Está en la página 1de 3

Buenas tardes hermanos, Dios les bendiga.

La mayoría ya me conoce pero como quiera me voy a presentar, soy Cinthia


Esquivel y soy miembro de la IDP en San Buena, y hoy he sido bendecida al
ser portadora del mensaje de Dios.
Así como están sobre sus pies, les pido me acompañen en sus biblias al primer
libro de Reyes capitulo 19 vamos a dar lectura al versículo 9.
Indíqueme con un Amén cuando lo tenga.
Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de
Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Oramos…
Pueden tomar asiento.
He titulado el mensaje de hoy “¿Qué haces aquí, Elías?

Es necesario que como creyentes, entendamos que nuestro Dios, siempre esta
al pendiente nuestro aunque a veces nosotros no podamos percibirlo.

Para introducirme quiero hablarles del contexto del pasaje, Elías era un profeta
de Dios, conocido como el profeta de fuego, aquel que hizo muchos milagros
asombrosos, que experimento el respaldo de Dios en el monte Carmelo, donde
frente al pueblo y el rey Acab, Elías oró al Señor para que descendiera fuego y
se demostró que Jehová es Dios, y Elías mato a los 450 profetas de Baal y
Asera, también vio el poder de Dios cuando oró por lluvia y Dios mando lluvia,
el pueblo llevaba 3 años y medio en sequía, mando a avisar a Acab de este
acontecimiento, y este salio en carro de a caballos, y Elías lleno del E. S. paso
delante de él corriendo. Como Acab fue un testigo ocular de todo esto, se lo
contó a su esposa, ustedes imaginen al rey llegando y diciendo: Mujer, Jezabel,
mira nada mas esta lloviendo, y no es por suerte o por Baal, es que hay un
profeta de Jehová, y mira todo lo que ha hecho, hasta mato a los profetas de
Baal y Asera, ella se molesto porque era quien había traído esos dioses
extranjeros consigo mando un mensajero a decirle a Elías así me hagan los
dioses y aun me añadan, si mañana a estas hrs. yo no he puesto tu persona
como la de uno de ellos, es decir una amenaza de muerte. Y Elías tuvo temor
por su vida y huyó solo, camino al desierto se sentó bajo un árbol deseando
morirse, diciendo Dios mátame, Jehová quítame la vida que no soy yo mejor
que mis padres, y se queda dormido, Dios no lo mata sino que le manda
provisión por medio de un ángel, Elías come y vuelve a dormir, y la Biblia dice
que viene el ángel de Jehová por segunda vez y lo despierta para que vuelva a
comer porque le espera un largo camino, así lo hace Elías, camina hasta llegar
a Horeb, donde entra a una cueva, y es aquí donde escucha la voz de Dios que
le dice ¿Qué haces aquí Elías?...

Hermanos todos podemos llegar a sentirnos como Elías, a pasar por una crisis
en medio de nuestro servicio a Dios, a sentir dentro de nuestra perspectiva una
profunda depresión que se encierra en un problema, y tranquilos porque somos
seres humanos, con emociones, con pasiones, salmos 42:6 nos dice Dios mío
mi alma esta abatida en mi, en otras traducciones se cambia la palabra abatida
por deprimida, diría entonces Dios mío, mi alma esta deprimida en mí. El
salmista hablaba de un sentir.
Y en momentos como esos, de crisis o de prueba, la memoria se nos hace
frágil, olvidamos la fidelidad de Dios, mientras estamos bien cantamos el coro
que dice tu fidelidad es grande… Y no es una mentira porque lamentaciones
3:23 dice que la fidelidad de Dios es grande, pero ante situaciones complicadas
parece que nos bloqueamos como le paso a Elías, que viendo el respaldo de
Dios, habiendo matado 450 profetas vino a temer a una amenaza, al grado de
huir, de desear muerte.
Dios, hermanos conoce como nos sentimos, de hecho el nos conoce mejor que
nosotros mismos, por eso cuando Elías durmió en el desierto, el Señor le
mando comida para que se repusiera recuerde que corrió prácticamente un
maratón, estaba cansado, se había saturado de trabajo y estaba decepcionado,
y ojo aquí, porque el enemigo de nuestras almas cuando no nos puede parar
nos satura, para cansarnos, aunque usted diga es que es trabajo para Dios,
pero es tanto que usted pierde la comunión con Dios, porque el cansancio llega
al grado que no le queda ni tiempo ni ganas de orar.
El ángel de Jehová le dijo a Elías: “Levántate”, es decir ponte de pie, anda que
aun quedan cosas por hacer, y Dios también nos dice a nosotros Levántanse,
no tires la toalla, porque apenas limpiamos la iglesia, o participamos en un
evento, o traemos un alma a Dios y creemos ya cumplimos, decimos Ebenezer
hasta aquí nos ayudo Dios, un mal entendido en la iglesia, un mal comentario y
hacemos una tormenta en un vaso de agua, testeamos en Factbook “Dios le da
las peores batallas a sus mejores guerreros”, nos empezamos a aislar, y ya no
quieren ni acercarse a la iglesia, ni el consejo de su pastor o líder, ya sentimos
que pelamos la buena batalla, y no, porque mientas tengamos vida tenemos
que seguir trabajando en el servicio a Dios.

