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METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS DE INVESTIGACIÓN APLICADAS A

LA EDUCACIÓN SOCIAL.

BLOQUE I. FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y EPISTEMOLÓGICOS DE LA PARTICIPACIÓN Y LA


INTERVENCIÓN.

TEMA 1. INTRODUCCIÓN A LOS PRINCIPIOS DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL.


+
TEMA 2. INTERVENCIÓN SOCIAL Y PROCESOS PARTICIPATIVOS.

1. INTRODUCCIÓN. PARTICIPACIÓN. ¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?.


El principal problema de la “participación” radica en el contenido que se le otorgue, así
como las consecuencias de que su diferente forma de concepción se derive o pueda
derivar. No obstante, para la efectiva materialización de la participación, encontramos
la cuestión de las formas, procedimientos, metodologías y medios humanos, y
materiales necesarios, para que esta entendida en un sentido fuerte, se realice en la
práctica.

Así mismo, el término participación, ha experimentado un proceso de extensión y


vaciamiento que lo ha convertido en muchas ocasiones en una muletilla para discursos
mediáticos y políticos donde carece de contenido sustancial o hace referencia a
cuestiones que del término sólo alcanzan un nivel alejado del contenido pleno y
profundo.

¿QUÉ ES LA PARTICIPACIÓN?.
La participación cuenta con varias definiciones, siendo una de ellas la de Espinosa
(2009):

“Acción emprendida deliberadamente por un individuo o conjunto de estos, racional e


intencional que busca de objetivos específicos, como pueden ser tomar parte en una
decisión. involucrarse en alguna discusión, integrarse, o simplemente beneficiarse de la
ejecución y solución de un problema específico”.

En adición a ello, hay que resaltar que la participación es también un derecho


reconocido en nuestra constitución para que los ciudadanos formen parte de las
decisiones que afectan los asuntos públicos y colectivos, pero hay muchas veces que
como pasa en nuestra democracia es una democracia a través de representantes, los
cuales si no actúan como deben, los ciudadanos intervendrán para tomar parte en una
acción para lograr algo.

La participación es un proceso de intervención social, en diferentes esferas de la


realidad por parte de actores, tanto individuales como grupales, que usan la
participación como estrategia de organización social de los ciudadanos para defender
los derechos y satisfacer necesidades. La participación pretende lograr una
transformación social en un ámbito determinado.

Hay que añadir, que podemos distinguir dos tipos de participación diferentes:

1. Participación ciudadana. Es definida por Alberich y Espadas (2011)


como:
“Conjunto de actividades, procesos y técnicas por los que la población
interviene en los asuntos públicos que le afectan”.

Esta participación implica una relación socio-estatal, es decir, una


vinculación entre los individuos y colectivos con el estado, acción pública
o político. Además, de tener la definición anterior, contamos con la
Espinosa (2009):
“Forma de acción colectiva en la que la ciudadanía toma parte en la
construcción, evaluación, gestión y desarrollo de los asuntos públicos”.

Por tanto se estará haciendo participación ciudadana cuando haya


involucración en una actividad colectiva que tiene que ver o cuya
orientación es transformar las políticas públicas y acción del estado,
como puede ser acudir a una manifestación.

Por último, hay que señalar, que la participación ciudadana tiene unos
límites más difusos pero mayoritariamente hay un núcleo en esta
participación donde se encuentra lo solicitado a la Administración
Pública con carácter más formal.

2. Participación social. Para Alberich y Espadas, esta tipología de


participación es definida como:

“Cualquier acto, fenómeno o proceso colectivo de participación de la


sociedad. Es un concepto amplio y difuso”.

Esto implicaría por ejemplo ser parte de una hermandad o un


espectáculo.Todos los ámbitos de sociabilidad son ámbitos de
participación social, ya que si formo parte de una asamblea feminista y
nos reunimos una vez a la semana esto contaría como participación
ciudadana pero si se decide presentar una queja por x motivo al
ayuntamiento sería participación social. A esta anterior definición, se le
une la de García Roca (2004):

“La participación social es transversal al resto de formas de participar, y


lugar donde se alimentan dichas participaciones”.

Sería más englobante, crea vínculos y transforma actitudes.

2. LOS INFINITIVOS/VERBOS DE LA PARTICIPACIÓN. MIRADAS PRESCRIPTIVAS


La participación se caracteriza por una serie de verbos que según Alberich (2003) son:

- Transformar. Cambiar para mejorar las condiciones de existencia.


