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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

FACULTAD DE HISTORIA, GEOGRAFÍA Y CIENCIA


POLÍTICA
INSTITUTO DE GEOGRAFÍA

DINÁMICAS Y CONTRASTES ENTRE PROCESOS DE


PERIURBANIZACIÓN Y SERVICIOS ECOSISTÉMICOS.
ANÁLISIS MULTIESCALAR PARA COMPRENDER LA
SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE EN LA REGIÓN
URBANA SANTIAGO-VALPARAÍSO

POR: CLAUDIA MARCELA MONTOYA TANGARIFE

Tesis Doctoral presentada al Instituto de Geografía de la Facultad de Historia, Geografía


y Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile

Profesor Guía: Dr. ALEJANDRO SALAZAR BURROWS

Comisión Evaluadora:
Dr. CRISTIÁN HENRÍQUEZ RUÍZ
Dr. ENRIQUE ALISTE ALMUNA
Dra. SONIA REYES PAECKE
Dr. VICENTE UGALDE SALDAÑA

Santiago, agosto 27 de 2018


Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

©2018, Claudia Marcela Montoya Tangarife

Se autoriza la reproducción total o parcial, con fines académicos, por cualquier medio o
procedimiento, incluyendo la cita bibliográfica que acredita al trabajo y a su autora.

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

AGRADECIMIENTOS

Gracias a la Pontificia Universidad Católica de Chile por su apoyo económico durante mi


formación doctoral, al Instituto de Geografía y al director del doctorado Rodrigo Hidalgo.

Gracias a mi profesor guía Dr. Alejandro Salazar Burrows, por todo su apoyo durante este
proceso, por tantas conversaciones científicas que me adentraron en la reflexión
académica, por reforzar la confianza en mi conocimiento, pero sobre todo por sus palabras
de aliento y motivación en momentos donde todo parecía gris.

Gracias a mis constantes evaluadores Dr. Enrique Aliste y Dr. Cristián Henríquez que,
con sus análisis y críticas, encaminaron mi reflexión logrando el resultado que hoy
entrego.

Gracias a mi familia mi principal soporte, sin ellos este logro no hubiera sido posible.
Gracias a mi esposo por su presencia, amor y apoyo durante tantas noches que estuve
ausente; a mi madre por su amor y apoyo incondicional para iniciar este largo y exigente
viaje fuera de mi tierra natal, mi querida Colombia; a mi hermana querida por sus
infaltables palabras de aliento y a mi padre por sus constantes oraciones.

Gracias a mi maestro y adorado amigo Luis Carlos Agudelo Patiño, de quien aprendí el
amor y la pasión por investigar sobre sociedad y naturaleza. Fue él quien me motivó a
empezar esta aventura en Chile, a él le entrego todo mi cariño y admiración. Te extraño
siempre.

Gracias a mis amigos y compañeros de trasnoche de esta aventura llamada tesis doctoral
Pame y Rodri, por las incontables y valiosas horas de reflexión conjunta. A mis ayudantes
y ahora geógrafos Felipe Jorquera y Mario Valdivia por su buena disposición siempre; a
mi francesa favorita Chloé Girard que, durante su corta estadía en Chile, fue un gran apoyo
para la elaboración de este trabajo. A todos aquellos que en algún momento hicieron parte
de mi camino en construcción Voltaire Alvarado, Jorge Olea, Rodrigo Sotéres, Katherine

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Hermosilla, Estella Salazar, Sarella Robles, Mónica Meza, Dr Rafael Sánchez y Dr Jorge
Qüense.

Gracias a mis colegas de la Universidad Mayor Leonardo Durán, Alejandro Venegas,


Sandra Claros y Enrique Muñoz, que estuvieron presentes en la etapa final del proceso y
con la mejor disposición para apoyarme.

Gracias a quienes durante tantos años estuvieron dispuestos a ayudarme e hicieron más
grata mi estadía en el Instituto de Geografía UC: Don Hugo, Yaneth, Margot, Alicia,
Matías.

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

TABLA DE CONTENIDO

RESUMEN....................................................................................................................... 13

PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN ............................................................... 15

CAPÍTULO I. EXPANSIÓN URBANA, TRANSFORMACIONES


SOCIOESPACIALES Y SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE. UN MARCO PARA
COMPRENDER LAS CONDICIONES Y PROBLEMÁTICAS ACTUALES DEL
PERIURBANO ................................................................................................................ 21

1.1 ¿HACIA LA SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE? PROCESOS DE CAMBIO


SOCIOAMBIENTALES Y TERRITORIALES EN EL PERIURBANO
METROPOLITANO ........................................................................................................ 24

1.2 PERIURBANIZACIÓN Y SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE ¿CÓMO


ANALIZAR SUS VÍNCULOS EN LAS REGIONES URBANAS? .............................. 35

1.3 OBJETIVOS E HIPÓTESIS DE TRABAJO PARA LA INVESTIGACIÓN......... 38

1.3.1 Objetivo general ............................................................................................... 38

1.3.2 Objetivos específicos ....................................................................................... 38

1.3.3 Hipótesis de trabajo .......................................................................................... 39

CAPÍTULO II. LA EXPANSIÓN URBANA Y LAS NUEVAS RELACIONES


URBANO-RURALES. DEBATE TEÓRICO Y RUTAS DE TRABAJO ...................... 40

2.1 LA PERIURBANIZACIÓN DESDE LA ÓPTICA GEOGRÁFICA.


CONSIDERACIONES Y ELEMENTOS CENTRALES DE LA INVESTIGACIÓN
……………………………………………………………………………………..43

2.2 NATURALEZA Y EXPANSIÓN DE LA URBANIZACIÓN. ¿HACIA LA


PÉRDIDA DEL VERDADERO VALOR NATURAL? ................................................. 48

2.3 EN LA BÚSQUEDA DE UNA NOCIÓN CONVENIENTE: CIUDAD


COMPACTA O CIUDAD DIFUSA, ENTRE PARTIDARIOS Y OPOSITORES ........ 51

2.4 NUEVOS CONTEXTOS: PERIURBANIZACIÓN METROPOLITANA Y


RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO RURAL .......................................................... 61

2.4.1 Región urbana y configuración de las nuevas estructuras espaciales de la


periurbanización ........................................................................................................... 69

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

2.4.2 Espacios emergentes en regiones urbanas: del rural al periurbano metropolitano


………………………………………………………………………………..71

2.5 LA SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE. DESDE LA ECOLOGÍA DEL


PAISAJE, ¿UN ENFOQUE PARA EL ESTUDIO DEL PERIURBANO
METROPOLITANO? ...................................................................................................... 79

2.5.1 De la sustentabilidad tradicional a la sustentabilidad del paisaje: ¿el balance


entre las necesidades humanas y la integridad ambiental? .......................................... 80

2.5.2 Servicios Ecosistémicos: sobre su definición, principales enfoques y debates


investigativos ............................................................................................................... 85

CAPÍTULO III. ANTECEDENTES DEL ÁREA DE ESTUDIO, METODOLOGÍA


PARA EL ANÁLISIS ESPACIO-TEMPORAL Y DINÁMICA DE SERVICIOS
ECOSISTÉMICOS .......................................................................................................... 93

3.1 ÁREA DE ESTUDIO .............................................................................................. 95

3.2 DINÁMICAS DE CAMBIO EN LAS COBERTURAS TERRESTRES DE LA


REGIÓN URBANA ....................................................................................................... 102

3.3 DINÁMICA ESPACIOTEMPORAL DE LOS SERVICIOS ECOSISTÉMICOS EN


LA REGIÓN URBANA ................................................................................................ 106

3.4 HACIA LAS FORMAS DE OCUPACIÓN DE LA PERIURBANIZACIÓN Y SUS


ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS ........................................................................ 110

CAPITULO IV. DINÁMICAS SOCIOESPACIALES Y SUSTENTABILIDAD DEL


PAISAJE EN EL PERIURBANO DE LA REGIÓN URBANA SANTIAGO-
VALPARAÍSO .............................................................................................................. 118

4.1 CUANTIFICACIÓN DE LOS CAMBIOS ESPACIALES ENTRE 1989 – 2015:


DETERMINANDO LOS PRINCIPALES IMPULSORES DE LOS PROCESOS DE
TRANSFORMACIÓN REGIONAL ............................................................................. 120

4.2 DISEÑO Y CÁLCULO DE LA MATRIZ PARA VALORAR LA OFERTA


POTENCIAL DE SERVICIOS ECOSISTÉMICOS EN LA REGIÓN URBANA
……………………………………………………………………………………126

4.3 DISTRIBUCIÓN ESPACIOTEMPORAL DE LA OFERTA POTENCIAL EN LA


REGIÓN URBANA ....................................................................................................... 140

4.4 SELECCIÓN DE LAS ÁREAS NATURALES CON PROCESOS DE


PERIURBANIZACIÓN ................................................................................................. 145

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

4.5 CARACTERIZACIÓN DE LA PERIURBANIZACIÓN METROPOLITANA:


FORMAS DE OCUPACIÓN Y CONFIGURACIÓN ESPACIAL EN LAS ÁREAS
NATURALES PROTEGIDAS ...................................................................................... 149
4.5.1 ANPPE costeras ............................................................................................. 152
4.5.3 ANPPE del interior ........................................................................................ 171
4.5.4 ANPPE andina ............................................................................................... 181

4.6 DISCUSIÓN: DEL ANÁLISIS ESPACIO-TEMPORAL A LA DISCUSIÓN


CONTEMPORÁNEA SOBRE LA PERIURBANIZACIÓN Y LA
SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE.......................................................................... 191

4.7 CONCLUSIONES ................................................................................................. 202

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................... 208

ANEXOS ....................................................................................................................... 230

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Relaciones urbano-rurales: procesos de periurbanización y sustentabilidad del


paisaje, sus vínculos en regiones urbanas ........................................................................ 37

Figura 2. Principales elementos de reflexión en este marco teórico-conceptual ............. 42

Figura 3. Área de estudio: región urbana Santiago-Valparaíso (Chile). .......................... 96

Figura 4. Localización de las áreas naturales protegidas en el área de estudio ............. 100

Figura 5. Ruta metodológica para la investigación. Actividades principales ................ 101

Figura 6. Verificación en terreno de las coberturas terrestres obtenidas en la clasificación


........................................................................................................................................ 121

Figura 7. Cambios en las coberturas terrestres para la región urbana en 1989 y 2015
basados en imágenes satelitales Landsat ........................................................................ 122

Figura 8. Cambio en la superficie de las coberturas terrestres para la región urbana en


1989 y 2015 .................................................................................................................... 123

Figura 9. Matriz de evaluación para la oferta potencial de servicios ecosistémicos..... 128

Figura 10. Diferencias en el aporte porcentual de las coberturas terrestres de la región


urbana a la oferta potencial de servicios ecosistémicos para 1989 y 2015 .................... 140

Figura 11. Distribucion espacial de la oferta potencial por grupo de SE en la región urbana
para 1989 (A) y 2015 (B) ............................................................................................... 141

Figura 12. Oferta potencial total de servicios ecosistémicos en la region urbana para 1989
y 2015 ............................................................................................................................. 143

Figura 13. Distribución espacial de cambios en la oferta potencial total de servicios


ecosistémicos en la región urbana entre 1989 y 2015 .................................................... 144

Figura 14. Proceso metodológico de la identificación y delimitación de las áreas naturales


protegidas y su área de influencia con periurbanización (ANPPE). A) áreas naturales
protegidas con área mayor a 5 km2; B) Delimitación del buffer de 5 km como área de
influencia; C) Identificación de áreas de influencia con periurbanización; D) ANPPE
seleccionadas. ................................................................................................................. 147

Figura 15. Unidades de análisis. Áreas naturales protegidas y su área de influencia con
procesos de periurbanización (ANPPE) en la región urbanade estudio ......................... 149

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 16. Matriz de evaluación para la oferta potencial de servicios ecosistémicos en las
ANPPE ........................................................................................................................... 151

Figura 17. Fotografías del ANPPE Lago Peñuelas ........................................................ 152

Figura 18. Coberturas terrestres en ANPPE Lago Peñuelas, 2002 y 2015. a) Cambios de
matorrales espinosos a urbano; b) Cambios de cuerpos de agua continentales a praderas;
c) Cambios de plantaciones forestales jóvenes y adultas a urbano; d) Cambios de
plantaciones forestales adultas a vegetación escasa ....................................................... 154

Figura 19. Verificación en terreno de las coberturas en el ANPPE Lago Peñuelas....... 155

Figura 20. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE


Peñuelas para 2002 y 2015............................................................................................. 156

Figura 21. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Natural Lago Peñuelas para los años 2002 y 2015 ...... 158

Figura 22. Fotografías del ANPPE La Campana ........................................................... 162

Figura 23. Coberturas terrestres en ANPPE La Campana 2002 y 2015. a) Cambios de


parcelaciones a urbano; b) Cambios de matorrales esclerófilo y matorrales espinosos a
parcelas; c) Cambios de vegetación escasa a AG Frutales y parcelas; d) Cambios de
matorrales espinososa parcelaciones. ............................................................................. 163

Figura 24. Verificación en terreno de las coberturas en el ANPPE La Campana. ......... 164

Figura 25. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE La


Campana 2002- 2015 ..................................................................................................... 166

Figura 26. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite del Parque Nacional La Campana para los años 2002 y 2015 ........... 167

Figura 27. Fotografías del ANPPE Altos de Cantillana ................................................. 171

Figura 28. Coberturas terrestres en ANPPE Altos de Cantillana. a) Cambios de


parcelaciones a urbano; b) Cambios de matorrales esclerófilo y espinosos a parcelas; c)
Cambios de vegetación escasa a AG Frutales y parcelas; d) Cambios de matorrales
espinososa parcelaciones ................................................................................................ 173

Figura 29. Verificación en terreno de las coberturas en el ANPPE 12 Altos de Cantillana.


........................................................................................................................................ 174

Figura 30. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE


Cantillana 2006- 2015. ................................................................................................... 176

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 31. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Natural Privada Altos de Cantillana para los años 2006 y
2015 ................................................................................................................................ 178

Figura 32. Fotografías del ANPPE Río Clarillo ............................................................ 181

Figura 33. Coberturas terrestres presentes en ANPPE Río Clarillo para 2002 y 2015. . 182

Figura 34. Verificación en terreno de las coberturas en ANPPE 11 Río Clarillo. ......... 183

Figura 33. Nuevas parcelaciones en la ANPPE Río Clarillo ......................................... 184

Figura 36. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE Río
Clarillo 2002- 2015 ........................................................................................................ 186

Figura 37. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Nacional Río Clarillo para los años 2002 y 2015 ........ 188

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Síntesis de las características principales de la Ciudad difusa y la Ciudad


compacta .......................................................................................................................... 60

Tabla 2. Comunas que conforman la región urbana ........................................................ 97

Tabla 3. Categorías de áreas naturales protegidas en la región urbana ............................ 99

Tabla 4. Descripción de las coberturas terrestres identificadas en cada una de las ANPPE
........................................................................................................................................ 112

Tabla 5. Matriz de confusión para los cambios en las coberturas del suelo entre 1989 y
2015 ................................................................................................................................ 125

Tabla 6. Equivalencias entre las clases propuestas en esta investigación y las propuestas
por la literatura ............................................................................................................... 133

Tabla 7. Equivalencias entre los servicios ecosistémicos propuestos en esta investigación


y los propuestos por la literatura revisada. ..................................................................... 134

Tabla 8. Resumen de los principales elementos comparativos entre la literatura consultada


y esta investigación ........................................................................................................ 136

Tabla 9. Correlaciones entre los resultados obtenidos para la valoración de los SE para
cada combinación (servicios ecosistémicos/coberturas terrestres) según expertos
consultados y literatura consultada ................................................................................ 137

Tabla 10. Oferta potencial de servicios ecosistémicos en la región urbana (total y


discriminada por grupos)................................................................................................ 138

Tabla 11. Unidades de análisis preliminares para la selección de las ANPPE .............. 148

Tabla 12. Principales elementos espacio-temporales de la configuración del ANPPE Lago


Peñuelas para el 2002 y 2015 ......................................................................................... 160

Tabla 13. Principales elementos espacio-temporales de la configuración del ANPPE La


Campana para el 2002 y 2015 ........................................................................................ 169

Tabla 14. Principales elementos de la estructura espaciotemporal en ANPPE Altos de


Cantillana 2006 y 2015 .................................................................................................. 179

Tabla 15. Principales elementos espacio-temporales de la configuración del ANPPE Río


Clarillo para el 2002 y 2015 ........................................................................................... 190

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 16. Principales elementos de la estructura de las ANPPE y patrón espacial


identificado en cada una de ellas .................................................................................... 194

Tabla 17. Descripción del patrón espacial identificado en cada una de las ANPPE ..... 195

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

ÍNDICE DE ANEXOS

Anexo 1. Resultados generales obtenidos en el análisis cuantitativo previo a la


clasificación de coberturas terrestres para el área de estudio. ........................................ 230

Anexo 2. Certificado aprobación comité de ética .......................................................... 231

Anexo 3. Encuesta enviada a los expertos consultados ................................................. 233

Anexo 4. Formato consentimiento informado ............................................................... 235

Anexo 5. Valoraciones para la provisión de los servicios ecosistémicos en la literatura, de


acuerdo con las coberturas terrestres y los servicios ecosistémicos propuestos en esta
investigación .................................................................................................................. 236

Anexo 6. Valoraciones para la oferta de los servicios ecosistémicos en la literatura, de


acuerdo con las coberturas terrestres y los servicios ecosistémicos propuestos en esta
investigación. ................................................................................................................. 237

Anexo 7. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para ANPPE Lago Peñuelas. 238

Anexo 8. Matriz de confusión para el ANPPE Lago Peñuelas ...................................... 239

Anexo 9. Oferta potencial total y por grupo de servicio ecosistémico en cada una de las
ANPPE (2002-2015) ...................................................................................................... 240

Anexo 10. Oferta potencial de cada servicio ecosistémico en cada una de las ANPPE
(2002-2015) .................................................................................................................... 241

Anexo 11. Métricas del paisaje para el ANPPE Lago Peñuelas .................................... 242

Anexo 12. Cambios ocurridos en las coberturas terrestres para el ANPPE La Campana
........................................................................................................................................ 243

Anexo 13. Matriz de confusión para ANPPE La Campana 2002 y 2015 ...................... 244

Anexo 14. Métricas del paisaje para el ANPPE La Campana ....................................... 245

Anexo 15. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para el ANPPE Río Clarillo
........................................................................................................................................ 246

Anexo 16. Matriz de confusión ANPPE Río Clarillo .................................................... 247

Anexo 17. Métricas del paisaje para el ANPPE Río Clarillo ......................................... 248

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 18. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para el ANPPE Altos de
Cantillana ....................................................................................................................... 249

Anexo 19. Matriz de confusión ANPPE Altos de Cantillana ........................................ 250

Anexo 20. Métricas del paisaje para el ANPPE Altos de Cantillana ............................. 251

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Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

RESUMEN

La transformación de los entornos naturales y la conservación de la biodiversidad se han


convertido en un elemento de gran relevancia en los estudios geográficos, especialmente
en investigaciones en torno a espacios altamente dinámicos como los metropolitanos,
donde se ha incentivado la combinación de usos tradicionales del territorio con
ecosistemas naturales. En esta nueva organización espacial de los sistemas urbanos, es
importante comprender los diferentes vínculos entre los ecosistemas naturales y la
expansión de la urbanización, necesarios para el logro de la sustentabilidad del paisaje.

Comprender las diferentes formas de ocupación del territorio, los cambios


espaciotemporales de las coberturas terrestres y su relación con la oferta potencial de
servicios ecosistémicos, permite analizar las tendencias y efectos futuros de las áreas
ambientalmente valiosas, para aportar en la generación de políticas públicas que permitan
conservar en el tiempo los aportes para el bienestar humano que estas áreas ofrecen.

Esta investigación se desarrolló sobre la base del cambio en las coberturas terrestres, la
periurbanización y sus vínculos con la sustentabilidad del paisaje en una ventana temporal
de 26 años, tomando la región urbana Santiago-Valparaíso como el área de estudio; esta
región cuenta con más del 50% de la población chilena y constituye un complejo mosaico
espacial de valles y montañas, donde se insertan áreas urbanas, periurbanas, ecosistemas
agrícolas y naturales.

Se estudió la estructura del paisaje regional y sus principales procesos de transformación


entre 1989 y 2015, con un método para la clasificación de coberturas terrestres a partir de
imágenes satelitales Landsat y de la oferta potencial de 17 servicios ecosistémicos,
mediante la adaptación del método de la matriz de Burkhard et al. (2012; 2014). Además,
con ayuda de imágenes QuickBird de Google Earth se identificaron coberturas terrestres,
se analizaron los procesos de periurbanización a escala local, estableciendo patrones de
periurbanización en relación con la localización de las áreas naturales protegidas
seleccionadas. Los resultados indican que el 50% del paisaje regional evidenció cambios,

13
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

con la actividad forestal y los usos urbanos como principales impulsores de las
transformaciones; a pesar de ello, las variaciones en la oferta potencial de los servicios
ecosistémicos fueron menores. En la escala local se identificaron diferentes patrones
espaciales de periurbanización que corroboran la importante dinámica de estos usos en las
proximidades de las áreas naturales protegidas. Por último, para asegurar el suministro de
servicios ecosistémicos a largo plazo en la región urbana, es necesario conservar
ecosistemas con alta capacidad de provisión a través de áreas naturales protegidas y definir
umbrales de cambio permitidos en ellas.

14
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

Las discusiones teóricas y políticas que se han desarrollado durante los últimos años frente
a la dicotomía urbano-rural han incluido como contenido de interés el proceso actual de
expansión urbana, estimándolo como protagonista de las transformaciones del espacio y
considerándolo como uno de los fenómenos más característicos del siglo XX (García &
Gutiérrez, 2007; Ávila, 2009). Así mismo, el análisis del patrón de desarrollo urbano, la
forma urbana y su complejidad en contextos metropolitanos, se consideran relevantes para
el logro de una planificación territorial dirigida hacia la sustentabilidad regional de los
asentamientos poblados, pues permite obtener una perspectiva holística de largo plazo en
la búsqueda de mantener un equilibrio entre economía, medio ambiente y equidad social
(González, 2002; Barton, 2006; Allen, 2009). En este sentido, los espacios periurbanos
metropolitanos son un laboratorio abierto para el estudio de las tendencias actuales de la
urbanización, pues la difusión de estos procesos sucede de diferentes formas y tiene
impactos según la situación geográfica y contenido del territorio (Antrop, 2000; Johnson,
2001; Méndez, 2007).

Asimismo, los procesos de industrialización, la economía global y el rápido crecimiento


de las “regiones urbanas”, han impulsado de manera significativa las transformaciones
socio-territoriales de los entornos periurbanos metropolitanos. Esta configuración
espacial, que resulta principalmente de relaciones funcionales metropolitanas, no cuenta
con una concepción muy precisa, pero ha sido incluida en diferentes investigaciones
científicas (p.e Walks, 2001; Ni-Bin et al., 2008; Lawton, 2018), pues en términos
espaciales ha despertado interés al observar tendencias generales comunes de
transformación socio-espacial, que están vinculadas a diferentes consecuencias sobre el
espacio rural metropolitano durante las últimas décadas (Kloosterman & Musterd, 2001;
Parr, 2004).

En este contexto, el debate académico sobre el espacio rural, sus procesos socio-
territoriales y su evolución, ha evidenciado la renovación de las discusiones teóricas,

15
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

donde se incorporan como elementos clave del análisis la globalización de la economía,


el mejoramiento de los sistemas de comunicación y de transporte, la nueva configuración
urbana, las variaciones en los usos tradicionales del suelo, las transformaciones de las
relaciones urbano-rurales, en el medio ambiente y la base natural, los cambios en las
políticas de desarrollo, entre otros (Araújo, 2002; Salazar & Osses, 2008; Ávila, 2009;
Serna, 2010).

Los elementos mencionados anteriormente están relacionados con las transformaciones


socio-espaciales que han sido identificadas, que se presentan con mayor intensidad y
rapidez en regiones urbanas donde el periurbano, ha adquirido una gran complejidad,
considerado como un espacio emergente con un carácter constantemente cambiante, con
diversidad de actores y con requerimientos especiales de atención en su planificación y
gestión. La diversidad de procesos presente en estos espacios hace que aquellos estudios
que definen al espacio rural a partir de su oposición con lo urbano, es decir, como lo “no
urbano”, sean cada vez más incapaces de dar cuenta de la complejidad socio-territorial
que se presenta en los espacios metropolitanos.

En este sentido, las diferentes transformaciones que se han generado en el periurbano


metropolitano traen consigo otras variaciones basadas en cambios funcionales, sociales,
culturales, ambientales y económicos. Es así como aquel espacio periurbano que cuenta
con alta influencia de procesos metropolitanos se complejiza, haciendo pertinente y
necesaria la profundización en la investigación de estos espacios geográficos desde
diferentes perspectivas y a partir del análisis de sus dinámicas, transformaciones,
tendencias y procesos más notables.

Las investigaciones científicas desarrolladas en torno al espacio periurbano y sus


procesos, han concentrado su interés principalmente en análisis morfológicos y socio-

16
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

territoriales, pero en las últimas décadas y con el paradigma ambiental1, estos espacios
han cobrado importancia como contenedores de valores ambientales, los cuales están
siendo amenazados por la expansión urbana metropolitana, situación que ha ido
modificando el eje de los intereses investigativos, evidenciando la pertinencia de la
reflexión desde la perspectiva ambiental (Ávila, 1999; Tacoli, 1999; Monclús, 1998;
Gerritsen et al., 2005; Hersperger et al., 2012; Yaro, 2012).

Por otra parte, aunque las transformaciones sobre el entorno natural se han reconocido
desde hace mucho tiempo, es a finales del siglo XX cuando las preocupaciones por los
asuntos ambientales comienzan a manifestarse como resultado del incremento de la
población urbana y la expansión de las ciudades, desde entonces el interés por estos
asuntos ha estado en aumento (Naredo, 1996; Johnson, 2001; Hasse & Lathrop, 2003;
Güneralp & Seto, 2008). Así, el deterioro de los recursos naturales y los problemas
ambientales asociados a la expansión de la urbanización comienzan a hacer parte de la
preocupación de las organizaciones ecologistas, las investigaciones académicas y las
organizaciones no gubernamentales (FAO, 1979; Paniagua & Moyano, 1998; Iaquinta &
Drescher, 2000; Jonhson, 2001; Allen 2009).

En consecuencia, lo que se entiende en esta investigación por sustentabilidad2, se ha


convertido en un asunto de relevancia en políticas ambientales y en procesos de gestión y
planificación territorial, aún más considerando los nuevos escenarios donde coexisten la
expansión de la urbanización con la presión sobre el medio natural y los posibles efectos
de variaciones ambientales como el cambio climático. Así, este trabajo reconoce la
necesidad de una visión holística y de largo plazo, que considere no solo las nuevas
relaciones urbano-rurales, sino también la sustentabilidad como un factor de relevancia

1
Entendido como la nueva forma de comprender las relaciones sociedad – naturaleza, que considera dentro
del análisis como elementos principales la sustentabilidad del paisaje y el equilibrio natural, además del
establecimiento de límites a la expansión de la urbanización.
2
La reflexión frente al concepto de sustentabilidad es abordada más adelante, a partir de los principales
elementos teóricos que permiten soportar su inclusión como uno de los conceptos relevantes en esta
investigación.

17
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

para la conservación de la naturaleza y la calidad de vida de los habitantes, especialmente


con un panorama de crecimiento poblacional que va en aumento.

La sustentabilidad ha sido concebida y estudiada desde diferentes enfoques y a partir de


tres componentes principales: el económico, el social y el ecológico. Este trabajo se
concentra esencialmente en el componente ecológico, a partir de la adopción del concepto
de “sustentabilidad del paisaje” propuesto por Wu (2013) como parte esencial para
entender los efectos del patrón espacial sobre el suministro del Servicios Ecosistémicos
(SE). Este concepto que nace desde la ecología del paisaje varías décadas atrás, reconoce
la satisfacción de las necesidades humanas como propósito final y ha sido abordado en
diferentes investigaciones científicas (p.e Wu & Hobbs, 2002; Ahern, 2013; Wu, 2013).

Por otra parte, la sustentabilidad del paisaje y la forma urbana estarían ligadas en tal
medida que la nueva configuración espacial que se ha generado en las regiones urbanas
sería determinante para proporcionar SE, pues de ella depende el flujo, el tipo y la cantidad
de SE que tenga un paisaje regional para sus habitantes. Un ejemplo de ello se desprende
de las discusiones que se han generado desde hace varias décadas en los debates sobre
ciudad y crecimiento urbano. Respecto a esto, se plantea que el transporte privado y la
infraestructura del transporte público tienen vínculos directos con la forma urbana, pues
ésta determina el consumo de combustible, por lo tanto, la emisión de gases a la atmósfera,
requiriendo así de SE específicos como la regulación de la calidad del aire, por ejemplo.

Por otro lado, esta nueva configuración espacial puede influir en las tasas de conversión
de uso del suelo rural a uso del suelo urbano, relacionadas principalmente con la aparición
de nuevas viviendas o espacios residenciales (proceso inmobiliario), implicando la
desaparición de áreas agrícolas, la disminución o fragmentación de áreas naturales y la
migración de sus habitantes (Breheny & Rookwood, 1993; Salazar et al., 2014),
transformaciones que la vez influyen sobre los SE disponibles (De Groot et al., 2010).

Para esta investigación se consideraron diferentes elementos reflexivos, entre ellos, las
transformaciones de las relaciones urbano-rurales, la nueva configuración de la forma

18
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

urbana en el área de estudio, sus principales motores de cambio y los efectos sobre los
sistemas naturales que soportan el espacio periurbano: las áreas naturales protegidas y la
oferta potencial de los SE. Estos elementos permiten observar las interacciones socio-
espaciales y ambientales enmarcadas en un contexto altamente dinámico como el
periurbano metropolitano que busca alcanzar una región urbana sustentable, pero además
confirman la pertinencia de una planificación territorial diferenciada para los espacios
periurbanos.

Las reflexiones que se presentan a continuación buscan avanzar en el análisis de los


vínculos entre los procesos de periurbanización y la sustentabilidad del paisaje,
tomando como caso de estudio la región urbana Santiago-Valparaíso y a partir de la
observación de las tendencias de las transformaciones del paisaje periurbano y los efectos
sobre los SE, finalmente aportar a la dimensión ecológica de la planificación territorial en
regiones urbanas.

El documento se estructura a partir de cuatro capítulos principales de la siguiente manera:


Capítulo I: Expansión urbana, transformaciones socio-espaciales y sustentabilidad del
paisaje, donde se introduce el planteamiento del problema de investigación, que incluye
las preguntas que se originan de la importancia de estudiar las transformaciones espaciales
y los asuntos ambientales en la actualidad, los objetivos que guían el desarrollo de esta
investigación y las hipótesis de trabajo planteadas. Después se presenta el Capítulo II: La
expansión urbana y las nuevas relaciones urbano-rurales. Debate teórico y rutas de trabajo,
donde se desarrolla una reflexión sobre los principales elementos teórico-conceptuales
que dan soporte al desarrollo de esta investigación. Posteriormente se presenta el Capítulo
III: Antecedentes del área de estudio y metodología de análisis espacio-temporal y
dinámica de SE, el cual desarrolla la metodología de esta investigación detallando sus
respectivas actividades y donde se incluye una descripción del caso de estudio sobre el
que se realizaron los análisis. Por último, se expone el Capítulo IV: Dinámicas socio-
espaciales y sustentabilidad del paisaje en el periurbano de la región urbana Santiago-
Valparaíso, donde se presentan los resultados del estudio de la periurbanización, la

19
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

sustentabilidad del paisaje y sus vínculos, analizando los principales hallazgos respecto a
las transformaciones del paisaje regional y local, SE, patrones espaciales y tendencias. Por
último, se incorporan en este capítulo las conclusiones obtenidas en esta investigación.

20
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

CAPÍTULO I. EXPANSIÓN URBANA, TRANSFORMACIONES


SOCIOESPACIALES Y SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE. UN
MARCO PARA COMPRENDER LAS CONDICIONES Y
PROBLEMÁTICAS ACTUALES DEL PERIURBANO

21
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

El proceso de expansión de la urbanización ha sido abordado desde diferentes enfoques


investigativos. En este recorrido, el interés por estudiar la dispersión de las ciudades sobre
los espacios rurales, como consecuencia de los procesos de reestructuración económica
en la globalización, ha sido una reflexión continua en los estudios geográficos durante los
últimos años. La manera en que las ciudades crecen y se trasforman, siguen siendo un
interés vigente para estas investigaciones, con especial énfasis en países del continente
latinoamericano donde los efectos socioambientales no se han hecho esperar,
principalmente como resultado de su geografía y de los recursos naturales que posee.

Considerando lo anterior, se presenta en este capítulo el marco general de la problemática


que motiva esta investigación, el cual fue elaborado a partir de una reflexión sobre los
procesos de urbanización gestados en las regiones urbanas, que posteriormente está
acompañada de análisis de dos de los modelos principales de ciudad contemporánea
(ciudad compacta – ciudad difusa), considerados importantes para lograr un primer
acercamiento a las diferentes visiones sobre la disipación de la frontera urbano-rural (o
gradiente urbano-rural) y las manifestaciones socio-espaciales que se han identificado en
las periferias rurales de las regiones metropolitanas durante las últimas décadas.

Las transformaciones estructurales, principalmente originadas por fragmentación y


dispersión de la estructura urbana, complejizan el espacio rural de los contextos
metropolitanos haciendo pertinente la observación de los procesos territoriales más
notables y necesaria la profundización del conocimiento de estos espacios, sus dinámicas
y tendencias, con el interés central de comprender la situación y evolución de estos
contextos. Esto implica también el abordaje de las nuevas relaciones urbano-rurales, que
se han generado como resultado de las mencionadas transformaciones. Todo esto en
conjunto, para obtener una mirada sistemática e integradora del periurbano metropolitano,
que permita contribuir también a la gobernanza ambiental de estos espacios en las regiones
urbanas.

22
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Por otro lado, considerando la importancia que tienen para el bienestar de la sociedad
humana los ecosistemas naturales y las funciones ecológicas asociadas a ellos, se
reconocen los diferentes desafíos que conllevan las transformaciones socio-espaciales
para la planificación territorial y el desarrollo sustentable en regiones urbanas. Es aquí
cuando el creciente interés por comprender, abordar y aplicar el concepto de los SE en los
espacios periurbanos, se convierte en uno de los insumos más importantes para dar apoyo
a los tomadores de decisiones.

En este sentido, se identifican algunos esfuerzos por estudiar en la práctica, los diferentes
efectos que tienen las transformaciones en las coberturas terrestres en relación con el
suministro de los SE, y aparece como un elemento estratégico para el análisis la
sustentabilidad del paisaje, un concepto multiescalar que se centra en los SE esenciales y
considera como protagonista el patrón espacial. Sin embargo, son incipientes los avances
alcanzados en esta temática principalmente respecto a espacios tan heterogéneos,
multifuncionales y dinámicos, como los periurbanos metropolitanos.

Se espera entonces hacer aportes al estudio y planificación del espacio periurbano, a través
de esta investigación que ha sido motivada por diferentes interrogantes sobre los vínculos
entre el proceso de expansión física de la urbanización y la sustentabilidad del paisaje en
regiones urbanas. Al respecto, se elabora el estado de la cuestión, identificando los
principales debates y avances investigativos sobre los procesos de periurbanización
durante las últimas décadas, haciendo hincapié en los vínculos urbano-rurales y los SE,
que son los elementos centrales de la propuesta.

23
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

1.1 ¿HACIA LA SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE? PROCESOS DE


CAMBIO SOCIOAMBIENTALES Y TERRITORIALES EN EL
PERIURBANO METROPOLITANO

Los contextos metropolitanos han sido transformados con las acciones antrópicas
producidas esencialmente por el acelerado crecimiento de la sociedad industrial pro-
desarrollista y la modernización capitalista que se inició durante las últimas décadas del
siglo XX (Ravetz et al., 2013; De Mattos et al., 2014). Esta nueva forma urbana3
producida por los procesos de globalización de la economía y la implantación de políticas
neoliberales, que estimulan la oferta inmobiliaria y tiene efectos importantes sobre la
organización espacial de los sistemas urbanos, transforma y complejiza el espacio
periurbano4 e incluso sus efectos tienen alcance regional (Utría, 1998; Ávila, 2009). Sin
embargo, las políticas neoliberales no son la única interpretación de la expansión de la
urbanización, pues esta puede explicarse también desde paradigmas sociales que están
demostrando una tendencia de retorno a las condiciones naturales, donde las personas
prefieren vivir rodeadas de naturaleza, fuera del espacio urbano, pero los suficientemente
cerca de la ciudad, un proceso que fue denominado como contraurbanización (Berry,
1976).

Se reconocen en este sentido intereses investigativos no sólo desde la geografía sino desde
otras disciplinas como en los estudios urbanos y en la sociología, las cuales se interesan

3
“Una nueva forma, ya que incluye en la misma unidad espacial urbanizada, áreas urbanizadas y tierra
agrícola, espacios abiertos y zonas residenciales de alta densidad: hay varias ciudades en un paisaje
discontinuo. Es una metrópoli multi-centrada que no corresponde a la separación tradicional entre las
ciudades centrales y sus suburbios. Contiene núcleos de diferentes tamaños e importancia funcional
distribuidos a lo largo de una amplia extensión territorial siguiendo las líneas de transporte” (Castells, 2010:
2739).
4
Concepto que en esta investigación se entiende como la “Extensión continua de la ciudad y a la absorción
paulatina de los espacios rurales que le rodean; se trata del ámbito de difusión urbano-rural e incluso rural,
donde se desarrollan prácticas económicas y sociales ligadas a la dinámica de las ciudades. El elemento
central en cuanto a la existencia del fenómeno lo constituyen las relaciones que se establecen por la cercanía
y proximidad con el entorno urbano” (Ávila, 2009: 98). Los principales conceptos abordados en esta
investigación y de los cuales el periurbano hace parte fundamental, son desarrollados más adelante.

24
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

en analizar las diferentes problemáticas socio-territoriales que se han evidenciado a partir


del momento de aplicación de las políticas neoliberales (Hidalgo, 2005; Hidalgo &
Janoschka, 2014). El espacio periurbano no está exento de la manifestación de estas
problemáticas, por lo cual las particularidades de este espacio deben ser especialmente
reconocidas y analizadas, pues como consecuencia de las políticas neoliberales en
América Latina, uno de los sectores que mayores transformaciones ha tenido en su
estructura y organización territorial ha sido el sector rural (Ávila, 1999; Aguilar & Ward,
2003; Grau & Aide, 2008).

En estas transformaciones se reconoce a la expansión de la urbanización como un


determinante que complejiza la estructura territorial, a partir de una nueva configuración
espacial generada por las tendencias de crecimiento urbano en las periferias
metropolitanas, expresada en los cambios de las actividades tradicionalmente asociadas al
sector rural y en la instauración de otros usos con tipología más urbana, como los
residenciales (p.e parcelas de agrado o segundas residencias), donde una nueva valoración
de lo rural se ha estado manifestando (Hidalgo, 2005; Ávila, 2009; Salazar, 2010).

Por su parte, Johnson (2001) menciona la inexistencia de un acuerdo común que


identifique beneficios o inconveniencias del actual crecimiento disperso de lo urbano y
reconoce además que el énfasis de las investigaciones sobre la expansión de la
urbanización relega los enfoques ambientales en este ámbito, pues se concentra
principalmente en asuntos de gobernanza, urbanismo, economía, entre otros. Sin embargo,
desde la perspectiva medioambiental la expansión de la urbanización ha sido analizada
por diferentes autores (p.e Cavailhès, et al., 2004; Haase & Nuissl, 2007; Aguilar, 2009).

Bajo este panorama comienza a vislumbrarse la pertinencia de enfoques ambientales y de


sustentabilidad en las investigaciones que analizan los contextos donde el proceso de
expansión física de la urbanización opera como principal generador de las
transformaciones socio-espaciales. Entre tanto, surgen análisis en torno a los discursos
sobre la naturaleza, que adquiere una valoración social por los beneficios que presta a la

25
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

sociedad, pero al mismo tiempo es considerada como un elemento del mercado, un


poderoso atractivo para el desarrollo de nuevos proyectos en el sector inmobiliario
(Hidalgo et al., 2016a; 2016b), convirtiendo a este sector en una de las principales
influencias de transformación del espacio rural, principalmente en contextos
metropolitanos.

Así, la expansión de la urbanización ya no es un crecimiento orgánico de la malla urbana,


sino una dispersión de la urbanización que abarca incluso espacios de carácter regional
(metropolización o urbanización regional), generando así nuevos patrones de
asentamiento que requieren ser atendidos (Rehren et al., 2018). Estos procesos en el
contexto geográfico de América Latina son de gran complejidad, pues además de tener un
acelerado proceso de urbanización, esta región cuenta con la condición andina que es de
suma importancia ambiental, considerando que cualquier expansión de la urbanización
sobre las montañas andinas compromete recursos naturales críticos (agua, suelo, bosques).

Así, una aproximación desde la relación funcional expansión-transformación permitirá


identificar los principales elementos transformadores del espacio que afectan el entorno
periurbano rural de las grandes ciudades, y que ponen en tensión el funcionamiento futuro
del sistema natural que sustenta el sistema urbano-rural metropolitano.

Adicionalmente, la tensión entre la necesidad de conservación de las áreas naturales y las


tendencias de expansión de la urbanización sobre las áreas periurbanas metropolitanas es
un fenómeno que ocurre en América Latina. Esta necesidad corresponde principalmente
al reconocimiento de estas áreas naturales por su potencial para el suministro de múltiples
servicios ecosistémicos y biodiversidad, que finalmente se traducen en calidad de vida y
bienestar para la sociedad (MEA, 2005; Díaz et al., 2011; Rusch et al., 2017).

En este sentido Gerritsen et al., (2005) reconoce que para los países de la región, el
acelerado proceso de urbanización es un asunto de relevancia, puesto que ha tenido efectos
importantes de carácter social y ambiental, lo que reafirma la necesidad de profundizar en
la comprensión de las relaciones funcionales entre la expansión de la urbanización y las

26
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

transformaciones socioambientales producidas en los espacios periurbanos


metropolitanos, nuevos o futuros , puesto que este es un espacio emergente y como tal no
se tiene conocimiento suficiente sobre su funcionamiento (Salazar, 2015).

En este sentido, a medida que las transformaciones socio-espaciales se manifiestan sobre


el entorno periurbano, las necesidades ambientales, la demanda de SE y la capacidad de
provisión de los ecosistemas naturales, estarían también cambiando (Reyers et al., 2009;
Polasky et al., 2011; García-Nieto et al., 2018). Al mismo tiempo, se acentúa la
preocupación por la magnitud y el evidente deterioro ambiental, que ha sido generado por
las diferentes formas de desarrollo económico, social y cultural homocéntricas, las cuales
han estado asociadas primordialmente al consumo y la producción de bienes, asumiendo
como único fin del sistema natural el beneficiar al ser humano, poniendo en riesgo el
equilibrio natural que soporta estos espacios geográficos y por ende, comprometiendo el
desarrollo sustentable tanto local como regional, pues los impactos territoriales
sobrepasan los límites de las ciudades (Lahoz, 2010).

Por otra parte, el fraccionamiento del conocimiento en el ámbito urbano-rural ha sido


consecuencia de una concepción dicotómica entre lo urbano y lo rural, y es precisamente
partiendo de esta afirmación que es necesario el reconocimiento de la importancia de las
funciones naturales urbano-rurales con base en las asociaciones y las dinámicas complejas
entre ambos espacios (Tacoli, 1999; Cruz, 2002; Allen, 2003; Ravetz et al., 2013).

27
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Otros investigadores como Webber (2004)5, plantean que la concepción que se tenía a
mediados del siglo XIX y principios del XX sobre la localización 6 única entre el área
urbana y el área rural, ahora no es tan clara y ha perdido su validez, pues los asentamientos
urbanos se han dispersado, las fronteras espaciales se han disuelto y las diferencias de lo
urbano y lo rural ya no son tan claras.

Ávila (2005) por su parte, se refiere al tema urbano-rural a partir del caso mexicano, como
una rígida dicotomía que fue rebasada para concentrar la atención en las diferentes
interacciones presentes entre ambos espacios y los vínculos existentes entre ellos;
planteamiento que coincide con el presentado por Chomitz et al. (2005) quienes
consideran la dicotomía urbano-rural como una “simplificación excesiva” que desestima
la multiplicidad de cambios y elementos espaciales que se observan a lo largo de un paisaje
y territorio. A esta discusión contribuye Agudelo (2012) cuando afirma que a finales del
siglo pasado (S. XX) la dicotomía entre lo urbano y lo rural se rompió, ya no está presente,
especialmente en aquellos espacios rurales más próximos a las regiones urbanas que están
en continua expansión física más allá de los límites urbanos establecidos.

Se identifican entonces discusiones en torno a esta separación entre lo urbano y lo rural,


las cuales consideran el desvanecimiento de la frontera urbano-rural como consecuencia
de la globalización de la economía, el mejoramiento de las telecomunicaciones, del
transporte y la infraestructura vial, entre otras intervenciones, y de donde se han derivado
diferentes categorías teórico-conceptuales para describir y analizar estos nuevos espacios
geográficos y sus procesos territoriales, considerando más bien las interacciones y

5
El 2004 corresponde al año de traducción al español, pero el artículo original escrito por Melvin Webber
fue elaborado en 1968. Un artículo que más de cuatro décadas atrás ya revelaba la importancia que tendrían
los asuntos relacionados con la combinación de usos urbanos y rurales, un planteamiento que fue generado
a partir de la inexistencia de exclusividad en la localización de usos residenciales para los urbanitas y los
habitantes rurales, de ese entonces. Hoy sin duda las borrosas fronteras entre lo urbano y lo rural siguen
siendo un tema de interés en las investigaciones geográficas.
6
El autor se refiere al hecho que mientras en la ciudad solamente vivían los urbanitas, por fuera de los
límites de ella sólo se establecían las personas predominantemente rurales (Webber, 2004).

28
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

multifuncionalidad de los mismos (Adelle, 1999; 2003; Chomitz et al., 2005; Ravetz et
al., 2013).

Estas discusiones se han fortalecido desde diferentes disciplinas durante las últimas
décadas y de ellas se evidencia, que a pesar de la importancia que han adquirido en los
estudios geográficos la sustentabilidad y los elementos de carácter ambiental, estos
componentes apenas comienzan a ser protagonistas en las investigaciones científicas
(Antrop, 2006; Aguilar, 2008; Ahern, 2013; García-Nieto et al., 2018).

