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FACULTAD DE TECNOLOGÍA
MEMORIA TÉCNICA
LA PAZ – BOLIVIA
2014
A mi hijo.
A mis padres.
No ha sido fácil, pero hubiera sido aún más difícil sin todas
confianza en mi persona.
Las bebidas alcohólicas pueden estar contaminadas con metanol, debido a que no son
sometidas a procesos de destilación, en los cuales son purificadas al eliminarse la
contaminación de ese tipo; ésta probabilidad aumenta cuando estas bebidas son
elaboradas sin tomar en cuenta las buenas prácticas de manufactura y son distribuidas sin
habérseles realizado un control de calidad riguroso, en el cual, pueda determinarse la
presencia o no de contaminación.
Para el análisis de metanol es utilizada la cromatografía de gases que es una la técnica muy
utilizada por su gran capacidad de separación o su sensibilidad a la hora de analizar
compuestos volátiles, como el metanol presente en las bebidas alcohólicas.
CAPITULO I Pag
1. Introducción ………………………………………………………………………………………….………… 1
1.2. Antecedentes …………………………………………………………………………………………….…... 2
1.3. Justificación …………………………………………………………………………………………………. 3
1.4. Objetivos ……………………………………………………………………………………………………. 4
1.4.1 Ojetivo general ……………………………………………………………………………………….. 4
1.4.2. Objetivos específicos ………………………………………………………………………………… 4
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPITULO IV 77
CAPÍTULO VI 86
Bibliografía ………………………………………………………………………..…...… 88
ANEXOS ………………………………………………………………...……………….. 91
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
1.1. INTRODUCCIÓN
1.2. ANTECEDENTES
1.3. JUSTIFICACIÓN
1.4. OBJETIVOS
Las bebidas alcohólicas son aquellas bebidas que contienen alcohol etílico, también
llamado etanol. Podemos distinguir diversos tipos de bebidas alcohólicas por su modo de
producción, bien sea por fermentación alcohólica o destilación/maceración de sustancias
generalmente fermentadas.
Bebidas alcohólicas destiladas: Las bebidas alcohólicas son aquellas que se obtienen a
través de un proceso artificial llamado destilación, por el cual se le aumenta a una bebida
fermentada la concentración de alcohol etílico. Estas bebidas suelen tener un grado
alcohólico de entre 17 y 45 grados y las más conocidas son por ejemplo la ginebra o el
vodka.
2.3.1. METANOL
El metanol (CH3OH) se denomina alcohol metílico o alcohol "de madera" por que
originalmente se obtenía de la destilación de esta materia prima en ausencia de aire.
Actualmente puede producirse a partir de gas natural, carbón, madera, e incluso de
residuos orgánicos (biomasa celulósica). Es el más simple de los alcoholes y se caracteriza
por ser incoloro. Fue descubierto por Boyleen 1661en el alquitrán de madera1
1
The Merck Index.13º Edición. Merck Co.Inc. Rahway, NJ, USA.
2
Intoxicación y Acidosis Metabólica producida por el metanol. 2002. Estados Unidos de América
El límite permisible de este alcohol según las normas oficiales mexicanas NOM-142-
SSA1-1995yNOM-053-SSA1-1193, es de 30.00 mg/100 mL de bebida cuando éstas son
destiladas y 30.00 mg/100 mL de alcohol cuando se trata de bebidas fermentadas 3.
La intoxicación por metanol ocurre frecuentemente por vía digestiva en el caso de bebidas
alcohólicas adulteradas con alcohol desnaturalizado o por vía respiratoria, digestiva o a
través de la piel intacta en el caso de exposición en ambientes laborales, desde donde se
pueden originar intoxicaciones graves y aún mortales.
El o los individuos pueden sobre vivir dejando como secuela la ceguera irreversible pues la
retina, es el sitio de manifestación de la toxicidad del metanol.
El metanol se absorbe con rapidez en el cuerpo por inhalación, por vía oral y tópica, el
metabolismo hacia acido fórmico es rápido, y se oxida a dióxido de carbono por una
enzima dependiente de la presencia de acido fólico .4
El alcohol metílico se absorbe por todas las vías (oral, dérmica y respiratoria), aunque la
absorción por piel difícilmente pueda dar lugar a intoxicaciones agudas. Con frecuencia se
plantea el problema bajo la forma de intoxicación crónica.
3
Norma Oficial Mexicana NOM - 053 – SSA1 – 1993 . Medidas Sanitarias del Proceso y Uso del Metanol (Alcohol Metílico)
4
Klaassen, Curtis; Watkins, Jonh. Manual de Toxicología. 5º Edición.
5
Uribe, C. Manual de Toxicología Clínica.
Puede provocar neumonía por aspiración pulmonar. El metanol se distribuye rápidamente
en los tejidos de acuerdo al contenido acuoso de los mismos, ya que su volumen de
distribución es de 0.6 L/Kg de peso. La mayor parte del metanol circula en el agua
plasmática. Una vez absorbido se dirige al hígado donde sufre procesos de oxidación a una
velocidad 7 veces menor comparada con las del alcohol.6
La vía más frecuente de absorción en una intoxicación aguda es la digestiva. La dosis letal
varía entre 20 y 100 mL aunque algunos autores informan dosis letales de 240 mL. La
muerte por metanol va siempre precedida de ceguera. Se sabe que incluso 15 mL de
metanol han causado ceguera y el responsable de ello es el formaldehido.
6
Uribe, C. Manual de Toxicología Clínica. Bogotá.
El color de la piel y las mucosas es frecuentemente cianótico. Las dificultades para respirar
pueden llegar al edema agudo de pulmón.
Las intoxicaciones en adultos sedan casi siempre por ingestión de bebidas alcohólicas
adulteradas, luego de la cual, la midriasis precoz es signo de mal pronóstico y significa
pérdida irreparable de la función visual.
7
Córdoba, Darío. Toxicología. 4º. Edición.
