) y Logsdon & Chaubey (2013), los autores afirman
que a pesar de la complejidad16 que implica la cuantificación de los SE, se han
desarrollado investigaciones que procuran realizar análisis a partir de algunas expresiones
que los miden (p.e Müller, 2005; De Groot et al., 2010; Dobbs et al., 2011), pero
reconocen también que los asuntos relacionados con estos servicios aún no se han
investigado con profundidad.
Por su parte Boyd & Banzhaf (2007), hacen un análisis de los SE desde una perspectiva
menos ecológica y más económica, donde mencionan que los ecosistemas naturales son
considerados socialmente valiosos y, por lo tanto, existe la necesidad no sólo de
identificarlos, sino de estandarizar su definición y medición desde la ecología y la
economía. Los autores también sostienen que la valoración de los SE es relevante en
cuanto es considerada para la construcción de políticas públicas, pues estos servicios
contribuyen de manera significativa en el bienestar humano y en consecuencia, es
necesario que los análisis que se realicen se hagan considerando tanto factores económicos
y como biofísicos y ecológicos (Boyd & Banzhaf, 2007).
16
Complejidad vinculada con la característica de incertidumbre del proceso de medición y estimación de
los SE, que a su vez se relaciona con tres factores principales: 1) la naturaleza compleja de los ecosistemas,
2) la incertidumbre propia de la cuantificación de las variables de entrada y los parámetros de los modelos,
y, 3) la incertidumbre sobre el estado futuro de los ecosistemas (Laterra et al., 2011).
89
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
contribución de los mismos en diferentes contextos espaciales. Con los resultados de los
indicadores es posible instaurar medidas de compensación, determinando
responsabilidades, creando políticas públicas y tomando decisiones que orienten la
sustentabilidad del paisaje, la planeación territorial y gestión ambiental tanto a escala local
como regional (Kandziora et al., 2013; Lara et al, 2013). Una aclaración relevante
respecto a la aplicación de los indicadores es que éstos dependen de los intereses de cada
investigador.
Por otra parte, se pueden mencionar algunos instrumentos de análisis de SE que han sido
incorporados en las investigaciones científicas que analizan Existen diferentes softwares
que han sido desarrollados para generar análisis geoespaciales y modelación de escenarios
futuros de los SE, los cuales pueden diferir en los enfoques, SE analizados o
requerimientos de información, entre los que se pueden mencionar GISACAME17,
AIRES18, TERRSET19, INVEST20. Este tipo de softwares fueron diseñados
principalmente pensando en apoyar los procesos de ordenamiento territorial, la toma de
decisiones y la generación de políticas públicas (p.e; Daily et al., 2009; Koschke et al.,
2012; Geneletti, 2013). Sin embargo, estos instrumentos tienen diferentes restricciones
que los limitan para ser incorporados en algunas investigaciones científicas, como el
número de SE que analizan o las áreas que permite incorporar dentro del programa, incluso
con los requerimientos de información mínima para llevar a cabo los análisis. Tal es el
caso de esta investigación que analiza múltiples SE, donde se tomó la determinación de
no incluirlos como herramienta de análisis, pues no cumplían con varios de los
requerimientos mínimos.
17
PiSolution GmbH and TU Dresden (TUD), Institute of Soil Science and Site Ecology, Alemania.
18
National Science Foundation to the Ecoinformatics Collaboratory at the University of Vermont, joined
by Earth Economics and Conservation International, USA.
19
Clark Labs, Clark University, USA.
20
Stanford University and the University of Minnesota, USA.
90
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
De acuerdo con lo planteado por diferentes autores (Allen, 2003; Aguilar & Escamilla,
2009; Harman et al., 2015), las discusiones que se han generado sobre periurbanización
han evidenciado la necesidad de una visión más integral y de carácter regional que
considere también la dimensión ambiental en estos análisis; estos debates han discutido
sobre las variables relacionadas con el alcance de espacios periurbanos más sustentables
- donde los SE tienen un rol central - y con una gobernanza apropiada y nos solamente
concentran su atención en elementos de la regulación para la expansión de la urbanización
hacia las periferias metropolitanas. En este proceso los SE como herramienta
metodológica pueden hacer un aporte significativo, como para esta investigación donde
se considera como el indicador que permitirá analizar áreas naturales críticas y establecer
la relación entre periurbanización y sustentabilidad del paisaje para las regiones urbanas.
91
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
92
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
93
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
21
CONICYT - FONDECYT Regular 11504422 (2015-2017).
94
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Esta región fue delimitada a partir de varios criterios; el primero de ellos las áreas
metropolitanas que hacen parte de la zona (Santiago y Valparaíso), entendidas como la
aglomeración oficial de municipios y definidas como "áreas urbanas funcionales” de
acuerdo con la OCDE (2013). El segundo criterio, fueron aquellas áreas metropolitanas
funcionales en el periurbano rural establecidas por Salazar (2010), localizadas a una
distancia en automóvil de hasta 60 minutos (tiempos de viaje).
El tercer criterio tiene que ver con los límites que fueron demarcados para el área de
estudio, los cuáles son los límites administrativos municipales, a excepción de aquellas
extensiones inaccesibles localizadas al este de la región, una sección andina donde hay
principalmente suelos desprovistos o con escasa vegetación y herbazales mediterráneos
superiores a 3.300 m.s.n.m; (Luebert & Pliscoff, 2006). Esta región urbana tiene una
superficie aproximada de 15.655 km2 e incluye 67 comunas, 51 de ellas hacen parte de la
95
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
22
Para la Región Metropolitana no se incluyeron las comunas de Alhué y San Pedro, puesto que estas
comunas no cumplen con el criterio de tiempo de viaje establecido por Salazar (2010) y por lo tanto no
hacen parte de las áreas metropolitanas funcionales en el periurbano rural.
96
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Al igual que en otros países de América Latina, esta región urbana ha experimentado un
acelerado y vigoroso crecimiento de las ciudades durante las últimas décadas, lo cual
puede ser corroborado en datos que revelan el incremento de población urbana durante
este período (90% según WBG, 2016) (Romero et al., 2003; Schulz et al., 2010; Ramírez
& Parra-Peña, 2013; Hidalgo et al., 2014). Las dos regiones metropolitanas que hacen
parte de la región urbana han sido reconocidas por la intensidad del proceso de expansión
de la urbanización además de su potencial urbanizable (Hidalgo et al., 2014), con
diferentes magnitudes de consolidación y formas de ocupación. De acuerdo con el censo
oficial de 2017, estas regiones concentran aproximadamente el 50,8% de la población total
97
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
del país distribuidas así: 7.112.808 de habitantes en la Región Metropolitana (40,5% del
país) y 1.815.902 habitantes en la Región de Valparaíso (10,3% del país), obteniendo un
total de 8.928.710 entre ambas regiones (INE, 2017).
Estas regiones cuentan con otras características relevantes que merecen ser resaltadas
como la existencia de áreas naturales de valor ambiental que incluyen remanentes de
ecosistemas nativos que proveen SE para la población local y regional, pero que a su vez
se ven amenazadas como consecuencia del intenso proceso de expansión de la
urbanización que enfrentan estos espacios y que se ve incentivado por “…la excesiva
flexibilidad de la regulación del uso de la tierra relativizando la normativa que fija los
límites de construcción, en función de los intereses de los inversores y de la rentabilidad
asociada a los distintos proyectos, más que en criterios sustentables de ordenación
territorial o urbanística” (Hidalgo et al., 2014: 12).
Las áreas naturales protegidas son áreas de valor ambiental, que en la región urbana suman
15 en total, las cuales están distribuidas en seis categorías principalmente: siete Santuarios
de la Naturaleza, cinco Áreas Protegidas Privadas, dos Reservas Nacionales, un Parque
Nacional (ver Tabla 3 y Figura 4). Además, existen sitios prioritarios para la conservación
de la biodiversidad, que no se incorporan en el listado porque no hacen parte del objeto
de estudio de esta investigación. Estas características, hacen que el área de estudio tenga
un gran potencial para estudiar los vínculos entre los procesos de expansión de la
urbanización y la sustentabilidad del paisaje.
98
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
2 Yerba Loca
7 Palmar el Salto
8 Hacienda Lipangue
13 Lago Peñuelas
Reserva
Nacional2
14 Río Clarillo
99
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
100
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
101
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
23
Catastro de usos del suelo y bosque nativo 1996 y 2011 (CONAF, 2001; 2013).
24
Para mayor detalle sobre procedimientos, análisis y resultados remítase a Montoya-Tangarife et al., 2017
(http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0188117). Los resultados generales
pueden ser consultados en el Anexo 1.
102
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
25
Nuevas relaciones urbano-rurales en la sustentabilidad ambiental de la macroregión Santiago-Valparaíso.
103
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
26
Las imágenes Landsat tienen por defecto valores asignados en Número Digital (ND), que no representan
ninguna variable biofísica, por lo tanto, para eliminar las imprecisiones que estas imágenes pueden tener y
que las celdas reflejen la información real del momento de la captura del satélite, se hace necesaria la
conversión a valores en radiancia (Ojeda et al., 2011).
27
Esta corrección se hace para mejorar la imagen y reducir los errores generados por el relieve (por ejemplo:
sombras).
28
El NDVI es un índice que ofrece información sobre la condición de la vegetación. Tiene valores entre -1
(indican escases de la vegetación) y +1 (indican vegetación abundante).
29
Bandas espectrales: R: rojo; NIR: infrarrojo cercano; G: verde; B: azul
30
El NDBI es un índice que permite identificar la información sobre las áreas edificadas (áreas
impermeabilizadas).
31
Bandas espectrales: SWIR1: Infrarrojo de onda corta 1; SWIR2: Infrarrojo de onda corta 2
104
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
32
Según Landis & Koch (1977) un valor obtenido en el rango 0,8 – 1,0, corresponde a una concordancia
casi perfecta.
105
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
106
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Métodos como el de la matriz de doble entrada33, han sido retomado por otros autores para
el desarrollo de sus investigaciones, las cuales han hecho variaciones en algunos aspectos
como el rango cualitativo de calificación (p.e -3 y 3 (Kopperoinen et al., 2014); 0 y 100
(Koschke et al., 2012)), los SE evaluados o el enfoque con él cual se analizan. Esta es
entonces una herramienta comúnmente utilizada para evaluar la distribución espacio
temporal de los SE y su variación en la provisión potencial a diferentes escalas
(Vihervaara et al., 2010; Koschke et al., 2012; Kopperoinen et al., 2014; Depellegrin et
al., 2016; Vigl et al., 2017).
Para esta propuesta, se agruparon los SE en tres tipologías propuestas por Millennium
Ecosystem Assessment (MEA): 1) regulación (ej. clima, inundaciones, sequía,
degradación del suelo, purificación de agua), 2) provisión (ej. Alimentos, agua, madera,
fibra), y 3) culturales (ej. SE no materiales: recreativos, religiosos, educacionales,
espirituales, estéticos) (MEA, 2005). La información obtenida para esta fase del análisis
fue procesada y analizada con ayuda del ArcGIS 10.4. El procedimiento se desarrolló de
la siguiente manera:
33
Las matrices pueden ser elaboradas de diferentes formas, por ejemplo, con los servicios ecosistémicos en
las columnas y las coberturas terrestres en las filas (Burkhard et al. (2014) o con funciones ecosistémicas
en las filas y tipos de ecosistemas (coberturas terrestres) en las columnas (Laterra et al., 2011).
