Está en la página 1de 42

NEFRO 1108 1–42

ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

Revista de la Sociedad Española de Nefrología


www.revistanefrologia.com

1 Revisión

2 Documento de consenso del Grupo de Estudio de


3 Enfermedades Glomerulares de la Sociedad Española de
4 Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la
5 nefritis lúpica

6 Q1 Jorge E. Rojas-Rivera a,b,∗ , Clara García-Carro c , Ana I. Ávila d , Mar Espino e ,


7 Mario Espinosa f , Gema Fernández-Juárez g , Xavier Fulladosa h , Marian Goicoechea i ,
8 Manuel Macía j , Enrique Morales e,k,l , Luis F. Quintana Porras m,n y Manuel Praga k,l
9
a Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Madrid, España
10
b Departamento de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, España
11
c Hospital Universitario Clínico San Carlos, Madrid, España

12
d Hospital Dr. Peset, Valencia, España

13
e Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, España

14
f Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba, España

15
g Hospital Universitario La Paz, Madrid, España

16
h Hospital Universitario de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, España

17
i Hospital Universitario Gregorio Marañón, Madrid, España

18
j Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Tenerife, España

19
k Instituto de Investigación Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, España

20
l Departamento de Medicina, Universidad Complutense, Madrid, España

21
m Hospital Clínic de Barcelona, Barcelona, España

22
n Departamento de Medicina, Universidad de Barcelona, IDIBAPS, Barcelona, España

Abreviaturas: AAF, anticuerpos antifosfolípido; AC, anticoagulación; Acr, american College Of Rheumatology; ANCA, anticuerpos anticito-
plasma del neutrófilo; ANA, anticuerpos antinucleares; Anti-dsDNA, anticuerpo anti-DNA de doble cadena; ARA-II, Antagonistas de los
receptores de angiotensina II; BCCa, bloqueadores de los canales de calcio; C3, complemento C3; C4, complemento C4; CS, corticoides;
CsA, ciclosporina A; CYC, ciclofosfamida; eGFR, tasa de filtración glomerular; ERC, enfermedad renal crónica; ERCA, ERC avanzada; ERCT,
enfermedad renal crónica en estadio terminal; EULAR, European Alliance of Associations for Rheumatology; FRCV, factores de riesgo cardio-
vascular; GLOSEN, Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerulares de la Sociedad Española de Nefrología; HCQ, Hidroxicloroquina; ICN,
inhibidores de la calcineurina; IECAs, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina; Ig, inmunoglobulina; iSGLT2, inhibidores del
cotransportador tubular 2 de sodio-glucosa; ISN, International Society of Nephrology; IV, vía intravenosa; LES, lupus eritematoso sistémico;
LESp, LES que afecta a niños y adolescentes; MAT, microangiopatía trombótica; MBG, membrana basal glomerular; MMF, mofetil micofe-
nolato; MPA, ácido micofenólico; MPAA, análogos del ácido micofenólico (MMF o MPAA); NL, nefritis lúpica; NSAF, nefropatía asociada al
síndrome antifosfolípido; PA, presión arterial; PF, Plasmaféresis; PL, podocitopatía lúpica; PTT, púrpura trombótica trombocitopénica; RC,
remisión completa; RP, remisión parcial; RPS, Renal Pathology Society; SAC, síndrome antifosfolípido catastrófico; SAF, Síndrome antifos-
folípido; SLEDAI, Systemic lupus erytematous disease activity index; SHUa, síndrome hemolítico urémico atípico; SLICC, Systemic Lupus
International Collaborating Clinics; SRAA, sistema renina-angiotensina-aldosterona; TAC, tacrolimus; TLR, receptores tipo Toll; TRS, terapia
renal de sustitución; uACR, cociente albúmina/creatinina en orina; uPCR, cociente proteína/creatinina en orina; VCS, voclosporina.

Autor para correspondencia.
Correo electrónico: jerori2003@yahoo.com (J.E. Rojas-Rivera).
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
0211-6995/© 2022 Sociedad Española de Nefrologı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Este es un artı́culo Open Access bajo la licencia
CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
23

24 NEFRO 1108 1–42


ARTICLE IN PRESS
2 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

25

26 información del artículo r e s u m e n


27

28 Historia del artículo: Un número importante de pacientes con lupus eritematoso sistémico (entre 20 a 60%, según
29 Recibido el 11 de octubre de 2022 diferentes series) desarrolla nefritis lúpica en el curso de su evolución, lo que influye direc-
30 Aceptado el 17 de octubre de 2022 tamente en su calidad de vida y pronóstico vital. En años recientes, el mayor conocimiento
31 sobre la patogénesis del lupus sistémico y de la nefritis lúpica ha permitido avances relevan-
32 Palabras clave: tes en el abordaje diagnóstico y en el tratamiento de estos pacientes, lográndose desarrollar
33 Nefritis lúpica fármacos dirigidos específicamente a bloquear vías patogénicas claves de la enfermedad.
34 Biopsia de riñón Alentadoramente estos agentes inmunomoduladores han demostrado en ensayos clínicos
35 Síndrome nefrótico aleatorizados, y bien ponderados, buena eficacia clínica a mediano plazo, definida como
36 Tratamiento inmunosupresivo remisión de proteinuria y preservación de la función renal, con un aceptable perfil de seguri-
37 Terapia biológica dad y buena tolerabilidad del paciente. Todo esto ha permitido reducir el uso de corticoides
38 Renal outcomes y de otras terapias potencialmente más tóxicas, así como incrementar el uso de terapias
combinadas. El presento documento de consenso realizado por el Grupo de Trabajo de Enfer-
medades Glomerulares de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) recoge de manera
práctica y resumida, pero rigurosa, la mejor evidencia actual disponible acerca del diag-
nóstico, tratamiento y seguimiento del paciente con nefritis lúpica, incluyendo casos de
situaciones especiales, con el objetivo principal de brindar información actualizada y reco-
mendaciones clínicas bien fundamentadas a los médicos tratantes, para mejorar el enfoque
diagnóstico y terapéutico a nuestro pacientes.
© 2022 Sociedad Española de Nefrologı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Este es un
artı́culo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/
by-nc-nd/4.0/).

Consensus document of the Spanish Group for the Study of the


Glomerular Diseases (GLOSEN) for the diagnosis and treatment of lupus
nephritis

a b s t r a c t
39

40 Keywords: A significant number of patients with systemic lupus erythematosus (between 20% to 60%
41 Lupus nephritis according to different reported series) develop lupus nephritis in the course of its evolution,
42 Kidney biopsy which directly influences their quality of life and vital prognosis. In recent years, the grea-
43 Nephrotic syndrome ter knowledge about the pathogenesis of systemic lupus and lupus nephritis has allowed
44 Immunosupressive treatment relevant advances in the diagnostic approach and treatment of these patients, achieving the
45 Biological therapy development of drugs specifically aimed at blocking key pathogenic pathways of the disease.
46 Renal outcomes Encouragingly, these immunomodulatory agents have shown in well-powered, randomized
clinical trials good clinical efficacy in the medium-term, defined as proteinuria remission
and preservation of kidney function, with an acceptable safety profile and good patient tole-
rability. All this has made it possible to reduce the use of corticosteroids and other potentially
more toxic therapies, as well as to increase the use of combined therapies. The present con-
sensus document carried out by the Glomerular Diseases Working Group of the Spanish
Society of Nephrology (GLOSEN), collects in a practical and summarized, but rigorous way,
the best currently available evidence about the diagnosis, treatment, and follow-up of lupus
nephritis patients, including cases of special situations, with the main objective of providing
updated information and well-founded clinical recommendations to treating physicians, to
improve the diagnostic and therapeutic approach to our patients.
© 2022 Sociedad Española de Nefrologı́a. Published by Elsevier España, S.L.U. This is an
open access article under the CC BY-NC-ND license (http://creativecommons.org/licenses/
by-nc-nd/4.0/).

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 3

autores. Cada recomendación propuesta se concretó tras una 100


Introducción
búsqueda exhaustiva en la literatura y, en gran medida, apo- 101

yándose en la experiencia y las opiniones de los autores. Las 102


47Q5 El lupus eritematoso sistémico (LES) es el paradigma de
recomendaciones inicialmente propuestas fueron revisadas 103
48 enfermedad sistémica y un importante número de pacien-
y discutidas por todos los autores, independientemente del 104
49 tes afectos de LES desarrollan afectación renal. Estos serían
apartado asignado a cada uno, consensuándose entre todos 105
50 ya motivos suficientes para justificar una revisión y actuali-
los autores las recomendaciones definitivas. 106
51 zación de la nefritis lúpica (NL) por el grupo GLOSEN. Pero,
Debajo de cada grupo de recomendaciones se desarrolló 107
52 además, hemos asistido en los últimos años a la publicación
un texto corto, con base en la mejor evidencia publicada y que 108
53 de estudios de gran trascendencia que, por una parte, han
avala dichas recomendaciones. Para ello se utilizaron como 109
54 demostrado la eficacia de nuevos fármacos y combinaciones
fuentes bibliográficas: Medline (con su buscador de acceso 110
55 terapéuticas y, por otra, han contribuido a una mayor preci-
libre PubMed), Embase, Google Scholar y la Cochrane Library. 111
56 sión en la definición de objetivos de tratamiento y marcadores
De manera complementaria, se revisaron las listas de referen- 112
57 pronósticos.
cias bibliográficas de los artículos individuales seleccionados 113
58 Creemos que un documento de consenso que recoja, ana-
de las bases de datos y los resúmenes (abstracts) de los prin- 114
59 lice y resuma toda esta nueva información y la ofrezca al
cipales congresos nacionales e internacionales sobre nefritis 115
60 lector de forma atractiva y práctica será útil para un mejor
lúpica. No hubo acotamiento por idioma, región geográfica o 116
61 manejo del paciente con nefritis lúpica. Este ha sido el obje-
año de publicación, pero se prefirió las publicaciones de los 117
62 tivo del presente trabajo que se divide en cinco bloques
últimos 10 años, incorporándose referencias más antiguas por 118
63 (diagnóstico, objetivos de tratamiento, medidas terapéuticas,
su relevancia clínica. 119
64 tratamiento y situaciones especiales), todos ellos con diferen-
Se hicieron búsquedas bibliográficas utilizando términos 120
65 tes apartados. Cada apartado está constituido a su vez por
de búsqueda (palabras clave), principalmente en inglés. Entre 121
66 unas recomendaciones breves, seguidas de una justificación
otros términos, se utilizaron los siguientes de manera indivi- 122
67 también sintetizada, de las mismas. Esperamos también que
dual o combinando entre ellos: 123
68 las tablas y figuras elaboradas contribuyan a que el presente
69 documento alcance los objetivos propuestos.
• Para diagnóstico, seguimiento y pronóstico: 124
70 En el material suplementario se han incluido temas menos
71 estrictamente nefrológicos, pero que sin duda serán de mucha
«lupus nephritis» o «lupus glomerulonephritis» o «systemic lupus 125
72 utilidad para el lector, como la protección ósea y ovárica,
erythematosus»; 126
73 la profilaxis antibiótica y vacunaciones y los nuevos proble-
«diagnosis», «kidney biopsy» «serological markers» o 127
74 mas generados por la pandemia de COVID-19. También hemos
«immunological biomarkers»; 128
75 incluido como material suplementario algunas tablas de espe-
«prognosis», «cohort study» o «follow-up studys», «clinical- 129
76 cial voluminosidad.
pathologic study» 130
77 Como suele advertirse en las guías de práctica clínica y en
78 los documentos de consenso como este, este tipo de trabajos • Para tratamiento: 131
79 no le dicen al clínico lo que debe hacer obligadamente ante un
80 determinado paciente, si no que le ofrecen una información «antiproteinuric therapy» o «non-immunosuppressive therapy» o 132
81 actualizada y una serie de sugerencias y recomendaciones «supportive therapy»; 133
82 que le ayuden a tomar las mejores decisiones diagnósticas «immunosuppressive therapy» o «immunosuppressive 134
83 y terapéuticas. Pero, además, como apreciará el lector, son treatment» o «immumodulator treatment» o «biological therapy»; 135
84 muchos los aspectos de la nefritis lúpica en los que la evi- «randomized clinical trial» o «comparative clinical trial» o 136
85 dencia científica es aún pobre y en los que se necesitan más «interventional study»; 137
86 estudios clínicos y básicos. Creemos que el grupo GLOSEN,
87 como ha demostrado en muchas otras enfermedades glome- • Para situaciones especiales: 138
88 rulares, debe de servir como espacio y plataforma idónea para
89 la realización de estos estudios y esperamos que el presente «chronic failure» o «chronic kidney disease», «kidney 139
90 trabajo sirva de estímulo en este sentido. transplant» o «renal transplant»; 140

«pregnancy», «pre-eclampsia», «pediatric lupus nephritis» 141

Material y métodos «thrombotic microangiopathy», «antiphospholipid syndrome», 142

«atypical hemolytic uremic syndrome», «refractory o resistant lupus 143

nephritis», «relapsing lupus nephritis», «flare» 144


91 En el presente documento de consenso han participado médi-
92 cos expertos en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con
• Para el material suplementario: 145
93 nefritis lúpica, todos miembros del Grupo de Estudio de Enfer-
94 medades Glomerulares de la Sociedad Española de Nefrología
«ovarian failure» o «ovarian insuficiency», «infertility»; 146
95 (GLOSEN). A tal fin se han realizado diversas reuniones virtua-
«corticosteroid-induced osteoporosis» o «secondary 147
96 les de coordinación, discusión y consenso. Sobre el esquema
osteoporosis», «bone protection»; 148
97 de trabajo propuesto por el último autor, se asignaron los dife-
«infection», «infection prophylaxis», «vaccination», «SARS-CoV-2 149
98 rentes apartados del documento con base en la experiencia,
infections», «COVID-19», «SARS-CoV-2 vaccination» o «SARS-CoV- 150
99 conocimiento o afinidad con dicho apartado de cada uno de los
2 immunization» o «COVID-19 vaccination» 151

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
4 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

152 Además de la bibliografía encontrada y seleccionada, se


Tabla 1 – Revisión 2018 de la Clasificación de la Nefritis
153 ha tenido especialmente en cuenta las guías de práctica clí- Lúpica según la International Society of Nephrology/Renal
154 nica sobre enfermedades glomerulares Kidney Disease Improved Pathology Society (ISN/RPS)
155 Global Outcomes (KDIGO) 2021y las guías EULAR/ERA-EDTA Clase Hallazgos Riesgo de
156 2019 sobre diagnóstico y tratamiento de pacientes con nefritis histológica histopatológicos ERCT
157 lúpica, por ser las referencias internacionales más aceptadas
Clase I Depósitos de complejos Muy bajo
158 y ampliamente utilizadas en la actualidad.
inmunes en el mesangio
159 Los autores han firmado el presente documento de con- Clase II Depósitos de complejos Muy bajo
160 senso en orden alfabético, excepto los dos primeros por inmunes en el mesangio
161 su contribución al manuscrito y el último autor como e hipercelularidad
162 coordinador general del estudio. El documento ha sido some- mesangial
163 tido a revisión pública por parte de los miembros de la Clase III (focal) Hipercelularidad endo o 25%
y IV (difusa) extracapilar, depósitos
164 Sociedad Española de Nefrología (SENEFRO). Los niveles de
de complejos inmunes
165 evidencia de los estudios consultados son mayoritariamente
subendoteliales
166 bajos: niveles C y D de acuerdo con el Centro para la Focal < 50% de
167 Medicina Basada en la Evidencia (Universidad de Oxford) glomérulos afectados
168 (http://www.cebm.net/?o=1025), aunque varios de los ensayos Difusa > 50% de
169 clínicos más relevantes y recientes sobre tratamiento inmu- glomérulos afectados
170 nosupresor llegan a ser de niveles A y B. Clase V (mem- Engrosamiento de la < 10%
branosa) MBG, presencia de
espículas, depósitos de
complejos inmunes
Diagnóstico
subepiteliales

171 Diagnóstico y clasificación ERCT: enfermedad renal crónica terminal; MBG: membrana basal
glomerular.

172 Recomendaciones
173 El LES es una enfermedad autoinmune heterogénea con una
174 amplia gama de manifestaciones que pueden afectar prác-
175 ticamente a cualquier órgano. El diagnóstico de LES se basa
176 en el reconocimiento de los signos y síntomas característi-
177 cos de la enfermedad, según los criterios establecidos por la biopsia se debe de valorar el grado de hipercelularidad endo- 206

178 clasificación EULAR/ACR de 2019 (Tabla S1). capilar, cariorrexis, necrosis fibrinoide, depositos hialinos, 207

179 La NL es una nefropatía secundaria al depósito de inmu- semilunas celulares e inflamación intersticial para calcular el 208

180 nocomplejos en un paciente diagnosticado de LES. La biopsia índice de actividad entre 0-24 y el grado de glomeruloescle- 209

181 renal es necesaria para su diagnóstico y clasificación y debe ser rosis, semilunas fibrosas, atrofia tubular y fibrosis intersticial 210

182 valorada por nefropatólogos expertos. Las clases de NL según para calcular el índice de cronicidad entre 0-12 (Tabla S2). 211

183 la última revisión de la International Society of Nephrology/Renal Aunque la clasificación se basa fundamentalmente en las alte- 212

184 Pathology Society (ISN/RPS) se resumen en la tabla 1. Los índices raciones glomerulares, es importante resaltar la importancia 213

185 de actividad y cronicidad, en la Tabla S2. pronostica de las lesiones tubulointersticiales y vasculares 214

descritas en la clasificación. Finalmente, los pacientes con 215

186 Justificación LES pueden presentar otras lesiones en la biopsia renal no 216

187 Los parámetros clínicos y analíticos utilizados en la práctica consideradas en la clasificación ISN que también puede tener 217

188 clínica habitual no permiten predecir los hallazgos histológi- implicaciones terapéuticas. Dentro estos hallazgos histológi- 218

189 cos en un alto porcentaje de los casos, por lo que la biopsia cos destacan: podocitopatía, la microangiopatía trombótica 219

190 renal aporta información imprescindible para: a) identificar (MAT) vasculitis y la nefritis tubulointersticial aguda3–5 . 220

191 la clase de NL; b) establecer un pronóstico, y c) planificar La podocitopatía lúpica (PL) es una manifestación infre- 221

192 el tratamiento. El estudio histológico requiere técnicas de cuente (< 1% de los casos) del LES que no está incluida en 222

193 microscopio óptico e inmunofluorescencia, y se recomienda la clasificación de la NL, se manifiesta como síndrome nefró- 223

194 la microscopia electrónica, por lo que debe ser interpretado tico y se caracteriza por la presencia de una biopsia renal 224

195 por nefropatólogos expertos1 . En la tabla 1 se resumen las con glomérulos normales o lesiones de glomeruloesclerosis 225

196 cinco clases histológicas propuestas en la última revisión de focal y segmentaria, con o sin proliferación mesangial, en el 226

197 la clasificación de la ISN/RPS2 publicada en 2018 y el riesgo microscopio óptico; la ausencia de depósitos subepiteliales 227

198 asociado de desarrollar en enfermedad renal crónica (ERC) ter- o subendoteliales en inmunofluorescencia y la presencia de 228

199 minal después de cinco años. Un aspecto fundamental para borramiento difuso de los pies de los podocitos en la micro- 229

200 considerar es que las lesiones histológicas en la NL son diná- scopia electrónica6 . 230

201 micas y puede haber transiciones entre las distintas clases, El curso clínico de la PL es similar a la enfermedad de 231

202 bien de forma espontánea o bien tras el tratamiento. Ade- cambios mínimos y la glomeruloesclerosis focal y segmenta- 232

203 más, puede existir solapamiento entre las clases II, III y IV y la ria primaria y es distinto de otras formas de NL e implica un 233

204 clase membranosa (V) en cualquier momento de la evolución y mecanismo independiente del típico depósito de inmunocom- 234

205 este hallazgo puede implicar cambios en el tratamiento. En la plejos. 235

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 5

Figura 1 – Diagnóstico de la lesión renal en LESFigura adaptada de: Parikh SV, Almaani S, Brodsky S, Rovin BH. Update in
Q9 lupus nephritis: Core Curriculum 2020. Am J Kidney Dis. 2020;76:265-81.
LES: lupus eritematoso sistémico; NIH: National Institute of Health; NL: nefritis lúpica; PTT: púrpura trombótica
trombocitopénica; SAF: síndrome antifosfolípido; SHUa: síndrome hemolítico-urémico atípico.

236 Indicaciones de biopsia renal y de rebiopsia no atribuibles a otras causas o deterioros inexplicados de la 261

función renal (Figura S1)7–10 . 262

237 Recomendaciones La mayor fortaleza de la actual clasificación de la NL 263

238 Se recomienda la realización de biopsia renal en pacien- ISN/RPS del 2003 es su amplia aceptación por todas las socie- 264

239 tes con LES y una proteinuria > 0,5 g/24 h (o un cociente dades científicas y las implicaciones terapéuticas según esta 265

240 proteína/creatinina en orina > 0,5 g/g). La presencia de un clasificación, sin embargo, no está exenta de debilidades11 . 266

241 sedimento activo (hematuria, leucocituria o cilindruria) y/o un Por este y otros motivos, la reciente clasificación del 2018 ha 267

242 deterioro inexplicado de la función renal sumado a la detec- eliminado las subdivisiones de la NL clase IV. La valoración 268

243 ción de proteinuria refuerza aún más la indicación de biopsia. semicuantitativa de las lesiones activas y crónicas es ahora 269

244 La indicación de biopsia renal en pacientes sin proteinuria, obligatoria por sus implicaciones pronósticas2 (Tabla S2). Por 270

245 pero que presentan un sedimento activo y/o deterioro inex- último, deben incluirse la descripción de las lesiones vascula- 271

246 plicado de función renal requiere un estudio cuidadoso previo res e intersticiales debido a su papel en el pronóstico renal12–14 . 272

247 para descartar causas distintas al LES (fig. 1). El papel de las rebiopsias renales es un tema controvertido 273

248 No existe acuerdo general sobre las indicaciones de rebiop- y que debe ser individualizado de acuerdo con las caracterís- 274

249 sia en la NL. Se puede considerar su realización en casos ticas de cada caso, su respuesta al tratamiento y su evolución. 275

250 refractarios al tratamiento, cuando existen dudas sobre el En la Figura S1 se resumen las principales causas que pue- 276

251 predominio de lesiones activas o crónicas en pacientes con den indicar una rebiopsia. Menos consenso existe aún con las 277

252 proteinuria mantenida o insuficiencia renal, en recaídas de NL biopsias de protocolo. Estudios observacionales sugieren que 278

253 que planteen dudas diagnósticas o terapéuticas, o cuando se el uso de este tipo de biopsias podría ayudar a las decisiones 279

254 sospecha una nefropatía no relacionada con NL. La rebiopsia en el mantenimiento del tratamiento inmunosupresor15–17 . 280

255 podría también ayudar a la toma de decisiones en la retirada Las biopsias de protocolo han puesto de manifiesto la des- 281

256 de tratamiento inmunosupresor (Figura S1). tacada discrepancia entre la respuesta clínica y la histológica. 282

Casos de biopsias realizadas a los seis y ocho meses postra- 283

tamiento con una remisión clínica completa han mostrado 284

257 Justificación actividad histológica entre 20-50% de los casos. Por otro lado, 285

258 La biopsia renal es necesaria para establecer el diagnóstico de entre 40-60% de los pacientes con una proteinuria persistente 286

259 NL y se recomienda su realización en pacientes con diagnós- (> 0,5 g/24 h) presentaban una remisión histológica18 . Recien- 287

260 tico de LES que presenten anomalías urinarias persistentes temente, dos estudios prospectivos han intentado dar una 288

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
6 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

289 explicación a esta discrepancia clínico-histológica. El primer Valoración de anomalías analíticas (proteinuria, 343

290 estudio, seleccionó 36 pacientes con remisión clínica com- sedimento urinario, filtrado glomerular) 344

291 pleta durante al menos un año y que habían recibido al menos


292 36 meses de tratamiento. Se realizó una biopsia renal de Recomendaciones 345

293 protocolo antes de la retirada de la inmunosupresión y los En todo enfermo con LES se debería realizar periódicamente 346

294 pacientes fueron seguidos durante 24 meses. Diez de los 11 un análisis de orina (para determinar el cociente albú- 347

295 pacientes que presentaron una recidiva de la NL presenta- mina/creatinina y/o proteínas/creatinina en muestra aislada 348

296 ban actividad histológica en la biopsia de protocolo y todos de orina y valorar el sedimento urinario) y una determina- 349

297 los pacientes que presentaban un índice de actividad superior ción de creatinina sérica y tasa de filtrado glomerular estimado 350

298 a dos recidivaron3 . En el segundo estudio se realizaron biop- (eGFR). Estas determinaciones deberían de ser más frecuentes 351

299 sias renales seriadas en una cohorte de 75 pacientes con NL y (al menos una a dos veces al año) en aquellos pacientes con 352

300 en tratamiento inmunosupresor durante al menos 42 meses. mayor propensión de desarrollar NL (manifestaciones clínicas 353

301 Se realizó una nueva biopsia renal y en función del grado de extrarrenales persistentes, marcadores serológicos de activi- 354

302 actividad se planteaba suspender o mantener la inmunosu- dad, comienzo precoz del LES, población razas no caucásica). 355

303 presión. Con este protocolo, ningún paciente desarrolló ERC En pacientes diagnosticados de NL, la cuantía de la pro- 356

304 avanzada y la tasa de recidiva de NL fue inferior a las descri- teinuria (expresada en cociente proteinuria/creatinina en 357

305 tas en trabajos anteriores19 . Se ha sugerido, por tanto, que una muestra aislada de orina o como proteinuria en orina de 24 358

306 biopsia de protocolo antes de la retirada de inmunosupresión h), la valoración de sedimento urinario y la determinación de 359

307 y en pacientes seleccionados podría ayudar en la toma de esta creatinina sérica y eGFR son los parámetros más importan- 360

308 decisión terapéutica. No obstante, se requieren estudios más tes para valorar la eficacia del tratamiento y la evolución de la 361

309 amplios para confirmar esta posibilidad. Por otra parte, la apli- enfermedad. Las manifestaciones clínicas más comúnmente 362

310 cación de técnicas de genómica, proteómica y metabolómica asociadas a cada clase histológica se resumen en la Tabla S4. 363

311 junto a la identificación de nuevos biomarcadores en el tejido Existen factores independientes de la actividad del LES que 364

312 renal puede mejorar la individualización del tratamiento en pueden influir en la cuantía de la proteinuria, en la función 365

313 los pacientes con NL. renal (creatinina sérica, eGFR) y en el sedimento urinario y 366

que deben de ser evaluados cuidadosamente en cada revisión. 367

La cuantía de la proteinuria no siempre guarda una relación 368

directa con la actividad lúpica (sobre todo en pacientes recae- 369


314 Valoración de manifestaciones clínicas
dores y con lesiones importantes de cronicidad) y debe de 370

reducirse en lo posible con tratamientos antiproteinúricos 371


315 Recomendaciones
renoprotectores, en conjunción con el tratamiento inmuno- 372
316 La identificación, valoración y seguimiento de las mani-
supresor indicado (tabla 2). 373
317 festaciones clínicas extrarrenales es fundamental en todo
318 paciente con NL. Se recomienda el uso del sistema de pun-
Justificación 374
319 tuación validado Systemic Lupus Erythematosus Disease Activity
La NL representa una de las complicaciones más graves y fre- 375
320 Index (SLEDAI) para el seguimiento de estas manifestaciones
cuentes del LES20,23,24 . Su diagnóstico precoz es un elemento 376
321 (Tabla S3).
clave en el manejo de la enfermedad. Dado que la NL puede 377
322 En una proporción importante de pacientes la NL se pre-
tener un comienzo asintomático en bastantes pacientes4 es 378
323 senta de forma asintomática y su detección se realiza por
recomendable una determinación periódica de sangre y orina 379
324 alteraciones analíticas. Debe prestarse especial atención a la
para valorar función renal (creatinina sérica y eGFR), presen- 380
325 aparición de edemas y/o aparición de hiperpresión arterial de
cia anómala de proteinuria/albuminuria y sedimento urinario. 381
326 novo en pacientes con LES.
Aunque tradicionalmente se ha recomendado la realización 382
327 Los pacientes con NL deberían tener registrados los
de tiras reactivas urinarias, la determinación precisa de la fun- 383
328 datos clínicos habituales de la historia clínica de pacien-
ción renal y de la cuantía del cociente albúmina/creatinina y/o 384
329 tes crónicos, especificando siempre las variables implicadas
proteínas/creatinina en muestra aislada de orina se van impo- 385
330 en el desarrollo de complicaciones cardiovasculares, los
niendo en la práctica clínica habitual, dado el impacto que el 386
331 antecedentes de neoplasia y los datos de su carnet de vacu-
estadio de función renal y la cuantía de la albuminuria tie- 387
332 nación.
nen en el riesgo cardiovascular de cualquier enfermo crónico. 388

Se ha señalado una prevalencia mayor y un desarrollo más 389

acelerado de complicaciones ateroscleróticas en los pacien- 390


333 Justificación tes con LES25,26 , por lo que estas determinaciones periódicas 391
334 Una proporción importante de pacientes están asintomáticos cobran un valor añadido para la prevención y tratamiento del 392
335 al momento del diagnóstico. La NL se descubre con mayor fre- riesgo cardiovascular incluso en pacientes lúpicos inactivos. 393
336 cuencia después de un examen cuidadoso de la orina y los La periodicidad de estas determinaciones debe de ajustarse a 394
337 datos de laboratorio en pacientes con LES. De acuerdo con la situación clínica de los pacientes. Dado que la incidencia de 395
338 los criterios de diagnóstico clínico del LES, se puede confir- NL es mayor en pacientes con manifestaciones clínicas lúpi- 396
339 mar el diagnóstico en cualquier paciente que curse con una cas extrarrenales, en aquellos con un comienzo muy precoz 397
340 glomerulonefritis por inmunocomplejos confirmada por biop- del LES y en pacientes no caucásicos, así como en pacientes 398
341 sia sin otra causa secundaria, excepto la presencia de ANA o con marcadores serológicos de actividad (hipocomplemen- 399
342 anti-dsDNA4,20–22 . temia, positividad de anti-dsDNA) la periodicidad de estas 400

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 7

Tabla 2 – Principales factores que pueden influir en la Tabla 3 – Controles clínicos y analíticos en pacientes con
cuantía de la proteinuria, en el sedimento urinario y en nefritis lúpica
la función renal independientemente de la actividad En cada visita se debe valorar:
lúpica
Parámetro renal Factor o condición modificadora Presión arterial (con registro de
autocontroles por el paciente)
Cuantía de la Cambios de peso (incremento de Peso, hábitos dietéticos y/o estilo
proteinuria proteinuria con aumento de peso, de vida
disminución con la pérdida de Estudio inicial Controles periódicos
peso) (periodicidad en función de
Cambios de presión arterial la situación del paciente y
(incremento de proteinuria con tratamientos prescritos)
cifras elevadas de presión arterial) Hemograma y analítica general Hemograma y analítica
Cambios en la función renal general
(incremento de proteinuria con el Creatinina sérica y eGFR (CKD-EPI) Creatinina sérica y filtrado
aumento del filtrado glomerular glomerular estimado por
estimado, reducción con el CKD-EPI
empeoramiento de la función Estudio de coagulación ANA, anti-dsDNA, anti-C1q
renal) (estos últimos en función
Cambios en la dosis de fármacos de la disponibilidad del
que influyen sobre la centro)
hemodinámica glomerular: C3 y C4
Bloqueantes del SRAA (IECA, Anticoagulante lúpico, Q10 Sedimento urinario
ARA-II), iSGLT2, antagonistas de anticardiolipina y anti-␤2-GP I
aldosterona (espironolactona, Panel completo de Proteinuria en orina de 24
eplerenona), diuréticos tiazídicos, autoanticuerpos (ANA, horas y/o uPCR, uACR
amiloride, fibratos, antagonistas anti-dsDNA, anti-C1q, anti-Ro
de endotelina (SSA), anti-La (SSB), anti-RNP,
Sedimento urinario Infecciones urinarias anti-Sm, factor reumatoide
Litiasis renal, cristaluria, tumores Niveles de C3 y C4
o malformaciones de vías urinarias Inmunoglobulinas
Microhematuria persistente Sedimento urinario con valoración
familiar/anomalias genéticas del de hematíes dismórficos
colágeno IV Proteinuria en orina de 24 horas
Nefritis intersticiales y/o cocientes
inmunoalérgicas a fármacos proteínas/creatinina (uPCR) y
Función renal Disminución del filtrado albúmina/creatinina (uACR)
glomerular estimado al inicio de
algunos tratamientos eGFR: tasa de filtrado glomerular estimado por la ecuación CKD-
renoprotectores (IECAs, ARA-II, EPI; uACR: cociente albúmina/creatinina en orina; uPCR: cociente
iSGLT2) proteína/creatinina en orina.
Disminución del filtrado
glomerular estimado por
diuréticos
Respecto al sedimento urinario, las técnicas automatizadas 411
Disminución del filtrado
han sustituido en la mayoría de los centros a las técnicas 412
glomerular estimado por excesivo
control de la presión arterial manuales tradicionales. Existen escasos estudios que compa- 413

