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LAS RELACIONES
ENTRE LOS CUATRO EVANGELIOS

La introducción precedente ha tratado de situar los cuatro evangelios


en el contexto de la producción de libros sobre Jesús, describiendo al mis-
mo tiempo el proceso a través del cual alcanzaron un reconocimiento y
una estima particulares en el cristianismo naciente. Al presentar el proce-
so que siguió la tradición sobre Jesús, hemos observado que los diversos
escritos en que cristalizó se encuentran vinculados entre sí a través de
complejas relaciones. Dentro de este conjunto de escritos, los evangelios
canónicos forman un grupo peculiar, puesto que poseen importantes se-
mejanzas en cuanto a la forma y al contenido. Todos ellos, en efecto, son
textos narrativos que se atienen básicamente al mismo esquema e integran
diversas tradiciones que se transmitieron de forma independiente (colec-
ciones de dichos y anécdotas, agrupaciones de milagros, breves relatos,
etc.). Tales semejanzas ponen de manifiesto que se hallan estrechamente
relacionados entre sí.
En los tratados sobre los evangelios las relaciones que se observan en-
tre los cuatro evangelios suelen estudiarse por separado. Por un lado, se
analizan las que se dan entre los tres primeros, en lo que se conoce tradicio-
nalmente como la «cuestión sinóptica», y por otro las que existen entre es-
tos tres y el Evangelio de Juan. Sin embargo, cuando las relaciones entre
los cuatro se estudian teniendo en cuenta el panorama descrito en la intro-
ducción, se advierte mejor la conexión entre estas dos cuestiones. Aunque
las relaciones entre los sinópticos plantean una problemática muy especí-
fica, esta no está totalmente desconectada de la que suscita la relación de
los tres con el Evangelio de Juan. Por esta razón, tratamos ambas cuestio-
nes dentro de un mismo capítulo. Antes de abordarlas, sin embargo, es ne-
cesario aclarar cómo se difundió y transmitió inicialmente el texto de los
evangelios, pues este aspecto es determinante para plantear adecuadamen-
te el problema de las relaciones entre ellos.
64 Laformación de los evangelios
Las relacione: ~

1. EL TEXTO DE LOS EVANGELIOS


por ejemplo, el texto alejandrin
les con la versión de Juan (Le :-
La comparación entre los evangelios, lo mismo que su estudio crítico o
lo cual induce a pensar en UIU
su traducción a las lenguas modernas, suele hacerse a partir de las edicio-
pero esto no ocurre cuando lo
nes críticas del Nuevo Testamento, pero con frecuencia se olvida que tales
guado en el códice Beza y en las
ediciones son reconstrucciones realizadas a partir de los manuscritos que
- ea que la comparación entre
han llegado hasta nosotros. La sensación de realidad que producen estas
cienes que hacen las edicione
reconstrucciones hace olvidar que muchos de los textos que utilizaron los
La crítica textual goza de
primeros cristianos, incluidos los que conocieron y utilizaron los autores
-... pero cada vez existe una coz
de los evangelios, se han perdido para siempre y que, por tanto, las relacio-
textos que nos proporciona no ~
nes entre los evangelios sólo pueden reconstruirse hipotéticamente.
'1" de presupuestos y postulados
.extos que muy probablemente
a) Limitaciones de la crítica textual ha, la crítica textual se basa
crente ha puesto en cuestión. E: ~
1. K. ElIiott, The Relevance ofTextual Criticism to the Synoptic Problem, en D. Dungan
texto original. El segundo, que .
(ed.), The Interrrelation ofthe Gospels, Leuven 1990,348-359; E. Nestle - K. Aland, No-
vum Testamentum Graece, Stuttgart 272001, edición revisada; D. C. Parker, An Introduc- manuscritos que han llegado -
tion to the New Testament Manuscripts and their Texts, Cambridge 2008; T. C. Penner, sobre los procesos de producció _
«In the Beginning»: Post-Critical Reflections on Early Christian Textual Transmission guo y en el cristianismo naciera
and Modern Textual Transgression: Perspectives in Religious Studies 33 (2006) 415-434. antiguos de los evangelios. -
como se verá a continuació
Las ediciones críticas proponen un texto de los evangelios que ha si-
do reconstruido a partir de un minucioso examen de los más de cinco mil
manuscritos del Nuevo Testamento que han llegado hasta nosotros, espe- La producción y difusión de lo. ~
cialmente de los papiros y códices más antiguos. En los dos últimos siglos
exander, Ancient Book Production
la crítica textual del Nuevo Testamento ha estudiado estos manuscritos,
ed.), The Gospels for Al! Christian.
los ha clasificado por familias y ha elaborado un «árbol genealógico» que . 71-111; J. Dewey, The Survival o/
sitúa a cada uno de ellos con respecto a los demás. La crítica textual ha Literature 123 (2004) 495-507: H
desarrollado también una serie de criterios para identificar los errores más h: A History of Early Christian TE
comunes de los escribas y para determinar qué manuscritos han conserva- of the Gospels, Cambridge 1997.

do mejor el tenor original de una frase cuando hay discrepancias entre


La producción y difusión de tex;
ellos. Como resultado de todo este trabajo, en las ediciones críticas se pro-
cr con los procesos que se gene
pone el texto de los evangelios que se considera más de acuerdo con el
renta, que son los que configuran
original, señalando a pie de página las principales variantes o una selec-
de un escrito. Los textos se
ción de las mismas.
- _. hechas a mano y, debido a ellc
Por su misma naturaleza, estas ediciones críticas eligen unas lecturas
_ les. Además, la forma más co
entre otras, y esto tiene consecuencias a la hora de reconstruir las relacio-
. güedad era la representación oral. •..
nes entre los evangelios. Así, la idea que podemos hacemos de las rela-
.1 recitar o hacer recitar sus obras
ciones entre el Evangelio de Juan y el Evangelio de Lucas será diferente si
-. en representaciones teatrales o
en lugar de tomar como referencia el texto alejandrino, que es el que sue-
"a ofrecer también el original de s
len preferir las ediciones críticas, utilizamos el texto occidental. En el rela-
y luego lo vendía, pero esta no
to de la aparición de Jesús a los discípulos (Jn 20, 19-23// Le 24, 36-43),
"O en la antigüedad. Era mucho
Las relaciones entre los cuatro evangelios 65

por ejemplo, el texto alejandrino muestra importantes coincidencias verba-


les con la versión de Juan (Le 24, 36 = Jn 20, 19; Le 24, 40 = Jn 20, 20),
__ te·:;-.-e _ e tudio crítico o
lo cual induce a pensar en una cierta relación de dependencia literaria;
1dI-=::se= _ partir de las edicio-
pero esto no ocurre cuando lo comparamos con el texto occidental, atesti-
.:iI::::::f~:ase olvida que tales
guado en el códice Beza y en las antiguas traducciones latinas. Esto signi-
.1~=e~ o manuscritos que
fica que la comparación entre los evangelios está condicionada por las op-
::s;;a••••.•..:.....- que producen estas
ciones que hacen las ediciones críticas en la reconstrucción del texto .
•.•••. ¡ -" :1"- que utilizaron los
La crítica textual goza de una estima merecida entre filólogos y exege-
. izaron los autores
tas, pero cada vez existe una conciencia más extendida de sus límites. Los
r tanto, las relacio- textos que nos proporciona no son sino reconstrucciones realizadas a par-
téticamente. tir de presupuestos y postulados de la lingüística moderna y, por tanto,
textos que muy probablemente no han existido nunca exactamente así. De
hecho, la crítica textual se basa en dos postulados que la investigación re-
ciente ha puesto en cuestión. El primero de ellos es que existió un único
. Problem, en D. Dungan texto original. El segundo, que dicho texto puede reconstruirse a partir de
:: . E.. estle - K. Aland, No-
los manuscritos que han llegado hasta nosotros. Tanto lo que conocemos
,,1:zli:s!C!:. D. C. Parker, An Introduc-
••. '.:;;¡;:..., ••.•z::...."'. rídge 2008; T. C. Penner, sobre los procesos de producción y difusión de los textos en el mundo an-
_,¡¡;;_-r--irri'7n Textual Transmission tiguo y en el cristianismo naciente, como el examen de los manuscritos
más antiguos de los evangelios, revela que ambas cosas son poco proba-
bles como se verá a continuación.
- e angelios que ha si-
e los más de cinco mil
'0 hasta nosotros, espe- b) La producción y difusión de los evangelios
•• ~~s- En los dos últimos siglos
L. Alexander, Ancient Book Production and the Circulation ofthe Gospels, en R. Bauck-
iado estos manuscritos,
ham (ed.), The Gospelsfor Al! Christians: Rethinking the Gospel Audiences, Edinburgh
árbol genealógico» que 1998,71·111; J. Dewey, The Survival of Mark s Gospel.· a Good Story?: Joumal of Bi-
" . La crítica textual ha blical Literature 123 (2004) 495-507; H. Y. Gamble, Books and Readers in the Early
entificar los errores más Church: A History ofEarly Christian Texts, New Haven 1995; D. C. Parker, The Living
Text of the Gospels, Cambridge 1997.
~r> zaanuscritos han conserva-
- hay discrepancias entre
La producción y difusión de textos en el mundo antiguo tiene poco que
- ediciones críticas se pro-
ver con los procesos que se generalizaron después de la invención de la
más de acuerdo con el
imprenta, que son los que configuran nuestra forma de entender la publica-
.1fII"J:C,:-:ale variantes o una se lec- ción de un escrito. Los textos se reproducían y se difundían a través de co-
pias hechas a mano y, debido a ello, no existían dos copias exactamente
._IIS ~ "ricas
eligen unas lecturas
iguales. Además, la forma más común de dar a conocer una obra en la an-
~ de reconstruir las relacio- tigüedad era la representación oral. Los escritores buscaban la ocasión pa-
- ~ os hacemos de las rela- ra recitar o hacer recitar sus obras en cenas privadas o en lecciones públi-
.D~{'O de Lucas será diferente si cas, en representaciones teatrales o en declamaciones poéticas. Un autor
drino, que es el que sue- podía ofrecer también el original de su obra a un «editor», que lo hacía co-
~~5:'~ - xto occidental. En el rela- piar y luego lo vendía, pero esta no era la forma más común de difundir un
- _O. 19-23// Le 24,36-43), libro en la antigüedad. Era mucho más común que las personas interesadas
66 Laformación de los evangelios

en el mismo tema se prestaran sus libros para copiarlos, o que los discípu- ron diversos textos que se actualiza
los de un maestro publicaran sus notas, o que alguien dedicara su obra a un úblicas y a medida que se copiaban.. -.::
mecenas para que este promoviera su difusión. Con este procedimiento no sustancialmente diferentes entre sí.
resultaba muy complicado realizar una nueva edición de la obra o introdu- _ue es constitutiva de la primera difus.á
cir en ella algunas mejoras, como ocurrió, por ejemplo, con la retórica de e prácticamente imposible identi
Quintiliano, publicada primero por sus alumnos y luego por él mismo en rarias que existieron entre ellos.
una edición revisada (I, Pref. 7-8).
En este escenario, que se parece más a la difusión de textos en la era
~ Los manuscritos más antiguos
digital que a la edición en la era Guttenberg, es posible imaginar cómo se
realizó la primera producción y difusión de los evangelios. Imaginemos, E 1. Epp, The Significance ofthe Papyrifor
por ejemplo, cómo pudo ser la del Evangelio de Marcos. Es muy proba- Text in the Second Century: A Dynamic Ti
ble que, en sus primeros estadios, su versión escrita se redujera a unas no- . Gospel Traditions in the Second Centur:
tas que servían como soporte para la recitación. Sólo después de haber si- . Notre Dame 1989, 71-103; P. M. Head.. e
do recitado varias veces y de haber recibido la aprobación de los oyentes tial Alterations in the Synoptic Gospels: ~
'. Hurtado, Los primitivos papiros cristi
se habría puesto por escrito el relato completo, que pronto habría sido co-
~ Iext ofthe Gospels, Cambridge 1997.
piado para ser recitado en otros grupos de discípulos que deseaban escu-
charlo. A medida que el texto de Marcos se copiaba, los copistas podrían
El segundo postulado de la crítica -
haber ido incorporando recuerdos sobre Jesús que eran significativos en
_5 evangelios puede reconstruirse a par
las comunidades para las que los copiaban, y es posible que con el paso
__e han llegado hasta nosotros. Este pos
del tiempo su autor o un escriba autorizado hiciera una nueva edición que
.~. pues los papiros encontrados co
se difundió apoyándose en la autoridad de alguno de los apóstoles o de
..:e existieron en los primeros siglos <le
una comunidad importante.
amente tardíos. Los más antiguos
Como veremos al estudiar cada uno de los evangelios, existen indicios
.. pero la mayoría de ellos proced
de que esta reconstrucción es algo más que un ejercicio de imaginación.
crienen sólo fragmentos, en general
La flexibilidad del proceso de composición y difusión de los evangelios
se explica fácilmente si se tiene en cuenta que, cuando comenzaron a di- des códices unciales de la época e
fundirse, los evangelios no tenían aún el reconocimiento y autoridad que reconstruir el texto completo de 1
alcanzarían después. Entre su composición, a finales del siglo 1 d.C., y su ante observar que la datación de
reconocimiento como Escritura en la segunda mitad del siglo 1I d.C., me- 1 momento en que los cuatro evan~
dia casi un siglo, en el que estos textos se copiaron con relativa libertad. - como Escritura, y que la mayoría
Durante este tiempo los copistas tenían a disposición no sólo los evange- ocimiento estaba ampliamente g
lios canónicos, algunos de los cuales, como hemos visto, alcanzaron pron- icaba la selección de algunos ev
to una gran difusión, sino también otros libros sobre Jesús y, sobre todo, s.entes sobre Jesús, sino también la
la tradición oral que seguía teniendo gran vitalidad. esos evangelios entre las que cin
A la vista de este panorama cabe preguntarse: ¿Es posible identificar el ~- las copias que se hacían de ellas.
«texto original» del Evangelio de Marcos? ¿Cuál de las primeras copias y ora bien, si los papiros más antig
ediciones podemos considerar como la «original»? En el caso de que este zornenzaba a ejercerse un control e
evangelio haya sido utilizado por otros evangelistas, ¿Podemos estar segu- que la versión de los evangelio
ros de que todos utilizaron la misma versión? ¿Es posible identificar la ogénea. Sin embargo no es así. Al
versión o edición que utilizó cada uno de ellos? El principal problema es ,cter fragmentario, estos papiros TI
que no existió un único texto original, sino que desde el principio existie- sas ediciones, sino también proceso
Las relaciones entre los cuatro evangelios 67

s para copiados, o que los discípu- ron diversos textos que se actualizaban y enriquecían en las recitaciones
que alguien dedicara su obra a un públicas y a medida que se copiaban. En general, estas versiones no eran
f ión. Con este procedimiento no sustancialmente diferentes entre sí, pero sí eran diversas, y esa diversidad,
ueva edición de la obra o introdu- que es constitutiva de la primera difusión y transmisión de los evangelios,
ó. por ejemplo, con la retórica de hace prácticamente imposible identificar con precisión las relaciones lite-
lumnos y luego por él mismo en rarias que existieron entre ellos.

- a la difusión de textos en la era


e) Los manuscritos más antiguos
rg, es posible imaginar cómo se
de los evangelios. Imaginemos, E. J. Epp, The Significance ofthe Papyri for Determining the Nature ofthe New Testa-
gelio de Marcos. Es muy proba- ment Text in the Second Century: A Dynamic View ofTextual Criticism, en W. L. Petersen
_ ón escrita se redujera a unas no- (ed.), Gospel Traditions in the Second Century: Origins, Recensions, Text, and Transmis-
ión. Sólo después de haber si- sion, Notre Dame 1989, 71-103; P. M. Head, Christology and Textual Transmission: Re-
verential Alterations in the Synoptic Gospels: Novum Testamentum 35 (1993) 105-129;
cido la aprobación de los oyentes
L. W. Hurtado, Los primitivos papiros cristianos, Salamanca 2010; D. C. Parker, The Li-
leto, que pronto habría sido co-
ving Text ofthe Gospels, Cambridge 1997.
~ discípulos que deseaban escu-
s se copiaba, los copistas podrían
El segundo postulado de la crítica textual es que el texto original de
ús que eran significativos en
los evangelios puede reconstruirse a partir de los testimonios manuscritos
. y es posible que con el paso
que han llegado hasta nosotros. Este postulado resulta también problemá-
hiciera una nueva edición que
tico, pues los papiros encontrados constituyen una mínima parte de los
- e alguno de los apóstoles o de
que existieron en los primeros siglos del cristianismo y además son rela-
tivamente tardíos. Los más antiguos suelen datarse a finales del siglo II
o evangelios, existen indicios
d.C., pero la mayoría de ellos proceden del siglo 1lI d.C. Estos papiros
un ejercicio de imaginación.
contienen sólo fragmentos, en general poco extensos, y de no ser por los
difusión de los evangelios
grandes códices unciales de la época constantiniana, habría sido muy di-
ue cuando comenzaron a di-
re onocimiento y autoridad que fícil reconstruir el texto completo de los evangelios a partir de ellos. Es
a finales del siglo 1 d.C., y su interesante observar que la datación de los papiro s más antiguos coincide
mitad del siglo n d.C., me- con el momento en que los cuatro evangelios comenzaban a ser recono-
~ piaron con relativa libertad. cidos como Escritura, y que la mayoría de ellos se copiaron cuando dicho
sposición no sólo los evange- reconocimiento estaba ampliamente generalizado. Este proceso no sólo
emos visto, alcanzaron pron- implicaba la selección de algunos evangelios entre los diversos libros
TO sobre Jesús y, sobre todo, existentes sobre Jesús, sino también la elección de las ediciones adecua-
lidad. das de esos evangelios entre las que circulaban y un control más cuidado-
e: ¿Es posible identificar el so de las copias que se hacían de ellas.
Cuál de las primeras copias y Ahora bien, si los papiros más antiguos proceden de una época en la
_ al»? En el caso de que este que comenzaba a ejercerse un control en la transmisión del texto, cabría
= . tas, ¿Podemos estar segu- esperar que la versión de los evangelios conservada en ellos fuera bastan-
~: ¿Es posible identificar la te homogénea. Sin embargo no es así. A pesar de su escaso número y de
-? El principal problema es su carácter fragmentario, estos papiros no sólo revelan la existencia de di-
desde el principio existie- versas ediciones, sino también procesos de «contaminación textual». La
68 Laformación de los evangelios Las relaciones entre los cu.

existencia de tradiciones textuales tan diferentes como la alejandrina y la El estudio de las relaciones entre los ev
occidental en el caso de la obra lucana es un ejemplo de lo primero. Ejem- se en este marco. Con los datos de que di
plos de lo segundo serían el influjo de la versión más reconocida de uno ario pretender describirlas con detalle. P:
de los sinópticos (generalmente Mateo) en los otros dos, o las alteraciones os los textos que fueron utilizados y cono
motivadas por razones de tipo cristo lógico en los títulos o las afirmacio- odificó y transmitió cada uno de los evang
nes sobre Jesús. Si esta diversidad y flexibilidad existía después de que __ae tenemos es cierta información acerca de
los evangelios hubieran sido reconocidos como Escritura, es razonable dirse los libros en el mundo antiguo y en
pensar que también haya existido, y en mayor medida, antes de dicho re- o, y unos pocos papiros fragmentarios qu
conocimiento. Tal suposición se puede confirmar analizando las citas de _ as citas esporádicas de los escritores cri
los evangelios que se encuentran en los autores del siglo 11d.C. y en las eras traducciones de dicho texto. Esto
más antiguas traducciones. Aunque también esta evidencia es fragmenta- ices unciales del siglo IV constituyen la l
ria, todos los indicios sugieren que, durante el siglo 11d.C., circularon di- - críticas, a partir de las cuales se pueden f(
versas versiones de los evangelios, cuyo mutuo influjo afectó a la trans- _~ las relaciones entre los evangelios.
misión del texto de cada uno de ellos.

