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INDICE

1.- Dogma y dogmatismo


2.-La marcha del compañero
3.- Las herramientas del masón
4.- Calificación de los trabajos
5.- Silencio
6.- Cuidar el extremo de la logia
7.- Los elementos
8.- Acta de secretaría
9.- El canto de las sirenas
10.- Apertura y clausura
11.- Libro de la ley
12.- Medio día y media noche
13.- De la secrecía
14.- Visitantes y visitadores
15.- Bienvenida a Visitantes y visitadores

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CRITICA A LA ECONOMÍA POLITICA DEL RITUAL
Y DE LA SIMBOLOGIA MASÓNICA
La traducción es:
análisis de la producción, distribución
y consumo de los bienes intelectuales del ritual
y del símbolo masónico.

EL DOGMA Y EL DOGMATISMO
Para comprender cuando somos dogmáticos y cuando no lo somos, es
preciso conocer la definición del concepto dogma.
Por dogma o doctrina se entiende al conjunto de ideas, conceptos,
pensamientos y creencias que suponemos que son de carácter indiscutibles y
obligatorios para los seguidores de una religión o una escuela filosófica o
mística.
También, se entiende que la palabra dogma se deriva del vocablo doxa que
significa doctrina. Por lo tanto, aquel se ha sido adoctrinado es, en
consecuencia, un dogmático. Toda doctrina tiene fundamentos ideológicos que
conforman un sistema de conocimientos que le dan solidez a la doctrina a la
que se adhieren los individuos de un grupo o sociedad.

Esas son las definiciones comúnmente aceptadas por todo investigador


más o menos crítico; más o menos analíticos, o más o menos científico.
Todo individuo que pertenece a alguna agrupación que tiene principios bien
definidos e históricamente bien fundamentados y que le dan soporte ideológico
al grupo, es un individuo dogmático, aunque lo niegue o no lo acepte.

La masonería es una institución que, históricamente, se ha distinguido por


tener principios morales e ideológicos bien definidos y, no sólo eso, basa el
orden de sus prácticas en ceremonias y rituales. Eso nos convierte en una
sociedad ortodoxa, esto es, doctrinaria.

La palabra orto nos remite a correcto y doxa a dogma, lo mismo que


ortografía a correcta escritura. Esto significa que, si seguimos ciertos
ceremoniales y ciertos rituales, los masones somos dogmáticos, aunque no
estemos de acuerdo en el
lo.
Esta es la razón fundamental por la que no podemos llamarnos, en sentido
estricto, libres pensadores. Este concepto es el que en realidad buscamos
alcanzar, pero mientras nos mantengamos adheridos a una ortodoxia y
sigamos, a pie juntillas, los preceptos y los protocolos emanados de su
ideología no podemos ser libres en el amplio sentido de la palabra.

Durante la ceremonia de iniciación, al candidato le explican, “sabed que el


que no piensa o no examina, que el que jura en las palabras de otro (es decir, el
que afirma y asegura lo que otro dice) y se abstiene de investigar si lo que se le

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enseña o ha enseñado es cierto no es un hombre, sino una máquina. Dudad,
amigo mío, de lo que no comprendáis o no conozcáis por vos mismo”.
En otra ceremonia que más adelante conocerán los aprendices se nos
explica que poseemos la razón para conocer la verdad y distinguirla del error, y
el libre albedrío para elegir con fundamento. Además, dice que, el que no
proceda de ese modo, aunque tenga forma de hombre, no posee el carácter de
tal, y es una maquina a disposición de los astutos y los ambiciosos
.
Los conceptos antes señalados nos hacen referencia a la mónita del grado
del aprendiz de masonería. Si no aprendemos a usar libremente nuestra razón,
nos inclinaremos para siempre al error, pues nuestro espíritu, a diferencia de la
materia, puede quedar privado de lo único que nos distingue como hombres: el
derecho de pensar.

Finalmente, el autor de estas líneas desea comentar que el propósito de


este tema es el de invitar a los aprendices a que analicen y evalúen toda la
información que escuchar de sus maestros, toda la información contenida en las
liturgias, toda la información que tengan la oportunidad de leer.

Estoy convencido de que, hasta el momento, no podéis dudar de lo que se


os ha dicho en logia ni de lo que dice la liturgia. Sin embargo, les invito a que, si
desean continuar con la carrera masónica, nunca olviden estas palabras,
porque os van a ser útiles cuando comencéis a dudar de lo que estáis
aprendiendo.

“SOMOS PRESAS DE LO QUE NOS HAN ENSEÑADO


HASTA QUE DECIDIMOS APRENDER POR NOSOTROS MISMOS”

“La luz no lucha contra la oscuridad;


cuando la luz se manifiesta, la oscuridad desaparece”,
Hermes Trismegistro.

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Crítica a la economía política del ritual y del símbolo masónico
del rito escocés antiguo y aceptado

LA MARCHA DEL COMPAÑERO

Antes de explicar cómo se hace la marcha del compañero, debo presentar las
siguientes consideraciones.
La primera y, quizá, la más importante y fundamental de las razones que se van
a exponer la escuchamos el día en que somos iniciados, y dice así: “sabed que
el que no piensa o no examina, que el que jura en las palabras de otro y se
abstiene de investigar si lo que se le enseña o ha enseñado es cierto, no es un
hombre, es una máquina. Dudad, amigo mío, de lo que no comprendáis o no
conozcáis por vos mismo”.

Ningún maestro masón puede decir “yo la hago de esta o de aquella manera
porque así me la enseñaron”. Si así lo hiciera estaría respondiendo más a un
vicio que a una costumbre.

La marcha del masón, en los grados simbólicos consta de siete pasos.


La marcha se divide en tres etapas:
- Tres pasos para el aprendiz
- Dos pasos para el compañero
- Dos pasos para el maestro.

Cada etapa de la marcha debe practicarse con el signo del grado respectivo.
La función energética de la marcha tiene como propósito frecuenciar la energía
del individuo con la energía que priva en el interior de la logia.

La ejecución de la marcha de compañero es de la siguiente forma:


-Los primeros tres pasos se ejecutan con el signo de aprendiz.
-El tercer paso concluye un paso antes de llegar al centro de las columnas.
-Al finalizar el tercer paso se corta el signo del aprendiz.

-El mandil del compañero lleva la solapa caída.


-Se arregla el mandil del compañero levantando la esquina inferior izquierda
hacia la esquina superior derecha formando, con él, un triángulo.
- Se adquiere la posición del signo de compañero.

-Se inicia el cuarto paso en dirección a la columna J, en un ángulo de 45 grados


a partir del punto donde terminó la marcha del aprendiz.
-El quinto paso se ejecuta en un ángulo de 45 grados, pero en dirección al
centro de las columnas.

-Si la marcha la practica un maestro masón, éste debe quedar al centro de las
columnas, debajo de la estrella flamígera.

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-Si la marcha la realiza un compañero, entonces debe concluirla unos
centímetros antes de llegar al centro de las columnas.
-Al concluir el quinto paso, tanto el maestro como el compañero deben cortar el
signo del segundo grado.

- Si la marcha es ejecutada para ingresar a la logia, en el segundo grado, se


corta el signo para saludar, primero al Muy Venerable Maestro; luego, al
Hermano Primer Vigilante y, por último, para saludar al hermano Segundo
Vigilante.

Una vez que se le ha dado la bienvenida, el compañero da un paso hacia su


lado izquierdo, colocándose detrás de la columna B. Allí espera que el Maestro
de Ceremonias le conduzca hasta el sitial que el Muy Venerable Maestro le
designe.

Crítica a la economía política del ritual y del símbolo masónico


del rito escocés antiguo y aceptado.

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LAS HERRAMIENTAS DEL MASON

El aprendiz es el único masón que recibe herramientas de perfección. Ni a


compañeros ni a maestros masones se les otorgan instrumentos de trabajo.
Lo aclaro.

Una vez que el profano ha recibido la Gran Luz, el recién nacido, es colocado
en medio de la bóveda de acero (bóveda de protección) frente al Altar del
templo. Allí, el Venerable Maestro y los miembros de la logia escuchan su
ratificación de juramento. Luego, el Venerable lo consagra como miembro activo
(le otorga el grado de evolución que ha alcanzado). Después de consagrarlo,
le entrega su mandil y las herramientas propias de esta etapa del proyecto:
mazo, cincel y regla.

En este momento quiero hacer una sincera confesión. Por muchos años viví
con la “incuestionable idea” de que sólo al aprendiz se le otorgaban tres
herramientas de perfección.

Lo he puesto entre comillas y lo he resaltado por dos razones. La primera de


ellas tiene como propósito que no pase desapercibido por ningún lector y, la
segunda, para resaltar el error tan añejo en el que he vivido y en el que
supongo que muchos de mis hermanos aún permanecen. De unos días a la
fecha me dado cuenta del error en el que permanecí por casi 30 años. La
verdad es que al aprendiz se le entregan seis herramientas de trabajo: martillo,
cincel, regla, palanca, escuadra y compás.

Lo explico. Durante el ritual de iniciación, al profano es a quien se le practica


esta ceremonia. Deja de ser profano y se convierte en un aprendiz de masón en
el preciso momento en el que el Venerable Maestro le consagra como tal, por
los golpes misteriosos del grado, bajo el manto protector de la bóveda de acero.
Unos instantes después le inviste con el mandil y le entrega el martillo,
el cincel y la regla.

Luego de un tiempo pertinente, cuando el aprendiz ha demostrado regularidad y


laboriosidad en el desempeño de sus trabajos, así como haber cumplido con
ciertos requisitos administrativos, es promovido para el grado de compañero.
Y, es, en este momento, en el que cabe la aclaración de porque al aprendiz
y, sólo a él, se le entregan las seis herramientas de perfección.

Yo, al igual que la mayoría de los masones, creía que al compañero le


entregaba la palanca, la escuadra y el compás, pero no es así. El aprendiz deja
de serlo hasta el preciso instante en el que el Muy Venerable Maestro lo
consagra como compañero. Mientras no haya sido consagrado sigue siendo un
aprendiz, aunque esté en el proceso de la ceremonia de aumento de salario.

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La ceremonia de aumento de salario se le practica al aprendiz, pero es hasta
después de realizar cinco viajes con los que, teóricamente, demuestra habilidad
en el manejo de los instrumentos de perfección cuando se le otorga el grado de
compañero. Hasta antes de ser consagrado, el graduante ingresa a la logia con
el signo de aprendiz, con la marcha de aprendiz, con el mandil del aprendiz y
con los conocimientos de un aprendiz, porque es un aprendiz.

Durante esta ceremonia, el aprendiz practica cuatro viajes con seis


herramientas. Y el Muy Venerable Maestro le explica el significado de cada una
de ellas. Esta explicación se la da al aprendiz. Luego de esos cuatro viajes
realiza uno más que, en el rito escoces antiguo y aceptado, simboliza el despojo
de las facultades con las que la naturaleza ha dotado al hombre, facultades de
perfección si son bien empleadas.

