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Tribunal Segundo de Sentencia, Santa Ana, a las doce horas del día seis de febrero del

dos mil diecinueve.

Sentencia definitiva de causa 414-U.1/18 instruida en contra de César Jonathan

Valladares Hernández de veintitrés años de edad, nació el uno de enero de mil novecientos

noventa y seis, originario de El Congo, soltero, vendedor, residente en Hospedaje González

ubicado en once calle poniente por El Colón, y antes residía en Colonia El Carmen, polígono

siete, casa catorce, de esta ciudad, hijo de Julio César Valladares Martínez y de Sonia Marisol

Hernández Pérez, por el delito de Extorsión Agravada, previsto y sancionado según los

artículos 2 y 3 numerales 1 y 7 de la Ley Especial contra el Delito de Extorsión, en perjuicio de

la Victima bajo régimen de protección con clave “ELIZABETH”.

Redacta la sentencia el suscrito Juez Miguel Ángel Barrientos Rosales quien conoció

del Juicio en el carácter unipersonal de este Tribunal conforme con el artículo 53 del Código

Procesal Penal.

Son partes en el proceso: El fiscal auxiliar José María David Bolaños Martínez y el

defensor público Rafael Antonio Escalante, los dos mayores de edad, Abogados y de este

domicilio.

Hechos acusados: “…La detención del imputado se realiza a las quince horas con cero

minutos del día veinticinco de mayo del año dos mil dieciocho, en la trece calle poniente y doce

avenida sur frente a los baños públicos de la plazuela Colon, Municipio y Departamento de

Santa Ana, a las veinte horas con cero minutos del día diecisiete de mayo del corriente año,

por parte de los agentes policiales Hugo Ernesto Estrada y Dora Alicia Martínez Castro,

pertenecientes a los Servicios en la patrulla Said Colon, de la Subdelegación Centro de esta

Ciudad, dicha detención según refieren los agentes sucedió conforme a las circunstancias

siguientes: ////Que en momentos en que se encontraban patrullando a pie en el sector de

responsabilidad, cuando se les acercó un señor quien les manifestó que había sido víctima del

delito de amenazas, ya que un sujeto desde el día veinticuatro de mayo del corriente año, como

a eso de las diez y media de la mañana, había llegado al negocio y le había pedido Ciento

Cincuenta Dólares que tenía que entregarlos ese día en horas de la tarde; la víctima le

preguntó que le dijera quien lo había mandado, pero el sujeto le manifestó que sí no se los daba

lo iban a llegar a matar en la noche los de la pandilla;//// luego el extorsionista se fue, pero el

día veinticinco de mayo del presente año nuevamente volvió a llegar como a las diez y media de

la mañana a exigirle el dinero, a lo que la víctima le manifestó “decime la verdad, quien te

manda y el ahora detenido le confirmó que en la noche lo van a llegar a matar por negarle el

dinero a la pandilla dieciocho. Expresando la víctima a los agentes que se considera ofendido

por las amenazas a muerte hecha en su contra, proporcionándoles las características del sujeto

y el alias, quien es un pandillero reconocido por los agentes, inmediatamente rastrearon el

sector en sus alrededores, encontrándolo a eso de las quince horas del día veinticinco de mayo

de dos mil dieciocho, en la trece calle poniente y doce avenida sur, frente a los baños públicos
de la plazuela Colon, Santa Ana, procediendo a mandarle los comandos verbales

correspondientes, haciéndole saber en ese momento los derechos y garantías que la ley le

confiere, ya que quedaría detenido por la comisión del delito de Extorsión. ///Según entrevista

rendida por la víctima se establece: Que el día veinticuatro del presente mes y año, como a las

veintidós horas con diez minutos, el entrevistado se encontraba en su negocio cuando observó

que llegó un sujeto y le dijo dicen los bichos (refiriéndose a los pandilleros que delinquen en la

zona) que querían la cantidad de CIEN DÓLARES para ese mismo momento, por lo que la

víctima le manifestó al sujeto “estás loco, mejor ándate... y se retiró la víctima del lugar, así

como también el sujeto; posteriormente el día veinticinco del presente mes y año, como a eso

de las diez horas con treinta minutos volvió a llegar el mismo sujeto a quien lo describe

físicamente como complexión delgado, cabello raspado a los lados, color de piel trigueño, el cual

viste en ese momento una camia color celeste con blanco cuadriculado, un pantalón de lona

color azul y que lo identifica porque tiene enyesado el brazo derecho, en ese momento le dijo

que le diera CIENTO CINCUENTA DÓLARES porque si no se los daba, lo iban a llegar a

