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EXPONE EL CARÁCTER DE JESÚS

“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en
vosotros”  Gál. 4:19.
El apóstol Pablo actuó como una nodriza educando a los gálatas en la obediencia a Cristo. La
educación cristiana tiene como objetivo que Cristo sea formado en nuestros hijos y en cada creyente.
Usted es un espejo de Jesús en su casa y en la iglesia, y debe esforzarse por reflejarlo tal como es.
Que su humor sea el humor de Cristo. Que su manera de juzgar a otros refleje el juicio de Cristo.
Jesús no perdió la paciencia con sus discípulos; Jesús no maldijo a sus verdugos; no hizo descender
fuego sobre los samaritanos. Jesús nos permitió ver al Padre en su modo de vivir.

Reflejar a Cristo en nuestro carácter debe ser el mayor propósito de vivir. No es malo tener un carro, una casa,
comodidades, dinero, pero si para eso vivimos hemos perdido el propósito principal de la vida. El objetivo de
predestinación es ser como Cristo: «Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su hijo…» (Romanos (.29). Debemos tener la forma (imagen, carácter) de Cristo:
benignidad, misericordiosos, perdonadores (Efesios 4:32).

Reflejar a Cristo es obra de Dios. Pero nosotros somos responsables de que eso suceda. Dios dice: «Transformaos», el
cambio viene de Dios, debemos dejar que Dios nos transforme; que cambie nuestras actitudes, reacciones, conducta,
constante y progresivamente a la imagen de Cristo. El mejor regalo que tú puedes dar a tu cónyuge, a tus hijos, tus
padres, tus amigos, tus compañeros de trabajo, la iglesia es una vida trasformada que se parezca a Cristo.
¡Qué maravilloso sería si los demás pudieran observarnos y decir: «Veo a Jesús en ti»! (DB).
«Señor, transfórmanos a tu imagen. Que los demás puedan verte en nosotros».

Los fariseos buscaban su realización personal más que el desarrollo de su carácter. Lo que para ellos era ministerio,
para Jesús era hipocresía. Ellos habían descuidado madurar, crecer, y reflejar a Cristo en su carácter. Por el contrario,
lo acusaban de predicar la verdad, el amor, la compasión y la bondad.
Asemejarse a la forma de Jesucristo no es un ideal que se nos haya encomendado, consistente en conseguir
cualquier parecido con Cristo. No somos nosotros quienes nos convertimos en imágenes; es la imagen de
Dios,  misma de Cristo, la que quiere configurarse en nosotros (Gálatas 4,19). Cristo no descansa hasta habernos
transmitido su imagen. Debemos asemejarnos a  entera del encarnado, crucificado y glorificado.
         Cristo ha tomado esta forma humana. Se hizo un hombre como nosotros. En su humanidad, en su
anonadamiento, reconocemos nuestra propia figura. Se hizo semejante a los hombres para que estos fuesen
semejantes a Él.

¿Cómo pondremos en práctica la semejanza a Jesús a lo largo de nuestra vida diaria?

En primer lugar, recordemos que sin Jesucristo nada podemos hacer (Léase Juan 15:10); y que Dios dispone el querer
como el hacer (Léase Filipenses 2:13); y todo esto es únicamente apoyados en el poder de la gracia del Señor (Léase 2
Corintios 12:9). Somos hechos y creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas (Léase Efesios 2:10). Él es quien nos moldea a través del Espíritu Santo,

Hagamos que Dios se sienta orgullo de nuestras actitudes, que la gente al ver nuestras actitudes puedan ver reflejado a Jesús, hagamos
que nuestro sobrenombre de CRISTIANOS de la talla, practicando las mismas actitudes que Jesús practico estando acá en la tierra.

I. LA FAMILIA PASTORAL REFLEJA AL SEÑOR JESUS


Reflejar es: formar la imagen de alguien o de algo en una superficie lisa y brillante como el agua, un espejo etc.
La luna no tiene luz propia, sin embargo, refleja la luz del sol, asi la familia pastoral debe reflejar la luz de Cristo.
Como familia pastoral debemos reflejar al Señor Jesus en:
a) En el ministerio. El Señor
Jesus nos dio ejemplo en todo, por lo que en nuestro ministerio debemos preguntarnos ¿que haría Jesus en mi lugar?
Le hemos preguntado al Espíritu Santo ¿como es nuestro ministerio ante el Señor y ante los hombres?
--¿como era el ministerio del Señor Jesus ante el Padre? El padre se complacía en su ministerio porque hacia lo que
al padre le agradaba, “hacia la voluntad del Padre.
--¿ como era su ministerio ante los hombres?
b). En el carácter. Exaltemos a
Dios con nuestro carácter, con nuestra forma de ser, y que tratemos a la iglesia y a todos los que nos rodean
como Cristo trato a los suyos y a las demás personas.
Dice el dicc. El carácter es la manera en la que una persona reacciona habitualmente frente a una situación.
--Reflejar a Cristo en nuestro carácter debe ser el mayor propósito de vivir. No es malo tener un carro, una casa,
comodidades, dinero, pero si para eso vivimos hemos perdido el propósito principal de la vida. -Los fariseos buscaban
su realización personal más que el desarrollo de su carácter. Lo que para ellos era ministerio, para Jesús era hipocresía.
Ellos habían descuidado madurar, crecer, y reflejar a Cristo en su carácter. Gal 2:20
c). En las actitudes. Nuestro
comportamiento en todo lugar debe ser digno de cada integrante de la familia pastoral, pidiéndole a Dios cada
día ser íntegros en toda nuestra manera de vivir, en el trabajo, en la escuela, en la familia, etc.
ACTITUD. Es la forma de actuar de una persona, es el comportamiento que emplea un individuo para hacer las
cosas. ¿cual era la actitud del
Señor Jesus al hacer las cosas? El era amable,

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