Fracaso renal agudo por causas ren ambas técnicas32,33 : la evidencia disponible sugiere que 414

independientes de la nefritis las técnicas automatizadas son válidas para la monitorización 415

lúpica habitual de los pacientes (cuantificación de hematíes y leu- 416

cocitos por campo), mientras que los sedimentos manuales 417


ARA-II: antagonistas de los receptores de angiotensina II; IECAs:
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina; iSGLT2: realizados por personal experto son superiores para la detec- 418

inhibidores del cotransportador tubular de sodio-glucosa tipo 2; ción y caracterización de cilindros, morfología dismórfica de 419

SRAA: sistema renina-angiotensina-aldosterona. los hematíes y otras anomalías urinarias. Para el cálculo de la 420

eGFR, la fórmula CKD-EPI es hoy en día la más ampliamente 421

usada. En la tabla 3 se resumen las principales determi- 422

401 determinaciones debería de ser mayor (al menos cada seis o naciones analíticas recomendadas en la monitorización de 423

402 12 meses) en ellos4,20,22–24,26,27 . pacientes con NL. 424

403 La cuantía de la proteinuria constituye el marcador más Aunque en general existe una correlación entre la grave- 425

404 importante para valorar el pronóstico y la eficacia del trata- dad y tipo de NL y sus manifestaciones analíticas (Tabla S4), no 426

405 miento en una persona con NL28–31 . Por tanto, se debe expresar son raras las discordancias llamativas (por ejemplo NL clase IV 427

406 siempre de manera precisa: cuantía de proteinuria en orina con escasa proteinuria y hematuria y función renal normal)33 . 428

407 de 24 h o cociente proteínas/creatinina en muestra aislada Por otra parte, no todos los cambios en los parámetros analí- 429

408 de orina, generalmente recogida en primera micción de la ticos de un paciente con NL son debidos a la actividad de la 430

409 mañana. Se deben evitar mediciones imprecisas (tiras reac- NL. Es fundamental realizar una evaluación cuidadosa de los 431

410 tivas urinarias, cuantificaciones por volumen de orina, etc.). mismo, antes de atribuirlos sin más a cambios en la actividad 432

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
8 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

433 del LES. En particular los cambios en el peso corporal tienen mientras que la ausencia de los dos se corresponde con un 490

434 una influencia importante en la cuantía de la proteinuria. En bajo riesgo34,36 . La determinación de un descenso en suero 491

435 la tabla 2 se resumen las principales condiciones que pueden de los componentes del complemento C3 y C4 se ha utilizado 492

436 influir de manera inespecífica en la cuantía de la proteinuria, clásicamente como una herramienta de diagnóstico y moni- 493

437 en el sedimento urinario y en la función renal. Una dismi- torización de actividad inmunológica en el LES. Sin embargo 494

438 nución de función renal no acompañada por incrementos de su correlación con la actividad de la NL es imprecisa, con 495

439 proteinuria o cambios en sedimento urinario obliga a pen- una subóptima sensibilidad y especificidad (alrededor de 75 496

440 sar en causas independientes de la actividad lúpica. Cambios y 71%, respectivamente para C3 y de 48 y 71% para C4)37 . 497

441 en sedimento urinario (hematuria, leucocituria) sin incremen- No debe utilizarse como único marcador de actividad, sino 498

442 tos/reaparición de proteinuria y sin cambios en función renal siempre en el contexto clínico y preferiblemente asociado a 499

443 obliga a descartar cuidadosamente causas independientes de la determinación de anti-dsDNA y/o anti-C1q. Ninguno de 500

444 la NL. estos marcadores serológicos anteriores tiene una buena sen- 501

sibilidad para identificar brotes renales, pero expresan una 502

445 Valoración de marcadores serológicos aceptable especificidad, de tal forma que en presencia de valo- 503

res normales de estos parámetros (anti-dsDNA, anti-C1q, C3 y 504

446 Recomendaciones C4), la actividad de NL es improbable38 . 505

447 Ante la sospecha de NL se recomienda determinar al inicio y en La presencia de lesiones renales relacionadas con un sín- 506

448 el seguimiento los valores séricos de anticuerpos anti-dsDNA drome antifosfolípido (SAF) secundario puede implicar un 507

449 (junto a anti-C1q según la disponibilidad de cada centro), así peor pronóstico39 , por lo que se recomienda su estudio en todo 508

450 como los valores de los componentes C3 y C4 del comple- paciente con NL, mediante la determinación del anticoagu- 509

451 mento. lante lúpico y de AAF (anticuerpos anticardiolipina y anti-␤2 510

452 Al interpretar valores elevados de anti-dsDNA y anti-C1q, glicoproteína 1) en suero. 511

453 y un descenso del complemento, debe tenerse en cuenta que La presencia de ANCA en pacientes con NL se correla- 512

454 no siempre se correlacionan con la actividad histológica, por lo ciona con una expresión histológica con predominio de formas 513

455 que no deben usarse de forma aislada para la toma de decisio- proliferativas segmentarias y mayor necrosis glomerular, ade- 514

456 nes. Sin embargo, cuando se determinan de forma conjunta, más de una mayor actividad lúpica y una peor función renal 515

457 raramente presentarán valores normales en los episodios de basal40 . Se recomienda su determinación ante este perfil clí- 516

458 actividad de NL proliferativa (clases III y IV). nico e histológico. 517

459 Los pacientes con LES con sospecha de afectación renal El biomarcador ideal debe ser aquel que nos ayude a iden- 518

460 deben disponer de la determinación de anticoagulante lúpico tificar a aquellos pacientes con LES con riesgo para desarrollar 519

461 y anticuerpos antifosfolípido –anticuerpos anticardiolipina y NL, para ayudar al diagnóstico, determinar aquellos pacientes 520

462 anti-␤2 glicoproteína 1 (AAF)–. con riesgo de progresión, discernir entre los estados de activi- 521

463 En los casos de NL proliferativa (tipo III o IV) con predominio dad o daño crónico renal irreversible, e identificar los pacientes 522

464 de lesiones segmentarias, necrotizantes y reacción extraca- que requieran un tratamiento más intenso y prolongado. A 523

465 pilar significativa, se recomienda determinar los anticuerpos pesar de los esfuerzos y la activa investigación en este campo, 524

466 anticitoplasma de neutrófilo (ANCA) en suero. aún queda lejos de poder disponer de un marcador que cumpla 525

estos requisitos. Actualmente, de los numerosos candidatos 526

467 Justificación testados ninguno es lo suficientemente sensible, específico 527

468 Los anticuerpos anti-dsDNA se incluyen dentro de los criterios ni fácil de medir como para que se haya podido incorporar 528

469 diagnósticos de LES, y se utilizan regularmente en el segui- en la práctica clínica diaria. Probablemente la solución deba 529

470 miento de actividad de la enfermedad. En los pacientes con buscarse en el futuro en la combinación de diversos biomarca- 530

471 NL se correlacionan con el tipo y actividad de esta, aunque dores, ya sean séricos, urinarios, histológicos y/o genéticos41 . 531

472 con una baja sensibilidad. Aparecen con más frecuencia en


473 las clases proliferativas (III y IV) que en las clases más leves
474 o en la membranosa (clase V)34 . Más que la cuantía de anti-
Objetivos del tratamiento
475 cuerpos en valores absolutos, lo que tiene más relevancia son
476 las variaciones en el tiempo, principalmente a la hora de eva- Definición de respuesta completa, respuesta parcial y no 532

477 luar la respuesta al tratamiento y a predecir una recidiva de la respuesta 533

478 nefritis.
479 Los anticuerpos anti-C1q se han postulado como una alter- Recomendaciones 534

480 nativa o un complemento a los anti-dsDNA en el diagnóstico La eficacia del tratamiento debe de evaluarse por la obtención 535

481 y seguimiento de la NL35 . Presentan un mayor valor predic- de una RC o remisión parcial (RP) de la NL, tal como se definen 536

482 tivo para las formas proliferativas e, igual que pasa con los en la tabla 4. 537

483 anticuerpos anti-dsDNA, los valores se reducen tras el trata- El tiempo trascurrido hasta la obtención de una RC o RP es 538

484 miento aunque sin que ninguno sea predictivo de la remisión un marcador pronóstico importante y los objetivos deben de 539

485 completa (RC)34 . establecerse en función de las características de cada paciente 540

486 La especificidad y el poder predictivo de actividad de la NL (fig. 2). El objetivo deseable en todos los casos es alcanzar RC 541

487 es mejor con la combinación de los anticuerpos anti-dsDNA lo más rápidamente posible, dado que la supervivencia renal 542

488 y los anti-C1q que por separado. La presencia de los dos a largo plazo es significativamente mayor en comparación con 543

489 en la evolución se relaciona con un alto riesgo de recidiva los que alcanzan solamente RP. 544

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 9

Figura 2 – Objetivos en el tratamiento de la nefritis lúpica según los parámetros renales, inmunológicos y tiempo de
seguimiento
eGFR: tasa de filtración glomerular estimada; H/C: hematíes por campo; NL: nefritis lúpica, RC: remisión completa; RP:
remisión parcial.

545 Justificación Definición de recaída 575

546 No existe un criterio universalmente aceptado para definir RC


547 o RP de la NL, aunque todas las definiciones propuestas coin- Recomendaciones 576

548 ciden en señalar como objetivos fundamentales la reducción Una importante proporción de pacientes con NL presentan 577

549 de proteinuria y la recuperación de función renal en aquellos recaídas tras alcanzar RC o RP, por lo que revisiones periódicas 578

550 casos que se presentan con fracaso renal agudo30,42–44 . El valor permanentes son recomendables en todos los pacientes con 579

551 de una mejoría o normalización del sedimento urinario se ha NL. Los criterios de recaída se muestran en la tabla 4. 580

552 cuestionado en estudios recientes y, de hecho, no se incluye


553 dentro de los criterios de RC o RP en algunas guías44 . En la opi-
554 nión del grupo es preferible mantener este criterio, dado que Justificación 581
555 la hematuria puede ser un marcador sensible de actividad clí- Entre 10 y 50% de los pacientes con NL presentan recaídas y 582
556 nica y de utilidad, sobre todo en la valoración de enfermos con estas son más frecuentes entre los pacientes que alcanzan una 583
557 recaídas previas y proteinuria residual asociada a lesiones de RP sin llegar a la RC47–49 . Aunque el riesgo de recaída es mayor 584
558 cronicidad histológicas. en los primeros años tras un episodio de NL (sobre todo al 585
559 Una reducción de proteinuria > 50% a los seis meses se reducir o suspender la inmunosupresión), pueden presentarse 586
560 asocia a una mejor supervivencia renal5 y un nivel de protei- en cualquier momento de la evolución, incluso tras décadas 587
561 nuria < 0,7 g/24 h a los 12 meses constituye el mejor predictor de inactividad. Por este motivo se recomienda la realización de 588
562 de la probabilidad de ERC terminal a largo plazo28,29 . Por ello, controles periódicos permanentes en cualquier paciente que 589
563 además de la obtención de RC o RP, es importante el tiempo haya sufrido una NL. 590
564 trascurrido hasta alcanzarlas. Se debe seguir cuidadosamente Las discordancias en los criterios para definir una recaída 591
565 la evolución de cada parámetro clínico y analítico, compro- son aún mayores que en las definiciones de RC o RP42,50 . En 592
566 bando una mejoría progresiva de los mismos dentro del marco general se basan en la reaparición o incremento de la hema- 593
567 temporal reflejado en la figura 2. No obstante, los márgenes turia y en la cuantía de la proteinuria (tabla 4). En los casos 594
568 de tiempo necesarios para la obtención de RC o RP se deben más graves se observa un deterioro de función renal añadido 595
569 de ajustar a la situación previa del paciente y a la gravedad y a la hematuria y proteinuria, aunque en las recaídas de NL (al 596
570 características clínicas de cada brote de NL30,45,46 . En pacien- igual que en los primeros episodios) es excepcional observar 597
571 tes con formas especialmente graves estos límites pueden deterioro de función renal no acompañado por incremento de 598
572 flexibilizarse, siempre que sea evidente una mejoría clínica proteinuria y/o reaparición o incremento de anomalías en el 599
573 y analítica progresiva, sin adoptar cambios de tratamiento sedimento urinario (hematuria, leucocituria, cilindros hemá- 600
574 demasiado precoces e injustificados. ticos). Causas independientes de la actividad lúpica son la 601

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
10 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

Se sugiere educar y aconsejar a los pacientes sobre medi- 622


Tabla 4 – Definiciones de los desenlaces renales:
remisión completa, remisión parcial, no respuesta y das de fotoprotección durante todo el año y la importancia 623

recaída de su uso para un mejor control de la enfermedad y evitar la 624

Desenlace (outcome) Definición aparición de síntomas. 625

Remisión completa Proteinuria ≤ 0,5 g/24 horas o


Justificación 626
(RC) uPCR1 ≤ 0,5 g/g
El consumo de tabaco se ha relacionado con una mayor acti- 627
Sedimento urinario inactivo (≤ 5
hematíes/campo) vidad y gravedad de las lesiones del lupus cutáneo51 . El papel 628

Albúmina sérica ≥ 3,5 g/dL del tabaco en el lupus cutáneo podría estar en relación con 629

eGFR normal o ≤ 10% inferior a la su influencia sobre la acción de los antipalúdicos. De hecho, 630
existente antes del brote existen algunos estudios que muestran que el tabaco interfiere 631
Remisión parcial (RP) Reducción de proteinuria ≥ 50% en el efecto terapéutico de los antipalúdicos sobre el lupus 632
con valores entre 0,6-3,5 g/24 horas
cutáneo52 . 633
o uPCR 0,6-3,5 g/g
Reducción de hematuria (≤ 10
Dos estudios de cohortes53,54 , y un estudio transversal55 634

hematíes/campo) con población caucásica y un alto porcentaje de mujeres ana- 635

Albúmina sérica ≥ 3 g/dL lizan el papel del consumo de tabaco sobre la actividad lúpica. 636

eGFR normal o ≤ 25% inferior a la Uno de ellos, demostró un aumento de la actividad del lupus 637
existente antes del brote medida por el índice SLEDAI de 2,17 puntos (1,0-3,3) en pacien- 638
No respuesta Ausencia de RC o RP
tes fumadores, y en otro un aumento de seis puntos, respecto 639
Recaída Reaparición o incremento
a los pacientes no fumadores. Además, el consumo de tabaco 640
significativo de la hematuria (> 15
hematíes/ campo) con hematíes se asocia a un aumento de riesgo de rash discoide y daño 641

dismórficos y/o cilindros cutáneo53 . 642

hemáticos Los pacientes con LES pueden tener inicialmente dificul- 643

Incremento sostenido de tades para realizar ejercicio debido a la astenia, artralgias 644
proteinuria: y molestias musculares, que suelen mejorar a lo largo del 645
- ≥ 1 g/24 horas o ≥ 1 g/g en
tiempo. Una serie de estudios han mostrado que el ejerci- 646
pacientes en RC
cio físico aérobico afecta a la sintomatología, capacidad física 647
- ≥ 50% de la proteinuria basal en
pacientes en RP funcional, astenia y actividad de la enfermedad56,57 . 648

Disminución de la eGFR ≥ 25% no Aunque existen algunos estudios realizados con diferen- 649

atribuible a otras causas tes dietas en pacientes con LES, la mayoría de ellos se basan 650

en el efecto de los ácidos grasos saturados sobre la activi- 651


eGFR: tasa de filtrado glomerular estimado; RC: remisión completa;
Q11
dad del LES y en el efecto positivo de la suplementación de 652
RP: remisión parcial; uPCR: cociente proteína/creatinina en orina.
los ácidos grasos omega-358 . El consumo de los ácidos gra- 653

sos ácido eicosapentaenoico y ácido docosahexaenoico tiene 654

un efecto positivo sobre la actividad de la enfermedad a corto 655

602 primera posibilidad en pacientes con deterioro de función plazo, disminuyendo tanto los índices globales como sínto- 656

603 renal sin cambios en proteinuria o sedimento urinario (tabla 2). mas individuales59 . Los suplementos a dosis bajas mejoran la 657

604 El diagnóstico de recaída es más difícil en los pacientes en función endotelial y reducen el nivel de 8-isoprostanos60 . 658

605 RP y en aquellos con brotes repetidos de NL que han ocasio- La fotosensibilidad es uno de los principales síntomas del 659

606 nado lesiones extensas de cronicidad y proteinuria residual. LES cutáneo y sistémico. El papel de la radiación ultravioleta 660

607 En estos casos, y siempre que la evidencia clínica y analítica de en la inducción de manifestaciones cutáneas del LES es un 661

608 recaída sea dudosa, la repetición de la biopsia renal es impor- hecho bien reconocido, basado en la observación de que 662

609 tante y muchas veces decisiva para precisar la existencia y las lesiones aparecen en las zonas foto expuestas y que se 663

610 grado de actividad histológica. suelen exacerbar en verano o en las semanas posteriores a la 664

exposición solar. 665

Recientemente, la European Society of Cutaneous Lupus Eryt- 666


Medidas terapéuticas hematosus evaluó en 1.000 pacientes con lupus cutáneo un 667

cuestionario sobre las diferentes medidas de prevención, 668

611 Estilo de vida y consejos dietéticos siendo la eficacia global de los fotoprotectores para prevenir 669

las lesiones en la piel de 94,7%61 . Por lo tanto, se recomienda 670

612 Recomendaciones el uso de fotoprotectores de amplio espectro con alto índice 671

613 Se recomienda utilizar medidas activas para abandonar el de protección solar que deben ser aplicados en todas las zonas 672

614 tabaco, ya que aumenta la actividad de la enfermedad empeo- expuestas, 15-30 min antes de la exposición solar y reaplicados 673

615 rando la calidad de vida de los pacientes. Así mismo, se cada dos horas. 674

616 recomienda la promoción de ejercicio físico aeróbico regular


617 (bicicleta estática, caminar o nadar) en personas con actividad Control de presión arterial y tratamiento de la dislipemia 675

618 lúpica baja o moderada.


619 Se recomienda evitar el sobrepeso/obesidad y el sedenta- Recomendaciones 676

620 rismo, así como una dieta baja en grasas saturadas y rica en Se recomienda mantener una presión arterial (PA) sistó- 677

621 ácidos grasos omega-3. lica inferior a 120 mmHg, particularmente en pacientes con 678

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 11

679 proteinuria superior a 0,5 g/24 h. Para conseguir este obje- Fármacos cardio y renoprotectores sin efecto 737

680 tivo se deben indicar secuencialmente medidas generales y inmunosupresor 738

681 fármacos hipotensores, comenzando con IECAs o ARA-II, y


682 añadiendo otros fármacos hasta conseguir el objetivo. Recomendaciones 739

683 La hiperlipidemia, asociada o no al síndrome nefrótico, La cuantía de la proteinuria es un factor decisivo para el pro- 740

684 debe ser tratada con modificación del estilo de vida y esta- nóstico de los pacientes con NL. El objetivo es alcanzar una 741

685 tinas con la misma pauta indicada en población general y de proteinuria < 0,7 g/24 h (o cociente proteinuria/creatinina < 742

686 acuerdo con el perfil cardiovascular de cada paciente. 0,7 g/g) dentro del primer año de tratamiento y una RC (pro- 743

teinuria < 0,5 g/24 h o uPCR < 0,5 g/g) a lo largo del curso 744

clínico. 745

687 Justificación En pacientes con NL y proteinuria, se recomienda el trata- 746

688 El control intensivo de la PA en pacientes con ERC ha miento con bloqueo del SRAA a las dosis máximas toleradas, 747

689 demostrado que aumenta la protección frente a eventos asegurando una dieta pobre en sodio para optimizar su efecto. 748

690 cardiovasculares y de progresión renal. Este efecto es espe- Si los objetivos de proteinuria planteados no se consiguen 749

691 cialmente relevante en pacientes con proteinuria > 1 g/24 con el uso optimizado de los bloqueantes del SRAA se sugiere 750

692 h62 . valorar la introducción de iSGLT2 (fig. 3). 751

693 La modificación del estilo de vida: restricción de sal, norma-


694 lización del peso, ejercicio regular, etc., debería ser el primer Justificación 752

695 paso del tratamiento integral, tanto para el control de la PA Varios estudios observacionales han sugerido que el pronós- 753

696 como de la hiperlipidemia. La restricción de sal es un elemento tico renal de la NL mejora cuando la proteinuria desciende 754

697 clave, y a veces la responsable de que no se consiga el objetivo por debajo de 0,7 g/24 h66,67 . Hasta ahora, los fármacos blo- 755

698 en el descenso de la proteinuria y de la PA. queantes del sistema renina-angiotensiona, IECAs o ARA-II 756

699 En relación al control de la PA, cuando el paciente presenta eran los únicos fármacos no inmunosupresores que habían 757

700 proteinuria > 1 g/24 h, el paciente ya debería tener tratamiento demostrado reducir la proteinuria en la patología glomeru- 758

701 con bloqueo del sistema renina angiotensina aldosterona lar general. La eficacia de los IECAs o ARA-II, como grupo, es 759

702 (SRAA), IECAs o ARA-II, a la dosis máxima tolerada62 . similar, cuando son usados a dosis equipotenciales, así como 760

703 No existe evidencia sobre cuál debería ser la siguiente sus efectos secundarios. Solo la tos es un efecto secundario 761

704 línea de tratamiento en caso de mal control de la presión exclusivo de los IECAs. El objetivo debe ser conseguido con 762

705 arterial o intolerancia al tratamiento con IECAs o ARA-II. la máxima dosis tolerada, usando monoterapia o tratamiento 763

706 En caso de que el motivo de la intolerancia no sea la combinado62 . El efecto del bloqueo SRAA sobre la proteinuria 764

707 hiperpotasemia o hipotensión, un antagonista del receptor se incrementa asegurando una adecuada restricción de la sal 765

708 mineralcorticoide o un inhibidor directo de la renina pueden en la dieta (Na < 90 mEq/día, o < 2 g/día). Otros fármacos que 766

709 ser usados63,64 . bloquean el SRAA, tales como los inhibidores directos de la 767

710 En caso de que el tratamiento con el bloqueo del SRAA renina o los antagonistas directos del receptor mineralcorti- 768

711 no consiga un control óptimo de la PA, los antagonistas del coide, pueden ser considerados en pacientes que no toleren 769

712 calcio no dihidropiridínicos, tales como diltiazem o verapa- los IECAs o ARA-II. 770

713 milo, pueden aportar una modesta reducción adicional de la El efecto hemodinámico de estos fármacos puede incre- 771

714 proteinuria. Así mismo, los betabloqueantes, alfa-1 bloquean- mentar la creatinina un 10-20%, sin que esto signifique que 772

715 tes o diuréticos no mineralcorticoides también pueden ayudar deban ser suspendidos a menos que el deterioro sea más 773

716 a controlar la PA, con un mínimo efecto sobre la proteinu- intenso. En situación de inestabilidad hemodinámica, como 774

717 ria. ocurre en el síndrome nefrótico masivo, el efecto hemodi- 775

718 La hiperlipidemia en pacientes con nefropatía lúpica puede námico puede propiciar fracaso renal funcional. En estas 776

719 estar en relación con un síndrome nefrótico, pero también circunstancias, el uso de estos fármacos debería demorarse 777

720 puede reflejar el impacto de la dieta, la predisposición gené- o adaptarse a la situación hemodinámica. 778

721 tica del paciente, o ser un efecto secundario al tratamiento Recientemente un ensayo clínico ha demostrado que el 779

722 recibido: corticoides, inhibidores mTOR, ICN. No existe evi- tratamiento con iSGTL2 tienen un efecto adicional sobre la 780

723 dencia de calidad sobre el tratamiento de la hiperlipidemia proteinuria y en la protección cardiovascular en pacientes tra- 781

724 en el paciente con NL. En general se considera que debería tados con dosis máximas de bloqueo del SRAA en patología 782

725 ser el mismo y con los mismos objetivos, según la estratifi- glomerular no diabética65 . Aunque no hay ensayos clínicos 783

726 cación de riesgo, que en la población general. Sin embargo, específicos en NL, su uso podría considerarse cuando la pro- 784

727 considerando el mayor riesgo de enfermedad aterosclerótica teinuria no ha descendido hasta el objetivo establecido. 785

728 en paciente con eGFR disminuido o proteinuria, así como en De igual forma, la finerenona, un antagonista del receptor 786

729 paciente con un estado inflamatorio persistente (como ocurre mineralcorticoide no esteroideo, redujo el riesgo de progresión 787

730 en el LES), los pacientes con NL deberían ser considerados renal y evento cardiovascular en pacientes con nefropatía dia- 788

731 como pacientes de alto riesgo cardiovascular, en la toma de bética que ya estaban en tratamiento con bloqueo del SRAA, 789

732 decisiones terapéuticas65 . sin un aumento clínicamente relevante del potasio sérico68 . 790

733 Las estatinas son en general bien toleradas y efectivas, Los antagonistas del receptor de la endotelina A son otra 791

734 en caso de intolerancia se podrían utilizar otros fármacos de familia farmacológica que han mostrado reducir la progre- 792

735 segunda línea tales como: fibratos, acido nicotínico o ezeti- sión renal en pacientes con nefropatía diabética69 . El uso 793

736 miba. concomitante de estos fármacos con iSLGT2 puede aportar 794

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
12 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

Figura 3 – Recomendaciones de fármacos renoprotectores en la nefritis lúpica


ARA-II: antagonistas de los receptores de angiotensina II; BCCA: bloqueadores de los canales de calcio; IECAs: inhibidores
de la enzima convertidora de angiotensina; iSGLT2: inhibidores del cotransportador tubular 2 de sodio-glucosa; SRAA:
sistema renina-angiotensina-aldosterona; uPCR: cociente proteína/creatinina en orina.

795 mecanismos nefroprotectores complementarios a la vez que


Tabla 5 – Ajuste de dosis de hidroxicloroquina
796 disminuyen el riesgo de retención de fluidos asociado a los
Dosificación de hidroxicloroquina
797 antagonistas de la endotelina por el efecto diurético de los
798 iSGLT270 . Inicial 4-5 mg/kg/día o 400 mg/24 horas
799 Las recomendaciones para el uso de fármacos renoprotec- Mantenimiento 200-400 mg/día
800 tores en la NL se encuentran resumidas en la figura 3. Ajuste en eGFR < 30 mL/min/1,73m2 : reducir dosis
insuficiencia renal 50%, sin sobrepasar los 200 mg/día.
ERC en estadio 5 y en terapia de
801 Hidroxicloroquina sustitución renal, mantener tratamiento
de forma indefinida
802 Recomendaciones ERC: enfermedad renal crónica; eGFR: tasa de filtrado glomerular
803 Se recomienda la administración de hidroxicloroquina (HCQ) estimado.
804 en todos los pacientes con NL que no presenten ninguna con-
805 traindicación para el mismo.
806 La dosis máxima recomendada de HCQ es de 4-5 mg/kg/día efectos adversos de los antipalúdicos se resumen en la Tabla 821

807 hasta un máximo de 400 mg/día. En pacientes con eGFR < 30 S5. 822

808 mL/m2 /1,73 m2 (incluido trasplantados) o en diálisis, se debe


809 mantener la HCQ, reduciendo la dosis hasta 50%, sin sobrepa- Justificación 823

810 sar 200 mg/día (tabla 5). Los antimaláricos interfieren con la función de las células 824

811 Se debe realizar un examen oftalmológico antes de iniciar inmunocompetentes mediante el bloqueo, entre otros meca- 825

812 el tratamiento con HCQ. En pacientes sin factores de riesgo de nismos, de la señal TLR 7 y 9 de las células dendríticas, 826

813 retinopatía, reevaluar a los cinco años y posteriormente cada inhibiendo la producción de interferón-␣ y disminuyendo la 827

814 año para descartar toxicidad macular. En pacientes con facto- producción de las citocinas proinflamatorias. Todo ello tiene 828

815 res de riesgo de retinopatía la revisión debe ser anual desde el un papel crucial en la patogénesis de LES4,71,72 . El antimalá- 829

816 principio. rico más empleado por mayor eficacia y menor toxicidad es 830

817 Se recomienda realizar seguimiento cardiológico de los la HCQ. Su administración reduce los brotes lúpicos e incre- 831

818 pacientes tratados con antipalúdicos y, en caso de aparición menta la supervivencia de pacientes con LES. También protege 832

819 de eventos adversos, retirar el fármaco. Ante anomalías neu- del daño irreversible de órganos, disminuye la pérdida de masa 833

820 romusculares también se recomienda retirar el fármaco. Los ósea y reduce el riesgo de trombosis en pacientes con SAF72–75 . Q6 834

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 13

835 En pacientes con NL, la HCQ retrasa el inicio del daño renal, La dosis, el régimen de disminución gradual y la duración 893

836 se asocia inversamente con el desarrollo de ERC estadio ≥ 3, de los esquemas de corticoides varían considerablemente y se 894

837 previene los brotes renales, prolonga la remisión durante el basan en gran medida en opinión. En estudios prospectivos 895

838 tratamiento concomitante con MMF y mejora el pronóstico recientes se han administrado dosis reducidas de corticoides 896

839 renal76 . En el estudio LUMINA se compararon los pacientes orales precedidos por pulsos intravenosos de metilpredniso- 897

840 que desarrollaban durante el seguimiento NL con los que no lona en el tratamiento de inducción. 898

841 la presentaron; los pacientes que tomaban HCQ presenta- En las clases III, IV y III-IV/V sugerimos un esquema con 899

842 ban menos frecuencia de NL clase IV menos actividad de la pulsos IV de metilprednisolona (250-500 mg/día) durante tres 900

843 enfermedad y recibían menos dosis de corticoides77 . En otro días consecutivos seguidos de una pauta de dosis reducida. 901

844 estudio, se analizaron 743 pacientes con NL; el uso de antima- Los corticoides deben reducirse a la dosis más baja posible 902

845 láricos se asoció significativamente con una menor aparición durante el mantenimiento, excepto cuando sea necesario con- 903

846 de daño renal, definido como reducción del eGFR < 50% res- trolar las manifestaciones extrarrenales; se podrá considerar 904

847 pecto a la basal y proteinuria > 3,5 g/24 h78 . su interrupción después de que los pacientes hayan mante- 905

848 El tratamiento con HCQ se asocia también a recuperación nido remisión clínica durante al menos 18-24 meses. 906

849 de función renal en pacientes con deterioro de la misma y a


850 una menor probabilidad de ERC79,80 . Una mayor duración del Justificación 907

851 tratamiento con HCQ se ha mostrado factor protector frente a Los corticoides orales constituyen la base del tratamiento del 908

852 la aparición de brotes lúpicos tras la retirada de corticoides80 . LES debido a su elevada eficacia antiinflamatoria. Se utilizan 909