- LAS RELACIONES ENTRE LOS EVANGELIOS


d) ¿Descripción o hipótesis?

Tanto el estudio de los procesos de producción y difusión de los textos Cuando se comparan los evangelios más ~
en el mundo antiguo, como el análisis de los manuscritos que han llegado ~ que los cuatro canónicos poseen varios el
hasta nosotros, ponen de manifiesto que las ediciones críticas que suelen cidencias son todavía mayores entre los 1
utilizarse como base para establecer las relaciones entre los cuatro evange- - propiciaron en los primeros siglos del cri
lios son modernas reconstrucciones de unos textos que existieron en una onizaciones, Al hablar de los primeros eS
forma más fluida y flexible en los diversos estadios de su composición y -·0 el Diatesaron, la armonía de los evange

difusión. Para reconstruir con precisión dichas relaciones sería necesario do como base el Evangelio de Juan; pero
conocer las versiones que se utilizaron en cada momento de este proceso, igua. Hemos visto también cómo esta tene
pero tal cosa resulta totalmente imposible. Esto no significa que sea impo- __onocimiento generalizado del evangelio e
sible determinar qué tipo de relaciones existieron entre los evangelios, si- autoridad de cuatro relatos bastante parecí
no que los datos reales y concretos de estos procesos no pueden ser recu- El reconocimiento eclesial de estos cuatn
perados. Como ocurre con otros muchos fenómenos del mundo físico y de cuestión de las relaciones entre ellos. A
los procesos históricos, sólo es posible conocerlos a través de sus efectos y de una mayor sensibilidad tea lógica, 1
sólo a partir del conocimiento de tales efectos se puede elaborar una hipó- =~taron, sobre todo, por las relaciones enu
tesis que los explique. la tuvieron que dar una explicación a
Las hipótesis son modelos teóricos que sirven para explicar fenóme- .e existen entre los sinópticos. Como el eva
nos complejos de la vida real. Es importante tener presente que una hipó- es era el de Mateo, la explicación más
tesis no es una descripción de dichos fenómenos, sino una representación uesta por san Agustín, según la cual est
abstracta y simplificada de ellos. Las ciencias experimentales las utilizan por Marcos y por Lucas.
asiduamente para explicar muchos fenómenos a través de sus efectos. De ~as semejanzas y diferencias entre estos
hecho, la mayor parte de las explicaciones en que se sustentan las teo- eadiendo y provocando interrogante s a cua
rías de la ciencia moderna se basan en hipótesis. Para que tengan valor estudio crítico sólo pudo comenzar cu
deben ser capaces de explicar de la forma más sencilla el mayor número era sinopsis de los evangelios a finales (
posible de datos. libro en el que se han dispuesto en paral
Las relaciones entre los cuatro evangelios 69

rerentes como la alejandrina y la El estudio de las relaciones entre los evangelios sólo puede plantear-
ejemplo de lo primero. Ejem- se en este marco. Con los datos de que disponemos sería completamente
'" ión más reconocida de uno ilusorio pretender describirlas con detalle. Para ello necesitaríamos tener
- otros dos, o las alteraciones todos los textos que fueron utilizados y conocer cómo se compuso, editó,
en los títulos o las afirmacio- modificó y transmitió cada uno de los evangelios. Sin embargo, lo único
ilidad existía después de que que tenemos es cierta información acerca de cómo solían producirse y di-
- como Escritura, es razonable fundirse los libros en el mundo antiguo y en el naciente movimiento cris-
yor medida, antes de dicho re- tiano, y unos pocos papiros fragmentarios que podemos comparar con al-
nfirmar analizando las citas de gunas citas esporádicas de los escritores cristianos más antiguos y con las
- autores del siglo 11 d.C. y en las primeras traducciones de dicho texto. Estos datos, junto con los grandes
ién esta evidencia es fragmenta- códices unciales del siglo IV constituyen la base de las modernas edicio-
te el siglo II d.C., circularon di- nes críticas, a partir de las cuales se pueden formular algunas hipótesis so-
mutuo influjo afectó a la trans- bre las relaciones entre los evangelios.

2. LAS RELACIONES ENTRE LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS

r oducción y difusión de los textos Cuando se comparan los evangelios más antiguos, se advierte ensegui-
.1" los manuscritos que han llegado da que los cuatro canónicos poseen varios elementos en común y que las
_e las ediciones críticas que suelen coincidencias son todavía mayores entre los tres primeros. Tales semejan-
- relaciones entre los cuatro evange- zas propiciaron en los primeros siglos del cristianismo el fenómeno de las
,3 unos textos que existieron en una armonizaciones. Al hablar de los primeros escritos sobre Jesús he mencio-
'" os estadios de su composición y nado el Diatesaron, la armonía de los evangelios que compuso Taciano to-
dichas relaciones sería necesario mando como base el Evangelio de Juan; pero esta no fue la única ni la más
en cada momento de este proceso, antigua. Hemos visto también cómo esta tendencia fue neutralizada por el
le. Esto no significa que sea impo- reconocimiento generalizado del evangelio en cuatro formas, que ratificó
_ existieron entre los evangelios, si- la autoridad de cuatro relatos bastante parecidos entre sí.
tos procesos no pueden ser recu- El reconocimiento ec1esial de estos cuatro relatos hizo que se plantea-
- fenómenos del mundo fisico y de ra la cuestión de las relaciones entre ellos. Al principio, tal vez bajo el in-
onocerlos a través de sus efectos y flujo de una mayor sensibilidad teológica, los autores cristianos se pre-
efectos se puede elaborar una hipó- guntaron, sobre todo, por las relaciones entre Juan y los otros tres; pero
pronto tuvieron que dar una explicación a las llamativas coincidencias
- que sirven para explicar fenóme- que existen entre los sinópticos. Como el evangelio más difundido por en-
rtante tener presente que una hipó- tonces era el de Mateo, la explicación más aceptada y difundida fue la
enómenos, sino una representación propuesta por san Agustín, según la cual este evangelio habría sido utili-
ciencias experimentales las utilizan zado por Marcos y por Lucas .
. ómenos a través de sus efectos. De Las semejanzas y diferencias entre estos tres evangelios siguieron sor-
iones en que se sustentan las teo- prendiendo y provocando interrogantes a cuantos se acercaban a ellos, pe-
en hipótesis. Para que tengan valor ro su estudio crítico sólo pudo comenzar cuando 1. Griesbach elaboró la
rma más sencilla el mayor número primera sinopsis de los evangelios a finales del siglo XVIII. Una sinopsis
es un libro en el que se han dispuesto en paralelo los pasajes que dos o más
70 Laformación de los evangelios Las relaciones

evangelios tienen en común. Su propósito es identificar con precisión las Estas constataciones iniciales
coincidencias y discrepancias que existen entre ellos para estudiarlas crí- que el Evangelio de Marcos es e
ticamente. Generalmente, las sinopsis incluyen los cuatro evangelios, pe- siculos en común con los otro
ro tan sólo los tres primeros pueden leerse verdaderamente en paralelo • ios. Por otro lado, si se tiene en
(syn-opsis significa visión o lectura conjunta), y por esta razón sólo ellos evangelios tienen en común, se ~-
reciben el nombre de evangelios sinópticos. Lucas tienen en común contienen
e Jesús, mientras que el resto ti~
re todo relatos.
a) El problema sinóptico
En segundo lugar es interesante
K. Aland, Synopsis Quattuor Evangeliorum, Stuttgart 91976; J. Alonso Díaz - A. Var- en cuanto al orden en que están
gas-Machuca, Sinopsis de los evangelios, Madrid 1996; D. L. Dungan, A History of . Esta observación es muy impor;
the Synoptic Problem, New York 1999; D. L. Dungan (ed.), The Interrelations ofthe zes de dependencia literaria, pues s
Gospels, Leuven 1990; W. R. Farmer, The Present State ofthe Synoptic Problem, en
común, pero no en el mismo ord
R. P. Thompson - Th. E. Phillips (eds.), Literary Studies in Luke-Acts, Macon 1998,
11-36; J. Kloppenborg, Q. El evangelio desconocido, Salamanca 2005, 29-81; R. H. mente recurriendo a la tradición
Stein, The Synoptic Problem: An Introduction, Grand Rapids 1987. enen un número importante de p
er que uno de ellos ha utilizado ='
Para explicar las relaciones entre los tres primeros evangelios es nece- cnsma fuente escrita, porque sería T""
sario conocer antes las coincidencias y divergencias que se dan entre ellos. se hubieran transmitido en el miSID
Tanto unas como otras pueden analizarse a tres niveles: el de los conteni- Con respecto a las coincidencias
dos que ha incorporado cada uno; el del orden en que aparecen dispuestos zacerse las siguientes constataciones
los diversos episodios; y el de las expresiones concretas con que está for- en Marcos:
mulado cada pasaje. a) Los tres sinópticos pose
Por lo que se refiere a los contenidos, un repaso de la sinopsis permi- sulta peculiar cuando lo co
te constatar una serie de datos que resultan ya orientativos: dencia en el trazado gene
a) Los tres evangelios tienen en común unos trescientos treinta ver- tienen paralelo en Marcos •
sículos. b) Los pasajes que aparecen
b) Mateo y Marcos tienen en común unos ciento ochenta versículos. cos (Mt-Mc o Me-Le) suel
e) Lucas y Marcos, por su parte, coinciden en unos cien versículos. se hallan en Marcos y en los
d) Mateo y Lucas tienen en común doscientos treinta versículos. e) Mateo no coincide en el 0:-;::
e) Cada uno de los tres posee algunos versículo s que no se encuen- mienzo de la actividad de ;e-
tran en ninguno de los otros dos: Marcos, cincuenta y un versícu- que la sección del viaje es -
los; Mateo, trescientos treinta; y Lucas unos quinientos. 28) que en los otros dos.
d) Mateo y Lucas coinciden e
Expresado de forma gráfica, las coincidencias entre los tres sinópticos cos y dejan de coincidir e

Mt
Mc
Le
1070 v.
661 v.
1160 v.
--
darían como resultado la siguiente tabla de coincidencias:

-
330 v. 180 v.
liiI
lI'iI

100 v.
c:::=:J

~
230 v.
c::===J

330 v.
o

51 v. 500v.
serva claramente en los p .
(Mt 1~; Mc 1; Le l~).

i.os pasajes que Mateo y Lucas ne


características peculiares que lo
ún con Marcos. Si tomamos com;
Las relaciones en/re los cuatro evangelios 71

n cisión las Estas constataciones iniciales de carácter externo permiten descubrir


diarias crí- que el Evangelio de Marcos es el que tiene proporcionalmente más ver-
gelios, pe- sículos en común con los otros dos y el que tiene menos versículos pro-
•••• E::::¡;;;;;~,=·e~en paralelo pios. Por otro lado, si se tiene en cuenta el tipo de material que dos o más
- ._ ..,..;::..."
razón sólo ellos evangelios tienen en común, se advierte que los versículo s que Mateo y
Lucas tienen en común contienen casi exclusivamente dichos y anécdotas
de Jesús, mientras que el resto de los materiales compartidos contienen
sobre todo relatos.
En segundo lugar es interesante observar las coincidencias y divergen-
cias en cuanto al orden en que están dispuestos los pasajes en cada evange-
lio. Esta observación es muy importante a la hora de determinar las relacio-
nes de dependencia literaria, pues si dos escritos poseen algunos pasajes en
común, pero no en el mismo orden, esta coincidencia puede explicarse fá-
cilmente recurriendo a la tradición oral. Sin embargo, cuando dos escritos
tienen un número importante de pasajes en el mismo orden, es más fácil su-
poner que uno de ellos ha utilizado el otro, o que ambos han utilizado la
MII:IJ:D.!:::::5. angelios es nece- misma fuente escrita, porque sería menos probable que todos estos pasajes
_ - dan entre ellos. se hubieran transmitido en el mismo orden oralmente.
•• s. el de los conteni- Con respecto a las coincidencias y divergencias en el orden, pueden
cen dispuestos hacerse las siguientes constataciones sobre los pasajes que tienen parale-
on que está for- lo en Marcos:

a) Los tres sinópticos poseen el mismo esquema narrativo, que re-


sulta peculiar cuando lo comparamos con el de Juan; esta coinci-
dencia en el trazado general se da, sO,bre todo, en los pasajes que
tienen paralelo en Marcos (Mt-Mc-Lc; Mt-Mc y Mc-Lc).
b) Los pasajes que aparecen sólo en Marcos y en otro de los sinópti-
- ochenta versículos. cos (Mt-Mc o Me-Le) suelen seguir las mismas pautas que los que
o cien versículos. se hallan en Marcos y en los otros dos a la vez (Mt-Mc-Lc).
",_::e~)'5_ einta versículos. c) Mateo no coincide en el orden con Marcos y Lucas en el co-
•• 'Ié~~los- que no se encuen- mienzo de la actividad de Jesús en Galilea (Mt 5-13), mientras
uenta y un versícu- que la sección del viaje es más amplia en Lucas (Le 9, 51-19,
- quinientos. 28) que en los otros dos.
d) Mateo y Lucas coinciden en el orden cuando coinciden con Mar-
cos y dejan de coincidir cuando no coinciden con él. Esto se ob-
serva claramente en los primeros capítulos de los tres evangelios
(Mt 1---4; Mc 1; Lc 1---4).

o
Los pasajes que Mateo y Lucas tienen en común presentan una serie
de características peculiares que los distinguen de los que ambos tienen en
v, 51 v. 500 v. común con Marcos. Si tomamos como referencia el esquema de Marcos,
72 Laformación de los evangelios Las relacioeer ~

que comparten básicamente Mateo y Lucas, observamos que Mateo y Lu- MATEO 8,14-15
cas no suelen situar estos pasajes en el mismo lugar con respecto a dicho
esquema. Únicamente en el comienzo del ministerio de Jesús (predica-
ción de Juan Bautista, bautismo y tentaciones de Jesús) encontramos al- Y. yendo Jesús
gunos dichos en el mismo lugar del esquema compartido con Marcos. Sin _ la casa de Pedro
embargo, si prescindimos del esquema que comparten con Marcos, los
otros dos sinóptico s -es decir, Mateo y Lucas- coinciden con frecuencia ió a su suegra
en el orden relativo de muchos de estos pasajes que tienen en común. Un ada y febril

ejemplo de ello puede verse en la siguiente secuencia:

Lc 9, 57-60 Condiciones para seguir a Jesús Mt 8, 19-22 Y, acel~''''--


Lc 10,2-12 Envío de los discípulos Mt 9,37-10,16 zomó la mano de ella agarráaée
Lc 10,21-24 Oración de Jesús Mt 11,25-27 dejó la fiebre Ylad
-. levantó
Lucas ha situado estos pasajes en el marco del viaje de Jesús desde Ga- ervía y los
lilea hasta Jerusalén (Le 9, 51-19, 28), mientras que Mateo los ha situado
al comienzo del ministerio de Jesús en Galilea, que es una etapa anterior en
Observamos enseguida que ~.
el esquema que él y Lucas comparten con Marcos (en Mateo, el viaje de
~S versiones: a la casa ... suegr.
Jesús a Jerusalén no comienza hasta Mt 19, 1). Ahora bien, a pesar de es-
erosas coincidencias entre .M-
tas diferencias respecto al esquema compartido con Marcos, estos episo-
. Aquí resulta interesante obs
dios poseen el mismo orden relativo en ambos evangelios.
no coincide con Marcos, el
En tercer lugar, analizamos las coincidencias y divergencias en las ex-
Marcos y Lucas coinciden en
presiones concretas que utiliza cada evangelista. Este tipo de análisis per-
•. I.-\TEO
mite observar con mayor precisión las relaciones de dependencia literaria
entre los evangelios, pero debe hacerse con cautela, pues es en este nivel
a lo casa de Pedro
donde la decisión sobre una u otra variante a la hora de reconstruir el tex-
egra
to puede determinar la visión de las relaciones entre dos escritos. En este
nivel los casos concretos se multiplican y las síntesis deben hacerse con servía
más prudencia.
Para ofrecer una idea de las implicaciones de este tipo de compara- Pero Mateo y Marcos coincid
ción, proponemos un pasaje representativo de los que comparten los tres
s: _ strada y febril yacíafe.
sinópticos. Antes de seguir la explicación, sería conveniente sombrear con
distintos colores las palabras que los tres sinópticos tienen en común, las ó la mano de ella agarránd
que comparten Mt y Me, las que comparten Mc y Le, y las que comparten
Mt y Le. Las palabras que quedarán sin colorear en cada columna serán unque a primera vista no se ons
las que son propias de cada evangelista. . .: Lucas en contra de Marcos,
A este nivel, la comparación debe realizarse siempre en la lengua ori- tres discípulos que acompañ
ginal; no obstante, con el objeto de facilitar el ejercicio, proponemos aqui iago y Juan. Además, en la conc ••
una traducción literal que trata de reflejar las coincidencias y diferencias con más detalle que Marcos b -
del original: ilizando palabras distintas: se __
e (Le).
Las relaciones entre los cuatro evangelios 73

•.• !!iIi.':::"¡:::::;::OS- que Mateo y Lu- MATEO 8,14-15 MARCOS 1, 29-31 LUCAS 4, 38-39
re pecto a dicho Y enseguida, Alzándose
.1_DS~:il ae Jesús (predica- saliendo de la sinagoga, de la sinagoga
- encontramos al- Y, yendo Jesús fue entró
.WI~~¡¡UO con Marcos. Sin a la casa de Pedro a la casa de Simón y An- a la casa de Simón
on Marcos, los drés con Santiago y Juan.
_ .::en con frecuencia vió a su suegra La suegra de Simón [La] suegra de Simón
~ en en común. Un postrada y febril yacía febril, estaba poseída por una fie-
y enseguida le informan bre grande y le preguntaron
sobre ella. sobre ella
Mt 8,19-22 Y, acercándose, la levantó y, colocándose sobre ella,
.1t9,37-1O,16 y tomó la mano de ella agarrándola de la mano, increpó a la fiebre
~1t 11,25-27 y la dejó la fiebre Y la dejó la fiebre y la dejó.
y se levantó Alzándose inmediatamen-
Jesús desde Ga- y lo servía y los servía te, los servía
los ha situado
etapa anterior en
Observamos enseguida que existen algunas coincidencias entre las
_. ateo, el viaje de
tres versiones: a la casa ... suegra ... y la dejó ... servía. También existen
a pesar de es-
numerosas coincidencias entre Marcos y cada uno de los otros dos sinóp-
o . estos episo-
ticos. Aquí resulta interesante observar que con frecuencia cuando uno de
ellos no coincide con Marcos, el otro sí lo hace.
cias en las ex-
Marcos y Lucas coinciden en contra de Mateo en varios detalles:
de análisis per-
._ .a::.:¡;+'C~dencia literaria MATEO MARCOS LUCAS
de la sinagoga de la sinagoga
- - en este nivel
a la casa de Pedro a la casa de Simon a la casa de Simón
_con truir el tex-
suegra suegra de Simon suegra de Simon
ritos. En este sobre ella
sobre ella
~ TI hacerse con lo servía los servía los servía

Pero Mateo y Marcos coinciden también en contra de Lucas:

postrada y febril yacía febril poseída por una fiebre


grande
tomó la mano de ella agarrándola de la mano increpó a la fiebre

Aunque a primera vista no se observa ninguna coincidencia entre Ma-


teo y Lucas en contra de Marcos, ambos coinciden en omitir la mención
de los tres discípulos que acompañan a Jesús y a Simón: y Andrés con
Santiago y Juan. Además, en la conclusión del relato, Mateo y Lucas ex-
plican con más detalle que Marcos la reacción de la mujer, aunque lo ha-
cen utilizando palabras distintas: se levantó (Mt); alzándose inmediata-
mente (Le).
74 La formacion de los evangelios Las relaciones entre 1,

