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CRITICA A LA ECONOMÍA POLITICA DEL RITUAL
Y DE LA SIMBOLOGIA MASÓNICA
La traducción es:
análisis de la producción, distribución
y consumo de los bienes intelectuales del ritual
y del símbolo masónico.
EL DOGMA Y EL DOGMATISMO
Para comprender cuando somos dogmáticos y cuando no lo somos, es
preciso conocer la definición del concepto dogma.
Por dogma o doctrina se entiende al conjunto de ideas, conceptos,
pensamientos y creencias que suponemos que son de carácter indiscutibles y
obligatorios para los seguidores de una religión o una escuela filosófica o
mística.
También, se entiende que la palabra dogma se deriva del vocablo doxa que
significa doctrina. Por lo tanto, aquel se ha sido adoctrinado es, en
consecuencia, un dogmático. Toda doctrina tiene fundamentos ideológicos que
conforman un sistema de conocimientos que le dan solidez a la doctrina a la
que se adhieren los individuos de un grupo o sociedad.
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enseña o ha enseñado es cierto no es un hombre, sino una máquina. Dudad,
amigo mío, de lo que no comprendáis o no conozcáis por vos mismo”.
En otra ceremonia que más adelante conocerán los aprendices se nos
explica que poseemos la razón para conocer la verdad y distinguirla del error, y
el libre albedrío para elegir con fundamento. Además, dice que, el que no
proceda de ese modo, aunque tenga forma de hombre, no posee el carácter de
tal, y es una maquina a disposición de los astutos y los ambiciosos
.
Los conceptos antes señalados nos hacen referencia a la mónita del grado
del aprendiz de masonería. Si no aprendemos a usar libremente nuestra razón,
nos inclinaremos para siempre al error, pues nuestro espíritu, a diferencia de la
materia, puede quedar privado de lo único que nos distingue como hombres: el
derecho de pensar.
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Crítica a la economía política del ritual y del símbolo masónico
del rito escocés antiguo y aceptado
Antes de explicar cómo se hace la marcha del compañero, debo presentar las
siguientes consideraciones.
La primera y, quizá, la más importante y fundamental de las razones que se van
a exponer la escuchamos el día en que somos iniciados, y dice así: “sabed que
el que no piensa o no examina, que el que jura en las palabras de otro y se
abstiene de investigar si lo que se le enseña o ha enseñado es cierto, no es un
hombre, es una máquina. Dudad, amigo mío, de lo que no comprendáis o no
conozcáis por vos mismo”.
Ningún maestro masón puede decir “yo la hago de esta o de aquella manera
porque así me la enseñaron”. Si así lo hiciera estaría respondiendo más a un
vicio que a una costumbre.
Cada etapa de la marcha debe practicarse con el signo del grado respectivo.
La función energética de la marcha tiene como propósito frecuenciar la energía
del individuo con la energía que priva en el interior de la logia.
-Si la marcha la practica un maestro masón, éste debe quedar al centro de las
columnas, debajo de la estrella flamígera.
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-Si la marcha la realiza un compañero, entonces debe concluirla unos
centímetros antes de llegar al centro de las columnas.
-Al concluir el quinto paso, tanto el maestro como el compañero deben cortar el
signo del segundo grado.
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LAS HERRAMIENTAS DEL MASON
Una vez que el profano ha recibido la Gran Luz, el recién nacido, es colocado
en medio de la bóveda de acero (bóveda de protección) frente al Altar del
templo. Allí, el Venerable Maestro y los miembros de la logia escuchan su
ratificación de juramento. Luego, el Venerable lo consagra como miembro activo
(le otorga el grado de evolución que ha alcanzado). Después de consagrarlo,
le entrega su mandil y las herramientas propias de esta etapa del proyecto:
mazo, cincel y regla.
En este momento quiero hacer una sincera confesión. Por muchos años viví
con la “incuestionable idea” de que sólo al aprendiz se le otorgaban tres
herramientas de perfección.
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La ceremonia de aumento de salario se le practica al aprendiz, pero es hasta
después de realizar cinco viajes con los que, teóricamente, demuestra habilidad
en el manejo de los instrumentos de perfección cuando se le otorga el grado de
compañero. Hasta antes de ser consagrado, el graduante ingresa a la logia con
el signo de aprendiz, con la marcha de aprendiz, con el mandil del aprendiz y
con los conocimientos de un aprendiz, porque es un aprendiz.
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LA CALIFICACION DE LOS TRABAJOS
La práctica actual de nuestro ritual masónico tiene muchos elementos que fueron
integrados, desde tiempos remotos, en forma de usos y costumbres.
La masonería se hace llamar, asimismo, como una orden universal,
pero de universal o común sólo tiene el nombre
y algunos principios fundamentales.
En algunos casos existen ciertas coincidencias, pero en muchos otros hay grandes
divergencias. Por ejemplo, en algunos ritos no existe la función del secretario.
Ciertamente, no existe algún rito que sea mejor que los demás.
