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Dedicatoria

“Esta monografía es para mis padres y hermanos y para todos los sedientos de
verdad”.
Pérez García Carlos
“A Dios, por darme la fortaleza y sabiduría en mi vida. A mis padres, por su apoyo
incondicional, por sus consejos y motivación constante”.
Sánchez Abanto Breyssi
“A mis padres, que siempre me apoyan, me motivan para poder seguir adelante”.
Alcántara Alayo, Job
“A mi madre, Lorena Santa María, la mujer que a diario me inspira a no dejarme
vencer por las dificultades y a cumplir todos mis sueños”.
Quiñonez Santa María, Laura
“Para mi Madre, que es la persona que me impulsa a cada día ser mejor y cumplir
cada una de mis metas”.
Salcedo Gonzales, Isabel
“Dedico con todo mi corazón esta monografía a mi madre, quien es mi apoyo
incondicional y la mejor guerrera que he podido conocer”.
Lecca Huiman, Maricielo

“Dedicado a mi familia quienes nos apoyan día a día y a nuestra profesora por
apoyarnos incondicionalmente”.

Llerena Martínez, Johana

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Agradecimientos

Totales agradecimientos queremos remitir a nuestros padres, por el apoyo económico

que nos brindan o nos brindó (en el caso de los autores independientes), y porque sabemos —

o, al menos, creemos saber— que hacen un gran sacrificio por darnos nuestros estudios en esta

grande universidad; algo que no creemos que lo merezcamos en su totalidad y que no hubiera

sido posible de ser sin el gran cariño y amor incondicional que nos regalan siempre.

Asimismo, queremos agradecer también a Nuestra profesora, Alicia Paloma Chico

Picasso, por sus grandes aportes que nos resultaron menester para el desarrollo de esta

monografía, y por las sublimes y claras exposiciones de sus clases que nos sirvieron y nos

siguen sirviendo de mucho.

A la Universidad Privada Antenor Orrego, nuestra universidad, nuestra segunda casa,

por tener una excelente calidad de profesores de altísimo nivel, con gran experiencia en su

trabajo y por la comodidad y el asombro que nos llevamos siempre que pisamos uno de sus

corredores.

Finalmente, a nuestros compañeros, por todas sus intervenciones, haciendo siempre de

las clases mucho más ricas y con mucho más pensamiento crítico; por sus actos de solidaridad

cuando alguien se encuentra en problemas y por sus buenos sentidos del humor que hacen

siempre del curso más entretenido y menos estresante para todos.

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Presentación

Esta monografía, es redactada por los alumnos del curso de “Realidad Nacional y

Regional”, del cuarto ciclo de la carrera de Derecho, los cuales han decidido realizar una

investigación sobre el régimen económico de la Constitución Política del Perú de 1979 y 1993.

Los temas principales de esta monografía se relacionan con: identificar qué modelo de

desarrollo (o qué ideología), como poder constituido, es más eficiente en ambas constituciones;

el análisis económico-comparativo del régimen económico de las constituciones y el análisis

jurídico-económico.

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ÍNDICE

RESUMEN................................................................................................................................ 6

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 7

CAPÍTULO I: MODELOS DE DESARROLLO.................................................................. 8

1.1 LIBERALISMO ............................................................................................................... 8

1.2 SOCIALISMO ................................................................................................................. 9

1.3 ECONOMÍA SOCIAL DE MERCADO .............................................................................. 10

1.4 NEOLIBERALISMO ...................................................................................................... 11

CAPÍTULO II: ANTESCENDETES HISTÓRICOS ......................................................... 13

2.1 CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ DE 1979 ................................................................. 13

2.2 CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ DE 1993 ................................................................. 15

CAPÍTULO III: ANÁLISIS DEL RÉGIMEN ECONÓMICO DE LAS


CONSTITUCIONES DE 1979 Y 1993 ................................................................................. 17

3.1 GENERALIDADES ............................................................................................................ 17

3.2 Sobre la propiedad ........................................................................................................ 17

3.3 Sobre el régimen tributario y presupuestal ................................................................... 18

3.2 SOBRE LA BANCA Y LA MONEDA ..................................................................................... 20

3.2.1 Sobre el régimen agrario ............................................................................................... 21

3.2.2 Resultados económicos: Diferencias ............................................................................ 23

CONCLUSIONES.................................................................................................................. 18

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................. 29

ANEXOS ................................................................................................................................. 31

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RESUMEN

Las Constituciones de 1979 y 1979 contemplan en el régimen económico ideologías distintas


pese a que el nombre “economía social de mercado” establecido sea el mismo. No solo la
ideología es diferente, sino también los resultados económicos. La Constitución de 1979, nos
llevó al declive económico, generando pobreza, inflación, desigualdad, debido a la excesiva
intervención del Estado. Todo esto cambió desde que se hicieron las reformas de mercado,
estableciendo una nueva Constitución (la de Fujimori de 1993). La pobreza, la desigualdad, el
crecimiento económico, la inflación, el pbi per cápita, fue mejorando mucho hasta nuestros
días.

