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MATEMÁTICAS III
Lidia Santágueda Ruiz
Alberto Bueno Guerrero
Temario de oposiciones de
MATEMÁTICAS III
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ÍNDICE
TEMA 49 Superficies de revolución. Cuádricas. superficies regladas. presencia en la
naturaleza, en el arte y en la técnica............................................................................................... 5
TEMA 54 Las cónicas como secciones planas de una superficie cónica. Estudio analítico.
Presencia en la naturaleza, en el arte y en la técnica.................................................................... 52
0. INTRODUCCIÓN
Las primeras referencias al estudio de curvas y superficies en el espacio aparecen en La Géometrie de
Descartes, sin embargo no se da ningún ejemplo de ecuaciones ni de desarrollos concretos. Las siguientes
aportaciones de importancia en el siglo XVII son las de Wallis y Wren. El primero introdujo el conoide, un
tipo de superficie reglada, y el segundo el llamado hiperboloide de Wren o cilindroide hiperbólico.
El desarrollo sistemático del estudio de la geometría de las superficies llegó en el siglo XVIII de la mano de
Euler, en su obra Introductio in Analysis Infinitorum, que contiene un estudio de superficies en general,
tanto algebraicas como trascendentes. Se encuentra allí la primera referencia a las cuádricas, aportando su
ecuación general y las de los cinco tipos fundamentales (elipsoide real, hiperboloides de una y dos hojas,
y paraboloides elíptico e hiperbólico).
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El último hito en la geometría de superficies antes de la llegada de la geometría diferencial lo constituyó el
estudio de Monge de curvas alabeadas y superficies desarrollables.
El desarrollo del tema es como sigue. El apartado 1 se dedica a las definiciones relacionadas con las su-
perficies, sus ecuaciones y su clasificación. En el apartado 2 se exponen las superficies regladas, tanto las
desarrollables como las no desarrollables o alabeadas. El apartado 3 hace referencia a las superficies de
revolución, el apartado 4 a las superficies cuádricas y el 5 a las aplicaciones de las superficies a distintos
ámbitos.
1. SUPERFICIES
1.1 DEFINICIONES
Una superficie es el lugar geométrico de las posiciones sucesivas de una línea, indeformable o no, llamada
generatriz, que se mueve en el espacio siguiendo una ley determinada y continua. La forma de la superficie
queda determinada por la ley del movimiento o la deformación de la generatriz. En ocasiones la generatriz
se apoya a lo largo de su movimiento en uno o más puntos, líneas o superficies, que son los elementos
directores de la superficie.
1.2 ECUACIONES
→→→
Dado un sistema de referencia ortonormal {O, i, j, k} , una superficie podrá venir definida por unas ecua-
ciones del tipo
x= f1(�, �)
y= f2 (�, �) �
z= f3 (�, �)
con �,� ∈ D ⊂ ℝ2 y fi ; D → ℝ funciones continuas para i = 1, 2, 3. Estas ecuaciones son las ecuaciones
paramétricas de la superficie. Si es posible eliminar los parámetros μ y λ en las ecuaciones anteriores,
podremos escribirlas en la forma
F(x, y, z) = 0
que sería la ecuación implícita de la superficie. Si es lo suficientemente regular como para despejar z en
la ecuación implícita, obtenemos la ecuación explícita
z= f (x,y)
1.3 CLASIFICACIÓN
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‒‒ Planos
‒‒ Poliedros
◊ Irregulares
‒‒ Superficies radiadas
◊ Cuádricas radiadas
»» Otras
2. SUPERFICIES REGLADAS
Como los planos y poliedros se tratan en otros temas, en este apartado nos dedicaremos exclusivamente a
las superficies radiadas, que son superficies limitadas por rectas que confluyen en un vértice, que puede
ser un punto propio (cónicas) o estar en el infinito (cilíndricas).
A. CÓNICAS
Una superficie cónica es una superficie reglada formada por las rectas que pasan por un punto fijo V y
se apoyan en una curva C. Así, si el punto tiene de coordenadas V(x0, y0, z0 ) y la curva tiene de ecuaciones
paramétricas
x= f1 (t)
C: � y= f2 (t)
z= f3 (t)
Observación: En el caso particular en el que la curva C sea una recta, la superficie obtenida será un pla-
no, mientras que si C es una línea poligonal, la superficie obtenida es una superficie piramidal.
B. CILÍNDRICAS
Una superficie cilíndrica es una superficie reglada formada por las rectas que llevan la dirección de un
→ → →
vector fijo v y que se apoyan en la curva C. Si el vector v tiene de componentes v = (a, b, c) y la curva
tiene de ecuaciones paramétricas
x= f1 (t)
C: � y= f2 (t)
z= f3 (t)
con � ∈ ℝ.
Observación: En el caso particular en el que la curva C sea una recta, la superficie obtenida será un
plano, mientras que si C es una línea poligonal, la superficie obtenida es una superficie prismática.
Las superficies poliédricas se pueden obtener mediante secciones planas de superficies piramidales o
prismáticas.
