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2000 (2) Importancia Económica Del Derecho de Autor
2000 (2) Importancia Económica Del Derecho de Autor
Convenciones internacionales:
acontecimientos recientes
3 Adhesión de Croacia
Doctrina
Noticias e informaciones
35 La nueva legislación relativa a la protección del derecho de autor y los dere-
chos conexos en Georgia, por David Dzamukashvili
45 La protección del derecho de autor en las legislaciones francesa y congoleña,
por Jean-Marie Eley-Lofele
53 La protección de las expresiones del folclore como medio de difusión cultural
en del derecho nigeriano, por Ikechukwu Magnus Olueze
59 Bibliografía
Convenio para la Protección
de los Productores de Fonogramas
contra la Reproducción no Autorizada
de sus Fonogramas
Adhesión de Croacia
3
Metodologías para la medición
de la importancia económica
del derecho de autor
y derechos conexos en América Latina
Carlos M. Correa*
Introducción
La función del derecho de autor y los derechos conexos puede examinarse, como
otros derechos, en términos económicos. Si bien éste es el enfoque que se adopta en
este estudio, es claro que la creación intelectual no sólo compromete aspectos eco-
nómicos, ni puede ser reducida a consideraciones de mercado. Ella involucra valores
socio-culturales que no pueden ser medidos en términos puramente monetarios.
Sin desconocer estas limitaciones es posible, empero, aproximarse a los derechos
de autor y conexos desde una perspectiva que realce su impacto en la economía de
los países en los que se generan o difunden obras protegidas.
Desde un punto de vista económico, la función principal del derecho de autor
puede ser definida como la de proveer incentivos para la creación intelectual, en una
forma tal que se maximice la diferencia entre el valor del resultado protegido y el
costo social de su creación, incluyendo el costo de administración del sistema. El
mecanismo principal para lograr esos incentivos es la prohibición de la copia o el
uso comercial de una obra sin autorización o remuneración, mediante la limitación
al acceso de las obras o su goce. Un tema central desde la óptica económica es, por
tanto, la forma en que puede obtenerse un adecuado balance entre los incentivos
que deben darse al creador y otros titulares de derechos, y el acceso por parte del
público a las obras, representaciones, películas, etc. (Karnell, 1995, págs. 193-194).
Como es sabido, existe una serie de diferencias importantes entre la concepción
que prevalece en el copyright angloamericano y la que sigue la tradición europea
continental.3 Esas diferencias reflejan los distintos fundamentos de los derechos en
uno y otro ámbito.
Mientras que el copyright se centra en la prevención de la copia sin autorización
vee riding), el «derecho de autor» se preocupa más por la recompensa no sólo eco-
nómica, sino también moral, del individuo que ha realizado una actividad creativa.
En la caracterización de Joyce, «la filosofía general del copyright en el mundo
del common luw consiste en proteger las inversiones de tiempo, esfuerzo, y capital en
la producción de obras de autoría, ya se trate de inversiones de autores individuales
o de entidades corporativas...». En cambio, en el caso de las jurisdicciones donde se
aplica la concepción de los «derechos del autor», la institución de la propiedad artís-
tica y literaria se justifica en términos de títulos inherentes al autor (Joyce et al.,
1994, pág. 3).
Así, los países de la tradición latina no extienden la protección legal a las obras
de personas jurídicas como tales. La concepción latinoamericana también niega a
los resultados de actividades técnicas (como la producción de fonogramas) la condi-
ción de una obra creativa.
En los Estados Unidos, el propósito original de la legislación sobre derechos de
autor fue descrito por la Corte Suprema en el caso Wheuton contra Peters del modo
siguiente:
La sanción por parte del Congreso de la legislación en materia de derechos de autor bajo
los términos de la Constitución no está basada en ningún derecho natural que el autor
posea sobre sus escritos, razón por la cual la Corte Suprema ha considerado que los
derechos que el mismo posee son puramente de derecho positivo, pero sobre la base de
que sirvan al bienestar de la población y el progreso de la ciencia y que promuevan las
artes útiles. Dichos derechos se conceden no principalmente en beneficio del autor, sino
en beneficio del público. No se otorgan para beneficiar a ninguna clase particular de ciu-
dadanos, aun cuando fueran merecedores de ello, sino para beneficiar a la gran masa de
gente, ya que el otorgamiento de una bonificación a autores e inventores estimulará las
letras y la invención.
Las implicaciones económicas de los derechos de autor y conexos han sido evidentes
en el marco de la Ronda de Negociaciones de Uruguay y, en particular, del Acuerdo
ADPIC. Si bien en él se alcanzaron coincidencias significativas, subsistieron diferen-
cias de fondo. La Unión Europea ha defendido la preservación de un margen de
acción (no sujeto al «tratado nacional») para proteger su industria audiovisual de la
competencia estadounidense: en la mayoría de los países europeos se observan défi-
cits significativos en el balance comercial de programas televisivos y películas cine-
matográficas (Modot, 1995, págs. 96-98).
La creciente atención a la dimensión económica de los derechos de autor y
conexos es, en gran parte, resultado de la importancia creciente que esta rama de la
propiedad intelectual ha adquirido, como consecuencia de la difusión de la
tecnología digital como medio para la creación, fijación y comunicación de obras
autorales. Según Goldstein, 1994, págs. 27-28:
El derecho de autor ha sido un hijo de la tecnología desde su comienzo [...] No hubo
necesidad de derechos de autor antes de la imprenta [...] Siglos después, fotografías,
registros sonoros, películas, videocasettes,discos compactos, computadoras digitales han
expandido dramáticamente los mercados para entretenimiento e información reproduci-
das mecánicamente, y han incrementado la función del derecho de autor para ordenar
esos mercados.
. Proveedores
Autores.
Fabricantes de papel y de otros insumos.
. Producción
Editores (corrección y edición de textos, diseño de tapa, etc.).
Impresores.
. Distribución
Distribuidores intermedios, librerías y otros puntos de venta.
l Promoción
Agencias publicitarias.
En algunos casos, una o más de estas funciones son asumidas por una misma
empresa. De hecho, en varios países se observa un proceso de integración vertical
tanto de empresas editoras que extienden sus actividades a la distribución como,
viceversa, de distribuidoras que aprovechan su presencia en el mercado como base
para encarar el negocio editorial.
El peso relativo de cada uno de los componentes indicados en la «cadena de
valor)) del libro varía según las características y estrategias editoriales y de mercado
de cada empresa.
Por un lado, puede establecerse una diferenciación entre editores de narrativa,
ensayos, niños y obras para estudio. Cada uno de estos segmentos presenta
diferencias notables en cuanto a la integración del valor, y también en su
participación en el mercado.’ Dentro de cada rubro, además, existen diferentes
estrategias de negocios, o aun diferencias según el libro de que se trate. Así, algunas
editoriales se concentran en libros que implican altos costos en derechos de autor y
composición, en tanto que otras lo hacen en libros de costo medio o bajo, dirigidos
a un público general y, con frecuencia, recurriendo a obras en el dominio público.
Son numerosos los posibles métodos para valorar la propiedad intelectual a nivel de
la empresa. En la medida en que ella constituye un activo - incluso susceptible de ser
contabilizado como tal - la valoración de aquélla asume una importancia particular,
especialmente cuando se trata de evaluar el patrimonio empresarial o de efectuar
transacciones (por ejemplo, cesión, licencia) respecto de los derechos en cuestión.
Derechos de autor
El análisis de la contribución del derecho de autor al PNB fue realizado, por pri-
mera vez, en los Estados Unidos a fines de los años cincuenta. Según el estudio, las
industrias basadas en el copyright daban cuenta de un 2% de aquél. Cerca de veinte 15
años más tarde, un nuevo estudio indicó una contribución del 2,8%. El conjunto de
industrias implicadas eran por importancia cuantitativa el segundo, detrás sola-
mente de los servicios médicos y de salud, pero por delante de la agricultura, la
industria del automóvil y de la maquinaria eléctrica. En otro estudio posterior,
para 1982, el porcentaje del PNB atribuible a las industrias del derecho de autor
alcanzó el 4,6X
El Cuadro 1 resume en orden cronológico los resultados de algunos de los estu-
dios realizados sobre la contribución al PNB del derecho de autor. Esos estudios
calcularon el porcentaje del PNB atribuible a las industrias del derecho de autor,
comparándolo con el de otros sectores y, en algunos casos, estimaron también el
empleo generado por aquéllas.
Cuadro 1. Estudios sobre la importancia económica del derecho de autor
1. Incluyendo semiconductores.
3. Excluyendosoftware, incluyendo la protección de monumentos y la administración de
la cultura.
Fuente: Cohen Jehoram, 1989, Emery, 1997.
Por ejemplo, el valor anadido de las industrias relacionadas con el derecho de autor
representaba el 6,6% del PNB en Suecia en 1982. Ese mismo año, el porcentaje era
del 2,4% en los Países Bajos, mayor que el atribuible a la industria química, la hote-
lería o el conjunto del transporte marítimo y acero. Aquellas industrias significaban
el 2, 6”/0 del PNB en Gran Bretaña, mayor que el de las industrias del automóvil y
de la alimentación, y ocupando medio millón de trabajadores. En 1985, en Finlan-
dia el porcentaje era del 3, 98%, con el 3, 36% de la población empleada (Cohen
Jehoram, 1989).
Este tipo de estudios se basa en la identificación de las industrias «del derecho
de autor» y en el cálculo de su valor agregado. Estas industrias - también llamadas
«industrias culturales y de la comunicación» -, comprenden empresas que contri-
buyen a la producción y comercialización de obras protegidas por el derecho de
autor en distintos puntos de la «cadena de valor».