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INTRODUCCIÓN

Un estudio ha encontrado que, dentro de los países de la OCDE, tener constituciones

más largas estuvo relacionado con tener peores niveles de PBI per cápita y mayores niveles de

corrupción (George & Nardi, 2014). Es por eso que esta investigación objetará en el núcleo

duro de las constituciones: el régimen económico, que es, dicho sea de paso, el determinante

para que las constituciones sean (o no) más extensas. Así como también, para el desarrollo, en

términos económicos, de un país.

En el primer capítulo intentaremos definir y explicar los diferentes modelos de

desarrollo o sistemas económico-políticos para poder entender a posteriori de lo que vamos a

tratar.

En el segundo, para poder entender el contexto, haremos un repaso breve de la historia

de estas constituciones.

Finalmente, en el tercer capítulo, haremos el análisis económico en términos de

eficiencia sobre ambas constituciones (de 1979 y 1993).

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CAPÍTULO I: MODELOS DE DESARROLLO

1.1 Liberalismo

A menudo se suele definir al liberalismo —por los liberales— como “el respeto

irrestricto por los proyectos de vida de otros” (NEWMEDIA UFM, 2011). Esta definición fue

expuesta por Alberto Benegas Lynch (h.) en una videoconferencia realizada en la Universidad

Francisco Marroquín. Empero, nos parece más pertinente utilizar otra definición, como la

expuesta por el periodista Nicolás Morás:

A nivel filosófico, el liberalismo es una cosmovisión del ser humano donde el

valor superior de nuestra existencia es la libertad. Pero no defendemos, como

otras doctrinas utópicas, libertades abstractas. La única libertad fáctica y real es

la del individuo. Si algo caracteriza al pensamiento liberal es que nosotros no

subordinamos los derechos de las personas a ninguna otra causa: nación, fe,

progreso, sociedad o igualdad. Para desarrollar dignamente cualquiera de esos

principios es condición imprescindible que las personas sean libres, y que lo

sean todas ellas, igualmente libres (Morás & Gardella, 2020).

Sin duda, nos parece que la definición y la explicación que hace Morás, es la más

acertada. En cuanto a su origen, continúa diciendo:

Si bien el nombre “liberalismo” es relativamente moderno, las ideas de la

libertad son inherentes a la condición humana y siempre fueron expresadas,

defendidas y luchadas, de uno u otro modo. Sin embargo, hubo pensadores que

en la Antigüedad comenzaron a hilar más fino, o a pronunciar con mayor fuerza,

lo esencial de nuestras ideas. Hay dos filósofos muy emblemáticos: Lao Tze, en

8
los años 600 a.C, fundador de la doctrina china del taoísmo; y Epicuro, filósofo

de la Grecia clásica, que vivió en el siglo 300 a.C. (Morás & Gardella, 2020).

La data que nos muestra el periodista, sirve para prescindir del pensamiento lineal de la

historia: creer necesariamente que el liberalismo viene a ser un proyecto moderno. Es cierto

que su mayor auge fue en los siglos XVIII y XIX, y también la conformación de esta filosofía

como tal; sin embargo, es necesario aclarar que al menos la noción de libertad que recoge el

liberalismo, como dice Morás, estuvo presente desde la antigüedad.

1.2 Socialismo

Sabemos también que, desde la antigüedad, el socialismo ha estado presente en

pequeñas raíces, —aunque me atrevería decir que no tan pequeñas, ya que ha sido desde

siempre, o al menos desde que tenemos conocimiento de la humanidad, la causa principal de

la pobreza: ir aniquilando la propiedad hasta desaparecerla— sin embargo, nos vamos a enfocar

en donde tuvo su mayor auge y/o cuando se empezó a teorizar con mayor seriedad.