De otro lado, se han generado numerosas investigaciones en torno al espacio periurbano


(p.e Galindo & Delgado, 2006; Salom & Albertos, 2011; Lincaru, 2014), de donde se
derivan diferentes nociones que intentan ofrecer consideraciones generales (franja o
interface urbano-rural, periferia expandida, frontera o borde, rururbano, entre otros) para
dar cuenta de las transformaciones del fenómeno del asentamiento humano, concebidas
con fines prácticos, provenientes de procesos particulares; de manera que aún no se tiene
consenso respecto a la conceptualización de estos espacios geográficos.

Las transformaciones espaciales a las que se ha hecho referencia son evidencia empírica
del creciente y frecuente intercambio entre las concepciones de lo urbano y lo rural, así
los límites entre las regiones urbanas y sus periferias son cada vez más difusos, al menos
en espacios con influencia de los procesos metropolitanos, donde la expansión de la
urbanización ha sido incentivada por diferentes razones. Entre ellas, la inconformidad en
la vida urbana o por el interés por la vida rural y sus amenidades, lo que podría
considerarse como una manifestación de la reconsideración de los valores del espacio rural
y de lo natural principalmente por parte de quienes habitan en la ciudad (Berry, 1976;
Nates & Raymond 2007; Indovina, 2004; Cruz, 2002; Ávila, 2009), o como una decisión
económica para acceder al suelo a precios más accesibles que en la ciudad, a pesar de los
costos de transporte que esto podría implicar (Alonso, 1964).

Otros factores importantes han estado acompañando esta nueva estructura territorial,
específicamente la evolución constante de las relaciones urbano-rurales o campo-ciudad

29
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

a las que hacen referencia diferentes autores (p.e Gómez, 1984; Moltó & Hernández 2004;
Ruiz & Delgado, 2008), quienes reconocen que éstas también se han diversificado y
complejizado con la expansión de la urbanización y la integración funcional de ciudades
metropolitanas, generando un nuevo sistema de relaciones y que por lo tanto requieren de
nuevos enfoques investigativos que permitan conocer mejor estas nuevas configuraciones
espaciales y sus efectos socioambientales.

Se identifica entonces en esta configuración de la forma urbana, una ruralidad que se


articula en una nueva relación entre áreas naturales protegidas, ciudades intermedias, áreas
agroproductivas y que incluye además multifuncionalidad, con diversidad de actividades
y distintos sectores sociales, transformando la visión tradicional y dicotómica entre lo
rural y lo urbano y convirtiéndola en una nueva idea de gradiente urbano-rural (Chomitz
et al., 2005; Berdegué, et al., 2010; PNUD, 2008; Ruiz & Delgado, 2008; Ravetz et al.,
2013).

En esta nueva configuración multifuncional de la periferia, se reconoce como una de las


funciones más relevantes la residencial, ya que ésta se manifiesta no sólo en los cambios
de uso del suelo rural a suelo urbano, sino que también puede estar relacionada con una
ocupación inconveniente de áreas naturales. Esta situación requiere especial
consideración, pues para garantizar efectivamente las funciones ambientales que estas
áreas desempeñan en el mantenimiento del equilibrio del sistema natural, es necesario
asegurar la conservación de estas áreas naturales de valor ambiental7, particularmente de
aquellas consideradas vulnerables o bajo riesgo en espacios predominantemente
urbanizados (Borgström et al., 2013; Ravetz et al., 2013).

De acuerdo con la situación antes descrita, la relación que actualmente se manifiesta en


los espacios periurbanos metropolitanos es aquella donde lo urbano se impone, mientras
que lo rural sigue siendo visto como el espacio que debe existir por las amenidades o

7
Referidas en esta investigación como las áreas naturales protegidas (ANP)

30
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

beneficios que ofrece para la vida urbana. En esta relación de dominio de las áreas urbanas
sobre las rurales, es importante el incremento en la demanda de suelos urbanizables, de
infraestructura y consecuentemente de SE, pues paradójicamente reitera la importancia de
la conservación de las áreas naturales y la biodiversidad, por el rol que ésta desempeña
como nexo entre los ecosistemas y el bienestar de la sociedad (Johnson, 2001; Díaz et al.,
2011).

Lo anterior refuerza la idea que se ha venido planteando en diferentes escenarios a través


de los años sobre los inconvenientes que trae consigo el uso exclusivo de la naturaleza
para beneficio propio; las consecuencias de la explotación de los ecosistemas naturales no
pueden ser más desatendidas, pues se ha subestimando la complejidad e importancia de la
dinámica equilibrada de los territorios, asumiendo los recursos naturales como explotables
e infinitos, consumibles de manera ilimitada (Souto, 2008) y sin mayores efectos sobre la
sobrevivencia futura de la humanidad.

Otra función relevante que se reconoce en el espacio periurbano metropolitano es la


función ambiental, pues este espacio ha sido identificado como importante contenedor
natural de SE (Ravetz et al., 2013) y por lo tanto cumple funciones ambientales
primordiales, requiriendo del desarrollo de investigaciones científicas sobre la base de
análisis específicos y que relacionen este espacio geográfico con las transformaciones
espacio-temporales, las formas de ocupación particulares, las áreas naturales de
importancia ambiental y los SE. Se debe mencionar que estas investigaciones son de
utilidad para alcanzar la sustentabilidad urbano-rural y el mejoramiento de la calidad de
vida de los habitantes metropolitanos, además pueden ser materializadas a través de
políticas públicas para la gestión ambiental, la conservación de la biodiversidad y
estrategias de ordenamiento territorial diferenciadas para el espacio periurbano regional
(Allen, 2003).

Adicionalmente, las regiones urbanas son espacios que transforman intensamente su


paisaje como resultado del alto grado de antropización que contienen, es fundamental

31
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

entonces no descartar del análisis otros escenarios actuales al estudiar la realidad espacial
de estos espacios geográficos, el cambio climático por ejemplo es relevante por sus
posibles efectos sobre los recursos naturales, los SE y por lo tanto, sobre la vida humana;
estos son elementos que han adquirido relevancia en cuestiones de planificación y
sustentabilidad para cualquier espacio geográfico, pero en especial para aquellos
predominantemente urbanos (Barton, 2006).

Se identifican avances importantes en este campo, pues varios estudios se han concentrado
en analizar la complejidad de las transformaciones del espacio periurbano metropolitano,
desde diferentes perspectivas y disciplinas científicas (Echeverri & Ribero, 2002; García
& Quintero, 2009; Llambí & Pérez, 2011); sin embargo, se reconoce la tendencia de estas
investigaciones hacia el estudio de la forma y las estructuras urbanas metropolitanas,
desestimando otros elementos como aquellos de carácter ambiental, que ya se han
mencionado en este documento.

En este sentido, los SE y las coberturas del suelo han obtenido mayor atención en las
investigaciones científicas y han adquirido valor como elementos conjuntos de análisis,
pues facilitan la identificación y diferenciación de los principales impulsores de cambio
del paisaje; elementos que son determinantes para asegurar la conservación del sistema
natural que actúa como sostén para las actividades socioeconómicas que se llevan a cabo
en estos espacios geográficos.

Autores como Grêt-Regamey et al. (2013), reconocen que bajo la paulatina presión de
desarrollo en las regiones urbanas, la consideración de los ecosistemas naturales de la
periferia como contribuyentes principales a la calidad de vida de la sociedad urbana es
cada vez más compleja; la exclusión o la inclusión superficial de cuestiones ambientales
en la generación de políticas públicas, sumada a una planificación territorial ineficaz no
conducente al desarrollo sustentable, secunda los inconvenientes asociados a la
degradación ambiental. Es precisamente por esta razón que los SE (amenidades,

32
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

alimentos, agua, energía, entre otros) se han convertido en una contribución significativa
para la planificación y gestión territorial.

Sabiendo que la disciplina de la Geografía tiene por objeto de estudio el espacio y ha


mantenido vigente el interés por analizar la relación sociedad-naturaleza, que se evidencia
en el interés general por investigar sobre los recursos naturales y su conservación por su
importancia para la supervivencia humana, con un resultado sustancial en la producción
intelectual e investigativa de este enfoque, se identifica como requisito indiscutible para
el desarrollo de este trabajo el enfoque geográfico y ambiental.

En efecto, la realidad de las regiones urbanas muestra la existencia de un espacio


emergente, de un proceso nuevo: la expansión de la urbanización sobre espacios
regionales, que en condiciones geográficas particulares como las latinoamericanas se hace
más específico pues tiene un punto de partida distinto, una velocidad de ocurrencia
diferente y genera cambios también diferentes a los ocurrido en otros continentes como el
europeo que ha tenido condiciones y procesos más regulados.

Así pues, se está frente a un problema del conocimiento que tiene una dimensión empírica
en cada lugar: el proceso de expansión de la urbanización en áreas críticas (ecosistemas
estratégicos). Parece oportuno entonces conocer y monitorear con mayor profundidad
aquellas transformaciones socio-espaciales y de carácter ambiental que se originan una
región urbana. Comprender los procesos periurbanos, la forma de ocupación de estos en
áreas clave y sus nexos con la sustentabilidad del paisaje es importante no sólo para
mantener el equilibrio ambiental de espacios altamente dinámicos sino para proyectar
futuros cambios en el paisaje regional y tomar medidas preventivas que conduzcan al
desarrollo sustentable de las regiones urbanas. Esta investigación se interesa por las
problemáticas expresadas en espacio periurbano en regiones urbanas bajo la perspectiva
de sustentabilidad del paisaje, a partir del estudio de los procesos de periurbanización, las
dinámicas espaciotemporales de los servicios ecosistémicos y de las áreas naturales de
valor ambiental.

33
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

En síntesis, la planificación territorial enfrenta desafíos respecto a la gestión y manejo de


los espacios periurbanos metropolitanos como consecuencia de las nuevas
configuraciones espaciales y funcionales, y las presiones constantes sobre las áreas
naturales, generadas por el proceso de urbanización disperso en las últimas décadas.

Bajo este panorama de alta demanda de espacios urbanizables y de SE, que al mismo
tiempo degrada los ecosistemas naturales y va más allá de limites político administrativos
de las ciudades metropolitanas, es necesario reorientar estas transformaciones socio-
ambientales de los espacios periurbanos metropolitanos no sólo por sus implicaciones
socioeconómicas sino para aminorar la degradación del sistema natural y su biodiversidad
(Utría, 1998; Johnson, 2001; Forman 2008; Aguilar, 2009; Ravetz et al., 2013).

Para esta reorientación es indispensable comprender el funcionamiento de estos espacios


emergentes e ir más allá de una descripción que permita normalizarlos y contenerlos, lo
cual es importante inclusive para aportar a la discusión que ha sido planteada sobre la
manera adecuada en que deben ser nombrarlos (p.e rural metropolitano, periurbano
metropolitano, región urbana).

Entonces, a partir del análisis detallado de las dinámicas espaciotemporales y la


comprensión del rol que tienen los procesos de periurbanización en esta metamorfosis
metropolitana, y en la sustentabilidad del paisaje, se busca aportar a la comprensión de
estas periferias y al mismo tiempo contribuir a la planificación de las regiones urbanas
con herramientas teórico-empíricas que sirvan de apoyo en la elaboración de estrategias y
políticas públicas para los tomadores de decisiones. Para tal fin se establece el soporte
teórico de la investigación a partir de la revisión de los conceptos derivados del debate
urbano-rural y de la discusión entre la pertinencia del modelo de ciudad difusa versus el
modelo de ciudad compacta, y las principales reflexiones sobre el proceso de urbanización
de las metrópolis con la inclusión o no de elementos ambientales en su reflexión y por
supuesto los servicios ecosistémicos.

34
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

1.2 PERIURBANIZACIÓN Y SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE


¿CÓMO ANALIZAR SUS VÍNCULOS EN LAS REGIONES URBANAS?

Frente a las principales cuestiones que esta reflexión aborda se reconoce que, pese a que
en los procesos de planificación territorial el espacio periurbano metropolitano ha sido
descrito, no se ha hecho una reflexión de manera diferenciada por lo que aún se desconoce
con exactitud su funcionamiento y estructura, por lo tanto, la heterogeneidad de sus
procesos sigue siendo un reto para los tomadores de decisión.

De igual manera, se ha dicho que el funcionamiento regional futuro 8 se ve comprometido


a medida que avanza y se intensifica la expansión de la urbanización, complejizándose el
espacio rural metropolitano, tras experimentar transformaciones espaciales por
fragmentación y dispersión de la estructura urbana y teniendo efectos socioambientales
sobre el paisaje y las relaciones urbano-rurales. Todo esto ha motivado a esta
investigación, interesada en generar una reflexión académica al respecto, que permita
analizar y evaluarlos vínculos entre la sustentabilidad del paisaje y las relaciones urbano-
rurales en regiones urbanas, con la intensión de contribuir no solo a su conceptualización
sino una mejor comprensión del funcionamiento estos espacios metropolitanos. Es por
esto que se plantea la siguiente pregunta como eje principal de la investigación ¿Cuáles
son los vínculos entre la sustentabilidad del paisaje y la periurbanización, en un contexto
de transformaciones de las relaciones urbano-rurales?

En el contexto de este cuestionamiento, se agregan otros elementos de carácter geográfico


que complementan esta investigación. Estos son, los diversos procesos subyacentes y los
patrones de la periurbanización, identificando sus particularidades bajo el contexto de una
región urbana y para profundizar en el origen, el alcance y el funcionamiento de estos
procesos en estos espacios. En este sentido, surge una primera pregunta de mayor detalle

8
Muchos de los SE asociados a las áreas naturales protegidas, soportan el desarrollo de las regiones urbanas
y tienen origen en las periferias urbano-rurales de la metrópolis, por lo tanto, su degradación puede tener
consecuencias directas sobre el futuro funcionamiento urbano de las mismas.

35
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

¿Cómo han sido los procesos de periurbanización metropolitana y cuáles han sido los
principales cambios en las coberturas del suelo que han ocurrido durante las últimas
décadas en la región urbana analizada?

Por otra parte, la sustentabilidad del paisaje en aquellos espacios con predominancia de
procesos urbanos se soporta en el suministro de los SE, propios de las áreas naturales. Las
respuestas frente a las presiones que ejercen los procesos de periurbanización
metropolitana sobre las áreas naturales de valor ambiental y sus consecuencias sobre las
coberturas terrestres, son elementos necesarios para comprender el tránsito hacia la
sustentabilidad del paisaje en regiones urbanas.

Así, identificar la variación en la oferta de SE permitió determinar el comportamiento


espaciotemporal de los mismos respecto a las transformaciones socio-espaciales ocurridas
en las últimas décadas, además de hacer reflexiones frente a la sustentabilidad del paisaje
en una región urbana. Surge entonces, una dimensión relevante a ser revisada para
determinar el rol de los procesos de periurbanización en la provisión consistente y a largo
plazo de los SE y que se expresa a través de las siguientes preguntas ¿Cuáles son las
consecuencias de los cambios en las coberturas del suelo respecto a la distribución
espacio-temporal de la oferta de SE en la región urbana? ¿En qué medida se conserva la
provisión de los SE a largo plazo?

Por otra parte, la transformación de los paisajes contemporáneos, y por consiguiente de


los SE que estos proveen, plantean un reto para la sustentabilidad del paisaje. En este
sentido, los resultados obtenidos del análisis de la vinculación entre sustentabilidad del
paisaje y periurbanización buscan contribuir a la comprensión del funcionamiento de los
procesos periurbanos en espacios altamente dinámicos.

Finalmente, se presenta la Figura 1 que reúne los principales componentes de reflexión


que estructuran esta investigación, partiendo de un contexto geográfico altamente
dinámico como la región urbana, configurada por nuevas relaciones urbano-rurales y
que contiene valiosos espacios naturales (ANP), donde la sustentabilidad del paisaje

36
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

es consecuencia de los diferentes vínculos e interrelaciones entre la periurbanización


y la oferta de los SE, los cuales confluyen en la complejidad del gradiente urbano-
rural.

Figura 1. Relaciones urbano-rurales: procesos de periurbanización y sustentabilidad del


paisaje, sus vínculos en regiones urbanas
Nota: SP: sustentabilidad del paisaje; SE: servicios ecosistémicos; PP: procesos de
periurbanización.
Fuente: Elaboración propia.

37
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

1.3 OBJETIVOS E HIPÓTESIS DE TRABAJO PARA LA


INVESTIGACIÓN

Luego de esbozar las preguntas que encaminan esta investigación, se formulan los
objetivos y las hipótesis que establecen el alcance de la investigación.

1.3.1 Objetivo General

Analizar las vinculaciones entre los procesos de periurbanización y la sustentabilidad del


paisaje en la región urbana de Santiago-Valparaíso, Chile, bajo el contexto de
transformación en las relaciones urbano-rurales ocurridas durante las últimas décadas.

1.3.2 Objetivos específicos

✓ Analizar las dinámicas de cambio ocurridas en las coberturas terrestres entre


1989 y 2015, a partir de la identificación y descripción de las principales
transformaciones espaciales generadas en la región urbana.
✓ Analizar la oferta potencial de los servicios ecosistémicos en la región urbana
para establecer su estado de conservación durante las últimas décadas.
✓ Analizar los procesos de periurbanización presentes en las áreas naturales
protegidas seleccionadas y su área de influencia, estableciendo patrones
espaciales.
✓ Determinar indicadores de cambio en las áreas naturales protegidas
seleccionadas y su zona de influencia, identificando transformaciones en su
configuración espacial y en la oferta potencial de servicios ecosistémicos.

38
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

1.3.3 Hipótesis de trabajo

Hipótesis No 1. A escala regional uno de los principales impulsores de las


transformaciones espaciales ha sido el crecimiento urbano tradicional9 y como
consecuencia de ello la oferta potencial de SE ha disminuido, diezmando la
sustentabilidad del paisaje en la región urbana durante las últimas décadas.

Hipótesis No 2. Los procesos de periurbanización han sido estimulados por la cercanía


de las ANP presentes en la región urbana, relacionado con la mayor valoración social
que estos espacios han adquirido. Las coberturas periurbanas se han instalado
reemplazando principalmente áreas agrícolas y matorrales. Como consecuencia de lo
anterior la oferta potencial de SE no se ha visto afectada de manera negativa.

9
Referido al crecimiento de la trama urbana, es decir, principalmente áreas conurbadas en grandes zonas
urbanas.

39
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

CAPÍTULO II. LA EXPANSIÓN URBANA Y LAS NUEVAS


RELACIONES URBANO-RURALES. DEBATE TEÓRICO Y
RUTAS DE TRABAJO

40
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

En este capítulo se incluyen los principales elementos teóricos y conceptuales que


soportan el problema de investigación planteado y que muestran la manera en que los
estudios geográficos han abordado el proceso de expansión de la urbanización que se
origina en las metrópolis; las regiones urbanas ofrecen las mejores condiciones para ser
objeto de estudio en las investigaciones contemporáneas, pues son espacios dinámicos, en
constante transformación y traen consigo diversas consecuencias sociales, ambientales y
espaciales, incluyendo la evolución de las relaciones urbano-rurales.

Igualmente, y considerando que para el desarrollo de esta investigación son determinantes


otras cuestiones relacionadas con la sustentabilidad del paisaje, las áreas naturales de valor
ambiental (ANP) y los SE asociados a ellas, se incluyen más adelante algunos apuntes
teóricos respecto a la forma en que son incorporadas estas temáticas en los estudios
geográficos y territoriales y la relevancia que han adquirido durante las últimas décadas.

Por último, las discusiones en torno a la estructura y forma urbana de los espacios
periurbanos metropolitanos se han venido renovando como consecuencia del paradigma
ambiental y como parte de los análisis ofrecidos por los estudiosos del territorio que
buscan comprender las diferentes interacciones que se han venido generando con la
intensificación de la expansión urbana metropolitana, la reconfiguración espacial y su
consecuente disipación de la frontera urbano rural. En la Figura 2 se presentan los
elementos centrales que estructuran esta investigación.

41
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 2. Principales elementos de reflexión en este marco teórico-conceptual


Fuente: Elaboración propia.

42
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

1.4 LA PERIURBANIZACIÓN DESDE LA ÓPTICA GEOGRÁFICA.


CONSIDERACIONES Y ELEMENTOS CENTRALES DE LA
INVESTIGACIÓN

Para iniciar la reflexión que se gesta en la disciplina geográfica se retoman elementos


teóricos que han sido base para los estudios espaciales y que son fundamento del marco
de referencia teórico que aborda esta investigación, pues contextualizan las discusiones y
análisis propuestos en los diferentes enfoques que ha tenido la geografía como ciencia,
donde se abordan de manera especial las transformaciones del espacio rural metropolitano.

A comienzos de los años 60, William Pattison propuso cuatro tradiciones que han sido
consideradas de gran relevancia para el estudio de la disciplina geográfica: 1) Tradición
Espacial, 2) Tradición de Estudios de Área, 3) Tradición del Hombre-Medio y 4)
Tradición de Ciencias de la Tierra (Pattison, 1964). Autores posteriores (p.e Frazier &
Epstein, 1979; Donaldson, 2001; Baerwald, 2010) han considerado estas tradiciones como
el núcleo primordial para la investigación geográfica y desarrollaron investigaciones en
torno a ellas, es por esto que a continuación se presenta una breve reflexión que expone
los nexos de esta investigación en el marco analítico de la geografía.

A través de los años las investigaciones geográficas han evolucionado dando paso a
conceptualizaciones renovadas, por lo cual las tradiciones de la geografía inicialmente
definidas por Pattison pueden no solo ser nombradas de manera distinta en la actualidad,
sino que posiblemente su contenido se ha modificado, complementado y complejizado.
Por ejemplo, las tradiciones pueden tener un alcance mayor al señalado inicialmente por
su precursor (p.e la tradición espacial, en relación con la geometría y el movimiento),
mientras que otras han adquirido mayor trascendencia en el campo de las investigaciones
geográficas, como los análisis sociedad - naturaleza (anteriormente concebidos como la
tradición hombre-medio), lo que ha permitido profundizar en su contenido pues son cada
vez más los investigadores interesados en estudiar en esta relación (Murphy, 2014).

43
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Estas “tradiciones” tienen sus orígenes en las geografías de los antiguos griegos y su
principal atributo fue la búsqueda una mirada general sobre la geografía como disciplina
(Bennetts, 2005; Murphy, 2014), pero también sobresalía el interés por evidenciar la
interconexión entre la geografía física y la geografía humana (Sluyter et al., 2006). Esta
visión condujo a diferentes autores a retomar la propuesta de Pattison (1964) como parte
del análisis en sus investigaciones bajo diferentes perspectivas y niveles de complejidad;
algunas de las cuales retomaron las “tradiciones” como eje central de análisis para discutir
sus esfuerzos por comunicar la esencia de la geografía, mientras que otras las analizaron
de manera tangencial, complementaria o comparativa (p.e Cooke, 1971; Cracknell, 1976;
Frazier & Epstein, 1979; Bouwer, 1985; Kates, 1987; Abbott, 1990; Doolittle, 1990;
Sanguin, 1994; Butzer, et al., 2002; Sui, 2004; Rhoads, 2004; Cortez, 2006; Bennetts,
2008; Baerwald, 2010). Existen además otras propuestas análogas que se generaron luego
de lo expuesto por Pattison, para contribuir y mejorar la visión general de la disciplina
(Haggett, 1975; Taaffe, 1974; Smith, 1977; Matthews & Herbert, 2004). Todo esto
contribuyó a clarificar la consistencia de esta propuesta y la división convencional de la
disciplina geográfica.

Por ejemplo, Goodchild & Janelle (1988) se refieren a las concepciones tradicionalmente
dualistas de la geografía (p.e humana - física; regional vs sistémica) y con base en ello
mencionan la existencia de múltiples núcleos en la disciplina. Como ejemplo de ello, citan
las cuatro tradiciones de la geografía como un intento integrador de la disciplina por
fortalecer su concepción y reconocer la importancia de esta ciencia.

Blaut (1979), por su parte, se refiere a la necesidad de complementar la propuesta de


Patisson adicionando dos tradiciones más: geografía del comportamiento y cartografía,
esta última a pesar de que Patisson (1964), hace referencia explícita a la importancia de la
cartografía en su tradición espacial, como elemento central de análisis en este enfoque.
Blaut, indica además que estas tradiciones presentan debilidades, pues Patisson pasó por
alto en su investigación un aspecto relevante para el pensamiento geográfico: estas
tradiciones estaban relacionadas con la creación de una teoría, un período de crecimiento

44
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

y una revolución científica, sucesos de gran importancia en la historia de la geografía


(Blaut, 1979).

Los estudios ambientales también recogen análisis en torno a las tradiciones expuestas por
Pattison. Por ejemplo, Bouwer (1985) construye una reflexión en torno al estudio de
problemas ambientales y se concentra en dos de las cuatro tradiciones para debatir en
torno a ello: la tradición espacial y la tradición hombre-medio. El autor reconoce el interés
constante de la geografía por estudiar la relación sociedad-naturaleza, pero respecto a la
propuesta de Pattison critica la utilización del término “tradiciones” para referirse a las
ideas que surgen de los geógrafos sobre el medio ambiente. Adicionalmente Bouwer
reconoce que para el estudio de los problemas ambientales la tradición hombre-medio es
la más importante, pero también resalta que a pesar de ello este campo de la investigación
habría recibido poca atención por parte de los geógrafos, ya que no consideraban el
incremento de los problemas ambientales y su gravedad, pues el interés giraba en torno al
análisis espacial (Bouwer, 1985).

Al respecto, Ordóñez (1989), hace un análisis completo de las cuatro tradiciones, la


aplicación de estas en Colombia y su relación con la profesionalización de la geografía en
el país, y estima que la tradición hombre –medio puede ser incluida dentro del denominado
ambientalismo considerando cuatro planteamientos (Ordoñez, 1989: 5): “1) determinismo
geográfico (el medio físico determina la conducta social e individual del hombre); 2)
determinismo cultural (el hombre transforma el medio físico); 3) Posibilismo (el medio
físico ofrece al hombre ventajas o desventajas) y 4) Ecosistémico (el hombre como
elemento del ecosistema)”. Estos planteamientos pueden ser concebidos como posiciones
extremas y rígidas, pero que según el autor son estas características las que le conceden
“riqueza conceptual y metodológica” al pensamiento geográfico (Ordóñez, 1989).

Por su parte, Giordano (2003) reflexiona sobre el inconveniente común de los geógrafos
en este tipo de enfoque, generado por distraer la atención de la comprensión sistemática
de los problemas que se estudian, especialmente cuando se trata de un planteamiento

45
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

teórico; las importantes tradiciones que se han formado en el pensamiento geográfico a


partir de las interacciones hombre–medio, los problemas de los recursos naturales y las
relaciones espaciales, requieren sin duda un análisis sistémico. El autor ratifica la
importancia que ha alcanzado la tradición hombre-medio como elemento central en el
pensamiento geográfico americano.

En 1988, Wheeler publica sobre diversidad, calidad, y el núcleo de la geografía, en la cual


toma como punto de partida los aportes de otros autores sobre la geografía americana
contemporánea, y considera indispensable incentivar las reflexiones sobre el futuro de la
geografía como disciplina. En su análisis, Wheeeler se refiere de manera critica a la
tradición de los estudios de área, como periférica y carente de núcleo común, mientras que
muestra la tradición espacial como un enfoque dominante, el núcleo esencial de la
geografía, que incluye los análisis espaciales más evidentes de la geografía física y de las
relaciones sociedad - naturaleza. Respecto de la tradición corográfica, este autor reconoce
una posición aislada y periférica de la misma y considera determinante incluir en los
estudios regionales elementos de análisis espacial para fortalecer su presencia en la
disciplina (Wheeeler, 1988).

La anterior reflexión lograda desde diferentes abordajes de las tradiciones geográficas,


permite obtener un panorama general para identificar en cuál de ellas se incorpora esta
investigación que tiene como uno de los componentes centrales a las transformaciones
espaciotemporales del periurbano metropolitano, el cual ha sido ampliamente discutido
por los investigadores (Monclús, 1998; Adelle, 1999; Tacoli, 1999; Aguilar, 2002;
Cavailhès, 2004; Galindo & Delgado, 2006; Hidalgo et al., 2005; García & Quintero,
2009; Salazar, 2010; Llambí & Pérez, 2011; López, 2011).

Entonces, las transformaciones socio-territoriales que se han gestado en los contextos


metropolitanos han complejizado el espacio periurbano contemporáneo, trayendo consigo
otras variaciones fundamentadas principalmente en cambios funcionales, sociales,
culturales, ambientales y económicos. Esta situación de reconfiguraciones socio-

46
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

espaciales y funcionales, permite identificar como principal enfoque de esta investigación


al elemento central del pensamiento geográfico: la tradición hombre –medio (Donaldson
2001; Giordano, 2003; White, 2013), puesto que las manifestaciones socio-territoriales
expuestas son claramente un producto de la relación sociedad-naturaleza, expresada en la
difusión de los límites entre las áreas urbanas y sus periferias rurales metropolitanas,
donde la evidencia empírica indica el creciente y frecuente intercambio entre lo urbano y
lo rural.

Ahora bien, la tradición hombre-medio por sí sola sería insuficiente para llevar a cabo esta
reflexión, por lo cual también se reconoce también la participación de la Tradición de
Estudios de Área como herramienta de análisis. En este sentido, se identifica que las
investigaciones desarrolladas en torno al espacio periurbano y sus procesos han tenido una
importante trayectoria en el pensamiento geográfico (p.e Aguilar, 2002; Hidalgo et al.,
2005; Castells, 2010; Salazar, 2010). No obstante, se observa una tendencia hacia los
análisis morfológicos y socio-espaciales principalmente, dejando relegados los estudios
de carácter ambiental, a pesar del creciente interés que ha venido adquiriendo esta línea
de investigación durante las últimas décadas (p.e Adelle, 1999; Allen, 2003; Dávila, 2003;
Garu & Aide, 2008; Aguilar, 2009).

Adicionalmente, los espacios periurbanos han ido cobrando importancia como soportes
de la base natural necesaria para alcanzar la sustentabilidad del paisaje regional; sin
embargo, el suministro de los SE alojados allí estaría siendo amenazados por la rápida y
dispersa expansión urbana; la evidencia empírica de ello podría estar redireccionando los
intereses de los investigadores geográficos, que han ido reconociendo la pertinencia de la
elaboración de estas reflexiones desde una perspectiva ambiental y ecológica (Johnson,
2001; Güneralp & Seton 2008; Lahoz, 2010; Ravetz et al., 2013) .

Por otro lado, se reconocen limitados adelantos teóricos y conceptuales respecto a los
estudios de estos espacios metropolitanos incluyendo los de enfoque socio-ecológico,
estudios generados a partir del análisis de las nuevas relaciones urbano-rurales en estos

47
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

paisajes cambiantes, considerando las nuevas configuraciones socio-espaciales, los


efectos sobre la provisión de SE para la comunidad regional, el ordenamiento territorial y
la gestión del suelo como garantía de la sustentabilidad del paisaje en las regiones urbanas.

Esta investigación está localizada en el corazón de la geografía, pero podría situarse


también en una combinación de las “tradiciones”, dando reconocimiento a la
interconexión entre los cuatro planteamientos (Sui, 2004). Así, la tradición hombre-medio
sería la protagonista de esta investigación, pero el enfoque de la tradición espacial es un
elemento de apoyo relevante, pues ofrece las herramientas necesarias para el análisis
espaciotemporal de las formas de ocupación que emergen en el espacio periurbano
metropolitano y las tendencias de distribución los SE presentes en las regiones urbanas.

Finalmente, la tradición de estudios de área también tiene participación en esta reflexión,


pues las discusiones ambientales en la escala regional complementan los análisis al
reconocer que los ámbitos de influencia del proceso de urbanización actual sobrepasan la
escala local y requieren de una visión más sistemática e integradora.

1.5 NATURALEZA Y EXPANSIÓN DE LA URBANIZACIÓN. ¿HACIA LA


PÉRDIDA DEL VERDADERO VALOR NATURAL?

Si este recorrido teórico se sitúa desde la perspectiva sistémica que considera la ciudad
como un sistema abierto, el espacio entonces depende para su sostenimiento de la
complejidad y ésta a su vez de aspectos como el intercambio de información, de material
y de energía externa (Rueda, 1997; Gonzáles, 2002). En este sentido, la actual
construcción de ciudad tiene como prioridad un mejor posicionamiento frente a la
explotación de los sistemas locales y globales; ante esto los sistemas urbanos han
mostrado una tendencia hacia el aumento de la complejidad de su conjunto, lo que tiene
implicaciones importantes como el desbordamiento del proceso de expansión de la
urbanización incluso más allá de sus límites político-administrativos, el incremento de la
presión inmobiliaria sobre las áreas naturales de importancia ambiental y la explotación

48
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

de los recursos naturales, que en la mayoría de los casos, se da de forma irracional


involucrando incluso el agotamiento del sistema natural.

Pero, ¿qué se considera como sistema natural?, al respecto es importante precisar que
cuando en esta investigación se acude a este concepto, frecuentemente referido al
“funcionamiento, estructura y cambio de la naturaleza” (Forman, 2008: 8), se está
abordando desde una perspectiva funcional e integrativa de los sistemas social y natural,
un enfoque que parte desde la Ecología Humana como un planteamiento de las
interrelaciones existentes entre ambos sistemas (Bates & Tucker, 2010), pero que, durante
las últimas décadas ha sido analizado desde diferentes aproximaciones por otras
disciplinas (p.e desde la ecología del paisaje, la historia ambiental, la geografía ambiental)
(Pretty, 2011; Challenger et al., 2014).

Tradicionalmente, la naturaleza se ha considerado como elemento único de estudio en las


ciencias ambientales, pero como respuesta a la complejidad de los problemas del medio
ambiente presentados durante las últimas décadas, fue necesaria su consideración como
un sistema que no sólo tenía un funcionamiento interno, sino que había elementos externos
que debían ser considerados; es aquí donde el ser humano se incorpora como parte
fundamental de este sistema, y al mismo tiempo, el razonamiento interdisciplinario se
hace indispensable para estudiar los vínculos y las problemáticas provenientes de la
relación sociedad-naturaleza (Binder et al., 2013; Anderson et al., 2015).

En este contexto, surge una serie de nuevas definiciones que buscaban precisar los
aspectos de los sistemas natural y social, así como las interacciones entre ambas
dimensiones. Unas de ellas son las denominadas áreas naturales protegidas, un elemento
central en esta investigación y que son producto de la mirada antropocéntrica que las
considera como una medida paliativa a las diferentes transformaciones e impactos que
generan las actividades antrópicas sobre el sistema natural.

La decisión de fijar una zona específica como un área natural protegida está determinada
tanto por la condición “natural” del área, en cuanto logra su reproducción y mantención

49
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

sin la intervención humana y, a su vez por la relación social, que la determina como tal,
pues la naturaleza ha adquirido un valor social, definido principalmente por los beneficios
que la sociedad recibe de ella. En este sentido los SE, establecen los vínculos entre el
bienestar humano y los ecosistemas, y son el ejemplo preciso para poner en valor las
funciones y procesos ecosistémicos que deben ser resguardados bajo las diferentes figuras
de protección y conservación de la biodiversidad (Díaz et al., 2011).

Las áreas naturales protegidas, por lo tanto, son aquellas zonas que presentan condiciones
y características propias de un sistema que representa a los espacios en su condición de
poca o nula intervención, y que, al mismo tiempo, son sancionadas por una decisión social,
ya sea formal -a través de algún decreto o regulación del Estado- o informal -por
costumbre local o tradición-.

En un contexto de constante transformación como el generado por la expansión de la


urbanización, las áreas naturales son protagonistas centrales al competir con la ocupación
de otros usos del suelo (p.e minería, agricultura a gran escala, parcelas de agrado), los
cuales responden también a la alta demanda de bienes y servicios que se genera en estos
espacios y desde su aglomeración central. Este comportamiento ha llevado a desestimar
la vieja concepción de la protección insular de las áreas naturales y ha hecho necesaria la
consideración más integral de otras áreas próximas, lo que implica la incorporación de la
matriz adyacente y sus usos principales como parte del objetivo de conservación (Moreira-
Muñoz & Salazar, 2014; Salazar et al., 2015).

Por otro lado, y respecto de la expansión de la urbanización, Sassen (2007) menciona la


tendencia mundial que se observa hacia la formación de grandes regiones urbanas
megadiversas, localizadas en diferentes contextos geográficos como consecuencia del
crecimiento poblacional y la entremezcla de áreas metropolitanas, su periurbano y las
ciudades o pablados más próximas a ellas, y plantea la hipótesis que estás mega-regiones
incluso podrían considerarse con “ventajas particulares en la economía global actual”
(Sassen, 2007: 16) . Este enfoque se relaciona también con el planteamiento sobre la

50
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

urbanización planetaria expuesto por Brenner (2013), el cual considera que en las
condiciones contemporáneas de una nueva era urbana, las nuevas morfologías son
resultado de que “…las geografías de la urbanización trasciendan la ciudad, la metrópolis
y la región…” (Brenner, 2013: 59).

En esta concepción de regiones urbanas megadiversas, que evidentemente tiene un


enfoque un poco más socioeconómico, no se explicitan las áreas naturales como parte
fundamental de la entremezcla de entidades territoriales, pero sin duda en un territorio
donde los agente inmobiliarios (agentes económicos también) son determinantes de los
cambios ocurridos en el espacio, las áreas naturales se conciben como elementos de valor
sobre todo para el desarrollo de nuevos proyecto inmobiliarios (Hidalgo et al., 2016a;
2016b), lo que demuestra la transformación de valor de uso de las áreas naturales (valor
intrínseco, por ellas mismas) al valor de cambio (valor adquirido por el contexto en el que
se localizan) (Toledo, 2008). Pero en esta nueva concepción de valor de la naturaleza es
necesario tomar precauciones, pues se corre el riesgo de que el mercado y el dinero
terminen por hacer imperceptible el verdadero valor de las áreas naturales (Gómez-
Baggethun & Ruíz-Pérez, 2011).

1.6 EN LA BÚSQUEDA DE UNA NOCIÓN CONVENIENTE: CIUDAD


COMPACTA O CIUDAD DIFUSA, ENTRE PARTIDARIOS Y OPOSITORES

En el texto que a continuación se aborda se presentan elementos teóricos sobre dos


nociones de ciudad contemporánea que han estado en el centro de las discusiones
científicas durante las últimas décadas, aquellas que analizan las ventajas e inconvenientes
de las formas actuales de ocupar los territorios. Estas reflexiones contribuyen a la presente
investigación desde los diferentes argumentos comparativos que se exponen para ser
considerados al estudiar la realidad espacial de regiones urbanas y que buscan de alguna
manera hacer aportes a los tomadores de decisiones sobre las nuevas periferias, sus
conflictos y la manera de hacer más sustentable las formas de crecimiento urbano en los
contextos metropolitanos.

51
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

El crecimiento acelerado de las ciudades, sus procesos de industrialización y la economía


global han estimulado significativamente las transformaciones socioespaciales de los
entornos periurbanos metropolitanos; no obstante, se reconoce que el proceso de
urbanización se ha presentado más lentamente en países desarrollados, mientras que en
América Latina ha sido un proceso considerablemente vertiginoso (Ramírez & Parra-
Peña, 2013). En la anterior afirmación podría vislumbrarse la primera conexión hacia la
noción mediterránea de ciudad compacta y hacia la noción anglosajona de ciudad difusa,
que son abordadas más adelante.

Este proceso de periurbanización cuenta con una dinámica propia, donde adicional a los
procesos de construcción formales requeridos por la población, se dan también procesos
de construcción informales. El desarrollo de asentamientos informales sobre terrenos
agrícolas se debe principalmente a la incapacidad económica que poseen un porcentaje de
la población para mantener el costo de vida que implican las regiones urbanas, siendo este
tipo de asentamiento uno de los principales causantes de la dispersión urbana y su
consecuente fraccionamiento el territorio (Delgado, 2003).

Como resultado de los cambios en la concepción de lo ambiental se han expuesto


diferentes aproximaciones para la noción de ciudad compacta, que desde la segunda mitad
del siglo XX se ha ido afianzando principalmente en el continente europeo, cuando los
investigadores que se interesaban por asuntos relacionados con la ciudad y el territorio
comienzan a reflexionar sobre el fenómeno del crecimiento urbano de baja densidad y
elaboran análisis interpretativos al respecto (Navarro & Ortuño, 2011).

Esta ciudad mediterránea tradicional que está considerada bajo el esquema de


sostenibilidad económica, social y ambiental, posee particularidades como una mayor
organización en su información y un menor derroche de los recursos naturales incluyendo
el recurso suelo, una estructura espacial que a su vez permite preservar los sistemas agro-
naturales y considerar un consumo energético menor fundamentado en el incremento de
la diversidad y en espacios urbanos reducidos (Rueda, 1997); de esta manera la

52
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

multifuncionalidad, heterogeneidad y alto intercambio comunicacional entre las personas


que habitan este tipo de ciudad - una ciudad incluyente donde la buena calidad de sus
espacios públicos y la movilidad peatonal son determinantes - (Gaviria, 2009) no
comprometen los ecosistemas naturales y por ende tampoco la calidad de vida de la
sociedad urbana.

La ciudad tiene como principales atributos tres ejes centrales a partir de los cuales se
generan otros aspectos secundarios que la caracterizan y contribuyen al proceso de
construir ciudad: el contacto, la regulación y la comunicación y es a través de estos ejes y
de la interacción entre individuos, grupos e instituciones que habitan allí como se
conforma un sistema urbano (Rueda, 2002). Así, sobre la base de las infraestructuras y el
sistema de transporte, la expansión de la urbanización es considerada en la planeación
territorial y urbanística como la principal causante de las proyecciones de entropía al
ambiente, ya que de ella depende la movilidad horizontal y por ende el consumo
energético, el consumo del suelo y la simplificación de los recursos naturales.

Por otra parte, se ha dicho que un factor determinante de la sustentabilidad territorial, a


cualquier escala, son los patrones de asentamiento de las ciudades. En este sentido, el
transporte privado y la infraestructura del transporte público son influenciados por la
forma urbana, que a su vez pueden afectar las tasas de conversión de uso del suelo rural a
suelo urbano, implicando la pérdida o reducción de áreas naturales en algunos casos,
incluso dentro de las mismas zonas urbanas (Breheny & Rookwood, 1993).

Navarro & Ortuño (2011) hacen también un análisis frente a la ciudad compacta a partir
del caso de Alicante en el continente europeo, y se refieren a ella como la noción de ciudad
mediterránea densa y multifuncional, una ciudad deseable que ha sido utilizada en
escenarios políticos como una figura verbal (que hace parte del discurso ambiental
urbanístico), como un paradigma disciplinar relacionado con los sustentabilidad de las
áreas urbanas (es decir, una tendencia de carácter ideológico para legitimar propuestas) o
simplemente para representar su antagonismo frente a la ciudad difusa, noción que se

53
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

aborda más adelante en este texto. Sin embargo, los autores antes referenciados, hacen la
salvedad frente a este modelo de ciudad y a su frecuente generalización, por lo que
mencionan que este es un modelo que corresponde más bien a una imagen interpretativa
de una realidad espacial.

Surgen entonces interrogantes respecto a esta noción, por ejemplo, ¿podrían


complementarse o reconsiderarse los planteamientos inicialmente propuestos para la
ciudad compacta? Al respecto se puede reflexionar dejando de lado el calificativo de
modelo de ciudad deseable que se le ha adjudicado a la ciudad compacta, y en cambio
considerar si en realidad es posible alcanzar este estado de multifuncionalidad - densidad
- sustentabilidad, en cualquier territorio sin adicionar al proceso otros factores que
soporten o complementen la propuesta; las telecomunicaciones son un buen ejemplo de
esto, pues sin duda hoy son una opción de disminución para los desplazamientos laborales,
que aunque no implican habitar en la ciudad densa, representan una disminución en el
consumo de energía y en la producción de contaminación atmosférica.

De otro lado, sabiendo que el origen de esta noción es netamente europeo (Rueda, 1997;
Navarro & Ortuño, 2011) inquieta saber si ¿es esta una propuesta realmente generalizada
y aplicable en ciudades de características complejas y completamente distintas, como las
latinoamericanas? Aunque se reconoce que en esta propuesta no se hace la exigencia que
las ciudades sigan rigurosamente el modelo y pese a que la realidad y la tendencia espacial
corresponda más a la ciudad difusa, ciudades latinoamericanas como las que conforman
el área metropolitana de Medellín en Colombia han recurrido a la utilización de la noción
de ciudad compacta desde los planteamientos de sus instrumentos de planificación
territorial y con base también en el imaginario de ciudad, específicamente cuando
recomienda para la regulación del uso del suelo un crecimiento hacia adentro y con mayor
densidad en el centro (Acuerdo 46 de 2006; Alcaldía de Medellín, 2006); esta es una
propuesta pensada como posible solución a la escasez de suelo urbanizable y para
reorientar el desarrollo urbano de los últimos años -caso específico de la ciudad centro del
área metropolitana mencionada, Medellín-, pero se reconoce también que el hecho de que

54
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

estas ciudades acudan a esta noción responde en cierta medida a las limitaciones que
generan las características geográficas del valle cerrado e inclinado en el que éstas se
localizan.

Entonces, respecto a la ciudad compacta se discute si en realidad seguir este modelo de


ciudad, es una decisión tomada respecto al funcionamiento de la ciudad densa,
mutifuncional y sustentable o, por el contrario, son las características geográficas del
espacio donde se localiza, las que definen las pautas que el territorio debe seguir. Aquí se
podría tomar como ejemplo el caso de Santiago de Chile, también situada en
Latinoamérica, que se acerca más a la noción de ciudad difusa presentado una estructura
urbana radiocéntrica10, pero que también presenta limitaciones para la expansión de la
urbanización hacia el Este, donde se localiza la imponente cordillera de Los Andes
(Echenique, 2006).

Por otro lado, el planteamiento de la noción de ciudad compacta ha tenido apoyo de


quienes creen en el funcionamiento urbano bajo la complejidad interna de un territorio
con desarrollo social cohesionado y con una plataforma económica competitiva que
permite el crecimiento de la ciudad, sin tener implicaciones en el consumo energético, de
recursos naturales y del suelo, como es claramente el caso de investigador Salvador Rueda
(2002). Sin embargo, es posible encontrar otras opiniones que la critican y le dan mayor
importancia a las debilidades de la noción ciudad compacta y que se discuten a
continuación.

Breheny & Rookwood, (1993) por ejemplo, presentan la incompetencia de la noción de


ciudad compacta con base en el análisis de la sustentabilidad realizado a partir de la forma
urbana, donde se evidencia la tendencia actual de la población hacia la descentralización
urbana. Los autores reconocen las ventajas de la noción ciudad compacta como la alta

10
“…Los transportes están determinados por ejes radiales que se focalizan al centro de la ciudad y por
anillos concéntricos cuyo radio aumenta a medida que se alejan del centro de la ciudad” (Echenique, 2006:
76).

