Curso Justicia Adolescentes Fix3

Justicia
Penal
para
Adolescentes
en el ámbito federal
capacitacion.pgr.gob.mx
Temario
Objetivo
Metodología
Introducción
1. Instrumentos Jurídicos Internacionales, marco

jurídico nacional e instrumentos orientadores
2. Principios y reglas del sistema de justicia penal para

adolescentes
3. Sujetos y órganos del sistema de justicia para

adolescentes
4. Sistema procedimental
Fuentes de consulta
Justicia
Penal
para
Adolescentes
Objetivos
de aprendizaje
Al término del curso, las y los participantes:
1. Revisaran los fundamentos jurídicos que dan sustento a la

justicia penal para adolescentes como los instrumentos
jurídicos internacionales, el marco jurídico nacional e
instrumentos orientadores; los cuales, deberán tenerse en
cuenta por las y los servidores públicos que tengan contacto
con adolescentes al momento de interpretar y aplicar el marco
jurídico nacional.
2. Analizarán el conjunto de principios y reglas que rigen la

justicia penal para adolescentes, mismas que deberán
interpretarse y aplicarse en concordancia con dichos principios
y las previsiones generales en toda ocasión en que el niño, niña
o adolescente participen en un procedimiento judicial.
3. Identificarán el sistema de justicia penal para adolescentes

como un sistema integral en el que confluye la intervención de
diferentes sujetos e instancias cuyo propósito es garantizar la
justicia a los adolescentes en conflicto con la ley.
4. Reconocerán las etapas del procedimiento penal especializado

en adolescentes frente a la imputación de un delito.
Curso: Justicia Penal para Adolescentes en el ámbito federal

Metodología
El curso está diseñado para fomentar tu capacidad de auto control
y regulación de tu propio aprendizaje, por ello en su estructura
consideramos tres componentes:
Desarrollo de contenidos
Este apartado es la parte medular de la actividad académica, en
él se encuentran los conocimientos mínimos necesarios sobre
la temática del curso; de su revisión y análisis depende en gran
medida tu aprendizaje. Te sugerimos que busques un espacio
que te permita leer y escuchar con atención la información que
te proporcionamos a través de esta herramienta y utilices los
materiales de consulta para profundizar sobre los temas.
Preguntas de recapitulación
Estas tienen como finalidad que identifiques los conocimientos
que adquiriste sobre el tema, información que te será de
utilidad para continuar, o bien regresarte y revisar nuevamente
los contenidos.
Actividades de aprendizaje
Al término del curso y previo a la evaluación final te
solicitaremos realices unas actividades, las cuales te permitirán
verificar tus conocimientos sobre cada uno de los temas.
Por último, se aplicará la evaluación final, que como ya te

comentamos tiene el propósito de identificar si se logró el
objetivo del curso.

Introducción
Contenido
Introducción

Introducción
El 16 de junio de 2016 se publicó la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal
para Adolescentes, cuyo objeto entre otros, es establecer el Sistema Integral de Jus-
ticia Penal para Adolescentes en la República Mexicana bajo los principios del siste-
ma acusatorio, el sistema nacional de seguridad pública y los estándares internacio-
nales en materia de protección a los menores.
El Artículo Primero Transitorio de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal
para Adolescentes, establece que para la plena operación del Sistema Integral de
Justicia Penal para Adolescentes, los requerimientos necesarios deberán estar incor-
porados en un plazo no mayor a tres años a partir de la fecha de entrada en vigor de
dicho Decreto, por tanto, se tiene un plazo que vence el 18 de junio de 2019, para con-
tar con los esquemas organizacionales y competencias profesionales que permitan a
la pgr operar dicho sistema de acuerdo a las bases constitucionales y principios del
Derecho Internacional protector de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Considerando que la necesidad de la profesionalización deriva directamente del artí-

culo 23 de la Ley Nacional del Sistema Nacional de Justicia para Adolescentes que
establece la obligación de que las autoridades del Sistema deberán estar formadas,
capacitadas y especializadas en materia de justicia para adolescentes en el ámbito
de sus atribuciones “Asimismo, deberán conocer los fines del Sistema Integral de Jus-
ticia Penal para Adolescentes, la importancia de sus fases, particularmente de las
condiciones que motivan que las personas sujetas a esta Ley cometan o participen
en hechos señalados como delitos y las circunstancias de la etapa correspondiente a
la adolescencia”.
En ese sentido, impone la obligación de que “Las instituciones u órganos que inter-
vengan en la operación del Sistema, deberán proveer la formación, capacitación y
actualización específica a sus servidores públicos, de acuerdo a su grado de interven-
ción en las diferentes fases o etapas de dicho Sistema, por lo que incluirán lo anterior
en sus programas de capacitación, actualización y/o formación correspondientes”.

Introducción
Conviene tener presente que la profesionalización del personal de la pgr en materia

de justicia penal para adolescentes, va más allá del conocimiento técnico jurídico re-
lacionado con la aplicación del marco jurídico nacional e internacional. Además exis-
ten voces que señalan que la especialización, no supone la existencia de unos requi-
sitos sobre la competencia o especialización de los profesionales (jueces, fiscales,
secretarios judiciales o personal de los equipos técnicos) para su adscripción a estos
órganos.
La importancia de la profesionalización del personal de la pgr, radica en la necesidad

de especializar a los operadores del sistema para adolescentes, en el conocimiento
de los aspectos inherentes a las personas menores de edad que son titulares de un
régimen especializado de protección de derechos específicos por su condición de
personas en desarrollo con características cognoscitivas, emocionales y morales que
los hacen vulnerables.
La intervención de las y los adolescentes en las distintas etapas procedimentales del

sistema de justicia penal torna delicada la relación, sobre todo, si consideramos que
los derechos de las niñas, niños y adolescentes han sido ampliamente regulados y
tiene un lugar preponderante en la vigilancia de los distintos órganos garantes de los
derechos humanos tanto el ámbito nacional como internacional.
Este curso constituye una de las acciones de la Procuraduría General de la República,

que, por conducto de la Dirección General de Formación Profesional, se realizan en
pro de la capacitación de las y los servidores públicos.

Ha concluido la Introducción
Introducción

2. Principios y reglas del sistema de justicia penal

para adolescentes
3. Sujetos y órganos del sistema de justicia

para adolescentes
Para continuar debe realizar la evaluación

Tema 1
Instrumentos
Jurídicos
Internacionales,
marco jurídico
nacional e
instrumentos
orientadores
Contenido
Instrumentos Jurídicos Internacionales, marco

Instrumentos Jurídicos Internacionales

1. Convención sobre los Derechos del Niño
2. Reglas Mínimas de las Naciones Unidas

para la Administración de la Justicia de Menores
(Reglas de Beijing)
3. Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención

de la Delincuencia Juvenil o Directrices de Riad
4. Reglas para la Protección de Menores Privados

de Libertad o Reglas de la Habana

sobre las Medidas no Privativas de la Libertad
(Reglas de Tokio)
6. Directrices sobre la Justicia en asuntos concernientes

a los Niños Víctimas y Testigos del Delito
7. Convención Americana Sobre los Derechos Humanos

(Pacto de San José)

Antecedentes inmediatos sobre la justicia
para adolescentes en México
Marco jurídico vigente

a) Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos
b) Ley General de los Derechos de Niñas, Niños
y Adolescentes
c) Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal
para Adolescentes
Instrumentos orientadores
a) Protocolo de actuación para quienes imparten
justicia en casos que involucren niñas, niños
y adolescentes emitido por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación
Desde el año 2011 el sistema de Derechos Humanos adquirió mayor relevancia debi-
do al reconocimiento a nivel Constitucional de la ampliación de los derechos huma-
nos contenidos en los instrumentos internacionales ratificados por México, los cuales,
son estrictamente vinculantes y de observancia obligatoria para todas las autoridades
nacionales.
El reconocimiento de las y los niños como sujetos de derecho históricamente margi-

nados por parte de la comunidad internacional, se ha sustentado en diversas razones,
entre las que se invocan de manera más generalizada, es que las y los infantes son
considerados las personas más vulnerables en relación con las violaciones a sus de-
rechos humanos, por tanto, requieren una protección específica.
El Estado Mexicano ha suscrito una serie de compromisos internacionales en materia

de Derechos Humanos, de los cuales un número importante se enfoca a la justicia en
materia de niños, niñas y adolescentes.
Como se verá en el siguiente módulo, las normas contenidas en la Constitución y los

Tratados, tienen prioridad en su aplicación respecto de otras normas secundarias o
inferiores del sistema jurídico interno. Por ello, resulta fundamental conocer dichos
instrumentos que son un referente obligado en la justicia penal para adolescentes.
A continuación se refieren los instrumentos internacionales relacionados directamente

con la justicia penal en materia de niños, niñas y adolescentes, cuyo conocimiento es
obligatorio por parte de los operadores del sistema de justicia penal en esa materia.

1. Convención sobre los Derechos del Niño
De acuerdo con la publicación de la Unicef, Comité Español1, “Los derechos de la in-

fancia están plenamente estipulados en la Convención sobre los Derechos del Niño.
Elaborada durante 10 años con las aportaciones de representantes de diversas socie-
dades, culturas y religiones, la Convención fue aprobada como tratado internacional
de derechos humanos el 20 de noviembre de 1989.
La Convención, a lo largo de sus 54 artículos, reconoce que las niñas y niños (seres
humanos menores de 18 años) son individuos con derecho de pleno desarrollo físico,
mental y social, y con derecho a expresar libremente sus opiniones. Además la Con-
vención es también un modelo para la salud, la supervivencia y el progreso de toda la
sociedad humana”.
La Convención, como primera ley internacional sobre los derechos de los niños y ni-
ñas, es de carácter obligatorio para los Estados firmantes. Estos países informan al
Comité de los Derechos del Niño sobre los pasos que han adoptado para aplicar lo
establecido en la Convención.
En septiembre de 1990, delegados de 159 países asistieron a la Cumbre Mundial en

Favor de la Infancia que tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
En esa oportunidad aprobaron un Plan de Acción en el que se afirmó que las aspira-
ciones de la comunidad internacional respecto del bienestar de los niños estaban re-
flejadas de manera acabada en la Convención Internacional sobre los Derechos del
Niño. A las fechas prácticamente todos los países del mundo -incluido el joven Timar
Oriental-, con excepción de Estados Unidos y Somalia la han ratificado.
La Convención resulta entonces el marco mínimo de reconocimiento y respeto a los de-

rechos de los niños en el que deben inscribirse las prácticas y las políticas de los países
que la han suscrito. Ello sin perjuicio de que la adecuación de las legislaciones internas
de los Estados parte a la Convención deberá tener en cuenta aspectos culturales propios.
1 http://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf

En términos generales es posible afirmar que ningún otro instrumento internacional

específico de protección de derechos humanos ha tenido la aceptación y el consenso
generados por la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.2
El Artículo 1 de dicho instrumento internacional, define a las niñas y niños como “todo
ser humano desde su nacimiento hasta los 18 años de edad, salvo que haya alcanza-
do antes la mayoría de edad”.
El Artículo 3 de la citada Convención establece uno de los principios más emblemá-

ticos de los Derechos de los niños y es el relativo al “interés superior del niño”, que es
una consideración primordial que se atenderá en todas las medidas concernientes a
los y las niñas.
La convención prevé la existencia de un Comité de los Derechos del Niño que tendrá
como finalidad examinar los progresos realizados en el cumplimiento de las obliga-
ciones contraídas por los Estados Partes.
Lectura recomendada
Convención sobre los Derechos del Niño

para la Administración de la Justicia de Menores
(Reglas de Beijing)
Las Reglas de Beijing, se adoptaron por la Asamblea General de la onu mediante

Resolución 40/33, del 29 de noviembre de 1985, son compendio de reglas mínimas
que orientan a los Estados miembros, para armonizar la legislación, las políticas y
prácticas relacionadas con el tratamiento de la delincuencia juvenil.
2 Belof Mary. Los Derechos del Niño en el Sistema Interamericano. Buenos Aires 2009. Editores del Puerto. p. 47

Se trata de un conjunto de directrices de acción sobre el niño en el sistema de justicia

penal –como las autodefine el apartado 1 de dicha disposición– con las que se preten-
de aplicar lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), partien-
do de un principio muy importante: todas estas directrices (instrucciones o líneas de
actuación) se basan en que los Estados parte de aquella Convención de 1989 están
obligados a aplicar lo dispuesto en ella y hacer cumplir sus objetivos en lo relativo a los
niños, dentro del contexto de la administración de justicia de menores; de forma que
las disposiciones de la CDN y las reglas y normas de las Naciones Unidas que ya he-
mos analizado en materia de justicia de menores queden plenamente recogidas en su
propia legislación (nacional y local) y, en particular, mediante la creación de un sistema
de justicia de menores que se oriente a los niños y que garantice los derechos de los
menores, prevenga la violación de aquellos derechos infantiles, promueva el sentido
de la dignidad y el valor del niño y respete plenamente su edad, su etapa de desarrollo
y su derecho a participar activamente en la sociedad para contribuir en ella.3
“Todas las normas señaladas contienen previsiones contra la discriminación, hacen

énfasis en la reintegración social de los menores infractores y subrayan la importancia
de tener personal capacitado para el tratamiento de los menores infractores en los
sistemas de justicia, así como en los programas y acciones de política gubernamental.
Cabe señalar que los órganos internacionales de derechos humanos, en particular los
del sistema interamericano, han analizado y sancionado casos en los que se presume
la falta de cumplimiento por parte de los Estados en materia de protección de los me-
nores en conflicto con la ley”4.
Como se advierte, es importante que las y los operadores del sistema de justicia para
adolescentes conozcan y apliquen las disposiciones de las Reglas de Beijing, sobre
todo considerando que a la luz de la Reforma constitucional en materia de Derechos
Humanos, todas las autoridades están obligadas a respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales.
Todas las Reglas se refieren a aspectos sumamente relevantes, como muestra de

ello, se retoma lo establecido en la regla 5 relativa a los “Objetivos de la justicia de
menores”, que enfatiza la obligación de que el sistema de justicia para menores haga
hincapié en el bienestar de éstos. En el mismo sentido señala que cualquier respues-
ta a los y las menores delincuentes será en todo momento proporcional a las circuns-
3 La Justicia Juvenil en el Derecho Internacional. Carlos Pérez Vaquero.