El siglo XIX fue la época en donde esta ideología empezó a teorizarse mucho más y a

volverse más popular. Marx y Engels (2021), en el Manifiesto del Partido Comunista refieren

como socialismo utópico a todos los intentos de aplicar el socialismo por parte de los filósofos,

Saint-Simon, Charles de Fourier y Robert Owen. Cabe recalcar que lo bautizan con ese nombre

para que, posteriormente, pueda alegar que el socialismo que ellos esta vez nos traen es

“científico”. Sin embargo, de científico, las ideas de Marx y Engels, no tienen absolutamente

nada, y Popper (1973), el gran filósofo de la ciencia, ya lo ha demostrado en La Miseria del

Historicismo, denunciando que, en otras palabras, estos ideólogos nunca falsearon sus

9
hipótesis, por lo que llevó a que ellos buscaran arbitrariamente cualquier justificación de las

mismas.

Si queremos definir en general al socialismo, diríamos que, como afirma Mises (2007),

“es el paso de los medios de producción de la propiedad privada a la propiedad de la sociedad

organizada, el Estado” (p. 63). O podríamos definirlo como “todo sistema de agresión

institucional contra el libre ejercicio de la acción humana o función empresarial” (Huerta de

Soto, 2020). Esta última, expuesta por el profesor Jesús Huerta de Soto, nos parece la más

pertinente.

1.3 Economía Social de Mercado

La Economía Social de Mercado, también llamado, ordoliberalismo, es un modelo

económico que aparece instaurada en Alemania después de la segunda guerra mundial; este

suceso también se conoce como el milagro económico alemán, debido a la rápida

reconstrucción que tuvo el país cuando aplicó este modelo a posteriori de encontrarse muy

afectado.

No obstante, aquella concepción ideológico-económica, tuvo sus orígenes en la década

de 1930 en la llamada Escuela de Friburgo, antes de que se aplicara en la Alemania que todos

hoy conocemos.

Al respecto, Blado & César (2020), afirman lo siguiente:

Se trata de un esfuerzo que se origina en el liberalismo económico, bajo la firme

creencia en el mercado libre, pero que considera que es obligatorio

complementar con una amplia variedad de políticas sociales. Economistas de

10
nota como Walter Eucken, Alfred Müller-Armack, Wilhelm Röpke y Ludwig

Erhard fueron representantes destacados de esta posición (p. 446).

Existe mucha confusión cuando se menciona este modelo, y todo ello es culpa de las

interpretaciones que se le ha asignado al término “social” por parte de dictadores populistas y

comunistas para acrecentar su poder. Es por este motivo que nos parece relevante mecionar

que, la economía social de mercado, como afirma Resico (2010), “descarta como sistema de

organización la economía planificada centralmente” (p. 123).

Entonces es posible afirmar lo siguiente: se trata de un sistema político-económico que

está más cerca del liberalismo que del centrismo extremista o también llamado

'intervencionismo'. Y a su vez, tan lejos del socialismo.

1.4 Neoliberalismo

Si cuando hablamos de la economía social de mercado dijimos que era muy confuso

debido a las dictaduras que intentaron justificarse bajo el concepto de lo social, con el término

Neoliberalismo, no solo nos quedaría decir que es muchísimo peor en cuanto a confusiones

producidas en las gentes, sino que también ha sido utilizada peyorativamente para atacar a los

gobiernos de derecha, refiriéndose a estos como “capitalismos salvajes” en muchas ocasiones,

pasando de error tras error y produciendo a la postre una mezcla de contradicciones cuasi

infinitas.

Consideramos, por esto, que definir al neoliberalismo como la ausencia del Estado en

la regulación del mercado o como el capitalismo salvaje —que es como se define hoy en día—

, resultaría muy poco serio para un trabajo académico. Por tal motivo, nos complace citar a un

autor emblemático:

11
Como suele suceder con las palabras que han hecho fortuna, es probable que

“neoliberalismo” sea un término con varios orígenes distintos.

Uno primero parece encontrarse en algunos escritos de von Mises; uno

segundo es el que le atribuye a la creación colectiva de un coloquio convocado

por Walter Lippman la autoría del término; uno tercero es el que lo vincula a la

llamada economía social de mercado; y uno cuarto, a la escuela liberal italiana

de las entreguerras (Ghersi, 2004).

Sin embargo, no solo se encuentra vinculado con lo mencionado por el doctor Ghersi,

sino también, por ejemplo, con el mercantilismo o también conocido como corporativismo: el

'capitalismo de los amigotes'. A saber, aquellos privilegios que reciben ciertas empresas por

parte de los políticos para que estos salgan de la competencia que nos da el libre mercado

(inexistente hasta el día de hoy).

En fin, la confusión es tan grave que, de preferencia, si no queremos pecar de poco

rigurosos, es mejor no utilizar dicho término; creemos que el neoliberalismo merece una

investigación a parte, estudiada y analizada a profundidad con pinzas para determinar

exactamente su ser, o si existe o no.