- Hacer reflexionar. Pensar en los efectos e impactos a largo plazo.
- Implicar. Incorporar al mayor número de colectivos y sujetos, sobre todo los más
desfavorecidos.
- Articular. Poner en relación recíproca a los diferentes actores, colectivos y
territorios.
- Construir. Crear conjuntamente.
- Conocer. Acercarse a la realidad, sus recursos y potencialidades.
- Aprender. Educar en diálogo, consenso y solidaridad.
- Comunicar y comunicarse. Relacionarse con los iguales y diferentes.
- Habitar. Cualquier sujeto puede acceder a habilidades políticas.
- Gratificar. Generar sentimientos de satisfacción y utilidad.
- Exigir. Convertir a los procesos de participación en un derecho.

A esto se añade, que podemos diferenciar varios tipos de participación, según Arnstein
quedarían de la siguiente manera:

- No participación.
- Manipulación. Representa la distorsión de la participación como
herramienta de quienes detentan el poder. Se trata de engañar a
la población en un supuesto proceso de participación en el que no
se les informa correctamente y tampoco se les consulta de forma
adecuada.

- Terapia. Se crea un entorno dónde la ciudadanía se desahogue o


se les trate pero sin atender a su expresión.
- Tokenismo.
- Información. Se establece un canal unidireccional en el que se
facilita información de sus intenciones pero sin dar opción a la
réplica. Informar a la ciudadanía de sus derechos,
responsabilidades y opciones puede ser el primer y más
importante paso para legitimar su participación. Sin embargo, si se
trata de un canal unidireccional en el que no hay lugar de
negociación, la participación no se completa.

- Consulta. Se crea un entorno de expresión de la ciudadanía y


atención a la misma, aunque sin el compromiso de tratar, tener en
cuenta e incorporar sus opiniones a las decisiones finales.

- Aplacamiento. Se aceptan algunas propuestas de la ciudadanía


que sirvan como muestra de las intenciones de quienes ostentan
el poder, pero sin permitirles ser partícipes reales de las
decisiones globales.

- Poder ciudadano.
- Colaboración. Es un proceso de negociación derivado de las
demandas ciudadanas pero conducido por una minoría poderosa
en todos sus ámbitos.

- Poder delegado. La ciudadanía cuenta con ámbitos en los que su


opinión prevalece sobre la minoría poderosa.

- Control ciudadano. En el que la ciudadanía participa sin tutelaje


alguno del gobierno.

Por su parte, Burns, clasifica los tipos de ciudadanía de la siguiente manera:

- No participación. Integrada por:


- Inyección cívica.
- Consulta cínica.
- Mala información
- Cuidado al cliente.

- Participación ciudadana.
- Información de alta calidad.
- Consulta genuina.
- Grupos de asesoría efectivos.
- Descentralización limitada.
- Consorcio.
- Control delegado.
- Control ciudadano.
- Control compartido.
- Control independiente.

Estas tipologías se encuentran divididas entre panacea, la búsqueda de la democracia


real, y etiqueta legitimadora, relacionada con el tokenismo definido como la práctica
de hacer algo solo por evitar críticas y dar la apariencia de que las personas están
siendo tratadas de manera justa. Hay por tanto que señalar, que la participación de
arriba (panacea) hacia abajo (etiqueta legitimadora), es (preguntar).

3. LAS ACCIONES DE LA PARTICIPACIÓN. MIRADAS DESCRIPTIVAS.


Rosa y Jordi (2020), señalan que hay diferentes formas de participación social al
cumplir con una serie de verbos localizados en los modelos pluridimensionales. Estos
verbos son los siguientes:

- Promueven la conciencia política. El tomar parte en los asuntos de la vida, en


sus definiciones y satisfacciones.
⬇️
- Promueven desvelar las órdenes sociales. Las ideologías que sostienen las
lógicas sociales.
⬇️
- La mejora de la calidad de vida.
⬇️
- Promueven la reconstrucción de la identidad colectiva.
⬇️
- Poder social (Capacidad de influir en el comportamiento y modos de pensar de
otros, aun sin cuantiosa fortuna, sin dominio especializado y sin poder coactivo).
Poder político. (Capacidad que tienen los gobernantes para obligar a otros, por
la fuerza, a hacer lo que no quieren hacer, a no hacer lo que quieren hacer, o a
castigarlos por hacerlo o no hacerlo).
Poder psicológico.

