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Urología General
ARTÍCULO ORIGINAL Arch. Esp. Urol. 2020; 73 (4): 274-280

EXPERIENCIA EN EL MANEJO HOSPITALARIO DEL TRAUMA RENAL DE ALTO

GRADO

William Escobar1, Pedro Guacheta2, Diego Fernando Castillo-Cobaleda2,3 y Herney Andrés

Garcia-Perdomo2,3.

1
Universidad de Buenos Aires.
2
Departamento de Cirugía. Sección de Urología Universidad del Valle. Cali. Colombia.
3
Profesor Escuela de Medicina. Universidad del Valle. Cali. Colombia.

Resumen.- OBJETIVO: Caracterizar la condición clí-
nica, el tipo de abordaje terapéutico y desenlaces de
pacientes con trauma renal de alto grado (AAST: 4 y
5) atendidos en un hospital de tercer nivel. Cali, Co-
lombia.
MÉTODOS: Se realizó un estudio observacional des-
criptivo con pacientes mayores de 15 años atendidos
entre el 1 de enero de 2015 y el 1 enero de 2019,
con diagnóstico de traumatismo renal y traumatismo de
vasos renales. Se recolectaron variables demográficas,
clínicas y de severidad del trauma. Se realizó un análi-
sis univariado con tablas de frecuencia, medidas de ten-
dencia central, dependiendo de tipo de intervención,
lesiones asociadas, uso de hemoderivados e índices de
severidad.
RESULTADOS: Se analizaron 71 historias clínicas, 82%
de sexo masculino, el promedio de edad fue 25 años
(rango: 15-55). Respecto al grado trauma renal, el 69%
de los pacientes fueron grado IV y el 31% grado V. Las
lesiones penetrantes se vieron en un 87% vs 13% de
lesiones por mecanismo contuso (no penetrante). El 54%
de los pacientes fueron puntuados con un Índice de Se-
veridad de Trauma >= 25 y el 51% de los pacientes
presentó un Índice de Trauma Abdominal <= 24. Se ob-
servó manejo quirúrgico en 67% vs 32% para manejo
no quirúrgico. El tiempo de estancia hospitalaria fue de
17 días en promedio y el 16,9% tuvo complicaciones.
CONCLUSIONES: El traumatismo renal de alto grado
es una condición clínica frecuente en pacientes mas-
culinos entre la segunda y tercera década de vida, en
nuestro medio la mayoría corresponden a traumas pe-
netrantes. La mayoría de casos fueron manejados con
algún procedimiento quirúrgico, sin embargo, con un
importante porcentaje de manejo conservador con ta-

@
sas de complicaciones menores del 30 %, que cambia
el paradigma del tratamiento del trauma renal de alto
grado.
CORRESPONDENCIA

Palabras clave: Trauma renal. Riñón. Trauma

Herney Andrés García-Perdomo
Cll 4B #36-00
Cali (Colombia)
herney.garcia@correounivalle.edu.co
Aceptado para publicar: 4 de octubre 2019
renal penetrante. Trauma renal contuso. Trauma.
Trauma abdominal.
Summary.- OBJECTIVE: To characterize the clinical
condition, the type of therapeutic approach and out-
come of patients with severe renal trauma (AAST: 4 and
5) treated in a tertiary hospital. Cali, Colombia.

