En el Perú ha surgido una crisis educativa que se ha
visibilizado, específicamente, durante la emergencia sanitaria de la COVID-19, donde todos los países tuvieron que adaptarse a las nuevas formas de vida en los aspectos sociales, económicos, políticos y sobre todo educativos. Nuestro país ha demostrado la falta de competencias de gestión y liderazgo pedagógico. Los objetivos del presente trabajo son conocer las razones por las cuales el liderazgo pedagógico es el escalón más débil en el estado peruano y cuáles son las consecuencias, a corto o mediano plazo, de la ausencia de un liderazgo pedagógico. Para ello, se exponen comparaciones de los diferentes países del mundo para observar cuáles son las condiciones educativas que manejan durante la pandemia. Luego, se comparan las circunstancias por las cuales los diferentes ministros de Educación (2016-2021) han renunciado o han sido revocados de su puesto. Se concluye que no es un problema moderno, sino un tema estructural. Además, no solo la problemática es el liderazgo sino el bajo nivel de preparación, la falta de capacitación de los docentes y la falta de continuidad de políticas del Estado en el sector educativo. Se espera un líder que encaje con el perfil educativo, es decir, con los conocimientos y las experiencias necesarios para representar tan importante papel en un país que necesita colocar en primer plano a la educación.
La crisis en el sistema educativo peruano es estructural. Han pasado diversas
reformas, varios gobiernos, ministros, incluso se han considerado extraordinarios currículums, se han promulgado leyes al respecto y pese a ello, nada parece funcionar. Los mismos problemas identificados históricamente continúan siendo tan palpables y latentes como desde nuestros inicios como país. La educación no ha sido el motor de desarrollo social y económico del país. Lejos de ello, ha sido un espacio de constante enfrentamiento en el que no se ha conseguido que sea un espacio de construcción de país. Este artículo pretende dar alguna señal de diagnóstico y algunas líneas de pensamiento para proponer algún tipo de solución a la educación. Uno de los principales problemas es la volatilidad de quién ocupa el cargo de ministro de Educación del Perú, ¿por qué sucede esto?, ¿por qué la cabeza del Ministerio de Educación constituye una posición que no dura, en promedio, más de un año? La falta de predictibilidad en las políticas a largo plazo y el cambio constante han traído como consecuencia que la educación en Perú tenga metas de corto plazo, cambios repentinos y una constante incertidumbre. Se considera que el primer paso para organizar adecuadamente la educación es darle continuidad a quien lidera la posición ministerial educativa en el Per
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