MATAR; por lo que la víctima al escuchar lo que el sujeto le dijo, inmediatamente se retiró del

lugar y al salir observó una patrulla policial que efectuaba patrullaje preventivo a pie cerca del

lugar, el cual el dicente se les acercó y manifestó lo sucedido, en ese momento los agentes

policiales rastrearon la zona y por las características físicas que el entrevistado les había dado

a éstos, lo ubicaron de inmediato y al tener al sujeto retenido le realizaron una llamada

telefónica al entrevistado para saber sí se trataba del mismo sujeto que había llegado a

amenazarlo, llevándoselo detenido…”

CUESTIONES DEL JUICIO.

i. Declaración indagatoria: No la rindió el imputado.

ii. Cuestiones incidentales: Ninguna quedó pendiente de resolución para esta

sentencia.

iii. Análisis y Valoración de la Prueba Inmediada.

A folio 36 se tiene acta de denuncia, interpuesta en sede policial por la víctima

codificada a las dieciocho horas y treinta minutos del día veinticuatro de agosto del dos mil

dieciocho, es decir que según la tesis fiscal la denuncia se interpuso tres meses luego de la

captura en flagrancia del imputado. La importancia de dicha denuncia, en todo caso, habría

sido la de fortalecer el fundamento de aquella aprehensión, empero, ya se encontraba el

proceso inclusive en su fase de instrucción, de ahí que no se le ve utilidad procesal a dicho

documento.

Se efectuó inspección en el negocio de la víctima, a las once horas del día treinta de

mayo de este año, cuya documentación corre en sobre sellado; de la misma sólo puede

decirse que sí se trata de un negocio según fue identificado tanto fuera como adentro,

pero no puede precisarse su ubicación por cuánto ello atentaría contra el régimen de

protección que se ha otorgado a “Elizabeth”.


“Elizabeth” dijo en Juicio que los hechos por los que declara comenzaron a sucederle

el veinticuatro de mayo de dos mil dieciocho, en Santa Ana, lo que sucedió fue que llegó un

sujeto como a la diez y media a pedirle dinero, quería ciento cincuenta dólares, no le dijo

para qué quería ese dinero. La primera vez no le dijo nada y le dijo que si no daba los

ciento cincuenta dólares lo iban a matar no le dijo quién lo iba a matar solo le dijo que los

bichos. El veinticinco de mayo volvió a llegar el mismo sujeto en la mañana, en esa ocasión

le dijo que si no le daba los ciento cincuenta dólares lo iban a matar, él solo se salió y se

fue a buscar a la policía después de eso. El sujeto era delgado, pelo parado, con la mano

enyesada y fue a buscar a la policía luego de poner la denuncia se fueron a buscarlo y el

sujeto regresó al negocio como a las diez y media casi, cuando él regresó ya estaba ahí el

sujeto y la policía agarró al sujeto que había llegado por el dinero y después lo llevaron a

reconocer al sujeto y él lo reconoció ya que eso había pasado hace cuatro días; él se

considera ofendido y el solo había visto a esa persona solo la vez que llegó y el otro día. Al

contrainterrogatorio dijo que él nunca había visto a esa persona que llegó a exigir el dinero

él no les dio el dinero, en la primera vez que él llega el veinticinco de mayo no le da dinero

tampoco a esa persona después de que esa persona se retira el da aviso a la policía el

veinticinco de mayo los policías a los que da aviso andaban cerca de donde él vive lo

agarraron como a dos cuadras -cree él- y él no señaló al sujeto en esa oportunidad y había

transcurrido como una hora y media o una hora luego de que lo capturaron y le dicen los

policías que lo capturaron por el mercado y él vive como a dos cuadras de ese lugar él lo

reconoce en la policía la primera vez y antes de reconocer a esa persona no le muestran

fotografía del sujeto en policía.

Hugo Ernesto Estrada dijo que fue citado por una detención efectuada el veinticinco

de mayo de dos mil dieciocho a las trece horas en Santa Ana frente a los baños públicos de

la Plazuela Colón, situados sobre la trece calle poniente y doce avenida sur, tiene

conocimiento previo de los hechos a las diez y media de la mañana, en la caseta Colón, ahí

les fue informado de un sujeto que había estado siendo amenazado por otro y que el

veinticuatro de mayo le habían estado amenazando que si no le daban ciento cincuenta

dólares lo matarían y que el veinticinco llegó de nuevo a hacerle las amenazas y fue

cuando fue a denunciar el hecho al puesto policial de la caseta Colón. Dijo el testigo que el

