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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Instituto Universitario de Tecnología Industrial “Rodolfo Loero Arismendi”
Extensión Punto Fijo
Diseño Gráfico - 1er Semestre
Lenguaje y Comunicación

LOS DIABLOS DANZANTE DE YARE


(Continuación)

Realizado por:
José Gregorio Jiménez Lugo
C.I.: V- 26.537.342
Los Diablos Danzante de Yare
Los Diablos Danzantes de Yare son una festividad religiosa que se celebra
en San Francisco de Yare, Estado Miranda (Venezuela), el día de Corpus Christi,
llevada a cabo por las "Sociedades del Santísimo Sacramento". La fiesta es una
versión local de los diablos danzantes de Corpus Christi.
1
Su origen se remonta al siglo XVIII, siendo esta la hermandad más antigua del
continente americano y la más grande del mundo. La fraternidad de diablos está
dividida en un orden jerárquico, representado en sus máscaras. Cada jueves
de Corpus Christi (9 jueves después del Jueves Santo) se hace una danza ritual
de los llamados diablos danzantes, donde se rinde culto al Santísimo Sacramento
1
del Altar y se celebra el triunfo del bien sobre el mal. Se visten con trajes
completamente de color rojo y máscaras de apariencia grotesca, además del uso
de cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos como protección contra los
malos espíritus.
Los Diablos danzan al son del repique de la caja, un tambor típico y bailan
por las calles del pueblo, en diferentes altares y frente a la iglesia representando el
desafío del mal ante el bien, pero cuando se está frente a la presencia de Jesús
en la Eucaristía la máscara guinda hacia el piso como señal de rendición y no
poderle vencer. El cajero toca el reposo, todos los que estén danzando se
arrodillan en señal de adoración, para orar o conexión espiritual donde el
promesero pide al Santísimo resolver algún problema de salud o agradecer un
favor concedido.
Esta es una manifestación netamente religiosa donde el promesero tiene
una conexión mágica, espiritual con el momento en que se está ante la presencia
del Santísimo Sacramento del Altar. Cabe destacar que la celebración del Cuerpo
de Cristo comienza el día anterior (miércoles) en donde la diablada se concentra
en la Casa de los Diablos para luego dirigirse hacia las puertas de la iglesia a las
doce en punto del mediodía, danzando con las máscaras en la cara hasta que
estas se abren y caen las caretas en señal de rendición. Una vez rendidos y el
tambor con el repique de reposo el presbítero procede a dar la bendición y
permiso para danzar en todo el pueblo ante los más de 90 altares distribuidos
entre los días que se celebre esta manifestación (miércoles, jueves y domingo,
este llamándolo como la octavita). Cayendo la tarde parte la procesión desde la
Cruz Verde del Empedrado hasta la iglesia donde se guarda el Santísimo hasta el
siguiente día, pero los diablos continúan su recorrido hasta la Cruz del Calvario y
al lugar donde fue fundada la primera Sociedad de los Diablos Danzantes de Yare,
conocida como la casa de Cayetana Valdez en el sector El Calvario, finalizando el
ritual por ese día en La Casa de los Diablos.
Existen anécdotas sobre el Velorio de Cruz y los Diablos Danzantes, ya que
la primera capataz Cayetana Valdez y su comadre tomaron la iniciativa para que al
terminar la danza del día miércoles (víspera de Corpus Christi) los promeseros
que vivían lejos y al otro lado del río Tuy se quedaran sin peligro alguno
ocurriendo así una mezcla de manifestaciones culturales como lo son el velorio de
la cruz de mayo (donde se rezan décimas, rosarios y cantan fulías) y Los Diablos
danzantes de Yare.

Máscara de Diablo Danzante


Antecedentes Históricos
Esta fiesta de la iglesia católica tiene su comienzo al inicio de la Edad
Media a partir de 1208, cuando la religiosa Juliana de Cornillon promueve la idea
de celebrar una festividad en honor al cuerpo y la sangre de Cristo presente en
la Eucaristía. Celebrándose así por primera vez en 1246.