Entendida en su máxima expresión, según Coca y Escalera (2013), la participación se


configura como un proceso colectivo de trabajo y aprendizaje con carácter voluntario
para la construcción de una visión y objetivos compartidos por todos los actores y
sectores que integran el colectivo. Es un proceso que requiere y contribuye al
desarrollo y profundización mediante:

- Reconocimiento de la pertenencia de todos los participantes al mismo colectivo.


- Toma de conciencia sobre las propias condiciones de la existencia de dicho
colectivo.
- Carácter inclusivo del proceso, sin exclusiones y con voluntad de integración de
todos los que forman parte de la realidad del colectivo, interesado en aportar su
conocimiento, experiencia.
- Integración de diferentes formas y fuentes de conocimiento para obtener un
conocimiento más amplio y profundo.
- Solidaridad, unión y cooperación como valores fundamentales para la
organización del grupo.
- Fortalecimiento o empoderamiento que todo proceso de toma de conciencia y
trabajo colectivo conlleva, aumentando las capacidades individuales o
colectivas para enfrentarse a las circunstancias internas y externas
obstaculizadoras hacia el futuro.

En muchos procesos esto no se va a conseguir.

En adición a ello, hay que señalar que los críticos de la participación señalan que hay
diferentes dimensiones.

1. Responde a la demanda de la sociedad o justicia social. Tenemos derecho de lo


que nos concierne, a participar, por lo que hay que reivindicar esa participación.
2. Salvar la desafección, ya que pensamos que los políticos no trabajan para
nosotros y que nunca van a hacer nada de lo que queremos, llevando así a creer
que nuestra participación no valdrá para nada ya que todos son iguale, con lo
cual se pretende acabar, siendo ejemplo de esta salvación de desafección la
pregunta de a qué destinar parte de los presupuestos, y externalizar puesto que
la Administración llama a la participación social para cubrir los costes que no
hacen para que así participen las empresas locales.

Así mismo, la participación sufre una burocratización, neoliberal según Martínez


Palacios (2021), hecho de que un grupo de personas que están dentro de una empresa
se están especializando para realizar un proceso participativo. Dicha burocratización
neoliberal se caracteriza por ser bastante estandarizada y por lo tanto no hay una
estimulación y se diluye el proceso participativo. Esto lleva a que el proceso
participativo no sea interseccional, es decir, las diferentes visiones por raza, sexo,
diversidad funcional no existen, y la sotisficación conlleve a que tantas técnicas
llevadas a cabo como el flujograma o el sociograma, lo conviertan en un proceso
complejo.

Por su parte, Martínez Palacios habla su artículo en el desarrollo de su teoría feminista


acerca de las desigualdades y exclusiones que suelen caracterizar al proceso
participativo. Desde su punto de vista, los procesos participativos diseñados tienen
raza, sexo, edad y clase social, pero hay ocasiones donde se produce una participación
restringida debido a la exclusión de aquellas personas que no encajan en una norma, así
como la realización de unas prácticas asimilacionista en dichos procesos participativos,
teniéndose que llevar a cabo el papel de las personas intermediarias o profesionales de
la participación. Así pues, estos procesos participativos están caracterizados por una
serie de elementos como son la interseccionalidad y complejidad, elementos que no se
ven pero suceden como pueden ser la deconstrucción en categorías de raza, género,
clase, religión, lo que provoca que haya una serie de relaciones por categorías así como
intersecciones de opresión, siendo necesario el tener que comprender cómo operan los
procesos participativos.

4. ¿PARA QUÉ PARTICIPAR?. VENTAJAS DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL.


En relación a la participación, hay una etiqueta legitimadora, todos los lugares en los
que haya participación es algo bueno, se instrumentaliza la participación, pero en
cambio si nos referimos a la panacea, todo está arreglado si hay participación.A pesar
de esto, hay que señalar que no todo es tan bueno en la participación, ya que para
empezar hay una débil y escasa cultura participativa por parte de la ciudadanía.

En los métodos de investigación participativa, se planean y conducen los procesos de


investigación con las personas cuyo mundo está siendo estudiado. Hay en estos
métodos dos esferas: la ciencia y la práctica, ambas se encuentran, interactúan y
desarrollan una comprensión mutua. Estos métodos participativos subrayan la
posibilidad, significación y utilidad de comprometer e involucrar al conjunto de sujetos
en el proceso de producción de conocimiento.