En el pulmón y corazón se observaron alteraciones inespecíficas. Ante cualquier sospecha
de que la intoxicación pueda deberse a metanol y no a alcohol etílico es necesario buscar
ayuda médica, provocar el vómito lo antes posible y hacer que la persona ingiera cualquier
bebida que contenga alcohol etílico (no alcohol de uso externo o industrial), para que el
hígado metabolice éste y no el metanol.
Con ello se impide que se forme el metabolito que daña el nervio óptico. Esta medida
puede salvar la vista del intoxicado.
2.3.4.1. DIAGNÓSTICO
2.3.4.2. TRATAMIENTO
La hemodiálisis se utiliza cuando los síntomas progresan a pasar del alcohol etílico, o
bien si la concentración de metanol en la sangre es igual o superior a 50mg/100mL.8
En las bebidas alcohólicas además del etanol pueden encontrarse aldehídos, ésteres y
otros alcoholes que producen efectos tóxicos más agudos a concentraciones mucho
más altas y que forman parte del buqué de éstas. Ocasionalmente, por violar las
buenas prácticas de producción, pueden pasar a los productos terminados cantidades
de estas sustancias que resultan peligrosas para la salud de los consumidores.8
8
Trae, Bev-Lorraine; Dreisbach, Robert. Manual de Toxicología Clínica de Dreisbach, Prevención, Diagnóstico y Tratamiento.
7º Edición.
Para la detección y cuantificación de los componentes mayoritarios de los rones se
utiliza una mezcla patrón de: acetaldehído, acetato de etilo, metanol, n-propanol,
isobutanol e isoamílico como estándar. Las muestras tratadas son inyectadas en un
cromatógrafo de gases.9
2.4.1. ETANOL
El alcohol etílico, constituyente fundamental, que hasta hace poco se utilizaba como
parámetro para determinar la calidad del destilado. Es un líquido incoloro, de olor
agradable y de sabor ardiente. Se mezcla con el agua en cualquier proporción y es un
buen solvente para muchas sustancias colorantes y aromatizantes.
2.4.2 METANOL
El alcohol metílico es quizás el componente más temido por los destiladores. Este
alcohol aumenta cuando las condiciones de conservación de los aguardientes no son
las adecuadas o cuando el período de conservación es muy prolongado.
9
Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos Cubano (INHA).
2.4.4. ÁCIDOS ORGÁNICOS
Son compuestos por átomos de carbono, oxígeno e hidrógeno; pero unidos de una
forma particular, de tal forma que puestos en solución acuosa, liberan iones de
hidrógeno, que se perciben por las papilas situadas en los bordes de la lengua, como
una sensación ácida. Su presencia en cantidades modestas favorece, tanto el gusto
como el perfume de los aguardientes. El de mayor presencia en destilados es el ácido
acético, aunque también están presentes el fórmico, el butírico, el láctico, el
propiónico, el isovaleriánico, el capróico, el cáprico y el pelargónico.
2.4.5. ÉSTERES
Son el resultado de la combinación de alcoholes y ácidos orgánicos, compuestos muy
abundantes en los destilados. Son numerosos y favorecen las más extraordinarias
sensaciones olfativas, tanto positivas como negativas. Entre ellos es mayoritario el
acetato de etilo, que no favorece sensaciones exaltantes, pero que es útil por que
inhibe la percepción de los aldehídos insaturados y exalta la percepción de algunos
olores afrutados.
2.4.6. ALDÉHIDOS
Su estructura inestable, organolépticamente se percibe a reducidas concentraciones.
Químicamente se divide en saturados e insaturados. Los primeros dan lugar a
sensaciones herbáceas, mientras que los segundos dan sensaciones florales, aunque
también son responsables de sensaciones a rancio e incluso a sudor. El compuesto de
mayor presencia en los aguardientes es el acetaldehído, seguido del ácido butírico,
acetal, furfural. El furfural es muy interesante, pues se forma con el recalentamiento
de los aguardientes, y a nivel organoléptico produce olor a quemado.
LÍMITE MÁXIMO
COMPUESTOS
mg/100mL
Metanol 30
Aldehídos 40
Esteres 150
Furfural 4
Alcoholes 400
superiores
Los niveles de metanol máximos permitidos están definidos por las normas INEN y son
diferentes para cada tipo de bebida alcohólica. Internacionalmente las normas están
establecidas por el CODEX alimentario de la FAO (Tabla Nº 2).
NIVELES MÁXIMOS
LICOR PERMITIDOS DE ACUERDO A
LAS NORMAS INEN
Aguardiente 10mg/100 ml de alcohol anhidro
Ron 10mg/100 ml de alcohol anhidro
Ginebra 0.25 ml/100 ml de alcohol anhidro
Whisky 15mg/100 ml de alcohol anhidro
Brandy 30 mg/100 ml de alcohol anhidro
Pisco 0.25 ml /100 ml de alcohol anhidro
Vodka 8 mg /100 ml de alcohol anhidro
Anisado 10 mg/ 100 ml de alcohol anhidro
Vino 0.5 ml /100 ml de alcohol anhidro
Vino de frutas 0.02 ml /100 ml de alcohol anhidro
Alcohol etílico 8mg/100 ml de alcohol anhidro
rectificado
TABLA Nº 2. Niveles máximos permitidos de acuerdo a las normas INEN y el CODEX
alimentario de la FAO
10
(Antonioetal.,2003).
2.6. CROMATOGRAFÍA
La fase móvil puede ser un gas o un líquido, mientras que la fase estacionaria sólo puede
ser un líquido o un sólido dando lugar a la cromatografía de gases y a la cromatografía
líquida.
Cuando la fase móvil es un gas, los métodos se llaman cromatografía gas-líquido (GLC), y
cromatografía gas-sólido (GSC). Los métodos que implican fases móviles gaseosas y
líquidas, serán tratados en forma individual. Aun cuando hay pocas razones fundamentales
para estudios separados, las diferencias en las técnicas de operación y en el equipo
justifican su análisis en capítulos individuales.
