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El cémo y el porqué de la psicologia social Tomas Ibafiez Gracia P08/80500/00871 pdt maemo em a ringunafrme per min mei seater, indice Introduccién. 5 Objetivos... re es - _ 10 1. La dimensién social. bose bosses w 1. La separacién entre lo que es social y lo que es psicol6gico u 1.2. El impacto de los estimulos sociales sobre los procesos psicologicos . son 12 1.3. Interseccién entre sociologfa y psicologia “4 14, La fusi6n entre lo que es social y lo que es pSICOI6ZIC0 vances 4 15. La construccién social de lo que es psicolégico oo 18 2. La genealogia de la psicologia social............ ewe AT 2.1. Los antecedentes: Vico y los significados compartidos, 7 2.2, Formacién de la psicologia social en la Europa del siglo XIX... 18 2.3. El desarrollo de 1a psicologia social en EE.UU. eee 19 2.4, Los temas fundacionales:instintos sociales, imitaci6n, sugestién y fenémenos colectivos ; a 20 3. Las grandes orientaciones teéricas de la psicologia social. 25 3.1, El interaccionismo simbélico ... Z z 25 3.2. Bl socioconductismo 26 3.3. Orientacién psicoanalitica set “ 7 34. La Gestalt theory y el sociocognitivismo sen 27 3.5. Socioconstruccionismo 28 4, Para qué sirve Ia psicologia social? 30 4.1, Intervencin en los problemas sociales 2... . 30 4.2, Las aplicaciones de la psicologia social stent 32 4.3. Conocimiento de la realidad social y los efectos del saber psicosocial . . 33 5. Anexos . 3s Sol AMCXO Te : sesninimenn oe 85 5.1.1, La relatividad cultural de las emociones 35 $2, AMEXO 2 spsnnnininininnninniininnnnnninn 38 5.2.1, La dimension oculta oe on 38 Anexo 3 40 5.3.1, Lapsicologia posmoderna y la retérica dela realidad... 40 SA. Anexo 4 2 S441, Ciencia en acci6n oo . 42 Resumen. Propuestas de reflexién. Glosario.... Bibliografia 46 9 50 si Introduccién Presentacion La psicologia social es una disciplina cientifica que estudia de qué manera es- Jogia social tan determinados y conformados, los fenémenos psicol6gicos, por procesos La psicologia sociales una dis: sociales y culturales, (to largo de ss historia som muchas las tematicas que se {apscloaasecl es ura han tatado con esta finalidad, Mientras que en sus inicios, tos temas funda 44 mane fendmnos cionalestenfan relacinsnicamente on los instntos sociales, la imitaciGn, fos anemades por roc: 5 5 . Sos Sociales y culturats. la sugestion y los fenémenos colectivos, en su posterior institucionalizacién destacan temas como el analisis de la formacién de la identidad social, los pro- esos de normalizacién y socializacién, la formacién y cambio de las actitudes, la violencia y la agresién social, y los procesos de influencia (mayoritaria y minoritaria), conformidad y obediencia. De la misma manera, en paralelo a todo este conjunto de investigaciones y modelos te6ricos, encontramos en la disciplina una permanente reflexién sobre su aplicabilidad y la posibilidad de intervenir en los problemas sociales. ‘Tres puntos determinan en buena medida la historia de la disciplina. En pri- mer lugar, la definicién que se hace tanto de lo social, como de lo psicolégico. En segundo lugar, la conceptualizacién que se proporciona de su relacién. Y en tercer lugar, la propuesta metodolégica que se realiza para el estudio de esta relacién. De manera bastante consensuada, se admite que desde el nacimiento de la psicologfa social se perfilan dos grandes perspectivas: la psicologia social psicolégica y la psicologia social sociolégica. La primera admite que es posible proporcionar definiciones diferenciadas tanto de los fenémenos psicoldgicos, como de los sociales. También admite que entre tales fendmenos existe rela ci6n, pero que ésta es de mera superficialidad. Y finalmente mantiene que es posible utilizar los métodos de las ciencias positivas para analizar esta relacion, y encontrar leyes generales que la regulen. En oposicién a este posicionamien- to, la segunda sostiene que lo sociolégico y lo social son como un tejido sin costuras, por lo que resulta dificil concretar un limite que marque dénde em- pieza cada uno de los fenémenos. En consecuencia, la relacién que se postu Ia entre procesos psicolégicos y sociales es de mera interioridad y se apuesta por el uso de métodos interpretativos para entenderla, Para esta perspectiva, la dimensién simbélica de la realidad es crucial a Ja hora de entender cémo se constituye lo psicol6gico a partir de lo social En el primer médulo se revisan las principales cuestiones relacionadas con la emergencia y constitucién de la psicologia social como disciplina cientifica Sus objetivos pretenden proporcionaros: a) una caracterizacién de la psicolo- aia social a partir de su historia; b) una imagen general de los temas que ha in- vvestigado durante su desarrollo; ¢) las grandes orientaciones que han emergido en la disciplina; d) la definicién y aproximacion que se realiza de la realidad social; e) la relevancia que adquiere lo simbélico en la psicologia social y; f) la indisoluble unidad que se postula entre los fenémenos psicol6gicos y sociales. Introduccién Existen diferentes versiones del origen de la disciplina y diferentes maneras de responder a la pregunta del cémo y el porqué de la psicologia social. Algunos autores encuentran este origen en la filosofia de la Grecia clésica. Otros en la filosofia moral de la llustracién. No obstante, lo mas frecuente es considerar ue todas estas referencias no son més que ideas y reflexiones sobre psicologia social, pero de ninguna manera psicologia social en sentido estricto. En tanto que disciplina cientifica y campo de estudio con identidad propia, su origen se podtia localizar en la segunda mitad del siglo XIX en un amplio conjunto de estudios realizados en diferentes paises de Europa. Asi, "la psicologia social tendria un largo pasado pero una breve historia" Dado que antes de finales del siglo XIX no hay psicologia social ni en forma ni en contenido, lo que encontramos en etapas previas son reflexiones per tenecientes al émbito del pensamiento o filosofia social. Algunas cuestiones centrales que habria que considerar en este pensamiento son: a) Sila persona, en tanto que individuo, es Gnica o idéntica a las demas. b) Sila persona es producto de la sociedad o, a la inversa, la sociedad es una funcién de los individuos que la componen. ©) Sila relaci6n entre individuo y sociedad es un problema con sentido o la expresién de una ideologia latente. d) Si la naturaleza de los seres humanos es egoista y necesita de procesos de socializacién o silos seres humanos son sociales por naturaleza, €) Si las personas son agentes libres o estin determinados por fuerzas sociales y culturales. Pero la localizacion del origen hist6rico de la disciplina no es el tinico problema con el que se encuentra una aproximacién general de la psi- cologia social, Otro problema muy importante reside en c6mo se pre- senta la disciplina, Esta presentacién va siempre relacionada a posicio- namientos tebricos, metodolégicos, epistemol6gicos e ideolégicos pre- vios. La psicologia social tiene un largo pasado pero una breve Fistor De esta forma, el médulo que tenéis en las manos esté escrito desde la apuesta por una psicologia social de cariz sociol6gico. Esto conlleva diferentes conse- cuencias. En primer lugar, significa que en la aproximaci6n a la disciplina se enfatiza la importancia que tiene la historicidad de los fenémenos sociales del conocimiento que podemos elaborar sobre los mismos. Esta historicidad muestra el cardcter cambiante de la realidad social y se aleja de la necesidad de considerar los fenémenos psicosociales como acontecimientos universales prefijados y propios de una naturaleza humana que trascenderfa sus determi- nantes culturales. En segundo lugar, nos encontramos con que se acepta sin ninguna reserva que los fen6menos psicol6gicos estan socialmente construi- dos, de manera que Io social y lo psicol6gico son dos caras de la misma mo- neda, Finalmente, encontramos que a la hora de explicar y comprender la re- lacién entre lo social y lo psicol6gico, la dimensién simbélica aparece como factor determinante. Esto es asi hasta tal punto, que pasa a ocupar el primer plano en nuestros anilisis. Pero, todo esto podria ser diferente. Por ejemplo, si se consulta el manual ya clasico que E. Aronson edit6 en 1954 con el titulo Handbook of Social Psycho- logy, escrito desde la denominada psicologia social psicol6gica, la realidad so- cial que se describe se caracteriza por los rasgos siguientes: a) No manifestar su aspecto simbélico. b) Constituir un mundo percibido antes que interpretar en relacién con los otros. Es decir, la realidad cotidiana parece depender mas de los propios es- quemas perceptivos del individuo que de los procesos de produccién y repro duccién social ©) Mostrar a personas, que se guian por pequefios indicadores estimulantes que observan en el ambiente o en otras personas, como si fueran meros recep- taculos llenos de normas y sin capacidad de agencia. 4d) Creer que los grupos elaboran normas de convivencia para que cada uno de ellos encuentre su funcién social en un universo armonioso donde no hay lugar para el conflicto. ©) Rechazar las relaciones de poder determinantes que imponen presiones y generan estructura social y determinacién de la identidad, Y los supuestos metodolégicos que se manejan: a) Obedecen a criterios completamente positivistas, b) Depositan toda la acci6n de producci6n de conocimientos en el experimen- to de laboratorio. ©) Se asume que el conocimiento es acumulativo. 4) Se aspira a formular leyes generales del comportamiento social del indivi- duo. No obstante, el problema todavia se complica mAs si pensamos que incluso las presentaciones que se pueden hacer de la psicologia social dentro de una misma perspectiva varian ostensiblemente. Por ejemplo, si revisdis tanto la introduccién, como la definicién de psicologia social que Ignacio Martin-Bar6 ofrece en 1996 en su obra Entre el individuo y la sociedad. Accién e ideologia, encontraréis importantes similitudes y diferencias con este primer médulo. Entre las primeras tenemos que, pata el autor, el sentido y el significado son lave en la comprensin de la realidad y la accién social. Ademis, asume que persona y sociedad se constituyen métuamente, sin que puedan entenderse la una sin la otra. Y, finalmente, defiende la necesidad de superar la intencién positivista de "entender, predecir y controlar" la conducta, Todo esto coloca su propuesta en la linea de lo que se ha formulado en el material que tenéis en las manos. Pero las diferencias empiezan a aflorar cuando prestamos atencién al rumbo que toma la mencionada superacién del objetivo positivista. Martin-Bar6 de- fiende que el abandono de este objetivo debe posibilitar una mayor libertad individual y grupal mediante la toma de conciencia sobre los determinismos sociales d¢ la accin, Un conocimiento mas a fondo de estos determinismos abre la posibilidad tanto de opciones mas personales, como de acciones mas conscientes. La diferencia con la propuesta que encontraréis en este primer médulo radica en el hecho de que lo simbélico pasa a un segundo plano y la accién de la ideologia adquiere la maxima relevancia para la psicologia social Elautor propone que el papel de la estructura socioeconémica es determinan- teen el ser y el actuar de las personas. Estructura objetiva que esta mas allé de los procesos de construccién social. La propuesta de Martin-Baré se realiza desde un contexto de fuerte conflicto social y es completamente deudora de un posicionamiento politico claro. El autor elabora un texto desde la realidad centroamericana. Huye de las psico- logias sociales atemporales y formalistas y apuesta por dotar ala disciplina de un fuerte cardcter de denuncia y critica social. Esto se hace patente cuando se define la psicologfa social como el estudio cientifico de la accién en cuan- to ideol6gica, entendiendo por ideologia aquellos esquemas cognoscitivos y valorativos producidos por los intereses objetivos de la clase dominante en tuna sociedad determinada e impuestos a las personas que los asumen como propios, Diferenclas conceptuales Para un autor come Ignacio Martin-daré el papel dela es twuctura socioecondmica es de- terminante en el sery el actuar de as personas De la misma manera, sostiene que la psicologa socal debe Iugar un papel importante de cntieay denuncia social, Si en nuestra introduccién el cardcter hist6rico, tanto de la realidad so- cial como del conocimiento que producimos sobre la misma y la di- mensién simbélica de ésta, aparece en un primer plano, definiendo y proporcionando a la disciplina un aspecto determinado, basicamente analitico y te6rico; en el caso de la propuesta que nos hace Martin-Baré, estos elementos pasan a un discreto segundo plano. De