Los españoles al llegar al nuevo mundo como es de esperarse, trajeron sus


costumbres y la religión a estas tierras y que para el origen de los Diablos de Yare
existen varios relatos, pero los más conocidos y aceptados son los siguientes:

 Primer relato: Se sitúa hace ya más de 400 años cuando se cuenta que un
sacerdote no tenía suficiente dinero ni creyentes para sacar la procesión de
Corpus Christi y en vista de esto, expresa: “Si no hay creyentes para sacar al
Santísimo, que vengan los diablos entonces”. El cielo empieza a centellar,
desatando una fuerte tormenta, dando como resultado que en pocos segundos
emergen frente a la iglesia un poco de diablos que entran a la misma a
celebrar la misa, y según nos cuentan esta es una de las razones por la que
hoy en día se sigue realizando esta tradición.

 Segunda versión: Esta parte de la historia se cuenta que en 1740 fue el primer
año o la primera vez que se presentaron los diablos danzantes de Yare, en
dicho momento era época de sequía y los pueblerinos desesperados por
perder la cosecha le piden al máximo santo de la iglesia que llueva
prometiendo vestirse de Diablo y rendirse ante él, en ese año llovió
torrencialmente salvándose los cultivos y en agradecimiento las personas del
pueblo empezaron a pagar la promesa al Santísimo Sacramento del Altar

La versión "oficial" del presidente de la cofradía


Cuentan nuestros ancestros que en la época de la colonia, cuando las
grandes haciendas eran trabajadas por los esclavos (negros traídos desde áfrica e
indígenas capturados durante la conquista), hubo un año de mucha sequía. Esta
situación empezó a inquietar a los esclavos que tenían miedo a las represalias de
los dueños de las tierras (los españoles) por perder la cosecha. Preocupados
empiezan hacer rituales y peticiones a sus dioses para que lloviera, pero pasaba
el tiempo y no pasaba nada. En aquella época los españoles los adoctrinaban con
la fe católica, por lo que los esclavos decidieron recurrir al Santísimo Sacramento,
ya que sus dioses y rituales no los ayudaban, quizás Jesús en la Eucaristía (el
ídolo de los españoles) si podía.
El día de Corpus Christi del año 1749 empezó a llover torrencialmente, los
cultivos se salvaron, se dieron buenos frutos y la cosecha fue abundante. A partir
de esa fecha se celebra la danza en honor al Santísimo Sacramento del Altar
(manifestación netamente religiosa), la matemática exacta dice que, nueve jueves
después del jueves santo es jueves de Corpus, día de los Diablos Danzantes en
toda Venezuela.

Los Diablos Danzantes de Venezuela nacen de la mezcla de tres culturas:


 las maracas, provenientes de nuestros indígenas
 el tambor, la danza y las máscaras representativos de la cultura africana
 la religión, aporte de los europeos

Declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad


Los Diablos danzantes de Corpus Christi ingresaron, junto con otras 11
cofradías del país, a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad que aprueba la Organización de la Naciones Unidas para la
Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco), en París, el 6 de diciembre del
año 2012. Once cofradías, enraizadas en igual número de comunidades de
Venezuela desde hace cerca de cuatrocientos años, se rinden ante el Santísimo
Sacramento, el noveno jueves después del Jueves Santo, integrados a la
celebración católica del Corpus Christi. En cada una de estas comunidades, las
vestimentas, los bailes e instrumentos utilizados son diferentes, pero tienen en
común una ceremonia plena de religiosidad popular, devoción y fe desprendida,
en la que concurren los elementos de las culturas africanas y originarias, en una
tradición transmitida de padres a hijos, asignada por la participación popular, la
resistencia cultural, el desarrollo de vínculos solidarios y la celebración de la
espiritualidad.
Este reconocimiento de la UNESCO a los Diablos Danzantes de Corpus
Christi de Venezuela proyecta con intensidad al pueblo venezolano en el resto del
mundo, desde una de sus prácticas culturales de mayor arraigo y trascendencia, y
lleva un mensaje de solidaridad para todos los pueblos.