853 En pacientes con ERC se debe mantener el tratamiento con en combinación con fármacos inmunosupresores para el tra- 910

854 HCQ, aunque esta práctica no está muy extendida. Un reciente tamiento de la afección orgánica en el LES, y para prevenir 911

855 análisis del registro americano indica que menos de 30% de la aparición de brotes86 . En relación con su mecanismo de 912

856 los pacientes con NL en diálisis recibían antipalúdicos81 . En acción, se han descrito dos vías: genómica y no genómica87 . 913

857 pacientes con eGFR < 30 mL/min/1,73 m2 (incluidos pacientes La vía genómica se activa mediante la unión del 914

858 trasplantados) se debe realizar ajuste de dosis, ya que HCQ se glucocorticoide a un receptor intracelular, con posterior inter- 915

859 metaboliza por vía renal. Esto hace que la toxicidad asociada nalización en el núcleo, e impedir la expresión de genes que 916

860 a estos fármacos aumente en insuficiencia renal, ya que se participan de la respuesta inflamatoria, un proceso deno- 917

861 asocia con la dosis acumulada82 . Aunque no hay un consenso minado «transrepresión». Al mismo tiempo, se estimula la 918

862 acerca de la dosis adecuada en los pacientes con eGFR < 30 transcripción de moléculas vinculadas con la gluconeogé- 919

863 mL/min/m2 , una reducción de 50% de la dosis con una dosis nesis, el metabolismo lipídico y óseo, proceso denominado 920

864 máxima de 200 mg/día es una aproximación razonable. En la «transactivación», responsable de la mayoría de los efectos 921

865 tabla 5 se indican las recomendaciones acerca de la dosis de adversos88 . La vía genómica requiere horas para empezar a 922

866 HCQ en pacientes con LES. hacer efecto, la no genómica es más rápida y potente. Así, con 923

867 La HCQ es bien tolerada y raramente hay que retirar el dosis superiores a 30 mg/día de prednisona o equivalente, el 924

868 tratamiento por reacciones adversas. Ocasionalmente puede receptor intracelular está ocupado al 100%, por lo que dosis 925

869 causar cambios pigmentarios en la mácula, pudiendo dar mayores no tendrán más efecto. 926

870 lugar a pérdida de visión. Para reducir el riesgo de maculopa- La vía no genómica se activa a partir de dosis de 100 mg de 927

871 tía se recomienda realizar una revisión oftalmológica al inicio prednisona o equivalente y tiene un efecto antiinflamatorio 928

872 del tratamiento. En caso de ausencia de factores de riesgo para más rápido e intenso, máximo a partir de dosis de 250 mg89 . 929

873 maculopatía se recomienda repetir la revisión a los cinco años No existen ensayos clínicos en los que se compare la efica- 930

874 y, posteriormente anual. En presencia de al menos un factor cia de diferentes dosis de prednisona, por lo que la pauta de 931

875 de riesgo (dosis > 5 mg/kg/día, duración del tratamiento más 1 mg/kg/día no está basada en evidencias clínicas, aunque es 932

876 de 5 años y presencia de eGFR < 60 mL/min/1,73 m2 , la revisión la más empleada. Lo mismo ocurre con dosis altas de pred- 933

877 se realizará anualmente desde el inicio83,84 . nisona. Así, en pacientes que presentan un síndrome clínico 934

878 La HCQ puede producir alteraciones cardiacas, fundamen- de glomerulonefritis rápidamente progresiva y/o cuando hay 935

879 talmente hipertrofia ventricular izquierda con alteraciones de manifestaciones extrarrenales graves, de forma rutinaria se 936

880 la conducción y cardiomiopatías. La elevación de LDH y tro- administran hasta tres dosis diarias de 500 mg cada una (rango 937

881 ponina suelen ser los signos iniciales que alerten sobre la 250-500 mg/día) de 6-metilprednisolona. 938

882 presencia de estas alteraciones, que se confirman mediante la En la mayoría de los ensayos clínicos, los corticoides se uti- 939

883 realización de ECG, ecocardiografía o resonancia magnética85 . lizan en combinación y con escasas restricciones, sin tener 940

884 Cuando aparecen las alteraciones cardiológicas es indicación en cuenta sus posibles efectos en el grado de respuesta o 941

885 de retirada del fármaco83 . Otro efecto adverso que requiere la en la toxicidad. Debido a la ausencia de estudios al respecto 942

886 retirada del tratamiento con antipalúdicos es la miopatía o la no es posible afirmar que dosis inferiores tengan una efica- 943

887 neuropatía periférica. cia similar. Sin embargo, datos indirectos que sugieren que 944

dosis menores a 1 mg/kg/día son eficaces para el control 945

888 Corticoides de manifestaciones graves del lupus90–92 . Así, algunos gru- 946

pos han demostrado que dosis de prednisona inferiores a 30 947

889 Recomendaciones mg/día con rápido descenso hasta 5 mg/día, combinada con 948

890 Los corticoides se utilizan en todos los regímenes de trata- ciclofosfamida (CYC), HCQ e IECAs son al menos tan eficaces 949

891 miento actuales de LN. Estos medicamentos tienen efectos como pautas con dosis superiores, con la ventaja adicional de 950

892 inmunosupresores y antiinflamatorios de acción inmediata. tener menor toxicidad. Para minimizar los efectos secundarios 951

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
14 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

952 debido a la alta exposición acumulativa a los corticoides, hay superiores a 5 mg/día43 . En las situaciones de mayor gravedad 1012

953 un uso creciente de pulsos iniciales IV seguidos de una dosis o necesidad de una respuesta rápida, deberíamos recurrir a 1013

954 inicial más baja y/o una disminución más rápida de los corti- los pulsos de metilprednisolona. 1014

955 coides orales93 . Los resultados de un análisis retrospectivo del


956 estudio de manejo del lupus Aspreva (ALMS) y del ensayo de Ciclofosfamida 1015

957 fase 2 AURA-LV, sugieren que las dosis de corticoides y micofe-


958 nolato menores a las utilizadas en el ALMS podrían ofrecer una Recomendaciones 1016

959 mejor seguridad a largo plazo94 . En general, existe una tenden- La CYC por vía intravenosa es uno de los fármacos de elec- 1017

960 cia hacia la reducción de la exposición a los corticoides95 . ción en el tratamiento de la NL clase III-IV (con o sin clase V 1018

961 De esta manera, para el tratamiento y control de manifes- asociada) en la fase de inducción. Se recomienda su uso pre- 1019

962 taciones no graves del LES se han propuesto dosis de 2,5-5 ferentemente a dosis bajas, por ciclos cortos y asociada al uso 1020

963 mg/día, aunque es prematuro recomendar estos regímenes, de corticoides (pauta Eurolupus). La CYC está especialmente 1021

964 ya que no se han comparado entre sí en ensayos clínicos indicada en casos de no adherencia a tratamientos por vía 1022

965 prospectivos. En relación con los efectos secundarios de los oral. En casos de no respuesta o resistencia a otros tratamien- 1023

966 corticoides, se ha comprobado que la exposición prolongada a tos administrados, con evidencia de actividad inmunológica 1024

967 estos se asocia con una morbilidad irreversible y significativa y/o histológica, se pueden utilizar dosis más altas de CYC 1025

968 de daño orgánico96 . Una dosis acumulada de prednisona oral (pauta NIH). Los diferentes regímenes de tratamiento con CYC 1026

969 de 36,5 g (equivalente a 10 mg/día durante 10 años) aumenta se resumen en la Figura S2. 1027

970 dos veces el riesgo de fracturas osteoporóticas, cataratas y La dosis y la duración del tratamiento de CYC oral o 1028

971 enfermedad coronaria97 . En situaciones donde se mantienen intravenosa, según la pauta de los NIH, siempre deberán ser 1029

972 dosis ≥ 60 mg/día, el riesgo de necrosis avascular y accidente ajustadas a la función renal, la edad y las comorbilidades 1030

973 cerebrovascular aumenta 1,2 veces por cada dos meses de tra- del paciente, para minimizar sus efectos tóxicos indeseables 1031

974 tamiento. Por el contrario, los pulsos de metilprednisolona no (tabla 6 y Tabla S6). 1032

975 se han relacionado con ninguna de estas complicaciones, aun-


976 que se ha descrito una posible afección neurológica. Se ha Justificación 1033

977 descrito una relación entre dosis de prednisona oral y daño Mecanismo de acción y efectos biológicos. La CYC es un agente 1034

978 irreversible, que aumenta de manera significativa a partir de alquilante derivado de la mecloretamina, metabolizada por 1035

979 6 mg/día98 . el hígado (citocromo P450) y tejidos periféricos en mostaza 1036

980 En relación con los efectos secundarios a largo plazo, fosforamida (principio activo) y acroleína (metabolito urina- 1037

981 se observó que estos aumentaban a partir de los cinco rio que produce cistitis hemorrágica). La administración por 1038

982 años de tratamiento y se mantenían hasta 15 años99 . En vía oral tiene alta biodisponibilidad (> 75%) y eficacia clínica 1039

983 el caso de pacientes embarazadas, la utilización de predni- similar a la vía intravenosa. El 80% se metaboliza por el hígado 1040

984 sona se ha asociado con hipertensión, preeclampsia, diabetes y 20% tiene excreción renal. Produce inmunosupresión, dis- 1041

985 y prematuridad100 . Como estrategia para reducir los efectos minuyendo la población de células T (CD4 + > CD8 +) y la 1042

986 secundarios, sería una dosis diaria de prednisona (o equi- función de células B en 30-40% y la síntesis de autoanticuerpos 1043

987 valente) ≤ 7,5 mg, tras la inducción. En un reciente ensayo patogénicos. 1044

988 controlado abierto (evaluación de la interrupción del trata- La evidencia del beneficio de la CYC como agente inmuno- 1045

989 miento con corticoides de mantenimiento en el ensayo de supresor en la NL activa y proliferativa proviene de estudios 1046

990 lupus sistémico en reposo [CORTICOLUP]) en 124 pacientes con pioneros de los NIH de los EE. UU. de los años 70-90, 1047

991 LES estable y quiescente (antecedentes de NL en 34 y 41%, res- cuando se demostró la superioridad de este fármaco por vía 1048

992 pectivamente), se comparó la continuación de la prednisona 5 intravenosa asociado a corticoides respecto al uso de solo cor- 1049

993 mg/día vs a su interrupción, y se observó una tasa de exacerba- ticoides, sobre la supervivencia renal a medio y largo plazo. 1050

994 ción significativamente mayor en aquellos que suspendieron Desafortunadamente, las dosis utilizadas y la duración del tra- 1051

995 la prednisona101 . Gran parte de las complicaciones irreversi- tamiento (hasta dos años) favorecieron el desarrollo de efectos 1052

996 bles y que tienen un efecto negativo sobre la supervivencia secundarios importantes, principalmente intolerancia al fár- 1053

997 tienen relación con los corticoides orales y dosis por encima maco, infertilidad prematura e infecciones graves91,102–105 . 1054

998 de 5 mg/día incrementan el riesgo de daño orgánico. También Más recientemente, el ensayo The Euro-Lupus Nephritis Trial 1055

999 hay que destacar el importante impacto estético que ocasiona (ELNT o Eurolupus) demostró en una población caucásica, con 1056

1000 la prednisona. NL activa (clases III, IV y V), función renal basal conservada 1057

1001 Por tanto, la prescripción de corticoides se debe realizar (creatinina sérica 1,15 ± 0,66 mg/dL) y proteinuria subnefrótica 1058

1002 teniendo en cuante el equilibrio riesgo-beneficio, y utilizar (3,0 ± 2,4 g/24 h), que dosis más bajas de CYC (3 g) y duraciones 1059

1003 esquemas que permitan ahorrar corticoides de manera pre- más cortas de tratamiento (tres meses) seguidas por azatio- 1060

1004 coz. Existen situaciones donde se debería valorar utilizar dosis prina, eran igual de efectivas que dosis altas de CYC durante 1061

1005 mínimas de corticoides o incluso evitar su uso: diabetes, obe- seis meses, sobre la remisión clínica y la progresión a ERC ter- 1062

1006 sidad (índice de masa corporal [IMC] > 30 kg/m2 ), infecciones minal a corto (41 meses) y largo plazo (115 meses)90,106 . El perfil 1063

1007 latentes (por ejemplo, hepatitis vírica, TBC), úlcera péptica de seguridad en general fue similar en ambos grupos, con más 1064

1008 activa, enfermedad psiquiátrica no controlada y en otras infecciones en el grupo de CYC con dosis altas y más episodios 1065

1009 situaciones de riesgo. Como propuesta, debe cuestionarse la de cáncer y fallecimientos en el grupo con dosis bajas, aun- 1066

1010 necesidad de dosis altas de prednisona en la inducción y ase- que sin diferencias significativas. El predominio de población 1067

1011 gurar el rápido descenso hasta dosis de mantenimiento no caucásica y con función renal basal preservada no permite 1068

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 15

Tabla 6 – Ajuste de dosis de ciclofosfamida según las características del paciente


Ajuste de dosis según la edad, peso y función renal

Ciclofosfamida IV (dosis por bolo) Ciclofosfamida oral (dosis diaria)


eGFR (mL/min/1,73m2 ) eGFR (mL/min/1,73m2 )

Edad ≥ 30 < 30 ≥ 30 < 30


< 60 años 15 mg/kg 12,5 mg/kg 2,0 mg/kg/día 1,5 mg/kg/día
60-70 años 12,5 mg/kg 10 mg/kg 1,5 mg/kg/día 1,0 mg/kg/día
> 70 años 10 mg/kg 7,5 mg/kg 1,0 mg/kg/día 0,5 mg/kg/día
Ajuste de dosis según la superficie corporal y función renal
Dosis de ciclofosfamida IV: 0,5-1,0 g/m2 superficie corporal (SC)
Reducir entre 20-25% de dicha dosis si eGFR < 60 mL/min/1,73m2
Cálculo de la SC (m2 ) = (peso en kg x altura en cm/3.600)0.5

La corrección de la dosis sólo se realiza para los regímenes de los NIH (oral e intravenoso).
En la pauta Eurolupus, el paciente recibe seis dosis fijas de ciclofosfamida (500 mg IV/dosis) cada 15 días, durante 3 meses.
eGFR: tasa de filtrado glomerular estimada; SC: superficie corporal.

1069 extrapolar estos resultados a otros grupos étnicos (negros, lati- Justificación 1107

1070 noamericanos, asiáticos) o a formas más agresivas, donde es El MMF es un inhibidor potente, selectivo y reversible de 1108

1071 posible que los clínicos se inclinen a dar dosis de CYC más la enzima IMPDH (ionosinmonofosfato-deshidrogenasa), una Q7 1109

1072 altas y durante más tiempo. enzima clave en la vía de síntesis de novo de las purinas 1110

1073 La CYC oral es un régimen efectivo para alcanzar RC a necesarias para la expansión clonal de las células B y T y, 1111

1074 corto y largo plazo, incluso comparado con micofenolato, por tanto, para la inmunidad mediada por células T y la 1112

1075 pero aumenta el riesgo de efectos adversos dado que supone síntesis de anticuerpos. El mecanismo de acción del MPA 1113

1076 tres veces más dosis acumulada de CYC que los regímenes afecta principalmente a los linfocitos, ya que otras célu- 1114

1077 intravenosos49 . Es el régimen menos utilizado, pero con dosis las son capaces de emplear vías alternativas de rescate 1115

1078 adecuadamente corregidas, es una alternativa válida. para sintetizar nucleótidos. La utilización de MMF se aso- 1116

1079 La evidencia publicada desde los años 70, ha posicionado a cia con efectos adversos principalmente hematológicos o 1117

1080 la CYC como un fármaco de primera línea en la terapia inicial gastrointestinales111 . 1118

1081 o de inducción de la NL proliferativa (clases III y IV ± V), inclu- El MPA es un profármaco con cubierta entérica, diseñado 1119

1082 yendo las formas más agresivas (rápidamente progresivas) para mejorar la tolerancia gástrica al fármaco puesto que la 1120

1083 o en casos resistentes a otros tratamientos inmunosupreso- liberación del ácido micofenólico se produce en el estómago en 1121

1084 res. Las recomendaciones más recientes abogan por dosis el caso de MMF, y en el intestino delgado en el caso del MPA. Los 1122

1085 más bajas y tratamientos más cortos, remarcando que debe- pacientes en tratamiento con MMF pueden ser convertidos de 1123

1086 rán ajustarse siempre a las características individuales de los forma segura a MPA, en la conversión hay que considerar que 1124

1087 pacientes107,108 . como consecuencia de las diferencias en su peso molecular, la 1125

dosis de 720 mg de MPA libera una cantidad similar de ácido 1126

micofenólico a la que liberan 1.000 mg de MMF112 . 1127


1088 Efectos adversos de la CYC. Los efectos adversos están relacio- El MMF/MPA está contraindicado durante la gestación, por- 1128
1089 nados directamente con la dosis administrada, la dosis total que aumenta el riesgo de malformaciones congénitas y de 1129
1090 acumulada, la duración del tratamiento y las comorbilidades aborto espontaneo. Aunque se desconoce si se elimina a través 1130
1091 del paciente. Los más frecuentes y precoces son citopenias, de la leche materna, no se recomienda su uso durante la lac- 1131
1092 problemas gastrointestinales, infertilidad e infecciones, mien- tancia materna. Así mismo se recomienda que las personas, 1132
1093 tras que a largo plazo se incrementa el riesgo de neoplasias. tanto hombres como mujeres que toman este fármaco, adop- 1133
1094 La tabla S6 muestra los efectos adversos asociados al uso de ten medidas anticonceptivas eficaces durante su tratamiento 1134
1095 CYC, las medidas preventivas y los factores de riesgos más y hasta 90 días después de su suspensión111 . 1135
1096 importantes para su aparición42,109,110 . Varios estudios han mostrado que el tratamiento con MPAA 1136

combinado con corticoides tiene una eficacia similar en la res- 1137

puesta renal a la CYC tanto oral como en pulsos, cuando se 1138


1097 Micofenolato mofetil y análogos del ácido micofenólico administra durante la inducción113–115 , reservándose el uso de 1139

la CYC en bolos en pacientes con mala adhesión al tratamiento 1140


1098 Recomendaciones oral. Existe cierta tendencia en la práctica habitual a aconse- 1141
1099 El mofetil micofenolato (MMF)/ácido micofenólico (MPA), con jar el uso de CYC a pacientes con formas de presentación más 1142
1100 posibles diferencias étnicas, es junto a la CYC y los corticoides, agresivas desde el punto de visto clínico, con deterioro rápi- 1143
1101 uno de los fármacos de elección en el tratamiento de la NL damente progresivo de la función renal, o desde el punto de 1144
1102 clase III-IV en la fase de inducción. vista histológico con la presencia de semilunas y/o necrosis. 1145
1103 Los MPAA son el tratamiento de elección como manteni- Sin embargo, en los ensayos clínicos estos pacientes han sido 1146
1104 miento de la NL. Durante la gestación está contraindicado. mayoritariamente eliminados y, por tanto, no hay evidencia de 1147
1105 La dosis recomendada para la inducción es 2 g/día (MPA superioridad de ningún tratamiento para este tipo de pacien- 1148
1106 1,44-2,16 g/día) y de 1-2 g/día para la fase de mantenimiento. tes. En análisis post hoc del estudio ALMS, el uso de CYC a 1149

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
16 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

1150 largo plazo consiguió de forma no significa un menor número La CsA es un péptido antibiótico lipofílico que forma un 1207

1151 de recaídas y mejor pronóstico a largo plazo. complejo con la ciclofilina, inhibiendo a la calcineurina e 1208

1152 Por el contrario, el MMF/MPA ha demostrado superioridad inactivando al factor nuclear de transcripción de linfocitos T, 1209

1153 en pacientes con ancestros latinoamericano; en pacientes de necesario para la síntesis de citocinas proinflamatorias como 1210

1154 ascendencia africana demostró superioridad numérica aun- la IL-2, IL-3, IL-6, TGF-␤ e IFN-␥. A nivel podocitario bloquea la 1211

1155 que sin significación estadística y, por el contrario, demostró defosforilación de la sinaptopodina dependiente de calcineu- 1212

1156 inferioridad (numérica, no estadísticamente significativa) en rina, evitando su degradación mediada por la catepsina L. Esto 1213

1157 población asiática49 . Su uso estaría especialmente indicado preserva el citoesqueleto de actina y disminuye la aparición de 1214

1158 en pacientes con problemas a priori de infertilidad, con dosis proteinuria118–120 . 1215

1159 acumulada moderada de CYC. El TAC es un antibiótico macrólido producido por el Strep- 1216

1160 Aunque la experiencia clínica ha mostrado que el MMF es tomyces tsukubaensis, estructuralmente diferente a la CsA, 1217

1161 bien tolerado con escasos efectos secundarios, la incidencia de pero con un mecanismo de acción similar, uniéndose a 1218

1162 efectos secundarios reportados en el ensayo clínico ALMS fue la proteína de unión del FK (FKBP). Es 10-100 veces más 1219

1163 similar entre ambos, aunque con distinto perfil. El número de potente que la CsA117–119 . Produce los mismos efectos bio- 1220

1164 muertes en el grupo que incluyo MMF fue de nueve y cinco en lógicos y tiene las mismas indicaciones clínicas que la 1221

1165 el grupo que incluyó CYC, la mayoría de ellas relacionadas con CsA. 1222

1166 complicaciones infecciosas. En estudios realizados en pobla- La VCS es un análogo modificado de la CsA aprobado 1223

1167 ciones sin NL que recibieron tratamiento con MMF, se observó recientemente para el tratamiento de la NL. Su mecanismo 1224

1168 que la dosis de 3 g/día (la usada en el estudio ALMS) se asoció de acción es idéntico a la CsA, con mayor potencia inmuno- 1225

1169 a más efectos adversos sin mejorar su eficacia. supresora y mejor tolerabilidad. No modifica los niveles de 1226

1170 Durante el mantenimiento, el MMF/MPA ha demostrado micofenolato, no requiere monitorización ni ajuste de dosis 1227

1171 ser superior a la azatioprina para consolidar la respuesta al y produce menos nefrotoxicidad120 . Las propiedades farma- 1228

1172 tratamiento de inducción y prevenir las recaídas en los años cológicas y los efectos biológicos de cada uno se muestran en 1229

1173 siguientes116 . También mostró menos efectos secundarios a la Tabla S7. 1230

1174 largo plazo: leucopenia y elevación de transaminasas. La aza- La CsA reduce significativamente los niveles de proteinu- 1231

1175 tioprina puede ser una alternativa, cuando el MMF/MPA no ria y la actividad lúpica104,121–123 . Su corta duración (seis a 12 1232

1176 está disponible, cuando el paciente es intolerante, o durante meses), las recaídas posretiro y su nefrotoxicidad limitan su 1233

1177 la gestación. uso generalizado. Tiene una eficacia comparable a la azatio- 1234

prina como terapia de mantenimiento124 . 1235

1178 Inhibidores de la calcineurina (ICN) (ciclosporina, Tacrolimus ha demostrado fundamentalmente en pobla- 1236

1179 tacrolimus, voclosporina) ción china, que disminuye más precozmente la proteinuria 1237

que la CYC con un aceptable perfil de segurida125-127 y es tan 1238

1180 Recomendaciones eficaz como micofenolato en la terapia de inducción128–130 . 1239

1181 Los ICN (ciclosporina o tacrolimus) han demostrado una efi- A 10 años de seguimiento la terapia tacrolimus-azatioprina 1240

1182 cacia similar al tratamiento con micofenolato o CYC en el es comparable a micofenolato-azatioprina en RC a los 6 1241

1183 tratamiento de inducción. Por ello se emplean asociados a cor- meses, brotes renales y extrarrenales y supervivencia renal131 . 1242

1184 ticoides como terapia inicial en NL clases III y IV (con o sin clase Más recientemente, la llamada «multitarged therapy» (tera- 1243

1185 V asociada), en pacientes que desarrollen intolerancia, efectos pia triple con corticoides, micofenolato y tacrolimus) mostró 1244

1186 adversos o respuesta limitada al micofenolato y en quienes el también en población asiática que es una opción válida 1245

1187 uso de CYC no es una opción terapéutica. como tratamiento de inducción, utilizando menos dosis de 1246

1188 La terapia combinada, triple terapia o «multitarget therapy» inmunosupresores y con mejor perfil de seguridad que la 1247

1189 (corticoides, micofenolato e ICN) ha demostrado superioridad CYC, aunque algunos estudios mostraron mayor incidencia 1248

1190 significativa frente a corticodes y CYC en pauta NIH o a cor- de infecciones132,133 . Un metaanálisis reciente confirmó el 1249

1191 ticoides y micofenolato como tratamiento de inducción en beneficio de la terapia «multitarget» para alcanzar RC y/o RP, 1250

1192 pacientes con NL clases III y IV (con o sin clase V). La Figura S3 mejoría en los parámetros inmunológicos, disminución en 1251

1193 muestra diversas pautas de tratamiento con ICN, así como los la actividad lúpica y menos eventos adversos que la CYC, 1252

1194 efectos adversos más frecuentes. excepto en hipertensión134 . Como terapia de mantenimiento 1253

1195 La triple terapia con voclosporina, corticoides y mico- ha demostrado en pacientes chinos tasas similares de res- 1254

1196 fenolato ha demostrado superioridad significativa frente a puesta completa y de recaída renal que la azatioprina, pero 1255

1197 corticoides y micofenolato para inducir remisión en pacien- con menos efectos adversos no graves93 . 1256

1198 tes con NL clases III y IV (con o sin clase V asociada) con una La VCS es un análogo de la CsA con mayor potencia inmu- 1257

1199 tasa de filtrado glomerular basal estimada igual o mayor a 45 nosupresora que no altera los niveles de micofenolato120 . El 1258

1200 mL/min/1,73 m2 , permitiendo una reducción rápida en la dosis estudio multicéntrico de fase 2 AURA-LV, mostró que la voclos- 1259

1201 de los corticoides. porina oral a dosis de 23,7 mg cada 12 h durante 48 semanas, 1260

y añadida al tratamiento estándar, fue superior a placebo en 1261

1202 Justificación respuesta completa a las 24 y a las 48 semanas (32,6 vs. 19,3% 1262

1203 Mecanismo de acción y efectos biológicos. Los inhibidores de y 49,4 vs. 23.9%, respectivamente). No se observó nefrotoxici- 1263

1204 la calcineurina son fármacos inmunosupresores que com- dad con voclosporina, pero hubo más eventos adversos graves 1264

1205 prenden a la ciclosporina A (CsA), el tacrolimus (TAC) y la (28,9 vs. 15,9%), incluyendo muertes no relacionadas al fár- 1265

1206 voclosporina (VCS). maco en los primeros dos meses de tratamiento. El estudio 1266

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 17

1267 de fase 3 AURORA 1, realizado en 357 pacientes nefróticos el fármaco si necesario. No hay datos específicas en cuanto a 1324

1268 con nefrtis lúpica activa y con eGFR basal ≥ 45 mL/min/1,73 la reducción de dosis en insuficiencia renal, pero sí se reco- 1325

1269 m2 confirmó la superioridad de voclosporina oral respecto a mienda ajuste de la misma a criterio clínico y en función de 1326

1270 placebo luego de un año de tratamiento para inducir RC y RP respuesta43,137 . 1327

1271 (41 vs. 23% y 70 vs. 52%, respectivamente)135 . Este beneficio El principal efecto adverso de la azatioprina es la depresión 1328

1272 fue consistente en diversos grupos étnicos, independiente de de la médula ósea, la cual es reversible y dependiente de la 1329

1273 la edad y la clase histológica. También indujo una reducción dosis utilizada. Se expresa habitualmente como leucopenia, 1330

1274 más precoz de la proteinuria (< 0,5 mg/mg). Importantemente, aunque también puede producir anemia o trombocitopenia. 1331

1275 no hubo diferencias en los eventos adversos ni en muertes. Se recomienda monitorización estrecha del hemograma al ini- 1332

1276 Voclosporina no indujo descontrol metabólico ni nefrotoxici- cio del tratamiento o tras el aumento de dosis136 . 1333

1277 dad. Está pendiente evaluar el riesgo de recaídas, así como su Ocasionalmente, el fármaco puede producir náuseas, 1334

1278 efectividad y seguridad a largo plazo, la posible nefrotoxicidad vómitos y molestias gastrointestinales, que generalmente 1335

1279 subclínica mediante biopsia renal y su eficacia para casos más desaparecen si la toma del medicamento es después de 1336

1280 graves. las comidas. En un pequeño porcentaje de pacientes se ha 1337

1281 Los efectos adversos son numerosos y comunes para descrito alteración de la bioquímica hepática, con patrón 1338

1282 todos los ICN, aunque puede haber ciertas diferencias entre de colestasis, por lo que también se recomienda monito- 1339

1283 ellos. En general inducen nefrotoxicidad, hiperpotasemia, rización analítica de las enzimas hepáticas y, raramente, 1340

1284 hipomagnesemia, hiperuricemia, hipertensión, hipergluce- pancreatitis136 . 1341

1285 mia, hiperlipidemia, molestias gastrointestinales, disfunción Los pacientes con déficit de tiopurina S-metiltransferasa 1342

1286 hepática, hirsutismo, hiperplasia gingival, tremor distal, cefa- (polimorfismos genéticos) y aquellos con fenotipo metabo- 1343

1287 lea alteración del estado mental, convulsiones, incremento de lizador lento para NUDT15 presentan un mayor riesgo de 1344

1288 infecciones y posible desarrollo de neoplasias117 . La inciden- toxicidad hematológica por azatioprina138,139 , pero no está 1345

1289 cia de nefrotoxicidad, hipertensión y alteraciones metabólicas estudiado si hay beneficio en realizar un estudio genético de 1346

1290 es menor con voclosporina120,135 . los mismos previamente a iniciar este tratamiento. 1347

La mayor interacción farmacológica para tener en cuenta 1348

1291 Azatioprina cuando se inicia azatioprina es el alopurinol, ya que su admi- 1349

nistración conjunta incrementa significativamente el riesgo 1350

1292 Recomendaciones de efectos adversos de la azatioprina. La administración con- 1351

1293 La azatioprina no es un fármaco de primera elección en NL. Es junta se debe evitar y, en caso de ser necesaria, se ha de 1352

1294 una buena opción como sustituto del MMF/MPA en pacientes reducir la dosis de azatioprina significativamente (50-75%) y 1353

1295 intolerantes o en mujeres gestantes. hacer monitorización estrecha (hemograma a las dos sema- 1354

1296 La dosis de inicio de azatioprina en nefritis lúpica es de 1,5- nas y mensual durante los tres primeros meses al menos). No 1355

1297 2 mg/kg/día. En pacientes con insuficiencia renal, la dosis se hay suficiente experiencia publicada sobre el uso conjunto de 1356

1298 ha de ajustar a criterio clínico en función de respuesta hema- azatioprina y febuxostat140 . 1357

1299 tológica. Actualmente, la azatioprina no es un fármaco de primera 1358

1300 El principal efecto adverso de la azatioprina es la depresión elección en NL, ya que el MMF/MPA ha demostrado superiori- 1359

1301 de la médula ósea, que generalmente cursa con leucopenia, dad tanto en inducción como en terapia de mantenimiento a 1360

1302 pero puede aparecer también anemia y/o trombocitopenia. la hora de prevenir recaídas116,141 . Por tanto, el uso de azatio- 1361

1303 Se ha de evitar el uso conjunto de de azatioprina y alopu- prina es una buena alternativa cuando no se dispone de MPAA 1362

1304 rinol por haberse asociado a alto riesgo de mieloablación. (coste económico), en pacientes intolerantes a los MPAA o en 1363

el embarazo. 1364

1305 Justificación En mujeres con NL que deseen gestación o estén emba- 1365

1306 La azatioprina es un agente inmunosupresor, análogo de la razadas, la azatioprina es una buena opción, ya que, aunque 1366

1307 6-mercaptopurina, que actúa como antimetabolito, interfi- atraviesa la placenta, el hígado fetal carece de la enzima que 1367

1308 riendo con la síntesis de las purinas, deteniendo el ciclo convierte a la azatioprina en 6-mercaptopurina, su metabolito 1368

1309 celular y reduciendo la secreción de IL-2. El efecto de la 6- activo, y por tanto, no produce efectos a nivel fetal. La exposi- 1369

1310 mercaptopurina, que obtiene a partir de la azatioprina a través ción a azatoprina sí se ha relacionado con aumento de riesgo 1370

1311 de diferentes rutas metabólicas, entre la que destaca la de la de bajo peso al nacimiento y parto pretérmino142 . 1371

1312 xantina-oxidasa, causa una reducción de la síntesis de purina


1313 intracelular, lo que resulta en una disminución de los linfoci-
1314 tos T y B circulantes. También es responsable de la apoptosis Rituximab y otros anti-CD20 1372

1315 de linfocitos T circulantes136 .