Por otra parte, el hecho de que con esta técnica las mezclas sean separadas en fase gaseosa,
establece los límites de su utilización, que estarán marcados fundamentalmente por la
estabilidad térmica de los compuestos a separar.
Para realizar una separación mediante cromatografía de gases, se inyecta una pequeña
cantidad de la muestra a separar en una corriente de gas inerte a una elevada temperatura;
esta corriente de gas, atraviesa la columna cromatográfica que separará los componentes de
la mezcla por medio de un mecanismo de partición (cromatografía gas - líquido), de
adsorción (cromatografía gas sólido) o en muchos casos, por medio de una mezcla de
ambos.
Fuente de gas
Sistema de inyección
Horno y columna cromatográfica
Sistema de detección
Sistema de registro
Al margen del efecto que la naturaleza del gas portador puede ejercer sobre la altura de
plato, la elección de uno u otro tipo de gas, estará determinada fundamentalmente por el
sistema de detección utilizado.
Como fuentes de gas portador se suelen utilizar cilindros de gas comprimido de elevada
pureza, capaces de suministrar una presión de gas adecuado y constante; en muchos casos
es necesario eliminar las trazas de impurezas que pueda contener el gas (O2 y H2O
fundamentalmente) que puedan afectar al sistema cromatográfico, por medio de filtros
adecuados.
El control de la velocidad del gas portador a través de la columna, se realiza por medio de
válvulas que suministran un caudal constante (columnas empaquetadas) o que mantienen
constante la presión en la cabeza de la columna (sistemas capilares).
Un inyector está formado por un bloque metálico, buen conductor de calor, provisto de un
sistema de calentamiento, un termostato capaz de mantener su temperatura constante y un
aislamiento térmico adecuado; en el interior de este horno, se encuentra alojado el sistema
de inyección (Fig 3). En este el gas portador, previamente calentado, pasa de forma
continua en el sistema, la muestra es inyectada en el interior de la cámara, por medio de una
micro jeringa de precisión, a través de un diafragma perforable (septum) con capacidad de
auto sellado en el momento en que se retira la aguja; una vez inyectada la muestra, esta es
vaporizada de forma instantánea, mezclándose con el gas portador, en una cámara de
mezcla (“liner”) construida de un material lo más inerte posible (acero inoxidable, nique,
vidrio o cuarzo). Una vez vaporizada la muestra, es arrastrada rápidamente por la corriente
de gas portador en dirección a la columna.
Existen algunos tipos de inyectores que permiten utilizar uno de los extremos de la columna
cromatográfica como cámara de mezcla. La introducción de la muestra por medio de este
tipo de inyectores (inyección en columna), está libre de muchos de los problemas
mencionados anteriormente, además de ofrecer ventajas adicionales tales como permitir la
utilización de temperaturas más bajas para la vaporización.
Los sistemas de introducción de muestras utilizadas para trabajar con columnas capilares,
están basados sobre los mismos principios de los inyectores utilizados para columnas
empaquetadas, por lo que las consideraciones generales sobre ellos siguen siendo válidas.
La diferencia fundamental entre los sistemas que utilizan columnas empaquetadas y los que
utilizan columnas capilares, radica en que la cantidad de muestra que estas últimas pueden
separar es mucho menor que en el primer caso, por otra parte, las columnas capilares son
muy afectadas por los disolventes, de forma que los volúmenes que se pueden inyectar en
ellas son extremadamente bajos, dado que no existen jeringas capaces de medir con
precisión volúmenes inferiores a 0.1 μL, los inyectores utilizados para trabajar con este tipo
de columnas, además vaporizar la muestra y mezclarla con el gas potador, deberán ser
capaces de introducir en la columna sólo una alícuota de la muestra total inyectada.
Existen muchas más técnicas de inyección para columnas capilares que para columnas
empaquetadas las cuales se describirán a continuación.
a.- INYECCIÓN CON DIVISIÓN DE MUESTRA
Este tipo de inyección (más conocida como inyección “split”), es el más sencillo de los que
se utilizan en cromatografía capilar.
El inyector “split” (fig. - 4), consta básicamente de los mismos elementos que un inyector
normal, con la única adición de un sistema de división de flujo de salida de la cámara de
mezcla. Por medio de este tipo de inyector, el flujo de gas portador que pasa a través del
inyector (y por lo tanto también la muestra vaporizada), se divide en dos; una parte es
introducida en la columna y la otra escapa fuera del sistema a través de una válvula de
aguja que permite regular la porción más pequeña de gas que es introducido en la columna.
Dado que en este tipo de inyectores la mayor parte del caudal del gas portador se dirige
hacia la atmósfera, la válvula de “split” dispone de un sistema de apertura y cierre
automáticos para que únicamente permita la salida de gas hacia la atmósfera durante el
proceso de inyección. El control de flujo de gas portador que pasa a través de la columna,
se realiza en este tipo de sistemas manteniéndose constante la presión de la cámara de
inyección, lo que permite que el caudal de gas que pasa a través del inyector pueda variar
en función de que la válvula de “split” esté abierta o cerrada.
Los inyectores de este tipo presentan dos inconvenientes:
Por otro lado los inyectores “split” pueden en algunos casos dar lugar a
discriminación entre los componentes de la muestra.
La utilización de la técnica de “splitless” supone dos ventajas importantes, uno de ellos que
no existe división de la muestra, permitiendo un incremento notable en la sensibilidad, por
lo que es muy adecuado en el análisis de trazas.
Por otra parte, la reconcentración de la muestra en la cabeza del columna origina que las
pérdidas de eficacia debidas a una inyección inadecuada sean de mucha menor importancia
que en otras técnicas de inyección.
Uno de los principales problemas de los sistemas de inyección utilizados con columnas
capilares, es la posibilidad de discriminación entre los componentes de la muestra durante
los procesos de vaporización de la muestra y paso de la muestra vaporizada a la columna.
La única forma de asegurarse que la muestra que alcanza la columna corresponde al 100%
de la muestra inyectada, realizando la inyección de la muestra directamente en la columna.