http://www.insjudbc.net/ijbc/index.php/
4 Ibídem.

tancias del delincuente y del delito, es decir, que las respuesta a los y las jóvenes
delincuentes no sólo deberá basarse en el examen de la gravedad del delito, sino
también en circunstancias personales e individuales del delincuente, tales como su
condición social, su situación familiar, el daño causado y otros factores que habrán de
influir en la proporcionalidad de la reacción estatal.
En las 30 orientaciones, se establecen principios generales y reglas mínimas que de-

berán observarse en las etapas de Investigación, procesamiento y tratamiento de los
y las menores infractores, en el mismo sentido, se establecen reglas para la formula-
ción y evaluación de políticas públicas efectivas.
Lectura recomendada
Reglas de Beijing
3. Directrices de las Naciones Unidas

para la Prevención de la Delincuencia Juvenil
o Directrices de Riad
Las Directrices de Riad, fueron adoptadas por la Asamblea General de la onu, median-
te la resolución 45/112, el 14 de diciembre de 1990. Establecen un conjunto de obliga-
ciones a cargo de los gobiernos principalmente para que adopten políticas e imple-
menten medidas tendentes a generar condiciones preventivas y protectoras para alejar
a las y los jóvenes de situaciones que puedan ponerlos en conflicto con la ley.
Las Directrices se enfocan como premisa básica, a la prevención de la delincuencia

juvenil como una parte esencial de la prevención del delito en la sociedad. En tal sen-
tido, prevén esquemas en los que se resalta la intervención conjunta de los órganos
del Estado, los organismos sociales y la familia.

En el Apartado VI denominado Legislación y administración de la justicia de menores,

se refieren una serie de directrices que por su relevancia en la tarea que desempeña
el Ministerio Público, sus Auxiliares y otros servidores públicos que por la naturaleza
de sus funciones tienen contacto con jóvenes, se reproducen a continuación, con in-
dependencia de que es recomendable leer el documento completo, el cual es más
corto que el resto de los instrumentos ya estudiados.
52. Los gobiernos deberán promulgar y aplicar leyes y procedimientos especiales

para fomentar y proteger los derechos y el bienestar de todos los jóvenes.
53. Deberán promulgarse y aplicarse leyes que prohíban la victimización, los malos
tratos y la explotación de los niños y jóvenes, así como su utilización para activida-
des delictivas.
54. Ningún niño o joven deberá ser objeto de medidas de corrección o castigo severos
o degradantes en el hogar, en la escuela ni en ninguna otra institución.
55. Deberán aprobarse y aplicarse leyes para limitar y controlar el acceso de los niños
y jóvenes a las armas de cualquier tipo.
56. A fin de impedir que prosiga la estigmatización, victimización y criminalización de
los jóvenes, deberán promulgarse leyes que garanticen que ningún acto que no
sea considerado delito ni sea sancionado cuando lo comete un adulto se conside-
re delito ni sea objeto de sanción cuando es cometido por un joven.
57. Debería considerarse la posibilidad de establecer un puesto de mediador o un
órgano análogo independiente para los jóvenes que garantice el respeto de su
condición jurídica, sus derechos y sus intereses, así como la posibilidad de remitir
los casos a los servicios disponibles. El mediador u otro órgano designado super-
visaría además la aplicación de las Directrices de Riad, las Reglas de Beijing y las
Reglas para la protección de los menores privados de libertad. El mediador u otro
órgano publicaría periódicamente un informe sobre los progresos alcanzados y las
dificultades encontradas en el proceso de aplicación. Se deberían establecer tam-
bién servicios de defensa jurídica del niño.
58. Deberá capacitarse personal de ambos sexos encargado de hacer cumplir la ley y
de otras funciones pertinentes para que pueda atender a las necesidades espe-
ciales de los jóvenes; ese personal deberá estar al corriente de los programas y
posibilidades de remisión a otros servicios, y recurrir a ellos en la medida de lo
posible con el fin de sustraer a los jóvenes al sistema de justicia penal.
59. Deberán promulgarse y aplicarse estrictamente leyes para proteger a los niños y a
los jóvenes del uso indebido de drogas y de los traficantes de droga.
Lectura recomendada
Directrices de Riad

4. Reglas para la Protección de Menores Privados

de Libertad o Reglas de la Habana
Las Reglas para la Protección de Menores Privados de Libertad, fueron adoptadas por
la Asamblea General de la onu, mediante la Resolución 45/113, el 14 de diciembre de
1990.
A diferencia de las Directrices de Riad que se centran en la prevención, las Reglas de

la Habana se orientan a la protección de las y los menores privados de su libertad y
su objetivo es proteger los derechos humanos y contrarrestar los efectos perjudicia-
les de cualquier tipo de detención.
Reitera la regla, que el encarcelamiento se debe emplear como último recurso, en

casos excepcionales y por un periodo mínimo. En ese sentido, resalta el principio de
presunción de inocencia.
Sobre el particular, señala que sólo se podrá privar de la libertad a las y los menores
de conformidad con los principios y procedimientos que señalan esas Reglas y las
Reglas de Beijing.
En las Reglas de la Habana, se precisa que las mismas están concebidas para servir
de patrones prácticos de referencia y para brindar alicientes y orientación a las y los
profesionales que participen en la administración del sistema de justicia de menores.
Estas Reglas hacen énfasis en cuestiones relativas a la administración de los centros
de detención de menores; considera reglas especiales que deberán aplicarse en el
ingreso, registro, desplazamiento, traslado, clasificación y asignación. En el mismo
sentido regula las condiciones de alojamiento, derecho a seguir con su escolaridad,
actividades de recreación y atención médica.

Las Reglas para la Protección de Menores Privados de Libertad constituyen un com-

plemento a las Reglas de Beijing, por ello su estudio y consulta es fundamental.
Lectura recomendada
Reglas para la Protección de Menores Privados de Libertad

sobre las Medidas no Privativas de la Libertad
(Reglas de Tokio)
Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas no Privativas de la Li-
bertad (Reglas de Tokio, fueron adoptadas por la Asamblea General de la onu, me-
diante la Resolución 45/110, 14 de diciembre de 1990.
Como otros instrumentos internacionales vinculantes para el Estado Mexicano, las

Reglas de Tokio tienen por objeto fomentar la participación de la sociedad en la ges-
tión de la justicia penal. En tal sentido, estas reglas contienen principios básicos para
promover la aplicación de medidas no privativas de libertad, así como fomentar entre
los delincuentes el sentido de responsabilidad hacia la sociedad. Estos principios
coinciden con los de la justicia restaurativa, pues buscan un equilibrio entre los dere-
chos de las y los delincuentes y los de las víctimas.
Por lo que hace a las reglas aplicables a la fase anterior a juicio, que es en la que in-
terviene la policía y el Ministerio Público, se dispone lo siguiente:
5.1 Cuando así proceda y sea compatible con el ordenamiento jurídico, la policía,
la fiscalía u otros organismos que se ocupen de casos penales deberán estar
facultados para retirar los cargos contra el delincuente si consideran que la
protección de la sociedad, la prevención del delito o la promoción del respe-
to a la ley y los derechos de las víctimas no exigen llevar adelante el caso. A
efectos de decidir si corresponde el retiro de los cargos o la institución de

actuaciones, en cada ordenamiento jurídico se formulará una serie de crite-

rios bien definidos. En casos de poca importancia el fiscal podrá imponer las
medidas adecuadas no privativas de la libertad, según corresponda.
6 La prisión preventiva como último recurso
6.1 En el procedimiento penal sólo se recurrirá a la prisión preventiva como últi-
mo recurso, teniendo debidamente en cuenta la investigación del supuesto
delito y la protección de la sociedad y de la víctima.
6.2 Las medidas sustitutivas de la prisión preventiva se aplicarán lo antes posi-
ble. La prisión preventiva no deberá durar más del tiempo que sea necesario
para el logro de los objetivos indicados en la regla 6.1 y deberá ser aplicada
con humanidad y respeto por la dignidad del ser humano.
6.3 El delincuente tendrá derecho a apelar ante una autoridad judicial u otra au-
toridad independiente y competente en los casos en que se imponga prisión
preventiva.
Como se advierte, la regla 5.1, establece la previsión de retirar cargos contra el delin-
cuente, lo que podría asimilarse a un criterio de oportunidad que ya prevé la Ley Na-
cional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.
En el mismo sentido, se puede observar que tanto la Ley Nacional del Sistema Integral
de Justicia Penal para Adolescentes como el Código Nacional de Procedimientos Pe-
nales, en concordancia con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
recogieron muchos de los principios que las referidas reglas disponían desde 1990.
Lectura recomendada
Reglas de Tokio

6. Directrices sobre la Justicia en asuntos

concernientes a los Niños Víctimas
y Testigos del Delito
Aprobadas por el Consejo Económico y social de la onu en su resolución 2005/20, en

la 36ª sesión plenaria del 22 de julio de 2005.
Contienen una serie de principios y derechos que los Estados parte, deben observar
y fomentar para garantizar la justicia para las y los niños víctimas y testigos de delitos.
En dichas directrices se establecen los principios de carácter general que deben res-
petar las y los profesionales y demás personas responsables del bienestar de las y los
niños víctimas y testigos de delitos:
a) Dignidad. Todo niño es una persona única y valiosa y, como tal, se deberá respetar y prote-
ger su dignidad individual, sus necesidades particulares, sus intereses y su intimidad;
b) No discriminación. Todo niño tiene derecho a un trato equitativo y justo, independiente-
mente de su raza, etnia, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole,
origen nacional, étnico o social, posición económica, impedimentos físicos y linaje o cual-
quier otra condición del niño, de sus padres o de sus tutores;
c) Interés superior del niño. Si bien deberán salvaguardarse los derechos de los delincuen-
tes acusados o declarados culpables, todo niño tendrá derecho a que su interés superior
sea la consideración primordial. Esto incluye el derecho a la protección y a una posibilidad
de desarrollarse en forma armoniosa;
i) Protección. Todo niño tiene derecho a la vida y la supervivencia y a que se le
proteja contra toda forma de sufrimiento, abuso o descuido, incluidos el abu-
so o el descuido físico, psicológico, mental y emocional;
ii) Desarrollo armonioso. Todo niño tiene derecho a crecer en un ambiente ar-
monioso y a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, es-
piritual, moral y social. En el caso de un niño que haya sido traumatizado,
deberán adoptarse todas las medidas necesarias para que disfrute de un
desarrollo saludable;
iii) Derecho a la participación. Con sujeción al derecho procesal nacional, todo
niño tiene derecho a expresar libremente y en sus propias palabras sus creen-
cias, opiniones y pareceres sobre cualquier asunto, y a aportar su contribu-
ción, especialmente a las decisiones que le afecten, incluidas las adoptadas
en el marco de cualquier proceso judicial, y a que esos puntos de vista

sean tomados en consideración, según sus aptitudes, su edad, madurez inte-

lectual y la evolución de su capacidad.
Por lo que hace a los Derechos instaurados en estas directrices y que son acordes
con otros instrumentos internacionales, se refieren a continuación con un breve resu-
men extraído de las Directrices en estudio:
EEDerecho a un trato digno y comprensivo

Ser tratados con tacto y sensibilidad a lo largo de todo el proceso de justicia,
tomando en consideración su situación personal y sus necesidades inmedia-
tas, su edad, sexo, impedimentos físicos y nivel de madurez y respetando ple-
namente su integridad física, mental y moral.
EE Derecho a la protección contra la discriminación

El proceso de justicia y los servicios de apoyo a disposición de las y los niños
víctimas y testigos de delitos y de sus familias deberán tener en cuenta la edad,
los deseos, el nivel de comprensión, el sexo, la orientación sexual, las circuns-
tancias étnicas, culturales, religiosas, lingüísticas y sociales, la casta, la situa-
ción socioeconómica y la condición de inmigrante o refugiado del niño o niña,
y también sus necesidades especiales, incluidas las relacionadas con su salud,
sus aptitudes y su capacidad.
Se deberá impartir a las y los profesionales capacitación y educación con res-

pecto a esas diferencias.
EE Derecho a ser informado

En la medida de lo posible y apropiado, las y los niños víctimas y testigos de
delitos, sus padres o tutores y sus representantes legales, desde su primer
contacto con el proceso de justicia y a lo largo de todo ese proceso, deberán
ser informados debidamente y con prontitud, entre otras cosas, de los servicios
a los que puede tener acceso, de tipo médico, procedimientos aplicables, me-
canismos de apoyo,

E Derecho a ser oído y a expresar opiniones y preocupaciones

Los y las profesionales deberán hacer todo lo posible para que las y los niños
víctimas y testigos de delitos puedan expresar sus opiniones y preocupaciones
en cuanto a su participación en el proceso de justicia
EEDerecho a una asistencia eficaz

Darles acceso a ellos y ellas, y cuando proceda, a su familia, asistencia de pro-
fesionales previamente capacitados. Esto podrá incluir servicios de asistencia y
apoyo como servicios financieros, jurídicos, de orientación, de salud, sociales y
educativos, de recuperación física y psicológica y demás servicios necesarios
para la reinserción del niño. Toda asistencia de esta índole deberá atender las
necesidades de las y los niños y permitirles participar de manera efectiva en
todas las etapas del proceso de justicia.
EE Derecho a la intimidad
Proteger toda la información relativa a la participación del niño o niña en el pro-
ceso de justicia. Esto se puede lograr manteniendo la confidencialidad y res-
tringiendo la divulgación de información que permita identificar a un niño o
niña que es víctima o testigo de un delito en el proceso de justicia
EE Derecho a ser protegido de sufrimientos durante el proceso de justicia

Los y las profesionales deberán tomar medidas para evitar sufrimientos a las y
los niños víctimas y testigos de delitos durante el proceso de detección, ins-
trucción y enjuiciamiento a fin de garantizar el respeto de su interés superior y
su dignidad.
EE Derecho a la seguridad
Las y los profesionales deberán estar capacitados para reconocer y prevenir la
intimidación, las amenazas y los daños a las y los niños víctimas y testigos de
delitos. Cuando esos niños o niñas puedan ser objeto de intimidación, amena-
zas o daños, se deberán adoptar las medidas apropiadas para garantizar su
seguridad.