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CAPÍTULO II: ANTESCENDETES HISTÓRICOS

2.1 Constitución Política del Perú de 1979

La ausencia de una mayoría partidaria que controlara la Asamblea Constituyente

y pudiera por sí sola imponer la nueva Constitución, determinó la necesidad de

establecer acuerdos y otorgar ciertas concesiones e influyó positivamente en el

carácter progresista y plural de la Constitución de 1979, lo que fue gravitante

para su ulterior aceptación y relativo consenso político. Prueba de ello es que

incluso el Partido Acción Popular de Belaunde, que no participó en el proceso

constituyente, gobernó el país a partir de 1980 con dicha Constitución, la que

reconoció expresamente sin formularle objeción ni introducirle reforma alguna.

La Constitución de 1979, aprobada por la Asamblea Constituyente y

puesta en vigencia a partir del 28 de julio de 1980, a la salida del gobierno militar

y el inicio del régimen democrático encabezado por Fernando Belaunde, se

inscribió en una orientación política identificada con el Estado Social de

Derecho. Como tal, recogió un amplio catálogo de derechos constitucionales,

comprendiendo los derechos civiles y políticos, así como los económicos,

sociales y culturales. Otorgó rango constitucional a las normas de tratados

internacionales sobre Derechos Humanos ratificados por el Perú, ratificando

constitucionalmente la Convención Americana de Derechos Humanos y el

sometimiento del Perú a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos

Humanos. La aplicación de la pena de muerte se restringió exclusivamente al

delito de traición a la patria en caso de guerra exterior, asunto que tendría

especial incidencia y debate en los años siguientes y hasta la actualidad, en

13
especial por las implicancias del Pacto de San José que impide extenderla a

nuevos delitos.

También se introdujo la Acción de Amparo, al lado de la ya existente de

Rabeas Corpus, adquiriendo ambas estatus constitucional; se estableció por

primera vez la acción de inconstitucionalidad y el Tribunal de Garantías

Constitucionales, para contribuir al mayor control y defensa de los derechos y

de la supremacía constitucional. Frente a la experiencia reciente, y entonces aún

vigente, del control estatal de los medios de comunicación social, se otorgó un

tratamiento amplio y protectivo de la libertad de expresión y prensa, así como

prohibió el monopolio estatal en este campo.

Fue la primera Constitución peruana en establecer un específico y

extenso Título dedicado al Régimen Económico, basado en los principios de una

economía social de mercado, el pluralismo económico (con la coexistencia de

diversas formas de propiedad -privada, estatal, comunal y social- y de

organización empresarial); el sometimiento del ejercicio de la propiedad al

interés social; la vigencia de la libertad de empresa, comercio e industria; y la

posibilidad del Estado de intervenir temporalmente la actividad económica en

caso de crisis o emergencia.

Si bien el gobierno militar no pudo ni tuvo mayor intervención en la

elaboración y determinación del contenido de la Constitución de 1979, por lo

que ésta no satisfizo la declaración gubernamental de que ella

"constitucionalizaría las reformas realizadas", las fuerzas políticas presentes en

la Asamblea tampoco pudieron desconocer muchos de los cambios producidos

en el país en los ámbitos político, económico y social. La presencia importante

14
de sectores democráticos y progresistas en el cuerpo constituyente, permitió esta

preocupación por "lo social" (Domingo & Eguiguren, 2008).

2.2 Constitución Política del Perú de 1993

La anécdota comienza el 5 de abril de 1992, cuando todavía estaba en vigencia la

Constitución de 1979. Se da el autogolpe de Alberto Fujimori que contó con el

apoyo de civiles y militares y que Borea define como «la instauración de una

dictadura corrupta». En ese contexto, se convocó a un Congreso Constituyente

Democrático para que dicte la que sería una nueva constitución.

Saltamos al 18 de noviembre de 1992. El diario El País de España definía

que se vivía «un ambiente de apatía» que reflejaba una campaña electoral de

pocos días, sin debates y alejada de las manifestaciones del pueblo. El contexto

terrorista con el que se venía luchando tampoco ayudaba mucho a la necesidad

de tranquilidad que debería acompañar esos procesos.

Los números proponían una conversación aparte. El abogado detalla

que, cuando se produjo la elección de ese Congreso, se encontraban inscritos en

el Registro Electoral del Perú 11’245,463 ciudadanos, de los cuales solo

participaron 8’191,846. Una cifra que llama la atención a pesar de que en el Perú

existía y existe el sufragio obligatorio.

El Jurado Nacional de Elecciones, por otro lado, declaró válidos sólo

6’237,682 votos y estableció 1’620,887 votos nulos y 333,277 votos en blanco.