El mejor es el que cada logia practique con la intensión y la voluntad
de hacer vivos sus principios virtuosos, morales y filosóficos.
Una vez señalado esto, quiero hablar sobre la calificación que realiza
el hermano orador acerca de nuestros trabajos.
Un momento antes de que el Venerable Maestro clausure los trabajos pide al hermano
Hospitalario que circule el Saco de Beneficencias.
Tengo que recordar, en este momento, que los trabajos masónicos empiezan desde el
momento en el que el Venerable Maestro dice: “A. L. G. D. G. A. D. U., Por la
confraternidad universal, bajo los auspicios de la Muy Resp. Gran Log. Valle de México
y en virtud de los poderes de los que me hallo investido por
la libre y espontánea voluntad de mis hermanos,
declaro abiertos los trabajos de la Resp. Log. Simb.”
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Los trabajos concluyen cuando el Venerable Maestro dice: “en atención a la hora que
es y a la edad que tenéis declaro cerrados los trabajos de esta Resp. Log. Simb.”
Esto significa que el orden de los trabajos herméticos, en el rito escocés antiguo y
aceptado, se conforman de los siguientes rituales:
El V. M. le pide al Orador los siguiente: “Os suplico nos deis vuestra opinión
acerca de los trabajos realizados, los califiquéis y deis las gracias a nuestros
QQ. HH. Visitantes y visitadores, quienes nos han venido a ilustrar con sus luces
y conocimientos, honrándonos con su presencia.
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Cometemos un error si la calificación a nuestros trabajos
se finca sólo en la lectura del acta y dejamos de lado
las faltas o errores que cometemos en cualquier
otro punto de nuestros trabajos.
Luego entonces, la calificación de nuestros trabajos no sólo debe reducirse
a si hubo o no acta de secretaría.
El orador debe estar pendiente de si la ceremonia
se ejecuta en la forma, en la precisión y con la intensión que debe realizarse.
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No todo lo que se dice acerca del ritual masónico debe aplaudirse.
La estructura del ritual masónico, registrado en las liturgias, no es del todo
congruente en el desarrollo de las ceremonias.
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-Mientras tanto, y para finalizar el ritual de verificación de cubierta,
el hermano Segundo Experto rodea la Columna J,
pasa junto al frontispicio y se dirige a su sitial.
Una vez que se sabe que el templo está a cubierta, el Venerable Maestro inicia
el proceso de verificación de saber si los hermanos están
en sus respectivos puestos y con las joyas que los decoran.
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La respuesta es la misma de siempre, solo que al finalizar su respuesta debe
decir “columna del sur, no de occidente”.
Aquí es necesario abrir un paréntesis sólo para señalar que, así como el
Maestro de Ceremonias es el impulso ejecutor del Venerable Maestro, así el
Primer Experto es el impulso ejecutor del Primer Vigilante y el Segundo Experto
es el del Segundo Vigilante.
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V. M. -- Q. H. Orador, ¿en qué lugar se coloca el Venerable Maestro?
Orad. – Al Oriente, Venerable Maestro.
V. M. -- ¿Porqué, Q. H. mío?
Orad. – Porque así como en esta parte del mundo inicia el sol su carrera para abrir el
día, así el Venerable Maestro se coloca en este lugar para abrir nuestros trabajos y para
ilustrarnos con sus luces y conocimientos.
V.M. -- Q. H. Primer Diácono sed tan amable de preguntar al H. Prim. Vig. ¿cuál es su
primer deber antes de abrir nuestros trabajos?
P. Diác. – Q. H. Primer Vigilante, ¿cuál es vuestro primer deber antes de abrir nuestros
trabajos?
P. Vig. – Verificar que los integrantes de la columna del sur estén en pie y al orden.
V.M. -- Q. H. Prim. Diácono, pedid al H. Primer Vigilante, por medio del H. Segundo
Diácono que pregunte al H. Segundo Vigilante ¿cuál es su primer deber antes de abrir
nuestros trabajos?
P. Diác. –Q. H. Primer Vigilante, sed tan amable de preguntar al H. Segundo Vigilante
¿cuál es vuestro primer deber antes de abrir nuestros trabajos?
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P. Vig. – Q. H. Segundo Diácono, sed tan amable de preguntar al H. Segundo Vigilante
¿cuál es vuestro primer deber antes de abrir nuestros trabajos?
S. Diác. – Q. H. Segundo Diácono, de orden de nuestro Venerable Maestro y por
conducto de nuestro Q. Primer Vigilante os suplica que nos digáis ¿Cuál es vuestro
primer deber antes de abrir nuestros trabajos?
S. Vig. -- Verficar que los integrantes de la columna del norte estén en pie y al orden.
(Los hermanos primero y segundo expertos se dirigen a sus respectivas columnas para solicitar de
los hermanos aprendices y compañeros las palabras de pase y semestral, y al terminar dicen:)
PREAPERTURA
V. M. – Q. H. Primer Diácono, preguntad al H. Primer Vigilante ¿si es masón?
P. Vig. – Todos mis QQ. HH. Me reconocen como tal.
V. M. -- Q. H. Primer Diácono, preguntad al H. Primer Vigilante ¿qué entiende por
masonería?
