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La identidad (el self) Margot Pujal i Liombart P08/80500/00572 1106 reraosoioesr2 Latent te ‘nil inno mi ings re hp ge cd 1106 reraosoioesr2 Ls ertda e) indice Introduccién. 5 Objetivos... re es - _ 10 1, Identidad personal e identidad social...... so 13 1.1. Identidad cosificada y la perspectiva biol6gica 4 1.2. Identidad ‘enmascarada’ segain el psicoanslisis 7 2. La experiencia de la identidad: ;quién soy yo?. 21 2.1, Dimensién fenomenologica de la identidad se a 22. Laagencia oo - - 2 2.3. Narrativa de sf mismo 23 24, Identidad singular e identidad miltiple .... so 25 2. Diversidad cultural 26 3. Identidad y categorias sociales. re sone 2B 3.1. Procesos de categorizacién, comparacién y diferenciacién social 28 3.2. Prejuicios y discriminacién 32 3.3. Categoria social del género 34 4. La presentacién del yo y la gestién de impresiones. 39 4.1, La estructuraci6n social de la experiencia de identidad .... 39 4.2. Gestion de impresiones y presentacién del yo o 2 5. Identidad e interaccién simbélica. A z 44 5.1. Negociacién del significado de la situacién como fuente de identidad os os se “4 5.2, Construcci6n sociohistérica de la identidad - 45 6. AMEXOS..ooossn so semen 49 6.1. Anexo 1 49 62. Anexo 2 . a 49 6.2.1, Del gran inquisidor al gran consumidor 49 63. Anexo 3 70 Ce m1 6.4.1. La ‘mirada’ psicosocial 'emergente'y su aplicacién al estudio de una categoria social como por ejemplo la juventud oe so . m1 Resumen. a4 1106 reraosoioesr2 Ls ertda e) Propuestas de reflexién. 85 Glosario. . . . seve 86 Bibliografia.. oun ss sos so 87 1106 reraosoioesr2 5 iene se) Introduccién Presentacion Hema dela dentidadesfandamental ena psiologasocatcontemporines. Flemiaad | Constituye una ocasién privilegiada para analizar como, los procesos sociales, - determinan y confarman los fenduenos psicol6gicos. La definicign de iden _| Latin de heed cue tidad que ofece a discptina se distancia tanto de as uiizadasporla psicolo-_Gavantode aad por gia como de las propuestas por la sociologia. Las primeras reciben el apelativo _puetas porta sacle de individualistas; plantean que la identidad es una poses idiosincrésia y particular de cada persona, Habria un ndcleo natural diferenciado y propio, caracterizando nuestrasidentidades. Las segundas son las denominadas "so- iol6gicas, Habitualmente prefiguran un individuo que es una especie de re cepticulo leno de notmas y pautas sociales de interaccién. La identidad de ta petsona queda reducida a una expecie de progranna o protocolo que queda conformado completamente por las estructuras sociales y que el individuo se limita a ejecutar. La nocién psicosocial de identidad se aleja de la psicol6gica al recono- cer la importancia fundamental que tiene el contexto en la creacién de nuestras identidades. Pero se distancia también de la sociol6gica al sos- tener que la persona no ¢s un autémata social, sino que detenta agen- cia, Es decir, el individuo interpreta las situaciones sociales, tiene capa- Cidad de eleccién entre diferentes altemativas y genera proyectos que en ocasiones contradicen o alteran las pautas socioculturales aprendi- das e imperantes. En el proceso de construccién de la identidad, la psicologia social ha destacado el papel que juegan las categorias sociales, ‘na de las conclusiones mas im- portantes que muestra el médulo sostiene que la categoria grupal proporciona una identidad o posicién social y, al mismo tiempo, opera como perspectiva de lectura y percepcién de la realidad social, En esta percepcién siempre va implicito un proceso de comparacién social que genera un "nosotros" frente a un “ellos”. Este proceso constituiria la condicién necesaria para la formacién. de estereotipos y comportamientos de discriminacién. Este médulo sistematiza los contenidos y las explicaciones relacionadas con la tems ica de la identidad y avanza respuestas a las preguntas fundamentales que se desprendian del médulo anterior. Los objetivos de esta segunda unidad pretenden: a) clarificar la diferencia que hay entre las explicaciones de la iden- tidad de naturaleza individualista, las de naturaleza puramente social y las ex- plicaciones psicosociales; b) enfatizar el papel que tiene el lenguaje, la cultura y el contexto social en la definicién de la identidad: c) mostrar el impacto que iene se) nociones como la de rol o estatus tienen en la comprensi6n de la influencia que ejerce la estructura social en la identidad de las personas; é) analizar cémo operan las categorias sociales en la construccién de la identidad social y; e) clarificar como se generan estereotipos, comportamientos de discriminacién ¥ efectos xenéfobos Introduccion La noci6n de identidad que se propone en este médulo tiene sus condiciones de posibilidad en dos clasicos desarrollos intelectuales en el campo de la psi- cologia social, ‘Nos referiremos, en primer lugar, a la critica que muchos autores han desarro- ado tanto contra la versi6n sociol6gica de la identidad, como contra la psico- logica. La primera perspectiva es rechazada porque entiende al individuo co- mo una clase de maquina social, completamente determinada por la estructu- ray el aprendizaje social que realiza de la misma. Entre sus miiltiples carencias estaria la de no clarificar los procesos de innovacién, creacién e interpretacion nueva de lo social. Las personas aparecen como entes sobredeterminados por los contextos sociales. Entre las definiciones de identidad que pertenecen a la perspectiva mas pst- cologizante, las més famosas son las que ofrece el psicoanilisis y las que se centran en el estudio de las bases biolégicas del comportamiento, La nocién. de identidad que emplea el psicoanilisis se apoya en la consideracién de que existe una estructura inconsciente, y las principales criticas que ha recibido estin en la linea de rechazar que exista una arquitectura psiquica, mas © me- nos invariante, que sea parecida para todos los individuos y supere cualquier frontera, ya sea cultural o simbélica. La concepcién biologicista disfruta de gran prestigio social, ya que est considerada como la més cientifica. Sus mé- todos de trabajo son los que utilizan las ciencias naturales. Esta perspectiva tiene dos grandes problemas: uno de indole te6rica; rechaza ampliamente el hecho de que la naturaleza simbélica del lenguaje con el que interpretamos el yo y la cultura en la que se forma confieren a la identidad un conjunto de significados que van mas allé de lo que seria un nGcleo natural de defint- cién del comportamiento de la persona, es decir, olvida el papel que juegan los significados en nuestra representacién del yo. Ademés, no considera que éstos son contingentes social y culturalmente. Y el segundo, el mas importan- te, de indole ética; las teorfas biol6gicas sobre el comportamiento pueden ins- trumentalizarse facilmente y conducir a propuestas de segregacionismo, dife- rencias raciales, xenofobia y legitimizar comportamientos de discriminacién y violencia social contra las personas consideradas inferiores, Interpretar la cau- sa de nuestro comportamiento como el resultado de una determinacién natu- ral, que proviene del sustrato biol6gico, puede legitimizar la marginacién y la destruccién de los considerados por los grupos de poder como amenazadores © poco adecuados al canon biolégico. iene se) Definiciones psicologizantes de identidad. Entre las definiciones de identidad que pertenecen a la perspectiva mis psicologizante, Jas mas famosas son la que ofrece el psicoandlisisy las que se centran en el estudio de Jas bases bioldgicas del comportamiente, El segundo desarrollo intelectual, ya clasico en la disciplina, y que posibilita la aparicién de definiciones de identidad propias a la psicologia social es la de- nominada teoria de la categorizacién-identidad-comparaci6n social de Henri ‘Tajfel Esta teoria recoge los resultados de un conjunto de trabajos revolucionarios en. su momento. La novedad residia en el nivel que proponfan para localizar las, explicaciones de la psicologfa social. Tajfel rechazé los puntos de vista habi- tuales de la disciplina que ubicaban las explicaciones de los procesos psicoso- iales en el individuo. Por ejemplo, critics las formulaciones del prejuicio que veian en éste una expresién de un malestar personal o una inadaptaci6n indi- vidual. Para el autor, los prejuicios expresan propiedades estructurales de una sociedad, que sirven para crear categorfas en virtud de las cuales las personas lasifican y evalian la realidad social de su entomno inmediato. La conducta individual opera respondiendo a ciertas lineas que sélo estén determinadas de manera indirecta por la psicologfa del individuo. Tajfel afirma que no puede haber psicologia social individual microsc6pica sin especificar el marco social y cultural en el que ocurre. De forma abreviada, la linea argumental de las propuestas de Tajfel seria la siguiente: a) Las personas utilizan categorfas para ordenar, simplificar y comprender la realidad social. 1 material con que se elaboran estas categorfas esta determi- nado por procesos sociales a gran escala. En el uso de tales categorias las pro- pias personas se adscriben a si mismas y adscriben a los demas en clertos gru- pos particulares que guardan relaci6n con el sexo, la raza, la clase social, et. Dos de estas categorias son fundamentales: "el nosotros" (hace referencia a los integrantes de mi grupo) y "el ellos" (hace referencia a los integrantes de otros grupos), b) El sentido de identidad social esta determinado por su pertenencia a dife- rentes grupos, La identidad constituye la parte de autoconcepto que esta re- lacionada con el conocimiento que tenemos de pertenecer a clertos grupos sociales y a la significacién emocional y evaluativa resultante. 6) Las personas prefieren tener un autoconcepto positivo en vez, de uno nega- tivo y, como buena parte de este autoconcepto se desarrolla mediante la per- tenencia a diferentes grupos, es l6gico que quieran pertenecer a geupos social- mente valorados. Ya que el criterio de valor no es absoluto, sino relativo, los Otro punto de vist “Tajfel aporté una nueva ma nera de entender los procesos picasocales. Estos dejaron de Focalzarse en el indivdvo y pa- saron a depender de propie dades estructurales de la soce ad iene se) Individuos establecen comparaciones con otros grupos. Esta idea ya habfa sido planteada por la teoria de la comparacién social desarrollada previamente por Festinger (1954), 4d) El resultado de las comparaciones es crucial; da lugar a sesgos que permiten diferenciar de forma favorable al endogrupo de los exogrupos. El uso de la dis- criminacién de los exogrupos contribuye a la construccién de una identidad social positiva y con ello los sujetos incrementan su autoestima, €) Pero gqué ocurre si la comparaci6n con el exogrupo resulta negativa, esto ¢s, cuando los miembros del grupo constatan su inferioridad en relacién con algiin aspecto? En este caso, los grupos desfavorecidos hacen uso de un con- junto de estrategias (movilidad, creatividad y movilizacién social) para mejo- rar su identidad, Los resultados de los trabajos de H. Tajfel, es decir, el hecho de que se genera una percepcién dicotémica de grupos y que existe un prejuicio perceptivo y comportamental a favor del propio grupo, son una cons- tatacién del arraigamiento social de las personas y de que no se puede entender adecuadamente su ser y su tarea sin referir ambas cosas a las fuerzas y marcos sociales que lo determinan histéricamente. No es po- sible, pues, pensar que los intereses del grupo social sean ajenos o ex- trinsecos a la persona; entran a formar parte de ella, condicionando y orientando su conocimiento, su sentir y su proceder. Pero las propuestas de este autor ofrecen otra constatacién, Muestran que la existencia de los estereotipos es una consecuencia directa de los procesos de categorizacién social y que los prejuicios aparecen como corolario de esta per= cepcién estereotipada de la realidad. Categorizaci6n, estereotipos y prejuicios son tres nociones estrechamente relacionadas. Los estereotipos son categorizaciones grupales, generalmente de cardcter ne- gativo. Para el psicoanilisis eran mecanismos de defensa, para otras orienta- ciones reflejaban la cultura y los problemas propios de la sociedad donde apa- recen, Para el modelo de la categorizacién no son ms que meras categoriza- ciones grupales que orientan la percepcién de las personas, la determinan y ‘marcan el curso de su accién, con el que frecuentemente tienden a producir la confirmacién de lo que establecen como caracteristico del grupo. Para la psicologia social, la categorizacién constituy6 un primer paso para en- tender la dimensién social que opera en la constitucién de la identidad. Pero no respondia a todos los interrogantes. Adin se hacia necesario analizar como se estructuraba socialmente la experiencia de la identidad y qué papel jugaba 1 significado y lo simbélico en tal estructuracién, Como indicamos en el mé- dulo, aparecen trabajos que encuentran en la nocién de rol (modelo organi- Nociones Interrelacton Categorizacién, estereotipos y prejucios son tres naciones es trechamente relacionadas, La categorlzaclén Ena psicologia socal a cate sgorizacién constituyé un pr ter paso para entender come ‘pera la dimensién social so- bre lo pscolagicoy, al mismo Lemp, lo consiuye iene se) zado de comportamientos que se desprende de la posicién determinada que cocupa la persona dentro de un conjunto interaccional) y la posibilidad de su interiorizacin un camino para entender cémo intervienen, la estructura so- cial y el estatus, en la configuracién de la identidad. Y muchos estudios recu- ren a teorias como el interaccionismo simbélico, el construccionismo social © autores como G.H. Mead, para describir la identidad como el efecto de un juego complejo de interacciones simbélicas y de significado que se pone en marcha cada vez que interaccionamos con los demas. Como habréis podido observar, la psicologfa social no puede definir la identidad al margen de elementos como el contexto social, el marco historico, a estructuracién social concreta de una sociedad determinada ¥ el significado o la dimensién simbélica que se genera de todo ello. 1106 reraosoioesr2 10 iene se) Objetivos Por medio de este tema os ofrecemos, de manera breve, las diferentes perspec tivas te6ricas existentes para la conceptualizacién de la identidad individual y social, bajo el prisma de la influencia reciproca que la sociedad y el individu se ejercen mutuamente, y valorando también las implicaciones ideolégicas de las diferentes alternativas, Asi, pues, los objetivos basicos del médulo didactico son: 1. Reconocer la diferencia entre una explicacién de la identidad de natura- leza individualista, una social y una psicosocial. 2. Tomar conciencia de la importancia del lenguaje y la narracién de uno mismo, asf como de la cultura y el contexto social para la construccién de la identidad. 