107
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
108
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
calculó el promedio de ellas para generar una matriz de evaluación única y posteriormente,
a partir del área ocupada por cada una de las coberturas terrestres, calcular el suministro
de SE en la región urbana.
109
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Las actividades que han sido propuestas para esta fase metodológica, desarrollan los
siguientes objetivos:
Después, se estableció una zona de influencia alrededor de cada una de las ANP la cual
fue delimitada por una franja de 5 km. Esta distancia determinada desde del borde del
ANP hacia la divisoria de aguas de las microcuencas, fue establecida considerando como
condición indispensable la incorporación de los procesos de periurbanización dentro de
una misma microcuenca34. Adicionalmente, se tuvieron en cuenta los tiempos de recorrido
de un habitante periurbano para desplazarse caminando a su área de recreación más
34
Al incluir distancias mayores a 5 km (p.e:10 km) se traspasaba hasta otras vertientes, con procesos
diferentes al objeto de estudio de esta investigación.
110
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Posteriormente, se traslaparon las unidades (ANP + área de influencia) con las áreas
urbanas identificadas durante el análisis a escala regional y se complementaron con los
datos oficiales de zonas urbanas elaborada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en
2011, esto con el fin de hacer una primera aproximación a los procesos de
periurbanización en inmediaciones de las unidades. Después de este proceso, se
seleccionaron aquellas unidades que tuvieran un ANP cubiertas por una figura de
protección con mayor jerarquía dentro de la normatividad chilena, siendo estas Parque
Nacional, Reserva Nacional y Reserva Natural.
Finalmente, se incluyó una de las unidades bajo la figura “área silvestre privada protegida”
que permitiera generar un análisis frente a las figuras estatales de protección. Se
obtuvieron entonces las unidades de análisis definidas como Áreas Naturales Protegidas
con Procesos de Periurbanización (ANPPE). Antes de iniciar la siguiente fase, estas
unidades fueron verificadas en terreno.
35
Para esto se consideró la propuesta de Knoblauch et al., (2014) que establece velocidades de caminata en
diferentes tipos de locaciones y bajo diferentes tipos de condiciones ambientales, con una velocidad
promedio de 1,38 m/s para realizar un recorrido determinado.
111
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Así, se presenta la descripción de cada una de las coberturas terrestres que fueron
posteriormente identificadas en las ANPPE (ver Tabla 4). Estas coberturas del suelo
fueron planteadas para ser indicadoras de la capacidad de suministrar SE en las áreas
analizadas.
Tabla 4. Descripción de las coberturas terrestres identificadas en cada una de las ANPPE
Cobertura
Descripción Imagen
terrestre
112
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Cobertura
Descripción Imagen
terrestre
113
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Cobertura
Descripción Imagen
terrestre
114
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Cobertura
Descripción Imagen
terrestre
Predios destinados a vivienda primaria o
secundaria, con tamaños totales
mayoritarios entre 0,5 a 2,0 ha
aproximadamente, compuestas por
infraestructuras bien desarrolladas,
Parcelaciones concentradas o dispersas. No cuenta con
espacios públicos comunes. La vegetación
de las parcelaciones es diversa en
densidad, distribución y estratos, y se
encuentra generalmente bien desarrollada
y mantenida
115
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
magnitud de los cambios observados. Las coberturas terrestres identificadas para el 2015
fueron verificadas en terreno.
36
Nuevas relaciones urbano-rurales en la sustentabilidad ambiental de la macroregión Santiago-Valparaíso.
116
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
parcelaciones) hasta el borde del área natural protegida. Este indicador fue obtenido para
aquellas coberturas más próximas al área de protección y se generó a partir de
herramientas del software ArcGIS 10.4.
f) Caracterización del patrón espacial de la periurbanización en las ANPPE: A
partir de la identificación de las coberturas terrestres, el análisis de cambio de las mismas
(magnitud y dirección), la oferta potencial de SE, los indicadores de ecología del paisaje
y las distancias de aproximación al área natural protegida obtenidos para cada ANPPE, se
determinaron las principales características de las unidades y se identificaron y
describieron los patrones de periurbanización presentes en cada una de ellas.
117
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
118
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En esta parte del documento se presentan los resultados obtenidos para cada fase propuesta
en el Capítulo III con su correspondiente análisis. Se inicia con la cuantificación de las
dinámicas de cambio en las coberturas entre 1989 y 2015. Seguidamente, se muestran la
variación de los SE a escala de región urbana, generada a partir de los datos obtenidos por
consulta a reconocidos investigadores, expertos en la materia, los cuales evaluaron la
oferta potencial de los SE para cada cobertura terrestre en el área de estudio, y que
finalmente se tradujo en una matriz única de doble entrada. Con esta matriz y los hallazgos
sobre el cambio de las coberturas terrestres, se determinó la distribución espaciotemporal
de los diferentes grupos de SE para un período de 26 años, con su posterior análisis del
incremento y disminución en la oferta potencial total durante este período.
119
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Antes de presentar los resultados de esta fase, se mencionan algunas consideraciones sobre
el proceso de identificación de las categorías de análisis para las coberturas terrestres en
sí mismas, a partir de la clasificación de imágenes satelitales Landsat, las cuales permiten
clarificar los procedimientos desarrollados en esta etapa de la investigación.
Para establecer las diferentes coberturas terrestres que fueron el insumo principal para
generar la información de la región urbana Santiago- Valparaíso, se tomó como punto de
partida la propuesta de Schulz et al. (2010), la cual establece ocho categorías de análisis
para la región central de Chile, donde se encuentra localizada el área de estudio de esta
investigación. A partir de estas categorías, se determinó un total de nueve coberturas
terrestres, algunas de las cuales incorporar otras en una misma categoría.
120
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
solventadas con la integración de nuevos puntos de control y con la realización del análisis
por etapas, tal y como se detalló en el capítulo III. De igual manera, el hecho de analizar
estas imágenes Landsat de diferentes sensores (1989-TM y 2015-OLI), se considera como
una dificultad metodológica en este proceso, pues la precisión de la clasificación obtenida
puede variar. Adicionalmente, se verificó de manera constante que el índice Kappa (K)
estuviera en el rango permitido (0,8-1) de acuerdo con lo planteado por Landis & Koch,
(1977) y fue precisamente este resultado el que determinó el momento de la clasificación
final: K=0,84 para el año 1989, y K=0,80 para el año 2015. Finalmente, el proceso de
clasificación de las coberturas terrestres estuvo apoyado por la verificación de los
resultados obtenidos con visitas en terreno (Figura 6).
121
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
A partir de los datos obtenidos en la clasificación de las coberturas terrestres para la región
urbana en 1989 y 2015 (Figura 7) se identificaron transformaciones significativas en
aproximadamente el 57% del paisaje regional. Los cambios presentados en este período
se pueden observar la Figura 8, en la cual se observa la superficie que ocupa cada una de
las categorías establecidas para el área de estudio en el período analizado.
Figura 7. Cambios en las coberturas terrestres para la región urbana en 1989 y 2015
basados en imágenes satelitales Landsat
Fuente: Elaboración propia a partir de datos FONDECYT No 1150422
37
Para el análisis de los cambios identificados en las coberturas terrestres, se considera magnitud como el
número de hectáreas (ha) que aumentaron o disminuyeron en los años analizados.
122
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
1989
Plantaciones forestales
COBERTURAS TERRESTRES
Humedales
Praderas
Urbano
Agricultura
Matorrales
Bosques
ÁREA (ha)
Aunque las coberturas agricultura y matorrales presentaron entre ellas, una magnitud de
cambio similar (39.130 ha y 38. 854 ha, respectivamente), la primera refleja una
disminución y la última un aumento, mostrando un cambio en su superficie
correspondiente al -15% y +8%, respecto al año base (1989). Para el caso de las categorías
bosques y plantaciones forestales, ambas incrementaron su superficie (18.679 ha y 10.855
ha respectivamente), pero en términos porcentuales significa un cambio mayor sobre
plantaciones forestales con un +87%, mientras la categoría bosques expresa su cambio en
tan solo el +9% respecto a su estado 26 años atrás.
123
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Finalmente, vegetación escasa, humedales y cuerpos de agua continentales son las tres
categorías que menor magnitud reflejan en sus cambios, representando una disminución
de 6.579 ha, 358ha y 175 ha respectivamente, es decir, -3%, -29% y -3% respecto a su
estado inicial (en 1989).
124
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Tabla 5. Matriz de confusión para los cambios en las coberturas del suelo entre 1989 y 2015
2015
Coberturas Total
Cuerpos Plantaciones Vegetación
Terrestres 1989 Agricultura Urbano Humedales Praderas Bosques Matorrales
de agua forestales escasa
Agricultura 250.887 128.672 22.075 288 96 32.237 13.396 46.224 3.664 4.235
Praderas 286.108 32.130 13.585 431 200 103.175 2.372 106.517 655 27.042
1989
Matorral 518.600 39.946 15.214 660 261 68.290 29.502 304.246 5.985 54.497
Plantación
12.543 2.078 112 8 0 236 2.165 2.158 5.731 55
forestal
Vegetación
214.453 1.118 1.789 417 3 3.798 20.999 70.345 1.182 114.801
escasa
Total 2015 1.565.390 213.567 116.686 3.314 617 213.030 227.219 557.821 23.398 209.737
Nota: los cambios están expresados en hectáreas (ha). Fuente: Elaboración propia
125
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Uno de los cambios que más interesa en esta investigación tiene que ver con las
transformaciones ocurridas desde otras coberturas terrestres hacia la categoría urbano,
donde se destacan como las más relevantes aquellas provenientes desde agricultura
(22.075 ha), seguidos de matorrales (15.215 ha) y finalmente, praderas (13.585 ha). Por
otro lado, y considerando las características del paisaje mediterráneo donde se localiza el
área de estudio, preocupan los porcentajes de cambio que expresan disminución en
coberturas críticas que han sido comúnmente consideradas de gran valor ambiental como
lo son los humedales.
En síntesis, cinco de las nueve coberturas terrestres de la región urbana presentaron una
dirección de cambio con predominancia hacia matorrales (categorías: agricultura,
humedales, praderas, bosques y vegetación escasa), dos más hacia praderas (categorías:
urbano y matorrales), una hacia agricultura (cuerpos de agua) y una hacia bosques
(plantaciones forestales).
El diseño de la matriz de oferta potencial se inició con la selección de 17 SE, para lo cual
se consideró fundamentalmente que Chile central tuviera el potencial de ofertar los SE
elegidos, por lo tanto, la escala propuesta para el análisis en esta fase (escala regional) fue
126
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
determinante, al igual que las características principales del área de estudio. Estos SE
fueron agrupados en tres tipologías: 1) nueve SE de regulación, 2) cuatro SE de provisión
y 3) cuatro SE culturales de acuerdo con la propuesta de MEA (2005). Para complementar
esta matriz, se incorporaron las nueve categorías de coberturas terrestres identificadas
anteriormente y se procedió a realizar la consulta expertos.
Con respecto a este enfoque, con nueve coberturas terrestres, es posible afirmar que
permitió a los expertos consultados tener en cuenta la escala del análisis (regional), la
amplitud y profundidad de la taxonomía de las coberturas terrestres, las diferencias en el
suministro de SE por tipo de cobertura de la tierra y los ecosistemas dominantes presentes
en la región urbana. Otros estudios que también implementan esta metodología han
analizado un mayor número de tipos de coberturas terrestres y elementos de paisaje (p.e,
Kosche et al., 2012 analizan 19 coberturas; Kopperoinen et al., 2014 analizan 23
coberturas; Burkhard et al., 2014 analizan 44).