EXPERIENCIA EN EL MANEJO HOSPITALARIO DEL TRAUMA RENAL DE ALTO GRADO
METHODS: A descriptive observational study was con-
ducted with patients older than 15 years treated be-
tween January 1, 2015 and January 1, 2019, with a
diagnosis of renal trauma and renal vessel trauma. De-
mographic, clinical and trauma severity variables were
collected. A univariate analysis was carried out with fre-
quency tables, measures of central tendency, depending
on type of intervention, associated lesions, use of blood
products and severity indices.
RESULTS: 71 medical records were analyzed, 82%
male, the average age was 25 years (range: 15-55).
Regarding renal traumatic grade, 69% of the patients
were grade IV and 31% grade V. Penetrating injuries
were seen in 87% versus 13% of injuries due to blunt
(non-penetrating) mechanism. 54% of the patients were
scored with a trauma severity index >= 25 and 51% of
the patients had an abdominal trauma index <= 24.
Surgical management was managed in 67% vs. 32%
for non-trauma management. surgical. The hospital stay
was 17 days on average and 16.9% had complica-
tions.
CONCLUSIONS: Severe renal trauma is a frequent clin-
ical condition in male patients between the second and
third decade of life, in our environment the majority cor-
responds to penetrating traumas. Most cases were man-
aged with some surgical procedure, however, with a
significant percentage of conservative management with
complication rates of less than 30%, which changes the
paradigm of treatment of high-grade renal trauma.
Keywords: Renal trauma. Kidney. Penetrating
renal trauma. Blunt renal trauma. Trauma. Abdominal
trauma.
INTRODUCCIÓN
El riñón es el órgano genitourinario más fre-
cuentemente afectado, en relación a traumatismos
abdominales o toraco-abdominales. Puede ser una
lesión aislada pero se encuentran lesiones asociadas
en la mayoría de los casos 80-95% (1). La grave-
dad de las lesiones dependerá de fenómenos físicos
involucrados en el mismo. En estudios recientes, el
mecanismo de lesión penetrante (2) y el grado de
lesión se vieron relacionados con la necesidad de
instrumentación quirúrgica (3).
Para la caracterización del trauma, la aso-
ciación americana de trauma (AAST), propone una
clasificación para la lesión renal según la gravedad
global y la necesidad de transfusión, estos son facto-
res determinantes, en la necesidad o no de nefrecto-
mía. El traumatismo renal, el grado IV involucra lace-
275
ración que compromete el sistema colector y/o lesión
vascular con trombosis o hemorragia contenida; el
trauma renal grado V comprende el estallido renal
y/o avulsión del pedículo. El diagnóstico se realiza
de acuerdo a la sospecha clínica, interrogatorio diri-
gido, hallazgos en el examen físico e imágenes diag-
nosticas tomografía axial computada (TAC).
El impacto del trauma y la violencia sobre la
comunidad y la carga que impone a las instituciones
sanitarias, es un reto para nuestra salud pública (4).
El objetivo del presente estudio fué en carac-
terizar la población con lesión traumática renal de
alto grado (grado IV y V) en el Hospital Universita-
rio del Valle - Evaristo García en la ciudad de Cali,
Colombia, y además sensibilizar al clínico con esta
entidad, proporcionando elementos para favorecer
la toma de decisiones óptimas para el manejo del
trauma renal de alto grado.
MÉTODOS
Diseño
Se realizó un estudio observacional descrip-
tivo. El estudio se encaminó bajo los lineamientos ex-
puestos en la Declaración de Helsinki promulgada
por la Asociación Médica Mundial, para fundamen-
tar su desarrollo bajo los principios éticos de cual-
quier investigación en seres humanos. De acuerdo a
la resolución No. 008430, de 1993, articulo 11, se
consideró una investigación sin riesgo (A). Fue apro-
bado por el comité de ética del Hospital Universitario
del Valle - Evaristo García en la ciudad de Cali, Co-
lombia. Se revisaron las historias clínicas de pacien-
tes mayores de 15 años que ingresaron al Hospital