3. Entender los efectos xendfobos que se desprenden de la teoria biologi 4. Establecer las diferencias conceptuales entre las explicaciones mas indivi- dualistas de la identidad (la biologicista y la psicoanalitica) Analizar las implicaciones del uso de categorfas sociales para la construi cién de la identidad social y para la formacién de estereotipos y de com- portamientos de discriminacién hacia los individuos que pertenecen a categorias diferentes. 6. Extrapolar el funcionamiento de las categorias sociales en la tematica es- pecifica del género sexual. 7. Reconocer la importancia de las concepciones de rol y estatus para enten- der la influencia que la estructura social ejerce en la configuracién de la identidad de las personas, 8. Entender la idea de representacién de un rol y la idea de gesti6n de im- presiones dirigidas a los demas. 9. Conceptualizar la identidad como el producto que surge de la interaccién. simbélica, 10. Tomar conciencia de la dimensi6n sociohistérica de las identidades. 1106 reraosoioesr2 u iene se) En caso de que querais profundizar con las lecturas recomendadas la tematica que presenta el médulo, podéis continuar con el siguiente objetivo: + Identificar el impacto y los usos, en nuestra sociedad, de los diferentes tipos de explicacién de la identidad expuestos, centrandose en los efectos que pre- sentan sobre las personas en términos de poder y discriminacién social, iene se) 1. Identidad personal e identidad social La separaci6n entre la identidad personal y la identidad social es un valor social fuertemente arraigado en la cultura de Occidente, cuya tradicién cientifica, asi como su psicologia, han participado de forma mayoritaria Sin embargo, la psicologia social que planteamos aqui tiene como primera ta- rea disolver esta falsa separacién entre lo individual y lo social, para recuperar su relacién intrinseca en lo que llamamos psicosocial. Desde esta petspectiva, se considera que, dada la gran cantidad de procesos de influencia social en el yo que se han puesto de manifiesto, por una parte, y dada, por la otra, la imposibilidad de conocer la identidad mas alla de su intermediaci6n lingit tica, encontrar en la identidad un remanente natural, diferente de lo social, se convierte en un propésito imposible en lo que concierne a las posibilidades y limitaciones de los investigadores. El lenguaje es un vehiculo de transmisién de formas culturales e historicas y actéia como tal, Io que implica que el investigador que estudia la identidad proyecta una forma concreta de entenderla y una idea particular del yo me- diante las palabras y expresiones que utiliza, por lo que no existe ninguna ma- nera de estudiarla més alld de los valores sociales ¢ ideol6gicos que la rodean, Asi, la identidad social y la identidad individual no son realidades separa- bles, sino que se constituyen mutuamente; y lo hacen por medio del elemen- to social, cultural e ideolégico, inherente al lenguaje que utilizamos cuando narramos cualquier aspecto relacionado con el yo. Por ejemplo, sélo hace un par de décadas que podemos sentirnos "estresados’, ya que antes no existian ni la palabra ni el estado psicol6gico del estrés, por el hecho de que el ritmo de vida no era tan acelerado como ahora y no se necesitaba una palabra para interpretar y legitimar los efectos especificos que esta forma de vida contem- pordnea produce en las personas. En este sentido, el self (a identidad) no resulta fijo e inmutable, con propie- dades que pueden trascender los contextos culturales, geograficos y tempora- les (como plantearn las perceptivas biologicistas). No puede separarse de la sociedad y de las circunstancias donde se define, porque éstas conforman la condicién que posibilita su definicién y su uso social, La idea de homosexual sélo tiene sentido en una sociedad donde exista una clara separacién entre masculino y femenino, y un proyecto politico basado en la familia nuclear, que tiene la funcién de mantener estas dos instituciones sociales. Ast pues, la forma como entendemos la identidad depende directamente de la sociedad, Ja historia y los grupos que han participado en su interpretacién y narraci6n. iene se) Pero antes de exponer la perspectiva mas psicosocial de la identidad, debemos referirnos a dos perspectivas ampliamente conocidas en psicologia, las cuales han tenido bastante importancia a pesar de haber participado de la separaci6n. entre lo individual y lo social, y haberse decantado hacia lo individual. Por una parte, se trata de la perspectiva biologicista, centrada en ¢l estudio de las bases biol6gicas del comportamiento; pretende trasladar los principios de a evolucién natural al estudio de la identidad para averiguar la dimension hereditaria y genética. ¥ por la otra, hablaremos de la perspectiva del psicoa- nilisis, elaborada por Sigmund Freud, centrada en el estudio del inconsciente y del impacto que las relaciones afectivas han ido dejando, a lo largo de nues- ta infancia, en la forma como sentimos y actuamos en la edad adulta. 1.1. Identidad cosificada y la perspectiva biolégica Ciertamente, nuestro cuerpo/biologia tiene una funcién muy importante, tan- to en la relacién con nosotros mismos como en la relacién con los demas. Se trata de una condicién casi imprescindible en cualquier tipo de relacién. La presencia fisica 0 el reconocimiento de los rasgos fisicos de una persona (apariencia, voz, movimientos, etc.) tienen una incidencia directa en la rela- cién que mantenemos con ella y la forma como la percibimos, Ademés, por medio de la experiencia propia de nuestro cuerpo podemos saber que nos su- cede algo e interpretar en qué estado nos encontramos: nerviosos, cansados, deprimidos, ete. Pero la experiencia del cuerpo esta también estrechamente relacionada con €l desarrollo de la conciencia de éste, que es fruto del aprendizaje de la inter- pretacién de lo que sentimos en diferentes estados psicolégicos. También to- mamos conciencia del cuerpo a partir de su efectividad en las acciones y los movimiento que llevamos a cabo. Finalmente, la forma como las otras per- sonas reaccionan ante él y la forma como lo miran acaba constituyéndolo y dandole forma, Por lo tanto, debemos tener presente que cualquier vivencia y experiencia psi- colégica asociada a la identidad halla un correlato biolégico en el cuerpo (hor- monal, bioquimico, cerebral, etc), al mismo tiempo que tiene uno social y uno contextual, Para darse cuenta de la importancia del organismo en Ia ex- periencia y percepcién que tenemos del yo, sélo hace falta que nos bebamos unos cuantos whiskys y valoremos los cambios en la percepcién del si mismo. Existen dos grandes teorias bastante conocidas que han estudiado las bases biolégicas del comportamiento: la de Eysenck y la sociabiologia de Wilson. Eysenck, en sus investigaciones en relacién con la personalidad, se dedicé a analizar estadisticamente la forma como se agrupan los diferentes rasgos de personalidad, Concluyé de estos estudios que se dan dos dimensiones cen- iene se) trales que estructuran la personalidad del individuo, la del continuum extra- versién-introversibn y la de la emocionalidad a través del continuum neuro- sis-estabilidad, Oe A. Extravertido Eres sociable, te gustan las fests, tienes muchos amigos, necesitas tener a gente con aaien hablar y no te usta mucho leer o estudiar solo, Deseas vehementemente emo- ién, aprovechas las oportunidades, a menudo te arresgas, actias “en caliente’ y, porlo general, eres un individuo impulsivo. Eres aficionado a las inocentadas, tenes siempre una respuesta a punto y generalmente te gusta relry estar alegre. Prefleres rmoverte y hacer cosas, tiendes a Ser agresivo y sales de quicio pronto. En general, ro guardas los sentimientos bajo un control estricto no eres siempre una persona de far B. Introvertido Eres un tipo de persona silenciosay retrafda,introspectiva, més aficionada alos libros ue a la gente; eres reservado y distante si no estis con los amigos intimos. Tiendes 8 planificar de antemano, a pensar antes de actuar, y desconfias del impulso del mo- ‘mento. No te gusta la emocién, tomas los asuntos de cada dia con la seriedad que hace falta y te gusta vivir ordenadamente. Guardas los sentimientos bajo un control stricto, raramente actiasagresivamente y no sales de quicio fécilmente. Eres de ia, lun poco pesimista y das mucho valor a las normas étcas. Personalidad extrovertida y personalidad introvertida segin H. Eysenck El modelo de la identidad de Eysenck se considera jerarquico, en el sentido que entiende que estas dos dimensiones son la base de la estructura general de Ja personalidad, asf como de su continuidad a Jo largo del tiempo, Pero, ¢de qué depende este centro dlgido de la personalidad en torno al cual se estruc- tura? Eysenck sefiala que la emocionalidad y la extraversién tienen una base bbiologica en el nivel de arousal o de activacién de la persona y en el funciona- miento del sistema nervioso auténomo individual. De acuerdo con él, las caracteristicas de personalidad desarrolladas por cada uno de nosotros provienen, mayoritariamente, de las disposiciones innatas marcadas por la biologia. Asi, los aprendizajes que efectuamos a partir de las experiencias y situaciones con las que nos encontramos cotidianamente se consideran modelados por la biologia, Sin embargo, del hecho de observar un correlato fisiol6gico que acompafia el comportamiento de una persona no se desprende directamente que éste sea su causa, ya que también podriamos planteatlo al reves. Por ejemplo, podriamos decir que es la voluntad de agredir a alguien, como respuesta a su forma de actuar con nosotros, lo que provoca un elevado nivel de activacién general, iene se) Y no que es esta activacién del arousal la causante del impulso violento. Ast ues, una ver disponemos de los datos que buscébamos, hay que interpretarlos desde un modelo teérico que debemos decidir previamente, La sociobiologia, por su parte, también considera que muchos aspectos de la personalidad dependen de condiciones innatas, pero lo plantea de forma dife- rente. Se centra en el anélisis del comportamiento social de los humanos como sise tratara de una especie diferente que va cambiando a medida que se adapta al medio y, por lo tanto, se centra en el estudio de la base biolégica que tienen. los grupos para adaptarse al medio, y no en las diferencias individuales. Pero {cual es el sentido y la finalidad de estas teorias biologicistas de la perso- nalidad? {La perspectiva te6rica de la que parten y la metodologia que utilizan resultan apropiadas para el estudio del yo? Desde la orientacion de la psicologia social que exponemos aqui, parece bas- tante evidente que no. Por una parte, esta perspectiva no tiene en cuenta el hecho de que la naturaleza simbélica del lenguaje con el que interpretamos el yo y la cultura en la que éste se conforma le atribuyen un conjunto de sig- nificados particulares que van mas alla del yo natural. En este sentido, la bio logia del comportamiento no es la dimension mas adecuada para entender y explicar la identidad, ya que ésta basicamente esta organizada por medio de significados que se establecen social y culturalmente, pero que son variables y contingentes en las diferentes culturas y los diferentes grupos. Por ejemplo, del hecho de ser seropositivo y estar infectado por el virus del sida (dato biol gico) no se desprenden directamente las connotaciones de inmoralidad, irres+ ponsabilidad, etc, que nuestra sociedad atribuye a estas personas por razones ideol6gicas y de control social, ni los miedos que esta interpretacin genera, Y para acabar este punto, hay que tener muy presente que la perspectiva bio- logicista, con un gran prestigio social por ser considerada la més cientifica (ya que ha hecho uso del mismo método que las ciencias naturales), ha sido tam- bién la mas utilizada por los regimenes politicos racistas y autoritarios (nazis- mo, segregacionismo, etc.) para legitimar los comportamientos de discrimina- cin y violencia social contra las personas consideradas inferiores. Hay que andar con pies de plomo al estudiar las explicaciones biologicistas de la identidad, porque las caracteristicas de esta perspectiva provocan que sea muy facil utilizarla cuando se pretende discriminar a los grupos sin poder buscar una cabeza de turco emisario a quien responsabilizar de los problemas. La cosificacién de la identidad, es decir, el hecho de interpretar que la causa de nuestro comportamiento es natural y se encuentra en la biologia, puede conducir a legitimar la marginacién y la destruccién de aquellos cuyo com- portamiento es considerado, por los grupos con poder, poco conveniente y amenazador. En contraposicién a este tipo de explicaciones innatistas del yo, podemos proporcionar una explicacién en términos de aprendizaje social 1106 reraosoioesr2 v7 iene se) 1.2, Identidad 'enmascarada' segiin el psicoandlisis Sigmund Freud es el inspirador de la tradicién psicoanalitica, de la que ha derivado también una teorfa de la personalidad y un método terapéutico, pero agu( s6lo nos centraremos en su vertiente de teorfa dirigida a la comprensién. del yo. La corriente psicoanalitica se refiere a la nocién de personalidad y no de identidad, ya que este Gltimo concepto es bastante reciente. Pero ambos términos hacen referencia a la forma como sentimos y actuamos, por lo que se da un cambio de palabra y de explicacién, pero no de centro de atencién. Freud, con su teoria psicoanalitica, es el primero en considerar dos cues- tiones basicas para entender la personalidad: a) la historia individual se centra y se configura a partir de los procesos emocionales, yb) la per- sonalidad es producida por una disociacién y una desconexién entre lo que nos sucede y lo que pensamos, entre la motivacién y la conciencia. Para Freud, resulta central el postulado segdn el cual el pasado de la persona (sobre todo las primeras relaciones afectivas) incide, de forma decisiva, en la estructuracién de su identidad actual, As pues, la personalidad no se considera innata, sino construida mediante las experiencias personales que hemos teni- do a través de las interacciones sociales mas significativas. Pero, segiin Freud, la influencia en la edad adulta de las experiencias emocionales que hemos vivido durante la infancia pasa desapercibida muy a menudo, ya que las personas no son conscientes de ellas, y pueden dar un significado a lo que hacen, 0 alo que les sucede, muy diferente y muy alejado del que realmente tiene. iene se) Asi pues, el psicoandlisis se propone estudiar como afecta a su presente el pa- sado (la historia emocional a partir de las relaciones) de la persona, lo que implica considerar la identidad como algo dinamico, y no como una entidad fija ni consciente, contrariamente a lo que plantedbamos en la perspectiva biologicista En la teoria clasica de Freud se encuentra la idea basica segtin la cual la forma como la historia va configurando la personalidad depende en gran medida de la experiencia relacional en lo que concierne a dos pulsiones basicas, el eros y el thanatos (la primera, referida al placer y al principio de vida, y la otra, al dolor o al principio de muerte), que se sittian en el centro del universo ‘motivacional de la persona, sea ésta consciente o no. La definicién que hizo Freud de estas pulsiones basicas es la siguiente: fuerzas internas, fuertemente arraigadas en la biologia pero que no se corresponden con Ia idea de instinto, que nos conducen hacia la relacién con los demas y con las cosas e ideas del mundo externo. El origen o la fuente de la energia pulsional, en el caso del eros, consistfa en determinadas zonas erdgenas. A partir de esta consideracién de la pulsién, Freud propone un modelo de desarrollo psicosexual de la persona- lidad con cuatro fases que hay que superar, con el fin de rehuir la ansiedad y los conflictos mentales en la edad adulta; estas etapas, a excepcién de la pri- mera, se centran en las zonas erdgenas: la fase latente, la fase bucal, la fase anal y la fase falica, La fijacién 0 imposibilidad de superar alguna de estas fases de desarrollo psicosexual puede tener una incidencia importante en la vida adulta, haciendo recurrentes los sentimientos y las emociones vividas en la infancia en relaci6n con la fase no superada, Asi, a identidad puede configurarse por medio de una dinémica mental con- flictiva y con estrategias de defensa psicologica (negacién, sublimacién, racio- nalizaci6n, etc) desarrolladas para combatirla ansiedad que los contflictos psi colégicos comportan. Por ejemplo, Adorno explicé algunos prejuicios racistas como efectos de algtin tipo de mecanismo de defensa, que actuaba para negar experiencias que se habjan tenido durante la infancia, De todo lo que hemos dicho hasta ahora, se desprenden diferentes implica~ ciones de la teoria psicoanalitica para la nocién de identidad: iene se) a) Gran parte de nuestra forma de ser y actuar refleja motivaciones y conilictos inconscientes, a lo que nuestra conciencia responde elaborando racionaliza- ciones y explicaciones engafiosas. b) Muchos de los aspectos de la identidad se forjan en nuestra infancia con las experiencias emocionales que vivimos. 