Está en la página 1de 13

Las aventuras en el barco de la mala monta han terminado, pero por supuesto mis aventuras no

tienen reparo. Como sea, decidí que era hora de poner mis pensamientos en orden, desde ahora me
aseguraría de que no terminaría ebria y deprimida escuchando en algún bar apestoso, canciones
deprimentes por la tarde para mujeres quedadas como yo.

Cuestión, decidí tomar las riendas de mi vida, y que mejor manera que haciéndolo de una forma
escrita. Escribiendo la verdad sobre Briged Gigi. Toda la verdad.
Creo que un punto importante es sin duda dejar en claro mis metas... -silencio incomodo -

No es tan fácil como pensé, pero ahí va:

1. Definitivamente tengo pensar mi plan. Con respecto a mi situación y mi reino. He


descubierto que sin duda alguna, mi tirano hermano es un psicópata de proporciones
bíblicas, mira que poner un cartel de se busca en cada puerto de este maldito mundo. ¿Por
crímenes a la corona?

¿Cuál fue mi crimen exactamente? No querer mamarte el pito. Estoy segura que no soy la única que
tiene ese problema. A quien sea que elijas como la próxima emperatriz, sin duda, ella tampoco
querrá ni por todo el dinero del mundo.

En fin, esto pronto se va a arreglar, ya sea que alguien de lo que queda de nuestra tripulación
decidida a acompañarme o yo misma me las tenga que apañar para ir y romperte todo lo que se
llama madre, ¡upss! ya ni eso tienes.

Pero hasta que eso suceda, supongo que tendré que ocultar toda esta belleza en una apariencia
falsa.

2. Quizás la cosa más importante, dejar en claro mi situación con Hush Bando.

Hush y yo, hemos tenido una relación algo... Tumultuosa.

Principalmente por cuestiones religiosas, pero bien lo decía Padre: Nunca te cases con alguien de
otra religión, una relación ya es bastante difícil teniendo creencias parecidas. Ahora; imagina un ser
que sirve a un ser celestial, mientras que yo soy sirviente de un dios descarriado. Por supuesto que
eso nos iba a acarrear problemas.

Apenas estábamos llevando un día tranquilo de compras, después de toda la batalla que habíamos
estado teniendo. Había decidido hacer un cambio de look para Hush pues eso de tener alas y una
aureola sobre la cabeza son muy llamativas y yo estoy en modo “desapercibida”.

Hush tenía muchísimas ganas de hablar sobre de mis decisiones con respecto al Suggar.

- Gigi, sé que quizás no sea el momento, pero de verdad, necesito saber, no puedo aguantar
más la curiosidad... -
- ¿Quieres saber por qué tengo un contrato con un ser como el Suggar? -
- Sí -
- Quieres la versión larga o la versión corta -
- Solo quiero la verdad. -
- La verdad ¿eh?... La verdad es que cuando estuve más sola y desamparada, ninguna plegaria
surgió efecto. Cuando creí que ya nadie podría ayudarme, fue el único que me tendió su
mano, me dio no solo el poder para escapar si no que me dio el aliento para seguir con mi
vida. -
Parecía que Hush estaba confundido con dicha declaración, claro que para seres tan cercanos a dios,
es difícil creer que su señor, tiene puntos ciegos, pero esa es la verdad, o al menos para mí lo fue.

Hush aún sigue manteniendo el discurso de que debería deshacer mi contrato con el Suggar, pero él
no comprende que hacer eso no solo no está en mis planes, ni siquiera creo que pueda hacer tal
cosa, lo que me lleva a mi tercer meta.

3. Esclarecer los términos de mi contrato con mi Suggar.

El suggar es sin duda un ser misterioso, rara vez me da razones concretas, y siempre que quiero
hablar respecto a los términos del pago por sus servicios. El solo sabe darme acertijos y trabalenguas
que sinceramente soy incapaz de entender. Lo único que entiendo es que, cuando el momento
llegue, lo sabre.

Quiero que sepas, ¡porque sé que sabes que te estoy escribiendo esto, porque eres bien chismoso!
¡¿Te mataría ser un poco más literal cuando hablamos?!

Bueno hasta ahora así va el chisme del día uno dentro de este diario.

Hasta entonces XOXO perras.


Querido diario, muy seguramente te estarás preguntándo ¿dónde estuve todo este tiempo?

Para responder a eso, tengo que decir que... es fácil, pero es complejo a la vez.

En los últimos días, había estado notando algunas cosas extrañas en mi persona, pero ni por un
segundo me paso por la cabeza, lo que estaba pasando.