55
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

densidad con uso del suelo mixto que reduce el desplazamiento, maximizando las
posibilidades del suministro del transporte, mejorando las condiciones de calidad de vida
y aproximándose a la eficiencia energética; sin embargo, evidencian dificultades en esta
propuesta de ciudad mediterránea cuando se revisan el consumo energético y la reducción
en la duración de los viajes, respecto a la congestión vehicular que se presenta en las áreas
urbanas y que en realidad contrarresta las ventajas que se puedan tener por los viajes más
cortos; ahora bien, podría decirse que el problema más complejo de este modelo tiene que
ver con una condición que debe cumplirse inevitablemente en el funcionamiento de la
ciudad compacta que significa ir en contra de la tendencia de descentralización, una
establecida en el mundo por lo menos durante las últimas cinco décadas.

Otra crítica a la ciudad compacta tiene que ver con el precio del suelo y la segregación
social que ésta puede producir, pues hay quienes afirman (p.e Indovina, 2004; Abramo,
2012) que en esta noción querer mantener su actividades concentradas evitando el
consumo del recurso suelo, implica incrementar el precio de este recurso y por lo tanto el
acceso a la ciudad central se limita a personas con capacidad de pago, dejando relegadas
a aquellas personas de recursos económicos escasos que no cuentan con disponibilidad
económica y quienes finalmente irían en contra de la concentración propuesta y
terminarían acudiendo a los asentamientos que pueden financiar, aquellos localizados en
las periferias de la ciudad.

La ciudad difusa, por el contrario, es una noción de origen anglosajón nacida en los
Estados Unidos de América (EUA) que fue creada en la segunda mitad del siglo XX para
referirse a las nuevas estructuras espaciales que se estaban generando en los territorios de
carácter metropolitano. Francesco Indovina (2004) quien se ha dedicado al estudio de los
problemas de la ciudad difusa, presenta una concepción de ella como una estructura de
organización que tiende hacia la recurrencia para el caso italiano, pero basa esta
concepción en lo sucedido en el continente americano, definiéndola así: “…la ciudad
difusa puede ser considerada como la respuesta italiana (¿europea?) a los problemas que
en el continente americano han dado lugar a aquella forma muy particular de organización

56
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

del espacio” (Indovina, 2004: 50). Entonces, para recoger brevemente lo ocurrido con esta
noción se retoman a continuación algunas de las perspectivas más relevantes que hacen
referencia a este resultado del proceso de urbanización.

Como consecuencia de la industrialización a gran escala, la separación de los procesos


sociales y los procesos de urbanización en EUA fue alcanzada durante la segunda mitad
del siglo XIX, por lo cual el transporte y las comunicaciones comienzan a tener mayores
facilidades desvaneciendo así las barreras espaciales que antes eran más evidentes
(Webber, 2004); un ejemplo de ello es que en la actualidad los miembros de una misma
comunidad pueden estar espacialmente dispersos manteniendo sus relaciones sociales, lo
que ha conllevado a la conformación de un nuevo tipo de sociedad urbana que depende
cada vez más de la ciudad.

Anteriormente las sociedades urbanas eran asociadas única y exclusivamente a la ciudad,


pero con las trasformaciones actuales esta afirmación ya no es posible, pues en las
sociedades que surgen la localización geográfica y la distancia han dejado de ser
relevantes, de donde se ha planteado como necesidad tener claridad para diferenciar
conceptualmente la ciudad y los sistemas sociales que allí se desarrollan, con el objetivo
de evitar confusiones frente a los debates actuales sobre la ciudad; con esta tendencia los
asentamientos no se conservan unidos sino que se dispersan espacialmente sobre el
territorio, generando una nueva forma de ocupación espacial que no guarda con exactitud
similitudes a la forma existente en el Siglo XIX (Webber 2004).

Nello & Monclús (1998) también hacen parte de los investigadores que se interesan por
la noción de ciudad difusa y se refieren a la actual configuración del territorio a partir de
redes espaciotemporales como parte del proceso de urbanización y su expresión física,
donde se identifican como determinante la inoperatividad actual de la dualidad campo-
ciudad y reconocen esta noción como una herramienta útil para definir el momento

57
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

histórico de la expansión de la urbanización dónde “las redes de relación 11 abarcan ya la


totalidad del territorio y hacen, de todo el territorio, ciudad” (Nello & Monclús, 1998: 7).
Estos autores también incluyen en su análisis algunas características positivas del proceso
expansivo y disperso de la urbanización, refiriéndose específicamente a “…la disminución
de las densidades en las áreas urbanas centrales y la progresiva homogeneización relativa
en la dotación de lugares de trabajo, equipamientos, infraestructuras y servicios sobre el
territorio” (Nello & Monclús, 1998: 8).

Tal y como lo señala Echenique (2006) en su análisis para situar a Santiago de Chile en el
contexto del crecimiento urbano, cuando las ciudades crecen en tamaño es porque son
económicamente eficientes, y con los mayores ingresos llegan mayores requerimientos de
espacio y movilidad, idea que puede ser reforzada a partir de las afirmaciones que
sostienen Galetovic & Jordán (2006), también en el contexto metropolitano de Santiago,
respecto al incremento de los precios del suelo en el centro de la ciudad que por ser más
altos, incentivan la expansión de la urbanización hacia las periferias - afirmación que hace
parte de las críticas al modelo de ciudad mediterránea vistas anteriormente - donde quienes
no cuentan con buenos ingresos económicos tienen mayores facilidades de acceso a la
vivienda.

Respecto al fenómeno de dispersión territorial de la población, Indovina (2004) lo


considera como un gran consumidor del espacio geográfico y plantea que este fenómeno
espacial que podría caracterizarse a partir de tres fases principales del asentamiento
territorial: la primera donde la población lugareña comienza a mejorar sus condiciones
económicas, manifestándose en autoconstrucción y mejoramiento de la vivienda, la
segunda tiene que ver con la inmigración limítrofe de aquellos estratos sociales de
menores recursos económicos y la tercera relacionada con la insatisfacción por la ciudad
concentrada y la inmigración de la clase media. Estas fases, algunas más intensivas que

11
Cuando lo autores hablan de la integración del espacio a través de redes de relación hacen referencia a las
redes de producción, de intercambio, de consumo (Nello & Monclús, 1998).

58
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

otras, tienen su mayor expresión espacial en la fragmentación de la estructura urbana de


regiones principalmente metropolitanas.

Entretanto, frente a la reconfiguración de la forma urbana De Mattos (2002) plantea una


discusión en torno a las transformaciones socio-espaciales para el caso específico de la
ciudad latinoamericana y su relación con los impactos resultantes de la globalización de
la economía, donde resalta las nuevas formas de expansión de la urbanización como uno
de los procesos más importantes y considera como características principales de la
geografía urbana “…la suburbanización, la policentralización, la polarización social, la
segregación residencial, la fragmentación de la estructura urbana…” (De Mattos 2002: 1),
una afirmación que también ha sido expuesta en las investigaciones presentadas por Rueda
(1997; 2002).

Para Abramo (2012: 36) “en los países latinoamericanos, la producción de las ciudades
modernas resulta del funcionamiento de dos lógicas de coordinación social: la del mercado
y la del Estado; pero también de una tercera: la lógica de la necesidad”, una afirmación
que reconoce que en este continente, donde la falta de recursos económicos para la
población es una constante, la tercera lógica tiene una influencia considerable en la
producción de ciudad a través del establecimiento de los asentamientos populares no
planificados y por lo tanto refuerza la tendencia a la dispersión de la ciudad. Para este
autor, las ciudades latinoamericanas no siguen ninguna de las dos nociones tradicionales
de ciudad que se han abordado a lo largo de este texto, sino que se observa como resultado
del funcionamiento del mercado formal e informal y a partir de la estructura conformada
por los usos del suelo, la presencia simultánea de ambas (ciudad compacta- ciudad difusa):
ciudad com-fusa12.

Por último, ante los argumentos expuestos en este apartado podría sugerirse que para la
planificación de un territorio una opción conveniente se basa en el mantenimiento de una

12
“la producción de la estructura urbana en América Latina concilia las formas compacta y difusa de uso
del suelo y, de esta forma, promueve una forma particular: la ciudad “com-fusa”” (Abramo 2012: 37).

59
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

estructura territorial sustentable que contemple un nivel de explotación de los recursos


naturales que no implique el agotamiento del sistema natural que da soporte ambiental al
crecimiento y desarrollo urbano futuro de un espacio geográfico, incluso podrían
incorporarse características que han sido contempladas en la noción mediterránea de la
ciudad compacta para el ahorro de energía y recursos y para la protección de los recursos
naturales. Finalmente, a modo de síntesis se presentan en la Tabla 1 las características
principales de las dos nociones que se discutieron en este apartado.

Tabla 1. Síntesis de las características principales de la Ciudad difusa y la Ciudad


compacta
Ciudad difusa Ciudad compacta

La segregación espacial de las funciones Las actividades económicas se localizan en


cotidianas incrementa las distancias un espacio definido
Puede ordenar el desorden, compactar
Presenta limitaciones en sus funciones
significa optimizar el espacio
Presenta una mayor complejidad de la
El costo de los recursos y del tiempo
cuidad y por lo tanto un número de
presenta una tendencia creciente
vehículos es menor
Presenta concentración social, por lo tanto,
Presenta segregación social
aumento de red asociativa
Tiene mayor diversidad en medios de
Requiere del uso del vehículo particular
transporte público
Para mantener la estructura se requiere
Se presenta una eficacia mayor en los flujos
mayor cantidad energética, los flujos de
de energía
energía son más débiles

Por la dispersión de las actividades El consumo de energía y materiales es


implica mayor consumo de energía y menor por la concentración de sus
materiales funciones

Variedad de portadores de información


Cuenta con un número y variedad
muy limitada (estudiantes-campus,
considerable de portadores de información,
obreros-industria, etc.), lo que le da
lo que la hace heterogénea
características de homogeneidad

60
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Ciudad difusa Ciudad compacta

Se observa una reducción del estrés


Se observa una degradación de la calidad
ambiental, un mejor paisaje urbano, más
ambiental y un mayor impacto visual
ordenado y con mejor espacio público
Procesos productivos nuevos, tecnologías
Ocupa mayor espacio en el territorio, por
limpias permiten actividades industriales
lo tanto, derrocha el recurso suelo
sin disfunciones
Fuente: Adaptación de Montoya, 2008 complementada y mejorada a partir de Nello &
Monclús, 1998; Rueda, 2002; 1997; Indovina, 2004; Abramo, 2012

1.7 NUEVOS CONTEXTOS: PERIURBANIZACIÓN METROPOLITANA Y


RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO RURAL

Luego de haber presentado el proceso de urbanización a partir de dos nociones de ciudad


contemporánea donde se abordan discusiones a partir de la forma y estructura de las
regiones urbanas de las últimas décadas, es pertinente hacer referencia a la otra cara del
territorio, la cara rural, que también hace parte importante del espacio geográfico
analizado y que aporta una visión complementaria para esta investigación, que permitirá
comprender y resumir brevemente la evolución, los procesos y transformaciones rurales
del denominado espacio periurbano metropolitano, para luego abordar su
conceptualización y su complejidad como objeto de interés en este estudio.

La ruralidad puede ser estudiada desde diferentes perspectivas ya que es un ámbito de


interés no sólo para la geografía, sino para otras disciplinas como la agronomía, la
sociología, la antropología o la economía, las cuales, a pesar de tener objetivos y enfoques
significativamente distintos, coinciden en desarrollar sus investigaciones tomando como
objeto central al espacio rural, sus procesos y las transformaciones contemporáneas.

Así pues, para comprender la complejidad del espacio rural contemporáneo, aquel que
cuenta con influencia de los procesos de expansión de la urbanización metropolitana, se
deben considerar las visiones tanto desde la perspectiva urbana, incluyendo sus procesos
y dinámicas urbanas expansivas, como aquellos asuntos más rurales o netamente

61
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

ambientales (p.e funciones ecosistémicas, SE) que tienen presencia con estos espacios
geográficos; es pertinente mencionar que estos últimos enfoques serán desarrollados con
mayor profundidad en otros subcapítulos.

Se inicia este abordaje a partir del reconocimiento de la definición del concepto “rural”
como una labor para nada fácil, pues no es un concepto estándar, es heterogéneo, e incluso
ha sido considerado como ambiguo, complejo, confuso y resbaladizo (Woods, 2005), ya
que su acepción depende de factores como la localización geográfica, de las personas que
intervengan en la descripción, de la disciplina que lo estudie (geografía, sociología,
antropología, etc.), de la tipología (rural inserto en áreas metropolitanas, rural profundo,
rural cercano a redes de ciudades medias) de las personas y sus experiencias profesionales
que intervengan en un determinado análisis o del tamaño del territorio al que se hace
referencia (García et al, 1995; Moltó & Henández, 2004; Woods, 2005).

Tal y como lo presenta el texto de Delgado (2003), el espacio es el tema central en


geografía y en las ciencias sociales contemporáneas. Con el paso del tiempo, este concepto
ha tomado mayor importancia y ha sido redefinido de manera constante, de acuerdo con
las necesidades del momento por el que atraviese la producción teórica. El espacio rural
no es la excepción, su concepción se ha modificado a través de los años como respuesta a
la aparición de nuevos procesos, dinámicas, transformaciones socioespaciales y
configuraciones espaciales que obligan a redefinir lo que se ha considerado como “rural”.
Un primer acercamiento al concepto “rural” permite una aproximación hacia la
comprensión de este espacio en contextos metropolitanos, a partir de la lectura de los
diferentes procesos que actualmente se originan sobre estos entornos; por esto se retoman
a continuación algunas de las acepciones que sido expuestas por diferentes autores sobre
lo “rural”.

Araújo (2002) en un estudio realizado sobre los espacios urbanos y rurales en


Mozambique, en África, hace referencia sobre lo complicado de la separación de los
conceptos urbano y rural, y resalta que en los análisis que se han generado en torno a ellos

62
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

surgen dificultades entre las que se pueden mencionar que estos conceptos, que
inicialmente han sido concebidos en países desarrollados, se aplican de igual manera en
países en desarrollo sin hacer alguna modificación o ajuste, por lo tanto sin considerar que
son realidades diferentes. Esta afirmación que hace el autor es una práctica común en
América Latina, no solo en la utilización de conceptos sino en otros casos como la réplica
de normativas territoriales, por ejemplo, en el caso colombiano donde se tomaron
elementos de las leyes de ordenamiento territorial español para la elaboración de la
normatividad del país que, por sus diferencias socioculturales, fisiográficas, económicas,
etc., evidentemente trae dificultades al momento de su aplicación.

Las primeras acepciones establecen lo rural como aquellas áreas con asentamientos
humanos dispersos o de baja concentración poblacional, aunque también se reconoce
alguna descripción a partir de su oposición con lo urbano, es decir, la definición de lo rural
depende de lo que no es urbano. El enfoque productivo, en cambio, consideraba al espacio
rural como aquel que “depende de las actividades primarias y sus encadenamientos
subsectoriales directos” (Echeverri & Ribero, 2002: 17). Todas estas definiciones de la
misma noción restan operatividad a la generalización de su concepción en el ámbito de la
investigación, cada vez se requiere mayor aclaración en su utilización, incluso en la
actualidad se podría considerar que lo rural se puede definirse respecto a la complejidad
que le conceda o no la influencia de la globalización de la economía sobre sus
características principales.

Así, durante varios años el concepto “rural” fue considerado como sinónimo de agrícola,
agrario, pero como resultado de las dinámicas actuales de los espacios urbanos que
incentiva transformaciones socioespaciales en lo rural y la evidente tercerización de este
espacio, con su consecuente disminución de los sectores primarios y secundarios, son una
muestra de que hoy no es posible asumir esta concepción frente a lo “rural” (García et al.,
1995; Pérez, 2001). Sin embargo, se debe recordar que también existen espacios que están
realmente alejados de la influencia de los procesos urbanos, lugares prístinos que podrían
acercarse más a las primeras concepciones de lo rural, es decir, definiciones del rural

63
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

profundo (más cercano a lo natural a lo no intervenido) que no consideraban


intervenciones antrópicas tan intensivas y transformadoras del espacio rural.

Retomando la discusión frente a las diferentes acepciones del rural, se recurre a Pillet
(2004), que hace referencia al espacio rural de hoy enmarcado en un análisis de la nueva
realidad, donde la dimensión territorial considera asuntos relacionados con el desarrollo
rural y el proceso de globalización, por lo tanto, requiere la redefinición de conceptos
centrales como el de espacio y una mirada integral desde el enfoque de la geografía física
y desde la geografía humana. Woods (2011) por el contrario, presenta una concepción aún
más generalizada y afirma simplemente que el término “rural” puede ser utilizado para
referirse a aquellas áreas que están por fuera de la ciudad.

Por su parte, Echeverri & Ribero (2002: 24), plantean que “lo rural incorpora una visión
de base económica: oferta de recursos naturales y una definición del proceso histórico:
construcción de la sociedad”. Dicho de otra manera, lo rural en la actualidad tiene
innumerables variables que lo definen como un espacio dinámico, multifuncional,
heterogéneo, distinto al espacio urbano, pero influenciado por él y sus dinámicas
territoriales (socioeconómicas, ambientales, espaciales, culturales, históricas,
demográficas, etc.).

La historia del espacio rural es también la historia de su estructura, ocupación,


transformación, y adaptación. Las sociedades y sus individuos tienen un comportamiento
dinámico y por tanto el espacio rural puede ser sometido a transformaciones constantes
dependiendo de las necesidades de sus habitantes. Es importante reconocer que este
espacio geográfico tiene un estado de equilibrio inestable, cambiante y que se refleja
directamente en la expresión de su paisaje (Molinero, 1990). De esta manera, este paisaje
podrá dar cuenta de las transformaciones espaciotemporales y permitirá complementar los
análisis que se den en torno al espacio rural, incluso en aquellos relacionados con el
abordaje desde la geografía a través del tiempo que también es considerada en esta
investigación.

64
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Es pertinente mencionar que en la literatura temática aún se observan como parte del
análisis, declaraciones sobre la identificación de algunas dificultades para distinguir entre
geografía agraria, geografía agrícola y geografía rural, puesto que en varios de los
documentos se hace referencia a ellas de manera indiferenciada, aspecto con el cual
concuerda el texto de García et al (1995), donde se expresa que es en este tipo de análisis
donde sería apropiado hacer referencia al espacio rural como espacio de análisis, para
evitar confusiones y reconocer que éste espacio abarca también los aspectos agrarios y
agrícolas.

Algunas investigaciones geográficas de la década de los años sesenta, presentan un


enfoque en el que asume las actividades agrícolas como fundamento de la vida rural y,
por lo tanto, el espacio agrícola se considera centro de análisis de la geografía rural
(George, 1963). De acuerdo con este autor, los tópicos principales en los que se
focalizaban los análisis se resumen en el funcionamiento de los sistemas agrarios, su
estructura predial y las actividades económicas realizadas, es decir, los estudios preferían
temas sobre la vida rural y la producción agraria, con una visión desde la geografía
económica y con un enfoque descriptivo e incluido en un paradigma productivista. Lo
anterior demuestra que, en esa época (mediados del S. XX) los estudiosos que abordaban
el tema rural no consideraban la perspectiva ambiental como opción de análisis principal,
estos tópicos apenas se vislumbraban.

En la década de los años setenta, el espacio rural empieza a ser concebido de una manera
distinta y no sólo como un espacio asociado únicamente a la producción agraria. Lo rural
es considerado no solamente desde una óptica descriptiva, sino también bajo enfoque
teórico-cuantitativo, neopositivista y por tanto enmarcado dentro de la geografía teorética.
Se genera entonces un cambio de paradigma del produccionista al postproduccionista, con
una perspectiva claramente espacialista (García et al, 1995).

En la misma década Hugh Clout, elabora análisis del espacio rural desde otra perspectiva,
con un enfoque desde la geografía hacia los asuntos socioeconómicos y en torno a las

65
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

configuraciones espaciales, concentrado básicamente en aspectos como el uso social y


económico del suelo, pero considerando también las transformaciones del espacio rural
como consecuencia de las influencias ejercidas por los procesos de urbanización (Clout,
1976). Así, el autor expone que la geografía rural era vista como la encargada de estudiar
las transformaciones de las áreas de menor densidad poblacional, es decir, aquellas
reconocidas como el “campo”, bajo la óptica socioeconómica de los usos de la tierra y el
incremento de las transformaciones espaciales en estas áreas.

Para la década de los años noventa (S. XX) toman mayor fuerza las dinámicas urbanas y
los procesos de expansión de la urbanización sobre el espacio rural. La geografía comienza
entonces a considerar dentro de los elementos de estudio, aspectos como la creciente y
desmesurada presión de la expansión de la urbanización, la mayor intervención de los
poderes públicos en el ordenamiento territorial rural y la modernización de la agricultura,
siendo este también el comienzo de la participación de los tópicos ambientales, de
recreación y ocio asociados a estos espacios rurales como protagonistas de las
investigaciones geográficas (García et al, 1995; Posada, 1999).

Es entonces, como lo plantea Corboz (2004) en su análisis sobre el territorio como


palimpsesto, cuando la concepción que se tenía anteriormente sobre lo rural como lo
opuesto a lo urbano, comienza a desaparecer a medida que la presencia de la ciudad
empieza a hacerse predominante sobre las áreas rurales, es decir, cuando la urbanización
se expande a lo largo y ancho de los territorios donde se localizan las regiones urbanas.

Por otra parte, los estudios actuales que se generan desde la geografía incluyen
acontecimientos determinantes que son indispensables para la comprensión de los
fenómenos socioespaciales contemporáneos, como por ejemplo el incremento de la
población urbana que supera la población rural. Estas características son variables
determinantes en las dinámicas espaciales y son la evidencia de la vigencia de la influencia
que ejercen las dinámicas globales sobre las áreas rurales y las áreas urbanas.

66
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

En este sentido, el impacto generado por el crecimiento desmesurado de la población


urbana sobre la estructura urbana, especialmente en aquellos territorios que tienen
proximidad entre ciudades de diversas escalas, hace parte de las principales
preocupaciones de las investigaciones científicas durante los últimos años, puesto que este
crecimiento inevitablemente se desborda, trasciende al espacio rural e incluso se desplaza
hacia las zonas urbanas de las ciudades más cercanas, se expresa en un crecimiento
disperso y ocasiona transformaciones socio-espaciales importantes que menoscaban estos
territorios, los mismos que en ocasiones pueden ser más frágiles en términos ambientales
y de usos del suelo rural. En la actualidad, las transformaciones rurales implican
modificaciones espaciales fundamentadas en cambios funcionales, socioeconómicos y
ambientales, que han afectado la vida y la cotidianidad los habitantes rurales.

Asimismo, con la diversificación de las funciones del espacio rural - que en la actualidad
no solo incluye actividades relacionadas con el cultivo de la tierra y la producción pecuaria
- en estos espacios se considera cada vez más la producción de alta intensidad en un rango
relativamente pequeño, concentrado básicamente en los productos básicos. Según el texto
de McCarthy (2007), todo esto ocurre porque los intereses actuales son distintos a los que
se tenían más de tres décadas atrás, pues existen otras exigencias sobre el espacio rural
como las amenidades (p.e silencio, tranquilidad), la prestación de SE (p.e la estética, la
calidad del aire), y la preservación de los paisajes culturales.

Finalmente, luego de este breve recorrido por las diferentes acepciones que le han sido
asignadas a través de la historia a lo rural, se reconocen los innumerables enfoques
investigativos que se pueden tener respecto a los espacios rurales, sus procesos y sus
transformaciones socioespaciales; al respecto, es pertinente mencionar que las
investigaciones geográficas se han venido interesando por el análisis de las
transformaciones ocurridas durante los últimas décadas en los espacios rurales, como
consecuencia de la diversificación de las funciones tradicionales especialmente en
aquellos territorios de carácter metropolitano, complejizando a su vez los espacios
periféricos próximos a las áreas urbanas y transformando las relaciones urbano-rurales.

67
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

En la actualidad, la construcción de ciudad tiene como prioridad un mejor


posicionamiento frente a la explotación de los sistemas locales y globales, por lo que los
sistemas urbanos han mostrado una tendencia marcada hacia el aumento de la complejidad
de su conjunto, lo que en la mayoría de los casos no considera la capacidad de carga de
los territorios y conlleva a la explotación irracional de los recursos naturales. La expansión
urbana va más allá de los límites administrativos, el incremento de la presión inmobiliaria
sobre los recursos naturales es cada vez mayor, el agotamiento de los recursos naturales
es evidente e inevitable.

Las expresiones manifiestas en el espacio rural metropolitano demuestran que


evidentemente la relación que se revela en estos entornos es una relación de dominio,
donde la ciudad somete al campo; a medida que se expanden los procesos urbanos en el
espacio rural, también se incrementa la demanda de suelos urbanizables, de infraestructura
e inevitablemente de bienes y servicios ambientales. También hay que reconocer que la
función residencial es el principal impulsor de estos cambios, que se refleja no sólo en los
cambios de los usos del suelo rural sino en una ocupación inconveniente de zonas que
deberían ser protegidas y conservadas por las funciones que desempeñan en el equilibrio
ambiental de un territorio densamente ocupado como son las áreas metropolitanas, donde
se debe procurar por las buenas condiciones de vida para quienes lo habitan.

De acuerdo con Gray de Cerdá (1987) y considerando el contexto de la evolución urbana


en el que actualmente se encuentran las ciudades, es indiscutible la necesidad de mantener
un equilibrio armónico entre las acciones humanas y la naturaleza, y por lo tanto es
determinante realizar análisis integrales espacio-temporales que permitan identificar bases
seguras para el establecimiento de nuevos asentamientos humanos, de producción agrícola
y/o industrial a través del reconocimiento de las capacidades del medio natural para
admitir nuevas instalaciones (“capacidad portante del medio natural” como lo denomina
la autora) y el desarrollo de nuevas actividades (“aptitud se sitio”). Este análisis permitirá
además caracterizar los asentamientos humanos para identificar sus necesidades locales y

68
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

relacionales, y así anticiparse a las condiciones y programar su adecuado desarrollo,


amigable con el medio natural, en el futuro.

A partir del mantenimiento y mejoramiento de procesos ecológicos esenciales


principalmente provistos por el sistema natural, toda la población metropolitana, actual y
futura, se beneficia incrementando su nivel de bienestar a través de una racionalización y
optimización de recursos naturales y potenciando la sostenibilidad ambiental a diferentes
escalas (local-regional). En este sentido, y con una visión amplia sobre el panorama actual
de los espacios rurales metropolitanos podría considerarse que en la época por la que
atraviesan estos espacios, por la naturaleza de sus procesos, por la velocidad e intensidad
con la que se desarrollan, por las necesidades actuales de quienes habitan estos espacios,
vale la pena reflexionar si se está no ad portas de un nuevo cambio de paradigma del post-
produccionista al conservacionista.

2.4.1 Región urbana y configuración de las nuevas estructuras espaciales de


la periurbanización

La región urbana, es un concepto que ha tomado fuerza a nivel internacional en los análisis
urbano-regionales, pero como consecuencia de la complejidad de su estructura y a pesar
de la importancia de una definición apropiada, cuenta con diversidad de interpretaciones
y no se ha logrado aún establecer una tipología clara, mucho menos una definición
estándar (Kloosterman & Musterd, 2001; Parr, 2004; Haisch & Müller, 2015). Esta
entidad territorial que ha sido de gran utilidad para los estudios espaciales, no tiene
establecida una delimitación político-administrativa precisa, pero es considerada como
una entidad que se delimita a partir de criterios netamente funcionales, principalmente de
carácter económico, social y ambiental, los cuales usualmente sobrepasan los límites
físicos de las ciudades contenidas en esta estructura para conformar distintas redes y que
se reflejan en movimientos migratorios pendulares, habitualmente dentro de la misma
región (Aguilar, 2002; Méndez, 2007; Ávila, 2009; Salvati & Carlucci, 2014).

69
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Una región urbana contiene una alta densidad poblacional, se localiza en espacios con alto
grado de urbanización y obedece principalmente a la desconcentración funcional urbana
y poblacional; este tipo de región se genera como resultado de las interrelaciones socio-
espaciales entre una ciudad centro, otros núcleos urbanos cercanos y el área rural
adyacente, es decir, es producto de una expansión policéntrica donde se crean fuertes
relaciones de interdependencia con su entorno sin implicar una unión física visible
(Aguilar 2002; Delgado, 2003; Parr, 2004; Forman, 2008).

Este fenómeno espacio-funcional inicia con el desplazamiento de población y de


actividades económicas y sociales desde las ciudades más dinámicas (ciudades centrales
o áreas metropolitanas) hacia los lugares más cercanos que no tiene dinámicas territoriales
tan marcadas como las suyas (municipios aledaños o sus periferias). Esta mixtura de
espacios geográficos que se unen funcionalmente en una estructura territorial a través de
diferentes interacciones, flujos y movimientos entre sus distintos componentes, se
desenvuelve en contextos socioeconómicos muy variados, donde coexisten multiplicidad
de usos y actores tradicionales y modernos (Aguilar 2002; Delgado, 2003; Forman, 2008).

En la actualidad en las regiones urbanas se configuran nuevas estructuras espaciales que


son dinamizadas por los procesos de periurbanización y la emergencia de nuevos espacios
de alcance regional, como en el caso del área de estudio de esta investigación, una región
urbana que ha sido configurada a partir de dos regiones metropolitanas altamente
dinámicas (Santiago y Valparaíso), con fuertes vínculos funcionales, que han tenido
manifestaciones espaciales a una escala mayor (regional) y un efecto significativo en las
transformaciones del periurbano metropolitano.

Así, en este proceso se van anexando a la vida urbana nuevos territorios anteriormente
asociados al espacio rural, ahora parte del periurbano metropolitano, al mismo tiempo que
se van disipando los antiguos y demarcados límites urbano-rurales y articulándose
funcionalmente a otros centros poblados cercanos, extendiendo aún más los procesos de
crecimiento urbano hacia las periferias de la región urbana (De Mattos, 1999).

70
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

2.4.2 Espacios emergentes en regiones urbanas: del rural al periurbano


metropolitano

Cada vez más se reafirman la necesidad de conocer y estudiar a profundidad los cambios
que se han venido generando en la forma urbana en las ciudades metropolitanas y por lo
tanto en sus periferias como consecuencia de los ya mencionados avances tecnológicos,
las telecomunicaciones, los sistemas productivos y su organización espacial, etc., es decir,
es ineludible reflexionar sobre las consecuencias que han generado las fuerzas de la
globalización de la economía, diferentes estudios así lo confirman (Sassen, 2007; Méndez,
2007; Perez & Salinas, 2007).

Durante las últimas décadas las discusiones en torno a lo rural y sus problemáticas se han
ido fortaleciendo, lo cual se puede confirmar a través de las diferentes publicaciones que
se han dedicado a analizarlas (p.e Ávila, 1999; Pérez 2001; Araújo, 2002; Camarena et
al., 2003; Pérez, 2004; Trpin, 2005; Saud, 2008; García & Quintero, 2009; Kay, 2009).
Estas discusiones han dejado abierto el debate para profundizar en el estudio del espacio
rural contemporáneo, principalmente con relación a la complejidad adquirida a partir de
las transformaciones socioespaciales, producto del rápido y desmesurado crecimiento
poblacional y de la consecuente expansión urbana.

Los desafíos geográficos en materia de ruralidad se concentran en la comprensión de los


fenómenos espaciales, planificación y gestión territorial del espacio rural contemporáneo,
a partir del estudio de los procesos actuales de transformación socio-espacial
metropolitana que han sido descritos a través de diferentes conceptos (p.e
periurbanización, rururbanización o rurbanización, urbanización del campo).

Es pertinente además de profundizar en la concepción apropiada de estos espacios


emergentes que han sido nombrados de diferentes formas y de los cuales no se ha tiene
consenso conceptual claro (p.e interfaz urbano-rural, exurbano, continium urbano-rural,
periurbano), reflexionar sobre las dificultades actuales para reorientar la periurbanización

71
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

en contextos metropolitanos, las causas y los efectos ambientales de sus transformaciones,


dinámicas y tendencias espaciales, mecanismos de acción y control.

Desde la perspectiva de Salazar (2010), son tres los enfoques principales desde los que se
procura definir y caracterizar el espacio periurbano: el enfoque clásico (morfológico y
funcional), en enfoque social (formas residenciales y clases sociales) y el enfoque de las
interacciones funcionales urbano-rurales. Estos enfoques se identifican en diferentes
autores han desarrollado propuestas para definir el periurbano.

Al respecto y bajo el contexto de las grandes ciudades mexicanas, Aguilar & Escamilla
(2009) mencionan que los espacios periurbanos metropolitanos son considerados como
áreas de importantes cambios socio-ambientales y económicos, así como espacios
fuertemente presionados y con constantes transformaciones en el uso del suelo; a pesar de
ello, se reconoce la falta de atención para ocuparse de los resultados provenientes de las
interacciones entre lo urbano y lo rural, donde se observa un patrón de dispersión que no
restringe bajo ningún criterio la expansión urbana sobre las periferias metropolitanas, que
a su vez incentiva la fragmentación predial de la tierra y que podría ser considerado poco
sustentable, por su alto consumo del suelo y la transformación o desaparición de áreas
naturales.

Por su parte, Salazar (2010) analiza las transformaciones socio-territoriales de la ciudad


metropolitana con base en lo ocurrido en Santiago de Chile y reconoce que, como
consecuencia de la confluencia de diferentes factores de cambio, asociados al contexto de
globalización de la economía sobre los territorios metropolitanos, estos espacios se han
transformado de manera radical durante las últimas décadas, tanto en sus aspectos físicos,
socioeconómicos, como ambientales y morfológicos. Estas transformaciones han
modificado la estructura territorial tradicionalmente dominada por una matriz rural con
presencia de algunas islas urbanas para convertirla en una matriz predominantemente
urbana con presencia de algunos fragmentos rurales (Naredo, 2006).

72
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Estas trasformaciones también han traído consigo modificaciones importantes sobre la


antigua visión dicotómica sobre el espacio rural y el espacio urbano, que además se
concebía con una frontera claramente establecida e identificable entre ambos espacios,
donde lo rural estaba directamente asociado a lo anticuado, lo atrasado, lo arcaico y que
consideraba modos de vida completamente opuestos entre la ciudad y el campo (Aguilar
& Escamilla, 2009; Agudelo, 2012).

Por otra parte, el espacio rural asociado a las áreas metropolitanas ha sido concebido,
considerado y valorado en función del espacio urbano, es decir, apreciado de acuerdo con
los diferentes servicios, actuales o potenciales que le brinda a la población, cumpliendo
funciones de suelo de expansión para la urbanización, de recreación o incluso de
mitigación ante los efectos adversos que se han generado por cambio climático durante
los últimos años (Moltó & Hernández, 2004). En este sentido, el incremento paulatino en
el desarrollo de actividades distintas a la producción agrícola en el espacio rural
metropolitano conduce a una valorización diferente a la tradicional de estas áreas rurales,
más aún de las áreas naturales y por lo tanto requiere de un análisis profundo que considere
esta nueva concepción.

Desde el enfoque medioambiental, los procesos de expansión física de la urbanización son


comúnmente desaprobados, por los diferentes efectos que puede generar sobre el sistema
natural y la estructura predial en los contextos metropolitanos, pero también se han
reconocido algunas contribuciones positivas principalmente respecto al mejoramiento de
la calidad de vida de quienes habitan allí (p.e mejor infraestructura y equipamientos,
proximidad a la ciudad central, mayor número de empleos) (Dávila; 2002).

En cuanto a las investigaciones que abordan esta temática, se identifican avances


importantes en este campo, pues existen estudios desde diferentes perspectivas y
disciplinas que se han concentrado en analizar la complejidad de las transformaciones del
espacio rural periurbano, incluyendo las relaciones urbano-rurales, en entornos
metropolitanos (p.e Dávila 2002; Galindo & Delgado 2006; Buxon & Choy, 2007;

73
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Aguilar, 2008); sin embargo, se reconoce la tendencia de las investigaciones hacia el


estudio de la forma y las estructuras urbanas metropolitanas.

Buxon & Choy (2007), por ejemplo, estudian las implicaciones de los cambios en el
periurbano para las políticas de uso de la tierra en Australia, a partir de un análisis espacial
que refleja un patrón de subdivisión desordenado, reflejando la aprobación histórica de
esta tendencia a fragmentar la propiedad de la tierra y reconociendo que la falta de
planificación integrada pone en riesgo el futuro de las zonas peri-urbanas. Sereno &
Santarelli (2012), por su parte, presentan un análisis sobre lo que ellas definen como el
borde externo del periurbano (Rururbano) en Bahía Blanca, en Argentina, como un
espacio sometido al crecimiento urbano y por lo tanto expuesto a transformaciones que
vulnerabilidad y ponen en riesgo la población que allí habita.

América Latina es un caso particularmente complejo e interesante de analizar en cuanto a


los procesos de expansión urbana, no sólo por su rápido crecimiento poblacional y su
geografía, sino por la velocidad de transformación de su territorio, la riqueza natural y
gran biodiversidad que existe en este continente.

En relación con la expansión de la urbanización en América Latina, el continente con


mayor grado de urbanización según el planteamiento de Geraiges (1996), quien reúne
acontecimientos del proceso de la urbanización y metropolización en Iberoamérica hasta
el siglo XXI, se menciona que es en los años 50 dónde se presenta el mayor crecimiento
de las áreas metropolitanas como resultado en la preferencia por habitar en las metrópolis
y las ciudades medias; reconoce además los años 60 como una década de importantes
cambios en la estructura urbana metropolitana y por supuesto, en la urbanización donde
la fragmentación predial de las áreas suburbanas se incrementó como resultado de la
llegada de los habitantes urbanos a la periferia y finalmente resalta los años 80 como la
década con un incremento considerable en su población urbana que llega a estar entre el
70 y el 80% en el continente latinoamericano, donde a partir de la dispersión espacial se

74
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

genera un cambio en las investigaciones temáticas, pues los análisis se abordan desde una
perspectiva centro-periferia y no desde la argumentación tradicional de lo urbano-rural.

Por otro lado, Montoya (2004), hace un análisis de los sistemas urbanos en América
Latina, donde estudia las ciudades de este continente bajo el contexto de la globalización
y considerando el carácter cambiante de los sistemas urbanos, las jerarquías, funciones
diversas y nuevas relaciones sociales que ha ido adquiriendo con la complejidad los
procesos de globalización y reestructuración económica regional. El autor retoma las
ciudades latinoamericanas como ciudades donde el sistema urbano predomina, gracias a
que durante el siglo XX las tasas de industrialización y urbanización fueron incentivadas
por la transformación agraria y urbana, donde las actividades agroproductivas fueron
incapaces de competir con la tecnificación agraria y con la importación de alimentos.

Los diferentes conceptos que se derivan a partir de las discusiones académicas sobre las
transformaciones espaciales que han ocurrido en estos entornos durante las últimas
décadas, surgen principalmente en los años 70. Frente a estas derivaciones conceptuales
y a partir del estudio de las dinámicas urbano-rurales de espacios periurbanos para Ciudad
de México, Galindo & Delgado (2006) platean que los conceptos tradicionales originados
desde diferentes disciplinas interesadas por analizar estos fenómenos, son insuficientes
para estudiar la complejidad de estos nuevos espacios complejos que se han conformado,
aunque se reconoce que aún hoy éstos se consideran válidos y siguen siendo incluidos en
las investigaciones y publicaciones científicas actuales.

Los procesos socio-territoriales que ocurren en las áreas metropolitanas ya no son los
mismos de antes, y por lo tanto las formas y estructuras espaciales resultantes tampoco lo
son. Las ciudades en sus tendencias de crecimiento y expansión física ocupan áreas
deshabitadas, de muy bajo o incluso ningún valor productivo, pero también incorporan
terrenos localizados en zonas de producción agrícola o algunas veces incluyen áreas
naturales en cercanías o incluso dentro de zonas destinadas para la conservación. Este
proceso transformador entraña una serie de cambios profundos e importantes en el espacio

75
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

periurbano metropolitano (Ávila, 2009). A este respecto se han desarrollado diferentes


investigaciones que abordan estas discusiones conceptuales sobre las transformaciones
rurales, periurbanas y sus temáticas relacionadas (p.e Posada, 1999; Dutta, 2008; Woods,
2009).

Es importante incorporar en esta reflexión, las diferentes maneras en que se conciben los
procesos socio-territoriales y los cambios presentes en el espacio rural, especialmente en
los entornos de las regiones urbanas, los cuales han sido reconocidos como determinantes
para catalogar las transformaciones del espacio rural en contextos metropolitanos. En
cuanto a esto, Aguilar & Escamilla (2009) reconocen al periurbano como parte integral de
la estructura urbana y en torno a ello discuten sobre la importancia que ha adquirido las
problemáticas asociadas a la expansión física de la urbanización13 para las investigaciones
científicas interesadas en analizar las grandes ciudades mexicanas, señalando la necesidad
de atender estas problemáticas y sus tendencias, de tal manera que se puedan predecir las
implicaciones futuras de estas trasformaciones y su rol para alcanzar el desarrollo
sustentable de las ciudades.

Ávila (2009) en su análisis sobre la periurbanización y el espacio rural en las periferias de


las urbes también en México, se refiere el momento en que los investigadores evidencian
estas transformaciones, sus expresiones espaciales y las dificultades para seguir
desarrollando sus investigaciones a partir de la dicotomía urbano-rural, menciona además
que en es ahí cuando aparece el concepto periurbano, definido como:

“ Inicialmente se retoma el concepto utilizado en la literatura francesa. Se refiere a


la extensión continua de la ciudad y a la absorción paulatina de los espacios rurales
que le rodean; se trata del ámbito de difusión urbano-rural e incluso rural, donde se

13
Dentro de las problemáticas que abordan estos autores están los requerimientos de vivienda y la escasez
de suelo disponible para urbanización planificada, la provisión de servicios públicos domiciliarios, la
escasez del agua, el detrimento del entorno natural u su gobernabilidad, el incremento de la pobreza pues en
algunos casos las áreas periféricas están asociadas a la ocupación de personas con escasos recursos
económicos (Aguilar & Escamilla, 2009).

76
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

desarrollan prácticas económicas y sociales ligadas a la dinámica de las ciudades.


El elemento central en cuanto a la existencia del fenómeno lo constituyen las
relaciones que se establecen por la cercanía y proximidad con el entorno urbano”
Ávila (2009: 98).

Otros autores como Buxton & Choy (2007) afirman que el periurbano es un espacio
heterogéneo, con diferentes rasgos y dinámicas, y que ésta puede ser definido a partir
de tres zonas la zona metropolitana en su frontera interior, una zona rural en su límite
exterior, o como la tierra en el medio. En general los autores coinciden que es un
espacio difícil de definir, por su dinamismo y complejidad que dependerá de las
características particulares de cada espacio geográfico donde se localice.

Dutta (2012) por ejemplo, realiza una evaluación espaciotemporal sobre los patrones
de la dinámica usos de la tierra y las características del crecimiento de urbano y peri
urbano en Lucknow, India, donde resalta la carencia de una definición clara para el
periurbano aunque reconoce las dificultades al respecto, ya que el crecimiento urbano
es situacional y específico; el autor se refiere a este espacio como la “zona de transición
entre la periferia de una ciudad expandida y su entorno rural inmediatamente
adyacente. Situada entre la ciudad y las áreas inmediatamente adyacentes a la zona
urbana” (Dutta, 2012: 279).

Para Ravetz et al. (2013), el periurbano es “la zona de transición de la estructura urbana
en el paisaje rural, de esta forma puede ser un territorio importante en términos de área,
que puede ser visto en un contexto mucho más amplio de transición entre áreas
densamente urbanas y su entorno rural, todo esto en el contexto de una gran ciudad o
de una región urbano-rural” (Ravetz et al., 2013: 14).

Con lo expuesto anteriormente se reconoce la volatilidad y complejidad de establecer


una definición común del concepto periurbano, que corresponde con la naturaleza
cambiante y la permanente reconfiguración de este objeto de estudio, pero también se
identifica la existencia de elementos comunes en estas definiciones referidos

77
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

principalmente a la convivencia de los componentes urbanos y rurales en un mismo


espacio. Las dinámicas actuales del periurbano dejan claro que hoy se está en presencia
de nuevos espacios geográficos, nuevos procesos espaciales y por lo tanto nuevas
necesidades, los cuales reclaman ser comprendidos para aportar conceptual y
metodológicamente a la planificación y gestión de estos espacios.

Las nuevas estructuras que se expresan en los espacios periurbanos de carácter


metropolitanos como resultado del proceso de expansión de la urbanización modifican no
solo los usos del suelo rural, sino también las áreas naturales localizadas en la periferia,
las relaciones urbano-rurales y las formas de integración territorial, además de las
habituales actividades productivas y la economía tradicional campesina (Agudelo, 2012).

Las investigaciones en materia de ruralidad reconocen que, a pesar de la preocupación


constante por la susceptibilidad de las áreas naturales de valor ambiental y su importancia
para el funcionamiento urbano-regional y también para el logro de la sustentabilidad del
paisaje en regiones urbanas, se ha desatendido la relación sociedad-naturaleza y con ello
el manejo de los recursos naturales, la conservación de la biodiversidad y el
aprovisionamiento de los SE que se generan desde las periferias metropolitanas.

Finalmente, los argumentos que han sido expuestos en esta reflexión dejan ver la
conveniencia y urgencia de profundizar en el análisis de los espacios periurbanos
metropolitanos contemporáneos a través del estudio de sus dinámicas, tendencias,
conflictos y procesos más relevantes, partiendo de la base de la concepción de lo rural y
su evolución en la geografía, además considerando las particularidades geográficas de
cada región urbana.

78
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

1.8 LA SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE. DESDE LA ECOLOGÍA DEL


PAISAJE, ¿UN ENFOQUE PARA EL ESTUDIO DEL PERIURBANO
METROPOLITANO?

El paisaje en la geografía ha sido estudiado desde hace varias décadas (Troll, 2003).
Existen diferentes enfoques, escuelas, métodos y concepciones sobre el significado del
paisaje, y no todos coinciden entre sí; sin embargo, no será menester de esta investigación
profundizar en ellos, pues desborda el alcance propuesto. No obstante, es importante
mencionar que este análisis se centra en la concepción del paisaje desde las interacciones
entre los ecosistemas y las actividades humanas, es decir, retoma los planteamientos de la
ecología del paisaje para justificar la importancia y aplicabilidad de uno de los conceptos
abordado con más adelante: la sustentabilidad del paisaje.

Un buen inicio para esta reflexión es abordar el paisaje desde la concepción de Carl Troll,
uno de los estudiosos más importantes de este concepto, quien hizo aportes considerables
al estudio del paisaje desde la geografía. Troll introdujo el concepto de paisaje por primera
vez en 1937, relacionándolo con las aerofotografías y su interpretación científica. Troll
(2003) aseguró que la ecología y el paisaje estaban siempre relacionados con el ser
humano y su entorno, pues era este precisamente este quien lo transformaba de lo natural
a lo cultural como resultado principalmente de sus necesidades económicas y culturales.