En primer lugar, se encuentran las industrias «primarias», es decir, aquellas
cuya existencia misma depende de las obras autorales. El cuadro 2 indica las princi-
pales industrias primariasY y, a modo ilustrativo, algunas de las obras protegidas
por el derecho de autor que constituyen el objeto principal de cada industria.‘”
Derechos conexos
Conclusiones
El estudio realizado indica que existe una diversidad de metodologías para valorar
la importancia económica de distintas modalidades de la propiedad intelectual a
nivel de las empresas. Sería conveniente difundir y, en su caso, refinar y adaptar
estas metodologías en América Latina y el Caribe, con objeto de contribuir a una
mejor gestión de la propiedad intelectual por parte de las empresas, ya sea en el
plano interno o en las transacciones con terceros, incluyendo las operaciones de
venta de los activos de la empresa, y de licencia y cesión de distintas formas de la
propiedad intelectual.
Por otra parte, se han indicado posibles métodos para valorar la propiedad
intelectual, en el caso particular de los derechos de autor y conexos, en términos
económicos, a una escala agregada a nivel nacional. La aplicación de estos métodos
presenta varias limitaciones que pueden tener especial peso en los países de la
región.
Más allá de las deficiencias en las estadísticas disponibles que pueden dificultar
la elaboración de los indicadores requeridos, es claro que, en algunas áreas, como la
de los programas de computación, la mayor parte de los títulos pertenece a empre-
sas del exterior, de manera que el valor agregado local se circunscribe con frecuen-
cia a las fases de comercialización de un producto desarrollado y publicado fuera de
la región, en donde queda la mayor parte de dicho valor.
Sin embargo, existen áreas en las que la región cuenta con una extensa produc-
ción propia, como es el caso de la industria editorial,14 de creación musical y de
obras televisivas. En otros casos, el aporte local se expresa en la reproducción de
obras bajo licencia (por ejemplo, películas, obras musicales, programas de computa-
ción) y en la producción del material gráfico y para la venta al público necesarios en
cada caso.
Las limitaciones antes apuntadas no excluyen, por cierto, la posibilidad y la uti-
lidad de medir la importancia económica del derecho de autor y de los derechos
conexos, a cuyo efecto sería conveniente elaborar un indicador para los diversos sec-
tores a fin de tener en cuenta el porcentaje del valor agregado de origen local sobre
la base del juicio de expertos o de las estadísticas disponibles, en el caso de que exis-
tan. Esta determinación permitiría dar una visión más precisa de la efectiva contri-
bución de la propiedad intelectual a las economías nacionales.
La estimación del valor de la contribución al PNB para un período determinado
supone la definición de una estrategia de investigación compuesta de los siguientes
pasos:
1) Identificación de las diversas industrias dependientes del derecho de autor y
conexos;
2) Categorización de las industrias referidas, según el grado en que el valor agregado
se vincula con derechos de autor y conexos;
3) Cálculo del valor agregado en cada una de las categorías de industrias iden-
tificadas;
4) Determinación, mediante un equipo de expertos, del porcentaje del valor agre-
gado atribuible al derecho de autor y conexos (excluidas las industrias primarias,
en las que el porcentaje debería ser del 100%);
5) Cálculo de la participación en el PNB total de las industrias vinculadas con el
derecho de autor y conexos.
La realización de los estudios sugeridos permitirá ponderar la importancia de la
contribución que los autores y los artistas, intérpretes o ejecutantes realizan a la
economía nacional, y puede servir de base para acciones específicas tendientes a la
consolidación y expansión de esas actividades en el plano doméstico e internacional.
Notas
1. Estos trabajos tuvieron una gran influencia en las iniciativas, impulsadaspor los paísesen
desarrollo en la décadadel setenta,para una revisión del Convenio de París sobre Proteo
ción de la Propiedad Industrial y para el establecimientode un Código Internacional de
Transferencia de Tecnología.
2. La protección mediante la propiedad intelectual es uno de los mecanismospara la apre
piación de resultadosinnovadores, pero no el único. Dependiendode la naturaleza de la
tecnología (producto/proceso) y del sector de que se trate, actúan otros mecanismos que
pueden tener una importancia equivalente o mayor que la propiedad intelectual, como el
Iead time, la ventaja en la curva de aprendizaje o los métodos de ventas (ver Archibughi y
Malaman, 1991).
3. Pese a estas diferencias, se advierten tendencias hacia la convergencia de ambos sistemas
en algunos aspectos, como lo ilustran, por ejemplo, algunas disposiciones de la reciente
Ley venezolana del derecho de autor, así como de la Decisión 351 del Grupo Andino.
4. Por ejemplo, un fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos (Muzur contra Stein)
indicó que «la filosofía económica subyacente en la cláusula que faculta al Congreso a
otorgar patentes y derechos de autor es la convicción de que el incentivo del esfuerzo indi-
vidual a través de una ganancia personal es la mejor forma de promover el bienestar
público por medio del talento de autores e inventores...» (347 U.S. 219).
5. Teniendo en cuenta que ninguna de las ópticas alternativas para la protección de los dere
chos de autor - enfoque basado en el autor y enfoque económico ~ satisface completa-
mente los intereses sociales en juego, Dreyfuss (1987) ha sugerido maneras de combinar
dichas alternativas.
6. Esta asignación se facilita cuando es posible determinar la realización de un pago a terce
ros por el uso del intangible (por ejemplo en retribución de una licencia), o cuantificar el
costo de generacióndel intangible, por ejemplo, si es resultado de un proyecto de investi-
gación y desarrollo con costos determinables.
7. En Italia, por ejemplo, calculado sobre el precio de tapa, la narrativa y ensayística repre
sentaban cerca de tres cuartos del mercado total en 1993 (Dubini, 1997, pág. 10).
8. El producto nacional bruto (PNB) es el valor total de los bienes y servicios finales produ-
cidos en un período por aquellos factores pertencientes al país (que tienen la nacionalidad
a efectos económicos), dentro o fuera de las fronteras nacionales. El PNB es igual al pro-
ducto interno bruto (PIB) menos las rentas obtenidas por los residentes extranjeros en el
país, más la suma de las rentas que los residentes nacionales obtienen en el extranjero
(Mochón y Beker, 1997, pág. 310).
9. El análisis que sigue se basa sustancialmente en Antequera Parrilli, 1992, quien ha efec
tuado una importante contribución sobre este tema.
10. La Figura 2 no incluye los derechos emergentes de los derechos conexos, tales como la
representación pública de obras y la ejecución de piezas musicales. Esos derechos se tratan
22 más adelante.
I . .--_-l._,_,--.....,_
-_.__-.
ll. En rigor, sería más correcto llamarlas también «secundarias)>, pues se trata de industrias
que proveen servicios para la producción de obras autorales, mientras que las indicadas
más arriba, proveen bienesde equipo e insumos.
12. Antequera Parrilli incluye también al comercio de aparatos eléctricosy electrónicos,desti-
nados al uso de soportesmaterialesque contienen obras protegidas (aparatos reproducto-
res de sonido, videograbadora,equipos de computación), y la actividad comercial, formal
e informal, vinculada con la industria del espectáculo.Sería difícil, empero, definir un
coeficientepara asignar un determinado valor agregadoporcentual por la explotación de
las obras autorales.
13. En algunos paísesde la región (Argentina, Bolivia) se reconoce el sistema de «dominio
público pagante»en virtud del cual correspondeabonar una tarifa por la explotación de
las obras que han pasado al dominio público (Lipszyc, 1993,págs. 266-267).
14. Ésta es una de las industrias del derechode autor que, en los estudiosde los paísesindus-
trializados, hacen una mayor contribución al PNB.
Bibliografía
La cuestión de la armonización del droit de suite se planteó por primera vez hace
20 años. Este derecho, que se instituyó en Francia en 1920 para que el artista que al
principio de su carrera enajena su obra a bajo precio pueda participar en los benefi-
cios ulteriores obtenidos en cada nueva venta, existe actualmente en ll países de la
Unión Europea (véase Cuadro l), aunque sólo se percibe efectivamente en siete de
ellos. Hubo que superar muchos obstáculos para que el 13 de marzo de 1996, tras
numerosas modificaciones, se ultimara un proyecto de directiva que, es de esperar,
será aprobado.
Alemania 196511972 1965 Obras de artes plásticas’ Ventas en subastas públicas o realizadas por de un
comerciante
Bélgica 192111994 (1921) 1996?? Obras de artes plásticas Ventas en subastas públicas
Dinamarca 1989 1990 Originales y copias de obras de arte Toda reventa comercial (subastas, tiendas o cualquier otro
y obras de artes aplicadas’ modo)
España 19x7/1992 1987 Obras de artes plásticas4 Venta pública realizada por una entidad comercial o por
un comerciante 0 agente mercantil
Finlandia 1995 1995 Obras de bellas artes’ Ventas públicas y profesionales
Francia 1920/195711992 1920 Obras gráficas y plásticas Venta pública o realizada por de un comerciante”
Grecia 1993 1993’ Obras originales Venta en subasta y toda reventa realizada por un comerciante
Italia 1941 Cuadros, pinturas, esculturas, dibujos, Ventas públicas y privada?
grabados y manuscritos
Luxemburgo 1972 Obras de artes gráficas y plásticas Ventas públicas o realizadas por un comerciante
Portugal 196611985 1966 Obras de arte originales y manuscritos Toda reventa
Suecia 1995 1996 Obras de bellas artes” Toda reventa comercial
Fuente: Elementos de información en apoyo a la Propuesta de Directiva del Parlamento Europea y del Consejo relativa al droit de suite.
2. El pago del droit de suite incumbe al vendedor, aunque los Estados pueden prever
la posibilidad de que los compradores asuman esepago total o parcialmente junto
con el vendedor.