manera que la importancia que tiene la ideologia en la determinacién de la realidad social ocupa la primera linea de sus formulaciones y propone que la psicologia social acttie como herramienta critica de los dispositivos de poder que se ponen en funcionamiento con esta finalidad. Como podéis apreciar, los efectos que se derivan de cémo se presenta la disci- plina son importantes y notorios. En el caso de la obra de Martin-Bar6, nos muestra en qué consiste una consideracién de la psicologia social como com- promiso politico, como herramienta de critica del statu quo y como apuesta por una liberacién de la conciencia ideolégicamente alienada de los individuos. Para él, el ejercicio cientifico de la disciplina esta al servicio de unos grupos oprimidos y aspira a una pedagogfa de su liberacién, Tanto la introducci6n de Aronson como la nuestra constituyen presentaciones con efectos diferentes. El primero exhibe una disciplina que aspira a constituirse en una clase de tec- nologia que gestione la relaci6n individuo-sociedad. Al contrario, este médulo presenta una psicologia social de corte mas teérico que aspira a comprender e interpretar los procesos psicosociales en sus dimensiones histéricas y simbé- licas. Las tematicas relacionadas con Ja aplicabilidad de la materia y con los compromisos politicos aparecen en un segundo plano. Objetivos Este médulo constituye una invitacién a dar un paseo por el variado y rico paisaje que ofrece la psicologia social. En efecto, utilizando una metafora geo- grifica, podriamos decir que en su recorrido por la psicopedagogia, la psicolo- aia social se presenta como un territorio de paso obligado en el que el viajante debe adentrarse y que debe explorar con curiosidad. Para que este paseo resul- te mas ameno, y quiz4 mas provechoso, os ofrecemos la compafiia de un guia que os indicara e] trayecto mas conveniente. Sin embargo, eso si, no debéis olvidar que otro guia os habria conducido por otros caminos y que, al acabar este viaje, solamente habréis conocido una de las posibles rutas a través de la disciplina. 1. Definir o caracterizar la psicologia social a partir de la historia de su con- figuracién como disciplina, 2, Definir o caracterizar la psicologia social a partir de los grandes temas que ha investigado, 3. Conocer cuales han sido y cuales son las grandes orientaciones teéricas {que se manifiestan en el seno de la psicologia social. 4. Analizar las aportaciones de la psicologfa social para la comprensién de la realidad social e intervenir en ella. 5. Explicar por qué la psicologia social afirma que se da una imbricacién in- disociable entre lo psicolégico y lo social De manera complementaria, este médulo os proporcionara las informaciones y los instrumentos para que pot siguientes: analizar con mas detenimiento los aspectos + La importancia de la dimensi6n simbélica en los procesos psicosociales + La necesidad de desnaturalizar los fenémenos psicol6gicos, es decir, de six tuarlos como fenémenos culturales. ‘+ Las implicaciones de una perspectiva construccionista en el campo de la psicologia social. 1. La dimensi6n social La separacién entre lo que es social y lo que es psicolégico Nadie duda de que el ser humano es un ser plenamente social que necesita la presencia y las aportaciones de los demés para desarrollarse satisfactoriamen- te. Por decirlo de alguna manera, Ios demas conforman el tejido de relaciones, de estimulos y, en definitiva, el entorno en cuyo seno, como sie tratara de un nido, el bebé se encuentra acogido y amparado. Nadie duda tampoco de que este entorno social, cambiante a medida que la persona se va desarrollando, pero siempre presente y siempre indispensable, le marcara profundamente y configuraré progresivamente su propia manera de ser. Basta con leer los estu- dios que se han realizado sobre algunos casos de nifios que han sido privados demasiado pronto de las relaciones sociales habituales para ver cuales son los efectos catastrficos de la falta de un entorno social satisfactorio (hospitaliza- ci6n, fuertes carencias sociales, nifios aislados y encerrados en casa por sus padres durante afios.... También resulta suficiente comparar entornos socia- Jes muy diferentes para ver que las personas que se han desarrollado en estos diferentes entomnos presentan, entre ellas, diferencias profundas. Pero, aunque nadie pone en duda la importancia y la influencia que tienen los factores sociales en la configuracién psicol6gica de los seres humanos, no hay en cambio, ningin consenso en el grado en que la dimensién social incide sobre los procesos psicolégicos, y todavia menos en la manera como se realiza esta incidencia, Hace unos cuantos afios se desazrollé un intenso debate sobre el papel que tienen la naturaleza y 1a cultura en la formaci6n de la persona: gnacen algunos nifios con propensién a la agresividad, igual que otros nifios rnacen con los cabellos mas claros que otros, o son las condiciones de su exis- tencia las que provocan que un nifio sea mas propenso que otro a la agresi- vidad? Preguntas como éstas alimentaron una polémica que ocupé muchos afios antes de llegar a la conclusién de que era imposible separar ambos com- ponentes para ver cual era el impacto de cada uno. La discusién desembocé en un cierto acuerdo en cuanto a la incesante ¢ inextricable interaccién entre lo innato y lo que se adquiere. Las condiciones biol6gicas Esta citacion de Henri Laborrtilustra la idea segin la cual existe una matriz bésica que condiciona la infiuencia de los factores sociales: "Sea cual sea el medio social en el que nace (I individuo) y que le envuelve en los primeros aos de su existencta, Io que orga nlzard su aprendizale de la vida socal serén esencialmente ls pulsiones fundamentales ¥ especificas, aquelas que resultan de la organizacién de su mattiz biol6gica, de sa sistema nervioso mas primitivo, de todos sus centros subcorticales enti Laborit (1975). Introduccion a una biologi del comportamiento. Barcelona: Peninsula Aun asi, hay muchos que consideran que, a pesar de las dificultades que supo- neel intento de separarlas, existen, sin embargo, dos realidades muy diferentes que son: la realidad psicolégica, por un lado, y la realidad social, por el otro. Se trata de la idea de que la parte psicol6gica aparece primero y constituye la materia basica, mientras que la social va después y nutre la psicolégica con contenidos concretos y dindole formas particulares. Una de las metal ras subyacentes en esta concepcién es la metéfora de la plastilina. La parte psicolégica seria la plastilina, es decir, la materia basica, mientras que la social modelaria esta plastilina para dar formas diferentes se- atin los diferentes entornos socioculturales. Otra metafora que encontramos tras de la mencionada concepcién es la metéfora del barniz. La parte social seria el barniz que se aplica encima de la psicol6gica y da tonos, brillos y co- lores diferentes segiin las diferentes culturas. Pero bastarfa con rascar este bar- niz para ver aparecer por debajo una realidad psicol6gica idéntica para todos los seres humanos. Ast, por ejemplo, se admite que los acontecimientos que provocan risa o enojo en una persona cambian si esta persona pertenece a la cultura japonesa o a la cultura alemana, pero se afirma que la risa 0 el enojo son emociones universales propias de la psicologia humana, Se reconoce que Jas personas manifiestan la alegria o la ira de manera diferente segtin las dife- rentes culturas, pero se afirma que estas diferentes manifestaciones siempre constituyen el reflejo de unas emociones basicas y universales 1.2, El impacto de los estimulos sociales sobre los procesos psicolégicos Precisamente se habla en este sentido del impacto de los factores sociales en los procesos psicolégicos. Muchos de los estudios realizados por los psicoso- ciGlogos se encaminaron a poner de manifiesto y a acotar este impacto. La idea de que existen dos realidades muy diferenciadas, la psicolégica y la social, y que conviene estudiar, por lo tanto, el impacto de lo social en lo psicol6gico, ha sido tan influyente que merece que la presentemos aquf detalladamente. Para empezar, daremos un ejemplo en el campo de la percepci6n. Como ya sabéis, se producen ilusiones perceptivas que distorsionan la visién. que tenemos de las cosas, Las ilusiones perceptivas no s6lo nos ponen en guardia contra el crédito que debemos conceder a nuestras percepciones, por muy evidentes que nos parez~ can, sino que también informan a los psicélogos de las peculiaridades del sis- tema visual humano y nos ayudan a establecer una psicologia de los mecanis- ‘mos perceptivos. Ahora bien, no son tinicamente los factores geométricos y espaciales los que generan ilusiones perceptivas, también los factores sociales presentan esta propiedad. En un conocido experimento, Bruner y Postman pi- dieron a un conjunto de nifios que dijeran, entre una serie de fichas circulares que se les presentaba, cual se parecfa mas a otra ficha que se les mostraba como modelo. Cuando el estimulo modelo era una simple cartulina, los nifios selec- cionaban, con bastante acierto, la ficha de tamafio més parecido al modelo, pero cuando el modelo era una moneda, los nifios tendian a seleccionar una ficha significativamente mayor. Asi pues, el valor social que tiene el dinero provocaba una sobreestimacién perceptiva del tamafio del soporte fisico en el que el dinero se materializa, Muchos otros experimentos, del estilo de los que realizaron Bruner y Postman, han dejado claro, por lo tanto, que los factores sociales también inciden en los procesos perceptivos. A partir de otros experimentos se ha llegado a la conclu- si6n de que los factores sociales inciden no s6lo en la percepcién, sino también en el resto de procesos psicol6gicos que configuran el ser humano. Lo valloso es més grande Los circulos 1,2, 3, 4, § dela figura siguiente representan las fichas de cartn entre las {ue el nitio debe escoger Ia que se parece més alas fichas Ao B que le dan. Ay B son de tamafo idéntico, pero A es una ficha de cartén y B es una moneda. La icha nam. tiene el mismo dismetto que Ay By es, por lo tanto, la ficha adectads; ficha nim. 4 tiene un didmetzo superior. La flecha indica la elecein que ha hecho el ‘algo, Cuando compara la ficha A con el resto, escoge correctamente la ficha nam. 3. En cambio, escoge la nim, 4 cuando compara la fcha B (moneda), oe “20 eo Laidea segiin la cual los factores sociales impactan en los procesos psicol6gicos descansa en la base de una concepcién de la psicologia social que la sitéa como disciplina complementaria de la misma psicologia. Segin esta concepcién, la psicologia estudia los procesos psicologicos basicos que se dan en el indivi- duo, mientras que la psicologia social estudia la manera como estos procesos psicolégicos se ven afectados por los fendmenos sociales, 1106 reeaesoiees im 1.3. Interseccién entre sociologia y psicologia Existe otra disciplina que tiene por objeto estudiar los fenémenos sociales, Ja sociologia, La psicologia social se situaria, por lo tanto, en la frontera que separa la psicologia y la sociologia. Mas concretamente, se ha considerado que la psicologfa social se sitda en la interseccién entre ambas disciplinas. En el espacio delimitado por la interseccién se encuentran los fenémenos psi col6gicos demasiado cargados de determinaciones sociales como para que la psicologia los analice debidamente, y los fenémenos sociales demasiado car- gadlos de determinaciones psicol6gicas como para que la sociologia los anali- ce debidamente, es decir, los fenémenos cuyo estudio es competencia de la psicologia social 1.4. La fusién entre lo que es social y Io que es psicolégico Por muy influyente y por muy convincente que haya sido esta forma de en- tender la psicologia social, debemos preguntamos si es correcto observar la dimensién social como una dimensién sobreafiadida de la dimensién psico- logica que se limita simplemente a impactar. Cada dfa hay més psicélogos que se alejan de esta concepcién y que cuestionan la supuesta separacién entre lo social y lo psicolégico. La importancia creciente que se ha concedido al len- guaje en el desarrollo de la persona ha contribuido decisivamente a difuminar Ja separacién entre lo psicolégico y Io social’. ‘gt enguaje es un objeto eminentemente social, que se presenta a mismo tiempo como tun producto y como un elemento constitstive de la cultura en la que se desarrolla la persona Pieza clave para el desarrollo del pensamient,elenguaje eo que proporciona 2 nino ls categoris que ie servirn para estructura’ la petepcién del mundo, para estructura Ia afectividad, para derarollar as relaciones com los dems El lenguaje y el mundo ‘Ala ver que subraya cl cardcter convencional del lengua, esta citacin del antropélogo Benjamin Lee