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CRUZANDO POR EL DESIERTO CON DIOS

Introducción: (Cruzando por el desierto con Dios) De acuerdo al camino que


vamos a andar se requiere el equipo. Por ejemplo camino al Everest se requiere
todo el equipamiento idóneo para escalar, respirar y soportar las bajas
temperaturas.

Si el camino a seguir es un seco desierto, este equipamiento cambia. De la


misma manera para recorrer el camino o plan de Dios para nuestra vida
necesitamos equiparnos debidamente. No importa si el camino es difícil, lo más
importante es que Dios va con nosotros…

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CRUZAR EL DESIERTO CON DIOS ES MÁS FÁCIL

1) Los terrenos difíciles también son parte del camino (Oseas 2:14).
a. 2:14,15 Dios estaba prometiendo (1) llevar al pueblo al desierto, donde no habría
distracciones, para poder comunicarse con ellos claramente, y (2) cambiar lo que
había sido un tiempo de dificultades en un día de esperanza. Dios utiliza incluso las
experiencias negativas de nuestras vidas para crear oportunidades para que regresemos
a El. Cuando enfrente problemas y pruebas, recuerde que Dios le habla en el desierto,
no solo en tiempo de prosperidad.

a) El desierto es un lugar seco y difícil.

Nota: El desierto es un espacio seco y frio. La fauna y flora es sumamente escasa


(hay desiertos sin ningún tipo de vida), es un lugar de escasez (sin agua). Tiene
grandes oscilaciones térmicas diarias (50-60° C 122-140 F )en el día y bajo cero
en la noche).

El término desierto desde el hebreo y el griego traduce: lugar deshabitado,


soledad, abandono, lugar sin cultivar. A veces en éstos desiertos hay oasis
y lagos amargos.

b) El desierto representa la prueba, o lugar de formación divina.

Nota: En sentido espiritual el desierto es figura de varias cosas para nuestra vida:

• Prueba, pues allí Dios probó a Israel.


• Allí aparece lo oculto del corazón (Dios los trajo por allí para saber lo que
había en sus corazones).
• A veces Dios nos lleva allí (Por ejemplo el Espíritu Santo llevó a Jesús al
desierto), pero otras veces somos nosotros mismos quienes nos metemos
al desierto (por ejemplo Agar por la situación entre Sarai y ella, tuvo que
ser despedida por Abraham y salió errante por el desierto de
Beerseba).

2) ¿Cómo atravesar el desierto con Dios?

a) Con fe y esperanza (Éxodo 4:28-31).

Nota: Aarón creyó, todos los ancianos de Israel y todo el pueblo también. Todos
tuvieron fe en las palabras de Dios a través de Moisés, pero la fe necesita ser
nutrida y avivada continuamente y esto se hace a través de la Palabra
enseñada por Su Espíritu en la comunión intima, por eso nos dice además
el texto: “creyeron y adoraron”. Creyeron que Dios los sacaría y los llevaría
a un mejor lugar.

b) Con mansedumbre y asimilando la enseñanza divina.


Nota 1: Lamentablemente el pueblo de Israel por el desierto fue rebelde varias
veces a la dirección del Señor. La murmuración fue continua, murmuraron
porque pensaron que iban a morir junto al mar rojo, por el camino que les había
tocado, porque no había agua, porque querían carne, porque estaban hastiados
del maná, porque pensaban que Moisés les había mentido, etc. Finalmente se
rebelaron y no quisieron subir a conquistar la tierra: Deut. 1:23-27.

Nota 2: Israel no asimiló las enseñanzas de Dios: desde Egipto les mostró su
poder y sus maravillas, el Señor derrotó al imperio egipcio (¿cómo no
derribaría la ciudad de Jericó?), fue su proveedor y protector por el desierto
(¿cómo no les daría su bendición y protección en la nueva tierra?). Deut.
1:29-32. (leer) No aprender las lecciones del pasado, implica repetir los desiertos
en el futuro.

c) Con la bandera de la alabanza (Números 10:11-14a, y 33-36).

Nota: Judá significa: celebrar, alabanza, confesión. En el orden de las tribus


era Judá la que marchaba primero y delante de todos iba el arca (que
representa la presencia de Dios). Así se cruza el desierto: alabando al Señor
y siguiendo Su voluntad. Con Dios podemos CRUZAR el desierto.
3) El desierto es una etapa que conduce a la tierra de la bendición.

Nota: Tengamos en cuenta varias cosas aquí:

- Dios introdujo a todos los menores de veinte años a la tierra prometida (tierra que
fluye leche y miel). El desierto no es un martirio, es una etapa para crecer, es
una etapa de formación, es una fase que nos conduce a la tierra de la
bendición.

- Moisés estuvo cuarenta años en el desierto, pero luego Dios lo llamó a un


ministerio lleno de prodigios y maravillas, dirigiendo a más de dos millones de
personas.

- Jesús fue tentado por el diablo en el desierto, pero venció y desarrolló un


ministerio poderoso (tan poderoso que hoy nos sigue bendiciendo).

Conclusión: El desierto es una fase del camino, y cuando perseveras Dios te


premia y honra con lo mejor, confía en el Señor, toma fuerzas en él y conquista lo
que el ha planeado para ti. No renuncies por la dificultad del camino, ten presente
que te estás haciendo más fuerte y apto para administrar lo nuevo que Dios trae
sobre tu vida y familia. Con Dios podemos atravesar el desierto.
El atleta para recibir el premio debe llegar a la meta primero. Nosotros tenemos
una corana incorruptible asegurada si llegamos a la meta. Seamos firmes y
constantes permitiendo que en el desierto de nuestras vidas el Dios Todopoderoso
quite todo aquello que pueda desenforcarnos del objetivo. El cielo es nuestra
meta y con Cristo lo podemos lograr.

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