1316 La dosis inicial de azatioprina en NL suele ser 1,5-2 Recomendaciones 1373

1317 mg/kg/día, y se recomienda monitorización del hemograma Aunque no se ha demostrado en ensayos clínicos controla- 1374

1318 a las dos semanas de inicio del tratamiento. Las dosis máxi- dos, rituximab puede ser una alternativa eficaz y segura para 1375

1319 mas son de 3-3,5 mg/kg/día. Durante el incremento de dosis, se el tratamiento de la NL refractaria al tratamiento de primera 1376

1320 recomienda un hemograma cada cuatro a seis semanas y, tras línea. 1377

1321 alcanzar una dosis estable, al menos cada tres meses durante En los próximos años, deberá establecerse el perfil del 1378

1322 el primer año. En caso de que el paciente presente leucopenia paciente con NL candidato al tratamiento con nuevos agentes 1379

1323 o plaquetopenia, la dosis se ha de reducir en 50 mg o retirar anti-CD20 como el obinutuzumab.

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
18 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

1380 Justificación requerir tratamiento. Los más frecuentes son: 1436

1381 Mecanismo de acción y farmacología. El rituximab es una


1382 inmunoglobulina (Ig) glicosilada constituida por las regiones A) Reacciones durante la infusión o pasadas las dos horas 1437

1383 constantes de las IgG1 humanas y las secuencias de la región siguientes a la primera dosis puede presentarse fiebre, 1438

1384 variable de las cadenas ligeras y pesadas murinas que se une escalofríos y temblores. Otros efectos adversos menos 1439

1385 específicamente al antígeno CD20, una fosfoproteína trans- frecuentes son: rubor y picor en la piel, náuseas y vómi- 1440

1386 membrana no glucosilada que se expresa en los linfocitos tos, cansancio, cefalea, dificultad al respirar, edema de 1441

1387 pre-B y B maduros. la lengua o garganta, picor y congestión nasal, vómi- 1442

1388 El dominio Fab del rituximab se une al antígeno CD20 en la tos o palpitaciones.En algunos pacientes pueden también 1443

1389 superficie de los linfocitos B, mientras que el dominio Fc puede producirse disminución del número de glóbulos rojos, gló- 1444

1390 reclutar efectores de la respuesta inmune para mediar la lisis bulos blancos o de ambos.Si el paciente padece alguna 1445

1391 de los linfocitos B. Los mecanismos posibles de la lisis celular cardiopatía o una angina de pecho, estas podrían empeo- 1446

1392 mediada por efector incluyen citotoxicidad dependiente del rar. Tras la segunda infusión es menos probable que 1447

1393 complemento como resultado de la unión de C1q y la citotoxi- aparezcan estas reacciones. 1448

1394 cidad celular dependiente de anticuerpos mediada por uno o B) Infecciones: se pueden contraer infecciones más fácil- 1449

1395 más receptores Fc␥ de la superficie de los granulocitos, macró- mente después del tratamiento con rituximab. Se han 1450

1396 fagos y células NK. También se ha demostrado que la unión comunicado casos de reactivación de hepatitis B y otras 1451

1397 del rituximab al antígeno CD20 de los linfocitos B induce la enfermedades virales. 1452

1398 muerte celular por apoptosis. C) Leucoencefalopatía multifocal progresiva143–147 . 1453

Obinutuzumab, por su parte, produce muerte directa de 1454


1399 Efectos biológicos. En pacientes con LES se observa una dis-
células B y produce citotoxicidad transmitida por células 1455
1400 minución inmediata del número de linfocitos B en sangre
con dependencia de los anticuerpos significativamente más 1456
1401 periférica después de las dos perfusiones de 1.000 mg de ritu-
alta en comparación con rituximab y también exhibe menor 1457
1402 ximab separadas por un intervalo de 14 días. El número de
dependencia del complemento para el agotamiento de las 1458
1403 linfocitos B en sangre periférica empieza a aumentar desde
células B. Recientemente se ha evaluado en el estudio NOBI- 1459
1404 la semana 24 y la evidencia de repoblación se observa, en la
LITY el papel de obinutuzumab en la NL. Se observaron 1460
1405 mayoría de los pacientes, en la semana 40, independiente-
mejores respuestas renales hasta la semana 104 en pacientes 1461
1406 mente de que rituximab se administre en monoterapia o en
con NL que recibieron obinutuzumab más terapias estándar en 1462
1407 combinación143–145 .
comparación con las terapias estándar solas. El obinutuzumab 1463
1408 Los linfocitos B desempeñan un papel fundamental en la
fue bien tolerado y no se identificaron más efectos colaterales 1464
1409 patogenia del LES, lo que hace que el rituximab, una tera-
que en el grupo control. Estos resultados están pendientes de 1465
1410 pia de depleción de linfocitos B, sea una opción terapéutica
confirmación en el estudio fase 3 REGENCY actualmente en 1466
1411 atractiva en el LES y la NL. A pesar del fracaso en un ensayo
marcha149 . 1467
1412 clínico, rituximab ha mostrado resultados alentadores en el
1413 tratamiento de la NL refractaria al tratamiento en escenarios
Belimumab 1468
1414 clínicos de la vida real. En los metaanálisis, el rituximab ha
1415 demostrado ser eficaz, especialmente en la NL que es refrac-
Recomendaciones 1469
1416 taria al tratamiento estándar. La mayoría de los estudios han
Belimumab, añadido a la terapia estándar de la NL, ha demos- 1470
1417 sido retrospectivos, pero un estudio de cohorte prospectivo
trado superioridad significativa frente a placebo para obtener 1471
1418 observacional de un solo centro demostró la eficacia de un
mejoría de la NL, con un aceptable perfil de seguridad. 1472
1419 régimen ahorrador de corticoides de rituximab y MMF para
Belimumab ha demostrado su eficacia para disminuir las 1473
1420 la NL143–145 . Por otra parte, rituximab puede utilizarse en
manifestaciones clínicas extrarrenales del LES y prevenir 1474
1421 combinación con otros inmunomoduladores como CYC, inhi-
recaídas. 1475
1422 bidores de calcineurina o belimumab y constituye pilar del
1423 tratamiento secuencial en la NL refractaria. Los resultados del
Justificación 1476
1424 registro francés de autoinmunidad y rituximab revelaron una
Belimumab es un anticuerpo monoclonal humano de IgG1␭ 1477
1425 tasa de respuesta de 74% cuando se agregó rituximab a otro
que se une específicamente a la forma soluble de la proteína 1478
1426 agente inmunosupresor146,147 .
estimuladora de linfocitos B humanos (BLyS, también cono- 1479
1427 A pesar de la evidencia reportada de la eficacia del rituxi-
cido como BAFF y TNFSF13B). Los niveles de BLyS son elevados 1480
1428 mab en la enfermedad refractaria, una serie de casos reciente
en algunos pacientes con LES y pueden desempeñar un papel 1481
1429 mostró que cinco de cada siete pacientes no presentaron
en la patogénesis de la enfermedad150 . Belimumab bloquea 1482
1430 mejoría después del rituximab, cuando se acompañó de una
la unión de BLyS soluble (factor de supervivencia de la célula 1483
1431 depleción incompleta de células B148 . De esta forma el papel de
B) inhibe la supervivencia de las células B y reduce la dife- 1484
1432 la monitorización de subpoblaciones linfocitarias para esta-
renciación de células B a células plasmáticas productoras de 1485
1433 blecer la dosis y frecuencia de administración de rituximab
inmunoglobulinas151,152 . Fue aprobado por la Food and Drug 1486
1434 esta aún por aclarar.
Administration (FDA) para los pacientes con LES después de los 1487

resultados de dos estudios en fase 3 (BLISS-52 y el BLISS-76)153 . 1488

1435 Efectos adversos. La mayor parte de estos efectos adversos son En ambos estudios, belimumab demostró una reducción de 1489

de intensidad leve a moderada, pero algunos de ellos pueden ≥ 4 en los índices de actividad del LES (SLEDAI) y la mejora 1490

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 19

1491 en el índice de respuesta al LES (SRI) a la semana 52. Estos el tratamiento de la NL en el momento de redacción de este 1549

1492 estudios excluyeron los pacientes con afectación renal grave documento. 1550

1493 demostrada por biopsia renal. Sin embargo, un estudio post


1494 hoc analizó la respuesta renal de 267 pacientes a lo largo de 52
1495 semanas y demostró reducciones de la proteinuria significa- Justificación 1551
1496 tivamente mayores en los pacientes tratados con belimumab El mejor conocimiento fisiopatológico del LES y de la NL ha 1552
1497 frente a los tratados con placebo, lo que constituyó la prin- provocado que en los últimos años haya aumentado de forma 1553
1498 cipal justificación de la fase III del Estudio Internacional de importante el interés para explorar nuevas dianas terapéuti- 1554
1499 Belimumab en la NL (BLISS-LN)153,154 . cas mediante ensayos clínicos con nuevos fármacos162 . 1555
1500 El BLISS-LN asignó a 448 pacientes con biopsia de NL cla- El interferón es una de estas dianas. Se sabe que participa 1556
1501 ses III-V en proporción 1:1 a belimumab intravenoso 10 mg/kg activamente en la fisiopatología del LES y de la NL, princi- 1557
1502 o placebo añadido a la terapia estándar (corticoides orales y palmente el interferón tipo 1. Es por este motivo que se ha 1558
1503 MMF o CYC IV seguido de azatioprina durante un total de 104 considerado de interés bloquear su efecto con la utilización 1559
1504 semanas)155 . La aleatorización se realizó según el régimen de del anifrolumab, un anticuerpo monoclonal anti receptor del 1560
1505 inducción y el grupo racial. Belimumab fue iniciado dentro interferón tipo 1. Los estudios fase III (TULIP-2) en LES han 1561
1506 de las primeras ocho semanas después de la biopsia renal demostrado una mayor eficacia ante placebo, junto al trata- 1562
1507 y fue continuado de forma regular (mensualmente) durante miento estándar de base, en reducción de actividad en lupus 1563
1508 dos años de seguimiento. El objetivo principal del estudio fue moderado-severo. En EE. UU. se ha aprobado su utilización 1564
1509 analizar la respuesta renal (definida como un cociente protei- en este perfil de pacientes. Actualmente ya está finalizado 1565
1510 nuria/creatinina en orina ≤ 0,7 g/g, una reducción del eGFR un estudio fase II en NL, junto a corticoides y micofenolato 1566
1511 no superior a 20% respecto al valor basal o un eGFR ≥ 60 (TULIP-LN study NCT02547922). Los resultados preliminares, 1567
1512 mL/min/1,73 m2 y no precisar tratamiento de rescate) en la a la espera de la publicación definitiva, indican la no conse- 1568
1513 semana 104 del estudio. Al finalizar el estudio, 43% de los cución del objetivo primario de reducción de proteinuria a la 1569
1514 pacientes tratados con belimumab alcanzaron la respuesta semana 52, siendo la tasa de RC a la semana 52 (objetivo secun- 1570
1515 renal en comparación con 32% del grupo placebo (OR 1,6, p = dario) numéricamente mayor con la dosis alta de anifrolumab, 1571
1516 0,03), esta diferencia también fue significativa en la semana 52 aunque sin significación estadística163 . 1572
1517 (47 vs. 35%). Respecto, al criterio de remisión renal completa Otras dianas terapéuticas exploradas actualmente en 1573
1518 (definido como un cociente proteinuria/creatinina ≤ 0,5 g/g, diversos ensayos clínicos son: 1574
1519 una reducción del eGFR no superior al 10% respecto al valor
1520 basal o un eGFR ≥ 90 mL/min/1,73 m2 ), los pacientes tratados • El bloqueo del complemento, con una sólida evidencia de 1575
1521 con belimumab alcanzaron 30% respecto al 20% del grupo pla- su implicación patogénica. Hay ensayos clínicos en NL 1576
1522 cebo (OR: 107, p = 0,02). El grupo de pacientes que recibieron proliferativa en marcha con ravulizumab (un anticuerpo 1577
1523 belimumab tuvieron una menor incidencia de eventos renales monoclonal antiC5; NCT04564339), narsoplimab (un anti- 1578
1524 y/o muerte durante el estudio. Si bien estos resultados pueden cuerpo monoclonal anti-MASP-2; NCT02682407), APL-2 (un 1579
1525 considerarse auspiciosos, cabe destacar que las observacio- inhibidor de C3; NCT03453619) y vemircopan (ALXN2050, un 1580
1526 nes de los análisis de subgrupos destacaron un beneficio del inhibidor oral del factor D; NCT05097989). El eculizumab, el 1581
1527 belimumab para los pacientes que lo recibieron junto al MMF, anticuerpo monoclonal antiC5 con mayor experiencia, no 1582
1528 pero no para los pacientes que recibieron belimumab junto se ha explorado de forma controlada en la NL y se limita su 1583
1529 con CYC/AZ (pacientes con un perfil de enfermedad renal más uso a los casos con SAF y/o signos de MAT refractaria164 . 1584
1530 grave) y en los pacientes de raza negra156,157 . Belimumab no • El bloqueo de coestimulación. Hay ensayos clínicos en NL 1585
1531 demostró beneficio en los pacientes con mayor cuantía de pro- proliferativa con iscalumab (CFZ533, un anticuerpo mono- 1586
1532 teinuria (> 3 g/g)153,154 . Sin embargo, un reciente análisis post clonal antiCD40; NCT03610516), y BI 655064 (un anticuerpo 1587
1533 hoc del BLISS-LN, belimumab presentaba un doble efecto bene- monoclonal antiCD40; NCT03385564 y NCT02770170) 1588
1534 ficioso, disminuía el número de recidivas y enlentecía la caída • Diversas citocinas. Hay ensayos clínicos en NL prolifera- 1589
1535 del eGFR preservando la función renal158 . Por último, cabe des- tiva con secukinumab (anticuerpo monoclonal anti IL-17A; 1590
1536 tacar el papel de belimumab en la reducción o retirada de NCT04181762) y guselkumab (anticuerpo monoclonal anti 1591
1537 los corticoides en el paciente con NL11 y su posible combi- IL-23; NCT04376827). 1592
1538 nación con rituximab en la NL refractaria159,160 . Aunque son
1539 necesarios más estudios para definir el perfil del candidato al
1540 tratamiento con este fármaco161 , belimumab es el primer bio-
1541 lógico autorizado para el tratamiento de la NL, constituyendo Tratamiento de la nefritis lúpica: inducción y
1542 una alternativa eficaz y segura para el tratamiento de la NL. mantenimiento

1543 Otros fármacos Clases I y II 1593

1544 Recomendaciones Recomendaciones 1594

1545 Se recomienda participar e incluir pacientes con NL en ensa- En los casos con NL clase I recomendamos tratamiento con 1595

1546 yos clínicos controlados con tratamientos emergentes para HCQ, medidas nefroprotectoras generales y tratamiento del 1596

1547 poder explorar y consolidar nuevas terapias en esta patolo- LES según las manifestaciones extrarenales que pueda pre- 1597

1548 gía. En la Tabla S8 se resumen los fármacos en estudio para sentar (fig. 4). 1598

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
20 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

Figura 4 – Actitud terapéutica y medidas generales en las clases histológicas I y II


ARA-II: antagonistas de los receptores de angiotensina II; FRCV: ractores de riesgo cardiovascular; IECAs: inhibidores de la
enzima convertidora de angiotensina; ISN/RPS: International Society of Nephrology/Renal Pathology Society; LES: lupus
eritematoso sistémico; MPAA: análogos del ácido micofenólico; SRAA: sistema renina-angiotensina-aldosterona.

1599 En los pacientes con NL clase II que presenten proteinuria < progresión de la proteinuria a > 1 g/24 h de forma persistente, 1626

1600 1 g/24 h y sedimento urinario normal recomendamos el mismo a pesar de las medidas instauradas con el bloqueo del SRAA 1627

1601 tratamiento que en la NL clase I (fig. 4). optimizado, con o sin hematuria o disfunción renal, aconseja 1628

1602 En los pacientes con NL clase II que presenten proteinuria reconsiderar el diagnóstico con una relectura dirigida de la 1629

1603 > 1 g/24 h y/o sedimento con hematuria de origen glomeru- biopsia renal previa o realizando una nueva biopsia renal para 1630

1604 lar a pesar de bloqueo optimizado del SRAA recomendamos descartar una progresión a formas más severas. En las dife- 1631

1605 reevaluar la biopsia renal o realizar una nueva biopsia para rentes series estudiadas de biopsias repetidas alrededor de 1632

1606 descartar otra clase de NL. Si se confirma una NL clase II, 70-78% de casos de NL no proliferativa progresan a formas 1633

1607 sugerimos añadir al tratamiento general corticoides y MPAA proliferativas o a membranosa, cambiando radicalmente su 1634

1608 durante seis a 12 meses con retirada gradual posterior según abordaje terapéutico y su pronóstico16 . 1635

1609 evolución (fig. 4). La presentación de la NL tipo I y II con síndrome nefró- 1636

tico establecido se considera dentro del entorno de la PL (ver 1637

1610 Justificación apartado Podocitopatía lúpica). 1638

1611 Las NL tipo I y II son consideradas habitualmente formas Las pacientes que tras la reevaluación histológica se man- 1639

1612 leves de afectación renal con un buen pronóstico165 . No exis- tienen en clase II con proteinuria subnefrótica a pesar de un 1640

1613 ten estudios controlados que sustenten una pauta terapéutica bloqueo del SRAA optimizado pueden beneficiarse de pautas 1641

1614 específica en este grupo de pacientes, aunque se recomienda de corticoides en monoterapia o, preferiblemente en combi- 1642

1615 que todos sean tratados de base con una pauta inmuno- nación con otros inmunosupresores como MMF167,168 . 1643

1616 moduladora con HCQ. Hay consenso en que en los casos


1617 con proteinuria leve < 1 g/24 horas se puedan manejar de
1618 forma conservadora instaurando o intensificando el bloqueo Podocitopatía lúpica
1619 del SRAA con IECA o ARA-II independientemente de la PA,
1620 tanto por su efecto renoprotector como por su potencial efecto Recomendaciones 1644

1621 antiinflamatorio165,166 . Además, se deberá insistir en un con-


1622 trol estricto de la PA y la dislipemia y de otros factores de riesgo En los casos diagnosticados de PL recomendamos un tra- 1645

1623 cardiovascular (apartados 3.1 a 3.4). tamiento similar al del síndrome nefrótico por lesiones 1646

1624 Cabe destacar que las clases de NL no son estancas, mínimas, incluyendo corticoides como primera línea de trata- 1647

1625 pudiendo evolucionar y progresar en el tiempo. La presencia o miento, inhibidores de calcineurina como segunda línea en los 1648

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 21

Figura 5 – Tratamiento de la podocitopatía lúpica


CsA: ciclosporina; MPAA: análogos del ácido micofenólico; TAC: tacrolimus.

1649 córticoresistentes y rituximab, CYC (pauta Eurolupus), MPAA La forma colapsante es la variante histológica más agresiva 1671

1650 o inhibidores de calcineurina como alternativas terapéuticas de PL, pudiendo requerir mayor inmunosupresión. Los pacien- 1672

1651 en los córticodependientes o con recaídas frecuentes (fig. 5). tes afroamericanos (variante genética de riesgo alto APOL1) 1673

1652 En los casos de PL córtico-resistentes en los que aparece pueden no responder a la inmunosupresión173,174 . 1674

1653 deterioro de función renal no explicado por otras causas y/o Más de la mitad de los pacientes con PL presen- 1675

1654 hematuria de origen glomerular, recomendamos realización tan recaídas170 y suelen coincidir con las manifestaciones 1676

1655 de nueva biopsia renal para descartar cambio de clase histo- extrarrenales y/o la actividad serológica del LES. No se ha 1677

1656 lógica (fig. 5). observado diferencia en la tasa de recaídas según el grupo his- 1678

tológico de PL. Entre 30-50% de los pacientes con PL presentan 1679

fracaso renal agudo, siendo más probable su aparición en los 1680

1657 Justificación casos de GSFS. 1681

Las recaídas con corticoides (monoterapia) pueden llegar a 1682

1658 Actualmente no existen ensayos clínicos aleatorizados sobre 89,5%, pero disminuyen significativamente a 50% si se asocian 1683

1659 PL. Los estudios observacionales muestran que de manera con otros inmunosupresores175 . 1684

1660 similar al síndrome nefrótico por lesiones mínimas (LM), sue- Al igual que el tratamiento de las LM, se sugiere la adminis- 1685

1661 len responder a ciclos cortos con dosis elevadas de corticoides tración de prednisona en dosis única de 1 mg/kg/día (máximo 1686

1662 (76% RC, 90% RP a las cuatro semanas de tratamiento)169,170 , 80 mg) o dosis única en días alternos de 2 mg/kg (máximo 1687

1663 pero con una elevada tasa de recaídas170,171 . 120 mg). Según el grado de tolerancia, pueden mantenerse 1688

1664 Las formas de PL asociadas a la glomeruloesclerosis focal estas dosis durante un mínimo de cuatro semanas, si se 1689

1665 y segmentaria (GSFS) parecen tener peor respuesta a la logra la RC, hasta máximo 16 semanas si no es así. La 1690

1666 monoterapia con corticoides (RC 22,2%, RP 55,6%) y necesi- reducción de corticoides debe ser lenta, hasta seis meses post- 1691

1667 tar mayor tiempo para alcanzarlas (hasta ocho semanas de remisión176,177 . 1692

1668 tratamiento)172 . Similar a otras patologías glomerulares, en las formas córti- 1693

1669 Esto nos lleva a considerar la combinación de corticoides coresistentes debe plantearse la combinación corticoides-ICN. 1694

1670 con otros inmunosupresores. En pacientes córticosensibles o con recaídas frecuentes, puede 1695

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
22 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

1696 plantearse la combinación de corticoides con otros inmuno- CYC113 , con mejor perfil de seguridad. Este beneficio se da 1753
1697 supresores, como MPAA, azatioprina, CYC, ICN o rituximab119 . en diversos grupos étnicos, incluyendo población negra e 1754

hispanoamericana115 . Así, son de primera elección en pacien- 1755


1698 Clases III/ IV ± V. Tratamiento inicial o de inducción tes cumplidores y/o cuando la CYC no es una alternativa viable 1756

(fig. 6)42,50 . 1757


1699 Recomendaciones La CYC aún constituye una opción terapéutica de primer 1758
1700 Todos los pacientes con clases III, IV, o III/IV + V deben de orden, especialmente si existe incumplimiento terapéutico o 1759
1701 recibir como tratamiento inicial corticoides (salvo contrain- contraindicaciones a MPAA. Ha demostrado sostenidamente 1760
1702 dicaciones a los mismos) junto con otros inmunosupresores. su superioridad frente a la monoterapia con corticoides para 1761
1703 Como esquema preferente de tratamiento esteroideo sugeri- inducir remisión y preservar la función renal91,105 . Se prefiere 1762
1704 mos pulsos IV de metilprednisolona (250-500 mg/día) durante la administración intravenosa debido a su menor riesgo de 1763
1705 tres días consecutivos seguidos de una pauta de dosis reducida efectos adversos (tabla 6). La vía oral, aunque eficaz, es menos 1764
1706 (prednisona oral o equivalentes 0,5-0,6 mg/kg/día) (tabla 7). utilizada por las mayores dosis y toxicidad acumuladas107,108 . 1765
1707 En los pacientes que presenten proteinuria < 3 g/24 horas, El ensayo clínico «Euro-Lupus Nephritis Trial», realizado en 1766
1708 perfil de buen cumplimiento terapéutico, preocupación por pacientes europeos y predominantemente caucásicos, con 1767
1709 infertilidad o contraindicaciones/intolerancia a la CYC, sugeri- NL clases III, IV o V, demostró que dosis bajas de CYC (500 1768
1710 mos doble tratamiento inmunosupresor inicial con corticoides mg-IV/quincenal durante tres meses), seguido por azatio- 1769
1711 y MPAA (en dosis equivalentes a 2 g/día de micofenolato mofe- prina oral, tienen la misma eficacia clínica e inmunológica 1770
1712 til) (fig. 6). a corto y largo plazo que las dosis altas, con menos riesgo 1771
1713 En los casos con proteinuria < 3 g/24 horas, riesgo de incum- de infecciones90,106 . Aunque esta «pauta Eurolupus» evaluó 1772
1714 plimiento terapéutico o contraindicaciones/intolerancia a pacientes con función renal relativamente preservada y tuvo 1773
1715 MPAA sugerimos doble tratamiento inmunosupresor inicial poca representación de grupos étnicos con presentaciones clí- 1774
1716 con corticoides y CYC intravenosa (pauta Eurolupus). Tras la nicas más agresivas, es un abordaje eficaz, seguro y de uso 1775
1717 administración del sexto y último pulso de CYC se comenzará frecuente en pacientes con NL proliferativa42,50,106 . 1776
1718 tratamiento con MPAA o azatioprina en caso de intolerancia a Diversos estudios realizados en los últimos años han 1777
1719 MPAA (fig. 6). mostrado superioridad de la así llamada triple terapia inmu- 1778
1720 En aquellos casos tratados con corticoides + MPAA o cor- nosupresora sobre el tratamiento inmunosupresor doble con 1779
1721 ticoides + CYC que no hayan presentado una reducción de corticoides más otro agente inmunosupresor. En el estudio 1780
1722 proteinuria de al menos un 25% tras dos a tres meses de trata- BLISS-LN se demostró que la combinación de corticoides, 1781
1723 miento con corticoides + MPAA o al finalizar los bolos de CYC, belimumab y MMF o CYC era significativamente superior al 1782
1724 sugerimos añadir al tratamiento belimumab (sobre todo si per- tratamiento con corticoides y MMF o CYC para inducir res- 1783
1725 siste la actividad inmunológica) o ICN (sobre todo si persiste puesta renal (apartado Belimumab)155 . Este efecto beneficioso 1784
1726 proteinuria importante) (fig. 6). del belimumab no se observó en los subgrupos con pro- 1785
1727 Sugerimos triple terapia inmunosupresora inicial con cor- teinuria significativa, pacientes de raza negra o que habían 1786
1728 ticoides, MPAA y belimumab en aquellos pacientes que se recibido CYC. Análisis posteriores del estudio mostraron que 1787
1729 ajusten al perfil descrito en la recomendación sobre los pacien- el belimumab prevenía además la aparición de recaídas y 1788
1730 tes con proteinuria y que además presenten manifestaciones enlentecía la pérdida de función renal158 . Por otra parte, diver- 1789
1731 extrarrenales del LES, intensa actividad serológica, necesidad sos estudios han demostrado la eficacia de belimumab para 1790
1732 de reducir más rápidamente corticoides o que hayan tenido controlar las manifestaciones extrarrenales, disminuir la acti- 1791
1733 brotes previos de NL (fig. 6). vidad inmunológica lúpica y reducir precozmente las dosis de 1792
1734 En aquellos pacientes que presenten una proteinuria > 3 corticoides154,180–182 . 1793
1735 g/24 horas o un síndrome nefrótico completo, ajustándose a Los ICN han mostrado un importante efecto antiprotei- 1794
1736 las otras características descritas previamente, sugerimos tri- nurico y citoprotector podocitario en diversas enfermedades 1795
1737 ple terapia inmunosupresora inicial con corticoides + MPAA + glomerulares, incluyendo la NL (apartado Inhibidores de la 1796
1738 ICN (tacrolimus, voclosporina) siempre que la eGFR sea ≥ 45 calcineurina [ICN] [ciclosporina, tacrolimus, voclosporina])183 . 1797
1739 mL/min/1,73m2 . Estudios realizados en China mostraron que la combinación 1798
1740 En los casos con deterioro agudo de función renal sugeri- de corticoides, MMF y tacrolimus era superior a corticoi- 1799
1741 mos aplicar los esquemas de tratamiento ajustados al perfil des más CYC en la obtención de remisiones completas132,133 . 1800
1742 del paciente que se muestran en la figura 5, pero evitando los Estudios prospectivos con VCS han mostrado que este fár- 1801
1743 ICN en pacientes con eGFR < 45 mL/min/1,73m2 . maco añadido a corticoides y MMF induce RC y RP de la 1802

NL en un número significativamente mayor que la tera- 1803


1744 Justificación pia con corticoides más MMF sin aumentar los efectos 1804
1745 Los corticoides mejoran significativamente la inflamación adversos93,135 . La nefrotoxicidad aguda y crónica que los ICN 1805
1746 aguda y la actividad inmunológica de los pacientes que debu- pueden inducir aconseja elegir otros fármacos o usarlos con 1806
1747 tan o recaen con LES y/o NL83,86 . Existe una tendencia a utilizar vigilancia estrecha en enfermos con reducción de la función 1807
1748 dosis menores de corticoides durante la fase inicial por el renal. 1808
1749 menor riesgo de efectos adversos42,50,178 . Aunque no existen estudios diseñados en este sentido, 1809
1750 Los MPAA representan la primera línea de tratamiento sugerimos añadir belimumab (sobre todo si persiste actividad 1810
1751 en la NL proliferativa o mixta (fig. 5). Como terapia de serológica) o un ICN (sobre todo si persiste proteinuria impor- 1811
1752 inducción, muestran eficacia similar114,179 o superior a la tante) en aquellos pacientes tratados con doble terapia que 1812

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 23

Tabla 7 – Regímenes o pautas de corticoides para pacientes con nefritis lúpica


Dosis estándar Dosis moderada Dosis baja

Bolos o pulsos de 0,25-0,5 g/día hasta 0,25-0,5 g/día hasta 0,25-0,5 g/día hasta
metilprednisolona tres días, como tres días, por tres días,
tratamiento inicial administrado a administrado
menudo como generalmente como
tratamiento inicial tratamiento inicial
Dosis equivalente de prednisona oral (mg/día)
Semana 0-2 0,8-1,0 mg/kg (máx. 0,6-0,7 mg/kg (máx. 0,5-0,6 mg/kg (máx.
80 mg) 50 mg) 40 mg)
Semana 3-4 0,6-0,7 mg/kg 0,5-0,6 mg/kg 0,3-0,4 mg/kg
Semana 5-6 30 mg 20 mg 15 mg
Semana 7-8 25 mg 15 mg 10 mg
Semana 9-10 20 mg 12,5 mg 7,5 mg
Semana 11-12 15 mg 10 mg 5 mg
Semana 13-14 12,5 mg 7,5 mg 2,5 mg
Semana 15-16 10 mg 7,5 mg 2,5 mg
Semana 17-18 7,5 mg 5 mg 2,5 mg
Semana 19-20 7,5 mg 5 mg 2,5 mg
Semana 21-24 5 mg < 5 mg 2,5 mg
Semana > 25 < 5 mg < 5 mg < 2,5 mg

Tomado y adaptado de:


KDIGO 2021 Clinical Practice Guideline for the management of glomerular diseases. Kidney International (2021) 100, S1–S276.
Rovin BH, Onno Teng YK, Ginzler EM, Arriens C, Caster DJ, Romero-Diaz J, et al. Efficacy and safety of voclosporin versus placebo for lupus
Q12 nephritis (AURORA-1): a double-blind, randomised, multicentre, placebo-controlled, phase 3 trial. Lancet 2021;10289:2070-80.