P. Vig. – El estudio de la filosofía, en particular de la moral para conocer y practicar la
virtud.
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S. Vig. - Nuestro estado de imperfección, por los vicios y la ignorancia, piedra que
debemos trabajar constantemente a fin de alcanzar la virtud y la instrucción.
V. M. – H. Primer Diácono, preguntadle ¿qué tiempo deben durar nuestros trabajos?
S. Vig. – Del medio día a la media noche.
APERTURA
V. M. – H. Primer Diácono preguntad al H. Segundo Vigilante ¿Qué edad tiene?
S. Vig.- Tres años, Venerable Maestro.
V. M. – H. Primer Diácono preguntad al H. Primer Vigilante ¿qué hora es?
P. Vig. - Mediodía en punto, Venerable Maestro.
V. M. – Pues en virtud de la hora que es y de la edad que tenéis, invitad a los HH. Que
decoran vuestras columnas, como lo hago yo con HH. De oriente, para que se unan a
vosotros y a mí, a fin de ayudarnos a abrir los trabajos de esta respetable logia simbólica…
en el primer grado de la masonería.
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8.- Calificación de los trabajos.
9.- Clausura de los trabajos.
10.- Renovación de juramentos.
Lo explico.
Durante la apertura de los trabajos en primera cámara,
cuando el Venerable Maestro solicita a los Dignatarios su lugar en logia,
llega el momento en el que éste le pregunta al hermano
Primer Vigilante lo siguiente:
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occidente, observa y cuida a los obreros que trabajan en la columna del sur,
es decir, el grupo de obreros que ostentan el grado de compañero.
Voy a explicar porque creo que hay cierta incongruencia en esta respuesta
con respecto a la forma en la que responde el hermano Segundo Vigilante
a un par de preguntas semejantes que le hace el Venerable Maestro.
Es por esta razón por la que sugiero que se haga una verdadera revisión de los
conceptos, un análisis racional de lo que estamos haciendo en el templo.
Muchas veces aceptamos las cosas como si fueran la verdad absoluta
ya sea por negligencia o por fanatismo.
LOS ELEMENTALES
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Me parece necesario distinguir entre elementos y elementales.
Los elementos de la naturaleza son las manifestaciones físicas de la tierra,
del aire, del agua y del fuego. Son esos elementos materiales que podemos
tocar, ver, sentir, escuchar, respirar y saborear. Están formados por energía
densa, energía atómica que alguien reúne para que se manifiesten físicamente
con tamaño, color, olor, sabor, peso, volumen, etc. No pueden ser destruidos,
aunque pueden cambiar de forma, porque una ley física asegura que la materia
y la energía no se pueden crear ni destruir… por lo tanto son eternos.
Pero, los elementales son los espíritus o las fuerzas que actúan en los
elementos. En el mundo divino existe la igualdad espiritual, pues Dios no
privilegia a ningún espíritu. A todos los crea como seres simples, pero
destinados invariablemente a la perfección, con aptitudes idénticas para el bien
o para el mal, y según su libre albedrío es el camino que siguen.
Las decisiones, buenas o malas, surgen de su consciencia y de sus
verdaderas intenciones. Una espiritualidad natural es suficiente, e incluso es lo
más apropiado, para alcanzar la realización del ser”, asegura Kardec.
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las entidades espirituales del fuego, como éter o quintaesencia a los espíritus
del pensamiento, de la mente, etc. Más adelante, cuando surge lo que ahora
conocemos como ciencia, los nombres cambian.
Los tipos de energías más densas del hombre son las que dan origen al
cuerpo físico, a ellas le siguen las que se expresan como fuerzas instintivas. El
hombre ha podido distinguir, gracias a los influjos de información que existen en
el éter, especialmente la información que puede procesar la mente humana,
una estructura instintiva en su ser. Y, esta estructura instintiva, está integrada
por la necesidad de permanecer y reproducirse (es decir, por una necesidad
inconsciente de ser inmortal es que busca permanecer o reproducirse). Todo
ser vivo responde a la ley instintiva.
También, como humanos, hemos distinguido que la composición de nuestra
alma contiene deseos, anhelos, aspiraciones, gustos, apegos, aficiones.
Además, hemos comprendido que estamos integrados de emociones que nos
hacen reaccionar ante ciertos estímulos de la vida: miedos, fortalezas, iras,
temperamentos, enamoramientos. Asimismo, nos hemos percatado de que
contamos con un cuerpo de sentimientos que nos aseguran relaciones largas,
de pertenencia, de seguridad. Sentimientos como el amor, la amistad, el odio,
nos permiten reproducirnos y mantenernos en la búsqueda de la inmortalidad.