La introducción de una muestra por medio de una jeringa directamente en el interior de una
columna capilar (de 0.23 mm de diámetro interno), requiere la utilización de agujas
extremadamente finas (suelen utilizarse agujas de sílice fundida de 0.15 mm de diámetro)
que en consecuencia, son incapaces de perforar un septum.
Existen otras técnicas de introducción de muestras, algunas de las cuales son de especial
interés para el análisis de contaminantes ambientales, a continuación citaremos algunos de
ellos:
La inyección por medio de válvulas, es muy utilizada para el muestreo automático de gases
en sistemas dinámicos. Las válvulas muestreadoras utilizadas en cromatografía de gases
son de tipo de seis vías y pueden estar provistas de bucles de carga de capacidad variable.
Al igual que sucede en todas las técnicas cromatográficas, la columna es el corazón del
cromatógrafo de gases. Es necesario tener siempre presente que la columna es el auténtico
elemento de separación de los componentes de la muestra, así una mala elección de la
columna, una columna deteriorada o unas condiciones de trabajo inadecuadas, nunca
permitirán obtener buenos resultados aunque se disponga del mejor equipo en el resto del
cromatógrafo, siendo además las causas citadas las responsables de la inmensa mayoría de
los problemas que se encuentran a la hora de realizar un análisis por cromatografía de
gases.
Figura 7. Sistemas de inyección de espacio de cabeza
Una columna para cromatografía de gases, está formada por un tubo, que puede ser de
diversos materiales preferiblemente inertes, dentro del cual se encuentra la fase
estacionaria.
Esta puede ser un sólido activo (cromatografía gas-sólido), o con mayor frecuencia un
líquido depositado sobre las partículas de un sólido portador (columnas empaquetadas o de
relleno) o sobre las propias paredes del tubo (columnas tubulares abiertas).
2.7.1.2.1. COLUMNAS EMPAQUETADAS
Las columnas tubulares abiertas conocidas también como columnas capilares fueron
descritas inicialmente por Golay en 1957 y son las más utilizadas debido a su gran eficacia
de separación que proporcionan.
Una columna tubular está formada por un tubo de vidrio o de sílice fundida de un diámetro
comprendido entre 0.2 y 0.8 mm, en cuya pared interna se dispone la fase estacionaria.
Según sea la forma en que se dispone la fase estacionaria sobre la pared del tubo, se
distinguen básicamente dos tipos de columnas (figura 21):
a.- Columnas WCOT (Wall Coated Open Tubular).En este tipo de columnas
(que son de uso más frecuente), la fase estacionaria se encuentra depositada
formando una película líquida directamente sobre las paredes del tubo.
Las columnas de este tipo tienen una utilización muy alta en el campo de análisis de trazas.
Los soportes utilizados en cromatografía de gases deben reunir una serie de cualidades
como:
Deben presentar una superficie específica relativamente elevada, con el fin
de que la fase estacionaria pueda distribuirse de forma uniforme y
ofreciendo la máxima superficie de contacto con la fase móvil para facilitar
los procesos de intercambio.
Deben ser relativamente duros para que sus partículas no se rompan durante
los procesos de impregnación y llenado de las columnas.
Como soportes, se han utilizado sólidos inertes de todo tipo, micro bolas de vidrio, carbón
grafitizado, metales, sílices, fluoropolímeros, polímeros porosos, etc. los más utilizados
son los soportes preparados a base de tierras diatomeas sinterizadas (Cromosorb, Gas
Chrom, etc), la superficie de estos materiales se somete a diversos tratamientos químicos;
lavados ácidos o básicos, silanización de grupos silanol libres, ligado de pequeñas
cantidades de fases estacionarias, etc, con el fin de eliminar, los puntos activos de la
superficie del soporte que pudiesen interaccionar con los compuestos a separar.
El tamaño de partícula de los soportes, a pesar de que según la ecuación de Van Deemter la
eficacia de la columna aumenta al disminuir el tamaño de las partículas de relleno, existe
un límite inferior debido a la resistencia al flujo de gas que se oponen a los lechos
cromatográficos formados por partículas muy finas.
En la práctica, los tamaños de partícula utilizados varían entre 40 y 120 mallas A.S.T.M.
(420 – 125 µm), siendo las granulometrías más frecuentes las de 60 - 80; 80 - 100 y 100 -
120 mallas.
CARGA
SUPERFICIE DENSIDAD MÁXIMA DE
SOPORTE COLOR pH
ESPECÍFICA m2/g g/mL FASE
ESTACIONARIA
Las propiedades de una fase estacionaria con frecuencia son contradictorias, por lo que no
existe una fase estacionaria ideal.
Además de cumplir estos requisitos generales, la fase estacionaria debe ser selectiva frente
a los compuestos a separar, es evidente que no existe ninguna fase estacionaria que cumpla
con todos los requisitos anteriores, aunque para realizar separaciones a temperaturas
elevadas, la utilización de polímeros líquidos de elevado peso molecular ofrece resultados
bastante buenos.
A nivel molecular, la retención del soluto por la fase estacionaria se debe a cualquiera de
los siguientes tipos de fuerza intermolecular:
Para compuestos no polares, las únicas fuerzas de interacción entre el soluto y la fase
estacionaria son las dispersivas; este tipo de fuerzas no son selectivas, y en las separaciones
basadas en este tipo de fuerzas los solutos emergen de la columna, por lo general en orden
correspondiente a sus puntos de ebullición.
Para los compuestos polares, las interacciones de mayor importancia son las debidas a
fuerzas de inducción y orientación; en algunos casos a interacciones electrónicas
específicas de tipo donador – aceptor donde este tipo de fuerzas dependen del momento
dipolar y de la capacidad de polarización tanto de la fase estacionaria como del soluto.