Por otro lado, Burel & Baudry (2002), quienes plantean el paisaje como un sistema
dinámico que requiere de una ubicación espacial, necesario para comprender su
funcionamiento y el papel de los procesos, funciones y SE a esta escala. Estos autores
plantean el concepto del paisaje como “un nivel de organización de los sistemas
ecológicos superior al ecosistema, que se caracteriza esencialmente por su heterogeneidad
y por su dinámica, controlada en gran parte por las actividades humanas” (Burel y Baudry,
2002: 43). Esta concepción deja ver la relevancia que han adquirido las diferentes
expresiones de diálogo entre la sociedad humana y su entorno natural, que han aprendido

79
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

a reaccionar frente a las modificaciones de su entorno y a la vez han empezado a


preocuparse por lo que estas modificaciones pueden significar a largo plazo.

La concepción del paisaje desde la ecología ha permitido visualizar la importancia de los


flujos y movimientos que la naturaleza genera en un espacio geográfico. Las diferentes
transformaciones que se generan en espacios tan dinámicos como una región urbana,
resaltan la importancia de los flujos de la naturaleza a lo largo de su territorio, que a
medida que se complejizan los espacios, se expanden los asentamientos, se trasladan las
actividades, se modifican la biodiversidad y la calidad ecológica de un lugar, se despiertan
intereses por conseguir la sustentabilidad de estos paisajes (Forman, 2004).

Por último, esta investigación considera principalmente la definición establecida por Wu


(2013) donde conceptualiza al paisaje como “un sistema humano-medio ambiente
espacialmente heterogéneo, desde la perspectiva de sustentabilidad y con un enfoque en
los nexos entre los servicios ecosistémicos y el bienestar humano” (Wu 2013: p 1013).
Así, el paisaje es concebido como una categoría analítica y metodológica que permite
entender el funcionamiento de los espacios periurbanos metropolitanos y los SE que se
comprometen en los procesos de transformación espacial.

A continuación, se abordan las principales discusiones que se han generado en torno a dos
de los conceptos centrales de este trabajo. Reconocer las diferentes visiones y enfoques
bajo los cuales se ha desarrollado el concepto de sustentabilidad del paisaje y la relevancia
que ha adquirido durante los últimos años los SE, contribuye a la reflexión que contiene
esta investigación.

2.5.1 De la sustentabilidad tradicional a la sustentabilidad del paisaje: ¿el


balance entre las necesidades humanas y la integridad ambiental?

Para iniciar esta reflexión se recurre a la aproximación conceptual de sustentabilidad,


tomando como punto de partida una discusión que actualmente pareciera superada;
aquella respecto a la manera correcta de nombrar este concepto, pues se han generado

80
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

planteamientos que cuestionan la utilización adecuada en la investigación científica,


refiriéndose a sustentabilidad o sostenibilidad que, sin entrar en una discusión semántica
profunda, podría atribuirse a un problema simple de traducción, ya que esta es una
diferenciación que solo se ha generado en el castellano (Paniagua & Moyano, 1998;
Rodríguez, 2013).

Con respecto al contenido conceptual, al revisar investigaciones originalmente escritas en


inglés puede verse que coinciden cuando estudian asuntos relacionados con la satisfacción
de las necesidades de la sociedad humana en el presente sin comprometer las de las
generaciones futuras, pues éstas aluden únicamente y de manera directa al concepto
“sustainability” (Gisbson, 2006; Wu, 2010; Cavender-Bares et al., 2015; González-
Esquivel et al., 2015).

Pero, ¿de dónde viene este concepto? Es a finales de la década de los 70 cuando aparece
el concepto de desarrollo sostenible definido por la Comisión de las Naciones Unidas
sobre Medio Ambiente y Desarrollo como “el desarrollo que satisface las necesidades del
presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las
propias” (WCED, 1987). Este concepto ha sido concebido como uno de los más ambiguos
y debatidos en la literatura, y por lo tanto cuenta con numerosos enfoques y definiciones
que coinciden principalmente en la necesidad de integrar los intereses desarrollo
económico con los intereses ecológicos (Riechmann, 1995; Ravetz, 2000; Gallopín, 2003;
Torres-Carral, 2011; Wu, 2014).

Al respecto hay diferentes posturas. Autores como Paniagua & Moyano (1998) evitan
abordar a profundidad esta discusión y hacen la aclaración desde el inicio de su
planteamiento aludiendo a la común utilización de estos conceptos de manera indistinta
como resultado de su traducción del inglés al español, incluso se refieren a que la
utilización más común del concepto depende de si se utiliza en América Latina (desarrollo
sustentable) o en España (desarrollo sostenible); estos autores solucionan esta posible

81
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

confusión conceptual clarificando que para su trabajo utilizan ambos conceptos,


dependiendo si es adjetivo (sostenible) o sustantivo (sustentable).

Otros autores como Henríquez (2014), han acudido al diccionario RAE para justificar la
utilización de uno u otro concepto, aludiendo que frente a las definiciones de sustentable
o sostenible (sostener o sustentar), no se hace ninguna diferenciación en su utilización y
por el contrario, los trata a modo de sinónimos. Cortés & Peña (2015) retoman los
argumentos descritos anteriormente, pero además entran con mayor detalle en la discusión
sobre desarrollo sustentable con el objetivo de promover un modelo para los tomadores
de decisión y el diseño de políticas de gestión.

Así, para efectos de esta investigación se da por superada la discusión frente a la


utilización apropiada del concepto, y se acoge a la generalidad pues se observa que los
trabajos más recientes en este ámbito utilizan una noción sobre sustentabilidad (p.e
Aguilar & Escamilla, 2009; Arias & Ávila, 2013; Duquino-Rojas, 2018) por lo cual, en
adelante esta investigación hace referencia a ese concepto.

Por otra parte, la sustentabilidad se ha venido utilizando con mayor frecuencia en las
investigaciones, como consecuencia de los cambios observados en las áreas naturales que
han sido transformadas por las actividades antrópicas y que de alguna manera son el
reflejo de las necesidades socioeconómicas de sus habitantes (Van den Bergh &
Verbruggen, 1999; Antrop, 2006; Mancinelli et al., 2018). Bajo este contexto, toma valor
la afirmación de Wu (2013) sobre lo imprescindible que es la consideración de este
concepto en condiciones como las actuales, dónde los problemas ambientales apremian y
son tan relevantes como la pérdida de la biodiversidad o la degradación de ecosistemas,
entonces “la sustentabilidad o el desarrollo sustentable es necesario, no es una opción”
(2013: 1000).

De otro lado, frente a la sustentabilidad se han planteado diferentes debates, donde se


consideran las dificultades del concepto para su aplicación práctica, principalmente como
consecuencia de la generalidad de su concepción; es así como se han originado otros

82
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

conceptos más específicos que buscan hacer operativo el de sustentabilidad , por ejemplo
el capital social y el capital natural, tal y como lo menciona Antrop (2006), en su análisis
sobre las variaciones conceptuales del paisaje y sus trasformaciones tendenciales para
evaluar su sustentabilidad futura.

Al respecto, Henríquez (2014), plantea de manera sintética los elementos comunes que
pueden ser identificados en algunas de las definiciones que han sido elaboradas para el
desarrollo sustentable y que facilitan su aplicación teórico-práctica: “horizonte temporal,
preferencias de las generaciones futuras, necesidades básicas por satisfacer y equidad intra
e intergeneracional y entre naciones” (Henríquez, 2014: 49).

Por otra parte, la preocupación por la sustentabilidad de grandes áreas urbanas ha tomado
mayor fuerza en las discusiones académicas que se desarrollan sobre el crecimiento de las
ciudades y la urbanización sustentable, desde sus inicios en la última década del siglo XX
y la primera del siglo XXI (Wheeler, 2000; Arias & Ávila, 2013; Cavender-Bares et al.,
2015). Se ha dicho que, en los países en desarrollo, el alcance de la sustentabilidad en el
proceso de expansión de la urbanización presenta mayores dificultades 14, y se expresa
principalmente en los cambios en los usos del suelo, que a la vez genera transformaciones
en su cobertura terrestre y consecuentemente en la prestación de los SE, transformaciones
que tienen mayor significado bajo el contexto del cambio climático, sobre todo para las
regiones urbanas (Aguilar & Escamilla, 2009).

Siguiendo la idea de que no es posible hablar de sustentabilidad en abstracto y que por lo


tanto se necesita un sistema de referencia, Riechmann (1995) plantea una discusión en la
que busca la clarificación conceptual de la sustentabilidad ecológica, proponiendo la
necesidad de recuperar el contenido ecológico que ha perdido el concepto de desarrollo

14
Haciendo referencia a las limitaciones socio-económicas de la población y las políticas públicas ineficaces
que no ejercen control sobre el tipo de espacio urbano que se desarrolla y que incluso podrían considerarse
como motivadoras del crecimiento disperso y desmedido en los espacios periurbanos, que en ocasiones
significa la ocupación de áreas de valor ambiental con asentamientos informales en las grandes ciudades
metropolitanas (Cohen, 2006; Aguilar & Escamilla, 2009).

83
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

sustentable, lo que ha sido causado principalmente por la interpretación productivista del


mundo industrial capitalista en su afán por dar continuidad al crecimiento económico.

En este sentido, desde la perspectiva del paisaje15 el concepto de sustentabilidad puede ser
interpretado de dos maneras, aquella referida a la conservación de determinadas tipologías
de paisajes (p.e cultural, rural, tradicional, natural, contemporáneo) o a sus valores
ecológicos implícitos (cualidades de restos de paisaje natural, por ejemplo) (Antrop,
2006). La otra forma de interpretar este concepto es aquella que se refiere a la
sustentabilidad como principio fundamental del futuro de los paisajes, es decir para la
planificación y gestión del paisaje rural, sobre todo en el contexto de la globalización y la
expansión del proceso de urbanización, donde la conservación de la naturaleza se ha
convertido en elemento central (Antrop, 2006). Esta es una de las definiciones cercanas al
concepto de sustentabilidad del paisaje que es abordado en esta reflexión y que se presenta
a continuación.

Otros autores (p.e Haines-Young, 2000; Turner et al., 2013; Wu, 2013; Supriatna et al.,
2016), se han acercado más a la perspectiva ecológica de la sustentabilidad, interesándose
por investigar y conceptualizar la sustentabilidad del paisaje. Esta investigación se basa
en la propuesta de Wu (2013), quien reconoce el incremento de la popularidad del
concepto de sustentabilidad durante las últimas décadas y la concibe como el balance entre
las necesidades de la sociedad humana y la integridad ambiental.

Wu (2013) define entonces la sustentabilidad del paisaje como un “la capacidad del
paisaje para proveer de forma sistemática servicios ecosistémicos a largo plazo,
específicos del paisaje, esenciales para mantener y mejorar el bienestar humano en un
contexto regional y a pesar de los cambios ambientales y socioculturales” (Wu, 2013:
1013). Es este un concepto multiescalar, que tiene como objetivo final la satisfacción de

15
Aquí se anota que esta visión pensada para unidades del paisaje es relevante, para esta investigación por
la escala de ejecución que se plantea llevar a cabo el desarrollo metodológico, pues los análisis planificados
son desarrollados desde una perspectiva multiescalar (regional y local).

84
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

las necesidades básicas del ser humano, pero además considera necesario el mejoramiento
de la capacidad de recuperación del paisaje (resiliencia) y la reducción de la vulnerabilidad
de este; en todo esto el patrón espacial es determinante. Es esta la conceptualización bajo
la cual se generan los análisis de esta investigación, pues se adecúa y da herramientas para
abordar los objetivos que guían el desarrollo de esta reflexión.

2.5.2 Servicios Ecosistémicos: sobre su definición, principales enfoques y


debates investigativos

Gran parte de las iniciativas para la conservación de la biodiversidad consideraban como


razón primordial de protección las características propias de las áreas naturales (Martín-
López et al., 2007), surgiendo así marcos legales de conservación de especies, tales como
las Listas Rojas a nivel internacional (Unión Mundial para la Naturaleza - IUCN). Durante
los últimos años argumentos más prácticos o instrumentales y que toman en cuenta la
contribución de los ecosistemas a la calidad de vida y al bienestar de las sociedades
humanas como el valor científico, estético y recreativo, educativo, o de uso directo (p.e
alimento, agua potable) empezaron a ser más considerados (MEA, 2005; Martín-López et
al., 2007). De esta manera, reconocer que los ecosistemas naturales y su mantenimiento
son fundamentales para mantener la vida humana ha conducido al tradicional conflicto
dialéctico - que ha sido fundamental en los foros económicos y políticos- la “conservación
frente a desarrollo”, para ser sustituido por el paradigma de “conservación para el
bienestar humano” (Folke, 2006).

Tradicionalmente en las publicaciones científicas era común el uso de los conceptos de


bienes y servicios, donde los bienes se asociaban a los productos finales, y los servicios a
los beneficios intangibles (Nicholson et al., 2009). Actualmente se reconoce que esta
distinción entre bienes y servicios promovía una gestión sectorial a partir de la
maximización de los bienes, que tendrían reflejo en el mercado. Por el contrario, adoptar
el concepto de SE en las investigaciones actuales reemplaza la consideración del bosque

85
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

(p.e), como recurso, para considerarlo parte del capital natural, capaz de suministrar un
flujo variado de servicios más allá del recurso (Martín-López et al., 2009).

Millennium Ecosystem Assessment (MEA, 2005) define los servicios ecosistémicos (SE)
de manera híbrida, es decir, uniendo criterios ecológicos y económicos, como aquellos
beneficios que el ser humano obtiene de los ecosistemas. De acuerdo con esta concepción,
si el ser humano no recibiera beneficio alguno de ellos, éstos dejarían de ser considerados
“servicios”; esto soporta la idea expresada por actores de la comunidad científica o fuera
de ella, quienes señalan como argumento para la conservación de áreas naturales la
existencia de funciones ecosistémicas y SE.

Durante los últimos años se han incrementado progresivamente las publicaciones que
analizan los beneficios de los ecosistemas sobre las sociedades aludiendo al concepto de
SE (Martín-López et al., 2009; Carpenter et al., 2009; Vejre et al., 2010; Chan et al., 2012;
Reyers et al., 2013). En este desarrollo teórico no existe una sola manera de definir y
analizar los SE, pero es posible reconocer autores más cercanos a la ecología y otros que
se inclinan hacia la economía (p.e Costanza et al., 1997; Balvanera et al., 2006; Gómez-
Baggethun et al., 2010; Chan et al., 2012).

Los SE se han investigado a través de diferentes metodologías que involucran mediciones


de campo, consulta a expertos o encuestas con representantes de la comunidad, ya sea para
cumplir con objetivos de cuantificación, evaluación o mapeo (p.e Troy & Wilson., 2006;
Fisher et al., 2009; Koschke et al., 2012; Frank et al., 2014; Van Berkel & Verburg, 2014;).

Dentro de estas investigaciones la evaluación de la oferta y la demanda y la modelización


de los SE son los enfoques comunes (p.e Nelson et al., 2009; Nedkov & Burkard, 2012;
Fürst et al., 2013; Logsdon & Chaubey, 2013; Villamagna et al., 2013; Burkhard et al.,
2014; Vigl et al., 2017).

Con la intención de demostrar la relevancia de incorporar los SE en la toma de decisiones,


se ha incrementado el desarrollo de investigaciones que buscan mejorar las técnicas

86
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

asociadas a la evaluación y cartografía de los mismos (p.e Crossman et al., 2013; Frank
et al., 2014; Wolf et al., 2015). Esto posiciona a los SE como el marco conceptual con
mayor potencial para promover el diálogo y los acuerdos entre ciencia, política y sociedad
en la búsqueda de soluciones a los problemas socioambientales contemporáneos,
considerándolos como parte importante de las herramientas que se deben incluir en los
procesos de planificación territorial y gestión ambiental (Balvanera & Cotler, 2007; Daily,
2009; Nelson et al., 2009; Barral & Maceira, 2012; Logsdon & Chaubey, 2013;
Langemeyer et al., 2016; Rusch et al., 2017). Estas contribuciones científicas han
avanzado en demostrar la relevancia de esta incorporación, sin embargo, es importante
considerar aspectos como los que plantea Jacobs et al., (2015) que plantean que para que
esta herramienta “sea incorporada de manera efectiva en la toma de decisiones debe ser
aplicada de manera creíble, replicable, escalable y sostenible” (Jacobs et al., 2015: 22).

Para complementar este análisis sobre SE es indispensable traer a esta reflexión las
transformaciones socio-territoriales que se mencionaron a lo largo del documento, pues
estas son fundamentales y tienen relación directa con el funcionamiento y conservación
de los ecosistemas naturales y por lo tanto los SE asociados a ellos, relación que cobra
valor en espacios altamente dinámicos como los metropolitanos.

Las dinámicas que se dan en las áreas urbanas acentúan los procesos territoriales de
regiones urbanas y conducen a una expansión urbana desenfrenada, dispersa, de baja
densidad y poco o nada regulada sobre áreas críticas, que además implica el incremento
de la presión inmobiliaria sobre los recursos naturales – que incluye la visión del sector
inmobiliario sobre la naturaleza como un bien de consumo- (Hidalgo et al., 2016a), la
explotación de minerales y combustibles fósiles, entre otras actividades que pone en una
evidente situación de vulnerabilidad y desventaja a aquellas áreas que constituyen el
soporte natural de las regiones urbanas, es decir, aquellos ecosistemas naturales que son
principales proveedores de SE para la sociedad (Aguilar, 2008).

87
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Una mayor dispersión urbana sobre los espacios rurales regionales aunada a la alta
demanda de suelos para la urbanización y a la generación de nueva infraestructura,
convierten a la expansión de la urbanización en uno de los principales impulsores de las
transformaciones del paisaje rural y ratifican una vez más la relación de dominio campo-
ciudad manifestada en las regiones urbanas (Metzger et al., 2006; Eigenbrod et al., 2011;).
Lo anterior, forzosamente intensifica los requerimientos de SE para la sociedad humana
que habita en estos espacios, una condición que enfatiza la importancia de estos elementos
si se considera la presión adicional generada por actual contexto del cambio climático
global, donde las interacciones sociedad-naturaleza son definitivas (Mooney et al., 2009;
Huang et al., 2011).

Al respeto, en el texto de Lara et al. (2013) los autores manifiestan que las consecuencias
ambientales generadas por la pérdida progresiva de los ecosistemas naturales y sus SE,
son resultado de las dinámicas y del desarrollo económico de los territorios, y por ende
son costos ambientales que pueden ser compensados. A partir de esta afirmación, se
reconoce desafíos en torno a los ecosistemas naturales y la evaluación de los SE,
especialmente de aquellos SE que se localizan en áreas críticas como el periurbano
metropolitano (Vejre et al., 2010; Huang et al., 2011).

Bajo el panorama actual de la expansión de la urbanización sobre áreas críticas y la


evidente necesidad de procurar el aprovisionamiento de SE para el funcionamiento
metropolitano, además de satisfacer las necesidades esenciales de la vida humana, se han
incrementado los esfuerzos por identificar, cuantificar y valorar los SE, para establecer la
capacidad que tienen los ecosistemas naturales de soportar los requerimientos ambientales
mínimos del ser humano y elaborar políticas públicas territoriales estos resultados en los
procesos de toma de decisiones para la ordenación y gestión sustentable del territorio
(Balvanera & Cotler, 2007; Laterra, 2011; Frank et al., 2014).

Retomando la visión antropocéntrica planteada por Quétier et al. (2007), los SE señalan
la calidad o capacidad que tienen los ecosistemas para proveer un beneficio determinado

88
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

a una comunidad específica y, por lo tanto, el desarrollo de indicadores se considera


pertinente no solo para la cuantificación de los SE sino para la comprensión de los nexos
existentes entre los ecosistemas naturales, el funcionamiento y sostenimiento urbano y por
supuesto, el bienestar humano.

En los textos de Nelson et al. (2009) y Logsdon & Chaubey (2013), los autores afirman
que a pesar de la complejidad16 que implica la cuantificación de los SE, se han
desarrollado investigaciones que procuran realizar análisis a partir de algunas expresiones
que los miden (p.e Müller, 2005; De Groot et al., 2010; Dobbs et al., 2011), pero
reconocen también que los asuntos relacionados con estos servicios aún no se han
investigado con profundidad.

Por su parte Boyd & Banzhaf (2007), hacen un análisis de los SE desde una perspectiva
menos ecológica y más económica, donde mencionan que los ecosistemas naturales son
considerados socialmente valiosos y, por lo tanto, existe la necesidad no sólo de
identificarlos, sino de estandarizar su definición y medición desde la ecología y la
economía. Los autores también sostienen que la valoración de los SE es relevante en
cuanto es considerada para la construcción de políticas públicas, pues estos servicios
contribuyen de manera significativa en el bienestar humano y en consecuencia, es
necesario que los análisis que se realicen se hagan considerando tanto factores económicos
y como biofísicos y ecológicos (Boyd & Banzhaf, 2007).

En concordancia con lo expuesto, existen diferentes enfoques y metodologías para la


identificación, definición, evaluación, medición y cartografía de los SE (Fisher et al.,
2009; Koschke et al., 2012; Haines-Young et al., 2012; Reyers et al., 2013; Frank et al.,
2014). Estas metodologías posibilitan la obtención de diferentes aproximaciones
cuantitativas a través del cálculo de indicadores que permiten el análisis de su presencia y

16
Complejidad vinculada con la característica de incertidumbre del proceso de medición y estimación de
los SE, que a su vez se relaciona con tres factores principales: 1) la naturaleza compleja de los ecosistemas,
2) la incertidumbre propia de la cuantificación de las variables de entrada y los parámetros de los modelos,
y, 3) la incertidumbre sobre el estado futuro de los ecosistemas (Laterra et al., 2011).

89
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

contribución de los mismos en diferentes contextos espaciales. Con los resultados de los
indicadores es posible instaurar medidas de compensación, determinando
responsabilidades, creando políticas públicas y tomando decisiones que orienten la
sustentabilidad del paisaje, la planeación territorial y gestión ambiental tanto a escala local
como regional (Kandziora et al., 2013; Lara et al, 2013). Una aclaración relevante
respecto a la aplicación de los indicadores es que éstos dependen de los intereses de cada
investigador.

Por otra parte, se pueden mencionar algunos instrumentos de análisis de SE que han sido
incorporados en las investigaciones científicas que analizan Existen diferentes softwares
que han sido desarrollados para generar análisis geoespaciales y modelación de escenarios
futuros de los SE, los cuales pueden diferir en los enfoques, SE analizados o
requerimientos de información, entre los que se pueden mencionar GISACAME17,
AIRES18, TERRSET19, INVEST20. Este tipo de softwares fueron diseñados
principalmente pensando en apoyar los procesos de ordenamiento territorial, la toma de
decisiones y la generación de políticas públicas (p.e; Daily et al., 2009; Koschke et al.,
2012; Geneletti, 2013). Sin embargo, estos instrumentos tienen diferentes restricciones
que los limitan para ser incorporados en algunas investigaciones científicas, como el
número de SE que analizan o las áreas que permite incorporar dentro del programa, incluso
con los requerimientos de información mínima para llevar a cabo los análisis. Tal es el
caso de esta investigación que analiza múltiples SE, donde se tomó la determinación de
no incluirlos como herramienta de análisis, pues no cumplían con varios de los
requerimientos mínimos.

17
PiSolution GmbH and TU Dresden (TUD), Institute of Soil Science and Site Ecology, Alemania.
18
National Science Foundation to the Ecoinformatics Collaboratory at the University of Vermont, joined
by Earth Economics and Conservation International, USA.
19
Clark Labs, Clark University, USA.
20
Stanford University and the University of Minnesota, USA.

90
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Finalmente, considerando este contexto de reconfiguración de la forma urbana en el que


actualmente se encuentran las ciudades metropolitanas y en concordancia con Gray de
Cerdán (1987), es evidente la necesidad de mantener un equilibrio armónico entre las
acciones humanas y la naturaleza, y por lo tanto es clave fundamental realizar análisis
espacio-temporales integrales que permitan identificar patrones de periurbanización y su
relación con el suministro de servicios ecosistémicos, para determinar bases seguras para
el establecimiento de nuevos asentamientos humanos, de producción agrícola y/o
industrial a través del reconocimiento de las capacidades del medio natural para admitir
nuevas instalaciones (“capacidad portante del medio natural”) y el desarrollo de nuevas
actividades (“aptitud se sitio”). Este análisis permitirá además caracterizar los
asentamientos humanos para identificar sus necesidades locales y relacionales, y así
anticiparse a las condiciones y programar su adecuado desarrollo, amigable con el medio
natural, en el futuro.

De acuerdo con lo planteado por diferentes autores (Allen, 2003; Aguilar & Escamilla,
2009; Harman et al., 2015), las discusiones que se han generado sobre periurbanización
han evidenciado la necesidad de una visión más integral y de carácter regional que
considere también la dimensión ambiental en estos análisis; estos debates han discutido
sobre las variables relacionadas con el alcance de espacios periurbanos más sustentables
- donde los SE tienen un rol central - y con una gobernanza apropiada y nos solamente
concentran su atención en elementos de la regulación para la expansión de la urbanización
hacia las periferias metropolitanas. En este proceso los SE como herramienta
metodológica pueden hacer un aporte significativo, como para esta investigación donde
se considera como el indicador que permitirá analizar áreas naturales críticas y establecer
la relación entre periurbanización y sustentabilidad del paisaje para las regiones urbanas.

Considerando el carácter de los procesos de periurbanización actuales, su velocidad e


intensidad de desarrollo, las transformaciones espaciotemporales del paisaje regional, los
deseos de cercanía con la naturaleza de los urbanitas y las necesidades de quienes habitan

91
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

estos espacios, es importante reflexionar si se está ad portas de un nuevo cambio de


paradigma del post-produccionista al conservacionista.

92
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

CAPÍTULO III. ANTECEDENTES DEL ÁREA DE ESTUDIO,


METODOLOGÍA PARA EL ANÁLISIS ESPACIO-TEMPORAL Y
DINÁMICA DE SERVICIOS ECOSISTÉMICOS

93
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Este trabajo se enmarca en la propuesta del FONDECYT21 “Nuevas relaciones urbano-


rurales en la sustentabilidad de la región urbana Santiago-Valparaíso”. Para dar respuesta
a las preguntas planteadas en esta investigación se presenta a continuación el diseño
metodológico propuesto, en el cual se considera un diseño de investigación con un
enfoque metodológico mixto, basado en un proceso de recolección, análisis y vinculación
de datos tanto cuantitativos como cualitativos. Así mismo, este diseño es de tipo no
experimental, que según lo explica el texto de Hernández et al. (2010), es sistemático y
empírico e implica la observación de la situación existente y de los fenómenos objeto de
estudio, tal como se producen en su contexto natural para finalmente ser analizados.
Adicionalmente, la investigación que se propone es de carácter longitudinal de tendencia,
es decir, reúne datos de diferentes momentos del tiempo con el objetivo de estudiar los
cambios, las determinantes y las consecuencias del fenómeno analizado.

Esta investigación es desarrollada en jurisdicción de las regiones metropolitanas de


Santiago y Valparaíso, más específicamente en sus espacios periurbanos y rurales en los
cuales se localizan áreas naturales de valor ambiental, referidas como áreas naturales
protegidas (Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE), Santuarios de
la Naturaleza, Sitios Prioritarios para la Conservación de la Biodiversidad, Reserva de la
Biosfera la Campana-Peñuelas).

Se considera un alcance multi-temporal y multi-escalar para la investigación, establecido


para un período de 26 años. En este período se tuvo en cuenta la disponibilidad de
información para 1989 y 2015 que permitiera el alcance de los objetivos a escala regional,
donde se consideran también las áreas naturales protegidas incluidas en el SNASPE de las
que se sabe existen imágenes en Google Earth para diferentes épocas; la fecha final de
análisis obedeció a la disponibilidad de imágenes para las áreas naturales protegidas que
fueron seleccionadas en el análisis a escala local.

21
CONICYT - FONDECYT Regular 11504422 (2015-2017).

94
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

El análisis de las formas de expansión de la urbanización posibilita la identificación de los


principales patrones espaciales del crecimiento urbano, además de caracterizarlas
socioeconómicamente de acuerdo con el tipo de cobertura del suelo identificada. La
Figura 5 presenta la ruta metodológica que ha sido elaborada para el desarrollo de esta
investigación, con los diferentes objetivos, actividades y tareas correspondientes.

3.1 ÁREA DE ESTUDIO

La región urbana de Santiago-Valparaíso en Chile fue elegida el área de estudio, un área


altamente poblada, con dinámicas espaciales relevantes y diversos centros poblados, pero
además cuenta con un paisaje de características mediterráneas que se entremezclan entre
la cordillera de la costa y el valle central que la conforman. Cuenta también con playas,
dunas, ríos y humedales, además de un área importante dedicada a la agricultura
principalmente de viñas y árboles frutales.

Esta región fue delimitada a partir de varios criterios; el primero de ellos las áreas
metropolitanas que hacen parte de la zona (Santiago y Valparaíso), entendidas como la
aglomeración oficial de municipios y definidas como "áreas urbanas funcionales” de
acuerdo con la OCDE (2013). El segundo criterio, fueron aquellas áreas metropolitanas
funcionales en el periurbano rural establecidas por Salazar (2010), localizadas a una
distancia en automóvil de hasta 60 minutos (tiempos de viaje).

El tercer criterio tiene que ver con los límites que fueron demarcados para el área de
estudio, los cuáles son los límites administrativos municipales, a excepción de aquellas
extensiones inaccesibles localizadas al este de la región, una sección andina donde hay
principalmente suelos desprovistos o con escasa vegetación y herbazales mediterráneos
superiores a 3.300 m.s.n.m; (Luebert & Pliscoff, 2006). Esta región urbana tiene una
superficie aproximada de 15.655 km2 e incluye 67 comunas, 51 de ellas hacen parte de la

95
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Región Metropolitana de Santiago22 y 16 de la Región de Valparaíso (ver Figura 3 y Tabla


2).

Figura 3. Área de estudio: región urbana Santiago-Valparaíso (Chile)


Nota: El área de estudio incluye 67 comunas
Fuente: Elaboración propia

22
Para la Región Metropolitana no se incluyeron las comunas de Alhué y San Pedro, puesto que estas
comunas no cumplen con el criterio de tiempo de viaje establecido por Salazar (2010) y por lo tanto no
hacen parte de las áreas metropolitanas funcionales en el periurbano rural.

96
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 2. Comunas que conforman la región urbana


Región de Valparaíso Región Metropolitana de Santiago
Algarrobo Santiago Macul San José de Maipo
Cartagena Cerrillo Maipú Colina
Casablanca Cerro Navia Ñuñoa Lampa
Concón Conchalí Pedro Aguirre Cerdá Tiltil
El Quisco El Bosque Peñalolén San Bernardo
El Tabo Estación Central Providencia Buin
Limache Huechuraba Pudahuel Calera de Tango
Olmué Independencia Quilicura Paine
Quillota La Cisterna Quinta Normal Melipilla
Quilpué La Florida Recoleta Curacaví
Quintero La Granja Renca María Pinto
San Antonio La Pintana San Joaquín San Pedro
Santo Domingo La Reina San Miguel Talagante
Valparaíso Las Condes San Ramón El Monte
Villa Alemana Lo Barnechea Vitacura Isla de Maipo
Viña del Mar Lo Espejo Puente Alto Padre Hurtado
Lo Prado Pirque Peñaflor
Fuente: Elaboración propia

Al igual que en otros países de América Latina, esta región urbana ha experimentado un
acelerado y vigoroso crecimiento de las ciudades durante las últimas décadas, lo cual
puede ser corroborado en datos que revelan el incremento de población urbana durante
este período (90% según WBG, 2016) (Romero et al., 2003; Schulz et al., 2010; Ramírez
& Parra-Peña, 2013; Hidalgo et al., 2014). Las dos regiones metropolitanas que hacen
parte de la región urbana han sido reconocidas por la intensidad del proceso de expansión
de la urbanización además de su potencial urbanizable (Hidalgo et al., 2014), con
diferentes magnitudes de consolidación y formas de ocupación. De acuerdo con el censo
oficial de 2017, estas regiones concentran aproximadamente el 50,8% de la población total

97
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

del país distribuidas así: 7.112.808 de habitantes en la Región Metropolitana (40,5% del
país) y 1.815.902 habitantes en la Región de Valparaíso (10,3% del país), obteniendo un
total de 8.928.710 entre ambas regiones (INE, 2017).

Estas regiones cuentan con otras características relevantes que merecen ser resaltadas
como la existencia de áreas naturales de valor ambiental que incluyen remanentes de
ecosistemas nativos que proveen SE para la población local y regional, pero que a su vez
se ven amenazadas como consecuencia del intenso proceso de expansión de la
urbanización que enfrentan estos espacios y que se ve incentivado por “…la excesiva
flexibilidad de la regulación del uso de la tierra relativizando la normativa que fija los
límites de construcción, en función de los intereses de los inversores y de la rentabilidad
asociada a los distintos proyectos, más que en criterios sustentables de ordenación
territorial o urbanística” (Hidalgo et al., 2014: 12).

Las áreas naturales protegidas son áreas de valor ambiental, que en la región urbana suman
15 en total, las cuales están distribuidas en seis categorías principalmente: siete Santuarios
de la Naturaleza, cinco Áreas Protegidas Privadas, dos Reservas Nacionales, un Parque
Nacional (ver Tabla 3 y Figura 4). Además, existen sitios prioritarios para la conservación
de la biodiversidad, que no se incorporan en el listado porque no hacen parte del objeto
de estudio de esta investigación. Estas características, hacen que el área de estudio tenga
un gran potencial para estudiar los vínculos entre los procesos de expansión de la
urbanización y la sustentabilidad del paisaje.

A continuación, se presenta el detalle metodológico que pauta las diferentes actividades


que conducen al logro del objetivo central. Los objetivos específicos se abordaron de
manera individual y para cada uno de ellos se propusieron actividades particulares. La
Figura 5, esquematiza la ruta metodológica seguida en este análisis.

98
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 3. Categorías de áreas naturales protegidas en la región urbana


Localización en
Categoría Nombre
el mapa
1 Los Nogales

2 Yerba Loca

3 Predio San Francisco de Lagunilla de Quillayal


Santuario de la
4 Acantilado Federico Santa María
Naturaleza1
5 Cerro el Roble

6 Las Torcazas de Pirque

7 Palmar el Salto

8 Hacienda Lipangue

9 Fundo Las Mercedes, Altos de Chicauma


Áreas Silvestres
Privadas 10 Centro Cantalo
Protegidas
11 Cascada de Las Animas

12 Reserva Natural protegida Altos de Cantillana

13 Lago Peñuelas
Reserva
Nacional2
14 Río Clarillo

Parque Nacional2 15 La Campana


Nota: 1Ley 17.288 de 1970 Ley de Monumentos Nacionales; 2Ley 18.362 de 1984
Creación del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE)
Fuente: Elaboración propia, a partir de información de Sierralta et al., 2011

99
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 4. Localización de las áreas naturales protegidas en el área de estudio


Fuente: Elaboración propia a partir de IDE Chile (http://www.ide.cl)

100
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 5. Ruta metodológica para la investigación. Actividades principales


Fuente: Elaboración propia

101
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

3.2 DINÁMICAS DE CAMBIO EN LAS COBERTURAS TERRESTRES


DE LA REGIÓN URBANA

Esta es la fase inicial de la investigación en la cual se desarrollaron actividades para el


siguiente objetivo específico:

✓ Analizar las dinámicas de cambio ocurridas en las coberturas terrestres entre


1989 y 2015, a partir de la identificación y descripción de las principales
transformaciones espaciales generadas en la región urbana.

Respecto a esta fase metodológica se señala la siguiente consideración. Se realizó un


análisis cuantitativo previo para las coberturas terrestres de la región urbana a partir de un
conjunto de datos espaciales oficiales23, cuya aproximación metodológica y resultados
obtenidos fueron publicados en la revista científica PLOS ONE (Montoya-Tangarife et
al., 2017). A partir del análisis generado en este artículo científico, se complementó el
proceso de reflexión para esta investigación y se confirmó como un aporte pertinente la
generación de una clasificación de las coberturas terrestres, que amplió la ventana
temporal (de 15 años, con los datos oficiales, a 26 años con la clasificación de las
coberturas terrestres) y permitió la obtención de datos espaciales más actualizados24. Así,
se presenta a continuación el detalle metodológico a partir del cual se derivan los análisis
en esta investigación.

La clasificación de coberturas utilizada en esta fase surge tras un análisis de imágenes


satelitales Landsat que resultó en nueve coberturas terrestres para el periodo comprendido
entre 1989 y 2015. Desde una perspectiva ecosistémica, las nueve coberturas terrestres
propuestas (bosques, matorrales, agricultura, urbano, cuerpos de agua continentales,

23
Catastro de usos del suelo y bosque nativo 1996 y 2011 (CONAF, 2001; 2013).
24
Para mayor detalle sobre procedimientos, análisis y resultados remítase a Montoya-Tangarife et al., 2017
(http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0188117). Los resultados generales
pueden ser consultados en el Anexo 1.

102
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

praderas, humedales, plantaciones forestales y vegetación escasa), tienen estructuras


verticales y horizontales muy diferentes, lo que implica diferentes capacidades para el
suministro de SE. Esta simplificación de la cobertura terrestre es adecuada para los
paisajes del centro de Chile, que se caracterizan por tener extensos matorrales. En algunos
casos, estos matorrales pueden convertirse en bosques a través del proceso de sucesión
ecológica o permanecer como matorrales densos, considerándose este último como el
estado ecológico más maduro. Tanto los bosques como los matorrales esclerófilos son
muy densos en biomasa y tienen suelos ricos y profundos. Por el contrario, los matorrales
degradados o los matorrales primarios (en una etapa temprana de la sucesión ecológica)
tienen una vegetación menos densa y tienen suelos pobres. Esta clasificación hizo posible
crear una categorización de paisaje consistente que tuviera en cuenta la escala del análisis
y facilitara la consulta de expertos. El análisis de imágenes fue llevado a cabo por un
equipo de trabajo en el contexto del proyecto FONDECYT No 115042225 donde se inserta
esta tesis doctoral. A continuación, se detallan las etapas principales del proceso de
clasificación de coberturas terrestres:

a) Selección de imágenes a analizar: Con ayuda de imágenes Landsat que cuentan


con resolución de 30m, se identificaron y analizaron los usos/coberturas del suelo (en
adelante referidas como coberturas terrestres) para un período de 26 años. Las imágenes
se obtuvieron del sensor TM de las plataformas Landsat 4 (Fecha: 1989-03-17; Path/Row:
233/83) y 5 (Fecha: 1989-03-17; Path/Row: 233/84) y del sensor OLI de la plataforma 8
(Fecha: 2015-03-17; Path/Row: 233/84 - 233/83). Estas imágenes, que corresponden a los
años 1989 y 2015, fueron obtenidas de la plataforma EROS (Earth Resources Observing
and Siencie Center) de la agencia USGS (U.S Geological Survey) y para su selección se
tuvo en cuenta características de nubosidad, variación estacional y correspondencia en las
fechas (todas del mes de marzo).

25
Nuevas relaciones urbano-rurales en la sustentabilidad ambiental de la macroregión Santiago-Valparaíso.

103
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

b) Procesamiento de las imágenes seleccionadas: A través del programa ENVI


(5.0) fueron corregidas atmosférica26 y topográficamente27 cada una de las bandas de las
imágenes Landsat y después fueron unidas en un solo archivo, para formar el mosaico
base para el análisis. Luego, con ayuda del ArcGIS 10.4, se realizó una clasificación
supervisada por fases, identificando las mismas nueve categorías de coberturas terrestres:
bosques, matorrales, agricultura, urbano, suelo con vegetación escasa, cuerpos de agua
continentales, humedales, praderas y plantaciones forestales. Para esto, primero se
analizaron las coberturas naturales (bosques y matorrales) y la agricultura, procedimiento
que incorporó sitios de entrenamiento, el método de máxima verosimilitud y el cálculo del
Normalized Difference Vegetation Index (NDVI)28 (bandas (R, NIR) + G + B)29.

Posteriormente se analizaron e incorporaron, también con sitios de entrenamiento, las


plantaciones forestales. La cobertura urbana fue la siguiente incorporación al proceso,
lograda a partir del Normalized Difference Built-up Index (NDBI)30 (Bandas (SWIR131,
NIR) + SWIR2 + R), que permite identificar los suelos impermeabilizados. Finalmente,
los humedales y cuerpos de agua continentales fueron incorporados con base en datos
oficiales (CONAF, 2013), verificándolos y corrigiéndolos con las imágenes satelitales en
cada año, para posteriormente utilizar algebra de mapas, adicionarlos a la clasificación
previa, y reclasificarlos.

26
Las imágenes Landsat tienen por defecto valores asignados en Número Digital (ND), que no representan
ninguna variable biofísica, por lo tanto, para eliminar las imprecisiones que estas imágenes pueden tener y
que las celdas reflejen la información real del momento de la captura del satélite, se hace necesaria la
conversión a valores en radiancia (Ojeda et al., 2011).
27
Esta corrección se hace para mejorar la imagen y reducir los errores generados por el relieve (por ejemplo:
sombras).
28
El NDVI es un índice que ofrece información sobre la condición de la vegetación. Tiene valores entre -1
(indican escases de la vegetación) y +1 (indican vegetación abundante).
29
Bandas espectrales: R: rojo; NIR: infrarrojo cercano; G: verde; B: azul
30
El NDBI es un índice que permite identificar la información sobre las áreas edificadas (áreas
impermeabilizadas).
31
Bandas espectrales: SWIR1: Infrarrojo de onda corta 1; SWIR2: Infrarrojo de onda corta 2

104
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

c) Evaluación de la precisión de la clasificación de las coberturas identificadas:


para corroborar los resultados obtenidos en la fase anterior, se calculó el índice Kappa, el
cual permite evaluar la congruencia entre los datos obtenidos en la clasificación y los datos
de las imágenes originales (imágenes Landsat). Para el cálculo del índice fueron
necesarios insumos como los puntos de control y la matriz de confusión. Considerando
los resultados obtenidos en este índice, se incorporaron sistemáticamente nuevos sitios de
entrenamiento al proceso hasta que se obtuvo un resultado aceptable (valores entre 0.8 y
1)32, para garantizar la obtención de una clasificación de alta precisión. En total se tomaron
aproximadamente 25.000 puntos de control para todo el proceso de análisis y clasificación
de las imágenes (puntos verificados en terreno y puntos identificados en imágenes
satelitales con color verdadero). Finalmente se obtuvo los mapas de coberturas terrestres
para 1989 y 2015.

Es importante mencionar que las fechas seleccionadas para la clasificación de las


coberturas terrestres (1989-2015) tiene que ver con dos argumentos centrales, el primero
de ellos responde a la resolución de las imágenes satelitales, puesto que en la década de
los años 70 (sensor MSS) contaban solamente con cuatro bandas espectrales (azul, verde,
roja e infrarroja) y tenían una resolución espacial menor (80m). El segundo argumento
tiene que ver con las políticas de liberalización de los mercados del suelo urbano en Chile,
ocurridas en 1979 y que sumada a la Ley de subdivisión de predios rústicos (D.F.L. 3516
de 1980) favorecieron los mercados inmobiliarios, lo cual deja un lapso de 10 años para
evidenciar y estudiar el incremento en la expansión de la urbanización y las
transformaciones espaciales ocurridas en el área de estudio.

32
Según Landis & Koch (1977) un valor obtenido en el rango 0,8 – 1,0, corresponde a una concordancia
casi perfecta.

105
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

3.3 DINÁMICA ESPACIOTEMPORAL DE LOS SERVICIOS


ECOSISTÉMICOS EN LA REGIÓN URBANA

En las investigaciones científicas sobre SE se reconoce que el cálculo de indicadores para


funciones ecosistémicas, procesos y estructuras biofísicas son la mejor, pero también la
más compleja, forma de evaluar la oferta de SE (Burkhard et al., 2012). Considerando la
falta de datos disponibles para el área de estudio, esta investigación retomó las
experiencias de varios trabajos que estimaron la prestación de SE basados en la consulta
de expertos (p.e Reyers et al., 2009; Barral & Maceira, 2012; Frank et al., 2012; Kosche
et al., 2012; Tengberg et al., 2012; Fürst et al., 2013; Burkhard et al., 2014; Kopperoinen
et al., 2014; Nahuelhual et al., 2014); y a partir de ellas se elaboró esta fase metodológica
que corresponde al siguiente objetivo.

✓ Analizar la oferta potencial de los servicios ecosistémicos en la región urbana para


establecer su estado de conservación durante las últimas décadas.

Para analizar la oferta potencial, entendida como el "máximo rendimiento hipotético de


una cobertura terrestre determinada para suministrar un SE específico" (Burkhard et al.,
2012: p18), se utilizó un enfoque de consulta a expertos, abordado principalmente a partir
de la propuesta de Burkhard et al. (2012; 2014), la cual fue ajustada considerando la escala
de análisis y las características particulares del área de estudio (tipos de coberturas
terrestres presentes y SE a analizar).

Burkhard et al. (2012; 2014), presentan un método cuantitativo no monetario, basado en


indicadores y entrevista a expertos, para evaluar la oferta potencial de SE en diferentes
escalas espaciotemporales y a través de unidades de paisaje (coberturas terrestres), para
obtener los patrones de las condiciones naturales y las actividades humanas a través del
tiempo. Esta herramienta es una opción considerada confiable, rápida y eficiente para
estimar la provisión de SE, ya que es una alternativa a los altos requerimientos de datos
disponibles, además de los procedimientos complejos, que exige el cálculo de los
indicadores de SE (Jacobs et al., 2015). En aquellos casos donde la información para los

106
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

indicadores está disponible ya sea por mediciones, entrevistas o modelaciones, estos


valores obtenidos de los expertos pueden ser remplazados o complementados para generar
el análisis (Burkhard et al., 2014).

Métodos como el de la matriz de doble entrada33, han sido retomado por otros autores para
el desarrollo de sus investigaciones, las cuales han hecho variaciones en algunos aspectos
como el rango cualitativo de calificación (p.e -3 y 3 (Kopperoinen et al., 2014); 0 y 100
(Koschke et al., 2012)), los SE evaluados o el enfoque con él cual se analizan. Esta es
entonces una herramienta comúnmente utilizada para evaluar la distribución espacio
temporal de los SE y su variación en la provisión potencial a diferentes escalas
(Vihervaara et al., 2010; Koschke et al., 2012; Kopperoinen et al., 2014; Depellegrin et
al., 2016; Vigl et al., 2017).

