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El bebé

Antiguo cuento vikingo, traducido al español por Gonjar Navarrson


Hace mucho tiempo, el rey Halfdan vivió en Noruega. Un día,
su reina le dijo:
"He tenido un sueño extraño anoche, pensé que estaba de
pie sobre la hierba frente a mi hogar. Saqué una espina de mi
vestido, cuando la sujeté entre mis dedos, creció hasta
volverse un árbol alto. Su tronco era grueso y rojo como la
sangre, pero las ramas bajas eran delicadas y verdes, y las
más altas eran blancas. Vi que las ramas de este gran árbol
se extendían tan lejos que cubrían toda Noruega, e incluso
más.

"Un sueño extraño”, dijo el rey Halfdan.


“Los sueños son los mensajes de los dioses, me pregunto
que habrán querido decirnos”, el rey acarició su barba
pensativo.
Tiempo después, una sirvienta llegó al comedor en donde el
rey estaba, ella traía una pequeña manta blanca en sus
brazos.
Dijo entonces:
“Mi señor, este es su hijo recién nacido”
"¡Ha!" exclamó el rey, saltando de su trono y acercándose a la
mujer.
“¡Muéstramelo!” dijo el rey, con una clara alegría en sus
palabras.
La sirvienta descubrió la manta blanca, entre ellas se
encontraba un pequeño bebe desnudo, el rey lo observó
cuidadosamente.
"Es un hermoso muchacho” dijo el rey, sonriendo.
“Traed a Ivar y Thorstein”
Ellos eran capitanes del rey, vinieron tan rápido como
pudieron.
“Quiero que seáis testigos”, dijo el rey.
Entonces levantó al bebé en sus brazos, mientras la vieja
sirvienta traía un cuenco de plata lleno de agua.
El rey hundió su mano en aquella agua y salpicó al bebe,
diciendo:
“Nombro a este bebé como mi hijo, el será llamado Harald. Mi
regalo de bautizo para el serán diez libras de oro”.
Entonces, la mujer llevó al niño de vuelta a la cámara de la
reina.
“Mi señor lo ha nombrado su hijo”, exclamó la sirvienta.
“Y como no, ¡es perfecto en cada extremidad!”
La reina lo sujetó en sus brazos sonriendo, y recordó el sueño
que tuvo.
“”Aquel gran árbol, ¿Puede ser mi bebé?"

Fin

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