Por último, se puede constatar que cada uno de los evangelistas tiene La prioridad de Marcos
elementos propios. La versión de Mateo es la más breve y se diferencia de
Goodacre, Fatigue in the Synoptics: New T,
las otras dos en la forma de designar a Simón (a quien llama Pedro) y en
creo The Synoptic Problem. A Way Throug
la observación final, según la cual la mujer curada sirve sólo a Jesús, no
ers - M. Davies, Studying the Synoptic
a todo el grupo. La de Marcos es la más extensa y es, como la de Mateo, iying the Synoptic Gospels, Grand Rapids -
un relato de sanación. Sin embargo, la de Lucas, que tiene algunas modi- ·Is.A Study ofOrigins, London 1924, ISS-
ficaciones estilísticas con respecto a las otras dos, se ha transformado en ¡J. X Freedman (ed.), The Anchor Bible Di
un relato de exorcismo.
Del análisis de este y otros muchos episodios pueden deducirse los si- La mejor forma de explicar las coi
guientes datos generales: - en los pasajes de triple tradición es S'
s fue compuesto antes que los otros d
a) Los pasajes que se encuentran en los tres evangelios suelen coin- .rtilizaron como fuente. Para justificar
cidir en algunas expresiones concretas. ersos argumentos, pero ninguno de ello
b) Mateo y Marcos coinciden a veces en contra de Lucas, mientras - ~ por separado. Lo que confiere valor
Lucas y Marcos lo hacen en contra de Mateo. de todos ellos y el hecho de que
e) Mateo y Lucas coinciden muy raramente en contra de Marcos. -~os plausible. Los argumentos, como
Sin embargo, hay cinco pasajes en los que se dan coincidencias sitúan a tres niveles.
importantes (Mt3, 11-17;4, 1-11; 12,22-37; 13,31-32; 10, 1-15 Por lo que se refiere al contenido, M
y par.) y unas cien coincidencias menores como las que hemos on respecto a los otros dos sinóptic
observado en este pasaje. ,-•..5 se encuentra en Mateo y en Lucas a 1

d) En aquellos pasajes que únicamente se encuentran en Mateo y :mos pocos pasajes (Me 3, 20-21;
en Marcos, o en Marcos y en Lucas, las coincidencias y diferen- .=unos versículo s sueltos no se encuent
cias son muy similares a las de los pasajes que los tres tienen en dato, combinado con el hecho de que
común. - _cho menor que el de Mateo o el de L
e) Los pasajes que sólo se encuentran en Mateo y en Lucas suelen ~.5 para explicar el origen del material

coincidir más literalmente. ne que Marcos fue utilizado como f


El carácter intermedio de Marcos poc
A partir de estas observaciones se pueden distinguir tres tipos de pasa- [ue fue compuesto con posterioridad
jes en los evangelios sinópticos. os habría combinado elementos de.
En primer lugar, los pasajes de triple tradición, que se encuentran en s mencionados más arriba. Sin embarg:
Marcos y en otro evangelio, o en los otros dos a la vez (Mt-Mc-Lc; Mt- esta segunda suposición, pues es más
Me y Me-Le). Estos pasajes contienen principalmente tradiciones narrati- ampliado el Evangelio de Marcos, y
vas y están dispuestos generalmente según el orden de Marcos, con cuya tenidos de Mateo y Lucas. Del mismc
versión suelen coincidir los otros dos o uno de ellos. _.Lucas sintetizaran los relatos de M~
En segundo lugar, los pasajes de doble tradición, que sólo se encuen- • Y no que Marcos seleccionara los ma
tran en Mateo y en Lucas (Mt-Lc). Estos pasajes contienen casi exclusiva- rmente los ampliara. Por último, es
mente dichos de Jesús y no ocupan el mismo lugar con respecto al esque- inaran los elementos redundante s
ma de Marcos, aunque poseen con frecuencia el mismo orden relativo. e .\1arcos los introdujera en los pasaje
Yen tercer lugar los pasajes de tradición única, que son los que se en- Pasando al segundo nivel, el del orde
cuentran sólo en uno de los evangelios. el dato más relevante es que Mate
';j -''',

:re sí cuando coinciden con Marcos, y


Las relaciones entre los cuatro evangelios 75

~ da uno de los evangelistas tiene b) La prioridad de Marcos


la más breve y se diferencia de
_ - imón (a quien llama Pedro) y en M. Goodacre, Fatigue in the Synoptics: New Testament Studies 44 (1998) 45-58; M. Go-
odacre, The Synoptic Problem. A Way Through the Maze, London 2001, 56-105; E. P.
jer curada sirve sólo a Jesús, no
Sanders - M. Davies, Studying the Synoptic Gospels, London 1989, 51-66; R. H. Stein,
- extensa y es, como la de Mateo, Studying the Synoptic Gospels, Grand Rapids 22001, 49-96; B. H. Streeter, The Four
Lucas, que tiene algunas modi- Gospels. A Study of Origins, London 1924, 155-198; C. M. Tuckett, Synoptic Problem,
- tras dos, se ha transformado en en D. N. Freedman (ed.), The Anchor Bible Dictionary VI, New York 1992,263-270.

_ i odios pueden deducirse los si- La mejor forma de explicar las coincidencias y divergencias que se
dan en los pasajes de triple tradición es suponer que el Evangelio de Mar-
cos fue compuesto antes que los otros dos y que tanto Mateo como Lucas
~ los tres evangelios suelen coin- lo utilizaron como fuente. Para justificar esta suposición se suelen dar di-
retas. versos argumentos, pero ninguno de dios constituye una prueba irrefuta-
e en contra de Lucas, mientras ble por separado. Lo que confiere valor a la argumentación es la confluen-
_ ~rra de Mateo. cia de todos ellos y el hecho de que cualquier otra explicación resulta
raramente en contra de Marcos. menos plausible. Los argumentos, como las coincidencias y divergencias,
_ n los que se dan coincidencias se sitúan a tres niveles.
- •. 12,22-37; 13,31-32; 10, 1-15 Por lo que se refiere al contenido, Marcos posee un carácter interme-
- menores como las que hemos dio con respecto a los otros dos sinópticos. Casi todo el material de Mar-
cos se encuentra en Mateo y en Lucas a la vez o en uno de los dos. Tan só-
~ente se encuentran en Mateo y lo unos pocos pasajes (Me 3, 20-21; 4, 26-29; 7, 31-37; 14,51-52) y
. las coincidencias y diferen- algunos versículos sueltos no se encuentran ni en Mateo ni en Lucas. Es-
- pasajes que los tres tienen en te dato, combinado con el hecho de que el material propio de Marcos es
mucho menor que el de Mateo o el de Lucas, sugiere que la mejor hipó-
Fo':!:c.J"3ll en Mateo y en Lucas suelen tesis para explicar el origen del material de triple tradición es la que pre-
supone que Marcos fue utilizado como fuente por los otros dos.
El carácter intermedio de Marcos podría explicarse también suponien-
n distinguir tres tipos de pasa- do que fue compuesto con posterioridad a Mateo y a Lucas. En este caso,
Marcos habría combinado elementos de ambos y habría añadido los pasa-
dición, que se encuentran en jes mencionados más arriba. Sin embargo, el razonamiento lógico no apo-
: dos a la vez (Mt-Mc-Lc; Mt- ya esta segunda suposición, pues es más probable que Mateo y Lucas ha-
- cipalmente tradiciones narrati- yan ampliado el Evangelio de Marcos, y no que Marcos haya reducido los
el orden de Marcos, con cuya contenidos de Mateo y Lucas. Del mismo modo, es más probable que Ma-
de ellos. tea y Lucas sintetizaran los relatos de Marcos para añadir nuevos materia-
dición, que sólo se encuen- les, y no que Marcos seleccionara los materiales de Mateo y Lucas, y pos-
_=, •.....••
sajes contienen casi exclusiva- teriormente los ampliara. Por último, es más probable que Mateo y Lucas
lugar con respecto al esque- eliminaran los elementos redundantes del Evangelio de Marcos, y no
~"""":_,-,,,el mismo orden relativo. que Marcos los introdujera en los pasajes seleccionados.
1Im:oé= única, que son los que se en- Pasando al segundo nivel, el del orden en que están dispuestos los pa-
sajes, el dato más relevante es que Mateo y Lucas comienzan a coincidir
entre sí cuando coinciden con Marcos, y dejan de coincidir entre sí cuando
76 Laformación de los evangelios Las relOC"..'lI!IIIS~

no coinciden con él. Tanto Mateo como Lucas comienzan sus respectivos de nuevo, la que confiere
evangelios con un relato de la infancia de Jesús que no tiene paralelo en ..Iarcos ha servido de fuente .!. ~
Marcos (Mt 1-2// Le 1-2), pero las coincidencias entre ellos en estos dos modificaciones introducidas ~ ..•..
capítulos iniciales son prácticamente inexistentes. Sin embargo, cuando os tipos: mejoras estilísticas
narran la actividad de Juan Bautista y el comienzo de la actividad de Jesús :.ntereses propios o la persp
(Mt 3--4 // Le 3--4), que son los episodios con los que comienza el relato de Las mejoras estilísticas
Marcos (Me 1), ambos comienzan a coincidir. Por otro lado, no hay ningún expresiones poco elegantes o <k.::::a::::aII
caso en el que Mateo y Lucas coincidan en el orden en contra de Marcos. so en que Mateo y Lucas corrige
Las coincidencias entre Mateo y Lucas en el orden de los relatos siempre COS. En el relato de la sanación .-~
que ambos coinciden con Marcos resultan muy llamativas, porque el orden arriba, en un caso Lucas corrige _
de Marcos no está gobernado por una lógica de tipo histórico y narrativo, ..le) // entró a la casa de Simá
sino que sus materiales están agrupados con frecuencia siguiendo criterios /ebril (Me) // postrada y febril .
temáticos o de semejanza en el género literario (controversias, parábolas), También hay algunas modificacxxes.e
y a pesar de ello Mateo y Lucas lo siguen. evangelistas. Mateo, por ejemp
Por otro lado, en los pasajes de triple tradición, cuando o bien Mateo o r el de Pedro, porque para él e5'~
bien Lucas no siguen el orden de Marcos, el otro suele seguido. Así, du- sempeñar (cf. Mt 16, 13-19). Al -
rante la actividad de Jesús en Galilea es Lucas quien sigue más de cerca el -- de Marcos y dice que, cuando
orden de Marcos, mientras que Mateo se separa de él (Mt 3-14). Sin em- esta se levantó y se puso a servirl
bargo, en el viaje a Jerusalén es Mateo quien conserva mejor el orden subraya de esta manera su relacióc '.
marquiano. Este dato refuerza el carácter intermedio de Marcos, ya que la ~, por su parte, introduce algunos
coincidencia alternativa en el orden se explica mejor si Mateo y Lucas de- este caso ha cambiado por compl
penden de él. ~.{ateo y Marcos dicen que Jesús:
Los argumentos basados en las coincidencias y divergencias en cuan- ;:recisa además que la levantó. LuC'¿;;
to a los contenidos y al orden en que están dispuestos, deben corroborar- -.;. ~obre ella e increpó a la fiebre. Es
se analizando las expresiones concretas. Comparando los pasajes que se convertir el relato de sanación en
encuentran en los tres evangelios, que son aquellos en los que mejor .:e Jesús sobre las fuerzas del mal.
se observan estas coincidencias y divergencias, podemos observar tres ti- Finalmente, al analizar detenida
pos de situaciones: a) los tres evangelios coinciden literalmente; b) dos de por Mateo y por Lucas en el te.
ellos coinciden literalmente y el otro no; e) los tres poseen formulaciones -- interesante que corrobora la supos
diferentes. Los datos más interesantes para determinar las relaciones de o fuente. Es algo que sucede con f:e
dependencia literaria entre los evangelios son los del segundo grupo. Si Cuando alguien modifica un texto, las
observamos los casos en los que sólo dos evangelistas coinciden literal- rentes al comienzo que al final. El '
mente en la formulación, advertimos que lo más frecuente es que Marcos -:-ector se relaje y se dejen sin camb
sea uno de ellos (Mc-Mt o Me-Le). Más aún, suele ocurrir que cuando ~,odificados para mantener la cohen
Mateo o Lucas no coinciden con Marcos, el otro sí lo hace. Sin embargo, _.das antes. El resultado son pequeñ
son mucho menos frecuentes los casos en los que Mateo y Lucas coinci- se a la «fatiga del corrector» (Goodac:
den entre sí en contra de Marcos. Estas coincidencias menores entre Ma- En los textos de triple tradición se
teo y Lucas constituyen, como veremos más adelante, una de las objecio- - - este fenómeno. Uno muy ilustrati
nes más serias a la hipótesis de los dos documentos. --¡eana del relato de la purificación d
Dada la frecuencia con que la formulación de Marcos es recogida en 5, 12-16). Mateo sitúa este episo
Mateo y/o en Lucas, la mejor explicación de este tipo de coincidencias es, bienta los milagros que va a narra
Las relaciones entre los cuatro evangelios 77

comienzan sus respectivos de nuevo, la que confiere a este evangelio una posición intermedia. Si
esús que no tiene paralelo en Marcos ha servido de fuente a Mateo y a Lucas, resulta fácil explicar las
t-'_u'-_'.A.iJ,,,iasentre ellos en estos dos modificaciones introducidas por ellos. Estas modificaciones suelen ser de
entes. Sin embargo, cuando dos tipos: mejoras estilísticas o de vocabulario, y cambios que reflejan los
[e.ecmienzo de la actividad de Jesús intereses propios o la perspectiva del evangelista.
_ ~ los que comienza el relato de Las mejoras estilísticas son pequeños retoques que tratan de suavizar
Por otro lado, no hay ningún
1"""-' ••. '-" .•.•. expresiones poco elegantes o demasiado vulgares. Se da, incluso, algún ca-
1orden en contra de Marcos. so en que Mateo y Lucas corrigen de forma distinta una expresión de Mar-
~ orden de los relatos siempre cos. En el relato de la sanación de la suegra de Pedro, que he analizado más
,....'-' •.
- y llamativas, porque el orden arriba, en un caso Lucas corrige el estilo de Marcos:foe a la casa de Simón
= _..•
de tipo histórico y narrativo, (Me) // entró a la casa de Simón (Le); y en otro lo corrigen los dos: yacía
- ecuencia siguiendo criterios febril (Me) // postrada y febril (Mt) // poseída por una fiebre grande (Le).
'0 controversias, parábolas), También hay algunas modificaciones que reflejan los intereses de ambos
evangelistas. Mateo, por ejemplo, cambia el nombre de Simón (Me-Le),
~·~~l!{'ión, cuando o bien Mateo o por el de Pedro, porque para él este nombre evoca la función que va a de-
~ otro suele seguirlo. ASÍ, du- sempeñar (cf. Mt 16, 13-19). Al final del pasaje vuelve a modificar el rela-
- quien sigue más de cerca el to de Marcos y dice que, cuando la fiebre abandonó a la suegra de Pedro,
de él (Mt 3-14). Sin em- esta se levantó y se puso a servirlo (en singular), no a servirlos (Me-Le); se
_ "en conserva mejor el orden subraya de esta manera su relación con Jesús después de la curación. Lu-
edio de Marcos, ya que la cas, por su parte, introduce algunos cambios que revelan sus intereses. En
~ .•._"...,.....mejor si Mateo y Lucas de- este caso ha cambiado por completo la forma en que se realiza la sanación.
Mateo y Marcos dicen que Jesús tomó de la mano a la enferma, y Mateo
I-ca::?:,cias y divergencias en cuan- precisa además que la levantó. Lucas, sin embargo, dice que Jesús se incli-
- spuestos, deben corroborar- nó sobre ella e increpó a la fiebre. Estas modificaciones tienen el efecto de
parando los pasajes que se convertir el relato de sanación en un exorcismo, mostrando así el poder
aquellos en los que mejor de Jesús sobre las fuerzas del mal.

_e
••••_-"'_..;.,,-.podemos observar tres ti-
_,,-,,_-_~ldenliteralmente; b) dos de
= tres poseen formulaciones
Finalmente, al analizar detenidamente las modificaciones introduci-
das por Mateo y por Lucas en el texto de Marcos, se observa un fenóme-
no interesante que corrobora la suposición de que ambos lo utilizaron co-
_ eterminar las relaciones de mo fuente. Es algo que sucede con frecuencia en la corrección de textos.
los del segundo grupo. Si Cuando alguien modifica un texto, las correcciones suelen ser más cohe-
gelistas coinciden literal- rentes al comienzo que al final. El cansancio hace que la atención del co-
.....,. frecuente es que Marcos rrector se relaje y se dejen sin cambiar algunos detalles que deberían ser
uele ocurrir que cuando modificados para mantener la coherencia con las modificaciones introdu-
o sí lo hace. Sin embargo, cidas antes. El resultado son pequeñas incoherencias que deben atribuir-
- ue Mateo y Lucas coinci- se a la «fatiga del corrector» (Goodacre) .
......",_
......dencias menores entre Ma- En los textos de triple tradición se han identificado algunos ejemplos
lante, una de las objecio- de este fenómeno. Uno muy ilustrativo puede verse en la reelaboración
~<IO:==¡entos. mateana del relato de la purificación del leproso (Mt 8,1-4// Me 1,40-45
JIII.IOié.-::. e Marcos es recogida en // Le 5, 12-16). Mateo sitúa este episodio después del sermón del monte
tipo de coincidencias es, y ambienta los milagros que va a narrar a continuación con estas palabras:
78 La formacion de los evangelios Las relaciones entre los cu