Para esta propuesta, se agruparon los SE en tres tipologías propuestas por Millennium
Ecosystem Assessment (MEA): 1) regulación (ej. clima, inundaciones, sequía,
degradación del suelo, purificación de agua), 2) provisión (ej. Alimentos, agua, madera,
fibra), y 3) culturales (ej. SE no materiales: recreativos, religiosos, educacionales,
espirituales, estéticos) (MEA, 2005). La información obtenida para esta fase del análisis
fue procesada y analizada con ayuda del ArcGIS 10.4. El procedimiento se desarrolló de
la siguiente manera:

a) Diseño de la matriz para la evaluación de la oferta potencial: A partir de MEA


(2005) y Haines-Young & Potschin (2012), se hizo una selección de 17 SE agrupados en
las tres tipologías mencionadas. Con esta selección, se elaboró la matriz de doble entrada,
ubicando en las filas cada una de las nueve coberturas terrestres obtenidas en la

33
Las matrices pueden ser elaboradas de diferentes formas, por ejemplo, con los servicios ecosistémicos en
las columnas y las coberturas terrestres en las filas (Burkhard et al. (2014) o con funciones ecosistémicas
en las filas y tipos de ecosistemas (coberturas terrestres) en las columnas (Laterra et al., 2011).

107
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

cuantificación de las transformaciones en la región y en las columnas, las tres tipologías


mencionadas con sus diferentes SE asociados.

b) Entrevista a expertos para la matriz de valoración de SE: Esta actividad


consistió en consultar a expertos, para completar cada una de las celdas a partir de su
experiencia y conocimiento, valorando la capacidad de cada cobertura terrestre para
proporcionar cada SE, a través de una escala cualitativa. Estudios previos han aplicado
escalas de 0 a 5 (p.e, Bukhard et al., 2014), de 0 a 100 (p.e, Koschke et al., 2012) o -3 a 3
(p.e Kopperoinen et al., 2014). Para este caso se utilizó la escala lineal de 0 a 5 propuesta
por Burkhard et al., (2014), donde 0 significa "Sin oferta potencial" y 5 significa "oferta
potencial muy alta (máxima)".

En esta fase se consultó un grupo de expertos conformado por investigadores, nacionales


e internacionales, de diferentes disciplinas geografía (6), agronomía (1), ecología (5)
sociología (1) e ingeniería forestal (2), consolidados en el estudio de la relación del paisaje
y los SE, pero además con conocimientos sobre la zona central de Chile y sus dinámicas;
un elemento adicional importante fue considerar que los expertos consultados tuvieran
experiencia en metodologías de valoración de SE. Sólo un selecto grupo de expertos en
Chile cumplen con estos requisitos. Veintidós expertos en total fueron consultados, de los
cuales 15 estuvieron de acuerdo con participar en la investigación y elaborar la valoración.
Todos los expertos tienen grado académico de Doctor, han publicado en este campo de
investigación y han participado en la planificación o la formulación de políticas. Cada uno
de ellos recibió una instrucción detallada sobre la forma de completar la matriz, donde se
les solicitó valorar la oferta potencial de cada cobertura terrestre para cada SE en la escala
cualitativa seleccionada (Anexo 2, Anexo 3 y Anexo 4).

c) Cálculo de la matriz única de valoración de SE: Cada una de las casillas de la


matriz fue evaluada por el grupo de expertos siguiendo la escala antes mencionada (0 =
sin potencial; 1 = potencial bajo; 2 = potencial medio-bajo; 3 = potencial medio-alto; 4 =
potencial alto; y 5 = potencial máximo). Después de obtener todas las respuestas, se

108
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

calculó el promedio de ellas para generar una matriz de evaluación única y posteriormente,
a partir del área ocupada por cada una de las coberturas terrestres, calcular el suministro
de SE en la región urbana.

Para establecer la oferta potencial total de los SE en el área de estudio y probar la


sensibilidad de la agrupación, se exploraron dos opciones de ponderación: 1) todos los SE
con igual ponderación y 2) asignando ponderaciones diferentes por grupo de SE.

Posteriormente, para observar la variabilidad de las respuestas, se calculó la desviación


estándar (DS), con el supuesto de que cuanto menor fue el valor de la desviación, mayor
fue el acuerdo entre los expertos consultados, para lo cual se reclasificaron los datos en
tres rangos: a) DS < 1: variabilidad baja, b) 1< DS > 2: variabilidad media y c) DS > 2:
variabilidad alta. Por último, con base en referencias bibliográficas, se validaron o
ajustaron los valores de la matriz que representaron una variabilidad alta entre las
respuestas.

d) Distribución espacio-temporal de la oferta potencial de SE: La oferta potencial


de SE se basa en la estructura del paisaje, es decir, está determinada por la extensión de
cada cobertura terrestres y la capacidad individual de cada una de ellas para proporcionar
SE particulares. La oferta potencial de SE se obtuvo multiplicando el área relativa de cada
cobertura terrestre en 1989 o 2015 por el valor único en la matriz de evaluación de SE
obtenida después de la consulta de expertos. Al usar esos valores, se asignó la oferta de
SE para cada año. Este análisis informa los cambios en la oferta potencial de cada uno de
los SE en un período de 26 años. La oferta potencial de SE y los cambios en ella se
calcularon por separado para los servicios culturales, de provisión y de regulación.

La elaboración de la cartografía que ilustra la dinámica temporal y la distribución espacial


de la oferta potencial de los SE analizados, se obtuvo a partir de las coberturas terrestres
identificadas para la región urbana en 1989 y 2015 y los valores correspondientes
determinados en la matriz única de expertos.

109
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

3.4 HACIA LAS FORMAS DE OCUPACIÓN DE LA


PERIURBANIZACIÓN Y SUS ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

Las actividades que han sido propuestas para esta fase metodológica, desarrollan los
siguientes objetivos:

✓ Analizar los procesos de periurbanización presentes en las áreas naturales


protegidas seleccionadas y su área de influencia, estableciendo patrones
espaciales.
✓ Determinar indicadores de cambio en las naturales protegidas seleccionadas y su
área de influencia, identificando transformaciones en su configuración espacial y
en la oferta potencial de servicios ecosistémicos.

a) Selección de las áreas naturales con procesos de periurbanización (ANPPE):


Se identificaron las Áreas Naturales Protegidas (ANP) que se localizan en la región urbana
y que están incluidas en SNASPE (Reservas Nacionales, Parques Nacionales y
Monumentos Naturales), Santuarios de la Naturaleza, Red de Áreas Privadas Protegidas
(RAPP), Bienes Nacionales Protegidos y Sitios Ramsar. Para el análisis se eligieron entre
estas ANP aquellas que contaban con una superficie mayor a 5 km2, pero además se
consideró sólo la superficie de las ANP incluida dentro del área de estudio.

Después, se estableció una zona de influencia alrededor de cada una de las ANP la cual
fue delimitada por una franja de 5 km. Esta distancia determinada desde del borde del
ANP hacia la divisoria de aguas de las microcuencas, fue establecida considerando como
condición indispensable la incorporación de los procesos de periurbanización dentro de
una misma microcuenca34. Adicionalmente, se tuvieron en cuenta los tiempos de recorrido
de un habitante periurbano para desplazarse caminando a su área de recreación más

34
Al incluir distancias mayores a 5 km (p.e:10 km) se traspasaba hasta otras vertientes, con procesos
diferentes al objeto de estudio de esta investigación.

110
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

cercana, tomando como referencia un tiempo aproximado y máximo de 2 horas 35 para


recorrer esta distancia.

Posteriormente, se traslaparon las unidades (ANP + área de influencia) con las áreas
urbanas identificadas durante el análisis a escala regional y se complementaron con los
datos oficiales de zonas urbanas elaborada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en
2011, esto con el fin de hacer una primera aproximación a los procesos de
periurbanización en inmediaciones de las unidades. Después de este proceso, se
seleccionaron aquellas unidades que tuvieran un ANP cubiertas por una figura de
protección con mayor jerarquía dentro de la normatividad chilena, siendo estas Parque
Nacional, Reserva Nacional y Reserva Natural.

Finalmente, se incluyó una de las unidades bajo la figura “área silvestre privada protegida”
que permitiera generar un análisis frente a las figuras estatales de protección. Se
obtuvieron entonces las unidades de análisis definidas como Áreas Naturales Protegidas
con Procesos de Periurbanización (ANPPE). Antes de iniciar la siguiente fase, estas
unidades fueron verificadas en terreno.

b) Determinación de las categorías de las coberturas terrestres para las ANPPE:


A partir de las coberturas utilizadas en el análisis a escala regional y considerando que el
suministro de SE entre coberturas terrestres puede presentar variaciones, pues éste
depende de la estructura de las mismas (densidad y distribución de la vegetación,
permeabilidad del suelo, etc.), se hizo la diferenciación por tipos de coberturas naturales,
tipos de agricultura, estadios de crecimiento de las plantaciones forestales y tipos de
periurbanización.

35
Para esto se consideró la propuesta de Knoblauch et al., (2014) que establece velocidades de caminata en
diferentes tipos de locaciones y bajo diferentes tipos de condiciones ambientales, con una velocidad
promedio de 1,38 m/s para realizar un recorrido determinado.

111
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Así, se presenta la descripción de cada una de las coberturas terrestres que fueron
posteriormente identificadas en las ANPPE (ver Tabla 4). Estas coberturas del suelo
fueron planteadas para ser indicadoras de la capacidad de suministrar SE en las áreas
analizadas.

Tabla 4. Descripción de las coberturas terrestres identificadas en cada una de las ANPPE
Cobertura
Descripción Imagen
terrestre

Áreas agrarias en proceso de siembra o en


Agricultura en
una etapa intermedia o en transición de
transición
crecimiento

Áreas con cultivos de árboles frutales (p.e.


paltos, cítricos, manzanas, peras,
Agricultura de
duraznos, olivos) con una densidad media
frutales
y alta (60-80%), distribución regular y/o
en hileras

Agricultura de Áreas con cultivos densos (>80%), de baja


hortalizas altura y gran homogeneidad

Áreas con cultivo de arbustos (vid)


Agricultura de
extensos con distribución regular,
viñas
principalmente en hileras

Pastizales en sectores principalmente


Praderas planos, con poca o nula presencia de
formaciones arbustivas

112
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Cobertura
Descripción Imagen
terrestre

Áreas forestales de especies exóticas con


Plantación
fines productivos y densidad de copa
forestal adulta
>80%

Áreas forestales de especies exóticas con


Plantación
fines productivos y densidad de copa
forestal juvenil
media, entre 40% y 80%

Áreas forestales con fines productivos y


Plantación
densidad de copa menor al 40%, con
forestal recién
árboles en estados muy tempranos de
establecida
desarrollo

Ecosistemas nativos de alta densidad


(>80%), con gran diversidad de especies,
árboles desarrollados y con estructura de
Bosque
copa frondosa. Habitualmente localizados
esclerófilo
en laderas de exposición sur. También
puede estar ubicado en los fondos de
quebradas

Ecosistemas nativos compuestos por


diversidad de especies, con menor
Matorral densidad (entre 40 y 80%) y menor altura
esclerófilo que los bosques. Localizados
habitualmente en laderas de exposición
sur, o en cercanías a ríos o esteros

Ecosistemas nativos con muy baja


densidad (<40%) y con distribución
Matorral espaciada y aleatoria entre árboles y
espinoso arbustos, con baja diversidad de especies
y habitualmente localizados en sectores
planos o cercanos a sectores intervenidos

113
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Cobertura
Descripción Imagen
terrestre

Ecosistemas nativos dominados plantas


suculentas, espinosas y/o cactáceas,
Matorral
localizados habitualmente en laderas de
xerofítico
exposición norte. Con densidades
diversas, desde medio-baja a muy alta

Sectores de poca o nula vegetación tales


Vegetación como roqueríos, playas, dunas, cajas de
escasa río, suelos degradados, cultivos recién
cosechados y sectores incendiados

Ecosistemas acuáticos tales como ríos,


Cuerpos de agua
esteros y lagos. Incluye también depósitos
continentales
de agua (p.e. tranques)

Asentamientos poblados espacialmente


continuos y extensos que conforman un
centro urbano. Considera tanto zonas
Urbano urbanas como áreas industriales. Sus
suelos están mayormente
impermeabilizados y puede contener
vegetación y áreas verdes urbanas

Asentamientos poblados compuestos


exclusivamente de viviendas concentradas
o dispersas, de baja densidad, fuera del
Habitacional
límite urbano. Los suelos están
rural
escasamente impermeabilizados, tiene
vegetación espontánea y escaso desarrollo
de espacios públicos (p.e. áreas verdes)

114
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Cobertura
Descripción Imagen
terrestre
Predios destinados a vivienda primaria o
secundaria, con tamaños totales
mayoritarios entre 0,5 a 2,0 ha
aproximadamente, compuestas por
infraestructuras bien desarrolladas,
Parcelaciones concentradas o dispersas. No cuenta con
espacios públicos comunes. La vegetación
de las parcelaciones es diversa en
densidad, distribución y estratos, y se
encuentra generalmente bien desarrollada
y mantenida

Elementos construidos aislados tales


como invernaderos, bodegas y grandes
Infraestructuras
instalaciones deportivas, educativas,
culturales e industriales

Fuente: Elaboración propia

c) Identificación y cuantificación de las coberturas terrestres presentes en las


ANPPE: Se analizaron con detalle las coberturas terrestres para un horizonte temporal
aproximado de 13 años, tomando como año inicial el 2002 y como año final el 2015. La
digitalización de las coberturas fue realizada en ArcMap 10.4 a través de procesos de
fotointerpretación a una escala de 1:5.000 y utilizando imágenes QuickBird de alta
resolución (1 m) para la estación de verano. La selección del año 2002 responde a criterios
técnicos, pues es la fecha más antigua a la que se puede acceder a través de la herramienta
de imágenes históricas de Google Earth. Algunas limitantes metodológicas responden a
la disponibilidad de imágenes para el año inicial en las cinco unidades de análisis, como
es el caso de la unidad Cantillana que tuvo imágenes disponibles sólo a partir del 2006.

Durante el proceso de identificación y fotointerpretación en las ANPPE se reajustaron los


límites de las unidades considerando principalmente los límites prediales y las vías
principales. Para este análisis espaciotemporal se establecieron los principales cambios
ocurridos en cada categoría y a nivel del paisaje, determinando también la dirección y la

115
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

magnitud de los cambios observados. Las coberturas terrestres identificadas para el 2015
fueron verificadas en terreno.

d) Elaboración de la matriz detallada de SE y cálculo de la oferta potencial para


las ANPPE: Se elaboró una segunda matriz de evaluación considerando varios elementos
entre ellos la literatura previamente consultada, los resultados de la matriz de valoración
regional generada por los expertos, y los trabajos en terreno realizados en cada una de las
ANPPE. Esta matriz se conformó a partir de las coberturas terrestres identificadas para las
unidades de análisis (18 en total) y los SE inicialmente seleccionados (17). El resultado
obtenido fue discutido, ajustado y validado por el grupo de investigadores que conforma
el proyecto FONDECYT No 115042236. A partir de esta matriz se calculó la oferta
potencial por grupo (SE de Regulación, SE de Provisión y SE Culturales), y se adicionó
un análisis individual por SE para cada ANPPE en cada uno de los años.

e) Cálculo de indicadores de cambio en cada ANPPE: Se utilizaron métricas del


paisaje para analizar la estructura (disposición espacial de las coberturas terrestres) y
composición (tipo de coberturas terrestres) de las ANPPE, complementando la
información sobre la evolución y los cambios que tuvieron lugar en ellas durante este
período; de esta manera se completan los resultados obtenidos en las fases anteriores y se
obtienen elementos para el análisis de la sustentabilidad del paisaje. Se calcularon
entonces indicadores de fragmentación para las coberturas terrestres mediante el software
FRAGSTAT 4.2.1: Percentage of Landscape (PLAND), number of patches (NP), largest
patch index (LPI), mean patch área (AREA_MN), total core area (TCA), core mean
(CORE_MN) y Aggregation index (AI).

Para obtener información aproximada sobre el acercamiento de los procesos de


periurbanización al área natural protegida, se incorporan al grupo de indicadores las
distancias (m) medidas desde las coberturas terrestres periurbanas (habitacional rural y

36
Nuevas relaciones urbano-rurales en la sustentabilidad ambiental de la macroregión Santiago-Valparaíso.

116
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

parcelaciones) hasta el borde del área natural protegida. Este indicador fue obtenido para
aquellas coberturas más próximas al área de protección y se generó a partir de
herramientas del software ArcGIS 10.4.
f) Caracterización del patrón espacial de la periurbanización en las ANPPE: A
partir de la identificación de las coberturas terrestres, el análisis de cambio de las mismas
(magnitud y dirección), la oferta potencial de SE, los indicadores de ecología del paisaje
y las distancias de aproximación al área natural protegida obtenidos para cada ANPPE, se
determinaron las principales características de las unidades y se identificaron y
describieron los patrones de periurbanización presentes en cada una de ellas.

117
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

CAPITULO IV. DINÁMICAS SOCIOESPACIALES Y


SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE EN EL PERIURBANO DE
LA REGIÓN URBANA SANTIAGO-VALPARAÍSO

118
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

En esta parte del documento se presentan los resultados obtenidos para cada fase propuesta
en el Capítulo III con su correspondiente análisis. Se inicia con la cuantificación de las
dinámicas de cambio en las coberturas entre 1989 y 2015. Seguidamente, se muestran la
variación de los SE a escala de región urbana, generada a partir de los datos obtenidos por
consulta a reconocidos investigadores, expertos en la materia, los cuales evaluaron la
oferta potencial de los SE para cada cobertura terrestre en el área de estudio, y que
finalmente se tradujo en una matriz única de doble entrada. Con esta matriz y los hallazgos
sobre el cambio de las coberturas terrestres, se determinó la distribución espaciotemporal
de los diferentes grupos de SE para un período de 26 años, con su posterior análisis del
incremento y disminución en la oferta potencial total durante este período.

Posteriormente, se realizó la identificación y selección de las ANP y su área de influencia


que contiene procesos de periurbanización, sobre las cuales se desarrollaron análisis con
mayor detalle, como la fotointerpretación a una escala de 1:5.000 de las coberturas
terrestres presentes en cada área entre 2002 y 2015. Estos datos fueron el insumo principal
para generar el análisis de variación de coberturas y SE a escala local que, sumados al
cálculo de algunos indicadores de ecología del paisaje y distancias aproximadas al ANP,
dan cuenta de la estructura y composición de cada área. Con una caracterización de las
diferentes variables estudiadas se procedió a la identificación de una taxonomía de
periurbanización para cada una. Las conclusiones son el cierre de esta investigación,
donde se consolidan las dificultades identificadas en el proceso de elaboración, los aportes
más importantes alcanzados y las oportunidades que el desarrollo de este trabajo han
generado.

119
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

4.1 CUANTIFICACIÓN DE LOS CAMBIOS ESPACIALES ENTRE 1989 –


2015: DETERMINANDO LOS PRINCIPALES IMPULSORES DE LOS
PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN REGIONAL

Antes de presentar los resultados de esta fase, se mencionan algunas consideraciones sobre
el proceso de identificación de las categorías de análisis para las coberturas terrestres en
sí mismas, a partir de la clasificación de imágenes satelitales Landsat, las cuales permiten
clarificar los procedimientos desarrollados en esta etapa de la investigación.

Para establecer las diferentes coberturas terrestres que fueron el insumo principal para
generar la información de la región urbana Santiago- Valparaíso, se tomó como punto de
partida la propuesta de Schulz et al. (2010), la cual establece ocho categorías de análisis
para la región central de Chile, donde se encuentra localizada el área de estudio de esta
investigación. A partir de estas categorías, se determinó un total de nueve coberturas
terrestres, algunas de las cuales incorporar otras en una misma categoría.

Es así como la categoría bosque se conformó a partir de los bosques esclerófilos y


caducifolios, además de matorrales esclerófilos densos; matorrales consideró matorrales
xerofíticos y matorrales espinosos (que también incluyen parches de matorrales
esclerófilos de baja y muy baja densidad). Por su parte, la categoría agricultura se refiere
a agricultura temporal y de regadío, viñedos y frutales. En urbano se consideraron tanto
zonas urbanas como áreas industriales y en cuerpos de agua continentales se incluyeron
ríos, lagos, depósitos de agua. Vegetación escasa se refiere a rocas de playa y dunas, cajas
de río, suelos degradados y cultivos recién cosechados. Las demás categorías - praderas,
humedales y plantaciones forestales- no requieren explicación adicional pues no
incorporan otras categorías.

Durante el proceso de análisis de las imágenes se presentaron algunas dificultades respecto


a la identificación y separación de las coberturas terrestres en el software utilizado, pues
algunas de ellas se confundían entre sí (p.e: urbano con vegetación escasa; bosque,
matorral y praderas) y generaban errores en la clasificación. Estas dificultades fueron

120
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

solventadas con la integración de nuevos puntos de control y con la realización del análisis
por etapas, tal y como se detalló en el capítulo III. De igual manera, el hecho de analizar
estas imágenes Landsat de diferentes sensores (1989-TM y 2015-OLI), se considera como
una dificultad metodológica en este proceso, pues la precisión de la clasificación obtenida
puede variar. Adicionalmente, se verificó de manera constante que el índice Kappa (K)
estuviera en el rango permitido (0,8-1) de acuerdo con lo planteado por Landis & Koch,
(1977) y fue precisamente este resultado el que determinó el momento de la clasificación
final: K=0,84 para el año 1989, y K=0,80 para el año 2015. Finalmente, el proceso de
clasificación de las coberturas terrestres estuvo apoyado por la verificación de los
resultados obtenidos con visitas en terreno (Figura 6).

Figura 6. Verificación en terreno de las coberturas terrestres obtenidas en la clasificación


Fuente: archivo personal de terreno

121
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

A partir de los datos obtenidos en la clasificación de las coberturas terrestres para la región
urbana en 1989 y 2015 (Figura 7) se identificaron transformaciones significativas en
aproximadamente el 57% del paisaje regional. Los cambios presentados en este período
se pueden observar la Figura 8, en la cual se observa la superficie que ocupa cada una de
las categorías establecidas para el área de estudio en el período analizado.

Figura 7. Cambios en las coberturas terrestres para la región urbana en 1989 y 2015
basados en imágenes satelitales Landsat
Fuente: Elaboración propia a partir de datos FONDECYT No 1150422

La transformación de mayor magnitud37 se presenta en las praderas, que revelan una


disminución de 73.186 ha para el 2015, correspondiente a un cambio del -26% respecto a
su superficie en 1989 para esta categoría. Otro cambio importante, lo representan las

37
Para el análisis de los cambios identificados en las coberturas terrestres, se considera magnitud como el
número de hectáreas (ha) que aumentaron o disminuyeron en los años analizados.

122
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

50.488 ha de aumento en la categoría urbano, que se traducen en un cambio


correspondiente al +76% ocurrido en los últimos 26 años en esta categoría.

Vegetación Escasa 2015

1989
Plantaciones forestales
COBERTURAS TERRESTRES

Humedales

Praderas

Cuerpos de agua continental

Urbano

Agricultura

Matorrales

Bosques

0 150.000 300.000 450.000 600.000

ÁREA (ha)

Figura 8. Cambio en la superficie de las coberturas terrestres para la región urbana en


1989 y 2015
Fuente: elaboración propia

Aunque las coberturas agricultura y matorrales presentaron entre ellas, una magnitud de
cambio similar (39.130 ha y 38. 854 ha, respectivamente), la primera refleja una
disminución y la última un aumento, mostrando un cambio en su superficie
correspondiente al -15% y +8%, respecto al año base (1989). Para el caso de las categorías
bosques y plantaciones forestales, ambas incrementaron su superficie (18.679 ha y 10.855
ha respectivamente), pero en términos porcentuales significa un cambio mayor sobre
plantaciones forestales con un +87%, mientras la categoría bosques expresa su cambio en
tan solo el +9% respecto a su estado 26 años atrás.

123
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Finalmente, vegetación escasa, humedales y cuerpos de agua continentales son las tres
categorías que menor magnitud reflejan en sus cambios, representando una disminución
de 6.579 ha, 358ha y 175 ha respectivamente, es decir, -3%, -29% y -3% respecto a su
estado inicial (en 1989).

Después de obtener la cuantificación y magnitud de los cambios espaciotemporales para


la región urbana en cada una de las coberturas terrestres, se identificó también la dirección
de estos utilizando la información contenida en la Tabla 5.

En la categoría agricultura, aproximadamente el 60% de la superficie mantuvo su


cobertura, el 40% restante presentó cambios de uso, principalmente hacia matorrales
(46.224 ha) y praderas (32.238 ha). En la cobertura urbano el 53% se mantuvo, mientras
que el 47% restante tuvo cambios principalmente hacia praderas (1.403 ha) y matorrales
(1.379 ha). Cuerpos de agua presentó cambios en el 60% de su superficie, principalmente
hacia agricultura (3.485 ha). Humedales, siendo la categoría con menor superficie en la
región urbana, presentó cambios en casi la totalidad de su cobertura y más de la mitad de
estos cambios correspondió a una transición hacia matorrales (360 ha). Más de la mitad
de la categoría praderas presentó cambios principalmente hacia matorrales (106.517 ha) y
agricultura (32.130 ha). Bosques conservó el 70% de su cobertura y en el 30% restante el
cambio más significativo se generó hacia matorrales (25.940 ha) y plantaciones forestales
(6.157 ha). En el caso de los matorrales, el 45% de su superficie se transformó en otras
coberturas, principalmente hacia praderas (68.290 ha) y vegetación escasa (54.497 ha). La
categoría plantaciones forestales también tuvo un cambio significativo, pues el 76% de su
superficie presentó cambios, en su mayoría hacia bosques (2.165 ha), matorrales (2.158
ha). Finalmente, el 45% de la categoría vegetación escasa tuvo cambios principalmente
hacia matorrales (70.345) ha.

124
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 5. Matriz de confusión para los cambios en las coberturas del suelo entre 1989 y 2015
2015
Coberturas Total
Cuerpos Plantaciones Vegetación
Terrestres 1989 Agricultura Urbano Humedales Praderas Bosques Matorrales
de agua forestales escasa
Agricultura 250.887 128.672 22.075 288 96 32.237 13.396 46.224 3.664 4.235

Urbano 66.194 763 62.255 8 0 1.403 24 1.379 4 358


Cuerpos de
6.854 3.485 27 1.342 54 590 250 654 13 439
agua
Humedales 1.232 230 25 94 2 351 32 360 9 129

Praderas 286.108 32.130 13.585 431 200 103.175 2.372 106.517 655 27.042
1989

Bosques 208.520 5.143 1.603 66 1 2.950 158.479 25.940 6.157 8.182

Matorral 518.600 39.946 15.214 660 261 68.290 29.502 304.246 5.985 54.497

Plantación
12.543 2.078 112 8 0 236 2.165 2.158 5.731 55
forestal
Vegetación
214.453 1.118 1.789 417 3 3.798 20.999 70.345 1.182 114.801
escasa

Total 2015 1.565.390 213.567 116.686 3.314 617 213.030 227.219 557.821 23.398 209.737

Nota: los cambios están expresados en hectáreas (ha). Fuente: Elaboración propia

125
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Uno de los cambios que más interesa en esta investigación tiene que ver con las
transformaciones ocurridas desde otras coberturas terrestres hacia la categoría urbano,
donde se destacan como las más relevantes aquellas provenientes desde agricultura
(22.075 ha), seguidos de matorrales (15.215 ha) y finalmente, praderas (13.585 ha). Por
otro lado, y considerando las características del paisaje mediterráneo donde se localiza el
área de estudio, preocupan los porcentajes de cambio que expresan disminución en
coberturas críticas que han sido comúnmente consideradas de gran valor ambiental como
lo son los humedales.

En síntesis, cinco de las nueve coberturas terrestres de la región urbana presentaron una
dirección de cambio con predominancia hacia matorrales (categorías: agricultura,
humedales, praderas, bosques y vegetación escasa), dos más hacia praderas (categorías:
urbano y matorrales), una hacia agricultura (cuerpos de agua) y una hacia bosques
(plantaciones forestales).

Sin embargo, a partir de los resultados de magnitud y dirección presentados anteriormente


es posible determinar a la cobertura plantaciones forestales como el principal impulsor de
cambio en el paisaje regional con el reemplazo fundamentalmente de coberturas de
bosques, matorrales y agricultura, esto en concordancia con el porcentaje de cambio
presentado en el aumento en su superficie. En segundo lugar, también con un incremento
en su superficie, se encuentra la cobertura urbano que reemplaza principalmente
coberturas de agricultura, matorrales y praderas.

4.2 DISEÑO Y CÁLCULO DE LA MATRIZ PARA VALORAR LA


OFERTA POTENCIAL DE SERVICIOS ECOSISTÉMICOS EN LA REGIÓN
URBANA

El diseño de la matriz de oferta potencial se inició con la selección de 17 SE, para lo cual
se consideró fundamentalmente que Chile central tuviera el potencial de ofertar los SE
elegidos, por lo tanto, la escala propuesta para el análisis en esta fase (escala regional) fue

126
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

determinante, al igual que las características principales del área de estudio. Estos SE
fueron agrupados en tres tipologías: 1) nueve SE de regulación, 2) cuatro SE de provisión
y 3) cuatro SE culturales de acuerdo con la propuesta de MEA (2005). Para complementar
esta matriz, se incorporaron las nueve categorías de coberturas terrestres identificadas
anteriormente y se procedió a realizar la consulta expertos.

Con respecto a este enfoque, con nueve coberturas terrestres, es posible afirmar que
permitió a los expertos consultados tener en cuenta la escala del análisis (regional), la
amplitud y profundidad de la taxonomía de las coberturas terrestres, las diferencias en el
suministro de SE por tipo de cobertura de la tierra y los ecosistemas dominantes presentes
en la región urbana. Otros estudios que también implementan esta metodología han
analizado un mayor número de tipos de coberturas terrestres y elementos de paisaje (p.e,
Kosche et al., 2012 analizan 19 coberturas; Kopperoinen et al., 2014 analizan 23
coberturas; Burkhard et al., 2014 analizan 44).

Los datos resultantes de las evaluaciones por los expertos (N=15) fueron procesados y a
partir del promedio de todas las respuestas se obtuvo la matriz de evaluación única que
luego se usó para calcular el suministro respectivo de SE; estos resultados se muestran en
la Figura 9.

Respecto a las opciones de ponderación utilizadas los resultados no muestran variaciones


importantes entre los dos criterios ponderados diferentes para obtener la provisión
potencial total de SE.

La cobertura terrestre con “máximo potencial” para proporcionar SE (valores entre 4,6 y
5,0), es decir, los principales proveedores de SE en la región urbana fue bosques, que para
el año 2015 ocupaba el 15% de la región. Los expertos calificaron los SE suministrados
por esta cobertura con más de 4,0 para servicios de regulación (regulación del clima local,
regulación de la erosión del suelo y regulación de nutrientes y formación del suelo) y
servicios culturales (recreación, turismo y deportes en un entorno natural, estética e
investigación y educación).

127
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 9. Matriz de evaluación para la oferta potencial de servicios ecosistémicos


* Puntajes con alta variabilidad en la valoración dada por los expertos
Fuente: Elaboración propia. Publicado en Montoya-Tangarife et al. (2017)

128
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

En el grupo de los SE de provisión, las puntuaciones más altas se obtuvieron en agricultura


(en relación con los SE cultivos) y cuerpos de aguas continentales (en el suministro de
agua dulce), categorías que para el 2015 cubrían el 14%, y menos del 1%, respectivamente
en la región urbana.

Las puntuaciones con “potencial alto” (valores entre 3,6 y 4,5) no sólo estuvieron
vinculados a la cobertura bosques, sino también a matorrales, que representa la mayor
superficie en el área de estudio (36%) y cuerpos de aguas continentales. Por otra parte, y
a pesar de tener una muy baja representación en la superficie de la región urbana (0,1%),
la cobertura humedales se considera muy importante para la prestación de SE
principalmente de regulación del clima, regulación del agua y la purificación de aguas
superficiales y para la recreación, es por esto que su valoración cuenta con un alto
potencial de suministro de SE (valores entre 3,6 y 4,5).

De acuerdo con la opinión de los expertos, la categoría "sin potencial” (valores entre 0 y
0,5) se concentró en los SE de regulación y de provisión asociado principalmente con la
cobertura vegetación escasa (que ocupa 13% de la región urbana en el 2015); esta
valoración representa una no regulación del clima o del control de plagas por parte de esta
cobertura, al igual que en la regulación de la erosión y la polinización y dispersión de
semillas. Asimismo, esta cobertura no provisiona agua dulce o plantas medicinales. De
igual manera, los puntajes más bajos (0 - 1) obtenidos para servicios de regulación y
provisión se asociaron también con la cobertura terrestre urbano que para el 2015 cubre
el 7% de la superficie regional y que, según la opinión de los expertos, no regula ni el
clima o el aire ni el control de la erosión y tampoco suministra agua dulce o plantas
medicinales.

Por otro lado, considerando que el número de expertos que participan en una evaluación
de SE es crucial para este tipo de estudios, Campagne et al. (2017) establece que en este
tipo de metodologías el tamaño del panel consultado debe ser mínimo de 15 expertos para
que las estadísticas usuales de sean apropiadas. Considerando esta afirmación se

129
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

realizaron dos análisis complementarios para soportar el análisis aquí presentado: el


calculó la desviación estándar (DS) para revisar variabilidad de los datos obtenidos, y una
revisión comparativa de otros estudios similares, para revalidar el número de expertos
consultados.

Para el cálculo de la DS se tuvo el supuesto que “cuanto menor fuera el valor de la DS,
mayor sería el acuerdo entre los expertos consultados”. De acuerdo con lo anterior no se
identificaron grandes discrepancias entre las valoraciones dadas por los expertos, puesto
que sólo se observó una alta variabilidad (DS ≥ 2) en el 2% de las valoraciones. Como era
de esperarse, las valoraciones no fueron unánimes; 67% de las valoraciones tuvo una
variabilidad mediana (1,1 <DS <2), mientras que el 31% restante tuvo una variabilidad
baja (DS ≤ 1). Es de anotar que a medida que se fueron incorporando al análisis las
valoraciones de los diferentes expertos los resultados fueron disminuyendo sus
variaciones; se observó que después de tener el 70% de los datos procesados, los
resultados en la matriz no presentaron variaciones significativas, es decir, a partir de la
incorporación de los datos de la muestra 11 y hasta la muestra 15, el resultado en la matriz
única no generó grandes modificaciones en los valores.

Respecto al análisis de la DS por grupos, se encontró que aproximadamente el 33% de los


datos para SE de provisión y el 36% SE de regulación tuvieron baja variabilidad, mientras
que en los SE culturales el porcentaje es un poco mayor, pues el 44% de los datos presentó
una baja variabilidad. Para los datos con variabilidad alta, se encontró que los tres grupos
de SE presentaron un porcentaje similar (por debajo de 2%); el mayor porcentaje de los
datos con variabilidad media resultó para los SE de regulación y provisión con más del
60%. Los expertos tampoco estuvieron totalmente de acuerdo sobre la valoración de los
SE culturales, puesto que más de la mitad de los datos (53%) se distribuyeron en el rango
de variabilidad media.

Se obtuvo una alta variabilidad en tres de las interacciones valoradas por los expertos: (1)
el papel de los cuerpos de aguas continentales en la purificación de las aguas superficiales,

130
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

(2) la contribución de las plantaciones forestales (pino y eucalipto) en los cultivos y (3) el
papel de vegetación escasa para la investigación y la educación. Para mantener o modificar
estas puntuaciones, se consultaron Burkhard et al. (2012, 2014) y Koschke et al. (2012).
En estas investigaciones se presentaron los mismos, o incluso, puntajes más bajos, en
comparación con los proporcionados por los expertos aquí consultados, por lo que se tomó
la determinación de reducir la valoración de los expertos de 3,1 a 2,0 para las interacciones
(1) y (2) y mantener en la valoración original para interacción (3).

La baja variabilidad de las respuestas de los expertos para las interacciones entre las
coberturas terrestres y los SE, revela la ausencia de fuertes desacuerdos entre los
evaluadores, en gran parte como consecuencia de los diferentes grados de conocimiento
que tienen los expertos consultados sobre los posibles vínculos entre las coberturas
terrestres y la prestación de SE (Kopperoinen et al., 2014). Este tipo de procedimientos,
desarrollado en esta fase, es bien valorado en las investigaciones científicas, pues hacen
posible una visión holística de las transformaciones ocurridas en el paisaje de la región
urbana, a través de una evaluación simultánea de varios SE.

Aunque consideraron que la cobertura terrestre urbano puede proporcionar servicios de


regulación y provisión, éstos obtuvieron una puntuación muy baja (<1,0). En algunos
casos, los expertos dieron puntajes superiores a 0, probablemente reconociendo
actividades como la agricultura urbana en el caso de cultivos en áreas urbanas (solo 6/15
expertos calificaron este SE como 0). Así mismo, el grupo de SE de provisión recibió un
puntaje bastante bajo debido a los bajos valores que los expertos otorgaron a la mayoría
de los SE en este grupo. Los expertos proporcionaron estos puntajes, considerando el
rendimiento máximo hipotético de cada cobertura de suelo para suministrar a cada SE, en
función de su propia experiencia.

Por otra parte, se reconoce que los SE de regulación ofrecidos por la cobertura vegetación
escasa pudieron haber sido subvalorados ya que estos servicios, específicamente en
referencia a su contribución en la regulación del clima local y global, podrían tener valores

131
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

más altos que los ofrecidos por otras coberturas como los afloramientos rocosos.
Adicionalmente, coberturas como las playas y dunas, que para esta investigación fueron
consideradas dentro la categoría vegetación escasa, podrían tener una participación
importante en la recreación y el turismo (servicios culturales), al igual que en regulación
de nutrientes y el agua, ninguna de las cuales parece haber sido considerada a la hora de
generar su valoración. Esto significa que las valoraciones para estos SE podrían ser
mayores que las generadas en esta investigación. Una forma de mejorar esta puntuación y
generar una evaluación más precisa, sería desglosar este tipo de cobertura terrestre (suelo
en barbecho, playas, dunas, afloramientos rocosos), evaluarlas individualmente y
vincularlas a mediciones in situ para verificar sus aportes a los SE de regulación y
culturales.

Respecto a la revisión comparativa, se hizo un análisis de las coberturas vegetales


utilizados en esta investigación en relación con las incorporadas en investigaciones
similares y se obtuvo una tabla con las equivalencias de los casos analizados (Tabla 6). Se
encontró que los nueve tipos de coberturas terrestres aquí seleccionados incorporan otras
coberturas terrestres que estuvieron presentes en los estudios consultados (Vihervaara et
al., 2010; Koschke et al., 2012; Burkhard et al., 2014; Kopperoinen et al., 2014). Otras
coberturas, como humedales y plantaciones forestales estuvieron ausentes en los estudios
similares revisados. En términos comparativos, estos resultados evidencian una alta
capacidad de adaptación de este método a las diferentes configuraciones ecológicas
locales.

En la Tabla 7 se presenta la equivalencia de los 17 SE utilizados en esta investigación con


los usados en otros estudios similares (Vihervaara et al., 2010; Koschke et al., 2012;
Burkhard et al., 2014; Kopperoinen et al., 2014). Se encontraron coincidencias en al
menos ocho de los servicios ecosistémicos considerados en esta investigación y sólo una
de ellas presentó coincidencias con la totalidad de los SE incluidos en este análisis.

132
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 6. Equivalencias entre las clases propuestas en esta investigación y las propuestas
por la literatura
Categorías Categorías Categorías
Categorías Categorías
seleccionadas en seleccionadas por seleccionadas por
seleccionadas por seleccionadas por
esta Vihervaara et al., Kopperoinen et al.,
Koschke et al., 2012 Burkhard et al., 2014
investigación 2010 2014

Conservation areas,
Broadleaved forest, Broad-leaved forest, Broad-leaved forest, Important forest
Forests Mixed forest, Mixed forest, Mixed forest, habitats, Important bird
Coniferous forest Coniferous forest Coniferous forest areas (IBA), Old forests
(age C120 years)

Transitional woodland
Transitional
Shrublands --------- shrub, Sclerophyllous ---------
woodland-shrub
vegetation
Annual and permanent
crops, Non-irrigated
Land princip. occ. by
arable land,
agriculture, Fruit trees
Permanently irrigated
and berry plantations, Traditional agricultural
Agriculture lands Agricultural areas land, Complex
Complex cultivation biotopes
cultivation patterns,
patterns, Non-
Vineyards, Fruit trees
irrigated arable land
and berries, Olive
groves,

Continuous urban Continuous urban Sealed surfaces,


Urban Artificial surfaces fabric, Discontinuous fabric, Discontinuous Discontinuous urban
urban fabric urban fabric fabric

Surface waters of high


Inland water Running water, Still Water courses, water Water bodies, Water
or good ecological
bodies water bodies courses
status

Grasslands and
Grasslands Natural grasslands Natural grassland 5 HNV farmlands
moors

Wetlands Marshes, bogs --------- --------- ---------

Forest
Forestry area --------- --------- ---------
plantations

Beaches, dunes and


Sparse Sand, bare rocks, Mineral extraction sand plains, Bare rock,
vegetation etc. sites Mineral extraction
sites
Nota: La tabla fue construida en inglés para facilitar su comparación con la literatura
consultada
Fuente: Adaptado a partir de Vihervaara et al., 2010; Koschke et al., 2012; Burkhard et
al., 2014; Kopperoinen et al., 2014. Publicado en Montoya-Tangarife et al., 2017

133
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 7. Equivalencias entre los servicios ecosistémicos propuestos en esta investigación


y los propuestos por la literatura revisada.
Servicios Servicios Servicios Servicios
Servicios
ecosistémicos ecosistémicos ecosistémicos ecosistémicos
ecosistémicos
Grupo seleccionados seleccionados por seleccionados seleccionados por
seleccionados en
por Vihervaara Koschke et al. por Burkhard Kopperoinen et al.,
esta investigación
et al., (2010) (2012) et al. (2014) (2014)
Global climate Local and Climate regulation Global climate Local and regional
regulation regional climate (global) regulation climate regulation
Local climate Climate regulation Local climate
--------- ---------
regulation (local) regulation
Hydrological Flood Water (balance) Water flow
Water flow regulation
regulation prevention regulation regulation
Control of pests and Pest and disease
--------- --------- ---------
diseases control
Regulación

Regulation of air Air quality


--------- Clean air provision Air flow regulation
quality regulation
Regulation of soil Erosion Soil erosion Erosion
---------
erosion prevention protection regulation
Regulation of Nutrient
Nutrient
nutrient and soil cycling, soil --------- ---------
regulation
formation formation
Surface water Water Water quality
--------- ---------
purification purification regulation
Pollination and seed
Pollination --------- Pollination Pollination
dispersal
Crops --------- --------- Crops ---------
Produced terrestrial
Livestock and Livestock
--------- --------- plants and animals for
Provisión

poultry production (domestic)


food
Water for human
Clean water
Fresh water Water Freshwater consumption and
provision
agricultural use
Biochemicals &
Medicinal plants Medicines --------- Biotic materials
medicine
Recreation, turism Landscape character for
Recreation and Recreation and Recreation &
and sport in a nature recreational
silence ecotourism tourism
setting opportunities
Landscape
Esthetic
Culturales

Aesthetics Aesthetic aesthetics & Aesthetics and heritage


landscape
inspiration
Religious &
Existence --------- --------- spiritual ---------
experience
Scientific and
Research and Knowledge
--------- --------- educational information
education systems
and knowledge
Nota: la tabla fue construida en inglés para facilitar su comparación con la literatura
consultada
Fuente: Adaptado a partir de Vihervaara et al. (2010); Koschke et al. (2012); Burkhard et
al. (2014); Kopperoinen et al. (2014). Publicado en Montoya-Tangarife et al. (2017)

134
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Los expertos a los que se le solicitó su valoración de la oferta potencial de SE en el área


de estudio, eran de diversas disciplinas científicas, con experiencia en materia de SE y
conocimientos sobre el paisaje analizado. A pesar de que el grupo final se redujo de 22 a
15 expertos, se considera que este sigue siendo un número suficiente en comparación con
otros estudios similares (p.e 20 expertos en Vihervaara et al., 2010; 12 expertos en
Koschke et al., 2012; 13 expertos en Kopperoinen et al., 2014). La Tabla 8 resume los
principales elementos de comparación considerados en esta investigación y otros trabajos
previamente publicados.

Estas comparaciones y equivalencias fueron la base para la construcción de una matriz


única combinada (Anexo 5 y Anexo 6), que fue elaborada a partir de los valores
normalizados para cada uno de estos estudios considerados en este análisis. Los estudios
previos aplicaron escalas lineales de 0 a 5 (Burkhard et al., 2014), 0 a 100 (Koschke et al.,
2012), -3 a 3 (Kopperoinen et al., 2014) y 0 a 2 (Vihervaara et al., 2010).

Al hacer un análisis de correlación entre las valoraciones dadas por los expertos y los
puntajes extraídos de otros estudios similares, se obtienen los resultados de la Tabla 9.
Estos resultados muestran tendencias similares con pequeñas diferencias entre la mayoría
de las coberturas terrestres estudiadas. Las diferencias encontradas se concentran en la
oferta potencia de los SE ofertados por las categorías humedales y plantaciones forestales,
las cuales no tuvieron correlación por la ausencia de datos en ellos en los estudios
analizados. Respecto a las diferencias en la oferta potencial de matorrales, estas podrían
atribuirse a las dificultades para comparar los ecosistemas existentes con los de los
estudios revisados. En el caso de los grupos de los SE y su correlación entre expertos y
literatura, la baja correlación de los SE culturales puede ser atribuida a las diferencias en
la connotación cultural que tienen los estudios consultados.