6) La identidad de una persona no corresponde necesariamente a una unidad coherente en si misma. Aunque el yo integre los diferentes aspectos de la per- sonalidad, éstos pueden levarnos a actuar y sentir de forma conflictiva y, por lo tanto, se produciria un grado importante de ansiedad, {Podemos considerar que esta perspectiva es mas o menos adecuada que las. otras para el estudio de la identidad? Evidentemente, la valoracién que reali- cemos sobre ello no puede ser global, dado que cualquiera de las perspectivas pone en juego diferentes formas de significar el funcionamiento del yo que pueden ser contraargumentadas. Sin embargo, esta teorfa ha aportado algunos aspectos que se han mostrado bastante titiles para las aproximaciones actuales al concepto de identidad, Por una parte, se ha criticado el hecho de que la teoria de Freud puede implicar una concepcién determinista de la personalidad, en el sentido de que ésta se considera encorsetada por una serie de pulsiones innatas (esta parte es la mis criticable desde la psicologia social). Pero, por la otra, es sabido que, a partir de los planteamientos clisicos de Freud, se ha elaborado un conjunto de aproximaciones innovadoras que recogen la orientaci6n psicoanalitica, como es el caso de determinadas lecturas marxistas del psicoanilisis, que resultan muy sugerentes en el sentido que reelaboran y completan concepciones en las. que el psicoanilisis habia puesto un fuerte énfasis Dado que la informacién, ‘que podemos proporcionar agul sobre el psicoansliss es ‘muy simplificada, propone- mos dos obras para quienes ‘deseen profundizar en esta petspectiva ‘Theodor Adorno (1965). La personalidad autoritaria. Bue- znos Aires: Proyecci6n. YY la otra, que engloba la evo- lucion de teoria de Freud has tals aftos ochenta: Jorge Tiz6n Garcia (1982) “Apuentes para wna psicologta Ipasada en a relacon, Barcelo- na Hora, iene se) Es el caso, por ejemplo, de la importancia y la utilidad de considerar y redefinir la historia personal integréndola en una historia social, asi como de la reconceptualizacién del inconsciente para entenderlo como el remanente colectivo que influye en el comportamiento individual, pero del que no se tiene plena conciencia, De esta forma, el inconscien- te se convierte en un elemento social y compartido y, por lo tanto, sus- ceptible de elaborarse en la conciencia a partir del conocimiento de las relaciones sociales y de dominacién que, a lo largo del tiempo, se van inscribiendo en el cuerpo y en la psicologia de las personas particulares. Y para finalizar esta breve y simplificada visi6n de la perspectiva psicoanalit- a, sélo hay que decir que esta perspectiva, a diferencia de la biologicista, ha sido la mas marginada y desconsiderada de manera injusta dentro del mundo académico y cientifico, por el hecho de que se ha valido de un método pro- pio, el de la interpretacién y la introspeccién, y no se ha conformado con la metodologia de las ciencias naturales, que ha sido la Gnica reconocida cient ficamente durante mucho tiempo. Por lo tanto, se trata de una teorfa utilizada de forma minoritaria y, sobre todo, considerada en su vertiente clinica y tera péutica, no como una teorfa de la personalidad y del hecho social 1106 reraosoioesr2 a iene se) 2. La experiencia de la identidad: ,quién soy yo? 2.1. Dimensién fenomenolégica de la identidad Sin embargo, a pesar de todo lo que hemos expuesto hasta ahora, la experien-! cia de la identidad no ha existido desde siempre, sino que se encuentra estre- chamente vinculada a aquello que se denomina conciencia, a la concienci que tenemos del mundo que nos rodea y de nosotros mismos formando. parte de él. Mas concretamente, para experimentarnos como yo necesitamos, pensar en como nos sentimos, qué cosas nos suceden y cémo nos las explica- ‘mos, etc. En este sentido, hasta que no formulamos por medio del lenguaje a otza persona, oa nuestro propio interior, cémo nos sentimos en un momento: determinado y por qué, no tenemos una experiencia directa de la identidad. La conciencia (mas alld de lo innato y lo inconsciente) es una condicién ne- cesaria para conocer quiGnes somos. Esto sucede, por ejemplo, cuando pensamos que estamos enfadados porque hemos ido a comprar y no hemos cogido todo lo que nos hacia falta, 0 bien= si nos sentimos deprimidos porque pensamos que en el trabajo las cosas no: nos salen como las planificamos, ete. Asi pues, la perspectiva fenomenolégica hace referencia a la experiencia subjetiva que tenemos del yo mediante la conciencia. Pero la psicologta se centré durante mucho tiempo en el estudio exclusivo de los comportamientos, dejando de lado los pensamientos que acompafiaban estos comportamientos, porque los consideraba demasiado complicados. Por lo tanto, esta perspectiva fue durante mucho tiempo proscrita; s6lo hace dos décadas que se ha recupe- rado. Conciencia del yo Nuestra identidad, mas que ninguna otra cosa estéconformada por la forma como peat samos. "El proceso de autoconformacisn de nosotros mismos depende de las creencias Que tenemos sobre cémo somos: de las historias que explicamos sobre nosotros. Explica- :mosa los demés lo que ellos esperan de nosotros, o bien otras cosas, envigndoles sefales encaminadas a acciones 0 estilos concretos, Las historias pueden ser muy variadas, Si buscamos un trabajo, explicaremos nuestra competenciay la capacidad que tenemos para trabajar, asf come la gran dedicaciin que hemos puesto en formamnos profesionalmente, més que en ninguna otra cose. Pero tam {én nos explicamos historias a nosotzos mismos, Somos nuestra histozia privada, la ual se extiende hasta donde nos es posible recordar. Y pensamos como si fuera muestra ver dad, de la que otras historias s6lo pueden desviarse un poco.” Extrado de: J. Glover (1988). The Philosopy and Psychology of Personal ldentity (p. 138) Harmondswort: Penguin iene se) 2.2, Laagencia La experiencia subjetiva del yo, por otra parte, esta estrechamente relacionada con la conciencia de agencia ~de pensar que como persona particular tengo el poder de producir efectos en miy en los demas, como por ejemplo, cuando me propongo convencerme de dejar de fumar 0 cuando Hlevo a cabo el proyecto de enamorar a alguien Asociado a la nocién de agencia encontramos el sentimiento de que somos seres libres que podemos escoger, y que actuamos como lo hacemos porque es nuestra voluntad, De hecho, las leyes asumen, de forma general, que somos los Gnicos responsables y los agentes de nuestras acciones, y eso coincide proba- blemente con Jo que muchas personas piensan de ellas mismas y de los demas. Ciertamente, aparte de las necesidades primarias (comer, dormir y beber) y las, limitaciones del dinero, resulta facil pensar que el resto de nuestras acciones las realizamos porque queremos, La conciencia de si mismo, junto con el sentimiento de agencia o la capaci- dad de escoger entre diferentes alternativas, son caracteristicas consideradas intrinsecas a la condicién de persona, y pueden hacernos suponer que, efecti- vamente, podemos crear nuestro selfy jugar un papel importante en la cons- truccién de nuestra identidad. fista es una capacidad que se nos atribuye muy a menudo; proviene de la ideologfa liberal y se justifica a partir de la observa- cién de la toma de decisiones en la vida cotidiana sobre los estudios, el trabajo, la eleccién de amigos y de pareja, el lugar donde vivimos, los programas de ‘TV que vemos, los diarios que leemos, la ropa que llevamos, ete. La agencia Las decisiones que tomamos van conformando el tipa de persona que somos: "Los grados en Jos que conformamos nuestras vidas son diferentes. Si controlaimos nuestras acciones a partir de determinados proyectos que hemos levado a cabo nos convertimos en perso- nas activas y no pasivas. Podemos damos cuenta de las influencias que tienen lugar en nosotros a partir del tipo de vida que Ievamnos. Pero, en otras ocasiones, tenemos mas conciencia Ge nosotros mismos, y eso empieza ya a cambiarnos. Hacemos proyectos so- bre el tipa de persona que queremos ser. Aguien puede querer ser més valiente, més to- lerante, mas independiente o mas perezoso. Asi el hecho de conformar nuestras propias caractersticas implica un proceso de autoconstraccisn, Extraldo de: J. Glover (1988): The Philosopy and Psychology of Personal ldentity(p. 181) Harmondswort: Penguin, Sin embargo, nuestras posibilidades de escoger se encuentran bastante limita- das, en términos objetivos y también subjetivos, por las condiciones sociales en las que vivimos y en las que hemos vivido a lo largo de nuestra historia (tipo de educaci6n, cultura, familia, clase social, etc.) Hasta que no hayamos tomado conciencia de estas limitaciones no podremos trascenderlas. Esta cla 0, pues, que todas estas pseudodecisiones van influyendo y transformando el tipo de persona en que nos hemos convertido. iene se) Elabanico de elecciones y decisiones que tomamos y la forma como nos com- portamos van configurando nuestro estilo individual. Pero este estilo puede interpretarse como contingente o como la expresién de una esencia natural. Esta Gltima interpretacién puede implicar una carga emocional importante, que puede levarnos a valorar cualquier critica que se nos realice como un ata- que al tipo de persona que somos y, por lo tanto, crear el efecto de " en banda’, errarse 2.3, Narrativa de si mismo Pero la conciencia que tenemos de nosotros depende directamente del Ten- guaje, que juega un papel muy importante en la experiencia subjetiva de la identidad. Por medio de las palabras que conocemos y que hemos aprendido, podemos representarnos, interpretarnos y formarnos una imagen de nosotros mismos y de los demas. Con el lenguaje, que es de naturaleza simbélica (tiene la capacidad de ir mas alla de las cosas en s{ mismas), podemos referirnos con- tinuamente a diferentes aspectos de nuestra experiencia, tanto a objetos per- ceptibles, como la longitud de nuestra nariz.o el color de nuestro gato, como a cuestiones mas abstractas, como nuestro sentido de la justicia o la felicidad que sentimos. Sin embargo, las palabras y los conceptos que utilizamos tienen asociadas de forma intrinseca connotaciones y valoraciones sociales fruto de la ideologia dominante, que pueden ser positivas 0 negativas, pero que dificilmente son neutras. Palabras como joven, introvertido, ama de casa, extrovertido, seropo- sitivo, nacionalista, basurero, politico, etc., todas comportan valores sociales implicitos. Estos valores conducen a favorecer unas identidades, como joven, por ejemplo, en detrimento de otras que implican la valoracién contraria, co- mo la categoria de viejo. Por medio de estos valores, de los cuales en muchas ‘ocasiones ni siquiera somos conscientes, ya que forman parte de aprendizajes que hemos interiorizado de forma acritica, las ideologias, las normas sociales y Ja cultura intervienen y estructuran la forma como nos percibimos a nosotros mismos y la imagen que nos formamos, asi como la forma en la que percibi- ‘mos los fenémenos que tienen lugar y a las personas que nos rodean, Sobre la importancia del lenguaje "Los colectivas que hablan diferentes lenguajes, en la prctica viven diferentes "mundos se realdac El Lenguaje es de naturaleza heuristica, es deci, sus formas predeterminan para nosotros formas concretas de observacion y de interpretation. El lenguaje constituye una guia de Ja realidad, pero de la realidad de naturaleza socal, no individual. Extraido de: Edward Sapir, Cultura, lmguaje y persona, Seleccién de ensayos publicada por David G. Madelbaum (Berkeley: University of California Press, 1949) Asi pues, el lenguaje y el pensamiento nos Ilevan a actuar y reaccionar con respecto a las cosas, no tanto por lo que éstas son, sino por cémo nosotros las. interpretamos por medio de las palabras que utilizamos. ¥ Io mismo sucede en iene se) nuestro yo, actuamos por la imagen que narramos sobre el si mismo mas que en virtud de lo que podriamos realmente hacer desde una perspectiva més objetiva En este mismo sentido, el lenguaje y el pensamiento tienen la capacidad de trascender el tiempo y el espacio, ya que con el lenguaje podemos trasladarnos afos atras, adelantamos y sentir algo que nos gustaria que nos sucediera en 1 futuro, imaginamos a personas y lugares coneretos que no estan presentes fisicamente, acompanados de todas las sensaciones que nos provocan, etc. EL Ienguaje nos permite vivir una realidad diferente, que no est atrapada en el tiempo y el espacio objetivos, y que quiza nunca lo esté, pero que es igual de importante y real para nuestra experiencia del sf mismo. Lenguaje y configuracién del yo Fatima Mernissi (1994). Sueias en ef umbral. Barcelona: Muchnik Edltores S.A. Se trata de una novela que explica las memorias de una niffa en un harén: “cuando te ves atrapada, desvalida tras los muros ~decia tla Hablba-, suenas con escapae. ¥ la magia surge cuando entiendes ese sueho y haces que la fronteras se desvanezcan. Los suenios ppaeden cambiar tu vida y, ala larga, el mundo (..) Puedes transformar esas imigenes en palabras. ;¥ las palabras no cuestan nada!” En este sentido, hay que tener presente el poder que tiene la narracién que realizamos de nosotros mismos y de las cosas que nos rodean, ya que toda esta realidad construida narrativamente tiene efectos concretos y modela lo que hacemos y lo que sentimos. Pensar que somos inteligentes tiene