Figura 6 – Tratamiento inicial o de inducción en las clases histológicas III/IV ± V


eGFR: tasa de filtración glomerular estimada; ICN: inhibidores de la calcineurina; ISN/RPS: International Society of
Nephrology/Renal pathology Society; MMF: mofetil micofenolato; MPAA: análogos del ácido micofenólico; TAC: tacrolimus;
VCS: voclosporina.

1813 no muestran reducción > 25% de la proteinuria tras dos a tres para avalar un tratamiento específico. En 2013, se publica 1817

1814 meses de tratamiento. un análisis post-hoc del ensayo clínico ALMS (Aspreva Lupus 1818

1815 No disponemos de datos suficientes en el subgrupo de Management study), en el que se compara el tratamiento de 1819

1816 pacientes que debutan con deterioro agudo de la función renal inducción con CYC vs. micofenolato mofetil en 32 pacientes 1820

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
24 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

Figura 7 – Tratamiento de inducción en la clase V (membranosa pura)


ARA-II: antagonistas de los receptores de angiotensina II; CsA: ciclosporina A; FRCV: factores de riesgo cardiovascular; ICN:
inhibidores de la calcineurina; IECAs: inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina; ISN/RPS: International Society
of Nephrology/Renal pathology Society; LES: lupus eritematoso sistémico; MPAA: análogos del ácido micofenólico; SRAA:
sistema-renina angiotensina-aldosterona, TAC: tacrolimus; VCS: voclosporina.

1821 con eGFR < 30 mL/min/1,73m2 184 . De estos 32 pacientes, 12 Sugerimos doble tratamiento inmunosupresor inicial con 1846

1822 fueron aleatorizados a recibir CYC y 20 a micofenolato. Cua- corticoides e ICN (tacrolimus, voclosporina, CsA) en aquellos 1847

1823 tro pacientes (20%) tratados con MMF respondieron y solo dos pacientes con proteinuria entre 1 y 3,5 g/24 horas. Si tras tres 1848

1824 (17%) tratados con CYF. La función renal en el grupo tratado a cuatro meses de tratamiento (sobre todo si se acompaña 1849

1825 con MMF mejoró más rápidamente que en el grupo tratado de actividad inmunológica persistente) no se ha obtenido 1850

1826 con CYF. Los eventos adversos graves fueron más frecuen- una reducción de proteinuria de al menos un 25%, sugerimos 1851

1827 tes en el grupo tratado con CYF (63,6 vs. 45%). Sin embargo, añadir MPAA al tratamiento (fig. 7). 1852

1828 este subanálisis se basa en un tamaño muestral demasiado En los pacientes que presentan proteinuria > 3,5 g/24 horas 1853

1829 pequeño para poder extraer conclusiones definitivas a favor o síndrome nefrótico completo, sugerimos triple tratamiento 1854

1830 de un tratamiento u otro. En este estudio además se evidencia inmunosupresor desde el inicio con corticoides, ICN y MPAA 1855

1831 que los pacientes con eGFR bajo responden mal a cualquier (fig. 6). 1856

1832 tratamiento (19% comparado con 55% en pacientes con eGFR


1833 superior) y generalmente tienen mayores efectos adversos
Justificación 1857
1834 comparados con pacientes que debutan con mejor función
La nefropatía membranosa lúpica pura es una enfermedad 1858
1835 renal (52 vs. 25%).
rara, generalmente asociada a síndrome nefrótico. La progre- 1859
1836 La nefrotoxicidad aguda y crónica que los ICN pueden indu-
sión a ERC es lenta, pero puede acelerarse por la frecuencia 1860
1837 cir aconseja elegir otros fármacos o usarlos con vigilancia
de los brotes. El síndrome nefrótico persistente y/o el uso 1861
1838 estrecha en enfermos con reducción de la función renal.
frecuente de corticoides pueden conducir a una serie de com- 1862

plicaciones potencialmente graves. 1863

Existe acuerdo en que los pacientes con síndrome nefrótico 1864

1839 Clase V (Membranosa pura). Tratamiento inicial o de persistente deben recibir terapia inmunosupresora, mientras 1865

1840 inducción que hay controversia sobre el uso de inmunosupresión en 1866

pacientes con proteinuria subnefrótica, sin embargo, parece 1867

1841 Recomendaciones recomendable su uso cuando la proteinuria persiste > 1 g/24 1868

1842 En los pacientes con proteinuria < 1 g/24 horas sugerimos horas a pesar de un tratamiento optimo con inhibidores del 1869

1843 tratamiento con HCQ, medidas nefroprotectoras generales y SRAA185 . 1870

1844 tratamiento del LES según las manifestaciones extrarrenales Diferentes tratamientos inmunomoduladores han demos- 1871

1845 que pueda presentar (fig. 7). trado ser efectivos, pero aún persisten varias incertidumbres 1872

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 25

1873 sobre el tratamiento y pocos datos derivados de ensayos eficaz en aquellos que no toleren MPAA. Se aconseja una 1930

1874 clínicos controlados. Los corticoides solos son poco efectivos. duración mínima de tres años para ambos fármacos, con 1931

1875 Los derivados del ácido micofenólico pueden inducir remisión una disminución gradual y cautelosa de la dosis antes de 1932

1876 renal, pero requieren más tiempo para conseguir el objetivo su suspensión. En un análisis post-hoc del estudio BLISS-LN 1933

1877 terapéutico que los ICN130 . En pacientes con síndrome se observó que belimumab disminuía significativamente el 1934

1878 nefrótico severo, se puede obtener una reducción más rápida riesgo de recaídas155,158 , por lo que su uso durante la fase 1935

1879 y sostenida de la proteinuria con una terapia triple con ICN, de mantenimiento puede ser beneficioso en pacientes con 1936

1880 MPAA y corticoides135,186 . recaídas frecuentes, intolerancia o contraindicaciones a la 1937

HCQ o manifestaciones extrarrenales persistentes. 1938

1881 Tratamiento de mantenimiento clases III/ IV ± V y clase V No está establecido el régimen óptimo de mantenimiento 1939

en la clase V (membranosa pura), dada la escasez de ensa- 1940

1882 Recomendaciones yos clínicos específicos. La evidencia proviene principalmente 1941

1883 Sugerimos que los pacientes con NL alcancen a los seis meses de ensayos que incluyen clases proliferativas o mixtas y con 1942

1884 de iniciado el tratamiento dosis de corticoides en torno a 2,5- regímenes basados en MPAA5 . Un estudio aleatorizado en 1943

1885 5 mg/día, e intentar su retirada entre los 18 a 24 meses de pacientes con clases IV y V comparó la terapia de manteni- 1944

1886 tratamiento, siempre que se encuentren en remisión clínica y miento con CsA o azatioprina, siendo la incidencia de recaídas 1945

1887 serológica (fig. 8). similar124 . En un ensayo aleatorizado en pacientes con clase 1946

1888 En pacientes con NL que han alcanzado remisión clínica y V pura la CsA indujo más remisiones a los 12 meses que CYC 1947

1889 sobre todo, en presencia de remisión serológica, recomenda- o corticoides (83 vs. 60 y 27%, respectivamente) pero la inci- 1948

1890 mos una reducción gradual y progresiva en la dosis del MPAA dencia de recaídas fue significativamente mayor con CsA en 1949

1891 a partir de los 18-24 meses, con el objetivo final de su retirada el seguimiento extendido (120 meses)188 . No se observaron 1950

1892 después de tres a cinco años de tratamiento (fig. 8). diferencias significativas en otro estudio que comparó MPAA 1951

1893 Sugerimos azatioprina como tratamiento de manteni- y tacrolimus como terapia de mantenimiento128 . Sugerimos 1952

1894 miento en pacientes que no toleren MPAA, con una dosis oral un descenso lento y progresivo de la dosis de ICN en aquellos 1953

1895 diaria entre 1,5-2 mg/kg/día. Deberá seguirse una pauta de pacientes con NL clase V que han alcanzado remisión clínica 1954

1896 reducción gradual y de suspensión similar a la recomendada tras una terapia inicial con corticoides más ICN (fig. 7). 1955

1897 para MPAA (fig. 7).


1898 Sugerimos administrar belimumab durante la fase de man-
1899 tenimiento en pacientes con intolerancia o contraindicaciones Situaciones especiales
1900 a la HCQ y/o a los corticoides, en pacientes con recaídas fre-
1901 cuentes, con manifestaciones extrarrenales persistentes y/o Nefritis lúpica refractaria o resistente 1956

1902 con intensa o persistente actividad serológica (fig. 8).


1903 En pacientes con clase V (membranosa pura) tratados ini- Recomendaciones 1957

1904 cialmente con corticoides más ICN (fig. 7), la reducción de Sugerimos definir la NL refractaria o resistente como la falta 1958

1905 corticoides debería seguir lo expuesto en la recomendación de respuesta o empeoramiento manifiesto de proteinuria y/o 1959

1906 sobre los pacientes con NL (de este apartado). Respecto a los función renal tras al menos tres meses de tratamiento con 1960

1907 ICN, sugerimos iniciar una reducción lenta y gradual a partir triple terapia inmunosupresora, de acuerdo con los esquemas 1961

1908 de los 9-12 meses en casos con RC y a partir de los 18-24 meses propuestos en las figuras 6 y 7 (fig. 9). 1962

1909 en casos con RP hasta su suspensión. En los casos de NL refractaria tras tratamientos inmuno- 1963

supresores basados en MPAA sugerimos añadir rituximab o 1964

1910 Justificación cambiar MPAA por CYC (pauta Eurolupus) (fig. 9). 1965

1911 Los esquemas de dosis reducidas de corticoides tienen efi- En los casos de NL refractaria tras tratamientos inmuno- 1966

1912 cacia similar que las dosis más altas, pero menos efectos supresores basados en CYC sugerimos añadir rituximab o 1967

1913 secundarios. En pacientes en remisión clínica y serológica extender los pulsos IV de CYC hasta completar seis meses de 1968

1914 después de 18-24 meses de tratamiento es aconsejable tratamiento (fig. 9). 1969

1915 intentar su suspensión, especialmente si reciben HCQ y otro En los casos sin respuesta tras las medidas descritas en 1970

1916 inmunosupresor. Los pulsos intravenosos de CYC no suelen las recomendaciones previas, sugerimos tratamiento con los 1971

1917 emplearse como terapia de mantenimiento por su elevada nuevos fármacos anti-CD20 (obinutuzumab) o fármacos anti- 1972

1918 dosis acumulada y la disponibilidad de MPAA o azatioprina, mieloma (daratumumab, bortezomib) o bien, la inclusión de 1973

1919 que tienen menor incidencia de efectos adversos y mayor estos pacientes en ensayos clínicos con nuevos fármacos en 1974

1920 eficacia comparativa187 . En una prolongación del estudio evaluación. 1975

1921 ALMS en 227 pacientes que habían alcanzado remisión ini-


1922 cial, MMF fue superior a azatioprina para prevenir recaídas Justificación 1976

1923 (12 vs. 23%, respectivamente) y mantener la remisión clínica La NL refractaria o resistente, supone una respuesta 1977

1924 tras 36 meses de terapia de mantenimiento116 . En el estudio inadecuada o insuficiente al tratamiento administrado y 1978

1925 MAINTAIN, realizado en 105 pacientes, no hubo diferencias representa hasta el 30% de los pacientes tratados159 . 1979

1926 en el número de recaídas, aunque si una mayor incidencia de Actualmente, no existe una definición uniforme y consen- 1980

1927 leucopenia con azatioprina106 . Por todo ello, los MPAA son los suada de NL refractaria145 , pero hay iniciativas en curso 1981

1928 fármacos más frecuentemente utilizados como tratamiento (http://lupusnephritis.org/), debiendo incluir el fracaso para 1982

1929 de mantenimiento, aunque la azatioprina es una alternativa alcanzar objetivos en determinados parámetros clínicos 1983

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
26 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

Figura 8 – Tratamiento de mantenimiento en las clases III/IV ± V y V


ARA-II: antagonistas de los receptores de angiotensina II; CsA: ciclosporina A; HCQ: hidroxicloroquina; FRCV: factores de
riesgo cardiovascular; ICN: inhibidores de la calcineurina; IECAs: inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina;
iSGLT2: inhibidores del cotransportador tubular 2 de sodio-glucosa; PA: presión arterial; MMF: mofetil micofenolato; MPAA:
análogos del ácido micofenólico; TAC: tacrolimus; VCS: voclosporina.

Figura 9 – Recomendaciones y opciones terapéuticas en nefritis lúpica refractaria


LES: lupus eritematoso sistémico; MPAA: análogos del ácido micofenólico.

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 27

1984 (reflejando actividad persistente de la enfermedad y progre- Cuando la recaída tiene unas características clínicas dife- 2041

1985 sión del daño renal), exposición a fármacos y un período rentes a las del primer brote, una nueva biopsia renal permite 2042

1986 de observación143 . Antes de su diagnóstico, debemos des- descartar cambios de clase histológica. En pacientes con recaí- 2043

1987 cartar incumplimiento terapéutico, dosis subóptimas de das repetidas puede ser muy difícil diferenciar una proteinuria 2044

1988 tratamiento, probables factores genéticos y un posible daño residual por cicatrización de lesiones previas de la producida 2045

1989 renal irreversible o una patología renal concomitante (fig. 8)189 . por lesiones activas. En estos casos una nueva biopsia puede 2046

1990 Para esto último, la realización de una segunda biopsia renal aportar datos de gran utilidad3,16,19 (apartado Indicaciones de 2047

1991 es crítica por sus implicancias pronósticas y terapéuticas15–17 biopsia renal y de rebiopsia). 2048

1992 (Figura S1, apartado 1.2). En los casos con recaídas podría extenderse la duración 2049

1993 En los casos verdaderamente refractarios, el tratamiento del tratamiento con MPAA (o azatioprina en caso de intole- 2050

1994 depende del régimen previamente administrado. Los basa- rancia a estos últimos) más allá de los tres a cinco años que se 2051

1995 dos en MPA pueden beneficiarse del cambio a CYC (pauta recomiendan para el brote inicial, e incluso mantener MPAA 2052

1996 Eurolupus) o a rituximab190 . Los regímenes basados en CYC a dosis reducida de manera indefinida en caso de múltiples 2053

1997 podrían extender su duración o cambiar a rituximab (fig. 8). A recaídas. En casos de recaídas tras el tratamiento con ciclo- 2054

1998 pesar de que rituximab no ha demostrado superioridad como fosfamida, el tratamiento con MPAA también podría ser una 2055

1999 terapia añadida a MPAA-corticoides190 , varios estudios obser- alternativa viable200 , aunque no hay ensayos clínicos forma- 2056

2000 vacionales con pacientes étnicamente diversos, aunque con les al respecto. En un subanálisis del estudio BLISS-LN158 se 2057

2001 diferentes definiciones de NL refractaria, dosis diferentes y observó que el tratamiento con belimumab disminuía en un 2058

2002 tiempos de tratamiento variables, han mostrado su efectivi- 55% el riesgo de recaídas de la NL y que este efecto protec- 2059

2003 dad como terapia de rescate191–196 . tor era independiente del tratamiento inmunosupresor inicial, 2060

2004 Los pacientes que no responden a rituximab o al trata- por lo que tratamientos prolongados con este fármaco pueden 2061

2005 miento extendido con CYC, podrían beneficiarse de las nuevas ser útiles en enfermos con persistente actividad inmunológica 2062

2006 terapias anti-CD20 (obinutuzumab) o anti-células plasmáticas y recaídas de la NL (apartado Belimumab). 2063

2007 (bortezomib, daratumumab)126,149,197,198 . Idealmente, debe-


2008 rían ser incluidos en nuevos ensayos clínicos o ser remitidos Nefritis lúpica y embarazo 2064

2009 preferentemente a centros expertos en el tratamiento experi-


2010 mental de enfermedades glomerulares y/o autoinmunes199 . Recomendaciones 2065

El embarazo en mujeres con NL se asocia con un mayor riesgo 2066

2011 Prevención y tratamiento de las recaídas de complicaciones maternas y fetales, como la preeclamp- 2067

sia, el parto prematuro, el retraso del crecimiento intrauterino 2068

2012 Recomendaciones y la pérdida fetal. El embarazo en mujeres con NL debe de 2069

2013 Sugerimos tratar las recaídas de la NL según el perfil clínico ser controlado por equipos multidisciplinares y unidades de 2070

2014 del paciente y las características de la recaída, siguiendo los embarazo de alto riesgo. El asesoramiento previo a la con- 2071

2015 algoritmos de las figuras 6 y 7. cepción y la planificación del embarazo en pacientes con NL 2072

2016 En los pacientes con recaídas es fundamental investigar y estable (un mínimo de seis meses en remisión) puede mejo- 2073

2017 asegurar un adecuado cumplimiento terapéutico. En los casos rar las posibilidades de éxito del embarazo. En la tabla 8 se 2074

2018 con recaídas repetidas sugerimos valorar la realización de una resumen las diferencias entre NL y preeclampsia. 2075

2019 nueva biopsia renal para cuantificar actividad, lesiones cróni- La planificación del embarazo en una mujer con NL debe 2076

2020 cas irreversibles y cambios de clase histológica. adaptar su medicación inmunosupresora para mantener con- 2077

2021 Tras obtener remisión de la recaída, sugerimos extender trolada la actividad renal y sistémica, evitando la utilización de 2078

2022 la duración del tratamiento con MPAA. En casos con recaí- fármacos teratogénicos o con efectos negativos sobre la ges- 2079

2023 das repetidas sugerimos mantener MPAA a dosis reducidas tación. Los corticoides, la azatioprina y los ICN son fármacos 2080

2024 de manera indefinida. considerados seguros durante el embarazo (Tabla S9). 2081

2025 Sugerimos añadir belimumab al tratamiento de las recaí- Para reducir el riesgo de complicaciones durante el emba- 2082

2026 das y mantenerlo durante unos dos años. En caso de recaídas razo, se recomienda continuar con la HCQ, y utilizar bajas 2083

2027 repetidas, valorar tratamiento con belimumab de manera dosis de aspirina (100 mg/día) antes de la semana 12 del emba- 2084

2028 indefinida. Las recomendaciones para el tratamiento de las razo. 2085

2029 recaídas frecuentes de NL se resumen en la figura 10.


Justificación 2086

2030 Justificación Aunque el pronóstico ha mejorado notablemente en los últi- 2087

2031 No existen estudios específicamente diseñados para comparar mos años, el embarazo en mujeres con LES condiciona una 2088

2032 tratamientos en las recaídas de la NL, pero parece razona- serie de problemas adicionales como una mayor probabili- 2089

2033 ble sugerir que el perfil clínico y las características de la dad de presentar HTA, preeclampsia, prematuridad y parto 2090

2034 recaída guíen el tratamiento inmunosupresor elegido según pretérmino, por este motivo se recomienda un adecuado con- 2091

2035 los esquemas de las figuras 6 y 7. En los pacientes con recaí- trol de la enfermedad durante un mínimo de seis meses 2092

2036 das es fundamental asegurar un estricto cumplimiento de las antes de la concepción201,202 . El embarazo en las pacientes 2093

2037 terapias prescritas. La HCQ se ha asociado con una menor con NL debe ser considerado como una situación de riesgo y 2094

2038 incidencia de recaídas76–78 , por lo que es importante man- debe ser atendido por unidades multidisciplinares, que permi- 2095

2039 tener este fármaco de manera indefinida, excepto si existen tan una adecuada coordinación y una estricta monitorización 2096

2040 contraindicaciones (apartado Hidroxicloroquina). materno-fetal202,203 . 2097

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
28 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

Figura 10 – Prevención y tratamiento de las recaídas


HCQ: hidroxicloroquina; LES: lupus eritematoso sistémico; MPAA: análogos del ácido micofenólico.

Tabla 8 – Diagnóstico diferencial entre brote de nefritis lúpica y preeclampsia en la mujer embarazada
Característica clínica Nefritis lúpica PreEclampsia/Síndrome
HELLPa

- Deterioro de la función renal A menudo Ocasionalmente (HELLP)


- Hipertensión arterial Ocasionalmente Sí
- Proteinuria Sí Sí
- Hematuria Sí No
- Hipocomplementemia Sí No
- Elevación de los anti-dsDNA Sí No
- Trombocitopenia Ocasionalmente Ocasionalmente
- Anemia hemolítica Ocasionalmente Ocasionalmente
- Neutropenia Ocasionalmente No
- Elevación de las transaminasas No Ocasionalmente
- Manifestaciones extrarrenales Sí No
- Fiebre Ocasionalmente No
- Momento de aparición Durante el embarazo A partir de la semana 20

a
HELLP: Hemolysis, Elevated Liver enzymes, Low Platelets

2098 Para el diagnóstico de la NL durante el embarazo hay que ninguna contraindicación (puede ser segura hasta la semana 2107

2099 utilizar los mismos criterios que en las pacientes no embara- 20 de gestación)204,205 . El incremento de la proteinuria, la 2108

2100 zadas. La presencia de actividad extrarrenal, la positivización hiperpresión arterial o la presencia de edema pueden estar 2109

2101 de los anticuerpos anti-dsDNA o el aumento de su título también presentes en los pacientes con preeclampsia. Los 2110

2102 y/o la presencia de niveles bajos de complemento apoyarían pacientes con LES tienen una mayor incidencia de pree- 2111

2103 el diagnóstico de sospecha de NL. Cuando los parámetros clampsia, que oscila entre el 11-35% según las diferentes 2112

2104 clínicos y de laboratorio no son suficientes para el diagnóstico series, frente al 5% de riesgo en la población general. Es difícil 2113

2105 o no hay una respuesta adecuada al tratamiento, debemos establecer el diagnostico diferencial entre un brote de NL y la 2114

2106 considerar la realización de una biopsia renal si no existe preeclampsia en mujeres lúpicas embarazadas y, es de gran 2115

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 29

2116 importancia porque el enfoque terapéutico es muy diferente El diagnóstico anatomopatológico es clave para estable- 2173

2117 (tabla 8). El brote de NL se puede producir en cualquier cer el pronóstico y planificar el tratamiento. La biopsia está 2174

2118 momento del embarazo. Aunque existen datos clínicos o indicada ante la presencia de alteración del sedimento, pro- 2175

2119 analíticos que orientan el diagnóstico diferencial entre la NL teinuria y/o insuficiencia renal (Tabla S10). 2176

2120 o la preeclampsia, actualmente los índices combinados de El tratamiento se basa en una fase de inducción de la remi- 2177

2121 marcadores angiogénicos (aumento de sFlt-1 y endoglina, sión, en la cual los bolos de metilprednisolona siguen siendo 2178

2122 disminución de PlGF y aumento del cociente sFlt-1/PlGF) y la piedra angular en los casos graves pediátricos. Los MPAA y 2179

2123 ecográficos (ecografía doppler de las arterias uterinas) son la CYC son los principales fármacos ahorradores de corticoi- 2180

2124 los que han demostrado una mejor capacidad para detectar des, con resultados superponibles. Ni en la inducción, ni en el 2181

2125 la preeclampsia temprana (< 34 semanas)206,207 . Por último, mantenimiento, hay ensayos controlados y aleatorizados por 2182

2126 se recomienda el uso de aspirina a dosis bajas (100 mg/día) lo que se utilizan las pautas de adultos. El tratamiento pre- 2183

2127 antes de la semana 12 del embarazo porque reduce el riesgo coz y, en ocasiones, más agresivo en la inducción, mejora el 2184

2128 de preeclampsia y retraso del crecimiento intrauterino42 . pronóstico (tabla 9). 2185

2129 Algunas de los inmunosupresores utilizados en la NL


2130 están contraindicados durante el embarazo como la CYC Justificación 2186

2131 y los MPAA por su capacidad teratogénica (Tabla S9). La El LES que afecta a niños y adolescentes (LESp) se diferencia 2187

2132 azatioprina es el inmunosupresor de elección tanto para el principalmente del LES de los adultos, en ser una enferme- 2188

2133 tratamiento de mantenimiento en pacientes con NL pre- dad más grave y tener con más frecuencia afectación renal 2189

2134 via como para la inducción en casos nuevos. Las pacientes (60-80%). La afectación renal es el predictor más fuerte de la 2190

2135 que estaban con MPAA deben suspenderlos e iniciar azatio- morbimortalidad global en los pacientes con LESp. No existen 2191

2136 prina. Los corticoides no suponen un problema de toxicidad unas guías específicas para la población pediátrica en rela- 2192

2137 fetal, ya que son inactivados en más de un 90% por la 11␤- ción con la biopsia renal, y a pesar de que se siguen las guías 2193

2138 hidroxi-esteroideshidrogenasa de la placenta, sin embargo, no de los adultos, existe controversia en cuanto a las indicacio- 2194

2139 debemos olvidar las posibles complicaciones maternas. El tra- nes de biopsia en el LESp. En general, llegan al consenso de 2195

2140 tamiento con ICN (CsA y TAC) también ha demostrado ser realizar una primera biopsia renal cuando se sospecha afec- 2196

2141 seguro durante el embarazo. En casos excepcionales en los tación renal pacientes con LES: sedimento activo (hematíes, 2197

2142 que existe un riesgo vital para la madre y el feto aún no es cilindros, leucocitos), insuficiencia renal y la presencia de pro- 2198

2143 viable, algunos autores sugieren la posibilidad de utilizar CYC teinuria confirmada, una vez excluida la ortostática, > 0,5 g/24 2199

2144 en el segundo-tercer trimestre, ya que se ha visto que en estu- horas (o cociente proteína/creatinina en muestra matutina ≥ 2200

2145 dios en pacientes con cáncer de mama no hay complicaciones 0,5 mg/mg o cociente ≥ 0,5 mg/mg calculado en orina de 24 2201

2146 fetales significativas. La evidencia actual indica que el uso de horas), aunque algunos grupos recomiendan realizarlo con 2202

2147 rituximab en el primer trimestre del embarazo no aumenta proteinuria ≥ 0,3 g/24 horas si se acompaña de sedimento 2203

2148 el riesgo de malformaciones fetales. Sin embargo, existe un activo y/o insuficiencia renal, sin explicación alternativa. Hay 2204

2149 riesgo importante de depleción de células B y citopenias en el más dudas en una segunda biopsia. En cualquier caso, se 2205

2150 recién nacido con el consiguiente riesgo de infección, por lo recomienda realización de ecografía renal previa y descartar 2206

2151 que solo debe utilizarse en casos muy excepcionales. La HCQ contraindicaciones para la biopsia renal211–213 . 2207

2152 es considerada segura durante el embarazo y puede disminuir Hay muy pocos ensayos controlados aleatorizados en niños 2208

2153 el riesgo de prematuridad y retraso de crecimiento intrau- con LES. Las pocas series de casos de adolescentes, no con- 2209

2154 terino y reduce el riesgo de bloqueo cardiaco fetal hasta en troladas, se toman como evidencia de apoyo. Las pautas 2210

2155 un 50% de las madres con anti-Ro positivo. Su retirada se ha generalmente aconsejan las mismas estrategias de trata- 2211

2156 asociado con un mayor riesgo de brotes9,73,208,209 . miento que en los adultos, sin existir estudios de seguridad 2212

2157 La PA debe controlarse con labetalol, nifedipino, metildopa y eficacia en esta subpoblación. El tratamiento no inmunosu- 2213

2158 o hidralazina210 . presor consiste en HCQ (5 mg/kg/día, máximo 400 mg) e IECAs. 2214

2159 Es importante hablar de la anticoncepción con las muje- La nefropatía clase I no requiere tratamiento específico, se tra- 2215

2160 res fértiles con una NL para evitar embarazos no planificados, tará de acuerdo con las manifestaciones sistémicas. La clase II, 2216

2161 que podrían ser el origen de un gran número de complica- según manifestaciones sistémicas, o en caso de tener protei- 2217

2162 ciones materno-fetales. Los anticonceptivos con estrógenos nuria, con corticoides a dosis de 0,5 mg/kg/día. La azatioprina y 2218

2163 deben evitarse en las pacientes con AAF o una historia pre- el metotrexato se usan en casos leves-moderados, este último, 2219

2164 via de trombosis o riesgo de tromboembolismo pulmonar. En sobre todo, si hay afectación neuromuscular. En las formas 2220

2165 pacientes que vayan a ser tratados con CYC debe considerarse graves NL clase III y IV (con o sin clase V), se recomienda empe- 2221

2166 la preservación de la fertilidad con la criopreservación ovárica zar por tres pulsos IV de metilprednisolona (dosis: 30 mg/kg, 2222

2167 o de esperma. máximo 1 g), en tres días consecutivos, seguidos de predni- 2223

sona oral a dosis de 0,5-1 mg/kg/día durante cuatro semanas, 2224

que se reduce posteriormente de forma paulatina. Según las 2225

2168 Nefritis lúpica en el paciente pediátrico últimas evidencias, es posible que no se requieran dosis inicia- 2226

les de prednisona de 1 mg/kg/día y que dosis menores, junto 2227

2169 Recomendaciones con pulsos de metilprednisolona, puedan ser suficientes para 2228

2170 El LES es más agresivo en niños y adolescentes. La NL es más conseguir la remisión en pacientes con NL proliferativa, dis- 2229

2171 frecuente y juega un papel fundamental en el pronóstico, con- minuyendo de esta forma la toxicidad asociada. De momento, 2230

2172 dicionando la morbi-mortalidad en esta franja etaria. no hay evidencias para estas recomendaciones y hay trabajos 2231

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
30 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

Tabla 9 – Tratamiento inmunosupresor en la nefritis lúpica infanto-juvenil


Fármaco Dosis Indicación Pauta Efecto secundario

Metilprednisolona 30 mg/kg Clases III, IV 3 días consecutivos Catarata


(máximo 1 g) Osteopenia
Infección
Prednisona 1-0,5 mg/kg Mantenimiento para 4 semanas Retraso crecimiento
0,5 mg/kg las clases III, IV 3 meses si proteinuria Obesidad
Clase II Riesgo cardiovascular
Micofenolato 1,2-1,8 g/m2 /día. Inducción y Diario Infección y supresión
mofetilo (máximo 3 g) mantenimiento para Cada 12 horas medular
las clases III, IV y V
Ciclofosfamida 500 mg/dosis o Inducción y 6 dosis quincenales IV Infección
500-750 mg/m2 /dosis mantenimiento para 6 dosis mensuales IV Toxicidad gonadal
las clases III, IV (3 Supresión medular
años) Cancerígeno
Rituximab 750 mg/m2 /dosis Casos resistentes y 2 dosis IV con intervalo Infección
375 mg/m2 /dosis graves 14 días Reacciones alérgicas
4 dosis IV con intervalo Hipogammaglobulinemia
de 7 días persistente
Tacrolimus 0,15 mg/kg Casos resistentes en Diario Diabetes, infecciones
Medir niveles séricos combinación Cancerígeno
Belimumab 10 mg/kg Lupus moderado de Cada 4 semanas IV Infección
5 a 17 años

IV: vía intravenosa.