Descripción
La danza consiste básicamente en un acto de representación del bien sobre
el mal, los diablos danzan por las calles del pueblo ante los diferentes altares o
hasta la puerta de la iglesia en donde se establece una especie de lucha entre los
diablos y la presencia de Jesús en la Eucaristía.
"Ese es el nombre del diablo danzante “El promesero de los Diablos
Danzantes de Yare, más que un maravilloso acto de fe, es la cultura de un pueblo
que trasmite sus valores de generación en generación”. Los Diablos Danzantes
son patrimonio intangible de la humanidad y un icono de un país noble que cree
fuertemente en sus tradiciones. Es imposible no sentirse orgulloso de pertenecer a
la gran Cofradía de los Diablos y enaltecer con pasión, fe y alegría todos los años
de mi vida al Santísimo Sacramento del altar y mostrarle al mundo nuestras
creencias." Pablo Azuaje, capataz mayor

Indumentaria

Jóvenes haciendo parte de la ceremonia cultural


Los Diablos danzantes de Corpus Christi varones usan una vestimenta
completamente roja y las mujeres falda roja y camisa blanca, exceptuando la
primera capataz quien viste completamente de rojo.
Los diablos se visten de pantalón y camisa y capa de colores vivos, las capas van
de los hombros a las rodillas y llevan adheridas cascabeles y sonajeros. Las
máscaras son de colores llamativos y apariencia feroz, de diferentes colores y se
realizan de distintos materiales, varían también de acuerdo a la región que los
identifica. El traje lleva diferentes accesorios, identificamos en los disfraces:
El rabo: Especie de cola que va adherida al pantalón y en la punta de la
cola lleva una campanilla.
Los cencerros: Están constituidos por latas y campanas que cuelgan de
una correa que se coloca alrededor de la cintura del diablo.
El mandador: Es un látigo que simboliza el poder que llevan los diablos en
la mano izquierda y se utiliza para amedentrar a cualquiera que se interfiera por el
camino del danzante.
La maraca: Que se lleva en la mano derecha marca el ritmo de la danza,
que es acompañada con música instrumental y tiene carácter reiterativo.

Jerarquía (Personajes)
Los diablos tienen diferentes niveles de jerarquías, estás son:
 3 Capataces; el primero de ellos, con más rango cuenta con 4 cachos y los
otros dos con 3 cachos
 5 Arreadores
 Primer Cajero
 Segundo Cajero
 Auxiliares
 1 Capataz Mujer
 1 asistente al 1er Capataz
 1 asistente al 2do Capataz
 Porta-estandarte
 Promeseros (con sólo dos cachos)
 Promeseras

La estructura jerárquica de los Diablos Danzantes de Yare está conformada


por Capataz hombre, capataz mujer, arreadores, arreadoras y rasos. Los
capataces usan máscaras con numerosos cachos. La máscara del primer capataz
tiene 4 cachos, el segundo, tercero y los arreadores usan máscaras de tres
cachos, salvo que el primer arreador usa el tercer cacho más largo para distinguir
de los demás y el diablo raso tiene máscara de 2 cachos.

Reverencias

Entrada a uno de los Altares

En esta festividad folclórica se rinde devoción al Santísimo Sacramento del


Altar. La celebración comienza el miércoles al mediodía en la iglesia para ser
bendecidos por el padre y pedir permiso para danzar por las calles del pueblo
hasta el final de la noche donde se cantan fulías, se recitan décimas y se rezan
rosarios y salves hasta el amanecer. Al día siguiente -jueves de Corpus- los
promeseros vestidos de diablos comienzan el día rindiendo tributo a los ancestros
y personas fallecidas en el cementerio municipal, luego continúan a la iglesia para
asistir a la misa, bailar hacia atrás ante la procesión del Santísimo. Una vez que
sea guardada la procesión continúan la danza en las distintas calles del pueblo.

Fiestas similares
Los Diablos de Yare forman parte de otras danzas similares conocidas
como los Diablos danzantes de Corpus Christi, que incluyen también los Diablos
de Tinaquillo, los Diablos de cata y los Diablos de Chuao.