Esto lleva a pensar en la enorme dificultad de alcanzar una participación real, algo que
en el conjunto de sociedades occidentales se acentuó tras el período franquista
debidos a los efectos que estos supusieron en la población y que no han podido
superarse hoy día en la democracia, disminuyendo también por la extensión de los
valores individualistas y consumistas junto a una trivialización de la participación
política que han dejado a la población con una papel de clientes, usuarios y
consumidores.

No obstante, esta reducción de la participación puede también verse en los propios


representantes políticos y el personal técnico de las administraciones a causa de
la desconfianza hacia los ciudadanos y su participación en la política, vista como un
riesgo de desestabilización del régimen de control partidario de las instituciones y una
complicación para la gestión burocrática. Es por ello, que cuanto más alejados de la
cosa pública estén los ciudadanos mayor será el desarrollo de actitudes egoístas e
individualistas que ponen los intereses privados y beneficios personales antes de los
colectivos y objetivos comunes.
Acerca de la participación hay una serie de argumentos:

- Argumentos pragmáticos o funcionalistas. Desde este argumento, la


participación produce una serie de ventajas como son:
- Mejores decisiones. Se obtiene más información, hay más comunicación
entre las partes y se reducen las sorpresas, el punto muerto y
resistencias.
- Facilita la implementación. Los obstáculos potenciales se habrán
considerado previamente. Hay un mayor abanico de actores que
comprenden las opciones.
- Mayor legitimidad. El proceso es percibido como justo e inclusivo.
- Contribuye a la educación pública. La intervención directa permite el
aprendizaje técnico y relacional de más ciudadanos.

- Argumentos expresivos. Definen identidades colectivas e individuales.


- Genera cohesión social.
- Permite definir identidades desde la acción y la reflexión colectiva.

- Argumentos de justicia y derecho.


- Una sociedad más justa.
- Democracias participativas. Son reconocidos como algo necesario pero
muy poco practicado, viniendo a apelar a la reconstrucción de la
ciudadanía, sujeto de derechos y deberes políticos con una
responsabilidad sobre la gobernabilidad de la ciudad o el Estado. Así
mismo, hay que señalar que se llevan a cabo una serie de políticas
basadas en la descentralización, proximidad y transferencia de
competencias decisionales.

5. BASES EPISTEMOLÓGICAS DE LAS METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS.


Se puede llegar a entender la IAP, como un marco para la producción de procesos
deliberativos de construcción colectiva de conocimiento y acción orientados a la
transformación democrática de la propia sociedad, sustentado en algunos principios
que la definen y diferencian de otros marcos como pueda ser el de producción
convencional del conocimiento científico-técnico.

Entre estos principios encontramos el pase de la relación sujeto-objeto a la relación


sujeto-sujeto. La IAP es un método de estudio y acción que busca obtener resultados
fiables y útiles para mejorar situaciones colectivas . Los protagonistas del proceso son
las personas afectadas por los problemas que se quieren abordar y los profesionales
deben intentar adaptarse al ritmo y al lenguaje de los destinatarios, dejando de lado la
jerga profesional y adoptando una actitud de escucha y diálogo permanente. Hay que
explorar y potenciar los recursos propios de la colectividad y tanto el calendario como
las formas de organización y evaluación de las actuaciones deben adoptar un carácter
abierto. Se produce una redistribución del poder.

El segundo principio epistemológico, ligado al anterior, es la transformación social


como meta y se considera necesario unir reflexión y acción o teoría y praxis. Hay que
evitar teorizar sin llevar a la práctica y actuar sin reflexionar sobre lo que se hace. Esta
actitud debe estar presente en todas las fases de la IAP. La reflexión tiene un doble
componente: el autodiagnóstico de la propia experiencia (analizar/ser analizado) y el
estudio sistematizado de problemas/temas (técnicas de investigación).