Todo ser vivo tiene inscrito en su código genético de existencia bien grabadas
las leyes de evolución y de inmortalidad y las sigue aún sin estar consciente de
la existencia de ellas. Todo esto es en lo que consisten las fuerzas instintivas de
la existencia.
En “el libro de los espíritus”, este autor expone las penas y las recompensas a
las que hace acreedor un espíritu en su tránsito por la vida corporal. También
clarifica cómo es la justicia divina con respecto al proceder de los espíritus
cuando ocupan un cuerpo.
Algunos místicos han llegado a la comprensión de que cualquier elemento del
mundo natural (montañas, ríos, el cielo, la tierra, determinados lugares
característicos, rocas, plantas, animales, árboles, etc.) están dotados de alma o
de cierta energía viva a la que también llaman “consciencia propia”. Y ese
entendimiento los lleva a definir que los seres espirituales están dotados de
inteligencia y de voluntad para gobernar la existencia de los objetos inanimados
que habitan. Esto se puede expresar simplemente como que todo está vivo,
todo es consciente o tiene un alma.
En el plano espiritual viven los espíritus elementales de la naturaleza física, los
espíritus de la mente humana, los espíritus angélicos: viven todas las partículas
del pensamiento que se desprenden de la gran mente universal. Son partículas
pensantes, con consciencia de lo que son y del papel que desempeñan en el
concierto universal de la evolución.
Son partículas con voluntad que están ligadas la gran voluntad divina. En estos
tiempos cibernéticos, al plano divino le podríamos llamar la matrix. La matrix es
la matriz, la fuente, el éter, el laboratorio energético donde se procesan y
producen todo tipo de manifestaciones energéticas: desde las más sublimes
(las que incluso son superiores al pensamiento) hasta las más densa, las que
pueden manifestarse en forma de materia.
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Ahora, los mismos fenómenos naturales son llamados como energías, fuerzas,
gravedad, reacciones físicas y químicas, vibración, evolución, etc. Los
fenómenos psicológicos son nombrados, consciente, inconsciente, estrés,
paranoilla, esquizofrenia, locura, etc.
Los antiguos sabios afirmaban que los espíritus elementales conocen a cada
hombre por su luz y, si ésta es abundante, ellos le obedecen con alegría y lo
protegen. La raza humana recibe los conocimientos científicos y artísticos de
los elementales, es decir, todo conocimiento alcanzado por la especie humana
proviene del éter, del espacio cósmico y del universo físico y mental, que es
dónde fluye y refluye todo tipo de energías, vibraciones, pensamientos,
sentimientos, fuerzas, espíritus, la luz, la voluntad y el aliento divino.
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puesto de acuerdo con el cerebro para elaborar un hígado y le hayan
especificado sus funciones. No es así. Somos el resultado de la evolución, pero
ésta ha sido diseñada y manipulada por las fuerzas de la naturaleza, por los
gnomos, quienes son los encargados de modelar y moldear todo lo material en
el universo.
Dice Jorge Adoum que ellos saben, de memoria, todos los códigos genéticos
de la naturaleza y todos los libros sagrados, por haber oído su lectura muchas
veces y tienen una fuerte tendencia mística.
Los humanos tenemos la preconcebida idea de que todo lo que no pertenece
al plano físico es de origen espiritual, pero estamos equivocados. Todo lo
material y lo inmaterial es parte del universo y está formado por energía que se
expresa en diferente grado de sublimidad y densidad. Cada aspecto del mundo
material está formado por energía. Y, esta se reúne, por influencia del
pensamiento universal para formar átomos y luego materia física organizada en
una y otra forma.
“Los gnomos” son las inteligencias que gobiernan el reino mineral. Son las
fuerzas encargadas de manipular la genética de los seres de la naturaleza. Son
los encargados de la creación de las formas de los seres vivos. Eligen el color,
el tamaño, la forma y la composición interna de cada especie viva. No hay algo
que haya surgido al azar, todo tiene una definida razón de ser en todos los
planos de la existencia.
De alguna manera son los espíritus que motivan, en el hombre de mente
abierta, la intuición y la inspiración. El aspecto fundamental del rey gnomo está
dentro del cuerpo mental humano, no en la mente de cada hombre, sino en el
ambiente mental humano. Jorge Adoum asegura que estos espíritus ejecutan,
con extrema perfección, todos los ceremoniales religiosos y los de las escuelas
filosóficas. El hombre, en sus átomos internos, tiene enorme influencia del reino
mineral, pues los gnomos son los encargados de registrar la historia de la vida.
Participan en la conformación de los códigos genéticos de la naturaleza.
A través de millones y millones de años de trabajo los elementales modifican
los cuerpos físicos. Eso es la evolución natural: una fuerza subjetiva que afecta
al cuerpo en toda manifestación objetiva de vida. Los elementales de la
naturaleza crean, por así decirlo, la vestimenta especial y adecuada para cada
grado evolutivo de energía espiritual.