Por la agrupación oficial Cambio 90-Nueva Mayoría votaron únicamente

3’075,422, lo que representó el 36.56 % de los votantes y el 27.34 % del

universo electoral.

15
Borea no duda en señalar que esta votación «fue obtenida con coacción

y con visos de fraude», pero lo importante es que esta cantidad de votos abrieron

el paso para que la agrupación referida consiguiera la aprobación del Proyecto

de Constitución de 1993.

En junio de 1993, al inicio de la campaña del referéndum, el porcentaje

de aprobación del entonces presidente de la República, Alberto Fujimori, era de

67%; contra un 26% de desaprobación, según Pulso Perú de Datum. Este fue un

factor importante para que el 31 de agosto se aprobará el famoso referéndum.

El relato nos lleva al 31 de octubre de 1993, un día en el que el ambiente

se encontraba bastante tenso. Días antes, diferentes marchas tuvieron lugar a lo

largo de la ciudad, siendo la principal la realizada el 27 del mismo mes. La

movilización alusiva al «No» a esa nueva constitución se movilizó desde Plaza

Dos de Mayo hasta la Plaza San Martín, con cerca de 3000 personas protestando.

La mayoría de ellos, estudiantes.

Los ciudadanos inscritos en el Registro Electoral del Perú alcanzaron a

11’518,669 y el número de votantes fue de 8’178,742. El Jurado Nacional de

Elecciones sostiene que los votos por el SÍ fueron 3’ 895,763 y los que votaron

por el NO fueron 3’548,334. Los votos nulos llegaron a 518,557 y los votos

blancos a 216,088.

Finalmente, el 29 de diciembre se promulgó la nueva Constitución

Política por parte del presidente Alberto Fujimori. Con eso, inició un ciclo de

críticas y propuestas para reemplazarla que se extiende por dos décadas, así

como defensas de su utilidad e importancia actual (Santa, 2020)

16
CAPÍTULO III: ANÁLISIS DEL RÉGIMEN ECONÓMICO DE LAS

CONSTITUCIONES DE 1979 y 1993

3.1 Generalidades

Como afirma el siguiente autor:

“Tanto la Constitución de 1979 como la de 1993 sostienen un régimen económico

basado en una “Economía Social de Mercado”, que es la esencia de una iniciativa privada

libre” (Tantaleán, 2005).

No obstante, existe gran divergencia en cuanto a la intervención del Estado en la libre

acción humana: La Constitución de 1979 es mucho más estatista que la de 1993, ya que este

último relativamente concede ciertas libertades a los individuos. Veamos, pues, el contraste

entre ambas constituciones.

3.2 Sobre la propiedad

Muchos de los artículos contenidos en la constitución vigente están contenidos

en la constitución de 1979 como son el 70, 71 y 72 con el 125, 126, 127,

respectivamente, que señalan que el derecho de propiedad es considerado como

la facultad o el poder de usar y disponer de un bien, sin más limitaciones que las

establecidas por la ley. La constitución de 1979 al igual que la de 1993,

consagran el derecho de propiedad y sostienen que éste es inviolable: A nadie

puede privársele sino conforme a la ley.

17
El artículo 128 de la Constitución de 1979 menciona que los bienes

públicos no son objetos de derechos privados; pero, la Constitución de 1993

señala en el artículo 73 algo distinto, pues dice que los bienes de uso público

son concedidos a particulares conforme a la ley para su aprovechamiento

económico. Así mismo, la Constitución de 1993, no contiene en su texto lo

recogido en el artículo 129 de la anterior constitución, que señala que el Estado

garantiza los derechos del autor y del inventor a sus respectivas obras y

creaciones, así como los nombres, marcas, diseños, modelos industriales y

mercantiles, lo que está contemplado en el artículo 18 del Código Civil

(Tantaleán, 2005).

3.3. Sobre el régimen tributario y presupuestal

Este tema se encuentra de manera muy semejante en el Capítulo V de la

Constitución de 1979 referido a la Hacienda Pública, específicamente los

artículos 74,75,76, 77 y los artículos 139, 141, 143, 138, respectivamente. La

excepción son la presencia de los artículos 144 al 147 de la Constitución de

1979, que señalaban que la organización encargada de elaborar la cuenta general

es el Sistema Nacional de Contabilidad; a diferencia de la Constitución de 1993

que establece que el encargado de remitirlo es el Presidente de la República al

Congreso en un plazo previsto por ley.

Según ambas constituciones, el tributo viene a ser la carga que debe

pagar directa o indirectamente el contribuyente. El presupuesto es la relación de

obligaciones de la Nación que deben ser atendidas por el MEF ( Ministerio de

18
Economía y Finanzas); anualmente, sobre la base de los recursos con que cuenta

principalmente del rubro de los impuestos.