efectos diferentes en nuestra vida, puede Hlevarnos a tener éxitos por la confianza que hemos depositado en nosotros, mientras que puede suceder lo contrario si nos creemos incapaces. Ademas, no podemos librarnos del lenguaje, ya que no podemos percibir el mundo y a los demas de forma directa més allé del lenguaje, sino que éste mediatiza cualquier parcela de realidad. La relacién entre el concepto de self y €l de identidad es una relacién de in- clusi6n. Asi, nos referimos al self como al niicleo de la identidad, el centro del yo que se hace patente mediante las enunciaciones que emitimos sobre nosotros como, por ejemplo, cuando exclamamos "estoy harto de que me to- men el pelo!" Este sentido del selffidentidad depende en gran parte del grado de desarrollo de nuestra capacidad de pensar simbélicamente, la habilidad para dirigit y reflejar nuestras propias acciones y para pensar en el mundo que nos rodea. Podemos hablar de autoconciencia o conciencia de si mismo en el sentido de que ésta se halla centrada en el yo; la definimos como la conciencia que poseemos de ser una persona particular y diferente de las demas, y de reflejar cen la propia experiencia de ser lo que es esta persona. iene se) 2.4, Identidad singular ¢ identidad maltiple Hasta aqui hemos considerado la identidad individual como una identidad Gnica y diferenciada, como una identidad singular conformada por un con- junto de rasgos coherentes entre si. Pero esta idea de la identidad no es com- patible con el hecho de que en la vida moderna nos encontramos situaciones muy diferentes, que requieren caracteristicas variadas en una misma persona para afrontarlas. En este sentido, algunos autores consideran que parte de nuestra identidad depende de las situaciones que hemos tenido que afrontar, ya que los diferen- tes contextos exigen de nosotros diferentes manifestaciones. Las caracteristi- cas que debe mostrar una mujer cuando sélo se encarga de cuidar de su hijo no son las mismas que las requeridas cuando trabaja en el campo, ademas de hhacerse cargo de los hijos. No se nos pide lo mismo cuando actuamos de padre de familia que cuando estamos entre amigos viendo un partido de futbol © en el trabajo, haciendo de banquero; por ejemplo, la misma persona puede actuar en un momento determinado de forma autoritaria como capataz en una empresa, y en otro, de forma solidaria como sindicalista convencido. ‘También los diferentes tipos de relacién que establecemos requieren que nos mostremos disimilares. No manifestaremos las mismas actitudes y el mismo talante si la persona con quien hablamos es nuestro jefe, padre, paciente, ve- cino o vecina o amigo o amiga intimos. Podemos considerar, pues, que parte de la identidad es dependiente del abanico de relaciones que ponemos en acci6n y de las diferentes situa- iones en las que nos hemos encontrado. Si consideramos la experiencia de la identidad desde la perspectiva de su desa- rrollo y su transformacién, también podemos hacer referencia a una multi- plicidad de sentidos del yo. Es el caso, por ejemplo, de pensar en el pasado y darnos cuenta de nuestra crueldad cuando insultabamos a alguien por el simple hecho de ser gitano, sin que esta persona nos hubiera hecho nada, Asi, creamos narrativas diferentes sobre nosotros mismos a lo largo del tiempo, por €l simple hecho de diferenciarlas, al situarlas en el pasado y en el presente. Siendo, pues, tan compleja la experiencia y el desarrollo de la identidad a lo largo del tiempo y de los diferentes contextos, los cuales requieren formas par- ticulares de relaci6n, no es sorprendente que exista un cierto grado de frag- mentacién o multiplicidad del yo, Sin embargo, la problematizacién y la extrafieza que la identidad maltiple provoca en nosotros s6lo puede entenderse como producto directo de una norma cultural, fuertemente arraigada en nuestra sociedad, que proviene del iene se) liberalismo y el individualismo, y que asocia el comportamiento externo y explicito de las personas a cualidades internas de éstas, que se consideran naturales y preexistentes, La dominacién de esta norma nos conduce, a me- nudo, ano darnos cuenta de las presiones que el contexto y los demas ejercen sobre nosotros a fin de que actuemos de una forma determinada. También hay que decir que esta identidad maltiple, aparentemente contradic- toria, ha sido explicada por la psicologia social desde otras perspectivas, como es el caso del interaccionismo simbélico y el socioconstruccionismo, pero las dejaremos para el dltimo punto del tema 2.8. Diversidad cultural A todo lo que hemos dicho debemos aftadir el modelado que la cultura con- creta efectia de la identidad. La cultura es entendida aqui como el conjunto de tradiciones, normas, simbolos y valores que conforman una sociedad y que se mantienen mediante el aprendizaje, la interiorizaci6n y la transmisién en- tre las personas que forman parte de ella. Asi, la identidad individual de la que hemos hablado, como entidad auténo- ma, particular, privada y racional, también es un modelo formado por medio de la cultura, en este caso, relativo al occidental, y no arraigado de forma unt- versal a la naturaleza humana, En este sentido, y a pesar de que todas las culturas tienen algiin tipo de con- cepto de self, existen grandes diferencias entre ellas en lo que concierne al sig nificado y a la forma de entenderlo, Por ejemplo, mientras que en Occidente las relaciones intimas estén fuertemente vinculadas a sentimientos privados, en China se considera que la elecci6n de la pareja es algo que guarda relaci6n. con el grupo familiar, el cual, como colectivo, es el responsable de la eleccién. Esta forma de entender la vida privada de las personas depende en gran medi- da del hecho de pensar que somos aut6nomos, o de considerar que la persona s6lo consiste en una parte del conjunto del grupo, y por lo tanto, no puede actuar de forma independiente. Sin embargo, las diferencias culturales han derivado, en la mayoria de casos, cen desigualdades y prejuicios que han conducido a conflictos y discrimina- ciones sociales graves y que han llegado, incluso, a la destruccién del otro - persona diferente-, por lo que se ha podido observar una profunda ideologia xen6foba, etnocéntrica y racista, segiin la cual existen formas de ser que, de manera absoluta, son consideradas mejores que otras, lo que conduce a legiti- mar la destrucci6n de las identidades construidas como inferiores. El ejemplo paradigmético de lo que decimos ha sido el nazismo, pero podemos encontrar muchas otras muestras del mismo hecho en la vida cotidiana, en relacién con ‘Una de ls obras, bastante reciente y muy interesante, sobre esa temitica es la {uiente: Peter B. Smith y Mi ‘chael Haris Bond (1993) So al Psychology Acros Cultures. Analysis and perspectives. New York: Harvester Wheatsheaf. 1106 reraosoioesr2 2 iene se) Jos inmigrantes del sur, por ejemplo, Expondremos el funcionamiento de este tipo de creencias y comportamientos en el punto de este tema que hace refe- rencia a la relaci6n entre la identidad y las categorias sociales. 1106 reraosoioesr2 2% iene se) 3. Identidad y categorias sociales 3.1. Procesos de categorizacién, comparacién y diferenciacién social Hemos empezado este tema haciendo referencia a un doble sentimiento de identidad, que va desde la identificacién con otras personas (lo que implica tener una identidad social o compartida) hasta el hecho de considerarnos tini- cos (que implica poseer una identidad personal). Las teorias de la identidad ue hemos expuesto hasta ahora (al menos, la biologicista y la psicoanalitica) estén, sobre todo, centradas en la vertiente personal de la identidad. Pero, a partir de este momento, introduciremos la vertiente mas social, que concluirs, en el Gitimo punto, con la interaccién de ambas vertientes en una sola, ala que llamaremos perspectiva psicosocial, que pretende rehuir tanto el reduc- cionismo psicolégico, como el sociol6gico. Ciertamente, a la pregunta "quién soy yo" podemos responder utilizando ca- tegorias grupales, ademas o en lugar de los atributos individuales. Por ejem- plo, podemos decir "soy una mujer, inmigrante, senegalesa, de clase baja, de pueblo y peluquera’, Cada una de estas categorias sefiala los grupos sociales de pertenencia y la posicién 0 el estrato social que ocupa cada una de estas categorias en nuestra sociedad, Pero también hace referencia a un sentimiento y una experiencia concretos y particulares del yo, en el sentido de que otra persona en las mismas circuns- tancias objetivas podria utilizar otro tipo de categorias grupales para definirse, como por ejemplo, "soy madre, divorciada, joven, conservadora y creyente’, También es cierto que estas categorias no son sélo un nombre sin ningtin tipo de implicaci6n, sino que cada una implica un conjunto especifico de roles, atributos, representaciones y percepciones sociales que igualan a la persona al resto de los integrantes de la categoria, ignorando su idiosincrasia personal Aparte de eso, la representacién que tenemos de una determinada categoria depende de la ideologia que defendemos. Utilizamos aqui la ideologia para hacer referencia a las explicaciones que la sociedad proporciona del compor- tamiento grupal o categorial, Por ejemplo, desde la ideologia, dominante se puede considerar que las mujeres no deben ejercer determinados trabajos por el hecho de que su biologfa las limita. Desde la ideologia progresista, en cam- bio, se considera que las diferencias atribuidas a las mujeres no son ciertas, sino que son fruto de un proceso de representacién y aprendizaje sociales. iene se) Asi pues, (la pertenencia a los grupos es una cuestién subjetiva y no objetiva? {De qué depende que nos identifiquemos con un grupo y no con otro? ZY por qué sucede, a veces, que los demas nos perciben por medio de unas catego- rias determinadas que no se cortesponden con las que nosotros nos sentimos realmente identificados? Podemos considerarnos catalanes, y comportarnos como tal, mientras que nuestros vecinos no paran de tratarnos como si fuéra- ‘mos andaluces ("chamegos') y, por lo tanto, diferentes de ellos, por ejemplo. {Cémo podemos explicar este tipo de percepciones equivocadas e identifica- ciones desconcertantes? Un tigre de madera lanzamiento de este ano se lama Eldrick Tiger Woods, tiene 19 ans y atin no es profesional. Cumple todas las condiciones de lo politicamente correcto y, ademnis, es froamericano, No le gusta que digan que es negro -soy indio (1/8), negro (1/4), asitico (1/4 chino y 1/4 tallandés) y blanco (1/8), dice. O sea, que es una injusticia hacia todas mis herencias individualizarme como negro. No es lusto", Pero figura como tal en las tstadisticas que le seialan como el primer afroamericano al jugar el Masters desde que Jim Thorpe lo biciera en 1988." ‘Tal como se ve con esta autodescripcién que hace de sf mismo un afroamericano, pensar {gue la categorias sociales existen de forma pura es una falacia que no se corresponde con la realidad, ‘Tampoco debemos olvidar que cada sociedad presenta unas categorfas dispo- nibles segiin su historia; son estas categorias las que determinan las identida- des sociales posibles. El adjetivo trdnsfuga, en relacién con el mundo de la po- litica, no existird en una sociedad donde no haya diferentes partidos politicos; ni cornudo, en una sociedad donde exista la poligamia, como en los harenes arabes, Con el fin de entender estas situaciones, haremos referencia a los procesos por medio de los cuales las personas se identifican o se diferencian en categorias sociales determinadas, asi como a las consecuencias que implican estas iden- tificaciones, en términos de prejuicios, en la percepeién de los demés y en la discriminacién comportamental hacia estos otros. La teoria de la identidad social de Tajfel nos permite entender gran parte de estos procesos de identificacion y desidentificacién. Esta teoria engloba tres procesos psicosociales: la comparacién, la categorizacién social y la iden- tificacién, que actdan conjuntamente. Los tres procesos hacen referencia a la forma como percibimos a las otras personas y a nosotros mismos, tomando como base de esta percepcién la pertenencia de las personas a los grupos, Por ejemplo, el hecho de ser heterosexuales puede llevarnos a establecer una dife- renciacién en otros aspectos, ~que no tienen nada que ver con el comporta- :miento sexual~ de aquellas personas que practican la homosexualidad, aspec- to que no percibiriamos si existiera la categoria y la creencia de que todo el mundo es potencialmente andrégino. Por lo tanto, podemos considerar que no actuamos ni nos relacionamos con la gente tanto por lo que las personas son, sino por cémo nos las representamos © c6mo las percibimos e interpretamos. Estas percepciones y representaciones iene se) de los demés se hallan fuertemente moduladas y afectadas por el sentimiento de pertenencia de los individuos a determinados grupos. Asf pues, la categoria grupal proporciona una identidad o posicién social y, al mismo tiempo, fun- ciona como prisma de lectura y percepci6n de la realidad social que nos rodea. En esta percepcién del otro siempre hay implicito un proceso de compara- cién social, establecido a partir de un patron o criterio que actiia de guia de la comparacién, Asi pues, si miramos a alguien por el color de la piel, legaremos a una determinada percepci6n y valoracién, y si lo hacemos por sus ideas po- liticas, Hegaremos a otra. No hay que decir, sin embargo, que, en términos de relevancia social y ética, la calidad de ambas valoraciones no tiene nada que ver. El tipo de comparacién que realizamos en un primer momento depende en gran parte del proceso de socializacién, pero con el tiempo podemos inter- venir y sustituir unos aprendizajes por otros. Por otro lado, la comparacién social es muy dependiente del proceso de cate- gorizacién social, que hace referencia “al conjunto de procesos psicol6gicos que conducen a ordenar el entorno en términos de categorias: grupos de per- tenencia, objetos y acontecimientos, en tanto que se consideran equivalentes para la acci6n, las intenciones o las actitudes de un individuo’. Este proceso de la categorizacién social comporta unos efectos especiticos que son la acentuacién ilusoria de semejanza entre las personas que forman parte de una misma categoria, por ejemplo, la creacién de semejanzas entre "los diferentes catalanes', asi como la creaci6n exagerada de diferencias en- tre personas pertenecientes a categorias diferentes, es decir, entre un hom- bre y una mujer cualesquiera, o entre un europeo y un asidtico. Se puede considerar que la categorizaci6n tiene un valor instrumental, en el sentido que organiza, estructura y simplifica la informacién de la que dispo- nemos del medio social; pero también tiene un valor ideolégico, de control social, en el sentido que estructura grupalmente la sociedad segtin los intereses y valores de los grupos dominantes. Se puede considerar también un sistema de orientacién que construye y define el lugar particular de cada persona en la sociedad, ya que no s6lo las otras personas y los otros objetos se adscriben a una determinada categoria social, sino