EE Derecho a la reparación
Siempre que sea posible, las y los niños víctimas y testigos de delitos deberán
recibir reparación, a fin de conseguir su plena indemnización, reinserción y re-
cuperación. Los procedimientos para obtener y hacer ejecutoria una repara-
ción deberán ser fácilmente accesibles y adaptados a las y los niños.
EE Derecho a medidas preventivas especiales

Las y los profesionales deberán elaborar y poner en práctica amplias estrate-
gias e intervenciones adaptadas específicamente a los casos en que exista la
posibilidad de que se siga victimizando al niño o niña. En esas estrategias e
intervenciones se deberá tener en cuenta la naturaleza de la victimización, in-
cluida la derivada de los malos tratos en el hogar, la explotación sexual, los
malos tratos en instituciones y la trata de niños y niñas.
Se podrán aplicar estrategias basadas en iniciativas de las autoridades, de la

comunidad y de las y los ciudadanos.
Cabe señalar que la Suprema corte de Justicia de la Nación, se ha pronunciado sobre

el derecho de las y los menores víctimas en los procesos penales, con base en las
directrices invocadas en este Apartado, así lo ha sostenido en diversos criterios:
“El juzgador debe procurar el mayor acceso del menor al examen de su propio caso
pero, al mismo tiempo, evitar que su participación incremente los efectos negativos
del evento delictivo en su persona o, incluso, se convierta en una forma de revictimi-
zación. De manera que cada caso requiere una evaluación minuciosa de la situación
del niño y del contexto en que sufrió la criminalización para lograr decidir qué inter-
vención redundará en su mejor interés. De acuerdo con las directrices sobre la justicia
en asuntos concernientes a los niños víctimas y testigos de delitos, emitidas por la
Asamblea General de las Naciones Unidas, el derecho del menor víctima a participar
dentro del proceso penal no se limita a ofrecer una declaración formal de hechos, sino
que implica brindarle la oportunidad de que sus sentimientos y opiniones respecto al
proceso de justicia sean escuchados y tomados en cuenta por el juzgador, en función
de su madurez, edad y capacidad de discernimiento. Independientemente del nivel y
forma de participación del menor, el juzgador deberá hacer todo lo posible por cono-
cer sus preocupaciones y opiniones, en particular en relación con los siguientes te-
mas: a) sus sentimientos alrededor del hecho delictivo; b) su seguridad respecto del
acusado y las medidas tomadas en relación con éste y que puedan afectar la seguri-

dad del menor; c) la manera en que prefiere prestar testimonio; y, d) sus sentimientos
acerca de las conclusiones del proceso.”
Menor de edad víctima del delito. Su participación en el proceso penal debe ser progresiva
y atendiendo a su nivel de autonomía, tesis aislada publicada en el Semanario Judicial
de la Federación, el viernes 4 de diciembre de 2015.
Lectura recomendada
Directrices sobre la justicia en asuntos concernientes a los niños víctimas
y testigos de delitos
7. Convención Americana Sobre los Derechos

Humanos (Pacto de San José)
El Pacto de San José suscrito en el marco de la Organización de Estados Americanos,

es una compilación de lo que el mismo instrumento llama los derechos esenciales
del hombre, los cuales, no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado,
sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, razón por la
cual justifican una protección internacional, de naturaleza convencional coadyuvante
o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados americanos.
Esta Convención constituye un importante sistema de protección de los derechos

humanos en el continente americano.
Dicha Convención establece que para el cumplimiento de los compromisos contraí-

dos por los Estados Partes, son competentes dos muy importantes órganos:
•• La Comisión Interamericana de Derechos Humanos

•• La corte Interamericana de Derechos Humanos.

Entre el listado de Derechos previstos en dicha convención, para efectos de la temá-

tica en estudio, destacan los siguientes:
EEDerecho a la vida
EEDerecho a la integridad Personal
EEProhibición de la esclavitud y servidumbre
EEDerecho a la libertad personal
EEDerechos del niño
EEIgualdad ante la Ley
EEProtección Judicial
Lectura recomendada
Convención Americana sobre Derechos Humanos

Antecedentes inmediatos sobre la justicia
para adolescentes en México
El 12 de diciembre del año 2005 se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el
Decreto por el cual se reformó el artículo 18 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, como una de las primeras acciones del Estado Mexicano para
cumplir con los compromisos derivados de la Convención sobre los Derechos del
Niño que nuestro país ratificó en el año 1990.
La reforma al artículo 18 Constitucional, sentó las bases para el establecimiento del

sistema institucional de justicia para adolescentes acusados de infringir las leyes pe-
nales, así quedó plasmado en el mismo: “La operación del sistema en cada orden de
gobierno estará a cargo de instituciones, tribunales y autoridades especializados en
la procuración e impartición de justicia para adolescentes”
El sistema de justicia para adolescentes reconoce a los niños, niñas y adolescentes

como sujetos de derechos, contrario al anterior sistema tutelar, el cual, fue descrito
de la siguiente forma, en la opinión consultiva OC-17/2002 de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos:
“En el caso de México, se observa claramente la adopción del modelo tutelar. La legis-
lación considera al niño inimputable e incapaz, y de esta forma le brinda un tratamien-
to similar al que corresponde a los discapacitados mentales, negándoles el acceso al
debido proceso que se observa en las decisiones jurisdiccionales sobre adultos.
Según la legislación mexicana, los niños están sometidos a un proceso no jurisdiccio-

nal abstraído de la garantía judicial del debido proceso. Aquél implica un “tratamiento”
que consiste en la privación de la libertad decidida sin garantía alguna, y que en vez
de contribuir a la protección de los infantes trae consigo una serie de violaciones sis-
temáticas a los derechos y garantías de los niños niñas y adolescentes”.
Opinión Consultiva OC-17/2002 de 28 de agosto de 2002.
La reforma constitucional de 2005 estableció la obligación a cargo de la federación y

las entidades federativas de emitir la legislación secundaria para hacer efectivo el sis-

Marco Jurídico nacional e instrumentos orientadores
tema de justicia para adolescentes a más tardar el 12 de septiembre de 2006. La ma-

yoría de las legislaturas de los Estados emitieron la legislación correspondiente y para
el caso de la federación, dado que el Decreto no le impuso un plazo para su cumpli-
miento, emitió la Ley correspondiente hasta el 27 de diciembre del año 2012, entrando
en vigor el 27 de diciembre de 2014 y quedando abrogada el 2 de julio de 2015.
El 2 de julio de 2015 se publicó el Decreto por el que se reformaron los párrafos cuar-
to y sexto del artículo 18 y se reformó el inciso c) de la fracción XXI del artículo 73 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con la finalidad de estable-
cer el sistema integral de justicia para los adolescentes y dotar al Congreso de la
Unión de la facultad para expedir la legislación única en materia de justicia penal para
adolescentes, que regirá en la República en el orden federal y el fuero común.
El 16 de junio de 2016 se publicó la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal
para Adolescentes, cuyo objeto entre otros, es establecer el Sistema Integral de Jus-
ticia Penal para Adolescentes en la República Mexicana bajo los principios del siste-
ma acusatorio, el sistema nacional de seguridad pública y los estándares internacio-
nales en materia de protección a las y los menores.
El Artículo Primero Transitorio de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal
para Adolescentes establece que para la plena operación de dicho sistema, los re-
querimientos necesarios deberán estar incorporados en un plazo no mayor a tres
años a partir de la fecha de entrada en vigor de tal Decreto, por tanto, se tiene un
plazo que vence el 18 de junio de 2019 para contar con los esquemas organizaciona-
les y competencias profesionales que permitan a la pgr operar dicho sistema de
acuerdo a las bases constitucionales y principios del Derecho Internacional protector
de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Un principio básico que resaltan todos los instrumentos internacionales y normas in-
ternas respecto de los niños, niñas y adolescentes, es el reconocimiento de que los
niños, niñas y adolescentes son sujetos estructuralmente distintos a las personas
adultas; por tanto, el “mundo adulto”, debe adaptarse al lenguaje, razonamiento y ex-
periencias de los niños, niñas y adolescentes para no resultar tan intimidantes, lo cual,

de alguna manera constituiría una forma de limitar el acceso a la justicia a este sector
de la población. En este sentido, además de la profesionalización y especialización,
resulta necesario cambiar los espacios físicos, el entorno y ambientación de las insta-
laciones de las instituciones que tienen contacto con niños, niñas y adolescentes en
conflicto con la ley.
Lectura recomendada
Obligaciones internacionales de México en materia de justicia penal juvenil
Juan José Gómez Camacho
Marco jurídico vigente

a) Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece las bases del
sistema integral de justicia penal para adolescentes en México.
El artículo 18 de la Constitución, en su párrafo cuarto, establece lo siguiente:
Artículo 18. Sólo por delito que merezca pena privativa de libertad habrá lugar a prisión
preventiva. El sitio de ésta será distinto del que se destinare para la extinción de las
penas y estarán completamente separados.
La Federación y las entidades federativas establecerán, en el ámbito de sus respecti-

vas competencias, un sistema integral de justicia para los adolescentes, que será
aplicable a quienes se atribuya la comisión o participación en un hecho que la ley
señale como delito y tengan entre doce años cumplidos y menos de dieciocho años
de edad. Este sistema garantizará los derechos humanos que reconoce la Constitu-
ción para toda persona, así como aquellos derechos específicos que por su condición
de personas en desarrollo les han sido reconocidos a los adolescentes. Las personas
menores de doce años a quienes se atribuya que han cometido o participado en un
hecho que la ley señale como delito, sólo podrán ser sujetos de asistencia social.
La operación del sistema en cada orden de gobierno estará a cargo de instituciones,

tribunales y autoridades especializados en la procuración e impartición de justicia

para adolescentes. Se podrán aplicar las medidas de orientación, protección y trata-

miento que amerite cada caso, atendiendo a la protección integral y el interés supe-
rior del adolescente.
Las formas alternativas de justicia deberán observarse en la aplicación de este siste-

ma, siempre que resulte procedente. El proceso en materia de justicia para adoles-
centes será acusatorio y oral, en el que se observará la garantía del debido proceso
legal, así como la independencia de las autoridades que efectúen la remisión y las
que impongan las medidas. Éstas deberán ser proporcionales al hecho realizado y
tendrán como fin la reinserción y la reintegración social y familiar del adolescente, así
como el pleno desarrollo de su persona y capacidades. El internamiento se utilizará
sólo como medida extrema y por el tiempo más breve que proceda, y podrá aplicarse
únicamente a los adolescentes mayores de catorce años de edad, por la comisión o
participación en un hecho que la ley señale como delito.
A su vez, el artículo 73 relativo a las facultades del Congreso de la Unión, establece en

la fracción XXI, inciso c, la facultad de emitir una legislación única en materia de justi-
cia penal para adolescentes.
Artículo 73. El Congreso tiene facultad:

I a XX. […]
XXI. Para expedir:
a) […]
b) […]
c) La legislación única en materia procedimental penal, de mecanismos alternati-
vos de solución de controversias, de ejecución de penas y de justicia penal para
adolescentes, que regirá en la República en el orden federal y en el fuero común.
Especial atención merece el régimen de Derechos Humanos incorporado a nivel

constitucional en el año 2011, pues no olvidemos que la reforma constitucional de
2005 en materia de justicia para adolescentes deviene de una corriente internacional
derivada de la Convención de los Derechos del Niño de la onu, en este contexto, ad-
quiere un estatus primordial:
Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los dere-
chos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de
los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección,
cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las con-
diciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con

esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en
todo tiempo a las personas la protección más amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de pro-

mover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En con-
secuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a
los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.
Respecto al control difuso de la constitucionalidad y la convencionalidad, los jueces están

obligados a preferir los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los trata-
dos internacionales, a pesar de las disposiciones en contrario que se encuentren en cual-
quier norma inferior. Aunque no pueden invalidar las normas contrarias, sí pueden dejar
de aplicar las normas y dar preferencias a las contenidas en la Constitución y los Tratados.
Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de
ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se ce-
lebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley
Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada entidad federativa se arreglarán a dicha
Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda
haber en las Constituciones o leyes de las entidades federativas.
Aspectos relacionados con la justicia penal para adolescentes

que regula el texto constitucional:
•• Establece con precisión la población destinataria del régimen de justicia
para adolescentes, considerando a las personas que tengan más de 12 años
y menos de 18.
•• Los menores de 12 años sólo serán sujetos de asistencia social.
•• Reconoce a las y los adolescentes la condición de personas en desarrollo.
•• Dispone la obligación de establecer instituciones, tribunales y autoridades
especializados.
•• Se replican dos principios de Derecho Internacional, la protección integral y
el interés superior del adolescente.
•• Dispone que el proceso en materia de justicia para adolescentes, será acu-
satorio y oral.