Diablos danzantes más importantes de Venezuela:


En Venezuela hay al menos 11 localidades reconocidas con cofradías de
diablos danzantes. Todas tienen sus diferencias en cuanto a las máscaras y a los
vestuarios. En estas imágenes del Ministerio de Turismo podemos ver las
diferencias
Escenarios Donde se Manifiesta la Expresión Cultural.
En cada una de las localidades se da una danza complementaria de
carácter festivo que generalmente se realiza a petición de los presentes, en la
calle o en algún hogar, donde recibirán una limosna o donativo que los gratifica.
Así encontramos en Cata la llamada Danza del Mono Quitumbo; el Galerón en
Patanemo y Turiamo; la Mojiganga y el Calabarí o Carabalí, en Chuao; el Baile del
Vaso, en Naiguatá; en Tinaquillo, el Sebucán o Palo de Cintas y el Pañuelo. Estas
actuaciones, de contenido burlesco o diversional, son realizadas luego del servicio
religioso y a distancia del templo.
Los diablos de Chuao y Turiamo, además de realizar su danza en la
procesión cumplen un ritual en el interior de la iglesia, después de la misa de
Corpus. Ordenados en fila doble van pasando por parejas y se prosternan ante la
custodia que contiene la hostia, depositan la limosna prosternados ante el altar
haciendo el signo de la cruz sobre una bandeja, colocada para tal fin. Luego se
colocan nuevamente en las filas. Se retiran del recinto danzando al compás de
música de cuatro sin darle nunca la espalda al altar.
También se hacen ceremonias danzarías en las visitas rituales al
cementerio y a las tumba de cofrades desaparecidos; a hogares de miembros de
la hermandad, enfermos o fallecidos. Antes de penetrar al recinto simulan tener
dificultad para acceder, con reiterados movimientos hacia adelante y atrás, como
si les empujaran rechazando su presencia desde el interior del lugar.

Escenografía para la Difusión de la Manifestación Cultural


Los preparativos de la conmemoración de Corpus se inician varias semanas
antes de la fecha que es esperada por toda la comunidad. La actividad se
multiplica entre los miembros de la hermandad: la confección y retoque de trajes,
máscaras y accesorios, van aunadas a los ensayos de la ceremonia que, como es
debido, se realizan bajo la dirección de capataces y de los miembros más
antiguos. En casi todas las comunidades la diablada se reúne para ultimar detalles
y también para cumplir con algunos rituales. Muchos suelen ataviarse como lo
harán el día de la fiesta, hacen visitas al cementerio, a altares y a casas de
miembros de la hermandad. En algunos sitios, como San Francisco de Yare, el
nicho de la custodia vacío es paseado por las calles y llevado hasta la puerta de la
iglesia. Durante el recorrido se suman a la comitiva numerosos fieles. En el
transcurso de la noche, hacen oración colectiva y privada, guardan sumo
recogimiento y no deben consumir bebidas alcohólicas. Existe la convicción que
para la fecha, el demonio anda suelto y es muy alto el riesgo de recibir malas
influencias y tentaciones. Con frecuencia se realiza un velorio, en honor al Corpus
Christi. Los miembros de la hermandad y los pagadores de promesas que están
residenciados en otras localidades, llegan para integrarse a la preparación de la
ceremonia.
Comienzan a verse por las calles diablos ataviados con sus máscaras,
mujeres con niños en brazos, que llevan símbolos cristianos o propios de la
celebración popular. Muchos de ellos asisten a pagar promesas. El templo,
generosamente adornado tiene plena asistencia y en las afueras se reúnen los
devotos para escuchar desde allí la misa y seguir la demostración de fe que
realizarán los diablos danzantes. Se inicia el estallido de los fuegos artificiales y el
repicar de las campanas de la iglesia. Aumenta la expectación ante el comienzo
de la misa y de la llegada de los danzantes. El sonido de toque de llamada, se une
al de las maracas y el tintineo de las sonajas atadas en la cintura, y vestimenta.
Impactante y solemne, su presencia llena de colorido.
Es el centro de las miradas. Se ubican en el atrio de la iglesia y desde allí
siguen respetuosamente el desarrollo del servicio, mientras cumplen con su
propio ritual: pasan ordenadamente de rodillas a hacer su ofrenda de estricto
cumplimiento. En los momentos cruciales de la misa, como la consagración, los
diablos se postran en el piso, sumisos y vencidos. Al concluir la misa, en medio del
repicar de campanas y de los fuegos artificiales, los pobladores se preparan para
la procesión con la custodia, a la cual se suma el conjunto de danzantes, quienes
demostraran diferentes coreografías y pasos en danzas colectivas y libres. En
algunas comunidades el recorrido se efectúa en horas vespertinas y se prolonga
hasta la noche.
La procesión que encabeza el sacerdote con la custodia, conducida bajo
palio, cuenta con la presencia de las autoridades de la comunidad y de las
hermandades religiosas, que llevan estandartes distintivos. Habrá parada y
bendición en cada uno de los altares ubicados en la ruta; allí también tendrá lugar
una ceremonia con oración y danza por parte de los diablos.
Al finalizar el recorrido y producirse el retorno de la custodia al templo, los
danzantes harán nuevas figuras en el atrio, antes de reunirse en casa de algún
miembro de la hermandad o en la calle misma, para hacer las danzas de
diversión. Se habrá preparado una comida para ser compartida con la comunidad,
muchas veces patrocinada por un devoto como pago de promesa. En algunas
poblaciones se celebra la llamada Octavita de Corpus, en la cual se repiten actos
semejantes a los del día principal de la fiesta.