Al poco tiempo de llegar a esta pintoresca ciudad portuaria, me estaba dando cada vez más hambre,
quería comer todo el tiempo, pero lo extraño era que, muchas veces terminaba vomitando todo lo
que me tragaba, además de que me sentía sumamente cansada. Estos días debo admitir que abuse
de las atenciones de Alfred, chiquis y Hush. Estaban por todo el barco en calidad de sirvientes.

Finalmente, ayer me sentí más mal que nunca. Sentía dolor por todo mi cuerpazo. Hasta que ese
dolor se fue justo a mi abdomen, creí que después de haberme atascado de comida, el baño me
estaba llamando.

Luego de un arduo trabajo me levante del retrete y al ver lo que había ahí, quede completamente
perpleja.

Apenas unos segundos después, Hush ya estaba golpeando a mi puerta para saber si estaba bien.

- ¡¿Qué es lo que paso... qué es eso?!

Dijo apenas entrar al baño y ver “eso”, sobre el retrete.

- Es... Es...
- ¿Un huevo?
- Sí, es un huevo, Nuestro huevo.
- ¿Nuestro?
- Sí
- ¿Cómo que nuestro?
- Bueno, los Dracónidos, no tenemos bebes, tenemos… Huevos.
- ¿Un huevo? ¿Cómo un bebe? ¿Quieres decir que, tú y yo?
- Somos padres de un hermoso huevo, sí.

Estaba totalmente perplejo.

Ahora me pongo a pensar, pues ¿qué esperabas luego de 8 horas de relaciones salvajes, un
Refrigerador?

Sin embargo, minutos después su cara de susto; desapareció, su rostro pareció llenarse de luz.

- Entonces, ¿soy padre de este huevo? -

Hush tomo al huevo, que era más grande que el de un avestruz y lo tomo en sus brazos con tal
delicadeza.

- Es tan hermoso, es tan perfecto, seguro que se parece a mí -

- Sí... bueno es un huevo de color blanco aún falta mucho para saber a quién se parecerá. -

Hush tan pronto tuvo a nuestro huevo en brazos, literalmente ya no pudo separarse de él. De la
nada se había convertido en el Padre más amoroso y sobreprotector que jamás vi. Para no separarse
del huevo incluso se compró una cangurera y llevaba a todos lados a nuestro huevo, a quien apodo
La bebe. Porque sí, él está convencido que será una niña.
Bueno hasta ahora, esto es todo querido diario XOXO perra.
Querido diario las más perra una vez más al habla.

Desque que tenemos a nuestro huevo nuestra vida ha dado un giro de 360 grados. Sin duda; no
esperaba tener que ejercer mi derecho a la maternidad tan pronto, pero diría Hush, lo caminos de
dios son misteriosos. A esa perra sin duda le gusta el drama.

Como sea, el otro día mientras estábamos haciendo… nada, la verdad es que estábamos sentados
viendo al techo. Hush estaba parado frente al espejo viendo nuestro huevo que traía colgado, como
esa pose ridícula que hacen las mujeres que no tienen huevos, si no que los incuban internamente,
ver la forma de sus estómagos mientras los frotan. ¡Esa pose!

- Dicen que si la forma del estómago es muy redonda es niña, pero si es más ovalado es niño,
y yo creo que Rigoberta es bastante redonda ¿no crees? –
- ¿Disculpa? ¿Quién demonios es Rigoberta? –
- Nuestro huevo, cuando nazca se llamará Rigoberta, ¿no te parece lindo? –

¡Oye a este estúpido, idiota, agalambado!

- Claro que no, no se va a llamar Rigoberta, ¡primero muerta! –


- Bien, entonces ¿cuál te gustaría a ti? -
- Mi bendición tendrá un nombre imponente, que demuestre toda su grandeza
majestuosidad, que sus enemigos, tiemble de terror al solo escucharlo…
- No va tener un nombre kilómetro. -
- ¿Disculpa? –
- Ya me escuchaste, no quiero que tenga un nombre impronunciable y larguísimo como el
tuyo, Si la gente va a temer su nombre, que tiemblen por lo que significa y no porque no
puedan pronunciarlo. Que sea un nombre que entre al menos en el reglón de una hoja. –

Hush tenía un punto, ciertamente mi nombre era demasiado para la mayoría, sería buena idea, solo
ponerle un nombre que todos puedan al menos pronunciar y escribir.