Cuando bajó del monte lo seguía mucha gente. Esta noticia sirve de intro- i.a hipótesis de los dos documentos es
ducción al relato de la purificación del leproso, que viene inmediatamen- iones de dependencia literaria entre
te después. Como suele hacer en otros casos, Mateo abrevia el relato de como la hipótesis de las dos fuentes,
Marcos suprimiendo algunos detalles secundarios. Sin embargo, al llegar szcamente a partir de dos fuentes: el E,
a las palabras que Jesús dirige al leproso, reproduce literalmente el texto de dichos de Jesús (Q). Sin embarge
de Marcos: ¡Cuidado con decir nada a nadie!, incurriendo así en una no- entos, porque estas composiciones fu
toria incoherencia, pues este mandato de silencio tiene poco sentido en scípulos de Jesús independientemente d
.::
una escena presenciada por mucha gente. En Marcos, sin embargo, el TI en la composición de los otros dos s

mandato tiene sentido, no sólo porque el episodio no es presenciado por _~ a estos dos documentos se añaden otn
nadie, sino porque este tipo de mandatos son un rasgo característico de su esentan los materiales propios de Mateo
forma de presentar a Jesús (Me 1,25.34). La incoherencia de Mateo de-
SMt Q
be atribuirse, por tanto, a la fatiga del corrector.
También en el Evangelio de Lucas existen ejemplos de este fenómeno.
---~f::><
Mt
Un caso ejemplar nos lo ofrece la parábola del sembrador. Tanto en Mar-
cos como en los otros dos sinópticos, esta parábola va seguida de una in- La hipótesis de los dos documentos SI
terpretación de carácter alegórico (Mt 13, 1-23// Me 4, 1-20// Le 8,4-15). . El primero de ellos es la prioridad d
Es un pasaje en el que fácilmente se pueden cometer este tipo de errores, en el apartado precedente. Este postul
pues las modificaciones que se hagan en la parábola deberán hacerse tam- ivergencias en los pasajes de triple tra:
bién en la explicación. Pues bien, en tres ocasiones Lucas modifica deta- de una composición, ahora perdida, q
lles de la parábola de Marcos que luego menciona en la explicación. Pero y por Lucas de forma independiente.
en una de ellas la modificación de la parábola no se refleja en la explica- ~ con el nombre de «Fuente Q», «Docun
ción. Según Marcos, la semilla que cae entre piedras se marchita porque no ~.,-hos», explicaría las semejanzas y dive
tiene raíz (Me 4, 6). En Lucas, se marchita porque no tiene humedad (Le -ft-ajes de doble tradición, es decir, en 1
8, 6). Sin embargo, al llegar a la explicación afirma que quienes se parecen en común. Una vez identificado el (
a la semilla que cae entre piedras son los que no tienen raíz (Le 8, l3). Es- ~~le tradición, los pasajes que tan sólo s
ta incoherencia se debe, de nuevo, a la fatiga del corrector. ceden explicar fácilmente, bien postulan
Así pues, el examen de las coincidencias y divergencias en las expre- en por influjo de la tradición oral.
siones concretas corroboran lo que hemos observado al estudiar las coin- El primer postulado, la prioridad de 1
cidencias y divergencias en los contenidos y en el orden. La confluencia ida de otras hipótesis. Lo propio de es
de todos estos argumentos permite afirmar que la prioridad de Marcos es sajes de doble tradición postulando la e
la explicación más plausible de los textos de triple tradición, es decir, de _ .os evangelios. Por eso, parajustificarla
aquellos que tienen paralelo en Marcos. de Q. Antes de exponer los argumente
ado hay que recordar, sin embargo, que
e) La hipótesis de los dos documentos .~ por separado, y que su valor procede de
ducen a la explicación más plausible (
A. 1. BeJlinzoni (ed.), The Two-Source Hypothesis: A Critical Appraisal, Macon 1985; arcos, analizaremos las coincidencias:
J. K1oppenborg, Q. El evangelio desconocido, Salamanca 2005,83-150; F. Neirynck, contenido, el orden y las expresiones con
The Two-Source Hypothesis: Introduction, en F. Neirynck, Evangelica 111: Collected
En el nivel del contenido, el argumen
Essays, Leuven 2001, 343-362; R. H. Stein, Studying the Synoptic Gospels, Grand Ra-
_cistencia de Q es la peculiaridad de los rr
pids 22001, 97-172; B. H. Streeter, The Four Gospels. A Study of Origins, London
1924; C. M. Tuckett, Q and the History 01 Early Christianity, Peabody 1996, 1-39. ateo y Lucas tienen en común. Si se COI
Las relaciones entre los cuatro evangelios 79

r-r noticia sirve de intro- La hipótesis de los dos documentos es la explicación más común de las
_-=5:"". __~ viene inmediatamen- relaciones de dependencia literaria entre los sinópticos. Es conocida tam-
-00 abrevia el relato de bién como la hipótesis de las dos fuentes, ya que explica dichas relaciones
_..:~~.:" in embargo, al llegar básicamente a partir de dos fuentes: el Evangelio de Marcos y una colec-
~~e literalmente el texto
'"""'.L .•.•.. ción de dichos de Jesús (Q). Sin embargo, es preferible hablar de dos do-
iendo así en una no- cumentos, porque estas composiciones fueron utilizadas en los grupos de
ene poco sentido en discípulos de Jesús independientemente del papel que más tarde desempe-
o " sin embargo, el ñaron en la composición de los otros dos sinópticos. En su formulación clá-
e presenciado por sica, a estos dos documentos se añaden otras dos siglas (SMt y SLc), que re-
aracterístico de su presentan los materiales propios de Mateo y Lucas respectivamente:
- cerencia de Mateo de-
SMt Q Mc SLc

de este fenómeno.
~';:¡'"---r'U:'
~f><1~
Mt Lc
• dar. Tanto en Mar-
",K:l:tc~.a eguida de una in- La hipótesis de los dos documentos se sustenta en dos postulados bá-
- -.1-20// Le 8,4-15). sicos. El primero de ellos es la prioridad de Marcos, de la que se ha habla-
te tipo de errores, do en el apartado precedente. Este postulado explicaría las coincidencias
e
rán hacerse tam- y divergencias en los pasajes de triple tradición. El segundo es la existen-
.1SI:r.~:s~ a modifica deta- cia de una composición, ahora perdida, que habría sido utilizada por Ma-
a explicación. Pero tea y por Lucas de forma independiente. Esta composición, que se cono-
- ~ -p eja en la explica- ce con el nombre de «Fuente Q», «Documento Q» o «Fuente Sinóptica de
~-==~se marchita porque no Dichos», explicaría las semejanzas y divergencias que se observan en los
·ene humedad (Le pasajes de doble tradición, es decir, en los que sólo Mateo y Lucas po-
quienes se parecen seen en común. Una vez identificado el origen de los pasajes de triple y
rai: (Lc 8, 13). Es- doble tradición, los pasajes que tan sólo se encuentran en un evangelio se
_ ·or.
pueden explicar fácilmente, bien postulando la existencia de otras fuentes,
<=,~-=-:Ilia en las expre- bien por influjo de la tradición oral.
e tudiar las coin- El primer postulado, la prioridad de Marcos, es también el punto de
. La confluencia partida de otras hipótesis. Lo propio de esta es la forma en que explica los
;:::!i::lJ:ic!ad
de Marcos es pasajes de doble tradición postulando la existencia de una fuente anterior
ión, es decir, de a los evangelios. Por eso, para justificarla, es necesario probar la existen-
cia de Q. Antes de exponer los argumentos que apoyan este segundo pos-
tulado hay que recordar, sin embargo, que ninguno de ellos es concluyen-
te por separado, y que su valor procede de la acumulación de pruebas que
conducen a la explicación más plausible de los datos. Como en el caso de
al. Macon 1985; Marcos, analizaremos las coincidencias y divergencias a tres niveles: el
:- "O: F. Neirynck, contenido, el orden y las expresiones concretas.
_ ica 111: Collected
En el nivel del contenido, el argumento más importante a favor de la
pels, Grand Ra-
Origins, London existencia de Q es la peculiaridad de los más de doscientos versículos que
" 1996, 1-39. Mateo y Lucas tienen en común. Si se comparan con los pasajes de triple
80 Laformación de los evangelios Las relaciones entre los I

tradición, se advierte que estos últimos contienen principalmente relatos __ 9, 57-10, 15 (par. Mt 8, 18-22; 9, 3~
sobre la actividad de Jesús: sanaciones, exorcismos y otros episodios, ~_.:as sitúan en lugares distintos de ese
mientras que sus palabras ocupan un espacio reducido y tienen poca rele- 10 cual poseen el mismo orden relati
vancia dentro del conjunto. Por el contrario, la mayor parte de los pasajes Otro dato significativo relacionado I
de doble tradición contienen palabras de Jesús: dichos, apotegmas, con- ~ tradición lo ofrece la localización el
troversias o parábolas. Esta diferencia revela que los pasajes comunes a gidos en los discursos de Mateo. El E
Mateo y a Lucas poseen cierta homogeneidad y se distinguen de los que des discursos compuestos a partir I
proceden de Marcos. les de Marcos y de otros dichos com
Otro indicio a favor de la existencia de Q es la presencia de tradicio- sición de estos dichos en los discurs
nes paralelas a Marcos que tienen una orientación diferente o que han si- ~ tienen en Lucas, se advierte que COl
do utilizadas de diversas formas por Mateo y por Lucas. Un ejemplo de - SIDO orden, pero mientras en Mateo f(
este tipo de paralelos es la agrupación de dichos que recoge las instruccio- ón, en Lucas están dispersos por tod
nes de Jesús a sus discípulos sobre la misión. Se encuentran en Mateo (Mt de la segunda parte del discurso misi
9,35-10, 15), en Marcos (Me 6, 7-13) y en dos lugares diferentes en Lu- strar esta observación:
cas (Le 9, 1-6 y Le 10, 1-12). Si se comparan detenidamente estas cuatro
versiones, se comprueba que la primera instrucción de Lucas coincide bá-
El discípulo no es más que el maestrc
sicamente con la de Marcos, mientras que la segunda contiene muchos di- No temáis a los que matan el cuerpo
chos comunes a la de Mateo, la cual a su vez contiene los dichos de Mar- Dar testimonio del Hijo de hombre
cos. La mejor explicación de estos datos es postular la existencia de dos o he venido a traer paz
versiones independientes de las instrucciones sobre la misión: la de Mar- El que prefiere a su padre ...
cos y otra que también habrían utilizado Mateo y Lucas. Mateo habría El que quiera ganar su vida
combinado las dos para componer el comienzo de uno de sus cinco dis-
cursos, mientras que Lucas habría conservado las dos para distinguir dos Este fenómeno, que se repite en otrc
envíos misioneros. Gráficamente, la relación podría representarse así: . puede explicarse suponiendo que SI
sea de los dichos relacionados con el
Tradiciones más antiguas Mc 6, 7-13 Q 10, 1-12 .endo, mientras que Lucas los fue in
f~ el orden que tenían en dicho docum:
Redacciones posteriores Mt 9,36-10, 15 Le 9,1-6 Lc 10, 1-12 Por 10 que se refiere a las coinciden
nresiones concretas, sucede con free:
Algunos de estos dobletes se encuentran también en los episodios con más entre sí en los textos de doble
los que comienza la actividad pública de Jesús (predicación de Juan y ten- ón. Ahora bien, si en los pasajes de
taciones de Jesús), que es el único caso en que los pasajes de doble tradi- Marcos, es razonable explicar las coi
ción ocupan el mismo lugar con respecto al trazado de Marcos. En los de- ición postulando la existencia de o
más casos, sin embargo, los pasajes de doble tradición se encuentran en mayor coincidencia sea debida a q
lugares diferentes con respecto al esquema de Marcos, que siguen Mateo más cuidado e interés en conservar
y Lucas. Como ya he indicado al exponer los datos del problema sinópti- e sus acciones, pero esta no es una (
co, esta falta de coincidencia con respecto al esquema de Marcos es muy do se trata de expresiones raras o J
significativa no sólo porque Mateo y Lucas suelen seguir el orden de 'n ejemplo en el que se da un elev:
Marcos, sino porque los pasajes de doble tradición que no ocupan el mis- y en el que también puede observa
mo lugar en el esquema de Marcos a veces tienen el mismo orden relati- r los evangelistas, son los dos ap:
vo. Recordemos el ejemplo de la secuencia de dichos correspondiente a . trucciones sobre la misión:
Las relaciones entre los cuatro evangelios 81

. ipalmente relatos Lc 9, 57-10, 15 (par. Mt 8, 18-22; 9, 37-10, 16; 11,21-24), que Mateo y
",~ •• a:=::S::::U5:: •. otros episodios, Lucas sitúan en lugares distintos de esquema tomado de Marcos, a pesar
~~;do .' tienen poca re le- de lo cual poseen el mismo orden relativo .
.••,.,....,."
..or parte de los pasajes Otro dato significativo relacionado con el orden de los pasajes de do-
s, apotegmas, con- ble tradición lo ofrece la localización en Lucas de los dichos de Jesús re-
s pasajes comunes a cogidos en los discursos de Mateo. El Evangelio de Mateo contiene cinco
stinguen de los que grandes discursos compuestos a partir de agrupaciones de dichos proce-
dentes de Marcos y de otros dichos comunes a Lucas. Si se observa la dis-
re encia de tradicio- posición de estos dichos en los discursos de Mateo y se compara con la
retente o que han si- que tienen en Lucas, se advierte que con frecuencia están dispuestos en el
__ as. Un ejemplo de mismo orden, pero mientras en Mateo forman parte de una misma compo-
oge las instruccio- sición, en Lucas están dispersos por todo el evangelio. Un ejemplo toma-
tran en Mateo (Mt do de la segunda parte del discurso misionero de Mateo puede servir para
- diferentes en Lu- ilustrar esta observación:
;35:=t:::daJrnenteestas cuatro

.~~.3a
Maleo Lucas
1III-=:::i:lC de Lucas coincide bá-
El discípulo no es más que el maestro 10,24-26 6,40
contiene muchos di- No temáis a los que matan el cuerpo 10,26-31 12,2-7
~'-- o.~_".elo dichos de Mar- Dar testimonio del Hijo de hombre 10,32-33 12,8-9
_1JICs::::z· a existencia de dos No he venido a traer paz 10,34-36 12,51-53
misión: la de Mar- El que prefiere a su padre ... 10,37-38 14,26-27
_ a. Mateo habría El que quiera ganar su vida 10,39 17,33
o de sus cinco dis-
- ara distinguir dos Este fenómeno, que se repite en otros discursos del Evangelio de Ma-
~ resentarse aSÍ: tea, puede explicarse suponiendo que su autor repasó el Documento Q en
busca de los dichos relacionados con el tema del discurso que estaba com-
Q 10, 1-12 poniendo, mientras que Lucas los fue introduciendo en su relato respetan-
~ do el orden que tenían en dicho documento.
_ 9.1-6 Le 10,1-12 Por lo que se refiere a las coincidencias y divergencias al nivel de las
expresiones concretas, sucede con frecuencia que Mateo y Lucas coinci-
los episodios con den más entre sí en los textos de doble tradición que en los de triple tra-
.5,;:t::!::::;:::;ción de Juan y ten- dición. Ahora bien, si en los pasajes de triple tradición ambos dependen
o je de doble tradi- de Marcos, es razonable explicar las coincidencias en los pasajes de doble
"ElIÓi:!! ~_~ _ larcos. En los de- tradición postulando la existencia de otra fuente común. Es posible que
e encuentran en esta mayor coincidencia sea debida a que las comunidades cristianas te-
_'~"-. que siguen Mateo nían más cuidado e interés en conservar literalmente las palabras de Jesús
•••• lII:"iC'~"': problema sinópti- que sus acciones, pero esta no es una explicación suficiente, sobre todo
e Marcos es muy cuando se trata de expresiones raras o poco comunes.
s guir el orden de Un ejemplo en el que se da un elevado Índice de coincidencias litera-
.leo:: _ no ocupan el mis-
i> les, y en el que también puede observarse el trabajo redaccional realiza-
"a.::::: _ ~. mo orden relati- do por los evangelistas, son los dos apotegmas que preceden en Lucas a
- orrespondiente a las instrucciones sobre la misión:
82 Laformación de los evangelios Las relaciones entre los CUl

Le 9,57-58 MI8,19-20 de enterrar al propio padre como w


Mientras ellos iban por el camino auncio del evangelio.
Se acercó un escriba y coincidencias literales en los pasaj
Uno le dijo: le dijo: Maestro, tan numerosas como en estos ejemph
Te seguiré donde quiera que vayas. te seguiré donde quiera que vayas. e dato, unido a los que proporciona la
y Jesús le dijo: y Jesús le dice:
y. sobre todo, del orden de los pasaje
Las zorras tienen madrigueras Las zorras tienen madrigueras
'e Q y, en consecuencia, la hipótesis (
y los pájaros del cielo nidos, y los pájaros del cielo nidos,
pero el Hijo del hombre no tiene pero el Hijo del hombre no tiene lados estos dos postulados, el materia
dónde reclinar la cabeza. dónde reclinar la cabeza. todo de Mateo y de Lucas) se explicarí
por el influjo de la tradición oral. Los
Las escasas diferencias entre estas dos versiones pueden explicarse a erial contribuyen a reforzar la hipóte:
partir de los intereses de Lucas y Mateo. Lucas ha situado la escena al co- su análisis no es determinante para
rzomento en que analice las fuentes de
mienzo de la sección del camino (Le 9, 51-19, 28) Y está interesado en
subrayar que Jesús y sus discípulos van camino de Jerusalén; por esta ra-
zón introduce la escena con la expresión: «Mientras ellos iban por el ca- Objeciones a la hipótesis de los dos d
mino». Mateo, por su parte, está interesando en actualizar la escena y por
esta razón identifica al interlocutor de Jesús con un «Maestro». - Derrenbacker, Ancient Compositional Pral
En la segunda escena se da un cambio de género literario. En Mateo _:>06; A. Ennulat, Die «Minar Agreements
,,"e des synoptischen Problems, Tubingen 191
encontramos un apotegma muy parecido al anterior, mientras que en Lu-
;h Q?: Novum Testamentum 45 (2003) 313
cas se trata de un relato vocacional. A pesar de ello, la coincidencia en la - dies in Markan Priority and the Synoptic 1
formulación de los dichos sigue siendo casi total. rg, On Dispensing with Q? Goodacre on t
ent Studies 49 (2003) 210-236; F. Neiryr
Le 9,61-62 MI8,21-22 tal-Line Synopsis, Leuven 1991; E. P. Sane
spels, London 1989,67-83.
A otro le dijo: Otro de [sus 1 discípulos
Slgueme
Él dijo: le dijo: ~a hipótesis de los dos documentos h
[Señor l, permíteme que vaya antes Señor, permíteme ir antes bles pruebas a que ha sido sometida
a enterrar a mi padre y enterrar a mi padre - a lo largo del siglo XX. Es, sin due
Pero (él) le dijo: Pero Jesús le dijo: trumento de trabajo, hasta el punte
Sígueme, y -:!lsedad,habría que revisar una buena
Deja que los muertos deja que los muertos
- de los evangelios. A pesar de ello, m
entierren a sus propios muertos. entierren a sus propios muertos.
Tú ve y anuncia el reinado de Dios.
. porque hay datos que no consigue 1
_•..iones que suelen esgrimirse contra e
...a primera, sin duda la más importa
Lo más probable es que Mateo haya conservado la forma original del ias menores» de Mateo y Lucas en
apotegma, añadiendo sólo la identificación del interlocutor, como hizo en cidencias aparecen con frecuencia en
el apotegma anterior. Lucas, sin embargo, ha desdoblado las palabras de se trata de una omisión en la que cc
Jesús, colocando al comienzo la invitación a seguirle, y ha transformado 5 identificado en el pasaje de la cura
así el apotegma en un relato de vocación que hace más verosímil la radi- - casos, Mateo y Lucas coinciden en
cal exigencia de Jesús. A esta misma intención podría responder el añadi- a diferente. Pero los casos más llama
do final, en el que se justifica la invitación a desatender la obligación sa- _.....
cas contienen una formulación difer
Las relaciones entre los cuatro evangelios 83

.\[1 ,/9-20 grada de enterrar al propio padre como un requisito para poder dedicarse
al anuncio del evangelio.
e criba y Las coincidencias literales en los pasajes de doble tradición no siempre
tro. son tan numerosas como en estos ejemplos, pero son muy significativas.
donde quiera que vayas.
Este dato, unido a los que proporciona la comparación a nivel del conte-
_ 1 e:
nido y, sobre todo, del orden de los pasajes, hace muy probable la existen-
Tienen madrigueras
aros del cielo nidos,
.L.., •..••••
cia de Q y, en consecuencia, la hipótesis de los dos documentos. Una vez
r- o del hombre no tiene asentados estos dos postulados, el material propio de cada evangelista (so-
linar la cabeza. bre todo de Mateo y de Lucas) se explicaría por la existencia de otras fuen-
tes o por el influjo de la tradición oral. Los rasgos peculiares de este tipo de
__ iones pueden explicarse a material contribuyen a reforzar la hipótesis de los dos documentos, pero
ituado la escena al co- como su análisis no es determinante para probarla, dejaré su estudio para
. _8) y está interesado en el momento en que analice las fuentes de cada evangelio .
- de Jerusalén; por esta ra-
e tras ellos iban por el ea- d) Objeciones a la hipótesis de los dos documentos
lIIa:o _ a tualizar la escena y por
un «Maestro». R. A. Derrenbacker, Ancient Composilional Practices and the Synoptic Problem, Leu-
género literario. En Mateo ven 2006; A. Ennu1at, Die «Minor Agreements»: Untersuchungen zu einer ojJenen
zerior, mientras que en Lu- Frage des synoptisehen Problems, Tubingen 1994; P. Foster, 1s it Possib/e to Dispen-
se with Q?: Novum Testamentum 45 (2003) 313-337; M. Goodacre, The Case against
e ello, la coincidencia en la
Q. Studies in Markan Priority and the Synoptic Problem, Harrisburg 2002; J. S. Klop-
penborg, On Dispensing with Q? Goodacre on the Re/ation ofLuke to Matthew: New
Testament Studies 49 (2003) 210-236; F. Neirynck, The Minar Agreements. In a Ho-
J1t 8,21-22 rizontal-Une Synopsis, Leuven 1991; E. P. Sanders - M. Davies, Studying the Synop-
tic Gospels, London 1989,67-83.