•• Incorpora la garantía del debido proceso legal.

•• Establece que el internamiento se utilizará sólo como medida extrema y por
el tiempo más breve que proceda.
•• El internamiento sólo podrá aplicarse a las y los adolescentes mayores de
catorce años.
•• Se faculta al Congreso de la Unión para expedir la legislación única en ma-
teria de justicia penal para adolescentes.
•• Se reconoce una protección más amplia en materia de Derechos Humanos
derivados de los Tratados Internacionales de los que México sea parte.
•• En materia de Derechos Humanos, se obliga a la protección más amplia de
las personas.
•• Todas las autoridades del país están obligadas a velar por los derechos hu-
manos contenidos en la Constitución Federal y en los instrumentos interna-
cionales celebrados por el Estado Mexicano
•• Se establece la obligación de interpretar las normas relativas a los derechos
humanos, favoreciendo en todo tiempo la protección más amplia a las per-
sonas (principio pro persona).
•• Se establece el control difuso de la constitucionalidad y la convencionali-
dad a cargo de todas las autoridades del Estado mexicano, las que tienen
obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos reco-
nocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que el
propio Estado mexicano es parte.
•• los jueces nacionales tanto federales como del orden común, están facultados
para pronunciarse e inaplicar normas que consideren no conformes a la Cons-
titución o a los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
b) Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes

El 4 de diciembre de 2014, se expidió la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños
y Adolescentes, la cual, de conformidad con su Artículo 1, tiene el siguiente objeto:
I. Reconocer a niñas, niños y adolescentes como titulares de derechos,

de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad; en los términos que establece el artícu-

lo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;

II. Garantizar el pleno ejercicio, respeto, protección y promoción de los de-
rechos humanos de niñas, niños y adolescentes conforme a lo estable-
cido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los
tratados internacionales de los que el Estado mexicano forma parte;
III. Crear y regular la integración, organización y funcionamiento del Siste-
ma Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes, a efecto de que el Estado cumpla con su responsabilidad
de garantizar la protección, prevención y restitución integrales de los
derechos de niñas, niños y adolescentes que hayan sido vulnerados;
IV. Establecer los principios rectores y criterios que orientarán la política
nacional en materia de derechos de niñas, niños y adolescentes, así
como las facultades, competencias, concurrencia y bases de coordi-
nación entre la Federación, las entidades federativas, los municipios y
las demarcaciones territoriales del Distrito Federal; y la actuación de
los Poderes Legislativo y Judicial, y los organismos constitucionales
autónomos, y
V. Establecer las bases generales para la participación de los sectores
privado y social en las acciones tendentes a garantizar la protección y
el ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes, así como a
prevenir su vulneración.
Lectura recomendada
Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
c) Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal

para Adolescentes
El 16 de junio de 2016, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por
el cual el Congreso de la Unión expidió la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia
Penal para Adolescentes. El artículo Segundo Transitorio, dispuso la abrogación de
todas las leyes en materia de justicia para adolescentes.

La Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, aplicará a
los procedimientos penales para adolescentes iniciados por hechos ocurridos a partir
de su entrada en vigor.
Los procedimientos penales que hubiesen iniciado antes de la entrada en vigor de

dicha Ley Nacional, continuarán sustanciándose conforme a la legislación aplicable
en el momento del inicio de los mismos.
De conformidad con el artículo primero Transitorio del Decreto por el que se expide la
Ley Nacional del sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, los requeri-
mientos necesarios para la plena operación del Sistema Integral de Justicia Penal
para Adolescentes, deberán estar incorporados el 18 de junio de 2019.
El ordenamiento de referencia, materializa dos importantes aspectos:
1. El cumplimiento de una serie de compromisos internacionales en ma-

teria de Derechos Humanos en favor de los niños, niñas y adolescen-
tes, que el Estado Mexicano tenía inconclusos desde 1990, año en que
se ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño.
2. Un sistema integral de justicia enmarcado en el ámbito del sistema
nacional de seguridad pública.
La Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, conforme a
su artículo 2, tiene por objeto lo siguiente:
EEEstablecer el Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes

EEGarantizar los derechos humanos de las y los adolescentes en conflicto con
la ley
EEEstablecer los principios rectores
EEEstablecer las bases, requisitos y condiciones de los mecanismos alternati-
vos de solución de controversias de dicho sistema;
EEDeterminar las medidas de sanción correspondientes, según su grupo etario;
EEDefinir las instituciones, órganos y autoridades especializados

EEEstablecer los procedimientos de ejecución de medidas de sanción y solu-

ción de controversias que surjan con motivo de la ejecución de las medidas
EEDeterminar los mecanismos de cumplimiento, sustitución y terminación de
las medidas de sanción.
Aspectos relevantes previstos en la Ley Nacional del Sistema Integral

de Justicia Penal para Adolescentes:
EELa Ley en comento en su Título segundo denominado “Principios y Dere-

chos en el Procedimiento”, recoge una serie de principios derivados de los
diversos instrumentos internacionales que se verán en el siguiente módulo.
EEAutoridades, Instituciones y órganos.

1. El Ministerio Público Especializado
2. Órganos Jurisdiccionales
3. Defensa Pública
4. Facilitadores de Mecanismos Alternativos
5. Autoridad Administrativa
6. Policías de Investigación
7. Autoridades Auxiliares: Organismos protectores de Derechos Huma-
nos Nacionales y Estatales. Policías y Peritos.
EEMecanismos alternativos de Solución de Controversias y formas de termi-

nación anticipada en la Justicia para Adolescentes.
Mecanismos Alternativos de Solución de controversias

•• M
 ediación
•• P rocesos Restaurativos
Soluciones Alternas
•• A
 cuerdos Reparatorios
•• S uspensión condicional del proceso

Etapas y fases del procedimiento para Adolescentes.

•• Investigación
•• Audiencia Inicial
•• Etapa Intermedia
•• Juicio
•• Medidas de Sanción
Medidas Cautelares
•• P
 resentación periódica ante autoridad que el Juez designe
•• P rohibición de salir del país o localidad o de un ámbito territorial
que fije el juez
•• Obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una persona o
institución determinada
•• Prohibición de asistir a determinadas reuniones o de visitar o acer-
carse a ciertos lugares
•• Prohibición de convivir, acercarse o comunicarse con determina-
das personas
•• Separación inmediata del domicilio
•• Colocación de localizadores electrónicos
•• Garantía económica para asegurar la comparecencia
•• Embargo de bienes
•• Inmovilización de cuentas
•• Resguardo domiciliario
•• Internamiento preventivo
Medidas de sanción privativas de libertad
•• E  stancia domiciliaria
•• I nternamiento
Lectura obligatoria
Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes

Instrumentos orientadores
Protocolo de actuación para quienes imparten justicia
en casos que involucren niñas, niños y adolescentes emitido
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación
En febrero de 2012 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (scjn) emitió el Proto-
colo de referencia, el cual, a decir de su propia exposición, “…es un instrumento que
sistematiza una serie de prácticas que han sido consideradas como necesarias para
garantizar los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes, en particular
aquellos relacionados con el acceso a la justicia, aunque no de manera limitativa. De
esa forma recoge las condiciones mínimas que se considera no pueden faltar cuando
éstos se encuentran ante un proceso de impartición de justicia”.
Además, la propia scjn ha señalado que fue creado con el fin de proveer a las y los
juzgadores de una herramienta que pueda auxiliarlos en los casos en que exista un
interés directo de las y los menores, independientemente de la situación en la que se
encuentren.
Es fundamental conocer y aplicar este instrumento, pues existe una Tesis aislada de
los Tribunales Colegiados de Circuito en el sentido de que es vinculante porque refle-
ja los compromisos del Estado mexicano en materia de derechos humanos de las
niñas, niños y adolescentes:
Derechos humanos. El protocolo de actuación para quienes imparten justicia en

casos que afecten a niñas, niños y adolescentes, elaborado por la suprema corte
de justicia de la nación, es vinculante, al reflejar los compromisos firmados por el
estado mexicano en aquella materia.

Dicho instrumento se considera vinculante, toda vez que refleja los compromisos fir-
mados por el Estado Mexicano en materia de derechos humanos, en relación con el
trato que se debe dispensar a los menores que se enfrentan a un proceso judicial de
cualquier índole, por ello, cuando éstos tengan que testificar o declarar ante un Juez o
en un juicio en donde estén inmiscuidas su guarda y custodia, deberán aplicarse, en lo
conducente, las reglas contenidas en el capítulo III en sus numerales del uno al siete
del protocolo en cita.
Tesis: VII.2o.C.36 C (10a.) Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Décima Época.

Tribunales Colegiados de Circuito Libro XVIII, Marzo de 2013, Tomo 3 p. 1994
Tesis Aislada (Constitucional, Civil)
El Protocolo de referencia recoge un conjunto de reglas y principios previstos en dis-

tintos instrumentos internacionales, así como en distintas leyes nacionales. Al mismo
tiempo, el protocolo relaciona los instrumentos jurídicos nacionales, internacionales
con los principios rectores de la materia y va ligando las características de la infancia
que deben tutelarse en las actuaciones de la autoridad. En el mismo sentido va refi-
riendo las Reglas de actuaciones generales y específicas para las y los adolescentes
en conflicto con la ley.
Resulta en efecto un instrumento valioso y orientador de la autoridad, por tanto es

muy recomendable su estudio a profundidad y su consulta de manera periódica.
Lectura obligatoria
Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren niñas,
niños y adolescentes emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Ha concluido el tema 1
Introducción


para adolescentes

para adolescentes

Tema 2
Principios y reglas
del sistema de justicia
penal para
adolescentes
Contenido
Principios y derechos del sistema de justicia

penal para adolescentes
1. Principios generales que rigen el Sistema

de Justicia para Adolescentes
a) Interés superior de la niñez.
b) Protección integral de los derechos de la persona
adolescente
c) Integralidad, indivisibilidad e interdependencia
d) Prohibición de tortura y otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes
e) No discriminación e igualdad sustantiva
f) Aplicación favorable
g) Otros principios
2. Principios Generales del Procedimiento
3. Reglas de actuación en el Sistema de Justicia

para Adolescentes

Principios y reglas del sistema
de justicia penal para adolescentes
En relación con los principios, Rubén Vasconcelos Méndez1 señala que son criterios
orientadores ineludibles en la estructuración del sistema de juzgamiento para ado-
lescentes y además justifican y explican sus diferencias respecto a otros regímenes
penales. Por ello deben encontrar realización en el proceso para las y los adolescen-
tes en todas sus etapas: averiguación, proceso, individualización y ejecución de me-
didas, y agrega que son principios transversales en el sentido de que deben conside-
rarse en todo momento del proceso ya que caracterizan al derecho penal juvenil. Sin
su aplicación y desarrollo no hay justicia para adolescentes.
El mismo autor sostiene que los principios no son meras declaraciones retóricas que
figuran en los textos constitucionales y legales. Son órdenes o mandatos de realización
u optimización, razones para decisiones normativas, e incluso, para la exclusión de la
aplicación de otras normas que se les opongan. El proceso penal juvenil debe ser el
desarrollo y “momentos de validez” de los principios establecidos en la Constitución.
A continuación, se alude a los principios que rigen el Sistema de Justicia Penal para
Adolescentes en México, de conformidad con el marco jurídico nacional.
1 Cfr. Vasconcelos Méndez Rubén, La Justicia para Adolescentes en México. Unicef, IIJ, México 2009.

Principios y reglas del sistema de justicia penal para adolescentes
1. Principios generales que rigen el Sistema

de Justicia para Adolescentes
Tanto la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Tratados Internacio-
nales y la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, postu-
lan un conjunto de principios rigen la justicia penal para adolescentes, en consecuen-
cia, las distintas disposiciones legales, deberán interpretarse y aplicarse en
concordancia con dichos principios.
a) Interés superior de la niñez

El artículo 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño se refiere a este principio
en los siguientes términos: “En todas las medidas concernientes a los niños que to-
men las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las auto-
ridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que
se atenderá será el interés superior del niño”.
El Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que afecten a ni-
ñas, niños y adolescentes, publicado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
refiere que uno de los obstáculos que se presenta cuando se trata de definir su signi-
ficado es que se trata de un concepto que no es unívoco, sino dinámico, debido a que
su contenido se reinterpreta de manera diferente para cada niño o niña, a partir de su
estado particular, considerando diversos aspectos como su situación, desarrollo,
contexto cultural, social, sus necesidades, entre otros elementos.
Diversos instrumentos nacionales e internacionales invocan este principio, el cual, para

efectos del Artículo 12 de la Ley del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes,
se entiende como derecho, principio y norma de procedimiento dirigido a asegurar el
disfrute pleno y efectivo de todos los derechos de la niñez, en el mismo sentido estable-
ce que la determinación del interés superior debe apreciar integralmente lo siguiente:
I. El reconocimiento de éstos como titulares de derechos;

II. La opinión de la persona adolescente;

III. Las condiciones sociales, familiares e individuales de la persona ado-

lescente;
IV. Los derechos y garantías de la persona adolescente y su responsabilidad;
V. El interés público, los derechos de las personas y de la persona ado-
lescente;
VI. Los efectos o consecuencias que la decisión que se adopte pueda
tener en el futuro de la persona adolescente, y
VII. La colaboración de las partes intervinientes para garantizar su desarro-
llo integral e integridad personal.
Dicho precepto enfatiza que en todas las resoluciones se deberá dejar patente que
el interés superior ha sido una consideración primordial, señalando la forma en la
que se ha examinado y evaluado el interés superior y la importancia que se le ha atri-
buido en la decisión administrativa o judicial.
En este punto cabe señalar que la Convención sobre los Derechos del Niño, en su
artículo primero, considera a la niña y al niño a todo ser humano menor de dieciocho
años de edad, salvo en virtud del derecho interno de cada Estado, haya alcanzado
antes la mayoría de edad.
b) Protección integral de los derechos de la persona adolescente

Previsto en la Convención de Derechos del niño y otros ordenamientos jurídicos, este
principio a decir de Rubén Vasconcelos Méndez, “exige que los derechos de niñas,
niños y adolescentes sean reconocidos, promovidos, protegidos y garantizados abar-
cando todos los ámbitos de su desarrollo y con prioridad absoluta, y que cuando sean
amenazados o violados, existan medidas para su restablecimiento.
El Artículo 13 de la Ley del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes pres-
cribe lo siguiente: “Las personas adolescentes gozan de todos los derechos humanos
inherentes a las personas. Les serán garantizadas las oportunidades y facilidades, a
fin de asegurarles las mejores condiciones para su desarrollo físico, psicológico y so-
cial, en condiciones de dignidad.