Ni el compañero ni el maestro reciben instrumentos de trabajo mientras se


desarrollan las ceremonias de aumento de salario y de exaltación.
Los masones sabemos que, además de las seis herramientas antes señaladas,
debemos conocer el simbolismo y aplicación de tres más: la plomada, el nivel y
la cuchara. Pero estos instrumentos de perfección no se le entregan al masón
por el simple hecho de llegar al grado de maestro. Estas herramientas no las
recibe el maestro masón, son instrumentos que decoran las joyas simbólicas
que poseen, respectivamente, el Segundo Vigilante, el Primer Vigilante y el
Venerable Maestro de la logia.

Voy a recalcar la idea central de este tema.


El profano es quien practica la ceremonia de iniciación. Deja de ser profano
hasta el momento en el que es consagrado como aprendiz de masón.
El aprendiz es a quien se le realiza la ceremonia de aumento de salario. Deja
de ser aprendiz hasta el instante en el que el Muy Venerable Maestro lo
consagra.

El compañero es quien ingresa a la cámara del medio con el signo y la marcha


del grado de compañero. Y es el compañero a quien se le realiza la ceremonia
de exaltación. Deja de ser compañero hasta que se le consagra. Y en ningún
momento se le entrega herramienta alguna.

Crítica a la economía política del ritual y del símbolo masónico


del rito escocés antiguo y aceptado.

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LA CALIFICACION DE LOS TRABAJOS

La práctica actual de nuestro ritual masónico tiene muchos elementos que fueron
integrados, desde tiempos remotos, en forma de usos y costumbres.
La masonería se hace llamar, asimismo, como una orden universal,
pero de universal o común sólo tiene el nombre
y algunos principios fundamentales.

He escuchado que existen varios ritos masónicos


y he tenido la oportunidad de leer las liturgias de, al menos,
el rito escocés antiguo y aceptado, que es el nosotros practicamos;
el rito de york, el martinismo, el rito de Menfis Mizraim,
el del Nacional mexicano y el de emulación.
Cada uno de ellos tiene sus particularidades.

En algunos casos existen ciertas coincidencias, pero en muchos otros hay grandes
divergencias. Por ejemplo, en algunos ritos no existe la función del secretario.

Ciertamente, no existe algún rito que sea mejor que los demás.
El mejor es el que cada logia practique con la intensión y la voluntad
de hacer vivos sus principios virtuosos, morales y filosóficos.

Los principio morales y filosóficos que nos enseña la orden,


en cualquiera de sus ritos, se practican fuera del templo,
pero en el interior de la logia tenemos la obligación de ejecutar
con excelencia nuestros ceremoniales, con solemnidad, e incluso,
con cierta devoción para que sus efectos energéticos influyan
en nuestra consciencia y en nuestro comportamiento.

Una vez señalado esto, quiero hablar sobre la calificación que realiza
el hermano orador acerca de nuestros trabajos.
Un momento antes de que el Venerable Maestro clausure los trabajos pide al hermano
Hospitalario que circule el Saco de Beneficencias.

El recorrido que practica el Hospitalario es en el mismo orden con el que,


El Maestro de Ceremonias, circula el Saco de Proposiciones .
El hermano Hospitalario debe llevar el saco hasta su sitial
y dar a conocer su contenido a toda la logia,
para que el hermano secretario lo registre.

Acto seguido, El Venerable Maestro le pide al hermano Orador


1.-Dar su opinión respecto a los trabajos.
2.-Dar las gracias a los hermanos visitantes y visitadores.
3.-Calificar el desarrollo de los trabajos.

Tengo que recordar, en este momento, que los trabajos masónicos empiezan desde el
momento en el que el Venerable Maestro dice: “A. L. G. D. G. A. D. U., Por la
confraternidad universal, bajo los auspicios de la Muy Resp. Gran Log. Valle de México
y en virtud de los poderes de los que me hallo investido por
la libre y espontánea voluntad de mis hermanos,
declaro abiertos los trabajos de la Resp. Log. Simb.”

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Los trabajos concluyen cuando el Venerable Maestro dice: “en atención a la hora que
es y a la edad que tenéis declaro cerrados los trabajos de esta Resp. Log. Simb.”
Esto significa que el orden de los trabajos herméticos, en el rito escocés antiguo y
aceptado, se conforman de los siguientes rituales:

1.-Lectura del acta de secretaría:


-se concede la palabra para correcciones
- se aprueba lo registrado
- se sanciona el contenido del acta.
-se firma el libro.
2.-Recorrido del saco de proposiciones.
-se anuncia y se pide permiso para iniciar el recorrido
-se reciben los escritos y las propuestas.
- el secretario da cuenta y el orador da fe del contenido del saco.
3.- Lectura del material de correspondencia.
-lectura de decretos, oficios e invitaciones.
4.- Orador da la bienvenida a Visitantes y visitadores.
-bienvenida a los hermanos visitadores
-envío y recepción de saludos a las logias de la jurisd.
5.- Se otorga el uso de la palabra en bien general de la orden.
-para informar algo acerca de la orden
-para informar algo acerca de la Gran Logia
-para informar algo acerca de la logia
6.- Desarrollo de los trabajos filosóficos.
-lectura de los escritos
-instrucción del hermano Vigilante del grado
7.- Recorrido del saco de beneficencias.
-se anuncia y se autoriza el recorrido
-se reciben las medallas de los hermanos
- se da a conocer el contenido del saco
8.- Calificación de los trabajos
-opinión acerca de los trabajos
-agradecimiento a visitantes y visitadores
-calificación del desarrollo de los trabajos.

Si ponemos un poco de atención, lo que el Venerable maestro le pide al Orador es que


analice si todos y cada uno de los componentes del ritual fueron bien desempeñados,
no sólo si se dio lectura al acta de secretaría.

El V. M. le pide al Orador los siguiente: “Os suplico nos deis vuestra opinión
acerca de los trabajos realizados, los califiquéis y deis las gracias a nuestros
QQ. HH. Visitantes y visitadores, quienes nos han venido a ilustrar con sus luces
y conocimientos, honrándonos con su presencia.

Este es uno de los vicios en los que muchas logias


y muchos masones hemos incurrido.
Solemos calificar los trabajos como justos y tendientes a la perfección
si el secretario no redactó acta o si sólo no la presentó.
Y como justos y perfectos si se da cuenta de ella.

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Cometemos un error si la calificación a nuestros trabajos
se finca sólo en la lectura del acta y dejamos de lado
las faltas o errores que cometemos en cualquier
otro punto de nuestros trabajos.
Luego entonces, la calificación de nuestros trabajos no sólo debe reducirse
a si hubo o no acta de secretaría.
El orador debe estar pendiente de si la ceremonia
se ejecuta en la forma, en la precisión y con la intensión que debe realizarse.

Crítica a la economía política del ritual y del símbolo


del rito escocés antiguo y aceptado.

EL SILENCIO DEL RITUAL

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No todo lo que se dice acerca del ritual masónico debe aplaudirse.
La estructura del ritual masónico, registrado en las liturgias, no es del todo
congruente en el desarrollo de las ceremonias.

Los masones debemos tener la posibilidad de revisar todo


lo que se nos ha enseñado y llevarlo a la criba del estudio,
del análisis y de la evaluación.

Personalmente, me parece que nuestros rituales


no han sido analizados con cuidado por las Grandes Comisiones de
Instrucción de las Muy Respetables Grandes Logias.

Esa es la razón por la que seguimos repitiendo,


mecánicamente, el proceso de la ceremonia de apertura.
En lo personal, pienso que nuestros trabajos no deberían empezar
de la forma en la que comienza.
Es decir, no deberían iniciar con el llamado al silencio
al que invita el Venerable Maestro cuando dice:
“silencio, hermanos míos, estamos en logia”.

Después de ese llamado el Venerable Maestro le pide al hermano


Maestro de Ceremonias que verifique si los presentes
ocupan sus puestos y si están debidamente condecorados con las joyas
simbólicas respectivas al cargo que van a desempeñar.

Una vez que el Maestro de Ceremonias cumple con esta tarea,


el Venerable le pregunta al Primer Vigilante cuál es su primer deber antes de
que sean abiertos los trabajos.
Este responde: ver si estamos a cubierto de la indiscreción profana.
Luego, el Venerable le pide que cumpla con esa tarea,
a lo que el Primer Vigilante solicita a los hermanos,
Primero y Segundo Expertos, que realicen esta verificación,
mediante un ritual que consiste en:
-El Segundo Experto deja, temporalmente, su puesto, el que está situado al
lado oriente de la columna B.
- Rodea el altar de los juramentos hasta llegar frente al hermano
Primer Experto
-Ocupa el puesto del Primer Experto, pero en la postura de en pie y al orden.
-Mientras tanto, el Primer Experto deja su sitial, mismo que también está al lado
oriente de la columna J.
-Rodea la columna J y sale del templo para verificar que la logia
se encuentre a cubierto de la indiscreción profana.
-Al reingresar al templo se coloca entre columnas y se dirige
al Primer Vigilante para informarle que la logia está a cubierto.
-Después rodea la Columna B y el altar de los juramentos
y se dirige hasta su sitial.

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-Mientras tanto, y para finalizar el ritual de verificación de cubierta,
el hermano Segundo Experto rodea la Columna J,
pasa junto al frontispicio y se dirige a su sitial.

Una vez concluido este ritual el Primer Vigilante le dice


a los Expertos que pueden tomar asiento.
El Venerable Maestro le pregunta al Segundo Vigilante que
¿cuál es su primer deber antes de abrir los trabajos?
El Segundo Vigilante responde que su primera tarea consiste
en verificar que los asistentes sean aprendices de masonería.

A partir de este punto dejo el ritual que se practica en


las logias escocesas para explicar el cambio que haría,
respecto a los primeros deberes de las luces de la logia.

En mi opinión, creo que la primera función que debe realizar


el Venerable Maestro, antes de abrir los trabajos,
es pedir al hermano Guarda Templo Interior que verifique
que el templo se encuentre a cubierto de la indiscreción profana.

Debe valerse del Maestro de Ceremonias, para que lleve


la orden y ocupe, temporalmente, el sitial del Guarda Templo Interior,
mientras éste sale a cumplir con su labor.

Cuando el G: T: I: regresa de cumplir su tarea, el Maestro de Ceremonias


entrega, simbólicamente el sitial.
Debe colocarse entre columnas y hacerle saber al
Venerable Maestro que la logia se encuentra a cubierto
de la indiscreción profana. Luego de ello regresa a su sitial.

Una vez que se sabe que el templo está a cubierta, el Venerable Maestro inicia
el proceso de verificación de saber si los hermanos están
en sus respectivos puestos y con las joyas que los decoran.

La verificación de los Dignatarios debe empezar así: Querido hermano orador,


¿cuál es el lugar del Venerable Maestro? Al oriente, Venerable Maestro ¿Para
que se coloca en ese lugar, querido hermano? Da la respuesta acostumbrada.

La primera pregunta se la hace al hermano Primer Diácono. ¿Cuál es vuestro


lugar en logia, querido hermano? A vuestra derecha, Venerable Maestro.
La respuesta es la misma de siempre.

La segunda pregunta es al hermano Primer Vigilante.


¿Cuál es vuestro lugar en logia, querido hermano Primer Vigilante?
Al Sur, Venerable Maestro.

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La respuesta es la misma de siempre, solo que al finalizar su respuesta debe
decir “columna del sur, no de occidente”.

La tercera pregunta debe ser al hermano Segundo Diácono.