La suma de todas estas interacciones entre un soluto y una fase estacionaria es una medida
de la polaridad de la fase respecto al soluto que marca las características generales de
retención, mientras que la magnitud de cada uno de los tipos de interacciones particulares
marcará la selectividad de la fase estacionaria que es de gran importancia ya que permite
separar una fase estacionaria concreta solutos de igual polaridad.
Como norma general, la temperatura más baja de utilización de una fase estacionaria
corresponde a su temperatura de fusión. El límite superior de temperatura de una fase
estacionaria es la temperatura más elevada a la que se puede mantener sin que se produzcan
descomposiciones o sangrados significativos.
Muchas fases estacionarias poliméricas presentan una dispersión importante en su rango de
sus pesos moleculares, por lo que los oligómeros que puedan contener se evaporarán
dejando la columna con una proporción de la fase estacionaria mucho menor de lo previsto;
en estos casos, la máxima temperatura de uso se define como aquella a la que se puede
mantener la fase estacionaria durante 24 horas sin cambios apreciables en las características
de retención de la columna.
Las constantes de McReynolds pueden utilizarse no solamente para caracterizar las fases
estacionarias, sino también como guía de selección de la fase a utilizar para la separación
de un compuesto determinado atendiendo a su funcionalidad; si se trata de separar una
serie de compuestos con una función común, en su primer intento se podría seleccionar una
fase estacionaria con un valor elevado de las constantes de McReynolds relacionadas con el
grupo funcional común a fin de que la fase estacionaria tenga una selectividad elevada.
Estas constantes caracterizan a las fases estacionarias en una primera aproximación, en
ocasiones se pueden encontrar fases estacionarias con selectividades muy diferentes a
pesar de tener muy similares los valores de las constantes de McReynolds.
GRUPO
COMPUESTO
SIMBOLO INTERACCIÓN MEDIDA FUNCIONAL
DE PRUEBA
IMPLICADO
Fuerzas de dispersión y
X` Benceno propiedades débiles de aceptor Aromáticos y olefinas
de protones
Fuerzas de orientación y
Y` Alcoholes, nitrilos y
1-butanol capacidad de donar y aceptar
ácidos
protones
Cetonas, éteres,
Z` Fuerzas de orientación y aldehídos, ésteres,
2-pentanona
capacidad de aceptar protones. epóxidos,
dimetilaminoderivados.
U` Nitropropano Fuerzas de orientación Nitrilos y nitroderivados
H` Compuestos ramificados,
2-metil-2-pentanol
particularmente alcoholes
J` 2-iodobutano Compuestos halogenados
K` 2-octino
L` Fuerzas de orientación y
1,4-dioxano
capacidad de aceptar protones
M` Cis-hindrindano
Desde los principios de la cromatografía de gases, se han utilizado como fases estacionarias
apolares hidrocarburos de elevado peso molecular (esculano, grasas de apiezón), etc.
Las únicas fuerzas de interacción que se tienen con este tipo de fases son las de dispersión,
por lo que los compuestos cromatografiados eluirán de las columnas que se utilicen este
tipo de fases en orden de volatilidad y en algunos de los compuestos muy polares, en
orden inverso a su hidrofobicidad.
Este tipo de fases estacionarias es muy utilizado como referencia para la caracterización de
otras fases estacionarias, utilizándose fundamentalmente con este fin es el escualano.
POLISILOXANOS
Los polisiloxanos o siliconas son el grupo de las fases estacionarias de más amplia
utilización debido a su elevada estabilidad térmica y a la posibilidad de modificar
químicamente la estructura de base para obtener fases con diferentes polaridades y
selectividades.
Las grandes posibilidades de variación estructural que tienen estos compuestos hacen que
sea posible obtener fases estacionarias enormemente selectivas. En este sentido, los fenil,
cianopropil y trifluoropropilpolisiloxanos presentan muy buenas características de
selectividad.
POLIFENILÉTERES
POLIÉSTERES
Los poliésteres son fases estacionarias moderadamente polares. Las columnas preparadas
con este tipo de fases presentan el problema de su escasa estabilidad ya que los poliésteres
son fácilmente hidrolizables, pueden reaccionar con algunos componentes de las muestras,
por ejemplo las aminas y son muy sensibles a la oxidación; por estos motivos, la utilización
de poliésteres como fase estacionaria ha disminuido bastante.
POLIETEILENGLICOLES
Los polietilenglicoles son fases estacionarias muy útiles para la separación de compuestos
polares y con posibilidades de formación de enlaces de hidrógeno. Este tipo de fases
estacionarias se preparan por polimerización del óxido de etileno.
Los polímeros así formados se separan en fracciones de diferente peso molecular promedio,
lo que da lugar a todo el rango de fases estacionarias de este tipo.
El factor fundamental que marca las características de retención de este tipo de fases es la
concentración de grupos hidroxilo y en menor grado el peso molecular promedio de la
fase. Este último factor si tiene por el contrario una gran influencia sobre la estabilidad
térmica de la fase; así, el Carbowax 20 M, con un peso molecular promedio de 14 000,
tiene una temperatura máxima de utilización de 225 ºC, mientras que el Superox-4, con un
peso molecular promedio de 4 millones, es utilizable de hasta temperaturas de 300 ºC. El
principal inconveniente que presenta este tipo de fase estacionaria es la facilidad que tiene
a oxidarse.
En general, uno de los factores que influye en la temperatura límite de utilización de las
fases estacionarias, particularmente de baja viscosidad, es la tendencia de estas a ser
arrastradas por la corriente del gas portador a medida que la viscosidad de la fase va
disminuyendo por efecto del aumento de la temperatura; este efecto tiene una particular
importancia en el caso de las columnas capilares dado que las paredes internas del tubo,
que carecen de irregularidades, no tienen buenas características estructurales para mantener
una película liquida.