2232 que demuestran un riesgo mayor de reingreso en los pacien- persistencia de MAT a pesar del tratamiento inmunosupresor 2265

2233 tes en los que no se ha utilizado bolos de metilprednisolona. o si se sospecha o confirma una disregulación de comple- 2266

2234 La toxicidad a largo plazo de los corticoides obliga a buscar mento. En la fig. 11 se resume el algoritmo diagnóstico y 2267

2235 otras opciones terapéuticas. Los fármacos que se asocian para terapéutico de los pacientes con LES y MAT. 2268

2236 reducir las dosis de corticoides son fundamentalmente MPAA


2237 y CYC con resultados similares de los dos, incluso en la induc-
2238 ción de la remisión. Los tratamientos alternativos como ICN, Justificación 2269

2239 inmunoglobulinas, rituximab y belimumab están aprobados Alrededor de un 30-40% de los pacientes con lupus tienen AAF 2270

2240 en niños y se está realizando actualmente un ensayo clínico circulantes, muchos asintomáticos. Sin embargo, la presen- 2271

2241 con voclosporina. El resto del arsenal terapéutico no está auto- cia de estos anticuerpos se considera un factor de riesgo para 2272

2242 rizado en el momento actual214–222 . de daño fundamentalmente vascular que condiciona una pre- 2273

sentación clínica, analítica e histológica característica en los 2274

pacientes con LES14,223–228 . 2275

2243 Síndrome antifosfolípido y microangiopatía trombótica Es importante distinguir estas cuatro situaciones en los 2276

pacientes con LES y SAF, aunque muchas veces estos cuadros 2277

2244 Recomendaciones se solapen dificultando su diagnóstico: 2278

2245 En pacientes asintomáticos, con AAF positivos y perfil de alto El SAF se define como la presencia de trombosis (arteriales, 2279

2246 riesgo (títulos altos y mantenidos) se recomienda antiagrega- venosas y/o de pequeño vaso) y/o complicaciones obstétricas 2280

2247 ción con aspirina 75-100 mg/24 horas. En caso de trombosis (abortos, muertes fetales y/o prematuridad debida a insufi- 2281

2248 de grandes vasos, arteriales o venosos, se debe instaurar anti- ciencia placentaria), junto con positividad mantenida de AAF 2282

2249 coagulación. (anticoagulante lúpico, anticuerpos anticardiolipina y anti- 2283

2250 En pacientes con nefropatía asociada al SAF (NSAF) sugeri- beta2-glicoproteína I). El SAF puede ser asintomático, afectar 2284

2251 mos en casos graves, iniciar anticoagulación con antagonistas los grandes vasos del riñón (trombosis de las arterias o venas 2285

2252 de vitamina K, añadida al tratamiento habitual. En casos leves renales, estenosis de las arterias renales) o presentarse como 2286

2253 o cuando existe contraindicación para el tratamiento anticoa- nefropatía asociada al SAF (NSAF). 2287

2254 gulante, se sugiere iniciar tratamiento antiagregante. La NSAF representa una entidad específica y poco frecuente 2288

2255 En pacientes con síndrome AF catastrófico (SAC) se reco- asociada a la nefropatía lúpica donde predominan las lesiones 2289

2256 mienda tratamiento con altas dosis de corticoides y heparina trombóticas glomerulares (MAT), arteriolares o interlobulares, 2290

2257 más plasmaféresis o gammaglobulina. Los no respondedores distintas de la afectación de grandes vasos. 2291

2258 a este tratamiento, pueden recibir terapias anti-células B (ritu- El SAF catastrófico (SAC) se caracteriza por un cuadro 2292

2259 ximab) o inhibidores del complemento (eculizumab). a menudo rápido caracterizado por trombosis que afecta a 2293

2260 En los pacientes con LES y MAT recomendamos medir la varios órganos y con una alta mortalidad. 2294

2261 actividad de ADAMTS-13, AAF y descartar otras etiologías aso- La MAT asociada al LES/SAF es una expresión más severa 2295

2262 ciadas a MAT (fármacos, neoplasias, vasculitis, disregulación de la NSAF (a nivel analítico e histológico) y se caracteriza 2296

2263 genética del complemento). Recomendamos tratamiento con por ser prácticamente idéntica a la que se puede presentar 2297

2264 eculizumab (ciclos cortos de uno a dos meses) en casos con en la púrpura trombótica trombocitopénica (PTT)/síndrome 2298

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 31

Figura 11 – Estudio y tratamiento de pacientes con LES y MAT


*Considerar asociar tratamiento con micofenolato o ciclofosfamida
AAF: anticuerpos antifosfolípidos; AC: anticoagulación; CS: corticoides (en bolos); IgIV: inmunoglobulina intravenosa; LES:
lupus eritematoso sistémico; MAT: microangiopatía trombótica; NSAF: nefropatía asociada a síndrome antifosfolípido
(APSN: “antiphospholipid syndrome-associated nephropathy”); PF: plasmaféresis; PTT: púrpura trombótica trombocitopénica;
RTX; rituximab; SAC: síndrome antifosfolípido catastrófico (CAPS: “catastrophic antiphospholipid síndrome”).

2299 hemolítico urémico (SHU) atípico, hiperpresión arterial añadir anticoagulación con warfarina a su tratamiento habi- 2325

2300 maligna o MAT mediada por el complemento. tual inmunosupresor. Los anticoagulantes orales directos no 2326

2301 En pacientes asintomáticos y AAF positivo, solo se reco- están recomendados ya que fueron inferiores a la warfarina 2327

2302 mienda antiagregación con aspirina 75-100 mg/24 h en en prevenir eventos tromboembólicos231,232 2328

2303 aquellos con perfil de anticuerpos de alto riesgo (títulos altos En cuanto a las trombosis de grandes vasos renales, 2329

2304 de AAF y mantenidos o positividad doble o triple)229,230 . las recomendaciones de tratamiento son idénticas a las 2330

2305 La NSAF puede presentarse en más del 30% de los pacien- de las trombosis vasculares a otros niveles. El tratamiento 2331

2306 tes con LES y AAF, así como en individuos con SAF primario. inmunosupresor no ha mostrado una eficacia superior a la 2332

2307 Puede tener un amplio espectro histopatológico, si bien su sus- anticoagulación en pacientes con SAF. 2333

2308 trato característico es la presencia de trombosis. En las formas El SAC se distingue por un cuadro a menudo rápido caracte- 2334

2309 agudas se observa trombosis a nivel de arteriolas y capilares rizado por trombosis que afecta a varios órganos y con un alta 2335

2310 glomerulares del tipo MAT, y en la forma crónica podemos mortalidad233 . El tratamiento incluye anticoagulación y altas 2336

2311 encontrar lesiones con engrosamiento y fibrosis de la íntima, dosis de corticoides. La plasmaféresis ha mostrado un efecto 2337

2312 y esclerosis y atrofia capsular. Las lesiones de NSAF pueden beneficioso en estudios retrospectivos por lo que se suele 2338

2313 superponerse a las de la NL y son independientes de estas. añadir en estos casos severos. El rituximab y el eculizumab234 2339

2314 Estos auto anticuerpos condicionan una peor supervivencia también se han usado recientemente en casos aislados. 2340

2315 renal en los pacientes con NL. Asimismo, se ha observado el En pacientes con LES, muchos con SAF, se puede presentar 2341

2316 desarrollo de trombosis vasculares, sobre todo a nivel arterial, de forma aguda MAT con trombopenia, e insuficiencia renal 2342

2317 durante el seguimiento posterior en los pacientes con NSAF. aguda. La mayoría de estos pacientes tienen una NL activa 2343

2318 Además de las lesiones de pequeño vaso típicas de la por lo que el tratamiento de base de inducción será corticoide 2344

2319 NSAF, las trombosis de grandes vasos renales, arterias y venas, con MPAA o CYC. 2345

2320 pueden aparecer en el contexto clínico del SAF. También es Hay que distinguir en estos pacientes las tres situaciones 2346

2321 característica la hipertensión vasculorrenal asociada a este- más frecuentes de MAT: la PTT, el SAF y la MAT mediada 2347

2322 nosis de las arterias renales. por complemento, sin olvidar las otras causas de MAT (SHU 2348

2323 No hay pautas de tratamiento establecidas para la NSAF. asociado a Shiga toxina, embarazo, fármacos, infecciones, 2349

2324 Un estudio retrospectivo231 mostró un efecto beneficioso al neoplasias, enfermedades sistémicas asociadas, etc). 2350

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
32 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

2351 En estos casos, lo primero es solicitar los anticuer- renales como extrarrenales son mucho menos frecuentes. Así 2408

2352 pos/actividad funcional de ADAMTS13, AAF y calcular el está documentado en trabajos antiguos en los que el inicio 2409

2353 PLASMIC score234 (Tabla S11). Si el PLASMIC score en adultos de terapia renal sustitutivo disminuyó de forma importante 2410

2354 es alto (> 5) se puede asumir el diagnóstico de PTT e iniciar tra- la actividad inmunológica237 , recomendándose la reducción e 2411

2355 tamiento con corticoides y plasmaféresis mientras se dispone incluso la suspensión del tratamiento inmunosupresor si no 2412

2356 de los otros tests. En niños es preferible esperar los resultados hay manifestaciones extrarrenales. 2413

2357 de ADAMTS13 antes de iniciar plasmaféresis por su menor El objetivo es minimizar los efectos secundarios asocia- 2414

2358 frecuencia y alta morbilidad de los tratamientos. En casos dos al tratamiento inmunosupresor. El ajuste de medicación 2415

2359 de LES/PTT que no responden a corticoides/plasmaféresis se siempre debe hacerse con base en la actividad inmunológica, 2416

2360 puede asociar rituximab y/o caplacizumab (inhibidor del fac- puesto que también se han descrito casos de persistencia de 2417

2361 tor von Willebrand). actividad lúpica durante el primer año de diálisis238 . En este 2418

2362 El tratamiento de la MAT asociada a NSAF o SAC ha sido sentido, todos los pacientes mantendrán tratamiento con HCQ 2419

2363 comentada anteriormente. En los pacientes con LES, MAT para evitar brotes y manifestaciones extrarrenales50 . Un estu- 2420

2364 (ADAMTS-13 normal) y AAF negativos hay que hacer un estu- dio reciente en trasplantados renales, avala también su uso, 2421

2365 dio etiológico de la misma y considerar eculizumab si se con control rutinario cardiológico por la posible aparición de 2422

2366 sospecha disregulación del complemento o en casos con per- arritmias239 . 2423

2367 sistencia de MAT a pesar del tratamiento inmunosupresor. En En los casos en que el inicio de terapia renal sustitutiva 2424

2368 este sentido un estudio retrospectivo sugiere que ciclos cor- ocurre tras un brote de la enfermedad, suele existir una impor- 2425

2369 tos de eculizumab podrían ser beneficiosos en casos de MAT tante actividad inmunológica con lesiones renales activas que 2426

2370 secundarias que no responden al tratamiento habitual235 A persiste durante los primeros meses de TRS. Estos pacien- 2427

2371 destacar también que en una serie de MAT en pacientes con tes son susceptibles, por tanto, de mejorar con el tratamiento 2428

2372 LES encuentran mutaciones en los genes reguladores del com- inmunosupresor. Se debe mantener el tratamiento de induc- 2429

2373 plemento en seis de los 10 casos estudiados227 . ción al menos seis meses después de iniciar el tratamiento 2430

renal sustitutivo, hasta confirmarse la ausencia de recupe- 2431

2374 ERC avanzada y diálisis ración. De hecho, se ha descrito una mejoría de la función 2432

renal en un 10-20% de estos casos, que permite el abandono, 2433

2375 Recomendaciones al menos temporal de la diálisis240 . 2434

2376 Cuando la NL avanza hacia un estadio de ERC avanzada (ERCA) En la NL se pueden y deben utilizar con precaución los 2435

2377 se recomienda que los pacientes sean valorados en consul- inhibidores del SRAA para controlar la PA y disminuir la pro- 2436

2378 tas especializadas de ERCA. En casos de ERCA sin signos de teinuria, intentando enlentecer la entrada a terapia renal 2437

2379 actividad renal, se recomienda un descenso lento de la inmu- sustitutiva. En estos pacientes siempre hay que tener pre- 2438

2380 nosupresión hasta suspenderla, manteniéndose solo en caso caución con la posible aparición de hiperpotasemia en fases 2439

2381 de manifestaciones extrarrenales. finales. 2440

2382 Todos los pacientes con LES, incluso con ERCA y en terapia En cuanto a las modalidades de terapia renal sustitutiva, 2441

2383 renal sustitutiva (TRS), deberán recibir tratamiento con HCQ. en tres estudios la hemodiálisis se comparó con la diálisis 2442

2384 En pacientes con eGFR < 30 mL/min/m2 o en diálisis no se peritoneal no encontrando diferencias entre ellos en relación 2443

2385 recomienda aumentar la dosis por encima de 200 mg/día. Se con la supervivencia del paciente241 . En otros dos estudios se 2444

2386 sugiere mantener los bloqueantes del SRAA en pacientes con han comparado las dos modalidades con el trasplante renal, 2445

2387 NL y ERCA. siendo esta última la que ofrece mejor supervivencia a 1,5 y 2446

2388 Se recomienda ofrecer cualquier modalidad de diálisis a 10 años242,243 . Inicialmente, se pensaba que tras la entrada 2447

2389 pacientes con NL y ERCA, siendo el trasplante renal la opción en diálisis habría que esperar unos seis meses antes de reci- 2448

2390 con mayor supervivencia a largo plazo. bir trasplante, pero estudios recientes sugieren que cuanto 2449

antes reciban un trasplante menor es la morbilidad y mejor 2450

2391 Justificación el pronóstico244,245 . 2451

2392 Un meta-análisis de 187 artículos que incluyó 18.309 pacientes


2393 mostró que el riesgo a los cinco años de ERC terminal (ERCT)
2394 secundaria a NL ha disminuido en los países desarrollados Trasplante renal en nefritis lúpica 2452

2395 de un 16% en la década de los 70-80 a un 11% en los años


2396 90, mostrando posteriormente una estabilidad236 . Los casos Recomendaciones 2453

2397 que alcanzan un estadio final de la enfermedad (eGFR < 15 El trasplante renal, tanto de donante vivo como de cadáver, es 2454

2398 mL/min/1,73 m2 ) son el resultado de la progresión de los la terapia sustitutiva renal de elección en pacientes con ERC 2455

2399 diferentes tipos de NL, mostrando en la histología al menos estadio 5 o ERCT secundaria a NL. Se recomienda incluir en 2456

2400 un 90% de glomérulos esclerosados y fibrosis intersticial11 . lista de espera de trasplante renal a todos estos pacientes si 2457

2401 Los signos histológicos de actividad inmunológica suelen ser no existen contraindicaciones. 2458

2402 mínimos, y en la inmunofluorescencia solo se objetiva algún Se sugiere postponer la realización del trasplante renal en 2459

2403 depósito de inmunoglobulinas o complemento, por lo tanto, pacientes con ERCT hasta el cese de la actividad lúpica al 2460

2404 mantener la inmunosupresión agresiva en esta fase no tiene menos durante tres a seis meses. Logrado ello, no hay con- 2461

2405 sentido, puesto que la progresión a la ERCT es inevitable. traindicación para realizar el trasplante renal lo antes posible, 2462

2406 Cuando el paciente inicia terapia renal sustitutiva, la actividad pudiendo efectuarse incluso trasplante anticipado si no hay 2463

2407 lúpica generalmente disminuye, por lo que los brotes tanto actividad. 2464

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 33

2465 La recurrencia clínicamente significativa de NL en el injerto debido a la uremia y al tratamiento inmunosupresor, esto no 2524

2466 renal es infrecuente y rara vez condiciona la pérdida del injerto ocurre en todos los pacientes, y la persistencia de actividad 2525

2467 renal. Por ello, los pacientes con NL no requieren tratamientos en el momento del trasplante se asocia a menor supervi- 2526

2468 inmunosupresores adicionales a los de prevención del rechazo vencia del injerto. Por ello se recomienda esperar tres a seis 2527

2469 habituales. meses tras el cese de actividad lúpica para realizar el tras- 2528

2470 La anticoagulación con dicumarínicos previene la trombo- plante renal con la idea de que el lupus se haga quiescente, 2529

2471 sis del injerto en pacientes con NL y AAF, pero se recomienda reduciendo el riesgo de recurrencia50,245,251,254 . Sin embargo, 2530

2472 individualizar el tratamiento en función del riesgo individual algunos autores indican que el grado de actividad lúpica en el 2531

2473 de trombosis/sangrado en el postrasplante inmediato momento del trasplante renal no es un factor de riesgo para la 2532

2474 La HCQ se debe mantener en los pacientes trasplantados recurrencia de NL, mientras que sí lo son la ascendencia afri- 2533

2475 si no hay contraindicación, a las dosis recomendadas según cana, una menor edad, el género femenino y la persistencia 2534

2476 función renal (apartado Hidroxicloroquina). de AAF en el momento del trasplante249 . Por otro lado, Ntat- 2535

saki et al. observaron que una estancia prolongada en diálisis 2536

2477 Justificación (> 24 meses) se asoció a menor supervivencia del injerto256 . 2537

2478 Entre un 10% y un 30% de los pacientes con NL clase III/IV pro- Teniendo en cuenta todos estos hechos, se sugiere que los 2538

2479 gresan a ERCT a los 15 años del diagnóstico4 , aunque estudios pacientes con ERCT secundaria a NL sin actividad pueden reci- 2539

2480 más recientes indican que en los últimos años la progresión bir un trasplante sin período de espera, incluso anticipado. En 2540

2481 es < 10%236,246 . El trasplante renal es la terapia de reemplazo cambio, en pacientes con actividad al inicio de diálisis o que 2541

2482 renal que ofrece mejor supervivencia en pacientes con NL han presentado deterioro agudo de función renal antes de la 2542

2483 comparado con hemodiálisis o diálisis peritoneal, aunque pre- ERCT, el periodo de espera puede no solo permitir el cese de 2543

2484 senta un incremento de riesgo de ciertas complicaciones como esta actividad, sino también dar oportunidad a la recupera- 2544

2485 infecciones, trombosis del injerto o recurrencia de la nefri- ción. 2545

2486 tis tras el trasplante244 . En un estudio de 9.659 pacientes con La positividad AAF en pacientes sometidos a trasplante 2546

2487 NL en tratamiento sustitutivo renal, de los cuales 59% habían renal incrementa el riesgo de trombosis del injerto y de MAT 2547

2488 recibido un trasplante renal, se observó una mortalidad sig- (10,4 vs 1,7%, y 10,2 vs 0%, respectivamente). También se aso- 2548

2489 nificativamente inferior en los trasplantados en comparación ció a mayor probabilidad de trombosis extrarrenal y a menor 2549

2490 con los que recibían hemodiálisis o diálisis peritoneal, espe- supervivencia del injerto, pero no se relacionó con un aumento 2550

2491 cialmente por disminución de la mortalidad cardiovascular e en la función retrasada del injerto ni con rechazo agudo257 . La 2551

2492 infecciosa. anticoagulación con dicumarínicos previene de forma efectiva 2552

2493 La supervivencia del paciente con NL que recibe un tras- la trombosis del injerto, pero se debe evaluar cuidadosamente 2553

2494 plante renal es similar a la de pacientes trasplantados por el beneficio obtenido frente al riesgo de sangrado en el pos- 2554

2495 otras causas (85-90% a un año y 66% a los 10 años)247–251 , trasplante inmediato258 . 2555

2496 aunque en algunos análisis como el del registro austra- Debido a todos estos condicionantes se sugiere que, en la 2556

2497 liano, la supervivencia en pacientes con NL es inferior252 La evaluación pre-trasplante renal, se incluya la determinación 2557

2498 supervivencia del injerto renal es igual247,253 o superior251 en de marcadores de actividad lúpica y de AAF que facilite indi- 2558

2499 pacientes con NL que en trasplantados por otra causa. Estas vidualizar el tratamiento según el riesgo trombótico. 2559

2500 discordancias se deben a diferencias en las poblaciones inclui-


2501 das, tiempos de seguimiento y a la heterogeneidad en los
2502 grupos control. En cuanto al tipo de donante, los receptores de
2503 donante vivo presentan mejor supervivencia que cuando se Contribución de los autores
2504 emplea donante cadáver251 . El trasplante renal ofrece mejor
2505 calidad de vida en comparación a diálisis y a menor coste a Todos los autores participaron en las reuniones periódicas 2560

2506 medio-largo plazo. Estos datos apoyan que se incluya en lista de consenso, desarrollaron al menos un apartado específico 2561

2507 de espera de trasplante renal a todos los pacientes con ERCT del documento principal, incluyendo la búsqueda y revisión 2562

2508 secundaria a NL que no presenten contraindicaciones para el bibliográfica, revisaron, aprobaron y firmaron el documento 2563

2509 mismo. final, incluyendo el manuscrito principal, las tablas y figu- 2564

2510 La recurrencia de NL tras el trasplante renal oscila entre ras principales y el material suplementario antes de su 2565

2511 0,5 y 52% en los distintos estudios analizados, siendo más envío. 2566

2512 frecuente cuando se realizan biopsias de protocolo254 . Menos Manuel Praga realizó el diseño y coordinación general del 2567

2513 frecuente es la recurrencia clínicamente significativa (1-13% estudio. 2568

2514 entre los cinco y 10 años postrasplante), y rara vez condi- Manuel Praga y Jorge E. Rojas Rivera diseñaron y realiza- 2569

2515 ciona la pérdida del injerto renal (entre 0,5 y 1%)247,251,252,255 . ron las figuras principales y suplementarias y la corrección, 2570

2516 Las principales causas de pérdida del injerto en pacien- edición y diagramación de las tablas principales y suplemen- 2571

2517 tes con LES son la nefropatía crónica del injerto y la tarias. 2572

2518 muerte con injerto funcionante por causa cardiovascular o Jorge E. Rojas-Rivera y Manuel Macía, además de sus apar- 2573

2519 infecciosa254 . tados específicos en el documento principal, desarrollaron los 2574

2520 El riesgo de pérdida del injerto por recidiva de la NL ha apartados del material suplementario. 2575

2521 hecho que se cuestione cual es el momento idóneo de realizar Jorge E. Rojas-Rivera y Clara García-Carro, además de sus 2576

2522 el trasplante renal. Aunque se ha descrito el cese de activi- apartados específicos en el documento principal, realizaron la 2577

2523 dad lúpica al inicio de diálisis y durante el trasplante renal edición general del manuscrito final. 2578

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
34 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

2. Bajema IM, Wilhelmus S, Alpers CE, Bruijn JA, Colvin RB, 2623
Financiación Cook HT, et al. Revision of the International Society of 2624
Nephrology/Renal Pathology Society classification for lupus 2625

2579 Este trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación. nephritis: clarification of definitions, and modified National 2626
Institutes of Health activity and chronicity indices. Kidney 2627
Int. 2018;93:789–96. 2628

Conflicto de intereses 3. De Rosa M, Azzato F, Toblli JE, De Rosa G, Fuentes F, Nagaraja 2629
HN, et al. A prospective observational cohort study 2630
highlights kidney biopsy findings of lupus nephritis patients 2631
2580 Jorge E. Rojas Rivera declara haber realizado charlas remune-
in remission who flare following withdrawal of maintenance 2632
2581 radas y asesoría científica para GSK, Otsuka y Alexion. therapy. Kidney Int. 2018;94:788–94. 2633
2582 Clara García-Carro declara haber realizado charlas remu- 4. Parikh SV, Almaani S, Brodsky S, Rovin BH. Update on lupus 2634
2583 neradas y asesoría científica para Astra Zeneca, Esteve, nephritis: Core Curriculum 2020. Am J Kidney Dis. 2635

2584 Novonortis, Boehringer Ingelheim, Astellas, Otsuka, Novartis, 2020;76:265–81. 2636

2585 Mundifarma, Baxter y Vifor. 5. Yu F, Wu LH, Tan Y, Li LH, Wang CL, Wang WK, et al. 2637
Tubulointerstitial lesions of patients with lupus nephritis 2638
2586 Ana I. Ávila declara no tener ningún conflicto de interés.
classified by the 2003 International Society of Nephrology 2639
2587 Mar Espino declara haber recibido charlas remuneradas por
and Renal Pathology Society system. Kidney Int. 2640
2588 Alexion. 2010;77:820–9. 2641
2589 Mario Espinosa declara haber realizado asesorías y charlas 6. Bomback AS, Markowitz GS. Lupus podocytopathy: a distinct 2642

2590 remuneradas para Alexion. entity. Clin J Am Soc Nephrol. 2016;11:547–8. 2643

2591 Gema Fernández-Juárez declara haber realizado charlas 7. Stokes MB, D’Agati VD. Classification of lupus nephritis; 2644

2592 remuneradas por GSK y Otsuka. time for a change? Adv Chronic Kidney Dis. 2019;26:323–9. 2645
8. Ayoub I, Cassol C, Almaani S, Rovin B, Parikh SV. The kidney 2646
2593 Xavier Fulladosa Oliveras declara haber realizado asesorías
biopsy in systemic lupus erythematosus: a view of the past 2647
2594 remuneradas a Otsuka y Novartis. and a vision of the future. Adv Chronic Kidney Dis. 2648
2595 Marian Goicoechea declara haber realizado asesorías y 2019;26:360–8. 2649
2596 charlas remuneradas para GSK. 9. Morales E, Galindo M, Trujillo H, Praga M. Update on lupus 2650

2597 Manuel Macía declara no tener ningún conflicto de interés. nephritis: looking for a new vision. Nephron. 2021;145:1–13. 2651

2598 Enrique Morales declara haber realizado charlas remune- 10. Anders HJ, Saxena R, Zhao MH, Parodis I, Salmon JE, Mohan 2652

2599 radas por GSK. C. Lupus nephritis. Nat Rev Dis Primers. 2020;6:7. 2653
11. Weening JJ, D’Agati VD, Schwartz MM, Seshan SV, Alpers CE, 2654
2600 Luis F. Quintana Porras declara haber realizado charlas
Appel GB, et al. The classification of glomerulonephritis in 2655
2601 remuneradas por GSK y Otsuka. systemic lupus erythematosus revisited. Kidney Int. 2656
2602 Manuel Praga Terente declara haber realizado asesorías y 2004;65:521–30. 2657
2603 charlas remuneradas para GSK, Osuka, Novartis, Apellis, Ale- 12. Wilson PC, Kashgarian M, Moeckel G. Interstitial 2658

2604 xion, Sanofi, Vifor y Travere. inflammation and interstitial fibrosis and tubular atrophy 2659
predict renal survival in lupus nephritis. Clin Kidney J. 2660
2018;11:207–18. 2661

Agradecimientos 13. Leatherwood C, Speyer CB, Feldman CH, D’Silva K, 2662


Gómez-Puerta JA, Hoover PJ, et al. Clinical characteristics 2663
and renal prognosis associated with interstitial fibrosis and 2664
2605 Los autores de este documento quieren agradecer el apoyo y tubular atrophy (IFTA) and vascular injury in lupus nephritis 2665
2606 la colaboración del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), al pro- biopsies. Semin Arthritis Rheum. 2019;49:396–404. 2666
2607 grama RICORS2040 (RD21/0005/0001) financiado por la Unión 14. Yu F, Haas M, Glassock R, Zhao MH. Redefining lupus 2667

2608 Europea (European Union - Next Generation EU), Mecanismo nephritis: clinical implications of pathophysiologic 2668

2609 para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) y especialmente a subtypes. Nat Rev Nephrol. 2017;13:483–95. 2669
15. Pagni F, Galimberti S, Goffredo P, Basciu M, Malachina S, Pilla 2670
2610 los miembros del grupo de trabajo GLOSEN por constituir un
D, et al. The value of repeat biopsy in the management of 2671
2611 lugar de referencia para el estudio de la patología glomeru-
lupus nephritis: an international multicentre study in a large 2672
2612 lar, a partir del cual se ha podido llevar a cabo el consenso y cohort of patients. Nephrol Dial Transplant. 2013;28:3014–23. 2673
2613 redacción de este manuscrito. 16. Narváez J, Ricse M, Gomà M, Mitjavila F, Fulladosa X, 2674
Capdevila O, et al. The value of repeat biopsy in lupus 2675
nephritis flares. Medicine (Baltimore). 2017;96:e7099. 2676
Anexo. Material adicional 17. Nachman PH. Repeat kidney biopsy for lupus nephritis: an 2677
important step forward. Kidney Int. 2018;94:659–61. 2678

2614 Se puede consultar material adicional a este artículo en su ver- 18. Alvarado AS, Malvar A, Lococo B, Alberton V, Toniolo F, 2679

2615 sión electrónica disponible en doi:10.1016/j.nefro.2022.10.005. Nagaraja HN, et al. The value of repeat kidney biopsy in 2680
quiescent Argentinian lupus nephritis patients. Lupus. 2681

2616 2014;23:840–7. 2682

bibliograf í a 19. Malvar A, Alberton V, Lococo B, Ferrari M, Delgado P, 2683

2617
Nagaraja HN, et al. Kidney biopsy-based management of 2684
maintenance immunosuppression is safe and may 2685
ameliorate flare rate in lupus nephritis. Kidney Int. 2686
2618 1. Aringer M, Costenbader K, Daikh D, Brinks R, Mosca M, 2020;97:156–62. 2687
2619 Ramsey-Goldman R, et al. 2019 European League Against 20. Cervera R, Khamashta MA, Font J, Sebastiani GD, Gil A, 2688
2620 Rheumatism/American College of Rheumatology Lavilla P, et al. Systemic lupus erythematosus: clinical and 2689
2621 classification criteria for systemic lupus erythematosus. immunologic patterns of disease expression in a cohort of 2690
2622 Ann Rheum Dis. 2019;789:1151–9.