¿Qué lugar ocupáis en logia querido hermano?
A la derecha del hermano Primer Vigilante.
La siguiente pregunta la responde igual que siempre.

La cuarta pregunta debe hacerla al hermano Segundo Vigilante.


¿Dónde es vuestro lugar querido hermano? Al norte, Venerable Maestro.
¿Para qué, querido hermano? Da su respuesta.

Aquí es necesario abrir un paréntesis sólo para señalar que, así como el
Maestro de Ceremonias es el impulso ejecutor del Venerable Maestro, así el
Primer Experto es el impulso ejecutor del Primer Vigilante y el Segundo Experto
es el del Segundo Vigilante.

El proceso de verificación no ha concluido. El Venerable Maestro


le ordena al hermano Maestro de Ceremonias que verifique
si los puestos están ocupados por los oficiales de primera y de segunda.
Una vez concluida su tarea se coloca entre columnas para decir:
“vuestras órdenes han sido cumplidas, Venerable Maestro”.

Luego de ello, le dice al Primer Diácono que ordene al Primer Vigilante se


asegure de que la columna del sur esté debidamente en pie y al orden.
Y que envíe, con el Segundo Diácono, la orden, al Segundo Vigilante,
que el Segundo Experto cumpla con el deber de verificar que
los aprendices estén en pie y al orden.

El ritual de preapertura sería el siguiente:

PRIMER DEBER DEL VENERABLE MAESTRO


V. M.--- Q. H. Maestro de Ceremonias, ¿cuál es el primer deber del Venerable
Maestro?
M de C.--- Verificar que nuestro templo esté a cubierta de toda indiscreción profana y
verificar que los Dignatarios y oficiales se encuentren en sus respectivos puestos y con
sus condecoraciones.
V. M. --- H. Maestro de Ceremonias, con la asistencia de nuestro Q. H. Guarda Templo
Interior, cumplid con este deber.
(El M. de C. va hasta donde está colocado el Guarda Templo Interior y le pide que verifique
que la logia esté a cubierto de toda indiscreción profana. El G. T. I. encarga su puesto al M. de C. y sale
a verificar. Al regresar, se coloca entre Cols. Y dice:

G. T. I. --- Venerable Maestro, estamos a cubierto de toda indiscreción profana.


V. M. --- QQ. HH. G. T. I. y M. de C. Ocupad vuestras plazas.

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V. M. -- Q. H. Orador, ¿en qué lugar se coloca el Venerable Maestro?
Orad. – Al Oriente, Venerable Maestro.
V. M. -- ¿Porqué, Q. H. mío?
Orad. – Porque así como en esta parte del mundo inicia el sol su carrera para abrir el
día, así el Venerable Maestro se coloca en este lugar para abrir nuestros trabajos y para
ilustrarnos con sus luces y conocimientos.

V.M. -- Q. H. Primer Diácono, ¿Cuál es vuestro lugar en logia?


P.D. -- A vuestra derecha, Venerable Maestro.
V. M. -- ¿Para qué, Q. H. mío?
P. D. -- Para conducir vuestras órdenes al Hermano Primer Vigilante y demás
Dignatarios de la logia a fin de que los trabajos se ejecuten con prontitud y regularidad.

V. M. -- Q. H. Primer Vigilante, ¿Cuál es vuestro lugar en logia?


P. Vig. Al occidente, Venerable Maestro.
V. M. --- ¿Por qué os colocáis en este lugar, Q. H.?
P. Vig. -- Por que como en esta parte del mundo termina el sol su carrera, así el P. Vig.
se coloca en este lugar para cuidar la columna del sur y despedir a los obreros
contentos y satisfechos.

V. M. -- ¿Qué lugar ocupáis en logia, Q. H. Segundo Diácono?


S. Diác. – A la derecha del Q. H. Primer Vigilante.
V. M. -- Para conducir las órdenes del H. Primer Vigilante al Segundo Vigilante.

V. M. -- ¿Cuál es vuestro lugar en logia, Q. H. Segundo Vigilante?


S. Vig. – Al Sur, Venerable Maestro.
V. M. -- Para observar el sol en su meridiano, para conducir a los obreros del trabajo a
la recreación, traerlos de ésta a los trabajos, y cuidar de la columna del norte.

PRIMER DEBER DE LOS VIGILANTES

V.M. -- Q. H. Primer Diácono sed tan amable de preguntar al H. Prim. Vig. ¿cuál es su
primer deber antes de abrir nuestros trabajos?
P. Diác. – Q. H. Primer Vigilante, ¿cuál es vuestro primer deber antes de abrir nuestros
trabajos?
P. Vig. – Verificar que los integrantes de la columna del sur estén en pie y al orden.

V.M. -- Q. H. Prim. Diácono, pedid al H. Primer Vigilante, por medio del H. Segundo
Diácono que pregunte al H. Segundo Vigilante ¿cuál es su primer deber antes de abrir
nuestros trabajos?
P. Diác. –Q. H. Primer Vigilante, sed tan amable de preguntar al H. Segundo Vigilante
¿cuál es vuestro primer deber antes de abrir nuestros trabajos?

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P. Vig. – Q. H. Segundo Diácono, sed tan amable de preguntar al H. Segundo Vigilante
¿cuál es vuestro primer deber antes de abrir nuestros trabajos?
S. Diác. – Q. H. Segundo Diácono, de orden de nuestro Venerable Maestro y por
conducto de nuestro Q. Primer Vigilante os suplica que nos digáis ¿Cuál es vuestro
primer deber antes de abrir nuestros trabajos?
S. Vig. -- Verficar que los integrantes de la columna del norte estén en pie y al orden.

V. M. -- Q. H. Primer Diácono, por vuestro conducto, y por medio del Q. H. Segundo


diácono, suplicad a los QQ. HH. Primero y Segundo Vigilantes, que verifiquen que los
miembros de sus respectivas columnas estén en pie y al orden y, con el auxilio de los
QQ. HH. Primero y Segundo Expertos les soliciten las palabras de pase y semestral.
P. Diac. – Q. H. Primer Vigilante, de orden de nuestro Venerable Maestro, se os pide
que, con la asistencia del H. Primer Experto, solicitéis las palabras de pase y semestral al
los QQ. HH. De la columna del Sur.
P. Vig. – Q. H. Primer Experto sed tan amable de solicitar a los hermanos compañeros
las palabras de pase y semestral. Y vos, Q. H. Segundo Diácono, pedid al H. Segundo
Vigilante que solicite a los miembros de la columna del Norte las palabras de pase y
semestral.
S. Diác. – Q. H. Segundo Vigilante, de orden de nuestro Venerable Maestro, y por
conducto del H. Primer Vigilante os suplica que, con la asistencia del H Segundo
Experto, les solicitéis las palabras de pase y semestral.
S. Vig. – Q. H. Segundo Experto, sed tan amable de preguntar a los hermanos
aprendices las palabras de pase y semestral.

(Los hermanos primero y segundo expertos se dirigen a sus respectivas columnas para solicitar de
los hermanos aprendices y compañeros las palabras de pase y semestral, y al terminar dicen:)

S. Exp. – Vuestras órdenes han sido cumplidas, Q. H. Segundo Vigilante.


S. Vig. -- Vuestras órdenes han sido cumplidas, H. Primer Vigilante.
P. Exp. – Vuestras órdenes han sido cumplidas, Q. H. Primer Vigilante.
P. Vig. – Vuestras órdenes han sido cumplidas, Venerable Maestro.

PREAPERTURA
V. M. – Q. H. Primer Diácono, preguntad al H. Primer Vigilante ¿si es masón?
P. Vig. – Todos mis QQ. HH. Me reconocen como tal.
V. M. -- Q. H. Primer Diácono, preguntad al H. Primer Vigilante ¿qué entiende por
masonería?
P. Vig. – El estudio de la filosofía, en particular de la moral para conocer y practicar la
virtud.

V. M. – Q. H. Primer Diácono, preguntad al H Segundo Vigilante ¿en qué trabajan los


aprendices?
S. Vig. – En desbastar la piedra en bruto, Venerable Maestro.
V. M. – Q. H. Prim. Diácono, preguntadle ¿qué significa la piedra en bruto?

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S. Vig. - Nuestro estado de imperfección, por los vicios y la ignorancia, piedra que
debemos trabajar constantemente a fin de alcanzar la virtud y la instrucción.
V. M. – H. Primer Diácono, preguntadle ¿qué tiempo deben durar nuestros trabajos?
S. Vig. – Del medio día a la media noche.

APERTURA
V. M. – H. Primer Diácono preguntad al H. Segundo Vigilante ¿Qué edad tiene?
S. Vig.- Tres años, Venerable Maestro.
V. M. – H. Primer Diácono preguntad al H. Primer Vigilante ¿qué hora es?
P. Vig. - Mediodía en punto, Venerable Maestro.
V. M. – Pues en virtud de la hora que es y de la edad que tenéis, invitad a los HH. Que
decoran vuestras columnas, como lo hago yo con HH. De oriente, para que se unan a
vosotros y a mí, a fin de ayudarnos a abrir los trabajos de esta respetable logia simbólica…
en el primer grado de la masonería.

P. Vig. – Q. H. Segundo Vigilante y QQ. HH. De mi columna, nuestro V. Maestro os invito a


que nos ayudéis a abrir los trabajos de esta respetable logia simbólica… en el primer grado
de la masonería.
S. Vig. – QQ. HH. De la columna del norte, nuestro V. M., por conducto de nuestro H. Prim.
Vigilante, nos invita a que nos unamos a ellos a fin de abrir los trabajos de esta Resp. Logia
Simb. … en el primer grado de la masonería. (X) Anunciado Q: H. Primer Vigilante.
P. Vig. -- (X) Anunciado, Venerable Maestro.
V. M. – (XXX) En pie y al orden, QQ. HH.
Q. H. Maestro de Ceremonia atended el ara.
--Todos se ponen de pie con el signo de orden del grado--.
V. M. -- A. L. G. D. G. A. D. U., por la confraternidad universal, bajo los auspicios de la Muy
Resp. Gran Logia Valle de México, y en virtud de los poderes de que me hayo investido por
la libre y espontánea voluntad de mis hermanos, declaro abiertos los trabajos de esta
Resp. Logia Simb. Ignacio Ramírez No. 20, en el primer grado de la masonería.
V. M. (XXX) -- SILENCIO HERMANOS MÍOS, estamos en logia.
A ninguno de vosotros os está permitido pasar de una columna a otra ni cubrir el templo
sin el permiso de vuestro vigilante.
Conmigo QQ. HH. Míos, por el signo y la batería del grado.

Se continúa con el orden de los trabajos, los que consisten en:


1.- Lectura del acta de secretaría.
2.- Lectura del material de correspondencia
3.- Recorrido del saco de proposiciones
4.- Bienvenida a visitantes y visitadores
5.- Uso de la palabra en bien general de la orden
6.- trabajos filosóficos
7.- Recorrido del saco de beneficencias

16
8.- Calificación de los trabajos.
9.- Clausura de los trabajos.
10.- Renovación de juramentos.

Crítica a la economía política del ritual y del símbolo


masónico del rito escocés antiguo y aceptado.

PARA CUIDAR EL EXTREMO DE LA LOGIA

Mis hermanos, les ofrezco la más sincera de las disculpas.