Partiendo de la necesidad de producir un mejor, amplio y profundo conocimiento de la


realidad que permita una acción más eficaz para conseguir su transformación y
afirmación de que para lograrlo es imprescindible la convergencia de saberes, la IAP,
reivindica la importancia trascendental del conocimiento no científico que de manera
genérica se suele denominar con el término saber/conocimiento popular, aquel
conocimiento obtenido de fuentes y producido por los seres humanos desde y a través
de procedimientos distintos al establecido por la ciencia, sometido a las reglas de lo
conocido como “método científico”, y que debe denominarse así para evitar caer en
sesgos clasistas a los que determinadas perspectivas ideológicas pueden inducir. No
obstante, no hay que despreciar el conocimiento/saber científico- técnico, cuyas
características y posibilidades no son mejores ni peores que el primero aunque sí hay
diferencias y en algunos aspectos son más eficaces a la hora de la aplicación en la
acción para la transformación. Es por ello que en la IAP, los procesos de aprendizaje son
recíprocos entre los distintos actores y protagonistas del proceso, hay experiencias
compartidas. Es necesario que se parte de los deseos y conocimientos, a menudo
inconscientes, sociohistóricos existentes para conceptualizar cualquier proyecto. Hay
un reconocimiento de saberes, un proceso de desarrollo de la toma de conciencia y
como resultado del fortalecimiento de la propia identidad de forma que se desarrollan
capacidades y habilidades, a partir de las que es posible poner en cuestión la validez de
las instituciones y discursos del poder.

Por otra parte, lo que se puede dominar “sesgo” político e ideológico, constituye otro
principio epistemológico definitorio de la IAP, caracterizado por ir en contra de la
condición de neutralización política y asepsia ideológica que se postula como
imprescindible para la ciencia convencional, declarando la IAP su compromiso con la
transformación democrática de la propia realidad, posicionándose de manera política e
ideológica explícitamente, algo que resultado de dato esencial que no puede ser
ignorado al evaluar los resultados de los procesos de conocimiento y acción. Como
actividad humana con pretensión de incidencia directa o indirecta sobre la realidad
social, para cambiarla o mantenerla, no es externa e independiente de las relaciones de
poder que son consustanciales a dicha realidad y con frecuencia sometida a los
intereses de los grupos dominantes.
Otro principio epistemológico, es el tratar la IAP como un planteamiento holístico que
comprende la realidad social como una totalidad, concreta y compleja a la vez. Esto
supone no limitar el análisis o las posibilidades de acción y abrirse a la
interdisciplinariedad del conocimiento. Abordar la acción social como un esfuerzo por
conjugar los niveles micro y macro de la sociedad generando formas de intervención en
los dos planos y generar una complementariedad horizontal entre los diversos macro
espacios para reforzar la convergencia de los sectores de la sociedad más afectados.

A esto se une, otro principio como es la unión de conocimiento y acción


(reflexión-acción-reflexión). Evita teorizar sin llevar a la práctica como actuar sin
reflexionar sobre lo que se está haciendo. Esta actitud debe estar en todas las fases de
la IAP que a la larga tienden a constituir un proceso espiral de
planificación-acción-observación y reflexión, siendo esta última la que tiene un
componente doble, el autodiagnóstico colectivo por la experiencia de los afectados y es
estudio sistematizado de los asuntos en los que profundizar que requieren unas
técnicas de investigación.

Además, la IAP se caracteriza por ser vinculante. Tienen en cuenta la opinión y manera
de pensar de las personas, requiriendo de personas informadas al tomar sentido en la
medida que tienen conocimiento respecto a lo que se les pregunta.

La IAP, tiene como principio epistemológico también, el planteamiento del proceso


como vía de movilización y emancipación de los grupos sociales en situación de
dependencia. Esto implica una actitud comprometida políticamente por parte de los
participantes, incluido los profesionales, que tienen que superar la supuesta
neutralidad del saber técnico y sustituirlo por la toma de partido consciente, además
de superar los sesgos políticos e ideológicos. La IAP es una vía de movilización y
emancipación de los distintos colectivos sociales, a menudo, grupos sociales
subordinados.

Otro principio epistemológico a destacar es la partida de las demandas o necesidades


sentidas por los afectados, como condición necesaria para que sean los protagonistas
del proceso. Los profesionales deben acomodar nuestros planteamientos y
expectativas al nivel de comprensión de las personas implicadas en el programa.

Por último, hay que señalar otros principios epistemológicos como:


- Las formas (medios) son igual de importantes que los contenidos (fines).
- Inclusividad (apertura y cierre) y flexibilidad.
- No establecer objetivos fijos a priori.
- Deliberación (reflexión permanente) junto a una centralidad de participación
reflexiva.

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