que uno mismo también se encuentra adscrito, aspecto que se halla estrechamente relacionado con el concepto de identidad social, entendida como "la parte del autoconcepto que proviene del conocimiento de la pertenencia a determinados grupos sociales, junto con los significados valorativos y emocionales asociados a estas pertenencias’ Asi pues, la percepcién/valoracién que hacemos de nosotros mismos depende del punto de comparacién que establezcamos. Es decir, si la identidad social surge del tipo de comparacién intergrupal que realizamos en el contexto es- pecifico y no existe previamente, es facil pensar que estableceremos esta com- paracion social de manera que salgamos ganando. Escogeremos comparamos Henri Tafel (1981). Grupos ‘umanos y catesoras sociales. Barcelona: Herder John C. Turner (1990). Redes: Cubrir el grupo social. Madrid: Morata, iene se) con aquellas categorias que nos permitan salir favorecidos de la comparacién, y diferenciamnos en términos de identidad social, buscando lo que Tajfel de- nomina una distintividad social positiva. Con este proceso de comparacién social establecemos diferenciaciones del ti- po "nosotros frente aellos’, el endogrupo frente al exogrupo, diferenciacion, que la mayoria de veces es fruto de una competencia social y de un conflicto de intereses, Pero la consecuencia de esta divisién entre nosotros-ellos es el etnocentrismo, es decir, el favoritismo hacia el propio grupo y el menospre- cio, la discriminacién y, eventualmente, la agresin hacia el grupo contrario. As{ pues, la funcién de las categorias sociales, sobre todo de aquellas que son. consideradas como naturales y no construidas socialmente (contingentes ¢ hist6ricas) es la de legitimar la dominacién y obstaculizar la solidaridad entre posiciones sociales diferentes. Parece que cuanto mis se extrema la dicotomfa entre las categorias en térmi- nos de nosotros frente aellos, mas se disuelve el ambito del sentido comin en el que podrian encontrarse los diferentes grupos que se encuentran en una sociedad para negociar la convivencia y ¢l futuro, En momentos de contlictos sociales agudizados se acenttia mas esta discriminacién, lo que conduce a con- siderar cualquier circunstancia y fendmeno desde la perspectiva de la identi- ficaci6n o la oposicién con el propio grupo. Asi, todo se considera segiin si lo dice uno de los nuestros 0 no: en la captacién y definicién de la realidad cotidiana ya no se mira si algo es interesante 0 aburrido, bello o feo, bueno o malo, honesto 0 deshonesto; el sentido de lo que sucede y de lo que se hace se empieza a entender primordial y casi exclusivamente a la luz de su asignacién a uno de los grupos contendientes (nosotros o ellos)", Extraido de: Ignacio Martin-Baré (1980). Accién e ideologia. Psicologia ‘social desde Centroamérica (p. 278). Buenos Aires: UCA Ediciones. Con relacién a esta percepcién etnocéntrica de la realidad se da un curioso fe- némeno perceptivo intergrupal que Bronferbrenner (1961) llamé el efecto es- pejo. Consiste en el hecho de que los dos grupos contrapuestos tienden a per- cibirse con las mismas caracteristicas, aunque invertidas: descubren en ellos las mismas caracteristicas positivas, y en el otro, las mismas caracteristicas ne- gativas. 1106 reraosoioesr2 2 attend eset {Upaieri ubin a viin etrctnc eb T Sin embargo, el prejuicio favorable hacia el propio grupo viene mediatizado por un proceso de valoracién social de éste. Asi, en determinados grupos do- minados podemos encontrar una preferencia y un favoritism hacia el exo- grupo dominante en lugar del prejuicio etnocéntrico, efecto que denomina- ‘mos prejuicio sociocéntrico. Es ¢1 caso, por ejemplo, de un trabajador que admira personalmente a su jefe por el hecho de que se encuentra en un estatus mas alto y tiene socialmente més consideracién y mas reconocimiento, 0 de Jas mujeres que han adoptado roles masculinos por el hecho de que se valoran mas positivamente que los femeninos, 3.2. Prejuicios y discriminacién Seamos conscientes o no, y en tanto que actores sociales, en nuestra vida c tidiana interpretamos las interacciones y situaciones sociales utilizando cate- gorfas sociales. fstas nos permiten prever las acciomes de los demas y, al mis- mo tiempo, avanzarnos y ajustamos a ellas, pero este proceso muchas veces es independiente de las acciones que el otto lleva a cabo de forma efectiva Sin embargo, no todas las categorias sociales funcionan de la misma mane- ra, algunas son mas utilizadas y mas visibles socialmente que otras, sobre todo aquellas que hacen referencia a los grupos minoritarios o sin poder: ho- mosexual, mujer, negro, inmigrante, nifio, etc., a diferencia de blanco, hom- bre, burgués, heterosexual, autéctono, adulto. Esta incidencia que tienen las categorfas en las interacciones sociales ha lleva- do a la psicologia social a plantearse el tema del prejuicio, El prejuicio se entiende como una actitud generalmente negativa hacia determinadas personas, que esta originada por el hecho de que perte- necen a determinadas categorias sociales y no por sus caracteristicas 0 actuaciones individuales. Con relacién a la nocién de prejuicio encontramos el concepto de estereotipo. Podrfamos decir que el estereotipo esté formado por el conjunto de creencias sociales que se asocian a una categoria grupal, que provocan los prejuicios y los justifican, Asf pues, la accién de estereotipar constituye un proceso de per- iene se) cepcién, significacion y representacion de las otras personas y de la realidad que funciona de forma bastante rigida y a la que se orienta este proceso, 0 bien, un proceso que cumple la funcién de mantener los valores sociales do- minantes, que emerge de la existencia de determinadas relaciones de poder desigualdades sociales y que las mantiene. En definitiva, la existencia de los estereotipos puede considerarse como la consecuencia directa de los procesos de eategorizacién social, al mismo tiem- po que los prejuicios aparecen como la consecuencia de esta percepcién este- reotipada de la realidad. Asi, pues, los tres procesos estan estrechamente rela- cionades. Por otro lado, la percepcién de las personas que recibimos por medio del es- tereotipo funciona de tal manera que no resulta nada facil destruir estas re- presentaciones que distorsionan la realidad. Al contrario, se da una fuerte ten- dencia a mantenerlas, El hecho de utilizar el estereotipo como referente de interpretacién nos conduciré a fijarnos s6lo en las acciones de la persona que sean coherentes con nuestro estereotipo y a desestimar aquellas informacio- nes que resulten poco o nada coherentes con él. Con este proceso de andlisis selectivo, los estereotipos se autoconfirman continuamente, son persistentes y; por lo tanto, dificiles de cambiar, aunque tengamos ante nosotros informa- clones objetivas y contradictorias que podrfan desdecitlos. Esta percepeién por medio de los estereotipos también puede hacer que vea- mos directamente aquello que no es, a través de un proceso de proyeccién social que depende de nuestras expectativas, de lo que esperabamos encontrar. Ademas de sesgarla percepcién y filtrar la informacion que debemos gestionar, los estereotipos también inciden sobre el comportamiento, dirigen las accio- nes que emprendemos para con as personas que son objeto de estereotipo y prejuicio y provocan que éste sea discriminatorio y las perjudique. La discriminacién hace referencia al comportamiento, a las acciones especi- ficas dirigidas a las personas afectadas por los prejuicios, y tienen un doble objetivo: favorecer a los miembros de la propia categoria y, al mismo tiempo, perjudicar a los miembros de otras categorias. Este trato discriminatorio hacia los demas puede tener un grave impacto, de manera que puede afectar directamente a la identidad y a Ia psicologia de las, personas que forman parte de los grupos discriminados, que estén compuestos sobre todo por minorias o grupos sin poder. Una de las consecuencias de ello es la baja autoestima o la percepcién negativa de uno mismo, asi como un. fuerte sentimiento de inferioridad. Estos efectos pueden conducir a maitratar- se oa dejarse pisar ya presentaractitudes de sumisi6n. Otra consecuencia en lo que concierne a la actitud es la predisposici6n al fracaso de los miembros de estos grupos o categorias, que conduce facilmente al fracaso real, a causa de la poca confianza que se tiene en uno mismo. Ya para acabar, un filtimo efecto es iene se) €l conocido como efecto Pigmalién, segin el cual el comportamiento nega- tivo hacia alguien, a causa de unas caracteristicas especificas que no tiene pero que le atribuimos, puede crear en la otra persona lo que esperabamos encon- tar, puede generar el comportamiento que sostenfa nuestra discriminacién. El hecho de que se considere que las mujeres poseen menos control emocional puede ser el efecto de las condiciones en las que han sido obligadas a vivir (como personas que se ocupan de los demas) mas que de algtin elemento in- herente a su naturaleza, Para concluir, sélo hay que recordar que los estereotipos, en tanto que pro- ductos ideol6gicos, orientan la percepcién y la accién de los grupos sociales en su interacci6n con las otras personas y categorias, lo que puede Hlevarlos a una desatencién selectiva sistematica y a potenciar la continua ignorancia de aquellos aspectos de la realidad social que determinan la producci6n de las. caracteristicas estereotipadas. 3.3, Categoria social del género Plantearemos el funcionamiento de esta categoria grupal como ejemplo para- digmatico de todo lo que acabamos de explicar. Ciertamente, la identidad sexual es percibida como una evidencia por la ma- yoria de nosotros, se experimenta como una de las dimensiones mas natura- les, sélidas ¢ incuestionables de nuestro yo. Asi, aunque nos cueste, podemos dejar de pertenecer al grupo de los fumadores si nos lo proponemos, pero di- ficilmente podemos dejar de ser mujer, aunque se da la posibilidad del tran- sexualismo, pero es una opeién muy costosa en muchos aspectos y, ademas, implica un cambio de aspecto fisiol6gico pero no un cambio psicol6gico. Pero esta claro qué es y qué significa ser hombre 0 ser mujer? {Se trata de una diferenciacién de orden genético y biol6gico que tiene consecuencias en el orden psicol6gico? {0 bien la masculinidad y la feminidad son s6lo dos construcciones sociales, culturales ¢ ideolégicas que tienen poco que ver con la biologia? En la literatura psicol6gica se hace referencia a la nocién de sexo cuando se considera que esta identidad asienta su base en la biologia, y se uti- liza el concepto de género cuando se parte de una explicaci6n cultural y social de la identidad. Desde la psicologia social que desarrollamos aqui, se conside- ra que la identidad sexual es, ante todo, una cuestién cultural e ideolégica, vinculada al control social y a la reproduccién del orden social instituido, iene se) Sin embargo, como consecuencia de los prejuicios que los estereotipos sexua- Jes producen en la gente (prejuicios de los que los cientificos y cientificas tam- poco escapan), la psicologia ha ignorado tradicionalmente esta cuesti6n, de la ‘misma manera que Io ha hecho con otras categorias sociales o construcciones estereotipadas de colectivos, lo que le ha llevado, muchas veces, a producir un conocimiento sexista, haciendo de la parte el todo, es decir, centréndose en Ja psicologia masculina e ignorando el resto. Ast, este sexismo que ha carac- terizado el conocimiento cientifico en general y el psicologico en particular se ha enmascarado en psicologia por medio de la construccién de un vinico ‘modelo de normalidad psicolégica que tesricamente se considera universal, pero que, en la practica, se encuentra muy préximo a lo que socialmente se asocia al mundo masculino y a las condiciones de vida de los hombres. Por otra parte, la psicologia también ha formulado algunas teorfas de la iden- tidad sexual mas tendentes a reproducir y justificar la dicotomfa sexual, que a entender sus condiciones histéricas de produccién y las posibilidades de cam- bio social, con el fin de transformar la desigualdad y la situacién de domina- cin en la que se encuentran la mayoria de las mujeres, Asi, se han intentado demostrar diferencias de inteligencia y de temperamen- to entre los sexos por medio de constructos anatomicofisiolégicos que han tenido el efecto de mantener a la mujer sumisa con respecto al hombre. Es- tas diferencias, al mismo tiempo, han servido como argumento hasta no hace mucho, hasta los afios sesenta, para pedir una educacién radicalmente dife- rente para hombres y mujeres. Asi, la desigualdad entre los sexos se interpre- taba como diferencias de personalidad, en la manera de ser entre el hombre y Ja mujer, y se defendia su complementariedad, lo que resultaba bastante stil para mantener el modelo clésico y jerarquico de familia 1106 reraosoioesr2 x6 iene se) La tradici6n de estudios en psicologia diferencial, dedicada a estudiar las di- ferencias entre las mujeres y los hombres, comenz problemas en las déeadas de los anos sesentay Setenta a pari, enue otras | At dela dens dos razones, de la emergencia de los movimientos de protesta sociales feministas. bastante bibliografia sobre la {dentida sexual desde una Estos pusieron de manifiesto que el discurso de la diferencia entre los sexosmo _perspectiva exe, sobre to {doen América del Nore ein slater, Os damos agut dos zado desde el poder para mantener una situaci6n de dominacién de la mujer __felerencias que han sido ta ‘ducidas: James 8, Amelang y Mary su proyecto de vida al desarrollo y al proyecto de vida del hombre. [Nash (Ed) (1990). Historia y enero, Las mujeres ela Furo- parmodermay contempordnea En el Ambito académico, el cuidadoso anslisis que elaboraron Maccoby y Jac- Yala: Bion Alfonse fagnanim, “Thomas Laqueur (1994). La algunas habilidades verbales o relativas a la agresion, el resto de diferencias consuecin del sexo. Madrid CCstedra, Universidad de Va Tenca,Institsto dela Majer era un discurso sobre la diversidad, sino sobre la discriminaci6n sexual, reali- y que, por lo tanto, niega la alteridad real de ésta y subordina su desarrollo y klin (1974) sobre las diferencias sexuales hizo concluir que, a excepcién de propugnadas hist6ricamente entre los sexos (motivacién, competencia, tem- peramento, habilidades intelectuales, etc.) obedecian s6lo a un conjunto de creencias, estereotipos y representaciones sociales que no tenfan ningin fundamento en la realidad. Mis recientemente, otros estudios han puesto de manifiesto que no existe na- da demostrado ni demostrable en lo que concierne a la existencia de diferen- ias naturales entre la psicologfa de los hombres y la de las mujeres. De cémo el conacimiento cientfica ha construido una psicologia diferente para los hombres y para las mujeres Diferencias sexuales ‘A. Creencias infundadas sobre las diferencias sexuales 1. Que las mujeres son mas sociables que los hombres. 2. Que las mujeres son mas sugestionables que los hombres. 