- Estoy de acuerdo con eso, pero aún tenemos tiempo, piensa un poco en el nombre que
quieres y yo pensare en otro, luego veremos como elegir entre esos dos –
- Sabes escuche el otro día de las mujeres, que muchos ponen los nombres de los abuelos a
los nietos, ¿Cuál es el nombre de tu madre? –

Mamita… era muy chica cuando ella murió, vivíamos aislados de todos, para mí el único nombre de
mamita era ese. Me pregunto, ¿cuál era el nombre de mi mamita? Seguramente era un nombre
precioso como ella, por desgracia; jamás lo escuche o al menos, no recuerdo.

- No lo recuerdo, ella murió cuando era pequeña –


- Oh lo lamento… -
- No te preocupes es un trauma ya superado, pero hablando de padres ¿qué hay de los tuyos?

- Yo soy una creación, no tengo padres como los humanos, solo mi creador, mi dios. –
- ¿y no tiene nombre? –
- Pues… no lo sé, nunca había pensado si tenía otro nombre –

La conversación de los nombres casi había terminado cuando recordé un dato de vital importancia,
¿y si nuestro retoño no resultaba ser una niña, si no un niño?

- Hus y si es niño ¿qué nombre le pondrías? –


Hush volteo a verme velozmente con molestia.

- Eso no pasara, sin dudas, Rigoberta es una niña –


- ¡Y dale con el chingado Rigoberta! ¡Que no se va a llamar así! –

Eso es todo por ahora querido diario, cuídate perra XOXO


Queridísimo diario una vez tu perra favorita al habla.

Todo había estado muy tranquilo últimamente, en buenas nuevas. Mi relación con hush, iba viento
en popa, realmente nos llevamos muy bien… el problema es que no soy la única que se lleva bien
con él.

Debido a mi situación como Prófuga de la “justicia”. Procuro no salir muy seguido de la nave que
ahora es mi hogar… hogar temporal. Hush es quien se encarga de las compras, entre otras cosas que
impliquen salir del barco. Aun cuando puedo disfrazarme y cambiar mi apariencia, temo que eso no
sea suficiente para ocultarme de mi bastardo hermano. Entonces el otro día, mientras hush
regresaba del mercado, regreso con compañía. ERA UNA PERRA MUJER.

- Gigi, regrese. – Grito apenas entrar el muy sínico.

Hush había decidido invitar a “esa” a nuestro barco, sin pedirme consentimiento antes.

- ¡Mira el tamaño de ese huevo! – Dijo la vulgar humana, señalando a nuestro precioso huevo.
- Disculpa, ¿usted quien es? – Pregunte tan amablemente como pudiera una, cuando
evidentemente lo ultimo que deseas es ser amable con el enemigo.
- Ah, ella es una amiga, su nombre es Renata, ella tiene una verdulería –

¡¡Una sucia verdulera, hazme el chingado favor!! No me mal entiendan, todos los trabajos son
dignos y necesarios para la prosperidad de cualquier reino. PERO NO MAMES, ANGEL CAIDO;
ENGAÑARME CON UNAVERDULERA ¡¡A MI!! ¿ENCERIO? CAMBIAR UNA PRINCESA POR UNA
VERDULERA ¿ESTAS BIEN DE TUS FACULTADES?

Como iba diciendo:

- ¿Es tu amiga?, es un placer, mi nombre es…

No se me había ocurrido que no podía decirle mi nombre, ni siquiera mi apodo a un completo


extraño, así que el único nombre que se me vino a la mente fue:

- … Rigoberta –
- Un gusto, señora. –
- ¿Señora? –

Suficiente, quiero arrancarle la cabeza, necesito arrancarle la cabeza. Mientras yo estaba en un


evidente ataque de celos molestia.

- Rigo… Ella vino a tomar el te con nosotros ¿no te molesta verdad? –


- ¿Molestarme? Para nada, tu puedes traer a quien quieras, ¿Por qué? habría de molestarme?
Renata estas en tu casa, yo tengo algo que hacer, afuera… Así que, voy a salir Hush –
- ¿A dónde? –
- Por allí, hablamos luego. –

Tome el huevo y me marche, no mire atrás, pero estoy segurísima de que Hush había percibido mi
molestia.

Estaba molesta, pero, aunque podría parecer que mi molestia es por… celos. Más bien era, por la
obvia razón de que, yo me estoy ocultando, evidentemente me molestaría que de la nada trajera un
extraño al barco sin consultármelo. Poniéndonos en riesgo. Mi hermano solo sabe que desaparecí,
pero no sabe todo lo demás, no quiero ni pensar, en cuentos niveles subiría su furia si supiera que
actualmente vivo con un… ángel y que tengo un huevo con él. Ahora no solo temo lo que pueda
hacer conmigo, temo; que descubra a mi amante y a mi hijo y que les hago terrible.

Debo hacerme más fuerte para protegerlos.

