El envejecimiento es simplemente una etapa más del ser humano, la que tarde o

temprano todos deben de afrontar; sin embargo, se vive en una sociedad que no
ha logrado aún comprender la importancia que poseen los adultos mayores, lo que
se hace visible en el maltrato, abandono, poco interés o el rechazo que se tiene
ante ellos, manifestado en los sentimientos de abandono de los adultos mayores.
Contrario a lo que las personas suelen creer, muchos adultos mayores conservan
un grado importante de sus capacidades, permitiéndoles seguir desarrollándose
personalmente; pero ello no se toma en cuenta, ya que se considera que alcanzar
la vejez significa haber llegado a un momento en el que se hace obligatorio el
“jubilarse, descansar, depender de los demás, observar los frutos del trabajo
personal y contemplar pasivamente su nuevo futuro”. Se logra observar
claramente la disminución de actividad que los adultos mayores deben de afrontar
en esta etapa, generando en ocasiones problemas de salud, económicos y
psicológicos.
Todos estos cambios afectan en gran medida al individuo tanto en lo familiar,
personal, social, así como también laboral y dependerá rotundamente de la forma
cómo logren ser manejados, no sólo por la persona misma sino también por su
medio, para que el individuo logre una mayor adaptación, ejemplo, los cambios
provenientes de estos factores. Ante ello, es importante que la sociedad logre
considerar la importancia que estas personas poseen; dándoles así, la
oportunidad de seguir siendo útiles, reinsertándolos nuevamente al mundo laboral
en el cual desarrollen funciones de acuerdo a sus capacidades físicas y mentales.
Por otra parte, cuando el ser humano se enfrenta a la realidad del envejecimiento
en medio de la sociedad actual, es probable que viva la etapa de su jubilación y
retiro como una situación de pérdida y minusvalía, como una especie de
marginación social y, fácilmente, puede sentirse como alguien que no cuenta para
los demás, y que no tiene utilidad en la sociedad.
Actualmente a través de diferentes medios de comunicación se conoce en el
salvador el poco interés que presenta en los adultos mayores pues no existen
programas que vaya enfocados a las necesidades de ellos; como por ejemplo la
salud, vivienda ya que existen muchos que viven en la calle en total abandono, la
recreación procesos de formación ya que a se podría decir que una persona
adulta mayor tiene que disfrutar su etapa de jubilación. Pero esto no puede ser
posible porque existen pensiones muy bajas que al final no alcanzan para poder
subsistir las necesidades básicas de un hogar.
Actualmente, en el país la edad de jubilación para mujeres es de 55 años de edad
y de 60 años para los hombres.

De acuerdo con el Gobierno salvadoreño, la pensión por vejez mínima vigente es

de 304.10 dólares por mes, la cual llegó a esa suma tras un incremento del 46.5 %
que fue aprobado en 2021.