Los datos resultantes de las evaluaciones por los expertos (N=15) fueron procesados y a
partir del promedio de todas las respuestas se obtuvo la matriz de evaluación única que
luego se usó para calcular el suministro respectivo de SE; estos resultados se muestran en
la Figura 9.
La cobertura terrestre con “máximo potencial” para proporcionar SE (valores entre 4,6 y
5,0), es decir, los principales proveedores de SE en la región urbana fue bosques, que para
el año 2015 ocupaba el 15% de la región. Los expertos calificaron los SE suministrados
por esta cobertura con más de 4,0 para servicios de regulación (regulación del clima local,
regulación de la erosión del suelo y regulación de nutrientes y formación del suelo) y
servicios culturales (recreación, turismo y deportes en un entorno natural, estética e
investigación y educación).
127
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
128
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Las puntuaciones con “potencial alto” (valores entre 3,6 y 4,5) no sólo estuvieron
vinculados a la cobertura bosques, sino también a matorrales, que representa la mayor
superficie en el área de estudio (36%) y cuerpos de aguas continentales. Por otra parte, y
a pesar de tener una muy baja representación en la superficie de la región urbana (0,1%),
la cobertura humedales se considera muy importante para la prestación de SE
principalmente de regulación del clima, regulación del agua y la purificación de aguas
superficiales y para la recreación, es por esto que su valoración cuenta con un alto
potencial de suministro de SE (valores entre 3,6 y 4,5).
De acuerdo con la opinión de los expertos, la categoría "sin potencial” (valores entre 0 y
0,5) se concentró en los SE de regulación y de provisión asociado principalmente con la
cobertura vegetación escasa (que ocupa 13% de la región urbana en el 2015); esta
valoración representa una no regulación del clima o del control de plagas por parte de esta
cobertura, al igual que en la regulación de la erosión y la polinización y dispersión de
semillas. Asimismo, esta cobertura no provisiona agua dulce o plantas medicinales. De
igual manera, los puntajes más bajos (0 - 1) obtenidos para servicios de regulación y
provisión se asociaron también con la cobertura terrestre urbano que para el 2015 cubre
el 7% de la superficie regional y que, según la opinión de los expertos, no regula ni el
clima o el aire ni el control de la erosión y tampoco suministra agua dulce o plantas
medicinales.
Por otro lado, considerando que el número de expertos que participan en una evaluación
de SE es crucial para este tipo de estudios, Campagne et al. (2017) establece que en este
tipo de metodologías el tamaño del panel consultado debe ser mínimo de 15 expertos para
que las estadísticas usuales de sean apropiadas. Considerando esta afirmación se
129
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Para el cálculo de la DS se tuvo el supuesto que “cuanto menor fuera el valor de la DS,
mayor sería el acuerdo entre los expertos consultados”. De acuerdo con lo anterior no se
identificaron grandes discrepancias entre las valoraciones dadas por los expertos, puesto
que sólo se observó una alta variabilidad (DS ≥ 2) en el 2% de las valoraciones. Como era
de esperarse, las valoraciones no fueron unánimes; 67% de las valoraciones tuvo una
variabilidad mediana (1,1 <DS <2), mientras que el 31% restante tuvo una variabilidad
baja (DS ≤ 1). Es de anotar que a medida que se fueron incorporando al análisis las
valoraciones de los diferentes expertos los resultados fueron disminuyendo sus
variaciones; se observó que después de tener el 70% de los datos procesados, los
resultados en la matriz no presentaron variaciones significativas, es decir, a partir de la
incorporación de los datos de la muestra 11 y hasta la muestra 15, el resultado en la matriz
única no generó grandes modificaciones en los valores.
Se obtuvo una alta variabilidad en tres de las interacciones valoradas por los expertos: (1)
el papel de los cuerpos de aguas continentales en la purificación de las aguas superficiales,
130
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
(2) la contribución de las plantaciones forestales (pino y eucalipto) en los cultivos y (3) el
papel de vegetación escasa para la investigación y la educación. Para mantener o modificar
estas puntuaciones, se consultaron Burkhard et al. (2012, 2014) y Koschke et al. (2012).
En estas investigaciones se presentaron los mismos, o incluso, puntajes más bajos, en
comparación con los proporcionados por los expertos aquí consultados, por lo que se tomó
la determinación de reducir la valoración de los expertos de 3,1 a 2,0 para las interacciones
(1) y (2) y mantener en la valoración original para interacción (3).
La baja variabilidad de las respuestas de los expertos para las interacciones entre las
coberturas terrestres y los SE, revela la ausencia de fuertes desacuerdos entre los
evaluadores, en gran parte como consecuencia de los diferentes grados de conocimiento
que tienen los expertos consultados sobre los posibles vínculos entre las coberturas
terrestres y la prestación de SE (Kopperoinen et al., 2014). Este tipo de procedimientos,
desarrollado en esta fase, es bien valorado en las investigaciones científicas, pues hacen
posible una visión holística de las transformaciones ocurridas en el paisaje de la región
urbana, a través de una evaluación simultánea de varios SE.
Por otra parte, se reconoce que los SE de regulación ofrecidos por la cobertura vegetación
escasa pudieron haber sido subvalorados ya que estos servicios, específicamente en
referencia a su contribución en la regulación del clima local y global, podrían tener valores
131
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
más altos que los ofrecidos por otras coberturas como los afloramientos rocosos.
Adicionalmente, coberturas como las playas y dunas, que para esta investigación fueron
consideradas dentro la categoría vegetación escasa, podrían tener una participación
importante en la recreación y el turismo (servicios culturales), al igual que en regulación
de nutrientes y el agua, ninguna de las cuales parece haber sido considerada a la hora de
generar su valoración. Esto significa que las valoraciones para estos SE podrían ser
mayores que las generadas en esta investigación. Una forma de mejorar esta puntuación y
generar una evaluación más precisa, sería desglosar este tipo de cobertura terrestre (suelo
en barbecho, playas, dunas, afloramientos rocosos), evaluarlas individualmente y
vincularlas a mediciones in situ para verificar sus aportes a los SE de regulación y
culturales.
132
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Tabla 6. Equivalencias entre las clases propuestas en esta investigación y las propuestas
por la literatura
Categorías Categorías Categorías
Categorías Categorías
seleccionadas en seleccionadas por seleccionadas por
seleccionadas por seleccionadas por
esta Vihervaara et al., Kopperoinen et al.,
Koschke et al., 2012 Burkhard et al., 2014
investigación 2010 2014
Conservation areas,
Broadleaved forest, Broad-leaved forest, Broad-leaved forest, Important forest
Forests Mixed forest, Mixed forest, Mixed forest, habitats, Important bird
Coniferous forest Coniferous forest Coniferous forest areas (IBA), Old forests
(age C120 years)
Transitional woodland
Transitional
Shrublands --------- shrub, Sclerophyllous ---------
woodland-shrub
vegetation
Annual and permanent
crops, Non-irrigated
Land princip. occ. by
arable land,
agriculture, Fruit trees
Permanently irrigated
and berry plantations, Traditional agricultural
Agriculture lands Agricultural areas land, Complex
Complex cultivation biotopes
cultivation patterns,
patterns, Non-
Vineyards, Fruit trees
irrigated arable land
and berries, Olive
groves,
Grasslands and
Grasslands Natural grasslands Natural grassland 5 HNV farmlands
moors
Forest
Forestry area --------- --------- ---------
plantations
133
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
134
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Al hacer un análisis de correlación entre las valoraciones dadas por los expertos y los
puntajes extraídos de otros estudios similares, se obtienen los resultados de la Tabla 9.
Estos resultados muestran tendencias similares con pequeñas diferencias entre la mayoría
de las coberturas terrestres estudiadas. Las diferencias encontradas se concentran en la
oferta potencia de los SE ofertados por las categorías humedales y plantaciones forestales,
las cuales no tuvieron correlación por la ausencia de datos en ellos en los estudios
analizados. Respecto a las diferencias en la oferta potencial de matorrales, estas podrían
atribuirse a las dificultades para comparar los ecosistemas existentes con los de los
estudios revisados. En el caso de los grupos de los SE y su correlación entre expertos y
literatura, la baja correlación de los SE culturales puede ser atribuida a las diferencias en
la connotación cultural que tienen los estudios consultados.
135
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Tabla 8. Resumen de los principales elementos comparativos entre la literatura consultada y esta investigación
Cobertura Terrestre Servicios Ecosistémicos
Vihervaara et
Local 20 13 23 11 2 10 13
al., 2010
Koschke et
Regional 12 19 13 13 6 8 5
al., 2012
Burkhard et
Regional NA 44 31 21 23 17 14
al., 2014
Kopperoinen
Regional 13 23 21 9 14 12 9
et al., 2014
Esta
Regional 15 9 17 --------- --------- --------- ---------
investigación
136
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Tabla 9. Correlaciones entre los resultados obtenidos para la valoración de los SE para
cada combinación (servicios ecosistémicos/coberturas terrestres) según expertos
consultados y literatura consultada
Correlación entre los
Valoración de los Valoración de los
valores dados por los
Unidades de servicios ecosistémicos servicios ecosistémicos
expertos y la
análisis dada por los expertos dada por estudios
literatura consultada
(promedio) similares (promedio)
(r Pearson)
Región urbana 0,62 2,42 2,23
Coberturas terrestres
Cuerpos de agua
0,78 2,6 2,5
continentales
Plantaciones
-0,42 2,0 1,0
forestales
Escasa
0,65 0,8 1,2
vegetación
Servicios de
0,66 2,3 2,1
regulación
Servicios de
0,55 1,9 1,7
Provisión
Servicios
0,43 3,2 2,9
Culturales
Nota: Los humedales y las plantaciones forestales no se correlacionaron debido a la falta
de datos de los estudios analizados. Los puntajes varían de 0 a 5, donde 0 significa no
potencial y 5 significa potencial máximo
Fuente: Elaboración propia a partir de Vihervaara et al. (2010); Koschke et al. (2012);
Burkhard et al. (2014); Kopperoinen et al. (2014)
137
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
A partir de la superficie ocupada por cada una de las coberturas terrestres que conforman
la región urbana y los valores de la matriz obtenidos para cada uno de los grupos de SE,
se calculó la oferta potencial total del SE para la región urbana en cada uno los años
estudiados (ver Ecuación 1 y Tabla 10):
Ecuación 1.
9
Donde:
OPTse: Oferta potencial total de SE
OPct_se: Oferta potencial de la cobertura terrestre para cada servicio
ecosistémico (valoración de los expertos)
Act: Área de la cobertura terrestre en la RU (ha)
Servicios de
2,67 2,66 Potencial medio-alto
regulación
Servicios de
2,10 2,04 Potencial medio-bajo
provisión
Servicios
3,44 3,45 Potencial medio-alto
culturales
Oferta
2,74 2,72 Potencial medio-alto
potencial total
Nota: La oferta potencial fue evaluada en una escala cualitativa de 0 a 5, donde 0 es la
mínima calificación, que significa que no hay potencial para ofertar SE y 5 significa el
máximo potencial para proporcionar SE en la región urbana
Fuente: Elaboración propia
138
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En este sentido, la metodología adoptada utilizó una escala lineal de 0 a 5 para denotar la
relevancia de la oferta potencial de SE, donde 0 significa “sin potencial” y 5 representa
“potencial máximo”. La oferta potencial total de SE no presentó grandes variaciones
durante el período de 26 años en la región urbana, sin embargo, se alcanza a percibir una
disminución mínima (-0,02) que está en correspondencia con la variabilidad observada en
los diferentes grupos analizados. La información por grupos muestra una variabilidad
mínima durante las últimas décadas: regulación (-0,01), y culturales (+0,01), mientras que
provisión tuvo una reducción mayor (-0,06). Estos valores ubican la oferta de los servicios
de regulación y culturales en el rango de potencial “medio-alto”, mientras que los servicios
de provisión se están en el potencial “medio-bajo” para la región urbana. En términos
generales, el paisaje de la región urbana revela un potencial total “medio-alto” para
proveer los SE analizados en 1989 y 2015.