Cuando Dios le pregunta a Elías ¿Qué haces aquí Elías? No lo hace porque
desconoce lo que pasa, sino que la pregunta ¿Qué haces aquí Elías? Es como
decir este no es tu lugar, ¿Es acaso una cueva el hogar de un profeta? Tienes
miedo y huyes ¿temes de Jezabel? Acaso tu Dios no es mas poderoso que esa
perversa.
No deberías estar aquí solo en silencio, deberías estar entre los hombres
hablando lo que Dios dice.
Tú ya viste la gloria de Dios, no temas, sal de esa cueva.
Dios le pregunta dos veces a Elías que haces aquí, y las dos veces Elías busca
justificar se, así somos nosotros muchas de las veces, pasamos por una
situación y tomamos una actitud incorrecta y creemos que nuestra reacción es
justificada, es que quieren matarme dijo Elías pero a ti te cuida Jehová, Dios
grande y temible, tú Dios te cuida, no duerme, nada hay fuera de él.
Y ese mismo Dios es al que usted y yo servimos, que tenemos una crisis
económica y pensamos el Señor ya no esta conmigo, me duele la espalda y ya
no vemos la puerta, si vieras la necesidad del prójimo, si vieras los problemas
de los demás, tendrías una perspectiva diferente, que tenemos una crisis
existencial y pensamos Dios ya no me habla, pero hermano esta en un error,
Dios no lo ha dejado, sigue ahí, clame a él para que le responda, quiere oír lo
que Dios tiene que decirle tome la Biblia y póngase a leer, predicamos de un
Dios que liberta, sana, salva, pero no lo vivimos.
Había trabajo por hacer, Dios no mima a Elías diciendo pobrecito tienes razón,
quedate escondido, sino que lo manda ungir reyes y a Eliseo, sigamos
trabajando, pongamos de lado las excusas, si puede pasar por crisis pero no se
quede en ellas.
Al pasar por una crisis nos encerramos solos no lo hablamos..
Hermanos llevo apenas año y medio de convertida y en una ocasión, ya dentro
del instituto empecé a sentir una ansiedad, no podía dormir, me sentía indigna
de Dios, y no sabia como salir, decía Señor han pasado 3 días y ando cansada,
quiero dormir bien, siento que me esfuerzo y no consigo alejar de mi el pecado,
estas sensaciones me estresan, porque quiero ser mejor persona, quiero
agradarte, pensaba como le harán mis hermanos en Cristo para no pecar ya ni
con le pensamiento, pero no se lo decía a nadie, un día mi maestra Mony me
dijo te veo cansada y aproveche para hablar con ella, como me sirvió, dijo
Cinthia todos pasamos por momentos así, entendí que no soy digna, Dios es
quien por su misericordia me hace merecedora de sus promesas, que mientras
este en este cuerpo la tentación existe, pero que podemos resistirle, yo no
había hecho nada, pero decía no me preocupo como debería por mi prójimo,
me desesperan las personas, pienso cosas que no haría, ayune oré a Dios, y
esa sensación desapareció, a lo que voy es que hubiera durado 1 día si
hubiera dicho como me sentía, y no tres que por vergüenza o lo que usted
quiera, no hice.
En momentos de crisis lo que debemos hacer en fortalecernos en el Señor, con
su palabra Salmos 119:49,50 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la
cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho
me ha vivificado., en la oración, congregándonos, exhortándonos los unos con
los otros, la solución no es aislarse, es buscar en los espirituales apoyo, animo,
porque Dios sigue con usted, no lo ha dejado, ni lo dejara, el es el mismo ayer,
hoy, mañana y siempre.
Su situación se va a resolver no porque conozca su situación sino porque
conozco a Dios.
Hermanos en las pruebas no se aleje de Dios, en las crisis glorifique a Dios, el
tiene planes con usted, hoy Dios nos dice ¿Qué haces aquí Elías? Aun no
terminamos.
Elías no quedo como un temeroso, tuvo su lugar con el Señor tal es el grado
que fue llevado sin pasar por la muerte en un carro como de fuego, y aparece
de nuevo en la transfiguración del Señor.
Pongámoslos de pie, si usted gusta puede pasar al altar, venga y dígale a Dios,
no hay donde me pueda esconder que tu no estés, háblame Señor, si no estoy
en el lugar correcto muéveme, entréguese a Dios, ya no huya, usted es hijo de
un rey, usted esta en manos del todopoderoso y una batalla no ha perdido.

También podría gustarte