Whort enfatiza el papel que ejerce el lenguaje en nuestra construccién de Ja realidad. "Disecamos la naturalezasigulendo unas lineas trazadas por nuestra lengua materna, Las categoria los tipos que aslamos del mundo de ios fendmenos no los encontramosen fa realidad, alli. sino que, al contrario, el mundo se presenta como un flujo de impresiones caleidostépicas que nuestras mentes deben organizay, y eso, en gran medida, significa {ue los sistemas lingdlsticos de nuestras mentes lo tienen que organiza. Hacemos ancos Ja naturaleza, la organizamos en conceptos y le adscribimossignificados,ylo hacemos de esta manera, en gran medida porque estamos vineulados con un pacto para orgenizarlo todo de esta manera: convenio gue se mantiene estrictamente dentro de nuestra com rldad idiomstica y que se codifica en los patrones y en los modelos de nuestra lengua, No hay que decir que este pacto es implicitoe informulado, pero sus términos y sus claw sulas son absolutamente obligatorios, no podremos decir nada a menos que suscribamos todos los datos de organizacion y clasficacién que el mencionado pacto decreta como vinculantes y los aceptemos enteramente* Benjamin Lee Wort (1956). Language, Thought, and Reality. New York: The Technology Press y john Wiley and Sons. 1.5. La construccién social de lo que es psicolégico Asi pues, podemos afirmar que el elemento social esta directamente presente enel desarrollo mismo de los procesos psicol6gicos a través del lenguaje y, mas generalmente, podemos considerar que, gracias a su relacién con los otros, el elemento social interviene desde el primer momento en Ia construccién de los procesos psicol6gicos. Psique y sociedad no son dos realidades indepen- dientes vinculadas entre si por meras relaciones de influencia reciproca, sino que constituyen un todo inextricablemente entrelazado. La dimensién social no corre paralelamente a la dimensién psicolégica, sino que es constitutiva de ella Lecturas recomendadas El ibgo siguiente nos permite observar cémo inciden las vatables culturales en nues relaciones sociales Edward: Hall (1973). La dimensién oculta. Madrid: Coleecién Nuevo Urbanisino. Insti tuto de Estudios de Administracin Local Pocemos encontrar una de las mejores ilustrciones de la importancia del lenguale y los significados en el extraordinario libro publicado por el psieSlogo Jerome Bruner (1991), ‘Actos de significado. Mas alld de la revoluci cognitiva, Madrid: Alianza, ‘También podéis consultar Gustav Jahodsa (1992). Crossroads between cultureand mind. Lon don: Harvester, Esta idea no resulta fécil de asimilar, porque cuando pensamos en la sociedad, pensamos habitualmente en algo exterior al individuo, un elemento que lo rodea, algo en cuyo seno se encuentra el individuo y que, por lo tanto, le influye, de la misma manera que le influye el entorno ecol6gico, en cuyo seno también se encuentra, pero que le influye desde fuera y al que, simplemente, tiene que adaptarse Para vencer la dificultad que nos impide entender plenamente que lo social €5 constitutivo de lo psicolégico, debemos abandonar esta separacién entre individuo y sociedad, y quiza la referencia al lenguaje nos puede ayudar a conseguirlo, Preguntémonos, por ejemplo: gd6nde esta el lenguaje, dentro 0 fuera de nosotros? Tropezamos con muchos problemas si no contestamos que el lenguaje se encuentra dentro y fuera de nosotros, es decir, ambas cosas al mismo tiempo y de manera inseparable. En efecto, si no se encontrara fuera no podriamos adquiritlo y no podrfamos comunicarnos con los demas. La comunicacién es posible porque el lenguaje esta fuera, lo que permite que los demés accedan a él igual que nosotros. Pero si no estuviera dentro, ni si- quiera podriamos saber que existe y, sin duda, tampoco podrfamos comuni- carnos plenamente con los demés. La comunicaci6n es posible porque dispo- nemos del lenguaje, porque esta instalado en nuestro interior igual que el resto de capacidades de que disponemos y porque podemos utilizar esta capacidad para construir desde nuestro interior todos los enunciados que emitimos hacia los demas, Sucede lo mismo con lo social, Se encuentra dentro y fuera de nosotros al mismo tiempo. No podria estar fuera, si no estuviera dentro, y vi- ceversa, Desde esta perspectiva, el objeto que define la psicologia social como disciplina deja de ser el estudio del impacto que tienen los factores sociales en los procesos psicolégicos y pasa a definirse como el estudio de la construccién. social de los procesos psicol6gicos, 2. La genealogia de la psicologia social 2.1. Los antecedentes: Vico y los significados compartidos Como es natural, existen diferentes versiones del origen de la psicologia social Resulta bastante frecuente entre los psicosociélogos remontar esta disciplina a la época de la Grecia clasica y remitir a las obras de Plat6n y de Aristételes para encontrar los primeros esbozos de una consideracién psicosociolégica del ser humano, Dejando a un lado estas obligadas referencias a la antigtiedad, muchos psic6logos sociales coinciden en situar el inicio de la psicologia social hacia mediados del siglo XIX, y algunos ven en la obra del filésofo francés Auguste Comte, padre del positivismo, las primeras definiciones de la disci- plina. Pero también pueden tomarse otros puntos de referencia y, por nuestra parte, nos parece que la obra del fildsofo italiano Giambattista Vico, del siglo XVIII, constituye un punto de partida mucho mas interesante para ubicar los primeros pasos de la disciplina, La importancia de la historia *(.Juna ciencia social que asuma que puede romper con el pasado desde el que ha surgido perderé inevitablemente la perspectiva del futuro hacia el que deberia tender" Serge Moscovil (Fa). (1986). Changing conceptions f leadership. New York: Springer Ver ag En efecto, Giambattista Vico desarroll6 una serie de conceptos que posterior: = PRIN CIP] ‘mente fueron claves para la psicologia social. En primer lugar, Vico desarroll6 DI UNA sctENzA muOWA Ja idea segtin la cual las sociedades presentan una dimensién histérica inelu- ua yarusa vac we dible: se constituyen, evolucionan y cambian en el transcurso de la historia coeaiger es Esta idea, que hoy nos parece tan sencilla y evidente, requirié, en cambio, 1 PRINGIPJ muchos esfuerzos para constituirse y ser comtinmente aceptada, porque el ¢ ricter concreto de la sociedad se halla tan presente en la persona, que nace y Pecan acco se desarrolla como si siempre hubiera existido y fuera inmutable. LORENZO CORSINI Vico también insistié en el carécter construido de la sociedad. Para él, la so- pemrenets Giedad es un producto puramente humano que resulta de la actividad desa- rrollada por los individuos. Esta idea, que hoy aceptamos fécilmente, también, fue de dificil elaboraci6n. La sociedad parece tan insensible a los efectos que pueden resultar de la actividad de una persona particular, que resulta dificil vincular su existencia con las personas concretas que la constituyen. Lo mas razonable consistia, por lo tanto, en situar su origen y nacimiento fuera del Ambito de las actividades humanas, por ejemplo, en la voluntad de los dioses. Vico Giambattista (Napoles, 1668-1744) Filsofo Italiano, autodidacta, fue profesor de Retérica en la Universidad de Népotes Convirtié el racionalismo en un historicismo, al presentar Ia razén como una realidad ue acta por si misma con una inagotable fecundidad creadora. El propésito de su gran ‘obra Principio di una scienza nuava de intoro alla comune naturaleza delle nazionl (1725 fra mostrar el papel fundamental agente de las iceas en la historia, el lugar de ealizacion {del hombre, y de buscar el verdadero conocimiento de la naturalera humana, Conocemos mejor lo que hemos construido nosotros mismos +. el mundo de la sociedad civil a sido construido sin lugar a dudas, porlos hombres. Por lo tanto, hay que buscar sus principios en las modificaciones de la mente humana CCualguiera que reflexione al respecto s6lo puede maravillase del hecho de que lo fil sofos hayan puesto todos sus esfuerzos en el estudio del mundo natural que solamente Dios puede conocer, ya que él es quien lo ha creado, y que hayan dedicado, en cambio, tan pocos esfuerzos al extudio del mundo de las naciones, o mundo civil, ya que, a causa de haberlo creado los mismos seres humans, pueden llegar a eonocerlo" Giambattista Vico (1729). La nueva ciencia, Barcelona: Planeta, 1973. Pero Vico investigé sobre todo la manera como se iban constituyendo las sig- nificaciones compartidas, que constituyen el fundamento de una sociedad y sin las cuales no seria posible la interacci6n entre quienes la integran. Vico nos explica, de una manera que hoy podemos considerar simplista pero que reve- la una profunda sensibilidad psicosocial, cémo se constituyeron los primeros significados compartidos a partir de las reacciones comunes que presentaban los seres humanos ante los acontecimientos naturales. Por ejemplo, ante los truenos y los relmpagos de una tormenta, corrian a refugiarse en cuevas y otros refugios, de manera que desarrollaron conjuntamente una misma acti- vidad en un mismo momento y ante estimulos idénticos. Estas reacciones co- munes, con los gestos y las conductas que implicaban, fueron estableciendo poco a poco las bases para construir cédigos de comunicaci6n y significados compartidos. 2.2, Formacién de la psicologia social en la Europa del siglo XIX Todavia debemos esperar casi un siglo desde la publicacién de la obra pionera de Vico para que la psicologia social empiece a constituirse como un campo de estudio claramente diferenciado, En realidad, esto no sucede hasta la segunda mitad del siglo XIX, con una serie de estudios realizados en diferentes paises europeos. Desde el primer momento se vislumbran dos grandes orientaciones: una centrada en el individuo y en los determinantes innatos de las conduc- tas sociales, y otra centrada en las grandes colectividades humanas y en los determinantes culturales de las mencionadas conductas, En el marco de la primera de estas orientaciones se pone énfasis en los instin- tos sociales que empujan al individuo a desarrollarse como ser social, buscan- do el contacto con sus congéneres (instinto gregario) y aprendiendo las pautas del comportamiento social (instinto de imitaci6n). La otra orientacién pone el acento en los factores culturales que regulan la socializacién de las perso- nas y que marcan su vida social, prestando una atencién muy particular a la sedimentacién de la historia de los pueblos en sus lenguas, sus creencias y sus tradiciones culturales. Por ejemplo, desde esta segunda perspectiva Wilhelm. Wundt desarrolla a finales del siglo XIX y comienzos del XX una obra muy importante y voluminosa sobre la psicologia de los pueblos. 2.3. El desarrollo de la psicologia social en EE.UU. Aunque se va perdiendo poco a poco el interés por unos supuestos instintos sociales, gran parte de la psicologia social mantiene la preocupacién por los fenémenos individuales, hecho que dard lugar a lo que algunos autores han denominado la psicologia social psicol6gica (PSP), que conocer un impor- tante desarrollo en EE.UU. durante el siglo XX y que influirs, a partir de este momento, sobre la psicologia social desarrollada en otros lugares del mundo. Paralelamente a la psicologia social psicolégica se desarrolla, también en EE.UU,, una psicologia social sociol6gica (PSS), més pr6xima a los plantea- mientos de Wundt, pero que no alcanza un grado de difusién parecida al de la PSP; esta corriente queda circunscrita basicamente al ambito de la sociologia. La diferencia entre estas dos psicologias sociales en cuanto a enfoques tedricos resulta clara, Mientras que en la primera se toma los fenémenos sociales y alos individuos como unidad de anélisis y se estudian especialmente la conducta social y el impacto de los estimulos sociales en los procesos psicol6gicos, en Ja otra orientaci6n se toman la interacci6n social y la dimensién social como unidades de analisis, y se estudian sobre todo las caracteristicas de la vida co- lectiva y su repercusién en la configuracién social de las personas Junto con estas diferencias de naturaleza te6rica también se manifiestan dife- rencias metodol6gicas, Mientras que la PSP recurre con frecuencia a la experi- mentacién en laboratorio o a disefios experimentales en situaciones naturales, la PSS se inclina por los estudios de campo, la observacién sistematizada y la recogida de datos en situaciones de la vida cotidiana. La separacion y, en ocasiones, el enfrentamiento entre estas dos perspectivas se ha atenuado después de la importante crisis por la que pasé la PSP a finales de los sesenta, Como consecuencia de esta crisis, parte de la PSP se ha acercado a los planteamientos de la PSS y ha desarrollado una tercera via, que intenta superar la division disciplinar entre psicologia y sociologia, restituyendo a la dimensién social toda la importancia que tiene en el anélisis psicosocial y res- catando el papel fundamental del lenguaje en la construcci6n de los fenéme- nos psicolégicos. Esta tercera via ha recibido el nombre de psicologia social construccionista (PSC) La rapida exposicin de la genealogia de la psicologia social que acabamos de leer nos ha hecho sobrevolar en pocos parrafos mas de dos siglos de historia hasta llegar al momento actual. Es necesario remontarnos, ahora, a los inicios de la disciplina, para estudiar mas detenidamente cuales fueron los grandes temas que ocuparon la atencién de los primeros investigadores y que favore- ieron la progresiva constitucién de la psicologia social. 