sujeto es conocido como El Espectro, la víctima les indicó que andaba enyesado, era

moreno, algo pequeño, pelo parado y que portaba tatuajes en la cabeza y a esa hora

empezaron a buscarlo hasta que lo encontraron y lo encuentran frente los baños de la

plazuela Colon, ubicados en trece calle poniente y doce avenida sur y era el que la víctima

denunció ya que es conocido de la zona que anda delinquiendo. El procedimiento que llevaron

a cabo fue que la compañera Dora Alicia Martínez Castro procede a registrarlo y le

notificaron la detención no le encontraron nada ilícito y no recuerda que más le

encontraron entre sus cosas personales en el registro responde al nombre de César

Jonathan Valladares Hernández. Al contra interrogatorio dijo que la víctima llegó entre
diez y media y once horas no recuerda hora exacta en que la víctima le manifestó que ese

día momentos antes había llegado ese sujeto, los agentes lo capturan a las tres de la tarde

al sujeto y le avisan a la víctima en ese momento solo ellos sabían de la captura en ese

momento.

La directriz para la prueba que se incorporará en Juicio lo es para el suscrito Juez el

auto de apertura respectivo, que en este caso corre a folios 44 y 45 y en el cual se admite

como parte de los documentos de cargo “…Diligencias de reconocimiento en rueda de

personas positivo en la humanidad del imputado Cesar Jonathan Valladares Hernández y

que corre agregada a folios treinta y uno del proceso.” Dicha admisión como prueba de

cargo encierra en sí misma una contradicción seria por cuánto al folio 31 se tiene un acta

de reconocimiento entre personas que inmedió la misma Jueza Primera de Instrucción de

esta ciudad, pero en el cual el resultado no fue positivo sino que “Elizabeth” no fue capaz

de reconocer de entre cinco personas a César Jonathan. Sin embargo, al deberse ceñir el

suscrito Juez a aquella admisión y ante la falta de reclamo fiscal sobre el particular, no

queda más que tener por admitido ese documento como prueba de cargo del cual se tiene

que en la diligencia que registra el imputado no fue reconocido por la víctima. Dicha

conclusión coadyuva a los intereses del acusado a favor de quien también se admitió el

documento, pero como prueba de descargo.

En cuanto a las generales de la codificada que corren en sobre sellado, son útiles sólo

para establecer su identidad al momento de verificar que se trate de la misma persona a

quien se le otorgó régimen de protección mas no como prueba de los hechos o de la

participación delictual.

Clave “Elizabeth” declaro de dos exigencias de dinero que le fueron hechas entre el

veinticuatro y veinticinco de mayo de dos mil dieciocho, requiriéndole ciento cincuenta

dólares a cambio de no matarlo. En la primera oportunidad un sujeto le dijo que de no

entregar el dinero los (bichos) lo matarían, el mismo sujeto llegó el veinticinco de mayo en

horas de la mañana exigiendo la misma cantidad de dinero a la víctima a cambio de no

matarla. Dijo que el sujeto era delgado pelo parado y que tenía una mano enyesada sin

precisar cuál. En esta última oportunidad “Elizabeth” dejo al sujeto y se fue a buscar a la

policía. Hugo Ernesto Estrada confirma esta versión al decir que el veinticinco de mayo de

dos mil dieciocho un sujeto llegó a la caseta policial de El Colón a denunciar que estaba

siendo víctima de amenazas de otro sujeto que le exigía ciento cincuenta dólares a cambio

de no matarlo. La víctima les dijo que el sujeto era moreno, algo pequeño y de pelo parado y

que tenía tatuajes en la cabeza, añadiendo que andaba enyesado. Esta descripción bastó a

Hugo Ernesto para tener por establecido que la víctima se refería al sujeto conocido como

El Espectro yendo a su búsqueda, encontrándolo frente a los baños de la plazuela Colón,

capturándolo a eso de las quince horas. Según la víctima la captura se dio entre una hora y

una hora y media luego de que diera el aviso policial, es decir que considerando que Hugo
dijo que la víctima llegó entre las diez horas y treinta minutos y las once horas, para la

víctima la captura se dio a más tardar a las trece horas, que es la hora que coincide con la

que aportó Hugo en interrogatorio directo al iniciar su declaración, de tal forma que el

hecho que luego dijera que fue a las quince horas es una imprecisión que no lo hace mendaz.