3. Este derecho no se puede ceder ni enajenar.
4. El precio de venta mínimo a partir del cual los Estados Miembros determinan la
aplicación del droit de suite no podrá ser superior a 2. 500 £ (los Estados pueden
fijar un umbral inferior).
5. Se han adoptado los siguientes tipos y tramos de precios:
. 4% para las obras vendidas a un precio igual o inferior a 50.000 £ (los Estados
estarán facultados para aplicar un tipo del 5% a este primer tramo),
3% para el tramo comprendido entre 50.001 y 200.000 £,
1% para el tramo comprendido entre 200.001 y 350.000 £,
0,5% para el tramo comprendido entre 350.001 y 500.000 £,
0,25% para las obras vendidas a un precio superior a 500.001 £ (el derecho se
limita a 10.000 £).
6. Este derecho se aplica al autor y a sus derechohabientes mientras estén vigentes
los derechos de propiedad literaria y artística.
7. Se prevé un periodo de transposición de cinco años a partir del principio del año
siguiente a aquél en que se haya adoptado la Directiva.
8. Los Estados pueden instaurar la gestión colectiva obligatoria de este derecho.
En primer lugar, conviene recordar que el precio de las obras que se venden en la
Unión Europea es, en el 85% de los casos, inferior a 50.000 £.
Bélgica y España
En estos países actualmente se aplican tipos del 4% a las ventas en subasta pública y
del 3% a todas las ventas, aunque no cuentan con un mercado lo suficientemente
importante como para que la armonización pueda modificar de manera notable los
importes percibidos en virtud del derecho de participación. No obstante, estos
importes deberían aumentar por los motivos indicados anteriormente y mediante la
aplicación de ese derecho a las galerías en Bélgica.
Cuadro 2. Sinopsis de los índices, umbrales de aplicación y modos de gestión
del droit de suite en los países de la Comunidad Europea
Subastas
En 1997, el precio del 99% de las 16.485 obras vendidas en subastas fue inferior a
50.000 e y sólo 13 obras se vendieron a un precio superior a 250.000 £. Con fre
cuencia, los propietarios prefieren vender sus obras en Londres o en Nueva York
para evitar el régimen tributario francés, factor que suele ejercer una influencia
mucho más determinante que el derecho de participación.
El importe percibido en virtud del derecho de participación ascendió a dos
millones de £, mientras que una simulación de la aplicación de los tipos de la Direc-
tiva muestra que ésta habría permitido percibir una cuantía similar (-125.000 fran-
cos) (Cuadro 3).
Cabe destacar que de un total de 2.650 beneficiarios (de los cuales 2.400 son miem-
bros de la ADAGP y 250 miembros de sociedades extranjeras), 39 (es decir, 1,47%)
recibieron el 30% del droit de suite, 270 (esto es, el 10,19%) otro 30%, y 2.341 (es
decir, el 88,34%) el 40% restante y que el 80% de los importes percibidos se distribu-
yeron entre artistas vivos.
Por consiguiente, es erróneo pretender que este derecho sólo beneficia a los
herederos.
La introducción de este derecho en las galerías, que en 1997 vendieron obras de arte
contemporáneo por una cuantía de 2.000 millones de francos (305 millones de £),
debería proporcionar teóricamente cerca de 70 millones de francos (lo,7 millones
de e).
Habida cuenta de que las primeras reventas de obras vendidas a un precio infe
rior a 10.000 £ estarían exoneradas y de la incertidumbre relativa al umbral de apli-
cación del derecho de participación, resulta muy difícil estimar realmente la percep
ción de ese derecho cuando intervienen los comerciantes.
Desde un punto de vista pesimista y teniendo en cuenta únicamente un tercio de
esa cantidad, ello arrojaría a pesar de todo un resultado de 23 millones de francos
(3,5 millones de £).
Es evidente que todas estas cifras se deben manejar con prudencia. En efecto,
actualmente en Francia las galerías abonan las cotizaciones de seguridad social de
los artistas. La introducción del droit de suite va a poner en tela de juicio este sis-
tema, porque las galerías no están en condiciones de soportar nuevas cargas si no se
encuentran soluciones para disminuir sus contribuciones sociales. Por otra parte, la
falta de transparencia de las transacciones que se efectúan en las galerías no permite
disponer de datos fiables sobre el particular.
No obstante, la introducción de la Directiva en Francia debería provocar un
aumento exponencial del droit de suite, ya sea mediante la percepción directa en su
propio territorio o mediante la aplicación de ese derecho, especialmente en Gran
Bretaña, en cuyo mercado aparecen muy a menudo las obras de gran valor de artis-
tas franceses.
Cuadro 3. Subastas en Francia: simulación detallada de la propuesta de directiva en cinco tramos para el año 1997
Fuente:ADAGP
W
El Reino Unido
Este país plantea un problema. A pesar de que es el país de Europa en que se reali-
zan más ventas de arte contemporáneo, no posee experiencia alguna con respecto a
este derecho. Gracias a un sistema fiscal muy ventajoso (en particular, ausencia de
IVA sobre las importaciones durante muchos años, y después tipo reducido hasta el
30 de junio de 1999) y a la inexistencia del droit de suite, este país ha podido reunir
hasta la fecha las obras más prestigiosas del mercado.
A diferencia de lo que tratan de hacernos creer las grandes empresas de
subastas británicas, un droit de suite del 0,25% (limitado a un máximo de
10.000 e) sobre las obras vendidas a un precio superior a 500.001 f? no constituye
en modo alguno un riesgo de deslocalización de la venta. En cambio, es previsible
que los franceses o alemanes, que antes de que se adoptara la Directiva tenían ten-
dencia a llevar al otro lado del Canal de la Mancha las obras de cierto valor, opi-
nen que esto ya no se justifica y decidan venderlas en los mercados francés o
alemán.
Ahora bien, el droit de suite dista mucho de ser el único factor determinante de
la elección del lugar de venta, y hay que tener también en cuenta las ventajas que
ofrece la competencia de las grandes empresas de subastas inglesas a sus clientes y la
situación privilegiada del mercado de Londres, que podría cambiar cuando Chris-
tie’s y Sotheby’s se establezca próximamente en París. Es posible que en el futuro
estas empresas eviten que obras propuestas en el territorio francés acaben por ven-
derse en Londres.
Según un estudio reciente elaborado por MTC (Market Tracking International)
para la Oficina de Patentes, si se hubiera aplicado el droit de suite a las ventas reali-
zadas en 1998, los artistas habrían obtenido la nada desdeñable cantidad de ocho
millones de libras (12 millones de e), de los cuales 3,6 millones (5,5 millones de £)
procederían de las subastas y 4,4 millones (6,7 millones de £) de las galerías. En
opinión de los especialistas, estas cifras no corresponden en modo alguno a la reali-
dad. La ADAGP, por su parte, opina que los ingresos representarían en realidad la
tercera parte de esa cantidad, ya que esta cifra incluye las ventas de obras impresio
nistas que pertenecen al domino público.
De lo anterior se deduce que la armonización va a representar, para los artistas
de la Unión Europea, un aumento considerable de sus ingresos, aunque las situacio
nes nacionales no deberían cambiar demasiado en la mayoría de los países donde el
precio del 98 o 99% de las obras vendidas es inferior a 50.000 £. No obstante, cabe
señalar que podría disminuir el número actual de deslocalizaciones de ventas de
obras de gran valor. Sólo se producirían cambios considerables en Francia y Bél-
gica, mediante la introducción de ese derecho en las galerías, y en Italia, el Reino
Unido y los Países Bajos, gracias a la aplicación del droit de suite.
El droit de suite, cuyo monto en 1998 en los distintos países que lo reconocen
ascendió a 6,X millones de e (véase Cuadro 4), debería proporcionar por lo menos
15 millones de £ después de la armonización. Sin embargo, en el horizonte aparece
una incógnita que podría representar no pocos problemas, a saber, las subastas en
Internet.
Aunque sea demasiado pronto para evaluar sus consecuencias, la iniciativa que
puso en marcha recientemente Sotheby’s encaminada a vender en línea objetos de
escaso valor ha provocado un gran incremento de la cotización de sus acciones, y
Cuadro 4. Droit de suite: percepciones en la Unión Europea en 1997 y 1998
Estimación tras
Percepciones en 1997 Percepciones en 1998 la armonización
País Índice actual Moneda nacional Euros Moneda nacional Euros Euros
34
La nueva legislación relativa a la protección del
derecho de autor
y los derechos conexos en Georgia
David Dzamukashvili*
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decir, los derechos de los intérpretes, productores de fonogramas y videogramas,
fabricantes de bancos de datos y sociedades de radiodifusión. La ley introduce de
este modo un nuevo sujeto en la protección de los derechos conexos (el fabricante
de bancos de datos), y ello sin razón porque en general los bancos de datos están
protegidos por el derecho de autor. Se ha de corregir ese defecto suprimiendo las
referencias al fabricante de bancos de datos como sujeto de los derechos conexos en
el Artículo 1. La directiva 9619iCE del Parlamento Europeo y del Consejo del ll de
marzo de 1996 relativa a la protección jurídica de los bancos de datos (que no atañe
a los bancos protegidos por el derecho de autor) tampoco considera al fabricante de
esos bancos sujeto de los derechos conexos. Esa directiva pide que el fabricante de
bancos de datos reciba una protección sui generis para compensar la inversión de
medios financieros y el tiempo que ha dedicado a la creación de los bancos. La
nueva ley de Georgia satisface esta exigencia, ya que todo el Capítulo 7 se dedica a
la protección del fabricante de bancos de datos. El error que se deslizó en el
Artículo 1 se debe también al hecho de que el fabricante de bancos de datos no
figura como sujeto de la protección en los capítulos dedicados específicamente a la
protección de los derechos conexos.