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 35

2691 1,000 patients. The European Working Party on Systemic cohort of 228 patients with lupus nephritis. Ann Rheum Dis. 2759
2692 Lupus Erythematosus. Medicine (Baltimore). 1993;72:113–24. 2009;68:234–7. 2760
2693 21. Petri M, Orbai AM, Alarcón GS, Gordon C, Merrill JT, Fortin 39. Gerhardsson J, Sundelin B, Zickert A, Padyukov L, 2761
2694 PR, et al. Derivation and validation of the Systemic Lupus Svenungsson E, Gunnarsson I. Histological 2762
2695 International Collaborating Clinics classification criteria for antiphospholipid-associated nephropathy versus lupus 2763
2696 systemic lupus erythematosus. Arthritis Rheum. nephritis in patients with systemic lupus erythematosus: an 2764
2697 2012;64:2677–86. observational cross-sectional study with longitudinal 2765
2698 22. Pons-Estel BA, Catoggio LJ, Cardiel MH, Soriano ER, Gentiletti follow-up. Arthritis Res & Ther. 2015;17:109. 2766
2699 S, Villa AR, et al. The GLADEL multinational Latin American 40. Turner-Stokes T, Wilson HR, Morreale M, Nunes A, Cairns T, 2767
2700 prospective inception cohort of 1,214 patients with systemic Cook HT, et al. Positive antineutrophil cytoplasmic antibody 2768
2701 lupus erythematosus: ethnic and disease heterogeneity serology in patients with lupus nephritis is associated with 2769
2702 among «Hispanics». Medicine (Baltimore). 2004;83:1–17. distinct histopathologic features on renal biopsy. Kidney Int. 2770
2703 23. Almaani S, Meara A, Rovin BH. Update on lupus nephritis. 2017;92:1223–31. 2771
2704 Clin J Am Soc Nephrol. 2017;12:825–35. 41. Caster DJ, Powell DW. Utilization of Biomarkers in Lupus 2772
2705 24. Hanly JG, O’Keeffe AG, Su L, Urowitz MB, Romero-Diaz J, Nephritis. Adv Chronic Kidney Dis. 2019;26:351–9. 2773
2706 Gordon C, et al. The frequency and outcome of lupus 42. Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) 2774
2707 nephritis: results from an international inception cohort Glomerular Diseases Work Group. KDIGO 2021 Clinical 2775
2708 study. Rheumatology (Oxford). 2016;55:252–62. Practice Guideline for the Management of Glomerular 2776
2709 25. Asanuma Y, Oeser A, Shintani AK, Turner E, Olsen N, Fazio S, Diseases. Kidney Int. 2021;100:S1–276. 2777
2710 et al. Premature coronary-artery atherosclerosis in systemic 43. Ruiz Irastorza G, Espinosa G, Frutos MA, Jiménez Alonso J, 2778
2711 lupus erythematosus. N Engl J Med. 2003;349:2407–15. Praga M, Pallarés L, et al., Diagnosis and treatment of lupus 2779
2712 26. Dörner T, Furie R. Novel paradigms in systemic lupus nephritis. Consensus document from the systemic 2780
2713 erythematosus. Lancet. 2019;393:2344–58. auto-immune disease group (GEAS) of the Spanish Society 2781
2714 27. Feldman CH, Hiraki LT, Liu J, Fischer MA, Solomon DH, of Internal Medicine (SEMI) and Spanish Society of 2782
2715 Alarcón GS, et al. Epidemiology and sociodemographics of Nephrology (S.E.N.). Nefrologia. 2012;32 Suppl 1:1–35. 2783
2716 systemic lupus erythematosus and lupus nephritis among 44. Wilhelmus S, Bajema IM, Bertsias GK, Boumpas DT, Gordon 2784
2717 US adults with Medicaid coverage, 2000-2004. Arthritis C, Lightstone L, et al. Lupus nephritis management 2785
2718 Rheum. 2013;65:753–63. guidelines compared. Nephrol Dial Transplant. 2786
2719 28. Tamirou F, D’Cruz D, Sangle S, Remy P, Vasconcelos C, Fiehn 2016;31:904–13. 2787
2720 C, et al. Long-term follow-up of the MAINTAIN Nephritis 45. Dall’Era M, Levesque V, Solomons N, Truman M, Wofsy D. 2788
2721 Trial, comparing azathioprine and mycophenolate mofetil Identification of clinical and serological factors during 2789
2722 as maintenance therapy of lupus nephritis. Ann Rheum Dis. induction treatment of lupus nephritis that are associated 2790
2723 2016;75:526–31. with renal outcome. Lupus Sci Med. 2015;2:e000089. 2791
2724 29. Tamirou F, Lauwerys BR, Dall’Era M, Mackay M, Rovin B, 46. Touma Z, Urowitz MB, Ibañez D, Gladman DD. Time to 2792
2725 Cervera R, et al. A proteinuria cut-off level of 0.7 g/day after recovery from proteinuria in patients with lupus nephritis 2793
2726 12 months of treatment best predicts long-term renal receiving standard treatment. J Rheumatol. 2014;41:688–97. 2794
2727 outcome in lupus nephritis: data from the MAINTAIN 47. Arriens C, Chen S, Karp DR, Saxena R, Sambandam K, 2795
2728 Nephritis Trial. Lupus Sci Med. 2015;2:e000123. Chakravarty E, et al. Prognostic significance of repeat biopsy 2796
2729 30. Fanouriakis A, Kostopoulou M, Alunno A, Aringer M, Bajema in lupus nephritis: histopathologic worsening and a short 2797
2730 I, Boletis JN, et al. 2019 update of the EULAR time between biopsies is associated with significantly 2798
2731 recommendations for the management of systemic lupus increased risk for end stage renal disease and death. Clin 2799
2732 erythematosus. Ann Rheum Dis. 2019;78:736–45. Immunol. 2017;185:3–9. 2800
2733 31. Reich HN, Gladman DD, Urowitz MB, Bargman JM, 48. Mejía-Vilet JM, Córdova-Sánchez BM, Arreola-Guerra JM, 2801
2734 Hladunewich MA, Lou W, et al. Persistent proteinuria and Morales-Buenrostro LE, Uribe-Uribe NO, Correa-Rotter R. 2802
2735 dyslipidemia increase the risk of progressive chronic kidney Renal flare prediction and prognosis in lupus nephritis 2803
2736 disease in lupus erythematosus. Kidney Int. 2011;79:914–20. Hispanic patients. Lupus. 2016;25:315–24. 2804
2737 32. Ingelfinger JR. Hematuria in adults. N Engl J Med. 49. Chan TM, Tse KC, Tang CSO, Lai KN, Li FK. Long-term 2805
2738 2021;385:153–63. outcome of patients with diffuse proliferative lupus 2806
2739 33. Zabaleta-Lanz ME, Muñoz LE, Tapanes FJ, Vargas-Arenas RE, nephritis treated with prednisolone and oral 2807
2740 Daboin I, Barrios Y, et al. Further description of early cyclophosphamide followed by azathioprine. Lupus. 2808
2741 clinically silent lupus nephritis. Lupus. 2006;15:845–51. 2005;14:265–72. 2809
2742 34. Moroni G, Quaglini S, Radice A, Trezzi B, Raffiotta F, Messa P, 50. Fanouriakis A, Kostopoulou M, Cheema K, Anders HJ, 2810
2743 et al. The value of a panel of autoantibodies for predicting Aringer M, Bajema I, et al. 2019 Update of the Joint European 2811
2744 the activity of lupus nephritis at time of renal biopsy. J League Against Rheumatism and European Renal 2812
2745 Immunol Res. 2015;26:2015. Association-European Dialysis and Transplant Association 2813
2746 35. Sinico RA, Rimoldi L, Radice A, Bianchi L, Gallelli B, Moroni (EULAR/ERA-EDTA) recommendations for the management 2814
2747 G. Anti-C1q autoantibodies in lupus nephritis. Ann New of lupus nephritis. Ann Rheum Dis. 2020;79:713–23. 2815
2748 York Acad Sci. 2009;1173:47–51. 51. Ghaussy NO, Sibbitt WL, Qualls CR. Cigarette smoking, 2816
2749 36. Matrat A, Veysseyre-Balter C, Trolliet P, Villar E, Dijoud F, alcohol consumption, and the risk of systemic lupus 2817
2750 Bienvenu J, et al. Simultaneous detection of anti-C1q and erythematosus: a case-control study. J Rheumatol. 2818
2751 anti-double stranded DNA autoantibodies in lupus nephritis: 2001;28:2449–53. 2819
2752 Predictive value for renal flares. Lupus. 2011;20:28–34. 52. Jewell ML, McCauliffe DP. Patients with cutaneous lupus 2820
2753 37. Birmingham DJ, Irshaid F, Nagaraja HN, Zou X, Tsao BP, Wu erythematosus who smoke are less responsive to 2821
2754 H, et al. The complex nature of serum C3 and C4 as antimalarial treatment. J Am Acad Dermatol. 2000;42:983–7. 2822
2755 biomarkers of lupus renal flare. Lupus. 2010;19:1272–80. 53. Bourré-Tessier J, Peschken CA, Bernatsky S, Joseph L, Clarke 2823
2756 38. Moroni G, Radice A, Giammarresi G, Quaglini S, Gallelli B, AE, Fortin PR, et al. Association of smoking with cutaneous 2824
2757 Leoni A, et al. Are laboratory tests useful for monitoring the manifestations in systemic lupus erythematosus. Arthritis 2825
2758 activity of lupus nephritis? A 6-year prospective study in a Care Res (Hoboken). 2013;65:1275–80. 2826

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
36 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

2827 54. Turchin I, Bernatsky S, Clarke AE, St-Pierre Y, Pineau CA. 70. Heerspink HJL, Kohan DE, de Zeeuw D. New insights from 2895
2828 Cigarette smoking and cutaneous damage in systemic lupus SONAR indicate adding sodium glucose co-transporter 2 2896
2829 erythematosus. J Rheumatol. 2009;36:2691–3. inhibitors to an endothelin receptor antagonist mitigates 2897
2830 55. Ghaussy NO, Sibbitt W, Bankhurst AD, Qualls CR. Cigarette fluid retention and enhances albuminuria reduction. Kidney 2898
2831 smoking and disease activity in systemic lupus Int. 2021;99:346–9. 2899
2832 erythematosus. J Rheumatol. 2003;30:1215–21. 71. Cunha C, Alexander S, Ashby D, Lee J, Chusney G, Cairns TD, Q8 2900
2833 56. Strömbeck B, Jacobsson LTH. The role of exercise in the et al. Hydroxycloroquine blood concentration in lupus 2901
2834 rehabilitation of patients with systemic lupus nephritis: a determinant of disease outcome? Nephrol Dial 2902
2835 erythematosus and patients with primary Sjögren’s Transplant. 2018;33:1604–10. 2903
2836 syndrome. Curr Opin Rheumatol. 2007;19:197–203. 72. Ponticelli C, Moroni G. Hydroxychloroquine in systemic 2904
2837 57. Carvalho MRP, de Sato EI, Tebexreni AS, Heidecher RTC, lupus erythematosus (SLE). Expert Opin Drug Saf. 2905
2838 Schenkman S, Neto TLB. Effects of supervised cardiovascular 2017;16:411–9. 2906
2839 training program on exercise tolerance, aerobic capacity, 73. Ruiz-Irastorza G, Ramos-Casals M, Brito-Zeron P, Khamashta 2907
2840 and quality of life in patients with systemic lupus MA. Clinical efficacy and side effects of antimalarials in 2908
2841 erythematosus. Arthritis Rheum. 2005;53:838–44. systemic lupus erythematosus: a systematic review. Ann 2909
2842 58. Walton AJ, Snaith ML, Locniskar M, Cumberland AG, Morrow Rheum Dis. 2010;69:20–8. 2910
2843 WJ, Isenberg DA. Dietary fish oil and the severity of 74. Pakchotanon R, Gladman DD, Su J, Urowitz MB. Sustained 2911
2844 symptoms in patients with systemic lupus erythematosus. complete renal remission is a predictor of reduced mortality, 2912
2845 Ann Rheum Dis. 1991;50:463–6. chronic kidney disease and end-stage renal disease in lupus 2913
2846 59. Duffy EM, Meenagh GK, McMillan SA, Strain JJ, Hannigan nephritis. Lupus. 2018;27:468–74. 2914
2847 BM, Bell AL. The clinical effect of dietary supplementation 75. Mok CC, Tse SM, Chan KL, Ho LY. Effect of 2915
2848 with omega-3 fish oils and/or copper in systemic lupus immunosuppressive therapies on survival of systemic lupus 2916
2849 erythematosus. J Rheumatol. 2004;31:1551–6. erythematosus: a propensity score analysis of a longitudinal 2917
2850 60. Wright SA, O’Prey FM, McHenry MT, Leahey WJ, Devine AB, cohort. Lupus. 2018;27:722–7. 2918
2851 Duffy EM, et al. A randomised interventional trial of 76. Pokroy-Shapira E, Gelernter I, Molad Y. Evolution of chronic 2919
2852 omega-3-polyunsaturated fatty acids on endothelial kidney disease in patients with systemic lupus 2920
2853 function and disease activity in systemic lupus erythematosus over a long-period follow-up: a single-center 2921
2854 erythematosus. Ann Rheum Dis. 2008;67:841–8. inception cohort study. Clin Rheumatol. 2014;33:649–57. 2922
2855 61. Sigges J, Biazar C, Landmann A, Ruland V, Patsinakidis N, 77. Pons-Estel GJ, Alarcón GS, McGwin G, Danila MI, Zhang J, 2923
2856 Amler S, et al. Therapeutic strategies evaluated by the Bastian HM, et al. Protective effect of hydroxychloroquine on 2924
2857 European Society of Cutaneous Lupus Erythematosus renal damage in patients with lupus nephritis: LXV, data 2925
2858 (EUSCLE) Core Set Questionnaire in more than 1000 patients from a multiethnic US cohort. Arthritis Rheum. 2926
2859 with cutaneous lupus erythematosus. Autoimmun Rev. 2009;61:830–9. 2927
2860 2013;12:694–702. 78. Lee JS, Oh JS, Kim YG, Lee CK, Yoo B, Hong S. Recovery of 2928
2861 62. The GISEN Group (Gruppo Italiano di Studi Epidemiologici in renal function in patients with lupus nephritis and reduced 2929
2862 Nefrologia). Randomised placebo-controlled trial of effect of renal function: the beneficial effect of hydroxychloroquine. 2930
2863 ramipril on decline in glomerular filtration rate and risk of Lupus. 2020;29:52–7. 2931
2864 terminal renal failure in proteinuric, non-diabetic 79. Reátegui-Sokolova C, Ugarte-Gil MF, Harvey GB, Wojdyla D, 2932
2865 nephropathy. Lancet. 1997;349:1857–63. Pons-Estel GJ, Quintana R, et al. Predictors of renal damage 2933
2866 63. Lizakowski S, Tylicki L, Renke M, Rutkowski P, Heleniak Z, in systemic lupus erythematous patients: data from a 2934
2867 Sławińska-Morawska M, et al. Effect of aliskiren on multiethnic, multinational Latin American lupus cohort 2935
2868 proteinuria in non-diabetic chronic kidney disease: a (GLADEL). RMD Open. 2020;6:e001299. 2936
2869 double-blind, crossover, randomised, controlled trial. Int 80. Fasano S, Coscia MA, Pierro L, Ciccia F. Which patients with 2937
2870 Urol Nephrol. 2012;44:1763–70. systemic lupus erythematosus in remission can withdraw 2938
2871 64. Dhaybi OA, Bakris G. Mineralocorticoid antagonists in low dose steroids? Results from a single inception cohort 2939
2872 chronic kidney disease. Curr Opin Nephrol Hypertens. study. Lupus. 2021;30:991–7. 2940
2873 2017;26:50–5. 81. Broder A, Mowrey WB, Valle A, Kim M, Feldman CH, Yoshida 2941
2874 65. Heerspink HJL, Stefánsson BV, Correa-Rotter R, Chertow GM, K, et al. Prescribing patterns of hydroxychloroquine and 2942
2875 Greene T, Hou FF, et al. Dapagliflozin in patients with corticosteroids among lupus patients after new-onset 2943
2876 chronic kidney disease. N Engl J Med. 2020;383:1436–46. end-stage renal disease. Arthritis Care Res (Hoboken). 2944
2877 66. Mackay M, Dall’Era M, Fishbein J, Kalunian K, Lesser M, 2021;10, http://dx.doi.org/10.1002/acr.24728. 2945
2878 Sanchez-Guerrero J, et al. Establishing surrogate kidney end 82. Marmor MF, Kellner U, Lai TYY, Melles RB, Mieler WF. 2946
2879 points for lupus nephritis clinical trials: Development and American Academy of Ophthalmology. Recommendations 2947
2880 validation of a novel approach to predict future kidney on screening for chloroquine and hydroxychloroquine 2948
2881 outcomes. Arthritis Rheumatol. 2019;71:411–9. retinopathy (2016 Revision). Ophthalmology. 2949
2882 67. Ugolini-Lopes MR, Seguro LPC, Castro MXF, Daffre D, Lopes 2016;123:1386–94. 2950
2883 AC, Borba EF, et al., Early proteinuria response: a valid 83. Ugarte A, Danza A, Ruiz-Irastorza G. Glucocorticoids and 2951
2884 real-life situation predictor of long-term lupus renal antimalarials in systemic lupus erythematosus: an update 2952
2885 outcome in an ethnically diverse group with severe and future directions. Curr Opin Rheumatol. 2018;30: 2953
2886 biopsy-proven nephritis? Lupus Sci Med. 2017;4:e000213. 482–9. 2954
2887 68. Bakris GL, Agarwal R, Anker SD, Pitt B, Ruilope LM, Rossing P, 84. Melles RB, Marmor MF. The risk of toxic retinopathy in 2955
2888 et al. Effect of finerenone on chronic kidney disease patients on long-term hydroxychloroquine therapy. JAMA 2956
2889 outcomes in type 2 diabetes. N Engl J Med. 2020;383:2219–29. Ophthalmol. 2014;132:1453–60. 2957
2890 69. Heerspink HJL, Parving HH, Andress DL, Bakris G, 85. Fiehn C, Ness T, Weseloh C, Specker C, Hadjiski D, Detert J, 2958
2891 Correa-Rotter R, Hou FF, et al. Atrasentan and renal events et al. Safety management in treatment with antimalarials in 2959
2892 in patients with type 2 diabetes and chronic kidney disease rheumatology. Interdisciplinary recommendations on the 2960
2893 (SONAR): a double-blind, randomised, placebo-controlled basis of a systematic literature review. Z Rheumatol. 2021;80 2961
2894 trial. Lancet. 2019;393:1937–47. Suppl 1:1–9. 2962

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 37

2963 86. Tseng CE, Buyon JP, Kim M, Belmont HM, Mackay M, 102. Steinberg AD, Kaltreider HB, Staples PJ, Goetzl EJ, Talal N, 3031
2964 Diamond B, et al. The effect of moderate-dose Decker JL. Cyclophosphamide in lupus nephritis: a 3032
2965 corticosteroids in preventing severe flares in patients with controlled trial. Ann Intern Med. 1971;75:165–71. 3033
2966 serologically active, but clinically stable, systemic lupus 103. Donadio JV, Holley KE, Ferguson RH, Ilstrup DM. Treatment 3034
2967 erythematosus: findings of a prospective, randomized, of diffuse proliferative lupus nephritis with prednisone and 3035
2968 double-blind, placebo-controlled trial. Arthritis Rheum. combined prednisone and cyclophosphamide. N Engl J Med. 3036
2969 2006;54:3623–32. 1978;299:1151–5. 3037
2970 87. Stahn C, Löwenberg M, Hommes DW, Buttgereit F. Molecular 104. Austin HA, Illei GG, Braun MJ, Balow JE. Randomized, 3038
2971 mechanisms of glucocorticoid action and selective controlled trial of prednisone, cyclophosphamide, and 3039
2972 glucocorticoid receptor agonists. Mol Cell Endocrinol. cyclosporine in lupus membranous nephropathy. J Am Soc 3040
2973 2007;275:71–8. Nephrol. 2009;20:901–11. 3041
2974 88. Stahn C, Buttgereit F. Genomic and nongenomic effects of 105. Gourley MF, Austin HA, Scott D, Yarboro CH, Vaughan EM, 3042
2975 glucocorticoids. Nat Clin Pract Rheumatol. 2008;4:525–33. Muir J, et al. Methylprednisolone and cyclophosphamide, 3043
2976 89. Ruiz-Irastorza G, Danza A, Khamashta M. Glucocorticoid use alone or in combination, in patients with lupus nephritis. A 3044
2977 and abuse in SLE. Rheumatology (Oxford). 2012;51:1145–53. randomized, controlled trial. Ann Intern Med. 3045
2978 90. Houssiau FA, Vasconcelos C, D’Cruz D, Sebastiani GD, de 1996;125:549–57. 3046
2979 Ramón Garrido Ed E, Danieli MG, et al. Immunosuppressive 106. Houssiau FA, Vasconcelos C, D’Cruz D, Sebastiani GD, de 3047
2980 therapy in lupus nephritis: the Euro-Lupus Nephritis Trial, a Ramon Garrido E, Danieli MG, et al. The 10-year follow-up 3048
2981 randomized trial of low-dose versus high-dose intravenous data of the Euro-Lupus Nephritis Trial comparing low-dose 3049
2982 cyclophosphamide. Arthritis Rheum. 2002;46:2121–31. and high-dose intravenous cyclophosphamide. Ann Rheum 3050
2983 91. Illei GG, Austin HA, Crane M, Collins L, Gourley MF, Yarboro Dis. 2010;69:61–4. 3051
2984 CH, et al. Combination therapy with pulse 107. McKinley A, Park E, Spetie D, Hackshaw KV, Nagaraja S, 3052
2985 cyclophosphamide plus pulse methylprednisolone improves Hebert LA, et al. Oral cyclophosphamide for lupus 3053
2986 long-term renal outcome without adding toxicity in patients glomerulonephritis: an underused therapeutic option. Clin J 3054
2987 with lupus nephritis. Ann Intern Med. 2001;135:248–57. Am Soc Nephrol. 2009;4:1754–60. 3055
2988 92. Yee CS, Gordon C, Dostal C, Petera P, Dadoniene J, Griffiths B, 108. Mok CC, Ho CTK, Chan KW, Lau CS, Wong RWS. Outcome 3056
2989 et al. EULAR randomised controlled trial of pulse and prognostic indicators of diffuse proliferative lupus 3057
2990 cyclophosphamide and methylprednisolone versus glomerulonephritis treated with sequential oral 3058
2991 continuous cyclophosphamide and prednisolone followed cyclophosphamide and azathioprine. Arthritis Rheum. 3059
2992 by azathioprine and prednisolone in lupus nephritis. Ann 2002;46:1003–13. 3060
2993 Rheum Dis. 2004;63:525–9. 109. McCune WJ, Golbus J, Zeldes W, Bohlke P, Dunne R, Fox DA. 3061
2994 93. Rovin BH, Solomons N, Pendergraft WF, Dooley MA, Tumlin J, Clinical and immunologic effects of monthly administration 3062
2995 Romero-Diaz J, et al. A randomized, controlled double-blind of intravenous cyclophosphamide in severe systemic lupus 3063
2996 study comparing the efficacy and safety of dose-ranging erythematosus. N Engl J Med. 1988;318:1423–31. 3064
2997 voclosporin with placebo in achieving remission in patients 110. Takada K, Arefayene M, Desta Z, Yarboro CH, Boumpas DT, 3065
2998 with active lupus nephritis. Kidney Int. 2019;95:219–31. Balow JE, et al. Cytochrome P450 pharmacogenetics as a 3066
2999 94. Dall’Era M, Solomons N, Federico R, Truman M. Comparison predictor of toxicity and clinical response to pulse 3067
3000 of standard of care treatment with a low steroid and cyclophosphamide in lupus nephritis. Arthritis Rheum. 3068
3001 mycophenolate mofetil regimen for lupus nephritis in the 2004;50:2202–10. 3069
3002 ALMS and AURA studies. Lupus. 2019;28:591–6. 111. Sintchak MD, Fleming MA, Futer O, Raybuck SA, Chambers 3070
3003 95. Mina R, von Scheven E, Ardoin SP, Eberhard BA, Punaro M, SP, Caron PR, et al. Structure and mechanism of inosine 3071
3004 Ilowite N, et al. Consensus treatment plans for induction monophosphate dehydrogenase in complex with the 3072
3005 therapy of newly diagnosed proliferative lupus nephritis in immunosuppressant mycophenolic acid. Cell. 3073
3006 juvenile systemic lupus erythematosus. Arthritis Care Res 1996;85:921–30. 3074
3007 (Hoboken). 2012;64:375–83. 112. Hoeltzenbein M, Elefant E, Vial T, Finkel-Pekarsky V, 3075
3008 96. Zeher M, Doria A, Lan J, Aroca G, Jayne D, Boletis I, et al. Stephens S, Clementi M, et al. Teratogenicity of 3076
3009 Efficacy and safety of enteric-coated mycophenolate sodium mycophenolate confirmed in a prospective study of the 3077
3010 in combination with two glucocorticoid regimens for the European Network of Teratology Information Services. Am J 3078
3011 treatment of active lupus nephritis. Lupus. 2011;20:1484–93. Med Genet. 2012:588–96, 158A. 3079
3012 97. Zonana-Nacach A, Barr SG, Magder LS, Petri M. Damage in 113. Ginzler EM, Dooley MA, Aranow C, Kim MY, Buyon J, Merrill 3080
3013 systemic lupus erythematosus and its association with JT, et al. Mycophenolate mofetil or intravenous 3081
3014 corticosteroids. Arthritis Rheum. 2000;43:1801–8. cyclophosphamide for lupus nephritis. N Engl J Med. 3082
3015 98. Thamer M, Hernán MA, Zhang Y, Cotter D, Petri M. 2005;353:2219–28. 3083
3016 Prednisone, lupus activity, and permanent organ damage. J 114. Chan TM, Li FK, Tang CS, Wong RW, Fang GX, Ji YL, et al. 3084
3017 Rheumatol. 2009;36:560–4. Efficacy of mycophenolate mofetil in patients with diffuse 3085
3018 99. Gladman DD, Urowitz MB, Rahman P, Ibañez D, Tam LS. proliferative lupus nephritis. Hong Kong-Guangzhou 3086
3019 Accrual of organ damage over time in patients with Nephrology Study Group. N Engl J Med. 2000;343: 3087
3020 systemic lupus erythematosus. J Rheumatol. 2003;30:1955–9. 1156–62. 3088
3021 100. Chakravarty EF, Colón I, Langen ES, Nix DA, El-Sayed YY, 115. Isenberg D, Appel GB, Contreras G, Dooley MA, Ginzler EM, 3089
3022 Genovese MC, et al. Factors that predict prematurity and Jayne D, et al. Influence of race/ethnicity on response to 3090
3023 preeclampsia in pregnancies that are complicated by lupus nephritis treatment: the ALMS study. Rheumatology 3091
3024 systemic lupus erythematosus. Am J Obstet Gynecol. (Oxford). 2010;49:128–40. 3092
3025 2005;192:1897–904. 116. Dooley MA, Jayne D, Ginzler EM, Isenberg D, Olsen NJ, Wofsy 3093
3026 101. Mathian A, Pha M, Haroche J, Cohen-Aubart F, Hié M, D, et al. Mycophenolate versus azathioprine as maintenance 3094
3027 Pineton de Chambrun M, et al. Withdrawal of low-dose therapy for lupus nephritis. N Engl J Med. 2011;365:1886–95. 3095
3028 prednisone in SLE patients with a clinically quiescent 117. Lake DF, Briggs AD:. Immunopharmacology. En: Katzung BG, 3096
3029 disease for more than 1 year: a randomised clinical trial. editor. Basic and Clinical Pharmacology. Fourteenth Edition 3097
3030 Ann Rheum Dis. 2020;79:339–46. McGraw Hill; 2018. p. p986. 3098

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
38 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

3099 118. Peleg Y, Bomback AS, Radhakrishnan J. The evolving role of 134. Zhou T, Zhang X, Lin W, Lin S. Multitarget Therapy: an 3166
3100 calcineurin inhibitors in treating lupus nephritis. Clin J Am effective and safe therapeutic regimen for lupus nephritis. J 3167
3101 Soc Nephrol. 2020;15:1066–72. Pharm Pharm Sci. 2019;22:365–75. 3168
3102 119. Rafael-Vidal C, Altabás I, Pérez N, Mourino Rodríguez C, 135. Rovin BH, Teng YKO, Ginzler EM, Arriens C, Caster DJ, 3169
3103 Pego-Reigosa JM, Garcia S. Calcineurin and systemic lupus Romero-Diaz J, et al. Efficacy and safety of voclosporin 3170
3104 erythematosus: the rationale for using calcineurin inhibitors versus placebo for lupus nephritis (AURORA 1): a 3171
3105 in the treatment of lupus nephritis. Int J Mol Sci. double-blind, randomised, multicentre, placebo-controlled, 3172
3106 2021;22:1263. phase 3 trial. Lancet. 2021;397:2070–80. 3173
3107 120. van Gelder T, Huizinga RB, Lisk L, Solomons N. Voclosporin: 136. Kant S, Kronbichler A, Geetha D. Principles of 3174
3108 a novel calcineurin inhibitor with no impact on immunosuppression in the management of kidney disease: 3175
3109 mycophenolic acid levels in patients with SLE. Nephrol Dial Core curriculum. Am J Kidney Dis. 2022;80:393–405. 3176
3110 Transplant. 2022;37:917–22. 137. Rivera TL, Belmont HM, Malani S, Latorre M, Benton L, 3177
3111 121. Fu LW, Yang LY, Chen WP, Lin CY. Clinical efficacy of Weisstuch J, et al. Current therapies for lupus nephritis in an 3178
3112 cyclosporin a neoral in the treatment of paediatric lupus ethnically heterogeneous cohort. J Rheumatol. 3179
3113 nephritis with heavy proteinuria. Br J Rheumatol. 2009;36:298–305. 3180
3114 1998;37:217–21. 138. Lennard L, Van Loon JA, Weinshilboum RM. 3181
3115 122. Zavada J, Pesickova S, Rysava R, Olejarova M, Horák P, Hrncír Pharmacogenetics of acute azathioprine toxicity: 3182
3116 Z, et al. Cyclosporine A or intravenous cyclophosphamide relationship to thiopurine methyltransferase genetic 3183
3117 for lupus nephritis: the Cyclofa-Lune study. Lupus. polymorphism. Clin Pharmacol Ther. 1989;46:149–54. 3184
3118 2010;19:1281–9. 139. Schaeffeler E, Jaeger SU, Klumpp V, Yang JJ, Igel S, Hinze L, 3185
3119 123. Yang TH, Wu TH, Chang YL, Liao HT, Hsu CC, Tsai CY, et al. et al. Impact of NUDT15 genetics on severe 3186
3120 Cyclosporine for the treatment of lupus nephritis in patients thiopurine-related hematotoxicity in patients with 3187
3121 with systemic lupus erythematosus. Clin Nephrol. European ancestry. Genet Med. 2019;21:2145–50. 3188
3122 2018;89:277–85. 140. Kaczmorski S, Doares W, Winfrey S, Al-Geizawi S, Farney A, 3189
3123 124. Moroni G, Doria A, Mosca M, Alberighi ODC, Ferraccioli G, Rogers J, et al. Gout and transplantation: new treatment 3190
3124 Todesco S, et al. A randomized pilot trial comparing option-same old drug interaction. Transplantation. 3191
3125 cyclosporine and azathioprine for maintenance therapy in 2011;92:e13–4. 3192
3126 diffuse lupus nephritis over four years. Clin J Am Soc 141. Tamirou F, D’Cruz D, Sangle S, Remy P, Vasconcelos C, Fiehn 3193
3127 Nephrol. 2006;1:925–32. C, et al. Long-term follow-up of the MAINTAIN Nephritis 3194
3128 125. Miyasaka N, Kawai S, Hashimoto H. Efficacy and safety of Trial, comparing azathioprine and mycophenolate mofetil 3195
3129 tacrolimus for lupus nephritis: a placebo-controlled as maintenance therapy of lupus nephritis. Ann Rheum Dis. 3196
3130 double-blind multicenter study. Mod Rheumatol. 2016;75:526–31. 3197
3131 2009;19:606–15. 142. Fischer-Betz R, Specker C, Brinks R, Aringer M, Schneider M. 3198
3132 126. Chen W, Tang X, Liu Q, Chen W, Fu P, Liu F, et al. Short-term Low risk of renal flares and negative outcomes in women 3199
3133 outcomes of induction therapy with tacrolimus versus with lupus nephritis conceiving after switching from 3200
3134 cyclophosphamide for active lupus nephritis: A multicenter mycophenolate mofetil to azathioprine. Rheumatology 3201
3135 randomized clinical trial. Am J Kidney Dis. 2011;57:235–44. (Oxford). 2013;52:1070–6. 3202
3136 127. Wang S, Li X, Qu L, Wang R, Chen Y, Li Q, et al. Tacrolimus 143. Kronbichler A, Brezina B, Gauckler P, Quintana LF, Jayne 3203
3137 versus cyclophosphamide as treatment for diffuse DRW. Refractory lupus nephritis: When, why and how to 3204
3138 proliferative or membranous lupus nephritis: a treat. Autoimmun Rev. 2019;18:510–8. 3205
3139 non-randomized prospective cohort study. Lupus. 144. Catapano F, Chaudhry AN, Jones RB, Smith KGC, Jayne DW. 3206
3140 2012;21:1025–35. Long-term efficacy and safety of rituximab in refractory and 3207
3141 128. Yap DYH, Yu X, Chen XM, Lu F, Chen N, Li XW, et al. Pilot 24 relapsing systemic lupus erythematosus. Nephrol Dial 3208
3142 month study to compare mycophenolate mofetil and Transplant. 2010;25:3586–92. 3209
3143 tacrolimus in the treatment of membranous lupus nephritis 145. Weidenbusch M, Bai Y, Eder J, Anders HJ. Lupus Nephritis 3210
3144 with nephrotic syndrome. Nephrology (Carlton). Trials Network. Refractory lupus nephritis: a survey. Lupus. 3211
3145 2012;17:352–7. 2019;28:455–64. 3212
3146 129. Li X, Ren H, Zhang Q, Zhang W, Wu X, Xu Y, et al. 146. Iwata S, Saito K, Hirata S, Ohkubo N, Nakayamada S, Nakano 3213
3147 Mycophenolate mofetil or tacrolimus compared with K, et al. Efficacy and safety of anti-CD20 antibody rituximab 3214
3148 intravenous cyclophosphamide in the induction treatment for patients with refractory systemic lupus erythematosus. 3215
3149 for active lupus nephritis. Nephrol Dial Transplant. Lupus. 2018;27:802–11. 3216
3150 2012;27:1467–72. 147. Houssiau FA, Vasconcelos C, D’Cruz D, Sebastiani GD, de 3217
3151 130. Mok CC, Ying KY, Yim CW, Siu YP, Tong KH, To CH, et al. Ramon Garrido E, Danieli MG, et al. Early response to 3218
3152 Tacrolimus versus mycophenolate mofetil for induction immunosuppressive therapy predicts good renal outcome in 3219
3153 therapy of lupus nephritis: a randomised controlled trial lupus nephritis: lessons from long-term followup of patients 3220
3154 and long-term follow-up. Ann Rheum Dis. 2016;75:30–6. in the Euro-Lupus Nephritis Trial. Arthritis Rheum. 3221
3155 131. Mok CC, Ho LY, Ying SKY, Leung MC, To CH, Ng WL. 2004;50:3934–40. 3222
3156 Long-term outcome of a randomised controlled trial 148. Manou-Stathopoulou S, Robson MG. Risk of clinical 3223
3157 comparing tacrolimus with mycophenolate mofetil as deterioration in patients with lupus nephritis receiving 3224
3158 induction therapy for active lupus nephritis. Ann Rheum rituximab. Lupus. 2016;25:1299–306. 3225
3159 Dis. 2020;79:1070–6. 149. Furie RA, Aroca G, Cascino MD, Garg JP, Rovin BH, Alvarez A, 3226
3160 132. Bao H, Liu ZH, Xie HL, Hu WX, Zhang HT, Li LS. Successful et al. B-cell depletion with obinutuzumab for the treatment 3227
3161 treatment of class V + IV lupus nephritis with multitarget of proliferative lupus nephritis: a randomised, double-blind, 3228
3162 therapy. J Am Soc Nephrol. 2008;19:2001–10. placebo-controlled trial. Ann Rheum Dis. 2022;81: 3229
3163 133. Liu Z, Zhang H, Liu Z, Xing C, Fu P, Ni Z, et al. Multitarget 100–7. 3230
3164 therapy for induction treatment of lupus nephritis: a 150. Almaani S, Rovin BH. B-cell therapy in lupus nephritis: an 3231
3165 randomized trial. Ann Intern Med. 2015;162:18–26. overview. Nephrol Dial Transplant. 2019;34:22–9. 3232