Especial mención merece la escueta descripción física que la víctima dio del sujeto

añadiéndole Hugo que tenía tatuajes en la cabeza, lo que la víctima no dijo; de tal manera

que a fin de vincular el testimonio de “Elizabeth” con el de Hugo para concluir que la

persona denunciada era la misma que la capturada, debió haberse efectuado un

reconocimiento entre personas, mismo que dijo la víctima sí hizo a cuatro días de ocurridos

los hechos, es decir que se colige que fue realizado el veintinueve de mayo de dos mil

dieciocho, en consecuencia no se trata del reconocimiento de persona cuya acta corre a

folio treinta y uno y que fue expresamente admitido como prueba, pues este además de

haberse efectuado el veintiocho de agosto de dos mil dieciocho en el mismo el imputado no

fue reconocido, de ahí que fue ofertado por el mismo imputado al declarar en sede de

instrucción como prueba de descargo.

Es menester aclarar que en este caso existe otro reconocimiento entre personas, pero

al ofertar este tipo de prueba el fiscal Bolaños Martínez en su acusación, señaló que

ofrecía el reconocimiento inmediada por Juez competente, sin precisar ni hora ni fecha ni

lugar de la diligencia, de lo cual se encargó el titular del Juzgado Primero de Instrucción

de esta ciudad en el Auto de Apertura a Juicio sin que Fiscalía se manifestara

contrariando esa admisión, no siendo labor de este Juez corregir la falta de diligencia

Fiscal ni de quien admitiera el folio 31 también como prueba de cargo.

Entonces para el suscrito Juez no existe un vínculo entre los testimonios recibidos en

Juicio que lleven a concluir inequívocamente que la persona descrita escuetamente por la

víctima al momento de denunciar fuera la misma que para Hugo Ernesto era el apodado

Espectro y consecuentemente la persona capturada, sometida al proceso penal y a esta

sentencia, de tal forma que no se desvirtuó la presunción de inocencia del imputado.

CALIFICACIÓN LEGAL Y SANCIÓN APLICABLE.

Congruente con acusación y auto de apertura a Juicio se absolverá a César Jonathan

Valladares Hernández del delito de Extorsión Agravada, previsto y sancionado según los

artículos 2 y 3 numerales 1 y 7 de la Ley Especial contra el Delito de Extorsión, en

perjuicio de la Victima bajo régimen de protección con clave “ELIZABETH”, debiendo

cesar su detención provisional y ordenarse su libertad a ejecutarse por encargado de su

custodia una vez verifique que sólo guarda reclusión a la orden de este Tribunal y por

aquellos delito y víctima.

ACCIÓN CIVIL.
Al no demostrarse en la imputada conducta penal que acarree una

responsabilidad civil se le absolverá de aquella acción.

PARTE DISPOSITIVA.

Conforme con lo expuesto, disposiciones legales citadas y con los artículos 11,

12, 172 y 181 Cn., 1 al 6 y 397, 398 CPP EL SUSCRITO JUEZ, EN NOMBRE DE LA

REPÚBLICA DE EL SALVADOR FALLA: ABSUÉLVESE A CÉSAR JONATHAN

VALLADARES HERNÁNDEZ DE GENERALES CONSIGNDAS EN EL PREÁMBULO DE

ESTA SENTENCIA, DEL DELITO DE EXTORSIÓN AGRAVADA, PREVISTO Y

SANCIONADO SEGÚN LOS ARTÍCULOS 2 Y 3 NUMERALES 1 Y 7 DE LA LEY ESPECIAL

CONTRA EL DELITO DE EXTORSIÓN, EN PERJUICIO DE LA VICTIMA BAJO

RÉGIMEN DE PROTECCIÓN CON CLAVE “ELIZABETH”, SEGÚN HECHOS OCURRIDOS

ENTRE LOS DÍAS VEINTICUATRO Y VEINTICINCO DE MAYO DEL AÑO DOS MIL

DIECIOCHO, EN EL SECTOR DE EL COLÓN DE ESTA CIUDAD. POR TAL DELITO CESE

LA DETENCIÓN PROVISIONAL DEL IMPUTADO, DÉJESE EN LIBERTAD POR

ENCARGADO DE SU CUSTODIA UNA VEZ VERIFIQUE QUE NO GUARDA DETENCIÓN

A LA ORDEN DE AUTORIDAD DISTINTA A ESTE TRIBUNAL Y POR AQUELLOS

DELITO Y VÍCTIMA. ABSUÉLVESE CIVILMENTE AL ENCAUSADO. NO HAY CONDENA

POR COSTAS PROCESALES. FIRME LA SENTENCIA, ARCHÍVASE LA CAUSA

DEFINITIVAMENTE. NOTIFÍQUESE.

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