En la Figura 10, se resume la importancia de cada una de las coberturas terrestres para la
oferta potencial de SE en la región urbana. Esté cálculo se generó a partir de la superficie
ocupada por cada una de las coberturas terrestres en la región urbana y las valoraciones
generadas por los expertos para los SE asociados a ellas. Así, en ambos años la categoría
matorrales es la cobertura terrestre más relevante para la oferta de SE en la región urbana,
una cobertura que presenta sus mejores valoraciones principalmente para el grupo de SE
culturales; en segundo lugar, están los bosques con mejor valoración para los SE de
regulación y culturales, y finalmente las praderas, con una valoración media para los SE
de regulación y culturales. Las demás categorías demás categorías generan un aporte
menor a la oferta potencial total de SE.
139
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Por otro lado, el valle central de la región urbana se ve dominado por el “potencial medio-
alto” (3), relacionado principalmente con actividades de tipo agrícola (agricultura y
silvicultura), mientras que aquellas zonas valoradas con " potencial alto" se encuentran
localizadas al norte del valle (Valparaíso) y asociadas principalmente con las coberturas
de bosques.
140
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 11. Distribucion espacial de la oferta potencial por grupo de SE en la región urbana para 1989 (A) y 2015 (B)
Fuente: Elaboración propia
141
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
La distribución del “potencial medio-bajo” en ambos años tiene una presencia mucho
menor, pero con un reparto disperso, esencialmente sobre la zona oriental de la región
urbana, en inmediaciones de Valparaíso. Finalmente, el “potencia alto” se distribuye de
manera casi homogénea sobre la región urbana, sin mayores diferencias espaciales
observables entre un año y otro.
142
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 12. Oferta potencial total de servicios ecosistémicos en la region urbana para 1989
y 2015
Fuente: Elaboración propia
143
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
144
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
De igual modo, los resultados evidencian la limitada oferta total de SE que existe a escala
regional, situada en el límite inferior del rango del potencial medio-alto, esto pese a la
existencia de área naturales de valor ambiental en la región urbana y considerando que
bajo condiciones de predominancia de los procesos urbanos, los paisajes naturales se
hacen cada vez más escasos, lo que pone en manifiesto la necesidad una mayor
consideración, control y acción de los instrumentos de planificación territorial sobre las
áreas periurbanas y rurales de la región.
Con base en los resultados obtenidos para la oferta potencial regional de SE que muestran
una reducción menor, la sustentabilidad del paisaje pareciera estar en un aparente
equilibrio en la región urbana, lo que puede ser interpretado a partir de los planteamientos
de Wu (2013), quien indica que esta estabilidad relativa puede responder a que los
patrones estructurales y funcionales de la escala de paisaje regional se mantienen en un
estado constante o de transformaciones lentas, mientras que en una escala de mayor detalle
(escala local por ejemplo) los cambios se van generando de manera más constante.
Pero no hay garantía de que esta situación de equilibrio dure, es decir, que el suministro
de SE podría disminuir en el futuro y con ello la sustentabilidad del paisaje. Por el
contrario, esta situación refleja la necesidad de coordinación entre los instrumentos de
carácter regional y municipal de planificación territorial y gestión ambiental para apoyar
la conservación de aquellas áreas que representan la mayor oferta de SE, garantizando una
participación mínima del territorio capaz de garantizar mayores capacidades para el
suministro de SE, a pesar de la gran presión urbana que han sufrido en la región urbana
en cuestión.
145
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
protegidas que hacen parte de la región de análisis y que cuentan con una superficie mayor
a 5 km2.
El siguiente paso fue la generación de un buffer de 5km, establecido a partir del borde
exterior de cada área natural protegida y posteriormente fue cortado con el límite de las
sub-subcuencas hidrográficas que hacen parte de la zona y los límites de la región
metropolitana. Para optimizar el análisis, aquellas áreas que se encontraban adyacentes y
dentro de la misma de sub-subcuenca hidrográfica, fueron combinadas y consideradas
como una sola unidad. El resultado fueron 20 unidades preliminares de análisis (recuadro
B), las cuales se muestran en la Tabla 11.
Posteriormente se traslaparon estas unidades con las áreas urbanas que se identificaron
con las imágenes Landsat para la región urbana y se les adicionó la capa oficial de zonas
urbanas elaborada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en 2011, obteniendo como
resultado nueve ANPPE (recuadro C). Finalmente se seleccionaron cinco unidades
(recuadro D), considerando dos figuras de protección dentro de la normatividad chilena:
Parque Nacional y Reserva Nacional, y una figura de Área Privada Protegida (APP):
Reserva Natural38. Todas las áreas están sometidas a presiones por procesos antrópicos
tan importantes como la periurbanización; La incorporación de dos unidades de carácter
privado en este grupo, se hizo con el objetivo de analizar su comportamiento frente a las
figuras de protección estatales.
38
Esta figura es administrada por la Red de Áreas Privadas Protegidas (RAPP) perteneciente al Comité
Nacional Pro-Defensa de la Fauna y la Flora (CODEFF). Esta iniciativa fue creada para apoyar los intereses
de conservación de áreas silvestres en propiedad de particulares, por lo tanto, no tiene implicaciones legales
de ningún tipo y tampoco está amparada por instrumentos normativos estatales (CODEFF, 1999).
146
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 14. Proceso metodológico de la identificación y delimitación de las áreas naturales protegidas y su área de influencia
con periurbanización (ANPPE). A) áreas naturales protegidas con área mayor a 5 km2; B) Delimitación del buffer de 5 km
como área de influencia; C) Identificación de áreas de influencia con periurbanización; D) ANPPE seleccionadas.
Fuente: Elaboración propia
147
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
2 Marga-Marga 12 Cantillana
Por último, durante el proceso de selección se identificó que una de las áreas protegidas
privadas elegidas para este análisis, Hacienda Lipangue, tenía un estatus de protección
difícil de verificar pues, aunque aparece incluida en el listado de predios de la Red de
Áreas Protegidas Privadas (RAPP) del Comité Pro-Defensa de la Flora y Fauna
(CODEFF), no se encuentra información disponible sobre ella. A pesar de que tiene una
historia reciente que revela algunos intereses particulares de protección, esta unidad se
encuentra localizada dentro de un área con condiciones especiales para el desarrollo
urbano (zonas de desarrollo urbano condicionado), lo que ha dificultado su consolidación
como área de protección. Este caso en particular es el reflejo de que la conservación de un
área con valor ambiental inserta en un paisaje altamente dinámico necesita más que una
intensión particular, es necesario reconocer su valor no sustituible y contar con las
herramientas necesarias para garantizar su protección frente al desarrollo. Por esta razón
y a pesar de contar con atributos interesantes para esta investigación, se tomó la
determinación de excluir esta unidad de la selección final de las ANPPE, obteniendo así
148
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
un grupo de cuatro unidades sobre las cuales finalmente se desarrollaron los análisis a
escala de detalle (Figura 15).
Figura 15. Unidades de análisis. Áreas naturales protegidas y su área de influencia con
procesos de periurbanización (ANPPE) en la región urbanade estudio
Fuente: Elaboración propia
149
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
La matriz muestra, al igual que en análisis de la escala regional, a los bosques como
principales proveedores de SE, seguidos de los matorrales esclerófilos principalmente
para la oferta de SE de regulación y culturales. Los demás matorrales espinosos y
xerofíticos se consideran como altos proveedores de servicios culturales y con un aporte
menor en los SE de regulación. Entre las coberturas de tipo periurbano sobresalen
parcelaciones con un aporte medio, principalmente para los SE de regulación y culturales.
La cobertura habitacional rural concentra su mayor aporte en los SE culturales. Las demás
coberturas terrestres están asociadas a una oferta mínima de los SE analizados
(infraestructuras, urbano, vegetación escasa, plantaciones forestales, etc.).
A partir de los valores de esta matriz se realizaron los análisis de la oferta de SE que se
presentan a continuación y se complementaron con información sobre la configuración y
estructura espacial de las unidades estudias. Los resultados se agruparon según la
localización de las ANPPE en la región urbana Santiago-Valparaíso de la siguiente
manera: 1) ANPPE Costeras (Peñuelas y Campana), 2) ANPPE Andina (Clarillo) y 3)
ANPPE del Interior (Cantillana).
150
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 16. Matriz de evaluación para la oferta potencial de servicios ecosistémicos en las ANPPE
Fuente: Elaboración propia
151
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Las unidades que se analizan más adelante están localizadas en cercanías a la cordillera
de la costa en la Región de Valparaíso, ambas están configuradas a partir de dos áreas
naturales protegidas de gran importancia, pues además de contar con una figura de
protección declarada por el Estado chileno conforman las áreas núcleo de la Reserva de
Biósfera La Campana – Peñuelas, una figura de conservación instaurada por la UNESCO
en 1974 y que considera estas áreas naturales protegidas como modelo regional de
sustentabilidad.
152
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
habitacional rural), algunas de ellas localizadas dentro del área natural protegida, y un 5%
correspondiente a urbano. Particularmente, dentro de la Reserva Nacional predominan las
coberturas asociadas a la producción forestal (30%), seguida de los matorrales espinosos
(20%), las praderas (17%) y los matorrales esclerófilos (16%). La Figura 18 y el Anexo 7
presentan las coberturas terrestres para los años analizados y su ocupación espacial.
En esta unidad de análisis el 75% de la superficie no tuvo cambios entre 2002 y 2015, el
25% restante se concentra en cambios de las coberturas terrestres de producción forestal,
entre los diferentes estados de desarrollo incluidos en el análisis, ellos son ganancias en
plantaciones forestales adultas (+2,1%) y disminución en los estados juveniles (-29,2%)
que responde no solo las actividades forestales, sino también a la incorporación de esta
categoría en la cobertura urbano y en las plantaciones recién establecidas (-35,2%) ocurre
lo mismo. Se identifican también ganancias de vegetación escasa (+1.519%) otro cambio
asociado a la actividad forestal (actividades de aprovechamiento). Ganancias en la
cobertura urbano (+56%), con transformaciones en primer lugar desde plantaciones
forestales, seguido de praderas y matorrales espinosos. Otro cambio significativo ha sido
la pérdida de cuerpos de agua continentales (-69%) que se han transformado en su
totalidad en praderas (Anexo 8).
Las coberturas terrestres identificadas para el 2015 fueron corroboradas en terreno a través
de puntos de verificación y posteriormente ajustadas con la información recopilada; la
Figura 19 muestra algunos ejemplos de los lugares verificados en terreno.
