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El perdón como solución

Este es relato de una madre y su dolor. Saskia es una mujer flamenca, de la ciudad de Heverlee. Se caso
muy joven y tardo muchos años en quedarse embarazada. Al final tuvo un hijo al que llamo Adam. El
parte fue muy complicado y al final los doctores le dijeron que no podría tener más hijos. Saskia lo
acepto, pues al fin tenía a su pequeño bebe en los brazos.

Adam creció y se hizo muy amigo de un niño walon de Lieja de nombre Abel. Pasaban mucho tiempo
juntos y eran como hermanos. Saskia veía esta amistad con buenos ojos. Y en su interior pensaba que
era el hermano que nunca podría darle a su hijo.

El destino es a veces cruel. Abel se acababa de sacar el carnet de conducir y quería ir a una fiesta
universitaria en Maastrich. Fue las misma Saskia que les presto el coche para ir juntos. ¿Qué podía pasar
mal? Abel era un conductor novel, pero también era un chico responsable. Había prometido no beber
porque el conducía.

Y ocurrió lo impensable. Al volver de la fiesta un camión perdió los frenos y golpeo el lado derecho del
coche. El lugar donde estaba sentado Adam. Murió en el acto. Abel sobrevivo con algunas heridas que
curaron al cabo de unos meses.

Saskia estaba destrozada. Su hijo era su vida tras el divorcio con su marido varios años antes. Ahora
estaba sola, totalmente sola en el mundo.

El cari; o que tenía por Abel se convirtió en odio y resentimiento. Abel también está destrozado. Había
perdido a su mejor amigo. En el fondo se sentía también culpable. Y lo peor de todo es que la madre de
su mejor amigo no quería cogerle el teléfono.

Abel tuvo dos intentos de suicidio. Una amiga común le informo a Saskia. Ella no se conmovió pues
seguía con rencor hacia el asesino de su hijo. El odio es como flechas que salen del corazón y vuelve a
clavarse en el cada vez que recuerdas el sufrimiento.

Una tarde de diciembre Saskia quedo con Gwendoline, la amiga común. Esta última intento convencer a
Saskia de que perdonara a Abel, el no tuvo culpa de nada. Y le dijo una cosa muy importante que quedo
marcada en el corazón de Saskia

Si has perdido un hijo, ahí tiene a otro que quiere tu perdón. Todo el amor que no pudiste dar a Adam,
puedes darlo a Abel.

Saskia no quería aceptarlo todavía, pero fue en navidad que Abel llamo a su puerta en lágrimas. Le podio
perdón de rodillas.

Por favor perdóname, no puedo vivir así más tiempo.

Y saskia le perdono. No enseguida, sino poco a poco.

Empezó a quedar una vez al mes con Abel. Saskia le visitaba en su casa de Lieja y tomaban café.
Hablaban mucho de Adam, pero con cariño, ya no más con reproches. Saskia
Y poco a poco se convirtieron un poco en madre e hijo adoptivo. Paso el tiempo y Abel se casó. Saskia
fue la madrina de bodas

De esta manera se cumplió lo que escrito en el nuevo testamento Juan 19, 26-27

Jesús, viendo a su madre y al lado al discípulo predilecto, dice a su madre:


—Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Después dice al discípulo:
—Ahí tienes a tu madre.
Desde entonces, aquel discípulo la recibió en su casa.

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