Universidad Católica De Cuenca.

Materia:
Derecho Civil Familia.

Tema:
Análisis:" Renuncia de Gananciales”.
Docente:
Dr. Juan Fernando Valarezo Cordero Mgs.

Alumno:
Deivy Jhair Ordoñez Gaona.

Tercer Ciclo.
 Análisis " Renuncia de Gananciales”.

Empecemos partiendo, ¿Qué son gananciales?: Los gananciales son los bienes que los cónyuges

adquieren de manera conjunta durante el matrimonio.

Renuncia de Gananciales

Disuelta la sociedad conyugal, el cónyuge mayor o sus herederos mayores de edad, tendrán la

facultad de renunciar los gananciales a que tuvieran derecho. Los bienes gananciales pretenden en

común a los cónyuges, esto es a la comunidad o sociedad formada por los mismos o bien

pertenecen individualmente a cada uno según la propiedad o esfuerzo personal que provengan.

Esto se puede realiza cuando la persona se divorcie, el cónyuge fallezca o cambie de sociedad

conyugal a separación de bienes. También la renuncia de gananciales, este asunto implica bastantes

complicaciones.

Cuando nos referimos que este tramite trae complicaciones debido a la renuncia de bienes por lo

cual se renuncia de obligaciones, entendemos en el código civil, si el cónyuge quiere renunciar a

sus gananciales le libera de las deudas sociales, y si los dos cónyuges pueden renunciar a los

gananciales se pensaría que quedan totalmente liberados de las deudas, pero no en su totalidad de

las deudas sociales porque los acreedores recibirán los bienes sociales, y con ellos se pagarían sus

deudas, pero ojo aquí, no podrían cobrar ningún saldo en los bienes propios del marido ni de la

mujer. Desde el Articulo 203 al 207 del Código Civil está todo referente a la renuncia de

gananciales.

Art. 203.- Disuelta la sociedad conyugal, el cónyuge mayor o sus herederos mayores de edad,

tendrán la facultad de renunciar los gananciales a que tuvieren derecho. No se permite esta renuncia

al menor de edad, ni a sus herederos menores, sino con aprobación judicial.

Art. 204.- El cónyuge podrá renunciar mientras no haya entrado en su poder alguna parte del haber

social, a título de gananciales.

Hecha una vez la renuncia, no podrá rescindirse, a menos de probarse que el cónyuge o sus

herederos han sido inducidos a renunciar por engaño o por justificable error acerca del verdadero

estado de los negocios sociales. Esta acción rescisoria prescribirá en cuatro años, contados desde

la disolución de la sociedad.

Art. 205.- Con la renuncia del cónyuge o de sus herederos, los derechos de la sociedad y del otro

cónyuge se confunden e identifican, aún respecto de ella.

Art. 206.- El cónyuge que renuncia conserva sus derechos y obligaciones a las recompensas e

indemnizaciones arriba expresadas.

Art. 207.- Si sólo una parte de los herederos de uno de los cónyuges renuncia, las porciones de los

que renuncian acrecen a la porción del otro.

Dentro de la renuncia de gananciales los que se ven perjudicados son los acreedores con cuyas

deudas no alcancen a cubrirse con los bienes sociales. Entonces no se ven afectados los bienes que

se adquieren antes de la sociedad conyugal, también los contraídos a títulos gratuitos sea por

donaciones o herencias, estos pasarían a ser bienes privados del cónyuge, al que le pertenezca solo

a uno de ellos, pero si la herencia o donación fue realizado para la pareja, es decir, los cónyuges

pertenecen en si en la sociedad conyugal. Cuando hablamos de bienes de la sociedad conyugal nos

referimos a los intereses, frutos y lucros ya sea por bien social o propio, y a su vez de bienes

adquiridos a título oneroso. El Código Civil permite al cónyuge la renuncia a sus gananciales

mientras no haya "entrado a su poder" alguna parte del haber social, a título de gananciales. La

expresión "entrado a su poder” nos referimos a que el cónyuge haya recibido los bienes para su

administración, disposición y goce mediante la respectiva tradición que corresponda a la naturaleza

mueble, inmueble o de derechos, que sean materia de la entrega. Es decir que la renuncia debe

manifestarse después de la disolución de la sociedad conyugal y antes, eso sí, de la adjudicación y

entrega de los bienes.