153
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 18. Coberturas terrestres en ANPPE Lago Peñuelas, 2002 y 2015. a) Cambios de
matorrales espinosos a urbano; b) Cambios de cuerpos de agua continentales a praderas;
c) Cambios de plantaciones forestales jóvenes y adultas a urbano; d) Cambios de
plantaciones forestales adultas a vegetación escasa
Fuente: Elaboración propia
154
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
155
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
156
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
coberturas. Las ganancias de SE ocurre principalmente dentro de los límites del área
natural protegida y están vinculadas a la transición de las etapas tempranas de desarrollo
de las plantaciones forestales hacia etapas más consolidadas.
El análisis conjunto de los indicadores de ecología del paisaje que fueron calculados
aporta información de utilidad para la cuantificación de los cambios espaciotemporales
del paisaje y su vinculación con los procesos socio-espaciales ocurridos en las unidades
estudiadas; esto se logra a partir de la interpretación de su estructura, es decir, de la
distribución espacial y el tipo de elementos espaciales, identificados en cada una de las
áreas. A continuación, se exponen los resultados obtenidos para el ANPPE Peñuelas.
Para el ANPPE Peñuelas los indicadores calculados por coberturas terrestres (Anexo 11)
muestran estabilidad entre 2002 y 2015 para aquellas que cuentan con mayor potencial
para el suministro de SE bosques y matorrales esclerófilos, revelando una permanencia
del patrón de ocupación en estas coberturas naturales para el período analizado. De igual
manera, los matorrales xerofíticos y los usos periurbanos (habitacional rural y
parcelaciones) tampoco evidencian dinámicas mayores que sugieran cambios en su patrón
de ocupación. Por el contrario, se observa un gran dinamismo en los indicadores de las
coberturas con menor prestación de SE urbano, praderas y vegetación escasa, las cuales
experimentaron un incremento en los indicadores asociados a las mediciones de su
superficie PLAND, AREA_ MN, TCA y LPI. Entre ellas sólo vegetación escasa
incrementa el NP.
157
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Por otro lado, al realizar un análisis de proximidad entre las coberturas terrestres de tipo
periurbano (parcelaciones y habitacional rural) y urbano con el borde del área protegida
entre 2002 y 2015, se encontró que las distancias respecto a la Reserva Nacional Lago
Peñuelas no se modificaron para la cobertura habitacional rural entre 2002 y 2015 (Figura
21); se evidencia también la cercanía de esta categoría al borde del área natural protegida
con aproximadamente el 50% de los datos distribuidos entre 94 m y 913 m para ambos
años; se observa además que la mayoría de los datos de esta categoría están más dispersos
y se encuentran localizados entre los 403 m y 913 m.
Figura 21. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Natural Lago Peñuelas para los años 2002 y 2015
Fuente: Elaboración propia
158
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Estos resultados responden a la estructura espacial de esta ANPPE donde se destacan las
dinámicas espaciales de las coberturas terrestres de producción forestal y las de tipo
urbano, que dejan relegadas a las coberturas de tipo periurbano con un patrón espacial más
estable hasta el momento de esta investigación, pero donde de igual manera se evidencia
una localización cercana al área natural protegida (<1 km aproximadamente).
Los resultados dan cuenta del tipo de unidad que se analiza; un ANPPE con un alto grado
de intervención antrópica que cuenta con dinámicas espaciotemporales dominadas por las
coberturas terrestres de tipo forestal y urbano, donde las principales transformaciones
ocurren como consecuencia de las dinámicas espaciales de estas, proceso en el que además
han reemplazado otras coberturas terrestres catalogadas con una valoración intermedia a
baja para la oferta potencial de SE (matorrales espinosos y plantaciones forestales,
principalmente).
Por otro lado, se identifican usos periurbanos sin mayor protagonismo en esta ANPPE, es
decir, con una superficie limitada y sin cambios considerables en su extensión, lo que de
cierta manera influye en un patrón espacial agregado que se manifiesta para los demás
elementos que conforman esta unidad de análisis, manteniendo sus coberturas líderes en
prestación de SE sin grandes transformaciones. Pero, a pesar de este panorama poco
fragmentado, su potencial de prestación de SE está en límite superior del rango medio-
bajo y es bastante restringido, lo cual responde a varias razones como la baja
representatividad de los principales proveedores de SE, los bosques y matorrales
159
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En este contexto el área natural protegida presente en la unidad, que cumple un rol
relevante en actividades como el ecoturismo de la región, parece ser un vigilante pasivo
de los procesos periurbanos pues aparentemente no es aún un atractivo de este tipo de uso
en la zona, sin embargo, sí parece serlo para los usos urbanos. Esta es entonces un ANPPE
sin patrón de periurbanización evidente, pero por sus características puede ser clasificada
como una unidad con patrón de urbanización agregada hacia el área natural protegida. En
la Tabla 12 se resaltan los hallazgos principales para las diferentes variables en el ANPPE
Lago Peñuelas.
160
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Variable Descripción
161
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
▪ ANPPE La Campana.
Esta unidad está localizada en la comuna de Olmué, región de Valparaíso (Figura 22);
cuenta con aproximadamente 14.184 ha y está asociada al Parque Nacional La Campana,
que dentro de esta ANPPE representa el 18% de su superficie. Este parque fue incorporado
como parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado mediante ley
número 16.699 de 1967. Tiempo después (1985) fue declarada área núcleo de la Reserva
de la Biósfera La Campana-Peñuelas.
La composición para el 2015 de esta unidad muestra como predominantes las coberturas
terrestres naturales, principalmente bosques con el 40% de su superficie y matorrales
xerofíticos con el 30%; las coberturas terrestres agrarias alcanzan tan sólo el 5% al igual
que la cobertura urbano, mientras que las coberturas terrestres de tipo periurbano
(parcelaciones y habitacional rural) ocupan el 4% de la unidad.
En referencia al área del Parque Nacional que se incorpora en esta ANPPE se identifican
dentro de ella a bosques (58%) y matorrales xerofíticos (40%) como las coberturas
predominantes. La Figura 23 y el Anexo 12 presentan las coberturas terrestres, su
disposición y ocupación espacial correspondientes a esta unidad de análisis durante los
años analizados. Algunos puntos de verificación en terreno de las coberturas terrestres
para esta ANPPE se muestran en la Figura 24.
162
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
163
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
164
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
De acuerdo con estos resultados se advierte una oferta potencial total de SE de rango
intermedio que, aunque no es óptima, se aproxima a los niveles de mayor potencial dentro
del rango considerado, siendo ésta el ANPPE con mejor comportamiento respecto a la
oferta potencial.
Respecto a la estructura espacial de esta unidad, los indicadores de las coberturas terrestres
(Anexo 14) muestran a los mayores proveedores de SE en la unidad (bosques) con un
PLAND sin variaciones, y un aumento de NP acompañado de una pequeña disminución
en AREA_MN, TCA y, lo que sugiere una leve tendencia a la fragmentación y pérdida
efectiva de habitas en esta cobertura terrestre ya que también disminuye CORE_MN.
Mientras que, en los matorrales esclerófilos, considerados los proveedores de segundo
orden (potencial alto), aumenta el NP y disminuye el TCA, los demás indicadores
permanecen prácticamente constantes (PLAND, AREA_MN, CORE_MN, LPI). Por su
parte matorrales espinosos evidencia una leve tendencia a la fragmentación identificada
en el incremento de NP y la disminución del AREA_MN (-1 ha), además de una pérdida
efectiva del hábitat (disminuyen TCA y CORE_MN).
165
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Esta relativa estabilidad en las métricas analizadas entre 2002 y 2015, revelan una
permanencia del patrón de ocupación que existe en las coberturas terrestres naturales con
166
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 26. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite del Parque Nacional La Campana para los años 2002 y 2015
Fuente: Elaboración propia
167
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Una lectura en conjunto de las métricas y datos obtenidos muestra una unidad compuesta
por una matriz con predominancia de las coberturas terrestres naturales, bosques y
matorrales xerofíticos principalmente, las cuales no presentan mayores transformaciones
espaciales, donde además la tendencia general de los elementos que conforma este paisaje
es a la agregación, pero además se identifican como principales impulsores de las
transformaciones ocurridas a las coberturas parcelaciones y urbano.
168
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
periurbanas durante las últimas décadas, parece un hecho positivo que no se vea
mayormente afectado a pesar de las intervenciones antrópicas que supone la expansión de
la urbanización.
Lo anterior puede estar relacionado con el hecho que estos nuevos emplazamientos
periurbanos de la zona han reemplazado hasta el momento coberturas como praderas y
matorrales espinosos considerados en un rango intermedio para la oferta de SE y en menor
medida bosques que tienen el mayor potencial. No obstante, es difícil garantizar que esta
situación de mínima disminución del suministro de SE, se mantenga en el tiempo, pues de
incrementarse la influencia antrópica en esta área y sobre recursos críticos es probable que
se dé una mayor afectación en el suministro de SE.
Las coberturas terrestres periurbanas indican una inclinación hacia la segregación que
sumada a la reducción de la distancia medidas hacia el borde del Parque Nacional La
Campana, refuerzan la presencia de un patrón espacial periurbano disperso hacia el área
natural protegida, es decir, una ocupación que corresponde a formas de crecimiento de
baja densidad con un incremento en la aparición de elementos de tipo periurbano y
predominio de las parcelaciones en inmediaciones del Parque Nacional. A modo de
síntesis se presenta la Tabla 13, que sintetiza los principales hallazgos para el ANPPE La
Campana.
169
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Variable Descripción
170
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Variable Descripción
La siguiente es la unidad de análisis que fue delimitada a partir del área protegida privada
Reserva Natural Protegida Altos de Cantillana y que hace parte del sitio prioritario para
la conservación de la biodiversidad Cordón de Cantillana.
Esta unidad conformada por 16.942 ha, está localizada en la comuna de Paine, Región
Metropolitana y se encuentra asociada a la Reserva Natural Protegida Altos de Cantillana
(Figura 27), que ocupa el 19% de la superficie de esta unidad. Esta reserva fue creada
durante el año 2008 como parte de una iniciativa privada y un año después fue reconocida
como Santuario de la Naturaleza.
171
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En esta ANPPE el 91% del total de la superficie permaneció sin cambios entre 2006 y
2015, el 9% restante se concentra en cambios por ganancias para la cobertura
infraestructuras (+289%), provenientes principalmente de la agricultura en transición los
evidenciados por reemplazo en estructuras para la actividad agraria como invernaderos y
bodegas; las siguientes transformaciones son la ganancia de praderas (+135%)
provenientes de la disminución en los cuerpos de agua continentales, la ganancia de
agricultura de frutales (+71%) principalmente como consecuencia de las transformación
entre las mismas actividades agrarias (agricultura en transición, agricultura de hortalizas).
La disminución de los cuerpos de agua continentales (-56%) es otro de los resultados que
deja como consecuencia el incremento en las praderas antes mencionado. La cobertura
urbano se incrementó (+22%) con cambios provenientes principalmente de la
incorporación de los usos periurbanos en esta categoría. Estos últimos con
transformaciones de pérdidas (-18% para habitacional rural) y ganancias (+6% para
parcelaciones) (ver Anexo 19).
172
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
2015
173
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Las coberturas terrestres de las que se da cuenta para el 2015 fueron corroboradas y
posteriormente ajustadas a partir de puntos de verificación en terreno; la Figura 29 muestra
algunos ejemplos de los lugares verificados.