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2.2. SUPERFICIES ALABEADAS
Las superficies alabeadas son aquellas que se generan por el movimiento de una línea recta, de forma
que dos posiciones adyacentes de la recta se cruzan. Todas las superficies alabeadas son regladas y no
desarrollables.
En las superficies alabeadas la recta generatriz se apoya en tres directrices, lo que da lugar a la siguiente
clasificación:
A. La generatriz se apoya sobre tres directrices, rectas o curvas, sin perder el contacto con ellas.
A.3. Sobre una línea recta y dos curvas. Ejemplo: Cuerno de vaca.
B. La generatriz se apoya sobre dos directrices, rectas o curvas, y es paralela a un plano director.
B.2. Sobre una línea recta y una línea curva. Ejemplo: Conoide.
C. La generatriz se apoya sobre dos directrices, rectas o curvas, y forma un ángulo fijo con un plano
director.
3. SUPERFICIES DE REVOLUCIÓN
Una superficie de revolución es aquella superficie engendrada por una línea C, recta o curva, llamada
generatriz, al girar alrededor de una recta e, llamada eje de revolución. Todo punto de la generatriz
describe una circunferencia contenida en un plano perpendicular al eje y con centro en él.
3.1. ECUACIÓN
Tomemos un sistema de referencia ortonormal de modo que el eje OZ coincida con el eje de giro. Si la
generatriz tiene de ecuaciones paramétricas:
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x= f1 (t)
C: � y= f2 (t)
z= f3 (t)
y realiza un giro de ángulo θ, entonces las ecuaciones paramétricas de la superficie de revolución serán:
z= f3 (t)
Como las superficies de revolución regladas ya han sido tratadas en el apartado 2, aquí nos dedicaremos
a desarrollar algunos importantes ejemplos de superficies de revolución no regladas, concretamente la
esfera, el toro circular y el elipsoide de revolución.
3.2. ESFERA
La esfera de centro O y radio r se obtiene tomando como generatriz la circunferencia de centro O y radio
r en el plano XZ, de ecuaciones paramétricas:
x= r cos t
C: � y= 0
z= r sin t
y haciéndola girar alrededor del eje OZ. Sus ecuaciones paramétricas serán:
x= r cos t cos 𝜃
� y= r cos t sin 𝜃
z= r sin t
x2 + y2 + z2 = r2
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3.3. TORO CIRCULAR
Si en lugar de hacer girar una circunferencia alrededor de un diámetro, la hacemos girar alrededor de un
eje coplanario con la circunferencia pero que no la intersecte, obtenemos un toro circular. Si tomamos la
circunferencia de centro (R, 0,0) y radio r, contenida en el plano XZ, tendrá de ecuaciones paramétricas:
x= R + r cos t
C: � y= 0
z= r sin t
Si R > r, la superficie engendrada al girar alrededor del eje OZ es un toro circular de ecuaciones paramé-
tricas:
x= (R + r cos t) cos 𝜃
� y= (R + r cos t) sin 𝜃
z= r sin t
�R - � x2 + y2�2 + z2 = r2
Si tomamos una elipse en el plano XZ de centro 0 y semiejes a y b, sus ecuaciones paramétricas serán:
x= a cos t
� y= 0
z= b sin t
Si ahora la hacemos girar alrededor del eje OZ, obtendremos un elipsoide de revolución, de ecuaciones
x= a cos t cos 𝜃
� y= a cos t sin 𝜃
z= b sin t
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y eliminando los parámetros se obtiene finalmente:
x2 y2 z2
2 + a2 + =1
a a2
4. CUADRICAS
Una cuádrica es una superficie en el espacio cuya ecuación implícita F (x, y, z) = 0 viene determinada por
una función F polinómica de grado dos, es decir, por una expresión del tipo:
a11x2 + a22 y2 + a33z2 + 2a12xy + 2a13zx + 2a23yz + 2a01x + 2a02y + 2a03z + a00 = 0
donde aij, ∈ ℝ y a11 , a22 , a33 , a12 , a13 , a23 no son todos nulos. La expresión anterior se puede escribir en
forma matricial como: 1
x
(1 x y z) A � y � = 0
z
Mediante cambios de base ortonormales, la ecuación de cualquier cuádrica puede ser reducida a una
ecuación en la que sólo aparezcan términos cuadráticos y, a lo sumo, un término constante o un término
lineal. A esta forma de la ecuación se le llama forma reducida o forma canónica. Una clasificación
detallada y rigurosa de las cuádricas requeriría el estudio de los invariantes de la matriz y haría el tema
demasiado extenso. Nos limitaremos aquí a señalar que dependiendo del valor del determinante de la
matriz , podemos hablar de cuádricas degeneradas (|A| = 0) y cuádricas no degeneradas (|A| ≠
0). Dentro de ambos tipos aparecen las llamadas cuádricas imaginarias, que carecen de puntos. Las
cuádricas degeneradas no imaginarias son conos, cilindros y planos, mientras que las cuádricas no dege-
neradas no imaginarias son elipsoides, hiperboloides y paraboloides. A partir de ahora nos dedicaremos a
estudiar con más detalle estos últimos tipos de cuádricas.