135
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 8. Resumen de los principales elementos comparativos entre la literatura consultada y esta investigación
Cobertura Terrestre Servicios Ecosistémicos

Número Número de Número de Elementos


Elementos Elementos Elementos
Artículos Escala de Coberturas Servicios incluidos por
comunes de incluidos por comunes de la
Expertos Terrestres Ecosistémicos algún autor,
la literatura algún autor, literatura y
pero no en
y esta pero no en esta esta
esta
investigación investigación investigación
investigación

Vihervaara et
Local 20 13 23 11 2 10 13
al., 2010

Koschke et
Regional 12 19 13 13 6 8 5
al., 2012

Burkhard et
Regional NA 44 31 21 23 17 14
al., 2014

Kopperoinen
Regional 13 23 21 9 14 12 9
et al., 2014

Esta
Regional 15 9 17 --------- --------- --------- ---------
investigación

Fuente: Elaboración propia. Publicado en Montoya-Tangarife et al. (2017)

136
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 9. Correlaciones entre los resultados obtenidos para la valoración de los SE para
cada combinación (servicios ecosistémicos/coberturas terrestres) según expertos
consultados y literatura consultada
Correlación entre los
Valoración de los Valoración de los
valores dados por los
Unidades de servicios ecosistémicos servicios ecosistémicos
expertos y la
análisis dada por los expertos dada por estudios
literatura consultada
(promedio) similares (promedio)
(r Pearson)
Región urbana 0,62 2,42 2,23

Coberturas terrestres

Bosque 0,78 3,8 3,7

Matorral 0,76 3,4 1,9

Agricultura 0,51 2,4 2,2

Urbano 0,51 1,1 1,2

Cuerpos de agua
0,78 2,6 2,5
continentales

Praderas 0,49 2,8 2,7

Humedales 0,16 3,0 4,0

Plantaciones
-0,42 2,0 1,0
forestales
Escasa
0,65 0,8 1,2
vegetación

Grupo de servicios ecosistémicos

Servicios de
0,66 2,3 2,1
regulación
Servicios de
0,55 1,9 1,7
Provisión
Servicios
0,43 3,2 2,9
Culturales
Nota: Los humedales y las plantaciones forestales no se correlacionaron debido a la falta
de datos de los estudios analizados. Los puntajes varían de 0 a 5, donde 0 significa no
potencial y 5 significa potencial máximo
Fuente: Elaboración propia a partir de Vihervaara et al. (2010); Koschke et al. (2012);
Burkhard et al. (2014); Kopperoinen et al. (2014)

137
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

A partir de la superficie ocupada por cada una de las coberturas terrestres que conforman
la región urbana y los valores de la matriz obtenidos para cada uno de los grupos de SE,
se calculó la oferta potencial total del SE para la región urbana en cada uno los años
estudiados (ver Ecuación 1 y Tabla 10):

Ecuación 1.
9

𝑂𝑃𝑇𝑠𝑒 = ∑ 𝑂𝑃𝑐𝑡_𝑠𝑒 × 𝐴𝑐𝑡


𝑛=1

Donde:
OPTse: Oferta potencial total de SE
OPct_se: Oferta potencial de la cobertura terrestre para cada servicio
ecosistémico (valoración de los expertos)
Act: Área de la cobertura terrestre en la RU (ha)

Tabla 10. Oferta potencial de servicios ecosistémicos en la región urbana (total y


discriminada por grupos)
Oferta Oferta Cambio en
Grupo de SE potencial potencial la oferta Escala cualitativa
1989 2015 potencial

Servicios de
2,67 2,66 Potencial medio-alto
regulación

Servicios de
2,10 2,04 Potencial medio-bajo
provisión

Servicios
3,44 3,45 Potencial medio-alto
culturales

Oferta
2,74 2,72 Potencial medio-alto
potencial total
Nota: La oferta potencial fue evaluada en una escala cualitativa de 0 a 5, donde 0 es la
mínima calificación, que significa que no hay potencial para ofertar SE y 5 significa el
máximo potencial para proporcionar SE en la región urbana
Fuente: Elaboración propia

138
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

En este sentido, la metodología adoptada utilizó una escala lineal de 0 a 5 para denotar la
relevancia de la oferta potencial de SE, donde 0 significa “sin potencial” y 5 representa
“potencial máximo”. La oferta potencial total de SE no presentó grandes variaciones
durante el período de 26 años en la región urbana, sin embargo, se alcanza a percibir una
disminución mínima (-0,02) que está en correspondencia con la variabilidad observada en
los diferentes grupos analizados. La información por grupos muestra una variabilidad
mínima durante las últimas décadas: regulación (-0,01), y culturales (+0,01), mientras que
provisión tuvo una reducción mayor (-0,06). Estos valores ubican la oferta de los servicios
de regulación y culturales en el rango de potencial “medio-alto”, mientras que los servicios
de provisión se están en el potencial “medio-bajo” para la región urbana. En términos
generales, el paisaje de la región urbana revela un potencial total “medio-alto” para
proveer los SE analizados en 1989 y 2015.

En la Figura 10, se resume la importancia de cada una de las coberturas terrestres para la
oferta potencial de SE en la región urbana. Esté cálculo se generó a partir de la superficie
ocupada por cada una de las coberturas terrestres en la región urbana y las valoraciones
generadas por los expertos para los SE asociados a ellas. Así, en ambos años la categoría
matorrales es la cobertura terrestre más relevante para la oferta de SE en la región urbana,
una cobertura que presenta sus mejores valoraciones principalmente para el grupo de SE
culturales; en segundo lugar, están los bosques con mejor valoración para los SE de
regulación y culturales, y finalmente las praderas, con una valoración media para los SE
de regulación y culturales. Las demás categorías demás categorías generan un aporte
menor a la oferta potencial total de SE.

139
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 10. Diferencias en el aporte porcentual de las coberturas terrestres de la región


urbana a la oferta potencial de servicios ecosistémicos para 1989 y 2015
Fuente: Elaboración propia

4.3 DISTRIBUCIÓN ESPACIOTEMPORAL DE LA OFERTA POTENCIAL


EN LA REGIÓN URBANA

En la Figura 11 se observa la representación espacial de la oferta potencial de SE por


grupo para cada uno de los años analizados en el área de estudio. Para 1989 y ocupando
gran parte de la superficie de la región urbana, se observa un “potencial bajo” (1) en la
oferta SE en torno a Santiago, principalmente en estribaciones de la Cordillera de Los
Andes, zona oriental del área de estudio y hacia Valparaíso, esencialmente en
inmediaciones de la Cordillera de la Costa. Este potencial bajo está asociado
principalmente a las coberturas terrestres urbano y vegetación escasa.

Por otro lado, el valle central de la región urbana se ve dominado por el “potencial medio-
alto” (3), relacionado principalmente con actividades de tipo agrícola (agricultura y
silvicultura), mientras que aquellas zonas valoradas con " potencial alto" se encuentran
localizadas al norte del valle (Valparaíso) y asociadas principalmente con las coberturas
de bosques.

140
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 11. Distribucion espacial de la oferta potencial por grupo de SE en la región urbana para 1989 (A) y 2015 (B)
Fuente: Elaboración propia

141
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Puesto que no se presentaron variaciones mayores para el 2015, el comportamiento


espacial de la oferta potencial de SE es muy similar. Se observa mayor dispersión del
“potencial bajo” en el valle central de la región urbana, que en cercanías a Santiago se
asocia al incremento de la categoría urbano para este año, es decir, está relacionado con
los procesos de periurbanización. Hacia el oeste, principalmente alrededor de Valparaíso,
también se incrementó el área ocupada por el “potencial bajo”. Ese mismo año, el
“potencial medio-bajo” en los servicios culturales se distribuye sobre aquellas áreas con
coberturas terrestres urbanas y el “potencial alto” para ofertar SE de regulación y
culturales, ocupa una amplia superficie de la región urbana, principalmente hacia el oeste
y relacionado con las categorías bosques y matorrales. Le sigue el “potencial medio-alto”
en el valle central asociado básicamente a las actividades de producción agrícola que se
presentan en la región. En ninguno de los casos se tuvo presencia o predominio de las
zonas con "sin potencial" para la oferta de SE en el área de estudio.

Respecto a la distribución espacial de la oferta potencial total en la región urbana (Figura


12), se observa una matriz regional dominada por el rango “medio-alto” para la prestación
de los SE, donde se inserta de manera extendida el “potencial bajo”, el cual se distribuye
principalmente en las estribaciones de la Cordillera de Los Andes para ambos años, con
un incremento notorio para el 2015 hacia la zona norte de Santiago, y con menor
intensidad al noroccidente de la región, en inmediaciones de Valparaíso. Este potencial
está asociado principalmente a coberturas urbanas y de escasa vegetación.

La distribución del “potencial medio-bajo” en ambos años tiene una presencia mucho
menor, pero con un reparto disperso, esencialmente sobre la zona oriental de la región
urbana, en inmediaciones de Valparaíso. Finalmente, el “potencia alto” se distribuye de
manera casi homogénea sobre la región urbana, sin mayores diferencias espaciales
observables entre un año y otro.

142
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 12. Oferta potencial total de servicios ecosistémicos en la region urbana para 1989
y 2015
Fuente: Elaboración propia

Finalmente, al analizar los resultados de manera consolidada, se pueden ordenar tres


categorías principales para identificar aquellas áreas donde aumentó, disminuyó o se
mantuvo la oferta potencial de SE en la región urbana durante el período analizado. La
Figura 13 es la representación espacial de esta distribución, que muestra el 77% sin
cambios en un espacio geográfico, mientras la disminución de la oferta potencial se
distribuye sobre el 13% y el 10% restante representa las áreas de aumento.

143
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 13. Distribución espacial de cambios en la oferta potencial total de servicios


ecosistémicos en la región urbana entre 1989 y 2015
Fuente: Elaboración propia

Es un hecho relevante que la oferta potencial de SE revele variaciones mínimas, a pesar


del contexto de transformación del paisaje en el que se ha venido desenvolviendo la región
urbana de Santiago-Valparaíso durante las últimas décadas (57% de su superficie se ha
transformado) y donde, de acuerdo con los resultados encontrados en investigación, la
actividad forestal (cambió: +87%) y las coberturas de tipo urbano (cambió: 76%) juegan
un rol determinante como los principales impulsores de las transformaciones espaciales.

144
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

De igual modo, los resultados evidencian la limitada oferta total de SE que existe a escala
regional, situada en el límite inferior del rango del potencial medio-alto, esto pese a la
existencia de área naturales de valor ambiental en la región urbana y considerando que
bajo condiciones de predominancia de los procesos urbanos, los paisajes naturales se
hacen cada vez más escasos, lo que pone en manifiesto la necesidad una mayor
consideración, control y acción de los instrumentos de planificación territorial sobre las
áreas periurbanas y rurales de la región.

Con base en los resultados obtenidos para la oferta potencial regional de SE que muestran
una reducción menor, la sustentabilidad del paisaje pareciera estar en un aparente
equilibrio en la región urbana, lo que puede ser interpretado a partir de los planteamientos
de Wu (2013), quien indica que esta estabilidad relativa puede responder a que los
patrones estructurales y funcionales de la escala de paisaje regional se mantienen en un
estado constante o de transformaciones lentas, mientras que en una escala de mayor detalle
(escala local por ejemplo) los cambios se van generando de manera más constante.

Pero no hay garantía de que esta situación de equilibrio dure, es decir, que el suministro
de SE podría disminuir en el futuro y con ello la sustentabilidad del paisaje. Por el
contrario, esta situación refleja la necesidad de coordinación entre los instrumentos de
carácter regional y municipal de planificación territorial y gestión ambiental para apoyar
la conservación de aquellas áreas que representan la mayor oferta de SE, garantizando una
participación mínima del territorio capaz de garantizar mayores capacidades para el
suministro de SE, a pesar de la gran presión urbana que han sufrido en la región urbana
en cuestión.

4.4 SELECCIÓN DE LAS ÁREAS NATURALES CON PROCESOS DE


PERIURBANIZACIÓN

En la Figura 14 se resume la secuencia metodológica del proceso de identificación y


delimitación de las ANP y su área de influencia con procesos de periurbanización
(ANPPE). En el recuadro A (lado superior izquierdo) se observan las áreas naturales

145
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

protegidas que hacen parte de la región de análisis y que cuentan con una superficie mayor
a 5 km2.

El siguiente paso fue la generación de un buffer de 5km, establecido a partir del borde
exterior de cada área natural protegida y posteriormente fue cortado con el límite de las
sub-subcuencas hidrográficas que hacen parte de la zona y los límites de la región
metropolitana. Para optimizar el análisis, aquellas áreas que se encontraban adyacentes y
dentro de la misma de sub-subcuenca hidrográfica, fueron combinadas y consideradas
como una sola unidad. El resultado fueron 20 unidades preliminares de análisis (recuadro
B), las cuales se muestran en la Tabla 11.

Posteriormente se traslaparon estas unidades con las áreas urbanas que se identificaron
con las imágenes Landsat para la región urbana y se les adicionó la capa oficial de zonas
urbanas elaborada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en 2011, obteniendo como
resultado nueve ANPPE (recuadro C). Finalmente se seleccionaron cinco unidades
(recuadro D), considerando dos figuras de protección dentro de la normatividad chilena:
Parque Nacional y Reserva Nacional, y una figura de Área Privada Protegida (APP):
Reserva Natural38. Todas las áreas están sometidas a presiones por procesos antrópicos
tan importantes como la periurbanización; La incorporación de dos unidades de carácter
privado en este grupo, se hizo con el objetivo de analizar su comportamiento frente a las
figuras de protección estatales.

38
Esta figura es administrada por la Red de Áreas Privadas Protegidas (RAPP) perteneciente al Comité
Nacional Pro-Defensa de la Fauna y la Flora (CODEFF). Esta iniciativa fue creada para apoyar los intereses
de conservación de áreas silvestres en propiedad de particulares, por lo tanto, no tiene implicaciones legales
de ningún tipo y tampoco está amparada por instrumentos normativos estatales (CODEFF, 1999).

146
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 14. Proceso metodológico de la identificación y delimitación de las áreas naturales protegidas y su área de influencia
con periurbanización (ANPPE). A) áreas naturales protegidas con área mayor a 5 km2; B) Delimitación del buffer de 5 km
como área de influencia; C) Identificación de áreas de influencia con periurbanización; D) ANPPE seleccionadas.
Fuente: Elaboración propia

147
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 11. Unidades de análisis preliminares para la selección de las ANPPE


ANPPE Nombre ANPPE Nombre

1 Lago Peñuelas - Acantilados 11 Clarillo

2 Marga-Marga 12 Cantillana

3 Lago Peñuelas 13 Rio Molina

4 Casablanca - San Jerónimo 14 Rio San Francisco


Fundo Las Mercedes Altos de
5 Quilapilún - La Margarita 15
Chicauma
6 Río Volcán 16 Hacienda Lipangue
Río Mapocho - Las Rosas -
7 Campana 17
Lampa
8 San Francisco de Lagunilla 18 Los Nogales

9 Río Olivares 19 Río Maipo - Puangue


Rio Colorado entre Rio
10 20 El Roble
Olivares y Rio Maipo
Fuente: Elaboración propia

Por último, durante el proceso de selección se identificó que una de las áreas protegidas
privadas elegidas para este análisis, Hacienda Lipangue, tenía un estatus de protección
difícil de verificar pues, aunque aparece incluida en el listado de predios de la Red de
Áreas Protegidas Privadas (RAPP) del Comité Pro-Defensa de la Flora y Fauna
(CODEFF), no se encuentra información disponible sobre ella. A pesar de que tiene una
historia reciente que revela algunos intereses particulares de protección, esta unidad se
encuentra localizada dentro de un área con condiciones especiales para el desarrollo
urbano (zonas de desarrollo urbano condicionado), lo que ha dificultado su consolidación
como área de protección. Este caso en particular es el reflejo de que la conservación de un
área con valor ambiental inserta en un paisaje altamente dinámico necesita más que una
intensión particular, es necesario reconocer su valor no sustituible y contar con las
herramientas necesarias para garantizar su protección frente al desarrollo. Por esta razón
y a pesar de contar con atributos interesantes para esta investigación, se tomó la
determinación de excluir esta unidad de la selección final de las ANPPE, obteniendo así

148
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

un grupo de cuatro unidades sobre las cuales finalmente se desarrollaron los análisis a
escala de detalle (Figura 15).

Figura 15. Unidades de análisis. Áreas naturales protegidas y su área de influencia con
procesos de periurbanización (ANPPE) en la región urbanade estudio
Fuente: Elaboración propia

4.5 CARACTERIZACIÓN DE LA PERIURBANIZACIÓN


METROPOLITANA: FORMAS DE OCUPACIÓN Y CONFIGURACIÓN
ESPACIAL EN LAS ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

Se presenta a continuación una descripción detallada de las cuatro unidades estudiadas


acompañadas del análisis de la configuración y composición espacial que considera

149
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

principalmente los procesos de periurbanización, las variaciones en la oferta potencial de


servicios ecosistémicos y los indicadores de ecología del paisaje.

Como primer resultado de esta escala de análisis se presenta la matriz detallada de


valoración de los SE, donde se consideraron 17 SE y 18 clases de coberturas terrestres
para analizar las ANPPE (Figura 16).

La construcción de esta matriz se logró mediante la combinación de varios elementos


previamente obtenidos (matriz para la escala regional, literatura consultada, terrenos en
cada una de las ANPPE y conocimientos propios de la autora), los cuales permitieron
examinar detalladamente cada una de las coberturas terrestres y ajustar su valoración para
esta escala de trabajo. Algunas coberturas terrestres conservaron la valoración obtenida
en la escala regional (p.e bosques, praderas, vegetación escasa, cuerpos de agua
continentales y urbano) mientras que las otras fueron recalculadas.

La matriz muestra, al igual que en análisis de la escala regional, a los bosques como
principales proveedores de SE, seguidos de los matorrales esclerófilos principalmente
para la oferta de SE de regulación y culturales. Los demás matorrales espinosos y
xerofíticos se consideran como altos proveedores de servicios culturales y con un aporte
menor en los SE de regulación. Entre las coberturas de tipo periurbano sobresalen
parcelaciones con un aporte medio, principalmente para los SE de regulación y culturales.
La cobertura habitacional rural concentra su mayor aporte en los SE culturales. Las demás
coberturas terrestres están asociadas a una oferta mínima de los SE analizados
(infraestructuras, urbano, vegetación escasa, plantaciones forestales, etc.).

A partir de los valores de esta matriz se realizaron los análisis de la oferta de SE que se
presentan a continuación y se complementaron con información sobre la configuración y
estructura espacial de las unidades estudias. Los resultados se agruparon según la
localización de las ANPPE en la región urbana Santiago-Valparaíso de la siguiente
manera: 1) ANPPE Costeras (Peñuelas y Campana), 2) ANPPE Andina (Clarillo) y 3)
ANPPE del Interior (Cantillana).

150
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 16. Matriz de evaluación para la oferta potencial de servicios ecosistémicos en las ANPPE
Fuente: Elaboración propia

151
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

4.5.1 ANPPE costeras

Las unidades que se analizan más adelante están localizadas en cercanías a la cordillera
de la costa en la Región de Valparaíso, ambas están configuradas a partir de dos áreas
naturales protegidas de gran importancia, pues además de contar con una figura de
protección declarada por el Estado chileno conforman las áreas núcleo de la Reserva de
Biósfera La Campana – Peñuelas, una figura de conservación instaurada por la UNESCO
en 1974 y que considera estas áreas naturales protegidas como modelo regional de
sustentabilidad.

▪ ANPPE Lago Peñuelas

Esta unidad de análisis localizada en la región de Valparaíso, comuna de Valparaíso


(Figura 17), cuenta con una superficie de 17.393 ha y está vinculada a la Reserva Nacional
Lago Peñuelas, la cual ocupa aproximadamente el 53% de la unidad analizada. Esta
reserva está incluida en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado,
fue creada mediante el decreto ley N° 859 de 1952, y tres décadas después fue incorporada
como parte de la Reserva de la Biósfera La Campana-Peñuelas.

Figura 17. Fotografías del ANPPE Lago Peñuelas


Fuente: archivo personal de terreno

a) Configuración espacial, cambios en las coberturas terrestres y dinámica de los


servicios ecosistémicos

La composición espacial de esta ANPPE para el 2015, se caracteriza por la predominancia


de las coberturas terrestres en plantaciones forestales en diferentes etapas de desarrollo,
las cuales ocupan el 30% de su superficie, no cuenta con actividades agrarias presentes,
tiene apenas el 0,2% de su superficie ocupada por usos periurbanos (parcelaciones y

152
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

habitacional rural), algunas de ellas localizadas dentro del área natural protegida, y un 5%
correspondiente a urbano. Particularmente, dentro de la Reserva Nacional predominan las
coberturas asociadas a la producción forestal (30%), seguida de los matorrales espinosos
(20%), las praderas (17%) y los matorrales esclerófilos (16%). La Figura 18 y el Anexo 7
presentan las coberturas terrestres para los años analizados y su ocupación espacial.

En esta unidad de análisis el 75% de la superficie no tuvo cambios entre 2002 y 2015, el
25% restante se concentra en cambios de las coberturas terrestres de producción forestal,
entre los diferentes estados de desarrollo incluidos en el análisis, ellos son ganancias en
plantaciones forestales adultas (+2,1%) y disminución en los estados juveniles (-29,2%)
que responde no solo las actividades forestales, sino también a la incorporación de esta
categoría en la cobertura urbano y en las plantaciones recién establecidas (-35,2%) ocurre
lo mismo. Se identifican también ganancias de vegetación escasa (+1.519%) otro cambio
asociado a la actividad forestal (actividades de aprovechamiento). Ganancias en la
cobertura urbano (+56%), con transformaciones en primer lugar desde plantaciones
forestales, seguido de praderas y matorrales espinosos. Otro cambio significativo ha sido
la pérdida de cuerpos de agua continentales (-69%) que se han transformado en su
totalidad en praderas (Anexo 8).

Las coberturas terrestres identificadas para el 2015 fueron corroboradas en terreno a través
de puntos de verificación y posteriormente ajustadas con la información recopilada; la
Figura 19 muestra algunos ejemplos de los lugares verificados en terreno.

En el ANPPE Peñuelas la variación de la oferta potencial total de SE entre 2002 y 2015


revela un incremento mínimo (+0,01), consecuencia de las variaciones identificadas en el
análisis por grupo que muestran ganancias en los SE de provisión (+0,03) y culturales
(+0,02) y pérdidas en los SE de regulación (-0,01) (ver Anexo 9).

153
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 18. Coberturas terrestres en ANPPE Lago Peñuelas, 2002 y 2015. a) Cambios de
matorrales espinosos a urbano; b) Cambios de cuerpos de agua continentales a praderas;
c) Cambios de plantaciones forestales jóvenes y adultas a urbano; d) Cambios de
plantaciones forestales adultas a vegetación escasa
Fuente: Elaboración propia

154
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 19. Verificación en terreno de las coberturas en el ANPPE Lago Peñuelas


Fuente: Elaboración propia, archivo personal de terreno

Al revisar de manera individual de los 17 SE analizados, se registran ganancias en 15 de


ellos (Anexo 10). En general, se advierte una oferta potencial de SE bastante limitada en
esta unidad, correspondiente a los rangos más bajos del potencial (“medio- bajo”), que no
alcanza a incrementarse a pesar de los aumentos identificados en dos de los tres grupos y
en el 88% de los SE analizados, dentro de los cuales aquellos incorporados en el grupo de
SE culturales se muestran con el mejor comportamiento.

La espacialización de las variaciones de la oferta potencial total de SE para esta ANPPE


se observa en la Figura 20, donde se observa que el 86% de la superficie no presenta
cambios en la distribución de SE, mientras que el porcentaje restante (14%) se distribuye
con la misma proporción espacial entre la disminución (7%) y el aumento (7%) de la oferta
de SE, situación que manifiesta un equilibrio entre pérdidas y ganancias en la oferta
potencial de SE, evidenciado también en los valores referenciados anteriormente.

155
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 20. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE


Peñuelas para 2002 y 2015
Nota: Las áreas en color rojo oscuro corresponde a disminución de la oferta de SE por
cambios hacia usos urbanos
Fuente: Elaboración propia

En esta ANPPE los polígonos correspondientes a la pérdida de SE están asociados a los


cambios ocurridos hacia la categoría urbano y en mayor proporción a las coberturas
terrestres de actividad forestal, donde se pueden considerar dos posibles causas las
actividades propias del aprovechamiento forestal o incluso a la ocurrencia de incendios
forestales, algunos de los cuales fueron observados durante la digitalización de las

156
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

coberturas. Las ganancias de SE ocurre principalmente dentro de los límites del área
natural protegida y están vinculadas a la transición de las etapas tempranas de desarrollo
de las plantaciones forestales hacia etapas más consolidadas.

b) Métricas del paisaje y distancias periurbanas: indicadores de cambio

El análisis conjunto de los indicadores de ecología del paisaje que fueron calculados
aporta información de utilidad para la cuantificación de los cambios espaciotemporales
del paisaje y su vinculación con los procesos socio-espaciales ocurridos en las unidades
estudiadas; esto se logra a partir de la interpretación de su estructura, es decir, de la
distribución espacial y el tipo de elementos espaciales, identificados en cada una de las
áreas. A continuación, se exponen los resultados obtenidos para el ANPPE Peñuelas.

Para el ANPPE Peñuelas los indicadores calculados por coberturas terrestres (Anexo 11)
muestran estabilidad entre 2002 y 2015 para aquellas que cuentan con mayor potencial
para el suministro de SE bosques y matorrales esclerófilos, revelando una permanencia
del patrón de ocupación en estas coberturas naturales para el período analizado. De igual
manera, los matorrales xerofíticos y los usos periurbanos (habitacional rural y
parcelaciones) tampoco evidencian dinámicas mayores que sugieran cambios en su patrón
de ocupación. Por el contrario, se observa un gran dinamismo en los indicadores de las
coberturas con menor prestación de SE urbano, praderas y vegetación escasa, las cuales
experimentaron un incremento en los indicadores asociados a las mediciones de su
superficie PLAND, AREA_ MN, TCA y LPI. Entre ellas sólo vegetación escasa
incrementa el NP.

Por su parte, las coberturas relacionadas con la producción forestal (plantaciones


forestales establecidas y juveniles) presentaron un comportamiento contrario, con una
disminución en los indicadores de PLAND, TCA, LPI y AREA_MN. Para todos los casos,
no se observaron tendencias claras hacia la fragmentación de las coberturas terrestres y
las métricas del paisaje indican un AI cercano al 100%, denotando así la agregación de
estas.

157
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Por otro lado, al realizar un análisis de proximidad entre las coberturas terrestres de tipo
periurbano (parcelaciones y habitacional rural) y urbano con el borde del área protegida
entre 2002 y 2015, se encontró que las distancias respecto a la Reserva Nacional Lago
Peñuelas no se modificaron para la cobertura habitacional rural entre 2002 y 2015 (Figura
21); se evidencia también la cercanía de esta categoría al borde del área natural protegida
con aproximadamente el 50% de los datos distribuidos entre 94 m y 913 m para ambos
años; se observa además que la mayoría de los datos de esta categoría están más dispersos
y se encuentran localizados entre los 403 m y 913 m.

Figura 21. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Natural Lago Peñuelas para los años 2002 y 2015
Fuente: Elaboración propia

En el caso de las parcelaciones, el comportamiento de los datos es similar, pues no se


observan mayores variaciones en las distancias hacia el área protegida para el período
analizado, con excepción de algunos cambios para el 2015 respecto al límite superior
donde se localizan aproximadamente el 50% de los datos, situación que podría estar
relacionada con la incorporación de parcelaciones del 2002 a la cobertura terrestre urbano
en el 2015 y que repercute en la distribución de las distancias restantes. Caso contrario a

158
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

lo ocurrido con la cobertura urbano, la cual obtuvo incrementos considerables en su


superficie y donde se identifica una tendencia de acercamiento al área natural protegida,
a partir del acercamiento del límite inferior donde se localizan aproximadamente el 50%
de los datos en el 2015 y de la agrupación de la mayoría de los datos localizados entre 128
m y 807 m.

Estos resultados responden a la estructura espacial de esta ANPPE donde se destacan las
dinámicas espaciales de las coberturas terrestres de producción forestal y las de tipo
urbano, que dejan relegadas a las coberturas de tipo periurbano con un patrón espacial más
estable hasta el momento de esta investigación, pero donde de igual manera se evidencia
una localización cercana al área natural protegida (<1 km aproximadamente).

c) Principales hallazgos sobre la configuración y el patrón espacial de


periurbanización

Los resultados dan cuenta del tipo de unidad que se analiza; un ANPPE con un alto grado
de intervención antrópica que cuenta con dinámicas espaciotemporales dominadas por las
coberturas terrestres de tipo forestal y urbano, donde las principales transformaciones
ocurren como consecuencia de las dinámicas espaciales de estas, proceso en el que además
han reemplazado otras coberturas terrestres catalogadas con una valoración intermedia a
baja para la oferta potencial de SE (matorrales espinosos y plantaciones forestales,
principalmente).

Por otro lado, se identifican usos periurbanos sin mayor protagonismo en esta ANPPE, es
decir, con una superficie limitada y sin cambios considerables en su extensión, lo que de
cierta manera influye en un patrón espacial agregado que se manifiesta para los demás
elementos que conforman esta unidad de análisis, manteniendo sus coberturas líderes en
prestación de SE sin grandes transformaciones. Pero, a pesar de este panorama poco
fragmentado, su potencial de prestación de SE está en límite superior del rango medio-
bajo y es bastante restringido, lo cual responde a varias razones como la baja
representatividad de los principales proveedores de SE, los bosques y matorrales

159
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

esclerófilos, la representatividad espacial de las coberturas asociadas a la producción


forestal y los usos urbanos, que además fueron valoradas con los potenciales más bajos
del rango de oferta en la matriz de SE.

En este contexto el área natural protegida presente en la unidad, que cumple un rol
relevante en actividades como el ecoturismo de la región, parece ser un vigilante pasivo
de los procesos periurbanos pues aparentemente no es aún un atractivo de este tipo de uso
en la zona, sin embargo, sí parece serlo para los usos urbanos. Esta es entonces un ANPPE
sin patrón de periurbanización evidente, pero por sus características puede ser clasificada
como una unidad con patrón de urbanización agregada hacia el área natural protegida. En
la Tabla 12 se resaltan los hallazgos principales para las diferentes variables en el ANPPE
Lago Peñuelas.

Tabla 12. Principales elementos espacio-temporales de la configuración del ANPPE Lago


Peñuelas para el 2002 y 2015
Variable Descripción
25% de la superficie cambió. Asociados principalmente a la
ganancia de coberturas en vegetación escasa (cambió: +1500%),
praderas (cambió: +68%) y urbano (cambió: +56%) y a la pérdida
en cuerpos de agua continentales (cambió: -69%). Respecto a la
Cambios dirección de cambio, las principales magnitudes se asociaron a los
principales en las generados entre los diferentes estados de crecimiento de las
coberturas plantaciones forestales: plantaciones forestales juveniles se
terrestres transformaron a plantaciones forestales adultas (27% del cambio
total del ANPPE), las plantaciones forestales adultas a vegetación
escasa (26% del cambio total del ANPPE) y cuerpos de agua
continentales que se transformaron en praderas (24% del cambio
total del ANPPE).
De total de la superficie transformada en 2015, el 6,5% se
transformó en urbano, principalmente desde las categorías
Cambios en plantaciones forestales juveniles (48% de este cambio), praderas
urbano (29% de este cambio), y matorrales espinosos (11% de este
cambio). Esta categoría se aproxima notablemente al borde del área
natural protegida.

160
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Variable Descripción

No se reflejan cambios a nivel periurbano, pues ni la categoría


habitacional rural ni parcelaciones tuvieron modificaciones en su
superficie. Consecuentemente las distancias desde las coberturas
Cambios en
terrestres periurbanas al límite del área natural protegida no
periurbano
presentaron modificaciones. Sin embargo, estas coberturas
terrestres están localizadas en cercanías de la Reserva Nacional
Lago Peñuelas (<1 km).

Aproximadamente el 40% de la unidad que representan las


Cambios en coberturas naturales en esta ANPPE se mantuvo sin cambios, pues
coberturas ni bosques, ni matorrales (esclerófilos y xerofíticos) evidenciaron
naturales transformaciones en su superficie, a excepción de los matorrales
espinosos (cambió: -1,5%).

Estructura del En una matriz donde se destacan las actividades de producción


paisaje: cambios forestal, se insertan coberturas de tipo urbano y periurbano, estas
en su últimas en menor magnitud. Las coberturas naturales permanecen
composición y con el mismo patrón existente (Remanentes naturales que no
configuración transforman su distribución ni incrementan su fragmentación).

La oferta potencial total de SE se mantiene en el rango del medio-


bajo y presentó un leve aumento. Dos de los grupos de SE
evidenciaron aumento: provisión (potencial medio-bajo) y
Cambios en la culturales (potencial medio-alto); los SE de regulación
oferta potencial disminuyeron (potencial medio-bajo). Se observan incrementos en
total de SE y su cerca del 90% de los SE analizados, lo que finalmente concuerda
configuración con el aumento de la oferta potencial total. Los SE del grupo
espacial culturales son los que tienen mejor comportamiento en este período.
En la espacialización de las dinámicas temporales de los SE, se
observa a la categoría urbano vinculada con la pérdida de los
mismos.

Fuente: Elaboración propia

161
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

▪ ANPPE La Campana.

Esta unidad está localizada en la comuna de Olmué, región de Valparaíso (Figura 22);
cuenta con aproximadamente 14.184 ha y está asociada al Parque Nacional La Campana,
que dentro de esta ANPPE representa el 18% de su superficie. Este parque fue incorporado
como parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado mediante ley
número 16.699 de 1967. Tiempo después (1985) fue declarada área núcleo de la Reserva
de la Biósfera La Campana-Peñuelas.

Figura 22. Fotografías del ANPPE La Campana


Fuente: archivo personal de terreno

a) Configuración espacial, cambios en las coberturas terrestres y dinámica de los


servicios ecosistémicos.

La composición para el 2015 de esta unidad muestra como predominantes las coberturas
terrestres naturales, principalmente bosques con el 40% de su superficie y matorrales
xerofíticos con el 30%; las coberturas terrestres agrarias alcanzan tan sólo el 5% al igual
que la cobertura urbano, mientras que las coberturas terrestres de tipo periurbano
(parcelaciones y habitacional rural) ocupan el 4% de la unidad.

En referencia al área del Parque Nacional que se incorpora en esta ANPPE se identifican
dentro de ella a bosques (58%) y matorrales xerofíticos (40%) como las coberturas
predominantes. La Figura 23 y el Anexo 12 presentan las coberturas terrestres, su
disposición y ocupación espacial correspondientes a esta unidad de análisis durante los
años analizados. Algunos puntos de verificación en terreno de las coberturas terrestres
para esta ANPPE se muestran en la Figura 24.

162
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 23. Coberturas terrestres en ANPPE La Campana 2002 y 2015. a) Cambios de


parcelaciones a urbano; b) Cambios de matorrales esclerófilo y matorrales espinosos a parcelas;
c) Cambios de vegetación escasa a AG Frutales y parcelas; d) Cambios de matorrales espinososa
parcelaciones
Fuente: Elaboración propia

163
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 24. Verificación en terreno de las coberturas en el ANPPE La Campana


Fuente: Elaboración propia

En esta ANPPE el 96% de la superficie total se mantuvo sin transformaciones, el 4%


restante se concentra en cambios por ganancias para las coberturas de tipo periurbano
(habitacional rural +8% y parcelaciones +64%) reemplazando principalmente praderas,
matorrales espinosos y bosques; urbano también obtiene (+14%) principalmente desde
parcelaciones, praderas y habitacional rural. También se identifican pérdidas en las
coberturas terrestres agrarias (principalmente agricultura de frutales -23%) y en las
coberturas naturales (bosques -0,5%, matorrales esclerófilos -1,5%, matorrales espinosos
-6%), estas últimas principalmente por incorporación a parcelaciones y agricultura (Anexo
13).

Respecto a la variación de la oferta potencial total de SE en esta unidad corresponde a una


disminución menor (-0,01), relacionada principalmente con la reducción presentada en los
grupos de SE de regulación (-0,01) y provisión (-0,02) entre 2002 y 2015 (Anexo 9). En

164
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

el análisis individual de los SE en esta unidad presentaron disminuciones menores en 11


de los 17 SE estudiados, los 6 restantes mantuvieron su potencial (Anexo 10).

De acuerdo con estos resultados se advierte una oferta potencial total de SE de rango
intermedio que, aunque no es óptima, se aproxima a los niveles de mayor potencial dentro
del rango considerado, siendo ésta el ANPPE con mejor comportamiento respecto a la
oferta potencial.

La Figura 25 presenta la espacialización de las variaciones de la oferta potencial total de


SE, que se concentran tan sólo en el 2% de la superficie del ANPPE, distribuida
principalmente en la disminución de la oferta potencial con el 1,2% de la variación y el
0,8% correspondiente al aumento. Los polígonos de mayor tamaño asociados a la
disminución de la oferta potencial de SE se relacionan principalmente con las coberturas
terrestres de tipo urbano y en menor medida con las periurbanas. También se observa una
relación entre la ganancia de SE y las coberturas periurbanas.

b) Métricas del paisaje y distancias periurbanas: indicadores de cambio

Respecto a la estructura espacial de esta unidad, los indicadores de las coberturas terrestres
(Anexo 14) muestran a los mayores proveedores de SE en la unidad (bosques) con un
PLAND sin variaciones, y un aumento de NP acompañado de una pequeña disminución
en AREA_MN, TCA y, lo que sugiere una leve tendencia a la fragmentación y pérdida
efectiva de habitas en esta cobertura terrestre ya que también disminuye CORE_MN.
Mientras que, en los matorrales esclerófilos, considerados los proveedores de segundo
orden (potencial alto), aumenta el NP y disminuye el TCA, los demás indicadores
permanecen prácticamente constantes (PLAND, AREA_MN, CORE_MN, LPI). Por su
parte matorrales espinosos evidencia una leve tendencia a la fragmentación identificada
en el incremento de NP y la disminución del AREA_MN (-1 ha), además de una pérdida
efectiva del hábitat (disminuyen TCA y CORE_MN).

165
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 25. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE La


Campana 2002- 2015
Nota: Las áreas en color rojo oscuro corresponde a disminución de la oferta de SE por
cambios hacia usos urbanos y aquellas en gris más oscuro son ganancias por usos
periurbanos
Fuente: Elaboración propia

Esta relativa estabilidad en las métricas analizadas entre 2002 y 2015, revelan una
permanencia del patrón de ocupación que existe en las coberturas terrestres naturales con

166
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

mayor potencial de provisión, lo que finalmente se refleja en efectos mínimos sobre el


cálculo de la oferta total de SE, al igual que en los grupos de regulación o culturales.

Las coberturas de tipo periurbano (habitacional rural y parcelaciones) por su parte


muestran un incremento en el PLAND y en el NP, y en el caso del habitacional rural con
tendencia a la fragmentación reflejada en la disminución de AREA_MN; respecto a la
agregación, las coberturas terrestres de tipo periurbano tienen un indicador menor que las
demás coberturas de la unidad lo que indica una tendencia a la segregación que apenas
comienza.

Respecto al análisis de proximidad entre las coberturas terrestres periurbanas


(parcelaciones y habitacional rural) y el borde del área protegida, se encontró que, en
ambos casos, las distancias al Parque Nacional La Campana se redujeron, esto
comprobado en la disminución del límite inferior del cuartil donde se localizan el 50% de
los datos (Figura 26).

Figura 26. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite del Parque Nacional La Campana para los años 2002 y 2015
Fuente: Elaboración propia

167
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Para el caso específico de las parcelaciones, se observa en el 2015 una distribución de


aproximadamente el 75% de los datos localizados por debajo de los 4,3 km de distancia a
la reserva y el punto más extremo se localiza a los 7,2 km. El 50% de los datos para el
mismo año están distribuidos entre los 4,3 km y 1,8km de distancia, evidenciando una
disminución de los límites respecto al 2002. La categoría habitacional rural mantuvo un
comportamiento similar con al menos el 75% de los datos por debajo de 4,6 km y un valor
extremo de 7,2 km, donde también se observa una aproximación al área protegida. Aunque
las parcelas se mantienen más cercanas al borde del Parque Nacional, la reducción de las
distancias para habitacional rural fue mayor. Lo anterior es evidencia de la tendencia de
las coberturas terrestres periurbanas a localizarse en proximidades del área natural
protegida, en especial la categoría parcelaciones.

Con respecto a las distancias de la cobertura urbano, se observa un acercamiento de esta


categoría al borde del Parque Nacional La Campana, pero también se identifica un
incremento considerable alejado del borde del Parque y que muestra como valor extremo
una distancia de 4,9 km; en el 2015 esta categoría muestra aproximadamente el 50% de
sus datos localizado entre 4,1 km y 1,2 km, con un aumento en límite superior que ratifica
el crecimiento urbano en esa dirección.

c) Principales hallazgos sobre la configuración y el patrón espacial

Una lectura en conjunto de las métricas y datos obtenidos muestra una unidad compuesta
por una matriz con predominancia de las coberturas terrestres naturales, bosques y
matorrales xerofíticos principalmente, las cuales no presentan mayores transformaciones
espaciales, donde además la tendencia general de los elementos que conforma este paisaje
es a la agregación, pero además se identifican como principales impulsores de las
transformaciones ocurridas a las coberturas parcelaciones y urbano.

Aunque no se observan grandes cambios en las coberturas líderes en prestación de SE, se


evidencia una situación de mínima disminución en el suministro de SE y una oferta
potencial en el rango intermedio que, considerando el incremento en las coberturas

168
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

periurbanas durante las últimas décadas, parece un hecho positivo que no se vea
mayormente afectado a pesar de las intervenciones antrópicas que supone la expansión de
la urbanización.

Lo anterior puede estar relacionado con el hecho que estos nuevos emplazamientos
periurbanos de la zona han reemplazado hasta el momento coberturas como praderas y
matorrales espinosos considerados en un rango intermedio para la oferta de SE y en menor
medida bosques que tienen el mayor potencial. No obstante, es difícil garantizar que esta
situación de mínima disminución del suministro de SE, se mantenga en el tiempo, pues de
incrementarse la influencia antrópica en esta área y sobre recursos críticos es probable que
se dé una mayor afectación en el suministro de SE.

Las coberturas terrestres periurbanas indican una inclinación hacia la segregación que
sumada a la reducción de la distancia medidas hacia el borde del Parque Nacional La
Campana, refuerzan la presencia de un patrón espacial periurbano disperso hacia el área
natural protegida, es decir, una ocupación que corresponde a formas de crecimiento de
baja densidad con un incremento en la aparición de elementos de tipo periurbano y
predominio de las parcelaciones en inmediaciones del Parque Nacional. A modo de
síntesis se presenta la Tabla 13, que sintetiza los principales hallazgos para el ANPPE La
Campana.

Tabla 13. Principales elementos espacio-temporales de la configuración del ANPPE La


Campana para el 2002 y 2015
Variable Descripción

4% de la superficie cambió. Concentrados en cambios hacia


coberturas periurbanas, ganancias para parcelaciones (cambió:
+64%), habitacional rural (cambió: +8%) y urbano (cambió:
Principales
+14%). En la dirección de cambio las mayores magnitudes
cambios en las
estuvieron asociadas a las transformaciones de praderas a
coberturas
parcelaciones (11% del cambio total del ANPPE), matorrales
terrestres
espinosos a parcelaciones (8% del cambio total del ANPPE),
bosques a parcelaciones (5% del cambio total del ANPPE) y
praderas a urbano (4,5% del cambio total del ANPPE).

169
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Variable Descripción

De total de la superficie transformada en 2015, el 16% se cambió desde


otras coberturas a urbano, principalmente desde las categorías
praderas (27% de este cambio), parcelaciones (25% de este cambio)
Cambios en la
y habitacional rural (17% de este cambio). No se identificaron
superficie urbano
transformaciones desde categorías de producción forestal. Esta
categoría se aproxima notablemente al borde del área natural
protegida.

El 37% de los cambios ocurridos en esta unidad se transformaron


hacia coberturas periurbanas: parcelaciones (86% de este cambio)
y habitacional rural (14% de este cambio). Las parcelaciones
Cambios en la
tuvieron un porcentaje de cambio del +64% mientras que
superficie
habitacional rural cambió el +8% respecto al año inicial. La
periurbano
superficie total del periurbano se incrementó el +40,8%. Estas
categorías se aproximan notablemente al borde del área natural
protegida, en especial la cobertura parcelas.

En general, las coberturas naturales se redujeron con relación al


año inicial (cambiaron: -1%). Los matorrales espinosos se
redujeron en mayor proporción (cambió: -6,2 %), representadas
principalmente en coberturas de tipo periurbano y urbano; los
Cambios en matorrales esclerófilos también se redujeron (cambió: -1,5%)
coberturas presentando cambios principalmente hacia coberturas periurbanas
naturales y bosques. Los bosques también tuvieron cambios menores
(cambió: -0.5%) representados principalmente por cambios hacia
parcelaciones y agricultura en transición. Los cambios de menor
proporción estuvieron en los matorrales xerofíticos (cambió: -
0,2%) principalmente hacia coberturas de tipo periurbano.
Se observaron cambios menores en la oferta potencial total de SE,
la cual se localiza en el rango medio-alto. Los SE culturales se
mantuvieron sin cambios con un potencial alto, mientras que los
Cambios en la
SE de regulación (potencial medio-alto) y SE provisión (medio-
oferta potencial
bajo) tuvieron cambios menores. Se identificaron pérdidas en el
total de SE y
65% de los SE analizados principalmente del grupo de SE de
configuración
regulación. La espacialización de las dinámicas de los SE muestra
espacial de los SE
relación de las zonas que pierden SE con usos urbanos
principalmente y algunas zonas que ganan SE se relacionan con
usos periurbanos.

170
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Variable Descripción

En una matriz donde prevalecen las coberturas naturales, bosques


y matorrales xerofíticos, se observa estabilidad en el patrón de
Estructura del
ocupación de estas. Se advierte además un patrón tendencial hacia
paisaje: cambios
la periurbanización dispersa hacia el área protegida, que se
en su composición
evidencia a través del incremento en la superficie de estos
y configuración
elementos, la variación conjunta de las métricas y la reducción de
las distancias hacia el borde del área natural protegida.
Fuente: Elaboración propia

4.5.3 ANPPE del interior

La siguiente es la unidad de análisis que fue delimitada a partir del área protegida privada
Reserva Natural Protegida Altos de Cantillana y que hace parte del sitio prioritario para
la conservación de la biodiversidad Cordón de Cantillana.

▪ ANPPE Altos de Cantillana.

Esta unidad conformada por 16.942 ha, está localizada en la comuna de Paine, Región
Metropolitana y se encuentra asociada a la Reserva Natural Protegida Altos de Cantillana
(Figura 27), que ocupa el 19% de la superficie de esta unidad. Esta reserva fue creada
durante el año 2008 como parte de una iniciativa privada y un año después fue reconocida
como Santuario de la Naturaleza.

Figura 27. Fotografías del ANPPE Altos de Cantillana


Fuente: archivo personal de terreno

171
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

a) Configuración espacial, cambios en las coberturas terrestres y dinámica de los


servicios ecosistémicos

La composición espacial de esta ANPPE se caracteriza por la predominancia de matorrales


xerofíticos que para el 2015 ocupan el 26% de la superficie de la unidad, los bosques y
matorrales esclerófilos cuentan con la misma superficie 19%, además cuenta con una baja
representatividad de actividades agrarias (frutales, hortalizas, agricultura en transición)
que en total ocupan el 5% de la superficie y de usos periurbanos (parcelaciones y
habitacional rural) que cuentan con el 3,5% de la unidad. Respecto al área de la reserva
que se incorpora en este análisis y su composición, se encontró que está dominada por
matorrales xerofíticos (37%), seguido de matorrales esclerófilos (26%), vegetación escasa
(20%) y bosques (18%). La Figura 28 y el Anexo 18 presentan las coberturas terrestres.