Las formas, los tamaños, los colores de las piedras, de las plantas, de los
animales, de los humanos no son producto del capricho, son el resultado de
una actividad mental creadora que trabaja en la estructura interna del genoma
y, luego, da como resultado una forma que representa una idea que parece ser
caprichosa. Idea que se manifiesta en el mundo físico, como lo hace la idea de
un pintor, de un escultor, de un arquitecto, de un ingeniero. Todos ellos
moldean la estructura de la materia y la modifican según su idea.
La evolución de la materia comienza su camino desde los elementos más
simples hasta alcanzar los más complejos, y el encargado de guiar y dirigir
dicha tarea es la inteligencia interna de los elementales. Con esta afirmación
podemos comprender, que antes de que existiera el diamante, otros minerales
menos nobles iban evolucionando hasta alcanzar ese estado de depurada
perfección geométrica.
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Para muchos humanos no es fácil comprender que el Espíritu elemental
desciende desde lo más sublime. Muchos hombres no logran entender que
cada uno de estos espíritus son de origen divino y tienen la capacidad de
infundir energía en la materia para dotarla de vida. Estos elementales también
están presentes en la cadena de información genética de todos los seres vivos.
Son los encargados de guardar cada fragmento de la evolución material y
espiritual, sin importar el nivel evolutivo que haya alcanzado tanto la materia
como el pensamiento.
Cada grupo elemental de la tierra contiene, en los Planos Superiores, un
“alma grupal”, que es la encargada de recoger todas las experiencias, todos los
incidentes, y evoluciona hacia un “Arquetipo” especial.
Los minerales, como materia, no son seres individuales. No tienen una
estructura o una anatomía concreta para que un solo ser pueda habitarlas.
Cada tipo de mineral posee un tipo especial de vibración, y muchos de ellos
poseen propiedades curativas, pues contienen, en su interior, un poder, una
fuerza, una vida espiritual dormida, pero latente, que afecta al ambiente.
Pueden, además, ayudarnos a conectar con nuestro yo interno en la
meditación. También se usan para fines terapéuticos y sanadores conectando
en distintos puntos energéticos del hombre.
Según, algunas tradiciones culturales antiguas, las chacras son centros de
energía que hacen la función de recepción, asimilación y transmisión de
energías vitales, entre las que se usan elementos minerales especiales. Las
chacras pueden estar, más o menos, activos en función del momento evolutivo
o de desarrollo personal y espiritual, y el flujo de la energía mineral influye en el
cuerpo a nivel celular. Los elementales de la tierra, en especial algunas piedras,
ayudan a sanar el flujo de la energía humana, pues gran parte de la constitución
humana es mineral, y no influye grandemente los aspectos psicológicos y
emocionales del hombre.
Elemento aire
Los silfos son los espíritus del aire, son las fuerzas mentales y energéticas
encargadas de proporcionar, al alma, cualidades o facultades que permiten a
los seres vivos conservarse, reproducirse y sobrevivir. Participan, de manera
importante, en la formación instintiva de los seres vivos, así como en la
integración de la función mental del consciente de los hombres. La liturgia del
grado de compañero asegura que las facultades instintivas son el resorte
conservador de la existencia.
“Los silfos participan, activamente, en la tarea evolutiva del alma,
especialmente en el ámbito de la herencia de la mente humana” (Jorge Adoum).
El cerebro del hombre moderno y todas las funciones mentales y psicológicas
que ahora desarrolla este órgano son el resultado de un larguísimo proceso de
evolución. Pero la evolución no es un fenómeno autónomo e independiente a
las acciones y reacciones físicas y químicas de la naturaleza. No es un
fenómeno que sea motivado por el hombre. La ley de la evolución existe desde
siempre: antes del hombre, con el hombre, sin el hombre y a pesar del hombre.
Está presente en el universo, en la naturaleza, en la vida material y en la vida
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no material. La evolución es producto del pensamiento divino y de todos los
agentes energéticos y espirituales que participan en su desarrollo.
No debemos sentirnos tan importantes como para pensar que el hombre, por
sí mismo, es promotor de la evolución. Los hombres, lo mismo que todos los
seres de la naturaleza, los visibles y los invisibles, somos parte de la evolución,
pero no como agentes activos, sino como gotas de agua que son arrastras en la
corriente del gran rio del movimiento.
Durante el viaje simbólico del aire, en la ceremonia de iniciación, se
representa la integración de las facultades que el alma humana recibe de los
silfos, y se refiere, fundamentalmente, a la carga de las emociones y
sensaciones físicas. También, a toda clase de placeres físicos y reflejos, aún
los más complicados, tales como la risa y el bostezo; toda clase de memorias
físicas, tales como la memoria del gusto, del dolor, que son, en realidad, reflejos
internos.
“Los silfos participan en la evolución del hombre. La evolución más que un
fenómeno físico es un fenómeno mental. Primero aparece, en la mente del ser
vivo, la idea y, luego, el cuerpo comienza a modificarse. No es que el cerebro
haya crecido para poder expandir la capacidad mental. No, primero surgió la
necesidad mental de expansión y luego los átomos, las moléculas, las células
respondieron a la exigencia. A ese mundo de la mente es al que pertenecen el
alma y el espíritu, la imaginación, la consciencia y todos los aspectos
inmateriales manifiestos en la naturaleza.