Mientras sacaba toda mi frustración, quemando unas palmeras en una playa cercana pero solitaria.
Comencé a hablarle a mi huevo.

- Cuando salgas de ese huevo te voy a enseñar a quemar a tus enemigos, van quedar así,
chamuscaditos como estas palmeras, Lebron –

Así es yo en el fondo creo que será un niño, pero para evitar discusiones evito hablar de eso con
Hush.

Ya había pasado bastante tiempo, así que decidí regresar al barco, pero cuando regresé, el aura se
veía un poco extraña, se sentía la tensión.

- ¿Qué es lo que pasa? –

Pregunte a la tripulación que parecía mirarme con preocupación aun cuando yo estaba
perfectamente bien.

- Es hush. –
- ¡¿Qué le ha pasado?! – Grite, mientras abrazaba fuertemente a mi huevo.
- No; relájate, no es nada grave, pero… -

Las muchachas se movían y me dejaron ver a hush.

El ángel rubio que yo había conocido se había convertido en un muchacho de cabellos marrones, su
palidez extrema se había vuelto en una piel común, linda pero común, ya no tenia su aureola y
mucho menos las alas, sus plumas estaban todas regadas por el suelo.

Hush me miro con sus ojitos, ahora color miel, completamente llenos de lágrimas.

- Pero que te paso –


- Diosito… el… -

Lo abrace, no deje que terminara… lo entendí todo. Su dios lo desterró y lo volvió un simple mortal.
No sabia si estar molesta, triste o que. Porque, aunque pudiese parecer que le había ocurrido lo
mismo que a mí, era completamente distinto. Yo había huido de mi reino, me había autodesterrado,
pero de cierta forma yo podía volver cuando quisiera, pero Hush, ya no podrá hacer tal cosa. Hush
sin previo aviso, fue desterrado y para colmo se ha convertido en algo que no entiende, se ha vuelto
humano.

Los caminos de dios son misteriosos… y en ocasiones injustos. No se nada sobre el dios de hush,
pero no entiendo, ¿que fue eso tan malo que hizo para hacerle esto? ¿Disfrutar de los placeres
mundanos? ¿tener familia? ¿Es que ellos no tienen derechos? Entiendo que no sean humanos, pero
que tiene de malo querer todas esas cosas. Yo no lo entiendo, pero ahora no era el momento para
ponerme a cuestionar todo esto, ahora mas que nunca, debo apoyarlo, tal y como él me ha apoyado
hasta ahora.

- Todo va a estar bien, te lo prometo –

Es mi vida un caos, pero al menos es el caos que yo misma elegí, así que no puedo quejarme, voy a
tomar al dragón por los cuernos y pelearme con el y estoy segura saldré vencedora.
Hasta entonces, XOXO perra.
Hola querido diario…

Hoy no hablo con emoción, ni con alegría, si no con una de las mas amargas tristezas. Ni siquiera
cuando dejé mi reino, mi único hogar, me sentí tan mal. Pero antes de seguir tengo que empezar por
donde nos quedamos la última vez.

Hush había estado muy melancólico desde que su dios lo castigo. Al menos eso es lo que él dice.

Se la pasaba haciendo el aseo, pero entre ratos, se quedaba viendo hacia la nada atreves de las
ventanas del barco.

- ¿Estas bien? –
- Sí… no te preocupes. –

Esa respuesta era tan fría y con ese tono tan triste, me partía el alma verlo así, pero no podía hacer
nada por él. Las únicas veces que el parecía estar, al menos no tan triste, era cuando jugaba con el
huevo, Alfred y chiquis.

Chiquis, quien lo detestaba al inicio, se sintió mal por él, por lo que de pronto se volvieron amigos
inseparables. Pero al llegar la noche, con el silencio del barco, mientras él creía que todos estaban
dormidos, podía escucharlo llorar. Se levantaba y se iba hasta la cubierta intentando ahogar su llanto
con el ruido de las olas del mar. Quería consolarlo en esas ocasiones, pero me daba la sensación que
debía dejarlo solo. Que el debía buscar sus respuestas a solas… o en su defecto el único que debía
darle ese consuelo, no era otro que el mismo que lo castigo.

Para agregar aun mas drama, en los días siguientes comencé a ver caballeros Dracónidos de mi
Reino, Habrahakaramatiresh. Los reconocí de inmediato, por su apariencia, Dracónidos de piel roja,
pero sobre todo por las banderas y emblemas en sus armaduras. El símbolo de la familia real. Un
dragón en un círculo de fuego. Era evidente, que mi hermano estaba desesperado por encontrarme
que decidió desplegar tropas por todos los países, solo para capturarme.