No es mi intensión ofender o agredir a ninguno de mis queridos hermanos.
Solo pretendo que, cada uno de los iniciados en esta Centenaria Logia
Simbólica, nos involucremos un poco en la práctica de la duda metódica,
sistemática y filosófica de nuestro ritual y de nuestros símbolos.
No sólo me refiero a los HH. De Ignacio Ramírez, sino
a todos los masones de este Gran Oriente.

Creo que leemos mecánica y automáticamente nuestra liturgia


y practicamos nuestro ritual sin analizarlo.

Lo explico.
Durante la apertura de los trabajos en primera cámara,
cuando el Venerable Maestro solicita a los Dignatarios su lugar en logia,
llega el momento en el que éste le pregunta al hermano
Primer Vigilante lo siguiente:

¿Cuál es vuestro lugar en logia, querido hermano Primer Vigilante?


Éste responde: Al occidente, Venerable Maestro.
El V. Maestro pregunta: ¿Por qué os colocáis en ente lugar,
querido hermano mío?

El Primer Vigilante responde: Porque como en esta parte del mundo


termina el sol su carrera, el Primer Vigilante cuida aquí del extremo de la logia,
observa la columna del occidente y despide
a los obreros contentos y satisfechos.

Personalmente, me parece que no habría nada de malo en esta respuesta


porque está observando la columna de occidente, si la hubiera.
Pero, creo que en realidad lo que quiere explicar es qué desde ese lugar, el

17
occidente, observa y cuida a los obreros que trabajan en la columna del sur,
es decir, el grupo de obreros que ostentan el grado de compañero.

Voy a explicar porque creo que hay cierta incongruencia en esta respuesta
con respecto a la forma en la que responde el hermano Segundo Vigilante
a un par de preguntas semejantes que le hace el Venerable Maestro.

V. Maestro. ¿Qué lugar ocupáis en logia querido hermano Segundo Vigilante?


Segundo vigilante. Al sur, Venerable Maestro.
Venerable Maestro. ¿Para qué, querido hermano mío?
Segundo Vigilante. Para observar el sol en su meridiano, conducir a los
obreros del trabajo a la recreación, traerlos de ésta a los trabajos
y cuidar de la columna del norte.

La respuesta puede tener dos sentidos: cuidar a los obreros


de la columna de aprendices o cuidar a la columna física
en la que se encuentra el sitial del Segundo Experto.
A esta columna se le denomina columna B o del norte.

El mismo par de objetivos debería tener el Primer Vigilante:


cuidar a los obreros de la columna de compañero (los que se colocan al sur)
o vigilar la columna física donde se encuentra el sitial del Primer Experto.
A esta columna se le denomina columna J o del sur.

Por su parte, el Venerable Maestro ya no cuida ninguna columna,


según la liturgia, aunque en teoría debería estar al pendiente del trabajo que
desarrollan todos los maestros: los nuevos, los oficiales de segunda,
los oficiales de primera y los Dignatarios.

Es por esta razón por la que sugiero que se haga una verdadera revisión de los
conceptos, un análisis racional de lo que estamos haciendo en el templo.
Muchas veces aceptamos las cosas como si fueran la verdad absoluta
ya sea por negligencia o por fanatismo.

Crítica a la economía política del ritual y del símbolo


del rito escocés antiguo y aceptado.

LOS ELEMENTALES

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Me parece necesario distinguir entre elementos y elementales.
Los elementos de la naturaleza son las manifestaciones físicas de la tierra,
del aire, del agua y del fuego. Son esos elementos materiales que podemos
tocar, ver, sentir, escuchar, respirar y saborear. Están formados por energía
densa, energía atómica que alguien reúne para que se manifiesten físicamente
con tamaño, color, olor, sabor, peso, volumen, etc. No pueden ser destruidos,
aunque pueden cambiar de forma, porque una ley física asegura que la materia
y la energía no se pueden crear ni destruir… por lo tanto son eternos.
Pero, los elementales son los espíritus o las fuerzas que actúan en los
elementos. En el mundo divino existe la igualdad espiritual, pues Dios no
privilegia a ningún espíritu. A todos los crea como seres simples, pero
destinados invariablemente a la perfección, con aptitudes idénticas para el bien
o para el mal, y según su libre albedrío es el camino que siguen.
Las decisiones, buenas o malas, surgen de su consciencia y de sus
verdaderas intenciones. Una espiritualidad natural es suficiente, e incluso es lo
más apropiado, para alcanzar la realización del ser”, asegura Kardec.

Por ejemplo, una manifestación energética, pero física y densa de la energía


del elemento tierra es la gravedad. Es una ley que existe en la tierra y que trató
de explicar Newton cuando descubrió su existencia. Entendió que se trata de
una fuerza física de atracción entre los cuerpos celestes.
Una manifestación física y natural del elemento agua que es líquido, pero
puede cambiar su estado a sólido y a gaseoso. Al igual que el elemento agua
tiene grandes cualidades y facultades, pero por ahora sólo haremos referencia
de la ley de los fluidos de Boyle Mariotte.
El elemento fuego tiene propiedades como la de irradiar calor y generar
energía lumínica. Puede modificar la temperatura y la composición física de los
cuerpos, entre otras cualidades, pero, creo que la esencia de este trabajo no
consiste en el análisis de los elementos naturales, sino en el conocimiento de la
existencia de las fuerzas espirituales a las hemos denominados elementales.
Es importante recordar que cada filosofía, que cada religión y que cada
ciencia bautiza, con el nombre que cree que es mejor, a las fuerzas naturales,
metales y espirituales. Hubo, incluso, un tiempo en el que la humanidad se
refería a los fenómenos energéticos y psicológicos, como dioses. Para no ir
más lejos, hay que recordar que todas las mitologías religiosas llamaban dioses
a los eventos psicológicos, a los eventos de los elementos, a las acciones y a
las reacciones de la naturaleza. De esa manera aparecieron el dios de la lluvia,
el dios del fuego, el dios del viento y muchísimos más. Por ejemplo, en la
antigua Grecia y, en otras culturas, surgieron los dioses de la sabiduría, del
tiempo, de la muerte, etc. México no fue la excepción, en la época
precolombina, existieron los dioses Tlaloc, Quetzalcóatl, Coyolxauhqui,
Tezcatlipoca, etc.
En la época de los presocráticos el pensamiento de la filosofía griega
denominó a las mismas fuerzas activas de la naturaleza y a las fuerzas
mentales del universo de la siguiente forma: como gnomos a los espíritus de los
elementales de la tierra, como silfos a las esencias de los elementales del aire,
como ondinas a los espíritus de los elementos del agua, como salamandras a

19
las entidades espirituales del fuego, como éter o quintaesencia a los espíritus
del pensamiento, de la mente, etc. Más adelante, cuando surge lo que ahora
conocemos como ciencia, los nombres cambian.

Los tipos de energías más densas del hombre son las que dan origen al
cuerpo físico, a ellas le siguen las que se expresan como fuerzas instintivas. El
hombre ha podido distinguir, gracias a los influjos de información que existen en
el éter, especialmente la información que puede procesar la mente humana,
una estructura instintiva en su ser. Y, esta estructura instintiva, está integrada
por la necesidad de permanecer y reproducirse (es decir, por una necesidad
inconsciente de ser inmortal es que busca permanecer o reproducirse). Todo
ser vivo responde a la ley instintiva.
También, como humanos, hemos distinguido que la composición de nuestra
alma contiene deseos, anhelos, aspiraciones, gustos, apegos, aficiones.
Además, hemos comprendido que estamos integrados de emociones que nos
hacen reaccionar ante ciertos estímulos de la vida: miedos, fortalezas, iras,
temperamentos, enamoramientos. Asimismo, nos hemos percatado de que
contamos con un cuerpo de sentimientos que nos aseguran relaciones largas,
de pertenencia, de seguridad. Sentimientos como el amor, la amistad, el odio,
nos permiten reproducirnos y mantenernos en la búsqueda de la inmortalidad.
Todo ser vivo tiene inscrito en su código genético de existencia bien grabadas
las leyes de evolución y de inmortalidad y las sigue aún sin estar consciente de
la existencia de ellas. Todo esto es en lo que consisten las fuerzas instintivas de
la existencia.
En “el libro de los espíritus”, este autor expone las penas y las recompensas a
las que hace acreedor un espíritu en su tránsito por la vida corporal. También
clarifica cómo es la justicia divina con respecto al proceder de los espíritus
cuando ocupan un cuerpo.
Algunos místicos han llegado a la comprensión de que cualquier elemento del
mundo natural (montañas, ríos, el cielo, la tierra, determinados lugares
característicos, rocas, plantas, animales, árboles, etc.) están dotados de alma o
de cierta energía viva a la que también llaman “consciencia propia”. Y ese
entendimiento los lleva a definir que los seres espirituales están dotados de
inteligencia y de voluntad para gobernar la existencia de los objetos inanimados
que habitan. Esto se puede expresar simplemente como que todo está vivo,
todo es consciente o tiene un alma.
En el plano espiritual viven los espíritus elementales de la naturaleza física, los
espíritus de la mente humana, los espíritus angélicos: viven todas las partículas
del pensamiento que se desprenden de la gran mente universal. Son partículas
pensantes, con consciencia de lo que son y del papel que desempeñan en el
concierto universal de la evolución.
Son partículas con voluntad que están ligadas la gran voluntad divina. En estos
tiempos cibernéticos, al plano divino le podríamos llamar la matrix. La matrix es
la matriz, la fuente, el éter, el laboratorio energético donde se procesan y
producen todo tipo de manifestaciones energéticas: desde las más sublimes
(las que incluso son superiores al pensamiento) hasta las más densa, las que
pueden manifestarse en forma de materia.

20
Ahora, los mismos fenómenos naturales son llamados como energías, fuerzas,
gravedad, reacciones físicas y químicas, vibración, evolución, etc. Los
fenómenos psicológicos son nombrados, consciente, inconsciente, estrés,
paranoilla, esquizofrenia, locura, etc.
Los antiguos sabios afirmaban que los espíritus elementales conocen a cada
hombre por su luz y, si ésta es abundante, ellos le obedecen con alegría y lo
protegen. La raza humana recibe los conocimientos científicos y artísticos de
los elementales, es decir, todo conocimiento alcanzado por la especie humana
proviene del éter, del espacio cósmico y del universo físico y mental, que es
dónde fluye y refluye todo tipo de energías, vibraciones, pensamientos,
sentimientos, fuerzas, espíritus, la luz, la voluntad y el aliento divino.