entre el 1 de enero de 2015 y el 1 enero de 2019,
con patologías clasificadas sobre la base del código
Internacional de Enfermedades (CIE 10) como trau-
matismo renal, traumatismo de vasos renales, trau-
matismo de abdomen, trauma penetrante abdominal;
de éstas se seleccionaron los pacientes con trauma
grado 4 y 5, se identificó el método diagnóstico em-
pleado: TAC/diagnóstico intraquirúrgico, tipo de
tratamiento realizado, entre otros, se extrajeron los
datos de las variables basándose en un formato en
Excel.
Población
El tamaño de muestra se basó en la prevalen-
cia de traumatismo renal del 5% de todos los trauma-
tismos, con un intervalo de confianza (IC) del 95% y
un error estimado del 5% = 5 (100 - 5)/25 × 3,84.
Se requería un mínimo de 71 pacientes para
encontrar diferencias que no fueran debido al azar.
276
W. Escobar, P. Guacheta, D. F. Castillo-Cobaleda, et al.
Tabla I. Frecuencia de edad por rango.
Rango de edad (años)
15 20
20 25
25 30
30 35
35 40
40 45
45 50
50 55
Variables
Se tuvieron en cuenta la edad (años), gene-
ro, presión arterial y frecuencia cardiaca al ingreso
al servicio de urgencias, se identificaron exámenes
de laboratorio tal como hemoglobina/hematocrito al
inicio del proceso de hospitalización o internación,
lesiones abdominales y/o extraabdominales conco-
mitantes, lateralidad de la lesión renal, realización
o no de pruebas de imagen como TAC, tipo de in-
tervención realizada, requerimiento de diálisis, re-
querimiento de unidad de cuidado intensivo, días de
estancia hospitalaria, necesidad de hemoderivados,
mortalidad, necesidad o no de reingreso hospitalario
posterior al alta teniendo en cuenta el tipo de compli-
cación según clasificación Clavien Dindo (5), índices
como ISS (índice de severidad de trauma) ATI (índice
de trauma abdominal) fueron identificados.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis univariado con tablas
de frecuencia, medidas de tendencia central y disper-
sión y gráficos acordes al tipo de variable.
RESULTADOS
Se encontraron 71 historias clínicas, 58 de
los pacientes eran varones (82%), el promedio de
edad 25 años (Rango 15-55), el 81,43% de los pa-
cientes se encontraban en el rango de edad de 15-
30 años (Tabla I - Figura 1). Al ingreso al servicio de
urgencias, el 53% de los pacientes presentó frecuen-
cia cardiaca > 90 pulsaciones por minuto (ppm), con
un promedio de 94,3 ppm (Rango de 30 - 221 ppm).
El 62% de los pacientes evidenció cifras de tensión
arterial sistólica > 91 mmHg, en relación a estas ci-
fras de presion arterial sistólica se observó un valor
promedio de 105.1 mmHg, con un rango de 60 -
180 mmHg. En cuanto a las cifras de tensión arterial
diastólica 46% puntuaron con cifras > 61 mmhg. De
Frecuencia Frecuencia acumulada
30 30
19 49
8 57
5 62
3 65
2 67
0 67
4 71
éstas, se observó un promedio de 65,5 mmHg con
un rango de 30 - 133 mmHg. Se realizó el calculo
de índice de choque (frecuencia cardiaca/tensión
arterial sistólica) el cual demostró un promedio de
0,98 con rango de 0,38 a 3,68. Para el grado de
trauma renal, el 69% de los pacientes fueron grado
IV y el 31% fueron grado V; en cuanto al mecanismo
de lesión que predominó, las lesiones penetrantes en
un 87% vs 13% de lesiones por mecanismo contuso
(no penetrante) (Tabla II).
El índice de severidad de trauma (ISS) mostró
que el 54% de los pacientes fueron puntuados con un
ISS >= 25 y un 46% de los pacientes con ISS <24
con un promedio de 26,4 puntos y un rango de 11 a
45 puntos.
Con el índice de trauma abdominal (ATI) se
observó un 51% de los pacientes con un ATI <= 24, y
un 49% con un ATI >= 25 con un promedio de 26,3
y un rango de 8 a 65 puntos (Figura 2).
En relación a los parámetros de laboratorio,
la hemoglobina (HB) inicial reportada, fue en prome-
dio 12,3 ng/dl con rango de 3,7 - 15 ng/dl; hemato-
Figura 1. Porcentaje de frecuencia según edad.
 277
EXPERIENCIA EN EL MANEJO HOSPITALARIO DEL TRAUMA RENAL DE ALTO GRADO