Estas fases estacionarias son conocidas como fases ligadas o fases inmovilizadas y
presentan una serie de ventajas sobre las fases estacionarias convencionales, en primer
lugar, las fases inmovilizadas ofrecen temperaturas de utilización más elevadas que las
fases convencionales, teniendo además un menor nivel de sangrado a temperaturas
elevadas; por otro lado, dado que las fases de este tipo son prácticamente insolubles, son
mucho menos afectadas que las fases normales por la inyección de elevados volúmenes de
disolvente. Una ventaja adicional de este tipo de fases es que las columnas contaminadas
por componentes no volátiles por componentes no volátiles de las muestras pueden ser
regeneradas mediante un lavado con disolventes adecuados.
La utilización de las fases ligadas está particularmente extendida en las columnas tubulares
abiertas, en la mayor parte de las columnas de este tipo se utilizan fases inmovilizadas,
pero es frecuente encontrar también este tipo de fases ligadas sobre soportes diatomáceos o
sobre sílices, para su utilización en columnas empaquetadas (Ultra-bond, Durapak, Porasil,
etc.).
Las columnas capilares pueden proporcionar eficacias muy altas, por lo que es
relativamente fácil que una columna capilar pueda realizar una separación concreta
únicamente en base a su eficacia. Las columnas capilares solamente son asequibles de
forma comercial con una variedad muy limitada de fases estacionarias normalmente de 6 ó
7, que cubren todo el rango de polaridades; la sección de una columna de una columna
concreta es fácil de realizar atendiendo a la naturaleza química de los compuestos a separar
y a las constantes de McReynolds de las fases estacionarias asequibles.
c. Rellenos propiamente de fase mixta, en los que las fase estacionarias son
mezcladas antes de depositarlas sobre el soporte sólido.
2.7.1.3. DETECTORES
Una vez que los componentes de la muestra han sido separados por la columna, se hace
preciso disponer a la salida de esta un sistema de detección, capaz de señalar la elución de
un componente de la muestra y ofrecer, al mismo tiempo, una señal proporcional a la
cantidad de sustancia que pasa a través de él.
Los detectores utilizados en cromatografía de gases son de tipo diferencial, no ofrecen señal
cuando pasa por ellos solamente el gas portador y responden ante alguna propiedad que
pueda variar cuando este se encuentra mezclado con alguna sustancia eluida en la columna.
El detector mide una propiedad que diferencia el gas portador de la mezcla gas
portador/sustancia eluida.
S = kaN
La señal ofrecida por el detector en un momento dado, será la suma de las señales de
cualquier sustancia eluida, del gas portador y de las impurezas de este:
La sensibilidad de un detector hacia una sustancia eluida, puede definirse como el cambio
en la señal medida (ΔS), originado por un cambio en la concentración en el gas portador de
la sustancia eluida (ΔNs). A partir de la ecuación de definición de señal, la sensibilidad de
un detector puede expresarse por medio de la ecuación:
ΔS = k as
ΔNs
Es decir que la sensibilidad de un detector hacia una sustancia estará dada por el producto
de la constante de diseño del detector y el valor de la propiedad analizada de la sustancia
eluida.
Linealidad
Representando esta ecuación (figura 9) se obtiene una recta cuya pendiente es 1 y cuya
ordenada en el origen es log (k as), es decir el logaritmo de la sensibilidad.
Es relativamente frecuente encontrar evaluaciones de la linealidad de los detectores en
coordenadas lineales, en estos casos, se denominan detectores lineales aquellos para los que
1 = 1, denominándose detectores no lineales los restantes. La utilización de coordenadas
lineales no es correcta, ya que muchos detectores muestran dependencias de la señal con la
concentración de tipo exponencial, dejando al margen las desviaciones producidas por la
amplificación electrónica de la señal; en cualquier caso, es preferible realizar la evaluación
de la linealidad del detector en términos de coordenadas logarítmicas.
Figura 9. Gráfico concentración respuesta de un detector
La señal de fondo medida por un detector, fluctúa con el tiempo debido a la inconstancia de
los parámetros experimentales, las cuales pueden ser consideradas como errores aleatorios
de la medida y son denominadas ruido. El nivel de ruido oscila continuamente alrededor de
una señal promedio, dando el conjunto de sus valores a lo largo del tiempo una distribución
que vendrá definida por su desviación estándar. El valor de señal correspondiente a la
mínima cantidad detectable, podrá calcularse en base al valor de incremento de señal
necesario (ΔS) para ser significativamente diferente del resto de la distribución.
La evaluación del nivel requerido para que una señal sea significativamente diferente del
ruido, está realizado en base a considerar una señal instantánea, no obstante la situación es
extrapolable a medidas reales haciendo la consideración de que la señal evaluada
corresponde al valor máximo del pico de elución (figura 10), siendo evaluable de forma
cuantitativa todo pico que cumpla estas condiciones.
Cuando pasa a través del detector el gas portador puro, la pérdida de calor de sensor es
función de la diferencia de temperatura entre éste gas y la pared de la cavidad y de la
conductividad térmica del gas portador, cuando eluye una sustancia mezclada con el gas
portador, la conductividad térmica varía, y como consecuencia se produce un cambio de
temperatura en el sensor; el cambio de temperatura, se traduce en una variación de una
señal eléctrica (resistencia o voltaje según sea el elemento sensor), que es
convenientemente amplificada y registrada.
Los detectores de ionización de llama ofrecen una elevada sensibilidad, gran estabilidad y
un rango dinámico lineal excepcionalmente elevado, junto con una gran sencillez de
utilización ha hecho que este tipo de detectores, sean mucho más utilizados.
El detector de captura electrónica ocupa el segundo lugar entre los detectores de más alta
utilización, debido a su sensibilidad (el detector de captura electrónica es probablemente el
dispositivo analítico más sensible que se conoce). Este hecho junto a su selectividad hacia
compuestos de enorme interés, fundamentalmente en áreas de medio ambiente y
toxicología, hacen que sea enormemente utilizado para la detección y cuantificación de
trazas.
En un detector de captura electrónica (Figura 13), se utiliza una fuente de radiación β -para
bombardear el gas que pasa a través de una cámara de ionización, generándose de esta
forma un plasma de iones positivos, radicales libres y electrones térmicos.