Solamente por leyes se pueden crear, modificar o derogar tributos. Los

Municipios, únicamente pueden crear, modificar o suprimir contribuciones y

tasas, en su jurisdicción.

Al igual que el artículo 141 de la Constitución Política de 1979, el

artículo 75 de la actual ley de leyes, el Estado garantiza el pago de la deuda

pública contraída por los gobiernos constitucionales de acuerdo con la

constitución y la ley.

Las obras y compra de suministros con recursos públicos, deben

efectuarse mediante licitación pública. Igual ocurre con la adquisición y venta

de bienes; el presupuesto asigna equitativamente los recursos públicos. El

proyecto de presupuesto es enviado por el Presidente de la República al

Congreso, debidamente equilibrado. Por otro lado, los congresistas no tienen

iniciativa para cual ni aumentan los gastos públicos, excepto los que se refieran

a presupuesto. Se establece que la sustentación de los ingresos ante el congreso

corre a cuenta del MEF y los ministros de cada sector.

La Contraloría General de la República supervisa la legalidad de la

ejecución del presupuesto del Estado.

Hemos podido apreciar que tanto la Constitución de 1993, en su artículo

76, como en la Constitución de 1979, en su artículo 138, establecen que al

19
Estado se le asignará un Presupuesto Financiero Económico, el cual lo establece

anualmente el Congreso.

Con respecto a los gobiernos locales vemos que actualmente se pone un

poco más de énfasis a su presupuesto, lo que no sucede si hacemos una

comparación con la anterior Constitución Política del Perú, pues no solo se rigen

por su propia aprobación de presupuesto. Luego la Constitución vigente

especifica que los lugares en los que se explotan los recursos naturales, deben

recibir una participación adecuada del total de los ingresos y rentas obtenidas

por el Estado en la explotación de lo recursos naturales en cada zona en calidad

de canon (Tantaleán, 2005).

3.4. Sobre la moneda y la banca

Casi en su totalidad, la actual constitución y la ya derogada, establecen que

nuestro sistema monetario es decimal, siendo su unidad de cambio el Sol de Oro

y el Nuevo Sol, correspondientemente, siendo la inflación monetaria quien hizo

cambiar varias veces la unidad de cambio del país.

En la práctica, nuestra realidad nos permite determinar que hoy en día

hay dos monedas: el Nuevo Sol y el Dólar, estando el dólar desplazando de

manera sorprendente a la moneda nacional, ya que la mayor parte de los

depósitos bancarios se celebran en dólares y el Nuevo Sol, en cambio, sólo sirve

para los gastos menudos.

En el artículo 84 de nuestra Constitución y el 149 de la de 1979 señalan

que el Banco Central de Reservas del Perú tiene como única o principal finalidad

20
“preservar la estabilidad monetaria”; lo hace a través de la regulación de moneda

y crédito, así como una correcta administración de las reservas internacionales.

Si tenemos en cuenta los precios, el Banco Central de Reservas tiene un

papel importantísimo para mantener el equilibrio así como para reactivar la

economía. Para ello, si los precios suben constantemente y aceleradamente en

épocas de inflación, pues cuando los precios bajan, la producción disminuye y

la economía se estanca, el Banco debe emitir billetes para incrementar el

circulante en el volumen que sea necesario para reactivar la economía

(Tantaleán, 2005).

3.5. Sobre el régimen agrario

En la actual Constitución, se encuentran unidos el Capítulo VII, Del Régimen

Agrario, y el Capítulo VIII, De la Comunidades Campesinas y Nativas,

pertenecientes a la Constitución de 1979, sintetizados solamente en dos

artículos, lo que supone una limitación o supresión de algunos artículos de la

anterior Constitución.

Todos los artículos del Régimen Agrario de la Constitución de 1979, se

hallan contenidos en el artículo 88 de la actual Constitución, existiendo

diferencias importantes como mencionaremos a continuación.

En el Artículo 88 de la Constitución de 1993, sustenta que las tierras

abandonadas según previsión legal, pasan al dominio del Estado para su

adjudicación en venta. Sin embargo, en la Constitución de 1979, afirma en el

artículo 157 que las tierras abandonadas pasan al dominio del Estado para su

adjudicación a campesinos sin tierras, por lo que creemos que los principalmente

21
afectados han sido obviamente los campesinos sin tierras por ser

desbeneficiados con esta nueva política de gobierno. De la misma manera, la

anterior Constitución contemplaba dentro de su contenido a la Reforma Agraria

como instrumento de transformación de la estructura rural y de promoción

integral del hombre del campo. La Constitución actual ha obviado estos artículos

por motivos de que dicha ley ya no está vigente. Inclusive la constitución de

1979 por ser posterior a la mala experiencia zanjada por la Reforma Agraria,

plasmó en su contenido la proscripción del acaparamiento de tierras en la

comunidad; la realidad ha cambiado en la constitución actual, puesto que no se

contempla dicho aspecto.