Todas las autoridades del Sistema deberán respetar, proteger y garantizar los dere-
chos de las personas adolescentes mientras se encuentren sujetas al mismo.”
c) Integralidad, indivisibilidad e interdependencia

El artículo 14 de la Ley Nacional del Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, se-
ñala que los derechos de las personas adolescentes son indivisibles y guardan inter-
dependencia unos con otros y sólo podrán considerarse garantizados en razón de su
integralidad.
La Doctora Sofía Cobo, respecto del principio de integralidad señala lo siguiente: “La
integralidad del sistema implica que éste debe ser visto de manera multidisciplinaria
y contar con la participación de varias ramas del conocimiento humano, por lo cual la
especialización de las autoridades no sólo debe enfocarse a la capacitación y a los
estudios en la materia, sino al trato con adolescentes, ampliándose así los parámetros
del concepto”.2
En relación con estos principios, Luis Daniel Vázquez y Sandra Serrano,3 señalan lo
siguiente:
La Conferencia de Viena de 1993 constituye el último eslabón en esta evolución de los

conceptos de interdependencia e indivisibilidad. La Declaración y Programa de Acción
de Viena establece que todos los derechos humanos son universales, indivisibles e
interdependientes y están relacionados entre sí. La comunidad internacional debe tra-
tar los derechos humanos en forma global y de manera justa y equitativa, en pie de
igualdad y dándoles a todos el mismo peso. Debe tenerse en cuenta la importancia de
las particularidades nacionales y regionales, así como de los diversos patrimonios his-
tóricos, culturales y religiosos, pero los Estados tienen el deber, sean cuales fueren
sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los
derechos humanos y las libertades fundamentales.
2 COBO, Sofía. El principio de flexibilidad de la medida y los derechos humanos de las personas adolescentes en
conflicto con la ley; publicado en la revista Dfensor, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal, año XIV, número 9, septiembre de 2016.
3 Cfr. Los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. Apuntes para su aplicación
práctica. Biblioteca jurídica virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la unam, https://archivos.
juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3033/7.pdf

La indivisibilidad niega cualquier separación, categorización o jerarquía entre los de-

rechos humanos. El aspecto central de este criterio es que los Estados no están auto-
rizados a proteger y garantizar una determinada categoría de derechos humanos en
contravención de otra, sino que todos los derechos humanos merecen la misma aten-
ción y urgencia. Bajo esta lógica, “… la existencia real de cada uno de los derechos
humanos sólo puede ser garantizada por el reconocimiento integral de todos ellos”.
La interdependencia comprende, al menos, un par de relaciones donde: a) un derecho

depende de otro(s) derecho(s) para existir, y b) dos derechos (o grupos de derechos) son
mutuamente dependiente para su realización. En este sentido, el respeto, garantía, pro-
tección y promoción de uno de los derechos impactará en el otro (s) y/o, viceversa.
d) Prohibición de tortura y otros tratos o penas crueles,

inhumanos o degradantes
Es un principio que deriva de diversos instrumentos internacionales y de la constitu-
ción Política de los Estados Unidos Mexicanos, el mismo, se refiere a que la autoridad
no podrá realizar actos que constituyan tortura u otros tratos o penas crueles, inhu-
manos o degradantes.
El Art. 15 e la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes,
establece la obligación de que las autoridades garanticen la seguridad física, mental
y emocional de las personas adolescentes.
e) No discriminación e igualdad sustantiva

La Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes recoge este
principio y establece que no se admitirá discriminación motivada por origen étnico o
nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condición de salud, religión,
opinión, preferencia sexual, identidad de género, estado civil o cualquier otra, ya sea
de la persona adolescente o de quienes ejercen sobre ellas la patria potestad o tute-
la, que atenten contra su dignidad humana.

1
Protección del niño, niña o
adolescente contra las formas
generales de siscriminación
El principio de
No discriminación
contiene tres aspectos
importantes
2 3
Distinción positiva de
La protección contra la
calidad del niño, niña o
discriminación se refiere a la
adolescente, el cual atiende a
corta edad de una persona por sí
sus necesidades concretas y al
sola, no puede ser una razón
interés superior, con el fin de
preponderante ni aceptable
hacer valer cabalmente todos
para descartar su
los derechos de los que
testimonio
son acreedores
Elaboración propia con información del Protocolo de Actuación para quienes imparten justicia
en casos que afecten a niñas, niños y adolescentes.
Por lo que hace a la igualdad sustantiva, se entiende el acceso al mismo trato y opor-
tunidades para el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las li-
bertades fundamentales.

f) Aplicación favorable
En ningún caso se podrán imponer a las personas adolescentes medidas más graves
ni de mayor duración a las que corresponderían por los mismos hechos a un adulto,
ni gozar de menos derechos, prerrogativas o beneficios que se le concedan a estos.
De igual forma, bajo ninguna circunstancia se establecerán restricciones en los pro-
cesos e solución de conflictos que perjudiquen en mayor medida a la persona ado-
lescente que al adulto. (Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Ado-
lescentes, Artículo 17)
g) Otros principios
La Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, prevé diver-
sos principios que deben ser considerandos en la aplicación de la misma, tales como
la mínima intervención y subsidiariedad, autonomía progresiva, responsabilidad y jus-
ticia restaurativa, esta última con el fin de reparar el daño, comprender el origen del
conflicto, sus causas y consecuencias.
2. Principios Generales del Procedimiento
De conformidad con el artículo 22 de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia

Penal para Adolescentes, el sistema será acusatorio y oral y se observarán los siguien-
tes principios: publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación
con las adecuaciones y excepciones propias del sistema especializado.
Respecto a la especialización, el artículo 23 de la Ley en cita, establece la obligación

de que las autoridades del Sistema de justicia penal para adolescentes, estén forma-
das, capacitadas y especializadas en materia de justicia para adolescentes.
Asimismo la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes,
prevé la observancia de principios relacionados con el proceso y la actuación de la
autoridad:

•• Legalidad. No podrá procesarse o someterse a una persona adolescente

por actos u omisiones que no estén previamente definidos de manera ex-
presa como delitos en las leyes penales.
•• Ley más favorable. Cuando una misma situación relacionada con personas
adolescentes, se encuentre regulada por leyes o normas diversas, siempre
se optará por la que resulte más favorable a sus derechos, o a la interpreta-
ción más garantista que se haga de las mismas. A este principio se le cono-
ce también como pro persona.
•• Presunción de inocencia. Toda persona adolescente debe ser considerada
y tratada como inocente en todas las etapas del procedimiento mientras no
se declare su responsabilidad mediante sentencia firme emitida por Órgano
Jurisdiccional, en los términos señalados en la Ley.
•• Medidas de privación de la libertad como medida extrema y por el menor
tiempo posible. Las medidas de privación de la libertad se utilizarán como
medida extrema y excepcional, sólo se podrán imponer a personas adolescen-
tes mayores de catorce años, por los hechos constitutivos de delito que esta
Ley señala, por un tiempo determinado y la duración más breve que proceda.
•• Publicidad. Todas las audiencias se realizarán a puerta cerrada, salvo que
la persona adolescente solicite que sean públicas, previa consulta con su
defensor.
•• Celeridad procesal. Los procesos en los que estén involucradas personas
adolescentes se realizarán sin demora y con la mínima duración posible,
por lo que las autoridades y órganos operadores del Sistema, deberán ejer-
cer sus funciones y atender las solicitudes de los interesados con prontitud
y eficacia, sin causar dilaciones injustificadas, siempre que no afecte el de-
recho de defensa.

3. Reglas de actuación en el Sistema de Justicia

para Adolescentes
El Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren ni-
ñas, niños y adolescentes emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se-
ñala que existen previsiones generales que deben aplicarse en toda ocasión en que
el niño, niña o adolescente participen en un procedimiento judicial, no corresponden
a un momento procedimental específico, sino deben aplicarse en todo supuesto en
el que participe dentro del proceso. En tal sentido, refiere las prácticas que deben
orientar a toda persona que tiene a su cargo casos relacionados con la infancia.
1. Ser informado e informada

Tanto los adolescentes como sus padres, madres, tutores, tutoras o sus representan-
tes legales deberán ser informados con prontitud en un lenguaje asequible a ellos de
lo siguiente:
a. Disponibilidad de servicios médicos, psicológicos, sociales y otros de

interés, así como los medios para acceder a ellos, junto con asesora-
miento o representación legal o de otro tipo.
b. Los procedimientos aplicables en el proceso de justicia, señalando la
importancia de su participación, el momento y manera de dar testimo-
nio y su participación durante la investigación y juicio.
c. Mecanismos de apoyo a su disposición cuando hagan una denuncia
d. Las fechas y lugares específicos de las diligencias
e. Las medidas de protección disponibles
f. Los mecanismos existentes para revisar las decisiones que afecten a
las niñas y niños
g. Sus derechos de conformidad con el sistema jurídico nacional e inter-
nacional
h. En su caso, las posibilidades que exista para obtener reparación del daño.
i. La existencia y funcionamiento de programas de justicia restaurativa.

j. En caso de niños, niñas y adolescentes acusados de cometer delitos,

informarles la evolución y estado de la causa en cuestión.
2. Asistencia a la persona menor de 18 años

Durante el proceso de impartición de justicia debe brindársele asistencia cuando lo
requiera, a fin de evitar, prevenir o mitigar las consecuencias del proceso en la media
de lo posible y favorecer el desarrollo armonioso del niño, niña o adolescente.
3. Fiabilidad de la declaración del niño, niña o adolescente

Se considerará que todo niño, niña o adolescente es un testigo capaz, lo que conlleva
a que su testimonio no se considerará carente de validez o de credibilidad sólo en
razón de su edad, siempre que por su edad y madurez pueda prestar testimonio de
forma inteligible.
4. Prueba de capacidad
La prueba de capacidad tiene por objeto determinar si el niño, niña o la persona adoles-
cente, a partir de su edad y de su propio grado de desarrollo y madurez, puede com-
prender las preguntas que se le formulen en un lenguaje comprensible para el mismo.
5. Verificación de que una persona de apoyo acompaña al niño, niña o

adolescente
Antes de invitar a un niño, niña o adolescente a comparecer, la persona encargada
deberá comprobar que el niño, la niña o la persona adolescente ya están recibiendo
la asistencia de una persona de apoyo. Si no es así, se solicitará a la instancia que se
determine el nombramiento de una persona de apoyo, previa consulta con la o el
menor de 18 años, sus padres o tutores.
6. Testimonio de la niña, el niño o perona adolescente

Condiciones que deben observarse para que el testimonio del niño, niña o adoles-
cente se recoja de manera óptima, mismas que a continuación se enlistan:

a. Medidas para facilitar el testimonio

i. Canalizar a los niños y niñas con personas profesionales especializa-
das, de diversas disciplinas, que atiendan sus necesidades;
ii. Permitir que personal del apoyo, incluidos especialistas y familiares
apropiados, acompañen al niño o niña mientras prestan testimonio;
iii. Si procede, nombrar a una persona como su totora.
b. Idioma e intérprete
Se deberá garantizar que el procedimiento se desarrolle en lenguaje sencillo y com-
prensible.
c. Preparación del niño, niña o adolescente para que su participación

sea sin temor
Explicar de acuerdo a su edad y grado de desarrollo, la naturaleza y el propósito de la
diligencia en la que participará. Se le transmitirá que podrá expresarse sin temor, uti-
lizando mensajes básicos; quiénes estarán presentes y l función de cada uno. Expli-
carle su libertad de decir que no entiende algo o para hablar o guardar silencio según
sea su deseo.
d. Testificación
Ningún niño, niña o persona adolescente será obligado a testificar en el proceso de
justicia contra su voluntad o sin el conocimiento de su madre, padre, tutor o tutora.
e. Exhorto de decir la verdad

Las y los servidores públicos en conjunto con el personal especializado de apoyo, se
cerciorarán de que el niño, niña o persona adolescente entienda y manifieste a su
modo que se conduce o conducirá con verdad.
f. Presencia de personal capacitado

Se procurará que en toda declaración, ampliación o plática sostenida con un niño,
niña o persona adolescente se cuente con la presencia de personal capacitado en la
atención especializada a población infantil.

g. Requerimientos metodológicos
Independientemente de la metodología o modelo de intervención utilizada con el
niño, niña o persona adolescente, ésta deberá ajustarse a los siguientes requisitos:
i. Debe basarse en las características de desarrollo cognitivo, emocional

y moral de la persona menor de 18 años.
ii. Debe permitir la narrativa libre por parte de la persona adolescente
como base para toda indagatoria
iii. Debe contemplar la adecuada elaboración de preguntas para el escla-
recimiento de lo narrado por el niño, niña o adolescente
iv. Debe contemplar el uso adecuado de materiales de apoyo para la ex-
presión del niño, niña o adolescente
v. Debe contemplar, estrategias para el manejo de la tensión y estrés en
el niño, niña o adolescentes, así como la detección y manejo de meca-
nismos de defensa psicológicos.
h. Registro de la participación del niño, niña o adolescente

Toda actuación infantil deberá ser grabada en audio e imagen en su totalidad. La gra-
bación deberá integrarse, ser transcrita y permanecer en el expediente de manera
inmediata, así como extenderse copia al representante legal del niño o niña cuando
así lo soliciten las partes del proceso.
i. Valoración del dicho infantil

Toda valoración de una declaración infantil deberá ser hecha tomando en cuenta sus
derechos y deberán considerar su grado de desarrollo, particularmente al momento
de estudiar aparentes contradicciones en el mismo.
Como se advierte en este módulo, el sistema integral de Justicia penal para Adoles-
centes, se compone por los principios y criterios generales previstos tanto en la Cons-
titución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como en la Ley especializada en la
materia, y los mismos deberán ser tomados en cuenta por los servidores públicos que
tengan que aplicar dicho ordenamiento, con motivo de sus funciones tengan contac-
to con niños, niñas y personas adolescentes.

