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Si bien es cierto, Castillo disparó su propia caída.

El congreso no lo vacó, lo vacó en la


formalidad, pero solo dio forma a lo que en el fondo Castillo termino provocando.
Convocando organizaciones sociales, convocando organizaciones que lo respalden y que
finalmente le dieron la espalda. Sus propios ministros de Estado le dieron la espalda, porque
no estaban de acuerdo con lo que había hecho, el mismo se vacó. Incluso, se le esta o estaba
imputando el delito de rebelión o conspiración y de sedición. Primero, hay que entender que
leer un discurso no caes o no asumes en el delito de rebelión. Este tiene elementos subjetivos
y elementos materiales que cae en la conducta del imputado. Uno de los primeros elementos
es el alzamiento en armas, ¿Cuál arma alzo’ el presidente dirán? La única arma que alzo fue un
mensaje a la nación que leyó medio tembloroso que él no escribió. Y ese alzamiento armas que
leyó tiene que ser para cambiar la forma de Gobierno, y como es el alzamiento armas, porque
es el supremo del país, de las FF.AA y también de la PNP, tiene que haber hecho algo para
cambiar el modo de Gobierno y se hayan alzado en armas. Pero un Presidente al comando de
la FF.AA y PNP, no le ordena por un medio de televisión de que se alcen en armas. El propio
Castillo jamás ha dictado una resolución suprema a este cambio de Gobierno para que se alza
en arma. Así que no se estaría cumpliendo este delito ni tentativamente.
El delito de sedición requiere como presupuesto base que el sujeto activo se hallase en armas
o alzarse en ella, para realizar una serie de acciones al orden constitucional. Los ejemplos más
significativos para estos hechos son variar la forma de Gobierno, impedir la realización de
elecciones o cualquier otro acto tendente a no respetar lo que no está constituido. Incluso, se
resalta que es un requisito ineludible del Código Penal, porque regula de manera
independiente al delito de conspiración a la sedición. Queda por aclarar que la conspiración
consiste en ponerse de acuerdo con otra persona, para justamente a través del alzamiento o
uso de las armas variar la forma de Gobierno o impedir las elecciones, donde el sujeto activo
es quien supone pluralidad e intención definida; y el sujeto pasivo dependerá del acuerdo por
dos o más agentes con el fin de sacar una rebelión, sedición o motín.

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