Está en la página 1de 2

Energía solar fotovoltaica: aspectos básicos.

Sólo disponible cuando el sol luce (en lo que a la generación se refiere), la energía
solar fotovoltaica es la que permite capturarla de la luz del sol para convertirla en
electricidad con la que abastecer las necesidades de cualquier hogar o superficie
comercial.

Si todo esto es posible es gracias a lo que se conoce como efecto fotovoltaico,


crucial para la producción de electricidad a partir del sol. Aquí entran en juego
varios componentes. El primero, las partículas de las que se compone la luz del
sol (fotones) y su impacto sobre los paneles solares, con el que se liberan los
electrones.

Es justo ahí cuando entran en juego más componentes esenciales de las placas
fotovoltaicas, en concreto los conductores que incorporan que, en la mayoría de
los casos, están hechos de silicio. Integrados por lo general por un positivo y un
negativo, estos crean un campo eléctrico por el que circulan los electrones una
vez activados, de manera que se consigue producir la corriente.

Paneles solares fotovoltaicos.


Obviamente, los paneles son imprescindibles dentro de este mecanismo. El
proceso descrito anteriormente se produce, en concreto, en pequeñas porciones
del panel, que se divide en multitud de células solares fabricadas en silicio,
generalmente, o en otros materiales que también permiten el aprovechamiento de
energía, además de favorecer una reducción de los costes.

Así, los paneles sobre los que impacta la luz se forman por multitud de pequeñas células
que dan lugar a módulos y, estos, a un panel propiamente dicho. Aunque esto se da por
hecho, vale la pena destacarlo: a más paneles, más generación de electricidad.
Ahora, calcular bien el número de paneles es una de las claves para cualquier instalación
ya que pecar por exceso empujará al alza los costes de la misma sin que existiese esa
necesidad. Si, en cambio, se peca por defecto, la energía capturada no será suficiente
para satisfacer las necesidades.

Otro paso clave: la conversión de la energía.


Aunque ya se ha explicado el cómo se genera la electricidad, queda aún un
aspecto muy importante por aclarar. La que producen los paneles fotovoltaicos, en
corriente continua, tendrá que pasar a corriente alterna para alimentar los
distintos equipos y dispositivos del hogar.
Y esto, ¿cómo se logra? Con un elemento que, junto a los paneles, es
imprescindible para cualquier instalación de energía solar: el inversor. Su papel en
todo esto es tan importante, que son muchos los que se refieren a esta parte del
equipo como el ‘cerebro del sistema’.

Así, el inversor lo que hace es convertir la corriente continua en alterna, apta para
su aprovechamiento en la vivienda, el comercio o allá donde se instale un kit solar.
Esta tecnología también conducirá la energía hacia la red eléctrica o hacia las
baterías de almacenamiento (importantes, puesto que la luz del sol no está
disponible las 24 horas), entre otras posibles funciones.

El sol es la fuente de energía que muestra un crecimiento más dinámico en todo el


mundo. Además, la tendencia no puede sino seguir ampliándose. Por ello,
introducirse en este mundo y entenderlo tanto como sea posible es y será
determinante para cualquiera que quiera cubrir sus necesidades con energía solar
y, así, salirse de la lista de quienes siguen tirando de electricidad generada con
fuentes fósiles, con el consecuente impacto sobre el planeta.

También podría gustarte