La obligación de las y los servidores públicos de observar los mecanismos de protec-

ción a los adolescentes, es producto de un largo proceso que ha seguido la lucha por
el reconocimiento por el derecho de uno de los grupos más vulnerables de la socie-
dad, en ese sentido como acertadamente lo señala la experta Mary Beloff, significa
que niños, niñas y adolescentes son titulares de los mismos derechos de los que
gozan todas las personas más un “extra” de derechos específicos que se motiva en su
condición de ser personas que están creciendo. Ni media persona ni persona in-com-
pleta ni incapaz, simplemente se trata de una persona en las circunstancias de estar
creciendo. Las personas son completas en cada momento de su crecimiento (Res-
ponsabilidad Penal Juvenil y Derechos Humanos).

Introducción


para adolescentes

para adolescentes

Tema 3
Sujetos y órganos
del sistema de justicia
para adolescentes
Contenido
Sujetos y órganos del sistema de justicia para

adolescentes
1. Autoridades, Instituciones y Órganos

especializados del sistema de justicia
para adolescentes
2. Sujetos del sistema de justicia

para adolescentes
3. Características de la infancia relevantes

para su participación en un procesos jurídico

Sujetos y órganos del sistema de justicia
para adolescentes
El sistema de justicia penal para adolescentes, es un régimen especial de Derecho
dirigido a un grupo especial de la población que históricamente ha sido motivo de
preocupación por parte de los organismos internacionales; ahora, el estado Mexicano
ha establecido un sistema integral en el que confluye la intervención de diferentes
sujetos e instancias cuyo propósito es garantizar la justicia a los adolescentes en con-
flicto con la ley.
El sistema de justicia para adolescentes, es la respuesta estatal frente a la imputación

de un delito a personas menores de dieciocho años de edad, quienes responden por
sus delitos en la medida en que el propio Estado los reconoce como sujetos de Dere-
cho con cierta capacidad para auto determinarse, a partir de cierta edad. Es un siste-
ma de justicia especializado y completamente distinto al sistema tutelar que conside-
raba a los menores como inimputables y los dejaba bajo la tutela de un juez que los
privaba de todos sus derechos, además, es un sistema distinto al de los adultos.1
1. Autoridades, Instituciones y Órganos

especializados del sistema de justicia
para adolescentes
Ministerio Público especializado en justicia para adolescentes

Agentes del Ministerio Público Especializados en justicia para Adolescentes, tendrán
la obligación de investigar los delitos y ejercer la acción penal ante la autoridad judi-
cial. Y respecto de los adolescentes, en términos del artículo 66 de la ley de la mate-
ria, deberán:
1 BELOFF, Mary. Protección Integral de Derechos del niño vs Derechos en situación irregular. Biblioteca virtual
del IIJ de la unam. p. 114

Sujetos y órganos del sistema de justicia para adolescentes
I. Garantizar el respeto y cumplimiento de los derechos y garantías de

las personas adolescentes;
II. Garantizar que desde el momento en que sea puesto a su disposición,
la persona adolescente se encuentre en un lugar adecuado a su con-
dición de persona en desarrollo y diferente al destinado a los adultos;
III. Prevenir a la persona adolescente, desde el momento en el que sea
puesto a su disposición, sobre su derecho a nombrar un defensor y, en
caso de no contar con uno, informar de inmediato a la Defensoría Pú-
blica para que le sea designado un defensor;
IV. Informar de inmediato a la persona adolescente, a sus familiares, al
defensor y, en su caso, a la persona que designe como persona en
quien confíe, sobre su situación jurídica y los derechos que le asisten;
V. Llevar a cabo las diligencias correspondientes para comprobar la edad
de la persona detenida;
VI. Otorgar a la persona adolescente, defensor y, en su caso, a su familia,
la información sobre la investigación, salvo los casos excepcionales
previstos en el Código Nacional;
VII. Garantizar, siempre que resulte procedente, la aplicación de criterios
de oportunidad, en los términos de esta Ley, el Código Nacional y de-
más disposiciones aplicables;
VIII. Garantizar, siempre que resulte procedente, la utilización de mecanis-
mos alternativos, a fin de cumplir con los principios de mínima inter-
vención y subsidiariedad;
IX. Garantizar que no se divulgue la identidad de la persona adolescente
y de la víctima u ofendido, y
X. Las demás que establece esta Ley.
Órganos Jurisdiccionales especializados en justicia para adolescentes

Son los jueces de control, los tribunales de juicio oral y los jueces de ejecución.
Se encargan de resolver las controversias relacionadas con la comisión de delitos por
parte de las adolescentes, en el mismo sentido son los facultados para la imposición
de sanciones.

Defensa Pública especializada en justicia para adolescentes

Se trata de las y los defensores públicos y privados que se encargan de la defensa de
las personas adolescentes. Como tales, deben tener conocimientos en justicia para
las y los adolescentes.
Sus obligaciones y atribuciones en términos del artículo 67 de la Ley de la materia,

son las siguientes:
I. Realizar entrevistas para mantener comunicación constante con la

persona adolescente y con sus responsables para informarles del es-
tado del procedimiento;
II. Informar de inmediato a las autoridades correspondientes cuando no
se respeten los derechos de la persona adolescente o sea inminente
su violación;
III. Informar de inmediato a la persona adolescente su situación jurídica,
así como los derechos y garantías que le otorgan las disposiciones le-
gales aplicables, y
IV. Realizar todos los trámites o gestiones necesarios que garanticen a la
persona adolescente una defensa técnica y adecuada.
Facilitador de Mecanismos Alternativos especializado en justicia para adolescentes

Las y los facilitadores son los profesionales certificados y especializados en personas
adolescentes, cuya función es facilitar la participación de los intervinientes en los me-
canismos alternativos y justicia restaurativa.
Sus obligaciones en términos del artículo 69 de la Ley Nacional del Sistema Integral
de Justicia Penal para Adolescentes, con las siguientes:
I. Cumplir con la especialización en los términos de esta Ley y de las

disposiciones aplicables en materia de justicia para adolescentes;
II. Vigilar que en los mecanismos alternativos no se afecten derechos de
terceros, disposiciones de orden público o interés social;
III. Cumplir con los principios de los mecanismos alternativos establecidos

en esta Ley y asegurarse, en la medida de sus posibilidades, de que los

auxiliares, apoyo administrativo o demás personas que intervengan en
los mecanismos alternativos a su cargo los cumplan también;
IV. Proponer al Órgano de Mecanismos Alternativos al que pertenezca, en los
términos de la ley respectiva, la celebración de convenios de colabora-
ción para formar redes de apoyo en materia de justicia para adolescentes;
V. En los términos del principio de honestidad contemplado en esta Ley,
excusarse de intervenir en los asuntos en los que no se considere téc-
nicamente capaz, por las circunstancias del caso, de llevar a cabo la
facilitación con la pericia suficiente, pudiendo solicitar al Órgano de
Mecanismos Alternativos que le permita facilitar con otro especialista;
VI. Dar por concluido el proceso de mediación cuando no logre un equili-
brio de poder, en los términos del principio de equidad contemplado
en esta Ley;
VII. Evitar sesiones conjuntas entre víctimas u ofendidos y personas ado-
lescentes en los procesos restaurativos, cuando considere que podría
ser riesgoso para alguna de las partes o contrario a los objetivos de la
justicia restaurativa, y
VIII. Las demás establecidas en esta Ley, en la Ley de Mecanismos Alter-
nativos u otros ordenamientos aplicables.
Autoridad Administrativa de ejecución de medidas

Es el órgano especializado en ejecución de medidas para adolescentes, la federación
y las entidades federativas contarán con una en el ámbito de sus competencias, go-
zarán de autonomía técnica, operativa y de gestión, contará con las siguientes áreas:
A. Área de evaluación de riesgos

B. Área de seguimiento y supervisión de medidas cautelares distintas a la
prisión preventiva y de suspensión condicional del proceso.
C. Área de seguimiento y supervisión de medidas de sanción no privati-
vas de la libertad
D. Área de seguimiento y supervisión de medidas de sanción privativas
de la libertad.

Consultores técnicos y peritos

El Artículo 75 de la Ley del Sistema de Justicia Penal para Adolescentes establece
que los consultores técnicos operativos que intervengan en el procedimiento en las
materias relativas a medicina, psicología, criminología, sociología, pedagogía, antro-
pología, trabajo social y materias afines, deberán contar con una certificación expedi-
da por una institución educativa de reconocimiento oficial, o bien por una práctica
profesional en la materia, por una (sic) plazo razonablemente prolongado y un presti-
gio o reconocimiento adquirido en ella, que respalde su conocimiento amplio y ac-
tualizado en materia de niñas, niños y adolescentes.
Autoridades corresponsables.
Para efectos del cumplimiento de la Ley en materia de justicia para adolescentes,
intervendrán otras autoridades en el ámbito de sus competencias, el artículo 77 de la
Ley del Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, establece las siguientes:
•• La Secretaría de Desarrollo Social

•• La Secretaría de Economía
•• La Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Salud, la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social y la Comisión Nacional del Deporte
•• Comisión Intersecretarial encabezada por la Secretaría de Gobernación
2. Sujetos del sistema de justicia para adolescentes
De conformidad con la Ley Nacional del sistema Integral de Justicia penal para ado-
lescentes, son los siguientes:
a. Los adolescentes
Son los destinatarios de la aplicación del ordenamiento especializado. Son las perso-
nas que tengan entre los 12 años cumplidos y menos de 18 años de edad, cuando se
les atribuya la realización de una conducta tipificada como delito por las leyes penales.

Los adolescentes para efectos de la ley se dividen en tres grupos etarios:
•• Grupo etario I: Grupo de personas adolescentes que por su edad se en-

cuentren comprendidas en el rango de edad de doce años cumplidos a
menos de catorce años.
•• Grupo etario II: Grupo de personas adolescentes que por su edad se en-
cuentren comprendidas en el rango de edad de catorce años cumplidos a
menos de dieciséis años.
•• Grupo etario III: Grupo de personas adolescentes que por su edad se en-
cuentren comprendidas en el rango de edad de dieciséis años cumplidos a
menos de dieciocho años.
Considerando que las y los menores de edad no son penalmente responsables por
los actos que realizan, la clasificación de grupos etarios es para efectos de la imposi-
ción de medidas de atención y protección social por parte del Estado. Así como para
el cómputo de tiempo para la prescripción de la acción penal.
El internamiento como sanción, sólo se aplicará a los grupos etarios II y III. El Grupo
etario I estaría exento de esa medida.
3. Características de la infancia relevantes para su

participación en un proceso jurídico
El Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que afecten a ni-
ñas, niños y personas adolescentes, publicado por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, refiere que si bien son varias las características que resultan relevantes para
la participación de un niño o niña en un procedimiento judicial, se han detectado tres
que revisten particular importancia:

Primera Segunda Tercera

DESARROLLO DESARROLLO DESARROLLO
COGNITIVO MORAL EMOCIONAL
Desarrollo cognitivo
Se refiere al tipo de pensamiento presente durante la infancia: egocéntrico y concreto.
El niño o niña está concentrado en su propio punto de vista, lo que le dificulta consi-
derar el de otra persona. Un niño o niña no puede acceder al razonamiento abstracto.
Desde el razonamiento concreto, puede dar respuestas “incoherentes” para la lógica
adulta. Requiere de la presencia de objetos concretos para razonar. Las nociones de
tiempo y espacio son igualmente concretas y subjetivas; se vinculan únicamente con
las propias rutinas y experiencias. El desarrollo cognitivo juega un papel determinante
en la estructura narrativa infantil. La imposibilidad para considerar diversas variables
en un mismo momento somete la narrativa a un orden que responde a los aspectos
vivenciales presentes en la mente del niño o niña momento a momento y no así a una
lógica cronológica o explicativa, que contemple además lo necesario para que la per-
sona interlocutora comprenda.
Desarrollo emocional
El niño o niña tienen la necesidad de adoptar mecanismos inconscientes en la bús-
queda de preservar su salud psíquica y que a la vez le sirvan como elemento para
contrarrestar ideas y afectos dolorosos e insoportables. En suma, estos mecanismos
muestran la vulnerabilidad de la infancia frente a la irrupción de emociones dolorosas
y los mecanismos inconscientes que se desatan para controlarlas. Las emociones
inundan la realidad del niño o la niña, y la aparición de mecanismos de defensa in-
conscientes modifica la conducta y el pensamiento infantil para minimizar la angustia,
sin que el niño o niña pueda tener control sobre ellos.