3. Que las mujeres tienen una autoestima menor 4, Que las mujeres son mejores para las tareassenclasyrepetitvas, los hombres para ls tareas que exigen procesos cognascitives ms elevadas y la inhibicién de respuesta aprendidas anteriormente, 5, Que los hombres son mas analticos, 6. Que las mujeres estin mis infuidas por la herenca,y os hombres por el ambiente. 7. Que las mujeres no tienen motivaci6n de Gite, 8. Que las mujeres son de cardcteraudtivo y los hombres de cardcter visual B. Diferencias sexvales suficientemente comprobadas 1 Que las mujeres tienen mas habildad verbal que los hombres. 2. Que los hombres destacan en habilidad visual-espacial 3. Que los hombres destacan en hablidad matemtica 4. Que los hombres son mas agresivos, CAspectos sujetos a verfcaclén 1: Sensibilidad tact, 2. Miedo, timidez y angusta, 3. Nivel de actividad. 44 Tendencia a competi, 5. Tendencia a daminar. 6. Tendencia a someterse, 7. Conducta maternal Foam: Maccby ye, 1974 iene se) Mas sexism en la cienca, El eterno femenino Caracteriticas Se dice Iracionalidad, emotividad La mujer razona menos que el hombre, es me nos intelectual y lice, pero mas intutiva que el hombre; se deja traicionar por el corazén, es ‘ambiante en sus estados de énimo y en sus Pasividad, canformismo, ca La mujeres naturalmente pasvay se confor- tarze, abnegacién, sumisién, dedicacién | ma con las cosas fal como vienen dadas,acep {a los acontecimientos, tiene una gran capac dad de abnegacin y dedicacin alos demas, Debildad, necesidad de apoyo La mujeres un ser déileindefenso que se de- [a levar por los sentimientos; no sabe atrontar Tas stuaciones de responsabilidad; necesidad de centrar su vida en el ot, Infantiismo, supertciaidad ‘Aunque no se diga expresamente (como se i 20 desde Aristteles @ Moebius), la mujer es considerada, de hecho, como un se interme- tio entre el homire y el nifio, al que no pue den confarse grandes responsabildades; su perfcal en su manera de ser, no se puede res pponsabilizar de las cosas importantes, Coqueteria Le gusta gustar, ser atrayente, coqueteat, por 30 vive alrapada en un mundo de cosmé cos, moda y peinados. Las creencias tradicionales en lo que concierne a la mujer, que todavia hoy se mantienen en parte y que distorsionan evidentemente su realidad, no homo- génea, son los tres mitos siguientes: la mujer como esposa amante, como ma- dre altruista y buena por naturaleza y el eterno femenino, que hace referencia a su dimensién més sensual y misteriosa. La larga historia que ha tenido este pensamiento sexista ha dejado muchas secuelas en las mentalidades actuales, aunque desde hace un par de décadas se estén Hevando a cabo importantes cambios sociales, sobre todo en términos jurfdicos (las leyes del divorcio y del aborto, los programas de integracién la- oral de la mujer, etc.) Ciertamente, para una minoria de mujeres han cambiado muchos aspectos, y podriamos decir que éstas tienen acceso a casi las mismas cosas que los hom- bores (trabajos cualificados, carrera politica, empresarial, artistica, relaciones personales no desiguales, etc), pero tras estos cambios objetivos no hay siem- pre, por parte del hombre o la mujer, una forma diferente de entender la di- cotomia de género o identidad sexual, 0 una disolucién de esta dicotomia. Y¥, seguramente, este hecho se debe a que el cambio de rol sexual en el émbi- to pliblico s6lo ha sido levado a cabo por algunas mujeres, pero no ha sido reciproco en el hombre en el mundo privado, Mas bien podrfamos decir que, si tradicionalmente han existido dos estilos de vida opuestos, uno muy bien visto en detrimento del otro, ahora contintian existiendo, pero ha habido una iene se) minorfa de mujeres que han dejado la esfera privada para dedicarse a la pabli- cay proyectarse personalmente, y la sociedad ha sido suficientemente flexible para permitirlo, pero en ningtin caso podemos hablar de un cambio mas glo- bal o de una disolucién de los estereotipos sexuales. Por esta raz6n, el cambio social que han protagonizado algunas mujeres las ha dejado, muchas veces, en una situacién todavia mas dificil y estresante que la que tenian antes, sean ellas conscientes o no. Aunque trabaje, la mujer conti- niia siendo, mas que el hombre y mas que las instituciones piblicas, la encar- gada de compatibilizar el trabajo con las tareas de la crianza y la educacién de los hijos, En el trabajo, algunas mujeres se ven obligadas a demostrar que los estereotipos todavia vigentes sobre la mujer no son ciertos en su caso, lo que las obliga a esforzarse mas que si fueran hombres. ¥ para “amenizar" este conjunto de tareas y responsabilidades varias, que muchas veces ellas aceptan, de forma acritica, también se les pide que conserven su belleza, que siempre se ha considerado como la esencia de la femninidad, El velo Manuel Vicent Se as puede ver en cualquier aeropuerto, con chaqueta de marca y falda por encima de as rodillas, piernas firmes con medias ascaras, tan alto y un maletin en la mano. Suelen tener cerca de 40 afios. En el momento de abordar el avin estin rodeadas de ‘ttos ejecutivos o compafieros de la empresa, A ellos nadie les obliga a ser guapos. [Algunos tienen barzga, llevan los zapatos sucios y la cotbata con el nudo torcido © incluso se les permite ser un poco estdpidos, pero elas, que son directivas o secreta tas, van impecables, si bien se Tes nota un velo de falsa dureza o de angustia debajo ise se eM esa cee ee er er ee con gran sacrifico y tienen que demostrar en cada rounién de trabajo que son mas inteligentes, mis ripidas, mas eficientes que los hombres si quieren ser tomadas en consideracién. Estas mujeres constituyen la tltima conguista de la revolucion feme- nna, Nadie las compadece. Mandan en los despachos y para eso deben expresarse en cada minuto con agresivided redobiada y un talento superior sin un solo desmayo. Nadie cree que estos espléndidas ejemplares femeninos estan siendo también sojur sgados. Estremece pensar a qué grado de violencia se ven sometidas las mujeres en la ‘mayor parte del mundo, Pienso en esas valetosas argelinas que tienen que desafiat sirectamente el cuchillo de los fansticos para respirar en libertad, Existen en otros pueblos infinitas mujeres sin nombre, sin rosto, sin rebelién alguna, moralmente hhumilladas, pero un hecho parece evidente: este siglo en e futuro sera definido por la revolucién femenina que se ha cruzado como un dique en la corsiente de la historia obligéndola a elevarse de nivel. Por eso, cualquier zegresion moderna se ceba primero en Ta mujet. Pienso en el velo de hierto que cubre el rostro de las argelinas y en el ‘velo de dureza que se ven obligadas a Iucir las nuevas troyanas que triunfan en los ddespachos del Occidente cristiano. Es la misma opresin bajo otto lapiz de labios, Pais, 23 de abel Asi pues, hay que andar con mucho cuidado cuando decimos que lasituacin de la ‘mujer actualmente esté cambiando en un sentido positivo y la comparamos con la Aue era su situaci6n tradicional iene se) 4, La presentacién del yo y la gestion de impresiones 4.1. La estructuracién social de la experiencia de identidad Estructura social y rol son concepciones que se relacionan estrechamente. EL concepto de rol proviene del mundo del teatro, esta relacionado con el arte dramatico y tiene que ver con la idea basica de que las personas representan. diferentes papeles, 0 roles, en relacién con la estructura social en la que se insertan. Asi pues, podemos definir el rol como un modelo organizado de comportamientos que se desprende de la posicién determinada que ocupa la persona dentro de un conjunto interaccional. Por ejemplo, quien ha escrito este médulo ha tenido el rol de profesor o profesora, y quien lo lee representa el de alumno o alumna, Los roles, por otra parte, también pueden intervenir en la configuracién de la identidad de las personas, dada la naturaleza relacional del yo y Ia interio- rizacién que podemos realizar de los roles que nos tocan. Asi, alguien que se dedica a cuidar enfermos (enfermero) tendra mas desarrollada la caracteristi- ca de estar atento y ser sensible al estado de los demés, a diferencia de quien se dedica a hacer diagnésticos (médico), que puede haber desarrollado la ha- bilidad de la atencién selectiva a determinados sintomas especificos, desesti- mando la informacién sobre el estado general de la persona, habilidades que pueden trasladarse a ambitos de la vida cotidiana que no tienen nada que ver con la practica profesional. En relaci6n con el concepto de rol encontramos el concepto de estatus, que se refiere sobre todo a la valoraci6n, el prestigio o el significado que la sociedad otorga a un determinado rol, Asi, los roles de médico y enfermero, ademas de implicar comportamientos y actitudes diferentes, implican también una valoracién y un prestigio diferentes y desiguales. Asi pues, la experiencia de la identidad, el sentido de nuestro yo, puede ser el resultado de la construccién de la estructura social en la que nos incluimos y de Jos roles representados por los interlocutores que tenemos a nuestro alrededor, segtin los diferentes contextos. Puede ser algo ajeno a uno mismo, en el sentido que puede ser el efecto de los roles que los interlocutores tienen en relacién con nosotros, y del significado que éstos atribuyen a los contextos en los que nos encontramos, Esta idea estructural dela identidad proviene de a tradicién te6rica de la dramaturgia desarrollada por Goffman, mediante la cual se labora una estrecha analogia entre el mundo del teatro y la dinémica de la vida cotidiana. ‘Convene recordar en este punto, referido ala drama: turga, tres de las obras més significativas del mismo au- tor, Erving Goffman (1959). La presentacin de la persona ‘en a vida cotidiana. Buenos Aires: Amortort. (1967) Bstigma. La identi: dad deteriorada, Bueros Aes: ‘Amorrorta (1963) Ritual de a interaccin. Buenos Aires: Tiempo con- temporéneo. In veer: iene se) Cualquier actividad que desempene una persona tiene algain tipo de influen- cia en el comportamiento de aquellos que estan a su alrededor; Goffman de- nomina este tipo de interaccién actuacién de un rol. El simple hecho de ha- biar, por ejemplo, necesita la presencia de alguien que escuche (0 que lo finja), es decir, genera en el otro la accién de estar atento. Durante una actuacién se pueden desarrollar rutinas o pautas preestablecidas de accién que pueden ser presentadas o representadas multiples veces. Las 6: denes, por ejemplo, siempre van desde el padre hacia el hijo o la hija, y dift- cilmente encontraremos que circulen en el sentido inverso. En este sentido, Goffman conecta la actuacién de las personas con Ta idea de rok: una per- sona que desarrolla la misma rutina ante un mismo pico en diferentes oca- siones, desarrollaré probablemente una relacién estandarizada con este pibli- co (Deutsch y Krauss, 1965). En este sentido, muchas de las actuaciones que levamos a cabo © que obser- vamos tienen lugar en lo que E, Goffman califica de establishments. El esta- lishment hace referencia a un lugar cerrado, con barreras para la percepcién, donde se desarrolla regularmente un tipo determinado de actividad. Implica un escenario en el que se gestionan impresiones durante la interaccién. Una persona que esta situada en una tarima de un aula y que tiene delante a un pi- blico de estudiantes esperando que emplece la clase, dificilmente puede hacer otra cosa que dar una clase, segiin los comportamientos y las actitudes que se esperan de alguien que se dispone a dar una clase, que le impedirin quedarse callado, por ejemplo. Tal como sefiala Goffman, casi siempre debemos diferenciar dos regiones en el establishment: el fondo o la region invisible para el pablico y el frenteo la re- gidn visible para el pablico, que puede denominarse fachada, y que podemos considerar como simil de imagen. La primera region, la no visible, se utiliza para preparar la actuaci6n de una rutina (rol) y la segunda tiene la funci6n de ofrecer esta actuacién al pablico. Asi pues, dificilmente proporcionaremos una serie de contenidos coherentes, en su globalidad, si damos una clase tedrica de dos horas sin haberla preparado antes, es decir, improvisando, El piiblico, asi, slo tiene acceso a una parte de la actuaci6n, la que se corres- ponde con la fachada o regién visible, en la que se le pide que mantenga las, ‘maneras y la integridad del rol. Ademas, en la fachada se actiia de una manera fija para definir y dar un sentido Gnico y comprensible a la situacién. La cara visible de la actuacién o fachada est configurada por diferentes ele- ‘mentos, que se espera que sean congruentes entre si: a) la dimensién fisica que impone el escenario de la accion (el aula es un es- cenario especifico, con una mesa, varias sillas, una pizarra, etc.) iene se) b) la dimensién personal, que determina la apariencia de los actores: edad, sexo, gestos, etc. (un profesor de universidad dificilmente tendra menos de veinte afios, por ejemplo). Al mismo tiempo, esta dimensién personal esté configurada por: + Ia apariencia 0 conjunto de estimulos que nos informan sobre el estatus del actor, por ejemplo, la actitud inquisitiva en el caso de un profesor au- toritario; ‘+ los comportamientos que nos informan sobre el rol que la persona tiene, {que es, en nuestro ejemplo, la accién de proporcionar contenidos tebricos de forma comprensible. Las apariencias normales, una buena actuaci6n de rol, permiten al pablico inferir informacién que no tiene de forma objetiva y dar muchas cosas por sabidas, lo que implica el ejercicio de un cierto control del actor sobre el comportamiento del piblico, que es quien ocupa el rol complementari Asi, alguien que se dispone a robar en una tienda no puede entrar mal vestido y comportindose de forma diferente del resto de compradores si no quiere que los demas se pongan en guardia y frustren sus planes. Actuar como los de- esperan que lo hagamos, aunque tengamos intenciones ocultas diferen- tes, permite que seamos nosotros quienes controlemos la situacién, y no ellos. si, la dimensién pablica del comportamiento o fachada tiende a insti- tucionalizarse en funcién de las expectativas del pablico y a adquirir un significado y una estabilidad que son independientes de las tareas espe- icas que los actores llevan a cabo, lo que significa que se convierte en ‘una representacién colectiva y en un hecho en si mismo, que puede ser Independiente de lo que sucede realmente. Cada sujeto, al interactuar en un establishment determinado y en una situacién concreta, lleva a cabo una representacion -performance-,que se halla sujeta aun programa prefijado —rutina— (si hay varios programas, hay que escoger uno) y que esta marcado por unos roles, Por medio de este proceso, la actua- Ci6n de cada persona se combina con las actuaciones de las demés, con el fin de formar un equipo y cooperar entre si para la definicién de la situacién (una clase, una conversacién, un examen, una consulta, etc.) y para la representa- ci6n de una rutina. Sus integrantes tienden a relacionarse entre sia través de vinculos de dependencia reciproca (cada uno tiene que confiar en la conducta correcta de los demas) y de familiaridad reciproca (son cémplices en el mante- nimiento de una apariencia determinada), ya que deben compartir y guardar secretos que podrian hacer tambalear la representaci6n y su significado. iene se) Asi Sise dan roles o hechos que alteran la actuacin y repercuten en la auto- imagen, en la interaccién —definicién de la situacién— o en la estructura social establishment, ete.