Cabe mencionar también, en el Capítulo 1, el Artículo 4, que define los térmi-
nos utilizados en la ley. Dicho Artículo, que comprende 24 párrafos, es el más largo
de la ley.
El autor del presente estudio no es partidario de introducir en una ley cláusulas
cuya única finalidad es explicar términos, pues esas cláusulas no son de índole jurí-
dica, aunque sólo sea porque no entrañan prescripción ni sanción. Al introducir en
una ley cláusulas que explican el sentido de los términos, necesarios y no necesarios,
ésta se transforma en una especie de «diccionario» que en la mayoría de los casos
tiene numerosas lagunas y complica en la práctica la aplicación de la ley. Además,
los conceptos evolucionan a lo largo del tiempo y la ley debe poder ejercer su acción
y no depender del contenido nuevo de los conceptos hasta el punto de que haya que
introducir modificaciones. El artículo en cuestión está lleno de enunciados de carác-
ter «narrativo» y en él se explican términos muy conocidos introduciendo a veces en
el texto comentarios que no vienen a cuento. Ello ocurre, por ejemplo, con términos
como «arriendo», «programa informático», «material», «gestión informatizada de
programas», etc. Ocurre a veces que un término explicado no vuelve a aparecer en
el texto, es el caso de «material», por ejemplo.
El Capítulo 2 se basa en los principios fundamentales de la protección del dere-
cho de autor. Dispone que ese derecho abarca las obras literarias, artísticas y cientí-
ficas con independencia de su volumen, utilización, forma y medio de expresión. Al
mismo tiempo, se exige que la obra exista en una forma «objetiva». Para dar a una
obra una «forma objetiva», no queda muy claro si ésta debe estar fijada en un
soporte material o si puede bastar que exista en forma oral.
La obra es objeto de una protección con independencia de que haya sido publi-
cada o no. Con arreglo al criterio establecido, para que una obra reciba la protec-
ción debe ser el resultado «de una actividad intelectual creativa». En la lista de
obras protegidas figuran formas de producciones que suelen estar ahora protegidas
por el derecho de autor contemporáneo, como los programas informáticos, los ban-
cos de datos, las obras audiovisuales, fotográficas y arquitectónicas, etc.
El ejercicio del derecho de autor no está supeditado a ninguna formalidad, lo
cual concuerda con la concepción jurídica de Europa continental y las disposiciones
del Convenio de Berna. Al mismo tiempo, los autores pueden proceder al registro
facultativo de sus obras ante el organismo público de derecho de autor y derechos
conexos. Esta cláusula ha de ser especialmente útil para los diseñadores y fabrican-
tes de programas informáticos.
En la nueva ley, el derecho de autor presenta el carácter doble tradicional en
Europa Continental, pues asocia los derechos morales (no patrimoniales) y los
patrimoniales. Atañe a personas físicas, a saber, los autores de las obras, y les pertc-
nece. A diferencia de lo que ocurre en los países de derecho consuetudinario, en un
principio el derecho de autor no puede corresponder a una persona jurídica, ya que
el propio autor o sus herederos sólo pueden transmitir a ésta los derechos patrimo-
niales. Esta cláusula admite excepciones, ya que puede ocurrir que los derechos
patrimoniales pertenezcan inicialmente a una persona jurídica, esto es, un editor, en
el caso de enciclopedias, diccionarios enciclopédicos, colecciones de obras científicas
y publicaciones periódicas. Por otra parte, los derechos patrimoniales sobre las
obras creadas en el marco de un contrato de prestación de servicios, cuando el con-
tenido y objetivo de éstas corresponden a la demanda que un empleador ha formu-
lado a un autor, son propiedad del empleador, que en la mayoría de los casos es
una persona jurídica.
Los derechos morales, que pertenecen al autor con independencia de toda trans-
ferencia de derechos patrimoniales, son inalienables y gozan de una protección per-
petua. Cabe señalar que el párrafo 4 del Artículo 17, que se refiere a los derechos
morales, puede dejar perplejo a más de uno, ya que dice así: «Los derechos morales
son inalienables durante la vida del autor...». &Significa ello que se pueden transmi-
tir tras la muerte de éste? Esta cuestión no se aclara en el Artículo 33, el cual dis-
pone que los derechos morales son objeto de una protección perpetua. Se trata de
una imprecisión que no existía en el derecho de autor definido en el Código Civil
de 1997. Entre los derechos morales enumerados en la nueva ley figuran el derecho
de paternidad, el derecho al nombre, a la integridad de la obra y a la defensa de la
reputación del autor, el derecho a la primera publicación y el derecho a retirar ejem-
plares de la obra. Es evidente que a este respecto la nueva ley está de acuerdo con
las normas generalmente reconocidas del derecho de autor contemporáneo.
Asimismo, cabe destacar que se conceden ciertos derechos morales al artista
intérprete o ejecutante, que es el sujeto principal de los derechos conexos. En este
sentido, la nueva ley también está en consonancia con las normas admitidas que asi-
milan hasta cierto punto el intérprete al autor. Ambos se asemejan en la medida en
que contribuyen de modo activo a la creación de la obra o a su interpretación,
hecho que confirma la nueva ley al otorgar al artista intérprete o ejecutante determi-
nados derechos morales.
En ella, los derechos patrimoniales se definen como derechos exclusivos sobre la
utilización de la obra. La ley establece un vínculo entre su contenido y el derecho
del autor a utilizar la obra y a autorizar o a prohibir la utilización de la misma por
terceros. El adjetivo «exclusivo», en georgiano gansakoutrebouli, viene de sakou-
treba, que significa «propiedad». Así pues, se puede afirmar que la expresión «dere-
cho exclusivo», en georgiano gansakoutrebouli oupleba, indica la existencia de una
relación entre esos derechos y el derecho de propiedad. Esa expresión se utiliza en
todas las leyes que regulan la propiedad intelectual en Georgia y parece que refleja
exactamente la naturaleza de los derechos en materia de producción intelectual. Este
capítulo ofrece una lista exhaustiva y tradicional de los derechos exclusivos y en él
figuran disposiciones relativas a la extinción del derecho de autor en el sentido
moderno del término. En lo que atañe a las obras de arte, se prevé un «derecho’de
acceso» en virtud del cual el autor puede exigir al propietario de una obra, por
ejemplo, un retrato, que autorice su reproducción, no pudiendo entonces el propie-
tario negar esa autorización. Asimismo, se establece un droit de suite en virtud del
cual el autor o su derechohabiente perciben una remuneración por las ventas sucesi-
vas de las obras (siempre que la venta sea pública) que asciende al 5% del precio de
venta de la obra. Convendría a este respecto estipular un precio mínimo del ejem-
plar sobre cuya base se empezaría a ejercitar ese derecho, como prevé la ley sobre
derecho de autor de la República de Moldavia.
En lo que respecta a las producciones audiovisuales, programas informáticos,
bancos de datos y fonogramas y videogramas en los que se hayan grabado obras y
partituras musicales, se determina el correspondiente derecho de arrendamiento.
Se conceden derechos exclusivos (idénticos al derecho de autor) tanto a los
autores de las obras como a la persona que publica una obra por primera vez.
Esta regla se aplica si en el momento de la primera publicación los derechos
patrimoniales del autor de la obra inédita han caducado. La norma alienta a los
investigadores que, tras un trabajo prolongado y minucioso, editan obras no publi-
cadas de escritores o científicos del pasado que han descubierto y las dan a conocer
a un amplio público.
El derecho de autor sobre una obra audiovisual se concede conjuntamente al
director-realizador, al guionista, al dialoguista y al compositor de la obra musical
creada especialmente con ese fin. Al mismo tiempo, en virtud del acuerdo sobre la
creación de obras audiovisuales, se considera que el derecho a la utilización de éstas
se cede a su productor.
Según la nueva ley, el derecho de autor no comprende los documentos oficiales
(leyes, decisiones judiciales y otros documentos de carácter administrativo y norma-
tivo), los símbolos oficiales del Estado (bandera, escudo, himno, condecoraciones
ofíciales, signos monetarios, etc.), ni la información o los hechos relacionados con
acontecimientos que han tenido efectivamente lugar.
En la nueva ley se dedica un capítulo independiente a las limitaciones de los
derechos patrimoniales. Se admite que una persona física pueda copiar con fines
personales una obra lícitamente publicada sin abonar ninguna remuneración al pro-
pietario del derecho de autor. Esa disposición no se aplica a las obras arquitectóni-
cas si la reproducción se realiza en forma de edificios o construcciones, a los bancos
de datos informáticos, a los programas informáticos (respecto de los cuales se insti-
tuye un derecho de descompilación), a los textos íntegros de libros, a las partituras
musicales, a las obras de artes plásticos y a las obras grabadas en fonogramas o
videogramas.
Si la reproducción (copia) de una obra audiovisual o de una obra grabada en
un fonograma se efectúa con fines privados, el autor o cualquier otro propietario
del derecho de autor podrá exigir una remuneración adecuada. En este caso, los
productores e importadores de magnetófonos, magnetoscopios y otros aparatos
similares, así como de cintas sonoras y de vídeo vírgenes, discos compactos y otros
soportes materiales de obras intelectuales abonarán dicha remuneración. Por otra
parte, el párrafo 8 del Artículo 21 estipula que no se deberá ninguna remuneración
si los aparatos y soportes de información mencionados son objeto de una exporta-
ción o forman parte del material profesional destinado al uso privado.