Espíritus elementales de la tierra (de la materia)

Me parece importante precisar que cada ser vivo, físico o inmaterial,


pertenece al plano al cual habremos de llegar después de la separación del
cuerpo y del alma. Es necesario entender que todo cuanto existe es parte
importante de un mismo plan. Es indispensable comprender que ocupar un
cuerpo físico, que es creado por los agentes de la evolución, es sólo parte de
un proceso llamado evolución. Y una vez aclarado que todo es parte del todo,
hay que explicar la función de algunos de los espíritus que existen en el plano
divino.
Según el hermano masón, Jorge Adoum, “los gnomos” son las inteligencias
del reino mineral. Los constructores de la naturaleza física de la vida. Porque la
vida de la naturaleza no es cuestión del azar, es producto del pensamiento
universal, es el resultado de la voluntad divina, pero con la ejecución de manos
invisibles a las que les llamamos fuerzas de la naturaleza, porque no las
conocemos y, hoy, no nos atrevemos a darles nombre. Sin embargo, los
filósofos de antaño si se atrevieron y les dieron nombres que, para los hombres
de este tiempo, son fantásticos y mágicos.
Estas fuerzas, a las que en la antigüedad se les llamó espíritus o elementales,
participan de manera fundamental en los procesos de la generación y la
regeneración de la vida. Estas fuerzas espirituales son las entidades
encargadas de manipular la evolución de la materia en forma, tamaño, color,
diseño, duración, espacio, tiempo, etc.
Se les llama espíritus porque son partículas del pensamiento universal, porque
tienen consciencia de lo que son y de lo que hacen, porque tienen voluntad
individual asociada a la voluntad universal, porque responden a las leyes de
evolución, de correspondencia, de vibración, de polaridad, etc.
Gnomos, es el nombre con el que se conoce a estas inteligencias que son las
moldeadoras de la manifestación física de la energía. Ellas comunican a los
hombres, su sabiduría. Son los ingenieros de la naturaleza. Ni el cuerpo
humano ni nada en la naturaleza está hecho al azar. Nada en el universo se
creó por sí solo, el todo es un diseño perfecto y tiene una mecánica perfecta.
El funcionamiento del cuerpo humano es el resultado de un diseño perfecto y
no se creó así mismo. No es que un día los pulmones y el corazón se hayan

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puesto de acuerdo con el cerebro para elaborar un hígado y le hayan
especificado sus funciones. No es así. Somos el resultado de la evolución, pero
ésta ha sido diseñada y manipulada por las fuerzas de la naturaleza, por los
gnomos, quienes son los encargados de modelar y moldear todo lo material en
el universo.
Dice Jorge Adoum que ellos saben, de memoria, todos los códigos genéticos
de la naturaleza y todos los libros sagrados, por haber oído su lectura muchas
veces y tienen una fuerte tendencia mística.
Los humanos tenemos la preconcebida idea de que todo lo que no pertenece
al plano físico es de origen espiritual, pero estamos equivocados. Todo lo
material y lo inmaterial es parte del universo y está formado por energía que se
expresa en diferente grado de sublimidad y densidad. Cada aspecto del mundo
material está formado por energía. Y, esta se reúne, por influencia del
pensamiento universal para formar átomos y luego materia física organizada en
una y otra forma.
“Los gnomos” son las inteligencias que gobiernan el reino mineral. Son las
fuerzas encargadas de manipular la genética de los seres de la naturaleza. Son
los encargados de la creación de las formas de los seres vivos. Eligen el color,
el tamaño, la forma y la composición interna de cada especie viva. No hay algo
que haya surgido al azar, todo tiene una definida razón de ser en todos los
planos de la existencia.
De alguna manera son los espíritus que motivan, en el hombre de mente
abierta, la intuición y la inspiración. El aspecto fundamental del rey gnomo está
dentro del cuerpo mental humano, no en la mente de cada hombre, sino en el
ambiente mental humano. Jorge Adoum asegura que estos espíritus ejecutan,
con extrema perfección, todos los ceremoniales religiosos y los de las escuelas
filosóficas. El hombre, en sus átomos internos, tiene enorme influencia del reino
mineral, pues los gnomos son los encargados de registrar la historia de la vida.
Participan en la conformación de los códigos genéticos de la naturaleza.
A través de millones y millones de años de trabajo los elementales modifican
los cuerpos físicos. Eso es la evolución natural: una fuerza subjetiva que afecta
al cuerpo en toda manifestación objetiva de vida. Los elementales de la
naturaleza crean, por así decirlo, la vestimenta especial y adecuada para cada
grado evolutivo de energía espiritual.
Las formas, los tamaños, los colores de las piedras, de las plantas, de los
animales, de los humanos no son producto del capricho, son el resultado de
una actividad mental creadora que trabaja en la estructura interna del genoma
y, luego, da como resultado una forma que representa una idea que parece ser
caprichosa. Idea que se manifiesta en el mundo físico, como lo hace la idea de
un pintor, de un escultor, de un arquitecto, de un ingeniero. Todos ellos
moldean la estructura de la materia y la modifican según su idea.
La evolución de la materia comienza su camino desde los elementos más
simples hasta alcanzar los más complejos, y el encargado de guiar y dirigir
dicha tarea es la inteligencia interna de los elementales. Con esta afirmación
podemos comprender, que antes de que existiera el diamante, otros minerales
menos nobles iban evolucionando hasta alcanzar ese estado de depurada
perfección geométrica.

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Para muchos humanos no es fácil comprender que el Espíritu elemental
desciende desde lo más sublime. Muchos hombres no logran entender que
cada uno de estos espíritus son de origen divino y tienen la capacidad de
infundir energía en la materia para dotarla de vida. Estos elementales también
están presentes en la cadena de información genética de todos los seres vivos.
Son los encargados de guardar cada fragmento de la evolución material y
espiritual, sin importar el nivel evolutivo que haya alcanzado tanto la materia
como el pensamiento.
Cada grupo elemental de la tierra contiene, en los Planos Superiores, un
“alma grupal”, que es la encargada de recoger todas las experiencias, todos los
incidentes, y evoluciona hacia un “Arquetipo” especial.
Los minerales, como materia, no son seres individuales. No tienen una
estructura o una anatomía concreta para que un solo ser pueda habitarlas.
Cada tipo de mineral posee un tipo especial de vibración, y muchos de ellos
poseen propiedades curativas, pues contienen, en su interior, un poder, una
fuerza, una vida espiritual dormida, pero latente, que afecta al ambiente.
Pueden, además, ayudarnos a conectar con nuestro yo interno en la
meditación. También se usan para fines terapéuticos y sanadores conectando
en distintos puntos energéticos del hombre.
Según, algunas tradiciones culturales antiguas, las chacras son centros de
energía que hacen la función de recepción, asimilación y transmisión de
energías vitales, entre las que se usan elementos minerales especiales. Las
chacras pueden estar, más o menos, activos en función del momento evolutivo
o de desarrollo personal y espiritual, y el flujo de la energía mineral influye en el
cuerpo a nivel celular. Los elementales de la tierra, en especial algunas piedras,
ayudan a sanar el flujo de la energía humana, pues gran parte de la constitución
humana es mineral, y no influye grandemente los aspectos psicológicos y
emocionales del hombre.

Elemento aire
Los silfos son los espíritus del aire, son las fuerzas mentales y energéticas
encargadas de proporcionar, al alma, cualidades o facultades que permiten a
los seres vivos conservarse, reproducirse y sobrevivir. Participan, de manera
importante, en la formación instintiva de los seres vivos, así como en la
integración de la función mental del consciente de los hombres. La liturgia del
grado de compañero asegura que las facultades instintivas son el resorte
conservador de la existencia.
“Los silfos participan, activamente, en la tarea evolutiva del alma,
especialmente en el ámbito de la herencia de la mente humana” (Jorge Adoum).
El cerebro del hombre moderno y todas las funciones mentales y psicológicas
que ahora desarrolla este órgano son el resultado de un larguísimo proceso de
evolución. Pero la evolución no es un fenómeno autónomo e independiente a
las acciones y reacciones físicas y químicas de la naturaleza. No es un
fenómeno que sea motivado por el hombre. La ley de la evolución existe desde
siempre: antes del hombre, con el hombre, sin el hombre y a pesar del hombre.
Está presente en el universo, en la naturaleza, en la vida material y en la vida

23
no material. La evolución es producto del pensamiento divino y de todos los
agentes energéticos y espirituales que participan en su desarrollo.
No debemos sentirnos tan importantes como para pensar que el hombre, por
sí mismo, es promotor de la evolución. Los hombres, lo mismo que todos los
seres de la naturaleza, los visibles y los invisibles, somos parte de la evolución,
pero no como agentes activos, sino como gotas de agua que son arrastras en la
corriente del gran rio del movimiento.
Durante el viaje simbólico del aire, en la ceremonia de iniciación, se
representa la integración de las facultades que el alma humana recibe de los
silfos, y se refiere, fundamentalmente, a la carga de las emociones y
sensaciones físicas. También, a toda clase de placeres físicos y reflejos, aún
los más complicados, tales como la risa y el bostezo; toda clase de memorias
físicas, tales como la memoria del gusto, del dolor, que son, en realidad, reflejos
internos.
“Los silfos participan en la evolución del hombre. La evolución más que un
fenómeno físico es un fenómeno mental. Primero aparece, en la mente del ser
vivo, la idea y, luego, el cuerpo comienza a modificarse. No es que el cerebro
haya crecido para poder expandir la capacidad mental. No, primero surgió la
necesidad mental de expansión y luego los átomos, las moléculas, las células
respondieron a la exigencia. A ese mundo de la mente es al que pertenecen el
alma y el espíritu, la imaginación, la consciencia y todos los aspectos
inmateriales manifiestos en la naturaleza.
La irradiación del silfo eleva el pensamiento, desarrolla la expansión de la
mente, dicta los rituales de la naturaleza (la mecánica de la evolución de la
naturaleza) y capacita la lectura y el saber de los libros perdidos de la
antigüedad. Los silfos respetan los átomos solares, es decir, las unidades
indivisibles de pensamiento que habitan en el éter (espacio del universo). Los
átomos lunares son venerados por los elementales del agua.
Silfos y sílfides superiores son eruditos y poseen una memoria prodigiosa.
Ellos retienen todas las historias y enseñanzas escritas por los sabios del
mundo. Todo saber queda registrado en el mundo etéreo, en el inconsciente
colectivo, no sólo humano, sino en la memoria universal. Enseñan al iniciado,
no sólo lo que dijeron un maestro o un filósofo, sino también lo que no pudieron
decir, lo que se quedó en la nube mental.
Muchos de los elementales del aire se prestan para ser guías de los que
mueren repentinamente, para protegerlos de las alucinaciones que se
presentan en el viaje hacia el más allá. La irradiación del silfo eleva el
pensamiento, desarrolla la vista interna, dicta los rituales de la naturaleza y
capacita, al individuo, para la lectura y comprensión de los libros perdidos de la
antigüedad. Los silfos respetan los átomos solares.
Los silfos enseñan al hombre “a hacer lo que se tiene que hacer, sin la
necesidad de pensarlo mucho, a manera de intuición”. Le muestran al hombre a
afrontar el peligro sin necesidad de un proceso reflexivo. Ellos retienen todo el
conocimiento de lo que fue dicho por los profetas y poseen los secretos de
todas las escuelas y fraternidades ocultas.
Cada hombre refleja el tipo de silfo y sílfide acorde consigo. El silfo lee el
pensamiento y puede hacer volver a la mente, o a la memoria de los individuos,

24
lo que éste supone que quedó olvidado. Los elementales más sensitivos son los
que responden a las vibraciones más elevadas, para defender, a los puros de
corazón, de las mentalidades negras.
Los altos silfos leen los anales de la Naturaleza. Basta que una persona
piense en un ser del más allá, para que estos elementales formen un puente de
comunicación entre los dos, y se enteren de todos los secretos de sus archivos.
Porque estos seres viven, también, en el ambiente mental humano y conocen
nuestros secretos y los de aquellos que están en contacto con nosotros. Y, el
hermano Adoum dice que jamás se manifiestan a la gente que es orgullosa o
vanidosa. Son muy amigos de los simples y de los humildes de corazón.