Desarrollo moral.
Esta característica arroja información sobre su percepción y disposición con respecto
a lo que cree que “debe hacer” y cómo “debe actuar”. El niño o niña muestran una dis-
posición entusiasta a cooperar de manera armoniosa, así pues, durante cierta etapa
de su desarrollo priorizan por encima de cualquier otro factor la necesidad de evitar el
castigo (evitar el castigo es “lo correcto”). Si se siente en riesgo de un castigo buscará
dar la respuesta “correcta” (es decir la que considera que desea la persona adulta) por
encima de lo que percibió a través de sus propios sentidos con relación a un hecho.
El propio protocolo agrega que si bien se reconoce que un adolecente es distinto al

niño o niña de edad preescolar, es importante reconocer que aún presenta importan-
tes características cognitivas, emocionales y morales que lo distinguen de una perso-
na adulta, en tal sentido el instrumento rector en cita señala “De acuerdo con diversas
bases teóricas y recontextualizando un ambiente judicial, es importante el reconoci-
miento del adolescente como un niño o niña por dos razones. Debido a que tanto
neurológica y cognitivamente aún vive procesos de maduración que inciden en su
pensar y actuar de manera diversa a la de una persona adulta y porque cuando una
persona menor de 18 años se encuentra en situaciones de angustia, temor o ansiedad
es común que su actuar y pensar se revierta a etapas de desarrollo anteriores. En este
sentido, una persona de 15 años en un procedimiento judicial puede efectivamente
razonar con las herramientas y características cognitivas de una de 12 años o menos.
Por último, el protocolo en cita señala que lo relevante de las características propias de
la infancia mencionadas es que influyen de manera determinante en toda la gama de
acciones que el niño, niña o persona adolescentes desarrolla mientras dura su contac-
to con el proceso de justicia: en la manera en que narra eventos por él o ella vividos, las
respuestas que ofrece al servidor o servidora pública, la manera en la que manifiesta
la afectación ocasionada por los hechos, la forma en la que puede comprender el pro-
ceso de justicia en sí, etc. De ahí que sea relevante tomarlas en cuenta durante las di-
ligencias y procedimientos específicos, impulsando una serie de prácticas muy con-
cretas que parten del reconocimiento de las necesidades especiales de la infancia y
consecuentemente contribuyen en una participación óptima de aquella en el proceso
de justicia y en la garantía de acceso a la justicia para este grupo de población.

En opinión de una de las expertas más reconocidas sobre la materia en América Lati-
na, “Los niños son ahora definidos de manera afirmativa, como sujetos plenos e dere-
cho. Ya no se trata de “menores”, incapaces, personas a medias o incompletas, sino de
personas cuya única particularidad es estar creciendo. Por eso se les reconocen to-
dos los derechos que tienen los adultos, más derechos específicos precisamente por
reconocerse esa circunstancia evolutiva”.2
2 BELOFF, Mary. Protección Integral de Derechos del niño vs Derechos en situación irregular. Biblioteca virtual del
IIJ de la unam. p. 29

Introducción


para adolescentes

para adolescentes

Tema 4
Sistema
procedimental
Contenido
Sistema procedimental
1. Investigación
2. Mecanismos Alternativos de Solución

de Controversias
Mediación
Procesos restaurativos
3. Soluciones alternas
4. Suspensión condicional del proceso
5. Etapa intermedia
6. El Juicio
7. Medidas de Sanción
8. Ejecución de Medidas
9. Recursos

1. Investigación
La investigación de los delitos corresponde al ministerio público especializado en

justicia para adolescentes con el auxilio de la policía
En esta etapa se llevarán a cabo las diligencias para demostrar la existencia jurídica
de un hecho señalado como delito y el grado de participación y responsabilidad de la
persona adolescente, la Ley Nacional del sistema Integral de Justicia Penal para Ado-
lescentes dispone lo siguiente:
El arraigo es una medida que no podrá aplicarse en materia de adolescentes, debido

al principio de que las medidas privativas de la libertad deberán evitarse y limitarse, y
en caso de que se opte por las medidas privativas de la libertad deberá ser por perio-
dos más breves posibles.
Detención en flagrancia
Cuando una persona adolescente sea sorprendida en la comisión de un delito, podrá
ser detenida sin orden judicial y puesta a disposición de la autoridad más cercana y
ésta a la vez la pondrá a disipación del Ministerio Público quien evaluará decretar la
libertad o la imposición de una medida cautelar. Y deberá ponerlo a disposición del
Juez de control en el plazo de 36 horas.
Investigación complementaria
El plazo para que el MP cierre la investigación complementaria no podrá ser mayor a
tres meses contados en días naturales a partir del auto de vinculación a proceso. Las
partes podrán solicitar a la o el juez la prórroga de este plazo de forma justificada,
misma que no podrá ser mayor a un mes.
Una vez cerrada la investigación complementaria, el MP dentro de los cinco días na-
turales siguientes deberá solicitar el sobreseimiento, la suspensión del proceso o for-
mular la acusación, de lo contrario, la o el juez le dará tres días naturales para que se
pronuncie y si transcurrido este plazo no hay pronunciamiento del MP, el Juez decre-
tará el sobreseimiento.

2. Mecanismos Alternativos de Solución

de Controversias
Los mecanismos alternativos aplicables a la justicia para adolescentes son la media-

ción y los procesos restaurativos, los cuales pueden derivar en un acuerdo reparatorio
o en un plan de reparación y propuesta de condiciones por cumplir una suspensión
condicional del proceso cuando sea procedente.
Mediación
Acuerdo Reparatorio
Mecanismos
Alternativos en
Plan de Reparación
Justicia para
adolescentes
Propuesta de condiciones
por cumplir
una suspensión
condicional del proceso
Procesos
Restaurativos

Mediación
La mediación es un mecanismo voluntario por el cual la persona adolescente, su re-
presentante y la víctima u ofendido, buscan, construyen y proponen opciones de so-
lución de controversias.
Procesos restaurativos
Para alcanzar un resultado restaurativo se puede recurrir a los siguientes modelos de
reunión:
El Acuerdo reparatorio acordado

El Ministerio Público o la o el Juez Se turnará el caso al órgano de por las partes, se valida por una o
invitan a las y los interesados a MASC cuando las y los interesados un licenciado en derecho en
participar en un masc hayan aceptado esa vía términos de la Ley en materia de
masc
El MP o la o el Juez de control En caso de que el acuerdo

verificarán que las obligaciones reparatorio contenga obligaciones
Los Acuerdos reparatorios deben que se contraen no resulten económicas por parte de la
aprobarse por el MP en la etapa notoriamente desproporcionadas persona adolescente, siempre que
de investigación inicial y por la o el y que las y los intervinientes sea proporcional, la o el Juez o el
Juez de Control, una vez estuvieron en igualdad de MP verificarán que en la medida
formulada la imputación condiciones para negociar, y no de lo posible los recursos
actuaron bajo condiciones de provengan del trabajo y esfuerzo
intimidación, amenaza o coacción de la persona adolescente
EFECTOS
Cumplimiento del Acuerdo:

se termina el procedimietno y se
ordena el no ejercicio de la acción
penal o el sobreseimiento
Incumplimiento: el procedimiento
continuará como si no se hubiera
realizado el acuerdo .

Víctima con la persona adolescente

La víctima, la persona adolescente y su representante, buscan, construyen y propo-
nen opciones de solución a la controversia, sin la participación de la comunidad afec-
tada.
Junta Restaurativa
La víctima u ofendido, la persona adolescente y en su caso la comunicad afectada, en
el libre ejercicio de su autonomía, buscan, construyen y proponen opciones de solu-
ción a la controversia.
Círculos
La víctima u ofendido, la persona adolescente, la comunidad afectada y los operado-
res del Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, buscan, construyen y proponen
opciones de solución a la controversia. Podrá utilizarse este modelo cuando se re-
quiera la intervención de operadores para alcanzar un resultado restaurativo, cuando
el número de participantes sea muy extenso o cuando la persona que facilita lo con-
sidere el modelo idóneo, en virtud de la controversia planteada.
3. Soluciones alternas
Las soluciones alternas son mecanismos disponibles que pueden ser utilizados por
las partes para la solución de conflictos.
Son autorizados por la o el Juez a petición del adolescente o del MP previo acuerdo
entre ambas partes.
Las soluciones alternas previstas por la ley de justicia para adolescentes en estudio, son:
a) Acuerdos Reparatorios
b) Suspensión condicional del proceso

Acuerdos reparatorios
Procederán en casos en los que se atribuyan hechos previstos como delitos y en los
que no proceda medida de sanción de internamiento. El Acuerdo reparatorio no implica
que la persona adolescente reconozca haber realizado el hecho que se le atribuye.
El trámite de los acuerdos reparatorios es el siguiente, en términos de los artículos 97

a 99 de la Ley Nacional del sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes:
4. Suspensión condicional del proceso
Procede a solicitud de la persona adolescente o del Ministerio Público de acuerdo

con el adolescente, en los casos en que se cubran los siguientes requisitos
Que se haya dictado auto e vinculación a proceso
Que no exista oposición fundada de la víctima u ofendido
Para solicitar la suspensión condicional del proceso, la persona adolescente presen-

tará a la o el juez un plan de reparación y las condiciones que estaría dispuesta a
cumplir durante el plazo en que se suspenda el proceso en su caso.
La o el Juez fijará el plazo de suspensión condicional del proceso, que no podrá ser
inferior a tres meses ni superior a un año.
Las condiciones que podrán determinarse por la o el Juez, y que deberá cumplir la
persona adolescente, pueden ser una o varias de las siguientes, previstas en el Códi-
go Nacional de Procedimientos Penales:
Residir en un lugar determinado
Frecuentar o dejar de frecuentar determinados lugares o personas

Abstenerse de consumir drogas o estupefacientes o de abusar de las

bebidas alcohólicas;
Participar en programas especiales para la prevención y el tratamiento

de adicciones;
Aprender una profesión u oficio o seguir cursos de capacitación en el

lugar o la institución que determine el Juez de control;
Prestar servicio social a favor del Estado o de instituciones de benefi-

cencia pública;
Someterse a tratamiento médico o psicológico, de preferencia en ins-

tituciones públicas;
Tener un trabajo o empleo, o adquirir, en el plazo que el Juez de control

determine, un oficio, arte, industria o profesión, si no tiene medios pro-
pios de subsistencia;
Someterse a la vigilancia que determine el Juez de control;
No poseer ni portar armas;
No conducir vehículos;
Abstenerse de viajar al extranjero;
Cumplir con los deberes de deudor alimentario, o
Cualquier otra condición que, a juicio del Juez de control, logre una
efectiva tutela de los derechos de la víctima.
Además podrán determinarse las condiciones previstas en la Ley del sistema Integral
de Justicia Penal para Adolescentes:
Comenzar o continuar la escolaridad que le corresponda
Prestar servicio social a favor de la comunidad, las víctimas, del Estado

o de instituciones de beneficencia pública o privada, en caso de que la

persona adolescente sea mayor de quince años;
Tener un trabajo o empleo, o adquirir, en el plazo que el Juez determi-

ne, un oficio, arte, industria o profesión si no tiene medios propios de
subsistencia, siempre y cuando su edad lo permita;
En caso de hechos tipificados como delitos sexuales, la obligación de

integrarse a programas de educación sexual que incorporen la pers-
pectiva de género,
Abstenerse de consumir drogas o estupefacientes o de abusar de las

bebidas alcohólicas;
Participar en programas especiales para la prevención y el tratamiento

de adicciones, y
Cualquier otra condición que, a juicio del Juez, logre una efectiva tute-
la de los derechos de la víctima y contribuyan a cumplir con los fines
socioeducativos de la persona adolescente.
Revocación de la Suspensión condicional del proceso

La suspensión condicional del proceso podrá revocarse cuando la persona adoles-
cente incumpla injustificadamente las condiciones impuestas o no cumpla el plan de
reparación.
La o el Juez a petición del Ministerio Público o de la víctima u ofendido, convocará a las

partes a una audiencia en la que se debatirá sobre la procedencia de la revocación de
la suspensión condicional del proceso, debiendo resolver de inmediato lo que proceda.
En lugar de la revocación la o el juez podrá ampliar el plazo de la suspensión condi-

cional hasta por seis meses. Esta extensión del término solo podrá realizarse una vez.

5. Etapa intermedia
La etapa intermedia tiene por objeto el ofrecimiento y admisión de los medios de prue-
ba, así como la depuración de los hechos controvertidos que serán materia de juicio.
Esta etapa se compondrá de dos fases, una escrita y otra oral. La fase escrita iniciará
con el escrito de acusación que formule el MP y comprenderá todos los actos previos a
la celebración de la audiencia intermedia. La segunda fase dará inicio con la celebra-
ción de la audiencia intermedia y culminará con el dictado del auto de apertura a juicio.
Contenido de la acusación que el MP formulará en forma escrita:
I. La individualización de las personas adolescentes acusadas y de su

Defensor;
II. La identificación de la víctima u ofendido y su Asesor jurídico;
III. La relación clara, precisa, circunstanciada y específica de los hechos
atribuidos en modo, tiempo y lugar, así como su clasificación jurídica;
IV. La relación de las modalidades de los hechos señalados como delito
que concurrieren;
V. La autoría o participación concreta que se atribuye a la persona ado-
lescente;
VI. La expresión de los preceptos legales aplicables;
VII. El señalamiento de los medios de prueba que pretenda ofrecer, así
como la prueba anticipada que se hubiere desahogado en la etapa de
investigación;
VIII. El monto de la reparación del daño y los medios de prueba que ofrece
para probarlo;
IX. Las medidas de sanción cuya aplicación se solicita incluyendo en su caso
las correspondientes al concurso de hechos señalados como delitos;
X. Los medios de prueba que el Ministerio Público pretenda presentar
para la individualización de las medidas de sanción;
XI. La solicitud de decomiso de los bienes asegurados;
XII. La propuesta de acuerdos probatorios, en su caso, y

XIII. La solicitud de que se aplique alguna forma de terminación anticipada

del proceso cuando ésta proceda.
6. El Juicio
El juicio se desahogará conforme al sistema acusatorio y oral y se regirá por los prin-
cipios de contradicción, concentración, continuidad, inmediación y publicidad; se rea-
lizará a puerta cerrada, sólo estarán presentes quienes en ella intervengan, salvo que
la persona adolescente solicite que sea público, con las restricciones que el Tribunal
de Juicio Oral ordene.
El Tribunal de Juicio Oral apreciará la prueba según su libre convicción extraída de la

totalidad del debate, de manera libre y lógica; sólo serán valorables y sometidos a la
crítica racional, los medios de prueba obtenidos lícitamente e incorporados al debate
conforme a las disposiciones del Código Nacional.
Una vez cerrado el debate, la o el Juez ordenará un receso a fin de emitir el sentido
del fallo, sólo en casos cuyas circunstancias o complejidad lo ameriten, la o el Juez
declarará el aplazamiento hasta por 24 horas.
Concluido el juicio, el tribunal de juicio oral resolverá sobre la responsabilidad de la

persona adolescente.
Sólo se emitirá sentencia condenatoria cuando el Tribunal de Juicio Oral adquiera la

convicción de que la persona adolescente es responsable de la comisión del hecho
por el que siguió el juicio. En caso de duda respecto de la responsabilidad, el Tribunal
de Juicio Oral deberá absolver a la persona adolescente.
Consultar los artículos 142 a 167 de la Ley Nacional del sistema Integral de Justicia
Penal para Adolescentes.