Además, en este capítulo se contempla la posibilidad de permitir que bibliote-
cas, archivos y establecimientos del sistema educativo copien obras sin el acuerdo
del autor u otro propietario del derecho de autor y sin abonar una remuneración.
Este tipo de copia es lícito si las personas que la efectúan no obtienen un beneficio
directo o indirecto.
Asimismo, es lícito citar obras publicadas en las obras de otros autores. Se pue-
den utilizar breves pasajes de obras a título ilustrativo en libros, programas de radio
y televisión y grabaciones sonoras y visuales diseñados con fines didácticos. En este
caso, la amplitud de la utilización deberá estar justificada por el objetivo que se per-
siga. Por otra parte, también se permite que las revistas y diarios reproduzcan
artículos editados en publicaciones periódicas u obras radiodifundidas dedicadas a
cuestiones económicas, políticas, sociales y religiosas, con la condición de que el
titular del derecho de autor no haya prohibido formalmente esa utilización.
Se autoriza la reproducción o radiodifusión de obras visuales o sonoras con
fines informativos. La amplitud de lo que se reproduzca de este modo debe ser com-
patible con los límites del objetivo de informar.
No se requiere la autorización de los propietarios del derecho de autor para
reproducir en publicaciones periódicas o utilizar con miras a la radiodifusión discur-
sos públicos de carácter político, religioso o de circunstancias, lecciones ni ponen-
cias. La amplitud de esa utilización debe ser compatible con los límites del objetivo
de informar. Los autores conservan un derecho exclusivo sobre la publicación de
esas obras en forma de colecciones u obras independientes.
Se observará que en los artículos dedicados a las limitaciones del derecho se
emplean términos vagos o que se prestan a interpretaciones ambiguas.
A diferencia de la legislación de muchos países, el derecho de autor de Georgia,
teniendo en cuenta las particularidades nacionales, admite la libre utilización de
obras musicales durante las ceremonias públicas, ya se trate de funerales o de cere
monias religiosas. En estos casos, los autores no perciben ninguna remuneración.
Asimismo, se reconoce a las sociedades de radiodifusión el derecho (tradicional
en materia de derecho de autor) de proceder a la «grabación efímera» de obras res-
pecto de las cuales han obtenido el derecho de utilización.
En cuanto a los bancos de datos, el derecho de autor está limitado por la posi-
bilidad de copiarlos, traducirlos, adaptarlos, sistematizarlos libremente o someterlos
a otra transformación si esas intervenciones son indispensables para que el usuario
legitimo pueda acceder al banco de datos y utilizarlo normalmente.
En la nueva ley, el plazo de validez del derecho de autor y los derechos conexos
(Capítulo 4) se ha armonizado con los criterios de la Unión Europea y es de 70 años
después de la muerte del autor. El derecho de autor sobre las obras compuestas, las
adaptaciones y las obras publicadas anónimamente es de 50 años a partir de la
fecha de publicación. El Artículo 6 de la nueva ley considera como adaptaciones la
traducción, en particular la traducción literal, la adaptación, la reseña, la realiza-
ción, la compilación, el arreglo musical, etc. Forman parte de las obras compuestas
las colecciones, en particular las enciclopedias, las antologías, los bancos de datos y
otras obras que constituyen el resultado de un trabajo intelectual creativo debido a
la selección y disposición de los documentos agrupados.
El plazo de protección de los derechos patrimoniales de una persona que
publica legalmente por vez primera una obra desconocida hasta esa fecha tras la
expiración de la duración de la protección de los derechos del autor es de 25 años a
partir de la publicación. En nuestra opinión, el término «legalmente» que se utiliza
en el párrafo 6 del Artículo 32 de la ley no es adecuado ya que, si la obra no está
protegida, toda publicación será legal. Es evidente que se debe tratar de una obra
publicada por vez primera tras la muerte de su autor. En ese caso, el plazo de
25 años de protección tras la publicación puede superar el plazo general de 50 años
de protección. Es importante precisar este punto.
El Capítulo 5 de la ley agrupa las disposiciones normales sobre la cesión de
pleno derecho del derecho de autor (por ejemplo, por vía hereditaria) y la cesión
mediante contrato. En este último caso, es imperativo que se haya concertado un
contrato por escrito, por ejemplo en forma de licencia exclusiva o no exclusiva. No
se pueden ceder derechos sobre obras que el autor podría realizar en el futuro.
Aunque los derechos morales de los autores son intransmisibles, la ley autoriza
a los herederos a defender el derecho de paternidad, el derecho al nombre y el dere-
cho a la integridad de la obra. Esos derechos de los herederos no están limitados en
el tiempo. No obstante, en vida del autor, éste puede designar a una persona que
defenderá los derechos en cuestión.
El derecho a autorizar que otras personas incluyan añadidos en una obra (ilus-
tración, prefacio, nota final, comentarios, explicaciones, etc.) se puede ceder a los
herederos. Sólo se transmite dentro de los límites de la protección de los derechos
patrimoniales.
Si el autor no tiene herederos o estos últimos no defienden sus derechos morales
de manera apropiada, la ley encomienda la defensa al Organismo público de dere-
cho de autor y derechos conexos de Georgia.
Este capítulo comprende un artículo especial que trata de la obligación que
incumbe a toda persona que haya infringido el derecho de autor de abonar una
indemnización, especialmente por el lucro cesante. Este artículo es inútil, porque
recoge las cláusulas habituales del derecho de las personas que figuran en el Código
Civil de Georgia.
Los Capítulos 6 y 8 tratan de la protección de los derechos conexos. Las normas
que rigen estos derechos se ajustan plenamente a las disposiciones de la Convención
de Roma y a las directivas de la Unión Europea. Cabe señalar que el artista intérprete
o ejecutante disfruta de determinados derechos morales: derecho al nombre y derecho
a defender su reputación (a rechazar cualquier deformación de su interpretación o
cualquier otro acto que pudiera causar un perjuicio al honor, la dignidad o la reputa-
ción profesional del intérprete). Los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes
y de todos lo sujetos de derechos conexos (productores de fonogramas y videogra-
mas, organismos de radiodifusión) son sobradamente conocidos y no los vamos a
enumerar en el presente estudio. Simplemente, cabe señalar que comprenden el dere-
cho de arrendamiento. El capítulo abarca una cláusula relativa a la extinción de los
derechos y disposiciones sobre la limitación y cesión de los derechos.
La duración de la validez de los derechos conexos se armoniza con los criterios
europeos y es de 50 años tras la primera ejecución, difusión, publicación y realiza-
ción de la grabación en fonograma o videograma.
El derecho sui generis del fabricante de bancos de datos se establece en el Capí-
tulo 7, cuyas disposiciones definen al sujeto de la protección. El fabricante tiene el
derecho exclusivo de prohibir en cada caso la extracción de la totalidad o de una
parte sustancial, evaluada de manera cualitativa o cuantitativa, de su banco de
datos. El derecho exclusivo del fabricante de bancos de datos comprende igualmente
las utilizaciones constantes. Cabe destacar que sus derechos se protegen con inde-
pendencia de su contenido y del hecho de que el propio banco de datos disfrute de
la protección del derecho de autor.
De las disposiciones del Artículo 54 de la nueva ley se deduce que los bancos de
datos se protegen mediante un derecho sui generis, esté o no protegido el banco de
datos por el derecho de autor (es decir, con independencia de que reúna o no los cri-
terios de protección por el derecho de autor), haya o no expirado el plazo de protec-
ción, en el caso de que reciba el banco una protección de conformidad con el
Artículo 6 de la nueva ley. Ahora bien, la protección sui generis de los bancos de
datos no debe entrañar una infracción al derecho de autor. La duración del derecho
del fabricante de un banco de datos es de 15 años a partir del día de la creación o
eventualmente de la publicación de ese banco.
Como se ha indicado al principio del presente estudio, la ley no especifica si el
fabricante del banco de datos es sujeto de los derechos conexos o de un derecho sui
generis. Asimismo, se observará que en el capítulo relativo a los derechos conexos el
fabricante no aparece como el sujeto de dichos derechos, aunque figure en el capí-
tulo titulado «Duración de la protección de los derechos conexos». Por tanto, en la
práctica se observa que determinados derechos del fabricante de bancos de datos se
rigen mediante el derecho sui generis, y otros por las normas de los derechos cone-
xos. Se trata de una imprecisión que convendría subsanar.
En el Capítulo 9, dedicado a la protección del derecho de autor y los derechos
conexos, se indica que toda infracción a esos derechos podrá dar lugar a diligencias
civiles, penales y administrativas. Los límites concretos de esa responsabilidad y las
sanciones correspondientes se definen en el Código Civil y el Código Administra-
tivo. Se considera infracción a los derechos toda acción contraria a las disposiciones
de la ley sobre el derecho de autor y los derechos conexos, así como toda modifíca-
ción o destrucción de informaciones electrónicas relativas a la administración de los
derechos.
En particular, se prevén las siguientes medidas o sanciones para:
. el reconocimiento del derecho de autor;
. el restablecimiento de los derechos y el cese de los actos que constituyan una vio
lación del derecho o puedan provocar su violación;
. la indemnización, comprendido el lucro cesante;
. en vez de una indemnización, el cobro de los ingresos obtenidos por el autor de la
violación;
. el abono de una indemnización cuyo importe será fijado por el tribunal en lugar
de cobrar los ingresos o percibir una compensación.
El propietario del derecho de autor puede elegir entre las distintas sanciones.
El tribunal tiene el derecho de confiscar los documentos y ejemplares falsifica-
dos y el material utilizado para la reproducción. Los ejemplares falsificados de
fonogramas y videogramas se pueden entregar al propietario del derecho de autor.