Tabla II. Género y tipo de traumatismo.

Tabla de Frecuencia
Tipo de Trauma
Genero No Penetrante Penetrante TOTAL
Femenino (f) 2 11 13
Masculino (m) 7 51 58
TOTAL 9 62 71

crito (HCTO) en promedio 32,8 mg/dl con rango de
11,6 a 42,1 ng/dl. El uso de hemoderivados reque-
ridos en algún momento de la internación se muestra
en la Figura 3. El uso de glóbulos rojos transfundidos
fue en promedio de 11,1 Unidades de glóbulos rojos
(UGR). Con rango de 2 - 41 UGR.; Plasma requerido
en promedio 11,2 unidades (U) con rango de 2 - 23
U; Plaquetas promedio de 2,3 U; Crio-precipitados
7,3 U, con rango de 1 - 24 U.
Para el abordaje terapéutico se evidenció
un tratamiento conservador en el 35% de los casos,
25% fueron llevados a nefrectomía y un 17% fueron
tratados con rafia de la estructura renal (Tabla III).
Se realizó un manejo intervencionista en 29 pacien-
tes con trauma renal grado IV (22 pacientes manejo
conservador) y 19 pacientes grado V (Un paciente
manejo conservador).
Para las lesiones asociadas observadas, un
23% de los pacientes, además de la lesión renal con-
comitantemente presentaron lesión de vía digestiva
(intestino delgado - colon) y un 18% con trauma de
tórax de los 71 casos revisados, se vio un promedio
de numero de órganos lesionados de 3,12 con un
rango de 2 a 8 órganos (Figura 4).
bazo (4) vía digestiva (16) páncreas (5) lesión renal
de forma aislada (10) (14%) pulmón diafragma (6) 3
o > órganos (1) vascular (5) renal bilateral (1).
En relación al tiempo de estancia hospitala-
ria se observó un promedio de 17 días con un rango
de 0 - 194 días; el 44% de los pacientes fueron aten-
didos en unidad de cuidado intensivo y un 13% de
los pacientes requirieron terapia de reemplazo renal
(hemodiálisis) por parte del servicio de nefrología al
menos en 1 ocasión, 17 muertes (24%) fueron repor-
tadas.
12 pacientes reingresaron al servicio de ur-
gencias posteriores al alta médica/hospitalaria de
su atención inicial por trauma, es decir, el 16,9%,
de éstos nuevos reingresos el promedio de estancia
hospitalaria fue de 6,5 días, con un rango de 0 a 19
días; de éstos reingresos hospitalarios, el 25% fueron
clasificados como Clavien Dindo I (3 pacientes), 8%
de los pacientes Id (1 paciente), 58% de los pacien-
tes Clavien Dindo II (7 pacientes) y 8% clasificación
IIIb (1 paciente).
Tabla III. Frecuencia por tipo de intervención.

El 86% de los pacientes tuvo al menos 1 Tipo de Intervención Frecuencia

lesión asociada, trauma de tórax (13) hígado (10)
Cateter doble “j” (JJ) 6
NefrectomÍa 18
Renorrafia 12
Hemi-nefrectomía 2
Electrocoagulación y dren perirrenal 2
Resección-sutura/anastomosis arterial 4
JJ + embolización 1
JJ + renorrafia 1
Embolización 2