2.4, Los temas fundacionales: instintos sociales, imitacion, sugestién y fenémenos colectives 1) Los instintos En la segunda mitad del siglo XIX, época en la que la psicologfa social fue to- mando forma, la influencia de los escritos de Darwin resulté muy importante. Este hecho explica que, por analogfa con lo que sucede en el resto de especies animales, la psicologia social prestara una gran atenci6n, igual que toda la psicologia, a la cuestién de los instintos, y que intentara explicar la conducta de los seres humanos en términos de diferentes instintos sociales que mueven. a las personas. cita os instntos que supuestamente hemos heredado, En la obra de 1871 sobre el origen del hombre, C.K. Darwin decia lo siguiente: "St consideramos al hombre como animal social, es muy probable que deba heredat determinadas tendencias a guardat fidelidad Tos companetos y a someterse al jefe de la tu, ya que ambas cualidades son propias de ia mayoria de Ios animales sociales, Bajo Ta influencia de esta herencia estara dispuesto a salir en defensa de sus camaradas en convivencia con el resto ya prestarles colaboracion fen cualquier circunstancia, sempre que no sea en un detrimento excesivo de su propio Dienestar ode sus aspiraciones més profundas. (Charles R. Darwin (1 El origen del hombre, Detris de cada fenémeno psicosocial se buscaba el instinto que lo producia, De aqui viene que se hable del instinto gregario para explicar que las personas tienden a buscar la compafiia de sus semejantes, del instinto agresivo para dar cuenta de la hostilidad interpersonal o intergrupal, del instinto altruista para explicar la solidaridad entre las personas, etc. Asi pues, la tendencia a buscar la explicacién de los fenémenos sociales en las caracteristicas innatas de las personas se encuentra muy presente en los primeros momentos de la psicologia social, {Qué instintos? Para el psicosoci6logo William McDougall, los prinespales in 10s eran los siguientes nstinto de huida y la emocién del miedo. Fl instinto de repulsion y la emocién del disgusto, El instinto de la curiosidad y la emocion de la sorpresa. El instinto de fa ppagnacidad y la emoci6n de la ira, Los instintos de autorrebajarse (0 sujecién) y el de autoafirmacion (o exhibicidn de si mismo), y las emociones de la sujecién y del goz0 {o sentimiento negativo y positive), EI instinte paternal y la emocién de la ternura, El instinto de reproduecidn, Fl instinto gregario, El instinto de adquisiciSn, El instinto de ‘William McDougall (1910). An introduction to soclalpsycholagy: London: Methuen, ‘McDougall nos proporcionaba en esta misma obra una definicin clara de los instintos: "Asi pues, podemos defini un instinto diciendo que representa una disposicién psieoi- sica heredada o innata que Heva a su poseedor a perebit objetos de una determinada clase ¥¥a prestar atenci6n, a experimentar excitacién emocional de una determinada calidad a percibir un determinado objeto y a actuar de una manera particular, cuando menos, 2 experimentar un impulso al ejecutar tal accién No obstante, la moda intelectual favorecida por los trabajos de Darwin fue perdiendo fuerza poco a poco, y la referencia a los instintos desaparecié pro- gresivamente de los planteamientos psicosociol6gicos, asi como de los plan- teamientos psicolégicos en general, 2) La imitacion de la imitaci6n. La observacién de la conducta de los nifios conduce a los pri- metros psicélogos sociales, entre los que conviene destacar muy especialmen-' ‘manera como los seres humanos aprenden a desarrollar las conductas consi deradas "normales’ y deseables en su sociedad, Se trata, en realidad, de un pri ‘mer intento de explicar el fenémeno de la socializacién, es decir, el mecanis] mo mediante el cual los individuos que nacen en una sociedad interiorizan| los valores, las creencias, los esquemas relacionales y las pautas de comporta- miento propios de esta sociedad, de manera que se permite que, generacién tras generacién, se mantengan y se reproduzcan las caracteristicas basicas de la sociedad, Los adultos, que ya han interiorizado las normas sociales vigentes, se erigen en el modelo que imitan los nifios y, de esta manera, los nifios se crigen a su vez en personas adaptadas e integradas en la sociedad, Aprendemos imitando EL material de que se alimenta el nifio se encuentra en el almacén de actividad claboradas, de maneras, de modelos, de organlzacién, etc, que posce Ia sociedad, E50 sirve de elementos estimulantes, de puntos de referencia... nino debe poder aprender. tiene que ser capaz de imitar. James M, Baldwin (1902), Social and ethical interpretations in mental development. New York Macmillan, El interés por la imitacién permanecié durante muchos afios en la psicologia social, pero fue dejando paso, poco a poco, a planteamientos més sofistica- dos en términos de aprendizaje social. Las teorias del aprendizaje social pre- tenden explicar este mismo fenémeno de la socializacion y la reproducci6n social, pero salvando algunos de los escollos con los que topaba el concepto de imitacién, como por ejemplo: por qué imitan los nifios? 0 ¢por qué no se interioriza todo lo que se imita, es decir, tanto las conductas deseables como los malos ejemplos? ©, finalmente, cémo se pasa de la simple imitaci6n ala apropiacién de una pauta de conducta? 3) La sugestion La preocupacién por el fenémeno de la socializacién otienté los primeros pa- sos de la psicologia social hacia el estudio de otro fenémeno tan importante como la imitaci6n: el fenémeno de la sugestién. En los primeros estudios sobre la imitacién, el papel desarrollado por el adul- to es esencialmente pasivo. Se limita a figurar como un modelo que el nifio. intenta imitar con mas o menos acierto; en esta facultad de imitar descansa la posibilidad misma del proceso de reproduccién social. Tomar en considera- cidn la sugestion invierte los papeles: el adulto pasa a desempenar el rol acti- vo, mientras que el nifio se convierte en un receptor pasivo de las influencias ejercidas por quienes Io rodean, Pero el resultado, finalmente, es el mismo. Los primeros trabajos sobre la sugestién no eran ajenos a la influencia que ejercian en la época los trabajos y las polémicas en torno a la hipnosis, fend- meno que se habia puesto de moda en los circulos intelectuales y que mostra- ba como podia obligar una persona a otra a adoptar clertas conductas 0 asumir ciertas maneras de ser sin que ésta iltima fuera consciente del hecho de que alguien habia doblegado su propia voluntad. La proximidad entre los concep- tos de sugestin y de hipnosis indica que el proceso que esta en juego no es un proceso de obligacién y de obediencia, sino que se trata de un proceso de inducci6n en el que el sujeto no percibe que se Je ha impuesto una conducta ¥y mantiene el sentimiento de que domina sus propias actuaciones, aunque le hayan sido dictadas por los demas. A través del fenémeno de la sugestin se estudiaba, sin que quedara explicitamente formulado, la manera como la so- ciedad consigue imponer las pautas de actuaci6n socialmente establecidas sin que las personas sean realmente conscientes de esta imposicién, de manera que puedan conservar, por lo tanto, el sentimiento de que las asumen por si ‘Tendencia hacia el individue Estas dos citas reflean claramente la evolucin de la psicologia social hacia ee tunidades cada vez mas alejadas de la dimensién social: *[.J La psicologia social en América pronto dej6 de ser genuinamente socal se centrs en el comportamiento de los individios’. Robert Farr (1986). The Social Psychology of William MeDougall. En Carl F. Graumann; Serge Moseoviel (Ed), Changing cancepciones of crowd mind and behavior. New York: Springer-verlg. De una manera mas contundente, Graumann declara que la evolucién de la psicologta social desembocs en ‘la individualizacién de lo social ya desocializacién del individao" CF Graumann, en e!ibro mencionado anterlormente. En la linea de los trabajos desarrollados por el psicélogo Alfred Binet, que dieron lugar al influyente libro titulado La Sugestién, la psicologia social fue profundizando en este fendmeno, aunque abandoné poco a poco el término sugestin y lo sustituy6 por el concepto mas amplio de influencia social. De esta ‘manera se abrié una de las lineas de investigacién mas importantes de la dis- ciplina, Los estudios sobre influencia social abrazaron progresivamente todas, las situaciones en que las personas adoptan el punto de vista expresado por Mediante la sugestion se pre tende explicar la manera que tienen las personas de aml: arse al contexto social y aca ban reproduciendo caracce teas sometiéndose a as indi caciones y alas exigencias de Tos otros, es deci, endefnitiva, alas exigencias de Ia sociedad 1106 reeaesoiees 2 Jos dems o se aproximan a ellas, asf como las situaciones en que las personas adoptan tanto las conductas desarrolladas por los demas, como su manera de ser, 0 se aproximan a ellas. 4) Los fenémenos colectivos Junto con el interés por la imitacién y por la sugestién como mecanismos de la socializacién, también se manifest en la naciente psicologia social un gran interés por los fendmenos colectivos y por las conductas de las masas. El estudio de los fenémenos colectivos dio lugar a la preocupacién por conocer las producciones colectivas de los pueblos, como las tradiciones culturales, Jas peculiaridades lingiisticas, los mitos y las creencias colectivas, los habitos de todo tipo. Esta linea de investigacién queda ejemplarizada en la obra de Wilhelm Wundt sobre la psicologia de los pueblos y, un poco mas tarde, en las cos, enfocadas hacia el estudio obras de los primeros interaccionistas simby de los mecanismos mediante los cuales se construye y se mantiene el orden social de los grandes colectivos sociales. La infrahamanidad’ de las masas "Todavia mis, por el solo hecho de que forma parte de una multitud organizada, un hombre baja algunos peldafios en la escalera de la civilizacén. Aislado, puede ser un individuo cultivado; como parte de una multitud es un birbaro; es decis, una cratura ue acta por instinto, Posee la espontaneidad, la violencia, la ferociéad y también el entusiasmo y el heroismo de los seres primitivos a los que tlende, ademas, a parecerse, por la facilidad con la que él mismo se deja impresionar con palabras e imagenes -que podrian estar totalmente sin accién en cada uno delos individuosaislados que componen [a mullitud- y ser inducido @ cometer actos contratios a sus inteteses ms obvios V asus hbitos més conacidos. Un individuo en una multitud es como un grano de arena que cl viento mueve como quiere." Gustave Le Bon (1983). La Psicologia de las masas. Madrid: Morata Conocer para transformar Esta cita del psicosocislogo Kenneth Gergen ilustra el cambio que se ha producido en Ja pricologia Social. En electo, K. Gergen declara que las teorias sicosociol6gicas deben tener "Ia capacidad de cuestionas las asunciones dominantes de la cultura, de planteat reconsidezaciones de lo que se da como evidente y generar de esta manera nuevas ater ntivas para la accida social". Kenneth Gergen (1989). La psicologia modema y la retrica de la realidad. En Tomés hathee (E.), EI conacimiento dela realidad soil. Barcelona: Sendal Como parte del interés por los fendmenos colectivos, también se manifesté una notable preocupacién por estudiar las conductas de las masas. La fuerte irrupcién de las masas en la escena social que, después de la Revolucién Fran- cesa, se volvi6 a producir en el afio 1871 durante la revuelta de la Comuna de Paris, llam6 la atencién de muchos pensadores. Asi es como uno de ellos, Gustave Le Bon, desarrollé un influyente tratado sobre la psicologia de las ma- sas en el que intentaba dilucidar los mecanismos psicolégicos que intervenian. en las actuaciones colectivas. En este tratado, Le Bon atribuia a las masas un efecto de despersonalizacion de los individuos que los impulsa a liberar los instintos mas primarios. Convertido en un ser anénimo, el individuo se deja influir con mucha