Elemento agua.

“Las Ondinas son los espíritus elementales del agua y participan en la


formación de los sentimientos humanos. El rey de este elemento posee la
remotísima sabiduría que describe la naturaleza humana y es capaz de
manipular la sustancia mental de la consciencia humana. Estos seres fueron
creados por el pensamiento, pero mucho antes de la existencia del hombre.
Jorge Adoum afirma que los espíritus de este plano elemental pueden
comunicarse con los humanos, pero, para ello, es necesario hacerlo mediante
el idioma alegórico, pues ellos legaron, a la humanidad, el símbolo como medio
de instrucción. El elemental del agua manipula la substancia mental y adquiere
la forma que desea asumir (puede manifestarse en forma de pensamiento, de
inteligencia, de voluntad, de consciencia).
En el libro, el maestro masón y sus misterios, Adoum establece que los
elementales del agua son sensibles e influyen en la parte sensible de la mente
humana. En la antigüedad se representaban en forma de bellas mujeres (las
musas). Se dice que estos elementos tienen control sobre los colores y los
diseños.
También se asegura que estas esencias espirituales legaron al hombre el
sistema de símbolos para que aprendamos sus enseñanzas en las escuelas
internas de instrucción, dentro de nosotros mismos. A estas escuelas sólo
entran iniciados y aspirantes que buscan la superación y el servicio. Adoum
aclara que todos los elementales son mortales; pero que, asociándose
íntimamente con el hombre, pueden convertirse en inmortales, ya que éste tiene
el poder y el privilegio de darles parte de la substancia divina del “Yo soy”.
En el mundo sensible del hombre, es decir, en la zona mental donde se
refugian los sensores del misticismo, viven, por así decirlo, los elementales del
agua. El Rey Elemental del agua posee la remotísima sabiduría que describe la
naturaleza del hombre, y conoce el momento en el que el alma penetró la
densidad de la materia.
El principio fundamental del Rey del agua influye, energéticamente, en las
chacras que están cerca de las vísceras humanas y dirige sus huestes en el
cuerpo por medio de los deseos. El mundo de los elementales del agua es
como un vapor diáfano; sus habitantes son seres vivos e inteligentes que
intensifican nuestros deseos e impresiones. Los elementales del agua se
apoderan de la sustancia mental para adoptar la forma deseada; sin embargo,

25
al verlos desde adentro, se asemejan a una constelación y por eso los ocultistas
llaman mundo astral al mundo de los elementales del agua, por su similitud con
los astros. Admiran y respetan mucho a los seres que se sacrifican por los
demás y a los que enfrentan el peligro para salvar a los náufragos.
Las siete divisiones de ese mundo elemental están pobladas por espíritus de
desarrollo diferente. Los espíritus inferiores se alimentan de los pensamientos y
de las pasiones bajas y, a su vez, nos incitan a los deseos bajos. Los espíritus
superiores de este reino son seres muy inteligentes y dignos, que tienen la
característica de guardar nuestras creaciones artísticas y literarias. Participan
en los procesos mentales de la inspiración y nos otorgan su sabiduría.

Elemento Fuego.

Las Salamandras son los seres elementales del fuego. Pertenecen al mundo
de la inspiración y de la iluminación espiritual. Estos espíritus trabajan en
mantener la armonía en el mundo. Se colocan en estado de devoción para
atraer, al plano físico, la energía divina que es empleada por el individuo en su
desarrollo. Los espíritus del fuego son la llave de la sustancia universal, ya que
en esta sustancia están inscritas todas las vidas pasadas, en ella está
registrada toda la evolución de la existencia.
“Los elementales del fuego acompañan la vida desde la edad remota de su
formación física”. El espíritu de este elemento trae la armonía y la paz al mundo
interno del hombre; entendiendo que estamos hablando de su aspecto superior.
Los seres del fuego tienen conciencia superior a la de los hombres. Ellos hablan
por la boca de los profetas; guían a las naciones hacia el bienestar y fueron
adorados en la antigüedad.
Los elementales superiores del fuego no producen calor, como
generalmente se cree, porque son la parte del sublime del fuego; una de sus
manifestaciones se encuentra en el interior del alma. Estos espíritus son los
verdaderos maestros de la humanidad. Son las energías que puede captar el
cerebro humano cuando vibra en las frecuencias equivalentes a las que
pertenecen la intuición, la inspiración y la iluminación humanas.
El aspecto superior del fuego es el amor, el aspecto inferior del mismo
elemento es la pasión, en especial la sexual. Los elementales del fuego influyen
en los centros energéticos humanos que se localizan en el sistema seminal.
Los espíritus superiores del fuego no tienen nada que ver con las llamas
físicas, sino con las llamas de la inspiración, de la devoción, la fe, la voluntad y
con la iluminación del conocimiento y del espíritu humano. Por su parte, las
manifestaciones físicas más densas de estos espíritus son las llamas
materiales, el calor, la temperatura y la iluminación física.
Para conocernos un poco más es necesario aspirar el fuego interno propio y
encenderlo, porque este fuego tiene la llave de la substancia universal y, en
ella, están escritas todas las vidas pasadas

26
Crítica a la economía política del ritual y del símbolo
del rito escocés antiguo y aceptado.
LOS MENSAJES OCULTOS DE LAS LITURGIAS

Cuando el Venerable Maestro le entrega al aprendiz la palabra


sagrada le explica que debe darla en partes.
Lo primer que le dice es que debe responder: “no sé leer ni escribir, tan
sólo deletrear”.
Esto significa que los aprendices no saben interpretar ni explicar,
por ahora, el sentido oculto que guardan las enseñanzas masónicas.
Nuestro ritual masónico y el análisis del símbolo poseen varios
significados. Uno de ellos es moral y otro es oculto.
Es decir, cada concepto masónico tiene un significado
exotérico o de interpretación común.
Y una interpretación esotérica u oculta.

La idea de hacer que las liturgias contengan esta doble


interpretación consiste en que los misterios de nuestro ritual
permanezcan a cubierta de la indiscreción profana.
Eso nos impone que nos esforcemos que aprender a leer entre
líneas, es decir, que aprendamos a comprender el significado que
esconde parte de la verdad que protege.

El simbolismo masónico contiene secretos exclusivos para sus


miembros, pero como lo textos pueden ser adquiridos en papel
o por medio del internet, las liturgias y los símbolos
quedan expuestos al público.
Por eso se habla de una doctrina publica
y de una doctrina secreta en sus mensajes.

Crítica a la economía política del ritual y del símbolo masónico


del rito escocés antiguo y aceptado.

DEL ACTA DE SECRETARÍA.


Aunque semana a semana escuchamos la lectura del acta de la secretaría,
algunas veces no ponemos atención a lo que ésta nos dice.

27
Es muy cierto que existe algo de independencia entre logias y, también,
es cierto que la masonería simbólica, se ha ido construyendo
de sus propios y necesarios usos y costumbres.

Pues bien, en función de ello es que no existe un machote


o un patrón rígido para la elaboración de un acta de secretaría.
Pero, también es cierto que, la redacción del acta exige, por así decirlo,
un modelo que registre cada aspecto de nuestros trabajos.

Sin duda, en la elaboración de las actas de secretaría debe


haber muchas semejanzas, porque las logias no aparecen de la nada.
Las logias son el fruto de otras logias. Para que una logia levante columnas es
necesario que ésta esté formada con, al menos, siete maestros masones, algunos
compañeros y algunos aprendices.

En consecuencia, los maestros que van a participar del levantamiento de


columnas, es decir, de la creación de una nueva logia
ya saben cómo se elabora un acta de secretaría.

Las actas representan la memoria de lo sucedido durante


la celebración de una tenida del rito escocés antiguo y aceptado.
Ellas deben contener, en su elaboración, al menos:

- La aclamación al Gran Arquitecto del Universo.


- La aclamación de los vocablos: Salud, Fuerza y Unión.
- Aclamación a la Respetable Logia Simbólica que la elabore.
- Número de acta y grado al que corresponde.
- Oriente y fecha de elaboración.

- Contenido del acta:


1.- Fecha de la tenida a la que hace referencia el acta.
2.- Lugar de la reunión.
3.- Motivo de la reunión.
4.- Apertura de los trabajos (registro de dignatarios que participan).
5.- Lectura, aprobación y sanción del acta.
6.- Circulación del Saco de Proposiciones
7.- Lectura del material de correspondencia.
8.- Bienvenida a visitantes y visitadores.
9.- Uso de la palabra en bien general de la orden, de la humanidad y del taller.
10.- Dirección de los trabajos por los Vigilantes y el Venerable Maestro.
11.- Recorrido del Saco de Beneficencias (conocimiento de su contenido).
12.- Calificación de los trabajos (orador).
13.- Clausura de los trabajos.

Estos son los puntos que debe contener un acta. La forma y el estilo en cómo
se redacta tiene mucho que ver con el gusto del secretario y, a veces,
con las costumbres propias de cada logia. Pero es importante que no se omita

28
el registro de ninguno de los pasos de los que está compuesto
el ritual de la ceremonia.

Si faltara alguno de los elementos que constituyen el ritual,


el acta podría no ser aprobada. Los hermanos y podrían solicitar que fuera
revisada y presentada nuevamente para su aprobación y sanción.

Crítica a la economía política del ritual y del símbolo masónico


del rito escocés antiguo y aceptado.

EL CANTO DE LAS SIRENAS

Hoy quiero recordar una leyenda conocida por todos, pero siempre olvidada.
Ella me servirá para tratar de explicar cuál es el trabajo de un masón.

Es una leyenda nacida de las culturas greco-romanas.


Se dice que en altamar vivías un grupo de 5 u 8 sirenas
que fueron hijas de Calíope y el rio Aqueloo.
Que habitaban cerca de las costas de Sicilia.

Si dice de ellas, que su primordial cualidad era tener


una voz de inmensa dulzura y que, cuando los barcos
surcaban los océanos, justo cuando las noches
eran plácidas, cálidas y reinaba el silencio,
los marineros, a lo lejos, escuchaban un delicioso canto
que los confundía y los hacía caer al mar.

Se dice que Perseo logró cruzar el océano sin ser cautivado


por el encanto de sus voces
ya que Circe le recomendó tapar sus oídos.

Esta leyenda me sirve para comentarles a mis hermanos


aprendices y compañeros que no se dejen confundir por voces
románticas y cautivadoras.

Recuerden que la masonería es un sistema


de enseñanza gradual. Y está claramente dividida en
masonería simbólica y masonería filosófica.
La principal tarea de la masonería simbólica
consiste en aprender a leer y a escribir el significado
de los elementos simbólicos de la orden.

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En cada etapa del simbolismo tenemos una mónita secreta,
es decir, un propósito por alcanzar.

Para que no olvidemos nuestro propósito en la masonería simbólica,


os lo voy a recordar con la siguiente trascripción.

¿Sois masón?, Q. H. Primer Vigilante, pregunta el V. M.