La hipótesis de los dos documentos ha sido capaz de resistir las innu-


merables pruebas a que ha sido sometida por los estudiosos de los evan-
gelios a lo largo del siglo xx. Es, sin duda, la hipótesis más aceptada co-
mo instrumento de trabajo, hasta el punto de que, si un día se demostrara
su falsedad, habría que revisar una buena parte de los resultados de la exé-
gesis de los evangelios. A pesar de ello, nunca ha gozado de un apoyo uná-
nime, porque hay datos que no consigue explicar. Tres son las principales
objeciones que suelen esgrimirse contra ella.
La primera, sin duda la más importante, son las numerosas «coinci-
,,1'::':1::S<~:,;ado la forma original del dencias menores» de Mateo y Lucas en contra de Marcos; este tipo de
erlocutor, como hizo en coincidencias aparecen con frecuencia en los pasajes de triple tradición. A
'- doblado las palabras de veces se trata de una omisión en la que coinciden los dos, como la que he-
__ ••... ~_seguirle, y ha transformado mos identificado en el pasaje de la curación de la suegra de Pedro. En
e más verosímil la radi- otros casos, Mateo y Lucas coinciden en ordenar las mismas palabras de
'a responder el añadi- forma diferente. Pero los casos más llamativos son aquellos en que Mateo
- tender la obligación sa- y Lucas contienen una formulación diferente a la de Marcos. Estas coin-
84 La formacián de los evangelios

cidencias plantean una objeción importante a la tesis de la prioridad de 2:.l0S ejemplos son represen
Marcos y, por extensión, a la hipótesis de los dos documentos, porque re- - en contra de Marcos, y las ex:
sulta difícil explicar que Mateo y Lucas hayan corregido exactamente de en darse para justificarlas. Qui
la misma manera el texto de Marcos tantas veces. ";0 que la hipótesis de los do

Un ejemplo de este tipo de coincidencias se encuentra en el relato de __iones de dependencia literaria _


la sanación del paralítico, que posee una concentración poco frecuente ellas como correcciones lógicas,
de este tipo de coincidencias menores. Son las que aparecen en cursiva en -- del influjo de Q o de la tradici
esta sinopsis: podrían deberse al interés de los
'" Mateo y el de Lucas, que eran los
MATEO 9, 6-8 MARCOS 2, 10-12 LUCAS 5, 24-26 - de estas explicaciones, las coin
... para que veáis que ... para que veáis que ... para que veáis que creción importante a la hipótesis de
tiene poder tiene poder el Hijo del hombre La segunda objeción parte de u
el Hijo del hombre el Hijo del hombre tiene poder -ede utilizarse también como un
sobre la tierra para perdonar pecados sobre la tierra pocos pasajes en los que, de al
para perdonar pecados ... sobre la tierra ... para perdonar pecados ... rxm de Marcos ha sido combinada
entonces dice al paralítico: dice al paralítico: dijo al paralítico:
Levantándote, A ti te digo: Levántate A ti te digo: Levántate
toma tu cama toma tu catre Y, tomando tu camilla, Predicación de Juan
y vete a tu casa y vete a tu casa márchate a tu casa Tentación de Jesús
y habiéndose levantado y se levantó y enseguida y levantándose al punto Controversia de Belcebú
en presencia de ellos,
Parábola del grano de mostaza
tomando su catre tomando su lecho
Envío de los discípulos
se fue a su casa. salió. se fue a su casa.

En el apartado precedente he pre


En esta escena podemos identificar tres casos de coincidencias meno- o un ejemplo de paralelo entre Me
res. El primero es muy sutil, pues consiste sencillamente en un cambio de sajes se comparan prescindiendo de la
orden: para perdonar pecados sobre la tierra (Me) // sobre la tierra para :a a la vista es que Marcos no es el
perdonar pecados (Mt-Lc). Este cambio de orden podría explicarse fácil- resulta difícil afirmar su prioridad. L
mente como una mejora estilística, pero es significativo que ambos autores sajes a partir de la hipótesis de las d
hayan cambiado al mismo tiempo el orden de la expresión. El segundo ca- forma limpia, pero deja algunas pregi
so consiste en el cambio de una sola palabra: catre (Me) // cama (Mt) // existen bastantes coincidencias litera
camilla (Le). La coincidencia entre Mateo y Lucas no es completa, pero ue se atribuye a Q (compárense, por
ambos utilizan palabras de la misma raíz, y sobre todo evitan el término on los de Le 10, 1-12; o el comienz
utilizado por Marcos, que procede del lenguaje vulgar. La tercera coinci- versiones). Estas coincidencias litera
dencia es la más interesante, porque supone un cambio notable con respec- Marcos y Q tuvieron acceso a las mis
to a Marcos. No se trata ya de un cambio de orden, ni de una omisión, ni si- onoció Q, o que Q conoció Marcos.
quiera de una sola palabra, sino de una frase completa: salió (Me) // sefue sos, que son los más probables, habrí
a su casa (Mt y Le). Esta coincidencia podría explicarse también como una indió de la abundante tradición de I
mejora estilística independiente. Ambos habrían advertido que Marcos no habría encontrado en la tradición oral
recogió bien el cumplimiento de la orden de Jesús: «Levántate, toma tu ca- La tercera objeción procede de qu
tre y vete a tu casa» y habrían añadido el dato de que se fue a casa. A pesar de los argumentos que apoya
Las relaciones entre los cuatro evangelios 85

. prioridad de Estos ejemplos son representativos de las coincidencias de Mateo y


".cu:::::e:~:c.)5. porque re- Lucas en contra de Marcos, y las explicaciones sugeridas lo son de las que
"_~Ól exa tamente de suelen darse para justificarlas. Quienes, a pesar de todo, siguen conside-
rando que la hipótesis de los dos documentos es la que mejor explica las
relaciones de dependencia literaria entre los sinópticos, justifican algunas
de ellas como correcciones lógicas. Otras pueden explicarse como resul-
tado del influjo de Q o de la tradición oral en Mateo y en Lucas. Otras, en
fin, podrían deberse al interés de los copistas por armonizar el Evangelio
de Mateo y el de Lucas, que eran los más difundidos. Sin embargo, a pe-
5,24-26 sar de estas explicaciones, las coincidencias menores siguen siendo una
objeción importante a la hipótesis de los dos documentos.
La segunda objeción parte de una observación que, paradójicamente,
puede utilizarse también como un argumento a favor de ella. Se trata de
unos pocos pasajes en los que, de acuerdo con dicha hipótesis, una tradi-
cerdonar pecados ...
ción de Marcos ha sido combinada con otra de Q. Son los siguientes:
paralítico:
~ igo: Levántate Maleo Marcos Lucas
do tu camilla, Predicación de Juan 3,11-12 1,7-8 3,15-17
_ -e a tu casa
Tentación de Jesús 4, 1-11 1, 12-13 4, 1-13
tándose al punto
Controversia de Belcebú 12,22-37 3,22-30 11, 14-23
=. 'L:i esencia de ellos,
Parábola del grano de mostaza 13,31-32 4,30-32 13,18-19
o su lecho
Envío de los discípulos 10,1-15 6,6b-13 9,1-6; 10, 1-12

En el apartado precedente he presentado el último de estos pasajes co-


coi idencias meno- mo un ejemplo de paralelo entre Me y Q. Sin embargo, cuando estos pa-
llllCÜac::e::,:e-" en un cambio de sajes se comparan prescindiendo de la existencia de Q, lo primero que sal-
bre la tierra para ta a la vista es que Marcos no es el término medio, y por consiguiente
•••••••• r ~ .••.¡-i·" explicarse fácil- resulta difícil afirmar su prioridad. La explicación que se da de estos pa-
e ambos autores sajes a partir de la hipótesis de las dos fuentes resuelve el problema de
Mil D. El
!"'!r-r~~;;>n' segundo ca- forma limpia, pero deja algunas preguntas sin responder. En estos pasajes
I cama (Mt) // existen bastantes coincidencias literales entre la versión de Marcos y la
- completa, pero que se atribuye a Q (compárense, por ejemplo, los dichos de Me 6, 6b-13
--~ !:r..;- evitan el término con los de Le 10, 1-12; o el comienzo del relato del bautismo en las tres
t. La tercera coinci- versiones). Estas coincidencias literales se pueden explicar diciendo que
otable con respec- Marcos y Q tuvieron acceso a las mismas tradiciones orales, que Marcos
:ma omisión, ni si- conoció Q, o que Q conoció Marcos. Ahora bien, en los dos primeros ca-
_IIa!;teta:". salió (Me) // se fue sos, que son los más probables, habría que explicar por qué Marcos pres-
1II.1llI:a..--:;c" también como una cindió de la abundante tradición de dichos de Jesús que supuestamente
~ ido que Marcos no habría encontrado en la tradición oral o en Q.
-~ .ántate, toma tu ea- La tercera objeción procede de quienes no aceptan la existencia de Q.
-" fue a casa. A pesar de los argumentos que apoyan dicha existencia, el carácter hipo-
86 La formacion de los evangelios
Las}

tético de este documento hace que resulte dificil probar si Mateo y Lucas Hypotheses: Joumal for the
utilizaron una composición de este tipo. Quienes prescinden de Q para ex- gan, Two-Gospel Hypothesis.
plicar las relaciones de dependencia literaria entre los evangelios, general- VI, New York 1992, 671-679;.
mente explican las coincidencias y divergencias entre ellos aplicando un J1aze, London 2001,121-161: E
pels, London 1989,84-119.
principio lógico que se conoce como la «navaja de Occam», Según este
principio, cuya formulación clásica es: «No se deben multiplicar los entes La hipótesis de los dos d-.~
sin necesidad», no sería necesario buscar una explicación compleja a algo uesto para explicar el probl
que se puede explicar más sencillamente. Aplicado a la cuestión sinópti- sido numerosas. Aquí sólo pres--
ea, este principio sugiere que no se debe recurrir a una fuente hipotética so del tiempo y la erosión de
para explicar el material de doble tradición cuando este puede explicarse primero de ellos se incluyen ._-
recurriendo al influjo de los evangelios entre sí. os dos documentos, que han -
Además de estas tres objeciones mayores, hay otras menores. Una de as objeciones precedentes no -
ellas es la presencia en Marcos de algunas expresiones dobles (dos expre- zándola. El segundo incluye las
siones sinónimas seguidas), una de las cuales se encuentra en Mateo y la divergencias entre los sinópti
otra en Lucas. Así, por ejemplo, en Me 1,32 se lee: cuando se hizo de no- evangelios sin necesidad de
che, al ponerse el sol; y en los lugares paralelos: cuando se hizo de noche el intento más elaborado y sóli
(Mt) // cuando se ocultó el sol (Le). Mateo coincide literalmente en la pri- entre los sinópticos en los distic;
mera de las dos expresiones y no contiene la segunda, mientras que Lucas Las versiones más compleja,
sólo coincide con Marcos en la segunda, y aunque la coincidencia no es tratan de explicar, sobre todo. el 5.
literal, utiliza la misma imagen para referirse al anochecer. Sin embargo, Las dos más difundidas postulan
se trata de un fenómeno marginal que podría deberse a la actividad redac- escribirse así gráficamente:
cional de los evangelistas.
Otra objeción menor es que tanto Mateo como Lucas prescinden de mu- ProtoMarcos (PtMc)
chos materiales de Marcos. En algunos casos resulta dificil explicar cómo
ambos pasaron por alto tradiciones que les habría interesado incorporar. Es
PtM~' ~v//~Q
el caso, por ejemplo, de la parábola de la semilla que crece sola (Me 4, 26-
29), pues tanto Mateo como Lucas están muy interesados en conservar las
.~~~ ,
parábolas de Jesús, y de hecho han incluido en sus respectivos evangelios
un número importante de parábolas procedentes de Q y de otras fuentes.
'f ~
Mt Me L
También resulta llamativo que ambos evangelistas hayan omitido muchos
versículos de Marcos (más de cien en Mateo y más de doscientos en Lu-
cas), y a veces secciones enteras como ocurre en Lucas con la llamada sec- La hipótesis del ProtoMarco
ción de Betsaida (Me 6, 45-8, 21), una omisión que ha dado lugar a nume- stulando la existencia de una vers
rosas conjeturas sobre la versión de Marcos utilizada por este evangelista. gado hasta nosotros. Esta versión. que
sido retocada después dando lugar a
ipótesis del DeuteroMarcos, por •
e) Otras soluciones al problema sinóptico
e nos ha llegado sería la más antig
P. Benoit - M.-É. Boismard - J. L. Malillos, Sinopsis de los cuatro evangelios 1I, Bilbao abrían tenido como fuente una versi
1975,13-51; D. Burkett, Rethinking the Gospel Sources. From Proto-Mark to Mark, Ambas hipótesis pueden explicar
London-New York 2004; Z. A. Crook, The Synoptic Parables ofthe Mustard Seed and iones que se han planteado a la bi
the Leaven: A Test-Case for the Two-Document, Two-Gospel, and Farrer-Goulder
rimer caso, el material propio de .
Las relaciones entre los cuatro evangelios 87

ificil probar si Mateo y Lucas Hypotheses: Joumal for the Study ofthe New Testament 78 (2000) 23-48; D. L. Dun-
ienes prescinden de Q para ex- gan, Two-Gospel Hypothesis, en D. N. Freedrnan (ed.), The Anchor Bible Dictionary
VI, New York 1992,671-679; M. Goodaere, The Synoptic Problem. A Way Through {he
entre los evangelios, general-
Maze, London 2001,121-161; E. P. Sanders - M. Davies, Studying {he Synoptic Gos-
_ =eIlcias entre ellos aplicando un pels, London 1989,84-119.
avaja de Occam». Según este
e deben multiplicar los entes La hipótesis de los dos documentos no ha sido la única que se ha pro-
a explicación compleja a algo puesto para explicar el problema sinóptico; de hecho, las explicaciones han
Aplicado a la cuestión sinópti- sido numerosas. Aquí sólo presentaré algunas de las que han resistido el pa-
. currir a una fuente hipotética so del tiempo y la erosión de la crítica. Son básicamente de tres tipos. En el
cuando este puede explicarse primero de ellos se incluyen las versiones más elaboradas de la hipótesis de
e sí. los dos documentos, que han sido propuestas por quienes consideran que
. . hay otras menores. Una de las objeciones precedentes no son un obstáculo insalvable para seguir utili-
- xpresiones dobles (dos expre- zándola. El segundo incluye las hipótesis que explican las coincidencias y
_ . e se encuentra en Mateo y la divergencias entre los sinóptico s como resultado del influjo entre los tres
~_ se lee: cuando se hizo de no- evangelios sin necesidad de recurrir a otras fuentes. Por último, presentaré
aielos: cuando se hizo de noche el intento más elaborado y sólido de identificar las relaciones que se dieron
oincide literalmente en la pri- entre los sinópticos en los distintos estadios de su elaboración.
egunda, mientras que Lucas Las versiones más complejas de la hipótesis de los dos documentos
_ aunque la coincidencia no es
o
tratan de explicar, sobre todo, el fenómeno de las coincidencias menores.
e al anochecer. Sin embargo, Las dos más difundidas postulan una doble redacción de Marcos y pueden
°a deberse a la actividad redac- describirse así gráficamente:

mo Lucas prescinden de mu- ProtoMarcos (PtMc) DeuteroMarcos (DtMc)

¡ r===:~~~
- - resulta dificil explicar cómo PtMe Me
ría interesado incorporar. Es
illa que crece sola (Me 4, 26- ~
DtMe Q
. interesados en conservar las
en sus respectivos evangelios y~ ~
_centes de Q y de otras fuentes. Mt Me Le Mt Le
- gelistas hayan omitido muchos
ea más de doscientos en Lu-
en Lucas con la llamada sec- La hipótesis del ProtoMarcos explica las objeciones antes indicadas
sión que ha dado lugar a nume- postulando la existencia de una versión de Marcos anterior a la que ha lle-
- utilizada por este evangelista. gado hasta nosotros. Esta versión, que habrían usado Mateo y Lucas, habría
sido retocada después dando lugar al actual Evangelio de Marcos (Me). La
hipótesis del DeuteroMarcos, por su parte, afirma que la versión de Marcos
que nos ha llegado sería la más antigua (Me), mientras que Mateo y Lucas
habrían tenido como fuente una versión posterior que se ha perdido.
los cuatro evangelios Il, Bilbao
Ambas hipótesis pueden explicar teóricamente la mayoría de las obje-
- trces. From Proto-Mark lo Mark,
Parables o/ the Mustard Seed and ciones que se han planteado a la hipótesis de los dos documentos. En el
'o-Gospel, and Farrer-Goulder
T,; primer caso, el material propio de Marcos habría sido añadido posterior-
88 La formacián de los evangelios

mente, mientras que en el segundo habría sido eliminado de la primera zesis tiene la ventaja de la sÍm_"i
versión. Por su parte, las coincidencias menores se explicarían en ambos concretos. La objeción ll12.5 !!!III!I
casos al presuponer que Mateo y Lucas conocieron una versión de Mar- s tradiciones discursivas i
cos diferente a la que ha llegado hasta nosotros. Sin embargo, de estas dos :"ucas, pues al afirmar que se
hipótesis la que ha recibido más atención y ha sido planteada de forma único que hace es trasladar ~
más rigurosa es la del ProtoMarcos, debido sin duda a que resulta más fá- bría que explicar de dónde
cil explicar que la segunda redacción de Marcos (la que nosotros conoce-
mos) fuera una ampliación de la que conocieron Mateo y Lucas.
El segundo grupo de hipótesis explica las coincidencias y divergencias
entre los evangelios sinópticos sin necesidad de recurrir a fuentes distintas
de los evangelios actuales. Consciente o inconscientemente aplican la «na- y
vaja de Occam» y buscan la explicación más sencilla. La versión más an- Mt
tigua de este tipo de hipótesis fue propuesta por san Agustín. Según él, el
primer evangelio habría sido el de Mateo. Marcos habría hecho una ver- El tercer grupo de hipótesi
sión abreviada de él, y Lucas habría elaborado su evangelio a partir de los ema sinóptico identificando las
dos. En los comienzos de la investigación crítica sobre los evangelios, J. J. stadios del proceso de redaccióc
Griesbach propuso otra hipótesis basada también en la prioridad de Mateo. ayor difusión y reconocimientc e
Lucas habría compuesto su evangelio a partir de él, y Marcos habría hecho ~~rd, teniendo en cuenta tres esta
una síntesis de los dos. Esta hipótesis se conoce también con el nombre de evangelios. En el primero de ellos
«Hipótesis de los dos evangelios» y explica el carácter intermedio de Mar- :"os tres primeros se designan co
cos postulando su posterioridad, no su anterioridad, con respecto a los _ el cuarto con la sigla Q, porque ~
otros dos sinópticos. Es la hipótesis que mejor explica las expresiones do- dichos que postula la hipótesis
bles que hemos mencionado en el apartado precedente, pero no explica có- cmaciones de estos cuatro docurn
mo Marcos pudo prescindir de tantas tradiciones de Mateo y Lucas, ni por intermedios, que a su vez habrí .
qué seleccionó algunas de ellas para ampliadas después. ~les, de acuerdo con el siguiente =
Prioridad de Mateo (Agustín) Prioridad de Mateo (Griesbach)

r~--~~
Mt

Me • Le
Mt

t~
Le •. Me
Q

~/~
A .:::

Mateo intermedio Marcos.