-, los actores y el piblico procuran salvaguardar la repre- sentacién por medio de diferentes técnicas Pero, si por la raz6n que sea la conducta propia de la regi6n no visible se convierte en visible, podemos encontramos con lo que se denomina una si- tuacién enojosa. Esta situacién esté provocada porla aparicién de un compor- tamiento inesperado, que va en contra de las expectativas y que, inequivoca- mente, tiene la fuerza para cuestionar las asunciones que se tenfan sobre la {dentidad y el ol, como minimo, de uno de los participantes en la interaccién. ls el caso, por ejemplo, de una profesora que consideramos muy buena, pero sobre quien descubrimos que da unas clases que no son més que la copia literal de un determinado manual. Y, para acabar, s6lo hace falta decir que se dan situaciones que estan mds for- malizadas que otras (la situacion de una clase, de una boda, del piblico de un especticulo, etc), lo que hace que resulte mas facil la identificacion del proceso de rutina que hemos explicado, que en situaciones no formalizadas explicitamente (por ejemplo, el tipo de interacci6n que se da en un grupo de amigos), pero eso no significa que estas filtimas situaciones no tengan la mis- ‘ma tendencia a funcionar de forma institucionalizada 4.2. Gestin de impresiones y presentacién del yo Aqui nos centraremos en el estudio que realiza Goffman de las estrategias de presentaci6n del yo, que las personas utilizan para generar ¢ incidir sobre las impresiones que los demas se forman de ellas. Qué técnicas utiliza la gen- te para presentarse de forma socialmente aceptable ante los demés, y en qué condiciones las utilizan? La presentacién del yo es una estrategia de interacci6n, basada en la dialécti- cacestablecida entre dos partes de la identidad, que Mead conceptualiz6 como el yo y el mi (este autor es el promotor del interaccionismo simbélico, que presentaremos en el punto que viene a continuacién). La realidad de una situaci6n de interaccién casi nunca es perceptible en el mismo momento, lo que provoca que el individuo deba fiarse de las apa- riencias o de las primeras impresiones, de las cuales se sirve para decidir cual serd su comportamiento y el trato que dirigiré a las personas con quienes debe relacionarse. Asi, las impresiones que causamos en los dems tienen el papel de promesas y de reclamos, ya que generan efectos en ellos. Por este motivo, el observado tiende a manipular la impresién que produce, y se convierte en. un actuante o actor que tergiversa la realidad, en tanto que sus actos se trans- forman en gestos para el auditorio y no son la expresi6n directa de lo que realmente quiere hacer. En otras palabras, podemos decir que la actividad se dramatiza. En este sentido, los actuantes no estan preocupados por el proble- 1106 reraosoioesr2 “6 iene se) ‘ma moral que representa cumplir las normas sociales por medio de las cuales son juzgados por los demés, sino por construir la impresién convincente de que satisfacen o cumplen las mencionadas normas. Asi, el individuo pone en juego dos roles genéricos, el de actuante y el de actor, cada uno de los cuales origina un self, el self de actor y el self del personaje que pone en es- cena el actor. Los diferentes individuos no son igualmente habiles ni tienen los mismos re- cursos para intervenir en la impresién que quieren que los demés se leven de ellos, o en la impresién que quieren que se utilice como base de la inter- accién. Esta habilidad, en gran medida, es fruto de la capacidad 0 margen de intervencién que el yo tiene sobre el mi. Tal como sefialé Mead, el mi esta fuertemente controlado porlos demas, es decir, constituye nuestra herencia social y cultural, adquirida con la socializacién, que ha quedado incrustada en la identidad de uno mismo. En cambio, el yo hace referencia ala conciencia, al conocimiento de los elementos que la situacién de interaccién pone en juego, ya la voluntad specifica de incidir de alguna forma concreta e idiosincrésica en esta situacién, Asi pues, s6lo a través de esta conciencia y de este conocimiento podemos intervenir y cambiar la situacién tal como es, es decir, dejar de conformarnos con ella sino nos gusta, para ejercer un cierto grado de libertad 1106 reraosoioesr2 “4 iene se) 5. Identidad e interaccién simbélica 5.1. Negociacién del significado de la situacién como fuente de identidad El interaccionismo simbélico inspirado por Mead es otra corriente tedrica de la psicologfa social, del cual se desprende una forma diferente de entender el self o la identidad. Esta corriente presenta algunos elementos comunes con la perspectiva dramatirgica de E, Goffman, explicada en el punto anterior, pero también tiene divergencias importantes. Desde esta perspectiva, se considera que el selfo la identidad no preexiste en las interacciones sociales, sino que surge en el transcurso de éstas, se considera que esta constituido por las respuestas de los otros hacia uno mismo y por las. respuestas de uno mismo hacia sy, al mismo tiempo, hacia los demas. En este sentido, Cooley, a principios de siglo, plantea que a partir de la imagen y las miradas que los demis reflejan de nosotros, como si fueran nuestro espejo, nos configuramos una imagen de nosotros mismos. Por otra parte, nosotros también nos convertimos en los observadores de nosotros mismos segiin la imagen que los demas nos devuelven. Pero para hacerlo, debemos ser capaces de poneros en el lugar del otro y saber observarnos. Segiin Mead (un autor tambi lasico de principios de siglo), a la percepcién que tendremos de no- sotros segiin estas miradas (que construyen el m), responderemos efectuando reajustes, modificaciones o cambios segtin lo consideremos conveniente, se- atin los criterios que adoptamos de forma més racional (desde el mi). Se pasa, pues, de una concepcién sustancializada del se/fa una concepcién relacional y emergente de éste. Dela misma manera que el self depende de la interacci6n con los demas, tam- ign depende del contexto o la situaci6n en que tiene lugar la interaccién y de Ja forma como os actores negocian el significado que dan al contexto. La de- fut quufaando pasel ye dad (conformado por el yo finictén de la situacién y el sentido global obtenido en la interaccién se rela. Ye1™9, que proviene dels ‘rientacion del interaccionis cionan estrechamente. De hecho, de la forma como se significa o se interpreta jo simbélico, podéls consul- el contexto y la interacci6n, depende la emergencia de un tipo de self otro, __ {af 18 obra clsica y ss " in George H. Mead (1982). Esp rity, persona y sociedad. Barce- De todo lo que acabamos de decir se desprende una nueva conceptualizacién Tens Paidés. de la identidad/self, que es diferente de las que hemos expuesto en los puntos anteriores. A continuacién veremos de forma sintetizada cuales son las carac- teristicas de esta nueva conceptualizacién de la identidad, + La identidad se considera un elemento situado en el contexto y depen- diente de él y, al mismo tiempo, como miiltiple, en el sentido de que surge en el proceso particular de interaccién y de significacién del contexto es- iene se) pecifico en el que tiene lugar esta interacci6n. La identidad, pues, siempre se sitvia y va cambiando segtin las situaciones en las que se manifiesta, por lo que podemos afirmar que es miltiple. ‘+ Laidentidad es emergente y no existe antes que las relaciones, sino que surge en el proceso local de las interacciones sociales concretas y particu- lates. + La identidad es recfproca, responde en parte a las respuestas que nos dan los demas sobre nosotros mismos, Por medio de las interacciones concretas nos vamos definiendo de manera reciproca, + Laidentidad es negociada por medio de los ajustes sucesivos que constru- yen la intersubjetividad o significacion compartida, Los dems son nues- ‘tro espejo, pero no nos conformamos de forma total con la imagen que Jos demas nos proporcionan de nosotros mismos, sino que la ajustamos a nuestra manera de pensarnos, que, al mismo tiempo, repercute en la in- teraccién con el otto, + Dado que siempre venimos de unas interacciones y nos dirigimos hacia otras, la identidad es a la vez la causa y el resultado de la interaccion social. ¥, finalmente, slo hay que decir que tendemos a producir las acciones y los comportamientos sociales que confirman la identidad social que queremos construir y reflejar en los demas. Desde esta nocién de self, la comprensién de la vida social no se basa en el conocimiento de los principios psicol6gicos vinculados al individuo, sino que lo psicolégico constituye el resultado del proceso continuo de negociacién y conflicto entre las personas. Esta concepcién del self imposibilita la comprensién de nuestro yo a partir dea introspeccién y la reflexién descontextualizada, de manera que obliga a reconocer el rol que los demés tienen en la construccién del yo. En lugar de considerar a los individuos como si fueran ellos los que establecen las rela- clones, a partir del interaccionismo simbélico, hay que pensarlos como mani- festaciones o productos de las relaciones. 5.2, Construccién sociohist6rica de la identidad Aparte de la dimensién relacional y emergente de Ia identidad que propone el interaccionismo simbélico, las aproximaciones actuales a la nocién de identi- dad, como es el caso del socioconstruccionismo, ponen un énfasis especial en la recuperaci6n de la dimensién sociohistérica del self. iene se) En este sentido, la concepcién de self dominante en Occidente, segéin la cual éste es considerado como “independiente, autosuficiente, auténomo y separado, con un nGcleo interior del que surge todo, es decir, con atributos Internos que son interpretados como los motivos del comportamiento indivi- dual’, es contextualizada y considerada a la luz. del contexto histérico que lo ha hecho surgit. Esta concepcién dominante del self que caracteriza la mentalidad occidental resulta muy itil para la reproduccién del tipo de sociedad en que vivimos. Asf, este self esta estrechamente vinculado a la ideologia dominante, que hace re- ferencia a las ideas de individualidad, autonon fa y libertad como valores cen- tales. EI concepto de autonomia, por ejemplo, resulta util e imprescindible para el ejercicio de la capacidad de eleccién y de libertad que, necesariamente, debe caracterizar a un individuo que participe en una sociedad que funciona a partir de un proceso democratico. Sin la construccién de este tipo de perso- nas, el proceso democratico como forma de mantenimiento del orden resulta inviable. Asi pues, los fendmenos que se consideraban de naturaleza psicol6gica 0 com- portamental segtin una concepcién ahistorica de la persona, y como fenome- nos que tienen su origen en la mente o en la misma persona, pasan a ser con- siderados como construcciones situadas histéricamente y emergentes en los procesos sociales. De esta manera, se elimina cualquier indicio de carécter natural, necesario y universal en la concepcién individualista que Occidente tiene de la persona. Asi pues, las identidades dejan de considerarse la propiedad privada de los individuos para pasar a ser construcciones sociales, proscritas o prescritas, de acuerdo con los intereses politicos del orden social dominante. Por ejemplo, Ja construccién del heterosexual como identidad prescrita, por el hecho de tener un papel bastante til en la reproduccién de un determinado concepto de familia, contrasta con la idea del homosexual o Ia lesbiana como identi- dades que han sido proscritas a causa de las disfunciones y los cambios con los que amenazan el orden social establecido, Por lo tanto, la definicién y los contenidos que se asocian a las identidades de las personas en cada momento histérico siempre cumplen una funcién social e ideol6gica especifica, De alguna manera, podriamos decir que cada época historica construye al in- dividuo que mis le conviene, que cualquier cambio histérico, para estabili- zarse durante un cierto tiempo, requiere el modelado del individuo necesario para mantenerlo y reproducirlo. iene se) Gergen ha realizado un recorrido por la construccién de los diferentes mode- los de identidad que han sido creados en los titimos momentos hist6ricos. El self romantico del siglo XIX, por ejemplo, atribua a cada individuo caracte- risticas de profundidad personal: pasién, alma, creatividad y fuerza moral, que ban acompafadas de un vocabulario que permitia la formacién de relaciones fuertemente comprometidas. Cuando llega la visién moderna del mundo, a principios del siglo XX, el vocabulario roméntico empieza a verse como una desviacién, al adquirir connotaciones negativas,y el sel/toméntico acaba con- vertido en reducto de inadaptados. E1selfmoderno, en contraposicion con el roméntico, atribuye a los individuos caracteristicas vinculadasa la habilidad de razonar, por medio de sus creencias, opiniones e intenciones conscientes. La raz6n y la observacién son, desde esta perspectiva, los elementos centrales de la naturaleza humana, Esta vision, por otro lado, se hace extensiva a los diferentes ambitos: las ciencias, la forma de gobernar, los negocios y las relaciones personales Asi, durante mucho tiempo, la disciplina de la psicologia ha cumplido, y cum- ple todavia, la funcién de contribuir a la construccién de un self conveniente para el orden social, funcién que cumple utilizando un conjunto de opera- ciones que producen y regulan las identidades. La utilizacién de los tests psicolégicos, por ejemplo, es la tecnologia més clara en este sentido: la seme- janza de la persona con el modelo social de identidad dominante en nuestra sociedad, por ejemplo, puede ser interpretada dentro de la psicologia como el hecho de tener un atributo o calidad inherente a si mismo, que se denomi- na inteligencia, la cual esta estrechamente relacionada con el modelo de self moderno. Actualmente, Gergen hace referencia al nacimiento de un nuevo self, el satu- rado, que surge de la crisis de los selfs romantico y moderno. Este se asocia a la condicién posmoderna, y surge de los efectos que el avance imparable de las nuevas tecnologias tiene en las relaciones y de la gran variedad de vincu- los que nos posibilitan estas tecnologias, las cuales han propiciado la ruptura con las formas de vida habituales y han dado lugar a una intensificacién de los intercambios sociales y a nuevas claves de relaciones. Sin embargo, seguin Gergen, alrededor del self saturado no se ha construido un nuevo vocabulario que permita nuevas comprensiones del yo, ni tampoco una identificacién de nuevos atributos, sino que el tinico impacto que se cuestiona es el mismo con- cepto de esencia personal. Asi pues, este self saturado que resulta del proceso de agonia que sufre el self modero desde hace un par de décadas no sabemos en qué acabara pero, en todo caso, el resultado final dependerd de la actuacion. y de los proyectos de cada uno de nosotros. La obra de referencia en lo ‘que concierne al tema dela ‘entidad en la sociedad ac tual es la siguiente: Kenneth Gergen (1992). £10 saturado, Barcelona: Paid6s Contexts. ‘También hay otras dos obras bastante significativas con re- Tacién a la idea dela identi dad como construcciéa so- cal: John Shotter (1984) Social ‘accountability and selfiood. Oxford: Blackwell, John Shotter; Kenneth Ger ‘gen (1988). Text of identity London: Sage. iene se) Y acabamos con una idea de Foucault, que fue uno de los autores que mas contribuy6 a la construccién de la idea moderna de self, “lo que categoriza al individuo, le otorga una identidad, le impone una ley de verdad que él debe admitir y el resto debe reconocer en él; es una forma de poder que hace del individuo un sujeto, constituye una forma de dominarlo’ iene se) 6. Anexos 6.1. Anexo 1 6.2. Anexo 2 6.2.1, Del gran inquisidor al gran consumidor Medios de comunicacién, formacién de consciencias y construc- én de identidades 1) franse una vez dos finalidades contrapuestas. Un escrito como éste es un medio de comunicacién y, por lo tanto, esta des- tinado a crear opinién, Crear opinién, para mi, nunca ha sido un hecho pa- sivo. Si la opinién se encama en una serie de personas, en las que sean, crea una energia de accién, una actividad para cambiar una situacién o, al menos, forcejear para cambiarla Al preparar este tema, recuperé el material que habia utilizado para hace gunos libros sobre comunicacién ¢ informacién, en los cuales dedicaba una parte a las relaciones desiguales dentro de lo que podrfamos considerar el mer- cado de la comunicacién mundial y de los movimientos transaccionales de informacion. Recuperé también el material de un simposio al que habia asistido en México, finalizada casi la década de los setenta, donde se encontraban también Matte- lard, Schiller, Hester y te6ricos chilenos que procedifan del grupo de comuni- caciones y comunic6logos de la Unidad Popular. Estos diltimos habjan creado una revista interesantisima llamada Comumicacién y cultura, sin duda, la revista de mas alto nivel que se ha publicado en lengua castellana sobre investigacién iene se) Este simposio estaba dedicado al tema de Informacion y Nuevo Orden Internacional. Ali fue la primera vez. que empecé a escuchar, de una manera sis- temitica, un lenguaje sustitutorio del tradicional, aplicado a las relaciones de dependencia cultural, econémica y politica; un discurso que exploraba lo que en el periodismo empezaban a denominarse "relaciones Norte-Sur’, o "cen- tro-periferia", poniendo de manifiesto que estas etiquetas linguisticas implica ban una suavizacién del conflicto de fondo que podia haber en el contenido que designaban. Aquel simposio expresaba, para mi, la culminacién de una filosofia tercermun- dista, estilo UNESCO. La UNESCO, precisamente, habia dedicado muchos es- fuerzos para avanzar por ese camino, valorando el peso que tenfan dichas re- laciones dentro de la correlacién de fuerzas internas de cada pais del Tercer Mundo. Hace unos diez o quince afios habia una cierta ambicién de cambio. Existian lo que podriamos llamar dos finalidades encontradas y explicitas: la finalidad de mantener las relaciones de desigualdad y de dominacién y, por otra parte, Ia finalidad de cuestionarlas. La primera finalidad ambicionaba imponer un sentido de la historia apoyado en la hegemonia indiscutible del capitalismo. Tal hegemonia creaba una cul- tura de mercado y un colonialismo basado aparentemente en las reglas del mercado, La segunda, intentaba replicar con un modelo alternative que po- dia plantear otra solucién; un modo distinto de organizar la cultura, la comu- nicacién, la adquisicién de identidad y de sentido de la realidad desde otra perspectiva, 2) La intolerancia del norte. Una sensacién de oscuridad Pese a sus esfuerzos, los paises del llamado Tercer Mundo nunca Hlegaron a afectar demasiado el dominio del mundo que ejercian las grandes potencias, en todas las dimensiones. Sin embargo, ya pudimos comprobar cémo esa filosofia de la UNESCO, al tra- tar de equilibrar el conocimiento entre el Primero, el Segundo y el Tercer Mun- do, no fue tolerada por sus patrocinadores, Molestaron especialmente las con- clusiones de un informe, en las que se denunciaban las relaciones de desigual- dad entre lo que ahora llamamos Norte-Sur, es decir entre el mundo coloniza- dor y el mundo colonizado. ¥ se creé un conflicto de subvencién econémica cuyo principal protagonista fue Estados Unidos, que retir6 su aportaci6n. iene se) Ahora, leyendo los diltimos trabajos sobre la cuesti6n que estin a mi alcance, he observado que, cualitativamente, se tiene la sensaci6n de estar exactamente igual que entonces. 0, peor todavia, segtin cOmo se mida la magnitud del problema, La situacién real de las relaciones de caracter comunicacional se ha oscurecido. Hoy se puede apreciar que el intento de crear alternativas y de enarbolar una vision critica, si no desarmado del todo, al menos esta un tanto desorientado y a la deriva, aunque se mantiene en aquellos que consideran la materia del Tercer Mundo como el centro de su investigacién y de su dedicaci6n, En este momento podriamos describir las relaciones Norte-Sur como unas re- laciones de dependencia. El Norte est en condiciones de imponer al Sur no solamente un colonialismo y una sucursalizacion de la verdad que recibe, sino, incluso, de imponerle un falso imaginario sobre si mismo y una falsa conscien- cia sobre cudles son sus auténticas necesidades y su verdadera identificaci6n. 3) Del cambio y sus requisitos Cuando se plantea la necesidad del cambio de una situacién, por cuanto ésta se revela injusta o deteriorada, una primera cuestién es: ghay un sujeto de cambio?, :hay alguien interesado en ese cambio? [No quisiera ofender a nadie citando a Marx, pero Marx escribié algunas cosas que atin son citables. Por ejemplo, las tesis contra Feuerbach. Alli dice que hasta entonces los filésofos habian pensado el mundo y que de lo que se trata es de cambiarlo. Ahora bien, cambiarlo en funcién de alguien que desee el cambio, de alguien a quien eso le beneficie y, por lo tanto, pueda convertirse en un sujeto activo para que el mundo cambie. Es un sujeto a escala social o a escala internacional sobre el cual tendrfamos que preguntarnos. Porque, alguien interesado en que cambien estas relaciones de dependencia ~de caracter comunicacional, en el caso que nos ocupa, o de cualquier otro caracter- debe ser consciente de encontrarse en una condicién de subalternidad que le interesa modificar. Si se le ha extirpado dicha cons- iencia, el sujeto de cambio nunca se movilizara ni nunca existira como tal. 4) De cémo se forma (nos forman) la consciencia. Las tres fuentes Cémo se crea, en el sujeto interesado, la consciencia para apelar al cambio de estas relaciones. Ante todo, tendriamos que fijarmos en cémo se crea una consciencia individual y una consciencia social, Lo primero que contribuye a formar una consciencia -un saber acerca de las. cosas y de si mismo- son las tempranas informaciones recibidas a través del medio mas préximo. iene se) Cuando alguien nace, lo hace en un fragmento determinado de la sociedad, en una casa concreta y en un barrio concreto. Delante de su ventana hay una ventana concreta, una sefiora o un sefior determinados; un paisaje y un pair sanaje especificos, Mas o menos, se tiene la intuicién de que el ser humano ya tiene un papel atribuido dentro de las circunstancias de su nacimiento. fs- ta es una primera fuente de conocimiento de la realidad y de formacién de Ja consciencia. A partir de esa informacién la persona empieza a hacerse una idea de qué puede esperar o qué le esté pasando. Es una primera inmersién involuntaria en los datos de la realidad La segunda fuente de informacién es la sabiduria convencional trasmitida; la més proxima, ademas de la sabiduria convencional generalizada, Se trata de lo que sabe la gente de la calle en que se vive, del medio ambiente propio. Lo que sabe la gente de la familia, lo que saben los padres, Esta sabi- duria convencional es muy sofisticada aunque muchas veces esté muy poco connotada, muy poco cargada de contenidos y de informaci6n. Es el resumen. de una memoria de aprehensién de la realidad de generaciones y generaciones, que se trasmite y pasa a ser la sabiduria convencional inmediata de cada cual. Estas dos primeras fuentes son instrumentos casi automiticos para crear una consciencia de quién se es, qué se necesita y qué relaciones de dependencia se tienen con los demis. La tercera fuente inmediata es externa, es la educaci6n. La educacién a la que somos sometidos, a través de unos filtros que estan controlados, basicamente, por el poder. La educaci6n es un sistema de transmisién del patrimonio; una manera de adquirir consciencia de lo que ha ocurrido en funcién de la consciencia que se debe tener sobre lo que esta ocurriendo y lo que habrd de ocurrir. La educacién. debe prepararnos para tener nuestro propio saber sobre la situacién en que es- tamos y la situacion en que podemos estar. Qué proyecto personal y colectivo hemos de tener con respecto al futuro. Los margenes para luchar contra los cédigos del poder trasmitidos por la edu- cacién son realmente muy escasos. Ha habido casos muy curiosos ~que leemos en los libros- en los cuales unos padres muy cultos, molestos por la educacién. adocenada que puede trasmitir el sistema, deciden ser ellos mismos los educa dores de sus hijos y les trasmiten su propio saber. Eso pasa en algunas novelas rusas del siglo XIX pero en la vida real, ahora, este ejercicio serfa imposible. En realidad somos muy dependientes de lo que la educacién quiera trasmitir a esa consciencia que forma nuestra propia identi- dad. ¥ nos es muy dificil ~a no ser que tengamos unos elementos de antago- iene se) nismo, que casi siempre suelen ser circunstanciales- forcejear con el sistema de valores retransmitido por la educaci6n, con los niveles de consciencia que construye. Por ejemplo, es evidente que el cataldn, en los afios cincuenta y sesenta, espe- cialmente el de familia nacionalista catalana, cuando la educaci6n franquista le trasmitia una desidentificacién nacional, tenia mecanismos de resistencia titica para que eso no alterase su consciencia de catalanidad. O un izquierdis- ta espanol vencido en la guerra civil, a pesar de la version de su historia que le trasmitian cuando el franquismo, a través de los libros o la educacién, tenia mecanismos propios de sabiduria convencional para rechazar esa propuesta de formacién de su consciencia y podia distanciarse de ella, relativizandola, Pero en situaciones normales la gente carece de armas para resistise a tal pro- puesta. El receptor de mensajes educacionales se entrega a ellos, porque le vie- nen de unos mecanismos que son pricticamente incontestables. 5) Los medios, la gran maquina de formaci6n de consciencia universal Sobre estas tres fuentes irrumpen los contenidos trasmitidos por unas maqui- nas de informar, Desde aquellas basadas en lo casi artesanal -el anuncio que esté en la panaderia de enfrente-, hasta esa maquina universal fraguada sobre complejos elementos, que incluye las cadenas distribuidoras de television y €l propio sistema de Mundo Visién: el enorme aparato que se encarga de la transmisién de jerarquias de valores estandar, de mensajes estandar, a todo el mundo. Esa gran maquinaria esta bastante bien ensamblada con la maquinita més artesanal y més inmediata que en estos momentos podemos tener delante de nuestra casa. -n.un momento dado, acta sobre todos nosotros —pertenezcamos al Norte al Sur- una gran maquina de formacién de consciencia universal. Esta parte de la idea de que ahora el mundo es un mercado nico y por tanto se plantea el juego entre un emisor tinico y un receptor tinico como referente. Los c6digos emisores uniformados, cuando llegan al receptor, son procesados, metabolizados, por elementos de descodificacién que tienden a asimilarlos. Solamente pueden ser modificados por nuestro propio sustrato personal, so- cial, cultural; 0 en el caso de sectores sociales, por su propio sustrato, patrimo- nio, historia; por su propia sabidurfa convencional Los mensajes adocenados, uniformados, que llegan de dicha maquina univer- sal pueden ser minimamente filtrados, adaptados y modificados segtin el pro- pio sustrato. De ese instrumental se deriva una consciencia, un conocimiento sobre nosotros y los demas que incluye, a la vez, patrimonio y proyecto. iene se) El patrimonio es un saber elevado que orienta hacia una acci6n y el proyecto es una esperanza de realizacién que, a su ver, esta condicionado por el patri- monio, la consciencia, la identidad, Los medios de comunicaci6n y los mecanismos culturales a los que me he re- ferido hacen una seleccién del saber del pasado y mantienen aquellos cono- cimientos que les parece que nos son necesarios y nos van alimentando con ellos; es decir, nos van socializando, en cierto sentido, y nos van dando lo que, segtin ellos, nos interesa. Luego orientamos esa consciencia hacia un proyecto personal y un proyecto social en funcién de un papel que muchas veces ya esti pre-atribuido. Desde que existe la sociedad humana, todos los sistemas de formacién de cons- ciencia se han aplicado a la conservaci6n del orden establecido. Es decir, la funcién fundamental de los medios de comunicacién, como sistemas estables sea cual sea la zona histérica que examinemos y el grado de universalidad que, en un momento determinado, tenga esa mirada sobre una parte de la historia-, ha tendido a la conservacién del orden establecido, Son medias, en simismos, conservadores, que tratan de perpetuar lo ya dado, Io ya existente. 6) De cémo se reproducen los sistemas, escribas, chamanes y comunidades Los medios de comunicacién han sido y son instrumentos supeditados a la finalidad del poder; los contemplemos desde la aldea vecinal hasta la famo- sa aldea global -que tiene de globalidad, precisamente, el ser una radiografia exacta de la desigualdad y de la no globalidad generalizada que contiene. Voy a citar la carta de un escriba del antiguo Egipto, dirigida a su hijo, quien esté en una escuela de escribas, recomendéndote que aprenda a escribir. Al leerla, podrfamos hacer una abstraccién, suponiendo que no estén en el anti- uo Egipto sino en la Barcelona de hoy en dia; ono digamos ya en Santiago de Chile o en cualquier lugar de Africa, Somalia, por ejemplo. Un escriba somali bien relacionado con las tropas de ocupacién de la ONU. ‘Tengamos en cuenta que el escriba al que me estoy refitiendo no es un escritor, no es un creador. El escriba era un copista; un reproductor del mensaje del poder y de todo tipo de instituciones, Era el que estaba dotado del mecanismo del lenguaje y eso le convertia en una gran prebenda. En medio de una pobla- cin fundamentalmente analfabeta, el que estaba en condiciones de escribir se transformaba en un médium extraordinario del poder. El escriba de nuestro ejemplo resefia a su hijo las razones de por qué es im- portante aprender a escribir. Ks, de hecho, una apologia del trabajo intelectual sobre el trabajo manual y la utilizo como una prueba sintomatica de cémo se estaba forjando ya entonces la diferencia entre ambos tipos de trabajo,

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