Cofradías y Grupos Culturales que Existen en la Comunidad Cultural


En el estado Aragua, las poblaciones de Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare
de la Costa y Turiamo, todas señaladas desde el período colonial como sitios de
explotación cacaotera, vecinas al mar y separadas entre sí por cortas distancias y
accidentadas vías terrestres, celebran Corpus Christi con danza de diablos que
"rinden" ante el Santísimo en señal de sumisión. De las que se tienen referencias
más antiguas son Ocumare de la Costa y Chuao, reseñadas por cronistas y
viajeros en los años 1621 y 1649, respectivamente. Cata, Cuyagua y Turiamo, se
mencionan por primera vez en el año 1773, aunque se presume que desde mucho
antes también conmemoraron la fecha.
En el estado Vargas, inmediata al principal puerto del país y
aproximadamente a una hora de la capital, se halla Naiguatá, conocida desde
1628 como antiguo pueblo de indios y productor de cacao, caña azucarera y maíz;
allí la conmemoración de Corpus se remonta a una fecha imprecisa, con danza de
diablos.
En el estado Miranda, destaca San Francisco de Yare, mencionada por los
cronistas desde 1624, como sitio de sementeras, cría de ganado vacuno y
caballar. Es el sitio emblemático de la celebración. Fue durante la
colonia sede del Curato Rural de la región, y a ella acuden habitantes de todas las
poblaciones cercanas a cumplir las promesas formuladas al Santísimo.
Diablos de Corpus danzan en San Millán (Puerto Cabello) y Patanemo en el
estado Carabobo. En el estado Cojedes, la danza ritual se efectúa en el pueblo de
Tinaquillo (1781), y en el estado Guárico, en San Rafael de Orituco, citado desde
1783 como centro productor de cacao y cría de vacuno y caballar.
Probablemente la presencia de diablos danzantes en la fiesta del Santísimo
pudo haberse realizado, también, en muchas otras localidades: Borburata,
Canoabo y Guacara en el estado Carabobo; Nirgua y San Felipe, en el estado
Yaracuy; y San Hipólito en el estado Barinas, donde se han hecho esfuerzos para
restablecer la tradición de otros tiempos.

Apoyo Institucional Público y Privado para Fomentar la Difusión de Estas


Manifestaciones.
El Instituto del Patrimonio Cultural como ente rector de la protección y
defensa del patrimonio cultural en Venezuela financia conjuntamente con la
Fundación de Etnomusicología y Folklore el 10 % de este tipo de manifestaciones
culturales, apoyándose en la Constitución Nacional y en la ley de Defensa y
Protección que insta a los gobiernos regionales, con competencia en la materia, a
asumir su responsabilidad, en este caso se trata de los estados en donde existen
Hermandades o Cofradías de Diablos Danzantes de Corpus Christi ( Aragua,
Carabobo, Cojedes, Guárico, Miranda, Vargas) para poder cumplir con el Plan de
Acción para la Salvaguarda, Protección y Revitalización de los Diablos danzantes
de Corpus Christi de Venezuela. El resto de los recursos necesariamente deberán
de ser gestionados a través de organismos internacionales y privadas.

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