La hipótesis de este grupo más difundida y defendida hoy en día es la t~


MATEo ~L
que se conoce con el nombre de «Hipótesis de Farrer-Goulder». Su pun-
to de partida es el mismo que el de la hipótesis de los dos documentos: la
prioridad de Marcos. Dicha prioridad explicaría, también en este caso, los La hipótesis de Benoit-Boismard
materiales de triple tradición, es decir, aquellos que tienen paralelo en elaciones entre los sinópticos, que res
Marcos. Sin embargo, para explicar los materiales que sólo se encuentran cipótesis más simple. Es bastante p
en Mateo y en Lucas, no considera necesario recurrir a una hipotética - :angelios hayan sido así de cornplej
fuente de dichos, sino que supone que Mateo reelaboró el Evangelio de Esta es, sin duda, una de las explicaci
Marcos, y que Lucas compuso el suyo a partir de los otros dos. Esta hipó- propuesto, pero como hipótesis de
Las relaciones entre los cuatro evangelios 89

'a sido eliminado de la primera tesis tiene la ventaja de la simplicidad, pero no termina de explicar los ca-
ores se explicarían en ambos sos concretos. La objeción más importante es que no explica el origen de
~ nacieron una versión de Mar- las tradiciones discursivas incorporadas por Mateo y, a través de él, por
os. Sin embargo, de estas dos Lucas, pues al afirmar que se deben a la reelaboración mateana de Marcos
- o' ha sido planteada de forma 10 único que hace es trasladar el problema a un estadio precedente, pues
in duda a que resulta más fá- habría que explicar de dónde las tomó Mateo.
arcos (1a que nosotros conoce-
'eran Mateo y Lucas. Hipótesis de Farrer-Goulder
- coincidencias y divergencias
de recurrir a fuentes distintas
nscientemente aplican la «na-
r~~~~
Me

Mt •. Le
o - sencilla. La versión más an-
por san Agustín. Según él, el
. Iarcos habría hecho una ver- El tercer grupo de hipótesis tratan de explicar la complejidad del pro-
_ o su evangelio a partir de los blema sinóptico identificando las interacciones que se dieron en diversos
_ ítica sobre los evangelios, J. J. estadios del proceso de redacción de los evangelios. La que ha alcanzado
ién en la prioridad de Mateo. mayor difusión y reconocimiento es la que propusieron Benoit y Bois-
de él, y Marcos habría hecho mard, teniendo en cuenta tres estadios en el proceso de redacción de los
e también con el nombre de evangelios. En el primero de ellos habrían existido cuatro documentos.
el carácter intermedio de Mar- Los tres primeros se designan convencionalmente con las letras A, B, e,
zerioridad, con respecto a los y el cuarto con la sigla Q, porque equivaldría en cierto modo a la fuente
_~or explica las expresiones do- de dichos que postula la hipótesis de los dos documentos. Diversas com-
edente, pero no explica có- binaciones de estos cuatro documentos habrían dado lugar a tres evange-
nes de Mateo y Lucas, ni por lios intermedios, que a su vez habrían servido de base a los evangelios ac-
1IL;.....;:;.·l4:l después. tuales, de acuerdo con el siguiente gráfico:

'dad de Mateo (Griesbach) Hipótesis de Benoit-Boismard


.lt Q A •. B e Q

~~
----~ •.~Me
~/~~~~I
Mateo intermedio Marcos intermedio Protolueas

_ ;- defendida hoy en día es la


t~~t
MATEO MARCOS LUCAS
- - Farrer-Goulder», Su pun-
lIa::!~s_s-de los dos documentos: la
ts::G::'2.'"la. también en este caso, los La hipótesis de Benoit-Boismard tiene en cuenta la complejidad de las
os que tienen paralelo en relaciones entre los sinópticos, que resulta muy dificil de explicar con una
~~:aJe que sólo se encuentran hipótesis más simple. Es bastante probable que las relaciones entre los
~-c:-:,-_.n recurrir a una hipotética evangelios hayan sido así de complejas, pero resulta muy dificil probado.
- reelaboró el Evangelio de Esta es, sin duda, una de las explicaciones más serias y fundadas que se
- e los otros dos. Esta hipó- han propuesto, pero como hipótesis de trabajo resulta poco práctica.
90 Laformación de los evangelios

3. LA RELACIÓN DEL EVANGELIO DE JUAN CON LOS SlNÓPTICOS trado en la actividad pública de J
Bautista y termina con su pasió
Las semejanzas que existen entre los evangelios sinópticos y el Evan- - angelios han incorporado tradicion
gelio de Juan no son tan estrechas como las que se dan entre los primeros. sús sin que el conjunto pierda su
Sin embargo, son 10 suficientemente importantes como para que nos pre- dos sinópticos poseen estas mi
guntemos acerca de la relación que pudo haber existido entre ellos en las liado el esquema de Marcos, aun
diversas etapas de su composición y difusión. Es una cuestión que ya se roraron un relato de la infancia de Je
plantearon los primeros escritores cristianos. La explicación más difundi- s semejanzas entre Marcos y Juan in
da entre ellos fue la que Eusebio de Cesarea atribuía a Clemente de Ale- lgunos episodios sueltos situados en
jandría. Según Clemente, Juan, que escribió el último, «sabiendo que lo el episodio del templo, (Me 11, 11-
corporal [de Jesús] había sido desvelado ya en los [otros] evangelios, palabras de Jesús (Jn 12,25// Me
compuso un evangelio espiritual, animado por sus discípulos e inspirado o en general el conjunto del materi
por el Espíritu» (Hist. Ecl. 6, 14,7). La afirmación de Clemente presupo- TOgrado de coincidencias verbales.
ne que el autor del Evangelio de Juan conocía los otros tres evangelios ca- Marcos y Juan no sólo tienen en co
nónicos y escribió su obra para complementarios, insistiendo en los aspec- os y numerosos episodios sueltos,
tos más espirituales. Sin embargo, esta visión tradicional de la relación _..•isodios en el mismo orden. Ambos CI
entre Juan y los sinópticos ha sido cuestionada y matizada por la investiga- ón de Juan Bautista y su testimonio s
ción crítica a medida que se ha ido desvelando la complejidad del proceso :6); ambos narran la actividad de Jesús
de formación de los evangelios. En los últimos años se han propuesto di- en algunos casos cuentan los mismo
versas explicaciones, aunque ninguna de eIlas ha encontrado un apoyo ge- o orden (Me 6,34-52// Jn 6,1-21); al
neralizado entre los estudiosos. ~U Jerusalén en la última etapa de su vil
entrada triunfal en la ciudad (Me 11, l-
a) Coincidencias y divergencias etania (Mc 14,3-9// Jn 12, 1-8), la últ
gación de Judas (Me 14, 17-26// Jn 13-
J. Blinzer, Juan y los sinópticos, Salamanca 1968; A. Denaux (ed.), John and the Sy-
pasión, desde el arresto de Jesús ha:
noptics, Leuven 1992; J. D. Dvorak, The Relationship between John and the Synop-
Yfc 14,53-16,8// Jn 18, 1-20, 10).
tic Gospels: Journal ofthe Evangelical Theological Society 41 (1998) 201-213; D. M.
Smith, John among the Gospels, Columbia 2200 l. Pero junto a estas coincidencias exist
cias. El relato de Marcos y el de Juan poi
El punto de partida para explicar las relaciones entre Juan y los sinóp- lógico diferente. En Marcos, la activid
ticos es la observación de las semejanzas y diferencias que existen entre 're todo en Galilea, aunque incluye una 1
ellos. En la exposición de dichas semejanzas y diferencias suele conside- _ dura aproximadamente un año. En Jua
rarse a los sinópticos en conjunto, pero en realidad casi todos los puntos esarroIla alternativamente en Judea y (
de contacto se dan con el Evangelio de Marcos. Si exceptuamos algunos s años, pues se mencionan tres celebra
episodios del relato de la pasión y de las apariciones de Jesús, que tienen zua (Jn 2, 13; 6,4; 13, 1). También exis
paralelo tan sólo en el Evangelio de Lucas, y algún episodio suelto que tie- uan y Marcos en el vocabulario y en le
ne paralelo en Mateo y Lucas, el resto de los elementos comunes se en- -- de que algunos temas centrales de la l
cuentran en la tradición común a los tres sinópticos, la cual, según todos en los otros sinópticos, como el reinado
los indicios, tuvo su origen en Marcos. uan; de igual modo, muchos de los tems
Las semejanzas entre Juan y Marcos resultan más visibles cuando se ._, el envío del Paráclito o la muerte corr.
contemplan en el marco de los diversos escritos a que dio lugar la tradi- esús, faltan en Marcos. Estas diferencia:
ción sobre Jesús. Tanto Juan como Marcos poseen un esquema narrativo zerarios más habitualmente utilizados pOI
Las relaciones entre los cuatro evangelios 91

centrado en la actividad pública de Jesús, que comienza en el círculo de


Juan Bautista y termina con su pasión. Dentro de este esquema, ambos
: :inópticos y el Evan- evangelios han incorporado tradiciones sobre los dichos y los hechos de
entre los primeros. Jesús sin que el conjunto pierda su carácter narrativo y biográfico. Los
o para que nos pre- otros dos sinópticos poseen estas mismas características, pues han desa-
_....,;~·IiO entre ellos en las
•••••
rrollado el esquema de Marcos, aunque tanto Mateo como Lucas incor-
uestión que ya se poraron un relato de la infancia de Jesús del que carecen Marcos y Juan .
.....,:c-'..clicación más difundi- Las semejanzas entre Marcos y Juan incluyen también numerosos pasajes
_, ••.._~_._ a Clemente de Ale-
y algunos episodios sueltos situados en distintos momentos del relato, co-
o. «sabiendo que lo mo el episodio del templo, (Me 11, 11-17// Jn 2,13-22), además de algu-
: [otros] evangelios, nas palabras de Jesús (Jn 12,25// Mc 8, 35; Jn 12,27// Mc 14,34-36);
- ípulos e inspirado pero en general el conjunto del material que tienen en común no posee un
Clemente presupo- alto grado de coincidencias verbales.
- tres evangelios ca- Marcos y Juan no sólo tienen en común una serie de rasgos caracterís-
sriendo en los aspec- ticos y numerosos episodios sueltos, sino que con frecuencia sitúan los
~ ional de la relación episodios en el mismo orden. Ambos comienzan su relato con la predica-
da por la investiga- ción de Juan Bautista y su testimonio sobre Jesús (Me 1,4-8// Jn 1,19-
plejidad del proceso 36); ambos narran la actividad de Jesús en Galilea (Me 1, 14-15// Jn4, 3)
_~.;<:-:c5- - han propuesto di- y en algunos casos cuentan los mismos episodios exactamente en el mis-
ntrado un apoyo ge- mo orden (Me 6, 34-52// Jn 6, 1-21); ambos relatan también su actividad
en Jerusalén en la última etapa de su vida (Me 9, 30-31// Jn 7,10-14), su
entrada triunfal en la ciudad (Me 11, 1-19// Jn 12, 12-15), su unción en
Betania (Me 14,3-9// Jn 12, 1-8), la última cena y la predicción de la ne-
gación de Judas (Me 14, 17-26// Jn 13-14), concluyendo con el relato de
ed.), John and the Sy- la pasión, desde el arresto de Jesús hasta el episodio de la tumba vacía
en John and the Synop-
(Mc 14,53-16,8// Jn 18, 1-20, 10).
--,-..-- 1998)201-213;D.M.
Pero junto a estas coincidencias existen también importantes discrepan-
cias. El relato de Marcos y el de Juan poseen un esquema geográfico y CfO-
e Juan y los sinóp- no lógico diferente. En Marcos, la actividad pública de Jesús tiene lugar so-
"írP__,_·<.~ que existen entre bre todo en Galilea, aunque incluye una breve estancia al final en Jerusalén
""::;-"""'ias suele conside- y dura aproximadamente un año. En Juan, sin embargo, dicha actividad se
-i todos los puntos desarrolla alternativamente en Judea y Galilea y se extiende a lo largo de
- e - eptuamos algunos tres años, pues se mencionan tres celebraciones de la fiesta anual de la pas-
••• ecoes e Jesús, que tienen cua (Jn 2, 13; 6,4; 13, 1). También existen importantes diferencias entre
••••••••''-""-odio suelto que tie- Juan y Marcos en el vocabulario y en los temas teológicos, hasta el pun-
•• CII:::?-:_::to comunes se en- to de que algunos temas centrales de la predicación de Jesús en Marcos y
ual, según todos en los otros sinópticos, como el reinado de Dios, casi no se mencionan en
Juan; de igual modo, muchos de los temas teológicos de Juan, como la ho-
_-.L~;..:o- vi ibles cuando se ra, el envío del Paráclito o la muerte como momento de la glorificación de
" dio lugar la tradi- Jesús, faltan en Marcos. Estas diferencias afectan también a los géneros li-
squema narrativo terarios más habitualmente utilizados por ambos evangelios. Así, mientras
92 Laformación de los evangelios

en Juan se encuentran largos discursos y diálogos, en Marcos predomina el . en A. Denaux (ed.), John and
lenguaje parabólico y los dichos breves. Con todo, la diferencia más evi- m and the Synoptics: 1975-1990.
1992,3-2; D. M. Smith, John am.
dente es que cada uno de ellos contiene numerosas tradiciones que no se
encuentran en el otro. Juan, por ejemplo, no narra el bautismo de Jesús, ni
Los argumentos que acabo oe _
su transfiguración, ni la institución de la eucaristía, mientras que Marcos
.1.S relaciones de Juan con Mari
desconoce el episodio de las bodas de Caná y los encuentros de Jesús con
50S comunes se encuentran en esze
Nicodemo o con la Samaritana, por citar sólo algunos ejemplos.
chos de ellos aparecen narrados ""
De los otros dos sinópticos, Mateo no tiene paralelos con Juan en los
argumento de la coincidencia en ~
episodios que no proceden de Marcos. Lucas, sin embargo, presenta algu-
':eterminar las relaciones de de
nas coincidencias significativas con el cuarto evangelio. En primer lugar,
e demasiado, ya que los estu
coincide con él en algunos detalles del relato de la pasión (la traición se de-
tradicionales han puesto de manif.e
be a la acción de Satanás en Judas; el anuncio de la negación de Pedro tiene
us miembros para memorizar
lugar en la cena, no después de ella; al siervo del Sumo Sacerdote le cortan
tra parte -como he observado
la oreja derecha; en la tumba hay dos ángeles en lugar de uno). También difusión de los evangelios-, es m _
existen algunas coincidencias en el relato de la visita de Pedro a la tumba
fundido sobre todo a través de recita
(relato descrito escuetamente en Le 24, 12 y narrado con detalle en Jn 20, 3-
oo de la «oralidad secundaria», que
10) y en la aparición a los discípulos, que ambos sitúan en Jerusalén (Jn 20, ral de un texto escrito.
19-29; Le 24,36-49). Lucas y Juan poseen también otros episodios en co-
El mejor ejemplo de coinciden
mún, como el de la pesca milagrosa, que Juan considera un relato de apari-
ión, donde Marcos y Juan coincic
ción (Le 5, 1-11; Jn 21, 1-11); además, sólo ellos conocen la actividad de a desde el arresto de Jesús hasta e
Jesús en Samaría (Le 9, 52-56; Jn 4). Hay que mencionar, por último, el 53-16,811 Jn 18, 1-22, 10). Sinem
episodio del encuentro de Jesús con el centurión, que tiene paralelo en Juan cuentran también a lo largo de la activ
(Le 7, 1-10 11Jn 4, 46b-53). Este episodio es significativo porque Lucas lo ellas es la secuencia que comienza
tomó, muy probablemente, del Documento Q (par. Mt 8, 5-13).
Estas coincidencias y discrepancias de los evangelios sinópticos con EPISODIO

Juan requieren una explicación. En la investigación reciente se han pro- Multiplicación de los panes
puesto tres hipótesis para dar razón de ellas. La primera, fijándose sobre Jesús camina sobre las aguas
todo en las coincidencias, defiende la dependencia literaria del Evangelio La gente pide un signo
de Juan con respecto a los sinópticos. La segunda, que tiene en cuenta so- Explicación sobre el pan
bre todo las discrepancias, supone que Juan utilizó tradiciones orales o es- Confesión de Pedro

critas que también utilizaron los sinópticos. Y la tercera, que trata de equi-
librar la importancia de las coincidencias y las discrepancias, afirma que Aunque en su forma actual los pa
Juan conoció los sinópticos, especialmente Marcos, pero escribió su evan- episodios iniciales y el último poseen,
gelio independientemente de ellos. Veamos a continuación cuáles son los parte de Marcos y de Juan (en cursiv
argumentos en los que se apoyan estas tres explicaciones. lJamativo que el orden de la multiplica¡
go y la confesión de Pedro sea exactaJ
lioso Es llamativo porque en ambos evi
b) Juan conoció y utilizó los sinópticos onclusión de una sección centrada en
idencias se podrían explicar suponiei
M. É. Boismard - A. Lamouille, Synopse des quatre évangiles en francais III, L 'évangi-
le de Jean, Paris 1977; W. H. Kelber, The Pass ion in Mark: Studies on Mark 14-16, Phi- de Marcos y quiso reelaborar esta s
ladelphia 1976; R. Kieffer, Jean et Marc: convergences dans la structure et dans les de- Marcos. Pero también es posible que
Las relaciones entre los cuatro evangelios 93