Los artículos referidos a las comunidades campesinas y nativas de la

Constitución de 1979 han sido sintetizados en el artículo 89 de nuestra

Constitución, manteniendo una semejanza en su contenido literal y diferencias

en su contenido esencial.

En la anterior Constitución, el estado respetaba y protegía las tradiciones

de las comunidades campesinas y nativas, así mismo debía propiciar la

superación cultural de sus integrantes; en cambio, en la Constitución de 1993 se

obvia esta protección del estado, quedando estas comunidades desprotegidas.

En la Constitución de 1979, las tierras de las comunidades campesinas y

nativas además de ser imprescriptibles (situación prevista en la actual

Constitución) gozaban de inembargabilidad e inalienabilidad. En este último

caso, las tierras podían ser enajenadas solamente fundadas en el interés de la

comunidad y solicitada por una mayoría de los dos tercios de los miembros

calificados de ésta (Tantaleán, 2005).

22
3.6 Resultados económicos: diferencias

La Constitución de 1993 implicó un cambio importante en el capítulo

económico respecto a la de 1979. Este cambio se efectuó luego de la crisis

hiperinflacionaria del primer gobierno de Alan García, que nos dejó con niveles

récord de inflación, pobreza y deuda pública.

El nuevo título del régimen económico de la Constitución del 93

determinó el rol subsidiario al Estado, la independencia del Banco Central de

Reserva del Perú (BCRP), la inviolabilidad del derecho de propiedad, entre otras

reformas a favor de una economía social de mercado. Veamos cómo nos fue con

cada una.

En el periodo 1979-1993, el Perú sólo creció 0.2% cada año mientras

que Chile lo hacía a tasas de 4.4%, y la región —Latinoamérica y El Caribe—

crecía a 2.2% al año. La inversión privada creció apenas 0.6% y las

exportaciones prácticamente no crecieron (0.1%). Sólo avanzaron las

importaciones en 2.3%, lo que empeoró la balanza comercial. El Perú no tenía

oportunidades y muchos migraban del país.

A partir de la Constitución de 93, el crecimiento promedio fue de 4.8%,

y superamos a Chile que seguía creciendo a tasas similares que en el periodo

pasado (4.1%). También superamos a la región, que incrementó ligeramente su

tendencia a 2.6% de crecimiento. Con esa Carta Magna, el Perú creció 27 veces

más, creció también la inversión 7 veces más, y las exportaciones aumentaban

100 veces.

23
Es importante notar que Chile, país que depende del cobre tanto como

nosotros, siguió creciendo a tasas parecidas luego del 93. No fue el caso del

Perú, que recién a partir de cambio de Constitución inicia su despegue. Por lo

tanto, no es cierto que creciéramos sólo por el boom de precios de los metales.

Fueron las reglas claras y la seguridad jurídica generadas por la Constitución del

93 las que permitieron este crecimiento.

¿En qué se tradujo este crecimiento? En primer lugar, multiplicamos la

riqueza nacional por persona en 7 veces (de US$968 a US$6,940 por persona).

El PBI per cápita es importante porque mientras más alto sea quiere decir que el

país tiene un mejor nivel de vida. Más PBI per cápita está asociado con mayor

esperanza de vida, menor pobreza e incluso mejores resultados educativos.

¿Cómo nos fue en cuanto a pobreza? La pobreza y la pobreza extrema

cayeron muchísimo. En 1993, mientras 1 de cada 5 peruanos vivía en la pobreza

extrema, hoy 1 de cada 50 peruanos vive en esa misma situación. En este

proceso, 6.4 y 2.2 millones de peruanos salieron de la pobreza y la pobreza

extrema, respectivamente.

El Perú alcanzó niveles estratosféricos de inflación (250%) con la

Constitución del 79, y ocupó los peores lugares de la región. A partir del 93, la

inflación fue 60 veces menor y se alcanzaron déficit fiscales moderados. Las

empresas públicas dejaron de tener perdidas que antes alcanzaban el 2% de todo

el producto nacional, y la deuda e intereses se redujeron de manera importante.