Figura 2. Puntuación según índices de severidad. Total 71

278
W. Escobar, P. Guacheta, D. F. Castillo-Cobaleda, et al.
Figura 3. Uso de hemoderivados.
DISCUSIÓN
Nuestro promedio de edad es de 25 años, y
masculinos en el 81% de los casos, esto implica simi-
litud con algunos autores (6,7). Para Austin et al. (8),
la edad promedio para estos pacientes varía según el
territorio geográfico, pero se plantea un rango entre
26 -28 años, población joven en edad productiva.
Para el año 2015, con relación a datos estadísticos
relacionados con muertes por evento violento para la
ciudad de Santiago de Cali se destacan semejanzas
con características demográficas en nuestro estudio
como por ejemplo el rango de edades y genero mas-
culino, la mayoría de los eventos reportados por el
DANE (departamento administrativo nacional de es-
tadística, estadísticas oficiales de Colombia) y el ins-
tituto nacional de medicina legal y ciencias forenses
estos dos son reportados en promedio de 30 años y
80% masculinos (9).
Se rescataron variables fisiológicas como la
frecuencia cardiaca y tensión arterial reportada en
la historia clínica al inicio del proceso de atención
hospitalaria obteniéndose el índice de shock con un
promedio de 0,98, este índice de shock si se encuen-
tra elevado indica alteración de la función ventricular
izquierda secundaria al estado de shock hipovolé-
mico generado en estos casos por el mecanismo del
trauma inicial; el rango normal del índice de choque
Figura 4. Lesiones asociadas.
para adultos sanos es de 0,5 a 0,7 y ha sido estu-
diado desde diversas perspectivas como por ejemplo
en hemorragia aguda gineco-obstétrica (10,11), en
relación a los parámetros de laboratorio se debe te-
ner presente que no se encontraron datos completos
en los reportes de historia clínica respecto a valores
iniciales de niveles de HB y HCTO en 11 pacientes
(14%), se usó transfusión de hemoderivados como
parte del abordaje terapéutico, cabe mencionar que
esta necesidad en algunas ocasiones se generó des-
de los primeros momentos de la atención, y en otros
casos este fenómeno sucedió en el transcurso de su
estancia hospitalaria, las condiciones clínicas de
cada caso impulsaron o no la indicación y/o solici-
tud médica de estos elementos transfusionales.
El tipo de lesión que más se presenta es por
mecanismo penetrante, de estas en su mayor propor-
ción se da por heridas generadas por armas de fue-
go, armas corto-punzantes. Con respecto a lesiones
asociadas se encuentra que el 86% de los pacientes
presentaron lesiones concomitantes además de la le-
sión renal de alto grado, lo cual es congruente con lo
reportado en algunos estudios (1). Actualmente exis-
ten distintos tipos de índices para la valoración del
paciente traumatizado (12), éstos determinan punta-
jes de tipo anatómico, fisiológico, o combinados, los
índices que se mencionan en nuestro estudio son de
tipo anatómico (ATI e ISS), 51% y 54% respectiva-
mente presentaron índices > 25 puntos lo que implica
que la población ingresó en condiciones clínicas cri-
ticas y con probabilidad de tener complicaciones in-
traabdominales. En muy pocas ocasiones (8/71), los
datos correspondientes a estos dos índices estaban
plasmados en los registros de la historia clínica, así
que se realizó el calculo de los índices de acuerdo
a el tipo y grado de lesión de órganos abdominales,
y también de acuerdo a la gravedad de las lesiones
por regiones para el ISS.
El estándar de oro para el diagnóstico por
imágenes para pacientes estables es la TAC, dis-
ponible en distintos niveles de atención
médica (principalmente en instituciones
hospitalarias de nivel 3 en Colombia); en
el presente estudio no se evaluó la indica-
ción de imágenes. En algunas institucio-
nes como en el Alfred Hospital Victoria,
Australia (13) todos los pacientes que se
encuentran hemodinámicamente estables
después de la reanimación inicial se con-
sideran para el manejo no operatorio
expectante independientemente del gra-
do o mecanismo de la lesión renal, y se
procede a realización de imágenes diag-
nósticas con lo cual se explora la unidad
renal contralateral en teoría no afectada

