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Enfermedades de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) o infecciones de transmisión sexual (ITS)


son infecciones que se transmiten de una persona a otra a través del contacto sexual.
Pero a veces pueden transmitirse a través de otro contacto físico íntimo. Esto se debe a
que algunas ETS, como el herpes y el VPH, se transmiten por contacto de piel a piel.
VPH: El virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de virus relacionados entre sí.
Pueden causar verrugas en diferentes partes del cuerpo. Existen más de 200 tipos. Cerca
de 40 de ellos afectan a los genitales. Estos se propagan a través del contacto sexual con
una persona infectada. También se pueden propagar a través de otro contacto íntimo de
piel a piel. Algunos de ellos pueden ponerle en riesgo desarrollar un cáncer.

VIH: Está catalogado como una infección de transmisión sexual. Como un virus
que destruye las células del sistema inmunitario a tal grado que el organismo no
es capaz de luchar contra otras infecciones y mantenerse sano. El virus ingresa en
el cuerpo a través de cortes o heridas en la piel y a través de las membranas
mucosas.
Sífilis: La sífilis es una ETS que puede causar complicaciones a largo plazo o la muerte,
si no se trata de manera adecuada. Los síntomas en los adultos se dividen en fases.
Estas fases son sífilis primaria, secundaria, latente y avanzada. La sífilis se propaga
mediante el contacto directo con una llaga de sífilis durante las relaciones sexuales. Las
llagas se pueden encontrar en el pene, la vagina, el ano, el recto o los labios y la boca. La
sífilis también puede propagarse de una madre infectada a su bebé en gestación.
Gonorrea: La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que puede
infectar tanto a los hombres como a las mujeres. Puede causar infecciones en los
genitales, el recto y la garganta. Es una infección muy común, especialmente en las
personas jóvenes de 15 a 24 años. Se puede contraer gonorrea al tener relaciones
sexuales sin protección con una persona que tenga esta enfermedad.
Clamidia: Clamidia es la infección de transmisión sexual (ITS) que se reporta con mayor
frecuencia. Es provocada por la bacteria chlamydia trachomatis y tiene un alto índice de
contagio en adolescentes sexualmente activos. La clamidia genital se puede contagiar
entre parejas mediante el contacto sexual. Una madre infectada puede contagiar a su hijo
recién nacido con la infección. De hecho, aproximadamente el 50 % de los bebés de
madres infectadas que nacen por vía vaginal se contagian de clamidia. Un número menor
de bebés nacidos por cesárea también se enferman.
Tricomoniasis: La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual, muy común
causada por la infección transmitida por el parásito protozoario llamado Trichomonas
vaginalis. Los síntomas de la enfermedad pueden variar, y la mayoría de hombres y
mujeres que tienen el parásito no saben que están infectados. Es considerada la
enfermedad de transmisión sexual curable más común. En los Estados Unidos, se calcula
que 3.7 millones de personas tienen esa infección, pero solo alrededor de un 30%
presenta algún síntoma. Es más frecuente en las mujeres que en los hombres y las
mayores son más propensas que las jóvenes a tener la infección.
Ladillas: Las ladillas son insectos (6 patas) que infectan las zonas con vello del pubis. La
infección por este piojo es más frecuente en los adolescentes y es contagiado
primordialmente en las relaciones sexuales aunque podría también contagiarse por la
ropa, sábanas o tazas de wáter contaminadas.
Herpes: El herpes es una infección causada por un virus herpes simple (VHS). El herpes
bucal provoca llagas alrededor de la boca o en el rostro. El herpes genital es una
enfermedad que puede afectar los genitales, las nalgas o el área del ano. Otras
infecciones por herpes pueden afectar los ojos, la piel u otras partes del cuerpo. El virus
puede ser peligroso en recién nacidos o en personas con sistemas inmunes debilitados.
Existen exámenes que pueden diagnosticar el herpes genital. No existe cura. Sin
embargo, las medicinas pueden ayudar a disminuir los síntomas, reducir los brotes y bajar
el riesgo de contagio a otras personas. El uso correcto de condones de látex puede
reducir, pero no eliminar, el riesgo de contraer o contagiar el herpes.

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