facilidad por los estados animicos y las conductas de las. otras personas presentes en la masa, asf como por las consignas y actuaciones de los lideres que emergen en la confusién de las congregaciones masivas. Lectus 1s complementarias, José Ramén Torregrosa; Eduardo Barcelona: Hora spo (Hd). (1984) Estudios bisicas de Psicologia Social sta obra presenta tun conjunto de textos considerados clisicos en psicologia sacial acom pafiados de una interesante introduccin historia realizada por el primer autor Frederic Munné (1994). La Psicologia Social como ciencia tedrica, Barcelona: PPU, Josep M- Blanch (1982). Psicologia Sociales. Aprosimacin histrica, Barcelona: Hora Estos dos ditimos libros presentan una panorimica de la psicologfa social que pone el énfasisen la constitucién histérica de a disiplina En el desarrollo posterior, la psicologia social se aleja progresivamente del in- terés por las masas, no s6lo porque qued6 patente que los estudios realizados por Le Bon y sus contempordneos contenfan muchos prejuicios y reflejaban los estereotipos que presentaba la burguesia en relacién con las manifestacio- nes populares, sino también porque la psicologia social se fue centrando ca- da vez mas en unidades de analisis mas reducidas. De esta manera, descendié desde el mbito de los fenémenos colectivos al de los pequeftos grupos y de las relaciones interpersonales hasta situarse, finalmente, en el campo de los fenémenos individuales. Después de examinar cuales fueron los primeros temas que favorecieron la constituci6n de la psicologia social como disciplina diferenciada de las disei- plinas més proximas, es dificil no darse cuenta de que en sus primeras etapas estaba mas preocupada por los mecanismos de reproduccién y conservacién de la realidad social establecida que por los mecanismos del cambio social, y que reflejaba un determinado temor ante las manifestaciones populares sus- ceptibles de trastocar el orden social reinante. Quiz4 resulta ttil contraponer esta primera época de la psicologia social a sus orientaciones actuales, sobre todo en la vertiente socioconstruccionista, que ponen el énfasis en la trans. formacién social ¢ individual y que abogan por construir nuevas relaciones sociales y nuevas maneras de ser. 1106 reeaesoiees 2 Heim yl porque stg socal 3. Las grandes orientaciones teéricas de la psicologia social En el apartado anterior hemos visto que la psicologfa social nunca ha sido una disciplina unitaria y homogénea, sino que durante mucho tiempo coexistie- ron dos psicologias sociales, la psicologia social psicolégica (PSP) y la psico- logia social sociolégica (PSS), y una tercera psicologia social que se cre6 des- pues de los aftos setenta, la psicologia social construccionista (PSC). Pero seria una falacia creer que estos tres bloques son, a su vez, homogéneos, ya que dentro de cada uno se manifiestan diferentes orientaciones que contribuyen a complicar el panorama de la psicologia social, pero que también lo enriquecen y lo aproximan a la complejidad de la realidad social. Ahora daremos cuenta de las principales orientaciones que podemos encontrar en las diferentes psi- cologias sociales 3.1, Elinteraccionismo simbélico EI interaccionismo simbélico (IS) es, sin duda, la corriente dominante en la PSS. ELIS nacié de los trabajos de George Herbert Mead a comienzos del siglo XX y se asienta sobre tres premisas bdsicas: Fl interacclonismo simbético Herbert Blumer define de la siguiente manera el interaccionismo simbélico: “La expresién interaccin simbdlica hace referencl, sin duda al carScter pecullary distinto 4e la interaccibn, tal como se produce entre fos seres humanos. Su peculiaridad reside en el hecho de que estos seres humanos interpretan o definen las acciomes ajenas, sin limitarse dnicamente a reaccionat. Su respuesta no se elabora directamente como conse- cuencia de las acciones de los dems, sino que se basa en el significado que otorgan & estas acciones. De esta manera, Ja nteracciGn humana se ve mediatizada por el uso de los simbolos, la interpretacién o la compzensién del significado de las acciones del projimo. En el caso del comportamiento humnano, tal mediacién equivale a intecalar un proceso de interpretacion entze el estimulo y la respuesta” Herbert Blumer (1982). El interacionismosimbélico: perspectva y método, Barcelona: Hora 1) La importancia de los significados: el ser humano no actiia tanto con relaci6n a las supuestas caracteristicas objetivas de los objetos con los que se relaciona, como sobre la base del significado que atribuye a los mencionados objetos. Por lo tanto, resulta fundamental conocer cual es la interpretacién subjetiva que una persona hace de una situacién si queremos entender su con- ducta en esta situacién. La creacién de los objetos "EL hombre vive en un medio simbélico tanto como en un medio fisico, y puede ser estimulado a actuar tanto por simbolos como por estimulosfsicos. Un simbolo se define como un estimulo que tiene un significado aprendido y un valor para la gente, la res puesta del hombre al simbolo se efectia en términos del significado y el valor que tienen, fn lugar de en términos de la estimulacin fsica de los drganos sensoriales. Por poner tun ejemplo sencillo: un silla no es simplemente una coleccién de estimulos visuales, aualitivos y tacts, sino que significa un objeto en el que la gente puede sentarse. Si uno se sienta, el objeto respondera dandole aslento, Tlene un valor para este propésito. Un significado es equivalente a una definicién acertada de diccionario, que se refiere a la ‘manera como la gente utiliza realmente un térmnino en su condicta, El valores la atrac: dn o la repulsion aprendida que siente hacia el significado. Un simbolo es un acto in- cipiente 0 condensado en el que las etapas pasteriores, ue implican tanto elementos de sentido como de valor, ya estan implicadas en Ia primera etapa. De la misma manera que el simbolo silla implica el conforttsic, la oportunidad de llevar a cabo ciertas cosas que se hacen mejor sentado y de otros resultados parecidos de sentarse en una slla, hay que entender, como Mead senala, que el lenguaje no simboliza simplemente una situacién © un objeto que ya ests; hace posible la existencia o Ta aparicin de esta situacién o este ‘objeto, ya que es parte del mecanismo mediante el cual Ia situacin o el abjeto se crean* Arnold M. Rose ed.) (1971). Human Behavior and Social Processes. An Ineractionist Approach London: Routledge & Kegan Paul. 2) La importancia de la interacci6n social: los objetos no llevan los signifi- cados en si mismos, sino que emergen a partir del intercambio y de las rela- ciones con las otras personas. Nuestra forma de interpretar la realidad se forja en la interaccién con los demis. 3) La importancia del cardcter activo de la persona: cuando decimos que los significados se forman mediante nuestra relacién con los demés, no decimos que son los demas quienes nos indican 0 nos transmiten estos significados, sino que somos nosotros mismos quienes los elaboramos, aunque para ello resulte necesaria la interaccién con los demas, En efecto, la persona ejerce un papel activo, seleccionando, transformando, negociando los significados adecuados en funcién de las acciones que pretende desarrollar en las diferentes situaciones A partir de estos supuestos basicos, se han desarrollado en el pasado y se desa- rrollan actualmente muchas e interesantes investigaciones sobre una extensa gama de fendmenos psicosociales, como la construccién de la identidad social. En el marco de la PSP resefiaremos ahora tres orientaciones cuya influencia ha variado segtin las épocas: Ia orientacién conductista, la orientacién psicoa- nalitica y la orientacién cognitiva 3.2, El socioconductismo La orientacién conductista recoge, de hecho, un conjunto muy diversifica- do de teorfas, a veces bastante contrapuestas, pero que tienen en comin una misma insistencia sobre la necesidad de estudiar los comportamientos obser- vables de las personas y de explicarlos en funcién de unos fenémenos también observables. El conductismo La definicién de la psicologia que proporcioné John Broadus Watson, el padre del con ductismo, fue adoptada por algunos investigadores en el estudio del comportamiento social: "ta psicologia desde el punto de vista conductista es una rama experimental puramen te objetiva de la ciencia natural. Su objetivo teérico es la prediecién y el control de la conducta. Las formas de introspeccién no son parte esencial de sus métodos, ni el valor centfico de sus datos depende de la disposicin con que se prestan asf mismos a inter: pretacién en términos de conclencia, EI conductsta, en los esfuerz0s pata obtener un fesquema unitario de Ia respuesta animal, no reconoce ninguna linea divisoria entre el hombre y la bestia. La conducta del hombre, con todo su refinamiento su complejidad, forma solamente una parte del esquema total conductsta de investigacion’ John Broadus Watson (1913), "Psychology as the behavior views i” Psycho, Rev: (nim. 20). Asi, por ejemplo, el conductismo considera que, para predecir la conducta que desarrollaré una persona, hay que conocer, por una parte, las caracteristicas concretas de la situacién en la que se encuentra y conocer, por la otra, la ex- periencia previa que ha tenido la persona con estas caracteristicas 0 con ¢ racteristicas similares. La idea basica es que, mediante estas experiencias pre- vias, la persona aprende a establecer determinadas relaciones estables entre las caracterfsticas de una situacién (estimulos) y las conductas adecuadas a las mencionadas caracteristicas (respuestas). Es comprensible que, a partir de es- tos supuestos, los conductistas interesados en la psicologfa social hayan dedi- cado muchos de sus esfuerzos a dilucidar los procesos de aprendizaje social mediante los cuales las personas consiguen desarrollar las pautas de compor- tamiento adecuadas a su vida social. 3.3. Orientacién psicoanalitica La orientacién psicoanalitica se inspira obviamente en las formulaciones de Sigmund Freud para explicar los fenémenos psicosociales. El mismo Freud desarroll6 importantes analisis psicosociales sobre la constitucién de los gru- pos sociales, las relaciones interpersonales y los fenémenos de liderazgo. Sus seguidores también realizaron contribuciones importantes en Ia psicologfa so- cial, estudiando, por ejemplo, la formacién del autoritarismo como rasgo de personalidad, Sin embargo, la principal aportacién del psicoandlisis a la psi- cologia social no proviene tanto de las investigaciones realizadas por los se- guidores de esta corriente tedrica, como de las huellas que las formulaciones de Freud han dejado en los conocimientos de los psic6logos sociales y en el conocimiento culto en general. Psicologia social y psicologia 1a vida de un individuo, el otro ejerce el papel de un modelo, de un objeto, de un socio o de un adversario;o sea, que de alguna manera la psicologia individual es también desde el inicio una psicologfa Social.” Sigmund Freud (1921/1973) La Psicologia de las masas y el anliss del Yo. Madvid: Biblio ca Nueva 3.4, La Gestalt theory y el sociocognitivismo La orientaci6n cognitiva Mucho antes de que se produjera la revoluci6n cognitiva en psicologfa, la psi- cologia social prestaba ya una atencién particular a los procesos cognitivos y participaba de unas formulaciones de indudable caracter cognitivista. Este hecho se debe, posiblemente, al impacto que tuvo la teoria de la Gestalt, 0 la teorfa de la forma, en psicologfa social, asf como a la dificultad de analizar las, relaciones interpersonales sin que intervinieran atribuciones de intenciones, interpretacién de significados, representacién del otro y otros aspectos dec récter escasamente conductual y fuertemente mental. La orientaci6n cognitiva se centra en el estudio de los procesos inferenciales que caracterizan el pensamiento humano y, en el campo de la psicologia social, analiza el impacto que representan los factores sociales en los mecanismos y en los resultados de la actividad intelectiva. A partir de los aftos sesenta, esta orientacién te6rica ha ido suplantando poco a poco la influencia que tenian las orientaciones conductistas, y se ha convertido en la principal orientacién. de la psicologfa social convencional EI pensamiento social * el término cognicién se refiere a todos aquellos procesos mediante los cuales Ia entrada sensorial se transforma, se reduce, se elabora, se almacena y se usa ch set (1976), Psicologia Cognitiva, México: Tllas, En el campo de la psicologia socal, esta formulacién se traduce de la siguiente manera "El estudio de la cognicién social hace referencia a la manera como las personas dan cuenta de las otras personas y de sf mismas, Se centta en la comprensiGn que tienen las personas de la vida cotidiana... Se refiere, por lo tanto, a la manera como las personas Piensan sobre el mundo social." Susan. Fiske y Shelley E.Taylor (1984). Social Cognition. London: Addison-Wesley. 