Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sólo disponible cuando el sol luce (en lo que a la generación se refiere), la energía
solar fotovoltaica es la que permite capturarla de la luz del sol para convertirla en
electricidad con la que abastecer las necesidades de cualquier hogar o superficie
comercial.
Es justo ahí cuando entran en juego más componentes esenciales de las placas
fotovoltaicas, en concreto los conductores que incorporan que, en la mayoría de
los casos, están hechos de silicio. Integrados por lo general por un positivo y un
negativo, estos crean un campo eléctrico por el que circulan los electrones una
vez activados, de manera que se consigue producir la corriente.
Así, los paneles sobre los que impacta la luz se forman por multitud de pequeñas células
que dan lugar a módulos y, estos, a un panel propiamente dicho. Aunque esto se da por
hecho, vale la pena destacarlo: a más paneles, más generación de electricidad.
Ahora, calcular bien el número de paneles es una de las claves para cualquier instalación
ya que pecar por exceso empujará al alza los costes de la misma sin que existiese esa
necesidad. Si, en cambio, se peca por defecto, la energía capturada no será suficiente
para satisfacer las necesidades.
Así, el inversor lo que hace es convertir la corriente continua en alterna, apta para
su aprovechamiento en la vivienda, el comercio o allá donde se instale un kit solar.
Esta tecnología también conducirá la energía hacia la red eléctrica o hacia las
baterías de almacenamiento (importantes, puesto que la luz del sol no está
disponible las 24 horas), entre otras posibles funciones.