174
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Frente a las actividades agrarias estos indicadores dejan ver una tendencia a la
fragmentación evidenciada a través de la disminución de indicador AREA_MN y un
incremento del NP además, tienen un índice AI con un valor máximo. Esto indica que la
actividad agraria que, a pesar de mostrar tendencia a la fragmentación, se mantienen en
175
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
176
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
La cobertura urbano, que cuenta con una baja representatividad espacial en la unidad,
presenta pequeños incrementos en todos sus indicadores PLAND, AREA_MN, TCA,
CORE_MN y NP. Estas variaciones menores en sus indicadores muestran la tendencia a
la agregación, sin evidenciar grandes modificaciones en su patrón de ocupación.
177
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 31. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Natural Privada Altos de Cantillana para los años 2006 y
2015
Fuente: Elaboración propia
Al realizar una lectura conjunta de los resultados antes expuestos, se expone un ANPPE
inscrita en un matriz de coberturas naturales con un patrón de ocupación agregado y sin
modificaciones a gran escala, donde también participan las coberturas agrarias mostrando
una leve tendencia a la fragmentación. Las coberturas periurbanas se incrementan y
aunque no son los mayores cambios registrados, si representan un factor determinante en
esta unidad pues son, después de las actividades agrarias, las coberturas que más
categorías reemplazan en su proceso transformador.
De acuerdo con lo anterior, en esta unidad se identifican como los principales impulsores
de las transformaciones espaciales las actividades agrarias, seguidos de los usos
periurbanos, particularmente las parcelaciones. A esto se suman otros procesos que
también hacen parte de los transformadores del paisaje en esta unidad que pueden o no
tener relación con las actividades antrópicas como los procesos de degradación o
perturbación de las coberturas naturales, incluyendo la disminución de los cuerpos de
agua.
178
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Las parcelaciones han demostrado a través de sus indicadores una inclinación hacia la
fragmentación y agregación que, sumados a una reducción de la distancia al borde de la
Reserva Natural Privada Altos de Cantillana, permiten establecer un patrón periurbano
predominantemente agregado hacia el área natural protegida, que en pocas palabras
corresponde a un patrón de ocupación por parcelas de baja densidad que tiende a
aproximarse a la reserva natural. Finalmente, se resaltan en la Tabla 14 los hallazgos
principales del análisis espacio-temporal realizado para el ANPPE Altos de Cantillana.
179
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Variable Descripción
180
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En el análisis espacial de esta ANPPE se encontró que para el 2015 la composición física
está dominada por las siguientes coberturas terrestres: vegetación escasa que ocupa el 41%
de la superficie, seguida de matorrales esclerófilos y xerofíticos que tienen una ocupación
similar en la unidad (19% y 18% respectivamente). En la Figura 33 y el Anexo 15 se
muestra la espacialización y el cambio de las coberturas terrestres para cada uno de los
años.
181
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 33. Coberturas terrestres presentes en ANPPE Río Clarillo para 2002 y 2015
Fuente: Elaboración propia
182
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
La digitalización de estas coberturas también en esta ANPPE estuvo apoyada en los puntos
de verificación que se tomaron en terreno, a partir de los cuales se hicieron ajustes;
Algunos de los puntos de verificación se presentan en la Figura 34.
La cobertura bosques cuenta con una baja presencia en esta área (6%), mientras que la
agricultura suma tan solo el 3%, y las coberturas periurbanas tienen una representación
muy baja en la unidad pues ocupan solo el 0,7%. Para el caso específico de esta Reserva
183
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Respecto a esta última transformación es importante mencionar que durante las visitas a
terreno fue posible verificar el emplazamiento de nuevas parcelaciones sobre matorrales
espinosos las cuales, por su estado inicial (ver Figura 35), pudieron no ser observadas al
momento de la fotointerpretación de las coberturas terrestres y que por supuesto
incrementarían el porcentaje de cambio de esta categoría en el ANPPE analizada.
La categoría habitacional rural también evidenció pérdidas, con un cambio del -32% en
su cobertura, y que responden a su incorporación en la categoría urbano. Se registraron
también pérdidas mínimas en las coberturas agrarias, específicamente de agricultura de
184
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Esta es la unidad identificada con menor oferta potencial total y por grupo de SE dentro
de las ANPPE analizadas. Al revisar las variaciones de la oferta entre en el período se
identificaron disminuciones en todos los grupos de SE: los culturales tuvieron una ligera
disminución (-0,01), mientras que los de regulación y provisión disminuyeron un poco
más y con la misma proporción (-0,02); este comportamiento finalmente se manifiesta en
un potencial total de rango medio-bajo y que también evidenció una disminución (-0,02)
(Anexo 9). En general se observa una oferta potencial predominantemente ubicada en el
rango medio-bajo de la escala de valoración.
Con relación a la estructura de esta ANPPE, el análisis de los indicadores para las
coberturas terrestres (Anexo 17) muestra a las coberturas boscosas, principales
proveedores de SE, sin mayores transformaciones en su estructura espacial, manteniendo
su patrón de ocupación agregado en la unidad y que puede ser reafirmado con el leve
incremento en sus indicadores de superficie PLAND, AREA_MN y TCA; estos
indicadores son resultado del incremento observado en esta cobertura y que por sus
aportes desde los matorrales esclerófilos puede ser atribuido a la ocurrencia de procesos
185
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
naturales como la sucesión ecológica, y que son ello se esperaría se viera reflejado de
manera positiva en el potencial de oferta de SE.
Figura 36. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE Río
Clarillo 2002- 2015
Nota: Las áreas en color rojo oscuro corresponde a disminución de la oferta de SE por
cambios hacia usos urbanos
Fuente: Elaboración propia
186
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Al revisar y comparar los indicadores de las actividades agrarias con los demás resultados
obtenidos, se nota un mayor dinamismo entre ellos, con aumento en por lo menos dos de
los cuatro casos (agricultura de frutales, agricultura en transición) de PLAND,
AREA_MN. Para todos los casos, el NP se mantiene prácticamente invariable y AI
muestra tendencia a la agregación.
Por otro lado, una lectura de estos indicadores para las coberturas periurbanas muestra que
aunque algunos de sus indicadores como PLAND, AREA_MN y NP son dinámicos en el
período analizado, la información suministrada por ellos parece no ser determinante para
evidenciar la tendencia de ocupación de estas coberturas, pues otros indicadores
permanecen constantes con valores nulos, que no permiten establecer de manera clara su
patrón de ocupación, al menos no de manera dominante, aunque se reconoce que un AI
menor que las demás coberturas presentes en el ANPPE, aunado al incremento del NP
podría indicar una tendencia a la agregación.
El análisis de proximidad de las coberturas periurbanas en esta unidad muestra que para
el 2015 el 50% de los datos de las parcelaciones se localizan por debajo de los 5 Km y
hasta los 3,7 km de distancia al borde de la Reserva Nacional Río Clarillo, con la distancia
más próxima correspondiente a 2,7 km para ambos años. Se observa también un dato
atípico localizado en el borde de la reserva (Figura 37). Para el caso de la cobertura
habitacional rural se reduce el rango de distribución del 50% de los datos (5,2 km a 3,8
km). Se identifican también datos atípicos en el borde el área protegida. En el caso de la
cobertura urbano, los datos muestran un acercamiento a la reserva, pero sigue conservando
una distancia mínima considerable de 3,2 km.
187
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Figura 37. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Nacional Río Clarillo para los años 2002 y 2015
Fuente: Elaboración propia
Los resultados que han sido expuestos en este aparte muestran al ANPPE analizada como
una unidad conformada por una matriz donde predominan las coberturas de vegetación
escasa y naturales (matorrales y bosques), siendo éstas precisamente las que evidencian
menores transformaciones para el período analizado, todas ellas con una agregación
marcada en su patrón de ocupación. En esta matriz se insertan coberturas de tipo agrario,
188
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
que, no menos importantes, han dinamizado las transformaciones del paisaje en la unidad,
pero a partir de los indicadores no es posible establecer con certeza su patrón espacial.
Esta ANPPE tiene una restringida oferta potencial de SE, y aunque no se presentan
grandes transformaciones en las coberturas con mayor potencial para la oferta de SE, se
presenta una reducción en el suministro total calculado que podría estar relacionada con
el reemplazo de coberturas de matorrales (esclerófilos y espinosos) con coberturas de
menor valoración desde el punto de vista de los SE (agricultura en transición, urbano y
periurbano).
189
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
190
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Variable Descripción
191
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
La segunda hipótesis planteada se refiere a la escala local estableciendo que, los procesos
de periurbanización han sido estimulados por la cercanía de las áreas naturales protegidas
presentes en la región urbana, lo cual es finalmente resultado de la mayor valoración social
que espacios han adquirido.
192
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Entre los hallazgos principales, se observa que la unidad con mayor proporción de cambio
en superficie corresponde a ANPPE Lago Peñuelas (cambios en el 25% de su área), una
unidad principalmente forestal y donde los usos urbanos demostraron ser un factor
determinante en el comportamiento espacio-temporal de la unidad, reemplazando
principalmente plantaciones forestales juveniles (rango de potencial de SE principalmente
bajo), praderas (rango de potencial de SE principalmente medio-alto), y matorrales
espinosos (rango de potencial de SE principalmente medio-alto).
Esta ANPPE presentó un leve incremento en la oferta potencial total de SE, el cual podría
estar relacionado principalmente con el cambio en las plantaciones forestales de una fase
de crecimiento de menor valoración a una de mayor valoración, esta es además la unidad
con la menor oferta potencial dentro de las ANPPE analizadas. En esta unidad son los
usos urbanos los que se aproximan al área natural protegida, manteniendo una distancia
de 128 m al borde de la reserva. Estas características determinan su patrón de ocupación
espacial: Patrón de urbanización agregada hacia el área natural protegida.
Para el caso del ANPPE La Campana, que presenta cambios en el 4% de su área, los usos
periurbanos son protagonistas en su comportamiento espacio-temporal, reemplazando
principalmente praderas (rango de potencial de SE principalmente medio-alto), matorrales
espinosos (rango de potencial de SE principalmente medio-alto) y bosques (rango de
potencial de SE principalmente alto).
193
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
194
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Tabla 17. Descripción del patrón espacial identificado en cada una de las ANPPE
Patrón espacial Descripción
195
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Con la mayor oferta potencial total de SE en el ANPPE La Campana, se presenta una leve
disminución y que parece estar relacionado principalmente con el cambio hacia este tipo
de usos. En esta unidad los usos periurbanos se aproximan al área natural protegida,
principalmente las parcelaciones, manteniendo una distancia mínima al borde de la reserva
(144 m). Estas características establecen su patrón de ocupación espacial como un patrón
periurbano disperso hacia el área natural protegida.
Por último, en el ANPPE Río Clarillo con la misma proporción de cambio que ANPPE
La Campana (4%), sus transformaciones tienen predominancia hacia usos urbanos,
agrarios y periurbanos reemplazando principalmente, praderas (rango de potencial de SE
principalmente medio-alto) y matorrales espinosos (rango de potencial de SE
principalmente medio-bajo). Con una oferta potencial de SE limitada, presenta una
diminución asociada a los reemplazos antes mencionados. Esta unidad no presenta
acercamientos al borde del área natural protegida, conservando distancias por encima de
los 2,7 km, y su patrón de ocupación espacial se determina como Patrón de
periurbanización agregado por parcelas alejado del área natural protegida.