";:"';T"...,.=>nC. en Marcos predomina el tails, en A. Denaux (ed.), John and the Synoptics, Leuven 1992, 109-126; F. Neirynck,
John and the Synoptics: 1975-1990, en A. Denaux (ed.), John and the Synoptics, Leu-
o. la diferencia más evi-
ven 1992,3-2; D. M. Smith, John among the Gospels, Columbia 22001, 212-234.
____ -""" ••s-sc o ctradiciones que no se
rra el bautismo de Jesús, ni Los argumentos que acabo de exponer invitan a centrar la atención en
mientras
;;;..o.~~~.~ll·a, que Marcos las relaciones de Juan con Marcos, no sólo porque casi todos los episo-
.. encuentros de Jesús con dios comunes se encuentran en este evangelio, sino también porque mu-
=
os ejemplos. chos de ellos aparecen narrados en el mismo orden. Recordemos que el
~ paralelos con Juan en los argumento de la coincidencia en el orden es muy importante a la hora de
~~~ : embargo, presenta algu- determinar las relaciones de dependencia literaria, aunque no debe for-
Iim..:::n;:- angelio. En primer lugar, zarse demasiado, ya que los estudios sobre la transmisión oral en culturas
pasión (la traición se de- tradicionales han puesto de manifiesto la capacidad que tienen algunos
IIIKJo()c.a negación de Pedro tiene de sus miembros para memorizar composiciones largas y complejas. Por
urna Sacerdote le cortan otra parte -como he observado más arriba al hablar de la publicación y
.Ei"es ~ lugar de uno). También difusión de los evangelios-, es muy posible que el de Marcos se haya di-
.' ita de Pedro a la tumba fundido sobre todo a través de recitaciones orales, dando lugar al fenóme-
o con detalle en Jn 20, 3- no de la «oralidad secundaria», que consiste básicamente en la difusión
Ie:.oeos :itúan en Jerusalén (Jn 20, oral de un texto escrito .
.n otros episodios en co- El mejor ejemplo de coincidencia en el orden lo ofrece el relato de la
._~(::m::.s"idera un relato de apari- pasión, donde Marcos y Juan coinciden en una sucesión de episodios que
: onocen la actividad de va desde el arresto de Jesús hasta el episodio de la tumba vacía (Me 14,
encionar, por último, el 53-16, 8// Jn 18, 1-22, 10). Sin embargo, este tipo de coincidencias se en-
e tiene paralelo en Juan cuentran también a lo largo de la actividad pública de Jesús. Un ejemplo de
_ . - cativo porque Lucas lo ellas es la secuencia que comienza con la multiplicación de los panes:
.~.~It 8, 5-13).
~ angelios sinópticos con EPISODIO JUAN MARCOS

•••• :s:::::=~':!:_.
ción reciente se han pro- Multiplicación de los panes 6, 1-15 6,32-44
rimera, fijándose sobre Jesús camina sobre las aguas 6, 16-24 6,45-51
.~.:e~_cia literaria del Evangelio La gente pide un signo 6,25-34 8, 11-13
._~:;;:!3.. que tiene en cuenta so- Explicación sobre el pan 6,35-59 8,14-21
Confesión de Pedro 6,60-69 8,27-30
tradiciones orales o es-
era, que trata de equi-
.- repancias, afirma que Aunque en su forma actual los pasajes que se encuentran entre los dos
•••.••••!=-_~.~_
.. pero escribió su evan- episodios iniciales y el último poseen signos evidentes de elaboración por
__ .~: •..~";:dllluación cuáles son los parte de Marcos y de Juan (en cursiva algunos rasgos comunes), resulta
llamativo que el orden de la multiplicación de los panes, la travesía del la-
go y la confesión de Pedro sea exactamente el mismo en los dos evange-
lios. Es llamativo porque en ambos evangelios la confesión de Pedro es la
conclusión de una sección centrada en el pan y su significado. Estas coin-
cidencias se podrían explicar suponiendo que Juan conocía el Evangelio
enfrancais III, L 'évangi-
de Marcos y quiso reelaborar esta sección para completar la visión de
--'''--''"o'>71',es on Mark 14-16,Phi-
••• .:z:: ~=lastnlcture et dans les de- Marcos. Pero también es posible que Juan y Marcos hayan utilizado una
94 Laformación de los evangelios Las relaciones entre

composición anterior que contenía los tres episodios. De hecho, la pre- e la pasión. Este es un tema muy u;
gunta de Jesús a Pedro se explica mucho mejor después de los dos prime- arcos, como tendremos ocasión ,.;~
ros episodios que después del largo discurso de Juan o la amplia sección siciones preevangélicas. Aunque
de Marcos, pues en los dos episodios iniciales se revela que Jesús es al- tanto Marcos como Juan depender;
guien fuera de lo común y en el último Jesús pregunta a sus discípulos que se transmitió de forma oral e
acerca de la opinión que tienen sobre él. enen que fue Marcos quien cornpcs
El argumento de la coincidencia en el orden es importante, pero no de- estrechas coincidencias del relato {!;
cisivo. Lo realmente determinante es identificar elementos redaccionales _ r prueba de la relación de depend
de Marcos en la versiónjoánica de un episodio; y esto porque, si se pudie- e en este caso habría que explicar
ra demostrar que Juan contiene una tradición redactada por Marcos, en- con Marcos en el episodio del pren
tonces se podría deducir que ha utilizado dicho evangelio y no una tra- relato de la pasión.
dición anterior. El problema es que la identificación de los elementos _2 afirmación de que Juan utilizó e
redaccionales de Marcos no es muy segura, pues carecemos de versiones iatamente la cuestión de la finalida,
paralelas para verificarla. A pesar de ello, el análisis redaccional de este '"iue quería reemplazarlo? ¿Tal vez:
evangelio ha hecho algunos progresos y actualmente existe relativa certe- 5U intención complementario? Para:
za acerca de su vocabulario característico y de algunos de sus recursos li- ---=0 tener muy presentes las diferer
terarios propios. gelios, especialmente, las numero
Uno de estos recursos característicos de Marcos son las intercalacio- 4_ uno de ellos. Puede servir también
nes. Básicamente consisten en situar un episodio en medio de otro, o en- teo y Lucas utilizaron el Evangelio
tre otros dos que están relacionados entre sí, dando lugar a una especie de spectivos relatos. Si Juan utilizó el
bocadillo literario. Un ejemplo del segundo tipo es la escena en la que los hizo con una intención muy dife
familiares de Jesús van a buscarle porque piensan que está fuera de sí (Me _-s. a diferencia de estos, prescindió
3,20-21.22-30.31-35); en cuanto al primer tipo, puede verse un ejemplo zrenidas en él. Esta misma comparac
en el episodio de la revivificación de la hija de Jairo, dentro del cual se ha ~ricos en su relación con el Evangeli
introducido el de la sanación de la mujer con flujo de sangre (Me 5, 21- zn no depende de Marcos, al menos [
24.25-34.35-43). Pues bien, tanto en Marcos como en Juan, el episodio de der de él Mateo y Lucas.
la comparecencia de Jesús ante el Sanedrín está situado entre dos episo- Por último, hay que mencionar aquí I
dios que tienen como protagonista a Pedro. .~que, en coherencia con su explicaciór
s. considera que la relación entre esn
EPISODIO MARCOS JUAN to de su redacción final, sino en algu
Pedro en casa del Sumo Sacerdote 14,53-54 18,15-18 posición. Como veremos en el capín
Comparecencia ante el Sanedrín 14,55-65 18,19-24 : numerosos indicios de que existierc
Negaciones de Pedro 14,66-72 18,25-27 ~o de los sinópticos, principalmente
o lugar en una etapa intermedia de est
En el análisis literario de Marcos, este conjunto suele considerarse una licaría la combinación de las tradicio:
intercalación característica de su estilo y, por ello, cabría pensar que Juan centes de los sinópticos, y que en la '
depende aquí del texto de Marcos y no de una tradición anterior a él; esta e la última redacción, las coincidenc
explicación puede reforzarse observando las coincidencias verbales que tan evidentes. El problema de este ti
existen entre ambas versiones. - il comprobarlas. Dado el proceso d
Quienes piensan que Juan utilizó el Evangelio de Marcos encuentran crigüedad, es muy probable que hayan
un argumento sólido en los que niegan la existencia de un relato tradicio- los evangelios en las distintas etap
Las relaciones entre los cuatro evangelios 95

e episodios. De hecho, la pre- nal de la pasión. Este es un tema muy debatido en la crítica de las fuentes
mejor después de los dos prime- de Marcos, como tendremos ocasión de ver en el capítulo dedicado a las
o de Juan o la amplia sección composiciones preevangélicas. Aunque hay buenas razones para suponer
. iales se revela que Jesús es al- que tanto Marcos como Juan dependen de un relato tradicional de la pa-
Jesús pregunta a sus discípulos sión que se transmitió de forma oral en versiones muy parecidas, algunos
sostienen que fue Marcos quien compuso este relato. Si de hecho fue así,
~ orden es importante, pero no de- las estrechas coincidencias del relato de Juan con el de Marcos serían la
centificar elementos redaccionales mejor prueba de la relación de dependencia literaria existente entre ellos,
_ . odio; y esto porque, si se pudie- aunque en este caso habría que explicar por qué Juan comienza a coinci-
_ ición redactada por Marcos, en- dir con Marcos en el episodio del prendimiento y no donde Marcos inicia
o dicho evangelio y no una tra- el relato de la pasión.
identificación de los elementos La afirmación de que Juan utilizó el Evangelio de Marcos plantea in-
, pues carecemos de versiones mediatamente la cuestión de la finalidad. ¿Acaso utilizó dicho evangelio
e o. el análisis redaccional de este porque quería reemplazarlo? ¿Tal vez porque trataba de corregirlo? ¿O
actualmente existe relativa certe- fue su intención complementarlo? Para responder a estas preguntas es ne-
co y de algunos de sus recursos li- cesario tener muy presentes las diferencias que existen entre estos dos
evangelios, especialmente, las numerosas tradiciones que son propias de
_ - de Marcos son las intercalacio- cada uno de ellos. Puede servir también como referencia la forma en que
episodio en medio de otro, o en- Mateo y Lucas utilizaron el Evangelio de Marcos en la composición de
e sí, dando lugar a una especie de sus respectivos relatos. Si Juan utilizó el Evangelio de Marcos, ciertamen-
do tipo es la escena en la que los te lo hizo con una intención muy diferente a los otros dos sinópticos,
~~ piensan que está fuera de sí (Me pues, a diferencia de estos, prescindió de la mayoría de las tradiciones
er tipo, puede verse un ejemplo contenidas en él. Esta misma comparación entre Juan y los otros dos si-
ija de Jairo, dentro del cual se ha nópticos en su relación con el Evangelio de Marcos induce a pensar que
r con flujo de sangre (Me 5, 21- Juan no depende de Marcos, al menos no en la forma en que parecen de-
os como en Juan, el episodio de pender de él Mateo y Lucas.
edrín está situado entre dos episo- Por último, hay que mencionar aquí la hipótesis de Boismard-Lamoui-
_ o. lle que, en coherencia con su explicación de las relaciones entre los sinóp-
ticos, considera que la relación entre estos y Juan tuvo lugar, no en el mo-
MARCOS JUAN mento de su redacción [mal, sino en alguna de las etapas precedentes de su
14,53-54 18,15-18 composición. Como veremos en el capítulo dedicado al Evangelio de Juan,
14,55-65 18,19-24 hay numerosos indicios de que existieron diversas ediciones de él. El in-
14,66-72 18,25-27 flujo de los sinóptico s, principalmente de Marcos y de Lucas, habría te-
nido lugar en una etapa intermedia de este proceso de composición, lo cual
este conjunto suele considerarse una explicaría la combinación de las tradiciones propias de Juan con otras pro-
;". por ello, cabría pensar que Juan cedentes de los sinópticos, y que en la versión actual del evangelio, fru-
e una tradición anterior a él; esta to de la última redacción, las coincidencias verbales con los sinópticos no
o las coincidencias verbales que sean tan evidentes. El problema de este tipo de hipótesis es que resulta muy
difícil comprobarlas. Dado el proceso de composición de los libros en la
=. E angelio de Marcos encuentran antigüedad, es muy probable que hayan existido contactos de ida y vuelta
a existencia de un relato tradicio- entre los evangelios en las distintas etapas de su composición, pero no te-
96 La formacion de los evangelios

nemos forma de probarlo. Este tipo de intentos tratan de describir lo que La existencia de este relato
pasó, pero ya he indicado que para explicar las relaciones entre los evange- se comparando la versión de "
lios tenemos que conformamos con hipótesis más generales y simples. edro. En los tres relatos, la
ente la misma, pero también
ares. Por un lado, hay detalle
e) Juan utilizó tradiciones comunes a los sinópticos
canónicos y hacen pensar que
P. Borgen, John and the Synoptics: Can Paul Offer Help?, en G. F. Hawthome (ed.), Tra- o, el relato que subyace al a
dition and lntepretation in the New Testament, Grand Rapids 1987, 80-94; P. Gardner- ni de Juan. Esta narración
Smith, Saint John and the Synoptics, Cambridge 1938; H. Weder, Vonder Wende der Welt cional de la pasión que circuló o
zum Semeion des Sohnes, en A. Denaux C ed.), John and the Synoptics, Leuven 1992, 127- rían conocido Marcos y Juan.
145; M. Rodríguez Ruiz, El Evangelio de Pedro. ¿ Un desafio a los evangelios canóni-
Además del relato de la pasió
cos?: Estudios Bíblicos 46 (1988) 497-525; D. M. Smith, John among the Gospels, Co-
lumbia 22001,45-84; M. L. Soards, The Question of a Premarkan Pass ion Narrative, en tivas que también conocieron _
R. E. Brown, The Death ofthe Messiah: From Gelhsemane to the Grave. A Commentary . representativo son las historias
on the Passion Narratives in thefour Gospels, NewYork 1994, 1492-1524. gar relevante en el relato de Juan.
muy probablemente, de una
La segunda explicación de las relaciones entre Juan y los sinópticos tie- ::'i nombre de «Fuente de los signo
ne en cuenta, sobre todo, las diferencias que existen entre ellos. Estas se ién diversas historias de milagro.
dan, como hemos visto, tanto a nivel del trazado general de la obra, como varias colecciones, y otros relatos
al nivel de los contenidos. Comparado con los otros evangelios canónicos, ora bien, comparando las historias
Juan posee muchas menos tradiciones en común con cualquiera de ellos , resulta difícil justificar la de
que cada uno de los sinópticos con los otros dos. Por otro lado, incluso en ipticos, pues de los siete relatos n
los pasajes en los que Juan tiene una tradición en común con los sinópti- elo en Marcos y otro tiene paralelo
cos, las coincidencias verbales no son frecuentes. Partiendo de estas obser-
EPISODIO
vaciones, las coincidencias entre Juan y los sinópticos se han explicado
afirmando que Juan conoció y utilizó algunas tradiciones que también co- Bodas de Caná
Hijo del oficial real
nocieron y utilizaron los sinópticos.
Sanación del paralítico
La más importante de ellas habría sido, sin duda, un relato tradicional
Multiplicación de los panes
de la pasión, que también Marcos habría conocido, aunque muy probable-
Caminando sobre las aguas
mente en una versión distinta. La utilización de este relato explicaría bien Ciego de nacimiento
las principales coincidencias entre Marcos y Juan al narrar la pasión. Dicho Revivificación de Lázaro
relato habría contenido la secuencia de episodios que van desde el prendi-
miento de Jesús hasta la escena de la tumba vacía, que son los episodios Cuando se comparan las dos versi
en los que coinciden Marcos y Juan. Marcos sitúa dentro de su relato de la cen paralelo en Marcos, se advierte
pasión las tradiciones de la unción en Betania y de la cena (Me 14, 1-31), episodio, pero en los dos primeros e
que Juan conoce pero sitúa fuera de su propio relato de la pasión, y la ora- tes. Tanto el relato de la curación del
ción de Jesús en Getsemaní (Me 14,32-42), que no se encuentra en Juan. Iítico coinciden en el esquema bás
Este, por su parte, habría incorporado también algunos detalles como la es- es. En el segundo relato, por ejemplc
cena del costado traspasado, que no se encuentra en los sinópticos (Jn 19, én cerca del templo, mientras que Ma
31-37). Tanto uno como otro habrían reelaborado el relato tradicional in- aún; tanto en Juan como en Marcos e:
corporando acentos teológicos propios que son reconocibles en el resto de tros, pero en un caso lo que hacen e
sus respectivos relatos. escolgarlo desde el techo para que
xmgelios Las relaciones entre los cuatro evangelios 97

íareutos tratan de describir lo que La existencia de este relato tradicional de la pasión puede confirmar-
_,",~ •...•las relaciones entre los evange- se comparando la versión de Marcos y de Juan con la del Evangelio de
••••..~.••
- esi más generales y simples. Pedro. En los tres relatos, la sucesión de los acontecimientos es básica-
mente la misma, pero también la versión de EvPe posee elementos pecu-
liares. Por un lado, hay detalles que revelan el influjo de los evangelios
sinópticos canónicos y hacen pensar que fue compuesto a partir de ellos. Pero, por
otro, el relato que subyace al actual no parece depender ni de los sinópti-
Help?, en G. F. Hawthome (ed.), Tra-
Grand Rapids 1987, 80-94; P. Gardner- cos ni de Juan. Esta narración sería una de las versiones del relato tradi-
; H. Weder, Van der Wende der Welt cional de la pasión que circuló oralmente o por escrito, y que también ha-
and the Synoptics, Leuven 1992, 127- brían conocido Marcos y Juan.
¿Un desafio a los evangelios canóni- Además del relato de la pasión, Juan habría utilizado otras tradiciones
mith, John among the Gospels, Co-
narrativas que también conocieron y utilizaron los sinópticos. El ejemplo
o a Premarkan Pass ion Narrative, en
"l!It.er;'lSemane to the Grave. A Commentary más representativo son las historias de milagro. Siete de ellas ocupan un
.ew York 1994, 1492-1524. lugar relevante en el relato de Juan. Reciben el nombre de signos y proce-
den, muy probablemente, de una composición anterior que se conoce con
~::c:es entre Juan y los sinópticos tie- el nombre de «Fuente de los signos». El Evangelio de Marcos incluye tam-
. ue existen entre ellos. Estas se bién diversas historias de milagro, que podrían haber formado parte de una
trazado general de la obra, como o varias colecciones, y otros relatos transmitidos de forma independiente.
los otros evangelios canónicos, Ahora bien, comparando las historias de milagro que se encuentran en am-
omún con cualquiera de ellos bos, resulta difícil justificar la dependencia de Juan con respecto a los si-
lIIt.cros dos. Por otro lado, incluso en nópticos, pues de los siete relatos recogidos por Juan, sólo tres tienen para-
_'-'"_o.-L •..ión en común con los sinópti- lelo en Marcos y otro tiene paralelo en Q:
entes. Partiendo de estas obser-
EPISODIO JUAN MARCOS Q
o sinópticos se han explicado
Bodas de Caná 2, 1-11
as tradiciones que también co-
Hijo del oficial real 4,46-54 7,1-10
Sanación del paralítico 5, 1-9 2, 1-12
. in duda, un relato tradicional Multiplicación de los panes 6, 1-15 6,32-44
conocido, aunque muy probable- Caminando sobre las aguas 5,16-21 6,45-51
1iI:zz:-:'tó- n de este relato explicaría bien Ciego de nacimiento 9, 1-9 [8,22-26]
s _ Juan al narrar la pasión. Dicho Revivificación de Lázaro 11, 1-44
__ i., dios que van desde el prendi-

._, __.••va vacía, que son los episodios Cuando se comparan las dos versiones de las cuatro historias que tie-
sitúa dentro de su relato de la nen paralelo en Marcos, se advierte claramente que se trata del mismo
••.•.••.. zania y de la cena (Me 14, 1-31), episodio, pero en los dos primeros casos las versiones son muy diferen-
ltS~propio relato de la pasión, y la ora- tes. Tanto el relato de la curación del hijo del funcionario real como el del
-2 . que no se encuentra en Juan. paralítico coinciden en el esquema básico, pero difieren en muchos deta-
____ -'",¡' én algunos detalles como la es- lles. En el segundo relato, por ejemplo, Juan sitúa la curación en Jerusa-
•...•••_~'~••,entra en los sinóptico s (J n 19, lén cerca del templo, mientras que Marcos la sitúa en una casa de Cafar-
_, ~~rado el relato tradicional in- naún; tanto en Juan como en Marcos el enfermo necesita ser ayudado por
_ ,;> ·on reconocibles en el resto de otros, pero en un caso lo que hacen es introducido en la piscina y en otro
descolgado desde el techo para que Jesús lo cure; sin embargo, el mo-
98 La formación de los evangelios
Las relaciones entre los

mento central del relato es exactamente igual, hasta el punto de que tanto blecer, por otra parte, una compa
Juan como Marcos utilizan un término popular para referirse a la camilla arcos y a Juan. Si comparamos, por
(krabatton = catre), que Mateo y Lucas cambiaron por otro menos vulgar, a recogida en ICor 11,23-29 y en 1
como hemos visto más arriba. En los episodios que Marcos y Juan tienen cidencias verbales que cuando con
en común se advierte que la tradición de los milagros ha sido releída de templo en Jn 2, 13-22 con la versió