La irradiación del silfo eleva el pensamiento, desarrolla la expansión de la
mente, dicta los rituales de la naturaleza (la mecánica de la evolución de la
naturaleza) y capacita la lectura y el saber de los libros perdidos de la
antigüedad. Los silfos respetan los átomos solares, es decir, las unidades
indivisibles de pensamiento que habitan en el éter (espacio del universo). Los
átomos lunares son venerados por los elementales del agua.
Silfos y sílfides superiores son eruditos y poseen una memoria prodigiosa.
Ellos retienen todas las historias y enseñanzas escritas por los sabios del
mundo. Todo saber queda registrado en el mundo etéreo, en el inconsciente
colectivo, no sólo humano, sino en la memoria universal. Enseñan al iniciado,
no sólo lo que dijeron un maestro o un filósofo, sino también lo que no pudieron
decir, lo que se quedó en la nube mental.
Muchos de los elementales del aire se prestan para ser guías de los que
mueren repentinamente, para protegerlos de las alucinaciones que se
presentan en el viaje hacia el más allá. La irradiación del silfo eleva el
pensamiento, desarrolla la vista interna, dicta los rituales de la naturaleza y
capacita, al individuo, para la lectura y comprensión de los libros perdidos de la
antigüedad. Los silfos respetan los átomos solares.
Los silfos enseñan al hombre “a hacer lo que se tiene que hacer, sin la
necesidad de pensarlo mucho, a manera de intuición”. Le muestran al hombre a
afrontar el peligro sin necesidad de un proceso reflexivo. Ellos retienen todo el
conocimiento de lo que fue dicho por los profetas y poseen los secretos de
todas las escuelas y fraternidades ocultas.
Cada hombre refleja el tipo de silfo y sílfide acorde consigo. El silfo lee el
pensamiento y puede hacer volver a la mente, o a la memoria de los individuos,
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lo que éste supone que quedó olvidado. Los elementales más sensitivos son los
que responden a las vibraciones más elevadas, para defender, a los puros de
corazón, de las mentalidades negras.
Los altos silfos leen los anales de la Naturaleza. Basta que una persona
piense en un ser del más allá, para que estos elementales formen un puente de
comunicación entre los dos, y se enteren de todos los secretos de sus archivos.
Porque estos seres viven, también, en el ambiente mental humano y conocen
nuestros secretos y los de aquellos que están en contacto con nosotros. Y, el
hermano Adoum dice que jamás se manifiestan a la gente que es orgullosa o
vanidosa. Son muy amigos de los simples y de los humildes de corazón.
Elemento agua.
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al verlos desde adentro, se asemejan a una constelación y por eso los ocultistas
llaman mundo astral al mundo de los elementales del agua, por su similitud con
los astros. Admiran y respetan mucho a los seres que se sacrifican por los
demás y a los que enfrentan el peligro para salvar a los náufragos.
Las siete divisiones de ese mundo elemental están pobladas por espíritus de
desarrollo diferente. Los espíritus inferiores se alimentan de los pensamientos y
de las pasiones bajas y, a su vez, nos incitan a los deseos bajos. Los espíritus
superiores de este reino son seres muy inteligentes y dignos, que tienen la
característica de guardar nuestras creaciones artísticas y literarias. Participan
en los procesos mentales de la inspiración y nos otorgan su sabiduría.
Elemento Fuego.
Las Salamandras son los seres elementales del fuego. Pertenecen al mundo
de la inspiración y de la iluminación espiritual. Estos espíritus trabajan en
mantener la armonía en el mundo. Se colocan en estado de devoción para
atraer, al plano físico, la energía divina que es empleada por el individuo en su
desarrollo. Los espíritus del fuego son la llave de la sustancia universal, ya que
en esta sustancia están inscritas todas las vidas pasadas, en ella está
registrada toda la evolución de la existencia.
“Los elementales del fuego acompañan la vida desde la edad remota de su
formación física”. El espíritu de este elemento trae la armonía y la paz al mundo
interno del hombre; entendiendo que estamos hablando de su aspecto superior.
Los seres del fuego tienen conciencia superior a la de los hombres. Ellos hablan
por la boca de los profetas; guían a las naciones hacia el bienestar y fueron
adorados en la antigüedad.
Los elementales superiores del fuego no producen calor, como
generalmente se cree, porque son la parte del sublime del fuego; una de sus
manifestaciones se encuentra en el interior del alma. Estos espíritus son los
verdaderos maestros de la humanidad. Son las energías que puede captar el
cerebro humano cuando vibra en las frecuencias equivalentes a las que
pertenecen la intuición, la inspiración y la iluminación humanas.
El aspecto superior del fuego es el amor, el aspecto inferior del mismo
elemento es la pasión, en especial la sexual. Los elementales del fuego influyen
en los centros energéticos humanos que se localizan en el sistema seminal.