En un término medio, cada partícula β puede producir entre 100 y 1 000 electrones
térmicos con un rango de energías de entre 0.02 y 0.05 eV; la aplicación de un potencial a
la célula del detector de captura, permite que los electrones térmicos sean recogidos en un
Las fuentes de partículas β utilizadas en este tipo de detectores son emisores débiles de 3H,
63
Ni, 55Fe, o electrones emitidos por efecto termoeléctrico, aunque en la práctica solamente
63
son asequibles detectores basados en fuentes de Ni y en algunos casos de tritio. Como
gases portadores, el detector de captura electrónica puede utilizar únicamente hidrógeno,
gases nobles o nitrógeno, libres o niveles extremadamente bajos trazas de oxígeno y vapor
de agua.
Este detector ofrece unas características muy buenas tanto por su sensibilidad como por su
especificidad, el manejo de estos detectores no es sencillo, ya que su respuesta puede ser
muy variable en función de las condiciones experimentales (potencial de polarización,
temperatura, caudal del gas portador, etc.), viéndose afectadas no solo su sensibilidad sino
también su selectividad y su rango dinámico lineal, que en ocasiones puede quedar muy
reducido, a estas dificultades se añade la sensibilidad hacia cualquier tipo de
contaminación y la gran dificultad que representa su limpieza, por lo que se debe tomar
mayores precauciones.
En un detector de este tipo (figura 14), una perla de un silicato de metal alcalino, calentada
eléctricamente, se coloca entre el “jet” del detector y el electrodo colector, manteniéndose
la perla aun potencial negativo para reducir las pérdidas del metal alcalino.
El detector fotométrico de llama (FPD), utiliza una llama de hidrógeno para excitar a un
estado electrónico elevado de fragmentos de moléculas que contengan átomos de azufre o
fósforo.
Estos dos elementos son excitados de forma óptima por la llama de hidrógeno y cuando
retornan a su estado fundamental emiten las líneas características de sus espectros; las
líneas analíticas de interés son seleccionadas por medio de un filtro ( 392 nm para
determinar azufre y 526 nm para fósforo ) y la intensidad de la radiación emitida es medida
por medio de un fotomultiplicador, figura 15.
En este tipo de detector, el gas potador procedente de la columna es mezclado con naire y
quemado en una atmósfera de hidrógeno; la emisión de los átomos de azufre o fósforo se da
fundamentalmente en la zona superior, rica en hidrógeno de la llama, por lo que en
ocasiones se utiliza un diseño de doble quemador (figura 16) con una segunda llama para
producir excitación. Este diseño ayuda además a evitar el fenómeno de apagado de llama,
que se da en este tipo de detectores, cuando eluye de la columna un compuesto en gran
cantidad, básicamente el disolvente de inyección.
Este detector (Figura 17), el gas portador pasa a través de una cámara de ionización,
separada físicamente del tubo de descarga por medio de una ventana transparente a la
radiación, utilizada generalmente el MgF2. Los compuestos que eluyen de la columna son
ionizados por los fotones de alta energía procedentes de la lámpara y los iones generados
son recogidos por medio de un electrodo polarizado adecuadamente. Prácticamente la
totalidad de los compuestos orgánicos dan algún tipo de respuesta con estos detectores.
En general el detector de fotoionización es entre 5-10 veces más sensible que el detector de
ionización de llama frente a los alcanos, y del orden 35 veces más sensible frente a los
hidrocarburos aromáticos, su rango dinámico lineal es, por término medio, de cuatro
órdenes de magnitud.
Los detectores de conductividad ofrecen buena sensibilidad entre 10 -12 y 10-13 g/s del
elemento con el que se esté trabajando, una buena selectividad entre 104 y 109 según los
elementos y un rango dinámico lineal que oscila entre 10 3 y 105. La utilización de este tipo
de detectores no es fácil, ya que cualquier tipo de contaminación, un catalizador
desactivado, un filtro químico agotado, etc. se traducen con mucha facilidad en
deformaciones de los picos, ruido elevado y falta de linealidad en la respuesta. Las
características de algunos detectores se detalla en la tabla Nº 5.
El gas portador es básicamente inerte en la separación, por lo que la elección de uno u otro
dependerá en cada caso de las necesidades del equipo y de forma secundaria, de las
necesidades de rapidez del análisis.
Como norma general, en todos los casos debe trabajarse, con la velocidad lineal de gas que
corresponda al mínimo de la curva de AEPT, aunque en el caso de separaciones que no
requieran grandes eficacias de columna puede aumentarse la velocidad para acortar el
tiempo de análisis a expensas de reducir la eficacia.
La temperatura del detector, aunque en algunos tipos de detectores puede influir sobre la
respuesta, no es normalmente un parámetro que requiera una optimización excesiva. La
temperatura del detector debe ser siempre más elevada que la máxima temperatura de
trabajo a que se someta la columna, con el fin de evitar que se puedan condensar en el
detector compuestos eluidos de baja volatilidad.
En estos casos, resulta muy conveniente realizar una prueba previa con una velocidad de
calentamiento relativamente elevada y cubriendo un rango de temperaturas muy amplio,
con el fin de estimar la temperatura a la que eluye cada componente y la resolución que
presentan los picos; a la vista de los resultados obtenidos, se podrá fijar mayor precisión el
intervalo de a utilizar, así como la velocidad de calentamiento, teniendo encuenta que la
mayor separación entre los componentes se obtiene siempre con velocidades de
calentamiento muy pequeñas.
CAPÍTULO III
MATERIALES Y MÉTODOS
3.1. MATERIALES
3.2.- EQUIPOS
3.4.- MÉTODOS
3.4.1.- PROCEDIMIENTO
El muestreo realizado fue al azar y por triplicado en cada punto de comercialización para
cada marca de bebida alcohólica.
El componente principal a analizar es el metanol, la presencia y cuantificación de este, a
su vez se determinará principalmente las condiciones de trabajo en el equipo para
identificar este componente en cualquier bebida alcohólica previo tratamiento de la
muestra.