dos formas diversas por caminos paralelos y, por tanto, que esta tradición e de este tipo de comparación e
no llegó a Juan a través de Marcos.
gélicas recogidas en las cartas de P:
La existencia de dos líneas de tradición que llegaron a Marcos y a Juan
ayudar a determinar si existieron o
por distintos caminos es más evidente cuando se examina la tradición de "a entre Juan y los sinópticos.
los dichos. Aquí las conexiones son mucho menores. En Juan no se en-
cuentran agrupaciones de dichos de Jesús ni parábolas, ni tampoco anéc-
dotas o controversias breves, como en Marcos (Me 4,1-34; 13; 2, 1-3,6), Juan conoció los sinopticos, pero no
sino largos discursos y diálogos que a veces tratan de explicar el signifi-
;" Anderson, The Fourth Gospel and the Qu
cado de los signos realizados por Jesús Un 4; 5; 6). Las conexiones son
Bauckham, John for Readers of Mark, en 11
muy puntuales, lo mismo que las que existen entre Juan y Q. Con todo, a . tians: Rethinking the Gospel Audiences, 1
pesar de que Juan y los sinópticos representan dos trayectorias indepen- and the Synoptics: Some Dimenslons of u
dientes de la tradición de los dichos, Juan y Marcos comparten una acti- O) 425-444; D. M. Smith, The Problem o)
tud hacia dicha tradición muy diferente a la que se percibe en Mateo y en tion between Apocryphal and Canonical j
Synoptics, Leuven 1992, 147-162; W. E.
Lucas; en efecto, tanto en Marcos como en Juan existe una preocupación
? a Response to Richard Bauckham s Proi
por interpretar los dichos de Jesús, que está ausente en los otros dos evan- -:suunent 25 (2003) 449-468; S. E. Witrner, J

gelios. En Marcos esta preocupación aparece desde el principio (Me 4, ~I and the Qumran Pesharim: Novum Te1
10-11) y podría ser la causa de que haya incorporado tan pocos dichos. En
Juan, sin embargo, se traduce en un constante interés por explicar lo que . ;inguna de las dos explicaciones pn
Jesús dice, cuyo sentido pleno sólo desvelará el Espíritu (Jn 14,25-26). os de tiempo concitaron importante.
En Mateo y en Lucas no existe esta preocupación, sino que las palabras de vincente. Aunque las dos cuentan co
Jesús se explican por sí mismas. proponen para explicar las relaciones
Estos argumentos deducidos del análisis de las diversas tradiciones iado rígido y no tiene en cuenta sufi
evangélicas pueden validarse recurriendo a la comparación con otros tex- ición sobre Jesús durante el primer si~
tos en los que se recogen tradiciones comunes a Juan y a los sinópticos. e publicaron y difundieron los eSCI
Este es el caso de los evangelios apócrifos más antiguos, nacidos en el se- dar cuenta de las semejanzas y difere
no de la misma tradición durante un periodo de tiempo en el que los evan- ,_.upuesto un modelo explicativo más flei
gelios canónicos aún no habían alcanzado el reconocimiento del que go- más equilibrada. Esta tercera hipótesi
zarían después y en el que la tradición oral seguía viva. El Evangelio de nicos, pero no los utilizó como refere
Pedro, del que he hablado más arriba, es un ejemplo de cómo un mejor r su evangelio.
conocimiento de la tradición evangélica en su conjunto abre un horizonte Tal forma de explicar las relaciones el
nuevo a la comparación entre Juan y los sinópticos, pues este evangelio enta las grandes discrepancias (cornpus
parece haber utilizado un relato tradicional de la pasión semejante al que os sinópticos) y también las escasas
utilizaron Marcos y Juan. existen entre ellos. Además encaja bi
Otra forma indirecta de comprobar la validez de esta hipótesis consis- mente de Alejandría que he citado al
te en analizar, por una parte, cómo aparecen en las cartas de Pablo algu- e mucho tiempo se pensó que si Jua
nas tradiciones orales recogidas más tarde en el Evangelio de Marcos, y implicaba que los había utilizado, pet
Las relaciones entre los cuatro evangelios 99

el punto de que tanto establecer, por otra parte, una comparación con los pasajes comunes a
referirse a la camilla Marcos y a Juan. Si comparamos, por ejemplo, la tradición de la última
_mt=.;~ por otro menos vulgar, cena recogida en 1 Cor 11, 23-29 y en Me 14, 22-25 no se observan más
•• .x;¡,:s- ae Marcos y Juan tienen coincidencias verbales que cuando comparamos el episodio de la acción
_ os ha sido releída de del templo en Jn 2, 13-22 con la versión de Mc 11, 15-17. Aunque el al-
~ - tanto, que esta tradición cance de este tipo de comparación es reducido, porque las tradiciones
evangélicas recogidas en las cartas de Pablo son escasas, el resultado pue-
egaron a Marcos y a Juan de ayudar a determinar si existieron o no relaciones de dependencia lite-
__ O:l;¡):::~ examina la tradición de raria entre Juan y los sinópticos.
".:::0 cienores. En Juan no se en-
rábolas, ni tampoco anéc-
d) Juan conoció los sinopticos, pero no los utilizó
,,1K:::I;:5- _ le 4,1-34; 13; 2, 1-3,6),
",WCI.:e;- aran de explicar el signifi- P. N. Anderson, The Fourth Gospel and the Questfor Jesus, New York 2006, 101-126;
-e-, :.: 6). Las conexiones son R. Bauckharn, John for Readers of Mark, en R. Bauckharn (ed.), The Gospels for All
.SS~ entre Juan y Q. Con todo, a Christians: Rethinking the Gospel Audiences, Edinburgh 1998, 147-171; D. M. Srnith,
"E5ií!!::::=::- dos trayectorias indepen- John and the Synoptics: Some Dimensions of the Problem: New Testarnent Studies 26
(1980) 425-444; D. M. Srnith, The Problem of John and the Synoptics in Light ofthe
_' ar os comparten una acti-
Relation between Apocryphal and Canonical Gospels, en A. Denaux (ed.), John and
_e e percibe en Mateo y en the Synoptics, Leuven 1992, 147-162; W. E. Sproston North, Johnfor Readers of
w....c •• _.:lil existe una preocupación Mark? a Response to Richard Bauckham s Proposal: Journa1 for the Study ofthe New
- me en los otros dos evan- Testarnent 25 (2003) 449-468; S. E. Witrner, Approaches lo Scripture in the Fourth
•• ~C'-_ e desde el principio (Me 4, Gospel and the Qumran Pesharim: Novurn Testarnenturn 48 (2006) 313-328 .
.•.••.•..n...,-.•..orado tan pocos dichos. En
,,_;:z::::e~interés por explicar lo que Ninguna de las dos explicaciones precedentes, que durante largos pe-
••• ~=,,, . ,..,:,, el Espíritu (Jn 14,25-26). riodos de tiempo concitaron importantes consensos, resulta hoy del todo
,,-=~:::i'lÓ'n. sino que las palabras de convincente. Aunque las dos cuentan con buenos argumentos, el modelo
que proponen para explicar las relaciones entre Juan y los sinópticos es de-
.'_""--"....,- e las diversas tradiciones masiado rígido y no tiene en cuenta suficientemente la complejidad de la
omparación con otros te x- tradición sobre Jesús durante el primer siglo del cristianismo, ni la forma en
~,""""L-,_-."''>- a Juan y a los sinópticos. que se publicaron y difundieron los escritos que produjo dicha tradición .
• m:s '::::;:j'cs- antiguos,
nacidos en el se- Para dar cuenta de las semejanzas y diferencias que existen entre ellos se ha
e tiempo en el que los evan- propuesto un modelo explicativo más flexible que considera ambas de for-
•••...:0 ~ reconocimiento del que go- ma más equilibrada. Esta tercera hipótesis afirma que Juan conoció los si-
::: guía viva. El Evangelio de nópticos, pero no los utilizó como referencia fundamental a la hora de com-
ejemplo de cómo un mejor poner su evangelio.
_ ::::. onjunto abre un horizonte Tal forma de explicar las relaciones entre Juan y los sinóptico s tiene en
_ aópricos, pues este evangelio cuenta las grandes discrepancias (compuso su evangelio sin tener en cuen-
e la pasión semejante al que ta los sinópticos) y también las escasas coincidencias (pero los conocía)
que existen entre ellos. Además encaja bien con la explicación atribuida a
idez de esta hipótesis consis- Clemente de Alejandría que he citado al comienzo de este apartado. Du-
____ ~_..,,_~
en las cartas de Pablo algu- rante mucho tiempo se pensó que si Juan había conocido los sinópticos,
~ e el Evangelio de Marcos, y ello implicaba que los había utilizado, pero una cosa no se sigue necesaria-
100 La formación de los evangelios Las relaciones entre los cuatro e

mente de la otra. Juan pudo conocer los sinópticos, sobre todo Marcos y =;.~ para complementar la versión «corp
Lucas y, sin embargo, pudo haber querido componer un evangelio diferen- - . ::"0. lo que sabemos ahora acerca del des
te que recogiera otras tradiciones y propusiera otra visión de Jesús. _. en especial, acerca de los evangelios a
Las diferencias entre Juan y los sinópticos son de tal magnitud que re- letar esta explicación.
sulta muy difícil probar la dependencia literaria del primero con respecto - el seno de dicha tradición comenzó mi
a los segundos. Sin embargo, las semejanzas sugieren que pudo haberlos ~.z:nos llamar un «canon sinóptico». El he
conocido, lo cual no excluye que en algunos casos utilizara tradiciones decidieran reelaborar el Evangelio (
anteriores a ellos. La complejidad del proceso de composición puede ilus- --'-.e de este relato e incorporando algunos
trarse recurriendo a los evangelios apócrifos más antiguos. La mayoría de
ellos fueron compuestos, lo mismo que el de Juan, después de los sinópti-
coso En casi todos se advierte un proceso de adaptación a dichos evange-
..o e los que carecía (relato de la infancia
caber contribuido a reforzar la visión sine
.;- este proceso, Marcos perdió relevancia
lios en el momento de su composición o en las sucesivas ediciones, lo cual convirtieron en los representantes del Cl
significa que sus autores o editores conocían los sinópticos. Sin embargo, zme prestigio. Ahora bien, este canon p
con frecuencia su trazado y las tradiciones utilizadas son diferentes. En es- incorporaba plenamente aspectos o tra
te sentido, el caso del Evangelio de Tomás es ilustrativo. Su trazado origi- ~;:¡s cristianos. La composición de alguno:
nal, su género literario y sus tradiciones son independientes de los sinóp- terés de recoger esas otras visiones y t
ticos, pero en sus sucesivas ediciones se advierte un proceso de adaptación gelio de Juan se parece mucho a ello!
a la versión sinóptica de los dichos que contiene. . incorpora no solamente numerosas tra
También es necesario tener presente que, en el momento de componer los sinópticos, sino también una forma
los evangelios más antiguos, la tradición oral y la tradición escrita coexis- ~os sobre Jesús, que es especialmente
tían en un proceso de mutua fecundación. Es más, en muchos casos, los - t.ene en común con los sinópticos. Para JI
textos escritos se conocían y utilizaban de memoria (oralidad secundaria). -,3 Jesús eran, ante todo, un camino para 1
Un ejemplo de ello es la forma de citar las Escrituras. Con frecuencia se tidad; precisamente desde esa clave fu
han intentado identificar los textos utilizados por los primeros autores wr::a-as dichas acciones y palabras. La fidelid
cristianos, olvidando que la mayoría de ellos los citaban de memoria y, en ecuerdos sobre Jesús se habían comprendi
algunos casos, con bastante libertad. El Evangelio de Juan es, de hecho, . aba en los sinópticos, pudo haber s
un buen ejemplo de esta forma de citar las Escrituras, pues sus referencias rnponer un evangelio diferente.
parecen a veces más un comentario que una cita literal. Si Juan cita de es- a sugerido asimismo la posibilidad (
ta forma las Escrituras, es de esperar que haya seguido una pauta pareci- =~lio teniendo presentes a quienes ya cor
da a la hora de citar los evangelios sinópticos. Por eso, la falta de coinci- . indicio de que esta pudo haber sido
dencias literales en los pasajes comunes no implica necesariamente que ~";-.j en dos paréntesis que el evangelista i
no los conociera. Pudo conocerlos y citarlos con libertad, lo mismo que hi- _~de su relato. En Jn 3, 24, explica que Ju
zo con las Escrituras, o pudo conocer la versión escrita de un episodio y, carcelado, lo cual podría entenderse COI
al mismo tiempo, una tradición oral ligeramente distinta con respecto a di- .a el ministerio de Jesús después de q
cha versión escrita (por ejemplo, en el caso de la curación del paralítico o, Jn 1, 19-3,22 completaría el rela
citado más arriba), y haber elegido la tradición oral. e.do entre Mc 1, 13 Y Me 1, 14. El otro
Esta explicación de las relaciones entre Juan y los sinóptico s plantea . _. donde el autor parece presuponer qw
una pregunta ineludible: Si Juan conocía los sinópticos, ¿por qué no los io de la unción antes de que lo narrai
utilizó como su referencia básica, al igual que hicieron Mateo y Lucas con estos dos argumentos resulta del todo
Marcos, o los evangelios judeocristianos con Mateo? Ya conocemos la a reforzar la idea de que Juan conocía le
respuesta de Clemente de Alejandría: Juan quiso componer un evangelio r un evangelio diferente.
Las relaciones entre los cuatro evangelios 101

sinópticos, sobre todo Marcos y espiritual para complementar la versión «corporal» de los sinópticos. Sin
omponer un evangelio diferen- embargo, lo que sabemos ahora acerca del desarrollo de la tradición sobre
iera otra visión de Jesús. Jesús y, en especial, acerca de los evangelios apócrifos más antiguos, pue-
. cos son de tal magnitud que re- de completar esta explicación.
:eraria del primero con respecto En el seno de dicha tradición comenzó muy pronto a definirse lo que
L....~~"C sugieren que pudo haberlos
podríamos llamar un «canon sinóptico». El hecho de que tanto Mateo co-
o casos utilizara tradiciones mo Lucas decidieran reelaborar el Evangelio de Marcos utilizando la ma-
50 de composición puede ilus- yor parte de este relato e incorporando algunos otros elementos fundamen-
- - más antiguos. La mayoría de tales de los que carecía (relato de la infancia, enseñanzas, apariciones),
-'e Juan, después de los sinópti- pudo haber contribuido a reforzar la visión sinóptica de Jesús. Como resul-
•.•e adaptación a dichos evange- tado de este proceso, Marcos perdió relevancia, mientras que Mateo y Lu-
_ as sucesivas ediciones, 10 cual cas se convirtieron en los representantes del canon sinóptico y alcanzaron
_¡u,;:.:..:Jj los sinópticos. Sin embargo, un enorme prestigio. Ahora bien, este canon proponía una visión de Jesús
_ arilizadas son diferentes. En es- que no incorporaba plenamente aspectos o tradiciones recogidas en otros
- ~- ilustrativo. Su trazado origi- círculos cristianos. La composición de algunos apócrifos antiguos respon-
independientes de los sinóp- de al interés de recoger esas otras visiones y tradiciones; en este aspecto,
- .erte un proceso de adaptación el Evangelio de Juan se parece mucho a ellos. El Evangelio de Juan, en
ene. efecto, incorpora no solamente numerosas tradiciones que no se encuen-
_l!. en el momento de componer tran en los sinópticos, sino también una forma particular de interpretar los
IDro ;C'!'31 la tradición escrita coexis- recuerdos sobre Jesús, que es especialmente visible en aquellos pasajes
E más, en muchos casos, los que tiene en común con los sinópticos. Para Juan, las acciones y las pala-
emoria (oralidad secundaria). bras de Jesús eran, ante todo, un camino para llegar a conocer su verdade-
- E crituras. Con frecuencia se ra identidad; precisamente desde esa clave fueron comprendidas e inter-
.::....:.c.;~os por los primeros autores pretadas dichas acciones y palabras. La fidelidad a una tradición, en la que
••• .::: ;::¡...-;:.- los citaban de memoria y, en los recuerdos sobre Jesús se habían comprendido en una clave distinta a la
=. angelio de Juan es, de hecho, que dominaba en los sinópticos, pudo haber sido la motivación principal
- ::-- rituras, pues sus referencias para componer un evangelio diferente.
. ita literal. Si Juan cita de es- Se ha sugerido asimismo la posibilidad de que Juan compusiera su
..a seguido una pauta pareci- evangelio teniendo presentes a quienes ya conocían el Evangelio de Mar-
_ . Por eso, la falta de coinci- cos. Un indicio de que esta pudo haber sido la intención de Juan, se en-
- implica necesariamente que cuentra en dos paréntesis que el evangelista introduce en dos momentos
-_.~....,= con libertad, lo mismo que hi- claves de su relato. En Jn 3, 24, explica que Juan Bautista aún no había si-
__ ión escrita de un episodio y, do encarcelado, lo cual podría entenderse como una alusión a Me 1, 14,
.1I==:::.=~entedistinta con respecto a di- que sitúa el ministerio de Jesús después de que Juan fuera arrestado; de
de la curación del paralítico este modo, Jn 1, 19-3,22 completaría el relato de Me 1,2-13, y debería
•••• '-.o-J:;,-. .on oral.
ser leído entre Me 1, 13 y Me 1, 14. El otro paréntesis se encuentra en
• uan y los sinópticos plantea Jn 11, 2, donde el autor parece presuponer que sus destinatarios conocían
s inópticos, ¿por qué no los el episodio de la unción antes de que 10 narrara (Jn 12, 1-8). Aunque nin-
__ hicieron Mateo y Lucas con guno de estos dos argumentos resulta del todo convincente, ambos contri-
_ n Mateo? Ya conocemos la buyen a reforzar la idea de que Juan conocía los sinópticos, pero quiso es-
. o componer un evangelio cribir un evangelio diferente.
102 Laformación de los evangelios

4. LAS RELACIONES ENTRE LOS EVANGELIOS Y EL TRAZADO DE ESTE LIBRO 2

El examen de las coincidencias y divergencias entre los cuatro evange-


LA TRADICIÓl\
lios muestra que las relaciones entre ellos fueron complejas. Debido a la y LOS CUATRO EV
naturaleza y a la escasez de los textos que han llegado hasta nosotros, los
diversos contactos que se dieron en las distintas fases de su composición
son ya irrecuperables. Sin embargo, estos mismos textos permiten elabo-
rar un modelo que explique de forma sintética y general cómo fueron di-
chas relaciones. En el caso de los tres primeros evangelios, la hipótesis
más plausible es que tanto Mateo como Lucas utilizaron el Evangelio de
Marcos como su fuente principal, junto con una colección de dichos de Je-
sús y otras tradiciones. En el caso de Juan, lo más probable es que cono-
El estudio de las semejanzas y diferenc
ciera el Evangelio de Marcos y tal vez el de Lucas, aunque compusiera su
_ . da que entre ellos existieron relacione!
evangelio a partir de otras tradiciones.
ién muestra que su composición no !
La aceptación de estas hipótesis tiene importantes consecuencias para
tado de la relación entre textos escri
el trazado del presente libro y para el estudio de los evangelios que se pro-
spués de ellos existió también una tradi
pone en él. Gracias a ellas se descubre la importancia de la tradición oral
·:0 en la transmisión de los recuerdos s
en el proceso de composición de los cuatro evangelios, pues el complejo
dición oral se puede deducir de la con
entramado de las coincidencias y divergencias que se observan entre los
os, no sólo porque en algunos pasajes
evangelios no puede explicarse sólo recurriendo a documentos escritos.
otables que es difícil explicarlas COIl
El estudio de las relaciones entre los evangelios nos ha revelado asimismo
te escrita, sino también porque los rel
que los evangelistas utilizaron algunas composiciones anteriores que se
as unidades menores de carácter tra
han perdido, pero que son importantes para comprenderlos bien (el Docu-
Esta conclusión, a la que se llega a tr
mento Q, el Relato de la pasión, etc.). Estas dos cuestiones serán objeto
gelios, se confirma con el testimonio
de estudio en los dos próximos capítulos.
. que subrayan la importancia y vita
Las hipótesis que he considerado más plausibles determinarán tam-
renere el prólogo del Evangelio de Luc
bién el orden que voy a seguir en el análisis de los evangelios y la forma
s de la palabra», cuya labor consist
de realizar el estudio de cada uno de ellos. Dicho estudio comenzará por
el Evangelio de Marcos, porque la mejor explicación de la relación entre zerdos sobre Jesús que posteriorment
los sinópticos tiene como punto de partida la prioridad de este evangelio •.scrito (Le 1, 2). También se refiere
sobre los otros dos, y porque la explicación más plausible de la relación ciienzos del siglo II d.C. aún daba más
de Juan con los sinópticos es que este conocía dicho evangelio. En segun- ellos que habían conocido a los ap
do lugar estudiaré los evangelios de Mateo y de Lucas, que son reelabora- sebio, Hist. Ecl. 3, 39, 4). Estos dato
ciones muy ampliadas del de Marcos. El Evangelio de Juan lo estudiaré tradición oral, sino también que fue dI
en último lugar porque, aunque no haya utilizado los sinópticos como •.cuerdos sobre Jesús.
fuente, los presupone según la hipótesis más probable. E: objeto de este capítulo es precisar e
::adición oral en los diversos estadios
zgelios. Pero, antes de hacerlo, es ne:
texto de una cultura que privilegiaba l•
..ación escrita.

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