Los espíritus superiores del fuego no tienen nada que ver con las llamas
físicas, sino con las llamas de la inspiración, de la devoción, la fe, la voluntad y
con la iluminación del conocimiento y del espíritu humano. Por su parte, las
manifestaciones físicas más densas de estos espíritus son las llamas
materiales, el calor, la temperatura y la iluminación física.
Para conocernos un poco más es necesario aspirar el fuego interno propio y
encenderlo, porque este fuego tiene la llave de la substancia universal y, en
ella, están escritas todas las vidas pasadas
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Crítica a la economía política del ritual y del símbolo
del rito escocés antiguo y aceptado.
LOS MENSAJES OCULTOS DE LAS LITURGIAS
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Es muy cierto que existe algo de independencia entre logias y, también,
es cierto que la masonería simbólica, se ha ido construyendo
de sus propios y necesarios usos y costumbres.
Estos son los puntos que debe contener un acta. La forma y el estilo en cómo
se redacta tiene mucho que ver con el gusto del secretario y, a veces,
con las costumbres propias de cada logia. Pero es importante que no se omita
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el registro de ninguno de los pasos de los que está compuesto
el ritual de la ceremonia.
Hoy quiero recordar una leyenda conocida por todos, pero siempre olvidada.
Ella me servirá para tratar de explicar cuál es el trabajo de un masón.
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En cada etapa del simbolismo tenemos una mónita secreta,
es decir, un propósito por alcanzar.
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Me parece que las preguntas con las que está diseñado el ritual masónico del
rito escocés antiguo y aceptado deben ser ordenadas de manera diferente.
Pero, para colocar las preguntas y las respuestas de otra manera, también
debemos colocar a las luces del taller de modo distinto a como están colocados
ahora.
Hoy, el Venerable Maestro se coloca en uno de los extremos de la logia, el
de oriente; el Primer Vigilante se ubica en el otro extremo, el de occidente. El
Segundo Vigilante se coloca en el lado sur de la logia.
De manera aparente, el sol nace en el oriente de la tierra con una luz débil,
crece lentamente y alcanza su máximo esplendor a la mitad de su recorrido hacia
el poniente.
Me parece que de esa manera deben colocarse las luces del taller. Si el
personaje más importante, y el director de la logia es el Venerable Maestro,
entonces debe colocarse en el punto más alto de la iluminación, en el sur del
templo.
Creo que el Segundo Vigilante, quien es el encargado de recibir a los recién
iniciados y de guiar los trabajos de quienes comienzan su carrera en la masonería
debe ubicarse en el oriente. Porque es el lugar donde los aprendices inician su
carrera y empiezan a iluminarse acerca de los conceptos y de la simbología de la
orden.
Por otra parte, el Primer Vigilante, quien es el encargado de despedir a los
obreros contentos y satisfechos, debe ubicarse en el occidente, que es el punto
geométrico donde el sol concluye su carrera.
En consecuencia, el orden de las preguntas del ritual debe ser así:
V.´. M.´. .- -Q.´. H.´. Segundo Vigilante, ¿cuál es vuestro lugar en logia?
Seg. Vig.´.-- Al oriente, V.´. M.´.
V.´. M.´. -- ¿Por qué, querido hermano mío?
Seg. Vig.´. --Porque como en esta parte del mundo renace el sol cada día, así
el Seg.´. Vig,´. Se ubica en este extremo de la logia para observar el nacimiento
de la luz, cuidar de la columna del norte y guiar a los aprendices en su carrera
masónica.
La segunda pregunta debe hacérsele al Venerable Maestro.
V.´. M.´.-- Q.´. H.´. Orad.´. ¿en qué lugar se coloca el Venerable Maestro?
Orad.´.—Al sur, Venerable Maestro.
V.´. M.´. -- ¿Para qué? Q.´. H.´. mío.
Orad.´.-- Para observar el sol en el meridiano, recibir y reflejar la luz en su
máximo esplendor a cada punto del planeta, así como para ampliar los
conocimientos de los hermanos.
La tercera pregunta debe ser al Primer Vigilante.
V.´. M.´.-- ¿Cuál es vuestro lugar en logia? Q.´. H.´. Primer Vigilante.
Prim. Vig.´. –Al occidente, Venerable Maestro
V.´. M.´. -- ¿Por qué os colocáis en este lugar?, querido hermano.
Prim.´. Vig.´.—Porque como en esta parte del mundo termina el sol su
carrera, así el Primer Vigilante cuida este extremo de la logia para despedir la luz,
despedir a los obreros contentos y satisfechos y observar la columna del sur.
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Si nuestro ritual estuviera hecho de manera congruente con el recorrido del
sol, con la manera en la que se expresa la vida en la naturaleza, es decir, si se
ajustara al desarrollo normal de nacer, crecer y morir, la apertura y la clausura de
nuestros trabajos debería ser en este sentido.