3.8. Socieoconstruccionismo Para acabar este apartado, todavia nos queda ver la PSC, o psicologia social construccionista. Si hemos utilizado, al final del parrafo anterior, la expresion. psicologta social convencional es porque al final de los afios sesenta se comenz6 a desarrollar una serie de enfoques alternativos que pretendian situarse en una postura critica con respecto a la psicologfa social en uso y que pretendian. configurar una nueva forma de entender la disciplina. Gran parte de estos enfoques alternativos pueden reagruparse bajo la denominacién de psicologia social construccionista. Lecturas recomendadas ‘+ Para la orientacion conductista: Robert B. Zajonc (1967). La Pscologta Social estudlos cexperimentales. Alcoy: Marfi + Para a orientacin interaccionistasimb6lica: Herbert Blumer (1982). El interaccionis ‘mo simbdlico, Barcelona: Hora ‘+ Para la orientactn psicoanslitica: Sigmund Freud (1921). La Psicologia de las masas y fl ands del Yo, Madrid: Biblioteca Nueva, 1973, ‘+ Para las orlentaciones cognitivas: Gabriel Mugny; Juan Pérez (1988), Psicolagfa Socal el Desaroli cognitivo, Barcelona: Anthropos Construccionismo social 1 construccionismo social se prapone dilucidar bisicamente los procesos mediante los cuales las personas consiguen describ, explicary, en definitiva, dar cuenta del mundo en que viven... Los términos en que se comprende el mundo son artefactos sociales que resultan de os intercambios, siempre historicamente situados, entre las personas. Desde el construccionismo se considera que los términos de esta comprension no provienen automaticamente de las caracteristicas propias de Ia naturaleza, ni tampoco de nuestra ‘onformacién genética. Son el resultado de un proceso activa y eooperativo que se da en la relacin interpersonal... Desde esta perspectiva, la investigacién social ya no corre el riesgo de limitarse a ser una actividad secundatia, preocupada solamente de elaborar is implicaciones sociales de los fenémenos psicologicos mas fundamentales EI nicieo explicativo de la aceién: humana deja de ubicarse en las interoridades de la mente para pasar a situarseen la estructura y el proceso del intercambio humano, Las explicaciones ‘ya no se formulan aludiendo a un determinado estado o proceso psicol6gico, sino con- Siderando ls relaciones entee las personas.” Kenneth Gergen (1985). "The social constructionist inquiry: context and implications.” En Kenneth Gergen; Keith Davies (Ed), The social construction of the person. New York Springer-Verlag, La psicologia social construccionista reanuda, en buena medida, las premisas del interaccionismo simbélico (1S), ya que concede gran importancia a la di- ‘mensién subjetiva de la realidad social, alos significados y a la consideracién de la actividad del individuo. Pero esta orientacién acentia todavia mas el pa- pel que ejerce el lenguaje en la formulaci6n de la realidad psicol6gica, a la vez que extiende la consideracién del papel del lenguaje a las teorias elaboradas por los psic6logos y muestra como inciden las convenciones puramente lin- giistcas en los conocimientos que elaboran las ciencias humanas y sociales. El construccionismo social presta atencién al hecho de que la realidad social y todo lo que la compone se construye intercediendo literalmente en las practi- cas sociales concretas que desempefian las personas y los colectivos en la vida cotidiana. Al mismo tiempo, la realidad social construida por estas précticas revierte en ellas mismas y define el marco de posibilidad. Esta dependencia entre el marco social que incide sobre nuestras actividades y las actividades que inciden, a su vez, sobre la conformaci6n del marco social han sido teori- zadas por el sociélogo Anthony Giddens con el nombre de duatidad estructural La insistencia en el papel constructivo de las practicas sociales desemboca in- mediatamente en el reconocimiento de la historicidad de lo social, ya que éste emerge de unas pricticas que se modifican necesariamente en el transcurso de los acontecimientos sociales. Dicho de una manera lapidaria, nuestras cos- tumbres producen cosas, y estas cosas modifican las costumbres que las han producido, Lecturas recomendadas ‘+ Para a orlentacion construccionista: Tomés Toéner (1994), Psicologia Social Construc: cionista, Guadalajara: Universidad de Guadalajara + Para una perspectiva general: M Psicologia Social, Buenos Aires: Pads. n Deutsch; Robert M. Krauss (1980). Teorfas en Desde esta perspectiva, que va adquiriendo una influencia creciente en a psi- cologia social, queda claro que, cambiando las costumbres, los seres humanos tienen la posibilidad de cambiar la sociedad que resulta de ellas y de cambiarse a si mismos 4, {Para qué sirve la psicologia social? Cuando se formula la pregunta sobre la utilidad practica que pueden tener de- terminados conocimientos cientificos, aparece, inmediatamente, la gran dico- tomia entre investigacién basica e investigacién aplicada, Sin embargo, no siempre resulta facil mantener esta diferenciacién en el campo de las ciencias, sociales y humanas. E] influyente psic6logo social Kurt Lewin asever6 una vez, con gran acierto, que "nada es mas prictico que una buena teoria’, Si esto es efectivamente de esta manera, y nos inclinamos a pensar que efectivamente lo es, se difumina la frontera entre las actividades que conducen a elaborar cono- cimientos y las actividades enfocadas a resolver problemas practicos de la vi- da cotidiana. Esta difuminacién resulta todavia mas patente si consideramos, junto con Lewin, que, mediante la intervencién activa en la resoluci6n de pro- blemas practicos, se pueden constituir determinados conocimientos te6ricos. EI mismo Lewin desarroll6 un planteamiento que, con el nombre de investiga ci6n/accién incitaba a los psic6logos sociales a involucrarse en Ia resolucién de los problemas sociales para provocar, asi, el avance del conocimiento teérico. Resolver problemas +. Lainvestigacién bisica apuntay se drige hacia Ia acumulacin de conacimiento sobre algunos principios, fundamentalmente de la conducta, mientras que la investigacion aplicada pretende suministrar alguna ayuda a Ia solucion de un problema’ 1. Bickman (Bd). (1980). Applied Socal Psichology Annual, Beverly Hills: Sage 4.1. Intervencién en los problemas sociales A pesar de estas consideraciones, podemos mantener una diferenciacién entre! el ambito de las aplicaciones del saber y el Ambito de la produccién del saber, aunque s6lo sea para dar cuenta de la mayor o menor implicacién del psic6. ogo social en los problemas concretos de su sociedad, Aceptando, con las reservas mencionadas, la distinci6n entre el elemento bi sico y el aplicado, no hay duda de que la psicologia social se preocupé desde sus primeros momentos no sélo de producir conocimientos sobre los fenéme- nos psicosociales, sino también de disefiar los instrumentos para intervenir en la realidad social y contribuir a resolver algunos de sus problemas. Asi, por ejemplo, se ha manifestado una preocupacién practicamente constante a lo largo de toda la historia de la psicologia social por faclitar la reduccién de la hostilidad entre los grupos humanos y por atenuar los fenémenos de discri- minacién que nacen de los prejuicios sociales Si nos detenemos un momento para pensar quiénes somos cada uno de no- sotros, podemos recorrer un largo camino que va desde las definiciones mas generales, segiin las cuales somos, por ejemplo, seres vivos o seres humanos, ct iat dete hasta las definiciones més particulares, que nos sittan como individuos ab- solutamente irrepetibles, con un nombre propio y una historia de vida que nos diferencia del resto de seres humanos. Pero entre estos dos extremos en- contramos muchos niveles intermedios. También somos hombres o mujeres; heterosexuales, homosexuales o bisexuales; nifios, jévenes o viejos; catalanes © gallegos; anarquistas © conservadores; etc. Es decir, pertenecemos, ya sea por elecci6n, por citcunstancias 0 por ambas cosas al mismo tiempo, a una multitud de categorias y de grupos que contribuyen a hacer que seamos pre- cisamente quienes somos. De la misma manera que nuestras relaciones inter- personales transitan por episodios de colaboracién y de apreciacién mutuas y por episodios de competicién y de conflicto, también las relaciones entre los grupos transitan por momentos de armonia y momentos de tensi6n, que desembocan a veces en enfrentamientos violentos que salpican diariamente las paginas de los diarios. El conflicto entre los grupos "No se puede dudat de que las diferencias culturales y fisicas observables entre grupos faciltan las reacciones discriminatorias hacia los miembros jenos al grupo. Es innegable ae estas diferencias ejercen un papel en la hostlidad y los prejucios entre grupos, pero esta etapa del conflcto entre grupos ha demostrado que no hacen falta diferencias cul- ‘rales, sicas o econdmicas para que surjan contlictos entre grupos, actitudes hostiles & imagenes estereotipadas de los miembros ajenos al grapo.” Muzafer Sherif (1967). Group conflict and cooperation. London: Routledge Los psicosoci6logos han intentado conocer los mecanismos que conducen al enfrentamiento entre los grupos, para articular, a partir de este conocimiento, los procedimientos susceptibles de reducir los conflictos. Una de las observa- ciones més interesantes es que, si se establecen relaciones de competicién entre los grupos, aunque sea sobre la base de actividades puramente ltidicas, pronto se fortalece la cohesi6n interna entre ellos y pronto se desarrollan des- cali icaciones y prejuicios mutuos que multiplican las ocasiones de fricciones ¥y de agresiones, Por ejemplo, si asignais, aunque sea puramente al azar, alos nifios de un cam- pamento en grupos diferentes, y dais un nombre y unos signos distintivos a cada grupo y los hactis participar en juegos competitivos, con ganadores y perdedores, vertis aparecer muy rapido reacciones de solidaridad de los nitios con los miembros de su propio grupo y reacciones de hostilidad hacia los nithos de los otros grupos. Una manera de romper este clima consiste en proponer lunas metas que ningtin grupo pueda alcanzar por si solo, sin la participacién de los otros grupos. fiste es el caso de lo que el psicosociélogo Muzafer Sherif lamé las metas supraordenadas. Objetivos compartidos "Nuestra definieién de meta suprandenada enfatiza el hecho de que éta cesultainalean. rable para un grupo alsladamente: asf pues, no tiene otto significado que una «meta co “Muzafer Sherif (1967). Group conflict and cooperation. London: Routledge Otro psicélogo social, Henri Tajfel, demostr6 que ni siquiera era necesario in- troducir una relacién competitiva para que naciera la hostilidad entre los gru- pos, Basta con crear el sentimiento de pertenencia a un grupo para que se desarrollen mecanismos de discriminacién que favorecen a los miembros del propio grupo y que perjudican a los miembros de los otros grupos. Es como si, por el simple hecho de pensar en términos de "ellos" y de "nosotros", ya fuera imposible evitar favorecer a "los nuestros" y descalificar a "los demés’. Una manera de acabar con esta propensién consiste en cruzar las categorias de pertenencia; ¢s decir, multiplicar las circunstancias en las que una parte de los que antes formaban el “nosotros” pasen a ser vistos como "ellos", y al revés, en. una movilidad constante de las fronteras trazadas por las pertenencias grupa- les. Los ejemplos que hemos dado no agotan ni mucho menos las miltiples formas de intervencién que ha disefiado la psicologia social para mitigar la hostilidad intergrupal 4.2. Las aplicaciones de la psicologia social Los conocimientos que ha establecido la psicologia social tienen un campo de aplicacién tan extenso que aqui dificilmente podemos ir més alla de una simple enumeracién de algunos temas. Por ejemplo, los conocimientos sobre la dinmica de los grupos humanos permiten incidir sobre el fortalecimiento de la cohesi6n de los grupos, o decidir cuales son los modelos de liderazgo mas adecuados a los objetivos que se marcan los grupos, o indicar qué mecanismos de toma de decisin pueden ayudar a conseguir los mejores resultados. Lecturas complementarias José Francisco Moraes y otros (1985), Psicologia Social Aplicada. Bilbao: Descleé de Brou Angel Rodriguez (1983). Aplicaciones de la Psicologia Social. México: Tila. Para un émbito concreto de aplicacién, consultad también Julio Seoane y Angel Rodrigues (Hd). (1988). Psicologia Politica, Madrid: Pirémide Por su parte, los estudios sobre la influencia social han permitido disefiar las actuaciones mas adecuadas para persuadir a las