3.4.1.2. MUESTRA
La muestra para ser analizada por cromatografía de gas requiere un tratamiento previo, el
cual se indica a continuación:
Fotografía Nº 1
3.4.1.3. LECTURA POR CROMATOGRAFÍA DE GAS
El tiempo total de análisis (tiempo de corrido) fue de 5 minutos utilizando Helio como gas
transportador (gas carry).
La presencia de metanol en las muestras es realizada bajo las mismas condiciones que los
estándares, determinándose el área y el tiempo de retención para cada bebida alcohólica.
Los resultados de la medida del grado alcohólico de las diferentes muestras se resumen en
la tabla Nº6:
Son de Cuba-2 9 5
Son de Cuba-3 9 4
2 Boca Chica-1 37 28
Boca Chica-2 37 29
Boca Chica-3 37 30
3 New Style – 1 34 20
22
New Style – 2 34
18
New Style - 3 34
El tiempo de retención del estándar de 200 ppm en el Cromatógrafo de Gas fue de 1.6
minutos (Anexo - 1 ).
El tiempo de retención del estándar de 300 ppm en el Cromatógrafo de Gas fue de 1.6
minutos (Anexo-2 )
El tiempo de retención del estándar de 400 ppm en el Cromatógrafo de Gas fue de 1.6
minutos (Anexo-3)
Tabla Nº 7
En la tabla 8 se detalla las áreas y tiempos de retención leídos por el software del equipo,
para las muestras analizadas y los cromatogramas se encuentran en los anexos 4-12.
TIEMPO DE RETENCIÓN ÁREA
Nº MUESTRA
(min)
1 Son de Cuba-1 1.633 7754
2 Son de Cuba-1 1.631 9364
3 Son de Cuba-1 1.633 5187
4 Boca Chica-1 1.626 44053
5 Boca Chica-2 1.630 23183
6 Boca Chica-3 1.631 13986
7 New Style – 1 1.626 92809
8 New Style – 2 1.637 48805
9 New Style - 3 1.628 89993
CURVA DE CALIBRACIÓN
Con los datos de concentración y el área de las soluciones patrón se grafica la curva de
calibración representado en el gráfico Nº 14.
CONCENTRACION vs ÁREA
Gráfico Nº 14
y = ax + b
Donde:
a = 1.90656 x 10-3
b = 169.8806
R = 0.99917289
Entonces la ecuación (1) se transformará en:
C1 V1 = C2 V2 → C1 = C2 V2 / V1
C1 = C2 25 / 5
C2 C1
Nº MUESTRA
[ppm]
1 Son de Cuba-1 184.66 923.3
2 Son de Cuba-1 171.66 858.3
3 Son de Cuba-1 179.76 898.8
4 Boca Chica-1 253.87 1269.35
5 Boca Chica-2 214.08 1070.4
6 Boca Chica-3 196.545 982.72
7 New Style – 1 364.82 1734.1
8 New Style – 2 269.93 1349.65
9 New Style - 3 341.56 1707.8
Este trabajo de investigación tuvo como objetivo principal desarrollar un método que
permita determinar y cuantificar la presencia de metanol en bebidas alcohólicas usando el
cromatógrafo de gases marca Shimadzu, para lo cual se determinó las siguientes
condiciones de trabajo:
Se determinó también el grado alcohólico de las tres muestras los cuales no concuerdan
con los datos de la etiqueta.
Los tiempos de retención del metanol tanto de los estándares, como en las muestras según
los resultados y considerando un decimal es de 1.6. Por lo que se puede asegurar que
todos los tiempos de retención corresponden al metanol por la semejanza entre el tiempo
de retención del estándar y las muestras analizadas bajo las mismas condiciones
ambientales y de trabajo en el equipo.
Según los resultados obtenidos, en todas las bebidas se verificó la presencia de metanol,
esta contaminación se debe, principalmente a un proceso de fermentación inadecuado,
donde se facilita la formación de metanol por la desesterificación de las pectinas
estearasas presentes en las frutas y en muchos casos se deba a la alteración del producto.
CAPÍTULO VI
CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES
6.1. CONCLUSIONES
El metanol se encontró presente como contaminante en las tres bebidas alcohólicas: Son de
Cuba, Boca Rica y New Style.
6.2. RECOMENDACIONES
Realizar una alianza con las entidades pertinentes para poder realizar un análisis a nivel
local y nacional, con la cantidad de muestras necesarias, que asegure que las bebidas
alcohólicas que se expenden en mercado cumplan con los requisitos de salud requeridos.
Destinar más recursos económicos para realizar un estudio más amplio y revisar las
regulaciones nacionales para ver si concuerdan con los estándares internacionales de
calidad de bebidas alcohólicas.
13. Jacobs, Morris. The Chemical Analysis of Foods and Food Products. 3 rd. Edition.
Roberte Krieger Publishing Co. Inc. United Status of America. 1980. 970p. p(246,
255).
14. Harris, Daniel. 1995. Análisis Químico Cuantitativo 3ª Edición. Editorial
Iberoamericana. Estados Unidos.
20. Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos Cubano (INHA). 2000. Calidad de
varios rones cubanos (en línea).
Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/ali/vol15_2_01/ali03201.htm
ANEXOS
ANEXO-1. Cromatograma estándar de metanol 200 ppm
ANEXO-2. Cromatograma estándar de metanol 300 ppm
ANEXO-3. Cromatograma estándar de metanol 400 ppm
ANEXO-4. Cromatograma Son de Cuba - 1
ANEXO-5. Cromatograma Son de Cuba-2
ANEXO-6. Cromatograma Son de Cuba - 3
ANEXO-7. Cromatograma Boca Chica - 1
ANEXO-8. Cromatograma Boca Chica - 2
ANEXO-9. Cromatograma Boca Chica - 3
ANEXO-10. Cromatograma New Style - 1
ANEXO-11. Cromatograma New Style - 2
ANEXO-12. Cromatograma New Style - 3