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Decreto 6, CG 35
PRESENTACIÓN
Pasos:
Paso preparatorio: “Preparación de la Oración”. Prever llegar al momento de oración
comunitaria habiendo leído el Decreto 6, de la CG 35
Primer Paso: “A lo que vengo”. Se trata de iniciar el encuentro.
Segundo Paso: “Pacificación”. Es una modo para lograr concentrarme-descentrarme-
centrarme.
Tercer Paso: “Oración Preparatoria”. Es una jaculatoria que ayuda a centrar los afectos y
razonamientos.
Cuarto Paso: “Composición del lugar”. Un modo de trabajar la imaginación y los
imaginarios.
Quinto Paso: “Petición”. Se trata de pedir lo que deseo.
Sexto Paso: “Contenido o Materia”. Es el tema, temática o asunto sobre el que se basa la
oración.
Séptimo Paso: “Coloquio”. Es un diálogo tierno y fecundo entre el Orante y el Orado.
Octavo Paso: “Cierre de la Oración”. Es un modo de ver si lo vivido en la Oración es de
Dios, y si tiene significatividad en mi vida.
Inicio mi encuentro con el Señor, escogiendo una postura y actitud apropiada para mi
oración. Al iniciar, en forma breve y sencilla considero la calidad de la mirada de Dios
Nuestro Señor sobre mí. Y me digo a mí mismo:
¿A qué vengo?
Allí en el lugar de nuestra reunión comunitaria me sereno para que esta cita con Dios
tenga lugar.
Me acomodo con una posición que me ayude a concentrarme-descentrarme-centrarme,
implicando todo mi ser.
Al ritmo de la respiración, doy lugar al silencio interior, para desconectarme del trajín
del día y dedicarme totalmente a este momento comunitario.
Señor, que todas mis intenciones, acciones y procesos interiores, estén totalmente
ordenados a cumplir tu voluntad.
En forma sencilla formulo mi petición. Dejo que mi petición salga de dentro. Que nazca
de lo más hondo de mi vida, que me mueva a pedir la gracia de ser coherente en la
concreción de las recomendaciones sugeridas por la CG 35 respecto de la
implementación del Decreto 6, desde mi ámbito de vinculación con la Compañía de
Jesús.
Conclusión
[30] En su tiempo, San Ignacio albergó a los que vivían sin techo en Roma, se
preocupó por las prostitutas y estableció casas para huérfanos. Buscó colaboradores y
con ellos estableció organizaciones y redes para continuar estos y muchos otros
servicios. Para responder hoy a las acuciantes necesidades de nuestro complejo y frágil
mundo, necesitamos sin duda muchas manos. La verdadera colaboración en la misión
es nuestra respuesta a esta situación: expresa nuestra verdadera identidad como
miembros de la Iglesia, la complementariedad de nuestras diversas vocaciones a la
santidad, nuestra mutua responsabilidad por la misión de Cristo, nuestro deseo de
unirnos a personas de buena voluntad en el servicio de la familia humana y la llegada
del Reino de Dios. La colaboración es una gracias que se nos regala en este momento
en perfecta coherencia con nuestro modo jesuita de proceder.
¿Qué hace que una obra sea jesuita y cómo puede ser sostenida por un liderazgo
no jesuita? (numerales 9-14)
¿Cuáles son los elementos de formación necesarios para jesuitas y otros a fin de
asegurar el crecimiento en el espíritu y en la práctica de nuestra misión? (numerales
15-21)
¿Qué vínculos pueden unirnos como colaboradores en la misión que buscan servir
juntos, con afecto profundo, a la misión encomendada a la Compañía? (numerales
22-29)
Séptimo paso: COLOQUIO. Momento de silencio interior.
NOTA: El coloquio es un diálogo que se hace hablando como un amigo habla a otro, ya
sea para pedir alguna gracia, ya sea reconociendo la fragilidad o el pecado, o para
comunicar sus cosas, y queriendo consejo en ellas.