El Artículo 61 de ese mismo capítulo se refiere a las acciones judiciales y tiene
en cuenta las reglas fijadas por el tribunal en un caso célebre, el de Anton Piller, que
se utiliza como precedente. No obstante, cabe destacar que la nueva Ley de Enjui-
ciamiento Civil cumple plenamente los criterios actuales en materia de garantías de
la acción y, por tanto, podría surgir un conflicto entre las normas del Código y las
normas de dicha ley y la norma de derecho de autor en cuestión.
En comparación con el derecho de autor que estaba en vigor anteriormente, la
nueva ley regula de manera más precisa la administración colectiva de los derechos de
los autores y propietarios de derechos conexos y define claramente las funciones del
Organismo público de derecho de autor y derechos conexos, aspecto que se puede
considerar como su contribución más positiva a la protección de dichos derechos.
La ley dispone igualmente que la Sociedad Pública de Derecho de Autor y
Derechos Conexos se encarga de aplicar la política del Estado en este campo.
Las funciones de la Sociedad son las siguientes:
. aplicar la política del Estado y presentar al Presidente del país propuestas a tin de
desarrollar y seguir mejorando la protección del derecho de autor y los derechos
conexos;
. representar a Georgia en las distintas instancias internacionales que se ocupan del
derecho de autor y los derechos conexos;
. registrar facultativamente las obras.
Los demás capítulos de la ley aportan aclaraciones sobre la administración colectiva
de los derechos y comprenden las disposiciones transitorias y cláusulas finales.
Los propietarios de los derechos de autor y derechos conexos crean los organis-
mos de administración colectiva de dichos derechos (sociedades de autores, socieda-
des de artistas intérpretes o ejecutantes, etc.) únicamente sobre la base del volunta-
riado y pueden constituir asociaciones sin fines de lucro. Se autoriza la creación de
organizaciones independientes para administrar los distintos derechos de una cate-
goría de titulares o para administrar un derecho concreto de distintas categorías de
titulares (por ejemplo, la administración del derecho de reproducción de los produc-
tores de fonogramas y videogramas). Los derechos y obligaciones de esas organiza-
ciones, tal como han sido definidos, son similares a los derechos y obligaciones de
organizaciones extranjeras análogas y se basan en la práctica europea. Ya existe una
sociedad de autores y productores de material audiovisual y una sociedad de autores
y artistas intérpretes. El ministerio de Justicia de Georgia mantiene un registro espe-
cial de estas organizaciones.
Conclusión
El contrato de edición
Francia aprobó la Ley no 85-660 del 3 de julio de 1985 relativa, entre otras cosas, a
los derechos de autor y los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes, los pro-
ductores de fonogramas y videogramas y las empresas de comunicación audiovisual
(Juurnal Officiel, 4 de julio de 1985, pág. 7495; Rect. Journal Officiel, 23 de noviem-
bre de 1985, pág. 13578).
La legislación congoleña, y más concretamente el Decreto-ley no 86-033 del 5 de
abril de 1986 relativo a la protección de los derechos de autor y los derechos cone-
xos, concede su protección a los artistas intérpretes o ejecutantes en su Artículo 85:
Nadie podrá, sin autorización de los artistas intérpretes o ejecutantes, realizar ninguno
de los siguientes actos: a) la radiodifusión y la comunicación al público de una interpre-
tación o una ejecución suya que todavía no haya sido fijada o radiodifundida; b) la
incorporación en una tijación de sonidos o imágenes o de sonidos e imágenes de sus
prestaciones que todavía no hayan sido fijadas; c) la reproducción de una fijación de su
interpretación o ejecución realizada con fines contrarios a aquellos para los que se conce
dió la autorización de fijación.
Para garantizar mejor la protección de los artistas intérpretes o ejecutantes, la ley
congoleña obliga a toda persona o entidad que se sirva de una fijación o una repro-
ducción de la misma para difundirla por radiodifusión o por cualquier otra forma
de comunicación al público a abonar a los artistas intérpretes o ejecutantes una
remuneración cuyo importe y modo de pago se establecerán con arreglo al acuerdo
entre los usuarios y el organismo responsable de la protección y la gestión de los
derechos de autor (véase el Artículo 86).
Habida cuenta de las lagunas existentes en la legislación congoleña con respecto
a todos los problemas jurídicos que plantea la protección de los derechos de los
artistas intérpretes o ejecutantes, los principios recogidos en la ley francesa son apli-
cables por el juez para fundar sus decisiones. Por consiguiente, según el Artículo 18
de la ley francesa del 3 de julio de 1985:
Estarán sometidas a la autorización escrita del artista intérprete la fijación de su presta-
ción, su reproducción y su transmisión al público, así como toda utilización separada del
sonido y la imagen de la prestación cuando ésta haya sido fijada al mismo tiempo para
el sonido y la imagen.
Por último, la firma del contrato concertado entre un artista intérprete y un produc-
tor para la realización de una obra audiovisual es válida como autorización para
fijar, reproducir y transmitir al público la prestación del artista intérprete.
la piratería 0 falsificación
En la legislación francesa, los antiguos Artículos 425 y 426 del Código Penal pre-
veían una multa. La pena de prisión no estaba prevista, lo que dificultaba la labor
de los oficiales de la policía judicial que, en caso de flagrante delito, no podían utili-
zar los poderes que les confiere el Código de Procedimiento Penal (Artículos 54 a 56
del Código de Procedimiento Penal). En consecuencia, era imposible ordenar una
detención preventiva o realizar embargos y registros, ya que debía intervenir sistc-
máticamente un juez de instrucción para iniciar una instrucción judicial y ordenar
los registros y los embargos.
La Ley de 1985 tuvo el mérito de suprimir el delito habitual. Se podía fallar una
pena de prisión desde la primera infracción, agravada en caso de reincidencia por la
aplicación del nuevo Artículo 426-l del Código Penal. En caso de atentado contra
los derechos conexos del derecho de autor, con multas más elevadas que las que
corresponden a la falsificación y una pena de prisión desde la primera infracción,
evidentemente hubiera causado extrañeza que se sancionaran de forma más severa
las infracciones a los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes y productores
que las de los derechos de autor.
En el Apartado 2 del Artículo 425 del Código Penal, se estipula que la falsifka-
ción en Francia de obras publicadas en Francia o en el extranjero se castigará con
una pena de prisión de tres meses a dos años y con una multa de 6.000 a
120.000 francos, o con una de las dos penas solamente.
El legislador de la República Democrática del Congo empezó por definir la fal-
sificación como: «todo atentado malévolo o fraudulento realizado con conocimiento
de causa en contra de los derechos de autor» (Artículo 96 del Decreto-ley del 5 de
abril de 1986). Se castiga con una pena de cárcel de un mes a un año y con una
multa de 5.000 a 10.000 francos o con una de las dos penas solamente (Artículo 97
del Decreto-ley de 1986).
Se asimilan a la falsificación, y se castigan con las penas previstas en el
Artículo 97, la venta, la exposición, el alquiler, la tenencia, la importación y la
exportación de obras u objetos falsificados cuando estos actos se hayan efectuado
con conocimiento de causa y fines comerciales (Artículo 99 del Decreto-ley ya
citado).
De conformidad con los principios del derecho civil francés, el Artículo 104 del
Decreto-ley ofrece a la víctima de la falsificación la posibilidad de emprender una
acción civil ante un tribunal civil. Esta disposición confiere a los titulares de los
derechos de autor, con la autorización del juez competente en el lugar de la falsifica-
ción, el derecho a que uno o varios peritos designados por el magistrado procedan a
la descripción de los objetos presuntamente falsificados o los actos de falsificación y
los instrumentos que hayan servido especialmente para llevarla a cabo.
Además, en virtud de ese mismo decreto-ley, el juez podrá prohibir a los tene-
dores de objetos falsificados desprenderse de los mismos, permitir que se establezca
una vigilancia o incluso precintar dichos objetos, medida que será notificada con-
forme a las modalidades habituales previstas para las citaciones o emplazamientos.
Si se trata de actos que reportan ingresos, el juez podrá autorizar la incautación pre-
ventiva de los mismos.
El litigio puede deberse a la impugnación, por parte del titular de los derechos, del
importe que ha percibido realmente con respecto a lo que se le adeuda. Por esta
razón, la ley francesa obliga a las empresas de gestión de derechos de autor a poner
a disposición de cualquiera de sus asociados las cuentas anuales y la lista de admi-
nistradores, así como los informes del Consejo de Administración y de los auditores
que se presentarán a la asamblea. El Ministerio de Cultura se encarga del control de
> las sociedades de gestión de derechos de autor que deben comunicarle, a petición
GE
2 suya, todo documento relativo a la recaudación y la proporción en que se reparten
k
2w los derechos.
2 En el derecho congoleño, el miembro de una sociedad de gestión de derechos de
s autor es libre de entablar una acción judicial en caso de impugnación de los dere-
< chos que se le ofrecen.
0:
Nota
1. VéaseCom., 5 de noviembre, 1986;Revue Internationale du Droit d’Auteur, julio de 1986,
no 129, pág. 126.
52
La protección de las expresiones del folclore
como medio de difusión cultural
en el derecho nigeriano
Ikechukwu Magnus Olueze*
Introducción
Nigeria es una sociedad heterogénea que consta de más de 250 grupos étnicos. La
diversidad lingüística y cultural está omnipresente en el país, lo que explica el afo-
rismo de que Nigeria es un país unido en la diversidad. El concepto general es que
no hay un sistema consuetudinario uniforme que se extienda a lo largo y lo ancho
de Nigeria.’ Si bien abundan las variaciones de una localidad a otra, las costumbres
de un pueblo son el «espejo de las prácticas aceptadas».’ Naturalmente, cada comu-
nidad trata sus costumbres con reverencia y veneración. Se exige a los tribunales
nigerianos que velen por el respeto de las costumbres populares. Con mayor razón,
un tribunal no puede anteponer sus propias opiniones a las costumbres de un pue-
blo siempre que éstas estén en consonancia con la justicia natural, la equidad y la
nueva conciencia. 3
2’
3u Proverbios y conversaciones
Entre los grupos étnicos de Nigeria, los ibo tienen una afición particular por los
proverbios y el arte de la conversación. Chinua Achebe, autor literario de renombre
internacional, una vez se refirió a los ibo del siguiente modo: «Entre los ibo, el arte
de la conversación es tenido en mucha estima y los proverbios son el aceite de
palma con el cual se aliñan las palabras».”