196
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
de Cantillana y Río Clarillo) los usos periurbanos se consideran como parte de los
elementos relevantes en las transformaciones de su paisaje. En el ANPPE Peñuelas los
usos urbanos son los relevantes. En dos de las cuatro ANPPE (La Campana y Altos de
Cantillana) las distancias de las coberturas periurbanas al borde del área protegida se
reducen considerablemente, incluso en ellas las distancias desde las coberturas
parcelaciones son menores. Un ANPPE no presenta variaciones en la distancia (Río
Clarillo) y en la otra (Lago Peñuelas) es el urbano quien se aproxima. El reemplazo de los
matorrales espinosos por parte de las coberturas de tipo periurbano es recurrente en tres
de las cuatro ANPPE (La Campana, Altos de Cantillana y Río Clarillo). En dos unidades
se observan pérdidas menores de la oferta potencial de SE (La Campana y Altos de
Cantillana), una no presenta variaciones (Río Clarillo) y la otra tuvo un incremento menor
(Lago Peñuelas). Las cuatro unidades analizadas, tienen características en común pero su
patrón espacial es diferente.
Por otro lado, quedó demostrado en tres de las cuatro ANPPES analizadas (La Campana,
Río Clarillo y Altos de Cantillana) que las parcelaciones siguen siendo un uso que gana
terreno en el espacio periurbano de la región, donde se observó el aumento de esta
cobertura para los años estudiados, además en dos de ellas se evidenció su acercamiento
al área natural protegida (La Campana y Altos de Cantillana), esto último apoyando la
idea de que las áreas naturales protegidas son elementos que seducen a los nuevos
habitantes periurbanos (p.e Jorquera et al., 2017).
197
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Respecto a las diferencias entre los cambios espacio-temporales de las áreas naturales
protegidas declaradas bajo una figura de protección estatal – SNASPE (Río Clarillo, Lago
Peñuelas y La Campana) y la unidad conformada a partir del área protegida privada -
RAPP (Altos de Cantillana), se encontró que aunque el ANPPE Altos de Cantillana fue la
segunda unidad con mayor porcentaje de cambio en su superficie (9%), no se identificaron
elementos transformadores claros que permitieran establecer si existe o no relación directa
con ausencia de una figura normativa o de obligaciones legales que la rijan. A pesar de
contar con un incremento de los usos periurbanos, principalmente de tipo de parcelas de
agrado (+6,2%), su representatividad es menor en comparación con las demás unidades
estudiadas, hecho que tampoco aporta elementos conclusivos al respecto.
Está claro que siempre un espacio geográfico, sin importar la predominancia de las
coberturas terrestres, cuenta con un suministro de SE, pero existen variaciones en este
suministro que radican en la cantidad, calidad y tipo de SE, una situación que establece la
especificidad de los diferentes lineamientos de manejo que deben ser determinados para
cada espacio en particular (Wu, 2013). Efectivamente, los resultados analizados han
demostrado que se están generando importantes cambios en la escala local de la región
urbana estudiada, lo cual ha sido comprobado a través de la identificación de los diferentes
patrones espaciales en las ANPPE que, a pesar de contar con distintos grados de
naturalidad y afrontar distintos procesos de periurbanización, coinciden en la necesidad
de identificar y monitorear sus tendencias espaciales para efectivamente mantener y
mejorar la oferta de SE a largo plazo.
Sin duda, la sustentabilidad del paisaje en contextos tan dinámicos como el espacio
periurbano en las regiones urbanas se logrará a partir del “mejoramiento continuo de la
relación sociedad-naturaleza” (Wu, 2013: 1023), partiendo de la conservación de las áreas
naturales de importancia ambiental, de la preservación de sus procesos ecológicos
esenciales y por ende de la maximización de su capacidad de suministro de los SE,
asociadas a la racionalización y optimización de recursos naturales, pues es precisamente
198
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
en estos espacios geográficos donde surgen los principales elementos que ponen en riesgo
alcanzar la sustentabilidad del paisaje.
En este contexto, es importante también recordar que la naturaleza estuvo durante mucho
tiempo asociada al valor de uso, (valor intrínseco, por ella misma), pero hoy en día la
percepción social sobre ella ha cambiado rotundamente y ha adquirido un valor estético
que define su valor de cambio (valor adquirido por el contexto en el que se localiza)
(Toledo, 2008), éste último es considerado entonces como una producción social. No es
menester de esta investigación profundizar en las discusiones sobre el valor de la
naturaleza, que puede ser estudiado desde diferentes perspectivas, pero es importante
reconocer que esta nueva percepción puede tener muchas implicaciones sobre los
ecosistemas, pues actualmente existe una fuerte tendencia a habitar en los espacios
periurbanos, esta investigación lo demuestra, y es precisamente en espacios como la
región urbana Santiago-Valparaíso, que cuentan con niveles críticos desde el punto de
vista natural, que es obligatorio establecer lineamientos de ordenamiento territorial al
respecto, pues la tarea de instalar los procesos de urbanización con las necesidades de
conservación en un mismo espacio, no puede ser espontánea.
199
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Sin embargo, en estos instrumentos regionales es necesario incorporar una visión menos
insular de la conservación que no sólo se haga cargo de los impactos causados por la
expansión de la urbanización en áreas de valor ambiental, si no que establezca
lineamientos sobre el manejo de las áreas de protección que consideren la heterogeneidad
39
Planes Reguladores Metropolitanos (PRM), Planes de ordenamiento territorial (PROT), incluso los planes
reguladores comunales.
40
Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso (PRMV), Plan Regulador Metropolitano de Santiago
(PRMS), Plan de Ordenamiento Territorial de Valparaíso (PROTV), Plan de Ordenamiento Territorial de
Santiago (PROTS).
200
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En la escala local, los instrumentos de planificación territorial que tienen relación con las
unidades de análisis (ANPPE)41, presentan ausencia del componente de áreas naturales
protegidas y su vinculación con el emplazamiento de usos periurbanos como las
parcelaciones. Estos instrumentos concentran sus esfuerzos en las áreas urbanas y en solo
uno de los casos (comuna de Paine), se hace una inclusión descriptiva y general en la fase
de diagnóstico sobre las áreas de valor natural, sin desarrollar lineamientos a este respecto.
Desde la perspectiva de la gestión ambiental, la escala local tiene un papel protagónico.
Por último, es importante reconocer que la sustentabilidad urbana y, por lo tanto, la escala
local, tienen un papel indispensable en el logro de la sustentabilidad del paisaje, y es
precisamente aquí donde es necesario reconocer el rol de la gestión territorial local, para
contribuir a los resultados esperados en la escala regional. En este sentido, lograr un
41
ANPPE Peñuelas - Plan Regulador Comunal Valparaíso; ANPPE Campana - Plan Regulador Comunal
Olmué; ANPPE Clarillo - Plan Regulador Comunal Pirque; ANPPE Cantillana - Plan Regulador Comunal
Paine.
201
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
4.7 CONCLUSIONES
202
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
En la escala local, los análisis realizados sobre las ANPPE mostraron que, a pesar de que
las áreas naturales protegidas se encuentran localizadas en áreas geográficamente
diferentes (dos ANPPE costeras, un ANPPE del interior, un ANPPE andina), la mayoría
coinciden en el incremento de los usos periurbanos durante la última década, al menos.
42
Como se mencionó anteriormente, este crecimiento hace referencia específica al crecimiento de la trama
urbana, principalmente áreas conurbadas en grandes zonas urbanas.
203
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
analizando las transformaciones espaciales y nexos con los servicios ecosistémicos, pues
a pesar de que los resultados en esta investigación han expresado variaciones numéricas
menores sobre los servicios ecosistémicos, los usos urbanos y periurbanos han sido
históricamente reconocidos como grandes transformadores.
En tres de las cuatro ANPPE (La Campana, Altos de Cantillana y Río Clarillo) las
coberturas periurbanas se han instalado reemplazando principalmente matorrales
espinosos y en dos de ellas (La Campana y Río Clarillo), se presentaron pérdidas menores
de la oferta potencial de servicios ecosistémicos (-0,01 y-0,02).
204
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
205
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
con la gestión a escala local, pues para garantizar el logro de la sustentabilidad del paisaje
es necesario no solamente controlar estos procesos de periurbanización desde el punto de
vista normativo y político, sino también desde el punto de vista social. Entonces, en esta
escala también es importante difundir hacia la comunidad local la importancia de los
servicios ecosistémicos para el bienestar humano, de tal manera que sean ellos quienes
precisamente generen la solicitud de conservación de estos servicios.
Se reconoce que a pesar de los desafíos que puede significar la aplicación metodológica
de la matriz de expertos, esta es una metodología que ha sido considerablemente aceptada
206
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
por los investigadores de los servicios ecosistémicos, pues es de rápida respuesta y permite
tener un primer indicador para cuantificar y monitorear la oferta potencial de servicios
ecosistémicos, contribuyendo así a la gestión territorial de estas áreas.
Por último, considerando la fuerte tendencia que existe hoy para concebir la naturaleza a
través de su valor de cambio, sería importante reflexionar sobre el papel del sector
inmobiliario en la sustentabilidad del paisaje, pues éste es uno de los actores que mayor
influencia puede tener en las transformaciones espacio-temporales, no solo por el
reemplazo de las coberturas naturales y semi-naturales a través del establecimiento de los
proyectos inmobiliarios, sino por su gran poder frente al costo de oportunidad en la
propiedad del suelo y por la naturalización de otros espacios con fines del mercado
inmobiliario.
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
ANEXOS
230
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
231
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
232
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
43
*Entendidos como: “el máximo rendimiento hipotético de servicios de los ecosistemas seleccionados”.
(Burkhard et al 2012: 18).
233
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Matriz a valorar.
234
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Consentimiento informado
Usted está contemplando como un actor relevante en este proceso, por lo que necesitamos estar al tanto de
su opinión y conocimiento al respecto. El uso de la información será en forma agregada y se asegura el
anonimato de los entrevistados a la hora de hacer los análisis respectivos, así como la confidencialidad de
la información individual provista por los participantes. El entrevistado se puede retirar de parte o de la
totalidad del proceso sin que ello tenga ningún tipo de consecuencia para él.
Para todos los efectos necesarios, el participante puede ejercer su derecho a presentar consultas o reclamos
ante el Comité de Ética que autorizó el estudio, dirigiéndose por escrito a su presidente, el Sr. Patricio
Bernedo, Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, Vicuña Mackenna 4860, Macul, Santiago.