personas de adoptar puntos de] vista mas de acuerdo con las normas de convivencia social que no discriminen| a aquellos que son diferentes de la mayoria (racismo, estereotipos, prejuicios, etc), aunque también se pueden utilizar, y logicamente se utiizan, para con- vencer a la gente de que tal marca es mejor que la otra © que tal candidato merece mas confianza que tal otro. En otros ambitos, las investigaciones sobre los fenémenos colectivos han pro- porcionado indicaciones para intervenir sobre los efectos del panico, que ad- quieren consecuencias de gravedad extrema cuando se producen en situacio- nes de gran amontonamiento o para actuar en el seno de las poblaciones que, muchas veces por causas naturales (terremotos, inundaciones, ete.), se encuen- tran en situaciones dramaticas. Finalmente, los conocimientos acumulados sobre las relaciones interperso- nales permiten ayudar a mejorarlas y desactivar las agresiones, favoreciendo Ia atracci6n entre los individuos 0 suscitando los comportamientos de ayuda mutua. No hay que decir que también pueden utilizarse para manipular a los demas con la finalidad de satisfacer intereses particulares, 4.3. Conocimiento de la realidad social y los efectos del saber psicosocial Estas aplicaciones de los conocimientos psicosociales, junto con muchas otras que no tenemos tiempo de relatar aqui, han ido favoreciendo poco a poco la constitucién de nuevos campos del saber, que han integrado aportaciones de otras disciplinas y que han diversificado considerablemente el mapa de las. especializaciones posibles. Por ejemplo, se han ido formando especialidades como la psicologia social de la educacién, la psicologia juridica, la psicologia de las organizaciones, la psicologia ambiental, la psicologfa politica 0 la psi- cologia cultural, entre otras, No querriamos concluir este tema sin llamar la atenci6n sobre una cuestion de cardcter general que permite matizar la separaci6n, aparentemente tan clara, entre los conocimientos teéricos, por una parte, y las aplicaciones concretas de los mencionados conocimientos, por otra. Existe una diferencia fundamen- tal entre los conocimientos que producen las ciencias sobre los fenémenos naturales y los conocimientos que versan sobre los fenémenos humanos. La luna, por poner un ejemplo, continuaré imperturbablemente su movimiento cliptico alrededor de la tierra con total independencia del hecho de que co- nozcamos las leyes que lo gobiernan © no, Nuestro conocimiento no incide de ninguna manera sobre este fendmeno, y lo tnico que podria incidir sobre 4 eventualmente serian determinadas aplicaciones de este conocimiento. ‘No obstante, no sucede lo mismo con nuestro conocimiento de los fenémenos humanos. Si una persona se entera de que su conducta obedece a una influen- cia u otra, porque asilo ha establecido el conocimiento producido por los psi- célogos sociales, esta persona puede adoptar las medidas oportunas para que as mencionadas influencias no tengan los efectos esperados, y contradecir, de esta manera, las leyes establecidas por la psicologia social. Por ejemplo, una persona puede haber aprendido, estudiando los trabajos del psicélogo social Stanley Schachter, que los individuos buscan preferentemente la compaiifa de quienes participan del mismo estado de énimo. Esta tendencia afiliativa puede observarse cuando al finalizar un examen los estudiantes esperan que salga la lista de notas. Aquellos que sienten una determinada euforia porque estan convencidos de que lo han hecho bien tenderan a juntarse con quienes tienen. €l mismo sentimiento, mientras que quienes experimentan una ansiedad ele- vada porque creen haberlo hecho mal buscaran a la compafiia de quienes se encuentren en sus mismas condiciones. Sin embargo, al salir del examen, la persona que ha leido la obra de Schachter puede decidir buscar la compania de quienes participan del estado opuesto al suyo e invalidar, de esta manera, el conocimiento elaborado por el mencionado autor. Esta accién puede llevarse a cabo deliberadamente, como en el ejemplo que acabamos de dar, pero en la mayoria de los casos, el conocimiento que hemos adquirido de las ciencias sociales y humanas afecta a nuestra conducta sin que ni siquiera seamos cons- Gientes de ello. Dicho de otra manera, lo que aqui exponemos es que el mismo conocimiento producido por los investigadores puede engendrar efectos sobre el fenémeno estudiado, sin que resulte necesario recurrir a ningun procedimiento de apli- cacién. El psicélogo social Kenneth Gergen ha desarrollado las implicaciones de esta caracteristica peculiar de los saberes psicosociales, que él denomina Enlightenment (‘lustracién’) y que deberian incitarnos a reflexionar sobre la responsabilidad de los investigadores en ciencias humanas y sociales, no sélo en cuanto a los tipos de aplicaciones a las que pueden dar lugar los conoci- mientos que producen, sino también -y sobre todo- en cuanto al conocimien- to que son capaces de producir. 5. Anexos 5.1. Anexo 1 5.1.1, La relatividad cultural de las emociones "Consideremos el caso del orgullo. {Hay un sentimiento corporal caracteri tico del orgullo? Hay una manifestacién estandar? Sin duda, existe una cla se de interpretacion cognitiva y una tasacién moral del valor de uno mismo, etc, Una persona se exhibe orgullosamente como vencedora tan s6lo cuando piensa que ha merecido la victoria, Observad el lenguaje que acompafia el or- gullo, Tenemos que considerarlo problematico ¢ interesante desde el punto de vista que utilizamos palabras como crecerse, hincharse o sentirse leno de or- gullo, ;Significa eso que alguien aumenta realmente de volumen? Parece poco probable. {Cual es entonces el sentido de estos términos? Puede derivar de una clase de manifestacién imaginaria, Esperamos que alguien que se sienta orgulloso manifieste una imagen cultural de mantenerse derecho como una presencia militar. Creamos quizé una metifora casi psicol6gica sobre la base de esta imagen. El asunto merece una investigacién esmerada, La esperanza es una cosa parecida. Se supone que la esperanza brota. Hay un estado neurofi- siolégico de brote de esperanza? Pensamos que, por mucho que busquemos en Ja literatura, no encontraremos nada parecido. Suponemos que brotar es una metéfora sobre la manera como la esperanza brota eternamente en el corazén humano, y ésta es una cuestién cognitiva, Nos falta un trabajo de investiga- cién empfrica detallado. "Entre las emociones menos agradables se encuentran la tristeza y la desilu- sin. {Qué es exactamente la tristeza, en qué condiciones aparece y qué rela Gi6n tiene con un orden moral? El sentimiento de pena es claramente una idea moral; as{ pues, gpresenta una manifestaci6n estindar? gExiste un sent- miento corporal que la acompafia? La desilusién es otra curiosidad. La desilu- sidn, pensamos, podria tener un sentimiento corporal caracteristico: un sen- timiento de orgullo desinflado. La desilusién es la clase de sentimiento que tenemos cuando hemos emprendido alguna iniciativa en publico y después se ha demostrado que la empresa no tenia esperanzas o estaba mal concebida. Sentimiento no parece metaférico en este contexto. jExiste una manifestacin estindar de la desilusi6n? Parece dudoso. Sin duda, existe un aspecto de inter- pretact6n cognitiva y de valoracién moral. Nuevamente, toda la cuestién me- rece una investigacién esmerada y detallada. "En gran parte de lo que hemos afirmado hasta ahora, se ha nombrado la estrecha relacién entre los vocabu- larios y las emociones. Si la sugerencia de que el andlisis filoséfico de los con- ceptos de emocién, que son retenidos por los vocabularios locales para revelar las reglas gramaticales profundas de su uso, tiene que servir de base para la psi- cologia, debemos concebir la posibilidad de que existen sistemas o repertorios de emocién culturalmente diferentes. Esto es légico, ya que los historiadores y os antropélogos han establecido de manera convincente que existen vocabu- larios de emocién culturalmente diferentes. Lo ilustraremos con cuatro casos. La relatividad cultural de las emociones En [a literatura psicolégica de final de la edad media y comienzos del renact- miento, la emocién de acidia ocupaba el primer lugar. Tomas de Aquino dedica el mayor espacio en su estudio de las emociones a la acedia, versién latina de la palabra, La historia de la acidia esta estrictamente vinculada con la concep- cin del deber religioso. La emocién aparece en un principio con el motivo del "demonio del mediodfa’ en los escritos de Evagrio en la época de Alexandre. La acidia es una emocién que se desencadena a causa de un fracaso, de un deber u obligacién. Quizé podamos entenderlo mejor sila comparamos con la clase de emociones que afectan a las personas hoy en dia en estas circunstancias. La culpabilidad y la vergiienza, segtin la ocasién particular, parecen las emociones caracteristicas de nuestras negligencias. Sin embargo, en la época medieval, el fracaso, especialmente del deber religioso, no provocaba ninguna de estas, reacciones, sino una clase de melancolia, La acedia se asociaba con la tristitia, tristeza, La relacién entre esta emocién y el orden moral catdlico, del cual era caracteristica, es bastante clara. En este orden moral, el fracaso de un deber significaba la pérdida de la intimidad con Dios y ante este hecho, la reaccién. apropiada es la melancolfa, La acidia desaparece del repertorio de las emocio- nes de la Europa occidental con la aparicién de la fe protestante. Dentro del nuevo orden moral, el fracaso del deber era en gran parte una cuestion de la relacién en la que se encontraba un hombre o una mujer frente a otra persona, por lo que el fracaso del deber se trataba en términos personales, Resulta facil ver de una manera intuitiva como la acidia quedé definitivamente eliminada del repertorio una vez la culpabilidad y la vergiienza se relacionaban con la mayoria de los casos de negligencia, Si la acidia es una emocién obsoleta, entonces amae quiza deberia lamarse emocién exstica. Amae es una emocién que ocupa mucho a los japoneses, y se ha Ilegado a decir que para ellos es la emocién mas importante. No hay ninguna traducci6n a esta palabra en inglés o en la mayoria de los idiomas europeos. Cuando Hermut Morsbach (1976) intent6 informar sobre amae,se vio obligado a hacerlo relatando una docena de anécdotas, extractos de no velas ¢, incluso, mostrando imagenes, En términos generales, la idea es la si- guiente. Un adulto, en especial un hombre, puede adoptar como una clase de juego una relacién de dependencia infantil de otro adulto, Esta dependen- cia tiene una calidad de dulzura, En las discusiones de agentes matrimoniales, la capacidad de la novia como recipiente de amae del novio se considera un importante atributo para un matrimonio. Evidentemente, amae pertenece a un orden moral radicalmente diferente del que nosotros vivimos. Cualquier tendencia a amae entre los europeos seria eliminada de una manera radical. Entonces, gpor qué las personas en la época medieval experimentaban la aci- dia y los japoneses experimentan el amae? Nuestra hipétesis es que, en un. estilo vigotskiano, los sentimientos incipientes que surgen de forma natural, por decirlo de alguna manera, son subrayados, suprimidos e interpretados de manera diferente por la incorporacién de un ser humano a un orden moral local. Uno de los instrumentos a través de los cuales se presentan estas dife- renciaciones es, l6gicamente, el vocabulario local disponible, En el repertorio castellano hay pocas emociones que van unidas claramente yy de manera inequivoca a un determinado érgano. Se habla de revolver el es- témago, partir el corazén, etc. Pero intuimos facilmente que estas expresiones describen los sentimientos que acompafian las emociones, pero que no las constituyen. Con todo, otras culturas organizan la cuestién de una manera diferente. Los maories utilizan lo que tinicamente podemos describir como tun sistema hipocondriaco. La estructura del vocabulario la proporcionan al corazén, los intestinos, el higado, etc. A cada uno de estos érganos va unido tun grupo de emociones. Por ejemplo manawa (corazén) se califica con keno Ainquieto), pan (poco generoso), reka (satisfecho), tras (excitado), ete. Las emo- ciones del estémago califican puku (est6mago), las emociones del intestino ican nga (Jos intestinos), ete. Paul Heelas informa de que en el sudeste asiatico existen clases parecidas de sistemas. Estos sistemas plantean algunas cali preguntas interesantes para los te6ricos de las emociones. La pesada carga de Ja fuerza y la valoracién moral que soporta el sistema emocional europeo, en. la medida en que podemos describir nuestras emociones como prescriptivas, parece estar ausente, cuando menos etimolégicamente, del esquema