EXPERIENCIA EN EL MANEJO HOSPITALARIO DEL TRAUMA RENAL DE ALTO GRADO
por el trauma (se busca detectar riñones contralate-
rales sanos, entre otras). Ésta secuencia de abordaje
diagnóstico, en condiciones de emergencia/urgen-
cia pueden cambiar quedando la posibilidad de
verificar esta situación mediante la realización con
técnica “One-Shot” en el intraquirúrgico o palpación
directa del riñón contralateral al lesionado; en algu-
nos estudios se habla de que éste tipo de estudios
con uso de medios de contraste disminuiría la tasa de
exploración renal hasta en un 32% de los casos (14).
Sin embargo en nuestra institución es de uso poco fre-
cuente, ya que podría implicar logística institucional
adicional.
Tratamiento operativo vs no operativo
La literatura de las ultimas décadas a incli-
nado la balanza hacia la tendencia a un tratamiento
conservador para el traumatismo renal de alto grado
(15-18). Se ha evidenciado que da como resultado
una tasa de preservación renal de aproximadamente
84 - 100%. Según el National Trauma Data Bank
(NTDB), de las lesiones renales traumáticas de alto
grado (IV y V) el 24% y 57% respectivamente se so-
meten a nefrectomía (4), en nuestro estudio, la ne-
frectomía se llevó a cabo en el 25% de los casos. Las
comparaciones entre ambas intervenciones son difíci-
les de ejecutar (manejo no operativo ó intervención
quirúrgica), ya que los pacientes sometidos a cirugía
a menudo sufren lesiones más graves que los que se
manejan de forma no operativa, aún es necesario la
generación de estudios respecto a este tema que pro-
pongan resultados de forma sistemática (19). Con-
trastando esta tendencia “conservadora”, las conduc-
tas más frecuentes en nuestra publicación incluyeron
manejo operativo (cirugías a cielo abierto, procedi-
mientos endovasculares, endourológicos, entre otros)
en 67% vs 32% para manejo no operativo. Muir et
al. (17) plantea la idea de realizar rutinariamente
manejo endovascular a pacientes que no requieran
manejo operativo y se cree que esta practica podría
reducir la tasa de fracaso y/o mejorar los resultados.
Se obtuvo un promedio de 17 días con un
rango de 0 - 194 días para el tiempo de estancia
hospitalaria, en algunos casos se observó que estos
tiempos se prolongaban no necesariamente por el
uro-trauma, si no más bien atendía a razones orto-
pédicas, neurológicas, etc. Con relación a estancia
en unidad de cuidado intensivo, se muestra que el
13% (9/71) requirieron terapia intensiva. La fre-
cuencia de complicaciones fue de 16,9%, es decir
12 historias reportaron nuevos reingresos al servicio
de urgencias, con diferentes motivos de consulta. El
58% de los pacientes fueron clasificados como Cla-
vien Dindo II (7 pacientes) siendo la complicación
mas frecuente.
279
Es común que pacientes con traumatismo
múltiple desarrollen falla renal aguda (20), el pro-
medio de niveles de creatinina al ingreso de algu-
nos estudios son: 1,38 mg/dl (21) pero no estaría
involucrado con éste deterioro el uso de material de
contraste en procedimientos min-invasivos como an-
gioembolización (22). No recopilamos datos concer-
nientes a niveles séricos de creatinina, sin embargo
en las visitas médicas por consultorio externo, se re-
gistró un control de parámetros de laboratorio. Una
encuesta realizada en dos centros de nivel 1 y nivel
2 de trauma en USA (estados unidos de américa) en-
contró que el 42% de los urólogos no utilizarían la
angioembolización para la lesión renal penetrante,
mientras que los radiólogos intervencionistas podrían
estar más inclinados a considerarla como una opción
en tales casos (23). La lesión renal aguda es una de
las complicaciones encontradas en pacientes con po-
litraumatismos, sin embargo no hay definición clara
a lo que sería el termino “recuperación de la lesión
renal aguda” sin embargo, se ha sugerido que el
aumento del 20% de la TFG (tasa de filtración glo-
merular) sostenida durante LRA (lesión renal aguda)
podría definirla; según las guías KDIGO (24) el es-
tadio intermedio entre LRA y ERC (enfermedad renal
crónica) que es la ERA (enfermedad renal aguda) la
cual comprende una TFG 35% o un incremento de
la crea >50% por menos de 3 meses. Encontramos
que en el 13% de nuestros pacientes requirieron en
algún momento terapia dialítica. 17 muertes (24%)
fueron reportadas en la historia digital del HUV. El
primer objetivo de la gestión del traumatismo renal
debe ser la preservación de la vida y el segundo la
preservación de órgano, por ello se deben fortalecer
conceptos en pro de realizar un proceso médico asis-
tencial óptimo, a pesar de que nuestro estudio se ve
afectado por muchos sesgos, la idea de describir al-
gunas características poblacionales de los pacientes
con traumatismo renal de alto grado se cumplió.
CONCLUSIÓN
El traumatismo renal de alto grado es una
condición clínica frecuente en pacientes masculinos
entre la segunda y tercera década de vida, en nues-
tro medio a diferencia de las series reportadas en la
literatura la mayoría corresponden a traumas pene-
trantes. La mayoría de casos fueron manejados con
algún procedimiento quirúrgico, sin embargo, con un
importante porcentaje de manejo conservador con
tasas de complicaciones menores del 30%, que nos
cambia el paradigma del tratamiento del trauma re-
nal de alto grado.
280
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