7. Medidas de Sanción
Las medidas de sanción que pueden imponerse a las personas adolescentes son las
siguientes, en términos del artículo 155 de la Ley Nacional del Sistema Integral de
Justicia Penal para Adolescentes:
I. Medidas no privativas de la libertad

a) Amonestación;
b) Apercibimiento;
c) Prestación de servicios a favor de la comunidad;
d) Sesiones de asesoramiento colectivo y actividades análogas;
e) Supervisión familiar;
f) Prohibición de asistir a determinados lugares, conducir vehículos y de
utilizar instrumentos, objetos o productos que se hayan utilizado en el
hecho delictivo;
g) No poseer armas;
h) Abstenerse a viajar al extranjero;
i) Integrarse a programas especializados en teoría de género, en casos
de hechos tipificados como delitos sexuales;
j) Libertad Asistida.
II. Medidas privativas o restrictivas de la libertad

a) Estancia domiciliaria;
b) Internamiento, y
c) Semi-internamiento o internamiento en tiempo libre.
Casos en que se exceptúa la imposición de medidas

de sanción privativas de libertad
•• Persona adolescente que al momento de la comisión de la conducta tuvie-
re entre doce años y menos de catorce años.
•• Las medidas privativas de libertad se utilizarán como medida extrema y por
tiempo más breve que proceda.

•• Para el grupo etario II la duración máxima de las medidas de sanción será

de tres años.
•• Para el grupo etario III la duración máxima de las medidas de sanción será
de cinco años.
Sentencia
Una vez que se decida la responsabilidad de la persona adolescente en el hecho im-
putado, se explicará al ésta la medida o máximo dos medidas que podrán imponerse,
las razones por las que decidió hacerlo, las características generales de la ejecución
y las consecuencias de su incumplimiento, así como los beneficios que conlleva su
cumplimiento. Estas advertencias formarán parte integral de la sentencia.
La o el juez podrá imponer a la persona adolescente un máximo de dos medidas,

además de la reparación del daño y la amonestación, en su caso siempre que estas
no sean incompatibles, garantizando la proporcionalidad y compatibilidad entre ellas.
Una vez firme la sentencia condenatoria, le Tribunal de Juicio oral deberá poner a dis-
posición del Juez de Ejecución a la persona adolescente sin mayor dilación.
Internamiento
De conformidad con el artículo 164 de la Ley Nacional del sistema Integral de Justicia
Penal para Adolescentes, el internamiento procede en los siguientes casos:
•• El internamiento se utilizará como medida extrema y por el tiempo más bre-

ve que proceda a las personas adolescentes que al momento de habérse-
les comprobado la comisión de hechos señalados como delitos, se en-
cuentren en el grupo etario II y III. El Órgano Jurisdiccional deberá contemplar
cuidadosamente las causas y efectos para la imposición de esta medida,
procurando imponerla como última opción. Se ejecutará en Unidades ex-
clusivamente destinadas para adolescentes y se procurará incluir la realiza-
ción de actividades colectivas entre las personas adolescentes internas, a
fin de fomentar una convivencia similar a la practicada en libertad.

•• Para los efectos de esta Ley, podrá ser aplicado el internamiento en los si-
guientes supuestos, previstos en la legislación federal o sus equivalentes
en las entidades federativas:
a) De los delitos previstos en la Ley General para Prevenir y Sancionar los

Delitos en Materia de Secuestro, Reglamentaria de la fracción XXI del
artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
b) De los delitos previstos en la Ley General para Prevenir, Sancionar y
Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protec-
ción y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos;
c) Terrorismo, en términos del Código Penal Federal;
d) Extorsión agravada, cuando se comete por asociación delictuosa;
e) Contra la salud, previsto en los artículos 194, fracciones I y II, 195, 196
Ter, 197, primer párrafo del Código Penal Federal y los previstos en las
fracciones I, II y III del artículo 464 Ter y en los artículos 475 y 476 de la
Ley General de Salud;
f) Posesión, portación, fabricación, importación y acopio de armas de fue-
go prohibidas y/o de uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea;
g) Homicidio doloso, en todas sus modalidades, incluyendo el feminicidio;
h) Violación sexual;
i) Lesiones dolosas que pongan en peligro la vida o dejen incapacidad
permanente, y
j) Robo cometido con violencia física.
8. Ejecución de Medidas
En términos del Libro Cuarto de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal
para Adolescentes, la Ejecución de medidas de sanción y de internamiento preventi-
vo comprende todas las acciones destinadas a asegurar su cumplimiento y lograr el
fin que con su aplicación se persigue.
La o el Juez de Ejecución es la autoridad judicial responsable del control y supervisión

de la legalidad de la aplicación y ejecución de las medidas de sanción y de interna-

miento preventivo; debe resolver sobre los incidentes que se presenten durante la eje-
cución de las medidas de sanción y de internamiento preventivo y garantizar el cumpli-
miento de los objetivos fijados por la Ley en materia de Justicia para Adolescentes.
Facultades del Juez de Ejecución, de conformidad con el artículo 179 de la Ley Nacio-
nal del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes:
a) Garantizar a las personas adolescentes a quienes se les haya dictado

una medida de sanción o de internamiento preventivo, en el ejercicio
de sus atribuciones, el goce de los derechos y garantías fundamenta-
les que le reconoce la Constitución, los Tratados Internacionales, de-
más disposiciones legales y esta Ley;
b) Garantizar que la medida cautelar de internamiento preventivo o la de
sanción se ejecute en sus términos, salvaguardando la invariabilidad
de la cosa juzgada con los ajustes que la presente legislación permita;
c) Decretar las medidas de seguridad que procedan en sustitución de la
medida de sanción de internamiento, en los casos en que la persona
adolescente privada de la libertad llegue a padecer enfermedad mental
de tipo crónico, continuo e irreversible y determinar la custodia de la
misma a cargo de una institución del sector salud, representante legal o
tutor, para que se le brinde atención, trato y tratamiento de tipo asilar;
d) Sustanciar y resolver los incidentes que se promuevan para lograr el cum-
plimiento del pago de la reparación del daño, así como los demás que se
promuevan con motivo de la ejecución de las medidas de sanción;
e) Garantizar a las personas adolescentes su defensa en el procedimien-
to de ejecución;
f) Aplicar la ley más favorable a las personas adolescentes a quienes se
les haya dictado una medida;
g) Autorizar y revisar las condiciones de supervisión de las medidas de san-
ción de conformidad con la sentencia impuesta a la persona adolescente;
h) Imponer los medios de apremio que procedan para hacer cumplir sus
resoluciones;

i) Resolver sobre las controversias que se presenten sobre las condicio-

nes de internamiento y cuestiones relacionadas con las mismas;
j) Resolver sobre la duración, modificación y extinción de la medida de
sanción, y
k) Las demás que esta Ley y otros ordenamientos le confieran.
Cumplimiento de las medidas

La Autoridad Administrativa y los titulares de los Centros de Internamiento y de las
Unidades de Seguimiento tomarán las decisiones administrativas necesarias para ga-
rantizar el cumplimie3nto de las medidas.
Las acciones y recursos ante el Juez de Ejecución, se sustanciarán conforme a las

reglas del sistema acusatorio, podrán intervenir como partes procesales, de acuerdo
a la naturaleza de la controversia, las siguientes:
I. La persona adolescente sujeta a una medida;

II. El defensor público o privado;
III. El Ministerio Público;
IV. El Titular del Centro de Internamiento o quien lo represente;
V. El Titular de la Unidad de seguimiento de las medidas de sanción o
quien lo represente;
VI. El promovente de la acción o recurso, y
VII. La víctima u ofendido y su asesor jurídico, cuando el debate esté rela-
cionado con el pago de la reparación del daño.
El Juez de Ejecución, de oficio, revisará anualmente las medidas de sanción impues-

tas; en esta audiencia con base en el interés superior de la niñez, evaluará las condi-
ciones, retos y obstáculos que ha enfrentado la persona adolescente en el cumpli-
miento de su medida y evaluará la posibilidad de sustituirla por otra menos grave.

9. Recursos
Recurso de Queja
Procederá en contra del juzgador de primera instancia por no realizar un acto proce-
sal dentro del plazo señalado por la Ley Nacional del sistema Integral de Justicia para
Adolescentes.
Recurso de Revocación
Procede en cualquiera de las etapas del procedimiento penal, en las que interviene
la autoridad judicial, en contra de las resoluciones de mero trámite que se resuelvan
sin sustanciación. Si el recurso se hace valer contra las resoluciones pronunciadas
durante la audiencia, se promoverá antes de que termine la misma de manera verbal.
Si el recurso se hace valer contra resoluciones dictadas fuera de audiencia, se deberá

interponer por escrito en un plazo de dos días siguientes a la notificación de la reso-
lución impugnada.
Recurso de Apelación
Procede contra las resoluciones del Juez de Control, se interpondrán por escrito ante el
mismo Juez que dictó la resolución dentro de los cinco días contados a partir de aquel
en el que surta efectos la notificación si se tratare de auto o cualquier otra providencia
y de siete días si se tratare de sentencia definitiva. En caso de que la apelación verse
sobre exclusión de pruebas, el Tribunal de Alzada se pronunciará indicando si la prueba
es o no admisible y lo comunicará al Juez de Control para lo que corresponda.
Procede el recurso de apelación contra las siguientes determinaciones

a) Contra el sobreseimiento dictado por el Tribunal de Juicio Oral
b) Contra las sentencias definitivas dictadas por el Tribunal de enjuicia-
miento.
La resolución que resuelva el recurso de apelación, confirmará, modificará o revocará la

resolución impugnada o bien ordenará la reposición del acto que dio lugar a la misma.

Introducción


para adolescentes

para adolescentes

¡Felicidades!
Ha finalizado el curso
Justicia
Penal
para
Adolescentes
Fuentes de consulta
•• Beloff, Mary. Protección Integral de Derechos del niño vs Derechos en situación

irregular. Biblioteca virtual del IIJ de la unam. p. 29
•• Beloff, Mary. Los Derechos del Niño en el Sistema Interamericano. Buenos

Aires 2009. Editores del Puerto.
•• Cobo, Sofía. El principio de flexibilidad de la medida y los derechos humanos de

las personas adolescentes en conflicto con la ley; publicado en la revista
“Dfensor”, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, año XIV,
número 9, septiembre de 2016.
•• Gómez, Camacho Juan José, Obligaciones internacionales de México en

materia de justicia penal juvenil.
•• Pérez, Vaquero Carlos, La Justicia Juvenil en el Derecho Internacional. http://

www.insjudbc.net/ijbc/index.php/
•• Vasconcelos, Méndez Rubén, La Justicia para Adolescentes en México.

Unicef, IIJ, México 2009.
•• Los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

Apuntes para su aplicación práctica. Biblioteca jurídica virtual del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la unam, https://archivos.juridicas.unam.mx/
www/bjv/libros/7/3033/7.pdf
Instrumentos Internacionales
•• Convención sobre los Derechos del Niño.
•• Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia
de Menores (Reglas de Beijing).
•• Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia

Juvenil o “Directrices de Riad”.
•• Reglas para la Protección de Menores Privados de Libertad.

•• Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas no Privativas de la
Libertad (Reglas de Tokio).
•• Directrices sobre la Justicia en asuntos concernientes a los Niños Víctimas y

Testigos del Delito.
•• Convención Americana Sobre los Derechos Humanos.

Fuentes de consulta
Legislación nacional
•• Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
•• Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
•• Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.
Otros instrumentos
•• Protocolo de actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren
niñas, niños y adolescentes emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación

Justicia
Penal
para
Adolescentes

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Curso: Justicia Penal para Adolescentes en el ámbito federal

Por último, se aplicará la evaluación final, que como ya te

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Considerando que la necesidad de la profesionalización deriva directamente del artí-

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Conviene tener presente que la profesionalización del personal de la pgr en materia

La importancia de la profesionalización del personal de la pgr, radica en la necesidad

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Este curso constituye una de las acciones de la Procuraduría General de la República,

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2. Reglas Mínimas de las Naciones Unidas

3. Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención

4. Reglas para la Protección de Menores Privados

5. Reglas Mínimas de las Naciones Unidas

6. Directrices sobre la Justicia en asuntos concernientes

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