Finalmente, un día Hush se fue desde temprano, me dijo que regresaría tarde, que no me
preocupara. Pero esa frase fue la único que se me quedo grabado, resonándome en la cabeza
durante todo el tiempo que el estuvo fuera. El regreso, pero el alivio de verlo de nuevo me duro
poco.

El vestía una armadura con símbolos de ángeles y cosas de ese estilo. Yo nunca había visto una, pero
había leído de personas que sí. Paladines, personas que dedican su vida a defender causas justas. La
justicia derivada de sus creencias religiosas.

- ¿Qué significa esto? ¿Por qué portas una armadura de paladines? –


- Porque he tomado una decisión Gigi. Voy a convertirme en un paladín –
- ¿Por qué? ¿Por qué harías eso?
- Por que creo que este es mi destino –
- ¿Destino?
- Sí, yo creo que dios no me castigo por que sí, él sabe lo que es mejor para nosotros, confió
en sus decisiones, y por eso, puso a los paladines en mi camino. –
- No se que estas tratando de decirme. –

Hush me conto todo. Aquel día que perdió su conexión con dios no fue mera casualidad, sucedió
luego de que aquella verdulera lo besara. El no sabia de sus intenciones, el inocentemente pensó
que solo eran amigos. Pero luego de ser besado comenzó a sentirse mal y luego de eso sintió como
si un rayo lo partiera, entonces se dio cuenta que había sido “castigado”. Por días el se culpo a si
mismo por lo que paso. Pero pronto comenzó a creer que quizás no se trataba de un castigo, quizás
era algo más, quizás era un plan de dios. Porque dios, actúa de formas misteriosas, pero nunca se
equivoca.

Casi a la par que los caballeros de Habrahakaramatiresh, eran vistos con mayor frecuencia en el
puerto, también fue visitada por un grupo de paladines, finalmente esta gente lo convenció de
unirse a ellos.

- Los tiempos de dios son perfectos Gigi, justo ahora que estos caballeros de tu reino vinieron,
yo me vuelvo humano, ahora que soy humano y me siento más débil y desprotegido que
nunca. Pero ahora encuentro a este grupo de paladines que me ofrecen, protección y
enseñarme a pelear ¿Es una oportunidad no te parece? –
- No, por supuesto que no, se supone que este feliz por ti por qué crees que yéndote te harás
más fuerte. –
- Sí, si aun fuera un ángel, no sentiría la necesidad de hacerme mas fuerte, y no hubiera
aceptado la ayuda de estas personas que casualmente llegan al mismo tiempo que esos
caballeros, si me voy con ellos podre llevarme a Rigoberta conmigo, estaremos a salvo,
porque los paladines no pertenecen a ningún reino, van y vienen, saben pelear y tienen una
moral intachable, es perfecto. –
- ¿Qué? ¿Como que te llevaras a Ri… al huevo contigo? –
- Sí, es lo mejor, cuando me vaya no podre ayudarte y temo que puedan encontrarte, si eso
pasa, temo que le pase algo a Rigoberta. Lo mejor que podemos hacer es que nadie sepa de
mí, ni de ella. Yo no puedo pedirte que no te pelees con tu hermano, pero ahora mismo
incluso si me quedó a tu lado, no puedo protegerlos. Además, tampoco confió en “él” –

Por supuesto se refiere al Suggar, me molesta admitirlo, pero tenía razón. El suggar es un ser sin
ningún escrúpulo. Además de que sus planes para mi son inciertos. Quizás mi salvador también se
convierta en mi verdugo. Pero lo que me está pidiendo es, demasiado. Discutimos por mas tiempo,
pero al final, no tenia como apelar sus decisiones, tenia razón. Con tantos caballeros aquí, es solo
cuestión de tiempo para que me encuentren. Necesito irme de aquí, pero no importa a donde vaya
la posibilidad que en otras ciudades también halla caballeros es muy grande. Sí yo soy encontrada,
está bien para mí. Pero ¿cómo hago para proteger a mi familia?

Con dolor, el dolor más grande. Acepte la decisión de Hush.

A la mañana siguiente, apenas amanecer, fingiendo que no los conocía, vi partir a los amores de mi
vida. El día era soleado, el mar y el cielo eran especialmente azules. Pero yo sentía que era un día
Tormentoso. No podía arriesgarme a salir así que los vi alejarse mientras miraba por la ventanilla de
mi camarote. De apoco la capa azul, se perdió entre la gente del puerto.

Hoy no tengo nada mas que agregar querido diaria… hoy lo único que me queda es un... hasta
pronto. XOXO.

También podría gustarte