Es cierto que es necesario reformar la Constitución en cuanto a los

capítulos que corresponde a la estructura política del Estado, y a las relaciones

24
entre los poderes Ejecutivo y Legislativo. Sin embargo, está muy claro el éxito

que ha tenido el capítulo económico respecto al que tuvimos en el pasado; en la

misma línea ha declarado nuestro actual Ministro de Economía.

Además, lo que genera insatisfacción y reclamos en la población son las

reformas pendientes en el Estado, en salud, educación y en el ámbito laboral,

que permitan que más personas se beneficien del crecimiento. Aún tenemos

mucho por crecer y mejorar, y para ello no existe mejor camino que profundizar

en la decisión que tomamos que es la de apostar por la economía de mercado

con inclusión social (Labarthe, 2020).

25
ANÁLISIS CRÍTICO

Creemos que el modelo de desarrollo liberal, es el mejor, desde un punto de vista ético

y moral, puesto que no permite contradicciones —a diferencia del resto— en cuanto al respeto

por la libertad. El socialismo acaba con la libertad desde que pone al colectivo por encima del

individuo.

En términos económicos, el liberalismo es completamente superior al socialismo; los

datos empíricos sobran: la caída de la URSS —ejemplo de socialismo real— fue un fracaso. Y

los intentos en otros países, también (los llamados socialismos del siglo XXI).

El ordoliberalismo, si bien puede ser un modelo económico más eficiente que el

socialismo, sigue siendo inmoral, al igual que la socialdemocracia —aunque este último resulte

siendo mucho más desastroso en términos económicos, por ejemplo, la actual Argentina—,

debido a que el individuo —pese a que en una economía social de mercado aún se respetan una

gran cantidad de derechos individuales— termina siendo de todos modos avasallado.

Respecto del neoliberalismo, creemos que es un término muy manoseado por sectores

antiliberales, para desacreditar nuestras ideas. No hay una definición exacta del término, ya

que, como hemos explicado anteriormente, suele adherirse a muchos conceptos.

26
CONCLUSIONES

1. A lo largo de la historia se ha ido discutiendo dialécticamente cuál podría ser el mejor

modelo desarrollo, centrándose fundamentalmente en una dicotomía: libertad o

igualdad.

2. Todos los modelos de desarrollo, son filosofías políticas, que parten, incluso, de una

concepción ética y ontológica de la realidad.

3. Nuestras constituciones, a partir de la modernidad hasta hoy (el mundo

contemporáneo), han ido estableciendo estos modelos en diferentes grados de

proporción: más y menos libertad.

4. La Constitución de 1979 fue redactada por Victor Raúl Haya de la Torre, y producto

de un golpe de Estado, al igual que la de 1993.

5. La Constitución de 1979 y de 1993 contemplaban una economía social de mercado,

en divergencia que la de 1979 era mucho más estatista, es decir, el Estado intervenía

más en la economía.

6. La Constitución de 1979 es mucho más ineficiente si tomamos en cuenta todos los

datos empíricos según lo presentado, donde se establecen indicadores de pobreza, pbi

percápita, crecimiento económico, inflación, etc.

7. La Constitución de 1993 resultó más eficiente por la limitación del Estado establecida

en ella. Los indicadores nos muestran como en términos económicos y sociales fue

mejor que la anterior.

8. El régimen económico de la Constitución de 1979 está más cerca a un socialismo que

a una economía social de mercado.

9. La Constitución de 1993, en términos ideológicos, sí contempla la economía social de

mercado en proporción con lo que establece.

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10. La Constitución de 1993 está lejos de ser una Constitución liberal, puesto que el

Estado sí cumple ciertas funciones en la economía y permite, por ejemplo, que pueda

ser empresario.

11. La Constitución de 1979 permitía que el gobierno pueda tener control del BRC, lo que

permitió financiar el gasto público y, en consecuencia, generando hiperinflación.

12. La Constitución de 1993 le dio autonomía al Banco Central, y es por eso que la

inflación está relativamente controlada.

13. En cuanto a la propiedad, la Constitución de fujimori respetaba más, pero no en

absoluto.

14. La Constitución de 1979 en cuanto a la propiedad, no la respetaba como debería, sino

que la ataca constantemente.

15. Mientras menos intervenga el Estado, habrá más incentivos para que las personas

puedan salir de la pobreza.

16. Mientras el Estado intervenga más, habrá menos incentivos para que la gente deje de

ser pobres, puesto que el Estado se financia mediante impuestos y estos son los que

aniquilan el ahorro: piedra angular para salir de la pobreza.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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ANEXOS

31
Crecimiento del PBI Per cápita desde el cambio de Constitución.

Caída de la pobreza.

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