Todos mis hermanos me reconocen como tal, V. M.
Y ¿qué entendéis por masonería? Le vuelve a preguntar.
El estudio de la filosofía, en particular de la moral, para conocer y practicar la virtud,
responde.

Estas preguntas y respuestas no deben hacer entender que somos masones


y que, con el estudio de la filosofía, de la moral y con la práctica de la virtud
podremos desarrollar nuestra tarea, la cual consiste en alcanzar la perfección.

El V. M. le pregunta al Seg. Vig. ¿en qué trabajan los aprendices de masón?


La respuesta es: En desbastar la piedra en bruto.
¿Qué significa la piedra en bruto? Q. H.
Y éste responde: “nuestro estado de imperfección por los vicios y la ignorancia,
piedra que debemos trabajar constantemente a fin de alcanzar la virtud y la instrucción.

Ciertamente, sois aprendices y compañeros y eso, de algún modo, os impide


exigir que vuestros maestros os instruyan en las materias
que la orden exige a sus agremiados.
Y, mayormente, os veis impedidos de solicitar que se os instruya en temas simbólicos
si no contáis con un programa y un proyecto medianamente definido.

Os invito a que no interrumpáis vuestros respectivos procesos de aprendizaje


para que, más pronto que tarde, os inscribáis en los grados filosóficos
y podáis disfrutar de los increíbles temas que allá se tratan.

Os suplico no os confundáis y no os dejéis confundir


por el delicioso canto de las sirenas.
Antes de correr, hay que aprender a caminar.

LA POSICIÓN DE LAS LUCES DEL TALLER


APERTURA Y CLAUSURA DE LOS TRABAJOS

El ritual masónico es, en teoría, de origen solar. Así lo establecen las


preguntas y las respuestas que conforman el diseño de nuestro ritual.
El recorrido del sol va de oriente a occidente, en apariencia. En realidad, debe
comprenderse que es el recorrido de rotación de la tierra el que va del oriente al
occidente.

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Me parece que las preguntas con las que está diseñado el ritual masónico del
rito escocés antiguo y aceptado deben ser ordenadas de manera diferente.
Pero, para colocar las preguntas y las respuestas de otra manera, también
debemos colocar a las luces del taller de modo distinto a como están colocados
ahora.
Hoy, el Venerable Maestro se coloca en uno de los extremos de la logia, el
de oriente; el Primer Vigilante se ubica en el otro extremo, el de occidente. El
Segundo Vigilante se coloca en el lado sur de la logia.
De manera aparente, el sol nace en el oriente de la tierra con una luz débil,
crece lentamente y alcanza su máximo esplendor a la mitad de su recorrido hacia
el poniente.
Me parece que de esa manera deben colocarse las luces del taller. Si el
personaje más importante, y el director de la logia es el Venerable Maestro,
entonces debe colocarse en el punto más alto de la iluminación, en el sur del
templo.
Creo que el Segundo Vigilante, quien es el encargado de recibir a los recién
iniciados y de guiar los trabajos de quienes comienzan su carrera en la masonería
debe ubicarse en el oriente. Porque es el lugar donde los aprendices inician su
carrera y empiezan a iluminarse acerca de los conceptos y de la simbología de la
orden.
Por otra parte, el Primer Vigilante, quien es el encargado de despedir a los
obreros contentos y satisfechos, debe ubicarse en el occidente, que es el punto
geométrico donde el sol concluye su carrera.
En consecuencia, el orden de las preguntas del ritual debe ser así:
V.´. M.´. .- -Q.´. H.´. Segundo Vigilante, ¿cuál es vuestro lugar en logia?
Seg. Vig.´.-- Al oriente, V.´. M.´.
V.´. M.´. -- ¿Por qué, querido hermano mío?
Seg. Vig.´. --Porque como en esta parte del mundo renace el sol cada día, así
el Seg.´. Vig,´. Se ubica en este extremo de la logia para observar el nacimiento
de la luz, cuidar de la columna del norte y guiar a los aprendices en su carrera
masónica.
La segunda pregunta debe hacérsele al Venerable Maestro.
V.´. M.´.-- Q.´. H.´. Orad.´. ¿en qué lugar se coloca el Venerable Maestro?
Orad.´.—Al sur, Venerable Maestro.
V.´. M.´. -- ¿Para qué? Q.´. H.´. mío.
Orad.´.-- Para observar el sol en el meridiano, recibir y reflejar la luz en su
máximo esplendor a cada punto del planeta, así como para ampliar los
conocimientos de los hermanos.
La tercera pregunta debe ser al Primer Vigilante.
V.´. M.´.-- ¿Cuál es vuestro lugar en logia? Q.´. H.´. Primer Vigilante.
Prim. Vig.´. –Al occidente, Venerable Maestro
V.´. M.´. -- ¿Por qué os colocáis en este lugar?, querido hermano.
Prim.´. Vig.´.—Porque como en esta parte del mundo termina el sol su
carrera, así el Primer Vigilante cuida este extremo de la logia para despedir la luz,
despedir a los obreros contentos y satisfechos y observar la columna del sur.

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Si nuestro ritual estuviera hecho de manera congruente con el recorrido del
sol, con la manera en la que se expresa la vida en la naturaleza, es decir, si se
ajustara al desarrollo normal de nacer, crecer y morir, la apertura y la clausura de
nuestros trabajos debería ser en este sentido.

APERTURA Y CLAUSURA DE TRABAJOS.

Apertura
Siguiendo con la idea de que nuestro ritual es un rito solar y considerando
que la masonería ha elaborado un proceso específico para abrir y cerrar los
oficios de cada tenida, hay que tener presente que antes de abrir nuestros
trabajos, el ritual nos marca que:
1.- Se tengan presentes los deberes de las luces de la logia.
2.- Se considere el lugar que ocupan El Venerable Maestro, el Primer
Vigilante, el Segundo Vigilante, el Primer Diácono y el Segundo Diácono.
3.- Se contemple una pre apertura.
4.- Finalmente un ritual de apertura.

El ritual de apertura seguiría en mismo mecanismo que se usa actualmente


para abrir los trabajos de logia.

V.´. M.´. –Querido hermano Segundo Vigilante, ¿a qué hora acostumbran


abrir sus trabajos los aprendices?
Seg. Vig.´. – Al mediodía, cuando la luz rasga el velo de la oscuridad,
Venerable Maestro.
V.´. M.´. -- ¿Qué hora es querido hermano Primer Vigilante?
Prim. Vig. Mediodía en punto, Venerable Maestro.
V.´. M.´. – Pues en virtud de la hora que es, queridos hermanos Primero y
Segundo Vigilantes, servíos anunciar en vuestras respectivas columnas, como yo
lo hago con los hermanos de la columna de maestros, que se unan a vosotros y a
mí, a fin de que abrir nuestros trabajos de esta Resp.´. Log.´. Simb.´. … en el
primer grado de la masonería.
Prim. Vig.´. — Querido H.´. Segundo Vigilante y queridos hermanos de la
columna del sur, nuestro Venerable Maestro nos pide que unamos a él para abrir
los trabajos de esta Resp.´. Log.´. Simb.´. … en el primer grado de la masonería.
Seg. Vig. – Queridos hermanos de la columna del norte, nuestro V.´. M.´., por
conducto de nuestro Q.´. H.´. Primer Vigilante, nos invita a que nos unamos a
ellos fin de abrir los trabajos de esta Resp.´. Log.´. Simb.´. … en el primer grado
de la masonería.
(X) Ha sido anunciado, querido hermano Primer Vigilante.
Prim. Vig.´. – (X) Ha sido anunciado, Venerable Maestro.

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V.´. M.´. Querido hermano Segundo Vigilante, sed tan amable de abrir
nuestros trabajos. (XXX) En pie y a la orden, QQ.´. HH.´.
Seg.´. Vig.´. – De orden de nuestro Venerable Maestro, (X) declaro abiertos
los trabajos de la Resp.´. Log.´. Simb.´. … en el primer grado de la masonería.
V.´. M.´. -- A L.´. G.´. D.´. G.´. A.´. D.´. U.´., bajo los auspicios de la Muy Resp.
Gran Log.´. y por el poder conferido en mí (X) ¡Qué la luz sea!
A mí HH.´. míos, por el Signo y la batería del grado. Housse, Housse, Housse.

Clausura

En consecuencia, si la apertura se produce en el punto geométrico donde


nace la luz, donde el sol rasga la oscuridad para abrir el día, entonces la clausura
debería practicarla el Primer Vigilante, porque es el lugar donde el sol concluye su
recorrido, porque es el punto geométrico donde la oscuridad cubre el planeta y, es
la hora en la que terminan sus labores los obreros.
La clausura se produce después de que los trabajos de logia han concluido,
es decir, después de que el Hospitalario recorre el saco de beneficencias y de que
el Orador da su opinión acerca de los trabajos, agradece la presencia de los
visitantes y los visitadores y de calificarlos.
Después de la última participación del Orador el Venerable Maestro invita a
los Vigilantes y a los miembros de cada columna a que se unan para cerrar los
trabajos.
En mi opinión, los trabajos deben ser cerrados por el Primer Vigilante, quien
se coloca en el occidente. El ritual debería ser así:

V.´. M.´. – Querido hermano Segundo Vigilante, a ¿qué hora acostumbran


cerrar sus trabajos los aprendices?
Seg. Vig.´. – A media noche, Venerable Maestro.
V.´. M.´. -- ¿Qué hora es? Querido hermano Primer Vigilante.
Prim. Vig.´. Media noche en punto, Venerable Maestro.
V.´. M.´. – Pues en virtud de la hora que es, servíos, QQ.´. HH.´. Primero y
Segundo Vigilantes, invitar a los hermanos que decoran vuestras columnas, como
yo lo hago con los hermanos de oriente, que se unan a vosotros y a mí a fin de
clausurar los trabajos de la Resp.´. Log.´. Simb.´. … en el primer grado de la
masonería.
Prim. Vig. – Q.´. H.´. Segundo Vigilante y QQ.´. HH.´. de la Col.´. del Sur,
nuestro Venerable Maestro nos invita a que nos unamos para cerrar los trabajos
de la Resp.´. Log.´. Simb.´. … en el primer grado de la masonería.
Seg. Vig. – QQ.´. HH.´. de la col.´. del norte, nuestro Venerable Maestro nos
invita a que nos unamos a ellos a fin de cerrar los trabajos de la Resp.´. Log.´.
Simb.´. … en el primer grado de la masonería.
Seg. Vig.´. –(X) Ha sido anunciado, querido hermano Primer Vigilante,
Prim. Vig.´. – (X) Ha sido anunciado, Venerable Maestro.
V.´. M.´. --Querido hermano Primer Vigilante, sed tan amable de clausurar
nuestros trabajos. (XXX) En pie y al orden, QQ.´. HH.´.

33
Prim. Vig.´.— De orden de nuestro Venerable Maestro, (X) declaro cerrados
los trabajos en primera cámara.
V.´. M.´. – (XXX) A L.´. G.´. D.´.G.´.D.´.U.´., bajo los auspicios de la Muy
Resp. Gran Log.´. y por el poder conferido en mí, ¡la luz fue!
Conmigo HH.´. míos, por el signo y la batería de grado. Housse, Housse,
Housse.

Crítica a la economía política del ritual y del símbolo masónico


del rito escocés antiguo y aceptado.