CONSENTIMIENTO INFORMADO
____________________ ___________________
_____________ Fecha
235
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Nota: Las escalas de valoración utilizadas en la literatura son diferentes. Burkhard et al.,
2014: 0 (Ninguna capacidad relevante) a 5 (Muy alta capacidad relevante); Kopperoinen
et al., 2014: -3 (Muy perjudicial) a 3 (Muy favorable); Koschke et al., 2012: 0 (Ninguna
contribución pertinente) a 100 (Máxima contribución posible); Vihervaara et al., 2010: -
2 (Altamente negativo) a 2 (Altamente positivo)
Fuente: Adaptado a partir de Vihervaara et al., 2010; Koschke et al., 2012; Burkhard et
al., 2014; Kopperoinen et al., 2014
236
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Nota: Los espacios en color azul claro corresponden a la ausencia de coincidencias de los
servicios ecosistémicos y/o coberturas terrestres entre la literatura revisada y esta
investigación. Fuente: Elaboración propia
237
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Anexo 7. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para ANPPE Lago Peñuelas
Parcelaciones 12 12 -1,6
Infraestructuras 35 35 0,0
238
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Habitacional rural
Vegetación escasa
Cuerpos de agua
Infraestructura
2002
Praderas
Urbano
Parcela
MECL
BECL
MES
PFA
PFE
PFJ
MX
Habitacional rural 20,83 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
BECL 0,00 447,13 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
PFA 0,00 0,00 1.004,90 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3,47 1.135,32
PFJ 0,00 0,00 1.183,42 1.270,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 136,18 157,21
PFE 0,00 0,00 0,00 0,00 1.788,39 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 12,63 6,02 0,00
Infraestructura 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 35,11 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Cuerpos de agua 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 464,57 0,00 0,00 0,00 0,00 1.046,68 0,00 0,00
2015
MECL 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3.376,75 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
MES 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2.098,42 0,00 1,22 0,00 30,63 0,00
MX 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1.139,09 0,00 0,00 0,00 0,00
Parcelaciones 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 10,59 0,00 1,40 0,00
Praderas 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1.346,62 83,29 0,00
Urbano 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 509,86 0,00
Vegetación escasa 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 23,87 59,60
239
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Anexo 9. Oferta potencial total y por grupo de servicio ecosistémico en cada una de las
ANPPE (2002-2015)
Oferta
SE de SE de SE
ANPPE Año potencial
regulación provisión culturales
total
Lago
Peñuelas
2002 2,49 1,72 2,83 2,35
2015 2,48 1,75 2,85 2,36
La
Campana
2002 3,51 2,23 4,07 3,27
2015 3,50 2,21 4,07 3,26
Río
Clarillo
2002 2,33 1,66 3,11 2,37
2015 2,31 1,64 3,10 2,35
Altos de
Cantillana
2006 3,19 2,09 3,85 3,04
2015 3,20 2,11 3,80 3,04
240
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Anexo 10. Oferta potencial de cada servicio ecosistémico en cada una de las ANPPE
(2002-2015)
Regulación Provisión Culturales
Investigación y educación
Regulación de la erosión
Regulación hidrológica
Plantas medicinales
ANPE Año
Agua dulce
Existencia
Cultivos
Estética
L.Peñuelas
2002 2,53 2,76 2,61 1,93 2,26 2,60 2,58 1,75 2,43 2,83 0,98 1,09 2,06 3,20 3,19 3,23 3,57
2015 2,74 3,00 2,85 2,07 2,48 2,80 2,79 1,96 2,57 2,70 0,91 1,29 2,29 3,39 3,39 3,39 3,76
Campana
2002 3,61 3,63 3,62 2,89 3,36 3,86 4,01 3,13 3,48 1,51 1,83 4,07 3,98 3,96 4,30 3,96 4,30
2015 3,59 3,62 3,61 2,87 3,36 3,86 4,00 3,12 3,46 1,51 1,83 4,07 3,98 3,95 4,28 3,95 4,28
R. Clarillo
2002 2,29 2,31 2,44 1,99 2,25 2,47 2,76 2,14 2,32 1,28 1,64 1,25 2,48 2,81 3,02 2,97 3,64
2015 2,27 2,29 2,42 1,97 2,23 2,45 2,74 2,11 2,29 1,28 1,60 1,23 2,45 2,79 3,01 2,96 3,63
A. Cantillana
2002 3,14 3,33 3,40 2,62 3,05 3,41 3,67 2,90 3,09 1,34 1,79 1,96 3,26 3,70 3,86 3,72 4,13
2015 3,23 3,27 3,33 2,65 3,04 3,46 3,70 2,90 3,16 1,41 1,88 1,82 3,32 3,64 3,80 3,69 4,09
241
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
242
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Anexo 12. Cambios ocurridos en las coberturas terrestres para el ANPPE La Campana
2002 2015 ∆ 2002-2015
Tipo de cobertura terrestres
(ha) (ha) (%)
Infraestructuras 86 86 0,2
243
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Habitacional rural
Vegetación escasa
Cuerpos de agua
Infraestructuras
AG Transición
AG Hortalizas
Parcelaciones
AG Frutales
2002
AG Viñas
Praderas
Urbano
MECL
BECL
MES
PFA
PFE
PFJ
MX
AG Hortalizas 30,52 0,00 0,00 0,00 0,00 2,09 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Infraestructuras 0,00 74,09 0,00 2,22 0,00 0,26 5,26 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 4,46 0,00 0,00 0,00 0,00
AG Viñas 0,00 0,00 155,22 0,00 0,00 0,00 25,94 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Parcelas 0,00 0,00 0,00 201,59 0,00 0,00 0,01 0,00 0,01 0,00 0,63 0,00 0,00 20,97 0,00 0,00 0,00 0,00
Cuerpos de agua 0,00 0,00 0,00 0,00 5,60 0,00 0,00 0,00 0,00 4,17 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
AG transición 8,88 4,67 17,63 10,12 0,13 293,88 13,34 0,00 5,50 0,02 0,01 5,82 1,11 10,66 1,89 0,00 3,00 0,00
Praderas 3,22 0,55 23,11 59,60 0,96 6,09 555,93 0,00 0,40 0,00 0,02 3,98 6,59 23,42 0,31 0,58 0,00 0,00
MECL 0,00 1,11 0,00 8,67 0,00 0,00 0,02 558,59 0,00 0,00 11,06 0,00 2,31 1,21 0,00 0,00 1,27 0,00
MES 0,00 1,70 0,00 42,44 0,00 0,00 0,01 16,76 1.115,68 0,00 0,06 0,46 7,47 8,90 1,52 0,00 0,65 0,00
2015
Vegetación escasa 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 117,42 0,00 0,00 0,00 0,00 0,55 0,00 0,00 0,00
BECL 0,00 0,53 0,00 26,06 0,00 10,35 0,00 0,00 0,33 0,40 5.652,20 0,00 1,60 0,09 0,00 0,00 0,00 0,00
AG Frutales 0,00 3,85 0,00 9,26 0,00 21,30 10,47 0,01 0,00 0,00 1,18 114,90 0,14 0,00 1,74 4,00 0,00 0,00
Habitacional rural 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,01 0,00 0,04 0,00 0,00 0,00 142,91 13,81 0,45 0,00 0,00 0,00
Urbano 0,00 0,00 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,04 0,00 0,00 5.76,10 0,00 0,00 0,00 0,00
MX 0,00 0,00 0,00 5,20 0,00 0,00 0,00 0,00 0,09 0,00 0,42 0,00 8,36 0,00 4.069,57 0,00 0,00 0,00
PFJ 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2,16 3,79 8,84
PFE 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,38 4,81 2,45
PFA 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
244
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
245
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Anexo 15. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para el ANPPE Río Clarillo
2002 2015 ∆ 2002-2015
Tipo de cobertura terrestre
(ha) (ha) (%)
Infraestructuras 14 19 33,7
246
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
agricultura en transición
Agricultura de hortalizas
Agricultura de frutales
Matorrales esclerófilos
Plantaciones forestales
Plantaciones forestales
Matorrales xerofíticos
Matorrales espinosos
Agricultura de Viñas
Habitacional rural
Vegetación escasa
Cuerpos de agua
Infraestructuras
2002
Parcelaciones
continental
Praderas
juveniles
Bosques
Urbano
adultas
Matorrales esclerófilos 4.590,29 0,23 164,53 0,00 0,64 0,00 23,52 0,00 0,00 0,00 0,00 0,80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Matorrales xerofíticos 0,00 4.316,49 0,02 0,00 0,00 0,00 40,26 34,58 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Bosques 0,37 0,20 1.288,74 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Vegetación escasa 0,00 0,00 0,01 9.598,12 0,00 0,00 14,49 4,42 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Habitacional rural 0,00 0,00 0,00 0,00 20,36 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 24,34 0,00 0,00
Praderas 0,00 0,00 0,00 35,32 7,73 255,85 0,00 26,04 11,29 0,64 1,79 40,00 17,01 0,00 47,96 0,00 0,00
Matorrales espinosos 9,92 0,00 0,00 53,25 1,69 0,02 2.295,03 129,80 0,00 2,48 0,12 11,90 0,00 0,00 7,51 0,00 0,00
agricultura en transición 0,00 0,00 0,00 20,30 0,00 2,20 0,00 142,65 24,67 0,00 0,00 0,00 18,37 9,50 0,00 0,00 0,00
2015
Agricultura de Frutales 0,00 0,00 0,00 0,56 0,00 1,15 0,00 42,97 118,60 0,00 0,00 0,34 7,87 0,00 0,00 0,00 0,00
Infraestructuras 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 13,95 0,00 0,00 0,00 0,00 0,31 0,00 0,00
Cuerpos de agua 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 5,34 0,00 0,00 0,00 0,00 13,05 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Plantaciones forestales establecidas 0,00 0,00 0,00 6,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 20,90 8,05
Parcelaciones 0,00 0,00 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 76,14 0,00 0,00 12,02 0,00 0,00
Agricultura de Hortalizas 0,00 0,00 0,00 14,35 0,00 0,00 0,00 29,02 71,25 1,97 0,00 3,05 71,53 5,04 0,00 0,00 0,00
Agricultura de Viñas 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 31,53 0,00 0,00 0,00
Urbano 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 91,29 0,00 0,00
Plantaciones forestales juveniles 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
247
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
248
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Anexo 18. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para el ANPPE Altos de
Cantillana
249
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
Infraestructura
agricultura en
Agricultura de
Agricultura de
Agricultura de
Parcelaciones
continentales
Habitacional
Plantaciones
Cuerpos de
Matorrales
Matorrales
Matorrales
Vegetación
esclerófilos
Hortalizas
xerofíticos
transición
forestales
espinosos
Praderas
2002
Bosques
Urbano
frutales
adultas
escasa
Viñas
rural
agua
s
Vegetación escasa 1.971,30 0,00 0,00 0,00 0,00 1,86 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Cuerpos de agua continentales 0,00 530,04 0,02 0,01 0,00 0,00 685,56 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Parcelaciones 0,00 0,00 526,25 21,74 0,00 0,61 0,00 0,00 10,59 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Urbano 0,00 0,00 0,00 125,80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
agricultura en transición 0,00 0,44 10,42 0,00 713,79 121,55 0,00 68,53 5,48 0,00 0,00 13,36 0,00 0,00 0,00 0,00
Infraestructuras 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 31,51 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Praderas 0,00 0,00 32,58 0,42 0,00 2,45 493,69 4,42 0,98 0,00 0,00 3,30 0,00 0,00 0,00 0,00
Agricultura de frutales 0,00 0,00 0,00 0,00 14,20 0,00 4,05 37,64 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
2015
Habitacional rural 0,00 0,00 11,63 5,93 0,00 0,00 0,00 0,00 53,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Bosques 0,00 0,00 1,58 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3.673,93 62,49 0,00 551,87 0,00 0,00 0,00
Matorrales xerofíticos 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,37 0,00 4.865,77 0,00 55,87 0,00 0,00 0,00
Agricultura de Hortalizas 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 8,12 0,00 0,00 0,00 13,48 0,00 0,00 0,00 0,00
Matorrales esclerófilos 0,00 0,00 0,55 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 29,33 53,51 0,00 3.123,45 0,00 0,00 0,00
Matorrales espinosos 0,00 0,00 9,90 0,00 0,00 0,37 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 16,11 1.296,17 0,00 0,00
Plantaciones forestales adultas 0,00 0,00 1,06 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 23,31 0,00
Agricultura de viñas 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 7,86 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
250
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana
251