En esta ANPPE el 91% del total de la superficie permaneció sin cambios entre 2006 y
2015, el 9% restante se concentra en cambios por ganancias para la cobertura
infraestructuras (+289%), provenientes principalmente de la agricultura en transición los
evidenciados por reemplazo en estructuras para la actividad agraria como invernaderos y
bodegas; las siguientes transformaciones son la ganancia de praderas (+135%)
provenientes de la disminución en los cuerpos de agua continentales, la ganancia de
agricultura de frutales (+71%) principalmente como consecuencia de las transformación
entre las mismas actividades agrarias (agricultura en transición, agricultura de hortalizas).

La disminución de los cuerpos de agua continentales (-56%) es otro de los resultados que
deja como consecuencia el incremento en las praderas antes mencionado. La cobertura
urbano se incrementó (+22%) con cambios provenientes principalmente de la
incorporación de los usos periurbanos en esta categoría. Estos últimos con
transformaciones de pérdidas (-18% para habitacional rural) y ganancias (+6% para
parcelaciones) (ver Anexo 19).

172
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

2015

Figura 28. Coberturas terrestres en ANPPE Altos de Cantillana. a) Cambios de


parcelaciones a urbano; b) Cambios de matorrales esclerófilo y espinosos a parcelas; c)
Cambios de vegetación escasa a AG Frutales y parcelas; d) Cambios de matorrales
espinososa parcelaciones
Fuente: Elaboración propia

173
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Las coberturas terrestres de las que se da cuenta para el 2015 fueron corroboradas y
posteriormente ajustadas a partir de puntos de verificación en terreno; la Figura 29 muestra
algunos ejemplos de los lugares verificados.

Figura 29. Verificación en terreno de las coberturas en el ANPPE 12 Altos de Cantillana.


Fuente: Elaboración propia

Respecto a la oferta potencial total de SE entre 2006 y 2015 no se observan variaciones y


se mantiene en el rango de oferta medio-alto, esto como consecuencia de un relativo
equilibrio entre el incremento y la disminución presentada en los grupos de servicios
analizados. Así, los servicios de regulación y provisión evidenciaron ganancias (+0,02
cada uno) mientras que el grupo de servicios culturales presentó pérdidas (-0,05), las más
altas de todos los grupos en las unidades estudiadas (ver Anexo 9).

174
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Este comportamiento es congruente con el análisis realizado de manera individual sobre


los 17 SE estudiados, donde se puede ver que el 6% de ello no cambia, mientras que el
47% se incrementa y el mismo porcentaje disminuye. En general se observa una oferta
potencial en el rango medio-alto, que en comparación con las demás unidades estaría en
mejor condición después del potencial encontrado para el ANPPE La Campana.

En la Figura 30 se presenta la espacialización de las dinámicas temporales de la oferta


potencial total de los SE en esta unidad, los cuales se concentran en el 1,4% de la superficie
total del ANPPE, distribuida en 0,9% de superficie donde disminuye y 0,5% de superficie
donde se incrementa la oferta potencial para la unidad. Es posible identificar los vínculos
de algunos de los polígonos que señalan disminución de la oferta con usos urbano y
periurbanos, al igual que se observan pequeños polígonos donde hubo incremento
vinculados con coberturas de tipo periurbano.

b) Métricas del paisaje y distancias periurbanas: indicadores de cambio

Pasando al análisis de la estructura de esta ANPPE a partir de los resultados de los


indicadores calculados para las coberturas terrestres (ver Anexo 20), se identifica para las
coberturas con mayor potencial de oferta de SE (bosques) una disminución en los
indicadores de superficie PLAND, AREA_MN y TCA, sin embargo, el NP no se
incrementa, lo que sumado al alto valor del indicador AI, no sugieren fragmentación de
esta cobertura. Caso similar a lo ocurrido con los matorrales esclerófilos, donde se
observan indicadores de superficie dinámicos con aumento del PLAND, AREA_MN,
TCA y CORE_MN, mientras que disminuye NP y se un AI máximo, que tampoco
sugieren tendencia a la segregación y fragmentación. Estas coberturas entonces conservan
su patrón de ocupación y mantiene su máxima agregación.

Frente a las actividades agrarias estos indicadores dejan ver una tendencia a la
fragmentación evidenciada a través de la disminución de indicador AREA_MN y un
incremento del NP además, tienen un índice AI con un valor máximo. Esto indica que la
actividad agraria que, a pesar de mostrar tendencia a la fragmentación, se mantienen en

175
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

un máximo de agregación, lo que puede ser consecuencia de una distribución espaciada


de los cultivos, pero rodeada de la misma actividad.

Figura 30. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE


Cantillana 2006- 2015
Nota: Las áreas en color rojo oscuro corresponde a disminución de la oferta de SE por
cambios hacia usos urbanos y aquellas en gris más oscuro son ganancias por usos
periurbanos
Fuente: Elaboración propia

176
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

La cobertura urbano, que cuenta con una baja representatividad espacial en la unidad,
presenta pequeños incrementos en todos sus indicadores PLAND, AREA_MN, TCA,
CORE_MN y NP. Estas variaciones menores en sus indicadores muestran la tendencia a
la agregación, sin evidenciar grandes modificaciones en su patrón de ocupación.

En el caso de las coberturas periurbanas, se muestra a la categoría habitacional rural con


un PLAND sin modificaciones, pero e incremento del NP y con un AREA-MN
prácticamente constante y un AI menor que en las demás coberturas, localizan a esta
categoría en un patrón espacial disperso, sin evidenciar tendencia alguna. Mientras que en
el caso de las parcelaciones el incremento del PLAND y del NP sumado a la disminución
de AREA-MN muestran una tendencia a la fragmentación, con un AI cerca al máximo
que indican agregación de la categoría.

Después de hacer el análisis de proximidad para la cobertura urbano en esta ANPPE


respecto al borde de la reserva natural (Figura 31), no se encontró evidencia de
aproximación al área protegida entre 2006 y 2015; sin embargo, se reconoce la cercanía
de esta categoría pues se muestran datos localizados por debajo de 1 km de distancia. Algo
similar ocurre con la categoría del periurbano habitacional rural, que no modifica su
proximidad al borde del área natural protegida, pero sigue siendo una cobertura con
localización próxima a ella y con una distancia mínima de 680m. Esta categoría localiza
aproximadamente al 50% de sus datos ente los 2,3 km y 4,4 km para el 2015.

El panorama es distinto para la cobertura parcelaciones, que si refleja una aproximación


de su localización al área natural protegida, y que mantiene aproximadamente al 75% de
los datos por debajo de los 4 km de distancia, además muestra con un valor extremo de
casi 6 km y un mínimo de apenas 330 m de distancia al borde del área protegida.

177
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 31. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Natural Privada Altos de Cantillana para los años 2006 y
2015
Fuente: Elaboración propia

c) Principales hallazgos sobre la configuración y el patrón espacial

Al realizar una lectura conjunta de los resultados antes expuestos, se expone un ANPPE
inscrita en un matriz de coberturas naturales con un patrón de ocupación agregado y sin
modificaciones a gran escala, donde también participan las coberturas agrarias mostrando
una leve tendencia a la fragmentación. Las coberturas periurbanas se incrementan y
aunque no son los mayores cambios registrados, si representan un factor determinante en
esta unidad pues son, después de las actividades agrarias, las coberturas que más
categorías reemplazan en su proceso transformador.

De acuerdo con lo anterior, en esta unidad se identifican como los principales impulsores
de las transformaciones espaciales las actividades agrarias, seguidos de los usos
periurbanos, particularmente las parcelaciones. A esto se suman otros procesos que
también hacen parte de los transformadores del paisaje en esta unidad que pueden o no
tener relación con las actividades antrópicas como los procesos de degradación o
perturbación de las coberturas naturales, incluyendo la disminución de los cuerpos de
agua.

178
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Paradójicamente, se observa una situación de relativo equilibrio en la oferta potencial de


SE que mantiene la oferta total sin variaciones, un hecho que resulta provechoso frente al
panorama de incremento de la actividad parcelaria que se observa en la unidad, y que tiene
relación con el tipo de coberturas que se reemplazan en el proceso de periurbanización de
esta ANPPE y que corresponden principalmente coberturas con una baja valoración en la
oferta potencial, como agricultura en transición, matorrales espinosos, plantaciones
forestales y praderas.

Las parcelaciones han demostrado a través de sus indicadores una inclinación hacia la
fragmentación y agregación que, sumados a una reducción de la distancia al borde de la
Reserva Natural Privada Altos de Cantillana, permiten establecer un patrón periurbano
predominantemente agregado hacia el área natural protegida, que en pocas palabras
corresponde a un patrón de ocupación por parcelas de baja densidad que tiende a
aproximarse a la reserva natural. Finalmente, se resaltan en la Tabla 14 los hallazgos
principales del análisis espacio-temporal realizado para el ANPPE Altos de Cantillana.

Tabla 14. Principales elementos de la estructura espaciotemporal en ANPPE Altos de


Cantillana 2006 y 2015
Variable Descripción

El 9% de la superficie cambió. Estos cambios estuvieron


principalmente asociados con ganancias para las coberturas
infraestructura (cambió: +289%), praderas (cambió: +135%),
Cambios
agricultura de frutales (cambió: +71%) y cuerpos de agua
principales en las
continentales (cambió: -56%). La dirección de cambio presenta
coberturas
como principales magnitudes las transformaciones de cuerpos de
terrestres
agua a praderas (38% del cambio total del ANPPE), de bosques a
matorrales (30% del cambio total del ANPPE) y agricultura de
transición a infraestructuras (7% del cambio total del ANPPE).

De total de la superficie transformada en 2015, el 1,5% se


transformó en urbano, principalmente desde las categorías de
Cambios en
periurbano: parcelaciones (78% de este cambio) y habitacional rural
urbano
(21% de este cambio). No se evidencia aproximación al borde del
área natural protegida, pero se reconoce su cercanía a ella.

179
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Variable Descripción

El 5% de los cambios ocurridos en esta unidad se transformaron


hacia coberturas periurbanas: parcelaciones (79% de este cambio)
y habitacional rural (21% de este cambio). Habitacional rural tuvo
Cambios en un cambio del -18% respecto al año inicial mientras que
periurbano parcelaciones cambió (+6,2). La superficie total del periurbano se
incrementó el +3%. La categoría habitacional rural no se aproxima
al borde del área natural protegida, pero se reconoce su cercanía,
mientras que parcelaciones si se acerca al borde del área protegida.

Las coberturas naturales presentaron una leve disminución respecto


al año inicial (-0,09%). Los matorrales esclerófilos aumentaron
Cambios en
(cambió: +17%) con cambios desde matorrales esclerófilos, se
Coberturas
redujeron los bosques (cambió: -13%) con cambios principalmente
naturales
hacia matorrales esclerófilos y los matorrales espinosos (cambió: -
0,8%) principalmente hacia parcelaciones.

La oferta potencial total de SE no presentó variaciones y se


mantiene en el rango medio-alto, con el mejor comportamiento
después de ANPPE La Campana. SE observó un relativo equilibro
en las dinámicas de los grupos de SE. Dos de los tres grupos
Cambios en la presentaron incrementos: regulación (potencial medio-alto) y
oferta potencial provisión (potencial medio-bajo), mientras que los servicios
total de SE y su culturales se redujeron (potencial alto). El 6% de los SE no se
configuración modificaron, mientras el 47% de ellos tuvieron incremento y en la
espacial misma proporción se observaron disminuciones. La espacialización
de las dinámicas temporales muestran vinculación de las coberturas
urbanas y periurbanas con la disminución de SE, al mismo tiempo
que se observa relaciones entre pequeños polígonos con incremento
y las categorías periurbanas.

En una matriz con predominancia de coberturas naturales, bosques,


matorrales esclerófilos y espinosos, que mantienen su patrón de
Estructura del
ocupación con una máxima agregación, incorporan actividades
paisaje: cambios
agrarias fragmentadas, pero con la máxima agregación. Las
en su
coberturas urbanas no modifican su patrón agregado de ocupación,
composición y
mientras que en las categorías periurbanas evidencian un patrón de
configuración
ocupación con tendencia a la fragmentación y agregación de las
parcelaciones.
Fuente: Elaboración propia

180
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

4.5.4 ANPPE andina

La siguiente unidad de análisis se localiza en la cordillera de los Andes y se delimitó a


partir de la Reserva Nacional Río Clarillo, un área natural que también hace parte del
Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado.

▪ ANPPE Río Clarillo.

Conformada por 23.942 ha aproximadamente, esta unidad de análisis se encuentra


localizada en inmediaciones de la comuna de Pirque, Región Metropolitana de Santiago
(Figura 32) y está asociada a la Reserva Nacional Río Clarillo, la cual representa
aproximadamente el 54% de la superficie de la unidad analizada. Esta reserva fue creada
en 1982 por el Ministerio de Agricultura mediante el decreto N°19.

Figura 32. Fotografías del ANPPE Río Clarillo


Fuente: archivo personal de terreno

a) Configuración espacial, cambios en las coberturas terrestres y dinámica de los


servicios ecosistémicos

En el análisis espacial de esta ANPPE se encontró que para el 2015 la composición física
está dominada por las siguientes coberturas terrestres: vegetación escasa que ocupa el 41%
de la superficie, seguida de matorrales esclerófilos y xerofíticos que tienen una ocupación
similar en la unidad (19% y 18% respectivamente). En la Figura 33 y el Anexo 15 se
muestra la espacialización y el cambio de las coberturas terrestres para cada uno de los
años.

181
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 33. Coberturas terrestres presentes en ANPPE Río Clarillo para 2002 y 2015
Fuente: Elaboración propia

182
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

La digitalización de estas coberturas también en esta ANPPE estuvo apoyada en los puntos
de verificación que se tomaron en terreno, a partir de los cuales se hicieron ajustes;
Algunos de los puntos de verificación se presentan en la Figura 34.

Figura 34. Verificación en terreno de las coberturas en ANPPE 11 Río Clarillo


Fuente: Elaboración propia

La cobertura bosques cuenta con una baja presencia en esta área (6%), mientras que la
agricultura suma tan solo el 3%, y las coberturas periurbanas tienen una representación
muy baja en la unidad pues ocupan solo el 0,7%. Para el caso específico de esta Reserva

183
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Nacional, se identifican como predominantes dos coberturas terrestres: vegetación escasa


ocupando el 57% de su superficie y matorrales esclerófilos con el 18%.

El 96% de esta unidad no tuvo transformaciones en su superficie. Los cambios


identificados en el 4% de la superficie se concentran en ganancias para las coberturas
urbano (+100,9%), cambios provenientes principalmente desde categorías como praderas,
matorrales espinosos, habitacional rural y parcelaciones. También se identificaron
cambios considerables en la categoría de agricultura en transición, correspondiente al
+88% y que están relacionados principalmente con cambios dentro o entre las actividades
agrarias que se identifican en la zona. También se encontraron ganancias para la cobertura
periurbana desde la categoría parcelaciones con un cambio correspondiente al +50%, y
procedentes principalmente desde las categorías praderas y matorrales espinosos, y un
porcentaje mucho menor desde matorrales esclerófilos.

Respecto a esta última transformación es importante mencionar que durante las visitas a
terreno fue posible verificar el emplazamiento de nuevas parcelaciones sobre matorrales
espinosos las cuales, por su estado inicial (ver Figura 35), pudieron no ser observadas al
momento de la fotointerpretación de las coberturas terrestres y que por supuesto
incrementarían el porcentaje de cambio de esta categoría en el ANPPE analizada.

Figura 35. Nuevas parcelaciones en la ANPPE Río Clarillo


Fuente: archivo personal de terreno

La categoría habitacional rural también evidenció pérdidas, con un cambio del -32% en
su cobertura, y que responden a su incorporación en la categoría urbano. Se registraron
también pérdidas mínimas en las coberturas agrarias, específicamente de agricultura de

184
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

hortalizas y que corresponden principalmente a transiciones entre los diferentes tipos de


cultivos y en menor proporción a la incorporación en la categoría parcelaciones (Anexo
16).

Esta es la unidad identificada con menor oferta potencial total y por grupo de SE dentro
de las ANPPE analizadas. Al revisar las variaciones de la oferta entre en el período se
identificaron disminuciones en todos los grupos de SE: los culturales tuvieron una ligera
disminución (-0,01), mientras que los de regulación y provisión disminuyeron un poco
más y con la misma proporción (-0,02); este comportamiento finalmente se manifiesta en
un potencial total de rango medio-bajo y que también evidenció una disminución (-0,02)
(Anexo 9). En general se observa una oferta potencial predominantemente ubicada en el
rango medio-bajo de la escala de valoración.

Se presenta la distribución espacial de las variaciones de la oferta potencial total los SE


en la Figura 36; concentradas en el 2,2% de la superficie, el aumento representa una
mínima parte con el 0,2% de la unidad y mientras que el 2% restante corresponde a la
disminución en los SE, esta última asociada en gran medida al crecimiento de la cobertura
terrestre urbano. Las variaciones se concentran principalmente fuera del área natural
protegida, y aquellas observadas dentro parecen estar asociadas a procesos de degradación
de coberturas terrestres o por sucesión ecológica.

b) Métricas del paisaje y distancias periurbanas: indicadores de cambio

Con relación a la estructura de esta ANPPE, el análisis de los indicadores para las
coberturas terrestres (Anexo 17) muestra a las coberturas boscosas, principales
proveedores de SE, sin mayores transformaciones en su estructura espacial, manteniendo
su patrón de ocupación agregado en la unidad y que puede ser reafirmado con el leve
incremento en sus indicadores de superficie PLAND, AREA_MN y TCA; estos
indicadores son resultado del incremento observado en esta cobertura y que por sus
aportes desde los matorrales esclerófilos puede ser atribuido a la ocurrencia de procesos

185
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

naturales como la sucesión ecológica, y que son ello se esperaría se viera reflejado de
manera positiva en el potencial de oferta de SE.

Figura 36. Cambios en la oferta potencial total de servicios ecosistémicos en ANPPE Río
Clarillo 2002- 2015
Nota: Las áreas en color rojo oscuro corresponde a disminución de la oferta de SE por
cambios hacia usos urbanos
Fuente: Elaboración propia

186
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Respecto a los matorrales esclerófilos, destacados también en el potencial de oferta de SE,


se identifica la ocurrencia sutil de fragmentación y pérdida de hábitat, interpretada desde
la disminución de sus indicadores de área PLAND, AREA_MN, TCA, CORE_MN y el
incremento de NP, resultados que estarían relacionados con la transformación de esta
cobertura en otras de tipo periurbano.

Al revisar y comparar los indicadores de las actividades agrarias con los demás resultados
obtenidos, se nota un mayor dinamismo entre ellos, con aumento en por lo menos dos de
los cuatro casos (agricultura de frutales, agricultura en transición) de PLAND,
AREA_MN. Para todos los casos, el NP se mantiene prácticamente invariable y AI
muestra tendencia a la agregación.

Por otro lado, una lectura de estos indicadores para las coberturas periurbanas muestra que
aunque algunos de sus indicadores como PLAND, AREA_MN y NP son dinámicos en el
período analizado, la información suministrada por ellos parece no ser determinante para
evidenciar la tendencia de ocupación de estas coberturas, pues otros indicadores
permanecen constantes con valores nulos, que no permiten establecer de manera clara su
patrón de ocupación, al menos no de manera dominante, aunque se reconoce que un AI
menor que las demás coberturas presentes en el ANPPE, aunado al incremento del NP
podría indicar una tendencia a la agregación.

El análisis de proximidad de las coberturas periurbanas en esta unidad muestra que para
el 2015 el 50% de los datos de las parcelaciones se localizan por debajo de los 5 Km y
hasta los 3,7 km de distancia al borde de la Reserva Nacional Río Clarillo, con la distancia
más próxima correspondiente a 2,7 km para ambos años. Se observa también un dato
atípico localizado en el borde de la reserva (Figura 37). Para el caso de la cobertura
habitacional rural se reduce el rango de distribución del 50% de los datos (5,2 km a 3,8
km). Se identifican también datos atípicos en el borde el área protegida. En el caso de la
cobertura urbano, los datos muestran un acercamiento a la reserva, pero sigue conservando
una distancia mínima considerable de 3,2 km.

187
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Figura 37. Cambios en la distancia (m) desde las coberturas terrestres periurbanas y
urbanas al límite de la Reserva Nacional Río Clarillo para los años 2002 y 2015
Fuente: Elaboración propia

En general, no se observan tendencias claras aproximación a la reserva para las coberturas


periurbanas en esta ANPPE, con excepción de algunos valores atípicos que se identifican
en el borde del área protegida y pertenecientes a ambas categorías. A pesar de la
aproximación de los usos urbano, se conserva una distancia importante al área protegida.
Los datos observados en esta unidad no parecen establecer al área natural protegida como
un elemento atractivo para el establecimiento de los usos periurbanos.

c) Principales hallazgos sobre la configuración y el patrón espacial de


periurbanización

Los resultados que han sido expuestos en este aparte muestran al ANPPE analizada como
una unidad conformada por una matriz donde predominan las coberturas de vegetación
escasa y naturales (matorrales y bosques), siendo éstas precisamente las que evidencian
menores transformaciones para el período analizado, todas ellas con una agregación
marcada en su patrón de ocupación. En esta matriz se insertan coberturas de tipo agrario,

188
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

que, no menos importantes, han dinamizado las transformaciones del paisaje en la unidad,
pero a partir de los indicadores no es posible establecer con certeza su patrón espacial.

Esta ANPPE tiene una restringida oferta potencial de SE, y aunque no se presentan
grandes transformaciones en las coberturas con mayor potencial para la oferta de SE, se
presenta una reducción en el suministro total calculado que podría estar relacionada con
el reemplazo de coberturas de matorrales (esclerófilos y espinosos) con coberturas de
menor valoración desde el punto de vista de los SE (agricultura en transición, urbano y
periurbano).

Los indicadores no muestran una tendencia específica y dominante de las coberturas


terrestres. Sin embargo, en este panorama confuso de transformaciones espaciales, es
posible vislumbrar aún el protagonismo de las coberturas urbano y las parcelaciones como
agentes transformadores del paisaje, que a los que se incorpora un nuevo integrante que
no había sido mencionado en las unidades anteriormente descritas, la agricultura en
transición que parece tener un mayor rol en esta unidad y han obtenido importancia al
reemplazar de manera significativa superficies de matorrales espinosos y xerofíticos.

Es posible entonces aventurarse en esta identificación y establecer un patrón espacial de


periurbanización principalmente de tipo parcelas de agrado que se mantiene espacialmente
agregado y alejado del borde del área natural protegida. La Tabla 15 resume los principales
elementos espacio temporales que han sido encontrados en el ANPPE Río Clarillo.

189
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 15. Principales elementos espacio-temporales de la configuración del ANPPE Río


Clarillo para el 2002 y 2015
Variable Descripción

4% de la superficie cambió. Asociados principalmente a la


ganancia de la cobertura urbano (cambió: +100,9%), agricultura
en transición (cambió: +88%) y parcelaciones (cambió: +50%).
Respecto a la dirección de cambio, las principales magnitudes
Principales
estuvieron asociadas a las transformaciones de los matorrales
cambios en las
esclerófilos a bosque (16% del cambio), matorrales espinosos
coberturas
hacia agricultura en transición (13% del cambio total del ANPPE),
terrestres
cambios entre tipos de cultivos: hortalizas a frutales (7% del
cambio total del ANPPE), praderas a urbano (5% del cambio total
del ANPPE) y praderas a parcelaciones (4% del cambio total del
ANPPE).

Del total de las transformaciones el 9% corresponde a


incorporaciones a la cobertura urbano, principalmente desde
praderas (52% de este cambio), habitacional rural (26% de este
Cambios en la
cambio) y parcelaciones (13% de este cambio). Se observa una
superficie urbano
leve disminución de la distancia de esta categoría al borde del área
protegida; sin embargo, mantiene un alejamiento superior a los 3
km.
El 6% de los cambios de esta unidad se transformaron hacia usos
periurbanos: parcelaciones (87% de este cambio) y habitacional
Cambios en la rural (13% del cambio). Las parcelaciones presentaron cambios
superficie del +50% mientras que habitacional rural cambió -32% respecto
periurbana al año inicial. La superficie periurbana se incrementó +22%. No
se identifican aproximaciones al borde del área protegida en esta
categoría.

Las coberturas naturales se redujeron con relación al año base


(cambiaron: -2%). Los bosques aumentaron (cambió: +13%) con
aportes desde matorrales esclerófilos. Los matorrales esclerófilos
Cambios en se redujeron (cambió: -4%) principalmente por transformaciones
coberturas hacia bosques, matorrales espinosos y la categoría periurbana. Los
naturales matorrales espinosos también se redujeron (cambió: -5%) con
cambios hacia agricultura en transición, vegetación escasa,
parcelaciones y urbano. Los cambios de menor proporción se
presentaron en los matorrales xerofíticos (cambió: -2%).

190
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Variable Descripción

Con el mayor cambio observado entre las unidades analizadas, se


mantuvo la oferta total de SE en el rango del potencial medio-bajo.
Todos los grupos de SE presentaron reducciones menores, con una
Cambios en la disminución mayor en los SE de regulación (potencial medio-
oferta potencial bajo) y provisión (potencial medio-bajo). Se observan
total de SE disminuciones en aproximadamente el 90% de los SE analizados,
lo que concuerda con la disminución de la oferta potencial total.
La espacialización de las dinámicas temporales de los SE muestra
una vinculación de la categoría urbano con la pérdida de estos.

Matriz dominada por vegetación escasa, matorrales esclerófilos y


xerofíticos no se observan mayores cambios en su configuración
Estructura del
espacial, aunque se vislumbra una ligera fragmentación de los
paisaje: cambios
matorrales esclerófilos. Las actividades agrarias revelan
en su composición
dinamismo en la matriz, pero al igual que las coberturas
y configuración
periurbanas no establecen un patrón de ocupación determinado, al
menos no manera evidente.
Fuente: Elaboración propia

4.6 DISCUSIÓN: DEL ANÁLISIS ESPACIO-TEMPORAL A LA


DISCUSIÓN CONTEMPORÁNEA SOBRE LA PERIURBANIZACIÓN Y LA
SUSTENTABILIDAD DEL PAISAJE

Los resultados encontrados en el análisis de las dinámicas espacio-temporales de las


coberturas terrestres en la escala regional mostraron que la actividad forestal, con un
cambio correspondiente al +87%, y la categoría urbana, con el +76%, son los principales
impulsores de las transformaciones espaciales a escala regional. Lo cual probaría la
primera parte de la hipótesis planteada que propone que es el crecimiento urbano
tradicional uno de los principales impulsores de las transformaciones espaciales a escala
regional en el área de estudio lo que ha generado la disminución de SE y con ello, la
sustentabilidad del paisaje ha sido diezmada.

191
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Para la segunda parte de la hipótesis, referida a la disminución de servicios ecosistémicos


y de la sustentabilidad del paisaje, es importante retomar la definición de sustentabilidad
del paisaje planteada por Wu (2013) y bajo la cual se desarrolló esta investigación. En
términos de la propuesta de Jiango Wu, la sustentabilidad del paisaje se refiere a “la
capacidad que tiene un paisaje para proveer de forma sistemática SE a largo plazo,
específicos, esenciales para mantener y mejorar el bienestar humano en un contexto
regional y a pesar de los cambios ambientales y socioculturales” (2013: 1013).

En referencia a la definición anterior y a partir de los resultados obtenidos en el análisis


de la oferta de SE, se reconoce una limitada oferta potencial regional cercana al límite
inferior del rango medio-alto; sin embargo, aunque los resultados mostraron una
disminución menor en la oferta potencial total (-0,02) para el período analizado, ésta no
sería suficiente por sí misma para demostrar la in-sustentabilidad del paisaje regional o
una disminución en ella, más bien permiten establecer un estado constante o de relativo
equilibrio de la sustentabilidad del paisaje que, en términos de Wu (2013) podría
responder a que los cambios constantes se dan a escala de detalle y se observan allí de
manera más rápida, mientras que los cambios de los patrones estructurales y funcionales
a escala regional son más lentos de observar.

Entonces, de acuerdo con el conjunto de resultados de la escala regional, la hipótesis


planteada se cumple de manera parcial, pues se demuestra la primera parte propuesta, pero
no la segunda de manera contundente.

A escala local las coberturas periurbanas se han instalado reemplazando principalmente


áreas agrícolas y matorrales. Como consecuencia de lo anterior la oferta potencial de SE
no se ha visto afectada de manera negativa.

La segunda hipótesis planteada se refiere a la escala local estableciendo que, los procesos
de periurbanización han sido estimulados por la cercanía de las áreas naturales protegidas
presentes en la región urbana, lo cual es finalmente resultado de la mayor valoración social
que espacios han adquirido.

192
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Para analizar la hipótesis antes mencionada, se necesita un panorama general de las


unidades analizadas y por lo tanto es importante retomar los principales resultados de la
investigación; se recurre entonces a la Tabla 16, que destaca las principales características
y hallazgos de las ANPPE que fueron estudiadas, y se acompaña de la Tabla 17 donde se
presenta la descripción general de los patrones espaciales identificados para cada una de
las unidades de análisis.

Entre los hallazgos principales, se observa que la unidad con mayor proporción de cambio
en superficie corresponde a ANPPE Lago Peñuelas (cambios en el 25% de su área), una
unidad principalmente forestal y donde los usos urbanos demostraron ser un factor
determinante en el comportamiento espacio-temporal de la unidad, reemplazando
principalmente plantaciones forestales juveniles (rango de potencial de SE principalmente
bajo), praderas (rango de potencial de SE principalmente medio-alto), y matorrales
espinosos (rango de potencial de SE principalmente medio-alto).

Esta ANPPE presentó un leve incremento en la oferta potencial total de SE, el cual podría
estar relacionado principalmente con el cambio en las plantaciones forestales de una fase
de crecimiento de menor valoración a una de mayor valoración, esta es además la unidad
con la menor oferta potencial dentro de las ANPPE analizadas. En esta unidad son los
usos urbanos los que se aproximan al área natural protegida, manteniendo una distancia
de 128 m al borde de la reserva. Estas características determinan su patrón de ocupación
espacial: Patrón de urbanización agregada hacia el área natural protegida.

Para el caso del ANPPE La Campana, que presenta cambios en el 4% de su área, los usos
periurbanos son protagonistas en su comportamiento espacio-temporal, reemplazando
principalmente praderas (rango de potencial de SE principalmente medio-alto), matorrales
espinosos (rango de potencial de SE principalmente medio-alto) y bosques (rango de
potencial de SE principalmente alto).

193
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 16. Principales elementos de la estructura de las ANPPE y patrón espacial


identificado en cada una de ellas
Elementos destacados Patrón espacial
- Cambios en el 25% de su superficie
- Transformaciones predominantes hacia actividades de
producción forestal
ANPPE Peñuelas

- Altas transformaciones hacia la cobertura urbano Patrón de


- Periurbano sin transformaciones evidentes urbanización
- Tendencia de aproximación de la cobertura urbano al borde agregada hacia el
del área natural protegida área natural
- Incremento menor en la oferta potencial de SE protegida
- Oferta potencial de SE limitada, cercana al límite superior
del rango medio-bajo. Tiene el menor potencial entre las
ANPPE
- Cambios en el 4% de la superficie
ANPPE Campana

- Transformaciones predominantes hacia usos periurbanos


- Altas trasformaciones hacia la cobertura urbano Patrón
- Tendencias periurbanas marcadas de aproximación al borde periurbano
del área natural protegida disperso hacia el
- Pérdidas menores en la oferta potencial total de SE área natural
- Oferta potencial de SE cercana al límite superior del rango protegida
medio-alto, próxima a los potenciales altos del rango. Tiene
el mayor potencial entre las ANPPE
- Cambios en el 9% de la superficie
ANPPE Cantillana

- Transformaciones predominantes hacia actividades agrarias Patrón de


- Altas transformaciones entre coberturas naturales periurbanización
- Coberturas de parcelaciones relevantes agregado por
- Tendencias periurbanas, principalmente en parcelaciones, parcelas hacia el
de aproximación al borde del área natural protegida área natural
- Oferta potencial total de SE sin variaciones protegida.
- Oferta potencial total en la mitad del rango medio-alto
- Cambios en el 4% de su superficie
ANPPE Clarillo

- Transformaciones predominantes hacia usos urbanos Patrón de


- Altas transformaciones hacia usos agrarios y periurbanos periurbanización
- Sin tendencias de aproximación al borde del área natural agregado por
protegida parcelas alejado
- Pérdidas menores en la oferta potencial total de SE del área natural
- Oferta potencial total de SE limitada, cercana al límite protegida.
superior del rango medio-bajo
Fuente: Elaboración propia

194
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Tabla 17. Descripción del patrón espacial identificado en cada una de las ANPPE
Patrón espacial Descripción

Crecimiento hacia afuera de los limites urbanos,


ANPPE Peñuelas

pero principalmente agregado a ellos, con


incorporación de estructuras urbanas
Patrón de urbanización
conformadas por asentamientos poblados
agregada hacia el área
continuos, con diversidad de estratos
natural protegida
socioeconómicos. Presenta una tendencia de
aproximación clara hacia el borde área natural
protegida

Crecimiento con distribución espacial dispersa,


de características residenciales mixtas,
ANPPE Campana

conformado en menor proporción por viviendas


de tipo habitacional rural concentradas o
Patrón periurbano disperso dispersas, de baja densidad y asociadas a estratos
hacia el área natural socioeconómicos bajos a medios; predominan
protegida las parcelas de agrado con área variable entre 0,5
y 2 ha, y perteneciente a estratificación
socioeconómica entre niveles medios y altos.
Presenta una marcada aproximación hacia el
borde del área natural protegida
ANPPE Cantillana

Crecimiento espacialmente agregado, de baja


densidad, conformado por parcelas de agrado
Patrón de periurbanización con características de primera o segunda
agregado por parcelas hacia residencia, área variable entre 0,5 y 2 ha, y
el área natural protegida. perteneciente a estratificación socioeconómica
entre niveles medios y altos. Presenta tendencia
de aproximación al borde del área protegida

Crecimiento espacialmente agregado,


ANPPE Clarillo

conformado predominantemente por parcelas de


Patrón de periurbanización agrado con características de primera o segunda
agregado por parcelas residencia área variable entre 0,5 y 2 ha, y
alejado del área natural perteneciente a estratificación socioeconómica
protegida entre niveles medios y altos. No presenta
tendencias claras de aproximación al borde del
área protegida
Fuente: Elaboración propia

195
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Con la mayor oferta potencial total de SE en el ANPPE La Campana, se presenta una leve
disminución y que parece estar relacionado principalmente con el cambio hacia este tipo
de usos. En esta unidad los usos periurbanos se aproximan al área natural protegida,
principalmente las parcelaciones, manteniendo una distancia mínima al borde de la reserva
(144 m). Estas características establecen su patrón de ocupación espacial como un patrón
periurbano disperso hacia el área natural protegida.

El ANPPE Altos de Cantillana muestra cambios en el 9% de su superficie, con


transformaciones espacio-temporales dominadas por las actividades agrarias y los
cambios entre coberturas naturales como protagonistas, pero donde se reconoce la
participación de las parcelaciones como un elemento transformador del paisaje; estas
transformaciones se establecen reemplazando principalmente agricultura en transición
(rango de potencial de SE principalmente medio-alto) y matorrales espinosos (rango de
potencial de SE principalmente medio-bajo). No presenta variaciones en su oferta
potencial total de SE y se identifica un acercamiento al borde del área protegida,
principalmente de parcelaciones. Se establece un patrón de periurbanización agregado por
parcelas hacia el área natural protegida.

Por último, en el ANPPE Río Clarillo con la misma proporción de cambio que ANPPE
La Campana (4%), sus transformaciones tienen predominancia hacia usos urbanos,
agrarios y periurbanos reemplazando principalmente, praderas (rango de potencial de SE
principalmente medio-alto) y matorrales espinosos (rango de potencial de SE
principalmente medio-bajo). Con una oferta potencial de SE limitada, presenta una
diminución asociada a los reemplazos antes mencionados. Esta unidad no presenta
acercamientos al borde del área natural protegida, conservando distancias por encima de
los 2,7 km, y su patrón de ocupación espacial se determina como Patrón de
periurbanización agregado por parcelas alejado del área natural protegida.

A partir de la síntesis anterior es posible establecer que la segunda hipótesis se cumple


parcialmente en la mayoría de los casos. En tres de las cuatro ANPPE (La Campana, Altos

196
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

de Cantillana y Río Clarillo) los usos periurbanos se consideran como parte de los
elementos relevantes en las transformaciones de su paisaje. En el ANPPE Peñuelas los
usos urbanos son los relevantes. En dos de las cuatro ANPPE (La Campana y Altos de
Cantillana) las distancias de las coberturas periurbanas al borde del área protegida se
reducen considerablemente, incluso en ellas las distancias desde las coberturas
parcelaciones son menores. Un ANPPE no presenta variaciones en la distancia (Río
Clarillo) y en la otra (Lago Peñuelas) es el urbano quien se aproxima. El reemplazo de los
matorrales espinosos por parte de las coberturas de tipo periurbano es recurrente en tres
de las cuatro ANPPE (La Campana, Altos de Cantillana y Río Clarillo). En dos unidades
se observan pérdidas menores de la oferta potencial de SE (La Campana y Altos de
Cantillana), una no presenta variaciones (Río Clarillo) y la otra tuvo un incremento menor
(Lago Peñuelas). Las cuatro unidades analizadas, tienen características en común pero su
patrón espacial es diferente.

Por otro lado, quedó demostrado en tres de las cuatro ANPPES analizadas (La Campana,
Río Clarillo y Altos de Cantillana) que las parcelaciones siguen siendo un uso que gana
terreno en el espacio periurbano de la región, donde se observó el aumento de esta
cobertura para los años estudiados, además en dos de ellas se evidenció su acercamiento
al área natural protegida (La Campana y Altos de Cantillana), esto último apoyando la
idea de que las áreas naturales protegidas son elementos que seducen a los nuevos
habitantes periurbanos (p.e Jorquera et al., 2017).

Lo anterior está en conformidad con los planteamientos expuestos en el marco teórico de


la investigación, acerca de la tendencia a la expansión de la urbanización y de la novedad
en estos procesos que reflejan que las personas de estratos socioeconómicos altos y medios
están en busca de una nueva forma de vida en relación con la naturaleza y son ellos
precisamente los que se muestran a favor de la preservación de los valores naturales, una
afirmación que puede tener relación con los hallazgos de algunas ANPPE (La Campana y
Altos de Cantillana) que evidenciaron la vinculación espacial de polígonos periurbanos y
el incremento de SE en el período analizado.

197
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Respecto a las diferencias entre los cambios espacio-temporales de las áreas naturales
protegidas declaradas bajo una figura de protección estatal – SNASPE (Río Clarillo, Lago
Peñuelas y La Campana) y la unidad conformada a partir del área protegida privada -
RAPP (Altos de Cantillana), se encontró que aunque el ANPPE Altos de Cantillana fue la
segunda unidad con mayor porcentaje de cambio en su superficie (9%), no se identificaron
elementos transformadores claros que permitieran establecer si existe o no relación directa
con ausencia de una figura normativa o de obligaciones legales que la rijan. A pesar de
contar con un incremento de los usos periurbanos, principalmente de tipo de parcelas de
agrado (+6,2%), su representatividad es menor en comparación con las demás unidades
estudiadas, hecho que tampoco aporta elementos conclusivos al respecto.

Está claro que siempre un espacio geográfico, sin importar la predominancia de las
coberturas terrestres, cuenta con un suministro de SE, pero existen variaciones en este
suministro que radican en la cantidad, calidad y tipo de SE, una situación que establece la
especificidad de los diferentes lineamientos de manejo que deben ser determinados para
cada espacio en particular (Wu, 2013). Efectivamente, los resultados analizados han
demostrado que se están generando importantes cambios en la escala local de la región
urbana estudiada, lo cual ha sido comprobado a través de la identificación de los diferentes
patrones espaciales en las ANPPE que, a pesar de contar con distintos grados de
naturalidad y afrontar distintos procesos de periurbanización, coinciden en la necesidad
de identificar y monitorear sus tendencias espaciales para efectivamente mantener y
mejorar la oferta de SE a largo plazo.

Sin duda, la sustentabilidad del paisaje en contextos tan dinámicos como el espacio
periurbano en las regiones urbanas se logrará a partir del “mejoramiento continuo de la
relación sociedad-naturaleza” (Wu, 2013: 1023), partiendo de la conservación de las áreas
naturales de importancia ambiental, de la preservación de sus procesos ecológicos
esenciales y por ende de la maximización de su capacidad de suministro de los SE,
asociadas a la racionalización y optimización de recursos naturales, pues es precisamente

198
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

en estos espacios geográficos donde surgen los principales elementos que ponen en riesgo
alcanzar la sustentabilidad del paisaje.

En el campo de la planificación territorial, los servicios ecosistémicos se han ido ganando


un espacio como un insumo relevante para la gestión ambiental y el ordenamiento
territorial (p.e Vejre et al., 2010; Gret-regamey et al., 2013; Frank et al., 2014). Para este
caso en particular y desde el punto de vista de las transformaciones espacio-temporales
observadas en los SE, los resultados no permitieron establecer de manera categórica a
escala regional o local una relación con la disminución de la sustentabilidad del paisaje en
la región urbana Santiago-Valparaíso. Sin embargo, desde la perspectiva del ordenamiento
territorial los resultados observados en los SE son de gran relevancia, pues son un indicio
de la necesidad de regulación de la expansión de la urbanización sobre áreas con recursos
naturales críticos, pues la tendencia a reemplazar coberturas con baja prestación de SE
puede no ser una constante.

En este contexto, es importante también recordar que la naturaleza estuvo durante mucho
tiempo asociada al valor de uso, (valor intrínseco, por ella misma), pero hoy en día la
percepción social sobre ella ha cambiado rotundamente y ha adquirido un valor estético
que define su valor de cambio (valor adquirido por el contexto en el que se localiza)
(Toledo, 2008), éste último es considerado entonces como una producción social. No es
menester de esta investigación profundizar en las discusiones sobre el valor de la
naturaleza, que puede ser estudiado desde diferentes perspectivas, pero es importante
reconocer que esta nueva percepción puede tener muchas implicaciones sobre los
ecosistemas, pues actualmente existe una fuerte tendencia a habitar en los espacios
periurbanos, esta investigación lo demuestra, y es precisamente en espacios como la
región urbana Santiago-Valparaíso, que cuentan con niveles críticos desde el punto de
vista natural, que es obligatorio establecer lineamientos de ordenamiento territorial al
respecto, pues la tarea de instalar los procesos de urbanización con las necesidades de
conservación en un mismo espacio, no puede ser espontánea.

199
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

La producción normativa no garantiza el éxito de la planificación territorial, pues ésta no


siempre está acompañada de una base científica o simplemente se establecen normas de
carácter orientativo y no vinculantes, hechos que al final de cuentas debilita la estructura
normativa. Los instrumentos de planificación territorial39 deben garantizar la cantidad
mínima de SE esenciales necesarios para lograr la sustentabilidad del paisaje, a través de
la identificación de los tipos de coberturas terrestres que proveen SE de reducida o ninguna
sustituibilidad, de tal manera que puedan controlarse las tendencias espaciales,
excluyendo o incentivando el desarrollo urbano en determinados sectores.

Por otra parte, la preocupación por el uso de herramientas adecuadas en la planificación


territorial y en la gestión ambiental debe concentrarse en el consolidar y proteger aquellas
áreas con mayores contribuciones al suministro de SE estratégicos (o esenciales), para
garantizar así la sustentabilidad del paisaje. Aquello permitiría establecer un área mínima
necesaria para que los SE confluyan de manera integrada para el bienestar humano.

Al consultar los instrumentos de planificación territorial regional que tienen jurisdicción


sobre el área de estudio40, se observó que éstos tienen una visión del desarrollo sustentable
y en sus planteamientos establecen lineamientos que involucran densidades para las áreas
rurales, tamaños mínimos de predios y restricciones de uso para aquellas áreas de valor
natural y de importancia ecológica que han sido cubiertas con alguna figura oficial de
protección del Estado.

Sin embargo, en estos instrumentos regionales es necesario incorporar una visión menos
insular de la conservación que no sólo se haga cargo de los impactos causados por la
expansión de la urbanización en áreas de valor ambiental, si no que establezca
lineamientos sobre el manejo de las áreas de protección que consideren la heterogeneidad

39
Planes Reguladores Metropolitanos (PRM), Planes de ordenamiento territorial (PROT), incluso los planes
reguladores comunales.
40
Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso (PRMV), Plan Regulador Metropolitano de Santiago
(PRMS), Plan de Ordenamiento Territorial de Valparaíso (PROTV), Plan de Ordenamiento Territorial de
Santiago (PROTS).

200
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

del paisaje, la coexistencia y no la exclusión de los componentes naturales y los


componentes construidos.

Lo anterior, considerando las dinámicas presentes en un contexto tan cambiante como el


metropolitano, donde la lógica de los limites difusos, un gradiente o transición territorial
puede ser mucho más exitosa, ya que aquella lógica de los limites discretos genera
dicotomía y con el paso del tiempo y la aparición de nuevos procesos territoriales, han ido
perdiendo validez. En este sentido, también es necesario resaltar la multifuncionalidad de
las áreas naturales protegidas, ya que no sólo son relevantes por ser objeto de conservación
de la biodiversidad, sino por los beneficios que representan para la calidad de vida y el
bienestar humano de la comunidad local, fundamentalmente en los contextos densamente
poblados.

En la escala local, los instrumentos de planificación territorial que tienen relación con las
unidades de análisis (ANPPE)41, presentan ausencia del componente de áreas naturales
protegidas y su vinculación con el emplazamiento de usos periurbanos como las
parcelaciones. Estos instrumentos concentran sus esfuerzos en las áreas urbanas y en solo
uno de los casos (comuna de Paine), se hace una inclusión descriptiva y general en la fase
de diagnóstico sobre las áreas de valor natural, sin desarrollar lineamientos a este respecto.
Desde la perspectiva de la gestión ambiental, la escala local tiene un papel protagónico.

Por último, es importante reconocer que la sustentabilidad urbana y, por lo tanto, la escala
local, tienen un papel indispensable en el logro de la sustentabilidad del paisaje, y es
precisamente aquí donde es necesario reconocer el rol de la gestión territorial local, para
contribuir a los resultados esperados en la escala regional. En este sentido, lograr un

41
ANPPE Peñuelas - Plan Regulador Comunal Valparaíso; ANPPE Campana - Plan Regulador Comunal
Olmué; ANPPE Clarillo - Plan Regulador Comunal Pirque; ANPPE Cantillana - Plan Regulador Comunal
Paine.

201
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

ordenamiento territorial de manera diferenciada y detallada para el espacio periurbano es


un elemento clave.