EL LIBRO DE LA LEY

Sobre el altar de los juramentos, los masones de México y de algunos otros


países de Latinoamérica, de Europa y de los Estados Unidos que practican el rito
escocés antiguo y aceptado, colocan, sobre el altar de los juramentos, un
ejemplar de la biblia como símbolo del libro de la ley.
En lo personal, creo que, si nos decimos francmasones o libres constructores
y nuestra tarea consiste en levantar edificaciones espirituales deberíamos colocar
sobre el ara del templo un plano de arquitectura. Este es un símbolo con mayor
congruencia respecto a la construcción. Un plano de arquitectura puede ser más
adecuado para comprender que los masones trabajamos en la edificación de un
templo a la ciencia y a la virtud.
Comprendo que en la antigüedad los hermanos constructores estaban
influenciados por la ideología de la religión católica, pero en los tiempos
modernos en los que la masonería ha dejado de ser operativa y se ha convertido
en especulativa, deberíamos alejarnos de esa influencia y ya no usar a la biblia
como guía de construcción.
Antes de la redacción y aprobación de las constituciones de James Anderson,
en 1723, era muy evidente la influencia de la ideología católica sobre toda
manifestación cultural, política y económica en el mundo occidental. Lo mismo
sucedía con el pensamiento de la masónico. La influencia de la religión católica
aparece en diferentes documentos y estatutos de la orden.
Remarco lo relativo a la operatividad de la masonería porque en la edad
media la iglesia, los principados y los reinos eran los patrocinadores de las
grandes construcciones. Y todas esas instituciones estaban muy ligadas a la
religión católica. Por esa razón es por la que, incluso, en los estatutos de las
logias se establecía como mandato la adhesión a la ideología católica. Para
ejemplificar esta última idea, se reproducen, ahora, algunos fragmentos de los
estatutos de los antiguos documentos masónicos.

Texto del Manuscrito Regius de 1390. Estatutos: En esta asamblea se establece:


Que el que quiera conocer este oficio y abrazarlo, debe amar a Dios y a la santa

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Iglesia siempre, y a su maestro también, por lo que es. Allá donde vaya, por campos y
bosques debe amar, también, a sus compañeros. Pues es lo que tu oficio quiere que
hagas.

En los estatutos de Ratisbona, Alemania, del año 1459, de la e.´. v.´., se


establece lo siguiente:
Estatutos de la asociación de talladores de piedra y constructores En el nombre de Dios Padre, del
Hijo, del Espíritu Santo y de santa María, madre de Dios, de sus bienaventurados santos servidores, los
cuatro santos coronados de eterna memoria, consideramos que, para conservar la amistad, la unión y la
obediencia, fundamento de todo bien, de toda utilidad y beneficio de todos, príncipes, condes, señores,
localidades y conventos, hechos actualmente y en el futuro, Iglesias, edificios de piedra o
construcciones, debemos formar una comunidad fraternal; ello por el bien y la utilidad de todos los
Maestros y Compañeros del cuerpo del oficio de los trabajadores de la piedra y de los constructores en
tierra alemana, especialmente para evitar toda discusión, fracaso, problema, gastos y perjuicios
derivados de desórdenes y de transgresiones a la buena regla.
PUNTO No. 1. Aquel que desee entrar en nuestra organización fraternal debe prometer observar
todos los puntos y artículos que se mencionan en este libro.

En el documento de la Gran Logia No. 1, en 1583 se escribe lo siguiente:


Este parece ser un texto emanado de la Logia de York, la que menciona. La Logia de los masones de
York comenzó probablemente a existir con el inicio de la construcción de la catedral, es decir, hacia
1220.
I.- Que la fuerza del Padre del cielo y la sabiduría del Hijo glorioso por la gracia y la bondad del
Espíritu Santo, que son tres personas y un solo Dios, estén con nosotros en nuestras empresas y nos
otorguen así la gracia de gobernarnos aquí abajo en nuestra vida de manera que podamos alcanzar su
beatitud, que jamás tendrá fin. Amén.
II.- Buenos hermanos y compañeros, nuestra intención es deciros cómo y de qué sabia manera este
excelente oficio de masonería ha comenzado, y después de ello cómo fue conservado por excelentes
reyes y príncipes, así como por muchos otros hombres notables.

DEL MEDIODIA A LA MEDIA NOCHE


En el artículo décimo primero del Manuscrito Regius de 1390 de la E.´. V.´., se
especifica lo siguiente:
“Es a la vez justo y libre, enseñar con firmeza que ningún masón debe trabajar de
noche. A menos de dedicarse al estudio, por lo cual podrá mejorar.

De la secrecía
Del manuscrito Regius de 1390. El tercer punto debe ser severo con el
aprendiz. Sabedlo bien, el consejo de tu maestro debes guardar y ocultar,
también el de tus compañeros de buen talante; De los secretos de la cámara a
nadie hablará, ni de la logia, se haga lo que se haga; Aunque creas que debes
hacerlo, a nadie digas dónde vas; Las palabras de la sala y, también, las del
bosque, guárdalas bien, por tu honor. De lo contrario sobre ti el castigo caerá y,
al oficio, grande vergüenza traerás.

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CONTRADICCIÓN SOBRE LA CIENCIA DE LOS NÚMEROS.

Para la masonería es importante la numerología, quizá, en los tiempos


modernos, esta ciencia no tiene la relevancia que llegó a tener hace dos o tres
mil años en las diferentes sociedades de esa época. Sin embargo, la orden la
sigue considerando como parte de su legado de conocimientos.

La ciencia de los números siempre ha sido parte de la estructura ideológica de


la masonería. Sólo baste recordar que, en los diferentes manuscritos antiguos,
como el Manuscrito Regius de 1390, el Manuscrito Cooke de 1410, se hacía
referencia a que la ciencia de la construcción se funda en la Geometría, y que
de ésta emanan las siete ciencias liberales: la gramática, la retórica, la
dialéctica, la aritmética, la música, la geometría y la astronomía.

En el catecismo de la liturgia de compañero aparece un doble discurso


acerca de la ciencia de los números. En principio le quita todo el valor que por
su propia naturaleza tiene esta ciencia, pero, unas líneas más adelante, hace
toda una exposición del simbolismo de los números.

Es una contradicción decir que la ciencia de los números es falsa o que no tiene
importancia para la orden, cuando todo masón debe estudiar el significado de
los números 3, 5, 7, 9 y más.

BIENVENIDA A VISITANTES Y VISITADORES

En el estudio y análisis del nuestro ritual de trabajos cotidianos nos hemos dado
cuenta de que en su construcción no siempre hay concordancia, orden y
secuencia en el desarrollo de los componentes de la ceremonia.

Como bien se ha señalado en el tema de la calificación de los trabajos


que hace el orador al final de los mismos, hay que recordar que los pequeños
rituales que conforman la ceremonia total son los siguientes:

1.- Apertura de los trabajos. 2.- Lectura del acta de secretaría.


3.- Recorrido del saco de proposiciones. 4.- Lectura del material de secretaría.
5.- Bienvenida a visitantes y visitadores. 6.-Cesión de la palabra en bien general
de la orden, de la humanidad y del taller en particular. 7.- Lectura de los
desbastados, burilados y trazados. 8.- Recorrido del saco de beneficencias.
9.- Calificación de los trabajos. 10.- Clausura de los trabajos.

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Esta es la estructura general de una ceremonia de trabajos. Donde se
encuentra la incongruencia del orden es, precisamente, en que, si el
agradecimiento a los visitantes y visitadores se da al final de los trabajos, justo
antes de la clausura, entonces, la bienvenida debe darse justo después de la
apertura de trabajos.

La bienvenida se da a los seres espirituales y a los seres humanos:


a los hermanos esenciales y a los masones. El agradecimiento
y la despedida también.
Para que haya congruencia en el orden de los trabajos, creo que la bienvenida
debe darse después de que el Venerable Maestro anuncia que los trabajos han
sido abiertos. Así, de ese modo, todos los participantes podrán escuchar la
lectura del acta de secretaría y participar del desarrollo de los trabajos.

VISITANTES Y VISITADORES

Se define con el nombre de visitante a una persona que asiste de manera


regular a un lugar, y como visitador a la persona que asiste de manera casual y
esporádica a ese mismo lugar. Así lo define la Real academia de la Lengua
Española.
Trataré de explicar, desde una perspectiva espiritual las definiciones
antes expuestas.

Para explicar la diferencia entre visitante y visitador, que sólo es en términos de


frecuencia, debo explicar que taller, templo y logia son conceptos diferentes.
El taller es el lugar donde se trabaja para crear, modificar, corregir
o reparar algo.
El templo es un edificio material que ha sido consagrado con la finalidad de que
los individuos establezcan relación con la divinidad.
La logia es un templo espiritual, es una esfera energética en la que la esencia
individual se reúne con las esencias espirituales con la intensión de
perfeccionarse y de elevar sus niveles de consciencia.

BIENVENIDA A VISITANTES Y VISITADORES

Una vez que nuestros trabajos han sido abiertos con la declaración del
Venerable Maestro, por el signo y los golpes misteriosos, lo primero que hace,
según está establecido en el orden de los trabajos es darle la palabra al
hermano secretario para que dé cuenta del acta de los últimos trabajos.
QQ.´. HH.´. Primero y Segundo Vigilantes, sed tan amables de anunciar en
vuestras respectivas columnas, como yo lo hago en oriente, que presten
atención a la lectura del acta de los últimos trabajos con que nos va a dar
cuenta nuestro hermano secretario.

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El ritual continúa con la cesión de la palabra por si hay correcciones al acta.
Aprobación de la plancha. Sanción de la plancha por el signo y la batería del
grado. Finalmente se firma el libro de actas.

El segundo punto de nuestro ritual es el de la circulación del Saco de


Proposiciones. La circulación consiste en el recorrido del saco, partiendo de
oriente y pasando por cada uno de los sitiales de los Dignatarios, Oficiales y
cada una de las columnas.

El tercer paso consiste en que el hermano secretario de cuenta del material de


correspondencia: Planchas, circulares, invitaciones, etc.

El cuarto punto de nuestro ritual consiste en que el Venerable Maestro le pide al


hermano Orador que le dé la bienvenida a los visitantes y a los visitadores.
En mi opinión, la bienvenida debe ofrecerse una vez que el Venerable Maestro
declara abiertos los trabajos.

Creo que nuestro ritual de trabajos debe quedar así:

V.´. M.´..- En virtud de la hora que es y de la edad que tenéis, invitad a los
queridos hermanos de vuestras columnas se unan a vosotros y a mí a fin de
abrir nuestros trabajos.
A L.´. G.´. D.´. A.´. D.´. U.´., por la confraternidad universal, bajo los auspicios
de la Muy Resp.´, Gran Logia Valle de México y por los poderes de que hallo
investido por la libre voluntad de mis hermanos, declaro abiertos los trabajos de
esta Resp. Log. Simb. … en el primer grado de la masonería.
Por el signo y la batería del grado, housse, housse, housse.

V: M:.- Querido hermano Orador, sed tan amable de dar la bienvenida a los
hermanos visitantes y visitadores, quienes nos honran son su presencia y nos
han vendido a ilustrar con sus luces y sus conocimientos.

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