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 39

3233 151. Parodis I, Houssiau FA. From sequential to combination and 170. Hu W, Chen Y, Wang S, Chen H, Liu Z, Zeng C, et al. 3301
3234 personalised therapy in lupus nephritis: moving towards a Clinical-morphological features and outcomes of lupus 3302
3235 paradigm shift? Ann Rheum Dis. 2022;81:15–9. podocytopathy. Clin J Am Soc Nephrol. 2016;11:585–92. 3303
3236 152. Sciascia S, Radin M, Yazdany J, Levy RA, Roccatello D, 171. Han TS, Schwartz MM, Lewis EJ. Association of glomerular 3304
3237 Dall’Era M, et al. Efficacy of belimumab on renal outcomes in podocytopathy and nephrotic proteinuria in mesangial 3305
3238 patients with systemic lupus erythematosus: A systematic lupus nephritis. Lupus. 2006;15:71–5. 3306
3239 review. Autoimmun Rev. 2017;16:287–93. 172. Oliva-Damaso N, Payan J, Oliva-Damaso E, Pereda T, 3307
3240 153. Dooley MA, Houssiau F, Aranow C, D’Cruz DP, Askanase A, Bomback AS. Lupus podocytopathy: An Overview. Adv 3308
3241 Roth DA, et al. Effect of belimumab treatment on renal Chronic Kidney Dis. 2019;26:369–75. 3309
3242 outcomes: results from the phase 3 belimumab clinical trials 173. Salvatore SP, Barisoni LMC, Herzenberg AM, Chander PN, 3310
3243 in patients with SLE. Lupus. 2013;22:63–72. Nickeleit V, Seshan SV. Collapsing glomerulopathy in 19 3311
3244 154. Levy RA, Gonzalez-Rivera T, Khamashta M, Fox NL, patients with systemic lupus erythematosus or lupus-like 3312
3245 Jones-Leone A, Rubin B, et al. 10 Years of belimumab disease. Clin J Am Soc Nephrol. 2012;7:914–25. 3313
3246 experience: What have we learnt? Lupus. 2021;30:1705–21. 174. Larsen CP, Beggs ML, Saeed M, Walker PD. Apolipoprotein L1 3314
3247 155. Furie R, Rovin BH, Houssiau F, Malvar A, Teng YKO, Contreras risk variants associate with systemic lupus 3315
3248 G, et al. Two-year, randomized, controlled trial of belimumab erythematosus-associated collapsing glomerulopathy. J Am 3316
3249 in lupus nephritis. N Engl J Med. 2020;383:1117–28. Soc Nephrol. 2013;24:722–5. 3317
3250 156. Anders HJ, Lei Y, Rovin BH. Induction and maintenance 175. Hu WX, Chen YH, Bao H, Liu ZZ, Wang SF, Zhang HT, et al. 3318
3251 therapy of lupus nephritis: an obituary. Kidney Int. Glucocorticoid with or without additional 3319
3252 2021;99:288–91. immunosuppressant therapy for patients with lupus 3320
3253 157. Oliva-Damaso N, Bomback AS. Belimumab in lupus podocytopathy: a retrospective single-center study. Lupus. 3321
3254 nephritis: New trial results arrive during an exciting time for 2015;24:1067–75. 3322
3255 therapeutics. Am J Kidney Dis. 2021;77:984–7. 176. Rovin BH, Caster DJ, Cattran DC, Gibson KL, Hogan JJ, Moeller 3323
3256 158. Rovin BH, Furie R, Teng YKO, Contreras G, Malvar A, Yu X, MJ, et al. Management and treatment of glomerular diseases 3324
3257 et al. A secondary analysis of the Belimumab International (part 2): conclusions from a kidney disease: Improving 3325
3258 Study in Lupus Nephritis trial examined effects of Global Outcomes (KDIGO) Controversies Conference. Kidney 3326
3259 belimumab on kidney outcomes and preservation of kidney Int. 2019;95:281–95. 3327
3260 function in patients with lupus nephritis. Kidney Int. 177. Kraft SW, Schwartz MM, Korbet SM, Lewis EJ. Glomerular 3328
3261 2022;101:403–13. podocytopathy in patients with systemic lupus 3329
3262 159. Atisha-Fregoso Y, Malkiel S, Harris KM, Byron M, Ding L, erythematosus. J Am Soc Nephrol. 2005;16:175–9. 3330
3263 Kanaparthi S, et al. Phase II randomized trial of rituximab 178. Ruiz-Arruza I, Lozano J, Cabezas-Rodriguez I, Medina JA, 3331
3264 plus cyclophosphamide followed by belimumab for the Ugarte A, Erdozain JG, et al. Restrictive use of oral 3332
3265 treatment of lupus nephritis. Arthritis Rheumatol. glucocorticoids in systemic lupus erythematosus and 3333
3266 2021;73:121–31. prevention of damage without worsening long-term disease 3334
3267 160. Kraaij T, Arends EJ, van Dam LS, Kamerling SWA, van Daele control: an observational study. Arthritis Care Res 3335
3268 PLA, Bredewold OW, et al. Long-term effects of combined (Hoboken). 2018;70:582–91. 3336
3269 B-cell immunomodulation with rituximab and belimumab 179. Appel GB, Contreras G, Dooley MA, Ginzler EM, Isenberg D, 3337
3270 in severe, refractory systemic lupus erythematosus: 2-year Jayne D, et al. Mycophenolate mofetil versus 3338
3271 results. Nephrol Dial Transplant. 2021;36:1474–83. cyclophosphamide for induction treatment of lupus 3339
3272 161. Gatto M, Saccon F, Andreoli L, Bartoloni E, Benvenuti F, nephritis. J Am Soc Nephrol. 2009;20:1103–12. 3340
3273 Bortoluzzi A, et al. Durable renal response and safety with 180. Navarra SV, Guzmán RM, Gallacher AE, Hall S, Levy RA, 3341
3274 add-on belimumab in patients with lupus nephritis in Jimenez RE, et al. Efficacy and safety of belimumab in 3342
3275 real-life setting (BeRLiSS-LN). Results from a large, patients with active systemic lupus erythematosus: a 3343
3276 nationwide, multicentric cohort. J Autoimmun. randomised, placebo-controlled, phase 3 trial. Lancet. 3344
3277 2021;124:102729. 2011;377:721–31. 3345
3278 162. Obris, că B, Sorohan B, Tut, ă L, Ismail G. Advances in lupus 181. Stohl W, Schwarting A, Okada M, Scheinberg M, Doria A, 3346
3279 nephritis pathogenesis: from bench to bedside. Int J Mol Sci. Hammer AE, et al. Efficacy and safety of subcutaneous 3347
3280 2021;22:3766. belimumab in systemic lupus erythematosus: a 3348
3281 163. Deeks ED. Anifrolumab: first approval. Drugs. fifty-two-week randomized, double-blind, 3349
3282 2021;81:1795–802. placebo-controlled study. Arthritis Rheumatol. 3350
3283 164. Sciascia S, Radin M, Yazdany J, Tektonidou M, Cecchi I, 2017;69:1016–27. 3351
3284 Roccatello D, et al. Expanding the therapeutic options for 182. Collins CE, Cortes-Hernández J, Garcia MA, von Kempis J, 3352
3285 renal involvement in lupus: eculizumab, available evidence. Schwarting A, Touma Z, et al. Real-world effectiveness of 3353
3286 Rheumatol Int. 2017;37:1249–55. belimumab in the treatment of systemic lupus 3354
3287 165. Bomback AS. Nonproliferative Forms of Lupus Nephritis: An erythematosus: pooled analysis of multi-country data from 3355
3288 Overview. Rheum Dis Clin North Am. 2018;44:561–9. the OBSErve Studies. Rheumatol Ther. 2020;7: 3356
3289 166. Teplitsky V, Shoenfeld Y, Tanay A. The renin-angiotensin 949–65. 3357
3290 system in lupus: physiology, genes and practice, in animals 183. Hannah J, Casian A, D’Cruz D. Tacrolimus use in lupus 3358
3291 and humans. Lupus. 2006;15:319–25. nephritis: A systematic review and meta-analysis. 3359
3292 167. Alsuwaida AO, Bakhit AA, Alsuwaida FA, Wadera JJ, Kfoury Autoimmun Rev. 2016;15:93–101. 3360
3293 HM, Husain S. The long-term outcomes and histological 184. Walsh M, Solomons N, Lisk L, Jayne DRW, Mycophenolate 3361
3294 transformation in class II lupus nephritis. Saudi Med J. mofetil or intravenous cyclophosphamide for lupus 3362
3295 2018;39:990–3. nephritis with poor kidney function: a subgroup analysis of 3363
3296 168. Wang S, Chen D, Zuo K, Xu F, Hu W. Long-term renal the Aspreva Lupus Management Study. Am J Kidney Dis. 3364
3297 outcomes of mesangial proliferative lupus nephritis in 2013;61:710–5. 3365
3298 Chinese patients. Clin Rheumatol. 2022;41:429–36. 185. Radhakrishnan J, Moutzouris DA, Ginzler EM, Solomons N, 3366
3299 169. Bomback AS, Appel GB. Updates on the treatment of lupus Siempos II, Appel GB. Mycophenolate mofetil and 3367
3300 nephritis. J Am Soc Nephrol. 2010;21:2028–35. intravenous cyclophosphamide are similar as induction 3368

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
40 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

3369 therapy for class V lupus nephritis. Kidney Int. 203. Imbasciati E, Tincani A, Gregorini G, Doria A, Moroni G, 3437
3370 2010;77:152–60. Cabiddu G, et al. Pregnancy in women with pre-existing 3438
3371 186. Zhang H, Liu Z, Zhou M, Liu Z, Chen J, Xing C, et al. lupus nephritis: predictors of fetal and maternal outcome. 3439
3372 Multitarget therapy for maintenance treatment of lupus Nephrol Dial Transplant. 2009;24:519–25. 3440
3373 nephritis. J Am Soc Nephrol. 2017;28:3671–8. 204. Bramham K, Soh MC, Nelson-Piercy C. Pregnancy and renal 3441
3374 187. Contreras G, Pardo V, Leclercq B, Lenz O, Tozman E, O’Nan P, outcomes in lupus nephritis: an update and guide to 3442
3375 et al. Sequential therapies for proliferative lupus nephritis. management. Lupus. 2012;21:1271–83. 3443
3376 N Engl J Med. 2004;350:971–80. 205. Moroni G, Ponticelli C. Important considerations in pregnant 3444
3377 188. Austin HA, Illei GG, Braun MJ, Balow JE. Randomized, patients with lupus nephritis. Expert Rev Clin Immunol. 3445
3378 controlled trial of prednisone, cyclophosphamide, and 2018;14:489–98. 3446
3379 cyclosporine in lupus membranous nephropathy. J Am Soc 206. Lynch AM, Murphy JR, Gibbs RS, Levine RJ, Giclas PC, Salmon 3447
3380 Nephrol. 2009;20:901–11. JE, et al. The interrelationship of complement-activation 3448
3381 189. Ward MM, Sundaramurthy S, Lotstein D, Bush TM, Neuwelt fragments and angiogenesis-related factors in early 3449
3382 CM, Street RL Jr. Participatory patient-physician pregnancy and their association with pre-eclampsia. BJOG. 3450
3383 communication and morbidity in patients with systemic 2010;117:456–62. 3451
3384 lupus erythematosus. Arthritis Rheum. 2003;49:810–8. 207. Kim MY, Buyon JP, Guerra MM, Rana S, Zhang D, Laskin CA, 3452
3385 190. Rovin BH, Furie R, Latinis K, Looney RJ, Fervenza FC, et al. Angiogenic factor imbalance early in pregnancy 3453
3386 Sanchez-Guerrero J, et al. Efficacy and safety of rituximab in predicts adverse outcomes in patients with lupus and 3454
3387 patients with active proliferative lupus nephritis: the Lupus antiphospholipid antibodies: results of the PROMISSE study. 3455
3388 Nephritis Assessment with Rituximab study. Arthritis Am J Obstet Gynecol. 2016;214:108.e1–e14. 3456
3389 Rheum. 2012;64:1215–26. 208. Götestam Skorpen C, Hoeltzenbein M, Tincani A, 3457
3390 191. Garcia-Carrasco M, Mendoza-Pinto C, Sandoval-Cruz M, Fischer-Betz R, Elefant E, Chambers C, et al. The EULAR 3458
3391 Soto-Vega E, Beltran-Castillo A, Jimenez-Hernandez M, et al. points to consider for use of antirheumatic drugs before 3459
3392 Anti-CD20 therapy in patients with refractory systemic pregnancy, and during pregnancy and lactation. Ann Rheum 3460
3393 lupus erythematosus: a longitudinal analysis of 52 Hispanic Dis. 2016;75:795–810. 3461
3394 patients. Lupus. 2010;19:213–9. 209. Moroni G, Doria A, Giglio E, Imbasciati E, Tani C, Zen M, et al. 3462
3395 192. Vigna-Perez M, Hernández-Castro B, Paredes-Saharopulos O, Maternal outcome in pregnant women with lupus nephritis. 3463
3396 Portales-Pérez D, Baranda L, Abud-Mendoza C, et al. Clinical A prospective multicenter study. J Autoimmun. 3464
3397 and immunological effects of rituximab in patients with 2016;74:194–200. 3465
3398 lupus nephritis refractory to conventional therapy: a pilot 210. Flint J, Panchal S, Hurrell A, van de Venne M, Gayed M, 3466
3399 study. Arthritis Res Ther. 2006;8:R83. Schreiber K, et al. BSR and BHPR guideline on prescribing 3467
3400 193. Gunnarsson I, Sundelin B, Jónsdóttir T, Jacobson SH, drugs in pregnancy and breastfeeding-Part II: analgesics and 3468
3401 Henriksson EW, van Vollenhoven RF. Histopathologic and other drugs used in rheumatology practice. Rheumatology 3469
3402 clinical outcome of rituximab treatment in patients with (Oxford). 2016;55:1698–702. 3470
3403 cyclophosphamide-resistant proliferative lupus nephritis. 211. Groot N, de Graeff N, Marks SD, Brogan P, Avcin T, 3471
3404 Arthritis Rheum. 2007;56:1263–72. Bader-Meunier B, et al. European evidence-based 3472
3405 194. Melander C, Sallée M, Trolliet P, Candon S, Belenfant X, recommendations for the diagnosis and treatment of 3473
3406 Daugas E, et al. Rituximab in severe lupus nephritis: early childhood-onset lupus nephritis: the SHARE initiative. Ann 3474
3407 B-cell depletion affects long-term renal outcome. Clin J Am Rheum Dis. 2017;76:1965–73. 3475
3408 Soc Nephrol. 2009;4:579–87. 212. Charras A, Smith E, Hedrich CM. Systemic lupus 3476
3409 195. Iaccarino L, Bartoloni E, Carli L, Ceccarelli F, Conti F, De Vita erythematosus in children and young people. Curr 3477
3410 S, et al. Efficacy and safety of off-label use of rituximab in Rheumatol Rep. 2021;23:20. 3478
3411 refractory lupus: data from the Italian Multicentre Registry. 213. Harry O, Yasin S, Brunner H. Childhood-onset systemic 3479
3412 Clin Exp Rheumatol. 2015;33:449–56. lupus erythematosus: A review and update. J Pediatr. 3480
3413 196. Contis A, Vanquaethem H, Truchetet ME, Couzi L, Rigothier 2018;196:22–30.e2. 3481
3414 C, Richez C, et al. Analysis of the effectiveness and safety of 214. Oni L, Wright RD, Marks S, Beresford MW, Tullus K. Kidney 3482
3415 rituximab in patients with refractory lupus nephritis: a chart outcomes for children with lupus nephritis. Pediatr Nephrol. 3483
3416 review. Clin Rheumatol. 2016;35:517–22. 2021;36:1377–85. 3484
3417 197. Segarra A, Arredondo KV, Jaramillo J, Jatem E, Salcedo MT, 215. Ah Guerra A, Garro R, McCracken C, Rouster-Stevens K, 3485
3418 Agraz I, et al. Efficacy and safety of bortezomib in refractory Prahalad S. Predictors for early readmission in patients 3486
3419 lupus nephritis: a single-center experience. Lupus. hospitalized with new onset pediatric lupus nephritis. 3487
3420 2020;29:118–25. Lupus. 2021;30:1991–7. 3488
3421 198. Ostendorf L, Burns M, Durek P, Heinz GA, Heinrich F, 216. Vazzana KM, Daga A, Goilav B, Ogbu EA, Okamura DM, Park 3489
3422 Garantziotis P, et al. Targeting CD38 with daratumumab in C, et al. Principles of pediatric lupus nephritis in a 3490
3423 refractory systemic lupus erythematosus. N Engl J Med. prospective contemporary multi-center cohort. Lupus. 3491
3424 2020;383:1149–55. 2021;30:1660–70. 3492
3425 199. Mougiakakos D, Krönke G, Völkl S, Kretschmann S, Aigner M, 217. Smith E, Al-Abadi E, Armon K, Bailey K, Ciurtin C, Davidson 3493
3426 Kharboutli S, et al. CD19-targeted CAR T cells in refractory J, et al. Outcomes following mycophenolate mofetil versus 3494
3427 systemic lupus erythematosus. N Engl J Med. 2021;385:567–9. cyclophosphamide induction treatment for proliferative 3495
3428 200. Suría S, Checa MD. Mycophenolate mofetil in the treatment juvenile-onset lupus nephritis. Lupus. 2019;28:613–20. 3496
3429 of lupus nephritis, in patients with failure, intolerance or 218. Trindade VC, Carneiro-Sampaio M, Bonfa E, Silva CA. An 3497
3430 relapses after treatment with steroids and update on the management of childhood-onset systemic 3498
3431 cyclophosphamide. Nefrología. 2007;27:459–65. lupus erythematosus. Paediatr Drugs. 2021;23:331–47. 3499
3432 201. Kattah AG, Garovic VD. Pregnancy and lupus nephritis. 219. Gilbert M, Goilav B, Hsu JJ, Nietert PJ, Meidan E, Chua A, et al. 3500
3433 Semin Nephrol. 2015;35:487–99. Differences in rituximab use between pediatric 3501
3434 202. Karim MY, D’Cruz DP. Practical management of lupus rheumatologists and nephrologists for the treatment of 3502
3435 nephritis in pregnancy and the puerperium. Expert Rev Clin refractory lupus nephritis and renal flare in childhood-onset 3503
3436 Pharmacol. 2010;3:777–84. SLE. Pediatr Rheumatol Online J. 2021;19:137. 3504

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx 41

3505 220. Chalhoub NE, Wenderfer SE, Levy DM, Rouster-Stevens K, 237. Nossent HC, Swaak TJ, Berden JH. Systemic lupus 3573
3506 Aggarwal A, Savani SI, et al. International consensus for the erythematosus: analysis of disease activity in 55 patients 3574
3507 dosing of corticosteroids in childhood-onset systemic lupus with end-stage renal failure treated with hemodialysis or 3575
3508 erythematosus with proliferative lupus nephritis. Arthritis continuous ambulatory peritoneal dialysis. Dutch Working 3576
3509 Rheumatol. 2022;74:263–73. Party on SLE. Am J Med. 1990;89:169–74. 3577
3510 221. Tanaka H, Joh K, Imaizumi T. Treatment of pediatric-onset 238. Salgado Guerrero M, Londono Jimenez A, Dobrowolski C, 3578
3511 lupus nephritis: a proposal of optimal therapy. Clin Exp Mowrey WB, Goilav B, Wang S, et al. Systemic lupus 3579
3512 Nephrol. 2017;21:755–63. erythematosus activity and hydroxychloroquine use before 3580
3513 222. Basu B, Roy B, Babu BG. Efficacy and safety of rituximab in and after end-stage renal disease. BMC Nephrol. 2020;21:450. 3581
3514 comparison with common induction therapies in pediatric 239. Lentine KL, Lam NN, Caliskan Y, Alhamad T, Xiao H, 3582
3515 active lupus nephritis. Pediatr Nephrol. 2017;32:1013–21. Schnitzler MA, et al. Hydroxychloroquine and maintenance 3583
3516 223. Tektonidou MG, Sotsiou F, Nakopoulou L, immunosuppression use in kidney transplant recipients: 3584
3517 Vlachoyiannopoulos PG, Moutsopoulos HM. Analysis of linked US registry and claims data. Clin 3585
3518 Antiphospholipid syndrome nephropathy in patients with Transplant. 2020;34:e14118. 3586
3519 systemic lupus erythematosus and antiphospholipid 240. Krane NK, Burjak K, Archie M, O’donovan R. Persistent lupus 3587
3520 antibodies: prevalence, clinical associations, and long-term activity in end-stage renal disease. Am J Kidney Dis. 3588
3521 outcome. Arthritis Rheum. 2004;50:2569–79. 1999;33:872–9. 3589
3522 224. Amigo MC. Kidney disease in antiphospholipid syndrome. 241. Kostopoulou M, Fanouriakis A, Cheema K, Boletis J, Bertsias 3590
3523 Rheum Dis Clin North Am. 2006;32:509–22. G, Jayne D, et al. Management of lupus nephritis: a 3591
3524 225. Moroni G, Ventura D, Riva P, Panzeri P, Quaglini S, Banfi G, systematic literature review informing the 2019 update of 3592
3525 et al. Antiphospholipid antibodies are associated with an the joint EULAR and European Renal Association-European 3593
3526 increased risk for chronic renal insufficiency in patients Dialysis and Transplant Association (EULAR/ERA-EDTA) 3594
3527 with lupus nephritis. Am J Kidney Dis. 2004;43:28–36. recommendations. RMD Open. 2020;6:e001263. 3595
3528 226. Song D, Wu L, Hua Wang F, Mei Yang X, Wei Zhu D, Chen M, 242. Wu MJ, Lo YC, Lan JL, Yu TM, Shu KH, Chen DY, et al. 3596
3529 et al. The spectrum of renal thrombotic microangiopathy in Outcome of lupus nephritis after entering into end-stage 3597
3530 lupus nephritis. Arthritis Res Ther. 2013;15:R12. renal disease and comparison between different treatment 3598
3531 227. Park MH, Caselman N, Ulmer S, Weitz IC. modalities: a nationwide population-based cohort study in 3599
3532 Complement-mediated thrombotic microangiopathy Taiwan. Transplant Proc. 2014;46:339–41. 3600
3533 associated with lupus nephritis. Blood Adv. 2018;2:2090–4. 243. Kang SH, Chung BH, Choi SR, Lee JY, Park HS, Sun IO, et al. 3601
3534 228. Yue C, Li G, Wen Y, Li X, Gao R. Early Renin-angiotensin Comparison of clinical outcomes by different renal 3602
3535 system blockade improved short-term and long-term renal replacement therapy in patients with end-stage renal 3603
3536 outcomes in systemic lupus erythematosus patients with disease secondary to lupus nephritis. Korean J Intern Med. 3604
3537 antiphospholipid-associated nephropathy. J Rheumatol. 2011;26:60–7. 3605
3538 2018;45:655–62. 244. Jorge A, Wallace ZS, Lu N, Zhang Y, Choi HK. Renal 3606
3539 229. Tektonidou MG, Andreoli L, Limper M, Amoura Z, Cervera R, Transplantation and survival among patients with lupus 3607
3540 Costedoat-Chalumeau N, et al. EULAR recommendations for nephritis: A Cohort Study. Ann Intern Med. 2019;170: 3608
3541 the management of antiphospholipid syndrome in adults. 240–7. 3609
3542 Ann Rheum Dis. 2019;78:1296–304. 245. Plantinga LC, Patzer RE, Drenkard C, Kramer MR, Klein M, 3610
3543 230. Alchi B, Griffiths M, Jayne D. What nephrologists need to Lim SS, et al. Association of time to kidney transplantation 3611
3544 know about antiphospholipid syndrome. Nephrol Dial with graft failure among U.S. patients with end-stage renal 3612
3545 Transplant. 2010;25:3147–54. disease due to lupus nephritis. Arthritis Care Res (Hoboken). 3613
3546 231. Sciascia S, Yazdany J, Dall’Era M, Fenoglio R, Radin M, 2015;67:571–81. 3614
3547 Aggarwal I, et al. Anticoagulation in patients with 246. Moroni G, Vercelloni PG, Quaglini S, Gatto M, Gianfreda D, 3615
3548 concomitant lupus nephritis and thrombotic Sacchi L, et al. Changing patterns in clinical-histological 3616
3549 microangiopathy: a multicentre cohort study. Ann Rheum presentation and renal outcome over the last five decades in 3617
3550 Dis. 2019;78:1004–6. a cohort of 499 patients with lupus nephritis. Ann Rheum 3618
3551 232. Dufrost V, Risse J, Reshetnyak T, Satybaldyeva M, Du Y, Yan Dis. 2018;77:1318–25. 3619
3552 XX, et al. Increased risk of thrombosis in antiphospholipid 247. Ramirez-Sandoval JC, Chavez-Chavez H, Wagner M, 3620
3553 syndrome patients treated with direct oral anticoagulants. Vega-Vega O, Morales-Buenrostro LE, Correa-Rotter R. 3621
3554 Results from an international patient-level data Long-term survival of kidney grafts in lupus nephritis: a 3622
3555 meta-analysis. Autoimmun Rev. 2018;17:1011–21. Mexican cohort. Lupus. 2018;27:1303–11. 3623
3556 233. Bucciarelli S, Espinosa G, Cervera R, Erkan D, Gómez-Puerta 248. Naranjo-Escobar J, Manzi E, Posada JG, Mesa L, Echeverri GJ, 3624
3557 JA, Ramos-Casals M, et al. Mortality in the catastrophic Duran C, et al. Kidney transplantation for end-stage renal 3625
3558 antiphospholipid syndrome: causes of death and prognostic disease in lupus nephritis, a very safe procedure: a single 3626
3559 factors in a series of 250 patients. Arthritis Rheum. Latin American transplant center experience. Lupus. 3627
3560 2006;54:2568–76. 2017;26:1157–65. 3628
3561 234. Bendapudi PK, Hurwitz S, Fry A, Marques MB, Waldo SW, Li 249. Park ES, Ahn SS, Jung SM, Song JJ, Park YB, Lee SW. Renal 3629
3562 A, et al. Derivation and external validation of the PLASMIC outcome after kidney-transplantation in Korean patients 3630
3563 score for rapid assessment of adults with thrombotic with lupus nephritis. Lupus. 2018;27:461–7. 3631
3564 microangiopathies: a cohort study. Lancet Haematol. 250. Horta-Baas G, Camargo-Coronel A, Miranda-Hernández DG, 3632
3565 2017;4:e157–64. Gónzalez-Parra LG, Romero-Figueroa MDS, Pérez-Cristóbal 3633
3566 235. Cavero T, Rabasco C, López A, Román E, Ávila A, Sevillano Á, M. Renal transplantation in systemic lupus erythematosus: 3634
3567 et al. Eculizumab in secondary atypical haemolytic uraemic Comparison of graft survival with other causes of end-stage 3635
3568 syndrome. Nephrol Dial Transplant. 2017;32:466–74. renal disease. Reumatol Clin (Engl Ed). 2019;15:140–5. 3636
3569 236. Tektonidou MG, Dasgupta A, Ward MM. Risk of end-stage 251. Pampa-Saico S, Marcén-Letosa R, Fernández-Rodríguez A, 3637
3570 renal disease in patients with lupus nephritis, 1971-2015: a Díaz-González LE, Jiménez-Álvaro S, Liaño García F. Kidney 3638
3571 systematic review and bayesian meta-analysis. Arthritis transplantation in systemic lupus erythematosus: 3639
3572 Rheumatol. 2016;68:1432–41. Outcomes and prognosis. Med Clin (Barc). 2019;153:460–3. 3640

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005
NEFRO 1108 1–42
ARTICLE IN PRESS
42 n e f r o l o g i a 2 0 2 2;x x x(x x):xxx–xxx

3641 252. Zhang L, Lee G, Liu X, Pascoe EM, Badve SV, Boudville NC, submitted to renal transplantation. Sci Rep. 2019;9: 3654
3642 et al. Long-term outcomes of end-stage kidney disease for 11611. 3655
3643 patients with lupus nephritis. Kidney Int. 2016;89:1337–45. 256. Ntatsaki E, Velo-Garcia A, Vassiliou VS, Salama AD, Isenberg 3656
3644 253. Martínez-López D, Sánchez-Bilbao L, De Cos-Gómez M, DA. Impact of pre-transplant time on dialysis on survival in 3657
3645 González-Mazón I, Rodrigo-Calabia E, Ruiz-San Millán JC, patients with lupus nephritis. Clin Rheumatol. 3658
3646 et al. Long-term survival of renal transplantation in patients 2018;37:2399–404. 3659
3647 with lupus nephritis: experience from a single university 257. Ames PR, Merashli M, Bucci T, Gentile F, Delgado-Alves J. 3660
3648 centre. Clin Exp Rheumatol. 2022;40:581–8. Antiphospholipid antibodies and renal transplant: A 3661
3649 254. Rodelo J, González LA, Ustáriz J, Matera S, Pérez K, Ramírez systematic review and meta-analysis. Semin Arthritis 3662
3650 Z, et al. Kidney transplantation outcomes in lupus nephritis: Rheum. 2019;48:1041–52. 3663
3651 A 37-year single-center experience from Latin America. 258. Morales JM, Serrano M, Martínez-Flores JA, Perez D, Serrano 3664
3652 Lupus. 2021;30:1644–59. A. Antiphospholipid syndrome and renal allograft 3665
3653 255. Albuquerque BC, Salles VB, Tajra RD, de P, Rodrigues CEM. thrombosis. Transplantation. 2019;103:481–6. 3666
Outcome and prognosis of patients with lupus nephritis

Cómo citar este artículo: Rojas-Rivera JE, et al. Documento de consenso del Grupo de Estudio de Enfermedades Glomerula-
res de la Sociedad Española de Nefrología (GLOSEN) para el diagnóstico y tratamiento de la nefritis lúpica. Nefrologia.
NEFRO 11082022.
1–42
https://doi.org/10.1016/j.nefro.2022.10.005

También podría gustarte