poline- sio. Se nos ocurre un proyecto de investigacién muy interesante para el estu- dio de las emociones de los maorit s: en qué medida la practica de vincular las emociones a los érganos corporales rechaza las implicaciones morales de los equivalentes de nuestra cultura occidental. Finalmente, vale la pena considerar una categoria que, por ahora y por lo que sabemos, no ha sido estudiada por los psicélogos: lo que denominamos las causicemociones, Estas son estados del ser que estén relacionados estrechamente con las condiciones fisicas dela vida. Hemos iniciado una investigacién mo- desta sobre la palabra cosiness (que en castellano podria traducirse por comodi- dad, aquello que es acogedor, agradable). Decimos que nos sentimos cémodos, que una determinada ocasién es agradable, que mientras llueve en el exterior tuna habitacién célida es un lugar cémodo. Denominamos la comodidad una cuasiemocién a causa de su doble posicién como sentimiento y como descrip- cin de un lugar. El interés de esta cuasiemocin aumenta por el hecho de que en otros idiomas europeos existen estados de ser y condiciones ambientales parecidas, pero sin ser idénticos. Por ejemplo, la palabra holandesa gezellig se experimenta en condiciones parecidas a las condiciones en que utilizamos la palabra cémodo 0 agradable, pero nuestros interlocutores holandeses nos ase- guran que nadie puede estar gezelig si esta solo. (Etimolégicamente, la pala- bra gezellig deriva de la palabra holandesa que significa ‘amigo') Se encuentra entre la palabra inglesa cosy y la alemana gemitlich, que suponemos que es una emocién que sélo se presenta en compafifa, La palabra finlandesa kodikas deriva de la palabra koti, que significa ‘casa’. Se puede aplicar a habitaciones, al crepiisculo, al ambiente social, a la conducta de cosas materiales como las cafeteras ¢, incluso, a las personas. Por ejemplo, una chica kodikas es tranquila yy agradable. Resulta evidente, a partir del uso de la palabra, que no tiene la dualidad de cosy y gezellig, ya que no aparece como una emocién. Se trata de una calificacién del entorno y no de Jos sentimientos de las personas, En lo que concierne a la palabra inglesa cosy, ésta proviene quiza de la palabra ga lica cosh, que significa ‘pequefio agujero donde alguien puede ir a gatas y, por Jo tanto, sentizse cémodo' El resultado de estos comentarios y anzlisis es la constatacién de que la psic logia de las emociones esté en pleno subdesarrollo. Se ha visto dominada por el estudio de las emociones, para las cuales existen acompafiantes fisiol6gicos claros y patentes, facilmente mensurables en. cualquier laboratorio de fisiolo- gia de universidad. Esto podria explicar el énfasis enorme que se ha puesto en. las emociones en que el componente fisiolégico adrenalina ejerce un papel importante, Medir la presién sanguinea y del ritmo cardiaco constituye una tecnologia relativamente facil. Pero estas emociones constituyen un fragmen- to diminuto del repertorio enormemente complejo con ¢l que funciona nues- ta civilizacion. Por lo tanto, nos encontramos en la posicién esperanzadora en la que afirmaba encontrarse Isaac Newton después de haber descubierto una o dos conchas en la playa mientras el océano de la verdad se extendia frente a él con todos sus sectetos todavia no descubiertos. La relatividad cultural de las emociones. En R. Harré, D. Clarcke y N. Car- lo (1985/1989). Motives y mecanismos: introduccién a la teorfa de la acci 139-143). Barcelona: Paidés, 5.2, Anexo 2 5.2.1, La dimensién oculta La tesis que sostengo en este libro -asi como en The Silent Language, que lo precedi6- es la que dice que los principios establecidos por Whorf y sus cole- gas en relacién con el lenguaje son igualmente aplicables al resto del compor- tamiento humano y, en realidad, a toda la cultura, Se ha crefdo desde hace mucho tiempo que la experiencia es algo que todos los hombres comparten, que siempre resulta posible superar de alguna manera los limites de la lengua y la cultura, y nos remiten a la experiencia para conseguir la deseada comu- nicacién con otro ser humano. Esta creencia, algunas veces implicita y, mas frecuentemente, explicita en lo que se refiere a la relacién del hombre con la experiencia se bas6 en la presuncién de que, cuando dos seres humanos estan sometidos a una misma experiencia, suministran a sus respectivos sistemas nerviosos centrales datos virtualmente idénticos, que los dos cerebros recogen y clasifican de manera anéloga. La investigacién proxemistica hace surgir serias dudas sobre la validez. de una presuncion de este estilo, sobre todo cuando las culturas implicadas son dife- rentes. Los capitulos X y XI contienen una descripcién de cémo, los indivi- duos pertenecientes a culturas diferentes, no hablan solamente lenguajes di- ferentes, sino que estan situados en mundos sensoriales diferentes, lo que se- guramente todavia es mas importante, La filtraci6n selectiva de los datos sen- soriales admite unos aspectos y rechaza otros, de manera que la experiencia, tal como se percibe a través de un conjunto de pantallas sensoriales amolda- bles culturalmente, resulta absolutamente diferente de la que se percibe a tra- vvés de otro sistema de cedazos culturales. E] medio ambiente arquitecténico y urbano que los pueblos crean es la expresion de los respectivos procesos de selecci6n o criba. En realidad, resulta posible llegar a saber la manera en que los diferentes individuos usan los sentidos, partiendo de su respectivo medio ambiente y de la manera como aparece alterado por el hombre, No se puede, por lo tanto, contar con la experiencia como punto estable de referencia, ya que se produce tan s6lo en un medio que ha sido amoldado, configurado, por el hombre mismo. EI papel que los sentidos ejercen en este contexto es objeto de exposicién en. los capitulos IV a VII, Hemos incluido esta temética para ofrecer al lector al- gunos de los datos bisicos relativos al aparato, a los medios que el hombre utiliza en la construcci6n del mundo de sus percepciones. La descripcién de los sentidos con respecto de eso viene a constituir una componente andloga a lo que se hace con la descripcién del aparato verbal como punto de partida para el estudio y entendimiento de los procesos de la expresi6n oral Un examen de la manera como los individuos de diferentes pueblos utilizan sus sentidos, de la manera como se comportan respecto del medio y los ob- jetos animados e inanimados que lo componen, proporcionara una serie de datos concretos sobre las diferencias existentes, por ejemplo, entre arabes y norteamericanos. En este punto, en la fuente misma de la interaccién resulta posible detectar las variaciones significativas existentes en los comportamien- tos humanos con relacién a aquello a lo que se presta atencién y a aquello que se rechaza por filtraci6n, Las investigaciones que he llevado a cabo en los tiltimos cinco afios demues- tran que norteamericanos y érabes viven en mundos sensoriales diferentes la mayor parte del tiempo, y que los unos y los otros no utilizan los mismos sentidos, ni siquiera para establecer la mayor parte de las distancias que hay que mantener en el curso de una conversacién, Como tendremos ocasion de observar mas adelante, los arabes utilizan més el olfato y el tacto que los nor- teamericanos. Interpretan de manera diferente los propios datos sensoriales, y también los combinan de manera diferente. Parece que incluso la experiencia del arabe respecto de su propio cuerpo en relacién con el yo es diferente de la nuestra, Las mujeres norteamericanas que en nuestro pais se han casado con Srabes, y conocfan s6lo la faceta de su personalidad educada a la americana, a menudo se dan cuenta, y asi lo manifiestan, de que sus maridos adoptan una personalidad diferente cuando vuelven a sus paises de origen, donde se ven, nuevamente, sumergidos en el sistema de comunicaci6n arabe y quedan cau- tivos de los patrones perceptivos de esta cultura, Puede decirse que se convier- ten en personas completamente diferentes, en toda la extensi6n de la palabra. Edward T. Hall (1973). La dimensién oculta (p. 16-18), Madrid: Coleccion Nuevo Urbanismo. Instituto de Estudios de Administracién Local. 5.3, Anexo 3 5.3.1. La psicologia posmoderna y la retérica de Ia realidad [..1 El cientifico normalmente habla de "este aparato’ y no, por ejemplo, de "mi percepcién de un aparato", habla de "esta camara experimental” y no de "mi impresién de una camara experimental’, o de "estos cuestionarios" y no de "mi imagen de estos cuestionarios’. La utilizacién de este tipo de expre- siones amenazaria gravemente a la objetividad de la que puede hacer gala la descripcién, Es fundamental comprender que estas elecciones lingifsticas son ontolégicamente arbitrarias; no hay nada que exija la utilizacién de estos re- cursos de alejamiento en ninguno de los casos. Consideramos, con todo, la diferencia del impacto que causarfa una afirmacién del tipo “después de utili- zar este aparato en esta cémara experimental aquellos tipos de cuestionarios demostraron ser discriminatorios’, y una afirmacién como "después de utili- zarlo que percib{ como un cierto aparato que me dio la impresién de que era una cémara experimental, lo que yo pensaba que era un tipo de cuestionario demostré tener lo que me pareci6 constituir un poder discriminatorio”. En el primer caso, la descripcién parece encajar en la literatura cientifica mientras que, en el segundo, daria probablemente lugar a serias sospechas. [..] La logica de un mundo independiente de los observadores establece tam- biGn las bases de lo que podriamos llamar metéforas de pasividad. Si los he- chos se producen con independencia de las personas, entonces el conocimien- to de estos hechos tendria que ser en gran medida el resultado de la repercu- sién que me producen. Si alguien se dispone a observar o buscar algo, elector no puede estar seguro si los resultados son debidos o no a la misma investi- gacién, Que estemos practicamente obligados por su presencia a percibirla es como una oda cantada a la facticidad de la naturaleza. Si uno habla de sf mis- mo como de una 'victima de las circunstancias’, entonces la credibilidad de las circunstancias, independientemente de la vietima, se ve favorecida. Ejem- plos de la metéfora de la victimizacién son frases como: ‘nos impresiona el hecho de que...", "los datos hablan por si mismos’, "este resultado aclara...", ete; 8 decir, todas las frases que colocan al cientifico como victima de las circunstancias de la naturaleza. Una vez més, la potencia retérica de este ti- po de expresiones se aprecia claramente por contraste en los casos en los que la metdfora esta ausente. Por ejemplo, {nos impresionan los hechos 0 somos nosotros quienes queremos llegar a unas conclusiones?, ;"hablan" los datos, © es que “decidimos’ utilizar una teorfa para interpretar los datos en lugar de otra?, znos vemos "obligados" por los resultados, o mas bien "deseamos extraer conclusiones" que favorezcan nuestras orientaciones teéricas? [..J Para que el texto del autor tenga validez, son necesarias algunas frases que determinen la presencia del autor en el lugar del hecho o acontecimiento su- puesto, La presencia del autor a menudo se establece en las primeras paginas de un informe cientifico con la utilizacién de los pronombres personales, co- mo yo 0 nosotros,o de los posesivos equivalentes (mio 0 nuestro). Alguien po- dria decir, por ejemplo, “nuestro objetivo consistia en explorar.." 0 "quedamos sorprendidos por el hecho de que...", insinuando de esta manera la presencia del autor en Ia actividad cientifica que se explicara. Se pueden conseguir efec- tos parecidos demostrando que la investigacién fue dirigida por el autor (0 autores) o ayudantes estrechamente supervisados, y que el autor no estaba au- sente durante la mayor parte del proceso de investigaci6n. Consideremos, por ejemplo, los efectos de una literatura cientifica que violara estos efectos: "esta- ba muy ocupado con las clases universitarias y las diferentes conferencias que tuve que dar, porlo que no tuve mucho tiempo para dedicara la investigaci6n. Smith, un estudiante que preparaba el doctorado, hizo la mayor parte del tra- bajo -con lo que ha conseguido que figure su nombre-, si bien yo discuti con las lineas maestras de la investigacién, y comprobé los calculos estadisticos No obstante, el establecimiento de la presencia también es problematico. Afir- mar excesivamente la existencia del yo (el ojo) es como sugerir que el objeto supuesto es el producto de esta presencia, Solamente el investigador se ha en- contrado ante el acontecimiento; solamente él ha residido en la tierra extra- fa y ha observado que sus habitantes actian de la manera relatada.

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