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4.1. ELIPSOIDE
Los cortes del elipsoide con planos paralelos a los planos coordenados son elipses. Si a = b tendremos un
elipsoide de revolución, y si a = b = c tendremos una esfera.
Los cortes del hiperboloide de una hoja por planos con Z constante dan lugar a elipses, mientras que los
cortes por planos con X constante o Y constante dan lugar a hipérbolas. El hiperboloide de una hoja es,
como ya sabemos, una superficie reglada, además, en el caso a=b se obtiene un hiperboloide de revolu-
ción.
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4.3. HIPERBOLOIDE DE DOS HOJAS
De la misma forma que en el caso del hiperboloide de una hoja, los cortes del hiperboloide de dos hojas
por planos con Z constante dan lugar a elipses, mientras que los cortes por planos con X constante o Y
constante dan lugar a hipérbolas. Como en los casos anteriores, si a=b, el hiperboloide de dos hojas es de
revolución.
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Los cortes del paraboloide elíptico por planos con Z constante dan lugar a elipses, mientras que los cortes
por planos con X constante o Y constante dan lugar a parábolas. Si a = b el paraboloide es de revolución.
Su ecuación es:
x2 - y2 = z a, b > 0
a2 b2
Los cortes del paraboloide hiperbólico por planos con Z constante dan lugar a dos hipérbolas que se re-
ducen a dos rectas en el caso z = 0, mientras que los cortes por planos con X constante o Y constante dan
lugar a parábolas. El paraboloide hiperbólico es comúnmente conocido como “silla de montar” y es una
superficie reglada.
5.1. EN LA NATURALEZA
5.2. EN EL ARTE
• El hiperboloide de una hoja fue utilizado por Gaudí en multitud de ocasiones, tanto en el parque Güell
como en la Sagrada Familia. Otros arquitectos que lo han usado son Le Corbusier en el palacio de la
asamblea de Chardigah o Niemeyer en la catedral de Brasilia.
• El paraboloide hiperbólico también ha sido usado en arquitectura por Gaudí en la Sagrada Familia,
por Félix Candela en la capilla abierta de Cuernavaca o por Santiago Calatrava en la Ciudad de las
Artes y las Ciencias de Valencia.
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5.3. EN LA TÉCNICA
• El hiperboloide de una hoja es la forma que se usa habitualmente para las torres de refrigeración de
centrales térmicas o nucleares.
• Los depósitos de gas o combustible suelen adoptar forma esférica.
• Algunos de los reactores donde se intenta la fusión nuclear tienen forma toroidal.
• Las antenas parabólicas tienen la forma de un paraboloide de revolución.
6. CONCLUSIÓN
En este tema hemos analizado el concepto de superficie, así como las distintas formas en las que puede ser
generada a través de una línea recta o curva moviéndose por el espacio. Las aplicaciones más importantes,
algunas de las cuales se han visto en el apartado anterior, aparecen en el ámbito de la ingeniería y en el de
la arquitectura. Tanto ingenieros como arquitectos tienen que poseer una sólida formación en las matemá-
ticas de las superficies en el espacio para determinar los procedimientos a realizar a la hora de desarrollar
algunos tipos de estructuras.
7. BIBLIOGRAFÍA
Cobos, Rodríguez y Martín: Geometría para Ingenieros. Tébar, 2001.
Lastra Sedano: Geometría de Curvas y Superficies con Aplicaciones en Arquitectura. Paraninfo, 2015.
LEGISLACIÓN
Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de la Edu-
cación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato (ANEXO I: materias del bloque de asignaturas tronca-
les. 24 – Lengua castellana y Literatura). Se desarrollan los contenidos, criterios de evaluación y estándares
de aprendizaje evaluables en los diferentes cursos de los bloques: 1- Comunicación oral: escuchar y hablar;
2- Comunicación escrita: leer y escribir; 3- Conocimiento de la lengua; 4- Educación literaria
El artículo 2.4 del Real Decreto 310/2016, de 29 de julio, por el que se regulan las evaluaciones finales
de Educación Secundaria Obligatoria y de Bachillerato, especifica que los estándares de aprendizaje eva-
luables que constituirán el objeto de evaluación procederán de la concreción de los recogidos en el Real
Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de la Educación
Secundaria Obligatoria y del Bachillerato.
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enseñanza y etapa educativa, para lograr la realización adecuada de actividades y la resolución eficaz
de problemas complejos; los contenidos, o conjuntos de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes
que contribuyen al logro de los objetivos de cada enseñanza y etapa educativa y a la adquisición de com-
petencias; la metodología didáctica, que comprende tanto la descripción de las prácticas docentes como
la organización del trabajo de los docentes; los estándares y resultados de aprendizaje evaluables; y los
criterios de evaluación del grado de adquisición de las competencias y del logro de los objetivos de cada
enseñanza y etapa educativa. Los contenidos se ordenan en asignaturas, que se clasifican en materias,
ámbitos, áreas y módulos en función de las enseñanzas, las etapas educativas o los programas en que
participe el alumnado.
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