Los proverbios siempre están a la orden del día en las conversaciones entre los
ibo. La agilidad con que los introducen en las charlas pone claramente de mani-
fiesto que nadie puede aducir como excusa la ignorancia de su significado.
.L.
Acertijos populares
Junto con los cuentos tradicionales ($2) existe el acertijo popular (ngwam) en len-
gua vernácula ibo. El ngwam es muy intuitivo, educativo e informativo. Representa
hermosas interpretaciones de rompecabezas formulados para poner a prueba la
agudeza mental del niño. El ngwam ayuda a desarrollar el intelecto. La educación
informal del niño consiste en que adquiera el dominio de diversos acertijos folcló-
ricos (ngwam). Durante las celebraciones de la luna, los niños se reúnen en la obi
(choza familiar) para recitar y memorizar acertijos populares que exigen devanarse
los sesos. Los acertijos se enuncian en forma de preguntas y respuestas. Como pre-
ludio, el presentador del acertijo siempre empieza por una pregunta difícil. Etimo-
lógicamente la expresión ngwam tiene su origen en el verbo ibo gwa que significa
literalmente «decir», mientras que la expresión gwam se traduce literalmente por
«dime».
Los ngwam y los trabalenguas son complementarios. En el lenguaje local, los
trabalenguas se llaman okwu ntabi ire y abundan en el vocabulario y la fraseología
ibo. Como su nombre lo indica, un trabalenguas comprende una sucesión de pala-
bras difíciles de pronunciar rápida y correctamente.
Sin duda alguna, Nigeria y, naturalmente, África (así como los africanos en la diás-
pora) poseen un rico folclore. Me limitaré a decir que este elemento del patrimonio
cultural africano lleva algún tiempo sufriendo del síndrome de la atrofia cultural y
la invasión oportunista. Es triste oír que nuestro folclore se está extinguiendo rápi-
damente y volviéndose anacrónico gracias a nuestro sistema escolar, en especial los
programas de estudios de primaria. Hoy en día, las diversas lenguas nigerianas se
enseñan con un descuido irresponsable en nuestras escuelas. El sistema escolar de
Nigeria se basa en el británico, por lo que nuestros niños absorben normas y valores
totalmente ajenos a Africa. Esta situación es preocupante, en particular en el con-
texto del neocolonialismo cultural que afecta a Nigeria en la actualidad. La exporta-
ción ilícita de las obras folclóricas y antigüedades del país a Europa ha perjudicado
gravemente al desarrollo cultural nigeriano. El resultado es que numerosas expresio-
nes de nuestro arte folclórico, en particular, los dibujos, pinturas, tallas, esculturas,
cerámicas, terracotas, mosaicos, artesanía de madera, objetos de metal, joyas, obras
de artesanía, trajes y tejidos indígenas se encuentran dispersos en museos de Europa
y América.
Con objeto de proteger el folclore nacional, el Gobierno Federal de Nigeria
debería, como gran prioridad para el país, localizar y reunir todas las antigüedades
de origen nigeriano a fin de repatriarlas. Debería asimismo pedir reparación a los
países infractores. Además, con fines de disuasión, debería enjuiciar a todos los tra-
ficantes de antigüedades nigerianas.
Otro ámbito vulnerado del folclore nigeriano es el de los músicos y artistas
intérpretes o ejecutantes. Últimamente, éstos han tenido éxito con la explotación
indebida de expresiones del folclore de las diversas comunidades indígenas del país.
La tendencia de los músicos pop a vulgarizar expresiones del folclore sin ningún
reconocimiento de su origen se manifiesta día a día en Nigeria.
En virtud de la Ley de Derecho de Autor modificada, es a un tiempo un delito
penal y un incumplimiento de los deberes exigidos por la ley que una persona se
apropie las expresiones del folclore de una comunidad determinada de algún modo
no autorizado por la ley. Además, en el Párrafo 1) del Artículo 22 de la Carta Afri-
cana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos se estipula que todos los pueblos
tienen derecho a su desarrollo económico, social y cultural con el debido respeto a
su libertad e identidad, y al disfrute igualitario del patrimonio común de la humani-
dad. A la luz de lo anterior, es hora de que el Consejo de Derecho de Autor de
Nigeria conceda a este asunto la atención que merece y empiece a procesar a los
infractores de las expresiones del folclore en Nigeria. Esto no es negociable.
Notas
1. Véase Dilibe contra Nwakozor (1986) 5 N.W.L.R. (pt. 41) 315; Otogbolu contra Okeluwa
(1981) 67 S.C. 99, 115-116. Chukwueke contra Nwankwo (1985) 5 S.C. 139 (1985)
2 N.W.L.R. (pt. 6) 195.
2. Véase Owoyin contra Omotosho (1961) 2 S.C.N.L.R. 57; (1961 ALL N.L.R. 304, 309;
Mallum Mohammed Bello contra el Gobierno del Estado de Kogi (1997 9 N.W.L.R.
(pt. 521) 496.
3. Véase Uzodimma Osolu contra Emmanuel Osolu (apelación no publicada nO CAlEl249195)
pronunciada por el Tribunal de Apelación, División de Enugu, el 20 de noviembre
de 1997.
4. Capítulo 68 de Laws of the Federation of Nigeria [Leyes de la República Federal de Nige-
ria], 1990.
5. Véase Ikechukwu Magnus Olueze, Nigerian Copyright Law [la Ley de Derecho de Autor
de Nigeria], pág. 145, Maglink International Limited, 1998.
6. Olalere Oladitan, «Of Folklore and the Law in Nigeria: The Copyright Decree 1988” [El
folclore y el derecho en Nigeria: El Decreto sobre Derecho de Autor de 19881,Journal of
Nigerian Folklore, no 1, septiembre de 1995, pág. 19.
7. Véase The Guardian, 18 de septiembre de 1998, pág. 20.
8. Nigerian Copyright Law, pág. 146.
9. Véase Husbbard & Ano. contra Vosper & Ano (1972) 2 Q.B. 84, 98.
10. Incorporado en la Ley (de Ratificación y Aplicación) relativa a la Carta Africana sobre
Nigeria, 1990.
ll. Chinua Achebe, Things Fa// Apart [El desmoronamiento], pág. 5, Anchar BooksiDouble-
day, 1994.
12. Ibz’d., pág. 7.
ALBERT, Jr, G. Peter; Laff, Whitesel & Saret, Ltd. Zntellectual Property Law in
Cyberspace. BNA Books, Bureau of National Affairs, Inc., Washington, D.C., 1999.
914 págs. Con la expansión del comercio electrónico y las crecientes controversias
sobre los derechos de propiedad en línea, los abogados especializados en cuestiones
de propiedad intelectual no ven con claridad cómo aplicar la legislación a las cir-
cunstancias inusuales de Internet. Para responder a esta preocupación cada vez
mayor, el Bureau of National Affairs ha publicado Zntellectual Property Law in
Cyberspace, donde se abordan y examinan los derechos de propiedad intelectual en
relación con Internet. Esta obra recoge las teorías actuales y las decisiones relacio-
nadas con la intersección de la ley de propiedad intelectual e Internet en un formato
que permite aprovechar al maximo el tiempo del estudioso interesado. Capítulos
resumidos sobre cada aspecto de la ley de propiedad intelectual - marcas registra-
das, derechos de autor, secretos comerciales y patentes - suponen una sólida intro-
ducción a los temas cruciales de cada ámbito. Vienen tras ellos debates a fondo de
problemas específicos de Internet y decisiones de los tribunales que van configu-
rando este sector de la ley de la propiedad intelectual. Los autores explican cómo se
están aplicando a Internet las leyes tradicionales de la propiedad intelectual y cómo
los problemas de Internet han sido forzados a veces a encajar dentro de límites tra-
dicionales a medida que se desarrolla la ley. El texto comprende análisis detenidos
de casos importantes, entre ellos Dial-A-Mattress Franchise Corp. contra Page, The
Washington Post contra Total News, Sega Enterprises Ltd. contra Maphia, Playboy
Enterprises, Znc. contra Russ Hardenburgh, Znc., etc. Además, Intellectual Property
Law in Cyberspace contiene resúmenes de la estructura y utilización de Internet, con
aplicaciones prácticas concretas, como son la instrucción sobre el sistema de nom-
bres de dominio, políticas propuestas para la solución de controversias, proveedores
de servicio de Internet (ISP) y la Online Copyright Infringement Liability Limitation
Act, aplicación de la ley de marcas registradas a cuestiones relacionadas con Inter-
net como metatags, hiperenlaces, delimitación y anuncios basura; faltas, proteccio-
nes y sanciones penales que se aplican a filigranas digitales y a texto, gráficos y
sonido en la Web; dificultades especiales de los sitios de la Malla Mundial, anuncios
electrónicos y correo electrónico; acciones recientes con miras al cumplimiento, y
otras cuestiones. Para adquirir esta obra, el lector puede dirigirse a BNA Books,
P.O. Box 7814, Edison, NJ 08818-7814. Pedidos por teléfono: l-800-960-1220. Pedi-
dos por fax: 1-743-346-1624. El catálogo gratuito de BNA Books puede solicitarse
por teléfono al numero antes indicado o por medio de Internet (books@bna.com).
