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Consejos para proteger tu

información en línea
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LECTURA

En esta época, la seguridad dejó de ser un tema físico y pasó al


campo digital. Hoy vivimos más preocupados por nuestros datos
personales y accesos que por nuestra billetera. Sin embargo, la
pérdida o robo de cualquiera de las dos nos deja expuestos a muchas
preguntas y problemas. Una de las primeras preguntas es: ¿Cómo
habría podido evitarlo? Esto nos lo preguntamos porque no sabemos
que somos vulnerables hasta que tenemos un documento expuesto o
información confidencial divulgada por medios que no esperábamos.

En parte esta es la razón de ser de este curso, que más allá de los
expuestos que se corrigen a nivel empresarial, busca proteger a las
empresas desde las personas.

De aquí la siguiente lista de consejos para


proteger tu información en línea:

Los datos privados deberían seguir manteniéndose así:

Al igual que somos cuidadosos de no entregar información privada a


extraños en la calle, debemos hacer lo mismo en los sitios web que
frecuentamos y en las aplicaciones que usamos a diario. La mayoría
de sitios que generan información confidencial como los bancos ya
tienen nuestra información; por lo tanto, las encuestas o formatos
online que nos piden información excesiva deben ser objeto de
cuidado. Esto puede pasar en la calle, por mensajes de texto, por
correos, con pop-ups (pantallas emergentes) e incluso llamadas
telefónicas. Lo más importante es saber siempre quién me está
pidiendo la información y sobre todo el grado de sensibilidad de esta.
En una empresa los niveles de confidencialidad generalmente están
clasificados, así que debo estar atento. Sin perder la calma, debo
estar pendiente de todas las alertas.

El sentido común como herramienta esencial:

Muchas veces todo se puede solucionar usando el sentido común, y


así como no prestaría mi cepillo dental a un conocido y mucho menos
a un extraño, no debo prestar mis claves ni compartir información o
documentación que por fuera de un ambiente digital no compartiría. Si,
por ejemplo, un proveedor me está pidiendo información financiera de
la empresa, debo acudir a las cartas mercantiles que se encuentran en
la mayoría de países de nuestra región, que ya incluyen mucha
información acerca de estados financieros y que ya fue revisada por
un contador y publicada para ser pública. De lo contrario, y a menos
de que no esté estipulado en un contrato, no debería compartir tal
información, así como no entrego mis extractos bancarios a mis
vecinos o amigos.

Los buscadores como herramienta de auto-búsqueda:

Si tenemos una startup o trabajamos en una empresa, es muy común


hacer estudios de mercado cuando estamos trabajando en un nuevo
producto o aplicación. Sin embargo, es importante hacer búsquedas
constantes de la información disponible en internet de nuestros
proyectos y de nosotros mismos. Muchas veces es más común
encontrar información publicada y hacer las correcciones o denuncias
que se deban a tiempo. Acá, como ejemplo, tenemos a los
productores de Juego de tronos, que en su séptima temporada vieron
como internet filtraba algunos capítulos de una de las series más
vistas y más pirateadas de los últimos años.

Revisa los remitentes de los correos:

Generalmente en un ambiente empresarial se suelen utilizar firmas de


correo con los logos propios de la empresa. Así que si no tienes una,
es hora de crearla y usarla. Esta opción puede preestablecerse en la
mayoría de servidores de correo electrónico. Ahora, un correo sin
firma es un indicio de que debes tener cuidado. Es como cuando llega
un oficial de tránsito sin uniforme e identificación a pedirnos papeles
de nuestro vehículo. Sin embargo, como lo vamos a ver en los
seguidos videos y en otras lecturas, no es el único signo que debo
atender. También tengo que revisar quién es el remitente del correo.
La mayoría de empresas tienen su propio
dominio XXX@Nombre_Empresa.com, así que un correo que venga
de un servidor como Gmail, Hotmail u otros, no debe generar tanta
confianza.

Comparte los archivos de forma segura:

Compartir archivos es algo que vamos a tener que hacer tarde o


temprano. Para ello existen muchas herramientas colaborativas que
nos permiten dar accesos temporales o incluso por medio de una
contraseña. La generación de equipos de trabajo es una necesidad
imperante sobre todo cuando se está formando una startup. El uso de
archivos compartidos debe regirse por los términos de
confidencialidad de información en la empresa. En ese sentido,
debemos revisar atentamente quiénes son revisores, editores o
dueños de la información que compartimos. Para esto, tenemos
herramientas como Google Drive y Box. ¡Claro! No son las únicas, por
eso te recomiendo que investigues bien sobre las distintas
herramientas colaborativas y los permisos que puedes ofrecer a través
de estas. Esto también aplica para repositorios de desarrollo de código
donde opciones como Bitbucket y GitHub son esenciales a la hora de
escribir código.

Como conclusión, la seguridad es un compromiso que todos debemos


tener presente. Necesitamos estar conscientes en todo momento de
los términos de confidencialidad en una organización y de que perder
los datos con los que interactuamos a diario puede llegar a tener una
repercusión legal para nosotros. Nuestro sentido común va a ser la
herramienta más importante para que salgamos al mundo digital con
la seguridad necesaria para nuestros datos.

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