4.7 CONCLUSIONES

Con la propuesta teórica, el análisis de los resultados y la discusión referenciadas en este


documento, se espera hacer contribuciones para una mejor comprensión del
funcionamiento del espacio periurbano metropolitano, de las relaciones urbano-rurales
actuales y de su dependencia ecológica a través del enfoque de la sustentabilidad del
paisaje; además se busca explorar las posibilidades de mejorar la validez teórica y
empírica del concepto de sustentabilidad del paisaje.

Esta investigación contribuye al conocimiento científico desde un caso de estudio


particular que experimenta procesos de expansión de la urbanización y transformaciones
socio-territoriales en áreas de valor ambiental. El área de estudio contiene una atractiva
combinación de las variables analizadas, pues está conformada por dos regiones
funcionalmente vinculadas, altamente densificadas y dinámicas, con áreas naturales
protegidas insertas en un paisaje mediterráneo enormemente intervenido, pero al mismo
tiempo con un alto grado de riqueza y endemismo. Estas condiciones hacen que cualquier
proceso de expansión de la urbanización ponga en mayor riesgo los recursos naturales
críticos, contenidos en ecosistemas estratégicos y justifican la aplicación de los
instrumentos de planificación territorial.

En la región urbana se identificaron cambios para el 57% de su superficie regional entre


1989 y 2015, los cuales evidenciaron a la actividad forestal y a las coberturas de tipo
urbano como los principales impulsores de las transformaciones espacio-temporales
ocurridas en esta escala, un hallazgo que está en concordancia con la predominancia que
han tenido los procesos de expansión urbana durante las últimas décadas en el área de
estudio. En contraste, no se registraron variaciones relevantes en la oferta potencial se

202
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

servicios ecosistémicos (-0,02) y se observó un suministro limitado a escala regional


(rango: 2,72 - potencial medio-alto).

Los resultados obtenidos en la escala regional permiten demostrar que el crecimiento


urbano tradicional42 es uno de los principales transformadores espaciales a escala regional
en el área de estudio; sin embargo, la disminución de servicios ecosistémicos no se
relaciona directamente con este proceso.

Estos resultados regionales parecieran manifestar un estado de equilibrio en la


sustentabilidad del paisaje en función de la variación mínima de los servicios
ecosistémicos durante los últimos 26 años, lo cual justificó en esta investigación la
elaboración un análisis más detallado desde la escala local, para profundizar en el estudio
de los cambios espacio-temporales y sus efectos en los servicios ecosistémicos
suministrados. Los análisis de servicios ecosistémicos a escala regional no fueron
determinantes por sí solos, para establecer el comportamiento de la sustentabilidad del
paisaje durante este período; sin embargo, es necesario prestar atención y continuar
analizando las tendencias de cambio que se están generando en las coberturas terrestres.

En la escala local, los análisis realizados sobre las ANPPE mostraron que, a pesar de que
las áreas naturales protegidas se encuentran localizadas en áreas geográficamente
diferentes (dos ANPPE costeras, un ANPPE del interior, un ANPPE andina), la mayoría
coinciden en el incremento de los usos periurbanos durante la última década, al menos.

En cuanto al análisis realizado sobre las dinámicas espacio-temporales de los servicios


ecosistémicos en la escala local, se encontró que todos los resultados de la oferta potencial
para las ANPPE analizadas son diferentes entre estas. Se encontraron tanto en la oferta
potencial total como en el análisis por grupo (regulación, provisión y culturales) aumento,
disminución y equilibrio en los servicios ecosistémicos. Es necesario entonces seguir

42
Como se mencionó anteriormente, este crecimiento hace referencia específica al crecimiento de la trama
urbana, principalmente áreas conurbadas en grandes zonas urbanas.

203
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

analizando las transformaciones espaciales y nexos con los servicios ecosistémicos, pues
a pesar de que los resultados en esta investigación han expresado variaciones numéricas
menores sobre los servicios ecosistémicos, los usos urbanos y periurbanos han sido
históricamente reconocidos como grandes transformadores.

En tres de las cuatro ANPPE (La Campana, Altos de Cantillana y Río Clarillo) las
coberturas periurbanas se han instalado reemplazando principalmente matorrales
espinosos y en dos de ellas (La Campana y Río Clarillo), se presentaron pérdidas menores
de la oferta potencial de servicios ecosistémicos (-0,01 y-0,02).

El análisis de las ANPPE, especialmente ANPPE La Campana y ANPPE Altos de


Cantillana, permiten confirmar que los procesos de periurbanización, materializados
principalmente en las parcelas de agrado, han sido estimulados por una mayor valoración
social de las áreas naturales protegidas durante las últimas décadas. En estas unidades de
análisis los usos periurbanos se consideran como elementos relevantes en las
transformaciones de su paisaje.

A partir de la verificación del acercamiento de las coberturas periurbanas, especialmente


de las parcelas de agrado, al borde de las áreas naturales protegidas, se comprobó el rol
atrayente de estas áreas de valor ambiental para los procesos de periurbanización, lo cual
podría ser considerado como un indicio de segregación socioeconómica periurbana.

Se identificaron, diferentes patrones espaciales y en tres de las cuatro ANPPE se


reconocieron a las coberturas periurbanas como protagonistas: 1) patrón periurbano
disperso hacia el área natural protegida; 2) Patrón de periurbanización agregado por
parcelas hacia el área natural protegida y 3) Patrón de periurbanización agregado por
parcelas alejado del área natural protegida. Esta información es de gran utilidad para la
gestión territorial de las áreas naturales protegidas, pues considerando el gran potencial
para el suministro de servicios ecosistémicos en estas áreas, se requiere de información a
una escala detallada que sirva de referencia para evaluar y monitorear el patrón espacial
existente y el comportamiento de los servicios ecosistémicos frente a este proceso.

204
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Estos resultados que demuestran el incremento de la expansión de la urbanización en la


región, en especial de las parcelaciones, son prueba de la tendencia general de la sociedad
que sale de las ciudades en busca de mejorar su calidad de vida y habitar rodeados de
naturaleza, la cual sin duda tiene un valor social determinado. Es un hecho que debe ser
considerado por los tomadores de decisión, pues son precisamente estos nuevos
habitantes, urbanitas, generalmente de estratos socioeconómicos medios a altos, los que
considerarían importante el entorno natural mostrándose a favor del mantenimiento y
mejoramiento de las características ambientales, y en efecto estarían de acuerdo con
impulsar lineamientos de conservación de ecosistemas mediterráneos estratégicos.

El uso del suelo es un factor determinante para el suministro de servicios ecosistémicos,


de ahí la importancia de monitorear las transformaciones espaciotemporales en el
periurbano metropolitano y aunque no existe un patrón espacial definido como el óptimo
en términos del potencial de servicios ecosistémicos, se sabe que éste es fundamental para
alcanzar la sustentabilidad del paisaje, pues del patrón depende la facilidad o dificultad de
la llegada de estos servicios a la comunidad local.

Se reconoce que es posible que la tendencia de incremento de los usos habitacionales,


especialmente de las parcelas de agrado, se mantenga o incluso se incremente y, aunque
los resultados de la investigación no muestran una relación directa entre el incremento de
los usos periurbanos con la disminución de la oferta potencial de servicios ecosistémicos,
es importante preguntarse si en el futuro estas condiciones se mantendrá y si las áreas
naturales protegidas serán capaces de mantener sus características naturales bajo las
condiciones de presión a las que serán sometidas, o si por el contrario esta situación será
ecológicamente insostenible y los instrumentos de planificación estarán preparados para
un escenario como este.

Los instrumentos de planificación territorial deberían incorporar información que permita


generar herramientas para los servicios ecosistémicos en función de las transformaciones
del paisaje. Para esto es necesario complementar el diseño de la planificación territorial

205
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

con la gestión a escala local, pues para garantizar el logro de la sustentabilidad del paisaje
es necesario no solamente controlar estos procesos de periurbanización desde el punto de
vista normativo y político, sino también desde el punto de vista social. Entonces, en esta
escala también es importante difundir hacia la comunidad local la importancia de los
servicios ecosistémicos para el bienestar humano, de tal manera que sean ellos quienes
precisamente generen la solicitud de conservación de estos servicios.

Es necesario que los instrumentos de planificación establezcan las herramientas adecuadas


para la identificación de los servicios ecosistémicos estratégicos en estas áreas, que
además consideren el costo de oportunidad para mantener el suelo con usos de
conservación y para garantizar la permanencia en el tiempo de este tipo de servicios
ecosistémicos. Esta situación contribuiría a que la intervención del Estado sea eficiente y
efectiva al prever y evitar futuras inversiones en estas áreas, para cubrir la ausencia de este
tipo de beneficios. En este proceso la propiedad del suelo es un factor decisivo.

La sustentabilidad del paisaje requiere resiliencia a nivel de paisaje y demanda la


estabilidad de algunos elementos clave como el agua, los cultivos, la recreación, el turismo
y la estética (Wu, 2013). Los tomadores de decisión pueden contribuir con el logro de los
requisitos necesarios para lograr la sustentabilidad del paisaje.

La sustentabilidad de paisaje establece como límites temporales para el estudio de sus


variaciones desde una de década hasta un siglo. Esta investigación tuvo la posibilidad de
establecer un análisis espacio temporal de 13 años, estando en el límite inferior del rango
establecido, lo que podría haber influido en los resultados obtenidos para los servicios
ecosistémicos en las ANPPE, ya que tampoco mostraron grandes variaciones en la oferta
potencial de estas unidades (entre -0,01 y -0.02). Se considera pertinente la realización
estudios posteriores con una ventana temporal más amplia, que permita comparar estos
resultados con otros obtenidos a partir de la observación de estas variables en el tiempo.

Se reconoce que a pesar de los desafíos que puede significar la aplicación metodológica
de la matriz de expertos, esta es una metodología que ha sido considerablemente aceptada

206
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

por los investigadores de los servicios ecosistémicos, pues es de rápida respuesta y permite
tener un primer indicador para cuantificar y monitorear la oferta potencial de servicios
ecosistémicos, contribuyendo así a la gestión territorial de estas áreas.

Sin embargo, el mayor el desafío metodológico corresponde a poder contrastar estos


resultados con otros obtenidos a partir de indicadores biofísicos específicos, que permitan
evaluar y monitorear los vínculos entre el uso del suelo y el suministro de servicios
ecosistémicos. Para esto, los próximos a portes a los estudios realizados en esta
investigación deben concentrarse en la identificación de indicadores para servicios
ecosistémicos estratégicos en paisajes altamente intervenidos.

Es necesario generar conciencia sobre la dependencia humana de los SE y, por lo tanto,


conciliar la necesidad de naturaleza de la sociedad actual (que busca amenidades rurales
para una mejor calidad de vida) con el inevitable desarrollo de los procesos de
periurbanización en una región urbana. Para esto, es importante la identificación de un
estándar mínimo vital a partir de las coberturas terrestres con alta capacidad para
proporcionar servicios ecosistémicos estratégicos, contribuyendo a la sustentabilidad del
paisaje. Es preciso entonces, continuar generando investigaciones sobre la configuración
y composición del paisaje mediterráneo, identificando servicios ecosistémicos
estratégicos para la población local y complementando con información cuantitativa de
indicadores para estos servicios.

Por último, considerando la fuerte tendencia que existe hoy para concebir la naturaleza a
través de su valor de cambio, sería importante reflexionar sobre el papel del sector
inmobiliario en la sustentabilidad del paisaje, pues éste es uno de los actores que mayor
influencia puede tener en las transformaciones espacio-temporales, no solo por el
reemplazo de las coberturas naturales y semi-naturales a través del establecimiento de los
proyectos inmobiliarios, sino por su gran poder frente al costo de oportunidad en la
propiedad del suelo y por la naturalización de otros espacios con fines del mercado
inmobiliario.

207
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

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229
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

ANEXOS

Anexo 1. Resultados generales obtenidos en el análisis cuantitativo previo a la


clasificación de coberturas terrestres para el área de estudio.

a) Tabla cambios en las coberturas terrestres estructurales obtenidas mediante la base de


datos oficial entre 1996 y 2011
Coberturas terrestres 1996 (ha) 2011 (ha) ∆ 1996 -2011
Bosques 379.868 573.105 Aumentó
Matorrales 389.517 204.261 Disminuyó
Agricultura 327.709 261.850 Disminuyó
Urbano 78.519 161.806 Aumentó
Cuerpos de agua continentales 20.246 17.383 Disminuyó
Praderas 70.031 163.515 Aumentó
Humedales 2.078 522 Disminuyó
Plantación Forestal 56.123 62.789 Aumentó
Sin vegetación 241.460 120.318 Disminuyó
Fuente: CONAF (2001, 2013)

b) Calculo de la oferta potencial de servicios ecosistémicos en la región urbana entre


1996 y 2011
Oferta potencial en Oferta potencial en
Grupo de SE Escala cualitativa
1996 2011
Total 2,62 2,75 Potencial medio-alto
SE de
2,64 2,83 Potencial medio-alto
regulación
SE de
1,79 1,84 Potencial medio-bajo
Provisión
Potencial medio-alto a
SE Culturales 3,44 3,57
alto
Nota: la valoración inicio en 0 que significa sin potencial y 5 que significa máximo
potencial de oferta de servicios ecosistémicos.
Fuente: Elaboración propia

230
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 2. Certificado aprobación comité de ética

231
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

232
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 3. Encuesta enviada a los expertos consultados

Consulta a Expertos. Valoración de la Oferta Potencial Macro-


regional de Servicios Ecosistémicos Potenciales.
Esta tesis doctoral que lleva por título “Periurbanización y la sustentabilidad del
paisaje en regiones urbanas. El caso de la macro-región Santiago-Valparaíso,
Chile”, considera como objetivo principal el análisis los vínculos entre los procesos de periurbanización
metropolitana y la sustentabilidad del paisaje en la macro-región, en un contexto de nuevas relaciones
urbano-rurales y en función de la prestación de servicios ecosistémicos, a partir del caso específico de la
macro-región Santiago-Valparaíso.
Dentro de los primeros resultados de esta investigación se encuentra el análisis del desempeño de la región
urbana para ofertar potencialmente servicios ecosistémicos 43, logrado a partir del estudio de las diferentes
transformaciones que se identifican en las coberturas terrestres (ecosistemas) distribuidas a lo largo y ancho
de las regiones estudiadas. Este análisis se pretende abarcar un período aproximado de tres décadas (entre
1989 y 2015), para lo cual la evaluación de esta matriz es un insumo primordial.
Como parte de la metodología de la tesis doctoral, se incluye la consulta a expertos, que a partir de su
conocimiento sobre la geografía chilena pueden valorar el potencial de oferta de los servicios ecosistémicos
que han sido seleccionados y su relación con las diferentes coberturas terrestres que hacen parte de la macro-
región Santiago-Valparaíso. A continuación, se explica el procedimiento para obtener la valoración de la
matriz.
Instrucciones
Para procesar esta matriz cada experto deberá considerar el rango de calificación previamente establecido.
Entonces, para el caso de la macro-región Santiago-Valparaíso se debe calificar la relación de cada una de
las coberturas terrestres (Ecosistemas) con la oferta potencial de los diferentes servicios ecosistémicos
considerados para el análisis, a partir de valores entre 0 y 5 (valores propuestos en Burkhard et al, 2012;
2014), tal y como se observa en la siguiente tabla. Se incluye mapas que servirán de referencia para la
localización de las coberturas terrestres en el área de estudio (ver Figura1 y 2).
0 No hay capacidad para proveer el SE seleccionado
1 Muy Baja/Baja capacidad para proveer SE seleccionado
2 Baja capacidad para proveer SE seleccionado
3 Mediana capacidad para para proveer SE seleccionado
4 Alta/ Muy Alta capacidad para proveer SE seleccionado
5 Máxima capacidad para proveer SE seleccionado
La elaboración de esta evaluación deberá tomar entre 15 y 30 minutos. Después de recibir la información y
completar la matriz, los expertos evaluadores deberán enviar su respuesta vía correo electrónico. Muchas
gracias por su participación en esta investigación.

43
*Entendidos como: “el máximo rendimiento hipotético de servicios de los ecosistemas seleccionados”.
(Burkhard et al 2012: 18).

233
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Matriz a valorar.

234
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 4. Formato consentimiento informado

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE.


Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política

Consentimiento informado

El proyecto FONDECYT REGULAR 2015, titulado “Nuevas relaciones urbano-rurales en la


sustentabilidad ambiental de la macro-región Santiago-Valparaíso”, que se desarrolla en el Instituto de
Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, tiene dentro de sus objetivos programados, el
analizar la coherencia de los instrumentos de ordenamiento territorial vigentes y propuestos, en función del
análisis espacio-temporal de los procesos de periurbanización y el estado de una serie de áreas naturales y
protegidas, generando recomendaciones para la planificación ambiental de la macro-región urbana en
configuración. Esto, en parte a través de la realización de una serie de entrevistas de informantes clave por
parte de los propios investigadores, las que se realizan en el tercer año de ejecución del proyecto. La
participación en la entrevista es voluntaria y no tiene ningún tipo de beneficio o compensación, ni costos
para el participante.

Usted está contemplando como un actor relevante en este proceso, por lo que necesitamos estar al tanto de
su opinión y conocimiento al respecto. El uso de la información será en forma agregada y se asegura el
anonimato de los entrevistados a la hora de hacer los análisis respectivos, así como la confidencialidad de
la información individual provista por los participantes. El entrevistado se puede retirar de parte o de la
totalidad del proceso sin que ello tenga ningún tipo de consecuencia para él.

Para todos los efectos necesarios, el participante puede ejercer su derecho a presentar consultas o reclamos
ante el Comité de Ética que autorizó el estudio, dirigiéndose por escrito a su presidente, el Sr. Patricio
Bernedo, Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, Vicuña Mackenna 4860, Macul, Santiago.

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Yo, _____________________________________________________________, declaro mediante el


siguiente consentimiento, firmado en dos ejemplares idénticos y uno de los cuales quedará en mi poder,
estar de acuerdo con la utilización de la información verbal que provea al investigador del proyecto “Nuevas
relaciones urbano-rurales en la sustentabilidad ambiental de la macro-región Santiago-Valparaíso”. Tomo
conocimiento que esta información será de uso exclusivo para la investigación, además de que no
perjudicará de ninguna forma a terceros, y del hecho que puedo hacer uso de mi derecho a conocer los
resultados de la investigación, dirigiéndome por escrito al Sr. Alejandro Salazar Burrows, Instituto de
Geografía, Pontificia Universidad Católica de Chile, Av. Vicuña Mackenna 4860, Macul, Santiago.

____________________ ___________________

Investigador Responsable Entrevistado

_____________ Fecha

235
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 5. Valoraciones para la provisión de los servicios ecosistémicos en la literatura, de


acuerdo con las coberturas terrestres y los servicios ecosistémicos propuestos en esta
investigación

Nota: Las escalas de valoración utilizadas en la literatura son diferentes. Burkhard et al.,
2014: 0 (Ninguna capacidad relevante) a 5 (Muy alta capacidad relevante); Kopperoinen
et al., 2014: -3 (Muy perjudicial) a 3 (Muy favorable); Koschke et al., 2012: 0 (Ninguna
contribución pertinente) a 100 (Máxima contribución posible); Vihervaara et al., 2010: -
2 (Altamente negativo) a 2 (Altamente positivo)
Fuente: Adaptado a partir de Vihervaara et al., 2010; Koschke et al., 2012; Burkhard et
al., 2014; Kopperoinen et al., 2014

236
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 6. Valoraciones para la oferta de los servicios ecosistémicos en la literatura, de


acuerdo con las coberturas terrestres y los servicios ecosistémicos propuestos en esta
investigación.

Nota: Los espacios en color azul claro corresponden a la ausencia de coincidencias de los
servicios ecosistémicos y/o coberturas terrestres entre la literatura revisada y esta
investigación. Fuente: Elaboración propia

237
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 7. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para ANPPE Lago Peñuelas

Tipos de coberturas terrestres


2002 2015 ∆ 2002-2015
(ha) (ha) (%)

Bosques (BECL) 447 447 0,0

Matorrales esclerófilos (MECL) 3.377 3.377 0,0

Matorrales Espinosos (MES) 2.130 2.098 -1,5

Matorrales xerofíticos (MX) 1.139 1.139 0,0

Praderas 1.430 2.406 68,2

Vegetación escasa 84 1.352 1.519,0

Cuerpos de agua continentales 1.511 465 -69,3

Habitacional rural 21 21 0,0

Parcelaciones 12 12 -1,6

Infraestructuras 35 35 0,0

Urbano 510 795 55,9

Plantaciones forestales adultas (PFA) 2.144 2.188 2,1

Plantaciones forestales juveniles (PFJ) 1.794 1.270 -29,2

Plantaciones forestales establecidas (PFE) 2.759 1.788 -35,2


Fuente: Elaboración propia

238
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 8. Matriz de confusión para el ANPPE Lago Peñuelas

Habitacional rural

Vegetación escasa
Cuerpos de agua
Infraestructura
2002

Praderas

Urbano
Parcela
MECL
BECL

MES
PFA

PFE
PFJ

MX
Habitacional rural 20,83 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
BECL 0,00 447,13 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
PFA 0,00 0,00 1.004,90 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3,47 1.135,32
PFJ 0,00 0,00 1.183,42 1.270,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 136,18 157,21
PFE 0,00 0,00 0,00 0,00 1.788,39 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 12,63 6,02 0,00
Infraestructura 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 35,11 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Cuerpos de agua 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 464,57 0,00 0,00 0,00 0,00 1.046,68 0,00 0,00
2015

MECL 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3.376,75 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
MES 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2.098,42 0,00 1,22 0,00 30,63 0,00
MX 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1.139,09 0,00 0,00 0,00 0,00
Parcelaciones 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 10,59 0,00 1,40 0,00
Praderas 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1.346,62 83,29 0,00
Urbano 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 509,86 0,00
Vegetación escasa 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 23,87 59,60

Fuente: Elaboración propia

239
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 9. Oferta potencial total y por grupo de servicio ecosistémico en cada una de las
ANPPE (2002-2015)
Oferta
SE de SE de SE
ANPPE Año potencial
regulación provisión culturales
total

Lago
Peñuelas
2002 2,49 1,72 2,83 2,35
2015 2,48 1,75 2,85 2,36
La
Campana
2002 3,51 2,23 4,07 3,27
2015 3,50 2,21 4,07 3,26
Río
Clarillo
2002 2,33 1,66 3,11 2,37
2015 2,31 1,64 3,10 2,35
Altos de
Cantillana
2006 3,19 2,09 3,85 3,04
2015 3,20 2,11 3,80 3,04

0,0 - 0,5 Sin potencial


0,6 - 1,5 Potencial bajo
1,6 - 2,5 Potencial medio bajo
2,6-3,5 Potencial medio alto
3,6 - 4,5 Potencial alto
4,6- 5,0 Potencial máximo
Fuente: Elaboración propia

240
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 10. Oferta potencial de cada servicio ecosistémico en cada una de las ANPPE
(2002-2015)
Regulación Provisión Culturales

Recreación, turismo y deporte en contacto con la naturaleza


Regulación de nutrientes (Ciclaje) y formación del suelo
Control de plagas y enfermedades / Control biológico

Polinización y dispersión de semillas


Regulación de la calidad del aire

Purificación del agua superficial

Ganadería y producción avícola


Regulación del clima global

Regulación del clima local

Investigación y educación
Regulación de la erosión
Regulación hidrológica

Plantas medicinales
ANPE Año

Agua dulce

Existencia
Cultivos

Estética
L.Peñuelas

2002 2,53 2,76 2,61 1,93 2,26 2,60 2,58 1,75 2,43 2,83 0,98 1,09 2,06 3,20 3,19 3,23 3,57
2015 2,74 3,00 2,85 2,07 2,48 2,80 2,79 1,96 2,57 2,70 0,91 1,29 2,29 3,39 3,39 3,39 3,76
Campana

2002 3,61 3,63 3,62 2,89 3,36 3,86 4,01 3,13 3,48 1,51 1,83 4,07 3,98 3,96 4,30 3,96 4,30
2015 3,59 3,62 3,61 2,87 3,36 3,86 4,00 3,12 3,46 1,51 1,83 4,07 3,98 3,95 4,28 3,95 4,28
R. Clarillo

2002 2,29 2,31 2,44 1,99 2,25 2,47 2,76 2,14 2,32 1,28 1,64 1,25 2,48 2,81 3,02 2,97 3,64
2015 2,27 2,29 2,42 1,97 2,23 2,45 2,74 2,11 2,29 1,28 1,60 1,23 2,45 2,79 3,01 2,96 3,63
A. Cantillana

2002 3,14 3,33 3,40 2,62 3,05 3,41 3,67 2,90 3,09 1,34 1,79 1,96 3,26 3,70 3,86 3,72 4,13
2015 3,23 3,27 3,33 2,65 3,04 3,46 3,70 2,90 3,16 1,41 1,88 1,82 3,32 3,64 3,80 3,69 4,09

0,0 – 0,5 Sin potencial


0,6 - 1,5 Potencial bajo
1,6 - 2,5 Potencial medio-bajo
2,6-3,5 Potencial medio-alto
3,6 - 4,5 Potencial alto
4,6- 5,0 Potencial máximo

Fuente: Elaboración propia

241
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 11. Métricas del paisaje para el ANPPE Lago Peñuelas


PLAND NP AREA_MN TCA CORE_MN LPI
Coberturas terrestres Año AI
(%) (#) (ha) (ha) (ha) (%)
Bosques
2002 2,6 17 26,3 107,5 6,3 1,8 98
2015 2,6 17 26,3 107,5 6,3 1,8 98
Cuerpos de agua
continentales 2002 8,7 11 137,4 959,0 87,2 8,0 99
2015 2,7 11 42,2 172,1 15,6 2,0 99
Habitacional rural 2002 0,1 31 0,7 0,0 0,0 0,0 93
2015 0,1 31 0,7 0,0 0,0 0,0 93
Infraestructuras
2002 0,2 20 1,8 0,0 0,0 0,0 95
2015 0,2 20 1,8 0,0 0,0 0,0 95
Matorrales esclerófilos
2002 19,4 52 64,9 1066,7 20,5 4,4 98
2015 19,4 52 64,9 1066,7 20,5 4,4 98
Matorrales espinosos 2002 12,2 13 163,9 1073,4 82,6 8,4 99
2015 12,1 13 161,4 1060,8 81,6 8,4 99
Matorrales xerofíticos
2002 6,5 36 31,6 289,1 8,0 1,2 98
2015 6,5 36 31,6 289,1 8,0 1,2 98
Parcelaciones 2002 0,1 9 1,3 0,0 0,0 0,0 95
2015 0,1 8 1,5 0,0 0,0 0,0 96
Plantaciones forestales
adultas 2002 12,3 44 48,7 707,7 16,1 3,9 99

2015 12,6 42 52,1 901,4 21,5 4,2 99


Plantaciones forestales 2002 15,9 44 62,7 1189,6 27,0 3,9 99
establecidas
2015 10,3 24 74,5 808,3 33,7 2,0 99
Plantaciones forestales 2002 10,3 24 74,8 815,3 34,0 2,0 99
juveniles
2015 7,3 43 29,5 362,9 8,4 1,2 98
Praderas
2002 8,2 57 25,1 295,4 5,2 3,1 98
2015 13,8 55 43,7 887,7 16,1 6,5 98
Urbano 2002 2,9 7 72,8 319,4 45,6 2,6 99
2015 4,6 5 158,9 498,9 99,8 4,4 99
Vegetación escasa 2002 0,5 16 5,2 9,3 0,6 0,2 98
2015 7,8 21 64,4 520,8 24,8 3,9 99

Fuente: Elaboración propia

242
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 12. Cambios ocurridos en las coberturas terrestres para el ANPPE La Campana
2002 2015 ∆ 2002-2015
Tipo de cobertura terrestres
(ha) (ha) (%)

Agricultura (AG) en transición 374 334 -10,6

Agricultura (AG) de frutales 163 125 -23,1

Agricultura (AG) de Hortalizas 33 43 30,7

Agricultura (AG) de Viñas 181 196 8,2

Bosques (BECL) 5.692 5.666 -0,5

Matorrales esclerófilos (MECL) 584 576 -1,5

Matorrales espinosos (MES) 1.196 1.122 -6,2

Matorrales xerofíticos (MX) 4.084 4.076 -0,2

Praderas 685 611 -10,8

Vegetación escasa 118 122 3,4

Cuerpos de agua continentales 10 7 -33,6

Habitacional rural 157 171 8,4

Parcelaciones 223 365 63,6

Infraestructuras 86 86 0,2

Urbano 576 660 14,5

Plantaciones forestales adultas (PFA) 0 11 n/a

Plantaciones forestales juveniles (PFJ) 15 3 -78,9

Plantaciones forestales establecidas (PFE) 8 11 38,3

Fuente: Elaboración propia

243
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 13. Matriz de confusión para ANPPE La Campana 2002 y 2015

Habitacional rural
Vegetación escasa
Cuerpos de agua
Infraestructuras

AG Transición
AG Hortalizas

Parcelaciones

AG Frutales
2002

AG Viñas

Praderas

Urbano
MECL

BECL
MES

PFA
PFE
PFJ
MX
AG Hortalizas 30,52 0,00 0,00 0,00 0,00 2,09 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Infraestructuras 0,00 74,09 0,00 2,22 0,00 0,26 5,26 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 4,46 0,00 0,00 0,00 0,00
AG Viñas 0,00 0,00 155,22 0,00 0,00 0,00 25,94 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Parcelas 0,00 0,00 0,00 201,59 0,00 0,00 0,01 0,00 0,01 0,00 0,63 0,00 0,00 20,97 0,00 0,00 0,00 0,00
Cuerpos de agua 0,00 0,00 0,00 0,00 5,60 0,00 0,00 0,00 0,00 4,17 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
AG transición 8,88 4,67 17,63 10,12 0,13 293,88 13,34 0,00 5,50 0,02 0,01 5,82 1,11 10,66 1,89 0,00 3,00 0,00

Praderas 3,22 0,55 23,11 59,60 0,96 6,09 555,93 0,00 0,40 0,00 0,02 3,98 6,59 23,42 0,31 0,58 0,00 0,00

MECL 0,00 1,11 0,00 8,67 0,00 0,00 0,02 558,59 0,00 0,00 11,06 0,00 2,31 1,21 0,00 0,00 1,27 0,00

MES 0,00 1,70 0,00 42,44 0,00 0,00 0,01 16,76 1.115,68 0,00 0,06 0,46 7,47 8,90 1,52 0,00 0,65 0,00
2015

Vegetación escasa 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 117,42 0,00 0,00 0,00 0,00 0,55 0,00 0,00 0,00

BECL 0,00 0,53 0,00 26,06 0,00 10,35 0,00 0,00 0,33 0,40 5.652,20 0,00 1,60 0,09 0,00 0,00 0,00 0,00
AG Frutales 0,00 3,85 0,00 9,26 0,00 21,30 10,47 0,01 0,00 0,00 1,18 114,90 0,14 0,00 1,74 4,00 0,00 0,00
Habitacional rural 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,01 0,00 0,04 0,00 0,00 0,00 142,91 13,81 0,45 0,00 0,00 0,00
Urbano 0,00 0,00 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,04 0,00 0,00 5.76,10 0,00 0,00 0,00 0,00
MX 0,00 0,00 0,00 5,20 0,00 0,00 0,00 0,00 0,09 0,00 0,42 0,00 8,36 0,00 4.069,57 0,00 0,00 0,00
PFJ 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2,16 3,79 8,84
PFE 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,38 4,81 2,45
PFA 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Fuente: Elaboración propia

244
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 14. Métricas del paisaje para el ANPPE La Campana


PLAND NP AREA_MN TCA CORE_MN LPI
Coberturas terrestres Año AI
(%) (#) (ha) (ha) (ha) (%)
Agricultura de Frutales
2002 1,1 51 3,19 3,07 0,06 0,11 96
2015 0,9 52 2,41 2,27 0,04 0,11 96
Agricultura de Hortalizas
2002 0,2 7 4,66 2,94 0,42 0,13 98
2015 0,3 6 7,10 4,08 0,68 0,21 98
agricultura en transición
2002 2,6 130 2,87 21,17 0,16 0,26 96
2015 2,4 124 2,69 11,30 0,09 0,26 96
Agricultura de Viñas
2002 1,3 3 60,39 70,79 23,60 1,08 99
2015 1,4 5 39,19 78,46 15,69 0,97 99
Bosques
2002 40,1 59 96,47 2068,43 35,06 23,01 98
2015 39,9 64 88,53 2034,36 31,79 22,97 98
Cuerpos de agua 2002 0,1 16 0,63 0,00 0,00 0,02 94
continentales
2015 0,0 17 0,39 0,00 0,00 0,01 92
Habitacional rural 2002 1,1 183 0,86 0,00 0,00 0,10 93
2015 1,2 220 0,77 0,00 0,00 0,07 92
Infraestructuras 2002 0,6 48 1,80 4,28 0,09 0,13 96
2015 0,6 51 1,70 3,81 0,07 0,13 96
Matorrales esclerófilos 2002 4,1 88 6,64 19,44 0,22 0,45 96
2015 4,1 92 6,26 16,50 0,18 0,48 96
Matorrales espinosos 2002 8,4 140 8,54 75,47 0,54 1,05 97
2015 7,9 147 7,63 40,48 0,28 0,96 97
Matorrales xerofíticos 2002 28,8 80 51,05 949,14 11,86 4,59 98
2015 28,7 80 50,95 931,92 11,65 4,58 98
Parcelaciones
2002 1,6 203 1,10 0,50 0,00 0,10 94
2015 2,6 248 1,47 3,68 0,01 0,37 95
Plantaciones forestales
adultas 2015 0,1 7 1,61 0,00 0,00 0,02 96
Plantaciones forestales 2002 0,1 7 1,09 0,00 0,00 0,02 95
establecidas
2015 0,1 9 1,17 0,00 0,00 0,02 95
Plantaciones forestales 2002 0,1 11 1,34 0,00 0,00 0,02 95
juveniles
2015 0,0 5 0,62 0,00 0,00 0,01 93
Praderas 2002 4,8 173 3,96 46,50 0,27 0,46 96
2015 4,3 167 3,66 34,98 0,21 0,44 96
Urbano 2002 4,1 1 576,18 388,89 388,89 4,06 100
2015 4,7 2 329,85 413,53 206,76 4,65 99
Vegetación escasa 2002 0,8 11 10,73 1,55 0,14 0,45 94
2015 0,9 15 8,13 1,55 0,10 0,45 94
Fuente: Elaboración propia

245
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 15. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para el ANPPE Río Clarillo
2002 2015 ∆ 2002-2015
Tipo de cobertura terrestre
(ha) (ha) (%)

Agricultura (AG) Frutales 171 226 31,7

Agricultura (AG) Hortalizas 196 115 -41,5

Agricultura (AG) Transición 218 409 88,1

Agricultura (AG) Viñas 32 46 46,1

Bosques (BECL) 1.289 1.453 12,7

Matorrales esclerófilos (MECL) 4.780 4.601 -3,8

Matorrales espinosos (MES) 2.513 2.373 -5,5

Matorrales xerofíticos (MX) 4.391 4.317 -1,7

Praderas 444 265 -40,4

Vegetación escasa 9.617 9.728 1,2

Cuerpos de agua continentales 18 15 -18,6

Habitacional rural 45 30 -32,0

Parcelaciones 88 132 50,0

Infraestructuras 14 19 33,7

Urbano 91 183 100,9

Plantaciones forestales adultas (PFA) 0 8 n/a

Plantaciones forestales juveniles (PFJ) 0 21 n/a

Plantaciones forestales establecidas (PFE) 35 0 -100.0

Fuente: Elaboración propia

246
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 16. Matriz de confusión ANPPE Río Clarillo

agricultura en transición

Agricultura de hortalizas
Agricultura de frutales
Matorrales esclerófilos

Plantaciones forestales

Plantaciones forestales
Matorrales xerofíticos

Matorrales espinosos

Agricultura de Viñas
Habitacional rural
Vegetación escasa

Cuerpos de agua
Infraestructuras
2002

Parcelaciones
continental
Praderas

juveniles
Bosques

Urbano

adultas
Matorrales esclerófilos 4.590,29 0,23 164,53 0,00 0,64 0,00 23,52 0,00 0,00 0,00 0,00 0,80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Matorrales xerofíticos 0,00 4.316,49 0,02 0,00 0,00 0,00 40,26 34,58 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Bosques 0,37 0,20 1.288,74 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Vegetación escasa 0,00 0,00 0,01 9.598,12 0,00 0,00 14,49 4,42 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Habitacional rural 0,00 0,00 0,00 0,00 20,36 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 24,34 0,00 0,00

Praderas 0,00 0,00 0,00 35,32 7,73 255,85 0,00 26,04 11,29 0,64 1,79 40,00 17,01 0,00 47,96 0,00 0,00

Matorrales espinosos 9,92 0,00 0,00 53,25 1,69 0,02 2.295,03 129,80 0,00 2,48 0,12 11,90 0,00 0,00 7,51 0,00 0,00

agricultura en transición 0,00 0,00 0,00 20,30 0,00 2,20 0,00 142,65 24,67 0,00 0,00 0,00 18,37 9,50 0,00 0,00 0,00
2015

Agricultura de Frutales 0,00 0,00 0,00 0,56 0,00 1,15 0,00 42,97 118,60 0,00 0,00 0,34 7,87 0,00 0,00 0,00 0,00
Infraestructuras 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 13,95 0,00 0,00 0,00 0,00 0,31 0,00 0,00
Cuerpos de agua 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 5,34 0,00 0,00 0,00 0,00 13,05 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Plantaciones forestales establecidas 0,00 0,00 0,00 6,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 20,90 8,05
Parcelaciones 0,00 0,00 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 76,14 0,00 0,00 12,02 0,00 0,00

Agricultura de Hortalizas 0,00 0,00 0,00 14,35 0,00 0,00 0,00 29,02 71,25 1,97 0,00 3,05 71,53 5,04 0,00 0,00 0,00

Agricultura de Viñas 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 31,53 0,00 0,00 0,00
Urbano 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 91,29 0,00 0,00
Plantaciones forestales juveniles 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Fuente: Elaboración propia

247
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 17. Métricas del paisaje para el ANPPE Río Clarillo


Coberturas PLAND NP AREA_MN TCA CORE_MN LPI
Año AI
terrestres (%) (#) (ha) (ha) (ha) (%)
Agricultura de
2002 0,7 8 21,44 34,98 4,37 0,30 99
Frutales
2015 0,9 8 28,23 46,97 5,87 0,36 99
Agricultura de
Hortalizas 2002 0,8 14 14,02 47,11 3,36 0,23 99
2015 0,5 14 8,20 13,01 0,93 0,11 98
agricultura en
transición 2002 0,9 15 14,51 41,72 2,78 0,25 99
2015 1,7 17 24,09 104,46 6,14 0,94 99
Agricultura de
Viñas 2002 0,1 1 31,53 11,55 11,55 0,13 100
2015 0,2 3 15,36 12,30 4,10 0,13 99
Bosques
2002 5,4 27 47,75 162,12 6,00 1,14 98
2015 6,1 30 48,44 170,99 5,70 1,14 98
Cuerpos de
agua 2002 0,1 8 2,30 0,01 0,00 0,02 97
continentales 2015 0,1 10 1,50 0,00 0,00 0,02 96
Habitacional
rural 2002 0,2 38 1,18 0,00 0,00 0,03 95
2015 0,1 32 0,95 0,00 0,00 0,03 95
Infraestructuras
2002 0,1 14 1,02 0,00 0,00 0,01 95
2015 0,1 17 1,12 0,00 0,00 0,01 95
Matorrales
esclerófilos 2002 20,0 53 90,19 2.099,77 39,62 4,55 99
2015 19,2 58 79,32 1.946,64 33,56 4,47 99
Matorrales
espinosos 2002 10,5 33 76,14 1.091,01 33,06 3,22 99
2015 9,9 32 74,17 1.005,71 31,43 3,03 99
Matorrales
xerofíticos 2002 18,3 34 129,16 1.923,54 56,57 3,05 99
2015 18,0 33 130,82 1.880,46 56,98 3,05 99
Parcelaciones
2002 0,4 57 1,55 0,00 0,00 0,04 95
2015 0,6 62 2,13 1,48 0,02 0,17 96
Praderas
2002 1,9 35 12,68 47,24 1,35 0,34 98
2015 1,1 50 5,29 20,80 0,42 0,13 97
Urbano
2002 0,4 2 45,64 4,95 2,47 0,35 98
2015 0,8 5 36,68 33,20 6,64 0,57 98
Vegetación
escasa 2002 40,2 3 3205,68 7.853,65 2.617,88 40,10 100
2015 40,6 15 648,53 7.882,20 525,48 40,23 100
Plantaciones
forestales
2015 0,0 1 8,05 0,00 0,00 0,03 98
adultas
Plantaciones
forestales
2002 0,1 2 17,48 2,14 1,07 0,13 99
establecidas
Plantaciones
forestales
2015 0,1 2 10,45 1,93 0,96 0,07 99
juveniles
Fuente: Elaboración propia

248
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 18. Cambios ocurridos en las coberturas del suelo para el ANPPE Altos de
Cantillana

2006 2015 ∆ 2002-2015


Tipo de cobertura terrestre
(ha) (ha) (%)

Agricultura Transición 934 728 -22,0

Agricultura Frutales 56 127 126,4

Agricultura Hortalizas 22 30 39,5

Agricultura Viñas 8 0 -100,0

Bosques 4.290 3.703 -13,7

Matorrales esclerófilos 3.207 3.747 16,9

Matorrales espinosos 1.323 1.296 -2,0

Matorrales xerofíticos 4.922 4.982 1,2

Praderas 538 1.183 120,0

vegetación escasa 1.973 1.971 -0,1

Cuerpos de agua continentales 1.216 530 -56,4

Habitacional rural 71 71 -0,2

Parcelaciones 559 594 6,2

Infraestructuras 32 158 402,8

Urbano 126 154 22,3

Plantaciones forestales adultas 24 23 -4,4

Fuente: Elaboración propia

249
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 19. Matriz de confusión ANPPE Altos de Cantillana

Infraestructura
agricultura en

Agricultura de

Agricultura de

Agricultura de
Parcelaciones
continentales

Habitacional

Plantaciones
Cuerpos de

Matorrales

Matorrales

Matorrales
Vegetación

esclerófilos
Hortalizas
xerofíticos
transición

forestales
espinosos
Praderas
2002

Bosques
Urbano

frutales

adultas
escasa

Viñas
rural
agua

s
Vegetación escasa 1.971,30 0,00 0,00 0,00 0,00 1,86 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Cuerpos de agua continentales 0,00 530,04 0,02 0,01 0,00 0,00 685,56 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Parcelaciones 0,00 0,00 526,25 21,74 0,00 0,61 0,00 0,00 10,59 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Urbano 0,00 0,00 0,00 125,80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

agricultura en transición 0,00 0,44 10,42 0,00 713,79 121,55 0,00 68,53 5,48 0,00 0,00 13,36 0,00 0,00 0,00 0,00

Infraestructuras 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 31,51 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Praderas 0,00 0,00 32,58 0,42 0,00 2,45 493,69 4,42 0,98 0,00 0,00 3,30 0,00 0,00 0,00 0,00
Agricultura de frutales 0,00 0,00 0,00 0,00 14,20 0,00 4,05 37,64 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
2015

Habitacional rural 0,00 0,00 11,63 5,93 0,00 0,00 0,00 0,00 53,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Bosques 0,00 0,00 1,58 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3.673,93 62,49 0,00 551,87 0,00 0,00 0,00

Matorrales xerofíticos 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,37 0,00 4.865,77 0,00 55,87 0,00 0,00 0,00
Agricultura de Hortalizas 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 8,12 0,00 0,00 0,00 13,48 0,00 0,00 0,00 0,00
Matorrales esclerófilos 0,00 0,00 0,55 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 29,33 53,51 0,00 3.123,45 0,00 0,00 0,00
Matorrales espinosos 0,00 0,00 9,90 0,00 0,00 0,37 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 16,11 1.296,17 0,00 0,00
Plantaciones forestales adultas 0,00 0,00 1,06 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 23,31 0,00
Agricultura de viñas 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 7,86 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Fuente: Elaboración propia

250
Periurbanización y sustentabilidad del paisaje en una región urbana

Anexo 20. Métricas del paisaje para el ANPPE Altos de Cantillana


Coberturas PLAND NP AREA_MN TCA CORE_MN LPI
Año AI
terrestres (%) (#) (ha) (ha) (ha) (%)
Agricultura de 2006 0,3 5 11,2 3,2 0,6 0,1 98
Frutales 2015 0,7 9 14,1 34,6 3,8 0,3 99
Agricultura de
Hortalizas 2006 0,1 4 5,4 0,1 0,0 0,0 98
2015 0,2 9 3,3 0,1 0,0 0,0 97
agricultura en
transición 2006 4,8 13 71,8 386,7 29,7 1,9 99
2015 3,8 16 45,5 272,1 17,0 1,4 99
Agricultura de
Viñas 2006 0,0 2 3,9 0,0 0,0 0,0 99
Bosques
2006 22,2 41 104,6 2011,4 49,1 3,4 99
2015 19,2 40 92,6 1577,5 39,4 3,4 99
Cuerpos de
agua 2006 6,3 2 607,8 997,8 498,9 6,3 100
continentales 2015 3 176,8 418,6 139,5 2,7 100
2,7
Habitacional
rural
2006 0,4 28 2,5 0,9 0,0 0,1 96
2015 0,4 34 2,1 1,1 0,0 0,1 96
Infraestructuras
2006 0,2 13 2,4 0,0 0,0 0,0 96
2015 0,8 20 7,9 34,7 1,7 0,6 98
Matorrales
esclerófilos 2006 16,6 37 86,7 1484,7 40,1 11,3 99
2015 19,4 36 104,1 1955,5 54,3 11,0 99
Matorrales
espinosos
2006 6,9 11 120,2 736,9 67,0 4,1 99
2015 6,7 10 129,6 713,2 71,3 4,1 99
Matorrales
xerofíticos 2006 25,5 35 140,6 2385,2 68,1 7,2 99
2015 25,8 33 151,0 2477,2 75,1 8,7 99
Parcelaciones
2006 2,9 59 9,5 167,6 2,8 0,9 98
2015 3,1 71 8,4 188,2 2,7 0,9 98
Plantaciones
forestales 2006 0,1 2 12,2 0,9 0,4 0,1 98
adultas 2015 0,1 2 11,7 0,0 0,0 0,1 98
Praderas
2006 2,8 30 17,9 171,3 5,7 1,1 98
2015 6,1 25 47,3 591,5 23,7 2,2 99
Urbano
2006 0,7 6 21,0 2,8 0,5 0,2 97
2015 0,8 7 22,0 6,2 0,9 0,2 97
Vegetación
escasa 2006 10,2 16 123,3 994,2 62,1 7,8 99
2015 10,2 15 131,4 994,2 66,3 7,8 99
Fuente: Elaboración propia

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