La página inicial de BNA Books, que comprende un catálogo en línea, se encuentra
en la Web en la siguiente dirección: www.bna.combnabooks. El pedido en la página
inicial lleva un descuento del 15% (los descuentos no son acumulables). 59
BISHOP, Simon, WALKER, Mike, The Economics of EC Competition Law: Concepts,
Applications and Measurement. Sweet & Maxwell, Londres, 1999, 356 págs. En esta
importante obra nueva se presenta un panorama general de teoría económica apli-
cada al derecho europeo de la competencia. Se analiza la relación entre la economía
y el derecho y se exponen algunos conceptos clave, como el poder de mercado y el
mercado pertinente. Simon Bishop y Mike Walker combinan su experiencia y com-
petencia en esta guía que resultará muy útil para abogados especializados en el dere
cho de la competencia, juristas de empresa, funcionarios encargados de asuntos rela-
tivos a la competencia y economistas. Algunos de los temas tratados son los
siguientes: limitaciones verticales; cárteles; vinculación; precio de ruina; mercados
postventa; fusiones que pueden colocar a una sola empresa en posición dominante;
fusiones que pueden desembocar en dominaciones oligopolísticas; la aplicación de
cuestiones económicas en virtud de las disposiciones respectivas del Artículo 85, el
Artículo 86 y el Reglamento de las Fusiones. Esta obra responde también al argu-
mento de que el análisis empírico debe formar parte central de la evaluación compe
titiva examinando técnicas empíricas: estimaciones de elasticidad; análisis de corre
lación de precios; pruebas de embarque. Este libro puede obtenerse directamente en
el servicio comercial de Sweet & Maxwell (0171-4491111) y no se cobra importe
alguno por la entrega en el Reino Unido. Su referencia bibliográfica es la siguiente:
ISBNO-421-57940-4. Su precio es de 95 libras esterlinas.
MERKIN, Robert; BLACK, Jack; HAFTKE, Mark (autor del Capítulo 14A). Copyright
and Designs Law, vol. 1 y 2, formato en hojas sueltas. Sweet & Maxwell, Londres,
1999. Este trabajo se basa en un comentario anterior de la Ley sobre derecho de
autor, dibujos y patentes de 1988 del Reino Unido, redactada en un lenguaje más
moderno que la precedente - la Ley sobre derecho de autor de 1956 - y que trata de
tomar en cuenta los avances tecnológicos. Desde entonces, la Ley sobre Radiodifu-
sión de 1990 ha introducido cambios significativos en la estructura reguladora de la
radiodifusión y la televisión en el Reino Unido. Aun más importante es la apresu-
rada campaña de la Comunidad Europea con objeto de eliminar los obstáculos que
impiden la creación de un mercado único y que se deben a la diversidad de leyes
sobre derecho de autor y prácticas conexas en los diferentes Estados Miembros que
obligan, en consecuencia, a adoptar medidas para su armonización. Estos aconteci-
mientos, junto con la aparición de un cúmulo de leyes subordinadas en relación con
la Ley de 1988, y el papel cada vez más activo del Tribunal de Derecho de Autor,
dieron el impulso para la elaboración del presente trabajo. La obra consta de
25 capítulos que abordan prácticamente todos los aspectos del derecho de autor que
abarcan (como sucede en el Reino Unido) los derechos de los intérpretes y el dibujo
industrial. También contiene los textos y un breve análisis de los dos nuevos Trata-
dos de la OMPI (Tratado de la OMPI sobre derecho de autor y Tratado de la
OMPI sobre Interpretaciones y Ejecuciones y Fonogramas) adoptados en 1996, los
textos del Convenio de Berna, la Convención Universal sobre Derecho de Autor, y
la Convención de Roma, de las directivas y resoluciones del Consejo de Europa y
sus propuestas relacionadas con el derecho de autor y derechos conexos, varios esta-
tutos así como cuadros de casos y estatutos. El formato en hojas sueltas permite a
los lectores y abogados que trabajan en todos los ámbitos del derecho de autor
mantenerse informados de los cambios tanto en la legislación nacional como inter-
nacional (OMPI, OMC-ADPIC) y recibir textos actualizados de las legislaciones
fundamentales en virtud de la aplicación de las directivas europeas o de otras
fuentes.
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A MCJSEUM G~JIDE TO COPYRIGHT AND TRADEMARK, de la Ameritan Association of
Museums; Coautores: Michael S. Shapiro, Brett 1. Miller, Morgan, Lewis y Bockius
LLP. Compilación e introducción de Christine Steiner. Ameritan Association of
Museums, Washington, D.C. 1999, 226 págs. En esta guía se presentan los regíme-
nes jurídicos de derecho de autor y marcas registradas en el contexto de los museos
y se proponen a éstos una serie de prácticas idóneas para definir y administrar la
propiedad intelectual. Entre los temas tratados se encuentran: la legislación sobre
derecho de autor, la legislación sobre marcas registradas, la World Wide Web, y los
acuerdos de licencia. Su objeto es facilitar a los museos información útil para la
adopción de decisiones prudentes e informadas sobre derecho de autor y marcas
registradas, sin olvidar la formulación de políticas y procedimientos institucionales.
Se basa en datos del ámbito museográfico y de los profesionales especializados en
museos y en temas jurídicos con experiencia en cuestiones de propiedad intelectual.
Ha sido producida en colaboración con el J. Paul Getty Trust y financiada por los
Pew Charitable Trusts. Muy útil para las personas que tra.bajan en museos de todo
tipo y dimensión.
STERLING, J. A. L. World Copyright Law. Sweet & Maxwell, Londres. 1.084 págs.
Esta publicación es una guía global que abarca la legislación nacional, internacional
y regional sobre derecho de autor en su conjunto. Contiene comentarios acerca del
Acuerdo sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con
el Comercio (ADPIC) y los cambios introducidos como consecuencia de las nuevas
tecnologías e Internet. En cada capítulo se exponen los elementos necesarios para
comprender la legislación sobre derecho de autor y los derechos conexos en todo el
mundo. La obra se divide en cuatro secciones: Sección 1 -- Comentarios (principios
básicos de la legislación sobre derecho de autor y derechos conexos de los artistas
intérpretes o ejecutantes, los productores de grabaciones y películas, los difusores de
radio y televisión y los editores); Sección II ~ Normas internacionales y regionales
de protección (resúmenes comparativos de los instrumentos internacionales y regio-
nales pertinentes, centrados en beneficiarios, temas, derechos, periodo de vigencia y
disposiciones y tratamiento nacional); Sección III - Glosario de términos jurídicos y
técnicos (con definición de 300 términos importantes y sus connotaciones en la legis-
lación internacional de derecho de autor); Sección IV Material de referencia
(adhesión a los convenios, convenciones, tratados y acuerdos pertinentes; texto de
las disposiciones pertinentes de los principales instrumentos internacionales y regio-
nales, entre ellos: la Convención Universal sobre Derechos de Autor, el Convenio de
Berna, la Convención de Roma, el Acuerdo ADPIC, los Tratados de la OMPI
de 1996 y las directivas sobre derechos de autor y derechos conexos de la Comuni-
dad Europea). Esta guía es indispensable para todas las personas que trabajan en el
ámbito de la creatividad, el derecho de autor y los derechos conexos, y las industrias
culturales: abogados, investigadores, funcionarios públicos, jueces y demás
especialistas.
TAYLOR, Paul, EC and UK Competition and Compliance, Sweet & Maxwell, Londres,
1999, 602 págs. Esta guía profesional ofrece una visión sencilla de este complejo
tema en un momento crítico de su desarrollo. Con la promulgación de la Ley sobre
la Competencia de 1998, es cada vez más importante comprender las semejanzas y
diferencias entre el derecho del Reino Unido y el de la Comunidad Europea a este
respecto. Paul Taylor ha estado prestando asesoramiento sobre derecho de la
competencia desde hace más de 15 años y expone sus conocimientos técnicos en esta
obra. Algunos de los temas tratados son: infracción mediante coordinación; infrac-
ción mediante abuso; definición de mercado pertinente y evaluación de parte del
mercado; disposiciones transitorias de la Ley sobre la Competencia de 1998; notifi-
cación, exención y orientación; acuerdos que dan derecho a exención automática
por categorías; acuerdos que suelen dar derecho a exención o a los que no se aplica
el Artículo 85(l); acuerdo sobre la propiedad intelectual; agotamiento de los dere
chos de propiedad intelectual; control de monopolios y fusiones en el Reino Unido;
control de fusiones en la Comunidad Europea; investigación y aplicación de la ley
en el Reino Unido; investigación y aplicación de la ley en la Comunidad Europea;
programas de cumplimiento. Este libro puede obtenerse directamente en el servicio
comercial de Sweet & Maxwell (44) 0171-4491 ll 1 y no se cobra importe alguno por
la entrega en el Reino Unido. Su referencia bibliográfica es la siguiente: ISBN-O-
421-68030-X. Su precio es de 75 libras esterlinas.
El Boletin de derecho de autor se publica cuatro veces al año en español,
francés e inglés por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura, 7, place de Fontenoy, 75352 París 07 SP.
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pueden solicitarse a cualquiera de los agentesde venta de las publicaciones de la
UNESCO cuya lista se incluye al final del Boletín. Las tarifas de suscripción en
monedas distintas del franco francés pueden obtenerse solicitándolas
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la UNESCO un cambio de dirección, se ruega adjuntar un sobre o la última banda
de expedición.
0 UNESCO. 2000