Apertura
Siguiendo con la idea de que nuestro ritual es un rito solar y considerando
que la masonería ha elaborado un proceso específico para abrir y cerrar los
oficios de cada tenida, hay que tener presente que antes de abrir nuestros
trabajos, el ritual nos marca que:
1.- Se tengan presentes los deberes de las luces de la logia.
2.- Se considere el lugar que ocupan El Venerable Maestro, el Primer
Vigilante, el Segundo Vigilante, el Primer Diácono y el Segundo Diácono.
3.- Se contemple una pre apertura.
4.- Finalmente un ritual de apertura.
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V.´. M.´. Querido hermano Segundo Vigilante, sed tan amable de abrir
nuestros trabajos. (XXX) En pie y a la orden, QQ.´. HH.´.
Seg.´. Vig.´. – De orden de nuestro Venerable Maestro, (X) declaro abiertos
los trabajos de la Resp.´. Log.´. Simb.´. … en el primer grado de la masonería.
V.´. M.´. -- A L.´. G.´. D.´. G.´. A.´. D.´. U.´., bajo los auspicios de la Muy Resp.
Gran Log.´. y por el poder conferido en mí (X) ¡Qué la luz sea!
A mí HH.´. míos, por el Signo y la batería del grado. Housse, Housse, Housse.
Clausura
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Prim. Vig.´.— De orden de nuestro Venerable Maestro, (X) declaro cerrados
los trabajos en primera cámara.
V.´. M.´. – (XXX) A L.´. G.´. D.´.G.´.D.´.U.´., bajo los auspicios de la Muy
Resp. Gran Log.´. y por el poder conferido en mí, ¡la luz fue!
Conmigo HH.´. míos, por el signo y la batería de grado. Housse, Housse,
Housse.
EL LIBRO DE LA LEY
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Iglesia siempre, y a su maestro también, por lo que es. Allá donde vaya, por campos y
bosques debe amar, también, a sus compañeros. Pues es lo que tu oficio quiere que
hagas.
De la secrecía
Del manuscrito Regius de 1390. El tercer punto debe ser severo con el
aprendiz. Sabedlo bien, el consejo de tu maestro debes guardar y ocultar,
también el de tus compañeros de buen talante; De los secretos de la cámara a
nadie hablará, ni de la logia, se haga lo que se haga; Aunque creas que debes
hacerlo, a nadie digas dónde vas; Las palabras de la sala y, también, las del
bosque, guárdalas bien, por tu honor. De lo contrario sobre ti el castigo caerá y,
al oficio, grande vergüenza traerás.
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CONTRADICCIÓN SOBRE LA CIENCIA DE LOS NÚMEROS.
Es una contradicción decir que la ciencia de los números es falsa o que no tiene
importancia para la orden, cuando todo masón debe estudiar el significado de
los números 3, 5, 7, 9 y más.
En el estudio y análisis del nuestro ritual de trabajos cotidianos nos hemos dado
cuenta de que en su construcción no siempre hay concordancia, orden y
secuencia en el desarrollo de los componentes de la ceremonia.
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Esta es la estructura general de una ceremonia de trabajos. Donde se
encuentra la incongruencia del orden es, precisamente, en que, si el
agradecimiento a los visitantes y visitadores se da al final de los trabajos, justo
antes de la clausura, entonces, la bienvenida debe darse justo después de la
apertura de trabajos.
VISITANTES Y VISITADORES
Una vez que nuestros trabajos han sido abiertos con la declaración del
Venerable Maestro, por el signo y los golpes misteriosos, lo primero que hace,
según está establecido en el orden de los trabajos es darle la palabra al
hermano secretario para que dé cuenta del acta de los últimos trabajos.
QQ.´. HH.´. Primero y Segundo Vigilantes, sed tan amables de anunciar en
vuestras respectivas columnas, como yo lo hago en oriente, que presten
atención a la lectura del acta de los últimos trabajos con que nos va a dar
cuenta nuestro hermano secretario.
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El ritual continúa con la cesión de la palabra por si hay correcciones al acta.
Aprobación de la plancha. Sanción de la plancha por el signo y la batería del
grado. Finalmente se firma el libro de actas.
V.´. M.´..- En virtud de la hora que es y de la edad que tenéis, invitad a los
queridos hermanos de vuestras columnas se unan a vosotros y a mí a fin de
abrir nuestros trabajos.
A L.´. G.´. D.´. A.´. D.´. U.´., por la confraternidad universal, bajo los auspicios
de la Muy Resp.´, Gran Logia Valle de México y por los poderes de que hallo
investido por la libre voluntad de mis hermanos, declaro abiertos los trabajos de
esta Resp. Log. Simb. … en el primer grado de la masonería.
Por el signo y la batería del grado, housse, housse, housse.
V: M:.- Querido hermano Orador, sed tan amable de dar la bienvenida a los
hermanos visitantes y visitadores, quienes nos honran son su presencia y nos
han vendido a ilustrar con sus luces y sus conocimientos.
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