Consolidó su poder en la República Dominicana a base de tortura y
muerte.
50.000 asesinatos describen en pocas palabras a Rafael Leónidas
Trujillo Molina, el dictador que a lo largo de treinta años gobernó a golpe de mazmorra y machetazo la República Dominicana.
Pasó a la historia como un genocida, se autoproclamó Generalísimo y
Benefactor del Pueblo, pero en la realidad cotidiana se le conoció como “el Chapitas”, por su afición a las medallas, y como “el Chivo”, por su fama de depredador sexual.